1 CAPITULO I En este capitulo se plantea los antecedentes de las funciones del derecho en las relaciones sociales desde las dos concepciones tradicionales, ellas son la concepción funcionalista y relacional del poder. Posteriormente se plantea la problemática si el derecho constituye una institución que garantiza la neutralidad y la cohesión social ó por el contrario defiende los intereses de grupos o clases sociales . Se justifica este estudio ante la crisis de eficacia del sistema jurídico . El objetivo general de este trabajo es el estudio de la función del derecho desde la perspectiva relacional del poder utilizando el método de investigación: inductivo, deductivo, reflexivo, analítico y lógico. 2 1. ANTECEDENTES. En el transcurso de la historia han existido muchas teorías acerca de la función del derecho, sin embargo los sociólogos suelen enmarcar estas teorías dentro de dos concepciones; ellas son: La concepción funcionalista y la concepción conflictualista. El criterio para estas concepciones parte de la visión o percepción que se tenga de la realidad social; así por ejemplo la concepción funcionalista considera la sociedad como un conjunto de elementos en equilibrio; por el contrario la concepción conflictualista considera que la sociedad no es un sistema en equilibrio sino un entramado de relaciones de poder. Dentro de la concepción funcionalista pueden existir funciones y disfunciones, en el sentido que el sistema social esta formado por elementos que tiene la función de mantener la integración del sistema, de ahí que la función social es aquella consecuencia observable producida por la presencia de un elemento en el seno de un sistema social que aumenta o mantiene su grado de integración. Pero en el sistema social también pueden existir disfunciones, que es todo elemento que cumple mal su función. A continuación se expondrán algunas teorías acerca de la función del derecho que podría enmarcarse dentro de la concepción funcionalista. Carlos María Cárcova esquematiza el planteamiento de Norberto Bobbio de la siguiente manera: Funciones (I): a) Positivistas: Implica cumplimiento de los fines previstos. b) Negativas: Cumplimiento de fines contradictorios con los previsto, ejemplo de ello el sistema carcelario, (en el sentido que el fin del sistema penitenciario es la readaptación del individuo lejos de ser readaptado es insertado o promovido a entrar al mundo de los ilegalismos.) c) Disfunciones: Cumplimiento deficitario de los fines previstos un ejemplo de ello es el deficiente funcionamiento judicial). Funciones (II): a) Tradicionales: Evitar la conducta desviada. Proveer medios para la resolución de conflictos. b) Distributivas: Consisten en la distribución de los recursos sociales, económicos y no económicos a través de la actividad del Estado (bienes, empleo, educación, familia). 3 c) Promocionales: El derecho es más que un orden sancionador, promueve, incentiva, provoca conductas, a través de premios o estímulos asociados a la observancia de la norma. 1 Cárcova comenta que el planteamiento de Bobbio es interesante en lo que se refiere al distingo entre funciones, disfunciones y funciones negativas. Bobbio plantea que el derecho no solo puede cumplir funciones positivas que buscan mantener el punto de equilibrio del sistema social sino que de manera contingente, es decir puede suceder o no, también pueden producir funciones negativas, tal como la readaptación del individuo que no logra cumplir el sistema penitenciario. La disfunción es una patología de la función, es decir el no correcto desempeño de una institución (la lentitud y los costos de la justicia), mientras que la función negativa afecta a su propia funcionalidad, ejemplo el sistema penitenciario lejos de readaptar produce criminalidad. Es importante recalcar que pese a que Bobbio plantea las funciones negativas y con ello puede insinuar una aparente contradicción con los planteamiento funcionalista nunca profundiza entre los efectos del poder y la ideología, la función negativa vendría a equivaler a las funciones latentes de Merton2 , que son las que no aparecen como queridas o deseadas de manera voluntaria por la sociedad aunque contribuya al equilibrio y funcionalidad del sistema. Raz de forma similar a la de Bobbio plantea la funcionalidad del derecho de la siguiente manera: Funciones Sociales del derecho: 1. Funciones Directas: Son las que se realizan cuando se obedece y se aplica el derecho. Dentro de las funciones directas tenemos: Funciones Primarias: son las que afectan a la población en general. Entra las funciones primarias tenemos: a. Prevenir conductas indeseables y obtener conductas deseables. b. Proveimiento de servicios y redistribución de bienes. (servicios sociales) c. Resolución de disputas no regladas. Funciones Secundarias. Contribuyen al mantenimiento del sistema. Entre ellas tenemos: a. Regular el funcionamiento de los órganos jurisdiccionales. b. Regular procedimientos para la modificación del derecho. 