Tema del mes EMOCIONES A FLOR DE PIEL UN CARRUSEL MENSUAL Las distintas fases del ciclo menstrual suponen la manifestación más evidente del juego hormonal en el organismo femenino. Así funcionan las hormonas durante la menstruación: jer disfrute de una plena ● El ciclo se inicia con la gesterona. El resultado, una mayor sensación de forma física. menstruación (días 1 al energía, entusiasmo e ● A partir del día 17 se 5), en la que se produce inicia la fase lútea, que un descenso de estróge- iniciativa. ● En torno al día 14 se va hasta el día 28 y en la nos y progesterona, lo produce la ovulación, que se produce un auque produce cansancio, una fase en la que los mento de progesterona. debilidad y tristeza. niveles de estrógenos Como consecuencia de ● La fase folicular (del ello, se eleva la temperadía 6 al 13) se caracteriza están muy elevados y aumenta la progesterotura corporal, se produce por un aumento de los na, lo que incrementa la un aumento de peso y estrógenos, permanelibido y hace que la muhay mayor irritabilidad. ciendo estable la pro- Descubre cómo funcionan las hormonas durante el embarazo ¿Pasas de la risa al llanto sin motivo aparente? ¿Tienes náuseas y te encuentras muy revuelta? ¿Notas tu piel más tersa e hidratada? Las responsables de que se produzcan estos cambios en tu cuerpo son las hormonas. Q ué son las hormonas? Son sustancias químicas producidas por las glándulas endocrinas y que se mueven por el cuerpo a través de la corriente sanguínea. Controlan muchos procesos biológicos, incluyendo el crecimiento muscular, el ritmo cardíaco, el hambre y el ciclo menstrual. Y desde el mismo instante en que te quedas embarazada empiezan a actuar. Así, harán crecer tu útero, se encargarán de que tu organismo acumule grasas, incremente su metabolismo y produzca leche e incluso protegerán al bebé. Sin ellas la gestación no sería posible. Pero también son las responsables de que ahora estés más sensible y del vaivén de tus emociones. Las hormonas directamente responsables de la gestación, producidas por la placenta, son la gonadotropina coriónica humana (hCG), la progesterona, los estrógenos y el lactógeno placentario. ● La hCG, o gonadotropina coriónica humana se empieza a segregar en el momento de la concepción y es la hormona que detectan los test de embarazo. Si en 12 MP tu orina, hay presencia de la hCG, con toda seguridad, estás embarazada. Su función es preservar el embarazo, impidiendo que el organismo rechace al embrión. Los niveles de hCG en la sangre y en la orina de la mujer embarazada aumentan de forma drástica durante el primer trimestre del embarazo. “Las náuseas y los vómitos de los primeros meses de embarazo están relacionados con su presencia. Además, es la causante del sueño y el cansancio durante esta primera etapa. El cuerpo empieza a cambiar y, para ello, necesita guardar energía. Esta es la explicación de que aumente la somnolencia y la futura mamá se sienta floja y con pocas energías”, cuenta la doctora María de la Calle, ginecóloga del Hospital Universitario La Paz en Madrid. ● La progesterona. Primero emitida por el cuerpo lúteo y luego por la placenta, es la encargada de preparar el útero para la gestación. En concreto, lo que hace es engrosar el endometrio para que pueda implantarse el embrión. Unos niveles adecuados de progesterona son esenciales para lograr un embarazo, ya Las hormonas son las responsables de que estés más sensible y del vaivén de tus emociones que si están por debajo de lo normal, el endometrio no será capaz de adherir al óvulo fecundado y no se llegará a producir la concepción. De ahí que, en ciertos casos en los que los niveles de progesterona no son los adecuados, el ginecólogo receta el principio activo de esta hormona. La finalidad de este medicamento es favorecer la concepción, evitar abortos espontáneos y partos prematuros. ● Los estrógenos. Son las hormonas responsables de las características sexuales femeninas, así que tu cuerpo siempre las produce. Durante la gestación tienen una gran importancia pues están presentes durante todo el proceso para estimular el crecimiento del útero y así este se adapta al desarrollo del niño. Además, favorecen el aumento de la producción de leche materna y el volumen del pecho. ● Lactógeno placentario. Producida por la placenta, empieza a actuar en las primeras semanas de la gestación