cátedra CÁTEDRA ALBERTO HURTADO DE LIDERAZGO SOCIAL Chile 2010: La Agenda Social hacia el Bicentenario Por novena ocasión se realizaron la Cátedra Alberto Hurtado de Liderazgo Social, que organiza el Centro de Reflexión y Acción Social (CREAS) de la Universidad Alberto Hurtado junto al Centro de Investigación Social (CIS) de Un Techo para Chile. Destacados profesionales y personeros del ámbito público y privado se dieron cita en esta convocatoria que se desarrolló durante seis martes, abarcando desde la última semana de agosto a la primera de octubre. La idea central de estas cátedras es reflexionar el tema de la pobreza y su superación en la sociedad, a través de un diálogo abierto y pluralista, principalmente enfocado a los universitarios que asisten a las charlas. 36 Centro de Investigación Social Un Techo para Chile 1-. Agenda Social 2006 – 2010: Ejes Principales desde la Política Pública. Nicolás Eyzaguirre, Presidente del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad y ex ministro de Hacienda; y Sebastián Piñera, Presidente de la Fundación Futuro. 2-. La Agenda Social desde la Perspectiva de la Vulnerabilidad Social Leonardo Moreno, Secretario Ejecutivo de la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza; y Guillermo Wormald, Profesor adjunto de Sociología e investigador de la Pontificia Universidad Católica de Chile. 3-. Opinión Pública: Construyendo nuestra Agenda Social Marta Lagos, Directora Ejecutiva de Corporación Latinobarómetro; y Francisco Vidal, Presidente del Directorio de TVN y académico de la Universidad Alberto Hurtado. 4-.Equidad para el Futuro: Nuevos Problemas Generacionales y la Reforma Previsional Andrea Repetto, Ingeniera Comercial, y Directora del Magíster de Economía Aplicada del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile; y Luis Larraín, Subdirector Instituto Libertad y Desarrollo. 5-. El Rol de la Empresa en la Superación de la Pobreza Bruno Philippi, Presidente de SOFOFA; y Jorge Rodríguez, Decano Facultad de Economía y Administración Universidad Alberto Hurtado, y ex ministro de Economía. 6-. Universidad Socialmente Responsable ¿Es posible en Chile? El primer tema que se tocó fue el de la Agenda Social 20062010. Como una forma de representar el planteamiento general de la Cátedra, se presentan a continuación extractos de los dos panelistas que dieron inicio a estas charlas durante 2006. CIS Fernando Montes S.J., Rector Universidad Alberto Hurtado; y Pedro Pablo Rosso, Rector Pontificia Universidad Católica de Chile. 37 cátedra EL GRAN DESAFÍO DE CHILE DE AQUÍ AL 2010: TERMINAR CON LA EXTREMA POBREZA Sebastián Piñera. Presidente Fundación Futuro Las ventajas de Chile frente a otras realidades Chile es un país dentro de un continente que lo ha tenido todo. No ha sido un país arrasado por guerras, como sucedió en Europa durante el siglo pasado; ni pertenece a un continente dividido en forma antagónica como ha sido el caso de África después del retiro de los ingleses. Tampoco ha sido un país que ha sufrido guerras religiosas como en el caso de Irlanda. Es un país dentro de un continente agrícola en materia de recursos naturales que ha logrado tener una estabilidad política y económica. Por lo mismo, no es un país que haya estado cruzado por los conflictos. Sin embargo, no hemos logrado alcanzar metas tan significativas como, por ejemplo, derrotar el subdesarrollo, derrotar la pobreza. Creo que es la gran tarea que tenemos por delante en nuestra agenda social. El gran desafío es que Chile puede y debe terminar con la extrema pobreza antes de celebrar el Bicentenario. Y digo esto porque Chile tiene hoy un ingreso per cápita de siete mil dólares, que si lo llevamos al tipo de cambio real, es cercano a los 12 mil dólares. Si Chile pudiera recuperar la capacidad de crecimiento que mostró durante gran parte de la década de los noventa, y que superó el 7% anual, seríamos capaces de duplicar nuestro ingreso per cápita en menos de diez años. Eso significa que en un proyecto que está al alcance de esta generación, Chile podría haber sido el primer