1 Cfr. Cárcova, Carlos María; Materiales para una teoría critica del Derecho; Abelado-Perrot; Buenos Aires; 1978. p. 209. 2 Cfr. Merton, Robert; Teoría y Estructura Social; Fondo de la cultura económica de México; México D.F; 1992; p. 102. 4 2. Funciones Indirectas: Son aquellas cuya realización consiste en generar actitudes, opciones o comportamientos. Resultan del conocimiento sobre la existencia del derecho. Son las que el derecho aspira a alcanzar. Ejemplos: inculcamiento de valores, reforzamiento o debilitamiento de la autoridad, consecución de unidad nacional, etc. 3 Raz le asigna al derecho un papel más preponderante en las relaciones sociales y esta preponderancia del derecho se pone de manifiesto en las funciones indirectas que complementan la idea de mantenimiento del sistema. Recaséns-Siches en su tratado de Filosofía del derecho realiza un análisis de las funciones del derecho más del tipo parsoniano. Para Recaséns-Siches4 las funciones del derecho son: a. b. c. d. e. Función de certeza, seguridad y la función de cambio progresivo. Función de resolver conflictos de interés. Organización del poder político. La legitimación del poder político. Limitación del poder político. a. La función de certeza, seguridad y la función del cambio progresivo: Las funciones del derecho están muy ligadas a los valores de este, de tal forma que el derecho se justifica en la medida que es el “vehículo de realización de tales valores”, sin embargo el derecho no nace en pos de los valores, lo que motiva el nacimiento del derecho es la “seguridad” que buscan los hombres, aún siendo este un valor de rango inferior dentro del derecho. Si la justicia es el valor último que debe perseguir el derecho, según Siches, el derecho no nace motivado por el deseo de rendir homenaje a la justicia, lo que los hombres buscan y necesitan es la seguridad y la certeza en la vida social. El hombre necesita controlar la naturaleza y para ello crea la técnica. Este control nace del miedo y dolor que produce la naturaleza, este miedo y dolor no nace solo de la naturaleza sino también de la relación entre los demás hombres. Ante la inseguridad que provoca el miedo es necesario tener una certeza de comportamiento de los demás hombres, es decir de la forma en que se comportarán los demás hombres y sobretodo que ocurrirá en el futuro ante ciertos tipos de comportamientos, para ello es necesario la creación de reglas de comportamientos que traigan certeza sobre las relaciones sociales y seguridad de que la regla se cumplirá, es decir que este garantizada. El derecho no solo determina la realidad social de los hombres sino también garantiza el cumplimiento de dichas relaciones a través de un poder 3 Op.Cit. Recaséns-Siches, Luis; Tratado General de la Filosofía del Derecho; Ed. Porrua; México D.F; 1986; p. 405. 4 5 social que tenga la fuerza suficiente de hacer cumplir las reglas, dicho poder social se encarna en el Estado. Para Recaséns-Siches la sociedad en cada momento de la historia delimita el contenido de los valores superiores, el derecho no puede crear esos valores, el derecho o lo jurídico del derecho solo pretende garantizar el cumplimiento de esos valores, dicho en otra forma el derecho no es un fin en sí mismo. De tal forma que la función del derecho es la seguridad o aseguración, independientemente “si el régimen es tradicional o revolucionarios, ambos pretenden asegurar determinadas tareas o valores”5. Esta postura no pretende restar importancia a los fines del derecho, este papel corresponde a la Estimativa Jurídica, quien debe guiar u orientar al derecho, establecer cuales son los valores supremos que deben ser planteados en él justificando así el contenido del derecho y estableciendo que es lo que no puede