UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS LA CONDICIÓN CORPORAL Y SU RELACIÓN CON EL ESTADO REPRODUCTOR DEL CONEJO MONTÉS Sylvilagus cunicularius EN EL PARQUE NACIONAL LA MALINCHE, TLAXCALA. T P E QUE PARA B I R S OBTENER Ó E S EMMANUEL I EL L O E N RIVERA S TÍTULO DE G T O A TÉLLEZ DIRECTOR DE TESIS: DR. ARMANDO JESÚS MARTÍNEZ CHACÓN 2005 : Conejo montés Sylvilagus cunicularius Agradecimientos: Cabe aclarar que de nombrar a todas aquellas personas, amigos, maestros, familiares, mascotas, etc. a los que les debo un agradecimiento, debería de incluir un tomo más grande que la tesis misma y por eso es que va este reconocimiento general y algunos particulares. A mis padres, pues sin ellos no existiría, con especial agradecimiento a mi mamá, por que sin su impulso, optimismo e interés en mi educación hubiera sido casi imposible el llegar a este punto. A mis hermanos por haberme apoyado en todo momento y financiado en otros momentos más. A mis profesores de la carrera… y de toda mi trayectoria los que de una u otra forma contribuyeron a mi formación. A todos mis amigos de la secundaria, preparatoria y facultad, con los que he llegado hasta altas horas de la noche… estudiando y también he compartido, cascaritas, reventones, buenos y malos momentos, aprendiendo que además del ámbito académico, existen otras áreas que cultivar de forma personal. A todo el equipo de Silvestres del CTBC por echarme la mano en los largos muestreos de la Malinche. A mi asesor y sinodales cuyos comentarios y guías mejoraron este documento significativamente (P<0.001). A flipper y los aguacates, por hacer mas placentera la vida. Y a las señoritas de ventanilla que me guiaron y ayudaron a soportar la parte más difícil de hacer una tesis… ¡registrarla!. Este proyecto fue financiado por: La fundación Téllez A.C. (mi familia) La beca de tesis licenciatura y apoyo para el trabajo en campo dentro del proyecto : PROMEP UATLAX-PTC-24 Y el apoyo durante la última fase de este estudio e impresión de la tesis realizada con fondos de: CONACYT FOMIX TLAX-2003-CO2-12328 Ningún conejo fue lastimado durante la realización de esta tesis, alguien resulto mordido y dos investigadores con rasguños de 2o grado, pero sobrevivirán. 1. INDICE Página 1. Índice ………………………………………………………………………………. I 1.1 Índice de figuras …………………………………………………………….. III 1.2 Índice de cuadros …………………………………………………………… IV 2. Resumen .................................................................................................................... V 2.1 Abstract ..……………………………………………………………………. VI 3. Introducción .............................................................................................................. 1 3.1 Interacción organismo-ambiente …………………………………………… 1 3.2 Condición corporal ........................................................................................ 2 3.3 Condición corporal y fecundidad ................................................................... 2 3.4 El peso corporal e índices de condición física …………………………… 3 3.5 Grasa corporal y reproducción ……………………………………………. 4 4. Antecedentes ............................................................................................................. 5 5. Especie de estudio ..................................................................................................... 7 6. Objetivo general ....................................................................................................... 8 6.1 Objetivos particulares .................................................................................... 8 7. Predicciones .............................................................................................................. 8 8. Sitio de estudio …………………………………………………………………….. 8 9. Método ....................................................................................................................... 9 9.1 Composición de la muestra ............................................................................ 9 9.2 Estimación de la condición reproductora ...................................................... 10 10. Análisis de datos ..................................................................................................... 11 10.1 Composición de la muestra .......................................................................... 11 10.2 Peso corporal ............................................................................................... 11 10.3 Índice de condición física ............................................................................. 11 10.4 Pliegue interescapular en laboratorio y campo ........................................... 12 I 11. Resultados ................................................................................................................ 12 11.1 Composición de la muestra .......................................................................... 12 11.2 Peso corporal ............................................................................................... 12 11.3 Índice de condición física ............................................................................. 16 11.4 Pliegue interescapular en laboratorio y campo ........................................... 17 12. Discusión .................................................................................................................. 18 12.1 Composición de la muestra .......................................................................... 18 12.2 Peso corporal ............................................................................................... 19 12.3 Índice de condición física ............................................................................. 21 12.4 Pliegue interescapular en laboratorio y campo ........................................... 21 12.5 Tasa metabólica de campo como indicador de la condición corporal ........ 22 12.5.1 Alometría y tasa metabólica ............................................................ 22 12.5.2 Estimación de la TMC en S. cunicularius ....................................... 24 12.5.3 Posibles explicaciones de la TMC estimada .................................... 26 13. Conclusiones ............................................................................................................ 27 14. Perspectivas ............................................................................................................. 28 15. Literatura citada ..................................................................................................... 29 II 1.1 Índice de figuras Figura 1. Localización del área de estudio dentro del Parque Nacional “La Malinche”. Fotografía aérea 1:50 000 INEGI 2003. Página 9. Figura 2. a) Datos biométricos registrados. Largo de cráneo (CL), ancho de cráneo (CA), cola vertebral (CV), longitud total (LT), longitud de la pata izquierda (PT), longitud de oreja izquierda (OI). b) A la derecha se muestra la medición del pliegue interescapular. Página 10. Figura 3. Distribución de frecuencias del peso corporal de todos los individuos capturados de S. cunicularius (mayo 2000 - abril 2004) Página 14. Figura 4. Peso corporal promedio mensual de los individuos capturados en el periodo de mayo 2000 a abril de 2004. Las regiones sombreadas señalan la temporada de lluvias, las líneas verticales indican error estándar. Página 15. Figura 5. Peso corporal promedio de los individuos agrupados por estado reproductor de S. cunicularius: hembras no reproductivas (HNR); hembras reproductivas (HR), juveniles (HJ), machos escrotados (MR) y no escrotados (MNR) correspondiente al periodo de mayo 2000 a abril del 2004. Las líneas verticales indican intervalos de confianza al 95% y letras diferentes señalan diferencias significativas. Página 16. Figura 6. Índice de condición física promedio (g/cm) calculado para los individuos capturados en el periodo de mayo 2000 a abril del 2004. Los círculos oscuros representan a las hembras y los círculos vacíos a los machos, las líneas verticales indican intervalos de confianza al 95%. Página 17. Figura 7. Peso corporal vs. pliegue interescapular, los círculos oscuros representan a las hembras y los círculos vacíos a los machos. El número de animales corresponde a las capturas realizadas en un período de un año (abril 2003 - abril 2004). Página 18. Figura 8. Tasa metabólica de campo promedio (kJ/día) calculada para los individuos capturados en el periodo de mayo 2000 a abril del 2004 con las fórmulas de Speackman, 2000 (a) y Nagy y col. 1999 (b). Las líneas verticales indican intervalos de confianza al 95%. Página 25. III Figura 9. Variación temporal en la tasa metabólica de campo (Speackman) para tres hembras (a, b y c) capturadas y recapturadas en distintos meses y años del período de esfuerzo de captura (mayo 2000 a abril del 2004). Las siglas se representan como: Juveniles (HJ), no reproductoras (HNR) y reproductoras (HR). Página 26. Figura 10. Variación temporal en la tasa metabólica de campo (Speackman) para cuatro machos (a, b, c y d) capturados y recapturados en distintos meses y años del período de esfuerzo de captura (mayo 2000 a abril del 2004). Las siglas se representan como: Juveniles (MJ) y adultos (MR). Página 26. 