22/ 10/ 12 eXe AVISO: Esta página ha sido generada para facilitar la impresión de los contenidos. Los enlaces externos a otras páginas no serán funcionales. Tema 3. La racionalidad teórica Estimada Julia: En el primer tema tratamos de hacer una aproximación general a los problemas fundamentales con los que se enfrenta la filosofía. Vimos que son tres: el problema de la realidad, el problema del conocimiento y el problema del ser humano. Hablamos también de las disciplinas filosóficas que se ocupan de esos problemas. Señalamos, además, que la razón es el instrumento propio de la filosofía. Pues bien, generalmente se distinguen dos usos de la razón: la razón teórica se ocupa de los problemas de la realidad y el conocimiento; y la razón práctica del problema de la vida y el comportamiento humano. Hemos analizado en el tema anterior una forma específica de conocimiento: el conocimiento científico. En este tema abordaremos las cuestiones básicas con las que se enfrenta la razón teórica: Empezaremos por definir con más precisión qué entendemos por razón, así como por distinguir la razón teórica y la práctica. A continuación, hablaremos del conocimiento y sus tipos. Después de un breve recorrido por la historia de las teorías del conocimiento, afrontaremos los problemas esenciales con los que se enfrenta la gnoseología (recuerda que es la disciplina filosófica que estudia el conocimiento y sus problemas), problemas en torno al origen y límites del conocimiento humano. Por último, hablaremos de la verdad, una de las cuestiones más importantes en la filosofía. Del problema de la realidad, que también es asunto de la razón teórica, nos ocuparemos a lo largo del tema siguiente. Atentamente. Ramiro. 1. Razón teórica y razón práctica ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 1/ 24 22/ 10/ 12 eXe Estimada Julia: En el Tema 1, cuando hablábamos del principal rasgo distintivo de la Filosofía, nos referimos al uso de la razón como dicho rasgo. Sin embargo, entonces no ofrecimos una caracterización demasiado precisa acerca de qué es la razón, o la racionalidad humana. Corresponde ahora llevar a cabo dicha tarea. En este primer documento trataremos de definir la razón y sus dos usos fundamentales: el teórico (del que nos ocuparemos en este tema) y el práctico (del que nos ocuparemos más adelante). Ramiro. ¿Qué es la razón? Todos conocemos de una forma más o menos intuitiva qué queremos decir al utilizar el verbo “razonar”. Examina las siguientes frases en las que utilizamos la palabra "razón" u otras palabras derivadas de ella: Me gustaría saber la razón de tu comportamiento. Resolvió el problema de matemáticas después de complicados razonamientos. Se sentía infeliz, y no sabía porqué razón. Se ha demostrado racionalmente que la materia puede transformarse en energía. Actuó impulsivamente, y se equivocó; más le valdría haber razonado un poco. Un audaz razonamiento permitió a Darwin descubrir el mecanismo de la evolución de las especies. En todas ellas se alude a la razón, pero si te fijas bien podemos hacer una distinción básica: en algunas la razón aparece asociada al conocimiento de algún aspecto de la realidad (ámbito de la razón teórica) mientras que en otras aparece asociada a nuestro comportamiento, a sus motivos y consecuencias (ámbito de la razón práctica). Si razonas un poco, podrás hacer la siguiente actividad. Debes relacionar cada una de las frases anteriores con la razón teórica o la práctica, situando los números correspondientes a las frases debajo de la celda correspondiente, en una tabla como la siguiente: Razón teórica Razón práctica ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 2/ 24 22/ 10/ 12 eXe Razón teórica Razón práctica Frase 2 Frase 1 Frase 4 Frase 3 Frase 6 Frase 5 Las frases 1, 3, y 5 hacen referencia a nuestro comportamiento, a sus motivos y consecuencias, por lo que están relacionadas con la razón práctica. Las frases 2, 4 y 6 aluden a nuestro conocimiento de los objetos del mundo, por lo que se corresponden con el uso teórico de la razón. En cualquier caso, podemos establecer que razonamos cuando utilizamos el pensamiento bajo una serie de reglas o principios para inferir unos datos a partir de otros. Si te fijas bien, cuando razonamos lo que hacemos es utilizar una serie de reglas y principios (que se verán más adelante, en los temas de lógica) que aplicamos a los datos que tenemos para llegar a otros (que es lo que hacemos al inferir). Continua pensando en tu experiencia cuando razonas y te darás cuenta de que ponemos en marcha diferentes capacidades. La primera es que simbolizamos, es decir, utilizamos símbolos (conceptos) que se refieren a la realidad que conocemos, para Im ag. 1. Autor: Satyak am k luego realizar juicios y razonamientos con ellos. Lice ncia: GNU 1.2 La segunda es que cuando razonamos, también disponemos de una capacidad para predecir lo que va a ocurrir en un futuro (es decir, no solo razonamos en presente, sino también en futuro). Y finalmente, concedemos a la razón un valor universal, ya que la razón debe ser igual para todos. Podemos decir que razón (o Razón, con mayúsculas), solamente hay una, pero, como hemos visto en los ejemplos iniciales, sus ámbitos de aplicación son variados. Nos centramos ahora en dos de los ámbitos fundamentales de la razón, haciendo referencia a Kant (podrás ver su retrato en la