Edición Especial año 2014 Nosotros p4 p16 p28 EducaciónRumbo / Ambiente / Comunidad a los 80 años de Pasión por Venezuela Diversidad e Inclusión Rumbo a sus 80 años Diversidad e Inclusión Rumbo a los 80 años de pasión por Venezuela podemos afirmar que la Diversidad e Inclusión forman parte de nuestros valores y propósito. Editorial La Excelencia, Liderazgo y Trabajo en Equipo que nos han diferenciado durante estos primeros 80 años están estrechamente ligados a la Diversidad e Inclusión que conscientemente hemos practicado. La Firma ha sido y es un referente en el que mujeres y hombres de distintas nacionalidades, religiones, razas, edades y condición social enriquecen y fortalecen nuestro propósito de ser la Firma profesional # 1 en dar confianza y solucionar los problemas de negocio de nuestros clientes y relacionados. Una muestra de esta Diversidad e Inclusión ha sido el número importante de mujeres y hombres provenientes de las distintas regiones del país (oriente, centro, occidente, Los Andes) y del mundo (Chile, Uruguay, Colombia, Perú, Canadá, Inglaterra, Estados Unidos de América, Portugal, España, entre otros) que con espíritu de superación, constancia y visión de futuro han llegado a ser socios, indistintamente de su raza, sexo o condición social. Cada año nace y se fortalece nuestra Diversidad e Inclusión cuando cientos de profesionales provenientes de los distintos estratos de nuestra sociedad ingresan a PwC Espiñeira Pacheco y Asociados. Esta Diversidad de profesionales, al igual que los colores que componen nuestro logo, se integran y sin perder su identidad individual conforman un mosaico de colaboradores integrales. Es allí cuando la Diversidad e Inclusión se convierten en fortalezas de la Firma. En la Diversidad e Inclusión buscamos colaboradores que además de contar con las competencias técnicas, entre otras, sean respetuosos con los demás (PwC Experience), establezcan relaciones con altos estándares de calidad, conocimiento de negocios, capacidad de innovación, ingenio y aprendizaje constante para crear valor que den confianza a nuestros clientes y a los propios colaboradores (PwC Professional) y cumplan con nuestro Código de Conducta. A esta orgullosa realidad de nuestra Diversidad e Inclusión hemos querido hacerle un histórico reconocimiento con esta Edición Especial de NOSOTROS. En sus páginas, en las cuales por razones obvias no podemos estar todos y cada uno de nosotros, si nos vemos representados. Gracias a quienes en esta oportunidad nos han regalado sus historias, sus sonrisas y alegrías, sus esfuerzos y aventuras, sus experiencias y logros. Nos sentimos profundamente orgullosos de ellos. Sirvan los testimonios y experiencias que vamos a compartir para hacer un merecido reconocimiento a la Diversidad de talentos que nos han antecedido en la sólida construcción de la Firma y a ratificar, una vez más, que la vigencia y aplicación de nuestros Valores, conjuntamente con nuestro propósito de ser la Firma#1en servicios profesionales, nos hacen creer en la Diversidad e Inclusión como una estrategia para seguir siendo los mejores en Venezuela. Pedro Pacheco Rodríguez Socio Principal Una Firma de gente joven que promete Una organización que es reconocida como la más grande y prestigiosa Firma de consultores del país y asociada a una organización global con presencia en 157 diferentes países y con más de 184.000 colaboradores a nivel global. Rumbo a sus 80 años, Espiñeira, Pacheco y Asociados, con sus 32 Socios activos y sus siete oficinas en las ciudades de Caracas, Maracaibo, Barquisimeto, Valencia, Maracay, Puerto la Cruz y Puerto Ordaz tiene también una muy peculiar faceta que NOSOTROS siente la obligación de destacar con motivo de esta edición dedicada a la diversidad y la inclusión. Junto a su convicción por la Excelencia, el Trabajo en Equipo y el Liderazgo, la Firma es igualmente un referente de esperanzas, de expectativas. En la actualidad, la Firma cuenta con un total de más de 800 colaboradores, con una edad promedio de 29 años de edad. LíneaEdad de Servicio promedio Auditoria28 Asesoría Fiscal Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 2 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 3 29 Consultoría Gerencial 29 BPO 29 Administración y demás servicios 38 Siempre nos ha caracterizado el principio de solidaridad y conciencia social Dialogar con Celia Albornoz es confrontar la experiencia, reconocer el profesionalismo, disfrutar de la constancia y la dedicación. Celia tiene en la Firma 29 años y es desde 1990 la Directora de Recursos Humanos de Espiñeira, Pacheco y Asociados. la diversidad de nuestra fuerza laboral y la consideramos una ventaja competitiva que debe ser alimentada y expandida…” y por otra parte, “…tenemos el compromiso de mantener un ambiente de trabajo exento de toda discriminación o acoso…” Bajo su responsabilidad se llevan a cabo los lineamientos y políticas definidos por los 32 Socios de la Firma en materia de capital humano, formación, capacitación, ingresos, ascensos, evaluaciones, reconocimientos, en fin con todo aquello que tenga que ver con las personas en el mundo laboral. Disponer de un tiempo en su completa y exigente agenda fue una obligación para NOSOTROS, en la etapa de preparación de esta edición dedicada a los temas de inclusión y diversidad. ¿Se refleja esa manifestación de principios en las herramientas de trabajo? Por supuesto que sí. En nuestra Declaración de Principios y Compromisos en materia de Seguridad, Higiene y Ambiente en el Trabajo señalamos que, leyéndonos nuevamente una publicación de la Firma. “…nos comprometemos a mantener un ambiente de trabajo exento de toda discriminación o acoso, buscando un clima de trabajo digno y seguro que contribuya con el desarrollo de nuestro personal de forma integral…” En otro aparte incluye, “brindaremos un ambiente seguro para nuestro personal, garantizando un ambiente de trabajo y condiciones adecuadas, asegurando a los trabajadores el más alto grado posible de salud física y mental, así como la protección adecuada y las facilidades necesarias para personas con discapacidad o con necesidades especiales…” Celia, ¿tiene la Firma información precisa, escrita, que aborde estos temas para sus colaboradores? Sí, en Espiñeira, Pacheco y Asociados contamos con material escrito en relación con los temas de diversidad e inclusión, los cuales entregamos a nuestros colaboradores al ingresar, además de estar a su libre disposición para cualquier consulta a través de nuestros medios electrónicos. Señaló, por ejemplo el Código de Conducta de PricewaterhouseCoopers –cita textualmente– “…nos enorgullecemos de Y ¿qué posición se tiene ante dos leyes como la de Personas con Discapacidad y la de Discriminación Racial? Nuestra posición como Firma –nos responde– es cuidar y preservar nuestro activo más valioso, su “Recurso Humano”. En consecuencia, no solo damos cumplimiento a las normas contenidas en estos instrumentos legales, sino que buscamos ir más allá por ese principio de solidaridad y conciencia social que nos ha caracterizado como organización. Es por eso que en este sentido, nuestro fin es establecer un marco de actuación que garantice condiciones de trabajo seguras y dignas para nuestros colaboradores, con especial énfasis en mujeres embarazadas y personas con discapacidades para que se permita el ejercicio pleno de sus facultades físicas y mentales. Y el tema del género, ¿cómo lo maneja la Firma? Buscamos el equilibrio. A nivel de staff somos más mujeres que hombres, 55% las primeras, 45% los segundos y a nivel gerencial los dos géneros están iguales, con un 50% cada uno. En este momento se están graduando más mujeres que hombres de las Escuelas de Contaduría, lo que cuesta es conseguir los chicos. En la Firma los socios no discriminan, y los profesionales de ambos géneros tienen las mismas oportunidades de entrar y de atender clientes. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 4 Amo este trabajo, soy feliz Geraldine Flores, apureña, egresada en Contaduría Pública de la Universidad Católica del Táchira. Asistente I, Área de Auditoría. Nací en San Fernando de Apure y mis papás son colombianos. Cuando estaba muy pequeña me llevaron a San Cristóbal. Ingresé a la Universidad Católica del Táchira en la Escuela de Contaduría Pública y en el 2011 me gradué. Desde que estaba en cuarto año me entusiasmaba poder venir a Caracas a trabajar con la Firma. En el momento en que teníamos que hacer la pasantía, todos mis amigos ya estaban buscando dónde hacerlas. Yo, en cambio, esperé hasta el final, hasta que desde la Firma fueron a San Cristóbal a entrevistarnos y entré en agosto del 2011. Una gran amiga que estudiaba conmigo también ingresó a la Firma. Nos vinimos a vivir juntas y, menos mal, porque fue muy duro. Yo nunca había trabajado, estudiaba y en mi casa mi única responsabilidad era mantener ordenado mi cuarto y estudiar. Aquí me toca cocinar, lavar mi ropa, estar pendiente de que el dinero alcance. Ahora pienso que sería difícil volver a la casa de mis papás. Mi papá me trajo y la despedida con él fue muy fuerte. Le dije que se hiciera la idea de que no iba a volver pronto. Que yo quería quedarme trabajando aquí porque me gusta, si no ¿para qué el esfuerzo? Como dicen, si no amas lo que vas hacer, mejor no lo hagas. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 5 Y en la Firma… Mi equipo de trabajo es excelente. En mi primer cliente como encargada fue muy cómico porque los tres éramos de San Cristóbal. Trabajamos muy bien juntos. En mi área siento que somos como una familia, siempre pendientes unos de los otros. Los líderes aquí no dan miedo, los respetas, sigues sus instrucciones, pero siempre hay algo de amistad, siempre están pendientes de ti, de que se sienta bien y más cuando uno es del interior. He trabajado con dos socios y me han tratado muy bien, nunca hay un trato despectivo. Aquí nunca me he sentido diferente, ni me han hecho sentir diferente. Me siento igual que cualquier persona y si he resaltado en algún momento es por mis capacidades. Diferente por lo del brazo… Yo nací así. Mi mamá siempre fue de la posición de no esconderme. Cuando tenía dos años o más me llevaron a Bogotá a rehabilitación. Había niños con problemas de todo tipo. Allí enseñaban a manejarte, a que con mi brazo podía hacer muchas cosas sin que me frustrara. Los sicólogos me enseñaron a quererme como era, sin ningún problema. En mi casa nadie me trata como si tuviera una discapacidad, mis papás siempre me trataron como a mis demás hermanos. Me adelantaron un año por recomendación de un sicólogo y mi mamá retrasó a mi hermana mayor para que entráramos a estudiar juntas, desde primer grado hasta que salimos del liceo. Cuando entramos al liceo, yo era muy pequeña pero sentí el cambio de los niños más maduros y allí me fue muchísimo mejor. Estudiando conocí a una muchacha que tenía el brazo igual que yo, creo que fue el destino y estudiamos juntas todo el liceo. Yo era introvertida y ella era más abierta. Me impactaba la forma de ser de ella. Aprendí mucho de ella, gracias a ella fue más fácil llevarlo. Seleccionada para el postgrado… Yo nunca expreso que no puedo hacer algo. En realidad son muy, pero muy pocas cosas, las que no puedo hacer. Quedé seleccionada para comenzar este año el postgrado de Finanzas de la UCV en la Firma. Tengo muchas ganas de irme afuera a estudiar inglés para mejorar el idioma. Me gustaría trabajar siempre aquí. Si la situación de Venezuela me obliga a probar suerte en otro país me gustaría quedarme trabajando en PwC. Yo amo este trabajo, soy feliz. Pastores que usan la Palabra José Gregorio Labrador Subero, Anderson Delgado, Roberto José Riveros Oliveros, caraqueño, con 17 años en la Firma, desempeña labores de mensajería en el Departamento de Proveeduría. caraqueño, con 28 años en la Firma, en el Departamento de Mensajería. Pastor evangélico. caraqueño, oficinista en Infraestructura, delegado de prevención y brigadista, con 8 años en la Firma. Roberto: Yo no creía en eso, pero cuando mi padre espiritual me habló del Evangelio algo empezó a nacer dentro de mí. Me llevó al lugar donde él daba charlas, veía cómo con palabras muy sencillas había personas que se paraban a escucharlo. Seguí yendo y a las tres semanas quise dar una charla y lo único que pude decir fue buenas tardes, me tranqué. Hasta hoy ya han pasado 28 años en el mismo lugar dando charlas, en la plaza del Parque Carabobo, en Caracas José Gregorio: Para nosotros estar en una iglesia es otro trabajo, salimos de la Firma a seguir trabajando, a buscar ovejas, a predicar. Anderson: Soy evangélico desde pequeño. Siempre he tenido la convicción de que Dios me puede ayudar en muchos proyectos. Mi familia pasó de tener una buena posición a perderlo todo. Mi padre a raíz de eso se echó al abandono y a mí me tocó trabajar desde los 12 años como buhonero y seguí estudiando. Salí de mi casa con la convicción de que si creas valores en un niño por más que lo traten de dañar no lo van a lograr. Yo trabajaba en el centro de Caracas rodeado de mil cosas que yo ya sabía que no estaban correctas. Roberto: Hace tres años nació una Iglesia, a la que hemos llamado Iglesia de Jesucristo en las Plazas, un ministerio netamente de calle, porque creemos que las necesidades no están en un monasterio o en un lugar determinado, sino en la calle. Usted sale a la calle y encuentra cualquier tipo de persona con necesidades, como menesterosos, agraviados, indigentes, personas que deambulan por lugares buscando una respuesta y ese es el rol que nosotros cumplimos. Salimos a la calle a atacar una necesidad espiritual, no física. La necesidad mayor del hombre es la espiritual y la ha olvidado, la desconoce y allí entra nuestra labor. