QUE REFORMA EL ARTÍCULO 20 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, A CARGO DEL DIPUTADO ROBERTO PÉREZ DE ALVA BLANCO, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE NUEVA ALIANZA Planteamiento del Problema En nuestro país la presunción de inocencia se establece por primera vez en el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, de fecha 22 de octubre de 1814, y en el artículo 30 disponía “que todo ciudadano se reputa inocente, mientras no se declare culpado”. 1 Cabe referir que posteriormente la presunción de inocencia no aparece mencionada ni en la Constitución de 1857, ni en la de 1917. De lo que es perceptible, que antes de la reforma constitucional de 18 de junio de 2008, no se hacía referencia, a la presunción de inocencia, como una garantía jurídico-penal contemplada en la Carta Magna, de hecho era un tema poco tratado por la doctrina jurídica mexicana; a pesar de que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconoció que el principio de presunción de inocencia estaba implícitamente recogido en los artículos 14, párrafo segundo, 16, párrafo primero, 21, párrafo primero, y 102, apartado A, párrafo segundo, de la Constitución Mexicana. Lo anterior se desprende del siguiente criterio jurisprudencial: “Presunción de inocencia. El principio relativo se contiene de manera implícita en la Constitución Federal. De la interpretación armónica y sistemática de los artículos 14, párrafo segundo, 16, párrafo primero, 19, párrafo primero, 21, párrafo primero, y 102, apartado A, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se desprenden, por una parte, el principio del debido proceso legal que implica que al inculpado se le reconozca el derecho a su libertad, y que el Estado sólo podrá privarlo del mismo cuando, existiendo suficientes elementos incriminatorios, y seguido un proceso penal en su contra en el que se respeten las formalidades esenciales del procedimiento, las garantías de audiencia y la de ofrecer pruebas para desvirtuar la imputación correspondiente, el juez pronuncie sentencia definitiva declarándolo culpable; y por otra, el principio acusatorio, mediante el cual corresponde al Ministerio Público la función persecutoria de los delitos y la obligación (carga) de buscar y presentar las pruebas que acrediten la existencia de éstos, tal y como se desprende de lo dispuesto en el artículo 19, párrafo primero, particularmente cuando previene que el auto de formal prisión deberá expresar “los datos que arroje la averiguación previa, los que deben ser bastantes para comprobar el cuerpo del delito y hacer probable la responsabilidad del acusado”; en el artículo 21, al disponer que “la investigación y persecución de los delitos incumbe al Ministerio Público”; así como en el artículo 102, al disponer que corresponde al Ministerio Público de la Federación la persecución de todos los delitos del orden federal, correspondiéndole “buscar y presentar las pruebas que acrediten la responsabilidad de éstos”. En ese tenor, debe estimarse que los principios constitucionales del debido proceso legal y el acusatorio resguardan en forma implícita el diverso principio de presunción de inocencia, dando lugar a que el gobernado no esté obligado a probar la licitud de su conducta cuando se le imputa la comisión de un delito, en tanto que el acusado no tiene la carga de probar su inocencia, puesto que el sistema previsto por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos le reconoce, a priori, tal estado, al disponer expresamente que es al Ministerio Público a quien incumbe probar los elementos constitutivos del delito y de la culpabilidad del imputado”. 2 Por lo que a raíz de la reforma a la Constitución Federal, aparece de manera expresa la presunción de inocencia, materializándose en el artículo 20, inciso B, fracción I, como fundamento del sistema acusatorio donde se reemplaza la figura de la libertad provisional bajo caución, por el derecho a la presunción de inocencia, para quedar de la siguiente forma: “Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación. ... B. De los derechos de toda persona imputada: I. A que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa...” De ahí que el consagrar la presunción de inocencia en nuestro máximo ordenamiento jurídico, deja de ser un principio implícito, convirtiéndose en un derecho que se encuentra formalmente plasmado dentro del texto constitucional. Y que trae como consecuencia que nadie debe ser considerado culpable antes de que una sentencia firme lo declare, lo cual impone el deber de respetar, en tanto tal declaración se produce, la situación o estado jurídico que la persona tenga. 