1ª Comunicación del Foro de Estudio del Cambio Climático de la ULA La Universidad de Los Andes ante el calentamiento global Antecedentes El calentamiento global es una de las amenazas más importantes con que se enfrenta la humanidad en la actualidad. Ya se ha producido un aumento en la temperatura promedio del planeta de cerca de 1°C sobre el promedio de la época pre-industrial, mientras las tendencias actuales apuntan hacia un aumento catastrófico entre 3°C y 5°C para finales de siglo. Cada una de las tres últimas décadas ha sido sucesivamente más caliente en la superficie de la Tierra que cualquier década anterior desde 1850 (IPCC, 2013). Según la NASA, una temperatura de 2 °C superior al promedio de la era pre-industrial no se ha registrado en la superficie de la Tierra en los últimos 800.000 años (NASA, Columbia University Earth Institute, 2013). Como producto de la actividad humana actualmente se emiten gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, cloro-fluoro-carbonos y SF6, entre otros) equivalentes a 50.000 millones de toneladas de CO2 por año (IPCC 2013). El 76% corresponde a emisiones de CO2, gas que se acumula en la atmósfera y se mantiene activo por más de 100 años. El segundo gas más importante es el metano, cuyas emisiones actuales equivalen al 16% del total. Las emisiones de hoy amenazarán la seguridad de varias generaciones futuras. El calentamiento global es principalmente consecuencia de un modelo de desarrollo basado en el consumo de cantidades crecientes de energía fósil: petróleo, gas y carbón mineral, fundamentalmente. Sobre esta plataforma se desarrollaron y fortalecieron las economías de los países industrializados. Las economías emergentes y los demás países en desarrollo tratan de emular tales procesos en su lucha por mejorar sus niveles de vida y superar la pobreza. El consumo de combustibles fósiles aportó en el 2010 el 84% de las emisiones anuales de CO2. La deforestación, principalmente concentrada en la franja tropical de América Latina, África y Asia, contribuyó con un 14% adicional. Otros procesos industriales aportan el 2% restante. 1 Entre las múltiples consecuencias del calentamiento global se encuentran: el derretimiento de las capas de hielo tanto en el Ártico como en la Antártida, reducción de los glaciares, aumento en el nivel del mar y su acidificación, intensificación de precipitaciones y sequías, aumento en la intensidad y frecuencia de huracanes y tormentas, afectación de ecosistemas, limitaciones en el suministro de agua y en la producción de alimentos, y la propagación de plagas y enfermedades. Los glaciares en los Andes venezolanos han perdido más del 80% de su superficie en los últimos 60 años; el remanente difícilmente sobreviva más de una década. La comunidad internacional, a través de las negociaciones sobre el calentamiento global que se desarrollan en el marco de la Organización de Naciones Unidas, acordó en la cumbre de Copenhague en el 2009 el objetivo de evitar un aumento en la temperatura global superior a los 2°C sobre el promedio de la época pre-industrial, lo que implica evitar que la concentración de CO2 en la atmósfera supere las 450 partes por millón. En el primer trimestre del 2014 se encontraba cerca de 400 ppm, con algunos puntos de monitoreo, como el observatorio de Mauna Loa, Hawái, superando este límite. Según la NASA, en los últimos 800.000 años no se había registrado una concentración de CO2 en la atmósfera superior a 300 ppm (NASA, Columbia University Earth Institute, 2013). Para alcanzar los objetivos trazados es necesario reducir las emisiones de CO2 entre 60% y 70% en los próximos 40 años, un gigantesco reto que debe ser afrontado por todos los países en proporción con sus respectivos niveles de responsabilidad y capacidad. Venezuela Sólo por el consumo de combustibles fósiles, Venezuela registra las más altas emisiones de CO2 por habitante de América Latina: 6.9 toneladas por habitante, muy superiores a las de Argentina (4.5), Méjico (3.8), Brasil (2.2), Perú (2.0), Colombia (1.6). Son también superiores a las de países considerablemente más industrializados: Italia (6,3), Francia (5.8), España (6.1), Irán (5.3). Las emisiones de CO2 por unidad del producto interno bruto son también las más altas de la región, lo que implica la menor eficiencia económica por unidad de CO2 emitido por 2 el consumo de energía: 0.57 kg de CO2 por dólar del PIB-PPA, muy superiores a las de Argentina (0.27), Brasil (0.2), Colombia (0.14), Perú (0.2). Según la FAO, la CEPAL, el Banco Mundial y la OIMT (Organización Internacional de la Madera Tropical), entre el 2000 y el 2010 se deforestaron en Venezuela 280.000 hectáreas por año, lo que contribuye más de 100 millones de toneladas adicionales de CO2 por año, elevando el promedio a más de 10 toneladas por habitante. Venezuela se coloca así entre los 22 países con mayores emisiones de CO2 por habitante. Según el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, entre el 2006 y el 2013 se reforestaron 40.000 hectáreas a través de la Misión Árbol, equivalente al 2% de los 2 millones de hectáreas de bosques naturales destruidas en el mismo período por el avance de la deforestación. Venezuela es uno de los 8 países con mayor diversidad biológica del planeta, asociada principalmente a los bosques naturales y a la diversidad de ecosistemas del país. La deforestación, la afectación de ecosistemas, el avance de la frontera agrícola y la contaminación de aire, aguas y tierras erosionan la diversidad biológica de la nación, el principal legado de generaciones futuras. Urge la definición de una política nacional para reducir significativamente la contribución de Venezuela al calentamiento global; detener la