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 6 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 7 José Gregorio: Yo me congrego los domingos en la Iglesia Alianza Cristiana, en Chuao. Nos reunimos en las casas y hablamos de la palabra para instruirnos y aprender más. En la Iglesia nos dan charlas sobre muchos temas porque aunque estamos en la palabra también el demonio nos ataca y tenemos que estar luchando contra eso. Anderson: Desde hace unos seis meses no me estoy congregando, pero tengo ganas de volver a hacer lo que me gusta, que es ayudar a las cosas de Dios y ayudar a muchísima gente. En la Iglesia tenemos una fundación que se llama Funda Cristo, donde ayudamos a las personas involucradas en invasiones, con ropa, zapatos, enseñamos a leer a niños, con juguetes. Que ellos vean que hay un mundo más bonito del que tienen alrededor. Roberto: Los lunes y martes tenemos culto evangelístico, los miércoles cursos de formación, los jueves tenemos cultos de damas o de caballeros y los domingos estamos en la plaza. Todos en esta iglesia somos iguales, pero hay una persona que tiene que pastorear, en este caso, yo emulo a un capitán en un barco, una persona que direcciona el trabajo. ¿Qué es pastorear? Roberto: El pastor es un mentor, un guía, un ayudante, un facilitador porque recordemos que las personas llegan a este camino desorientadas, sin idea de lo que es el mundo espiritual. Es una vida que tiene que ver con principios espirituales, con dominar mucho el ego, las emociones y el control de esas emociones es dirigido por el Espíritu Santo. El pastor es la persona que los orienta, que los estimula, que los dirige a estar en el camino pero ignorando muchas cosas. Allí entra mi función, mi labor como pastor. Un pastor pastorea ovejas, es una simbología. Anderson: Un día le pedía al Señor que me encontrara un trabajo de cinco de la mañana y cinco de la tarde y si había que trabajar los sábados no importaba. Le pedí que fuera él el que me buscara el empleo porque los que yo había conseguido habían sido fatales. A la semana una amiga me dijo que otra amiga en común estaba buscando a alguien en Espiñeira. Entré en Mantenimiento y ya llevo 8 años de una inmensa labor. Amo muchísimo la Firma. Las cosas que me han pasado aquí han sido maravillosas. He crecido muchísimo como profesional y ser humano. Ha sido una experiencia muy bonita haber recibido este empleo de parte de Dios, un trabajo tal cual como yo quería. Hoy soy delegado de prevención, brigadista y me desempeño como oficinista en el departamento de Administración. José Gregorio: Hace dos años nos reuníamos en un saloncito en la Firma y el pastor nos daba charlas al medio día como a cinco personas. Ese momento tan agradable era todos los jueves. Anderson: Esto es una labor social que vale la pena vivir y que se sepa que Dios siempre te tiende la mano. Con la palabra ayudas y llega la solución. Con labor social transmites a los demás que valen y que pueden conseguir la meta que quieran. El Poeta ¿Por qué Espiñeira, Pacheco y Asociados? Nos daba clases el profesor Nelson Goodrich, cuando un día dijo: “Ustedes están sentados donde un día estuvo sentado el socio de los socios de PwC, el señor Pedro Pacheco”. Ese mismo profesor nos invitó un día a una jornada en la cual iban a estar las principales firmas y, justo, el expositor fue el señor Pedro Pacheco. Me gustó mucho porque todo lo que expresó lo hizo con humildad, y yo creo que eso es lo más importante que puede tener una persona. Apliqué a la Firma, envié el currículo, presenté todas las pruebas y en octubre del 2012 entré a trabajar. En este momento trabajo como Asistente II, en Asesoría Fiscal. Rustiquero ecológico Hemos hecho un grupo de ecoturismo porque tratamos de sembrar una conciencia de disfrute de la naturaleza, cuidándola y tratando de quitarle esa mala imagen que tienen los rústicos y que se sepa que no todos los que tenemos un rústico salimos a dañar. Cada vez que salimos llevamos bolsas y comenzamos a recoger la basura de la playa o donde estemos. Muchas veces hasta la gente que nos ve se incorpora a ayudarnos, otras veces son indiferentes y a veces hasta se burlan. Esa faceta de poeta… Fui profesor de matemáticas en el liceo Bolivariano Narciso Gomell, de Catia La Mar. Vivo en La Guaira, de donde es mi mamá. Mi papá es de Barlovento. Lo de la poesía nació cuando entré a la universidad. Era la forma de expresar mis sentimientos, especialmente hacia las mujeres porque es la mayor creación que Dios hizo. Escribía de noche antes de dormir y expresaba lo que sentía en ese momento. Soy gemelo y mi hermano también estudia Contaduría Pública. El día de la celebración porque había terminado el curso introductorio y había entrado a la Firma, me levanté y conté que para mí era difícil estar sin mi hermano gemelo. Entrar a la Firma significaba el momento de nuestra separación. En ese momento les dediqué un poema a todas las señoritas que allí se encontraban. Desde ese día me dicen el poeta. Esta actividad me ha servido porque el trabajo en la Firma es muy exigente. Muchas veces me ha tocado trabajar de lunes a lunes y en otras ocasiones he tenido la forma de organizarme mejor y disponer de mi tiempo libre. Tener la posibilidad de aislarme de todo y llegar a un sitio donde no hay señal y rodeado de un paisaje que solo se ve en Discovery Channel para mí resulta muy importante. Llevo cinco años haciendo esto con mi rustico. Llego con otra energía, con otra visión a seguir haciendo mi trabajo citadino, mi trabajo con flux y corbata, mi trabajo con mis clientes que también me encanta. Tener la posibilidad de combinar ambas actividades me encanta. Sería bien interesante involucrar a la Firma en estas actividades, pues tiene bastante sentido ya que la Firma tiene una alianza con la ONG Vitalis. Gemelo… Mi hermano entró a trabajar en otra Firma, trabaja en la competencia, como auditor de bancos y seguros. Siempre hemos estudiado juntos. Nos separaron en cuarto grado porque todos los años quedábamos en el cuadro de honor y querían ver si uno se copiaba del otro. Al ver que quedábamos igual en el cuadro de honor, nos volvieron a unir. Mamá de pequeños nos ponía una cinta para diferenciarnos porque si nos tenía que dar un remedio y se volteaba ya no sabía a cuál se lo había dado. Quisiera ser el Amanecer que observas todos los días, El Mar donde te bañas, El Sol que te ilumina, El Aire que respiras, El Ser que te hipnotiza, Y hasta las Lágrimas que corren por tus mejillas, Pero para poder ser todo eso, solo tengo que ser el Amor de tu vida… Luis E. Aponte Asistente II en Asesoría Fiscal, 24 años. Conocido en la Firma como “el Poeta”. El poeta de La Guaira. Así lo llaman. Después de cursar cuatro semestres de Matemáticas decide cambiarse a Contaduría Pública, teniendo previsto graduarse en la Universidad Central de Venezuela en diciembre de este año. ¿Tus expectativas como profesional? Trabajar en la Firma y después pasar a la Administración Pública porque creo que este país se puede cambiar y se pueden hacer las cosas bien, manteniendo un control eficiente sobre todos los poderes. Tengo muchas metas y objetivos, pero lo que en realidad me hace feliz es ayudar a las personas y quién sabe si dentro de unos años me gustaría llegar a ser presidente de la República. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 8 Lo que no tiene precio… Muchas veces la visión que las personas tienen de estas excursiones es que se va a pasar trabajo. Y eso no es así. Cuando se tiene la oportunidad de levantarte a las 6 y 30 de la mañana en una carpa y tener delante el río Sinaruco con 400 mil pájaros volando de todos los colores, garzas de todo los tipos, con babas en la orilla, con rayas, con chigüires alrededor del carro, eso no tiene precio y es algo que yo disfruto mucho. Rodrigo Ernesto Rodríguez Zapata, 26 años. Gerente Precios de Transferencia, Asesoría Fiscal. 5 años en la Firma Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 9 No me gusta mucho la palabra rustiquero por la fama bien ganada del que destruye. Pero en esencia es así en el campo, pues lo que hacen es abrir nuevos caminos y dañar todo y esa no es la idea. Empecé a desarrollar esa pasión, más que por los rústicos, más que por los carros, por viajar, por conocer mi país. Empecé por conocer los llanos y me enamoré de ellos. Cada vez que tengo un tiempo libre me gusta ir a Apure, disfruto ir a un río a pescar, acampar y estar en una especie de contacto con la naturaleza. Este es un país maravilloso y desde el punto de vista natural aún más. Faceta de músico… Cuando entré a la Firma, hace más de cinco años, estaba dedicado a la música, además de mis estudios. Tenía una banda de rock, era el baterista, casi el 100% de mi tiempo se lo dedicaba a la música. De los 15 a los 21 me dediqué a tocar la batería. Llegó un punto en el que me di cuenta de que iba a ser muy difícil vivir de eso y decidí no dedicarle tanto tiempo. Entré a la Firma a los 21 años y ya estaba en otro mundo y el tema de esta nueva actividad de escaparme y conocer un país que no conocía fue lo que sustituyó de alguna manera el vacío que abandonar la música me dejó. Metas… Actualmente curso la especialización en Finanzas bajo el acuerdo de la Firma con la UCV. Después quiero hacer una maestría en Comercio Exterior porque pienso que me daría herramientas adicionales para el trabajo que actualmente hago. Lo que más me gusta de la línea de servicio en la cual trabajo es la gran libertad creativa que hay. Cindy y William Los dos más jóvenes de la Firma Cindy Guerrero González y William Alejandro Gruver tienen varias cosas en común: ambos nacieron en 1994, tienen 19 años de edad. Ambos se graduaron de bachilleres a los 16 años. Ambos entraron a la Universidad Central de Venezuela en el 2011. Ambos están en el 5° Semestre en la Escuela de Contaduría de dicha Universidad y ambos asistieron a la feria que realiza la Firma en esa casa de estudios. Ambos ingresaron a la Firma el 18 de noviembre del 2013. Ambos son actualmente Analistas de Auditoría. Pero lo que lo hace aún más interesante es que ambos, uno –ella– nacida en Cúa, estado Miranda, y el otro nacido en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, son en este momento los dos profesionales más jóvenes de Espiñeira, Pacheco y Asociados. NOSOTROS quiso dialogar con ellos desde una perspectiva de aprendizaje. Buscar y compartir con verdaderos representantes de una nueva generación cuáles son las visiones que tienen sobre el futuro, en tanto ciudadanos, en tanto profesionales; cuáles son esas percepciones presentes en el difícil momento de cruzar las exigencias de estudios universitarios y el de trabajar en una organización de rango global. ¿Alguna apuesta contigo mismo en cuanto al futuro que deseas para ti? William: Mi meta principal es graduarme y ver las oportunidades que me ofrezca el mercado, tanto aquí como afuera. Me gustaría quedarme aquí, por eso empecé temprano en la Firma. Cindy: Lo principal es graduarme y la experiencia que adquiera en la Firma. Lo que quiero es tener un trabajo estable y ser una buena profesional y la experiencia cuenta mucho. Acá te dan la oportunidad de ingresar desde temprano. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 10 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 11 Esa vocación por la contaduría, ¿de dónde sale? William: Realmente quería ser administrador, por un tío mío. Cuando empecé a estudiar me di cuenta de que lo que me gustaba era la contaduría. Estoy trabajando en auditoría pero en la universidad ni he visto todavía la materia. La contaduría tiene que ver con las finanzas, con los números y eso siempre me ha fascinado. Cindy: El campo de trabajo en contaduría es muy amplio, tiene muchas oportunidades donde nos podemos desarrollar. Por eso me fui hacia esta carrera, por las oportunidades que te brinda. Dentro de otros 19 años, es decir, cuando tengas 38, cierra los ojos, piensa: ¿cómo te ves? Cindy: Con un trabajo estable, con una familia. Que yo pueda tener lo necesario y brindárselo a mi familia. William: Principalmente una familia. Vengo de una muy grande y me ha gustado esa parte del hogar. Pero sobre todo ser feliz, con el trabajo que sea, pero ser feliz. Eso debe ser lo que realmente debemos buscar, no tanto lo laboral, los conocimientos. Ser feliz. El primer día que entraste a la Firma, cuéntanos sobre tus sensaciones… Cindy: Muy orgullosa, no todos a los 18 entran a trabajar y menos en una Firma de tanto renombre. Me sentí muy bien conmigo misma, este es un primer paso hacia el éxito. Me estoy iniciando y me veo bien en mi futuro. William: No podía creer que tan temprano me iba a iniciar en un trabajo, ponerme corbata, vestir formal. Verme así fue realmente muy impactante, tanto para mí como para mi familia. Y la experiencia vivida en estos pocos meses dentro de la Firma, ¿cómo la juzgas? Cindy: Me ha ido bien. Mi encargada me ha sabido ayudar, tiene paciencia, uno es el nuevo y me ha sabido explicar, guiar. La experiencia ha sido muy bonita, llena de aprendizaje. William: Quiero seguir aprendiendo, tener más conocimiento y que esta experiencia en la Firma siga. ¿Algo que agregar…? Cindy: Me gustaría resaltar el hecho de que la Firma te permita ingresar siendo tan joven. No te piden que hayas visto auditoría, estar en 7° semestre, no te piden experiencia para entrar. William: Quiero resaltar el compañerismo que existe en la Firma. No es como en otros lugares cuando llega “el nuevo” que se cree que se come el mundo, y no es así. Aquí somos un equipo, como nos dijeron en la semana que nos prepararon. No fue blablablá. En estos cuatro meses lo he comprobado, es realmente así. Somos un equipo, todos nos ayudamos. Alumni: Por un aviso de periódico Félix Gallo ingresó a la Firma en 1985. Llega a socio en 1989. En esta edición de NOSOTROS es el Alumni invitado. Nací en Montevideo, Uruguay. Sí, estudié en una escuela pública, en un liceo público y en una universidad pública. Por la situación política y luego el golpe militar cerraron la universidad en Montevideo. Luego, la situación social se hizo insostenible y decidí emigrar. Llegué a Venezuela con 22 años y lo primero que hice fue inscribirme en la Universidad Central, en Administración, para terminar mi carrera. Mi primer trabajo fue a los 15 años, de mensajero, luego en una importadora de máquinas de escribir, después en una empresa de seguros, todo eso en Uruguay. Aquí en Caracas, una vez que entré en la Universidad, trabajé en el Banco La Guaira en el área de computación, y después me pasé al Banco Industrial. Trabajando allí me gradué. Por un aviso de periódico… Entré a trabajar en Espiñeira por un aviso de periódico. Solicitaban un consultor gerencial. Envié mis papeles y me llamaron. La entrevista me cautivó, me la hizo Ramiro López. Me hicieron una oferta de trabajo y la acepté. Empecé a trabajar en enero de 1985. Entré en el Área de Consultoría. Luis Brabo era el líder de esa Línea de Servicio. Al año fui promovido a supervisor, al año a gerente y a los dos años a socio. Eso fue en 1989, todo en cuatro años, todo gracias a entregar un currículo por un aviso de periódico, sin conocer a nadie. La diversidad de origen la encuentras en todas partes, hasta en el nombre de la Firma. En aquella época Espiñeira, Sheldon y Asociados. En Consultoría, por ejemplo, cuando yo llegué el socio era Luis Brabo, un español de origen vasco. Me hice venezolano en el año 1986 y estoy casado con una caraqueña de origen español, y mis dos hijos son venezolanos. Cuando mi amigo López me hizo la oferta empezaba a trabajar el 2 de enero, pero simultáneamente me invitó a la Fiesta de Navidad. Ramiro me recibió y me presentó a todos. Esas son las cosas que te permiten acercarte a una empresa, sentirte parte de una familia y de un grupo humano. Lo interesante de esa carrera en Consultoría es que me dieron la oportunidad de formar el área de implantación de sistemas SAP. Empecé con dos personas implantando SAP. Para cuando la Firma vendió la Línea de Servicio de Consultoría a IBM, en octubre del 2002, éramos un equipo de 260 personas. Te recuerdo que todo lo que era Consultoría a nivel mundial dentro de PricewaterhouseCoopers para esa época fue adquirido por IBM. La internacionalización fue otro aspecto a reseñar. Definí en la Firma lo que se llamó la internacionalización, montamos sedes en Costa Rica, República Dominicana y Puerto Rico, países en los cuales la Firma tenía Auditoría pero no Consultoría. Generamos oportunidades a jóvenes venezolanos, pues desde esas oficinas hacíamos proyectos para Guatemala, El Salvador y Panamá. Y en IBM Me gustan los retos y decidí irme a IBM en 2003. No conocía a nadie, no sabía cómo era su cultura, una época difícil, durante el paro petrolero. Pero nos fuimos y en cuatro años llegué a ser presidente de IBM de Venezuela. Eso fue entre los años 2007 y 2010. Hoy soy el director general de la Policlínica Metropolitana. La experiencia de un Alumni… Espiñeira, Pacheco y Asociados es una Firma donde hay oportunidades de desarrollo, pero se requiere mucho foco, mucha dedicación y mucha ética. Esta época parece más difícil, más compleja, sin embargo las oportunidades están. La diversidad siempre estuvo y se respetaba. Andrés Espiñeira, el gran líder, se sentaba con quien sea, hablaba, era dicharachero, son actitudes que no te hacen sentir aislado y transmitía ese mensaje a los demás líderes de la Firma. Andrés representaba un liderazgo de trabajo, de conducta que los demás tratábamos de emular. A los jóvenes les digo que este es un país de oportunidades, un poco más complejo, pero que desde el punto de vista profesional las oportunidades siguen estando. Me voy a copiar una frase que alguien dijo “…si en el mundo hay un laboratorio para el cambio, ese se llama Venezuela…”. Los que quieren aprender a gerenciar se tienen que quedar aquí. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 12 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 13 No puedo ser más venezolana Todo comenzó en el 2012 como una iniciativa dentro de la Firma para explorar talentos musicales y tratar de conformar un grupo para las celebraciones. La primera vez que fui a la Firma estaba a mitad de carrera, fue para hacer una suplencia a una recepcionista. Luego para cubrir un permiso pre y postnatal a una secretaria. Un gerente de impuestos supo que estudiaba contaduría y me preguntó si quería ingresar a la Firma, pensé que todavía no estaba preparada. Más adelante la socia Carmen Cancela me preguntó lo mismo y esa vez dije que sí quería. Pensamos que era una buena idea tener una propuesta musical interna. Tuvimos el apoyo de los socios Ana Azevedo, Gerardo Herrera y Pedro Pacheco. Todos nos brindaron su brazo para impulsar esta iniciativa y lo pudimos concretar, conformando un grupo de siete personas, con la idea de compartir entre líneas de servicios, integrándonos. En la selección no hubo distinción de cargo, ni línea de servicio, ni de área. Ensayamos y montamos unos temas que fueron súper exitosos en la fiesta de diciembre del 2012. Fue emocionante, gritaban, brincaban, inclusive algunos socios. Fue muy bonito, socios que no conocíamos se nos acercaron para felicitarnos. Fue nuestra noche. En la de ascensos del 2013 no nos pudimos presentar porque estaban ausentes dos de los integrantes del grupo. Se busca un baterista… Al principio todos estaban a la expectativa. Nos veían raro al vernos pasar con los instrumentos en el horario de trabajo, ya que las reuniones iniciales fueron acá en las instalaciones. Más adelantada la propuesta, la Firma nos apoyó económicamente para ir a una sala de ensayo mejor equipada. Ana Azevedo fue a dos ensayos y le gustó mucho. Ana es como la madrina del grupo, junto con Gerardo Herrera. Somos una banda de pop rock latino, porque queríamos que fuera fiestera. Dos guitarras, un bajo, un violín, baterista y tres cantantes. La integramos Yanialex Acosta, Gabriel Chacón, Mayuli Plaza, María Elina Crer, Elías Guerrero, Ommur Salinas y yo. Ahorita necesitamos talentos nuevos, estamos ubicando un baterista. ¡Las ganas están! Esa vocación… Mi afición a la música comienza tocando el cuatro; me compré una guitarra en México y comencé solo, sin clases, solo contra el mundo. Siempre participé en muchas bandas de rock, pero fue en el 2011 aquí en Caracas En 1997 ingresé en la oficina de Maracaibo como aprendiz, trabajando tiempo completo. Me inscribí en un curso de inglés y estudiaba en la Universidad del Zulia, de noche. Cuando me promovieron a supervisora le manifesté a Carmen mi interés de asumir otro reto y me propusieron venirme a Caracas. Eso me interesó porque además estaba interesada en hacer el postgrado de Gerencia Tributaria en la Universidad Metropolitana. Me mudé a Caracas en el 2005, comencé el postgrado y seguí estudiando inglés. La Banda PwC que entré en mi banda actual, “Sifting” y más que un hobbie se ha convertido en un segundo trabajo. Hemos participado en festivales fuera del país, tenemos dos videos, un disco. Nos hemos presentado con bandas de Inglaterra, Argentina, Estados Unidos. Es un proyecto bien serio. Luis Fernando Farías Arteaga. Senior de Consultoría Gerencial. En este aspecto la Firma me ha dado mucho apoyo. Tuvimos una gira por Texas y California y mi sorpresa fue que la Firma mandó un correo por todo el país para que me apoyaran. Es muy bonito que un lado tan importante de tu vida como es donde trabajas apoye tu pasión por la música. Margie Elena Pirela González, maracucha, egresada de la Universidad del Zulia, 2004. Gerente Senior en el Área de Asesoría Fiscal. Luis Fernando es ingeniero en computación, graduado en el 2009 en la Universidad de Oriente. Entró a la Firma en el 2010 y actualmente tiene 28 años de edad. Es senior en el área de Consultoría Gerencial participando en el desarrollo de controles de tráfico y calidad de los sistemas de facturación de empresas del área telefónica, un proyecto de telecomunicaciones. Actualmente coordina un proyecto para desarrollar sistemas de información para la Firma. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 14 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 15 Me gustó el cambio. Era algo nuevo, participé en proyectos diferentes con equipos multidisciplinarios y de otras nacionalidades. Siendo gerente aproveché la oportunidad que ofrece la Firma y me fui a estudiar inglés en Londres, durante ocho meses. En Londres tomé un curso de Tributación Internacional. Conocí a personas de otros países, de otras culturas. En el 2011 me fui a Holanda a hacer un postgrado en Tributación Internacional en la Universidad de Leiden. En 2013 me gradué. Fui la primera miembro aceptada de la International Fiscal Association, Capítulo Venezuela. Una asociación que agrupa profesionales tributaristas a nivel mundial. Orgullo familiar… Mi papá y mi mamá son de origen wayúu, lo que en español se le conoce como guajiros. Se criaron en Maracaibo. Mi mamá habla muy bien el wayúu y el español. Ella es la perfecta bilingüe. Mi papá lo habla pero no tan bien como mi mamá. Es lamentable, pero mis hermanos y yo no aprendimos a hablar wayúu. Esa es una materia que tengo pendiente. Las costumbres se han mantenido en mi casa, especialmente recuerdo cuando compartíamos con mi abuela y mi bisabuela. Somos una familia numerosa, soy la segunda de nueve hermanos, ocho somos profesionales. Una familia consolidada. Me siento muy orgullosa de mi origen wayúu porque no puedo ser más venezolana. Creo que las oportunidades están, hay que buscarlas y aprovecharlas. No nos pongamos limitaciones. Mi papá siempre me ha apoyado para asumir retos y trabajar en ellos. Me decía que para poder ayudar a los demás primero tenía que ayudarme yo. No te pongas limitaciones, tu familia siempre va a estar aquí. Mis hermanos creo que me ven como un ejemplo, soy la hermana mayor profesional, en otra ciudad, que ha estudiado otro idioma, que ha viajado a otros países. Después de tanto tiempo de estudio, veo hacia atrás y puedo decir que tuve éxito, pero sigo siendo humilde. En la Firma… El ambiente de la Firma es muy agradable porque somos personas contemporáneas, de la misma condición, los mismos intereses y eso hace que la mayoría de los que aquí trabajamos nos sintamos tan a gusto con el ambiente de trabajo. Siento que en la Firma mis pares me respetan profesionalmente y es mutuo. De cada persona que trabaja conmigo aprendo algo. Hay que ser abierto y darles confianza a los que trabajan con uno para que participen, se expresen, validen sus opiniones. Estos quince años que tengo en la Firma han sido una experiencia enriquecedora desde todo punto de vista, en lo profesional, por todo lo que pude hacer, y en lo personal siento que he crecido y cada vez uno es mejor. He dedicado mucho tiempo al estudio y ahora quiero aportar. Puedo decir con mucho entusiasmo lo que significa poder contribuir con la formación del personal profesional. Esa es una experiencia bien gratificante. Dar lo mismo que yo he aprendido de personas de la Firma. Quisiera ser profesora de postgrado. Hice un diplomado del componente docente a distancia de la Universidad del Zulia y el curso de locución para mejorar las técnicas docentes. Antonio David Palacios González nació en Los Teques, estado Miranda, 22 años. Egresa de la Escuela de Contaduría Pública, Universidad Santa María, este año. Auditoría Externa. El canto para mí siempre ha sido algo primordial, una primera necesidad. Yo vengo de una familia de músicos. Mi mamá viene del grupo Budare, que tuvo mucho auge. Un tío es gaitero, otro es DJ y mis abuelos cantan. Desde pequeño me he visto muy influenciado y estudio canto desde los 7 años. Me becó la academia de Mayré Martínez, ganadora del Latin American Idol, durante tres años hasta lograr el nivel profesional. Exitoso como cantante y eres tartamudo… Mi tartamudez es algo con lo que uno aprende a vivir, la tengo desde siempre. Desde niño he tenido ese problema y cuando te das cuenta Dios te ha dado increíbles talentos que vas descubriendo con el tiempo. Aunque muchas personas lo ven como burla, generando sentimientos de que eres menos que los demás. Pero no es así. Con 16 años participé en la cuarta edición del Latin American Idol, aunque no figuré tanto. Luego, en el 2013 participé en el concurso Talentum de Venevisión, en el Súper Sábado Sensacional. De 54 participantes, quedé de octavo. Aquí en la Firma canté en la Fiesta de Navidad del año pasado. Yo no sabía que me iban a invitar a cantar, pero la señora Celia me dijo que cantara. Me dio mucha pena con los compañeros de trabajo, con mi jefe, pero al final fue buenísimo. Pero, y la contaduría pública… La música siempre ha sido el complemento de mi vida. Yo no puedo trabajar sin música, no puedo hacer deporte sin música, siento un vacío, la música me complementa, me ayuda. Salí muy joven de bachiller y mi mamá me orientó para escoger la rama financiera. Me enamoré de mi carrera. Estuve inactivo en la música más de dos años para dedicarme a mi carrera. Es así como en el 2011 presenté todas las pruebas en la Firma, pero el celular me lo robaron y nunca supe si me aceptaron. Nunca supe la respuesta. En el 2012 me dije no sé cómo lo voy a hacer, pero voy a entrar en Espiñeira. Presenté otra vez las pruebas y cuidé, esta vez, mucho el celular. ¡Y me quedé! El cantante Planes a futuro… Seguir con mi carrera, en dos semanas termino todas las materias y este año comienzo el postgrado en Finanzas. La Firma me encanta, este es mi primer trabajo y Dios me ha bendecido muchísimo con jefes increíbles, que creen en mí, te regañan, te exprimen un poco, pero es porque saben que uno puede. Estos dos años que tengo en la Firma han sido hermosos. Todos han sido geniales. En todos los clientes en que he estado en Auditoría Externa he tenido high performance..! Tengo la dicha y la fortuna de tener grandes amigos aquí. Hoy puedo decir que soy feliz. Tengo una familia hermosa, cuento con grandes amigos, tengo un trabajo que me encanta, ¡hago lo que quiero..! Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 16 Ana Azevedo, Contaduría Pública, UCAB, año 2000. Socia a los 33 años, actualmente responsable del área de Recursos Humanos. Desde Madeira Nací en Madeira, Portugal. Mi papá se vino para Venezuela con un contrato como carpintero de construcción para hacer la planta de Sidor, en Puerto Ordaz. El contrato era que se trasladara la familia máximo un año después de él haber llegado a Venezuela. Llegué con dos años, por lo tanto soy venezolana. Llegamos a Caracas porque papá decía que si nos llevaba a Puerto Ordaz nos íbamos a morir del calor. ¡No fue fácil..! Eso se lo digo a los muchachos cuando van a emigrar. Sobre todo por el cambio cultural. El inicio en otro país es complicado, pero gracias a Dios Venezuela nos ha dado muchas cosas buenas y logramos salir adelante. No hubo consideraciones especiales… Agradezco mucho la formación del colegio Nuestra Señora del Pilar de la Candelaria por los valores que me inculcaron. No sabía qué quería estudiar en la universidad. Luego ingresé en Contaduría en la Universidad Católica Andrés Bello. Entré a trabajar en la Firma a los 20 años, en 1998, empezando el cuarto año. Me casé muy joven, a los 21 años, no había terminado la carrera. Mi esposo, venezolano, hijo de carupaneros, quería tener un hijo antes de los 30 años. Tuve a mi hija a los 22, en el quinto año de carrera. Trabajé los nueve meses de embarazo. Todo eso ocurrió en dos años y me pude graduar en cinco. Para mis padres todo eso fue un caos, pensaban que si me casaba no iba a Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 17 terminar la carrera y cuando quedé embarazada, también pensaban que no iba a terminar la carrera. Para ellos era muy importante que estudiáramos, porque ellos, al ser los hermanos mayores, no pudieron estudiar. Tenían su profesión, él carpintero y mi mamá costurera. En la Firma fue cuestión de acostumbrarme, eran duros con lo que te decían, con lo que hacían. Pero eran así con todo el mundo. Nunca me sentí discriminada porque estaba embarazada, o que no iba a ascender porque estabas embarazada. Para nada. El trato fue igual, no había consideraciones especiales a nivel de trabajo. Las oportunidades eran las mismas, estuvieras o no embarazada. Pienso que lo que uno se propone lo puede lograr. Eso sí, no faltaba a mi trabajo, hacía lo que tenía que hacer y a las cinco me iba a la universidad y después a cuidar a mi bebé. Había sábados en los que la bebé me acompañaba al trabajo, la ponía encima del escritorio con unas almohadas. Fui siendo promovida como cualquier otro profesional en la Firma. Simplemente se toman en cuenta tus capacidades. Te dan el mismo trabajo siendo o no mamá. Los retos aplicaban igual para todos y si lo hacíamos bien obteníamos nuestra promoción. Cuando era senior quedé embarazada de mi segundo hijo, y embarazada ascendí a Supervisor y tuve grandes retos y clientes importantes de la Firma. Ahí se nota que no hay ningún tipo de discriminación. Siempre equilibrando el tema familia y trabajo. La Firma es flexible y uno puede adaptarse para poder cumplir con los temas familiares. Yo solo he faltado a un solo acto de mi hija en el colegio. No puedo decir que por estar trabajando no he podido disfrutar de mi familia, para nada. Es por la flexibilidad. Si uno se compromete con el trabajo y lo llevas al día puedes contar con la flexibilidad de los supervisores. Ellos siempre han estado abiertos y entienden el tema familiar. Socia a los 33 años… En julio 2012 fui admitida como socia después de trece años en la Firma, en julio de 2012, tenía 33 años. Por supuesto, para lograrlo necesitas el apoyo de tu pareja. Ella debe estar de acuerdo de que efectivamente ambos quieren crecer como profesionales y estar de acuerdo con el plan de vida de los dos. El hogar y la familia deben ser un trabajo compartido, porque ambos tenemos iguales oportunidades. Es importante que las profesionales jóvenes