Rapto Vs Arrebatamiento o Ficción Vs Realidad

Rapto Vs Arrebatamiento
o
Ficción Vs Realidad
Tabla de contenido
Capítulo 1 Dios nos va a proteger de la Gran
Tribulación, pero no con el rapto. Peligros de
malinterpretar esa promesa.
-Diferenciación entre “arrebatamiento” y “rapto” ....1
-Por qué pongo número a los renglones...................2
-Creer en el rapto antes de la Gran Tribulación,
es como creer que la Tierra es plana.....................2
-¿Cuál es el peligro de creer en el rapto? .................3
-El sitio de Jerusalem por los romanos.....................4
-El asedio de Jerusalem por los babilonios...............5
-Protección que recibieron los creyentes
cuando la toma de Babilonia por
los medo-persas.....................................................6
-Creer o no en el “rapto” es cuestión de vida o
muerte, es cuestión de tortura o libertad ................7
-Diferente riesgo el de los que creen en el rapto
y el de los que creen en el arrebatamiento..........10
-¿Puede rectificar su error quien pierda millones
por rectificarlo?...................................................11
-Resumen del capítulo 1.........................................12
.
Capítulo 2 Tratemos de estar conscientes de lo
que creemos respecto al rapto.
-Por qué auto examinarnos.....................................12
-Cuestionario para los hermanos que creen
en el rapto anterior a la Gran Tribulación ...........13
-Resumen del capítulo 2.........................................21
.
Capítulo 3 Estemos alerta para mantener
honestidad en la discusión de nuestras creencias.
-Evitemos dogmatizar ............................................21
-Maliciosa técnica consistente en alterar el
significado de las palabras: 3+2=10. ...................23
-No todo el que dice mentiras, es mentiroso..........23
-Resumen del capítulo 3.........................................24
.
Capítulo 4 Cuáles son las principales
afirmaciones de la doctrina del rapto.
-Qué me han dicho los hermanos con los que he
hablado sobre el rapto.........................................25
-Resumen del capítulo 4.........................................28
Capítulo 5 ¿Dónde la Biblia dice que hay un
rapto?
-La Biblia habla siempre de un arrebatamiento
durante la Segunda Venida, pero jamás de un
“rapto” antes de la Gran Tribulación ..................29
-La Biblia Dios la dio para que la entendiera
cualquiera, no sólo los sabios. .............................30
-¿Dónde Cristo habló del rapto?.............................31
-Veamos los pasajes que hablan sobre el regreso
de Jesús ...............................................................32
-La doctrina del rapto y la de los ruselistas
aseguran que Cristo viene y no se le ve ..............42
-Resumen del capítulo 5.........................................44
.
.
.
Capítulo 6 Librados de las plagas sin salir del
planeta: el “desierto”.
-Si alguien razona a partir de una base falsa,
llegará a conclusiones erradas.............................44
-En medio del Apocalipsis Dios libra a su
gente sin sacarlas del lugar en que están.............45
-En el Antiguo Testamento también Dios libraba
a los suyos sin llevárselos del lugar....................46
-A través del Apocalipsis venidero también Dios
marcará a su gente para protegerlas, pero sin
raptarlas. .............................................................47
-En este próximo pasaje vemos dos grupos;
un grupo de creyentes se refugia y es librado,
y otro no se refugia.............................................48
-Los apóstoles creían que había que enviar a la
gente aquella fuera del lugar...............................49
-Dónde se van a refugiar los cristianos que
escuchen la voz de Dios y no esperen por el
supuesto “rapto”..................................................50
-Los cristianos pueden evitar la Gran Tribulación
según se desprende de los dicho por Cristo. ........53
-Cristo vuelve a testificar que el antiCristo puede
ser evitado por los cristianos...............................54
-Cuando Dios protegió a los suyos en Egipto no
tuvo que sacarlos de allí......................................54
-Resumen del capítulo 6.........................................56
Capítulo 7 La doctrina del rapto alega que Dios
y Cristo no van a permitir que la Iglesia sufra.
-¿Qué nos enseña la historia respecto a los
sufrimientos de la Iglesia .....................................57
-Resumen del capítulo 7.........................................59
Capítulo 8 Las Bodas del Cordero.
-Las bodas son unas fiestas en las que todos
estamos alegres y nos divertimos.......................59
-Cuándo serán las Bodas del Cordero según la
doctrina del rapto.................................................60
-Cuándo serán en realidad las Bodas del
Cordero según la Biblia ......................................61
-Resumen del capítulo 8.........................................65
.
Capítulo 9 La falsa “necesidad” de la
“inminencia” del rapto.
-Falsas “razones” por las que “debemos” creer en
la “inminencia” del rapto, aunque sea mentira...66
-¿Engañarlos para santificación y confort?............67
-Lo de “como ladrón en la noche” no sorprenderá
a los cristianos, sino a los inconversos................69
-Cuando Cristo habla de “ladrón en la noche”,
lo hace refiriéndose a sus enemigos....................71
-Pedro no especifica quiénes serán los
sorprendidos........................................................72
-Lo que Jesucristo dice implica que el que no
esté a bien con él, es el único que será
sorprendido..........................................................72
-El que vele y guarde sus vestiduras no será
sorprendido............................... .........................73
-¿Creían los apóstoles en el inmediato regreso
de Cristo? .............................................................74
-La “inminencia perpetua” y la destrucción
del Templo en el año 70......................................76
-Los ejemplos de Noé y el de “el día y la hora”,
en el Sermón Profético, no pudo haber sido
puesto para lo del rapto.......................................78
-¿Hasta qué punto es una incógnita el regreso
de Cristo? .............................................................80
-San Pedro no esperaba un regreso inminente.......82
-Tampoco Pablo esperaba un regreso inminente...83
-Resumen del capítulo 9.........................................85
.
Capítulo 10 La supuesta “ausencia” de la Iglesia
en Apocalipsis.
