KOBIE (Serie Paleoantropología). Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XXVIII, pp. 25-50, año 2009. ISSN 0214-7971 ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZIKAKO KOBA (KORTEZUBI, BIZKAIA) Study of the vertebratesfrom Lezikako koba site (Kortezubi, Bizkaia). P. Castaños (1), X. Murelaga (2), S. Bailon (3), J. Castaños (2), X. Saez de Lafuente (2) y O. Suarez (2). (Recibido 15.Xl.08) (Aceptado 15.XII.08) RESUMEN Se estuclia la fauna de vertebrados de la cueva de Lezíka desde el punto de vista morfológico, métrico y paleoambiental. Se asocia el grupo de macromamíferos junto con la marmota a un momento frío y el resto de los microvertebrados a un período posterior más cálido. Se ofrece un estudio en detalle de los restos de rinoceronte lanudo comparándolos con otras muestras de la Península Ibérica. Palabras clave: Pleistoceno Superior, Vertebrados, morfometría, paleoambiente, Cuenca Cantábrica. ABSTRACT This paper studies the vertebrates from the cave of Lezika under a morphologic, metric and paleoenvironmental point of view. The group of large mammals together with the mannot is associated to a cold stadial while the rest of microvertebrates are associated to a later wanner stadial. A full study of the woolly rhino remains compared to other samples from the Iberian Península is done. Key words: Upper Pleistocene, vertebrates, morphometry, paleoenvironment, Cantabrian Basín. (1) (2) Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco. Bilbao.e-mail:pedrocastanos@yahoo.es Universidad del País Vasco/EHU, Facultad de Ciencia y Tecnología, Departamento de Estratigrafía y Paleontología, Apartado 644, E-48080 Bilbao. xabier.murelaga@ehu.es; xabipaleo@yahoo.es (3) USM 303 et UMR 7149 du CNRS Département Ecologie et Gestion de la Biodiversité (EGB), MNHN Batiment d' Anatomie Comparée CP55. 55 rue Buffon, 75005, Paris, France. salvador.bailon@rnnhn.fr P. CASTAÑOS, X. MURELAGA, S. BAILON, J. CASTAÑOS, X. SAEZ DE LAFUENTE Y O. SUAREZ. 26 LABURPENA Lan honetan Lezikako aztamategiko ornodunak ikuspuntu morfologiko, metriko eta paleoingurunekoaren arabera aztertzen da. Makrougaztunak eta marmota momentu hotza adierazten duten bitartean beste mikroornodun guztiak ingume epelagoa erakusten digute. Aurkitu diren. errinozeronte iletsuaren aztamen azterketa zehatza egiten da eta emaitz hauek lberiar Penintsulan ezagutzen diren beste aztarnekin parekatzen da. Palabras clave: Goi Pleistozenoa, Ornodunak, morfometria, paleoingurunea, Kantauriar Arroa KOBIE (Paleoantropología n.º 28), año 2009 ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZIKAKO KOBA (KORTEZUBI, BIZKAIA) 27 INTRODUCCIÓN El yacimiento de Lezika es una cavidad que tiene un recorrido de unos 60 metros y un desnivel de unos 28 metros. La entrada a esta sima se ubica dentro de la ermita de San Mamés en el término municipal de Kortezubi (Bizkaia) (Fig.1). Este yacimiento fue localizado en el 2007 por los arqueólogos de la empresa Gesarke que se encontraban realizando el seguimiento de las obras que se estaban realizando en la citada ermita. Una vez descubierta Ja entrada a la sima se procedió a una primera revisión de la misma y se pudo constatar la presencia de restos de vertebrados entre los bloques de colapso que hay en la sima (Fig 2). A lo largo del 2008 se han realizado una serie de intervenciones en las cuales se han ido recuperando sobre todo aquellos restos que se encontraban entre los bloques y que debido al paso del agua por encima de ellos se estaban deshaciendo. Se ha mandado una muestra para realizar una datación de carbono 14 pero el resto no contenía colágeno por lo que el análisis no dio resultado. Puede que no se haya conservado el colágeno por el intenso lavado que han sufrido los restos o por la antigüedad de las muestras. De todas maneras no podemos conocer la edad exacta de los restos de macrofauna. La microfauna se ha recogido del sedimento que se ha conservado entre los bloques y no podemos asegurar que este sedimento sea coetáneo a los macrorestos recuperados. En resumen este yacimiento presenta un problema estratigráfico ya que todas las muestras se encuentran entre material de colapso por lo que podría bien provenir de diferentes niveles, aunque los macrorestos parece que sí serían coetáneos. Otro problema es la falta de datación. La fauna de macromamíferos es característica de niveles fríos por lo que solamente podemos decir que los restos de rnacrofauna son al menos coetáneos o más antiguos que la última pulsación fría del Wunn IV. MATERIAL 1 Bovini Rupicapra rupicapra 21 3 Cervus elaphus 136 4 146 5 Rangifer tarandus Coelodonta antiquitatis KOBIE (Paleoantropología n.º 28), año 2009 Ursus sp. 4 Lynx spelaea 3 Felis silvestris Meles meles Vulpes vulpes Total ident. Indeterminado Total 3 316 4 320 Tabla 1.- Número de restos y de individuos por especies. La muestra de macromamíferos está constituida por 320 restos que pertenecen a diez taxones distintos (Tabla 1) (Fig. 3). Hay 5 especies de ungulados (gran bóvido, sarrio, ciervo, reno y rinoceronte lanudo) y otras tantas de carnívoros (oso, lince, gato montés, tejón y zorro). Hay diferencias cuantitativas significativas a favor de los herbívoros tanto en cantidad de restos como en el mínimo número de individuos representados. En este grupo además destacan por su elevada frecuencia dos especies de talla grande: Coelodonta antiquitatis y Cervus elaphus (Fig. 2). Las frecuencias de grandes bóvidos y de reno entre los ungulados y del gato montés y tejón en los carnívoros son meramente testimoniales. Con los datos precedentes la primera cuestión que se plantea es el origen de esta tafocenosis. El primer argumento a tener en cuenta es la ausencia de cualquier evidencia de carácter antrópico. No se ha encontrado elemento alguno de industria lítica ni marcas de fragmentación o cualquier otro tipo de manipulación en los huesos animales que conforman esta acumulación. La distribución anatómica de los restos y su estado de conservación no encajan con el modelo habitual que aparece en los lugares de ocupación de los grupos de cazadores del Paleolítico Medio y Superior del entorno próximo al yacimiento. A este respecto es significativa la relativa abundancia de huesos completos del esqueleto axial de los dos ungulados más frecuentes (rinoceronte y ciervo). Tanto las vértebras como las costillas se conservan completas y en algunos sectores casi en conexión anatómica. Lo mismo puede decirse de los huesos largos de las extremidades o de las cinturas óseas. f'. CASTAJilOS, X. ~1URELAGA, S. BAJl..ON, J. CASTAf'OS, X. SAEZ. D~ T.Aí-1JENTS Y O. SUl\IU~Z . 