país en Latinoamérica en derrotar el subdesarrollo y la pobreza, y estar al nivel de países como Grecia y Portugal. Y ésta es una meta absoluta y totalmente factible. La pobreza en Chile Cuando hablamos de pobreza en Chile estamos hablando de familias que tienen menos de 45 mil pesos per cápita al mes. Pero al menos podemos aspirar a que nadie esté por debajo de esa línea. Y pienso que esa meta es absolutamente factible. No solamente se justifica a sí misma desde un punto de vista ético, moral, de legitimidad, sino también estoy convencido de que es la mejor inversión que puede hacer un país como Chile para fortalecer su desarrollo económico, su democracia, y su paz social. Si pudiéramos transferir en forma absolutamente focali- 38 Centro de Investigación Social Un Techo para Chile zada a esos 3 millones de chilenos que viven en condiciones de pobreza el 1,3% del producto nacional bruto, que es lo que se destina a la brecha de la pobreza, en un año en el que vamos a crecer al orden del 5% significa que vamos a destinar la cuarta parte del crecimiento de un año. Si lo pudiéramos hacer en forma focalizada, sin desvíos, podríamos superar la brecha de la pobreza en nuestro país. En Bolivia esta misma regla es cercana al 40% del producto, mientras que en Haití es cercana al 70%. Por lo tanto, creo que el problema de la pobreza en el país no es un tema de recursos, no es un problema de la pobreza generalizada. El problema es que hay un porcentaje muy importante de chilenos que tienen una participación en el ingreso absolutamente insignificante, del orden del 3% del producto, que aumenta significativamente cuando se agrega a eso lo que llamamos el gasto social, y por lo tanto, cuando uno ve estas cifras se da cuenta de que la meta es totalmente alcanzable. De hecho, uno se pregunta cuál ha sido la función de la pobreza en nuestro país. CÁTEDRAS DE LIDERAZGO SOCIAL ALBERTO HURTADO Lo cierto es que la pobreza en nuestro país, que llega al 45% de la población el año 87, baja a cerca del 23% el año 96, pero desde entonces ha estado prácticamente estabilizada en torno al 20%, y por lo tanto, uno nota que la capacidad de la sociedad chilena para luchar contra la pobreza se ha ido debilitando en los últimos años, y tenemos que tratar de preguntarnos por qué. En parte porque la pobreza es cada día más específica, más heterogénea, y muchas veces se requieren políticas absolutamente focalizadas, y no pasa por las políticas generales para lograr enganchar a esos 3 millones de chilenos al tren del desarrollo. Pero es preocupante este estancamiento en la capacidad de logro concreto, no de discurso, no de intenciones, sino de resultados en materia de pobreza. Considero que al luchar contra la pobreza, hay dos tipos de instrumentos: los que atacan las causas de la pobreza y los que atenúan sus consecuencias. En el primer lugar están el crecimiento económico y la inversión en capital humano. Son, por lejos, los dos instrumentos más poderosos. En la segunda categoría están las políticas asistenciales, como los subsidios: el subsidio único familiar, la asignación familiar, los subsidios de vivienda, y todo lo que significa el gasto social del Estado. Pero más allá de estos dos instrumentos, debe haber una tijera que sea capaz de unirlos, de cortar el papel. Es muy difícil para un país derrotar la pobreza solamente con crecimiento o solamente con redistribución. De estos dos ejemplos básicos, se observa cómo estos dos extremos pueden ser contraproducentes. Uno es el caso de la gallina de los huevos de oro. Cuando uno se va mucho a la redistribución, si reparte los huevos de oro el primer día, puede tener un buen resultado al comienzo, pero hambre al día siguiente. El otro es el clásico ejemplo del empresario español que tenía un burro, y un carretón y quería crecer, comprando un segundo carretón. Para hacerlo, le deja de dar de comer al burro, y un día llega desolado a la plaza pública, quejándose de su mala suerte: justo cuando el burro estaba aprendiendo a trabajar sin comer se murió de hambre. Son los dos extremos: cuando se privilegia solamente la redistribución, y hubo períodos en Chile en que caímos en esa categoría, o cuando se privilegia solamente el crecimiento, y también hubo períodos en Chile en que caímos en ese extremo. ¿Y el justo equilibrio? El justo equilibrio en Chile aún no lo hemos logrado. Creo que en Chile, en los últimos tiempos, ha habido mucho crecimiento, pero no ha habido suficiente redistribución de ese crecimiento, y por eso la distribución del ingreso en nuestro país, que es tremendamente des- igual, ha estado prácticamente estancada desde hace ya varias décadas. ¿Cuál es el factor clave? El crecimiento económico, y Chile hoy no está creciendo como debiera. En los 90 Chile estaba entre los diez países de mayor crecimiento del mundo. Hoy, las proyecciones de crecimiento para el mundo, van a ser prácticamente iguales a las de Chile, o sea, nuestro país está en el montón de la tabla. Por eso, recuperar la capacidad de crecimiento potencial que el país puede lograr, es una de las tareas más importantes para ser eficaz en la lucha contra la pobreza. Pero también tenemos un grave problema de capacidad de generación de empleo, porque cada punto de crecimiento en el último tiempo ha generado menos empleo de lo que generaba en el pasado. Éste es un factor absolutamente determinante. De hecho, en el primer quintil, el más pobre, una de cada cinco personas está ocupada, mientras que en el quintil más rico, una de cada tres está ocupada. Si pudiésemos revertir esa diferencia de participación en la fuerza de trabajo, por sí sola bastaría para terminar con la pobreza en nuestro país. Educación, capital humano y familia En la sociedad del conocimiento la mala, desigual y estancada calidad de la educación que tenemos en nuestro país, es probablemente el “Talón de Aquiles” más grave que tiene Chile para enfrentar los desafíos de este mundo moderno, integrado, con tratados de libre comercio, con Internet, con innovación, ciencia y tecnología. Y ésta es una situación dramática. Tenemos graves problemas de cobertura a partir de la educación preescolar: apenas uno de cada tres niños logra acceder a ella, y está comprobado que aquellos que no accedieron a ella llegan a la educación básica con una desventaja muchas veces irrecuperable. Lo mismo podemos decir de la capacitación. En este país se capacita a un trabajador una vez cada doce años, en promedio. Si se piensa que la sociedad duplica su conocimiento cada cinco años, si no hacemos esfuerzos por ayudar a aquellos que salieron de la educación formal a través de la capacitación, el esfuerzo no se va a poder reflejar en un país más competitivo, más eficiente, que sea capaz de entregar mejores condiciones de vida. Para terminar, el tema de la familia. Está absolutamente demostrado que la fortaleza de la familia está íntimamente ligada con el rendimiento escolar, con el consumo de drogas, con la delincuencia, y con la capacidad de obtener empleos de las familias. Y digo esto porque en Chile la familia se ha debilitado. Hoy el 58% de los niños nace fuera del matrimonio, principalmente de madres jóvenes solteras; además la natalidad ha caído en forma violenta. Por todas estas cosas, pienso que fortalecer la familia en Chile sería un instrumento muy poderoso para luchar contra la pobreza. CIS ¿Por qué se mantienen estables los índices de pobreza en Chile? 39 cátedra LA SOLUCIÓN PARA SUPERAR LA POBREZA: CONSTRUIR UN NUEVO CONTRATO SOCIAL Nicolás Eyzaguirre. Presidente Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad y ex ministro de Hacienda Creo que quienes venimos de la izquierda y queremos permanecer en la izquierda, hemos aprendido la gran lección de que sin crecimiento no es posible abatir la pobreza y mejorar la distribución del ingreso. Pero nunca voy a creer que sólo con el crecimiento eso se va a lograr, porque la historia es demasiado elocuente. Breve historia económica de Chile Les quiero hablar de historia, porque la historia enseña a no repetir los errores, y a entender por qué estamos donde estamos. Chile era una capitanía pobre, a