1.2 Índice de cuadros Cuadro 1. Composición de la muestra de individuos de conejo montés separados por estado reproductor: (HR) Hembras reproductoras, (HNR) hembras no reproductoras, (HJ) hembras juveniles, (MJ) machos juveniles y (MR) machos reproductores para el período de captura (mayo 2000 - abril 2004). a) Número total de conejos capturados y b) recapturas. Página 13. Cuadro 2. Concentrado del análisis descriptivo del peso de los individuos capturados por año. Durante el 2002 se registró el mayor número de capturas. Página 13. Cuadro 3. Análisis de varianza de dos vías (ANDEVA), donde los factores fijos fueron: Estado reproductor y época climática. La variable de respuesta fue el índice de condición física (ICF) estimado con la relación propuesta por Bailey (1988). Página 16. Cuadro 4. Análisis de varianza de dos vías (ANDEVA), donde los factores fijos fueron: Estado reproductor y época climática. La variable de respuesta fue la tasa metabólica de campo (TMC) estimada con las ecuaciones propuestas por Nagy y col. en 1999 (a) y Speackman 2000 (b). Página 25. IV 2. RESUMEN Todos los aspectos de la biología de un animal, tales como la conducta y fisiología están relacionados con el gasto de energía la cual obtienen del medio donde habitan. Así, los animales pueden encontrarse en un estado favorable si obtienen más energía de la requerida o en déficit energético si consiguen menos de lo requerido, afectando la condición corporal de los individuos en vida libre. Este estudio evaluó la condición corporal del conejo montés Sylvilagus cunicularius y su relación con el estado reproductor mediante tres indicadores, el peso corporal total, un índice de condición física (ICF) y el grosor del pliegue cutáneo interescapular. Datos sobre capturas mensuales de éste lagomorfo, realizadas de mayo de 2000 a abril de 2004 en el Parque Nacional “La Malinche” fueron analizadas para obtener información sobre su condición reproductora, sexo y peso corporal. Comparaciones alométricas del peso corporal vs. el pliegue interescapular fueron realizadas utilizando únicamente los datos obtenidos para los conejos capturados durante marzo de 2003 a abril de 2004. Se reportan diferencias en la condición corporal de S. cunicularius, en donde las hembras tuvieron mayores pesos e indices de condición física que los machos y a nivel intrasexual, aquellos individuos reproductivamente activos fueron aquellos con mayores pesos e índices de condición física asociados, en contraste con los reproductivamente inactivos a los que correspondieron los valores más bajos para ambos indicadores. Por otra parte, no existieron diferencias significativas en el tamaño del pliegue interescapular entre machos y hembras en S. cunicularius, y el grosor del pliegue interescapular mostró asociación alométrica con el peso de las hembras de esta misma especie. Con el análisis de los tres indicadores de condición corporal se concluye que la condición corpórea afecta la condición reproductiva y desempeño de S. cunicularius y las hembras de esta especie acumulan reservas de grasas en la región interescapular, que posiblemente utilicen para mantener un estado energético estable durante la reproducción. Por último, el incluir la tasa metabólica de campo como un indicador de la condición corporal del conejo montés es un método que promete resultados a una escala de resolución muy fina, por lo cual las estimaciones aquí presentadas mediante las ecuaciones de Nagy y col. (1999) y Speackman (2000) servirán de base para futuras mediciones. No obstante, hacen falta más estudios de campo y experimentales que integren otros índices de condición fisiológica y física, aunado a recapturas más continúas de conejos en escalas temporales más cortas. V 2.1 Abstract Animal biology such as behavior and physiology are related with energetic inversion that is obtained from the environment. Therefore all organisms can be in a favorable state if they acquire more energy than needed or they can have an energetic deficit if the energetic outcome is lower than expected having several implications on body condition. In this study we use three indicators of body condition: total body weight, an index for physical condition, and the interscapular fold in order to evaluate the relationship between body condition and reproductive state in the Mexican cottontail Sylvilagus cunicularius. Monthly captures made at “La Malinche” National Park from May 2000 to April 2004 gave information about its reproductive state, sex and body weight. Allometric comparisons between body weight and interscapular fold were made with the data obtained during March 2003 to April 2004. As outcome we report differences in the body condition of S. cunicularius with a higher body weight and physical condition indexes for females in contrast to lower values in males, also the reproductively active rabbits had higher body weight and physical condition indexes than the reproductively inactive individuals. On the other hand the interscapular fold showed no significative differences between males and females of S. cunicularius, however a significative allometric regression was found between female body weight and interscapular fold. By taking into account all three body condition indicators its concluded that body condition of Mexican cottontail impacts reproductive condition and performance of this species; where females are capable of storing fat reserves that could be used to attain an stable energetic state during reproduction. At last, including field metabolic rates as indicators of body condition it’s a promising methodology which will grant outcomes with a fine resolution scale, hence the estimations made here with equations form Nagy and col. (1999) and Speackman (2000) could be used as a precedent for future work. Nevertheless more field and laboratory studies are needed, which should take into account more physic and physiologic condition indexes along with higher rabbit capture rates. VI 3. INTRODUCCIÓN 3.1 Interacción organismo-ambiente Es un hecho el que todos los organismos invierten energía en las actividades fisiológicas y conductuales que realizan. En condiciones de vida libre los animales se encuentran sujetos a los cambios en la disponibilidad de los recursos que utilizan y sus requerimientos energéticos cambian en función de la edad, peso corporal y condición reproductora (Bronson 1989, Dobson 1992). Esto se ve expresado en las relaciones alométricas (cambio en la proporción de las estructuras corporales de un organismo, como consecuencia del crecimiento) que existen entre el peso corporal y variables reproductivas, tales como la duración del período de gestación, tasa de crecimiento y fecundidad (Millar 1977, Blueweiss et al. 1978, Calder 1984), las cuales identifican los ciclos reproductivos de una especie. Así, si los organismos encuentran un balance entre los periodos de abundancia de alimento en el ambiente y su demanda energética, entonces se alcanzara una interacción energética favorable organismo-ambiente. Existen varias estrategias para llegar a dicho equilibrio, una de las cuales es acoplar aquellas fases en su historia de vida que les representen un mayor gasto energético con etapas de mayor disponibilidad de recursos en el ambiente. Otra posibilidad es reducir los gastos energéticos asignados al mantenimiento corporal y actividades físicas, conduciendo a fases de aletargamiento o torpor en épocas con baja disponibilidad de recursos en el ambiente (French 1992). Una tercera estrategia se relaciona con la adquisición de recursos del ambiente cuando son abundantes y disponibles, para acumular reservas y utilizarlas durante periodos de alta demanda energética. Bajo esta última premisa, los recursos se almacenan como reservas corporales y son varias las moléculas que pueden ser utilizadas para este fin, como el glucógeno y los triglicéridos (grasas). Estos últimos aportan el mayor rendimiento energético por molécula (seis veces más energía que la glucosa) y son almacenados dentro del citoplasma de las células en forma de gotas de triacilglicerol, las cuales varían en tamaño dependiendo del tejido que formen parte, por ejemplo, en el tejido adiposo ocupan gran parte del citoplasma y son degradadas siempre que el organismo se encuentre en estrés energético (Alberts et al. 2002). En animales silvestres los ciclos de degradación/acumulación de tejido adiposo, conducen a la existencia de tres distintos estados energéticos en los animales de acuerdo a lo postulado por Wunder (1992): 1) Favorable; cuando la cantidad de energía obtenida es mayor a la cantidad demandada por las diversas actividades realizadas, lo cual permite almacenar más reservas grasas o proteínicas, la duración de ésta condición depende de los requerimientos y capacidad de formar reservas corporales; 2) Estable; donde la cantidad de energía obtenida es próxima a la energía 1 demandada, no hay aumento de reservas aunque cubre los requerimientos energéticos sin necesidad de modificar la actividad y comportamiento; 3) Déficit energético; cuando la cantidad de energía obtenida es menor que la demandada, propiciando el uso de reservas corporales como la grasa, además de cambios en los patrones de actividad. Estos estados energéticos están influidos por factores exógenos como variaciones en clima, disponibilidad de alimento, competencia y depredación entre otros, y por agentes endógenos tales como el crecimiento, reproducción y limitaciones congénitas. De esta forma, dentro de los factores endógenos destaca la reproducción, evento al cual asignan una gran porción de los recursos disponibles, aunque la cantidad de recurso puede estar limitado para el organismo. Dicho aspecto se relaciona con la teoría de historias de vida, en la que se expone que la reproducción en los animales tienen continuas disyuntivas (trade offs), y por ende las características reproductivas están afectadas por el ambiente y el proceso ontogenético (Stearns 1992). 