1 Acuerdo N° 130 En la ciudad de Rosario, a los 25 Abril días del mes de de dos mil once, se reunieron en acuerdo los señores miembros titulares de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de la ciudad de Rosario, doctores Ricardo A. Silvestri, María Mercedes Serra y Ariel Carlos Ariza, para resolver en los autos: “BOGADO, Angela contra LEDEZMA, Javier sobre Cobro de pesos”, Expte. Nro. 324/2010, venidos del Juzgado de Primera Instancia de Distrito Civil y Comercial N° 17 de Rosario. Realizado el estudio de la causa, se resolvió plantear las siguientes cuestiones: Primera: ¿Es justa la sentencia recurrida? Segunda: En su caso, ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar? A la primera cuestión el señor vocal doctor Silvestri, dijo: 1- El sentenciante anterior rechazó la demanda interpuesta por Angela Patricia Bogado contra Javier Ledezma e impuso las costas a la accionante. Reguló los honorarios a los profesionales actuantes (fs.80 a 83). Apeló la actora a fs.84; radicada la causa en la Cámara, expresó agravios a fs.109 a 110 vta.; que no 2 fueron replicados por el apelado. Se llamaron los autos para sentencia y la providencia fue notificada a las partes a fs.115 a 116. 2) Angela patrocinio P. Bogado, letrado, por derecho propio y promovió demanda ordinaria con de cobro de pesos contra Javier Mario Ledezma, con la finalidad de lograr el cobro de la suma de $ 23.000.-. Afirmó la demandante que vivió en concubinato con el demandado desde el año 2003 hasta Mayo de 2008, en el domicilio que ocupa con su hijo, el que fuera alquilado por el accionado, acompañando copia de dicho instrumento. Señaló que después de sacrificios y esfuerzos por parte de ambos adquirieron un automóvil 0 km, marca Ford Fiesta, dominio GSN 094, en el mes de Noviembre de 2007, pero ante su sorpresa Ledezma en vez de inscribir el rodado a nombre de ambos (en condominio) lo hizo a su sólo nombre, cosa que le reprochó en su momento. Expresó que como el demandado la manifestó que no la perjudicaría no insistió con el tema, pero sorpresivamente y sin mediar palabra alguna en el mes de Mayo de 2008 Ledezma se fue de la casa y llevó el automóvil consigo. Indicó que hizo diversos reclamos y en un primer momento el demandado le 3 ofreció la suma de $ 10.000.- que su parte no aceptó. Mencionó que en ocasión en que Ledezma fue a visitar el hijo de ambos, la actora le señaló que si no devolvía la mitad del valor de la unidad lo iba a demandar por ello el accionado procedió a enajenarlo poniéndolo a nombre de su tía materna Martha G. Figari en Santiago del Estero. Puso de resalto que ambos son empleados de la Provincia de Santa Fe. Postuló la suma de $ 23.000.- que es representativa del 50% del valor actual del rodado (fs.9 a 10). El demandado contestó a la demanda a fs.18 a 20, negando todos y cada uno de los hechos aducidos por la accionante, especialmente que en existido el período de referenciado convivencia por la permanente actora y haya efectiva, alegando que no hubo de su parte intención de formar una relación de estabilidad y fidelidad. Señaló que no hubo esfuerzo en común para adquirir el automotor y negó que Bogado haya efectuado aporte de dinero para la compra del mismo. Afirmó que el rodado lo adquirió con el dinero que le prestó su tía materna Marta G. Figari, reconociendo que el bien fue transferido a nombre de su tía para devolverle el dinero que le había prestado. Pretende le rechazo de la demanda, con 4 costas. 3) El a-quo luego de analizar la prueba de autos estimó que no se había probado los extremos de la pretensión. Indicó que no se acreditó que Bogado haya realizado automotor, aporte lo concubinato, concubinos alguno cual ya no que hace no para cabe la la presumir mera presumir adquisición del invocado convivencia la del de existencia de los un mandato ni de una sociedad de hecho entre éstos, como así tampoco que la adquisición de bienes por uno de ellos se efectuó con dinero de ambos y para los dos. Así desechó por ineficaces los dichos de las testigos Marcela S. Bogado y Elena E.E. Santana, entre otras consideraciones. 