y está presente hasta el final. Estimula el crecimiento fetal, ayudando en la alimentación del bebé y ayuda también a regular los niveles en sangre de glucosa. También prepara las glándulas maternas que producen la leche. OTRAS SEÑALES Como bien sabes, el embarazo es una aventura de nueve meses, a lo largo de los que tu cuerpo se irá transformando poco MP 13 Tema del mes a poco para propiciar el desarrollo del bebé en tu útero. La doctora María de la Calle, ginecóloga del Hospital Universitario La Paz, señala algunos de los cambios que percibirás en tu cuerpo: ● Acné, manchas y estrías. La piel de la futura mamá puede tornarse más grasa y desarrollar acné especialmente en la zona de la frente, nariz y mentón, debido al aumento de los niveles de progesterona. El denominado cloasma gestacional son manchas oscuras que aparecen en la frente, los laterales de las mejillas y la zona superior de la boca, producto de las alteraciones en los niveles de la melanina. Las estrías suelen brotar como consecuencia del estiramiento de la epidermis, las fibras de colágeno tienen menor elasticidad y se rompen, dejando una cicatriz en forma de línea. Aparecen especialmente en el abdomen, los senos, la cadera y los glúteos. Las mujeres que aumentan de peso rápidamente o aquellas que tendrán un parto múltiple tienen más posibilidades de sufrir más estrías. ● Oscurecimiento. Las alteraciones hormonales también se hacen evidentes al incrementar el pigmento de las areolas, línea alba (va desde el ombligo hasta el pubis), del área genital, axilas, lunares y de la cara interior de los muslos. ● Uñas. En algunas mujeres se fortalecen y crecen más rápido. Mientras que en otras, se pueden volver quebradizas o blandas. Todo esto, también por los cambios hormonales. LAS TRES EDADES HORMONALES 1 2 3 PUBERTAD Los estrógenos y la progesterona son los responsables de la primera menstruación. Los estrógenos son la primera hormona que produce el ovario cuando empieza a funcionar, favoreciendo el desarrollo de los senos y facilitando el proceso de maduración de la vagina, el útero y las trompas de Falopio. También afectan al crecimiento y la distribución de la grasa. La progesterona se produce en los primeros ciclos menstruales en poca cantidad, de ahí que sean irregulares. Los ovarios también producen una pequeña cantidad de testosterona (hormona masculina); esta causa los brotes de acné, del vello corporal y el despertar del deseo sexual. ASÍ AFECTAN AL ÁNIMO: la adolescente se encuentra desconcertada y puede pasar del odio al amor en un segundo. EDAD ADULTA Es un periodo de estabilidad hormonal. Los ciclos suelen ser regulares y los niveles hormonales oscilan durante los 28 días, produciendo síntomas diferentes, según la menstruación esté próxima o ya se haya acabado. ASÍ AFECTAN AL ÁNIMO: incluso en esta época de estabilidad, las hormonas pueden tener un excesivo protagonismo, pues el síndrome premenstrual afecta a muchas mujeres. Malestar general, dolor de cabeza, retención de líquidos, sensibilidad en las mamas, falta de energía y cambios en el apetito son algunos de los síntomas que puede sufrir a nivel físico. A nivel emocional es frecuente que la mujer sufra irritabilidad, tristeza y apatía. MENOPAUSIA En los tres o cinco años antes del último ciclo menstrual, los ovarios se comienzan a deteriorar y se disminuye la producción de estrógenos y progesterona. Esto se traduce en síntomas como sofocos, sequedad vaginal, infecciones uri- narias… además, se incrementa la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiacas y osteoporosis. ASÍ AFECTAN AL ÁNIMO: en este periodo, los cambios hormonales pueden hacer que la mujer tenga síntomas de ansiedad, irritabilidad y cambios de humor. ● El cabello. Debido a la acción de las hormonas notarás cambios en tu pelo. Puede que lo notes más brillante o más graso. Después del parto es frecuente sufrir una caída importante de pelo, que luego se recupera. ● El olfato y el gusto más sensibles. Las hormonas alteran tus sentidos hasta convertirlos en auténticos radares. Olores en los que antes ni reparabas, ahora te resultan desagradables o al revés. ● Incremento de la temperatura corporal. Causado por la progesterona, este cambio se produce al principio del embarazo. ● Aumento del volumen y de la sensibilidad mamaria. Desde los primeros días notarás que tus pechos están