28 160 140 120 100 80 60 40 20 o Rupicapra r. Cervuse. Coe/odonta a. Camivora Figura 4.· lU&togra.1n:1i con los resros de bc1hf\•01'0s y camhuos. La hipótesis m;1s verosíuúl es que lós animales del entorno me!'odean por la enU11da de la cueva bien como refugio tcmporal o permanente. En algllDOS casos al aventurarse unos metros en el interior y debido a la extremada pendiente la salida se hace inviable y posiblemente mueren de inruúción. El áempo y los agentcs ffsicos (agua. grandes roca.~ y gravedad) han complewdo el proceso de reparto a lo largo de toda la cavidad. Lógicameme la mayor acumulación se produce en el sumidero del fondo de la C<tvid.ad. En este supuesto nos encontraríamos con una acumulación de restos esqueléticos de especies que viven en el entorno más próximo y por tanto con una muestra que carece del sesgo producido por Ja deprec;lación (humana o de carmvoros) tmto en el espectro taxonómico como en la distribución anatómica de los restos. Estaríamos ante una cavidad que ba acrnado . como trampa natural . . alrededor de un kg que posteriormente han sido tami1.ada.~ usando como malla inferior la de 0.5 mm de luz. En el caso de los mac..Tomam.íferos la metodología emplemla en la identificación a nivel anatómico y taxonómico así como los critel'ios pll.l'a la estimación de la edad y del sexo es Ja com11n en este tipo de trabajo y por muy repetida en múltiples publicaciones omitimos aquí. Todas las medidas han sido obtenidas siguiendo la me!Odología ya cJ;ísica de¡\_ v.d. Driesch (1976) utilizada en pr;\cticamente todos los an<ílisis de faunas ibéricas. Se han expresado todas ellas en mm. con un error estimado de 0,5 mm . en todas la.~ que superan los 20 mrn.(salvo los me1<1podios de Lagomorfos) y de0,05 mm. en lus demás. Las abreviaturns utilizadas son las siguientes: Anchufa METODOS /\nc.h.mín.diáfisis Aoch. proximal Parn la microfauna el muestreo se ha reafo.ado entre los bloques de la escollera, habiéndose situado en cada momento el lugar donde se ha recogido el sedimento (Fig. 5). Se han recogido 19 bolsa.~ de Anch.sup.011.caudal Anch. sup.art.prox. ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZIKAKO KOBA (KORTEZUBI, BIZKAIA) Esp. proceso ancóneo Long. diagonal base Long. mínima cuello Long. máx. Periférica Long. serie. d. sup. Número de restos 29 Por lo que a la osteometría del rinoceronte se refiere la longitud más precisa de las piezas es la de las perpendiculares a la línea del cuello de forma parecida a como se obtiene la eslora de una embarcación. La longitud en la base es más imprecisa por la curvatura que ésta presenta y que impide establecer puntos concretos para la medición. A pesar de esta imprecisión damos también esta última medida ya que los únicos datos publicados en la Península (Altuna y Mariezkurrena, 2000) la incorporan. La anchura es también la máxima tomada a nivel del cuello entre el pliegue del paracono y la extremidad lingual del protolofo. Por su parte la altura está tomada entre la línea del cuello y el punto más alto de la muralla externa. Esta medida sólo se tomará en piezas con poco o ningún desgaste. Finalmente el índice de hipsodoncia es el porcentaje de la altura respecto de la longitud máxima. SISTEMATICA Clase Mammalia Orden Rodentia Familia Gliridae Género Glis Brisson, 1762 nch. sup. art. distal Glis glis Linnaeus, 1766 Anch. tuberosidad proximal Descripción y discusión: Diámetro rnín. base Esp. mín. olécranon Grosor tuberosidad proximal La mayor talla y la mayor presencia de crestas accesorias de los molares inferiores, separan el material de Lezika de Eliomys quercinus y permiten atribuirlo a Glis glis. El lirón gris es una especie indicativa de climas templados, además de masas arbóreas importantes (Pemán, 1985) (Fig.6). Long. dorsal Familia Muridae Subfamilia Arvicolinae Género Arvicola Lacépede, 1799 Arvicola terrestris (Linnaeus, 1758) Descripción y discusión: Número mín. individuos KOBIE (Paleoanlropología n.º 28), año 2009 Los molares no tienen raíces y desarrollan cernen- 30 P. CASTAÑOS, X. MURELAGA, S. BAILON, J. CASTAÑOS, X. SAEZ DE LAFUENTE Y O. SUAREZ. to en los entrantes que hay entre los triángulos. Los Mil están constituidos por cuatro triángulos linguales y tres triángulos labiales. El esmalte tiene continuidad en todo el perímetro del molar, siendo este más grueso en el lado mesial de los triángulos que en el distal. Los valores de SDQ calculados han proporcionado valores inferiores a 100. Esta especie necesita suelos profundos y húmedos para sobrevivir. Vive.en alta montaña y en praderas, a distintas altitudes. También aparece cerca de los ríos y arroyos, pero nunca en bosques densos (Sesé, 2005). En simpatría con A. sapidus, A. terrestris suele ocupar zonas más lejanas de los ríos y arroyos (Cuenca Bescós y García Pimienta en prensa) (Fig.6). lado mesial que en el distal. El complejo posterior está constituido por tres triángulos cerrados, y el complejo anterior por cuatro triángulos cerrados o casi cerrados. Todos los triángulos son muy asimétricos entre ellos. Estas dos especies no tienen determinaciones ambientales muy específicas, y no son muy utilizados a la hora de realizar