imagen de la derecha), uno de los filósofos más importantes. Decía Kant, refiriéndose a la Razón humana como facultad (es decir, como capacidad de la mente humana), que son dos los motivos fundamentales que la Im ag. impulsan a ponerse en marcha. Uno de ellos es el motivo del conocimiento. El otro es el de la acción. Im ag. 3. Grabado de Goya. Dom inio público ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 2. Autor de sconocido. Dom inio públic Y, así, podemos decir que son estos dos, en esencia, los 3/ 24 22/ 10/ 12 eXe ámbitos de la Razón: uno, el de la Razón teórica, inclinado hacia el conocimiento entendido como búsqueda de la verdad en la realidad. Otro, el de la Razón práctica, inclinado hacia la búsqueda de la acción correcta en el ámbito de las relaciones interpersonales y sociales. Sin embargo, ten en cuenta que no es prudente separar ambas esferas como si no tuvieran nada que ver. Antes al contrario, puesto que ambas son manifestaciones de lo humano. Así, la búsqueda de la verdad no puede separarse de la búsqueda de la acción correcta, puesto que, según sea nuestro conocimiento de lo real verdadero o falso, también será nuestro actuar adecuado o inadecuado a las circunstancias. En el grabado que puedes observar a la izquierda, Goya representó los monstruos que surgen al dormir la razón. La interpretación más común del grabado señala que Goya quiso representar los peligros de la irracionalidad, los prejuicios y el oscurantismo, defendiendo la importancia de la razón para mejorar la vida del ser humano. Ideas importantes de este apartado: 1. Definimos la razón como la facultad humana que nos permite pensar de acuerdo a reglas o principios para inferir unos datos de otros. 2. La razón tiene dos ámbitos: el teórico, que se ocupa del conocimiento de la realidad, y el práctico, que se ocupa de la acción, de cómo debemos actuar. 2. El conocimiento: definición y tipos En el Tema 1 ya expusimos una definición preliminar de lo que es el conocimiento. Y dijimos que, fundamentalmente, el conocimiento es información, información que un sujeto posee acerca de un objeto. Ahora bien, es preciso seguir profundizando en esa definición, de modo que podamos establecer qué tipos de información existen, o, dicho de otro modo, de qué modos esa información que denominamos “conocimiento” es susceptible de presentarse y de organizarse en el ser humano. Es evidente, por una parte, que el ser humano es capaz de recibir información de su entorno a través de sus sentidos. Se trata de una información de carácter sensible, una información que se nos presenta de un modo inmediato, directo, en forma de sensaciones de diverso carácter (visuales, auditivas, táctiles, olfativas, gustativas). Denominaremos a este tipo de información, o mejor dicho, al inmediatamente derivado de estas percepciones, conocimiento sensible. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 conocimiento 4/ 24 22/ 10/ 12 eXe El conocimiento sensible es, en consecuencia, equivalente a la percepción, y en ese sentido se trata de una modalidad de conocimiento que nos viene dado por nuestra particular organización perceptiva. Nuestros órganos de los sentidos captan una determinada gama de estímulos energéticos Im ag. 4.Autor: gobie rno de US provenientes del exterior y Dom inio público nuestro cerebro elabora esos estímulos configurando, a partir de ellos, totalidades percibidas. En la imagen de la izquierda puedes contemplar una representación del cerebro humano. Hoy sabemos que diferentes zonas del cerebro se encargan de procesar las distintas informaciones sensibles. La información visual, por ejemplo, se procesa en la región occipital (situada encima de la nuca). Si tenemos una lesión en esa zona, nuestra percepción visual se vería afectada, aunque nuestros ojos estén sanos. En el siguiente enlace encontrarás más información sobre la percepción en Wikipedia. ¿Es esta forma de conocimiento ya parte del ámbito de la Razón teórica? Todavía no. Falta un ingrediente esencial: los símbolos. Una vez que aparece la capacidad simbólica entramos en el otro ámbito del conocimiento, el de lo inteligible. El conocimiento inteligible es un conocimiento mediato, es decir, efectuado a través de símbolos que hacen referencia y sustituyen a lo directamente percibido. La siguiente imagen muestra claramente cómo los símbolos mentales representan los objetos reales. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 5/ 24 22/ 10/ 12 eXe Im ag. 5. Autor:José Padrón?. Lice ncia C opyright? (Uso análisis/com e ntario) El conocimiento inteligible, pues, se asienta sobre el conocimiento sensible y lo prolonga. Percibimos un árbol concreto, por ejemplo, y de ahí pasamos al concepto de “árbol”. El concepto de “árbol” es una abstracción: no se refiere a ningún árbol en concreto, sino a los árboles en general, a la idea de árbol. Y, de ahí, de la idea de árbol, podemos subir un peldaño más, y afirmar, por ejemplo, “Los árboles tienen raíces, tronco, ramas y hojas”. En esta oración hemos unido varios conceptos en forma de juicio o enunciado. Un juicio o enunciado es una construcción lingüística en la que afirmamos o negamos un hecho. Como forma de conocimiento inteligible, es más complejo que un concepto. Los juicios o enunciados, según hemos dicho, son otro peldaño más alto dentro del conocimiento inteligible; sin embargo, no es el