3.2 Condición corporal Para determinar el impacto que tiene la ontogenia y el ambiente sobre las características reproductivas se ha evaluado la condición corporal en los animales. La condición corporal es el estado fisiológico de un organismo, que se ve influído por varios factores como estado nutricional, nivel de salud, experiencia y deterioro fisiológico (Bailey 1968, Schluter y Gustafsson 1993, Vázquez 2005). Estos factores resultan de la interacción entre factores endógenos como tasa metabólica, edad y sexo; con factores exógenos al organismo, tales como disponibilidad de alimento, condiciones climáticas y temporada (Peitz y Lochmiller 1993). Existen varios indicadores de la condición corporal como: el peso corporal aunado a índices de condición física, porcentaje de hematocrito, carga parasitaria, cantidad de reservas corporales (grasas) y patrones de comportamiento aunados al gasto energético, entre otros (Gittleman y Thompson 1988, Rodríguez 2004, Vázquez 2005). Al utilizar más de un indicador corporal por especie, se ha logrado establecer que la reproducción representa un alto costo energético y éste es aún mayor para especies con crías altriciales (Millar 1977, O'Connor y Mead 1984, Gittleman y Thompson 1988, Thompson 1992). 3.3 Condición corporal y fecundidad El crecimiento en los animales representa una etapa importante dentro del ciclo de vida, en la cual la energía obtenida a partir de los alimentos se convierte en tejido muscular y esquelético, aunado a la maduración del sistema reproductor. Cuando un organismo llega a la edad adulta, hay cambios 2 en el metabolismo energético que es controlado a nivel hipotalámico (Kennedy y Mitra 1963), esto conlleva a una reducción en la velocidad de síntesis de tejido nuevo y a la activación de las rutas metabólicas que causan un aumento en los depósitos energéticos. Dichos eventos, advierten el inicio de la reproducción y producen modificaciones en la condición corporal de los individuos. Así por ejemplo, para algunas especies animales que se reproducen en una determinada temporada, la inversión energética es tal que puede comprometer el éxito de los subsecuentes eventos reproductivos. Tal es el caso del ciervo rojo (Cervus elaphus) y el caribú (Rangifer tarandus), en donde las hembras que son las últimas en parir también son las últimas en terminar la fase de lactancia, por lo que tienen poco tiempo para recuperar sus reservas corporales antes del inicio de la siguiente temporada reproductora y ello reduce las posibilidades de concebir (Clutton-Brock et al. 1989, Cameron et al. 1993). 3.4 El peso corporal e índices de condición física El peso corporal es el principal factor asociado a la asignación de recursos y otras variables vinculadas a la historia de vida, como la duración del período de gestación, tasa de crecimiento, fecundidad y la constante de crecimiento poblacional (Millar 1977, Blueweiss et al. 1978, Innes y Millar 1981, Calder 1984). En el campo de la bioenergética, se han propuesto relaciones alométricas entre el peso corporal de los animales vs. la tasa metabólica basal (TMB) y tasa metabólica de campo (TMC). Con esta aproximación se ha estimado una medida de la cantidad diaria de energía requerida por un organismo para sobrevivir, y que finalmente es asimilada en los costos termoregulatorios diarios, mostrando una marcada influencia de la temperatura ambiental y la latitud (Nagy et al. 1999, Speackman 2000). Estos aspectos están relacionados con el uso y transformación de energía, que a su vez forman parte central en la conducta, fisiología y ecología de los organismos. Por otra parte, el peso corporal también ha sido utilizado como un indicador de la condición corporal de los individuos para determinar el gasto energético durante la reproducción, ya que al cuantificarlo se valora en forma conjunta los diversos elementos que componen a un organismo, incluyendo reservas grasas, proteicas, agua y componentes minerales, entre otros (Speackman 2001). En general, dentro de los estudios que han registrado los patrones de variación en el peso corporal asociados a la temporada reproductiva, son recurrentes las investigaciones con roedores y conejos. Por ejemplo, se conoce que la gestación y lactancia ocasionan una reducción del peso corporal en las hembras, como consecuencia de usar reservas energéticas (grasas y proteínas) para el desarrollo de las crías. Así, para evitar el decremento o bien recuperar la masa corpórea, las 3 hembras incrementan la ingesta de alimento y ello se refleja en la relación del tamaño de la camada vs. peso de las crías y masa de las madres. Estos procesos se encuentran descritos para los roedores Meriones crassus y Sigmodon hispidus (Kam et al. 2003, McClure 1987). 3.5 Grasa corporal y reproducción La grasa corporal representa la mejor opción para constituir las reservas energéticas de los animales, mismas que son utilizadas durante la reproducción debido a los altos requerimientos energéticos de la misma. De tal forma en la literatura se reportan trabajos que determinan la relación entre la cantidad de reservas grasas antes del inicio de la actividad reproductiva y el éxito reproductivo (ver revisión en Frisch 1990). En este contexto, para el caso de machos y hembras pertenecientes a grupos como los mamíferos marinos, ungulados, primates, y lagomorfos, se han encontrado variaciones en las reservas grasas antes y después de la temporada reproductiva. Por ejemplo, los fócidos (Phoca groenlandica y Halichoerus grypus) contienen grandes cantidades de depósitos grasos corporales, que fueron acumuladas para ser utilizadas durante el período que permanecen en tierra sin alimentarse, momento que coincide con la época comprendida entre la fecundación y el destete de crías. Además, durante la lactancia las hembras usan las reservas energéticas para aumentar el contenido grasas de las crías y la masa corporal pasa de 0.42 a 16.5 kg en nueve días (Worthy y Lavigne 1983), en cambio los machos usan estos recursos grasos para el periodo de muda y para formar y defender el harem (Beck et al. 2003). De igual forma, otra especie que tiene cambios en las reservas grasas y proteicas es el caribú (Rangifer tarandus), en la que las hembras utilizan sus propias reservas durante la gestación para proveer a las crías de un buen peso corporal al momento del nacimiento (Cameron et al. 1993). Para esta misma especie Gerhart y col. (1996) utilizaron un índice de condición corporal denominado “body condition score”, con el cual se determinaron los contenidos de grasa y la condición reproductora en las hembras a partir de palpación directa. Por otro lado, en humanos utilizando mediciones somáticas se ha determinado que las adolescentes llegan a la primera menstruación al menos con un 12% de grasa corporal, en cambio la baja cantidad de grasa corporal en las jóvenes gimnastas conlleva al retraso de la menstruación (Frisch 1990). Por tanto, la somatometría como medida de valoración corpórea se ha venido utilizando para determinar el porcentaje de grasa corporal. Estas estimaciones han sido efectuadas al cuantificar, con un caliper, el grosor de los pliegues cutáneos formados en el dorso del brazo, abdomen y región subescapular (Brozek y Keys, 1953). 4 Un modelo de estudio interesante investigando los costos de la reproducción es el de los conejos, donde las hembras además de tener crías altriciales, pueden presentar sobrelapamiento en las camadas, mientras que los machos por su parte enfrentan los costos ocasionados por poseer una fuerte jerarquía social, cuyos límites son más evidentes durante la época reproductiva (Haskell y Reynolds 1947, Lechleitner 1959, Pontrelli 1968, Blackburn 1973, Bothma y Teer 1977). Teniendo en mente que estos patrones de actividad dependen del sexo del individuo, es claro que en los conejos la reproducción presenta diferentes costos intersexuales, que a su vez se manifiestan en la condición corporal de los individuos de cada especie. Sin embargo, dentro de la literatura revisada hay pocos trabajos que realicen estimaciones de los costos de la reproducción con más de un índice de condición corporal, lo que restringe la perspectiva de análisis y resta importancia a otros factores que influyen en la condición corporal de los organismos, y la mayoría implica el sacrificio de los sujetos de estudio, limitando el seguimiento de los individuos a corto y mediano plazo; por lo cual una aproximación integral no invasiva y de fácil aplicación en animales silvestres aún no ha sido propuesta. 4. ANTECEDENTES Dentro de los lagomorfos, el grupo de los conejos exhibe ejemplos de adaptaciones que maximizan el esfuerzo reproductivo y la cantidad de energía invertida en cada evento reproductor (MartínezGómez et al. 2004). En este grupo las hembras presentan estro post-parto, por lo que a las hembras lactantes se les adiciona el costo de una nueva gestación simultánea. De acuerdo a la información referida para el conejo europeo Oryctolagus cuniculus, las necesidades de energía digerible aumentan de 400 a 470 kJLW 0.75 /día kg (Parigi-Bini et al. 1992, Parigi-Bini y Xiccato 1998). Asimismo, se ha reportado para hembras de O. cuniculus (Chapman et al. 1982, Parigi-Bini et al. 1992, Fortun-Lamothe et al. 1993) y del conejo castellano Sylvilagus floridanus (Ecke 1955, Bothma y Teer 1977, Chapman et al. 1977), que cuando las condiciones alimenticias son desfavorables y están gestantes y/o lactando, ocurre un déficit energético que pone en riesgo su supervivencia. Esta situación aumenta la probabilidad de reabsorción fetal lo cual reduce la inversión de energía y propicia el retorno a un estado energético “estable”. Parte de la misma historia, es cuando las hembras aumentan la ingesta de alimento durante la lactancia, amortiguando el déficit energético al mantener su peso corporal estable, con lo que se asegura la sobrevivencia y calidad de la camada en gestación (Fortun-Lamothe et al. 1994, Parigi-Bini y Xiccato 1998, Rommers et al. 2002, Martínez-Gómez et al. 2004). Por consiguiente, la búsqueda de pareja, 5 cortejo, cópula, fecundación, parto, lactancia, cuidado