que se están comprometiendo y se van a casar hablen esos temas con su pareja. Decirles que quieren seguir desarrollándose y si tienen hijos la actividad tiene que ser compartida. Si eso no está en el plan de vida de la pareja, no lo vas a poder lograr. Por un baile Quiero graduarme de abogado en la Universidad Católica Andrés Bello para seguir ayudando a las personas que tengan un problema como el que yo tuve y que no son bien atendidas, aquellas que no tengan recursos que puedan contar conmigo. Si no hubiera tenido la suerte de estar en una empresa como esta después de haber tenido el accidente, mi vida hubiera sido otra cosa. Todos los días yo cargo este carnet –agarra el carnet de la Firma– y no me lo quito hasta que llego a mi casa y lo guindo. Les digo a todos que este es mi símbolo, que vean que como soy una buena persona yo formo parte de esta hermosa empresa. Soy técnico superior en Gerencia Tributaria, en el Instituto Gerencial Universitario. Actualmente estudio el tercer año de Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello. Puedo decir que el apoyo que he recibido de la UCAB me ha ayudado a conseguir mis metas. Ingresé a la Firma gracias a mi hermano que había trabajado aquí en Cobranzas, y cada vez que el mensajero, el señor Francisco, salía de vacaciones yo se las trabajaba. Me dieron la oportunidad de ingresar en lo que llamamos el “carrito”. De allí pasé a Administración, en Recaudación de Impuestos, y es cuando se empieza a cultivar esta hermosa relación que hoy tengo con la Firma. Por más de 5 años di clases en el primer nivel de la escuela donde mi mamá trabaja. Ella ha sido secretaria por 45 años en la Unidad Educativa Lisandro Alvarado. Abrimos la Misión Rivas en la escuela y llegué a dirigir esta Misión en el turno de la noche. Yo trabajaba en la Firma y en la noche salía para el instituto. Económicamente no podía ingresar a la Universidad Católica, era muy costosa. Logré entrar gracias a la generosidad y beca que la UCAB otorga a estudiantes que no pueden pagar la matrícula. El accidente… Salía de la Universidad y rumbo a casa fui atropellado en El Rosal por una ambulancia que venía a exceso de velocidad. Tengo reconstrucción facial, titanio en la cara, fractura de cráneo y la pérdida de la pierna. Eso fue el 2 de septiembre del 2004. Te dicen que te van a amputar la pierna, y que tienes que firmar. Yohathan Alguinzones Mejías. Auxiliar Contable. Departamento de Contabilidad. Caraqueño, casado, un hijo, 38 años de edad. En la Firma desde el 2004. Lo que más me causó impresión fue ver a mi papá llorando. Le dije: –Papá, quiero hablar contigo. Te prometo que cuando salga de ese quirófano voy a salir sin una pierna pero voy a ser la misma persona. Te prometo que no va a ser una limitante para mí. Voy a seguir luchando, trabajando. Me voy a esforzar por muchas cosas. Le pedí a Dios que me diera fortaleza para seguir haciendo mi vida y no ser una carga para mi familia. A los dos días hablé con el médico y le dije que quería empezar a entrenar, pero con los bastones canadienses. Él me decía que era muy difícil. A las tres semanas de estar entrenando ya caminaba con los canadienses. El 7 de noviembre vine a la Firma sin la pierna. A mi jefa del Departamento, María Victoria Soto, le pedí que, por favor, no dejara que me llevaran para la casa, que quería trabajar, ser la misma persona. María Victoria me dijo que si era mi decisión, en la Firma me iban a apoyar. Me pusieron un cubículo cerca de la impresora, todo me lo pusieron cerca, los compañeros me traían café. En mi grupo de trabajo fueron excelentes, me hicieron sentir muy bien. En la Firma han sido todos solidarios. Por un baile… Un día, caminando por la casa de Simón Bolívar, comprando el estreno de navidad de mi niño, escuché una salsa y me puse a bailar con mis muletas. En eso un señor me dice que yo soy muy alegre. Me comenta que trabaja en el gobierno, preguntándome qué tiempo llevaba amputado y me ofrece regalarme una prótesis. Me da su teléfono. En enero lo llamé. Me tomaron las medidas y me la regalaron. Hoy puedo decir que hago todas las actividades que quiero hacer, ayudo a mi papá, a mi mamá, a mi hijo. Mi chamo es mi bujía, es el que me hace ver la vida sin parámetros. Con la prótesis voy al béisbol con mi hijo. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 18 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 19 Tres con la mayor experiencia Willie Nanco. Ingresó en 1967. Actualmente Gerente de Servicios Generales ¿Diversidad? ¡Una gran diversidad! Nací en Jamaica, mi mamá es inglesa, una abuela portuguesa y mi abuelo hindú, del cual viene el Nanco. Mi papá escogió este país. A los seis años llegué a Venezuela. Y aquí nos quedamos. Llego a la Firma en 1967 como todos, como estudiante, representando una de las cosas más bonitas que tiene la Firma: la oportunidad que se le da a la gente joven. Yo estudiaba psicología y trabaja en el IVIC, en neurobiología. Pero mi papá, relacionado con las petroleras, insistía en que trabajara para la entonces Pricewaterhouse. Insistía e insistía en Price. En esa época uno no contrariaba a su papá y me vine para la Firma. Era la secretaria del Sr. Ireland, socio en esos años. También me mandan a lo que para entonces era el departamento de personal a hacer entrevistas, ya que estudiaba psicología. Para ese entonces ese departamento era manejado por norteamericanos. A los 15 días me doy Lourdes Lahore. Operadora de la central telefónica Cuando llegamos a Venezuela fue a Barquisimeto. Luego nos mudados a Caracas y quería trabajar. Nunca había trabajado. Mi esposo decía que yo siempre estaba de vacaciones. Llegué a la Firma para hacer una suplencia y llevó 38 años. Empecé con los americanos, en el año 1975. Soy de origen cubano pero de nacionalidad alemana y lo único que yo traía era que hablaba alemán, inglés y español. Luego vino el señor Andrés Espiñeira, de origen español, una persona muy valiosa, que desarrolló mucho la Firma. Ahora tenemos las administraciones totalmente venezolanas, que han sido muy buenas, con una gran calidad humana. cuenta de cómo es el trabajo en la Firma y le digo a mi padre: –Papá me voy a quedar solo 15 días porque a estos señores yo no los entiendo, eso es puro números, números allá y números aquí, eso no me gustaba, cero a la izquierda, ceros a la derecha y ¡ceros más allá! Pues, como dice el dicho, la lengua es el castigo del cuerpo, 47 años después estoy aquí, sigo aquí, y lo quiero y lo disfruto muchísimo. Dejé de trabajar en personal cuando se inicia lo que es hoy el Departamento de Servicios Generales. Eso hace ya unos 20 años, un trabajo que he disfrutado muchísimo. En esta actividad yo he tenido muchachos que han comenzado como mensajeros para terminar exitosos en la vida como supervisores y gerentes. ¿Por qué me quedé? Me di cuenta de que me dieron todo para crecer, todas las oportunidades. Yo he trabajado aquí con varios gobiernos, como digo yo. Primero con Gerald Maxfield, luego con Andrés Espiñeira, después con Nelson Rincón y ahora con Pedro Pacheco, cada uno con su estilo, que si bien han sido diferentes son igualmente parecidos, porque tienen una política, tienen una misma enseñanza. Todos ellos se criaron aquí, hasta llegar a socios principales, comenzando como muchachos. Los he disfrutado mucho, aplicando todo lo que aprendí en la Firma. Ya me he retirado unas tres veces. Me retiro, pero me quedo. Y sigo con cada nuevo gobierno, porque me gusta. Y creo que me voy a quedar un poquito más. Ya son 45 años, y pensar que siendo estudiante dije que sería por solo 15 días. ¿Viendo para atrás? Te diría que estoy aquí, que esto ha sido parte importante de mi crecimiento. Me dieron todo para crecer. Confiaron en una persona muy joven. Por eso le digo a los nuevos que van llegando: no hay que desesperarse, aquí te lo dan todo para que crezcas, ¡eres tú quien tiene que aprovecharlo! Ricardo Pinto. Ingresa a la Firma en 1978. Casado, tres hijos. Coordinador del Área de Tecnología en la oficina de Valencia, estado Carabobo. En la primera central telefónica que manejé se tenía que colgar una llamada para atender la siguiente. Hicieron entonces un estudio y determinaron que se recibían cerca de 90 llamadas por minuto y es cuando se toma la decisión de instalar una segunda y más moderna central telefónica. Mi meta era ser piloto, pero jugando béisbol me lesioné una rodilla y no pude pasar el examen físico. Quedé como en el aire. Un director jubilado, el señor Donald Albert, me dio una oportunidad de trabajo en la Firma, como mensajero. Tenía 16 años. Lo pensé y estimé que me quedaría hasta diciembre. A la Firma la he visto desarrollarse en forma muy firme, muy sólida. Su personal lo preparan muy bien. Otra de las cualidades es la generosidad y la diversidad de su personal. Aquí no se descalifica a nadie por ser de una universidad o de otra, y eso los hace muy especiales. Pues han pasado 36 diciembres y todavía estoy aquí. Igual que la Firma, fui creciendo dentro de ella. Me ordenan hacer unas diligencias de reproducción a Caracas y eso ayuda a demostrar la necesidad de montar un departamento aquí en Valencia. Pasé a desempeñar labores en esa unidad. Personalmente me siento parte de la Firma, puedo decir que aquí han sido generosos y tolerantes. Me encanta, ¡el mejor lugar para trabajar! Luego, seguimos creciendo. Se estimó necesario abrir una sala de computación con impresoras portátiles y me indicaron que me fuera preparando, que sería el encargado. Si bien ya había pasado el cuarto semestre de contaduría, decidí hacerme técnico superior en Informática, y lo logré graduándome en 1998. Y eso determinó mi carrera dentro de la Firma. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 20 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 21 A tantos diciembres atrás, tu visión de todos esos años… Yo nací en Valencia en 1962. Estoy casado, con tres hijos. A mi esposa la conocí dentro de la Firma, para ese entonces ella trabajaba con nosotros. Mi visión hacia atrás es impresionante. He visto cómo ha crecido la oficina de Valencia. Cuando llegué, casi todos los socios eran americanos, ahora todos son venezolanos. En mi caso personal, puedo decir que he crecido en la Firma, ha sido el único trabajo en mi vida. Tengo una familia, una casa que ha salido gracias a la Firma. ¿Qué más puedo pedir yo de la Firma? Mi deseo es que se mantenga en el tiempo. Que los líderes sigan teniendo entendimiento para seleccionar personas que la mantengan a futuro. A las nuevas generaciones les digo siempre que aprovechen el momento y valoren lo que tienen. Esta es una Firma que es una escuela, es una universidad. Cantante argentina Foto 28 Elymar Josefina Rivas Olivares. Caraqueña, estudió en Texas, bilingüe. Secretaria de Socios de Auditoria. 12 años en la Firma. Mi padre es intérprete de tango y crecí escuchando tangos y me encanta interpretar, escuchar música. En la Firma nació la Banda PwC, en la que actué como cantante. La experiencia ha sido muy agradable. Tuvimos la oportunidad de prepararnos, conocernos y compartir un gusto en común. Hoy en día estamos en busca de un baterista para seguir con los ensayos y próximas presentaciones. Para mí la presentación en la Fiesta de Navidad fue un impacto y estaba gratamente sorprendida cuando vi que nos apoyaban. Apoyé un tiempo al grupo de la iglesia cantando. El canto para mí es un hobbie. No pierdo oportunidad con mis amigos de ir a un kareoke, o en una reunión sacar una guitarra y cantar. Argentina… Sí, nací en Rosario, Argentina, vine de pequeña con mis padres y he adoptado la cultura venezolana, así como en mi casa se mantienen tradiciones argentinas. María Elina Crer Francés. Asistente en Consultoría Gerencial, egresada como ingeniero de computación de la Universidad Simón Bolívar en el 2011. Ultimo semestre del postgrado en Planificación, Desarrollo y Gestión de Proyectos. Tiene 26 años. Corre, corre Elymar La Firma y la música…. Tengo 26 años, el pasado 23 de enero cumplí dos años en la Firma, colaborando en el Área de Auditoría de Sistemas y Procesos. Llevo dos años aprendiendo, aportando, compartiendo con compañeros a nivel profesional y personal también. Siempre busco el balance entre aprender y aportar. Espiñeira, Pacheco y Asociados conformó un Club de Corredores, a fin de que sus colaboradores, clientes, familiares, amigos y la comunidad cuenten con una actividad que fomente un estilo de vida saludable. Lo que soy hoy en día en gran parte se lo debo a lo que viví en la universidad, a la Universidad Simón Bolívar, en la cual me gradué como ingeniero de computación. Allí también me desempeñé como facilitadora. Intento balancear mi vida profesional con las cosas que me gustan. Este Club, formado por diferentes categorías de corredores, inspira a invertir en relaciones, transmitir energía, generar ambientes de colaboración, alcanzar metas y establecer lazos de camaradería. Por ejemplo, me encanta la montaña, subir al pico Naiguatá. La experiencia con la naturaleza es una necesidad para el ser humano, porque vivimos encerrados en oficinas. Tenemos el Ávila aquí al lado, lo vemos por la ventana y dejamos pasar la oportunidad de subir o alcanzar a la naturaleza, de sentir al creador de esa belleza. Llegar a la cumbre y sentir que lo lograste. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 22 Rumbo a sus 80 años de pasión por Venezuela, la Firma ha proporcionado charlas en materia de nutrición y técnicas avanzadas de los efectos positivos del correr o caminar. Con esta iniciativa, la firma busca incentivar la pasión por el deporte y la práctica de hábitos saludables. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 23 Siempre he sido deportista, mi papá desde pequeños nos inculcó no quedarnos sin hacer nada. Siempre he estado vinculada a gimnasios. Empecé a correr hace 10 años y esa actividad me enganchó. Algo que puedes hacer sola, en la calle, donde quieras, porque lo único que necesitas es un par de zapatos, un short y una franela. de Corredores PwC. Salimos después del trabajo a caminar o correr, no importa el nivel. Esta actividad ha integrado mucho a los colaboradores de la Firma, quieren que la gente participe, que hagan una actividad diferente al trabajo. Lo hacemos los lunes y miércoles. Después de esta actividad algunos regresan a seguir trabajando. Una forma de vida… Cuando te metes en ese mundo te das cuenta de que hay personas que comparten la misma pasión, que hablan de lo mismo. Mi mamá dice que somos como una secta. Y tiene razón, pertenezco a un grupo de corredores amigos y cuando nos reunimos de verdad que no hablamos de más nada. Dentro de la Firma me reconocen por ser “la que corre”. A mí me gusta tener ese reconocimiento de la gente por correr, por hacer ejercicio. Yo no soy la más rápida pero tampoco soy la más lenta, pero si alguien en la Firma quiere empezar a correr viene a mí por consejos. Yo no soy ninguna experta pero los oriento. No soy una corredora de hacer grandes tiempos, pero estoy pendiente de lo que está pasando. No lo considero una fiebre sino una forma de vida. Me apasiona mucho. Cuando corres todos somos iguales, sin importar si eres rico, pobre, joven o viejo. Todos te miran igual, somos todos iguales cuando estamos corriendo y eso me gusta. Estás inscrita en… Este año voy por los 21 en el Maratón de la CAF. El año que viene ¡por los 42! Esa es una distancia que hay que respetar, hay que estar no solo físicamente sino mentalmente preparado para la distancia. Estoy en un grupo en el Parque del Este y con los del club de corredores de la Firma. Y tu responsabilidad en la Firma… La Firma tiene un horario bien flexible. Como no tengo un horario para correr sino que lo puedo hacer cuando yo quiera, a las cinco, o las seis, salgo del trabajo y puedo hacerlo. El año pasado, por iniciativa del socio Omer Useche, se organizó el Club Elymar entró a la Firma hace 12 años, caraqueña, bilingüe. ¿Que cómo fué?, ¡simplemente: tocar fue entrar! Actualmente se desempeña como secretaria de socios. Benjamín Guerrero Merideño, 29 años. magna cum laude de la ULA en Contaduría Pública, 2008, a los 22 años. Senior en el Departamento de Contabilidad y Finanzas de la Firma. De inmediato sentí empatía, tanto con la coordinación de Recursos Humanos como cuando se llevó a cabo la reunión con los socios. Entré en el 2007 para las pasantías y una vez graduado, me quedé en la Firma. Para mí no existe limitación Sí, soy merideño, me gradué a los 22 años en Contaduría Pública en la Universidad de Los Andes, con la particularidad de recibir la mención magna cum laude. Fui preparador y auxiliar de investigación en el Instituto de Economía de la ULA. En este momento soy senior en el Departamento de Contabilidad y Finanzas y espero incorporarme este año al postgrado de Finanzas que tiene la Firma con la Universidad Central de Venezuela. Todo ese fabuloso expediente profesional proviene de un hombre que irradia optimismo, fe, confianza, emoción. Benjamín Guerrero, quien tiene la particularidad de tener una altura de solo 1 metro 35 centímetros. Sin que mediara mayor pregunta expone con orgullo su primera realidad: Mi mamá ha sido la persona clave en mi vida. Ella es la que me ha dado fuerzas y me ha ayudado a crecer como persona. Ella es mi ejemplo a seguir. Pero no basta mamá para lograr todo lo que demuestras…. Siempre me destaqué en los estudios por la dedicación y el compromiso que adquiría. Dedicación es la palabra que más me identifica, es lo que me representa. Se me hicieron fáciles las materias prácticas, me gusta el área de los números. Empecé a trabajar porque quería tener experiencia y fui escuchando de mis compañeros y de mis profesores sobre el entorno laboral. Identifique que muchos profesores eran egresados de Espiñeira, Pacheco y Asociados. Por eso, cuando la Firma fue a la Universidad de Los Andes a realizar el concurso de reclutamiento me anoté en la lista y participé en el proceso de selección. Tu pequeño tamaño no ha sido un obstáculo… Para nada, yo me desbloqueo mentalmente de eso, porque para mí no existe ninguna limitación. La limitación se la coloca uno mentalmente. También la sociedad intenta colocarte una etiqueta que afecta sicológicamente, pero está de parte de uno tomarlo o no tomarlo. La vida me ha enseñado a seguir adelante y ser optimista ante todo. Siempre he pensado que si Dios te dio una cabeza, dos brazos y dos piernas, pues ve y camina. Mi mamá también tiene limitaciones pero no es tan abierta como yo. No se graduó, llegó hasta al quinto semestre de Arquitectura y hasta el quinto de Administración. Al tener dos hijos, se limitó. Pero trabajó y sacó adelante a dos hijos y eso es un ejemplo a seguir. Mérida, a dónde la dejamos… Salir de Mérida fue la mejor experiencia y oportunidad para crecer como profesional y como persona. Cuando uno sale joven, es como una esponja, aprende de todo lo que se le presenta y se te hace fácil adaptarte a los cambios y a las ciudades grandes. Salí de mi casa sin saber siquiera cocinar ni lavar ropa. Mi abuela, mi mamá y mi hermana me lo hacían todo, y aquí en Caracas me di cuenta de cómo es la vida, de que hay que resolver. La Firma y Benjamín… Excelente, abierta en todo momento. Siempre me han tratado como un profesional, más allá de la limitación. Me han presentado oportunidades. Comencé en el área de Auditoría Externa. Hoy estoy en el Departamento de Contabilidad y Finanzas, en donde me ha sido fácil adaptarme, pues siempre me han gustado los números. Una característica que siempre he resaltado de la Firma es el calor humano. De verdad que es un tesoro la calidad de recurso humano que tiene la Firma. Puedes ser socio o del Departamento de Mantenimiento y siempre vas a encontrar compenetración, ese calor humano. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 24 Una Miss que juega kickingball Michelle Giang Barrera, Gerente de Auditoría en la oficina de Valencia, estado Carabobo. Egresada de la Universidad Católica del Táchira, cinco años en la Firma. Mi papá es chino, mamá es gocha, de San Antonio del Táchira, mi abuelo colombiano. Soy una mezcla y en la oficina me echan bromas: una gocha china, una china gocha, con un poco de colombiana. Sí, nací en San Antonio del Táchira, tercera de cuatro hermanos, graduada en la Universidad Católica del Táchira en el 2009, con el título de Contador Público. Quería salir de San Cristóbal, ver nuevos horizontes, conocer más a mi país. Cuando la Firma fue a reclutar estudiantes apliqué y pasé todos los exámenes. Me ofrecieron las alternativas de Caracas y Valencia y escogí esta última ciudad porque allí tenía un hermano viviendo y trabajando. Entré con apenas 21 años, pues la Firma me permitía hacer las pasantías. Y aquí estoy, ya con un poco más de cinco años. ¿En auditoría? ¡Auditora hasta la médula…! Gracias a Dios mi desarrollo profesional en la Firma ha sido muy bueno. Tengo apenas 26 años y ya soy gerente de Auditoría. He tenidos dos ascensos extraordinarios que me cayeron de sorpresa. Todos me dicen que he tenido un desarrollo muy acelerado. Me comentan que en edad estoy por debajo de la media, pero yo trato de que eso no me afecte. Mis compañeros que son gerentes siempre me han apoyado y me han dado guía. Me encanta mi carrera; definitivamente, a mí lo que me gusta es esto. Sabemos que eres profesora… Sí, la Firma tiene un acuerdo con la Universidad de Carabobo y dicto clases sobre las NIIF en un diplomado. En eso llevo dos años. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 25 Pero también juegas kickingball… También, juego en la selección del estado Carabobo para el campeonato de la Federación de Colegio de Contadores Públicos de Venezuela. Ya he participado en dos campeonatos nacionales. ¡El año pasado resulté la Champion Pateadora! Además competiste en el reinado de Miss China Venezuela… ¿Cómo se enteraron de eso? Sí, en efecto, con el conocimiento de la Firma el año pasado participé en el concurso de Miss China Venezuela que patrocina la comunidad China–Venezolana en el país. Llegué de segunda finalista. Fue una experiencia única. Eso es algo que se vive una sola vez, me sentí identificada porque conocí gente que era venezolana y china a la vez. Y la Firma, ¿en dónde queda en todo esto? Creo que es más que mi segundo hogar. Vivo en la Firma más que en mi casa. Aquí he podido identificar tanto mi desarrollo profesional como mi desarrollo personal. Aparte del conocimiento que adquieres, la calidad humana que existe entre nosotros es impresionante. En la Firma se respira juventud, eso contagia hasta a los socios; además, ellos no son tan mayores. ¿Tiempo para todo eso? Eso siempre me lo preguntan, que cómo hago para sacar tiempo para todo. En el concurso me decían “la miss ejecutiva”, cargaba mi computadora para todas partes. Algo que yo he aprendido de la cultura de mi papá y que lo llevo en la sangre es el tema del trabajo duro. También los gochos se conocen por muy trabajadores, así como por serviciales, cordiales… Omer Useche El mayor de los mayores “Sí, yo fui un becario Gran Mariscal de Ayacucho. Concluí mis estudios en el Rensselaer Polytechnic Institute, en el estado de Nueva York, en 1982. Aunque tenía varias oportunidades de trabajo por allá, y otros se quedaron, decidí venirme a Venezuela, por eso de la responsabilidad adquirida, de resarcirle al Estado venezolano y a la Fundación el esfuerzo que habían hecho. Aquí tuve varias ofertas: Pequiven, Xerox, Lagoven, Inavi. Acepté la del Inavi como jefe de Centro de Computación hasta 1984, lo cual me produjo bastante satisfacción porque contribuí mucho con el desarrollo de soluciones para esa institución.” Los párrafos anteriores son dos breves secciones del diálogo sostenido entre NOSOTROS y quien hoy es el socio de la Firma con la mayor edad: Omer Useche. Un venezolano nacido el año 1953 en Montecarmelo, un pueblo de agricultores italianos enclavado en las montañas del estado Trujillo. “Somos de origen vasco. Mi abuelo vasco. Papá, trujillano, era comerciante de café con almacenes en Maracaibo. Era un ambiente y unos tiempos en que tenía vigencia la frase de que ‘o te metes a cura o te pones a trabajar la tierra’, como le decía mi abuelo a mi papá.” A partir de 1959 la familia de Omer comienza a salir de Montecarmelo. Él tenía solo seis años, el último de cinco hermanos. De estudiar en las escuelas nacionales Ramón Pompilio Oropeza y Octavio Antonio Diez culmina su bachillerato en el afamado liceo Gustavo Herrera de Caracas, para ingresar luego en la Universidad Central de Venezuela, de la cual egresa de la Escuela de Computación de la Facultad de Ciencias en 1978. “Fui preparador, auxiliar docente y también instructor y en 1976 fui electo presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Computación”, comenta con cierto tono de orgullo y satisfacción. Luego de diversos trabajos en sus primeros años como experto en computación decide buscar su postgrado en los Estados Unidos. Y logra dos. Haciendo buen uso de su tiempo y seleccionando las materias convenientes adquiere menciones tanto en Gerencia en Ingeniería como en Ciencias de la Computación. ¿Y cómo te encuentras con la Firma? “Fue, para ser específico, el 6 de abril de de 1984. Hace 30 años exactamente. Entré como senior, en el área de Consultoría. Luis Brabo estaba a cargo de esta área. Luego ascendí a supervisor, posteriormente a gerente medio y finalmente a gerente senior. Fueron años duros y conocí a casi toda Venezuela en ese período, aspecto de mucha satisfacción. En esos años desarrollé proyectos importantes. Cuando vino la selección para nuevos socios, de cinco aspirantes solo entraron tres. Yo no quedé. Decidí así irme a buscar otros horizontes.” Entonces… “Como lo que me gustaba era la consultoría entré a la Firma Seif Valeri y Acosta. Cuando comencé éramos solo 11. Era director. Luego me admitieron como socio en 1992, con una cartera importante de trabajos. Ocurre, entonces, que se establecen conversaciones para una fusión entre Espiñeira, Sheldon y Asociados y Seif Valeri y Acosta. Cuando esas conversaciones concluyen en el año 94 ya éramos casi 50 personas. Para ese año ya estaba instalado como socio en nuestras actuales oficinas.” trabajar duro. Y tercero, importantísimo, la honestidad en la información. Yo aprendí mucho de varios socios, Vicencio Colmenares, Luis Brabo, Rafael Acosta sobre cómo manejar situaciones. Hay que evitar que una persona vuelva a repetir un error por no habérselo aclarado la primera vez.” ¿Es la consultoría una oportunidad para ese joven? “La consultoría es una oportunidad, tiende a ser algo necesario en las empresas. El día a día las consume y necesitan gente que se abstraiga de ese día a día y le indique al cliente o a la empresa cómo se deben hacer las cosas, en términos de mejores prácticas, sobre soluciones que están en el mercado y qué hacer para mejorar su operación.” Añoras Montecarmelo... “Es algo de mi pasado. Al estar allá me aíslo. Pienso si será verdad que se necesita tanta cantidad de tecnología para vivir. Pero si estoy allá, en una semana me obstino y me vengo.” Eres con méritos propios y la necesaria edad, el senior de los senior de la Firma. Te graduaste en la universidad de 24 años. Si en este momento entra por esa puerta un joven ingeniero o técnico con esa misma edad, ¿qué le recomendarías? “Primero, la constancia. Constancia en el trabajo, en el estudio, en el aprendizaje, en adquirir habilidades. Segundo, el respeto. Respeto por la gente, por sus características, de cualquier tipo. Ese respeto busca identificar las fortalezas y respetar las debilidades. Conseguir que el individuo se desarrolle sin importar de donde venga, de cualquier área o sector. En ese sentido la estructura sobre la cual está montada la Firma es un ejemplo para decirle que puede llegar, pero tienes que sacrificarte y Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 26 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 27 El socio más joven Mis padres son de Madeira, de los inmigrantes de hace 50 años buscando nuevas oportunidades. Se conocieron en Venezuela y se residenciaron en Barquisimeto. Tuvieron cuatro hijos, yo soy el menor. Como casi toda la colonia portuguesa mi papá se dedicó al comercio, alimentos, bebidas, restaurantes. Con una formación académica muy baja, mis padres siempre se preocuparon de que sus hijos se formaran académicamente. En esos años no había universidades reconocidas en Puerto Ordaz y deciden enviarnos a Caracas porque ofrecía mejores opciones universitarias. Hoy somos un hermano médico, un abogado, una diseñadora gráfica y yo, contador público. Ninguno siguió los pasos de comerciante. Estudié en la Universidad Católica Andrés Bello. En 1999, hace 15 años, aplique a la Firma, a la mitad de mi carrera, y entré. Y 15 años después, eres socio… Me gradué en el 2002, ya había sido promovido a senior en la Firma. Ese mismo año hice un postgrado en Finanzas en el IESA. La Firma me apoyó mucho en el tema económico, tanto para la carrera como para cursar el postgrado. Aproveché todas esas oportunidades que se me brindaron. Luego, estando de novio de mi esposa, la Firma me permitió la flexibilidad de tomar un permiso no remunerado para estudiar unos meses en Estados Unidos. Me caso con una joven descendiente de italianos. Tomo la decisión de aprovechar otro beneficio de la Firma y decido irme a estudiar inglés a Londres. No fue fácil para un recién casado irse solo fuera del país durante seis meses. Pero conocí otra cultura, la entendí y me hice otra perspectiva que después traje al país, a desarrollar otras ideas y aportar. Regresé y como a los tres años pasé a ser gerente senior. Luego de cinco años, en el 2013 fui admitido a socio de Auditoría, con 33 años de edad. Jeanniel Ferreira, el Socio más joven de la Firma. 