último. Podemos llegar mucho más allá combinando juicios entre sí. Es posible, por ejemplo, a partir de la información contenida en algunos juicios, extraer información nueva o, si no nueva, sí expuesta de forma novedosa y relevante. Es decir, podemos razonar. Los razonamientos constituyen inteligible. Por ejemplo, a partir ha llovido”, podemos extraer (razonamiento que, pese a su sino por su forma). así un tercer nivel de complejidad dentro del conocimiento de los juicios “siempre que llueve la calle se moja” y “hoy como conclusión el enunciado “la calle se ha mojado” aparente trivialidad, es importante no por su contenido, Como hemos visto, todo conocimiento parte de la relación entre un sujeto (el ser humano) y un objeto (la cosa conocida). Para que haya conocimiento, el sujeto debe recibir y procesar la información que proviene del objeto. Todo este proceso sigue normalmente ciertos pasos, que han sido descritos anteriomente. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 6/ 24 22/ 10/ 12 eXe En este ejercicio debes ordenar de la manera correcta esos pasos, rellenando los espacios en blanco con las opciones siguientes: Concepto. Sensación. Razonamientos. Juicios. El primer paso del conocimiento se sitúa en la , información inmediata que recibimos de los objetos. A continuación construimos un símbolo o imagen mental: el . Uniendo varios podemos establecer , que a su vez pueden relacionarse en , último nivel en complejidad del conocimiento inteligible. Parece claro, pues, que hay dos grandes formas de conocimiento: el sensible y inteligible (dentro del cual hemos distinguido la formación de conceptos, juicios razonamientos). Los hemos presentado formando parte de un proceso en el que primero es la información sensible, y solo después el procesamiento intelectual inteligible. el y lo o Parece de sentido común que, para que pensemos en el concepto de silla, antes tengamos que haber visto una silla, y que no podemos tener un concepto o idea sobre algo de lo que no tenemos experiencia sensible. A pesar de que éste parece ser el orden natural en el que se construye nuestro conocimiento, muchos filósofos han discutido y puesto en duda esa relación entre lo sensible y lo inteligible. Los motivos de esa duda los veremos en el apartado siguiente. De este apartado destacamos las siguientes ideas: 1. El conocimiento tiene lugar siempre en la relación entre un sujeto y un objeto. 2. Podemos distinguir dos formas básicas de conocimiento: el sensible (información inmediata que recibimos del objeto a través de los sentidos) y el inteligible o intelectual (que se efectúa a través de las representaciones simbólicas que construimos de los objetos). 3. En el conocimiento inteligible distinguimos tres ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 7/ 24 22/ 10/ 12 eXe niveles: el de los conceptos, el de los juicios y el de los razonamientos. 3. Una breve historia de las teorías del conocimiento Estimada Julia: Seguro que conoces lo que son las ilusiones ópticas. Vamos a servirnos de ellas para plantear un problema que ha preocupado a los filósofos desde el origen de la filosofía. ¿Son nuestros conocimientos, especialmente los sensibles, fiables? Ramiro. En la historia de la Filosofía, ambos tipos de conocimiento, el sensible y el inteligible, han mantenido tormentosas relaciones. Muchos filósofos han negado radicalmente la posibilidad del conocimiento sensible, relegándolo a la categoría de mera ilusión, así, por ejemplo, Parménides; mientras que otros han criticado que el conocimiento inteligible pueda separarse del sensible, por ejemplo, Nietzsche. ¿Por qué ha ocurrido esto? Fundamentalmente por un motivo: el conocimiento sensible puede parecer, si lo analizamos con detenimiento, poco fiable. Fíjate en las siguientes imágenes: Im ag. 6. Autor: Fibonacci .Lice ncia GNU 1.2 Im ag. 7. Autor: C am pos . Dom inio público En la imagen superior izquierda, las líneas horizontales parecen curvarse, sin embargo puedes comprobar con una regla que son todas rectas y paralelas. En la de la derecha aparecen puntos blancos entre las esquinas de los cuadrados ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 8/ 24 22/ 10/ 12 eXe negros, que se convierten en negros si miras a los de alrededor. ¿Nos engañan los sentidos? ¿Nos muestran las cosas tal y como son? ¿Son los sentidos el origen de un conocimiento fiable? Estas imágenes son ilusiones ópticas, que un psicólogo de la percepción podría explicarnos. Puedes ver muchas ilusiones ópticas (explicadas) en la página web: Ilusiones ópticas y figuras imposibles. La duda acerca de la fiabilidad de los sentidos parece, pues, razonable. Piensa además en todos los factores que pueden alterar nuestra percepción sensible: la fatiga, la fiebre o la excitación nerviosa son solo algunos ejemplos. Seguro que tú mismo tienes alguna experiencia de este estilo. ¿Podemos entonces pretender que el verdadero conocimiento tiene su punto de partida en los sentidos, tan poco fiables? ¿Puede construirse un edificio sólido sobre unos cimientos tan frágiles? Las distintas teorías que sobre el conocimiento se han desarrollado a lo largo de la historia pueden, en general, ordenarse en torno a esta cuestión. Tendríamos, por una parte, las teorías que desconfían de los sentidos y afirman que solo el conocimiento intelectual o inteligible, liberado del conocimiento