4) La apelante procura la revocación del veredicto. Asevera que no reclamó la mitad del valor del vehículo en carácter de concubina, sino porque aportó la parte correspondiente comprado. del Manifiesta dinero que con tal que el extremo mismo fue ha sido acreditado en autos. Afirma que el demandado reconoció que transfirió el rodado a su tía materna Figari y que tanto su parte como el demandado percibían los mismos ingresos. Señala que aportó el contrato de locación 5 del inmueble que ambos alquilaron, teniendo un hijo en común, por que entiende que el concubinato ha sido demostrado. Se queja de que el a-quo haya ponderado las distintas copias de los boletos de compraventa de automotores firmando en los como cuales el adquirente o demandado vendedor, aparece pero se pasa por alto que tales documentos privados no lucen reconocidos ni tienen fecha cierta. En concreto, expresa que demostró el concubinato y los aportes del 50% del valor mención a la de adquisición prueba del testimonial; rodado, así como haciendo que es admisible el condominio entre concubinos y que puede acontecer que ambos hayan aportado para la compra de algunas cosas obstante que que luego frente poseyeron a en terceros común, aparezcan no de titularidad de uno solo. Indica que existió una compra por interpósita mismos Santa ingresos Fe, que mandato oculto, dirigida a que persona como debe que empleados que mandatario ambos de encuadrarse siendo el y su obtenían la en la Provincia de figura del pretensión oculto los cumpla estuvo con el convenio (mandato oculto) que unía a las partes y que el bien se inscribiría a nombre de ambos, cosa que el 6 accionado incumplió y dio origen al juicio. Aduce que no hubo ánimus donandi y que “la causa por la cual la inscripción registral no refleja la realidad económica que le dio origen”. 5) Se ha dicho, con acierto, que en el derecho argentino, a diferencia de otros ordenamientos de la legislación comparada, carece de una teoría general de la comunidad de intereses. Las diferentes posibilidades legal; así recaer de por sobre co-titularidades ejemplo, cosas el tienen condominio (art.2674 régimen sólo del puede CC), la cotitularidades sobre créditos se regulan según éstos sean solidarios o mancomunados (arts.690 y s.s. del Código Civil), la propiedad intelectual puede dar lugar a un condominio con indivisión forzosa (arts.17 y s.s. de la ley 11.723), la sociedad de hecho tienen un régimen especial (arts.21 y s.s. de la LS). En punto a sociedad las de diferencias hecho, la entre teoría el condominio clásica y la encuentra la diferencia fundamental radica en la personalidad de la sociedad; en cambio el condominio no hace nacer un tercer sujeto de derechos, mientras la sociedad es un contrato, el condominio es un derecho real, sin 7 perjuicio de que la sociedad supone una explotación común, mientra el condominio es una figura estática (Suprema Corte de la Provincia de Mendoza, La Ley 1991-C.378; Videla Escalada, Federico, Las sociedades civiles, nº Sociedades 122 de edición hecho e 1962; Piantoni, irregularmente Mario, constituidas civiles y comerciales, Lerner, 1979). Ahora bien, nada impide la existencia de condominio entre concubinos; en efecto, puede ocurrir que ambos hayan aportado para la compra de algunas cosas, que luego poseyeron en común, no obstante que frente a los terceros aparezcan como de titularidad de uno solo. Pero se debe partir de la premisa de que el concubinato no hace nacer, por sí mismo, analizarse concubinato efectos un condominio y con severidad, pues podría llegar patrimoniales que que la de prueba otro a producir el matrimonio debe modo los el mismos (Bossert, Gustavo, Régimen jurídico del concubinato, nº 60, año 1982; Etcheverry, Raúl, Sociedades irregulares y de hecho, nº 89, 1981; Radresa, Emilio, Sociedad de hecho, p.101, año 1977; jurisprudencia citada en nota de redacción: El concubinato y sus consecuencias frente a la sociedad irregular o de hecho, E.D. 4-331; 8 Suprema Corte de la Provincia de Mendonza, La Ley 1991-C.378). En este mismo sentido conceptual se ha