33 años. Área de Auditoría Cómo te enteraste… Estaba en el colegio de mi hijo, una de las personas más importantes de mi vida, Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 28 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 29 celebrando el Día del Padre. Ese día se celebraba la Asamblea de Socios en la cual se iba a tomar la decisión. Hasta un determinado momento iba ganando todas las yincanas con mi hijo, cuando recibo una llamada de la secretaria de Pedro Pacheco solicitándome que me trasladara a la Firma. Desde ese momento perdí la concentración en los juegos. Fueron momentos de mucha expectativa. Llegué a la Firma y después de dos largas horas Pedro me dijo: –Bienvenido a esta sociedad y a esta familia. Esas fueron sus palabras. Fue un momento bien emocionante para mí. Mi primera llamada fue a mi esposa. Para poder llegar a socio tiene que haber un apoyo familiar muy importante, porque el trabajo es muy exigente. La familia tiene que acompañarte, sin eso no se pueden lograr las aspiraciones que uno tiene. A los primeros que uno tiene que agradecer son a esas personas que lo acompañaron en los momentos difíciles. No solo fue un logro para mí sino par mi familia. Luego llamé a mis padres y a mis hermanos para compartir con ellos, que han estado conmigo durante estos años. Yo lo que sé es que a todo lo que tengo le quitas la maleta, las dos camisas y los dos pantalones, ¡el resto es ganancia! Mi mamá es otro caso. Ella estudió y se graduó de derecho a sus 50 años. Se graduó diez años después que yo. Dijiste que aprovechaste las oportunidades que te brindó la Firma… El ambiente que existe en la Firma permite a todas las personas sentirse bienvenidas y apoyadas para esa oportunidad de crecer, desarrollarse y lograr el éxito. Y eso va desde que entras hasta que llegas a socio. Aquí se llega hasta donde tus aspiraciones y tus talentos te lleven. Sin importar tus raíces, en qué universidad estudiaste o de qué región del país vienes. La reacción de mis padres fue de mucha emoción. Hay que reconocer el sacrificio y la visión que tienen los inmigrantes que llegan al país, que no tenían estudios, que no han vivido lo que vive un profesional para motivar a sus hijos a que sigan adelante, que logren méritos y se sigan desarrollando. Ellos sabían la importancia de empujar y promover a que sus hijos se desarrollen. Cuando estudiante me apoyaron, eso quiere decir flexibilidad. Ahora hay postgrados dentro de la Firma, y no tienes ni que desplazarte. Y para todos los niveles, desde el staff hasta socios, en una misma mesa estudiando, distintas generaciones compartiendo estudios. Cuando te casas también hay flexibilidad con el horario. La Firma te va llevando en cada una de las etapas y te va brindando oportunidades. Ahora, es decisión de cada una de las personas si las tomas o no las tomas, si sigues o no sigues. Las nuevas generaciones le dan mucho más valor al balance vida personal-trabajo y a esa flexibilidad que le pueda brindar el trabajo. Los méritos de ellos también son muy grandes. Mi padre me decía que él llegó a La Guaira con una maleta que tenía dos camisas y dos pantalones y que Venezuela le brindó todas las oportunidades para que emprendiera todo lo que es y lo que ha hecho hasta ahora, tanto como comerciante como con sus hijos. Próximo paso… Adaptarme a esta nueva responsabilidad como socio y apoyar y promover el crecimiento de la Firma en un entorno que no es tan sencillo. Considero que en el país siguen existiendo muchas oportunidades para los jóvenes y nuevos talentos de la Firma y de Venezuela. Papá desde muy pequeños nos enseñó el valor del trabajo, y los fines de semana teníamos que trabajar y no era opcional ayudar a los negocios de la familia. Si yo quería faltar un día tenía que pedir permiso. Él tiene una frase muy peculiar. Él dice: yo no entiendo eso de contaduría. Andrés Espiñeira nació en La Coruña, España, en 1935, maestro en Cuba, navegante en los mares de Yucatán, México, empleado de una línea aérea en La Guaira, egresado de Contaduría Pública de la UCAB en 1964, primer “socio criollo” de la Firma en 1971, socio principal en 1975, cargo que ejerce durante 20 años. Retirado desde 1995. La vida del emigrante es dura Nací en la Coruña, en la España de la postguerra. No había trabajo. Tenía 15 años. Tenía tíos en Cuba que les dijeron a mis padres que me enviaran. Hice de ayudante de maestro para niños de seis y siete años. Los tíos tenían varios barcos de pesca y me monté en uno de ellos, a pescar a la zona de Yucatán, México, por año y medio. Fui cocinero, lava platos, pelaba papas. Sabía llevar el timón y de noche ayudaba a la navegación. La tripulación era de personas mayores, la mayoría analfabetos, muchos gallegos emigrantes. Mi hermana y mi cuñado estaban en Venezuela y fueron a visitarme y listo, decidieron traerme para Caracas. Trabajé en la línea Aeropostal limpiando aviones, después mi cuñado me consiguió trabajo en Avensa. En esa línea aérea me ofrecieron que viniera a trabajar a Caracas como asistente del contralor y me involucraron en un difícil caso que ocurrió en la caja de ahorro de los trabajadores. Ahí se despertó en mí la curiosidad por la contaduría. Como había decidido estudiar, subí a Caracas a una academia de contaduría, que estaba en El Silencio, en la cual me gradué y en la que me contrataron como profesor. Luego me enteré de que la Universidad Católica Andrés Bello estaba abriendo la Escuela de Contaduría Pública nocturna, y me inscribí. Como trabajaba en Avensa pedía una colita para subir a Caracas. Como vivía en Catia La Mar, regresaba en carro por puesto a mi casa como a las 11 de la noche. Los fines de semana eran solo para estudiar. La vida del emigrante es dura… Una noche hice el comentario sobre mi trabajo en uno de los salones de la Católica y me dijeron que en la firma Price estaban buscando gente. Decidí renunciar a Avensa y presenté mis papeles a la Firma. Se lo dije a mi esposa y ¡casi le da un yeyo! Tuve la suerte que en la Firma me asignaron como primer trabajo atender una caja de ahorros. Obviamente que lo hice muy bien, dada la experiencia anterior. Seguí estudiando, todas las noches, hasta que logré graduarme de Contador Público en la UCAB, en el año 1964. Cuando entré a la Firma había pocos venezolanos, algunos españoles y todos los socios eran americanos y canadienses. Recuerdo que en las reuniones se hablaba en inglés, y cuando entraba tenían que empezar a hablar en español. Había varios de la Firma que no tenían títulos, y estaban estudiando para graduarse de contadores públicos. Con trabajo y más trabajo logré la condición de socio. Fui, para decirlo de alguna manera, el primer socio criollo. Eso fue en el año 1971. Hoy los 32 socios son venezolanos. tienes que ganártelo tú. Tienes que respetarte a ti mismo, no importa lo que hagas. No es delito el tipo de trabajo que hagas, cualquiera que sea, pero hazlo bien y respeta a los demás. Si piensas que por ser socio principal vas a entrar al ascensor y no vas a darle los buenos días a los que están allí, estarías en un error. Dicho de otra manera, yo no me sentía más importante por ser socio de la Firma que cuando trabajaba en Avensa. Seguía siendo el mismo. La Firma o Andrés… Yo sí creo que la Firma es un ejemplo de inclusión. Tanto antes como ahora la mayoría de los socios de la Firma vienen de la clase media típica venezolana. Muchos hijos de inmigrantes. Venezuela tiene la característica de que es inclusiva. Además de ser ejemplo de inclusión social, la Firma también lo es en cuanto a desarrollar a los mejores, nuestros profesionales viajan al exterior, ven otros países, se comunican con otras personas de otras regiones. Hay muchos en Europa, España, Chile, Bogotá y todos dejan en alto la imagen del país. Una vez el socio encargado de la oficina de España me hizo el siguiente comentario: “Oye, Andrés, los venezolanos tienen fama de flojos pero los que están aquí son un ejemplo de trabajo para los españoles, todos sin excepción dan la talla.” Las firmas en general han contribuido a darle renombre a la contaduría pública como profesión. Hoy por hoy creo que es una profesión de pleno empleo, la mayoría hoy tiene trabajo, tanto en firmas como en empresas. Mensaje a ese joven que hoy se monta en un autobús para ir a la universidad y mañana llega a socio principal… Tener confianza y no tenerle miedo al trabajo. No importa lo que hagas, hazlo bien. El mensaje es que no esperes nada regalado, en la vida no se regala nada, Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 30 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 31 Hebe Hriasco. Maracucha, traductora, graduada de Astrofísica en la Universidad de Boston y con problemas auditivos. 16 años en la Firma. Gerlú Clayne Cárdenas Barajas, egresada de la Universidad Católica del Táchira, cum laude. Entra en la Firma en el 2013. Asistente de Auditoría Externa, cuenta con 23 años de edad. Fiscal. Así que uno de mis retos fue traducir todo lo que fueron las reformas de las leyes tributarias que se hicieron para ese momento y decidí complementar ese ejercicio con una especialización en Derecho Tributario en la Universidad Santa María, en el 2002. En la universidad, a partir del tercer año, me otorgaron una beca de excelencia por mi promedio. Durante los últimos tres años fui becada por la universidad, ya que tenía un promedio mayor a 18 puntos. Me gradué a los 23 años con un promedio de 17,7. La primera en mi promoción, cum laude, con honores. Traductora astrofísica Realmente esta Firma es un centro de enseñanza profesional increíble. Los retos que impone el trabajo que uno realiza te obligan a superarte. El área de traducción es una oportunidad en la Firma para las nuevas generaciones. Admiro la forma en que esta Firma se ha mantenido y se ha consolidado y mantiene su supremacía ante la competencia, a pesar de todos los contratiempos que enfrentamos como país. Astrofísica y con problemas auditivos…. Sí, tengo problemas de audición, debido al exceso de antibióticos que tomé en una oportunidad. Pero con la salud suficiente para trabajar y salir adelante. Pero este problema no ha sido obstáculo, gracias a la Firma y a los compañeros. En una ocasión el departamento de Recursos Humanos mandó un e-mail en el que expusieron mi caso, pidieron colaboración y todos los compañeros desde los socios, todos, dieron un aporte valioso, generoso y gracias a eso tengo hoy unas prótesis en ambos oídos que me ayudan a superar el problema. Y la astrofísica, ¿dónde quedó? Me gradué en la Facultad de Astrofísica, de la Universidad de Boston, en los Estados Unidos. Fue en 1988. Llegué a la Firma hace 16 años, desde Maracaibo. Antes de eso conocía a varios socios y gerentes, pues les daba clases de inglés. El exsocio Luís Fernando Miranda era uno de mis alumnos y me dijo que estaban necesitando para el Departamento de Asesoría Fiscal una traductora. Como me encanta la traducción me certifiqué en Venezuela como intérprete público y desde entonces estoy aquí. ¿Qué pasó con esos estudios? Cuando llegué a Venezuela quería entrar a trabajar en el Observatorio Cajigal, pero me exigían asimilarme, lo cual hizo que desistiera de esa idea. Durante el primer año estuve en el Departamento de Traducción de la Firma, fue un entrenamiento muy interesante porque en ese momento todo el personal era nuevo. No conocía mucho la Asesoría Mi mamá es colombiana, mi papá de San Cristóbal, y soy la mayor de dos hermanas. De la educación media ingresé en la Universidad Católica del Táchira, aunque por mi promedio había sido aceptada en la Universidad de Los Andes, pero me decidí por la UCAT. Estudié Contaduría Pública porque hice bachillerato técnico en la rama de contabilidad, pues siempre me han llamado mucho la atención los números, la parte contable de las empresas. Mi papá me decía que le diera el currículo para buscarme trabajo en San Cristóbal, pues en su criterio yo era muy pequeña, muy niña. Mamá también estuvo dudosa, ambos siempre me han apoyado, quieren que surja, siga adelante y siempre han estado muy orgullosos de mí. Ya había sido aceptada en la Firma y una vez le dije a papá: Por algo quedé en la Firma y decido irme. Tengo que empezar mi camino y esta es una buena opción para comenzar mi carrera profesional. Ha sido fuerte vivir sola, tener que llegar a cocinar, lavar, hacer uno su vida. Eso pega un poco. Tu llegada y experiencia en la Firma Entré a la Firma en julio del 2013 como pasante, luego de superar las pruebas que exige la Firma. Los profesores me habían hablado de Espiñeira, Pacheco y Asociados. Mi aspiración es tener mi propia firma y tengo que adquirir experiencia. Espiñeira, Pacheco y Asociados es un lugar de aprendizaje muy rápido, de mucha formación profesional, integral. Esto es como la universidad, pero en la realidad, ya que te van enseñando. Cuando uno llega aquí se siente como chiquito, entre tanta gente y gente que Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 32 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 33 Andina, cum laude y misionera sabe. Cuando los socios y gerentes me dieron el curso de preparación, yo decía: –Dios, ¡no entendí! Pero venía con todas las energías y expectativas de aprender. Siento que aquí son muy receptivos. No es como otras empresas, que si usted no sabe, mire y busque cómo aprende. Todos entienden que uno al principio no sabe y nos van explicando, enseñando y dando las instrucciones para poder hacer el trabajo que nos corresponde. Aquí hay personas de todo tipo, pero entre todos se complementan y por eso es la Firma que es. Por ejemplo, mi experiencia con los clientes ha servido para aprender a desenvolverme y dejar el miedo escénico a un lado. Mi cliente actual es muy receptivo. Jesús es el camino… Pertenecí al voluntariado “Jesús es el camino” del Colegio María Auxiliadora por año y medio. Visitábamos los barrios de San Cristóbal con regalos para los niños, hacíamos reflexiones, hacíamos de misioneros en pueblos del estado. Lo que más me gustó de esa experiencia fue el agradecimiento de las personas cuando uno hacía algo por ellos. Por ejemplo, en un pueblito muy humilde que visitamos en La Grita, conseguimos personas tan dadas, que era más lo que nosotros recibíamos que lo que nosotros les llevábamos. La experiencia de guiar niños me encantó. ¿Cómo te ves dentro de 20 años? Como una contadora, auditora con su propia firma, sus propios clientes. Nunca voy a llegar a ser tan reconocida como PwC obviamente, pero si mi base es esta, quisiera tener las mismas directrices que tiene la Firma. Para mí la Firma es una escuela, pero en la realidad. Quiero hacer un postgrado en el área de impuestos; además de casarme, tener mis hijos y vivir la experiencia de ser madre. Unas palabras al socio principal… Me gustaría decirle que mantenga ese espíritu de la Firma, de recibir jóvenes, de irlos formando y labrando su camino profesional, eso es muy importante. Que siga apoyando a los recién graduados. Muchos de mis compañeros no están trabajando todavía. Yo, en cambio, tengo algo seguro en una Firma buena donde puedo aprender, formarme y seguir creciendo como profesional. Ser mujer no fue una limitante Cuándo fue eso… Eso fue en 1982. Me admitieron como Socia diez años después, en 1992. Este año cumplo 32 años en Espiñeira, Pacheco y Asociados. En las competencias técnicas ya no hay diferencia entre los varones y las hembras. Hoy soy la socia jefe responsable de la oficina de Maracay. Tuve tres hijos durante mi carrera y he cumplido perfectamente con mi trabajo. Lo importante es hacer el trabajo, y hacerlo bien, que te lo reconozcan sin prejuicios a la hora de evaluarte. En ese sentido el sistema de evaluación de la Firma es documentado y por proyectos, no lo hace el jefe sino las personas que forman parte del equipo o del proyecto. Ese sistema de evaluación también hace que se dé ese tipo de justicia. Ana Bella Fernández. Contador Público, Universidad de Carabobo, 1983. 