sensible, puede ser verdadero; por otra parte, las teorías que asumen que todo el conocimiento humano parte de los sentidos, que no son engañosos, por lo que la postura anterior sería absurda. Haremos un breve repaso de la historia de este problema y las principales actitudes adoptadas en torno a él. Quizás el prototipo de filósofo amante de lo inteligible sea el filósofo griego Platón (427-347 a. de C.). Platón afirmaba que el conocimiento sensible es imperfecto y relativo, cambiante y efímero, por lo que no puede estar en el origen de la verdad, que debe ser universal y eterna. Ésta es solo accesible a la razón, por lo que para Platón únicamente el conocimiento intelectual es verdadero. Y éste es un conocimiento de conceptos, de ideas, que no tienen su origen en los sentidos. Imag. 8. Autor: Jan Steen. Dominio público Pero, si nuestros conocimientos verdaderos no proceden de los sentidos ¿de dónde proceden entonces? ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 9/ 24 22/ 10/ 12 eXe Platón piensa que de alguna manera deben estar en nosotros, independientemente de la experiencia sensible. Deben, por tanto, ser innatos: esto quiere decir que no son aprendidos, no proceden de la información que recibimos del exterior, sino que de alguna forma nacemos ya con ellos. Platón explicó esto mediante su teoría de la reminiscencia. Más información Reminiscencia. sobre la teoría platónica de la Aristóteles (384-322 a.C.), su discípulo, matizó las opiniones del maestro. Aristóteles pensaba que el conocimiento sensible y el inteligible eran complementarios. Si bien daba primacía al conocimiento inteligible, consideraba que el conocimiento se construía partiendo de la observación de lo sensible particular, y que el entendimiento humano abstraía de lo concreto los rasgos generales para construir con ellos conceptos universales. Para Aristóteles el conocimiento, por tanto, parte necesariamente de la información sensible, sin que existan en ningún caso ideas o conceptos innatos. Estas concepciones dominaron el mundo de la filosofía hasta la embargo, con la formación de la ciencia entre los siglos XV y preocupación de los filósofos acerca del problema del conocimiento perspectivas. Surgieron dos escuelas contrapuestas en torno conocimiento: el racionalismo y el empirismo. Edad Moderna. Sin XVII y la creciente aparecieron nuevas a la cuestión del Ambas escuelas consideraban que el conocimiento se lleva a cabo mediante las ideas, pero divergían en cuanto al origen de dichas ideas y su alcance. El racionalismo no negaba el conocimiento sensible, pero daba primacía, en el orden del conocer, a las ideas innatas (recuerda que son ideas que nacemos con ellas) y al conocimiento racional. El conocimiento humano, pensaba Descartes (1596-1650), puede construirse enteramente al margen de la experiencia sensible, siguiendo el modelo de las matemáticas. El empirismo ponía en cuestión la existencia de las ideas innatas. Para Imag. 9 Descartes, por F. Hals los empiristas, el origen último de las Dominio público ideas es la experiencia sensible, por lo que no puede haber conocimiento seguro acerca de nada. Nuestras certezas sobre la realidad, según David Hume (1711-1776), principal representante del empirismo, no son más que un engaño fruto del hábito y la repetición. En el apartado siguiente estudiaremos con más detenimiento el ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 10/ 24 22/ 10/ 12 eXe problema del límite del conocimiento. Kant (1724-1804) intentó una síntesis entre racionalismo y empirismo. Su síntesis partía del hecho de que las facultades humanas para el conocer son fundamentalmente dos: la sensibilidad y el entendimiento. La sensibilidad es pasiva y recibe impresiones sensibles del mundo exterior. Pero el entendimiento es activo, y trabaja con dichas impresiones sensibles ordenándolas y dándoles sentido mediante las categorías, conceptos innatos con los que pensamos la realidad. Imag. 10. Autor: A. Ramsay Para Kant, por tanto, empiristas y racionalistas tienen una Dominio público visión incompleta del conocimiento humano: para que éste ocurra son necesarias tanto las impresiones sensibles como los conceptos innatos. En este apartado has podido encontrar información relevante respecto a Hume. Utiliza dicha información para la elaboración de la tarea, pensando sobre todo en los siguientes puntos: 1. ¿Crees que Hume defendía las ideas conocimiento? 2. ¿Cuál es, para Hume, el origen de las ideas? innatas como forma de Lee con atención las siguientes citas. En ellas, distintos filósofos hablan de los sentidos. Debes señalar si te parece que están más de acuerdo con las teorías racionalistas (que consideran los sentidos poco fiables) o con las empiristas ( que afirman que los sentidos son el origen de todo nuestro conocimiento). 1) "Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos." (Aristóteles) Racionalista. Empirista. 2) "Despréndete de todas las impresiones de los sentidos y de la imaginación, y no te fíes sino de la razón." (René Descartes) Racionalista. Empirista. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 11/ 24 22/ 10/ 12 eXe 3) "Si los sentidos no son veraces, toda nuestra razón es falsa." (Lucrecio) Racionalista. Empirista. Como habrás podido observar, las distintas teorías del conocimiento han discutido esencialmente sobre dos cuestiones básicas: el origen y los límites del conocimiento humano. A ellas nos dedicaremos en el siguiente apartado. Las ideas fundamentales de este apartado son: 1. Las teorías del conocimiento han girado, en general, en torno a la cuestión de la fiabilidad de los sentidos. 