expuesto que la convivencia de los concubinarios no hace presumir que la adquisición de bienes de uno de ellos se efectuó con dinero de ambos y para los dos, ya que la comunidad de vida sólo atañe a los asuntos personales, pero no alcanza a los patrimoniales (vid. C.N.Civil, Sala I, Doctrina Judicial 2002-1-471; C.N.Civil, Sala F, E.D. 145-293), pues la presunción de ganancialidad de los bienes adquiridos durante el matrimonio no puede aplicarse por analogía al concubinato, toda vez que es una situación de hecho que no produce efectos similares a los del matrimonio en los términos del art.1261 del CC (C.N.Civil, Sala H, La Ley 2000-D.810). Por lo que planteado que uno de los concubinos compró bienes con dinero proporcionado en parte por el otro y para ambos, no sólo es menester acreditar el origen de los fondos sino, además, la existencia de un mandato oculto y de sus respectivas instrucciones, o bien el ánimo con que aquéllos fueron adquiridos. La mera convivencia no hace presumir la existencia de entre concubinarios, los un mandato ni una como sociedad así tampoco de hecho que la 9 adquisición de los bienes por uno de ellos se efectuó con dinero de ambos y para los dos, pues por más que haya comunidad de vida, ésta atañe solamente a los aspectos personales, pero no alcanza a los patrimoniales (C.N.Civil, Sala G, J.A. 2001-II.131). Y cuando el bien registrable se inscribe a nombre de uno de los convivientes pero el actor dice comprado con el aporte de ambos, en este caso el miembro no titular debe probar tres cosas: a) el aporte económico realizado para la compra; b) la causa por la cual la inscripción registral no refleja la realidad económica que le dio origen; c) la inexistencia de ánimus donandi al entregar el dinero para la adquisición del bien (C.C.C. de San Isidro, con nota doctrinaria de Ricardo E. Antón, Lexis Nexis nº 0003-009363, A.P. On Line; con remisión a la sentencia de la Corte de la Provincia de Mendoza, La Ley 1991-C.379; Belluscio, Augusto C. La distribución patrimonial en las uniones de hecho, La Ley 1991-C.969; Azpiri, Jorge O. Uniones de hecho, año 2003, p.143 y s.s.). 6) Estudiada la causa, las posturas de las partes, bajo el encuadramiento conceptual antes citado, se debe arribar a la conclusión que los agravios de la 10 apelante deben ser rechazados. 7) En primer orden de ideas, respecto de la existencia de la unión de hecho entre Angela Bogado y Javier Ledezma, se ha visto corroborado que ella existió pero de una duración mucho más breve que la afirmada por la actora en la demanda. El único elemento de prueba producido en autos es el contrato de locación de fs.1 a 3 vta. en el que consta que Bogado y Ledezma firmando como locatarios de una propiedad de calle 1º de Mayo 2263 de Rosario. Este contrato de locación del inmueble tuvo un plazo de vigencia que principió el 1º de Diciembre de 2005 y venció el 1º de Diciembre de 2007. La demandante no ha logrado demostrar que la unión de hecho haya durado el plazo sostenido en la demanda de fs.9, es decir cinco años, desde el año 2003 hasta mayo de 2008. Por lo tanto, corresponde atenerse al contrato de locación y su plazo de vigencia, por lo que la convivencia no pasó los dos años. El resto del escaso material probatorio de autos no confirma el hecho afirmado por Bogado en punto a la duración de la unión de hecho. Esto significa que ésta unión ha sido fugaz, carente de perdurabilidad. Y si se sostiene por la buena 11 doctrina que la mera duración extensa de la unión de hecho es insuficiente para probar los invocados aportes comunes (Zannoni, Eduardo, Derecho de Familia, T.II, nº 678, año 1978); con mayor razón es una circunstancia que influye en el razonamiento judicial, en sentido negativo a la pretensión, el hecho de estar en presencia perdurable de una (v. relación concubinaria conceptualmente: Corte muy poco Suprema de Justicia de Mendoza, La Ley 1991-C.378; cita de la Dra. Kemelmajer de Carlucci de la obra de Temple, Henri, Les societé de fait, nº 148, Librairie Génerale de Droit et Jurisprudence, París, 1975). 