reconstrucciones peleoecológicas (Pemán, 1985) (Fig.6). Género Terrícola Patio, 1867 Terrícola sp. Descripción y discusión: Género Microtus Schrank:, 1798 Microtus oeconomus (Pallas, 1776) Descripción y discusión: Los molares no tienen raíces y presentan cemento entre los triángulos. Al no desarrollarse el triangulo 6 en el Mil , la superficie oclusal tiene cinco triángulos en el lado labial y tres en el lingual. Esta especie también se conoce como Microtus ratticeps, pero tiene preferencia la denominación de Micro tus oeconomus. La ausencia del triangulo t6 es un carácter diagnóstico propio de M. oeconomus. Es una especie muy común en zonas de Taiga y Tundra. Debido al reparto periártico que tiene actualmente esta especie, algunos autores (Chaline, 1972; Pemán, 1985), relacionan el incremento de sus poblaciones durante el Pleistoceno con las etapas climáticas más frías. De todas maneras, también aparece en las etapas climáticas más templadas, aunque en proporciones mucho más pequeñas (Fig.6). Los Mil se caracterizan por la presencia de cuatro triángulos en el lado lingual y cinco triángulos en el lado labial. No presentan raíces, pero sí cemento en los entrantes. Los triángulos t4-t5 se encuentran totalmente comunicados entre ellos. Estos dos triángulos dibujan un rombo, llamado el primer rombo Pitimiano. Los triángulos t6-t7 también se encuentran comunicados entre ellos y forman el segundo triángulo Pitimiano. El grosor del esmalte no es constante en todo el perímetro del molar siendo en el lado mesial más grueso que en el distal. En la actualidad en la Cornisa Cantábrica coexisten dos especies de este género, T. lusitanicus y T. pyrenaicus. Es muy difícil diferenciar estas dos especies debido a su gran parecido morfológico. Por esa razón, el material estudiado se ha determinado como Terrícola sp. Actualmente las especies de este género viven en zonas de suelos profundos y húmedos o en zonas de pradera con abundante vegetación (Fig.6). Familia Murinae GéneroApodemus Kaup, 1829 Grupo Microtus arvalis (Pallas 1778) wagrestis (Linnaeus, 1761) Grupo Apodemus sylvaticus (Linnaeus, 1758) -flavicollis (Melchior, 1834) Descripción y discusión: Descripción y discusión: Los Mil presentan cinco triángulos linguales y cuatro labiales. Los entrantes entre los triángulos tienen cemento y no desarrollan raíces. Los triángulos t4-t5 están cerrados. El esmalte es más grueso en el Los representantes de este género se caracterizan por tener dientes braquiodontos con raíces. La superficie oclusal esta formada por seis cúspides en los KOBIE (Paleoantropologfa n.º 28), año 2009 ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZIKAKO KOBA (KORTEZUBI, BIZKAIA) primeros molares (tanto superior como inferior) y cuatro en los molares segundo y tercero. En la cara labial el Mil tiene tres cúspides accesorias, el M/2 de dos a una y el M/3 esta reducido y con la parte posterior estrechada. Aunque en el Pleistoceno y Holoceno de la comisa Cantábrica se pueden encontrar tanto en periodos templados como en más fríos, las poblaciones suelen ser más abundantes cuanto más benignas son las condiciones ambientales con temperaturas suaves, humedad alta y desarrollo importante de masas boscosas (Fig.6). 31 a Neomys pero superior al grupo Sorex minutus-minutissimus. Se encuentran en zonas húmedas con abundante vegetación tipo herbácea, arbustiva o arbórea (Pokines, 1998; Cuenca Bescós et al., 2008) (Fig.6). Familia Talpidae Género Talpa Linnaeus, 1758 Talpa sp. Familia Sciuridae Género Marmota Marmota marmota Descripción y discusión: El tamaño de los molares y lo característico del postcraneal de los tálpidos permite su idscripción al género Talpa pero para poder precisar a nivel de especie no disponemos de suficiente material. Descripción y discusión Los molares son braquiodontos con raíces y lofodontos. Aunque morfológicamente sean similares a los de las ardillas (Sciurus vulgaris) su tamaño notablemente superior hace que sean fáciles de diferenciar. En la actualidad la marmota suele habitar en la zona alpina por encima de la zona de bosque en prados abiertos y a altitudes entre los 1800 y 2400 metros. Normalmente la presencia de este organismo se ha asociado a etapas climáticas frías (Fig.6). Son euritermos, y suelen estar relacionados con grandes praderas húmedas. Por esa razón, la presencia del género puede tomarse como indicativo de humedad. En un principio, estaban relacionados con zonas boscosas, pero han tenido que adaptarse a las praderas (Kolfschoten, 1995) (Fig.6). Clase Amphibia Orden Anura Orden Insectívora Familia Ranidae Familia Soricidae Género Rana Linnaeus, 1758 Subfamilia Soricinae Grupo Rana sp Género Sorex Linnaeus, 1758 Descripción y discusión: Grupo Sorex coronatus Millet, 1882-araneus Linnaeus, 175 8 Descripción y discusión: El color rojo de las cúspides de los dientes es un claro indicativo de la subfamilia Soricinae. Dentro de esta familia los restos encontrados en Lezika se incluyen dentro del grupo S. coronatus-araneus, debido a que los incisivos inferiores tienen tres lóbulos en la superficie oclusal y por su talla, inferior KOBIE (Paleoantropología n.º 28), año 2009 Entre el material recuperado se encuentran un fragmento de maxilar, varias falanges, una vértebra sacra y un fragmento de húmero cuya morfología concuerda con la del género Rana. Desgraciadamente la elevada fragmentación del material fósil impide su determinación específica. Este grupo de especies de la región Eurosiberiana es característico de la Iberia húmeda y habita principalmente en zonas húmedas con abundante vegetación (Fig. 6). 