parental y sobrelapamiento de ciclos reproductivos ocasiona efectos sobre la condición corporal de este grupo de lagomorfos. Reconociendo la importancia que tiene el peso corporal en la reproducción, Bailey (1968) propone el índice de condición física (ICF) como un indicador de la condición corporal para conejos silvestres, el cual asocia la masa corpórea y la longitud del cuerpo (weight/total length), proporción que se utilizó con el roedor Rattus rattus como índice de condición corporal (Blackwell 2002). Esta metodología tiene la ventaja de no ser invasiva y permite el seguimiento a lo largo del tiempo de un mismo grupo de animales (Bailey 1988). Tomando en cuenta estas ventajas, Chapman y col. (1977) utilizan esta proporcionalidad para estudiar a S. transitionalis y S. floridanus, determinando que los índices de condición física más altos en los conejos son durante la mitad de la temporada reproductiva y los más bajos ocurren al final de la misma. De esta forma, la masa corpórea sólo indica en parte la condición del individuo y el índice de condición física muestra mayor detalle de la distribución del peso corporal en función al tamaño. Así, entre más alto sea el valor del índice, mayor cantidad de masa se encontrará repartida en un menor tamaño corporal. De particular atención es el hecho de que esta característica se relacione con la cantidad de grasa corporal en S. transitionalis y S. floridanus, pues en muchas ocasiones ésta juega un papel decisivo en la reproducción (Chapman et al. 1977). Para el caso de los conejos los depósitos grasos se encuentran en las regiones interescapular, abdominal, pélvica, perirenal, epididimal y alrededor de los ovarios, los cuales se conoce que son utilizados de forma uniforme (Derry et al. 1972, Chapman et al. 1977, Boyd y Myhill 1987, Parigi-Bini y Xiccato 1998, Rommers 2003). En las crías, estos depósitos energéticos son formados por la grasa parda que al alcanzar la edad adulta, se transforman en grasa “blanca” (Derry et al. 1972). Existen estudios que documentan los cambios en los depósitos grasos y peso corporal, donde las hembras tienen mayores reservas grasas al inicio de la temporada reproductora y menos hacia el final de la misma. Por ejemplo, en condiciones de cautiverio O. cuniculus pierde hasta un 77% de los contenidos lipídicos al final de la lactancia (Fortun-Lamothe et al. 1999) y en conejos silvestres también se ha registrado el mismo patron mediante la utilización del índice de grasa perirenal (Boyd y Myhill 1987), y grasa corpórea total (Wallage-Drees 1986, 1988). A su vez, para el caso de hembras y machos de S. floridanus y S. transitionalis las variaciones temporales se han registrado en función de la cantidad de grasa acumulada en la región ventral del estómago, intestino delgado y alrededor de los riñones (Chapman et al. 1977). No obstante se sugiere que tanto las liebres, como los conejos, son animales con bajas reservas de grasa corporal (Thomas 1987), 6 Para comprender la relación entre la condición corporal y el estado reproductor de los animales silvestres se debe considerar de manera más integral el efecto del comportamiento y fisiología de cada especie bajo estudio. En este trabajo, se monitorea a lo largo del tiempo la condición corporal del conejo montés S. cunicularius, una especie endémica de la cual se tiene poca información respecto a su biología y ecología reproductora. Para ello, se utilizaron tres indicadores de su condición corporal: el peso corporal, el índice de condición física propuesto por Bailey (1988) y el grosor del pliegue interescapular, que es una adaptación del indicador de la grasa subcutánea utilizado en humanos. Asimismo, se discute la propuesta de estimación de tasa metabólica a partir de derivar dicha variable de la ecuación en donde se incluye el peso corporal (Nagy et al. 1999), así como la latitud y temperatura del sitio de estudio (Speackman 2000). 5. ESPECIE DE ESTUDIO El conejo montés (S. cunicularius), es una especie endémica que se distribuye desde el sur de Sinaloa hasta Oaxaca, pasando por la costa del Pacífico y Eje Neovolcánico Transversal de la Sierra Madre del Sur (Cervantes et al. 1992). En ambientes tales como el bosque y pastizal es considerado como una especie de herbívoro primario (Diersing y Wilson 1980, Hall 1981). Entre las especies de plantas de las cuales se alimenta el conejo montés se encuentran Stipa ichu, Mulenbergia macroura, Festusca amplissima por mencionar algunas (Cervantes et al. 1992, Rodríguez et al. 2004). Los individuos de ésta especie en estado adulto llegan a tener un peso de 1800 a 2300 g y una longitud corporal de 48 a 51 cm (Hall 1981) y los trabajos de Cervantes et al. (1992) y Villa y Cervantes (2003), documentan la descripción taxonómica general de la especie. En México existe un gran desconocimiento de la biología básica de esta especie, no siendo nombrada en la Norma Oficial Mexicana 059 (NOM-059-ECOL-2001), y se carece de estudios básicos concernientes a sus números poblacionales, a pesar de ello en lugares como Morelos, se han autorizado tasas de aprovechamiento de 1500 individuos en un periodo de 6 meses (SEMARNATUMA-EX-011-MOR./03). En Tlaxcala esta especie tiene permiso tipo III dentro del calendario cinegético de caza (Rodríguez 2004). Investigadores del laboratorio de Ecología de la Conducta del CTBC (Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta) han encontrado que el conejo montés tiene una estacionalidad reproductora en el Parque Nacional “La Malinche” con un pico entre los meses de marzo y octubre, posiblemente asociado con los factores climáticos (Rodríguez 2004) y que éste es hospedero de varias especies de parásitos asociados a los distintos estados reproductores (Vázquez 2005). En esta área natural protegida hay cacería furtiva para subsistencia por parte de los habitantes de las 7 comunidades aledañas, actividad que posiblemente tiene efectos importantes sobre la dinámica poblacional del conejo montés, que a su vez, al ser consumidor primario y presa base de varios depredadores, produce impacto a varios niveles tróficos del ecosistema. El realizar estudios como el presente, nos brinda la posibilidad de conocer los requerimientos energéticos a corto y largo plazo de los individuos, los cuales pueden ser escalados a niveles poblacionales. Contribuyendo así, con una futura estrategia para su manejo y conservación en vida libre. 6. OBJETIVO GENERAL Evaluar la condición corporal de los distintos estados reproductores del conejo montés Sylvulagus cunicularius. 6.1 Objetivos particulares 1. Monitorear el peso corporal e índice de condición física en los individuos de esta especie y describir sus asociaciones con el sexo y el estado reproductor. 2. A lo largo de un periodo de un año, registrar el grosor del pliegue interescapular y describir su relación con el sexo y estado reproductor del conejo montés. 7. PREDICCIONES A nivel intersexual, las hembras se encontrarán en mejor condición corporal que los machos. A nivel intrasexual los individuos reproductivamente activos tendrán una menor condición corporal en contraste con los reproductivamente inactivos. 8. SITIO DE ESTUDIO El sitio de estudio se encuentra en el Parque Nacional La Malinche, que es un área natural protegida inmersa en el Eje Neovolcánico Transversal, y se localiza a los 19°14’47`” latitud N, 98°58’63” longitud O; a una altitud entre los 2300-2900 m (Figura 1). El clima es del tipo templado subhúmedo, precipitación promedio anual entre los 600 y 1000 mm y temperatura media anual entre 12 y 16˚C, además de presentar una marcada época de lluvias y secas. El suelo es de tipo fluviosol con elementos en fase gravosa menores a 7.5 cm en la superficie. El área se encuentra compuesta por las siguientes comunidades vegetales. (1) Pastizal natural (zacatonal), es un área 8 dominada por gramíneas y con vegetación secundaria, además esta constituida por Pinus harwegii, Abies religiosa y Cupressus lindleyi y el estrato bajo se compone de Festuca tolucensis zacate, Muhlenbergia macroura y Stipa ichu. (2) Chaparral, agrupación de encinos y arbustos de altura baja, donde las principales especies son Quercus laurina, Ceanothus coeruleus, Arctostaphylos discolor y Baccharis conferta, ésta comunidad secundaria surgió después de eventos de tala e incendios. (3) Bosque de pino, caracterizada por incluir especies arbóreas como Pinus leiophylla, P.montezumae, P. pseudostrobus, P. patula, P. ayacahuite y latifoliadas Quercus spp. perennifolios y caducifolios, además de herbáceas y gramíneas entre las que dominan Stipa ichu, Festuca tolucensis y Muhlenbergia macroura. (4) Pastizal inducido, carece de elementos arbóreos y sobresale por tener especies muy representativas como Bouteloa gracilis, Muhlenbergia porteri e Hilaria cenchroides (SARH 1993; Coordinación General de Ecología 1999). Figura 1. Localización del área de estudio dentro del Parque Nacional “La Malinche”. Fotografía aérea 1:50 000 INEGI 2003. 