8) Por otro lado, tampoco los extremos fáctico-jurídicos de la pretensión pueden considerarse acreditados con los dichos testimoniales de Marcela Soledad Bogado vta.). Este ineficaz por y Elena medio diversos Ester probatorio E. Santana es argumentos: i) (fs.53 y manifiestamente tanto Marcela Soledad Bogado como Elena E. E. Santana, son personas allegadas a la actora, la primera es hermana y la segunda amiga y compañera de trabajo, afectadas por las generales de la ley, más allá de que la segunda deponente sostenga lo contrario; ii) ninguna de las 12 deponentes ha prestado juramento de ley o promesa de decir verdad (art.209 CPCC). Cuando los declarantes no han cumplido con el juramento de ley, tal carencia implica un defecto sustancial por falta de un requisito esencial. Por ende, la prueba no vale como testigo aunque puede considerarse con un alcance menor o indiciario (CCCR, Sala I, causa Quilici c. DIPOS s. Usucapión, Acuerdo nº 78-1999 y sus citas; igualmente Alvarado Velloso, Adolfo, Estudio Jurisprudencial del CPCC, T.II-p.754; CCCR, Sala II, Zeus T.24-R.21; CCCSF, Sala I, Juris T.44-235; Zeus T.18-R.5; CCCR, Sala III, T.38-208; Zeus es T.1-J.258; igualmente CCCSF, la Sala II, doctrina de Juris la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe, causa Comuna de Murphy s. Recurso Contencioso-Administrativo de Plena Jurisdicción, del 10 de Marzo de 1993, entre otros); iii) el interrogatorio presentado a las declarantes de fs.53 y vta. es claramente sugestivo (art.204 CPCC), por ende desechable por tal vicio, aún cuando la parte no lo acuse el tribunal debe suplir tal negligencia probatoria, sin perjuicio de la valoración de acuerdo a las reglas de la sana crítica, teniendo especialmente en cuenta la forma de la 13 interrogación para controlar su eficacia (CCCR, Sala II, Jurisprudencia de los Tribunales de Santa Fe, T.26-602; CCCR, Sala IV, Juris T.51-47; Alvarado Velloso, Adolfo, Estudio Jurisprudencial del CPCC, T.II-p.751). Es decir, la persona debe ser interrogada de forma quiere tal que probar, pueda pero sin indagarse el mencionarlo hecho (CCCR, que se Sala I, Zeus T.23-J.141), recaudos no cumplidos en la especie. El interrogatorio de fs.10 se limita a contener como pregunta segunda conocen los “para hechos que digan manifestados los testigos en la si presente (demanda)”. La forma del interrogatorio remite a los hechos afirmados por Bogado en la demanda de fs.9 a 10, lo que trae como consecuencia una manera de sugerir las respuestas al dar por hechos ciertos lo expuesto en la pretensión; iv) Marcela Soledad Bogado, hermana de la actora, que ni siquiera menciona la existencia del concubinato entre las partes, se limita a sostener que su padre (o sea, el padre de la actora) le prestó dinero a la actora, para poder aportar el dinero que para luego la compra mensualmente del rodado Angela en Bogado cuestión lo y devolvía (fs.53 vta., a la segunda). También menciona que la 14 tía de Lezcano le prestó dinero a éste (fs.53 vta., a la segunda). supuesto No hay préstamo ninguna ni corroboración identificación de ese concreta del alegado prestamista, no dice qué hizo la actora con el dinero, ni a qué imputó el mismo, ni menciona cuánto dinero representó préstamo Bogado, el préstamo. mencionado ni siquiera por la fue Más aún, declarante un hecho el aducido Marcela mencionado en S. la demanda por Angela Bogado, como para justificar de qué modo tenía tal dinero para la compra en supuesto condominio del automotor (v. fs.9 a 10); v) las mismas objeciones merece el testimonio de Santana (fs.53 y vta.) en cuanto afirmara que el padre de Bogado le habría prestado ampliación). Es la un suma de $ 15.000.