32 P. CASTAÑOS, X. MURELAGA, S. BAILON, J. CASTAÑOS, X. SAEZ DE LAFUENTE Y O. SUAREZ. Familia Bufonidae Género Bufo Laurenti, 1768 Bufo calamita (Laurenti, 1768) Descripción y discusión: indicio razonable de que los distintos individuos de esta especie llegaron enteros a la cavidad (probablemente vivos). Y que la dispersión y posterior destrucción diferencial de ciertos elementos del esqueleto son consecuencia de factores fosildiagenéticos asociados a la dinámica desarrollada a lo largo del tiempo en la cueva. Se ha recuperado un ilion derecho cuya morfolo- concuerda bien con la establecida para los representantes de B. calamíta: ausencia de cresta dorsal y presencia de tuberosidad superior unilobulada y en punta y de una pequeña expansión lateroventral (Fig. 6), en la rama anterior del hueso (Sanchiz, 1977, Bailan, 1999). B. calamita es una especie pionera que en la región eurosiberiana ocupa principalmente las regiones costeras o relativamente secas, y menos favorables a B. bufo. La presencia de B. calamita en Lezika podría ser indicadora de un paisaje más seco y perturbado que hoy día. Actualmente, sólo B. Bufo, especie adaptada a biotopos estables y más húmedos, parece estar presente en la zona estudiada. Cráneo 17 Maxilar sup. Diente a. sup. 14 Cabeza 25,3 Mandfüula Diente a. inf. 4 Vértebra cervical 2 Vértebra dorsal 13 Vértebra caudal 2 Vértebra indet. 6 Costilla 51 Escápula 4 Húmero 2 Género Coelodonta Bron, 1831 Radio 4 Coelodonta antiquitatis Blumenbach, 1799 Ulna 1 Carpo 4 Pelvis 5 Fémur 3 Extremidades Tibia 5 23,97 Orden Perissodactyla Familia Rhinocerontidae Descripción y discusión: El rinoceronte lanudo con 146 restos es la especie de macromamífero mejor representada en el yacimiento tanto en número de restos como en número mínimo de individuos. La distribución por regiones anatómicas de los huesos y dientes (Tabla 2) indica que las regiones del cuerpo más frecuentes son la cefálica y el esqueleto axial. Sin embargo, esta primera observación ha de ser matizada ya que la destrucción de los huesos maxilares ha provocado la separación de las piezas dentarias con el consiguiente aumento del número de elementos craneales. Y el elevado estado de fragmentación de las costillas ha producido el mismo fenómeno (aunque más acentuado cuantitativamente) con el esqueleto del tronco. Tronco 50,68 Peroné Astrágalo 1 Calcáneo 2 Metapodio ind. Falange 1 Falange 2 Total 146 Tabla 2.- Distribución anatómica de los restos de rinoceronte. Al margen de los sesgos indicados, parece claro que la elevada presencia de vértebras y costillas es un KOBIE (Paleoantropología n.º 28), aílo 2009 ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZIKAKO KOBA (KORTEZUBI, BIZKAIA) Número mínimo de individuos A partir del material dentario se ha podido registrar la presencia de al menos cinco individuos distintos cuyas edades se reparten a lo largo de todo el ciclo ontogénico. Para el rinoceronte lanudo faltan criterios para establecer edades absolutas y las únicas fases descritas y publicadas (Borsuk-Bialynika, 1973) se basan en el estado de fusión de los huesos craneales que en la mayor parte de los casos no se conservan. Sin embargo, los restos más frecuentes suelen corresponder a la dentadura y en base a la secuencia de sustitución y sobre todo a las modificaciones morfológicas del esmalte asociadas al desgaste se ha establecido recientemente (Alvarez, 2007) una secuencia de edades relativas que resultan útiles para establecer grosso modo ciertos intervalos de edad semejantes a las cohortes utilizadas en estudios arqueozoológicos. Llamaremos grupos de edad a los de la primera autora y fases a las definidas por el segundo siguiendo la nomenclatura de éste. Hay un maxilar superior derecho que conserva toda la serie lacteal sin desgastar y que sin duda corresponde a un individuo infantil. Es el único ejemplar peninsular que conserva todas las piezas de leche unidas a la arcada superior. La otra muestra relativamente importante de piezas superiores deciduas procede del yaeimiento guipuzcoano de Labeko Koba (Altuna y Mariezkurrena, 2000) e incluye una serie parcial con el segundo y tercer molar de leche y varias piezas aisladas en número de 13 y distintos grados de desgaste. También hay un D4/ recuperado en Lezetxiki y un D3/ en la cantera vizcaína de Vía (Altuna 1972 y 1974) de los que no se publican medidas. Un segundo individuo está representado por un fragmento de mandíbula derecha que conserva aún las dos últimas piezas deciduas, tiene emergiendo el primer molar y se observa dentro de la tabla el embrión del segundo molar aún sin erupcionar. Puede incluirse en el grupo de edad I denominado Joven. A este mismo animal pudieran pertenecer dos premolares superiores y un segundo molar inferior aislados que no presentan ningún desgaste. 33 Finalmente hay un cuarto premolar y un primer molar superiores derechos junto a un M/1-2 del mismo lado que ofrecen un grado alto de atrición y sin duda pertenecieron a un individuo de edad avanzada. Morfometría de la dentadura superior El Dl/de Lezika tiene forma triangular con importante proyección hacia delante del parastilo y un ectolofo convexo. Además presenta un relieve más marcado entre el parastilo y el pliegue del paracono que entre éste y el del metacono. La foseta posterior está cerrada y presenta un protocono aislado en un protolofo poco discontinuo. Se diferencia del de Labeko Koba en que en éste hay también una prefoseta cerrada consecuencia de un mayor grado de desgaste. Esta pieza carece de cíngulo. El D2/tiene una configuración general más trapezoidal que el anterior con la superficie exterior del ectolofo ondulada y el parastilo prolongado hacia delante. El gancho y especialmente la crista están bien desarrollados y delimitan una foseta media con un cierre incompleto. Hay un esbozo de estrechamiento en el paracono y presenta un inicio de cíngulo intermedio. La postfoseta y el valle anterior permanecen abiertos. Los dos últimos de la serie (D3/y D4/) muestran una morfología similar al segundo con un aumento de tamaño en sentido distal. Carecen de cíngulo interno y presentan uno anterior. Las medidas de estos molares de leche coinciden con las de Labeko Koba tanto en los valores absolutos como en el índice de hipsodoncia en el único caso en que éste se ha podido estimar (Tabla 3). Dl sup.: 23,3 LM L base cor. 22 23,5 19,2 Hay también un segundo molar superior y el tercer inferior (ambos izquierdos) con un primer grado de desgaste. Se pueden atribuir a un individuo del grupo ID (Adulto-viejo) y de la fase 3. A base cor. 19 18,3 19 18,2 17,6 La presencia de un P3-4/ y un M2/derechos junto a dos M/1-2 (uno de cada lado) permite registrar la presencia de un animal que puede incluirse en el grupo ill-N y en la fase 5. Desgaste KOBIE (Paleonntropología n.