lícitamente constituir objeto de las normas jurídicas. No es un relativismo axiológico, señala Recaséns-Siches, no se trata de ver al derecho como un medio de realización de los fines sin importar los valores que ellos amparen, sino lo que trata es mostrar que el derecho o la juridicidad de este no es expresión de determinados fines sino solo una especial manera o forma de realización de fines sociales. La función de cambio progresivo para Recaséns-Siches no implica una paradoja o contradicción ante la pretensión de seguridad y certeza del derecho, pues esta seguridad no debe entenderse en forma absoluta. El hombre pretende que esta seguridad y certeza sean administradas conforme a lo que los hombres entienden como justicia además junto al anhelo de certeza y seguridad también se tiene el anhelo de cambio y progreso de tal forma que el derecho también debe satisfacer la necesidad de cambio inherente a la realidad social. El derecho en su ordenamiento jurídico debe dejar un margen de incertidumbre o inseguridad que posibilita el cambio dentro del sistema. Este margen de inseguridad se manifiesta en cuanto a los resultados de los procesos judiciales en cada caso en concreto y la producción legislativa de normas jurídicas que permite la abolición de viejas leyes por otras que sean acorde a la realidad del momento. De ahí que el derecho tiene la función de dar seguridad al hombre al mismo tiempo que debe prever los mecanismos que posibilitan el cambio de la norma jurídica cuando el cambio social lo exija. b. La función de resolver los conflictos de intereses. Siches plantea que los hombres poseen deseos, muchas veces estos deseos se encuentran en oposición con los demás deseos de sus semejantes; es imposible satisfacer los deseos de todos los hombres por ende se genera la competencia para satisfacer los deseos, esta competencia nos lleva a los conflictos. Existen dos formas de resolver los conflictos: La fuerza y la regulación objetiva, la primera implica que gana quien tenga la mayor fuerza física, militar o la astucia, la segunda implica que la solución no es dada por las 5 Op.cit. 6 partes en litigio sino por una instancia imparcial la cual deben obedecer las partes en litigio. El derecho positivo pretende ser el medio para la solución de dichos conflictos. Este debe funcionar de la siguiente manera: Clasificar los intereses opuestos en dos categorías: Primero: intereses que merecen protección y segundo intereses que no merecen protección. Establecer una tabla jerárquica en la que determina, respecto a los intereses que merecen protección, cuales intereses deben tener prioridad o preferencia sobre otros intereses y los esquemas de posible armonización o compromiso entre intereses parcialmente opuestos. Definir los limites dentro de los cuales esos intereses deben ser reconocidos y protegidos, mediante preceptos jurídicos que sean aplicados coherentemente por la autoridad judicial o por la administrativa –caso necesario- es decir en caso que tales preceptos no sean cumplidos espontáneamente por los sujetos. Establecer y estructurar una serie de órganos o funcionarios para: i) Declarar las normas que sirvan como criterio para resolver los conflictos de intereses. (Poder Legislativo y Reglamentos.) ii) Ejecutar las normas. (Poder ejecutivo y poder administrativo) iii) Dictar normas individualizadas a través de sentencias y resoluciones en las que se apliquen las reglas generales. (Poder Jurisdiccional) c. Organizar el poder político. Para la solución de conflictos no solo es necesario tener un criterio de resolución sino también poseer un poder que sea mas fuerte que los demás poderes sociales, esto es, según Recaséns-Siches, el poder político, o sea el poder del Estado. Pero este poder del Estado debe ser organizado, esta función corresponde al derecho, parafraseando a Siches el poder del Estado es el resultado de los demás poderes sociales y el derecho da al poder del Estado su organización. d. Legitimación del poder político. Recaséns-Siches citando a Francisco Ayala dice: “...el derecho legitima al poder político en cuanto lo organiza según criterios de justicia. El valor justicia es, pues en términos absolutos, el principio de legitimación del orden político social, lo que hace de él un orden jurídico. Eso, en términos absolutos y desde la perspectiva del derecho mismo. Mas, como la sistematización en que éste consiste tiene carácter histórico y esta respaldada en último termino por aquella estructura del poder que ella viene a organizar jurídicamente, el ingreso del hecho técnico de la dominación en la esfera espiritual se cumple, no en la invocación directa de la justicia según sus concepciones sino en la intuición directa de los espiritual a partir de una determinada conexión con la realidad. 