9. MÉTODO 9.1 Composición de la muestra En la zona de estudio se realizó captura-marcado y recaptura de individuos de S. cunicularius durante el periodo de abril de 2003 a abril de 2004. Las capturas se realizaron mediante el empleo de trampas de red en las que se utilizó alfalfa como cebo (Vázquez 2005). Debido a que estos animales son en general de hábitos nocturnos, las trampas fueron monitoreadas por un periodo de 1700-2100 y de 2200-0800 horas. En la fase vespertina y matutina, se utilizaron binoculares estereoscópicos y durante la noche se usaron binoculares de visión nocturna (Night Owl cyclops compact NOCC3). Se realizaron dos salidas de campo por mes con un esfuerzo aproximado de cuatro a cinco noches por mes. Una vez capturados los conejos se obtuvieron las siguientes 9 variables: peso corporal, grasa interescapular y datos biométricos convencionales para mamíferos, como longitud total, longitud de la cola vertebral, longitud de la pata trasera izquierda, longitud de la oreja izquierda y largo y ancho del cráneo (Figura 2). Los conejos fueron pesados dentro de un saco en una balanza gravimétrica y al peso total se resto el peso del saco para así obtener el peso neto del individuo. En este estudio se incluyeron registros de los pesos corporales para S. cunicularius desde abril del 2000 a abril del 2004, dichos datos pertenecen a los proyectos de ecología y biología reproductora de los conejos silvestres del CTBC. Figura 2. a) Datos biométricos registrados. Largo de cráneo (CL), ancho de cráneo (CA), cola vertebral (CV), longitud total (LT), longitud de la pata izquierda (PT), longitud de oreja izquierda (OI). b) A la derecha se muestra la medición del pliegue interescapular. En conejos se conoce que peso corporal y la grasa total se encuentran relacionadas (Wallage-Dress 1988). Por ello y en función de que no hay referencia previa sobre la medición del pliegue cutáneo como estimador de la cantidad de grasa corporal en la región interescapular para conejos, se realizó la medición de dicha variable en 19 machos y 14 hembras de 1-51 meses de edad del conejo domestico O. cuniculus de la raza chinchilla, como una medida de calibración de la técnica en condiciones de bioterio del Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta (CTBC). Para ello, se localizó la región intermedia y superior del dorso del animal y con el dedo índice y pulgar se presionó para formar el pliegue que fue medido con un calibrador digital (Digital Caliper Mytutoyo 500-505, Figura 2b). 9.2 Estimación de la condición reproductora En el caso de las hembras se valoró por medio de la palpación directa las siguientes condiciones reproductivas: para establecer el límite entre hembras juveniles y adultas se utilizó como referencia la hembra reproductivamente activa con menor peso corporal, clasificando como hembras juveniles 10 aquellas con peso menor a los 1600 g, (HJ); hembra adulta, reproductivamente inactiva (HNR); para fines de comparación de los datos se incluyó dentro de la categoría HR a las hembras gestantes (con presencia de embriones reconocidos por palpación del vientre); hembras lactantes (con presencia de leche al oprimir el pezón) y hembras gestantes y lactantes. Para el caso de los machos, se consideraron dos condiciones, machos juveniles con testículos no escrotados (MJ) y machos reproductores con los testículos descendidos (MR). 10. ANÁLISIS DE DATOS 10.1 Composición de la muestra Se efectuó una descripción de la composición de la muestra incluyendo número total de individuos capturados, por año de captura, sexo y estado reproductivo. 10.2 Peso corporal Se realizó un análisis descriptivo de los pesos corporales de los conejos capturados de mayo de 2000 hasta abril de 2004, dichos análisis proporcionaron parámetros de la distribución y coeficiente de variación (CV). Para comparar los pesos promedio de los conejos entre sexos y años se utilizó un análisis de varianza con dos factores fijos (ANDEVA), en donde la variable de respuesta fue transformada (transform Rank) para no violar los supuestos de normalidad y homogeneidad de varianza (los promedios y errores estándar fueron retransformados y fueron los valores que se graficaron). Para la comparación de los pesos corporales promedio entre los estados reproductores se utilizó un ANDEVA de una vía en donde la variable de respuesta también fue transformada (transform Rank) y no se violaron los supuestos de la prueba estadística. 10.3 Índice de condición física Con la masa y longitud corporal total se obtuvo la relación alométrica a partir de un modelo de regresión lineal simple, en donde tanto las variables fueron transformadas a rangos (transform Rank), para cumplir con los supuestos de la prueba estadística. Posteriormente, se calculó el índice de condición física (ICF) propuesto por Bailey (1988), dividiendo el peso corporal (g), entre el largo total (cm) para todos los individuos que se tienen en la base de datos (mayo 2000 – abril 2004). Con este cálculo, se aplicaron pruebas estadísticas de Kolmogorov-Smirnov para comparar entre sexos, así como también se utilizaron Modelos Lineales Generalizados para un análisis de varianza de dos vías (ANDEVA), para comparar entre estados reproductores y época climática 11 (lluvias y secas). Después de la prueba estadística se realizaron comparaciones múltiples entre los grupos de medias con Tukey unequal N HSD. Los datos también fueron transformados a rangos (transform Rank) ya que no cumplían con el supuesto de normalidad ni homogeneidad de varianzas, por lo que los promedios e intervalos de confianza fueron retransformados (back transform). 10.4 Pliegue interescapular en laboratorio y campo La comparación del pliegue interescapular entre sexos de los conejos se realizó utilizando una t de Student. Para valorar la asociación entre el peso corporal vs. el grosor interescapular, se realizó un análisis de covarianza (ANCOVA) para comparar las pendientes, tanto para los datos medidos en los conejos del bioterio (O. cuniculus) y en los conejos silvestres capturados en La Malinche. En la utilización de estos análisis se cumplió con el supuesto de normalidad e igualdad de varianzas (Zar 1999). 11. RESULTADOS 11.1 Composición de la muestra Un total de 221 individuos fueron capturados en el periodo de muestreo comprendido entre el 20 de Mayo de 2000 al 25 de Abril de 2004 (4 individuos por mes +1.8 E.E.). Las capturas incluyeron individuos de todas las clases de edad y estados fisiológicos considerados en esta investigación (Cuadro 1). 11.2 Peso corporal La distribución de frecuencias del peso corporal mostró un comportamiento particular para cada año de captura del conejo montés. En general los cinco histogramas indicaron simetrías negativas (-1.22 a -0.19) ocasionando un sesgo hacia categorías de peso mayores a los 1600 g, mientras que las categorías de pesos menores a 1200 g fueron poco representadas (Figura 3). El peso promedio de los conejos para cada uno de los años de captura no difirió significativamente (Cuadro 2). La dispersión de los datos, representada por el coeficiente de variación, fue mayor para los años 20012003 y aquellos años con menor número de capturas (2000 y 2004), mostraron una menor dispersión (Cuadro 2). De forma particular, solamente las distribuciones de frecuencias de los años 2001 y 2003 presentaron normalidad, y la distribución del año 2002 fue leptocúrtica, pues se asoció a la mediana de dicho año (Figura 3). 12 Cuadro 1. Composición de la muestra de individuos de conejo montés separados por estado reproductor: (HR) Hembras reproductoras, (HNR) hembras no reproductoras, (HJ) hembras juveniles, (MJ) machos juveniles y (MR) machos reproductores para el período de captura (mayo 2000 - abril 2004). a) Número total de conejos capturados y b) recapturas. Año HR HNR HJ Total MR MJ Total 2000 8 4 3 15 6 3 9 2001 15 9 14 38 16 2 18 2002 15 13 12 40 40 5 45 2003 12 1 4 17 15 5 20 2004 3 5 3 11 8 0 8 Total 53 32 36 121 85 15 100 2000 0 0 0 0 0 0 0 2001 4 2 0 6 3 0 3 2002 11 6 2 19 14 0 14 2003 8 1 4 13 10 5 15 2004 3 5 3 11 8 0 8 Total 26 14 9 49 35 5 40 a) b) Cuadro 2. Concentrado del análisis descriptivo del peso de los individuos capturados por año. Durante el 2002 se registró el mayor número de capturas. Año n Promedio Coeficiente de variación Kurtosis 2000 24 1816.5 0.16 -0.49 2001 56 1687.1 0.22 -0.05 2002 85 1649.3 0.19 -0.79 2003 37 1607.2 0.19 0.48 2004 19 1729.7 0.14 1.21 13 Figura 3. Distribución de frecuencias del peso corporal de todos los individuos capturados de S. cunicularius (mayo 2000 - abril 2004). El peso promedio de los individuos capturados por mes para los cuatro años registrados en la base de datos, mostró variaciones entre meses y años. A pesar de que no se observó ningún patrón generalizado en el peso promedio de los animales capturados con relación a la temporadas de secas y lluvias presentes en La Malinche, existen algunas tendencias más claras para el año 2002 y 2003, donde se observó una captura de individuos con pesos mayores al principio del año y hasta mediados de la temporada de lluvias, pero hacia finales de ésta temporada y en los últimos meses del año se capturaron individuos con un peso corporal promedio menor (Figura 4). 14 Figura 4. Peso corporal promedio mensual de los individuos capturados en el periodo de mayo 2000 a abril de 2004. Las regiones sombreadas señalan la temporada de lluvias, las líneas verticales indican error estándar. La comparación del peso corporal del conejo silvestre S. cunicularius entre los estados reproductores indicó diferencias significativas entre las hembras y machos. Al graficar los datos, se reconocieron tres grupos con diferentes pesos corporales. Las hembras no reproductoras se encuentran dentro de dos de estos grupos, el primero corresponde al grupo con mayores pesos corporales (HNR y HR) y el segundo corresponde a pesos corporales intermedios (HNR y MR). Por último, los individuos juveniles (HJ y MJ) se situaron como un sólo grupo y con pesos corporales significativamente menores en comparación con el resto de las categorías (F = 71.8, r2 = 0.58, P < 0.001, Figura 5). 15 c 2000 bc b 1800 1600 a a 1400 Peso coroporal (g) 1200 1000 HNR HR HJ MR MJ Figura 5. Peso corporal promedio de los individuos agrupados por estado reproductor de S. cunicularius: hembras no reproductivas (HNR); hembras reproductivas (HR), hembras juveniles (HJ), machos escrotados (MR) y no escrotados (MNR) correspondiente al periodo de mayo 2000 a abril del 2004. Las líneas verticales indican intervalos de confianza al 95% y letras diferentes señalan diferencias significativas. 