2. Teorías que han desconfiado de los sentidos, proponiendo como único conocimiento verdadero el conocimiento intelectual, han sido: en la antigüedad, Platón; y en la edad moderna, los racionalistas. 3. Teorías que han señalado los sentidos como necesario origen de todos nuestros conocimientos han sido: en la antigüedad, Aristóteles; y en la edad moderna, los empiristas. 4. Kant intentó una síntesis entre racionalismo y empirismo. Estimado Don Ramiro: He leído con atención los documentos que me ha mandado. Una vez más la filosofía hace que me pregunte cuestiones que hasta ahora creía más o menos seguras: ¿Hasta dónde puede llegar el conocimiento humano? ¿Es posible un conocimiento de aquello que está más allá de nuestra experiencia? ¿Podemos saber qué nos espera tras la muerte? ¿Existe el alma? Atentamente. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 12/ 24 22/ 10/ 12 eXe Julia. 4. Los límites del conocimiento Estimada Julia: En tu último mensaje me planteas las siguientes cuestiones: ¿Hasta dónde puede llegar el conocimiento humano? ¿Es posible un conocimiento de aquello que está más allá de nuestra experiencia? ¿Podemos saber qué nos espera tras la muerte? ¿Existe el alma? Todas estas cuestiones indagan en los límites del conocimiento humano, una de las cuestiones fundamentales de la gnoseología. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, como ya sabemos, los filósofos centraron su interés en esta cuestión, asociando el problema del límite al problema del origen del conocimiento. En efecto, si queremos saber cuál es el límite del conocimiento debemos averiguar primero cuál es su origen. Ramiro. Tomemos como ejemplo el problema del alma: queremos saber si el alma existe. Endendemos por alma una sustancia, una cosa real, que es independiente del cuerpo; una sustancia cuya actividad es la conciencia (el pensamiento, los recuerdos, los deseos, los sentimientos, etcétera) y que al ser inmaterial no se vería afectada por la muerte. ¿Cómo podemos saber acerca del alma? No, evidentemente, a través de los sentidos. El alma no puede ser vista ni oída; no puede ser medida ni pesada, debido precisamente a su supuesto carácter inmaterial. No podemos tener sensaciones de entidades no materiales, pues nuestros sentidos solamente captan magnitudes físicas. ¿De qué otra forma podemos, entonces, tener conocimiento del alma? Solo hay dos posibilidades: que podamos deducir su existencia a partir de los datos empíricos o que tengamos una forma de conocimiento que no tenga su origen en los sentidos. La primera posibilidad parece bastante incierta, ya que deberíamos explicar cómo es posible que entidades inmateriales puedan causar efectos materiales (lo que parece insostenible). La segunda posibilidad se asienta en la existencia de conocimientos que no tienen su origen en lo sensible, que son puramente intelectuales o racionales, es decir, en la existencia de las ideas innatas. El siguiente mapa conceptual nos muestra las relaciones entre los orígenes y los límites ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 13/ 24 22/ 10/ 12 eXe del conocimiento humano: Fue nte propia Vemos de esta manera cómo el problema de los límites del conocimiento, del cual el problema de la existencia del alma es un ejemplo, nos conduce a la cuestión del origen del conocimiento. De esta forma lo plantearon los filósofos modernos, como a continuación vamos a ver. En este apartado también tienes información relevante para la realización de la tarea, en concreto información concerniente a los límites del conocimiento según los filósofos empiristas. Dos grandes corrientes filosóficas abordaron estas cuestiones en los siglos XVII y XVIII: el racionalismo y el empirismo, de las que ya hemos hablado en el apartado anterior. Ambas mantuvieron posturas enfrentadas en lo que respecta al origen y límites del conocimiento, centrando su discusión en la siguiente pregunta: ¿es la metafísica una ciencia? Al hacer esa pregunta están preguntando por los límites del conocimiento, pues la metafísica era la parte de la filosofía (como ya vimos en el Tema 1) que pretendía estudiar aquellas realidades que están más allá de nuestra experiencia, como dios, el alma y la esencia del mundo. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 14/ 24 22/ 10/ 12 eXe Veamos resumidamente las posiciones de racionalistas y empiristas sobre el problema de la metafísica: Para los racionalistas (como Descartes, Leibniz y Spinoza) nuestro conocimiento puede construirse independientemente de la experiencia sensible (que no es fiable) a partir de las ideas innatas. Éstas, como la idea de lo infinito, son evidentes en sí mismas y nos permiten deducir la existencia de dios, el alma y la esencia del mundo. La metafísica, por tanto, es una ciencia. Para los empiristas (como Locke, Berkeley o Hume) todo el conocimiento humano tiene su origen en los sentidos, por lo que las ideas innatas no pueden existir. Los empiristas, especialmente Hume, intentaron Imag.11 Autor: B.C. Francke Licencia: Dominio Público demostrar que las supuestas ideas innatas de las que hablaban los racionalistas tienen su origen, como todas las ideas, en la experiencia sensible. En consecuencia, nuestro conocimiento no puede traspasar la frontera de la experiencia, por lo que es imposible tener conocimientos ciertos sobre dios, el alma o la esencia del mundo. La metafísica, por tanto, no es una ciencia. Señala si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas. 1) Determinar el origen del conocimiento humano es esencial para conocer sus límites: Verdadero. Falso. 