3 Es en este contexto, en el que debe apreciarse el reclamo expresado por nuestro conducto, ya que la esencia de la reforma constitucional es el reconocimiento de la presunción de inocencia como un derecho fundamental, frente a los actos de los órganos encargados de la impartición de justicia en nuestro país, a efecto de que una persona no sea considerada como culpable de la comisión de un delito, hasta que se dicte sentencia que cause estado, más no como lo refiere nuestro texto constitucional vigente, al señalar que “se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa”, porque atendiendo a la literalidad de la Carta Magna, no se respetaría de manera íntegra el principio de presunción de inocencia, ya que al emitirse sentencia por el juez de la causa se puede recurrir la misma, ya que no es una sentencia firme, entendiéndose por esta última como una resolución que no admite medio de impugnación y por ende adquiere el carácter de cosa juzgada. Argumentación Es indudable que la reforma constitucional tuvo un gran acierto en cuanto al reconocimiento expreso del derecho a la presunción de inocencia, ya que este derecho fundamental, antes de la reforma de 18 de junio de 2008, no estaba reconocido a nivel constitucional, sólo existía un criterio jurisprudencial emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la que se expresaba que el derecho a la presunción de inocencia estaba implícito en la Constitución Federal; aunque cabe mencionar que dicho derecho fundamental ya formaba parte de nuestro Derecho Positivo Mexicano, esto, en virtud de que nuestro país, había suscrito instrumentos jurídicos internacionales, a los que ya se hizo referencia, en los que se comprometió a reconocer y respetar la presunción de inocencia como derecho fundamental. El precepto constitucional que contempla el derecho a la presunción de inocencia se encuentra en el artículo 20, apartado B, fracción I, que dispone “a que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa”. Al respecto, se debe mencionar que el derecho a la presunción de inocencia, no se respeta de manera íntegra, toda vez que el derecho desaparece al emitirse sentencia por el juez de la causa, y no contempla las resoluciones de segunda instancia e inclusive de Amparo. Por lo que esta presunción de inocencia debería desvanecerse hasta que exista resolución que cause estado. Entendiéndose por causar estado, el momento procedimental, en el que adquiere firmeza una resolución, sin poderse modificar a futuro por ningún medio de impugnación o por medio de recurso ordinario. 4 Lo cual se torna contradictorio; ya que por un lado esta reforma tiene una visión garantista, que contempla un sistema de justicia penal acorde a los lineamientos internacionales de los Estados Democráticos de Derecho. Fundamento legal Por las consideraciones expuestas y fundadas, en mi calidad de integrante del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza, a la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, con fundamento en los artículos 71.II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 6.1.l, 77.1 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados y demás disposiciones jurídicas aplicables somete a consideración del Pleno de la Cámara de Diputados la presente iniciativa con proyecto de Decreto que reforma el artículo 20, apartado B, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Ordenamiento a modificar Único. Se reforma la fracción I del artículo 20, apartado B, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. “Artículo 20. ... B.... I. A que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa;” II. a IX. ... Texto normativo propuesto Se reforma el artículo 20, apartado B, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. “Artículo 20. ... B.... I. A que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia firme que cauce estado. Artículo Transitorio Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Notas 1 La Constitución y la República, Gobierno del Estado de Veracruz, Xalapa, 1980, página 74. 2 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tesis Aislada P. XXXV/2002, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tomo XVI, agosto 2002, Materias Constitucional y Penal, página 14. 3 Cfr. Vázquez Sotelo, José Luis, citado por Miguel Ángel Aguilar López, Presunción de inocencia: principio fundamental en el sistema acusatorio, Op. Cit., página 204. 4 Polanco Braga, Elías, Diccionario de Derecho de Procedimientos Penales: Voces Procesales, Porrúa, México 2008, página 41. Dado en la sede de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, a 26 de abril de 2012. Diputado Roberto Pérez de Alva Blanco (rúbrica)