11.3 Índice de condición física La relación alométrica entre longitud vs. masa corporal fue significativa y la ecuación de la regresión fue (y = 39,524 + 0,65 * x, r2 = 0.40 F = 139,865 P <0,001). A nivel intersexual, el análisis de Kolmogorov-Smirnov sobre el ICF indica diferencias significativas (hembras 3.77 + 0.64 DE, machos 3.06 + 0.5 DE; P < 0.05). Dentro del grupo de las hembras hay diferencias significativas al comparar el ICF de juveniles (HJ) y ambos grupos de hembras adultas, tanto reproductivas (HR), como no reproductivas (HNR), pero los ICF´s promedio entre hembras adultas no fueron diferentes. En los machos, hay diferencias significativas entre MR vs. MJ, además se puede observar el efecto significativamente importante de la interacción entre estado reproductor y época climática (Cuadro 3, Figura 6). Cuadro 3. Análisis de varianza de dos vías (ANDEVA), donde los factores fijos fueron: Estado reproductor y época climática. La variable de respuesta fue el índice de condición física (ICF) estimado con las relación propuesta por Bailey (1988). Fuente de variación Intercepto Estado reproductor Época climática Estado reproductor * Época climática Error g. l. 1 4 1 4 199 F 10631.23 61.73 0.17 4.03 P < 0.00001 < 0.00001 = 0.7 < 0.001 16 5,0 4,5 4,0 3,5 3,0 Índice de condicón física (g/cm) 2,5 2,0 HNR HR HJ MR MJ Figura 6. Índice de condición física promedio (g/cm) calculado para los individuos capturados en el periodo de mayo 2000 a abril del 2004. Los círculos oscuros representan a las hembras y los círculos vacíos a los machos, las líneas verticales indican intervalos de confianza al 95%. 11.4 Pliegue interescapular en laboratorio y campo La regresión lineal entre la grasa interescapular vs. peso corporal fue altamente significativa para el caso de los conejos de laboratorio O. cuniculus (r2 = 0.83, g.l. = 32, F = 81.1 , P< 0.001), en donde se pudo observar que al aumentar el peso corporal de los conejos hay un incremento en el grosor del pliegue interescapular. Sin embargo, no hubo diferencia significativa en el tamaño promedio del pliegue entre sexos. De forma contraria, en S. cunicularius existen diferentes pendientes para los datos de los machos y las hembras (P< 0.05), para las que la regresión lineal entre la grasa interescapular vs. peso corporal fue significativa (y = 0.08 + 0.0001; r2 = 0.15, g.l. = 23, F = 5.19 P = 0.03, Figura 7). Al igual que en los conejos de laboratorio, no hubo diferencias significativas en el tamaño promedio del pliegue entre sexos (t = 1.8, g.l. 41, P = 0,07). Con los valores de la grasa interescapular obtenidos no se realizaron comparaciones entre época del año y condición reproductora, debido al bajo número de animales capturados entre marzo de 2003 a abril de 2004. 17 0,7 0,6 0,5 0,4 0,3 Pliegue interescapular (mm) 0,2 0,1 800 1000 1200 1400 1600 1800 2000 2200 Peso coporal (g) Figura 7. Peso corporal vs. pliegue interescapular, los círculos oscuros representan a las hembras y los círculos vacíos a los machos. El número de animales corresponde a las capturas realizadas en un período de un año (abril 2003 - abril 2004). 12. DISCUSIÓN Con base en el peso corporal e ICF, podemos decir que se cumple la predicción a nivel intersexual acerca de una mejor condición corporal general en las hembras del conejo montés, sin embargo, contrario a lo esperado los indicadores de la condición corporal a nivel intrasexual, muestran valores más altos para aquellos individuos reproductivamente activos. A continuación se discute el efecto de la composición de la muestra en nuestros resultados y las tendencias de cada indicador de la condición corporal por separado, finalizando con el análisis de la TMC estimada, como indicador de la condición corporal. 12.1 Composición de la muestra Las distribuciones asimétricas en los pesos corporales del conejo montés para cada uno de los años de captura, sugiere que la técnica de trampeo utilizada no es uniforme en cuanto a la captura de todas las categorías de tamaño. No obstante, este método tiene mayor eficiencia en comparación con otras técnicas de captura de mamíferos, tales como las trampas Tomahawk (Vázquez 2003). Barbour y Litivaitis (1993), en su estudio con el conejo de Nueva Inglaterra (Sylvilagus transitionalis) mencionan que el uso de hábitat en dicha especie depende de la categoría de edad, en donde los adultos utilizan parches de vegetación de mayor extensión que los juveniles, ya que estos últimos, al carecer de experiencia en cuanto a escape a depredadores se refiere, no pueden 18 arriesgarse a incursionar en parches con menor vegetación arbustiva, donde es posible se incremente el riesgo de depredación. Aunque no se evaluó dicha interacción en La Malinche, en el hábitat del conejo montés se observan parches de baja o densa cobertura vegetal provista por el zacatonal Muhlenbergia macroura y Stipa ichu, por lo que es posible que los juveniles aprovechen los sitios densos para ocultarse de los depredadores como lo mencionan Barbour y Litivaitis (1993). Este patrón en el uso de hábitat limita las capturas de individuos de tallas menores a los 1000 g ya que la disposición de las trampas está supeditada sólo a zonas abiertas. Asimismo, también es posible que la densidad de animales de estas tallas sea menor en las áreas de captura como consecuencia de la alta mortalidad como ocurre en juveniles de otros lagomorfos (Barbour y Litivaitis 1993, Hodges et al. 1999, Krebs et al. 2001). 12.2 Peso corporal Los pesos corporales registrados para los conejos capturados de ambos sexos no muestran un patrón consistente en las comparaciones mensuales, ni tampoco entre los años de captura, lo que sugiere una amplia heterogeneidad en tallas corporales. Hay cierta consistencia en los tamaños de los animales que estuvieron incluidos en el intervalo de los 1400 a 2200 g, aunque no se observó el aumento o decremento en hembras y machos en función a la época de lluvias. Boyd y Myhill (1987) documentan para O. cuniculus, que los machos tienen mayor peso corporal un mes antes de la temporada reproductora y pesos bajos al término de la misma. Para el conejo montés encontramos una tendencia similar durante el año 2001, aunque dicho patron no se observó en los otros años y existe la posibilidad de que en vida libre, el peso corporal de los conejos se mantenga dentro de un rango muy estrecho, y el oscilar fuera de este límite ponga en riesgo la sobrevivencia individual (Martínez-Gómez et al. 2004), por lo cual se observa la tendencia a mantener estable el peso corporal a lo largo del año. Las diferencias encontradas en el peso del conejo montés pueden ser explicadas por varios factores dependiendo del nivel analizado. Por ejemplo, a nivel intersexual, los patrones de actividad que presentan, como la visita a la madriguera o nido, cada 35 horas, por un periodo de tres a cinco minutos para alimentar a las crías, (O. cuniculus en Hudson 1998, Lepus californicus en Haskell y Reynolds 1947, Lechleitner 1959, Pontrelli 1968, Blackburn 1973 y para S. transitionalis y S. floridanus Chapman 1975, Chapman et al. 1980), aunados al incremento en los requerimientos fisiológicos por el sobrelapamiento de las camadas ha favorecido evolutivamente la selección de mayores tamaños corporales para poder hacerles frente, este hallazgo concuerda con el reportado para el peso corporal por Rodríguez (2004) y Vázquez (2005). A nivel intrasexual, estos efectos deberían de estar actuando de forma específica e impactando la condición corporal de los individuos reproductivamente activos. De forma sorpresiva, estos grupos se encuentran en mejor 19 condición corporal que aquellos individuos reproductivamente inactivos. Martínez-Gómez y col. (2004) reportan resultados similares a los aquí presentados, donde en condiciones de laboratorio, los conejos domésticos (O. cuniculus) mantienen estable su peso corporal a pesar de que se encuentren alimentando a crías de diferentes cohortes de edad, de igual forma parecen resolver el conflicto ocasionado por una gestación y lactancia simultánea, al duplicar la ingesta de alimento. En este mismo sentido, Wunder (1992) explica que este incremento en la ingesta de alimento es resultado del mayor requerimiento energético durante lactancia, ocasionando que el alimento permanezca más tiempo en el tracto digestivo para maximizar su asimilación e incluso causa ampliación del tejido intestinal. Siendo así, el aumento de peso para una hembra gestante en O. cuniculus, es consecuencia del peso de las crías, contenido estomacal y grasa total, variables que explican la variación de la masa corpórea. En cambio, en una hembra lactante se elimina el peso de las crías pero se incluye el peso de la leche materna, tejido en las glándulas mamarias, contenido estomacal y grasa corporal. Pero cuando la hembra se encuentra en las dos condiciones (gestante y lactante), el aumento en el peso es producto de la suma de todos los componentes (Whittaker y Thomas 1983, Parigi-Bini y Xiccato 1998), por lo cual, las hembras reproductivamente activas (gestantes y/o lactantes), tienen mayores pesos corporales que las hembras adultas no reproductivas (FortunLamothe et al. 1999). A pesar de que las hembras reproductivas de S. cunicularius muestran una tendencia a diferir en peso corporal con las no reproductoras, no hay diferencias significativas entre estos grupos, aunque un estudio más detallado sobre los cambios de masa corpórea y recapturando hembras en las tres condiciones en cortos tiempos, permitirían aumentar la distancia entre los grupos HNR y HR. De particular atención es el hecho de que las hembras del conejo montés, tengan la mayor carga de ectoparásitos (Vázquez 2005) y los menores porcentajes de hematocrito (Rodríguez 2004). Al integrar los hallazgos del presente trabajo, encontramos un claro ejemplo del principio de asignación de recursos, en donde las hembras del conejo montés aumentan su ingesta de alimento para mantener su peso estable y hacer frente a la reproducción, a la que asignan la mayor parte de sus recursos disponibles, reduciendo los recursos asignados a mantener un alto nivel de hematocrito y a librarse de la carga parasitaria. En cuanto a los machos, Chapman y col. (1977) atribuyen las diferencias encontradas en el índice de condición física para S. floridanus y S. transitionalis, a la marcada jerarquía social existente en este sexo. Con los datos utilizados en este estudio, no hay forma de discernir entre machos adultos no reproductivos y machos adultos reproductivos, lo que limitó la capacidad de análisis, ya que los individuos fueron clasificados como reproductores a partir de presentar los testículos escrotados. Las hembras y machos jóvenes, muestran menores pesos corporales que el 20 resto de los grupos, lo que refleja que las necesidades de crecimiento en los juveniles son cubiertas con una menor masa corporal a diferencia de los mayores pesos corporales requeridos por los individuos adultos. Estas diferencias no se hubieran presentado de no existir en forma natural, ejemplo de ello es que en los machos, a diferencia de las hembras, no se utilizó el peso corporal para discernir entre juveniles y adultos. 