muy sensibles debido al embarazo. Además, y como consecuencia de la acción de los estrógenos, hasta el segundo trimestre tus mamas irán aumentando de tamaño. Y en el tercer trimestre puede que tengas pequeñas secreciones de calostro (precursor de la leche materna). Fabiola Hernández está embarazada de siete meses de su primer hijo. Esta madrileña de 30 años y de profesión publicista cada día cuando se levanta se sitúa frente al espejo para comprobar cómo crece su barriga con el paso de las semanas. “Es increíble la cantidad de cambios que se han producido en mi cuerpo desde que me enteré, a las dos semanas, que estaba embarazada. Tengo el pelo mejor que nunca. Me lo noto más brillante y se me engrasa menos. La piel de la cara luce más lozana, pero en cambio tengo bastantes estrías en el pecho y en las caderas. Y ya se me han oscurecido las areolas del pecho. Lo que más salta a la vista es que he perdido mi cintura y el volumen de mi pecho se ha incrementado considerablemente. Sin duda, lo peor fueron las náuseas y lo revuelta que estuve durante los primeros meses. Además, la comida me caía fatal y no tenía ganas de hacer nada. Estaba muy cansada y tenía sueño a todas horas. Menos mal que esa etapa ya quedó atrás, porque fue duro. Ahora es cuando estoy disfrutando de verdad de esta bonita experiencia”. Unos de los primeros síntomas del embarazo son el aumento de las mamas, las alteraciones en la piel y el pelo y los cambios de humor 14 MP EL TIOVIVO EMOCIONAL Lo cierto es que el baile hormonal que se produce durante la gestación va a condicionar también tu estado de ánimo. La psicóloga perinatal y sexóloga Diana Sánchez (www.dianasanchezsanchez.com) apunta: “Las principal señal que indica que las hormonas nos están afectando son cambios de humor agudos y por olas. Es decir, pasar de estar muy triste, sentir que nos afecta todo en exceso y que lo que pasa a nuestro alrededor es horrible a sentirse invencible y eufórica y con ganas de cambiar el mundo y de poder con todo. Para afrontar estos picos emocionales es aconsejable compartir esas emociones y sentimientos, si es posible con otras mujeres, ya que el intercambio de experiencias ayuda no sentirse rara y a normalizar estas situaciones. Además, es positivo desarrollar actividades placenteras y cuidarse, llevando una vida saludable. Y cuando sintamos esas olas emocionales, procurad darle la importancia justa, ya que son episodios transitorios”. Para la doctora Rafaela González, directora del centro IVI en Almería y mamá de dos hijos de quince y cuatro meses, la gestación es una fantástica aventura durante la que la futura mamá pasará por diferentes etapas. “El primer trimestre es el más complicado, porque tras afrontar la noticia, la mujer debe ir asimilando los cambios en su cuerpo y además a nivel emocional es muy frecuente que le invada el temor y la preocupación sobre si será capaz de cuidar de su bebé. Aunque se sienta feliz porque va a ser mamá, se siente mal, ya que el cuerpo no le da tregua, se siente muy revuelta debido a las náuseas, mareos y molestias. Es el segundo trimestre en el que la mujer va a disfrutar plenamente de su embarazo. El malestar ha desaparecido y la futura mamá se siente bien y encara este segundo período con una actitud positiva. Es frecuente también que las mujeres estén más activas sexualmente. Y ya en la recta final de la gestación, las mujeres se suelen encontrar más incómodas y pesadas, duermen peor y tienen menos energías”. Síntomas que conoce muy bien Margarita Vázquez. Esta maestra de 33 años y MP 15 Tema del mes que está embarazada de cinco meses de una princesa a la que llamará Manuela, está radiante y se siente feliz. “Durante este segundo trimestre mi cuerpo se ha estabilizado y me siento fenomenal. Estoy muy activa y he recuperado mi energía de siempre. Salgo a pasear una hora todos los días, cuido mucho la alimentación, me gusta verme guapa e incluso, estoy muy activa sexualmente. Ya no estoy tan irascible ni gruñona como los primeros meses. Hoy, estoy muy positiva y me siento más serena que nunca. Estoy deseando tener a mi niña entre mis brazos”. TRAS EL PARTO Sin embargo, la influencia de las hormonas no acaba con el parto, ya que después la mayoría de las mujeres suelen experimentar un estado de aflicción y decaimiento. Es la denominada tristeza Después de dar a luz se puede experimentar