Análisis Legal Semanal

Análisis Legal Semanal Nº 104 - Año 3
Viernes 19 de julio de 2013
Edición Semanal
Análisis Legal Semanal
IURA NOVIT CURIA, SUS GARANTÍAS
Y LÍMITES: CONTRADICCIÓN Y CONGRUENCIA
Federico Escóbar Klose
Asesor Legal FEPC
El Iura Novit Curia es un aforismo de gran importancia en el campo del derecho material y procesal;
etimológicamente, dicho aforismo tiene origen latino: Iura significa “derecho o normas jurídicas”; Novit
es un verbo que significa “conocer, saber”; y Curia representa a la “autoridad judicial”; por lo que, el
aforismo Iura Novit Curia significa “El Tribunal conoce los derechos”.
Con dicha expresión se hace referencia al conocimiento que tiene el juez o el tribunal, del derecho que
debe aplicar a la situación que está juzgando, sin que le sea permitido dejar de juzgar aún en casos de
lagunas o vacios en el ordenamiento jurídico.
Revisando la historia del derecho, el Iura Novit Curia aparece estrechamente relacionado con otros
aforismos, como ser: “venite ad factum, iura novit curia” o sea “vaya a los hechos, el tribunal conoce el
derecho”; que es similar a la advertencia de Planiol: “Abogado, pasad a los hechos; la corte sabe el
derecho”; también relacionado con el aforismo “da mihi factum, dabo tibi ius”, que significa “dame los
hechos, yo te daré el derecho”. El tratadista Hugo Alsina, señalaba que el origen del Iura Novit Curia era
desconocido y que en el siglo XIII se lo utilizaba como traducción latina de una expresión que en esa época
se hizo corriente, sobre todo por que los letrados se comenzaron a inclinar hacia cuestiones de derecho,
descuidando los hechos.
La doctrina coincide que el aforismo Iura Novit Curia resume la obligación del juez de aplicar el derecho
vigente independientemente del derecho que invoquen las partes, su deber de conocer el derecho aplicable
y la imposibilidad de excusarse en su aplicación aduciendo ignorancia; por ello, algunos autores sostienen
que el principio del Iura Novit Curia es una garantía para la seguridad jurídica de las partes en cuanto a que
la resolución se basará en el derecho vigente y no en otra cosa; es decir, representa las reglas que la
autoridad debe respetar para resolver los litigios.
Es así que, el Iura Novit Curia se encuentra previsto como principio regulador de casi todos los sistemas
jurídicos; implicando dos garantías: la primera, la garantía de obtener resolución si se la pide; y la segunda,
la garantía de que se aplicara el derecho vigente que corresponda al caso concreto.
1) Garantía de obtener resolución si se la pide.- Que se sustenta en el derecho constitucional de
peticionar a las autoridades, prevista en el art. 24 de la Constitución, que dice: “Toda persona tiene derecho
a la petición individual o colectiva, (…) y a la obtención de respuesta formal y pronta (…)”; asimismo, se
basa en la garantía de que el litigio será resuelto ya que la autoridad se encuentra imposibilitada de alegar
desconocimiento de la ley para no aplicarla o no juzgar, presupuesto legal inserto en el art. 15.III de la Ley
Nº 025 del Órgano Judicial, que expresa: “La autoridad jurisdiccional no podrá alegar falta, oscuridad,
insuficiencia de la ley o desconocimiento de los derechos humanos y garantías constitucionales para
justificar su vulneración”.
2) Garantía de aplicación del derecho vigente que corresponda al caso concreto.- Si se solicita la
resolución del litigio, la misma debe encuadrarse en la aplicación del derecho vigente y conforme las reglas
de congruencia y contradicción.
Si bien un Juez, o Tribunal posee el control o tiene la decisión para seleccionar las normas jurídicas que se
van a aplicar para resolver un litigio, esa actividad está limitada; en otras palabras, el aforismo Iura Novit
Curia encuentra sus límites en los principios de contradicción y congruencia, que son principios
procesales de inexcusable cumplimiento en aras de respetar el derecho a la defensa de las partes (Francisco
J. Ezquiaga G., “Iura Novit Curia y Aplicación Judicial del Derecho”, Ed. Lex Nova).
Básicamente, el principio de contradicción implica la oportunidad que se le debe dar a las partes de
oponerse a lo dicho y/o a lo realizado por la otra parte; no sólo se trata de que se pueda acceder al proceso
judicial y hacer uso de los recursos que franquea la ley, sino que exista una bilateralidad en la que las partes
hagan vales sus derechos e intereses.
El principio de contradicción o del contradictorio, como límite al principio Iura Novit Curia, reviste
importancia dada la dialéctica procesal, en la que existe la afirmación de un derecho o realidad (tesis), una
negación (antítesis), y una síntesis que se basara en lo expresado por las partes.
Respecto al principio de congruencia, el mismo parte del aforismo “ne eat judex ultra petita partium”, que
significa que “el juez no puede dar a las partes más de lo que piden”. La exigencia, que deriva del
principio de congruencia, como límite al Iura Novit Curia, es que debe existir una identidad entre lo
resuelto y las pretensiones de las partes u objeto del proceso; no pudiendo el juez o tribunal fallar más allá
de lo pedido (ultra petitum), o fallar cosa distinta a lo pedido (extra petitum), ni fallar basándose en otra
cosa que no sea el de la causa petendi, es decir, los fundamentos en los que se baso la demanda; tampoco
puede dejar u omitir pronunciarse sobre alguno de los petitorios que le han sido planteados (citra petita).
En la Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 2218/2012 de 8 de noviembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional se refiere a la congruencia como principio característico del debido proceso, indicando que,
en el ámbito procesal, es la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto. Es
así que, la concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, implica que el juez o tribunal debe citar las disposiciones legales que apoyan ese
razonamiento que llevó a la determinación que se asume. Consecuentemente, quien administra justicia,
tiene el deber de emitir fallos motivados, congruentes y pertinentes.