deforestación, la alteración de ecosistemas y la destrucción del patrimonio biológico de la nación; mejorar la eficiencia energética de la economía nacional, minimizar el despilfarro de electricidad, gasolina, gasoil y gas natural y diversificar las fuentes de energía primaria de origen renovable con énfasis en fuentes no convencionales: solar fotovoltaica, solar térmica, eólica, minihidráulica, biomasa y geotérmica. La Universidad de Los Andes La Universidad de Los Andes, decretada Universidad Ambiental de Venezuela el 6 de junio 2011 por el Consejo Universitario, dispone de recursos humanos capacitados para contribuir significativamente al análisis de las causas y consecuencias del calentamiento global, diseñar estrategias a nivel nacional, regional y local para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a definir un plan nacional de adaptación al cambio climático para afrontar sus inevitables consecuencias sobre la estabilidad y la seguridad de la nación. El Foro del Cambio Climático, constituido por la Universidad de Los Andes el 20 de Junio 2011, propone al Consejo Universitario apoyar actividades en marcha e impulsar nuevas iniciativas en los siguientes temas: 1. Considerar al cambio climático como prioridad para la investigación debido a su determinante influencia sobre la estabilidad ecológica de la nación, el suministro de agua, el consumo de energía, la biodiversidad, la economía, la salud y la 3 agricultura, así como por afectar intereses estratégicos de Venezuela por su elevada dependencia de la producción de combustibles fósiles. 2. Contribuir a cuantificar las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero y sus relaciones con la actividad económica e industrial. Colaborar con el sector oficial en la preparación de la Segunda Comunicación Nacional sobre Cambios Climáticos para cumplir con obligaciones establecidas tanto en convenios internacionales como en la legislación nacional. 3. Contribuir al diseño de estrategias para la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero, tanto para la región de Los Andes como para otras regiones del país. 4. Contribuir al diseño de programas de adaptación para afrontar las consecuencias del calentamiento global, tanto para la región de Los Andes como para otras regiones del país. 5. Analizar la aparente contradicción entre la pretensión de explotar petróleo durante los próximos 300 años, reiteradamente señalada por el gobierno nacional y las autoridades de PDVSA, y la necesidad de reducir sustancialmente y a corto plazo las emisiones globales de CO2 para cumplir con el objetivo de evitar un aumento en la temperatura promedio del planeta superior a 2°C para finales de siglo con respecto a la época preindustrial. 6. Evaluar la eficiencia energética de la economía nacional y proponer mecanismos para optimizarla. 7. Analizar la contribución al cambio climático de las emisiones provenientes de la generación de electricidad utilizando gas natural y derivados del petróleo. Diseñar un plan nacional para la mitigación y la compensación de las correspondientes emisiones de gases de efecto invernadero. 8. Contribuir al desarrollo de energías renovables monitoreando su viabilidad técnica, económica, ambiental y social. 9. Evaluar y monitorear el avance de la deforestación, la transformación de ecosistemas, la ampliación de la frontera agro-pecuaria y la contaminación de aire, aguas y tierras, aprovechando las ventajas ofrecidas por el satélite Miranda. Identificar causas, consecuencias y emisiones de gases de efecto invernadero. Contribuir a diseñar una estrategia nacional para erradicar la deforestación y minimizar las amenazas sobre la diversidad biológica antes del año 2020. 10. Diseñar un plan de restauración de la cuenca del río Chama, por pisos ecológicosaltitudinales, utilizando prioritariamente mezclas de especies autóctonas de cada zona, incluyendo la participación de las comunidades asentadas en ese territorio, como ejemplo a ser reproducido en otras cuencas del país. Evaluar su 4 contribución a la mitigación de emisiones de CO2. Promover la participación de CORPOANDES y de la Gobernación del Estado Mérida en este proyecto de impacto regional. 11. Analizar la frecuencia e intensidad del fenómeno El Niño–Oscilación Sur y sus efectos sobre el territorio nacional. Contribuir a diseñar una estrategia de contingencia para afrontar y mitigar tales efectos. 12. Analizar el abastecimiento de agua a la población de los Andes venezolanos tanto en cantidad como en calidad y sus proyecciones para mediados de siglo. Evaluar sus vinculaciones con el calentamiento global, el fenómeno El Niño–Oscilación Sur, la deforestación, la actividad agrícola y los asentamientos urbanos. Proponer un plan de contingencia ante las recurrentes fallas en el suministro de agua. 13. Capacitar a las comunidades en la medición y monitoreo de sus recursos hídricos y servicios eco-sistémicos, así como en la toma de decisiones, incorporando el conocimiento sobre el cambio climático y mejorando los mecanismos de interrelación del a universidad con las comunidades más vulnerables al cambio climático. 14. Fomentar la capacitación de la comunidad universitaria sobre las causas y consecuencias del calentamiento global, así como sobre el fenómeno El Niño– Oscilación Sur, a través de seminarios, talleres, cursos y diplomados que sirvan además para fomentar las relaciones con comunidades e instituciones de la región. 15. Diseñar un plan para la cuantificación y la mitigación de las emisiones de la Universidad de Los Andes (huella de carbono por sectores y dependencias) con el propósito de fomentar objetivos ecológicos y pedagógicos y alcanzar un modelo de Universidad Sustentable. 08/08/2014 5