º 28), año 2009 H I hipsodon. D2 sup.: 75,53 + + o P. CASTAÑOS, X. MURELAGA, S. BAILON, J. CASTAÑOS, X. SAEZ DE LAFUENTE Y O. SUAREZ. 34 origen al nombre del género (Coelodonta: diente agujereado). LM 32,5 L base cor. 29,5 29 32 24,9 Abase cor. 31,5 28 32 31,6 26,5 27 22,6 H 29,4 I hipsodon. Desgaste La escasa profundidad del extremo lingual del valle anterior hace que con un mfuimo desgaste quede aislado este valle como consecuencia de la unión de los extremos del protolofo y metalofo. En todos ellos la inclinación de los dos lofos linguales respecto del ectolofo es muy acentuada, el esmalte es rugoso y presentan abundante cemento, caracteres todos ellos que son típicos del rinoceronte lanudo. 76,87 ++ o o + D3 sup.: LM 42 L base cor. 37 44 A base cor. 35,5 40 40 35,6 32,5 32 28,3 H 32,5 I hipsodon. De la escápula izquierda se conserva un fragmento de cuello sin nada de la superficie articular y con una porción de la región anterior de la tabla que conserva el inicio de la espina. 69,87 ++ + + o 46 46 52 44 L base cor. 37,5 36,5 38,5 36 Abase cor. 38,5 38 45 39,3 44 38,5 84,6 87,5 Desgaste Esqueleto postcraneal 40,5 Hay un húmero izquierdo que carece de las epífisis proximal y distal que aun no se habían fusionado. Corresponde por tanto a un individuo juvenil y no ha proporcionado medida alguna. D4 sup.: LM H I hipsodon. Desgaste ++ + + Tabla 3.- Medídas de la dentición superior de leche. Los premolares y molares definitivos presentan rasgos morfológicos típicos de la especie. En todas las piezas que tienen algún grado de desgaste está la foseta media aislada por la unión de la crista y el gancho presentando la configuración típica que da El antebrazo está mejor representado. Se conserva un radio completo derecho y el fragmento proximal de otro del mismo lado y de un individuo más grande. Este último presenta la mayor parte de la porción diafisiaria recubierta por una gruesa capa estalagmitica con aspecto de coliflor. Hay además un fragmento articular de una ulna derecha. Hasta el momento sólo se ha publicado un radio entero en la Península Ibérica. Procede del yacimiento madrileño de Los Rosales (Alvarez, o.e.). Las dimensiones de nuestro material entran en el dominio de dispersión de rinoceronte lanudo y son menores en longitud al umbral mínimo del rinoceronte de Merck (Guerin, 1980). La robustez es grande y coincide con el ejemplar madrileño y con los de Labeko Koba (Altuna y Mariezkurrena, o.e.) (Tabla 4). Ap 113 111 373 111,7 390 113 107 Ep 79.5 65,5 82,5 78,5 79;2 71 57 40,5 60 AD ED Ad Ed Ulna: APC 46,5 90 35 61,6 42,8 111,5 128 68 76 81 Tabla 4.· Medidas del radio y ulna de yacímientos ibéricos. KOBJE (Paleoantropologfa n." 28), año 2009 ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZIKAKO KOBA (KORTEZUBI, BIZKAIA) 35 La representación anatómica de la extremidad anterior se completa con dos carpales fragmentados de los que no se ha podido obtener medida alguna. Sin duda alguna una de las regiones anatómicas mejor representada en esta muestra es la cintura pelviana. En el ámbito peninsular sólo hay dos fragmentos acetabulares en La Parte (Alvarez, o.e.) y Labeko Koba. La recuperación en Lezika de las dos pelvis de un mismo individuo con apenas alguna erosión en el borde de la pala ilíaca constituye un hallazgo excepcional y merece un análisis morfométrico detallado. LM 129,5 EM 129,5 72,5 70 AM 85,5 85 81,4 Atp 56 58 55 Gtp 7 74 64,4 Amd 47 46 42,9 Astrágalo: El fémur sólo está representado por un fragmento proximal al que le falta la epífisis por no estar aún fusionada y un fragmento del tercer trocánter de una diáfisis. Hay una tibia izquierda completa a la que faltan las dos epífisis sin fusionar. El hueso correspondiente del lado derecho está roto en tres fragmentos (proximal, distal y de diáfisis). Ambos pertenecieron a un individuo juvenil. Sin embargo, el hallazgo de mayor interés en esta parte del esqueleto es una tibia izquierda completa que hasta el momento resulta, al igual que la pelvis, única en la Península. Lo mismo cabe decir de la mitad distal de un peroné. Las dimensiones de la tibia coinciden con el ejemplar de Labeko Koba y son mayores que el de La Parte (Tabla 5). LM 83,8 AM 96 LS 65 AS 90 ASd 83,5 Falange 1: Labeko LM 45 58 Ap 48 64 AmD 39,5 Ad 44,5 \. ~ 52 ·'•- Tabla 6.- Medidas del calcáneo, astrágalo y falange 1. LM 381 Ap 125 AD 65 64 ED 60,5 54,5 Ad 104,5 105,5 Ed 80 78 ASd Se ha recuperado un solo fragmento de metapodio que no se ha podido adscribir a ningún dedo ni por tanto obtener medidas. Y en el acropodio se conservan una falange primera y segunda del tercer dedo. Orden Artiodactila 63 Familia Bovidae 90,5 Tabla 5.- Medidas de la tibia en yacimientos ibéricos. Los huesos del tarso a pesar de su robustez y estructura compacta tampoco son frecuentes en la Península. Hay solamente dos calcáneos: uno completo en La Parte y otro fragmentado en la repetida cueva guipuzcoana (Tabla 6). Sin embargo, llama la atención que no se conozca ningún astrágalo. En Lezika se han conservado en toda su integridad los dos calcáneos y el astrágalo izquierdo del mismo individuo. KOBIE (Paleoantropología n.