32 años en la Firma. Responsable de la oficina de Maracay, estado Aragua. Casada, tres hijos. Mujer, madre y profesional… Promoví a socio siendo mujer, del interior del país, casada y ya tenía dos niños y eso no fue una limitante para promoverme. Había cubierto los requisitos que en aquel momento se tenían para optar a esa posición. Si los hijos son una limitante es porque te la pones tu misma. El trabajo de la Firma te genera más bien el buen hábito de organizarte. Mi agenda no es una agenda simple y de solo reuniones con clientes. En mi agenda encontrabas actos del día de la madre, llevar a los niños a las consultas médicas, sin ningún tipo de limitación de la Firma. Yo era responsable de mi trabajo. Tenía mis hijos y mi familia pero a su vez la Firma también es mi familia. La primera mujer socia de la Firma fue Mary Carmen Sánchez; además, creo, fue también la primera mujer socia en toda América Latina. En el tema de género esta Firma siempre ha sido muy amplia, no existían y no existen los límites. Yo soy hija de inmigrantes portugueses y egresada de una universidad pública, la Universidad de Carabobo. Llegué a la Firma con el aval de mi propio esfuerzo. No fue una limitante el hecho de ser mujer. Antes de entrar a la Firma mi papá decía que yo no tenía necesidad de estudiar para trabajar para terceros, que lo hacía para trabajar en sus negocios. Primero, conocí a la Firma por un libro. Luego un profesor me dijo que tenía buen promedio y podía optar para entrar en Espiñeira. Por último, mi profesor de Auditoría era gerente de la Firma y me dio un folleto. Le dije que quería trabajar en Espiñeira y en la clase siguiente, después de averiguar mi promedio, me invito a presentar la prueba. Luego de haber sido contratada en Caracas, asistí al curso básico y me explicaron lo que era la Firma. Yo estaba que no podía creer que había entrado a trabajar aquí. No tenía ni idea de lo importante que era. ¡Estaba feliz! Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 34 La manera de tratar a los clientes uno la proyecta a la vida personal. La Firma te enriquece personalmente, porque tiene valores muy arraigados. Su Código de Conducta no solo se ejerce en el trabajo, se vuelve un estilo de vida. Lo adoptas y te comportas así en todo, hasta en la forma de vestir fuera del trabajo. También te brinda oportunidades, como cambios de oficinas o de áreas o líneas de servicio. Las vacaciones son promovidas y se pueden tomar en cualquier fecha del año, organizándote y planificándolas. En PwC tenemos una visión global sobre diversidad e inclusión PricewaterhouseCoopers a nivel global representa un equipo de más de 184 mil personas, ubicadas en 776 diferentes ciudades y respondiendo a los mercados de 157 países. La mitad de este valioso equipo de profesionales es femenino. Por otra parte, más del 67% de los ingresos totales de la Firma provienen de clientes de rango internacional. Estas cifras dicen mucho de nuestra propuesta corporativa a favor de la diversidad y la integración, no solo desde el punto de vista de los géneros, sino también tomando en consideración nacionalidades y culturas La Firma globalmente considera como una de sus fortalezas la diversidad, encándola como fuente indispensable para generar valor a favor de sus clientes. Pensar diferente, tener diferentes puntos de vista es fundamental, ya que de esa forma se dispone de talentos diversos para resolver problemas importantes. Los logros obtenidos con esta estrategia hacen que la Firma sea permanentemente evaluada dentro de las diez primeras corporaciones que globalmente innovan e incrementan la habilidad de desarrollar diferencias entre sus trabajadores, a los fines de obtener logros a favor de clientes y la sociedad como un todo. A nivel global, la Firma ha designado un Líder para conducir los programas de diversidad e inclusión. Ellas es Agnes Hussherr, con sede en París y quien se incorporó a PwC en 1989. En la opinión de Hussherr, “PwC es un lugar de trabajo donde se valoran y respetan las diferencias. Sabemos que con personas de diferentes trayectorias y diferentes puntos de vista y talentos se puede trabajar en equipo. Así, nosotros maximizamos lo especial y único de cada una de nuestras personas a los fines de crear el más alto valor para nuestros clientes y la sociedad en general”. Es con esta premisa que en todas las oficinas de PwC se celebra la Semana Global de la Diversidad, con el propósito de crear interés y atención sobre la diversidad como una prioridad para la Firma. Buscamos la oportunidad de hacer de este tema un caso real de negocios. Par ello se han propuesto cuatro estrategias. Primero, que sean los líderes de cada Firma los que demuestren su compromiso al respecto. Segundo, exponer y comprometerse con casos reales de diversidad e inclusión. Tercero, promover el interés y la atención mediante el ofrecimiento de recursos internos a los fines de mejorar el conocimiento y el entendimiento sobre lo que es diversidad e inclusión. Y, finalmente, proceder a involucrarnos todos, promoviendo un gran diálogo con nuestros líderes globales a través de internet. En la página www.pwc.com/inclusion la Firma ha puesto la más amplia y conveniente información sobre este valioso componente de nuestra estrategia, indispensable para continuar avanzando de manera exitosa en el futuro inmediato. Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 35 El único pelirrojo Elías Antonio Guerrero Castillo, caraqueño, Egresado de la UCAB en el 2013 de Lic. en Contaduría Pública, actualmente Asistente II, en la el Área de Auditoría Externa. Miembro del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles Wladislav Boris Neresoff Padilla. Venezolano graduado de Contaduría Pública en la Universidad de Los Andes. Actualmente Senior en Auditoría Externa. De padres búlgaros, 27 años de edad. El violinista Llega el comunismo a Bulgaria, 1944, plena Segunda Guerra Mundial. Mi bisabuelo era la máxima cabeza del ejército en Bulgaria y le hacen un atentado con una bomba y lo matan. A raíz del asesinato del bisabuelo, mi tío y mi papá, que estaban jóvenes, huyen a Alemania, después a Austria. En ese momento había tanta movilización de personas en Europa que muchos no recibían nacionalidad, ni residencia de otros países. Ellos aplicaron a Estados Unidos y otras naciones. Un tío de mi papá, que venía a América rumbo a Brasil, llevaba tres semanas en el barco y no aguantó y se quedó en La Guaira. Después llamó para que se vinieran todos. Mi familia llegó con una mano delante y otra atrás después de haber estado dando tumbos por toda Europa. Mi papá llegó a Venezuela y luego se casa con una venezolana. Soy netamente venezolano con origen búlgaro. Ellos eran personas preparadas, mi abuelo era economista, mi abuela era super echada pa´ lante. Lograron progresar. Hablaban alemán, inglés, búlgaro. Mi abuelo escribía de economía en algunos periódicos. Mi tío abuelo hizo negocios con Polar, trayendo máquinas para preparar cerveza. Mi familia se caracteriza porque trabajan duro. Es una familia matriarcal, todo gira en torno a la abuela. Muy luchadora y trabajadora. Trabajó en Telares Gran Colombia como costurera, fue ascendiendo y cuando se Comencé a los 6 años desde cero en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, núcleo San Agustín. Allí pasé toda mi infancia. La filosofía del Sistema es enseñar a través de la práctica la teoría y viceversa, es hacer amena la enseñanza. jubiló montó su mercería en Caracas. Conservamos tradiciones, las comidas típicas con mucha influencia griega y rusa. No hablo el búlgaro porque el alfabeto es muy difícil. Uno siempre tiene atracción por sus orígenes y visité Bulgaria el año pasado, fue muy bonito. Creo que soy el único pelirrojo de la Firma. Me gradué en la Universidad de Los Andes, en el 2010. Pasé el proceso de selección de la Firma, en la cual ya tengo cinco años. Siento que esta Firma es un lugar perfecto para aprender y crecer. Estoy muy contento con mi trabajo. A mí me ha tocado la diversidad dentro de la Firma. No he sido de los que han asignado a un solo sector de negocio, he trabajado con bancos, laboratorios y en los últimos dos años en energía y petróleo. ejemplo, mis abuelos, por el asesinato de mi bisabuelo, recibían alimentos del gobierno alemán y mi abuela dejaba algo para ellos y con el resto preparaba comida para los judíos que estaban escondidos. Esto es una muestra de que no debemos tener problemas con la diversidad cultural ni religiosa. Creo que eso es un bonito valor que tenemos los venezolanos. El venezolano no tiene problemas de racismo. Aquí en la Firma no se ve nada de eso. Aquí hay diversidad plena y respeto total. Lo que hace falta es trabajo duro y honestidad y eso es un ejemplo que da la Firma. Me gusta enseñar a los muchachos que están entrando. Se comprometen contigo a la hora de trabajar. Hasta ahora mi meta es seguir haciendo carrera en la Firma. En la Firma hay diversidad, gracias a Dios en Venezuela no hay ninguna fijación contra la diversidad de las personas. Por Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 36 En el cuarto año de iniciación musical es cuando te preguntan qué quieres tocar y dije, sin saber por qué, ¡violín! Ya tenía como 9 años y empecé también con clases individuales. En el 2001 presento audición para la Orquesta Sinfónica Infantil de Caracas, que estaba en proceso de creación, y el jurado también estaba buscando quiénes podían ser buenos candidatos para ingresar a la Academia Latinoamericana del Violín. Estaba súper nervioso y no sé ni cómo toqué, pero cuando me dan los resultados me dicen que había quedado en la Orquesta y también en la Academia. En la Academia estudié hasta el 2006. Aprendí mucho. Me gradué de bachiller en el 2007 estando en los tres sitios. Un accidente me acercó a la auditoría En las vacaciones de cuarto al quinto año viajando con mi familia tuvimos un accidente. Yo solo sufrí un latigazo. Mi papá Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 37 sí se lesionó el dedo y le costó trabajo volver a agarrar la guitarra. En ese momento tomé conciencia que yo trabajaba con las manos y me pregunté qué me pasaría si tengo un accidente. Pensé que necesitaba una segunda carrera. En bachillerato vi una materia de contabilidad y pensé que no era tan malo. Preguntaba a mis profesores qué hacía un contador, de qué trataba la contaduría. Y decidí estudiar esta carrera. Después de haber estado 13 años en la música paré y estuve dos años dedicado a la carrera. Sin embargo, en el 2009 entré en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas y en la Sinfónica Juvenil de Chacao. En el último semestre de la carrera estaba trabajando, estaba en la universidad y en la música y no tenía tiempo ni para mí mismo, aunque mi prioridad era la carrera; además me estaba gustando. Violinista… Toqué varias veces con Dudamel, he ensayado con el maestro Abreu. Nos han dirigido los maestros venezolanos Erik Marcano, Eduardo Marturet, Diego Matheuz. También nos dirigió el director de la Casa Mozart, de Viena. El director italiano Giuseppe Sinopoli y otros maestros extranjeros. La visión y la misión del Sistema son muy acertadas para la realidad del país. Quitarle a la violencia aunque sea una persona; está hecho el trabajo. Lo ideal sería sacarlos a todos, pero no todo se puede resolver con música, hay que promover otras acciones. Y contador y auditor… En este momento lo que quiero es tener experiencia y un conocimiento sólido de mi carrera, ser un buen auditor y contador. Yo siempre digo que yo puedo dejar de ejercer la contaduría pero yo no voy a dejar de ser músico. Yo siempre voy a ser músico. Cuando siento que no aprendo nada me aburro y hasta ahí llego. Y aquí no lo he sentido. Al contrario, siento que tengo mucho que aprender aquí. Me gustaría llegar a socio, ¿a quién no? Si en algún momento siento que no tengo la capacidad para aprender más, renuncio y le doy la oportunidad a otro, ¡y por el camino que voy, creo que falta mucho para eso! En la Firma el apoyo entre nosotros es lo que sobra. Piquiña… Entré a la firma en septiembre del 2012. Ese año Recursos Humanos pasó un correo con la intensión de formar una banda de la Firma. Inmediatamente me dio esa piquiña. Todos tocaban instrumentos electrónicos y yo era el único acústico. La experiencia en la Fiesta de Navidad fue bastante chévere. Yo sé que voy a volver a la música. Ponerse en los zapatos de los demás Ingresé a la Firma en 1998. Pasó lo contrario de lo que suele suceder por lo general: la gente suele irse a trabajar con clientes, yo de un cliente me vine para la Firma. Fue un reto ingresar al mundo de contadores, como mujer y abogado. Una de las primeras abogados que llega a la Firma. Tenía un año de casada y estudiaba Derecho cuando ingresé. Aquí tuve mis dos barrigas. Tengo un hijo de 9 y otro de 8 años. La Firma para mí es mi vida. Es conjugar la palabra trabajo en equipo día a día. He trabajado con muchos socios, hasta con el socio principal, y de verdad llevan al plano real la expresión de ponerse en los zapatos de los demás. Por esa época se presentó el tema de la Lopcymat y de todas las leyes sociales, y se abre la necesidad y el camino para que yo me encargue de esa área. Fue un gran reto. Pero se presenta el tema del equilibrio. Los hijos ya estaban creciendo, el colegio, mujer, el rol de esposa, ama de casa, el rol profesional. Se hace complejo el panorama pero no quería renunciar a mi sueño de una carrera y se me hacía imposible manejar todo esto. Se sella una incondicionalidad… Cuando le planteé mi caso al socio a cargo de Recursos Humanos me dijo que me quedara tranquila, que no había necesidad de irme de la Firma, no había necesidad de renunciar. Fue cuando comencé a trabajar medio tiempo y a vivir en carne propia que aquí se estaban poniendo en mis zapatos. Eso, evidentemente, sella una incondicionalidad. Omaris Agreda. Caraqueña, casada, dos hijos. Abogado, Universidad Católica Andrés Bello, 1994 Ana Márquez, egresada en Contaduría Pública, Universidad Lisandro Alvarado, 1989. Ingresa a la Firma en 1990. Es admitida como socia en el 2004. Socia a cargo de la Oficina de Barquisimeto, estado Lara. organismos públicos; donde debo hacer colas y hasta usar bluejeans y zapatos deportivos. Cuando llegas aquí y te das cuenta de que existe un recurso humano que sigue siendo el mejor capital, te vuelven las ganas de hacer bien las cosas. Pues llegas acá y hay unas normas, hay mística, se cumple el procedimiento, hay ética y gente que responde a un código de conducta y unos valores que sí existen y, definitivamente, se hace un placer estar acá. y de todos los colaboradores con quienes me tocó compartir. Puedo decir con toda propiedad, que no escuché, recibí o percibí un comentario contrario al valor que proclama la Firma, “diversidad”. De Asesoría Fiscal pasé a trabajar en Recursos Humanos por todo el marco legal que en ese momento estaban aprobando. Coordino el Comité de Seguridad y Salud Laborar y manejo leyes que hacen armonía esos dos conceptos: seguridad y salud laboral. Laboral es un tema muy complejo porque se maneja discapacitados, beneficios, contratos, leyes de servicios sociales, discriminación racial, Lopcymat. En