- hecho no acreditado (primera por otros medios confirmatorios, sin perjuicio de reiterarse que tal hecho nunca fue sostenido por la propia Bogado en la demanda de fs.9 a 10. Por lo demás la inclinación a favorecer amistad o la una postura de relación la muy demandante, estrecha denotando entre ellas, proviene del hecho de que la actora le contaba que hacía con su dinero, o le manifestaba su tristeza o la encontró llorando porque el demandado no había 15 registrado el rodado a nombre de ambos (fs.53 vta., a la segunda); compartiendo, así, sentimientos personalísimos que sólo se manifiestan entre personas de gran amistad. Tampoco esta declarante tuvo una percepción directa de las cuestiones debatidas en el pleito (unión de hecho, el aducido préstamo lo sabe porque se lo contó la actora, etc.). Se limita a declarar sobre la base de supuestas manifestaciones de la accionante, por lo que pierde eficacia por no haber percibido los hechos personalmente, no ofreciendo sus propias percepciones y la causa de su certeza (CCCR, Sala I, Revista de Santa Fe, T.22-92). Todo ello enmarcado en un contexto en el que las declarantes Bogado y Santana no pueden ser consideradas desde el punto de vista testimonial sino de un grado menor, a nivel indicarlo. 9) La prueba confesional (arts.157 y s.s. CPCC) de Javier Ledezma (fs.53) no aporta prueba relevante para la procedencia de la pretensión: i) negó el concubinato con la actora (nº1), aunque se demostró una fugar unión de hecho (fs.1 a 3); ii) negó que con los ahorros de ambos compraron el auto Ford Fiesta Max (nº 2); iii) admitió que su apellido materno sea 16 Figari (nº 3); iv) reconoció que es v) su tía materna (nº 4); Martha G. también Figari confesó que trabajaba en la Alcaidía de Melincué (nº 5); vi) y que alquilaba con la actora una vivienda en calle Juan Manuel de Rosas 2094, Piso 2º, Departamento 1º A (nº 6); vii) como que ambos percibían los mismos ingresos (nº 7) aunque agregó que realizaba otras tareas como extras negó y mantenimiento que el del rodado hogar haya en sido general; viii) comprado por ambos(primera ampliación). 10) La accionante afirmó que “ambos logramos adquirir el vehículo Ford Fiesta Max, Dominio GSN 094, O Km, en el mes de Noviembre de 2007” (fs.8), sin acreditación de tal aseveración, ni con las declaraciones de fs.53 a 53 vta. de Marcela S. Bogado, ni Elena posiciones E. Santana, ni con la de Ledezma. No surge absolución ello tampoco de del informe histórico del estado de dominio y titularidad del automotor (fs.4 a 7), ni del recibo de sueldo de Junio de 2008 de la actora a fs.8, que acredita un ingreso de $ 1.861,69 mensual. Tal sueldo no hace más que ratificar que sus ingresos no pudieron aportar nunca para la compra de un automotor de $ 38.430.- 17 (fs.29). Adicionalmente, Angela Bogado no ha explicitado en la demanda, en forma alguna, cómo pudo colaborar en la compra del rodado, si su ingreso era el indicado a fs.8. 11) con En concreto, la demandante no ha demostrado grado de certeza el aducido aporte que dice realizado para la compra del bien registrable, en un contexto en el que se impone la exigencia y la estrictez, pues de otro modo la unión de hecho podría llegar que a el producir los matrimonio mismos efectos patrimoniales (Etcheverry, Raúl, Sociedades irregulares y de hecho, nº 89, 1981; Radresa, Emilio, Sociedad de hecho, p.101, 1977, entre otros). Y, sobre-abundantemente, Bogado tampoco ha explicado ni acreditado la causa concreta por la cual la inscripción registral no refleja la realidad económica que le dio origen (CCC, San Isidro, Sala II, Lexis Nexis nº 0003-009363; Belluscio, Augusto C. La distribución patrimonial en las uniones de hecho, La Ley 1991-C.969). Sobre el particular la demandante a fs.9 a 10 sólo ha mencionado que había acordado con Ledezma que “el automóvil sería inscripto a nombre de los dos, pero Ledezma aparece con el auto inscripto 18 sólo a su nombre, cosa que le fue reprochada en su momento, pero como el demandado manifestó que no la perjudicaría, su pareja era sólida y me sentí segura de él, no insistió más”. Luego reaccionaría con el reclamo ante la terminación de la relación. 