7 Así los principios de legitimación del poder aparecen funcionando al mismo tiempo como principios inmediatos de la organización del derecho”.6 Dicho en otra forma y términos kelsenianos la organización del poder político se dota de mayor fuerza en cuanto es legitimado por el derecho, y el cumplimiento de la norma jurídica no obedece o se justifica a través de la justicia sino que se fundamenta en que esta procede de una supra-autoridad, el poder político, que por naturaleza se le considera justa en cuanto ha sido organizada bajo ese criterio. e. La limitación en el poder público. La organización jurídica del poder dota a este de mayor estabilidad y mayor regularidad pero al mismo tiempo limita el alcance de este poder, pues tal alcance se encuentra previamente definido por el derecho. Tanto las teorías de Bobbio, Raz y Recaséns-Siches, a estas se podría sumar la de Parsons y Luhmann ven al derecho como un sistema de control social, es decir el derecho es un instrumento que supervisa el funcionamiento de las demás instituciones sociales restaurando el equilibrio social y dirige las conductas. La función de control social también pretende ser una función de integración en cuanto pretende mitigar los elementos potenciales de conflicto. El control social también implica la resolución de conflictos que puedan perturbar el equilibrio y el orden social cuando existan conflictos de intereses. Ahora bien a partir de Marx se enfatizo mucho en una concepción diferente de la sociedad y su sistema de equilibrio. Así modernamente surge la concepción conflictualista que como mencione anteriormente considera la sociedad como una estructura cohesionada por relaciones de poder, pues esta concepción gira en torno al poder. La concepción del poder ha variado según diversas etapas de la historia, entre las diversas concepciones de poder se encuentran: sustancialista, subjetivista y relacional del poder. La concepción sustancialista del poder surgió en Grecia y perduro durante la edad media y parte de la tesis que la realidad está formada de sustancias y accidentes; la sustancia es lo que permanece, lo fijo, lo que soporta lo accidental y es la sustancia lo que determina el carácter propio de las cosas reales sean estas naturales o sociales. Lo accidental es lo que se modifica constantemente pero a nivel superficial. Para los griegos esta capacidad de no perder su identidad en el cambio y para determinar cómo es su propia naturaleza es lo que hace las cosas tener PODER. Esta capacidad de resistir de las influencias externas y la capacidad de imponer sobre su externo forman el concepto de poder. Toda esta capacidad de mantener la identidad fundamental (o identidad sustancial) a lo largo de las circunstancias accidentales es el poder. Aristóteles planteaba que “son las sustancias las que mantienen el poder, las que son poderosas y este consiste en la facultad para dinamizarse, es decir la 6 Cfr. Recaséns-Siches, Luis. Tratado General de la Filosofía del Derecho. Ed. Porrua. México D.F. 1986. p. 410. 8 actualización de lo que una sustancia es”7. Así para el pensamiento griego (a excepción de los sofistas) el poder no era vista como algo autónomo e independiente de las cosas naturales, el poder era algo intrínseco de las sustancias naturales pero no algo independiente de éstas. La concepción del poder como algo autónomo surgió con mayor plenitud en la edad media que es cuando comienza a ser visto como una realidad aparte, con sus propias características distintivas. El poder es considerado en su permanencia como la fuente de todo lo que existe. El poder tiene un fundamento divino. En la época medieval el poder es esencia que no cambia, que no esta sometida a influencia externa pero que es fuente de un absoluto que es trasladado al “ámbito secular”, como sostiene Santo Tomás de Aquino, “Dios es el principio del gobierno y el orden del mundo”.8 La concepción subjetivista del poder surge en el renacimiento (Siglo XV-XVI) sostiene que la fuente del poder radica en el individuo como un ser dotado de voluntad e inteligencia frente a un universo infinito cuya única posibilidad de conocerlo es mediante la razón. De esta voluntad nace el contrato para formar una sociedad que tenga protegido sus derechos y libertades fundamentales. Es el individuo en su interioridad como ser de razón y con capacidad de autodeterminación quien es fuente de poder. Autores tales como Rousseau, Hobbes y Locke miraban al Estado como la suma de voluntades individuales que a través de un contrato se dota de autoridad. Modernamente surge la concepción relacional del poder, a partir del siglo XIX y XX. Sus orígenes son a partir de Karl Marx, Gumplowicz, Dahrendorf, Foucault y los teóricos de Frankfurt. Estos sostienen que el poder no es sustancia ni su fuente radica en subjetividad del individuo, lo que existen son relaciones de poder, las cuales ni son sustancias (porque cambian y se transforman permanentemente) ni son meramente subjetivas (porque tienen que ver con procesos objetivos, económicos, políticos y sociales). No es que exista poder a secas sino relaciones de poder, es decir relaciones entre individuos y grupos en los cuales se ponen en juegos recursos (político, económicos y sociales) que puedan dar, a un individuo o grupo, mayor capacidad para imponer sus propias decisiones o para resistir las decisiones de los otros. En esta concepción el poder no es absoluto ni incondicional, depende de los recursos que cada uno tenga a su disposición, ya sea para imponer a otros o para resistir a sus influencias. La concepción relacional del poder parte de las relaciones sociales pues es en ella donde se puede ver la asimetría entre quienes pueden imponer sus decisiones y quienes tienen poca capacidad de resistencia, es decir quienes tienen mas poder y quienes tienen menos y es a partir de este análisis o de las relaciones reales entre individuos donde es preciso averiguar si el derecho es resultado del consenso o bien su papel se reduce a disminuir la necesidad de imposición por medio de la fuerza. 7 8 Cfr. Zubiri, Xabier; Estructura dinámica de la Realidad; Alianza; Madrid; 1989. p. 16 Cfr. Hirschberger, Jürgen; Historia de la Filosofía I; Ed. Herder; Barcelona; 1985. p.400. 9 2. FORMULACION DEL PROBLEMA. El derecho no puede ser analizado de forma autónoma; para tener una concepción correcta de él es necesario entender las funciones que desarrolla en la sociedad. Las normas jurídicas también contienen valores, entender si el derecho es aplicado en función de los valores o interpretado en función de ellos exige un conocimiento de la realidad social donde se inserta el derecho. Este si bien no es la totalidad de las relaciones sociales es un reflejo o una expresión del sistema donde se inserta y de ahí la importancia de una análisis que revele la autentica conexión entre el derecho y los distintos sistemas sociales (económico, político y sociales), dicho en otra forma esta conexión se manifiesta a través de una análisis de las funciones del derecho. Anteriormente se había indicado que la concepción funcionalista ve en el derecho un sistema de control social que tendría por función la integración social, la resolución de conflictos y ser una guía de orientación social. Esta concepción no implicaba una ausencia de conflictos, de hecho se admitía que el conflicto es algo permanente en la sociedad en ese sentido el derecho no resuelve los conflictos haciéndolos desaparecer del contexto social, sino que solo ofrece una posibilidad de tratamiento jurídico de los conflictos de interés de las partes. Cuando los sujetos interesados por si solos no pueden alcanzar ningún acuerdo y cuando la capacidad persuasiva de la norma jurídica ha fallado entonces el derecho es una forma de resolución de conflictos. En esa lógica el derecho también puede generar conflictos en la medida que solo ofrece una respuesta jurídica-formal, un ejemplo son las funciones negativas que plantea Norberto Bobbio. De considerar la delincuencia una de las formas de desviación social el derecho debe actuar como controlador social de las conductas desviadas (en este caso el derecho Penal), el conflicto jurídico tiene lugar cuando los mecanismos normativos (esta son las funciones tradicionales de Bobbio) no han actuado inmediatamente y por ende no ha conseguido su