12.3 Índice de condición física En S. cunicularius el índice de condición física difiere a niveles inter e intrasexuales. Este mismo índice para S. floridanus y S. transitionalis a pesar de haber sido evaluado para más de 500 individuos, sólo reporta la tendencia entre las dos variables que lo conforman (Chapman et al. 1977, Peitz y Lochmiller 1993). A nivel intrasexual, entre los cinco estados analizados se determinó el mismo patrón que el descrito para el peso corporal. Sin embargo, con el ICF hay mayor certeza que el aumento en el peso corporal en los individuos reproductivamente activos, no sólo es debido al incremento en tamaño, sino que la masa corporal aumenta dentro de la misma talla. Esto indica, que aquellos individuos reproductivamente activos (HR y MR) tienen mejor condición física para afrontar los altos costos de la reproducción. 12.4 Pliegue interescapular en laboratorio y campo La utilización del pliegue interescapular como indicador de la condición corporal, no tiene precedentes en la literatura, por ello se presentan los resultados obtenidos en el estudio con el fin de motivar a la utilización de la variable en otras especies que mantengan reservas grasas subcutáneas. La medición del pliegue interescapular en los conejos de bioterio (O. cuniculus), demuestra la relación alométrica con la masa corporal, sugiriendo que bajo éstas condiciones la grasa aumenta proporcionalmente como consecuencia de la sinergia de tres factores: Primero, el cautiverio a pesar de implicar un gasto energético por el estrés del encierro, representa un gran ahorro de energía, que en vida libre sería utilizada para el desplazamiento, búsqueda de alimento, escape de depredadores y búsqueda de pareja, entre otras actividades (Williams et al. 2001). Segundo, el aislamiento restringe la actividad conductual de los adultos y tercero, la alimentación ad libitum evita las restricciones energéticas. Estos tres factores colocan al conejo en un estado energético favorable, que tiene como consecuencia el aumento en los depósitos grasos correspondientes. Los resultados de la comparación de acumulación de grasa interescapular en las hembras del conejo montés, a diferencia de los machos, muestran la tendencia a la acumulación de reservas grasas en relación con el aumento masa corporal. Este mismo patrón en donde las reservas grasas son mayores en las hembras se encuentra sustentado por varios trabajos en campo para O. cuniculus 21 (Boyd y Myhill 1987, Wallage-Dress 1988), S. floridanus y S. transitionalis (Chapman et al. 1977). No obstante, en S. cunicularius la relación entre estás dos variables sólo explica el 15% de la varianza total. En vida libre el conejo montés tiene varios depredadores potenciales y el tener un aumento en las reservas grasas afectaría su movilidad, incrementando el riesgo a ser depredado (McNamara y Houston 1990). Esto indica que las reservas grasas en la región interescapular de esta especie, no son la primer opción utilizada para mantener un estado energético estable, y posiblemente solo sean utilizadas para amortiguar ligeramente los costos de termorregulación, obtener pequeñas cantidades de agua metabólica durante la temporada de secas y en casos extremos para suplir períodos cortos en los cuales no puedan realizar la conducta de forrajeo por restricciones ambientales (Saunders 1988). Estos argumentos se encuentran sustentados por los descubrimientos de Whittaker y Thomas (1983), en donde los depósitos de grasa en las liebres Lepus americanus, solamente les provee de energía suficiente para mantener su tasa metabólica de reposo (TMR) por cuatro días durante la temporada de invierno y no muestran una variación estacional. Sin embargo, se requiere de un análisis más detallado sobre estos requerimientos, con recapturas en escalas temporales más cortas, pues es probable que existan cambios en las reservas grasas a nivel individual, y que éstos sean más evidentes que los encontrados a nivel poblacional. 12.5 Tasa metabólica de campo como indicador de la condición corporal En esta sección se discute la propuesta de utilizar la estimación de la tasa metabólica de campo (TMC), a partir del peso corporal del conejo S. cunicularius y su relación con los estados reproductores del conejo montés. Para ello se expone un breve marco conceptual, que nos permite visualizar los supuestos para la inclusión de este parámetro dentro de nuestro estudio, seguido por la estimación de TMC y las connotaciones de los resultados. 12.5.1 Alometría y tasa metabólica En numerosos trabajos de biología y evolución se ha establecido la importancia del tamaño corporal de los animales, expandiendo el interés por su estudio a otras áreas de investigación como son la fisiología y la morfología funcional (Peters 1983, Calder 1984, Schmidt-Nielsen 1984). La alometría es un método que compara la estructura de tamaños y hace posible el integrar sus implicaciones en la tasa de uso de energía, productividad y ciclos de nutrientes a varios niveles de resolución (Kozlowski y Weiner 1997). La técnica ha sido utilizada para establecer la relación entre el peso corpóreo y la tasa metabólica basal de los animales (TMB) y es conocida como la regla del exponente 3/4 (3/4 power rule), expresando la relación más eficiente entre cantidad de masa 22 y energía necesaria para mantenerla activa (Kleiber 1932, citado en West et al. 2002), tal como se indica en la siguiente ecuación: B = B0 M 3/4 donde la tasa metabólica basal (B), y la masa corporal del animal (M) se asocian mediante la aplicación de un coeficiente de normalización (B0), el cual varía por grupo taxonómico. Recientemente West y colaboradores (2002), han encontrado que dicha relación, si bien existe a niveles inter e intraespecíficos, también es válida al analizar diferentes niveles de organización, como son individuo, célula, organelo celular (mitocondria) y nivel molecular (reacciones enzimáticas dentro de la mitocondria). Por lo que en cada uno de estos niveles se mantiene la relación propuesta por Kleiber (1932) citado en West et al. (2002). De forma similar, en animales silvestres se ha utilizado la tasa metabólica de campo (TMC) que expresa el costo energético total requerido durante el curso de un día, en el cual se incluyen los costos de la TMB, termorregulación, locomoción, alimentación, escape a depredadores, estado de alerta, digestión y eliminación de toxinas del alimento, crecimiento, reproducción y otros gastos expresados en forma de calor (Nagy 1987). El método más recurrente para determinar la TMC es por eliminación de isótopos (Nagy 1983) y ha sido utilizado en más de 200 especies de animales, información que ha sido integrada por Nagy y colaboradores (1999) y que demuestra la correlación lineal entre peso corporal vs. TMC en distintas clases de animales. Asimismo, el mismo autor utiliza 26 especies de vertebrados con pesos de 0.03 a 44 kg para calcular la ecuación lineal para herbívoros y sólo utiliza el peso corporal como principal factor de gasto energético. De forma paralela Speackman (2000), usa 74 especies de mamíferos con pesos de 0.007 a 4 kg y encuentra también asociación lineal entre variables, aunque en su modelo lineal incluye la temperatura y latitud del sitio de origen de cada especie. 12.5.2 Estimación de la TMC en S. cunicularius Los datos de los pesos corporales de S. cunicularius se utilizaron para obtener las ecuaciones alométricas propuestas por ambos autores (Nagy et al. 1999, Speackman 2000) y así realizar la estimación de la TMC, de tal forma que se obtuvo una descripción de las diferencias encontradas entre ecuaciones y estados reproductores del conejo montés. El cálculo a partir de la formula de Nagy y sus colaboradores (1999) genera valores 20% más bajos que los estimados mediante la ecuación de Speackman (2000). Estos últimos son más precisos, dado que Speackman (2000) en su modelo lineal incluye parámetros ambientales del hábitat como la temperatura y latitud, variables que afectan los costos de la termorregulación y actividad de la especie. A nivel intersexual, el análisis de Kolmogorov-Smirnov sobre la TMC 23 indica diferencias a partir de la ecuación de Speackman TMC S (hembras 1182.6 ± 239 kJ/día DE, machos 1122.1 ± 184.8 kJ/día DE; P < 0.001). De igual forma, dentro del grupo de las hembras hay diferencias significativas al comparar la TMC entre los cinco estados reproductores y efecto de la interacción época climática y estado reproductor (Cuadro 4, Figura 8). El seguimiento continuo de la TMC para algunos conejos con recapturas de dos a cinco ocasiones, indica gráficamente los requerimientos energéticos de un estado reproductor a otro. Por un lado, en las hembras el tiempo que transcurre entre cada diferente estado reproductor es aproximadamente de siete meses, período en que la TMC se incrementa al pasar de HJ a HNR. De igual forma, la variación en los requerimientos (kJ/día) no es muy distinta cuando las hembras adultas pasan de HNR a HR (Figura 9). Por otro lado, la TMC en tres de los cuatro machos que se graficaron cambia en menos tiempo y los machos reproductores están por arriba de los 950 kJ/día mientras que los juveniles están por abajo de este límite energético (Figura 10). 