2) Los empiristas afirman que el ser humano posee conocimientos e ideas que no provienen de la experiencia: Verdadero. Falso. De este apartado recuerda especialmente las siguientes ideas: 1. El problema del límite del conocimiento va asociado al problema sobre su origen. 2. Los filósofos modernos plantearon el problema del origen y los límites del conocimiento en torno a la cuestión de la metafísica. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 15/ 24 22/ 10/ 12 eXe 3. Los racionalistas, admitiendo la existencia de las ideas innatas, afirmaron el carácter científico de la metafísica. 4. Los empiristas, negando la existencia de las ideas innatas, negaron el carácter científico de la metafísica. 5. La verdad Estimada Julia: ¿Qué es la verdad? El término “verdad” es polisémico: ofrece muchos significados dependiendo del contexto en el que lo usemos. Así, podemos hablar de una “verdad sagrada” en el ámbito de la religión, de una “verdad moral” en el de la ética, o de una “verdad empírica” en el terreno de los hechos. Dependiendo del contexto, tendríamos que la verdad es una cosa u otra. Por ejemplo, en el ámbito de la moral, “verdadero” vendría a significar lo mismo que “sincero”, “auténtico” u “honesto”, y señalaría una cualidad del sujeto moral. En el religioso, “verdad” alude a aquello que ha sido revelado por la divinidad, que es objeto de fe y está conectado con el destino último del ser humano. Y en el empírico, "verdad" sería lo que está corroborado por los hechos. El ámbito que ahora nos interesa es el del conocimiento. No tiene sentido hablar del conocimiento sin hablar de la verdad. Ambos conceptos se implican mutuamente, formando un todo indisoluble. Imag. 12. Autor: desconocido. Licencia: Dominio Público. El conocimiento, como dice Bertrand Russell, no tendría lugar si no albergásemos la creencia en la existencia de la verdad. Cualquier sistema, forma o método de conocimiento se alimenta de la aspiración a la verdad, y da por supuesto el hecho de que es posible alcanzarla. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 16/ 24 22/ 10/ 12 eXe Pero, ¿es realmente posible alcanzar la verdad? Seguro que has oído a menudo expresiones como "cada uno tiene su verdad", "todo es relativo" o "todo depende del punto de vista con que se mire". En estas expresiones se pone en duda de alguna manera la posibilidad de un conocimiento verdadero, pues, como veremos, la verdad debe ser universal, es decir, idéntica para todos los sujetos. Estudiaremos en este apartado las teorías más importantes acerca de la verdad, así como aquellas que han negado la posibilidad de un conocimiento verdadero. Ramiro. 5.1. Teorías de la verdad En primer lugar, por tanto, nuestro estudio de la “verdad” deberá especificar en qué ámbito nos movemos. Y, puesto que no estamos en el ámbito de la religión ni de la moral, sino en el del conocimiento, y hemos dicho que el conocimiento se establece en la relación entre dos polos, uno objetivo (el objeto que es conocido) y otro subjetivo (el sujeto que conoce), será ahí donde situemos nuestra definición (o definiciones) de “verdad”. Hemos visto que el conocimiento tiene lugar en las representaciones simbólicas que un sujeto posee acerca de un objeto, y que se expresan en juicios o razonamientos. La verdad deberá ser algún tipo de propiedad de nuestras representaciones en su relación con los objetos, propiedad que debe poder ser captada por cualquier sujeto. Tenemos, por tanto, el siguiente esquema: Fue nte propia La verdad se encuentra, pues, en el centro de una relación entre sujeto-representaciónobjeto. Dependiendo de cómo entendamos que la verdad se relaciona con esos elementos tendríamos las siguientes teorías, representadas esquemáticamente: ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 17/ 24 22/ 10/ 12 eXe Verdad Como correspondencia Entre las representaciones y los objetos. Como evidencia De las representaciones para el sujeto. Como coherencia Entre las representaciones. Como éxito De las consecuencias prácticas de nuestros conocimientos. Veamos con detenimiento esas distintas concepciones. Verdad como correspondencia o adecuación. Esta concepción, en palabras de Bertrand Russell, consiste en que “la correspondencia con un hecho constituye la naturaleza de la verdad”. Es decir, que un juicio o enunciado sería verdadero cuando describe y se ajusta a los hechos, cuando se corresponde con ellos; y sería falso en caso contrario. Esta es la concepción de la verdad de filósofos como Aristóteles, Santo Tomás de Aquino o el mencionado Bertrand Russell, y presupone la existencia de una realidad objetiva, exterior al sujeto, que éste intenta representar mediante sus juicios y enunciados. En este caso la verdad se relaciona especialmente con los objetos o hechos, a los que nuestras representaciones deben ajustarse fielmente. Por ejemplo: el enunciado "la mesa es