Cuando la gestación y la muerte caminan de la mano1 EMBARAZO ADOLESCENTE, MUERTE MATERNA Y ABORTO. LOS DESAFÍOS DE POBLACIÓN Y DESARROLLO La tasa de adolescentes (15 a 19 años), embarazadas en América Latina y el Caribe, solo es superada por África. El 20% de los partos de la región corresponde a mujeres menores de 20 años. 4,2 millones de abortos inseguros se practican en la región cada año. Las mujeres jóvenes mueren dando la vida. La mortalidad materna es un desafío que no da espera. Cerca del 2% de las muertes de las jóvenes se dan por causas relacionadas con embarazo. Montevideo, Agosto 14 de 2013. En 1994 tuvo lugar en El Cairo la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) donde 179 países aprobaron un Programa de Acción con un horizonte de 20 años, que concluye en 2014. La cercanía a esta fecha, los logros alcanzados, las brechas no superadas y los desafíos en cuanto a Se consideran derechos sexuales aquellos población y desarrollo son los temas que congregan a que permiten regular y tener control delegaciones de más de 30 países en la Primera autónomo y responsable sobre todas las Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y cuestiones relativas a la sexualidad, en Desarrollo en Montevideo, y que fue inaugurada el particular el de: vivir la sexualidad sin pasado lunes 13 de agosto por el presidente de violencia, coacción, abuso, explotación o Uruguay, José Mujica. “Quedan menos de 190 días para el vencimiento de los Objetivos del Milenio - ODM y algunos de éstos que no se van a cumplir: ni la igualdad de género ni la mortalidad materna”, afirmó Babatunde Osotimehin, director Ejecutivo del Fondo de Población de Naciones Unidas, quien recordó que la inequidad de género disminuye el desarrollo de los países. 1 acoso; expresar libre y autónomamente la orientación sexual; protegerse del embarazo y de las infecciones y enfermedades de transmisión sexual; tener acceso a servicios de salud sexual de calidad; tener información sobre todos los aspectos relacionados con la sexualidad. Primera reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe Por: Ximena Norato, Agencia PANDI, Colombia – Miembro de RED ANDI AL Invitada por el Fondo de Población de Naciones Unidas para el cubrimiento de la Conferencia Si bien, se han alcanzado importantes logros, como la reducción de la fecundidad, aún hay metas clave insatisfechas y que no se cumplirán para 2014, y estas tienen que ver con los derechos sexuales y reproductivos: reducción del embarazo adolescente, mortalidad materna, la demanda de acceso a la planificación familiar y la interrupción voluntaria del embarazo. Según Esteban Caballero, director regional adjunto del Fondo de Población de Naciones Unidas - UNFPA, un factor que influye de manera determinante en este fracaso tiene que ver con el sistema de creencias y valores de la sociedad. “Tenemos una cultura en la que no que se quiere admitir que los adolescentes se inician sexualmente relativamente temprano, que son seres sexuados”. Caballero advierte que si tenemos esto claro, lo siguiente es adecuar las instituciones para brindarles todos los servicios en salud sexual y reproductiva, y como familias y sociedad enseñarles a compaginar su vida sexual y reproductiva con las otras aspiraciones que tienen. “También hay factores legales en los países que prohíben la distribución de anticonceptivos a menores de edad; en otros se objeta la enseñanza de la educación sexual en las escuelas. Y en la gran mayoría hay una incapacidad en los servicios de salud con personal capacitado para asesorar a los adolescentes”, concluye Caballero. Embarazo adolescente En Costa Rica casi un 25% de los nacimientos anuales es producto de madres adolescentes, cifra que ha aumentado en el grupo de niñas de 10 a 14 años de edad, según lo explicó María Luisa Ávila, ex Ministra de Salud en Costa Rica. En los últimos 15 años, entre 13 mil y 16 mil mujeres menores de 18 años quedan embarazadas anualmente. Ninguno de los tres gobiernos involucrados en ese período fue capaz de revertir esa situación. Así lo aseguró el oficial del programa