finalidad persuasiva y orientadora. Los conflictos jurídicos tienen un determinado tratamiento procedimental, que si bien alcanza una decisión (resolución judicial) no siempre resuelve el conflicto originario. Bobbio cita como ejemplo el sistema penitenciario que si bien pretende la readaptación del individuo a la sociedad lo único que genera es producir mayor delincuencia social. Es precisamente aquí donde surge la critica a la concepción funcional. Al planteamiento de Bobbio se contrastan las teorías de Michel Foucault. Esté en su obra Vigilar y Castigar realiza un estudio del origen de los sistemas carcelarios de modelo occidental y sus finalidades a lo largo de la historia tomando como modelo Francia. Foucault plantea que el fracaso del sistema carcelario es evidente y se pregunta porque pese a su fracaso en la actualidad la mayoría de países aun mantienen este modelo. La respuesta que él plantea es la siguiente: 10 “Sería preciso entonces suponer que la prisión, y de manera general los castigos, no están destinados a suprimir las infracciones; si no más bien a distinguirlas, a distribuirlas, a utilizarlas; que tienden no tanto a volver dóciles a quienes están dispuestos a transgredir las leyes, sino que tienden a organizar la transgresión de las leyes en una táctica general de sometimientos. La penalidad sería entonces una manera de administrar los ilegalismos, de trazar limites de tolerancia, de dar cierto campo de libertad a algunos, y hacer presión sobre otros, de excluir una parte y hacer útil a otra; de neutralizar a estos, de sacar provecho de aquellos. En suma, la penalidad no “reprimiría” pura y simplemente los ilegalismos; los diferenciaría, aseguraría su economía general. Y si se puede hablar de justicia de clase no es solo porque la ley misma o la manera de aplicarla sirvan a los intereses de una clase, es parte de los mecanismos de dominación. Hay que reintegrar los castigos legales a su lugar dentro de una estrategia legal de ilegalismos. El “fracaso” de la prisión puede comprenderse sin duda a partir de ahí”. 9 Esto dicho en otra forma sería ¿Qué tal si el sistema carcelario lejos de ser la materialización de una “función negativa” como la llama Bobbio, no es un instrumento o un mecanismo de dominación?. Y a partir de este ejemplo cabría la posibilidad de cuestionar que el derecho tal vez no sea una simple técnica integradora de conflictos sino tal vez un instrumento del poder político que contribuye poderosamente a generar una ideología social de aceptación y legitimación del sistema. Tal vez el postulado de Siches en lo referente a la función legitimadora no obedezca a criterios de justicia sino a estrategias de dominación. No se puede negar que el derecho tiene una naturaleza política que se pone de manifiesto en el modo de ejercer la función de control social. De ahí que surja la critica que la sociedad no es un sistema de control social sino el juego de relaciones de poder, que no solo son políticas sino también económicas y sociales e incluso comunicacionales donde quien tiene mayores recursos impone a los demás una forma de ver y entender la realidad a quienes los tienen menos. A partir de esta concepción tal vez el derecho cumpla una función ideológica de dominación. Como señala Carlos María Cárcova el derecho no solo se expresa a través de palabras sino también mediante un discurso que esta formado por comportamientos, símbolos y conocimientos. Es a través de este discurso donde se asigna significaciones a los hechos y a las palabras. Esta practica social no es neutral sino esta impresa de valoraciones e intereses en conflicto y adquiere (la practica social) dirección en relación con las formas como esta distribuido el poder en la sociedad. El discurso ideológico produce una representación imaginaria de los hombres respecto de si mismos y de sus relaciones con los hombres, por ejemplo se dice que los hombres son sujetos libres e iguales (art. 3 Cn) cuando se ocultan las enormes diferencias, se declara que la norma es conocida por 9 Cfr. Foucault, Michel; Vigilar y Castigar; Ed. Siglo XXI; Madrid; 2000. p. 282. 