diferencia de otros virreinatos, y los datos económicos dicen que cuando nosotros conocemos la vida independiente, teníamos un nivel de vida promedio en torno al 50% de lo que tenían los países industriales de la época. El país ensayó durante todo el siglo XIX y hasta la Primera Guerra Mundial, un modelo primario exportador, que efectivamente pudo aportar riqueza para algunos, riqueza promedio de Chile que se elevó hasta casi un 80% del nivel de ingresos que tenían los países desarro- 40 Centro de Investigación Social Un Techo para Chile llados. La alteración de los grandes focos de comercio producto de la Primera Guerra Mundial, después de la gran recesión de 1929, y luego de la Segunda Guerra Mundial, provocaron grandes problemas, ya que exportábamos bienes básicos e importábamos manufactura. Al existir este caótico escenario mundial, Chile se cerró, cometiendo un gran error. La razón por la cual aquí se enseñoreó el proteccionismo es porque el modelo exportador que habíamos tenido durante todo el siglo XIX y hasta la guerra de 1914, concentraba la riqueza en unos pocos. Era muy intensivo en recursos naturales, y muy poco intensivo en empleo. Los grandes comienzos del movimiento obrero, del desplazamiento del campo a la ciudad, y del surgimiento de la marginalidad, tienen que ver con una economía que no había distribuido las oportunidades entre su gente. Entonces, es la estructura social que se impone en Chile, y que la ley ha consagrado hasta el día de hoy, el origen de nuestros problemas. Hubo otros países, con grandes materias primas, como Australia y Nueva Zelanda, que también tuvieron graves problemas con las dos guerras y la Gran Recesión. El gran tema de la educación En primer lugar, ¿saben que después de la dictadura logramos tener un nivel de alfabetismo del orden del 85%, siendo que en 1940 era inferior a un 50%? EE.UU. y Canadá, tanto en francés como en inglés, lograron hacer lo que nosotros noventa años antes, en 1850. Ellos lograron tener niveles de alfabetización de 85% cuando tenían ingresos per cápita de US 1.500. Nosotros logramos tener el mismo nivel de alfabetización cuando teníamos US 4.500 per cápita. O sea, la torta tuvo que ser tres veces más grande para que la sociedad chilena se tuviera que poner de acuerdo en que había que tener educación pública primaria gratuita para que los niños aprendieran a leer. Con gran velocidad se dice que hemos triplicado los recursos dedicados a la educación, pero no se dice dónde partimos, porque en los noventa terminaba para todos el aciago gobierno del dictador Pinochet, que había dejado la educación pública en una condición miserable. CÁTEDRAS DE LIDERAZGO SOCIAL ALBERTO HURTADO Políticas Públicas para encarar el 2010 Hacia 1985, habíamos regresado de una era brutal y teníamos un ingreso que representaba apenas un tercio del nivel de vida de los países industriales. Desde que Chile ha comenzado a crecer con fuerza, nuevamente hemos subido el ingreso al 55% de estos países, y si en los próximos quince años volvemos a hacer lo que hicimos en los quince años anteriores, vamos a llegar a estar en el borde inferior de los países desarrollados. Ésta es la meta. La falta de inversión notable en los temas públicos, como en la educación, en los temas del empoderamiento de la ciudadanía, y la brecha de calidad económica, están íntimamente relacionados. En esto el crecimiento puede ayudar a abatir la pobreza, pero hay otros elementos, como el ingresar fuertemente a la sociedad del conocimiento, que ayudan más que el crecimiento. Es necesario finalmente, llegar a un acuerdo nacional, a un nuevo contrato social que signifique incorporar a las grandes mayorías a la posibilidad de construir su propio destino. Cómo llegar a la meta Qué se necesita para hacer esto. Les propongo algo distinto. Si cada familia que gane dos millones de pesos diera el 2% de sus ingresos, o sea, 40 mil pesos, con eso podríamos tener una educación pública de calidad que realmente terminara con esto. Pero parecen sólo cifras. Históricamente, se observa cómo los pueblos que