en Salud Reproductiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Oscar Valverde. Valverde explicó que la situación es mucho más grave para las niñas que viven en círculos de pobreza. Cerca del 85% de los padres en embarazos de niñas menores de 15 años se refiere a mayores de edad, lo que descubre una situación de abuso preocupante. Para muchas, el embarazo no es una decisión, sino consecuencia de la discriminación, de la violación de sus derechos o de la coerción sexual, señaló el funcionario. “La fecundidad adolescente de las mujeres entre 15 y 19 años en América Latina y el Caribe, frente al mundo no es muy halagadora”, expresa Caballero. De cada 1.000 nacimientos en la Región, 80 son de madres adolescentes, la segunda más alta después de África Subhariana. El embarazo adolescente está estratificado, explica Caballero. El porcentaje aumenta de manera relevante en los quintiles más pobres y esta diferencia, podría ser hasta tres veces más que en los quintiles más altos de la población. El director regional adjunto de UNFPA afirma que en la población rural e indígena puede ser aún más. El adolescente pobre tiene menor educación menor acceso a información, vive en un ámbito de pocas oportunidades, tienen menos acceso a servicios y a obtener métodos anticonceptivos. Educación factor protector: Por cada año adicional de escolarización las tasas de fecundidad bajan entre un 5% y un 10% y aunque no es la única respuesta y los países deben brindar desde la información, el conocimiento y el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, la educación sobresale como un factor protector para que las mujeres tengan la capacidad de planear su vida. Un embarazo adolescente tiene consecuencias como la transmisión intergeneracional de la pobreza. “La hija de un pobre que quede embarazada puede abandonar la escuela y no termina la educación, tiene menos formación y menos posibilidad de generación de ingresos, puede ser discriminada, algunas tienen que abandonar su hogar y así se abren puertas para ser presa de la explotación sexual y sumar condiciones de vulnerabilidad”, concluye Caballero En Costa Rica en el año 2008 se presentaron un total de 74.284 nacimientos, de los cuales 14.856 fueron de mujeres menores de 19 años. Lo anterior significa que el 20% de los nacimientos que se dieron en el país, correspondieron a mujeres menores de 19 años, situación que se ha mantenido de manera constante desde el año 1998, hasta la actualidad, según la Asociación Demográfica Costarricense. Es común que mujeres y hombres que se enfrentan a la situación de ser madres o padres a temprana edad, puedan afrontar serios problemas de tipo psicológico, afectivo, educativo, laboral, económico y social. En el caso de las mujeres se puede agregar el riesgo de la salud a que se exponen tanto ellas como sus hijos e hijas. Las madres menores de 20 años sufren más complicaciones durante el embarazo y el parto, así mismo, tienen una mayor incidencia de mortalidad materna que las mujeres que tienen hijos e hijas después de los 20 años. Los padres y madres adolescentes ven sus proyectos de vida frustrados, al tener que adaptarse a su nuevo roll y tomar una serie de decisiones que probablemente ni siquiera habían contemplado a su edad. Los embarazos no planeados entre mujeres adolescentes, en muchos casos, interfieren con su permanencia en el sistema educativo, impidiéndoles obtener a futuro un empleo de calidad, pasando a engrosar los índices de pobreza. En Costa Rica, aproximadamente unas 14 mil adolescentes quedan embarazadas cada año y de ellas cerca de 500 son menores de 15 años, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Es muy diciente que casi el 50% de las mujeres que han sido madres adolescentes y que tenían entre 20 y 29 años, son pobres. Hay una leve reducción de la pobreza, al 43%, cuando las mujeres en esa franja de edad, no fueron madres adolescentes. Por su parte, en aquellas que no son madres, el nivel de pobreza se reduce al 19%. Esto puede mostrar cómo la maternidad temprana, aleja a las mujeres de la capacidad de ser