-¿Cuál es la “prueba” que esgrime la doctrina del
rapto?...................................................................86
-La palabra “cristiano” solamente aparece
en dos libros de la Biblia.....................................87
-Si la palabra “santos” se usa en el Nuevo
Testamento para nombrar a los que pertenecen
a la Iglesia de Cristo, ¿por qué la doctrina del
rapto le niega ese mismo significado cuando
idéntica palabra se usa en el Apocalipsis?..........88
-El rapto de la sinagoga..........................................93
-No vamos a excluir de la Iglesia a Enoc, Noé,
Job, Moisés y Daniel...........................................93
-¿Debemos creer que la Iglesia ya había sido
raptada en época de Marcos, Lucas y Pablo?......95
-¿Para qué daría Cristo testimonio a las iglesias
si la Iglesia no fuera a estar aquí en la Tierra?....95
-¿Se puede excluir de pertenecer a la Iglesia
de Cristo a personas que padecen y mueren
por su amor a Jesucristo? ...................................96
-¿Me van a decir que los degollados por la fe de
Cristo no pertenecen a su Iglesia? ......................97
-Estos hermanos blanquearon sus vestiduras en la
sangre de Cristo, sirven a Dios ante su trono, y
¿no merecen pertenecer a la Iglesia de Cristo?...99
-Si alzan su oración desde la Tierra, allí hay
Cristianos...........................................................100
-La doctrina del rapto tampoco considera dignos
de pertenecer a la Iglesia de Cristo, a los que
tienen la señal de Dios en sus frentes................100
-A los que guardan los mandamientos de Dios y
tienen el testimonio de Jesucristo, el rapto
tampoco los considera dignos de pertenecer
a la Iglesia de Jesucristo....................................101
-Los santos y los mártires siguen en la Tierra
durante la narración de los capítulos 13, 14 y
17 del Apocalipsis.............................................103
-San Pablo advierte a la Iglesia, no a los judíos,
que la Gran Tribulación viene antes del
arrebatamiento...................................................104
-La Iglesia de Cristo permanece en la Tierra
durante la Gran Tribulación: si no la de
Filadelfia, al menos la de Laodicea. ..................107
-Resumen del capítulo 10.....................................108
Capítulo 11 La doctrina del rapto dice que los
judíos no pertenecen a la Iglesia, pero los gentiles
sí.
-Para apuntalar una mentira hay que fabricar otra
mentira ..............................................................109
-Cristo no divide a su Iglesia, y menos aún por
motivos raciales.................................................111
-El mismo Señor Jesucristo dice que hay una
sola Iglesia.........................................................112
-Si para la iglesia de Tesalónica no hay sorpresa
eso significa que no hay rapto...........................113
-Los gentiles nos incorporamos a la Iglesia de
Cristo, que en aquel tiempo se componía sólo
de judíos, ¿cómo vamos ahora a echarlos fuera
a ellos?...............................................................115
-Resumen del capítulo 11.....................................117
.
Capítulo 12 Según la doctrina del rapto, el
Espíritu Santo será sacado del planeta.
-Función del Espíritu Santo en la conversión
del cristiano.......................................................118
-El Espíritu Santo no es algo nuevo que apareció
por primera vez en el Nuevo Testamento.........120
-Resumen del capítulo 12.....................................123
Capítulo 13 El invento de una “Tercera Venida”
disfrazada de Segunda Venida fase “A” y
Segunda Venida fase “B”.
-La carrera de caballos y la distorsión del
significado de las palabras................................123
-Las nubes están en el planeta Tierra...................125
-Resumen del capítulo 13.....................................126
Capítulo 14 Para la “Primera Resurrección”, se
usa otro galimatías retórico.
-Para la hipótesis del rapto, la “Primera
Resurrección” es otra carrera de caballos.........127
-Ahora resulta que la Primera Resurrección
comenzó hace 20 siglos.....................................128
-Para entender claramente una verdad bíblica
hace falta un niño; para complicarla,
oscurecerla y torcerla hace falta un teólogo......129
-Según esta enmarañada doctrina los
transformados en el rapto, seremos delanteros
a los resucitados de la Gran Tribulación...........130
-Según esta irracional doctrina, todo ocurrirá en
un abrir de ojo que dura más de 7 años.............131
-Resumen del capítulo 14.....................................132
Capítulo 15 Las trompetas.
-Con el asunto de las trompetas también el
“rapto” apela a otro laberinto retórico...............133
-Veamos la ilógica “final trompeta” que no
tiene una “trompeta inicial”. ..............................134
-Lo que dura “un abrir de ojo” es la resurrección
y transformación de los vivos, no el período
de la séptima trompeta del Apocalipsis............136
-Resumen del capítulo 15.....................................138
Capítulo 16 Confusión de la “Gran Tribulación”
con las “Siete Copas de la Ira de Dios”.
-Nuestro Señor viene al toque de la séptima
trompeta, pero las siete copas con las plagas
de Dios ocurren después....................................138
-El período del séptimo sello incluye las siete
trompetas, y el período de la séptima trompeta
incluye las siete copas con sus plagas...............140
-Veamos un gráfico para los sellos, las
trompetas y las copas........................................144
-Los sellos no son parte del período “la Ira de
Dios”, sino de la “Gran Tribulación”................144
-Resumen del capítulo 16.....................................146
Capítulo 17 Los sellos
-Si durante los sellos, Cristo está en el Cielo,
¿por qué la Biblia no menciona el supuesto
“rapto” en los pasajes anteriores a los sellos?...147
-Resumen del capítulo 17.....................................149
Capítulo 18 Según esta doctrina, los cristianos
no vamos a la Casa del Padre hasta después del
“rapto”.
-¿Estarán Pedro y Pablo esperando todavía para
ir a la Casa del Padre? ......................................150
-Resumen del capítulo 18.....................................152
Capítulo 19 El antiCristo: varias aclaraciones
sobre él.
-La apostasía no debe confundirse con
el antiCristo .......................................................152
-Satanás no encarnará...........................................154
-Muchos creen que el antiCristo dominará
todo el planeta...................................................156
-Los “milagros” del antiCristo son falsos, son
meramente habilidosos trucos...........................162
-El antiCristo es una persona, no una institución.163
-Resumen del capítulo 19.....................................164
.
Capítulo 20 Veamos algunos pasajes que se
utilizan indebidamente como base del “rapto”.
-Utilizan erradamente I Tes 1:10 para
“demostrar” que el “rapto” existe.........................165
-¿Para qué van a advertir de un engaño, a los
que ya iban a estar con Cristo, por haber sido
raptados? ¿Quién puede engañarlos
en el Cielo?........................................................169
-La “esperanza bienaventurada” y la
“manifestación gloriosa”...................................173
-En ningún lugar de la Escritura se habla del
“rapto”, sino del arrebatamiento.......................174
-Otra “prueba” supuestamente “contundente”
de que el “rapto” existe, es que Juan no pudo
reconocer a los de la multitud de mártires. ........176
-Algunos alegan que porque en la Segunda
Venida, Cristo trae a los que durmieron,
eso significa que hubo un rapto anterior...........177
-Resumen del capítulo 20.....................................178
Capítulo 21 Conclusión
-¿Son válidas las bases que alega esta
doctrina del rapto?............................................179
-¿Vale la pena cargar con la sangre de los
hermanos, por no reconocer un error? .............182
-Resumen del capítulo 21.....................................182
Anexo “A” Pasajes sobre la palabra “santos”
-He aquí otros 31 pasajes que tratan sobre las
menciones que se hacen de la palabra “santos”,
refiriéndose a los miembros de la Iglesia de
Cristo....................................................................180
Anexo “B” La doctrina del rapto asegura que los
judíos convertidos al cristianismo no pertenecen
a la Iglesia, pero los gentiles sí.