la Firma somos auténticos en estos temas. Hay concordancia entre lo que se dice y lo que se hace. Aquí existe un espíritu de solidaridad y de compromiso social más allá de la norma. En la Lopcymat lo viví. Es una filosofía en la Firma cumplir con las normas. Mensaje para las generaciones futuras Se puede ser PwC siendo mujer, aquí no hay discriminación. Todo se puede, el límite te lo pones tú. Aquí llegas hasta donde tú quieres llegar. Cuando en el trabajo del día a día vez la calidad, la mística, la ética de todos los líderes que manejan esta organización te das cuenta de que estás en el momento oportuno, en el sitio adecuado, con la gente que tú quieres. Barquisimetana y con fe en la Divina Pastora Era estudiante y trabajaba a medio tiempo en una oficina contable. Me gradué en la Universidad Lisandro Alvarado en 1989 e ingresé a la Firma al año siguiente, en 1990, estando aún soltera. Ese año ingresamos tres mujeres y un hombre. Por la ubicación estratégica, en Barquisimeto algunos proyectos se ubicaban en otras regiones cerca del estado Lara, por lo que la dinámica del mismo requería de mucha movilización, clientes en el Táchira, Barinas, Yaracuy. No obstante, yo estaba muy ilusionada, enamorada de los retos y oportunidades que me ofrecía la Firma. El ser mujer nunca fue un obstáculo, ni para las asignaciones, ni para las oportunidades que demandaba el trabajo. La Firma daba y da igualdad de oportunidades para desarrollarte en los diferentes trabajos que te asigna. Me quedé en Barquisimeto, donde nací y me crié. El socio a cargo de la oficina regional era Carlos E. González, posteriormente asignaron a Ana Bella Fernández; entonces crecí en una oficina cuyo el líder era una mujer, todo lo cual Mi trabajo por lo regular es en la mañana, pero dependiendo de los organismos que esté manejando en ese momento, soy lo suficientemente flexible para adaptarme al horario a fin de lograr el objetivo deseado. Manejo Inspectoría del Trabajo y otros Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 38 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 39 motivaba a seguir adelante con mucha ilusión, a continuar haciendo carrera en la organización. Abanico de oportunidades… Me proponen irme para Caracas, ya con mi hija recién nacida, y asumo el reto, con cierto temor y con confianza en Dios, en la Divina Pastora, y en una organización que ha demostrado y demuestra que el tema de la diversidad es uno de sus valores. Esto corrobora que para la Firma ni el ser mujer, ni mucho menos el ser madre era obstáculo para continuar con una carrera, como tampoco lo es ser del interior o en términos más criollos, de la provincia. Y en Caracas, obvio, una ciudad bien complicada, el reto se te presenta como un abanico de oportunidades, con unos clientes interesantes y con complejidades técnicas. Caracas fue para mí todo un crecimiento dentro de la Firma y también en lo personal. Agradezco a todos los socios con los que trabajé y que fueron parte de ese tiempo, es por eso que cuando hablo de la Firma, hablo de ellos No jerarquices, conjuga… Con la consideración de ser madre, mujer ejecutiva, el hecho de trabajar en la Firma es una decisión de vida, todo significa sacrificio. Al ser una decisión de vida, mi opinión es que los diversos roles no se deben jerarquizar, no deben jerarquizarse posiciones. Roles y posiciones deben convivir, apoyarse mutuamente, conjugados en uno solo. Se aprende a priorizar el tiempo. Tu esposo es un colaborador y un apoyo en casa, tu familia también lo es. Todos son y somos colaboradores a la vez, tanto en casa como en la oficina. Y con trabajo duro llega el día en que el socio principal me llama para informarme que me habían admitido como socia. Fue una alegría muy grande, la satisfacción de lograr una meta profesional más. El logro concretado de la mujer ejecutiva, de la madre ya con una hija de 4 años y de toda una familia. Había cumplido 14 años en la Firma. No solo lo pregona, lo practica… Nuestro Código de Conducta contempla la diversidad. Y no solo lo divulga, lo practica cada día en sus decisiones. En la Firma, una mujer puede llegar a ocupar diferentes posiciones, todas importantes. Por eso siempre le digo a los jóvenes que ingresan a la organización: ¡bienvenidos al mejor lugar para trabajar! ¿Por qué el mejor? Porque todos tienen las mismas oportunidades para crecer en la organización, donde puedes demostrar tus talentos, tus capacidades, que se te reconocen y valoran. ¿Y tus demás talentos? El canto y la fotografía. Una mujer con fe… ¡Mucha! Especialmente en la Divina Pastora, siempre está presente, tanto en todas mis actividades personales como en las de la Firma de la barquisimetana Ana Márquez. Yo tengo 22 años. Practicamos la religión ortodoxa. Yo no veo mucha diferencia con la religión católica, una diferencia es que no nos confirmamos. Pertenecemos a la Iglesia Ortodoxa que se encuentra en La Florida, Iglesia Armenia San Gregorio Iluminador. En toda Venezuela somos unos 2000 armenios. Somos unidos. Siempre hay diferentes puntos de vista Armen Djenanian Dertorossian. Caraqueño, de origen armenio. Estudiante de la Universidad Católica Andrés Bello en Ingeniería Informática. Actualmente es Asistente II en el Área de Consultoría. Aunque de origen armenio, por mis abuelos, soy venezolano de nacimiento. En 1915 mis bisabuelos y abuelos migraron hacia Siria en el tiempo del genocidio armenio, y mi padre nació en Siria, para luego migrar todos a Venezuela en los años sesenta. En uno de los muchos viajes que hizo a Siria conoció a mi mamá, se casaron y se residenciaron en Venezuela. Mi madre también es de origen armenio. Por lo que me cuentan fue una experiencia muy difícil. Dejar todo tu entorno, dejar la familia allá para buscar un futuro en un país del cual no conoces nada, sin saber el idioma. Se vinieron, como dicen ellos, a probar qué sucedía, cómo les iba. Buscando una mejor oportunidad de vida. A mi mamá, como fue ama de casa, le costó mucho aprender a hablar español. Entras a la Firma… Tenía que hacer las pasantías, requisito para terminar mi carrera. Entré a la Firma por medio del portal de una importante empresa de oferta y contratación de empleos. Allí ingresé mi currículo. Me llamaron, hice las pruebas e ingresé al equipo de Espiñeira, Pacheco y Asociados en septiembre del 2013. Reconocimientos internacionales que muestran una tendencia exitosa Mi experiencia dentro de la Firma ha sido muy buena. A pesar de ser una Firma de contadores, siento que es mucho lo que los ingenieros informáticos podemos aportar, por ejemplo en los procesos de negocios. En estos momentos me falta la tesis de grado en Ingeniería Informática, en la Universidad Católica Andrés Bello. PwC como Firma global está clasificada entre las diez primeras organizaciones de la lista de The DiversityInc Top 50, 2014; la cual aplica una reconocida metodología con el fin de evaluar empresas competitivas que usan estrategias de diversidad para atraer y retener fuerza laboral global y multicultural, así como ganar simultáneamente posiciones en sus respectivos mercados. El equipo con el que trabajo me ha recibido muy bien, me he sabido adaptar. Un trato de mucho respeto. Eso es muy bueno. Mi meta es obtener mi título y crecer profesionalmente en la Firma. Me agrada trabajar en un ambiente donde hay personas de todo tipo y donde siempre se puede llegar a acuerdos. Donde se presentan varias ideas y hay diferentes puntos de vista. Por ejemplo, venimos de diferentes universidades, no creo que se materializarían tantos proyectos si fuéramos todos de una misma universidad. De igual manera, PwC se encuentra dentro de las primeas 50 empresas de la lista de “Empleadores del Género Femenino” en la publicación especial para ese tema del prestigioso diario The Times. Esta lista muestra empresas públicas y privadas que promueven la igualdad de género, inclusión, diversidad y crean oportunidades para mujeres en un amplio contexto, generando con ello cambios culturales. Mi papá vendía de casa en casa, hicieron un capital y montaron una mueblería y se dedicaron a eso. Nuestras costumbres armenias se han mantenido en mi casa, comida, idioma, religión. Somos dos hermanos, hablamos armenio y castellano. Por su parte, la IGLCC califica a la Firma global entre las más abiertas a los fines Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 40 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 41 de desarrollar estrategia de inclusión. El índice que se utiliza en este caso identifica los aspectos de inclusión, diversidad orientación sexual, políticas y prácticas a favor de la identidad de cada género, así como también aspectos relacionados con diversidad a nivel de proveedores, mercadeo e involucramiento en temas de la comunidad. De igual manera, la revista Fortune coloca por décimo año consecutivo a PwC dentro de las 100 mejores compañías para trabajar en los Estados Unidos. Finalmente, otras firmas miembros de la red global de PwC en el Pacífico Asiático, Australia, Canadá, Chipre, República Checa, Irlanda, Malasia, Rusia, Sur África, Tailandia, el Reino Unido y los Estados Unidos han sido galardonadas con distinciones regionales y locales por sus respectivos esfuerzos y logros en cuanto a inclusión y diversidad. Provenientes de 27 diferentes universidades 244 nuevos profesionales ingresan a la Firma Un total 244 profesionales ingresaron a Espiñeira, Pacheco y Asociados en la temporada 2013-2014. Un extraordinario capital humano proveniente de 27 universidades del país, iniciaron en el último año su desarrollo profesional en nuestras oficinas en todo el país. Los nuevos ingresos provienen de las universidades más prestigiosas de Venezuela, tanto públicas como privadas, con las cuales la Firma ha mantenido excelentes relaciones a lo largo de los años, considerándolas nuestras primeras fuentes de captación de recurso humano. Los centros de estudios que este año nos proporcionaron un mayor número de profesionales fueron la Universidad Católica Andrés Bello, Universidad de Carabobo, Universidad Central de Venezuela, Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 42 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 43 Universidad Santa María, Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada, Universidad Católica del Táchira, Universidad Metropolitana, Universidad Alejandro Humboldt, Universidad de Oriente, Universidad Rafael Belloso Chacín, Universidad Nacional Experimental Politécnica, Universidad de Los Andes y Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, entre otras. Es importante destacar que en este grupo incorporamos a un joven egresado de la Universidad de Balamand del Líbano. Esta variedad de casas de estudio son una demostración de las oportunidades, integración e inclusión que brinda Espiñeira, Pacheco y Asociados, convirtiéndonos en una ventana para asumir nuevos retos, sin tomar en cuenta origen, raza, creencias, condición social o física. Todos nuestros colaboradores tienen las mismas oportunidades de desarrollo profesional y crecimiento personal basados en la formación, desempeño, estudios, sana competencia, trabajo en equipo y excelencia en nuestros servicios. Los 244 nuevos colaboradores de Espiñeira, Pacheco y Asociados, se distribuyen en las 7 oficinas a nivel nacional en las distintas líneas de servicios de la siguiente manera: Oficina Nuevos colaboradores Barquisimeto6 Maracay14 Puerto La Cruz Puerto Ordaz 10 2 Valencia32 Caracas 168 Maracaibo12 Total244 Mary Carmen Sánchez, la primera mujer socia de la Firma Si volviera a tener 22 años… ¿Cómo fue ese primer encuentro con la Firma? Entrar a la Firma fue algo no planeado, como son todas las cosas duraderas. Mención Finanzas. Comenzando la maestría conocí a mi esposo, con quien llevo casada 29 años. Siempre he vivido en Caracas, disfrutando el Ávila todos los días. Sucedió que un compañero de estudios que trabajaba en la Firma y a quien la Dirección de Personal le habían pedido que buscara candidatos en la Universidad, me convenció de que fuera a una entrevista. Me hicieron las pruebas y al día siguiente tenía en mis manos la carta de contratación firmada. ¡No hubo chance para el arrepentimiento! Así, en agosto de 1974 empecé a trabajar en Maxfield Espineira y Asociados y estudie los dos últimos años de la carrera trabajando en la Firma. ¿Cómo resumes esos años entre tu llegada a la Firma y el momento en que te anuncian eres socia? Los nueve años que transcurrieron hasta mi promoción a socia en 1983, estuvieron llenos de retos y oportunidades, trabajos interesantes, participación en proyectos internos, un constante aprendizaje y una motivación real por hacer las cosas cada día mejor. Me considero muy afortunada de haber tenido la oportunidad de trabajar y compartir con gente valiosa, inteligente, capaz, comprometida y sobre todo, muy humana. Estudiabas en… Provengo de una familia de emigrantes españoles. Mis padres, mi hermano y yo llegamos a Caracas en 1958, soy madrileña de nacimiento y venezolana por nacionalización. Concluir los estudios universitarios fue muy importante para mí y a la vez una gran satisfacción para mi familia. El apoyo incondicional de mis padres fue vital y a la vez, un tremendo compromiso. Con ese apoyo y compromiso me gradué de Contador Público, mención Cum Laude en la Universidad Católica Andres Bello (UCAB) en 1976. Años más tarde y también en la UCAB, hice la Maestría en Administración de Empresas, Una mujer socia… ¿Qué significó para ti ese momento? ¿Cómo narrarías la vivencia de una única mujer entre solo caballeros? Promover a socia fue algo casi indescriptible, una mezcla de emociones, alegría, satisfacción, temor y sobre todo un tremendo compromiso con la Firma, con mi familia y conmigo misma. En 1983, en la firma éramos 11 socios. En aquella época, una mujer socio era un ser extraño al que todo el mundo (dentro y fuera de la Firma) observaba, desde su preparación, conocimientos técnicos y capacidad de trabajo hasta su comportamiento y forma de vestir. Es muy importante decir que siempre conté con el apoyo incondicional de los socios en cualquier situación que se pudo presentar. ¿Es cierto que eres la primera mujer socia de todas las firmas latinoamericanas de PwC? Recuerdo que cuando fui promovida a socia, en la Firma se decía y con mucho orgullo, que había sido la primera mujer socia de PwC en Latinoamérica. Ahora, desde la perspectiva de Alumni y profesional de vasta experiencia, ¿qué le dirías a un grupo de jóvenes que hoy ingresan a la Firma en su primer día de trabajo? Les diría que son personas muy afortunadas al tener la oportunidad de trabajar en una organización como la nuestra, donde no hay límites para un profesional capaz, estudioso, responsable, dedicado y con valores éticos y humanos. Fíjate que transcurrieron 37 años entre el “hola” y el “adiós” y desde el primer día hasta el último, siempre estuve motivada, en constante aprendizaje y orgullosa de formar parte de la historia de la Firma. Hoy, al volver la vista atrás, podría decirles que si volviera a tener 22 años, no tengo la menor duda de que volvería a tocar las puertas de Espiñeira, Pacheco y Asociados. www.pwc.com/ve RIF: J-000299773 Nosotros / Diversidad e Inclusión / año 2014 / 44