conquistaron la equidad y la democracia lo lograron con educación general pública legalizada, con salud pública gratuita y generalizada, con infraestructura, y con apoyo a la pequeña y mediana empresa. Esto siempre estuvo acompañado de un ascenso en los derechos políticos, antes de los ascensos en los derechos económicos. La UDI insiste en que éstos son temas de la elite política. Hoy tenemos el famoso tema del sistema electoral y sistema binominal. Por medidas como la ley de quórum que heredó Pinochet, el sistema binominal, y la pésima Ley de Partidos Políticos, la ciudadanía aún no es dueña de su destino. Porque, ¿qué sentido tiene un país en que el 80% de la gente tiene ingresos per cápita menores de la media, donde “los de arriba” lo tienen todo, lo tenemos todo? ¿Qué sentido tiene el que no nos podamos poner de acuerdo en hacer un nuevo contrato social, para lograr en el país igualdad de oportunidades? ¿Saben por qué esto es necesario? Porque si no hacemos estos cambios, nos vamos a quedar atrás; porque hoy lo que se exporta es conocimiento. Esto lo están haciendo los finlandeses, los noruegos y los australianos. Y es una reforma política profunda. El sistema binominal, contrariamente a lo que se dice, no privilegia a la Alianza junto a la Concertación. De hecho, el porcentaje de la Concertación respecto a la suma de ésta más la Alianza en la Cámara de Diputados, no es tan grande; el problema es que excluye a otros grupos, pero dado que en la inmensa mayoría de los casos, salen electos uno de cada alianza, y dado que ambas son pluripartidistas, lo que ocurre es que finalmente quienes deciden quiénes son los parlamentarios son las cúpulas políticas y no los votos. O sea, “mi voto vale callampa”. Tarde o temprano, estos cambios van a suponer revisar lo que pagamos de impuestos, sobre todo los que estamos en la parte más arriba de la distribución del ingreso. Chile tiene el dudoso honor de ser el país entre los que tienen 12 mil o más dólares, con la menor carga distributiva del mundo, y el más inequitativo del mundo. Esto no se va a solucionar con el veranito de San Juan del cobre. Seamos serios. En este país tenemos que construir realmente un nuevo contrato social en el que los que podemos pagar de una vez por todas, hagamos algo para darles oportunidades a todos. CIS Es cierto que Chile ha aumentado su nivel de inversión en educación, pero no se dice que Chile en el año 70 invirtió el 5,1% de su producto en educación, cuestión que durante la dictadura de Pinochet bajó 3 puntos. Efectivamente, por los acuerdos que se hicieron al regresar la democracia el nivel de inversión ha subido hasta niveles superiores de 4 puntos del producto. En nuestro país, la estructura de edad de la población es muy distinta a la de los países desarrollados. Si ustedes miran ese 4%, pero lo multiplican por qué porcentaje de la población está entre 0 y 21 años, es mucho más alto que en países desarrollados, e incluso si consideran el enorme crecimiento de Chile, se van a encontrar con lo siguiente: Chile, como proporción de su ingreso per cápita, invertía en 1990 7,5 puntos. Hoy finalmente lo hemos duplicado al tener algo así como 22 o 23%. Todo parece maravilloso… ¿Saben ustedes cuánto dedicaba Finlandia a la educación pública? Dedicaba en 1990 un 33% del producto, o sea, cuatro veces lo de Chile. En el año 2002, dedicaba un 48% o sea, dos veces lo de Chile. Cuál es el resultado: Finlandia tiene un nivel de escolaridad promedio de 11 años entre sus habitantes, mientras que Chile tiene uno de 7,6. Y creerán que esto pasa porque Finlandia es rica, pero vean cuánto invierten Corea y Malasia, países que crecen muy rápidamente. En Malasia, si agregan todo lo que ha invertido en los últimos 11 años, les diría que está aproximadamente en el doble de lo que ha invertido Chile, y Corea está también en algo más del doble. Mi hijo va al colegio La Girouette; mi señora y yo pagamos 180 mil pesos por mes. La solución escolar en Chile es de 30 mil pesos… ¿Ustedes creen que se pueden producir igualdad de oportunidades con eso? 41