-Durante la quinta trompeta hay cristianos en la
Tierra, por lo tanto, el “rapto” es falso..............188
-Hay multitud de mártires gentiles durante la
Gran Tribulación, por lo tanto, no hay rapto
de la inexistente “Iglesia Gentil”.......................189
-Según el “rapto” los cristianos no poseeremos
el Reino ni heredaremos las promesas..............197
-Si Abraham, Isaac y Jacob participan en el
Reino de Dios, no puede haber división entre
Iglesia Gentil e Iglesia Judía.............................200
-En la Epístola a los Romanos, San Pablo enseña
claramente que no hay diferencia entre los
judíos y los gentiles...........................................202
-También los gálatas recibieron la enseñanza
de unidad entre judíos y gentiles.......................203
-Derribada la pared de separación, somos
herederos e incorporados; no estamos
divididos en judíos y gentiles ............................203
-Se le promete a judíos y gentiles que vamos
a ser sacerdotes..................................................204
-Según el “rapto” hay tres tipos de personas:
judíos, gentiles y la Iglesia de Dios...................206
.
Anexo “C” ¿Será sacado del planeta el Espíritu
Santo?
-La función primordial del Espíritu Santo
es la conversión del pecador, ¿cómo pues
lo van a sacar del planeta?.................................207
Anexo “D” El Sermón Profético
-Cómo entender más fácilmente el Sermón
Profético...............................................................209
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Capítulo 1
Dios nos va a proteger de la Gran
Tribulación, pero no con el rapto.
Peligros de malinterpretar esa promesa.
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>Diferenciación entre “arrebatamiento” y
“rapto”
Antes de comenzar deseo aclarar que yo creo en
el arrebatamiento de los cristianos al momento de
la Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo,
pero no creo en el supuesto “rapto” que se dice
ocurrirá antes de la Gran Tribulación.
Por lo tanto, en este libro, cuando yo use la
palabra “arrebatamiento”, me estoy refiriendo al
que sí va a ocurrir después de la Gran Tribulación,
durante la Segunda Venida del Señor a la Tierra.
Igualmente, cuando use la palabra “rapto”, me
estoy refiriendo al que erradamente se dice que
ocurrirá en cualquier momento anterior a la Gran
Tribulación.
Es un patrón de conducta de Nuestro Señor
Dios, el dar siempre a los suyos oportunidad de
escape, cuando Él envía una hecatombe. Ese
beneficio se obtiene siempre y cuando Su gente esté
atenta a las señales que Él ha dado en su palabra,
para anunciar la inminencia de la tragedia. Dios va a
librar de la Gran Tribulación a sus siervos que estén
alerta a su palabra, pero no los librará sacándolos
del planeta por medio de ese supuesto rapto
anterior a la Gran Tribulación, sino dándoles la
oportunidad de refugiarse en lo que el Señor
Jesucristo revela con el nombre de “desierto“. Esto
lo probaré más adelante en el capítulo 6.
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>Por qué pongo números a los renglones
Yo considero que todo autor que sostiene una
tesis debe estar accesible a la discusión con aquellos
que disienten de él en ese tema. Por ese motivo le
pongo número a cada renglón, a fin de que el que
desee objetar algo de lo que aquí dice, tenga la
facilidad de señalar el lugar donde está dicho, con
sólo mencionar el número de los renglones que
abarca. Por ejemplo, esta explicación abarca desde
el renglón 37 al 46.
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>Creer en el Rapto antes de la Gran Tribulación
es como creer que la Tierra es plana.
Tratar de ayudar a una persona a abandonar un
error que le enseñaron desde que nació es tarea
muy difícil, porque ese concepto se ha impregnado
en su mente y en su personalidad.
Esa fue la enorme dificultad que encontró
Cristóbal Colón para convencer a los profesores y
sabios de la Universidad de Salamanca, de que por
ser la Tierra redonda, y no plana, como ellos creían,
él podía ir a buscar la India navegando hacia el
oeste y no hacia el este. Como que esos profesores y
sabios habían crecido con el error de creer que la
Tierra era plana, y como además, todo el mundo
“sabía” que la Tierra era plana, no se dejaron
convencer por Colón.
La doctrina del Rapto antes de la Gran
Tribulación cae en esa categoría de errores
aprendidos desde el nacimiento. Esta doctrina basa
su supervivencia en cambiar el significado de
palabras y frases, tal y como hace con “primera“,
“final“, “un abrir de ojo“, “santos“, “segunda”,
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“iglesia“, “venida”, etc., todo lo cual demostraré a
lo largo de este libro.
Son pocos los que desean ni siquiera discutir el
asunto. Les lastima su zona de confort, les obliga a
razonar, les obliga a disentir de su secta y de sus
amigos, pues todos creen en ese “Rapto” previo a la
Gran Tribulación.
Si fuéramos a creer que porque mucha gente
cree algo, eso debe ser la verdad, entonces en vez
de ser cristianos evangélicos, debíamos ser
católicos, budistas, o animistas, porque cualquiera
de esas tres creencias son compartidas por mucho
mayor número de gente que las creencias nuestras.
La casi totalidad de los hermanos que enseñan
esta dañina doctrina del rapto, lo hacen en
inocencia, porque ellos a su vez, desde que
nacieron al evangelio, fueron enseñados en ella, se
les inculcó; es decir, han sido engañados ellos
mismos. Pero pueden desembarazarse de esa falacia
si hacen un pequeño esfuerzo: el analizar lo que
otros, que no opinan igual, digan sobre el tema. En
este caso pueden analizar lo dicho en este libro.
Vale la pena que hagan el esfuerzo, no solamente
por ellos mismos, sino por la terrible responsabilidad que significa el engañar a otros.
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>¿Cuál es el peligro de creer en el Rapto?
Dios siempre ha provisto un escape para su
pueblo. Ese escape siempre ha estado condicionado
a que sus santos conocieran la palabra de Dios y
estuvieran atentos a los eventos y circunstancias que
les rodeaban. Veamos tres ejemplos de la Biblia.
