Apostar a la gestión Por el Dr. Miguel Mato, Director General de Salud Alguna vez se ha dicho que conducir no es mandar, mandar es obligar; en cambio conducir es persuadir y precisamente sobre esta lógica fundante es que hemos encarado esta apuesta de gestión en la Dirección General de Control de Salud, entendiendo la gestión como un proceso colectivo, llevado a cabo por trabajadores, en procura de objetivos laborales claramente trazados. No ha existido durante este proceso de transición por el que atraviesa la Dirección, esa impronta fundacional que suele acompañar y dominar los cambios de conducciones, donde se cree que todo lo anterior es malo o al menos merece ser puesto en duda o donde todo lo bueno está por hacerse. Muy por el contrario, intentamos humildemente sumarnos, fijarnos pautas y objetivos, rescatar y realzar los aciertos e intentar cambiar gradualmente aquellas cosas que realmente merecían una revisión. El primer informe aprobado por la Dirección General de Desarrollo Social y Salud de la AGCBA, fue en septiembre del año 2000( se llevan producidos 188 informes hasta este momento, es decir, el 18% del total de informes producidos por esta institución). Esto reafirma la idea de una sólida preexistencia de trabajo e impone un enorme respeto por la labor realizada, ya que cristaliza el esfuerzo del conjunto. Los hombres no sólo conformamos nuestras instituciones, sino que nos comprometemos mucho más con ellas, cuando sentimos que éstas velan por nosotros. Este es uno de los motivos por los cuales, desde el comienzo de esta tarea, me impuse como objetivos el reconocimiento del trabajo desarrollado por cada uno de los trabajadores que se desempeñan en esta Dirección, la recuperación de la funcionalidad de la pirámides jerárquicas, el consenso con los Directores de Proyectos y Supervisores de cada decisión que atañe a los procedimientos y al mejor funcionamiento de los grupos. Razones muy profundas vinculadas a convicciones ideológicas y de pertenencia, abonan una acentuada valoración del trabajo en equipo, el éxito del conjunto por sobre los intereses particulares, las metas colectivas por sobre las individuales, aquello de “…todos como artífices del destino común…”, en definitiva, el trabajo como punto de partida y de llegada de la gestión. Pasamos en nuestro ámbito laboral la tercera parte de nuestro día y el buen clima, el reconocimiento de cada logro o esfuerzo personal hacen al bienestar y al desarrollo armónico de cada individuo. Una de las funciones indelegables de la Ciudad definida en la ley básica de Salud Nº153, es el derecho inalienable a la promoción, protección, cuidado y recuperación de la salud. Auditar la calidad de los servicios ofrecidos por los prestadores públicos, elaborar indicadores válidos para la evaluación de la adecuada gestión de los recursos económicos y personal disponible, hacer observaciones y recomendaciones atinadas a las reales posibilidades, significa controlar el cumplimento de las obligaciones del Gobierno de la Ciudad en materia de Salud. Para ello, debemos ofrecer una gestión comprometida y responsable. De cara a la sociedad, sabemos que la responsabilidad de una gestión conlleva el enorme compromiso de conducir procesos que tienen, como sentido primero, la revalorización de las instituciones como instrumentos protectores de la convivencia y el bien social. Asimismo, observar y recomendar mecanismos para optimizar la utilización de recursos es un excelente método para conseguir recuperar la empatía entre el Estado y nuestros conciudadanos, de ahí la trascendencia que debe tener nuestro organismo, la AGCBA. Existen indicios de haber avanzado en estos primeros meses de gestión. Tenemos importantes parámetros de producción y el desafío de marchar hacia su consolidación. Estimamos que los escenarios futuros no son del todo favorables, los problemas sanitarios de público conocimiento impactan en el normal desarrollo de las tareas programadas y exigen pormenorizar los análisis de cada uno de los proyectos, por eso, estamos intentando lograr equilibrio respecto de mantener niveles de producción aceptables sin exponer a riesgos innecesarios a los trabajadores; por otra parte, debemos cumplir nuestro rol de controlar pero desde una lógica realista , aún más ante situaciones acuciantes como las vividas. Quiero entonces, junto a los Directores de Proyecto, llegar con un profundo agradecimiento a los trabajadores de la Dirección General de Control de Salud, por comprender, acompañar y hacer suya esta nueva oportunidad. Este nuevo desafío tal vez parezca una utopía…. pero algunos seguimos yendo tras ella.