º 28), año 2009 Género Bos Linnaeus, 1758 Bison Smith, 1827 Bos primigenius Bojanus, 1827/ Bisan priscus Bojanus, 1827 Descripción y discusión: Hay un fragmento mandibular que conserva el cóndilo articular recuperada en la proximidad de la P. CASTAÑOS, X. MURELAGA, S. BAILON, J. CASTAÑOS, X. SAEZ DE LAFUENTE Y O. SUAREZ. 36 entrada que pertenece a un bisonte o a un uro. Teniendo en cuenta que un resto de estas características no es susceptible de identificación a nivel específico, dejamos su identificación sin más concreción. Cabeza 2 Mandíbula 9,5 Vértebra Tronco 23,8 4 Costilla Género Rupicapra Linnaeus, 1758 Húmero Rupicapra rupicapra Linnaeus, 1758 Radio Descripción y discusión: 3 Metacarpo El sarrio o rebeco está presente en la muestra con 21 restos que representan un mínimo de tres individuos: dos adultos y uno que tiene la epífisis distal del metacarpo aún sin fusionar. La distribución anatómica de los restos (Tabla 7) muestra una menor proporción de elementos axiales que en el ciervo y en el rinoceronte. Probablemente este dato tenga que ver con la mayor fragilidad y por tanto menor índice de conservación de las costillas al tratarse de una especie grácil y de poca envergadura. La aceptable conservación de los huesos ha proporcionado un conjunto interesante de medidas (Tabla 8) ya que esta especie al no ser muy abundante en los yacimientos no tiene aún datos osteométricos suficientes para una buena tipificación biométrica. Fémur Tibia 2 Extremidades 66,6 Calcáneo 1 Astrágalo Centrotarsal 2 Metatarso Falange 2 Total 21 Tabla 7.- Distribución anatómica de los restos de samio. Hay también aquí un fragmento de diáfisis de tibia con las características roídas de marmota que también se han observado en el ciervo y en el reno. 19,3 21 LM1-M3 42 43 LM3 18 17,4 Ad 30 AM3 6,3 6,6 Ed 17 Desg. + ++ LP2-P4 LMl 31 LM 32 LMm 30 Ap 13,5 Ap 25,5 AD 17 El 17,4 AD 7,7 Ad 30 Ad 20 Ad 99 Ed 17,3 Tabla 8.- Medidas aisladas de sanio. KOBIE (Paleoanlropologfa n.• 28), año 2009 ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZIKAKO KOBA (KORTEZUBI, BIZKAIA) 37 Familia Cervidae Género Cervus Linnaeus, 1758 Escápula 4 Cervus elaphus Linnaeus, 1758 Húmero 32 Radio 3 Descripción y discusión: Metacarpo Los 138 restos de ciervo representan un mínimo de cinco individuos distintos de los cuales cuatro son adultos. La distribución anatómica de los restos (Tabla 9) indica un claro predominio de elementos del tronco como en el caso del rinoceronte y por tanto confirman que llegó a la cavidad el animal entero. No parece que se pueda suponer ningún tipo de depredación. Llama la atención la presencia de cuatro cuernas de desmogue frente a un solo individuo que conservaba en el cráneo el arranque de la cuerna aunque ésta posteriormente se haya fragmentado. En ausencia de humanos que hayan podido llevar a la cavidad cuernas de desmogue desde el exterior hay que suponer que la presencia de éstas se debe a que los animales que llegaron a la cueva estaban a punto ya de perderlas. Lo cual implica que esto ocurrió entre finales del invierno (Marzo) y comienzos de primavera (Abril). Pelvis 2 Fémur 3 Tibia Extremidades Maleolar 23,9 Calcáneo Centrotarsal Metatarsi 4 Metapodio ind. 1 Falange 1 4 Falange 2 2 Falange 3 2 Total 138 Tabla 9.- Distribución anatórrúca de los restos de rinoceronte. Cuerna 15 Cráneo 4 Cabeza 16,7 Maxilar sup. Mandíbula 3 Vértebra cervical 8 Vértebra dorsal 13 Vértebra lumbar 13 Vértebra indet. 2 Sacro 7 Costilla 36 Esternón 3 KOBIB (Paleoantropologfa n." 28), año 2009 Tronco 59,4 Las medidas obtenidas (Tabla 10) quedan dentro del dominio de dispersión del ciervo del Pleistoceno Superior y son mayores que las de sus congéneres holocénicos. Las osamentas de ciervo se conservan bastante enteras. Las roturas que se observan se concentran en los huesos largos y parecen consecuencia del impacto con los bloques que forman el cono de derrubios ya que se ha obtenido algún remontaje. Hay sin embargo, un metacarpo completo con desgaste de la diáfisis próxima al extremo distal producido por roídas que pueden atribuirse a la marmota por la anchura de las marcas y la presencia de varios individuos de este gran roedor en la cavidad. P. CASTANOS, X. MURELAGA, S. BAILON, J. CASTANOS, X. SAEZ DE LAFUENTE Y O. SUAREZ. 38 DMB 83 75 65 73 LP2-M3 141 127 DmB 76 60 62 70 LP2-P3 50,5 48,5 87,5 79,5 AFM 40,5 LMI-M2 ACO 86,5 LM3 39 31,5 AMO 133 AM3 16,8 13,8 Desg. ++ ++ ASer 91 AScd 83 Ap 79 ASer 78 68 59 AT LM 270 LM 296 Ap 50,5 Ap 43 AD 30 AD 30,5 Ad 525 Ed LMpe 61 Ap 25,5 AD 21 Ad 23,5 26 24 283 ASp 67,5 Ad 60 LSD 53 Ldo 50,5 47 31,5 LM 44,5 45 Ap 25 25 AD 19 20 Ad 20,5 22 Tabla 10.- Medidas aisladas de los restos de ciervo. Género Rangifer Smith, 1827 Rangifer tarandus Linnaeus, 1758 Descripción y discusión: Hay un resto que pertenece al reno que es la segunda especie de cérvido presente en el yacimiento. Se trata de un húmero izquierdo completo de reno que presenta toda la región del trocánter mayor recubierta de una espesa capa estalagmítica con numerosos núcleos de cristalización distribuidos en forma de mamelones tal como ocurre en otros huesos y en numerosos clastos de la cavidad. Además la mitad mesio-plantar de la epífisis distal está completamente roída de la misma forma que ocurre en algún metapodio de ciervo. El tipo de incisiones permite suponer que el responsable de esta peculiaridad tafonómica probablemente fue también la marmota. Aunque el reno sólo ha proporcionado un hueso, el estado de conservación del mismo le confiere un gran interés desde el punto de vista osteométri.co. Esto es debido a la escasez endémica de restos de esta especie en la Región Cantábrica que es tanto como · decir en la Penfusula Ibérica. KOBIB (Paleoantropología n.