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>El sitio de Jerusalem por los romanos
Cuando el sitio de Jerusalem por los romanos, en
el año 70, según cuenta la historia de Josefo, éstos
levantaron el sitio inexplicablemente y se fueron;
oportunidad que aprovecharon los cristianos,
advertidos como estaban por el propio Jesucristo
(Lc 21:20-21), para salir de Jerusalem. Luego
volvieron los romanos, esta vez al mando de Tito
Flavio Vespasiano, y aquello fue una verdadera
hecatombe. Tal vez los romanos levantaron el cerco
por algún rumor que oyeron, como fue el caso de
los asirios y Ezequías, que se ve en II R 19:7-9.
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“20 Y cuando viereis a Jerusalem cercada
de ejércitos,
sabed entonces que su
destrucción ha llegado. 21 Entonces los que
estuvieren en Judea, huyan a los montes; y
los que en medio de ella, váyanse; y los que
estén en los campos, no entren en ella.”
(Lc 21:20-21)
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“7 He aquí pondré yo en él un espíritu, y
oirá rumor, y se volverá a su tierra; y yo haré
que en su tierra caiga a cuchillo...... 9 Y oyó
decir de Thiraca rey de Etiopía: He aquí es
salido para hacerte guerra...”
(II R 19:7-9 abreviado)
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Algo así de seguro que ocurrirá al final de esta
era, tanto a Jerusalem, como a la iglesia en general,
y posiblemente a manos de una Babilonia futura.
Si los cristianos que vivían en Jerusalem, en
vez de atender a la profecía del Señor, se
hubieran puesto a creer que los iban a raptar
antes de que los romanos asaltaran la ciudad,
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hubieran muerto de hambre y enfermedades, o
hubieran sido llevados como esclavos a todas partes
del mundo, como les ocurrió a los demás judíos que
no creyeron en las advertencias del Señor Jesús.
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>El asedio de Jerusalem por los babilonios
Cuando el asedio de Jerusalem por los babilonios,
en época del rey Sedecías, varios siglos antes del
asedio de los romanos, ocurrió algo parecido. Dios
siempre da oportunidad de escape a los que le
escuchan.
Aquí se ve que los caldeos levantaron el sitio de
Jerusalem y pareció que se retiraban, oportunidad
que tuvieron los fieles que estaban al tanto de las
profecías y las noticias, para irse de Jerusalem.
Los babilonios levantaron el cerco, porque
oyeron decir que el rey de Egipto venía a atacarles
(37:5) pero luego, cuando oyeron que el rey de
Egipto había desistido de tal campaña, volvieron a
cercar a Jerusalem. Es muy probable que ese rumor
fue provocado o aprovechado por Dios para hacer
que los caldeos se fueran de Jerusalem el tiempo
suficiente como para permitir a los fieles, irse de
allí.
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“Y como el ejército de faraón hubo salido de
Egipto, y vino la fama de ellos a oídos de los
caldeos que tenían cercada a Jerusalem, se
partieron de Jerusalem.”
(Jer 37:5)
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Vemos de nuevo que el Señor nos da oportunidad
de escape, siempre que creamos a sus palabras. Si
los siervos de Dios hubieran creído que los iban a
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raptar antes de que los caldeos asaltaran la ciudad,
hubieran sido desastrosamente tratados.
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>Protección que recibieron los creyentes cuando
la toma de Babilonia por los medo-persas
Igual protección recibió el pueblo de Dios cuando
la toma de Babilonia por los medo-persas. El pueblo
de Dios, a pesar de hallarse cautivo en Babilonia
pudo gozar de una salvación semejante a la de los
cristianos de la época de Roma, y a la de los fieles
de la época de Sedecías, porque oyeron atentos a la
voz de Dios expresada claramente por el profeta en
Jeremías 51:44-46.
Para que el pueblo tuviera noción con suficiente
antelación de cuándo iban a ocurrir las cosas, Dios
les advierte en el versículo 46 que primero vendría
la fama, en un año; segundo, que en otro año
vendría el rumor, y tercero, que después vendría la
violencia. O sea, que al parecer tuvieron dos años
para darse cuenta de los hechos que iban a
acontecer, y reconocer el tiempo que corría, y el
cumplimiento de la profecía.
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“44 Y visitaré a Bel en Babilonia, y sacaré de
su boca lo que ha tragado, y no vendrán más
a él gentes; y el muro de Babilonia caerá. 45
Salid de en medio de ella, pueblo mío, y
salvad cada uno su vida de la ira del furor de
Jehová. 46 Y porque no desmaye vuestro
corazón, y temáis a causa de la fama que se
oirá por la tierra, en un año vendrá la fama,
y después en otro año el rumor, y la
violencia en la tierra, y el enseñoreador
sobre el que enseñorea.” (Jer 51:44-46)
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Si los siervos de Dios se hubieran sentado en
Babilonia a esperar a que los “raptasen”,
hubieran sufrido la tribulación del sitio de los
medo-persas.
Así ocurrirá seguramente al final de esta era, los
que estén atentos se librarán de la Gran Tribulación,
los que no se ocupen de lo que Dios les ha
anunciado, y se queden sentados esperando el falso
rapto que tanto se anuncia, tendrán que pasar por
ella.
Como hemos visto, Dios siempre le ha dado a
su pueblo un escape de la tribulación sin
necesidad de sacarlos del planeta. Lo mismo
ocurrió con las plagas de Egipto, aunque el pueblo
de Israel estaba en Egipto, no por eso tuvo que
sufrir las plagas. Dios puede librarnos de la Gran
Tribulación sin sacarnos del planeta, sin que se
produzca ese falso rapto de que tanto se habla. Más
adelante mostraré cómo Dios nos ha prometido
librarnos de la Gran Tribulación.
*
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>Creer o no en el “rapto” puede llegar a ser
cuestión de vida o muerte, de tortura o libertad.
Los hermanos que creen en un rapto anterior a la
Gran Tribulación deben analizar muy detenidamente ese asunto, pues puede llegar a ser una
cuestión de vida o muerte, de tortura o libertad
para él y su familia. Es como tener encima de ellos
la sangre de sus familiares, por la necedad de no
investigar concienzudamente, sin prejuicios ni
apasionamientos, este asunto del supuesto rapto.
Si esos hermanos son predicadores, tienen
entonces una doble responsabilidad, porque
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además de su familia tienen encima la sangre de
aquellos a quienes engañaron, y por cuyo engaño
esos infelices fueron torturados y asesinados
durante la Gran Tribulación. ¡Terrible carga de
conciencia para aquellos que predican esa errada
doctrina del rapto anterior a la Gran Tribulación!