un estado de decaimiento, producido también por los efectos hormonales puerperal o baby blues. La doctora Rafaela González, directora del centro IVI en Almería afirma: “Los cambios más drásticos se producen durante la llamada cuarentena, los dos meses posteriores al parto. Durante el embarazo, los niveles estrógenos se incrementan y esto hace que nos encontremos más animadas. Sin embargo, cuando el bebé nace, se produce una fuerte bajada de estrógenos lo que provoca que la mujer sienta tristeza, angustia y vulnerabilidad. El shock de convertirse en madre, el cambio de relación con los demás, el sentimiento de falta de apoyo por parte de la pareja o su círculo familiar, la experiencia de un parto complicado, la existencia de problemas económicos o laborales son algunos de los factores que inciden en la depresión posparto. Pasados unos meses, las hormonas se estabilizan y la mujer se irá encontrando cada día mejor y podrá disfrutar de su bebé plenamente”. Pedro Martínez ha sido papá hace diez meses de Martina y reconoce lo difíciles que fueron los primeros meses con su pe16 MP Entrevista con el experto Dr. Enrique Ciria Médico del Servicio de Medicina Interna del Hospital Vithas Nuestra Señora de América de Madrid. “ A los seis meses del parto, la mujer recuperará los niveles que tenía antes de embarazarse” ¿En qué consiste la labilidad emocional? Durante el embarazo y tras el parto la mujer se siente muy sensible a nivel emocional. Ha superado el embarazo con éxito y ya tiene a su bebé en casa. Es entonces cuando se pregunta: ¿y ahora qué? A este período en el que tan pronto está triste como está irascible e irritada se le denomina labilidad emocional y está muy relacionado también con la depresión posparto. Todo le afecta mucho más, hay una mayor implicación tanto de las buenas como las malas noticias. Las alteraciones emocionales influyen tanto en la relación de pareja como en su nuevo rol como madre, ¿verdad? Eso es. De ser dos pasan a ser tres, se rompe ese binomio y el bebé se convierte en su prioridad, porque depende de ella al máximo; de ahí que cambie el vínculo con su compañero sentimental. Hay, además, una mayor preocupación por el núcleo familiar en detrimento de amistades y otras relaciones sociales. Se vuelca en su hijo y es lo que da ilusión a su vida. ¿Qué papel desempeñan las hormonas durante la lactancia? En esta fase aumenta el tejido glandular, aumenta la secreción de prolactina (hormona encargada de la lactancia) y a su vez esas secreciones están estimuladas por el bebé cuando empieza a mamar. De forma que, a no ser que exista un problema de falta de secreción o una alteración hormonal, la prolactina se retroalimenta para que el tejido glandular esté preparado y haya leche suficiente al menos durante los seis primeros meses para llevar a cabo la lactancia. ¿Cuándo recupera la estabilidad el organismo de la mujer? Físicamente, a los seis meses tras el parto existe una regresión del cuerpo a la normalidad. El metabolismo lipídico, el metabolismo glucémico y la distribución del peso se regulan. Si además, la mujer realiza una dieta equilibrada, camina a diario de forma regular y su embarazo fue a término y sin problemas, a los seis meses el organismo recuperará los niveles que tenía antes de embarazarse. queña. “Mi mujer, Andrea, tuvo un buen embarazo y el parto fue muy precioso. Sin embargo, a los pocos días de estar en casa, a Andrea le embargó la tristeza y rompía a llorar por cualquier nimiedad. La vi tan triste que fuimos a su doctora y ella nos explicó que estaba pasando por la depresión posparto. Nos aconsejó que nos apoyáramos mucho el uno en el otro, que compartiéramos nuestras emociones y sobre todo que disfrutáramos de nuestra hija. Nos explicó que con el paso de las semanas, se iría encontrando mejor, pues las hormonas se estabilizarían y así fue. Hoy, mi mujer, aunque está cansada, se siente feliz”. Si estás inmersa en la aventura del embarazo, ya sabes que a lo largo de los próximos meses tu estado de ánimo viajará de la alegría a la tristeza como si estuvieras en una montaña rusa. No te desesperes, las hormonas están haciendo su trabajo. Déjate mimar por los que te quieren y cuando te encuentres bien, da paseos al sol, comparte momentos íntimos con tu pareja y disfruta de las sensaciones que te transmite tu bebé desde el útero. ■ Virginia Madrid