º 28), año 2009 ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZIKAKO KOBA (KORTEZUBI, BlZKAIA) Además el húmero es uno de los huesos largos del reno que más se fractura. En la más completa revisión publicada hasta hoy de muestras de esta especie (Weinstock, 2000) procedentes de 29 yacimientos europeos, sobre un total de 6.804 restos medidos, sólo se han obtenido tres longitudes totales de este hueso: dos en Stellmoor (Alemania) y una en Sandford Hill (Gran Bretaña). Países con yacimientos ricos en restos de reno como Francia no conservan ningún húmero completo debido a que proceden en su mayoría de yacimientos antrópicos. La situación en la Península es aún más precaria. Hasta el presente no se ha recuperado ni un solo húmero entero. Recientemente se ha incluido la primera medida completa de esta región anatómica (Alvarez, 2007) correspondiente a un ejemplar procedente de Kíputz IX. Se trata de un yacimiento paleontológico de reciente excavación y cuyos materiales de reno son excepcionales no sólo en la Península sino en el SW europeo (Castaños et alii, 2006). Como prueba de ello baste decir que en este conjunto se han recuperado al menos una decena de húmeros enteros, cifra que casi duplica a todos los publicados en el Occidente de Europa. Actualmente la rica muestra de fauna de este yacimiento es objeto de estudio sistemático. Ante esta situación las medidas del ejemplar de Lezika adquieren una especial significación por su aportación al conocimiento de la osteometría de esta especie. Por ello se recogen las dimensiones de la pieza junto con la de otros ejemplares prehistóricos y actuales (Tabla 11). 39 Aunque la muestra desde el punto de vista estadístico es pequeña y por tanto muy vulnerable a los factores aleatorios, se puede afirmar que la varianza es alta. El dimorfismo sexual propio de esta especie puede explicar diferencias de hasta 45 mm en ejemplares actuales. Los dos valores peninsulares están en el rango más bajo de la distribución. En el futuro y con nuevos datos como los de Kíputz IX se podrá aclarar si estas dimensiones tan bajas son debidas al dimorfismo o hay otros factores cronológicos o geográficos involucrados en este fenómeno. Orden Carnivora Familia Ursidae Género Ursus Linnaeus, 1758 Ursus sp. Descripción y discusión: Familia Felidae Género Lynx Kerr, 1792 Lynx spelaea Boule, 1919 Descripción y discusión: Lezikak:o koba 217 63 49,5 Kiputz IXI 215 60 52 216,4 65,7 54,6 19,6 41,4 Stellmoor2 226,8 68,5 54,2 20 41 Alemania 232.9 68,7 57 !) 20.4 40,6 70 66 Sandford HilJ2 20 43 44 Inglaterra 253 260 Actuales3 261 271 215 67 62 70 70 76 76 1: Alvarez (2007) 2: Weinstock (2000) 3: Degerbol & Krog (1959) Tabla 11.- Medidas de húmeros completos de reno. KOBIE (Paleoantropologfa n.º 28), año 2009 El lince ha proporcionado dos huesos largos enteros (húmero y fémur) y un fragmento distal de metatarsiano. Pudieron pertenecer todos ellos a un mismo individuo. Aunque los huesos largos aparecieron en distintos sectores de la cueva hay que recordar el carácter alóctono de la mayor parte de los restos respecto a su lugar de recogida. En Europa perviven dos especies de lince: el boreal o nórdico (Lynx lynx Linneo, 1758) de mayor tamaño y que muestra caracteres dentarios arcaicos y la forma ibérica (Lynx pardinus Temminck, 1824) más pequeño y con morfología dentaria más evolucionada. El primero ocupa actualmente las regiones más septentrionales del continente y el segundo tiene una distribución restringida al SW peninsular. Pero a lo largo del Pleistoceno son frecuentes hallazgos atribuidos por diversos autores, entre los que destaca Bonifa y, atribuidciS' a una tercera forma denominada Lynx spelaea a la que se da categoría específica y que se basa en el Felis (Lynx) pardina de raza spelaea P. CASTAÑOS, X. MURELAGA, S. BAILON, J. CASTAÑOS, X. SAEZ DE LAFUENTE Y O. SUAREZ. 40 descrito por Boule (1919) a partir de materiales del Observatoire y Grimaldi. Esta especie, según la citada investigadora, sería de talla intermedia, dentición menos arcaica y representaría una forma precursora del lince ibérico. Los hallazgos paleontológicos de las últimas décadas de lince nórdico en la vertiente septentrional de los Pirineos han modificado sensiblemente las áreas de distribución de estas especies. Los trabajos de Clot y Besson (1974) y de Clot (1983) confirman la presencia de ejemplares subactuales en los sectores central y occidental de la cordillera, Incluso su pervivencia hasta el pasado siglo aunque no confinnada de modo completamente satisfactorio parece bastante probable (H. Navarre, 1979). Su presencia en la cornisa cantábrica está bien registrada en Pagolusieta y Rascaño (Altuna, 1980 y 1981) así como en Santimamiñe y Urratxa ID (Castaños, 1986). El lince ibérico está presente en la mayor parte de la península incluidos algunos yacimientos cantábricos que podrían apoyar la hipótesis de la coexistencia de ambas especies. El problema se complica cuando se acepta la presencia de la forma intermedia representada por el lince de las cavernas. Lo cual nos lleva a la cuestión de la atribución específica de los restos de Lezik:a. Los criterios para la distinción taxonómica entre la forma boreal e ibérica residen fundamentalmente en la morfología dentaria y en la osteometría. A falta de elementos craneales en nuestra muestra hay que echar mano de argumentos métricos. En primer lugar conviene recordar el dimorfismo sexual que existe en estos félidos y que ha de tenerse en cuenta a la hora de utilizar criterios osteométricos. Así, a partir de las varianzas y medias de húmero y fémur de cuatro machos y cinco hembras del Museo de Copenhague (Morales, 1976) se comprueba que los valores de Lezika no alcanzan ni siquiera los umbrales mínimos longitudinales de las hembras de lince boreal (Tabla 12). Tan sólo alcanza los valores más bajos de las anchuras y ello porque el índice de robustez de la forma espeleana supera incluso a la del lince nórdico (Tenu, 2006). Por lo tanto parece claro que no se trata de esta última especie. 32 37,3- 39 38,2 31,5- 35,7 33,4 LM 194 223 ,6- 231,6 227,5 206- 222 213,8 Ap 36,5 40-42 41,1 36- 41 ,5 38,6 Ad Fémur: Tabla 12.