Yo les advierto claramente sobre la falsedad de
esa herética interpretación del “rapto anterior a la
Gran Tribulación“, y demuestro en este libro que es
errada, y con eso quedo libre de la sangre de los que
quieran cerrar sus ojos a la verdad. Ya lo advirtió
8
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San Pablo muy claramente a la iglesia de los
griegos tesalonicenses, para que no se dejaran
engañar con doctrinas como las del rapto; por lo
tanto él sabía que tratarían de engañar a los
hermanos al final del mundo:
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“1 Empero os rogamos, hermanos, cuanto a
la venida de nuestro Señor Jesucristo, y
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nuestro recogimiento a él, 2 que no os
mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni
os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra,
ni por carta como nuestra, como que el día
del Señor esté cerca. 3 No os engañe nadie en
ninguna manera; porque no vendrá sin que
venga antes la apostasía, y se manifieste el
hombre de pecado, el hijo de perdición, 4
oponiéndose, y levantándose contra todo lo
que se llama Dios, o que se adora; tanto que
se asiente en el templo de Dios como Dios,
haciéndose parecer Dios.”
(II Tes 2:1- 4)
*
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>Diferente riesgo de los que creen en el rapto y
de los que creen en el arrebatamiento.
Si el rapto anterior a la Gran Tribulación fuera
cierto, ¿qué le iba a suceder a los cristianos que no
creyeran en eso? No les sucedería nada; serían
raptados junto con los otros hermanos que sí creen
en el falso rapto.
Por el otro lado, si el rapto anterior a la Gran
Tribulación es falso, ¿qué le ocurrirá a los que sí
creen en ese falso rapto? Pues les sucederá que no
estarán alerta; y si lo estuvieren, creerían que no
tenían que hacer nada, sino solamente sentarse a
esperar a que los rapten. El terrible daño que le va a
ocasionar a los hermanos esta doctrina del rapto es
que en vez de dejarlo todo y trasladarse al
“desierto”, donde Dios ha determinado que los
amparen, se van a quedar esperando donde los
puedan agarrar, creyendo ellos que ya el rapto es
inminente.
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>¿Puede rectificar su error quien pierda
millones por rectificarlo?
¿Puede una compañía que imprima y venda libros
a favor del rapto, ser lo suficientemente honesta
como para dejarse convencer de la falsedad de esta
doctrina, y el terrible daño que ella provoca?
¿Puede una compañía que venda vídeos que
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presentan en forma atractiva los supuestos
beneficios del falso rapto, ser lo suficientemente
honesta como para dejarse convencer de la falsedad
y daño de lo que ellos venden y predican? ¿Pueden
ellos echar a la basura las decenas de millones de
dólares que tienen invertidos en ese herético
material, por amor de sus hermanos? Sí, pueden,
pero tienen que amar a Dios más que a
Mammón. ¿Podrían tener ellos la suficiente
honestidad mental como para discutir públicamente
este asunto? Sí, pueden, pero tendrían que amar a
Dios más que a sus egos y que a sus bolsillos. ¿Lo
harán? El tiempo nos dará la respuesta.
*
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>Resumen del capítulo 1. La cuestión a decidir
es si seguir enseñando a los hermanos una falsa y
dañosa doctrina, corriendo el riesgo de cargar con la
sangre de ellos sobre nuestras cabezas, o decirles la
verdad y sentirnos libres de tan horrible carga.
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***
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Capítulo 2
Tratemos de estar conscientes de lo que
creemos respecto al rapto
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>¿Por qué auto-examinarnos?
En muchísimas ocasiones he visto a dos amigos
estar discutiendo un asunto importante, sin darse
cuenta de que ambos opinan lo mismo, y ha tenido
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que venir un tercero a hacerles notar tal cosa. Esto
es motivado porque ellos no están conscientes de lo
que creen, no se han puntualizado a sí mismos
cuáles son sus creencias.
Para evitar que esto le suceda al lector es
conveniente que responda a un cuestionario que no
va a salir de sus manos, pero que lo va ayudar a
darse cuenta de qué cosas él cree respecto al rapto,
en este momento. Luego, a medida que lea el libro,
usted podrá volver atrás a ver cuál era la idea que
tenía sobre cada cosa. Veamos las preguntas.
Recuerden que en este libro, cuando yo use la
palabra “arrebatamiento”, me estoy refiriendo al
que sí va a ocurrir después de la Gran Tribulación,
durante la Segunda Venida del Señor a la Tierra.
Cuando use la palabra “rapto”, me estoy refiriendo
al que erradamente se dice que ocurrirá en cualquier
momento anterior a la Gran Tribulación.
*
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>Cuestionario para los hermanos que creen en el
rapto anterior a la Gran Tribulación
Quisiera que se auto-contestaran las siguientes
preguntas, para que se hagan una idea más clara de
lo que ustedes piensan sobre el “rapto“. Marquen
con una “X” la respuesta que se aviene a sus
actuales conceptos o respóndanla por escrito, si eso
es lo que se requiere.
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1-Al momento del rapto, además de la
transformación de los vivos, ¿hay una resurrección
de todos los creyentes desde Adam hasta el rapto, o
está limitada a ciertos creyentes?
___Resucitan todos ___Hay limitaciones
___No sé
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2-Si en la pregunta # 1 usted contestó que sí hay
limitaciones, describa cuáles son esas limitaciones.
__________________________________________
__________________________________________
__________________________________________
__________________________________________
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401
402
3-Si en la pregunta # 2 usted mostró las limitaciones
que había, ¿podría usted citar tres pasajes bíblicos
en los que usted basa su convicción?
______________ ______________ ____________
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405
4-Cuando ocurra el rapto, ¿estará Cristo en las
nubes? ___Sí ___No ___No sé
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5-Cuando ocurra el rapto, ¿veremos todos a Cristo
en las nubes? ___Sí
___No
___No sé
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411
6-Cuando ocurra el rapto, ¿oiremos todos la voz del
arcángel? ___Sí
___No
___No sé
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7-Cuando ocurra el rapto, ¿oiremos todos la final
trompeta? ___Sí
___No
___No sé
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8-Cuando ocurra el rapto ¿se van todos los
cristianos que hay en el planeta o quedan algunos?
___Se van todos
___Quedan algunos
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9-Si en la pregunta # 8 usted contestó que quedan
algunos, ¿cuál es el criterio a seguir para determinar
cuáles cristianos se van en el rapto y cuáles se
quedan? ¿Qué condiciones tienen que cumplir, o
qué requisitos para poder ser raptados?