11 todos cuando lo que existe es un monopolio del saber jurídico creando un efecto de desconocimiento del propio derecho. La función ideológica del derecho esta muy ligada al consenso, valuarte esencial que se presume en las sociedades democráticas. ¿Cómo es posible el consenso cuando el derecho contribuye a ocultar las relaciones estructurales establecida entre los sujetos?. No podría decirse que este consenso no es el consenso de todos sino el consenso de una elite o un grupo de elites. Siches afirma que el derecho tiene la función de asegurar un sistema central de valores, este sistema central de valores es resultado de un consenso de todos o es el resultado de un consenso de elites que dominan las instituciones más importantes de la sociedad. La idea que existe un conflicto entre los valores y creencias sociales para obtener un predominio en el marco social pondría de manifiesto que la función del derecho consistiría en crear una apariencia de unidad y coherencia a pesar de las contradicciones entre los distintos intereses y deseos individuales y de grupo. En esta situación el problema de este trabajo se enunciaría así: ¿Es el derecho una institución neutral de integración social o bien contribuye de manera eficaz a la defensa de los intereses de grupos o clases a expensa de otros?. ¿Cómo se relaciona el derecho con las estructuras de poder en las sociedades con modelo occidental? 3. JUSTIFICACION. El derecho se encuentra en crisis, esto debido a que como ciencia y sistema normativo esta configurada por valores, filosofías y costumbres, las cuales al entrar en decadencias generaron una evidente crisis del derecho. Se dice que el fin último del derecho es la justicia sin embargo en muchas sociedades latinoamericanas y en particular en la sociedad salvadoreña los sistemas jurídicos muchas veces no es este el valor imperante, la aplicación de la justicia también deforma este valor a favor de intereses ambiguos. Ante esta ausencia de valores es menester la creación de nuevos modelos de pensamientos que oriente al derecho en su rol normalizador. Es esta crisis del derecho y su eficacia como medio para la resolución de conflictos (la poca credibilidad de los ciudadanos) lo que evidencia la necesidad de una reflexión del papel del derecho en la dinámica del poder cuestionando teorías tradicionales y obsoletas. a. IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACION: El estudio de la función del derecho dentro de las relaciones sociales permite cuestionar si el orden jurídico constituye en la sociedad un instrumento neutral de resolución de conflictos que tiene como fin la integración social o por el contrario es un instrumento de dominación. 12 b. INTERES DE LA INVESTIGACION: El interés de este trabajo consiste en examinar el papel que juega el derecho en el entramado de relaciones de poder que integran la sociedad. c. UTILIDAD DE LA INVESTIGACION: La crisis de valores ha hecho de la ciencia del derecho una mecanización en la aplicación de las normas, el estudio de las funciones del derecho permite aportar una perspectiva critica y diferente en la orientación del sistema jurídico. 4. OBJETIVOS. a. OBJETIVO GENERAL. Analizar la función que el derecho desarrolla en la sociedad salvadoreña desde la perspectiva conflictualista o relacional del poder. b. OBJETIVO ESPECIFICO. 1. Establecer la problemática de la investigación en relación a la función del derecho en la sociedad en la sociedad salvadoreña desde la perspectiva del conflicto y la relación con el poder. 2. Reflexionar en torno al derecho como una institución de integración social o un instrumento de defensa de determinado grupo clase o sector de la sociedad desde la perspectiva del conflicto y la relación del poder. 3. Examinar la relación del derecho con las estructuras de poder en la sociedad salvadoreña. 5. ESTRATEGIA METODOLOGICA. La estrategia metodológica que se utilizó para realizar la investigación implica tres etapas de desarrollo, estas son: a) Recolección de la Información. Consistió en la recolección de artículos periodístico, trabajo en investigación en la problemática que sé esta tratando. b) Análisis de la Información. Consistió en analizar la información obtenida. c) Redacción final. Consistió en la creación del texto de acuerdo a la propuesta capitular que se presentó a la Escuela de Ciencias Jurídicas. Los métodos utilizados para realizar la investigación son los de potenciación del pensamiento, entre ellos: inductivo, deductivo, reflexivo, analítico y lógico. Las técnicas de investigación que se utilizaron son: síntesis bibliográfica, análisis del contenido y resumen.