Recuerda: ¿Qué hacer en esos casos? Las niñas y los niños son titulares de derechos, y la alienación parental vulnera su calidad de vida. Buscar apoyo especializado. Reconocer el problema. Desmitificar la idea de que hijos e hijas son propiedad de los padres. Establecer convenios basados en garantizar el interés superior de niñas y niños, incluido el derecho de visita y convivencia, tanto con el padre como con la madre. Evitar que intereses personales prevalezcan sobre el derecho de niñas y niños a contar con ambos padres, aunque se encuentren en domicilios diferentes. En su caso, que el padre o la madre alienado cuente con mecanismos ágiles para dar a conocer a la autoridad competente la situación. La autoridad jurisdiccional, al emitir su resolución, debe tener siempre presente el interés superior de niñas, niños o adolescentes, en relación con el derecho a ser escuchados, y dictar las medidas pertinentes para su protección. Importante ¡SI AMAS A TUS HIJOS E HIJAS, NO LOS MANIPULES! Ninguna persona tiene derecho a impedir injustificadamente la convivencia paterno o materno-infantil. La alienación parental o manipulación de hijas o hijos puede dañar gravemente el normal desarrollo y estructura de la personalidad de quienes la sufren. Es deseable construir relaciones paterno y materno filiales sin violencia Si necesitas orientación y asesoría jurídica gratuita acude, llama o escribe a la: COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Coordinación del Programa sobre Asuntos de la Niñez y la Familia Carretera Picacho-Ajusco núm. 238, 2o. piso, Col. Jardines en la Montaña, Delegación Tlalpan, C. P. 14210, Ciudad de México. Teléfonos: 54 46 77 74, 56 30 26 57 (directos), y 56 31 00 40, exts. 2327, 2314, 2313, 2105, 2375 y 2333. Lada sin costo: 01 800 440 36 90 Correo electrónico: asuntosdelafamilia@cndh.org.mx El presente documento fue coordinado y revisado por la Mtra. María de Lourdes Zariñán Martínez, Coordinadora del Programa sobre Asuntos de la Niñez y la Familia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Contenidos: Lic. Lucía Rodríguez Quintero D. R. © Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Edición: julio, 2016 Este material fue elaborado con papel certificado por la Sociedad para la Promoción del Manejo Forestal Sostenible A. C. (Certificación FSC México). EL DERECHO DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES A CONVIVIR CON LA MADRE O PADRE QUE NO TENGA SU CUSTODIA: ALIENACIÓN PARENTAL Algunos derechos fundamentales de niñas, niños y adolescentes es tener una familia; asimismo, en caso de separación o divorcio de los padres, conservar el derecho a ser visitados y convivir con el padre o madre que no tenga su custodia.1 El párrafo cuarto del artículo 4o. constitucional señala que “toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar”. Además, la Convención sobre los Derechos del Niño, que fue firmada por el Ejecutivo y aprobada por el Senado mexicano, es Ley Suprema de toda la Unión, en términos de los artículos 1o. y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Dicha Convención, en su artículo 9, tercer párrafo, señala que “los Estados respetarán el derecho del niño que esté separado de uno de sus padres a mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres de modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior del niño”. Sólo en casos en que la ley expresamente lo establezca o el Juez Familiar lo determine, se podrá prohibir, limitar o suspender este derecho. Por su parte, el artículo 13 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes señala que tienen derecho a: La identidad; Vivir en familia; Vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral; Una vida libre de violencia y a la integridad personal. 1 La guarda y custodia es un derecho derivado del ejercicio de la patria potestad, que consiste en resguardar y cuidar al hijo o hija, en caso de separación o divorcio. Por su parte, el artículo 23 de esta Ley establece que niñas, niños y adolescentes cuyas familias estén separadas, tendrán derecho a convivir o mantener relaciones personales y contacto directo con sus familiares de modo regular, excepto en los casos en que el órgano jurisdiccional competente determine que ello es contrario al interés superior de la niñez. Asimismo, que en los procedimientos respectivos se deberá garantizar el derecho de audiencia de todas las partes involucradas, en especial de niñas, niños y adolescentes. El artículo 123 de esta Ley, en su fracción IX, establece como obligaciones de quienes ejercen la patria potestad: “evitar conductas que puedan vulnerar el ambiente de respeto y generar violencia o rechazo en las relaciones entre niñas, niños y adolescentes, y de éstos con quienes la ejercen”. ¿Qué es la alienación parental? ¿Por qué es importante prevenir y atender la alienación parental? Porque constituye un problema que se basa en la imposibilidad del padre o de la madre manipulador, de separar los problemas de pareja de la relación paterno o materno-filial, afectando la relación filial. Porque es un problema muy frecuente que afecta los derechos fundamentales de niñas, niños y adolescentes. Porque si no se atiende, se corre el riesgo de generar actos de mayor violencia en la pareja y en los menores de edad y llegar, incluso, a la comisión de conductas sancionadas por la ley civil y/o penal. Porque, al ser una forma más de maltrato psicológico entre los adultos, afecta el sano desarrollo psicoemocional de niñas, niños y adolescentes: El término se refiere a la conducta llevada a cabo por el padre o la madre que conserva bajo su cuidado al hijo o a la hija, y realiza actos de manipulación con la finalidad de que la niña, el niño o el o la adolescente odie, tema o rechace al progenitor que no tiene su custodia legal, provocando, en la mayoría de los casos, afectaciones psicológicas. Porque genera animadversión y en algunos casos odio hacia el progenitor alienado. Como consecuencia, las visitas y convivencias que tendrían que llevarse a cabo de manera regular, en las fechas y horarios acordados por las partes o, en su defecto, establecidos por el Juez que conoce del caso, enfrentan toda clase de obstáculos, que van desde el chantaje hasta propiciar culpa, incomodidad o pérdida de aprecio en el hijo o la hija hacia el otro progenitor, por parte de quien aliena o manipula. Porque provoca que niñas, niños o adolescentes confundan la realidad de su relación con el padre o madre alienado. Porque provoca un distanciamiento físico y emocional de niñas, niños o adolescentes no sólo del padre alienado, sino también de sus demás familiares: tíos, tías, primos, abuela, abuelo, etcétera. Porque el maltrato psicológico al que son sometidos niños, niñas y adolescentes puede provocarles diversos trastornos psicosomáticos y, en casos más severos, problemas psicológicos diversos.