___No lo sé
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Lo explico: ________________________________
__________________________________________
__________________________________________
__________________________________________
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431
432
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434
435
10-Aquellos cristianos que no creen en el rapto, ¿se
quedan, por el solo hecho de no creer en el rapto, o
son raptados también?
___Se quedan por no creer en el rapto.
___Son raptados ___No sé
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440
11-Si usted respondió que se quedan por no creer en
el Rapto, ¿podría usted citar tres pasajes bíblicos en
los que usted basa su opinión?
______________ ______________ ____________
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442
443
444
445
446
12-Además del rapto que se dice que va a ocurrir
antes de la GT (Gran Tribulación), ¿hay un
arrebatamiento de los creyentes, después de la GT,
durante la Segunda Venida de Cristo?
___Sí
___No
___No sé
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453
454
13-Si en la pregunta # 12 usted respondió que sí,
¿quiénes son los arrebatados en este arrebatamiento
posterior a la GT?
___No lo sé
Lo explico______________
__________________________________________
__________________________________________
__________________________________________
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459
14-Durante el rapto, ¿vamos nosotros a encontrar a
Jesucristo en las nubes o en otro lugar?
___En las nubes En que otro lugar____________
__________________________________________
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462
463
464
15-Después del rapto, ¿a dónde van a parar los
cristianos raptados? _________________________
__________________________________________
__________________________________________
465
466
467
468
16-¿Cuánto tiempo van a estar en ese lugar los
cristianos que fueron raptados?
__________________________________________
469
470
471
472
473
17-¿Qué van a estar haciendo los raptados durante
el tiempo que en la Tierra ocurre la GT?
__________________________________________
__________________________________________
474
475
476
477
18-Cuando Cristo está en el Cielo, abriendo los
siete sellos, ¿ocurrió ya el rapto?
___Sí
___No
___No sé
478
479
480
481
482
19-Si cuando Cristo está en el Cielo abriendo los
siete sellos, ocurrió ya el rapto, ¿dónde se hallan los
raptados? _________________________________
__________________________________________
483
484
485
20-¿Estarán los raptados en ese lugar con sus
nuevos cuerpos? ___Sí
___No
___No sé
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487
488
489
21-¿Vendrá Cristo a la Tierra para raptar a los
suyos, y luego volverá al Cielo para abrir los siete
sellos?
___Sí
___No
___No sé
490
491
492
493
494
22-¿Es aceptable llamar “Iglesia de Cristo” al
conjunto formado por solamente todos los
inconversos de todos los tiempos?
___Sí
___No
___No sé
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496
16
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498
23-¿Existe más de una “Iglesia de Cristo”?
___Sí
___No
___No sé
499
500
501
24-Si hay más de una “Iglesia de Cristo”, ¿cuántas
hay? __________________________
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503
504
505
506
25-¿Es aceptable llamar “Iglesia de Cristo” al
conjunto formado por solamente todos los
cristianos de todos los tiempos?
___Sí ___No ___No sé
507
508
509
510
511
512
26-¿Puede ocurrir un caso en el que se deba
rechazar la pertenencia a la “Iglesia de Cristo” a un
grupo formado por solamente cristianos fieles,
debido a la época en que vivieron?
___Sí
___No
___No sé
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514
515
27-¿Pertenecen a la “Iglesia de Cristo” Henoch y
Noé?
___Sí
___No
___No sé
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518
519
28-¿Pertenecen a la “Iglesia de Cristo” Moisés,
Josué, David, Isaías y Daniel?
___Sí ___No ___No sé
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522
523
524
29-¿Pertenecen a la “Iglesia de Cristo” los gentiles
convertidos a la fe, antes de la crucifixión de
Jesucristo, como Job?
___Sí ___No
___No sé
525
526
527
528
30-¿Pertenecen a la “Iglesia de Cristo” los gentiles
convertidos a la fe, después de la crucifixión de
Jesucristo?
___Sí
___No
___No sé
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532
533
534
31-¿Pertenecen a la “Iglesia de Cristo” los judíos
convertidos a la fe, después de la crucifixión del
Señor, pero antes del supuesto rapto?
___Sí
___No
___No sé
535
536
537
538
32-Después que ocurra el supuesto rapto ¿pueden
convertirse a Cristo algunos gentiles?
___Sí
___No
___No sé
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541
542
33-Después que ocurra el supuesto rapto ¿pueden
convertirse a Cristo algunos judíos?
___Sí
___No
___No sé
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544
545
546
34-¿Pertenecen a la “Iglesia de Cristo” los judíos
convertidos a la fe, después del supuesto rapto?
___Sí
___No
___No sé
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549
550
35-¿Pertenecen a la “Iglesia de Cristo” los gentiles
convertidos a la fe, después del supuesto rapto?
___Sí
___No
___No sé
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36-Si al analizar las preguntas del 25 al 35, alguno
de esos grupos no pertenecen a la Iglesia de Cristo,
¿cómo se le debe llamar a ese grupo?
___No sé como llamarles
El nombre debe ser el
siguiente: _________________________________
__________________________________________
558
559
560
561
562
563
564
37-¿Serán recogidos todos los judíos del mundo, sin
excepción, y llevados a la nación que hoy se llama
Israel, o quedarán muchos de ellos dispersos por el
mundo?
___Serán recogidos todos ___Quedarán muchos
dispersos
___No sé
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567
568
38-¿Qué es lo que evita la manifestación del
antiCristo? ________________________________
__________________________________________
569
570
571
572
39-¿Domina el antiCristo todo el planeta, sin
excepción, o más bien casi todo?
___Todo
___Casi todo
___No sé
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577
578
40-¿Cómo se salvan los creyentes de la época de la
Gran Tribulación, igual que los de ahora, o existen
otros requisitos?
___Igual que ahora ___Existen otros requisitos
___No sé
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580
581
582
583
41-Si en la pregunta # 40 usted contestó que existen
otros requisitos, ¿pudiera usted mencionarlos?
__________________________________________
__________________________________________
584
585
586
587
42-¿Se pueden llamar cristianos a los que se salvan
en la época de la Gran Tribulación?
___Sí
___No
___No sé
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589
590
591
43-¿Pasará alguna parte de la “Iglesia de Cristo”
por la Gran Tribulación y el antiCristo?
___Sí
___No
___No sé
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593
594
595
596
44-En la Biblia se menciona varias veces “El Libro
de la Vida”, o algún apelativo semejante. ¿Hay un
solo Libro de la Vida, o hay más de uno?