12) Sin perjuicio de la carencia de prueba certera y eficaz sobre los extremos aludidos, tampoco tal hecho relatado importa una explicación razonable de la causa de la interposición de persona o la causa por la cual la inscripción registral no refleja la realidad económica que le dio origen. No parece creíble que las partes hayan acordado primero la registración del automóvil a nombre de ambos (como condominio), pero ante el alegado incumplimiento de Javier Ledezma sólo haya merecido de Bogado una actitud pasiva de conformidad, para luego reaccionar terminada la breve unión de hecho (la demanda fue incoada el 3 de Noviembre de 2008 a fs.10 vta.; y la relación afectiva entre las partes parace concluida a fines de Diciembre de 2007; fs.1 a 3; la duración de la unión de hecho en Mayo de Incluso, 2008 ni no ha siquiera sido ha demostrada sido por acreditado Bogado). por la demandante la existencia de un mandato oculto, como 19 que Ledezma haya violado las instrucciones recibidas (no se confirmaron que hayan existido instrucciones, menos un punto al comportamiento cumplimiento infiel del del aducido demandado mandato en oculto; Josserand, Les mobiles Dans les actes juridiques du droit prive, edición du CNRS, año 1984, París)[sobre la interposición real de personas como acto indirecto, en el cual para la consecución de un fin se utiliza una vía oblicua, es decir, no se toma la vía normal, a diferencia del contrato de compraventa simulado, el contrato de venta es real pero el comprador utiliza una persona interpuesta: Vid. Kemelmajer de Carlucci, Aída, Primeras aproximaciones al tema de insolvencia y el régimen Nacional de de bienes Derecho y en el Ciencias matrimonio, Sociales Academia de Buenos Aires, Abril 2002, La Ley, citando el fallo de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza, E.D. 144-1154, con nota de Bidart Campos, Germán, La verdad real y veracidad judicial, La Ley 1991-C.378, en la Revista de Derecho de Familia, nº 5, p.98; C.N.Civil, Sala A, voto del Dr. Llamías, E.D. 3-340; donde el actor debe fundar su acción no en el acto originario de transmisión de bienes, sino en el convenio paralelo, 20 de prestanombre, que haya sociedad celebrado Cifuentes, Santos, con oculta, su mandato supuesto Negocio oculto, testaferro; Jurídico, año 1986; Belluscio-Zannoni, Código Civil Comentado, T.4-p.399, entre otros; de cualquier modo, esta descripción es conceptual-teórico, pues se reitera la demandante Bogado no ha demostrado la existencia de un mandato oculto o un negocio indirecto, ni sus instrucciones o su transgresión por el demandado; ni el invocado aporte de dinero, como tampoco la causa de la invocada interposición de persona, por la la inscripción la realidad 13. cual económica es que decir, registral le dio la no causa refleja origen]. Sin costas de Alzada por no mediar réplica del apelado. Así voto. Sobre la misma cuestión, la señora vocal doctora Serra, a quien le correspondió votar en segundo lugar dijo: Que coincide con los fundamentos expuestos por el señor vocal doctor Silvestri, y vota en el mismo sentido. Concedida la palabra al señor vocal doctor Ariza, a quien le correspondió votar en tercer término, y a 21 esta cuestión dijo: Que habiendo tomado conocimiento de los autos y advertir la existencia de dos votos totalmente caso de concordantes, lo dispuesto invoca por el la aplicabilidad art.26, ley señor vocal al 10.160, absteniéndose de emitir opinión. A la segunda cuestión el doctor Silvestri dijo que corresponde: a) Rechazar el recurso de apelación; b) Sin costas en la segunda instancia. Regular los honorarios de la Dra. María E. Yriarte, en esta sede, en el 50% de lo regulado en la primera instancia. Así me expido. Sobre la misma cuestión, la señora vocal doctora Serra, dijo: Que coincide con la resolución propuesta por el señor vocal preopinante, y vota en igual forma. Concedida la palabra al señor vocal doctor Ariza, a esta cuestión dijo: Que se remite a lo considerado en la primera cuestión, y se abstiene de votar. En mérito a los fundamentos del acuerdo que antecede, la Sala Primera de la Cámara de Apelación, Civil y Comercial de Rosario, RESUELVE: a) Rechazar el recurso de apelación; b) Costas de la segunda instancia a la parte apelante. Regular los honorarios 22 de los letrados actuantes en la sede en el 50% de lo regulado en la primera instancia. Insértese, hágase saber y bajen. (Expte. Nro. 324/2010). mm. SILVESTRI SERRA ARIZA -art.26 Ley 10.160-