12.5.3 Posibles explicaciones de la TMC estimada Las estimaciones aquí presentadas, deben de ser tomadas con cautela, pues si bien es cierto que las regresiones alométricas han probado ser validas a varios niveles de organización, desde reacciones moleculares hasta comparaciones entre taxa (West et al. 2000), la TMC para está especie nunca ha sido medida utilizando el método de eliminación de isótopos u otro método. Por ello se debe realizar la medición directa para realizar indicaciones más precisas bajo este contexto ecológico. A nivel intersexual, Goldsworthy y col. (2001) reportan diferencias en las TMC asociadas al peso corporal de los individuos, tanto en machos, hembras, adultos y juveniles para varias especies. Esto concuerda con nuestros resultados, aunque no hay diferencias entre conejos juveniles (MJ y HJ) lo que puede ser consecuencia resultado del ámbito hogareño y uso de hábitat en este tipo de ambientes templados. Chapman y col. (1977), reportan para S. floridanus y S. transitionalis una baja condición energética en los machos, producto de la estricta jerarquía social intrasexual. Esto podría ser un escenario probable en el conejo montés (S. cunicularius), ya que los resultados muestran una condición metabólica distinta entre sexos. En cuanto a la relación entre la tasa metabólica de campo y la época climática, Shoemaker y sus colaboradores (1976) reportan que la liebre del desierto (Lepus californicus) durante el invierno tiene un aumento en la TMC hasta en un 21%. Para el caso del conejo montés, la interacción entre época climática y estado reproductor denota cambios en dicha variable, lo que indica un efecto en la zona termoneutral de la especie, y ello promueve que los individuos adultos incrementen la 24 Figura 8. Tasa metabólica de campo promedio (kJ/día) calculada para los individuos capturados en el periodo de mayo 2000 a abril del 2004 con las fórmulas de Speackman, 2000 (a) y Nagy y col. 1999 (b). Las líneas verticales indican intervalos de confianza al 95%. 1600 a 1400 1200 1000 800 600 1400 b Lluvias Secas 1200 Tasa metabólica de campo (KJ/día) 1000 800 600 HNR HR HJ MR MJ Cuadro 4. Análisis de varianza de dos vías (ANDEVA), donde los factores fijos fueron: Estado reproductor y época climática. La variable de respuesta fue la tasa metabólica de campo (TMC) estimada con las ecuaciones propuestas por Nagy y col. en 1999 (a) y Speackman 2000 (b). Fuente de variación a) Intercepto Estado reproductor Época climática Estado reproductor * Época climática Error b) Intercepto Estado reproductor Época climática Estado reproductor * Época climática Error g. l. F P 1 4 1 4 208 19662.2 88.3 0.06 4.43 < 0.00001 < 0.00001 = 0.8 < 0.001 1 4 1 4 208 9643.3 98.0 0.001 3.93 < 0.00001 < 0.00001 = 0.9 <0.004 25 Figura 9. Variación temporal en la tasa metabólica de campo (Speackman) para tres hembras (a, b y c) capturadas y recapturadas en distintos meses y años del período de esfuerzo de captura (mayo 2000 a abril del 2004). Las siglas se representan como: Juveniles (HJ), no reproductoras (HNR) y reproductoras (HR). Figura 10. Variación temporal en la tasa metabólica de campo (Speackman) para cuatro machos (a, b, c y d) capturados y recapturados en distintos meses y años del período de esfuerzo de captura (mayo 2000 a abril del 2004). Las siglas se representan como: Juveniles (MJ) y adultos (MR). 26 insulación del pelaje y la actividad física decrece para minimizar los costos termorregulatorios como lo sugieren Hayward (1965) y Chapell (1980). En un seguimiento continuo de los individuos, varios autores proponen que los gastos energéticos durante el primer evento reproductor ocasionan un marcado desequilibrio energético en las hembras primíparas y el suministro se reduce en los subsecuentes eventos reproductores (Chapman et al. 1977, Xiccato et al. 1995, Parigi-Bini y Xiccato 1998, Rommers et al. 2002). Tratando de hacer comparaciones en el mismo sentido, en el conejo montés se observa que al alcanzar la madurez sexual en los machos y el primer evento reproductor en las hembras aumenta el requerimiento energético (Figuras 9 y 10). Sin embargo, esto sólo fue posible observar con datos reportados para tres hembras y cinco machos que fueron recapturados en distintos tiempos a lo largo del desarrollo de la tesis. Por consiguiente, toda la información recabada con los datos corporales de los conejos silvestres, abre el panorama para experimentos y mediciones de la tasa metabólica de campo bajo diferentes hipótesis de trabajo, que refieren al gasto energético durante la época reproductora y su relación con el comportamiento. 13. CONCLUSIONES 1. La condición corporal afecta la condición reproductiva y desempeño de S. cunicularius. 2. Las hembras y los individuos reproductivamente activos poseen mejor condición corporal que los machos y los individuos reproductivamente inactivos, en los niveles inter e intrasexualmente respectivamente. 3. El grosor del pliegue interescapular refleja parcialmente una tendencia en las hembras del conejo montés a acumular reservas grasas en la región interescapular. 4. La TMC estimada se encuentra relacionada con la condición corporal de S. cunicularius y puede ser tomada como base para predecir futuras tendencias resultantes del realizar una medición directa de esta variable. 27 14. PERSPECTIVAS El primer evento reproductor en los animales representa un alto costo energético en ambos sexos y existen fluctuaciones en la inversión energética de los subsecuentes eventos reproductores, mismas que dependen de la condición corporal individual. Para lograr una estimación más precisa de la asignación de los recursos que realiza S. cunicualrius a lo largo de la temporada reproductora, es necesario el realizar un seguimiento individual con mayor frecuencia de recaptura e intervalos de tiempo más cortos, ya que la duración de la gestación es de aproximadamente de un mes y las hembras pueden volver a quedar preñadas después de parir. Además, la relación entre el peso corporal y el índice de condición física son un buen indicador de la cantidad de reservas corporales, y poseen antecedentes claros de su efectividad. Los resultados encontrados tanto en laboratorio como en campo, en cuanto al grosor del pliegue interescapular indican que la variable es potencialmente aplicable en otras especies de lagomorfos o mamíferos que presenten reservas grasas subcutáneas. Aunque, si dicha medición se calibrara con un método de valoración directa de contenidos grasos; por ejemplo mediante la dilución de gases (Henen 2001), seguramente se establecería de forma contundente si hay relación alométrica entre la grasa total y la medida registrada. La TMC ha sido de mucha utilidad en varias especies para calcular los costos energéticos de la reproducción, la estimación aquí presentada para el conejo montés, puede ser tomada como un antecedente para futuros estudios. En el volcán de La Malinche y sus alrededores, a pesar de estar considerada como un parque nacional, existe la caza ilegal del conejo montés, sin embargo, ésta podría llegar a ser permitida si se implementa una estrategia de conservación que incluya el conocimiento de los números poblacionales actuales para esta especie, un estudio etnozoológico que evalúe las reducciones anuales en la población, y los resultados teóricos de esta tesis, que resultan vitales en la planeación de la reproducción en cautiverio de la especie para mantener un número poblacional estable en vida libre. Permitiendo de esta forma el uso reglamentado del conejo montés como recurso para los cazadores de los pueblos más cercanos y la permanencia de las interacciones de depredador-presa existentes en este ecosistema, aminorando con ello el problema de la relación hombre-naturaleza que en muchas regiones de nuestro país amenaza con terminar con las especies silvestres. Aún, falta tener más conocimiento de la biología básica del conejo montés S. cunicularius para proponer nuevas hipótesis de trabajo, lo cual conduciría a una mejor compresión de la interacción entre este mamífero y su ambiente. 28 15. LITERATURA CITADA Alberts B, Johnson A, Lewis J, Raff M, Roberts K, Walter P. 2002. Molecular Biology of the Cell. Fourth edition. Garland Science, New Cork 1616 pp. Bailey JA. 1968. A weight-length relationship for evaluating physical condition of cottontails. Journal of Wildlife Management 32: 835-841. Barbour SM, Litivaitis JA. 1993. Niche dimensions of New England cottontails in relation to habitat patch size. Oecología 95: 321-327. Beck CA, Bowen WD, Iverson SJ. 2003. Sex differences in the seasonal patterns of energy storage and expediture in a phocid seal. Journal of Animal Ecology 72: 280-291. Blackburn DF. 1973. Courtship behavior among white-tailed and black-tailed jackrabbits. Great Basin Naturalist 33: 203-204. Blackwell GL. 2002. 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