___Hay uno solo ___Hay más de uno ___No sé
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599
600
601
45-¿Participaremos los cristianos que ahora vivimos
en el Milenio, o eso es solamente para los judíos?
___Sí participaremos
___El Milenio es sólo para los judíos
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46-Cuando al final ocurra la Segunda Venida, con
el consiguiente arrebatamiento, ¿morirán todos los
que no fueron arrebatados o quedará aún mucha
gente?
___Morirán todos ___Quedará mucha gente
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47-¿Es nuestro encuentro con el Señor en el aire,
durante el supuesto rapto, una venida de Cristo a la
Tierra? ___Sí
___No
___No sé
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48-¿Significa la frase “un abrir de ojo“, usada por
San Pablo, un instante, algo así como un segundo, o
un período de tiempo indefinido y mucho más
largo?
___Significa un segundo o menos ___Significa
un período largo e indefinido
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49-Las almas que se ven bajo el altar en Ap 6:9-10
¿pertenecen a la “Iglesia de Cristo” o no?
___Sí ___No ___No sé
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50-Después de la Segunda Venida, ¿formarán todos
los creyentes una sola Iglesia, o los creyentes van a
estar divididos en diferentes grupos de acuerdo a la
época en que vivieron y se convirtieron?
___Formarán una sola Iglesia
___Estarán divididos
___No sé
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632
633
51-¿Es el Reino Milenial de Cristo con los judíos,
diferente del Reino Milenial de Cristo con los
gentiles? ___Sí ___No ___No sé
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640
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52-Si usted considera que son diferentes, ¿dónde
estará uno y dónde estará el otro?
___No sé Explico:______________________
__________________________________________
__________________________________________
642
643
644
53-¿Es el rapto una venida de Cristo a la Tierra?
___Sí
___No
___No sé
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54-Cuántas esposas tiene el Cordero?
___Una ___Dos ___Más de dos ___No sé
648
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*
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655
656
657
>Resumen del capítulo 2. Una vez que ya cada
uno ha puntualizado los detalles de lo que
actualmente cree referente al supuesto “rapto
anterior a la Gran Tribulación“, vamos a razonar
sobre el tema.
658
659
***
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666
Capítulo 3
Estemos alerta para mantener honestidad
en la discusión de nuestras creencias
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>Evitemos el dogmatizar
En la mayoría de los casos los que discuten sobre
un tema se limitan a dogmatizar sobre sus creencias.
Es decir, a afirmarlas para que sean creídas sin que
21
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medie una fraternal discusión sobre el tema. Es
aquello de “cree lo que yo digo, porque yo sé más
que tú”, o porque “yo tengo una inspiración
proveniente de esotéricas regiones”. Esa es una
tendencia mucho más frecuente cuando se trata de
creencias religiosas, porque la mayoría de los
creyentes creen haber recibido, por medio de una
“línea directa” desde esotéricas regiones, la
revelación de lo que ellos piensan ser la verdad.
No se dan cuenta esos hermanos de que si,
efectivamente, el Espíritu Santo les hubiera
puesto en el corazón o la mente ese pensamiento,
también les hubiera dado boca y sabiduría para
poder defender esa creencia, como nos promete
Nuestro Señor Jesucristo en Lc 21:15.
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“Porque yo os daré boca y sabiduría, a la
cual no podrán resistir ni contradecir todos
los que se os opondrán.” (Lc 21:15)
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704
Es decir, que cuando en verdad nuestras creencias
fueron inspiradas por el Espíritu Santo, recibimos el
don de defender eficientemente y con sólidos
argumentos lo que creemos. Si no podemos
defenderlo, o si rehuimos la discusión fraterna
con los hermanos, es porque en nuestro interior
sabemos que la idea que tenemos nos surgió a
nosotros mismos, y no se trata de ninguna
inspiración celestial, pero queremos hacernos esa
dañina ilusión.
Nunca debemos rehusar discutir nuestra fe y
esperanza, puesto que el Apóstol Pedro nos exhorta
a hacerlo así.
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707
“Sino santificad al Señor Dios en vuestros
corazones, y estad siempre aparejados para
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responder con mansedumbre y reverencia a
cada uno que os demande razón de la
esperanza que hay en vosotros.” (I P 3:15)
*
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La discusión es como la luz, molesta
solamente a los que prefieren las
tinieblas
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*
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>Maliciosa técnica consistente en alterar el
significado de las palabras: 3+2=10
Cuando uno discute con ateos deshonestos sobre
la fe, una de las técnicas que utilizan es la de
cambiarle el significado a las palabras. Esa misma
sucia habilidad utilizan a veces los que discuten
temas religiosos. Ellos apelan al cuento de que la
palabra tal o cual, en el hebreo significa verde en
vez de rojo; o simplemente a decir que en este caso
la Biblia dice azul, pero quiere decir amarillo.
Si usted ha aprendido que 3+2=5, pero alguien
viene y le dice que la palabra griega “dos” significa
en realidad “siete”, y usted se traga ese embuste, de
ahí en adelante, para usted, tres más dos es igual
diez.
Por consiguiente, debemos estar muy alertas del
significado que pretenden dar a las palabras, los
que sustentan doctrinas cuestionables.
*
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742
>No todo el que dice mentiras es mentiroso
En época de Colón muchas personas honestas
aseguraban que la Tierra era plana. Ellos no eran
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mentirosos, ellos creían honestamente lo que
decían. Así también hoy en día muchos hermanos
aseguran que va a haber un rapto anterior a la Gran
Tribulación. Ellos no son mentirosos, simplemente
dicen mentiras porque han sido engañados durante
décadas, por un maestro de seminario, que a su vez
fue engañado por los profesores del seminario
donde él estudió, los cuales a su vez fueron
engañados....etc..
Ahora bien, es deber ineludible del cristiano,
sobre todo de los que tienen posiciones de
responsabilidad en la iglesia, averiguar la verdad.
No es cuestión de seguir trasmitiendo a otros el
error que nos enseñaron, sólo porque el que nos lo
enseñó tenía “autoridad”. Si así fuera la cosa,
todavía estuviéramos adorando las imágenes del
romanismo. Es cuestión de razonar sobre las
Escrituras y discutir fraternalmente con los
hermanos que piensan diferente.
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>Resumen del capítulo 3. Estemos prestos a
discutir fraternalmente con nuestros prójimos,
porque el cristiano debe obedecer lo dicho por el
apóstol en I P 3:1. Evitemos dogmatizar,
creyéndonos seres ungidos por el Espíritu Santo, a
pesar de constatar que no tenemos argumentos para
refutar lo que dicen los que se oponen a nuestras
interpretaciones; y que eso nos sucede a pesar de la
promesa de Jesús de darnos boca y sabiduría cuando
fuere la verdad lo que defendemos.