- Medidas del húmero de lince nórdico en ambos sexos. Aunque resulte paradójico por tratarse de una especie viviente las medidas publicadas de lince ibérico son muy escasas ya que en yacimientos holocénicos de la Península no hay ningún húmero o fémur completos. Y de las poblaciones actuales apenas se han publicado datos osteométricos. Ad Por una parte recogemos conjuntamente los datos de dos ejemplares de la colección Regalía (Tenu, o.e.) y de otras cuatro hembras de la Sociedad de Ciencias Aranzadi procedentes de Toledo y del Coto de Doñana. Y en otra muestra los datos atribuidos al lince de las cavernas de tres yacimientos (Tabla 13). 6 27 ,5- 29,25 28,24 3 146,6- 175,75 156,95 32,2 33,4 32 Fémur: LM Ap 3 28-28,65 28,21 195 32,3 Tabla 13.- Medidas de lince ibérico y de lince de las cavernas. KOBIE (Paleoantropología n.ª 28), año 2009 ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZIKAKO KOBA (KORTEZUBI, BIZKAIA) Los valores del línce fósil (incluidos los de Lezika) quedan fuera del dominio de dispersión de especie ibérica y presentan todos ellos unas dimensiones intermedias entre las dos especies actuales de lince europeo sin zonas de solapamiento. Por tanto el ejemplar de esta muestra parece corresponder a esta especie fósil bastante frecuente en el Pleistoceno Superior. Género Pelis Linnaeus, 1758 Felis silvestres Linnaeus, 1758 Descripción y discusión: El gato montés ha dejado un fragmento acetabular de pelvis cuyas medidas son: LA 14,5 y AA 14. Familia Canidae Género Vulpes Linnaeus, 1758 Vulpes vulpes Linnaeus, 1758 41 CONCLUSIONES La asociación de los microvertebrados con abundantes restos del género Apodemus y la presencia de la especie Glis glis nos indican unas condiciones ambientales similares a las que se pueden observar en la actualidad en las cercanías del yacimiento, siendo estas, de temperaturas templadas y con abundante cobertera vegetal. Se han encontrado restos de Marmota marmota que aunque se suele asociar a momentos fríos también se ha llegado a encontrar en periodos calidos (Murelaga et al., Geogaceta). La asociación de macromamíferos es claramente indicativa de momentos más fríos, por lo que posiblemente los macro y los micromamíferos hayan tenido historias tafonómicas diferentes. Pensamos que los restos de macrofauna se depositaron en la escollera y que posteriormente la microfauna ha sido, probablemente en épocas más recientes, transportada y depositada entre los huecos de los bloques. Es posible que los restos de Mannota estén asociados tafonomicamente a los macromamíferos y no a los micromamíferos siendo de esta manera depositados en un momento climático frío. AGRADECIMIENTOS Descripción y discusión: El único representante de esta familia de carnívoros es el zorro con tres restos. Faltan el lobo y el cuon que aparecen en otros yacimientos del entorno. Se trata de un fragmento de canino superior, una vértebra lumbar y un atlas cuyas medias son: AScr 25,5 y AScd 19. Este estudio ha sido subvencionado por la Diputación de Bizkaia y los proyectos CGL200764428/BE del MEC, Unesco 07/01 y EHU08/06 de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea. BIBLIOGRAFIA Familia Mustelidae Altuna, J. 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Localización de las muestras de macrofauna recogidos entre los bloques de colapso. KOBIE (Paleoantropologfa n." 28), año 2009 ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZIKAKO KOBA (KORTEZUBI, BIZKAIA) N Microfauna ----- o 2 4 6 8 10 20 m. Figura S. Localización de las muestras de tierra para microfauna recogidos entre los bloques de colapso. KOBIE (Paleoantropología n.º 28), año 2009 47 48 P. CASTAÑOS, X. MURELAGA, S. BAJLON, J. CASTAÑOS, X. SAFZ DE LAFUENTE Y O. SUAREZ. Figura 6. Rana sp.1 fra,,,1T1I1ento de maxilar izquierdo, vista medial; 2 FaJange Terminal; 3 Vértebra sacra, vista ventral; 4 Fragmento de húmero izquierdo perteneciente a un individuo macho, vista ventral; Bufo calamita 5 Ilion derecho, vista lateral; Talpa sp. 6 Mandfbula derecha, vista labial; 7 Falange tercera; Sorex grupo arenaus-arcticus 8 fragmento anterior de mandfbula izquierda, vista lingual; 9a Fragmento de mandfüula derecha; 9b Cóndilo mandibular derecho; 10 Mil derecho; 11 Mil izquierdo; Pliomys lenki 12 Mil y M/2 derechos; Terricola sp. 13 Mil y M/2 izquierdos; 14 Mil izquierdo; Microtus agrestis-arvalis 15 Mil derecho; 16 Mil izquierdo; Glis glis 17 M3/ derecho; Apodemus sylvaticusflavicolis 18 Mil y M/2 derechos; Mannota mannota 19 Pelvis derecha; 20 Mandfüula izquierda. Escala a para figuras 1-7, b para figuras 8-8 y c para figuras 19-20. KOBIE (Paleoantropologfa n.º 28), año 2009 ESTUDIO DE LOS VERTEBRADOS DEL YACIMIENTO DE LEZTKAKO KOBA (KORTEZUBI, BIZKAIA) 49 Figura 7. Coelodonta antiquitatis 1 pelvis derecha e izquierda, vista ventral; 2 fragmento isquiático de una pelvis juvenil; 3 falange segunda, vista ventral; 4 falange primera, vista ventral; 5 radio y fragmento de ulna derechos, vista medial; 6a P4/-Ml/-M2/ derechos, vista labial; 6b P4/Ml/-M2/ derechos, vista oclusal; 7 calcáneos derecho e izquíerdo; 8 astrágalo izquierdo; 9 vértebra dorsal, vista caudal. Escala a para la figura l y b para el resto. KOBJE (Paleoantropología n.0 28), año 2009 50 P. CASTAF!OS, X. MURELAGA, S. BAJLON, J. CASTAFIOS, X. SAPZ DE LAFUENTE Y O. SUAREZ. Figura 8. Cervus elaphus 1 fragmento mandt"bula derecha, vista labial; 2 vértebras en conexión anatómica; 3 fragmento cuerna de desmogue; Rangifer tarandus 4 húmero izquierdo, vista medial; Cervw; elaphus 5 metacarpiano 3-4 izquierdo, vista ventral; Rupicapra rupicapra 6 metacarpiano 34 izquierdo, vista dorsal; 7a astrágalo izquierdo, vista ventral; 7b astrágalo izquierdo, vista dorsal; Lynx spelaea 8 fémur derecho, vista dorsal; Rupicapra rupicapra 9 fragmento mandfüula izquierda, vista labial. Escala b para la figura 3 y a para el resto. KOBIB (Paleoantropologfa n.º 28), año 2009