próspera, educada y de acceder a trabajos decentes. Mortalidad Materna. Muy ligada al embarazo adolescente, la muerte materna tiene en este grupo etario a gran parte de sus víctimas. Las adolescentes tienen al menos 4 veces más posibilidades de morir que las mujeres mayores de 19 años. En América Latina y el Caribe, la primera causa de muerte para las mujeres entre los 15 y 19 años está relacionada con el embarazo. Se registran 80 muertes por cada 100.000 nacidos vivos. Esto nos habla de una proyección de unas 8.800 muertes. Las complicaciones del embarazo y el parto son las principales causas de muerte y la ausencia o mala dotación de centros de salud para brindar toda la atención que requiere una madre gestante, es un factor que incide de manera preocupante. Esteban Caballero, cree que este Objetivo de Desarrollo del Milenio, no se va a lograr porque “No atamos todas las determinantes, como el acceso geográfico y los diferentes atrasos”, atraso en detección de los síntomas de parto, atraso en llevarla al centro de salud, atraso en la atención y atraso a la remisión a la emergencia obstétrica. Y esto ocurre generalmente en comunidades pobres. Aborto. Según la Organización Mundial de la Salud – OMS, en 2008, el 12% de las muertes maternas fue por abortos inseguros (1,100 muertes). “Es inmoral que en el mundo mueran mujeres por abortos inseguros. Cada muerte es una derrota imperdonable”, asegura Luis Almagro, Ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, país que acaba de despenalizar el aborto. Las altas tasas de embarazos no planeados, inducen la decisión del aborto, que además es otro de los factores que participa de manera significativa en la mortalidad materna. De cada 1.000 nacimientos hay 31 abortos inseguros en la Región (2008), esto supone que hay 4,2 millones de abortos practicados cada año y la mayoría de ellos en condiciones clandestinas. Una leve reducción se presentó desde 1995 (37 por cada 1.000) gracias al uso de anticonceptivos modernos que ha aumentado en la región a un 67% para las mujeres casadas. La planificación familiar contribuye de manera efectiva a evitar embarazos no planeados y con estos las tasas de embarazos adolescentes, la mortalidad materna, y el aborto inseguro. No obstante, se calcula que en los países en desarrollo hay 222 millones de mujeres que desean prevenir el embarazo pero no usan activamente métodos anticonceptivos, lo que ocasiona más de 80 millones de embarazos no planeados y 20 millones de abortos inseguros que pueden terminar en la muerte. El hecho de que a pesar de que el 90% de los jóvenes conocen sobre los métodos anticonceptivos, el 50% de los sexualmente activos nunca los ha usado, muestra que más que solo información se deben coordinar otras estrategias múltiples que garanticen que la planificación familiar, a cuyo acceso, el 50% de la población siente que lo tiene limitado. Según Esteban Caballero, la causa principal de aborto es, “El no uso de anticonceptivos, la falta de información sobre cómo acceder a ellos es el paso previo a la decisión de terminar con un embarazo”, claramente, en los países donde no es legal, este procedimiento tiene alto riesgo de llevarse a cabo en situaciones peligrosas. “Somos conscientes de que la penalización acentúa las condiciones de inseguridad”, afirma Caballero. Finalizando esta Primera Reunión de la Conferencia Mundial de Población y Desarrollo, es claro que después de 2014 se debe continuar reforzando la agenda, sobre todo en lo que respecta a los derechos sexuales y reproductivos que presentan grandes rezagos. Dentro de los aspectos a fortalecer están: Reforzar la integración de las variables de población en las políticas y los programas de desarrollo económico y social, y la gestión pública en general. Garantizar el acceso universal y fácil a los servicios de salud sexual y reproductiva. Garantizar que esos servicios sean adecuados, oportunos y de calidad. Proveer acceso a la planificación familiar. Diseñar programas universales, con énfasis en la prevención del embarazo de adolescentes y las infecciones de transmisión sexual.