roja" es verdad cuando en la realidad se da que la mesa es roja. La verdad como evidencia. Esta es la concepción cartesiana de la verdad. En efecto, según Descartes, cuando captamos una verdad de un modo intuitivo y directo, disponemos de una evidencia directa de la verdad, experimentamos la verdad como una cualidad que se nos presenta de forma tan indudable que no podemos sino admitir la certeza absoluta de esa intuición. Aquí la verdad aparece relacionada con el sujeto, pues depende de la claridad y evidencia con que se capta una representación. Un ejemplo: la evidencia que tenemos de nuestra propia existencia. Para ampliar información sobre la verdad y las distintas maneras de concebirla. La verdad como coherencia. Esta concepción se circunscribe esencialmente al ámbito de las ciencias formales, y viene a decir, básicamente, que un enunciado es verdadero cuando no encierra ninguna contradicción consigo mismo ni con ningún otro enunciado, del mismo sistema, que haya sido aceptado como verdadero. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 18/ 24 22/ 10/ 12 eXe En este caso la verdad está relacionada especialmente con las representaciones, con las relaciones de coherencia que se establecen entre ellas. Por ejemplo, cuando un matemático dice que es verdad que "el número 3 es entero y primo", dadas ciertas definiciones de número entero y número primo, quiere decir que el enunciado "el número 3 es entero y primo" es coherente con nuestras definiciones de número entero y número primo. La verdad como éxito. En esta concepción, el criterio utilizado para decir que una doctrina o teoría es verdadera es su éxito desde un punto de vista práctico. El principal valedor de esta concepción de la verdad fue William James (1842-1910). Im ag. 13. Autor de sconocido Lice ncia: dom inio público En este caso la verdad no se relaciona especialmente con el sujeto, las representaciones o los objetos, sino con las consecuencias prácticas de nuestros conocimientos. Por ejemplo, una teoría sobre el SIDA es verdadera si, aplicando dicha teoría, podemos curar la enfermedad. O si podemos predecir con éxito quién enfermará o no. Rellena con las palabras correctas los espacios en blanco de los enunciados inferiores. Las palabras que has de utilizar son: coherencia, evidencia, correspondencia y éxito. En los siguientes enunciados se expresa la verdad (o la mentira) de acuerdo a alguna de las concepciones estudiadas. Debes indicar con cuál. 1. Al observar Saturno con el telescopio comprobó que era verdad que estaba rodeado por anillos. Verdad como . 2. Lo que dijo era claramente mentira, pues se contradecía con sus afirmaciones anteriores. Verdad como . 3. Las verdades de la geometría son tan claras que no hace falta comprobarlas experimentalmente. Verdad como . 4. El descubrimiento de ese fármaco fue muy discutido hasta que se demostró en la práctica su efecto beneficioso. Verdad como Las ideas más destacadas de este apartado son las siguientes. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 19/ 24 22/ 10/ 12 eXe La verdad puede ser entendida de diferentes formas: Como correspondencia: cuando el enunciado refleja fielmente los hechos. Como evidencia: cuando el sujeto capta de forma inmediata la certeza de un enunciado. Como coherencia: cuando el enunciado es coherente con otros enunciados. Como éxito: cuando el criterio es el éxito de las consecuencias prácticas de los enunciados. 5.2. Realistas, relativistas y escépticos Estimada Julia: Seguramente te habrás dado cuenta de que todas las teorías anteriores tienen una cosa en común: son co ncepciones de la verdad que siguen o usan un criterio. Por ejemplo, en la concepción de la verdad como correspondencia, el criterio para decir que un enunciado es verdadero es que se corresponda con una situación de hecho. Si digo, por ejemplo, “Estoy volando en avión” este enunciado es verdadero si, en efecto, de hecho estoy volando en un avión. El criterio para saber si una teoría es verdadera desde el punto de vista de la utilidad es que tenga éxito. S i es así, entonces esa teoría es verdadera. Y así, todas las concepciones nos señalan un criterio de verdad. Pero, ¿qué ocurre si no hay criterio de verdad, si pensamos que no es posible conocer la verdad? De estas cuestiones trata el siguiente documento. Ramiro. Dependiendo del criterio de verdad que utilicemos podemos distinguir, siguiendo a Leibniz, entre verdades de hecho y verdades de razón. Las verdades de hecho son aquellas que deben ser comprobadas necesariamente de una forma empírica, mediante la experiencia. Solo los hechos nos pueden decir si un enunciado es verdadero o no. Por ejemplo, si decimos que Andrés viste una chaqueta marrón, solo podremos saber que esa afirmación es cierta si podemos comprobar que, efectivamente, Andrés viste una chaqueta marrón. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 20/ 24 22/ 10/ 12 eXe Las verdades de razón, sin embargo, no necesitan de comprobación empírica, pues el mero análisis racional del enunciado, su mera comprensión intelectual, nos pone en evidencia su verdad. Examina el siguiente enunciado: "El todo es siempre mayor que sus partes". Con la simple comprensión de lo que significan los términos "todo", "partes" y "mayor", podemos estar Imag. 14. Autor desconocido Licencia: seguros de que el enunciado es verdadero, dominio público independientemente de que nos estemos refiriendo a una casa, un árbol o una galaxia. en todos esos casos siempre el todo será mayor que las partes; no es necesario que lo comprobemos experimentalmente. Atendiendo a esta distinción podemos relacionar las teorías anteriores, dependiendo del tipo de criterio que utilizan, con las verdades de hecho o de razón. Intenta hacerlo tú en el siguiente ejercicio. La teoría de la verdad como correspondencia utiliza un criterio de verdad: De hecho. De razón. La teoría de la verdad como evidencia utiliza un criterio de verdad: De hecho. De razón. La teoría de la verdad como coherencia utiliza un criterio de verdad: De hecho. De razón. La teoría de la verdad como éxito utiliza un criterio de verdad: De hecho. De razón. Ahora bien, estamos hablando de concepciones de verdad que parten del presupuesto de que la verdad puede ser conocida. Estas concepciones se basan normalmente en una visión realista del conocimiento. Pero cabe pensar que la verdad, entendida como conocimiento universal (igual para todos) y fijo (que no cambia con el tiempo), no es posible. Esta postura ha sido defendida por el escepticismo y el relativismo. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 21/ 24 22/ 10/ 12 eXe Comenzaremos exponiendo brevemente la visión realista, para la que es posible un conocimiento objetivo de la realidad. A continuación haremos lo mismo con el escepticismo y el relativismo, que cuestionan esa posibilidad. El realismo. Consiste en la afirmación de que existe una realidad objetiva independiente del sujeto y que es posible conocer esa realidad. Dentro del realismo existen diversos matices, desde el realismo ingenuo, que afirma que las cosas son tal como se muestran a los sentidos, pasando por el realismo absoluto, que afirma que la mente humana puede llegar a conocer la esencia de las cosas, y por lo tanto llegar a una verdad absoluta, hasta el realismo crítico, que sostiene que alcanzar la verdad absoluta es solamente un ideal, pero que poco a poco, sobre todo mediante el conocimiento científico, nos vamos acercando hacia ese ideal de verdad. En este último apartado también hay información que te será útil para tu tarea. En concreto, acerca de la postura de Hume sobre la verdad y la certeza. ¿Cuál de las posturas crees que es la de Hume, la realista, la relativista o el escepticismo? El escepticismo. Es la postura según la cual es imposible para el entendimiento humano alcanzar verdades absolutas. Solamente podemos conseguir opiniones más o menos probables, pero nunca la verdad. El escéptico pone en duda la verdad de todos nuestros conocimientos, considerando imposible la tarea de demostrar con seguridad ninguna verdad. En la antigüedad el escéptico más radical fue el sofista Gorgias de Leontini. Para Gorgias, el ser humano no puede conocer la verdad por diversos motivos: Porque no hay en la realidad nada que pueda ser conocido verdaderamente (todo es efímero y cambiante). Porque aunque lo hubiera no podríamos conocerlo, al carecer los seres humanos de la capacidad de conocer verdaderamente. Porque aunque tuviéramos la capacidad racional de conocerlo, no podríamos comunicarlo, por lo que de nada nos serviría, pues no podríamos demostrárselo a nadie. El relativismo. Es la doctrina según la cual es imposible obtener un conocimiento universal absolutamente verdadero, porque todo conocimiento depende del punto de vista del sujeto que conoce. Así pues, todo es relativo, todo depende del punto de vista, de los intereses particulares o de las características personales. Por ejemplo, para mí puede ser verdadero que ahora hace calor, pero para otra persona puede ser falso. ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 22/ 24 22/ 10/ 12 eXe Esta es la postura que defendía el sofista Protágoras de Abdera en la antigua Grecia, y que expresó en la famosa frase: "El hombre es la medida de todas las cosas". Una variante de esta postura es el relativismo social, según el cual la verdad es relativa a cada sociedad: cada grupo social ve las cosas a su manera, por lo cual, lo que es verdadero para una sociedad puede ser falso para otra. Esta es la postura del sociólogo E. Durkheim. Im ag. 15. Autor: Twisp Lice ncia: dom inio público Ideas fundamentales de este apartado: 1. Si atendemos al criterio de verdad, es decir, a la forma en que sabemos si un enunciado es verdadero, las verdades pueden ser de hecho o de razón. 2. El realismo afirma la posibilidad del conocimiento, al entender que existe una realidad objetiva que puede ser conocida por los seres humanos. 3. El escepticismo pone en duda la posibilidad del conocimiento verdadero, al considerar al entendimiento humano incapaz de alcanzar certezas absolutas. 4. El relativismo afirma que todas las verdades son relativas, pues dependen de los puntos de vista subjetivos o de las convenciones sociales. Estimado Don Ramiro: Me parece que vivimos en una sociedad bastante relativista, donde casi todo parce depender de los intereses o del punto de vista de cada uno. Por mi parte he de decir que me identifico más con los escépticos, pues, como sabe, me encuentro llena de dudas. ¡Ojalá encuentre yo mi criterio de verdad! Atentamente. Julia ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 23/ 24 22/ 10/ 12 ht t ps: / / avanza. educar ex. es/ cur sos/ blocks/ r ecopila/ view. php?id=7087 eXe 24/ 24