Sobre todo no caigamos en la satánica técnica del
2+3=10. Recordemos también que no todo el que
dice mentiras es mentiroso, pero debemos
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esforzarnos en conocer la verdad para no predicar
mentiras.
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Capítulo 4
Cuáles son las principales afirmaciones de
la doctrina del rapto
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>Qué me han dicho los hermanos con los que he
hablado sobre el rapto
A través de mi vida he hablado mucho con los
hermanos que creen en el rapto, los cuales me han
enseñado libros y películas sobre el supuesto rapto,
y debido a esas conversaciones he podido entender
cuáles son las principales afirmaciones que ellos
hacen sobre el tema. No todos piensan exactamente
igual, pero creo poder resumir las principales
creencias de esa doctrina.
Recuerden que en este libro, cuando hablo de
“rapto“ me refiero al que dicen que ocurrirá antes
de la Gran Tribulación; mientras que cuando
menciono la palabra “arrebatamiento“ me refiero al
que ocurrirá durante la Segunda Venida de Nuestro
Señor Jesucristo.
He aquí un sumario de lo que he logrado
recopilar sobre las creencias del supuesto rapto,
entre mis hermanos que creen en él. Más adelante
en el libro iré razonando sobre cada una de estas
afirmaciones.
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1-Esta doctrina del rapto dice basarse en los pasajes
que en la Biblia hablan del regreso de Nuestro
Señor. Eso es falso. ¿Dónde están esos pasajes?
Ver el capítulo 5.
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2-Una de las bases de sustentación de esta hipótesis
es la creencia de que, para que Dios pueda proteger
del antiCristo y de la Gran Tribulación, a la Iglesia,
se la tiene que llevar del planeta por medio del
rapto. Ver el capítulo 6.
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3-Otro argumento que esta doctrina enarbola es que
Dios y Cristo no van a permitir que la Iglesia sufra
durante la Gran Tribulación, por lo cual, la Iglesia
tiene que ser sacada del planeta. Ver el capítulo 7.
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4-Una de las enseñanzas del rapto es que durante
los siete años de la Gran Tribulación, se celebran en
el Cielo, las Bodas del Cordero. Ver el capítulo 8.
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5-Alega esta doctrina que si le quitamos a los
hermanos la creencia en la “inminencia“ del rapto,
los cristianos no van a tratar de santificarse.
Igualmente según esta doctrina, el creer en que
serán raptados en cualquier momento les
proporciona a los cristianos un gran confort que no
tendrían si se les quitara esa creencia. Ver el
capítulo 9.
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6-Alega esta doctrina que porque la palabra
“Iglesia“ no aparece en el Apocalipsis desde el
capítulo 4 al 21, eso significa que la Iglesia no está
ya en el planeta, porque fue raptada antes de que
comenzara la Gran Tribulación. Ver el capítulo 10.
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7-De acuerdo con la hipótesis del rapto, los judíos y
los gentiles forman dos diferentes grupos, a pesar de
que Pablo dice lo contrario: que todos somos uno en
Cristo. La doctrina esta enseña que los judíos que se
conviertan después del rapto, no pertenecen a la
“Iglesia de Cristo”. Ver el capítulo 11.
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8-Otra afirmación que dogmatiza la hipótesis del
rapto es que el Espíritu Santo será retirado del
planeta cuando la Iglesia sea raptada. Ver el
capítulo 12.
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9-La doctrina del rapto contempla tres venidas de
Cristo a la Tierra. La primera cuando lo
crucificaron, la segunda la del rapto y la tercera la
final cuando establece su reino. Para poder
convertirla en sólo dos venidas, esta doctrina alega
que la segunda y tercera venidas, son en realidad
una sola, a pesar de que distan entre sí, según esta
hipótesis, siete años. Así las cosas, la del rapto es la
segunda venida “fase A”, y la del final es la
segunda venida “fase B”. Ver el capítulo 13.
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10-Esta enseñanza del rapto se ve obligada a estirar
la primera resurrección y la transformación de los
cristianos vivientes, durante los siete años de la
Gran Tribulación, en vez de ocurrir en un abrir de
ojo. Ver el capítulo 14.
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11-La doctrina del rapto niega que la trompeta a la
que se refiere Pablo en I Co 15:52, sea la séptima
trompeta del Apocalipsis, y en su lugar, inventa otro
grupo de trompetas de la cual la de Corintios es la
final. Sin embargo, no puede mostrar donde están
las seis trompetas anteriores a esa que llama “final.”
Ver el capítulo 15.
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12-La doctrina del rapto considera que la Gran
Tribulación y las plagas de las Siete Copas
Postreras son la misma cosa. Ver el capítulo 16.
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13-Esta doctrina dogmatiza que el rapto viene antes
del antiCristo, a pesar de lo profetizado por Pablo
en contrario. Durante la apertura de los sellos,
Cristo está en el Cielo. ¿Cómo si ya comenzó la
Gran Tribulación con el primer sello, aún no se ha
dicho en ninguna parte que ocurrió el rapto? ¿Tan
gran evento no se va a mencionar en los versículos
anteriores al primer jinete? Ver el capítulo 17.
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14-Conforme a la interpretación que esta doctrina
hace de Jn 14:1-3, solamente después del rapto será
que podremos estar en la Casa del Padre. Ver el
capítulo 18.
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15-En relación al antiCristo hay varios errores que
se han generalizado. Ver el capítulo 19.
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16-Veremos algunos pasajes bíblicos que esta
hipótesis utiliza indebidamente como “base” para la
creencia en un presunto rapto, que se supone que
ocurrirá en una imaginaria Segunda Venida Fase
“A”, anterior a la Gran Tribulación, y a la
verdadera Segunda Venida, a la que esta doctrina
llama “Fase B”. Ver capítulo el 20.
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>Resumen del capítulo 4. Lo que hasta aquí
hemos hecho es, meramente, prepararnos para
averiguar la verdad sobre si hay o no un rapto antes
de la Gran Tribulación, además de un
arrebatamiento después de ella.
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Capítulo 5
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¿Dónde la Biblia dice que hay un rapto?
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>La Biblia habla siempre de un arrebatamiento
durante la Segunda Venida, pero jamás de un
rapto antes de la Gran Tribulación
Recordemos que en este libro se le llama “rapto”
al que suponen que ocurre antes de la Gran
Tribulación, y se le llama “arrebatamiento” al que
va a ocurrir al momento de la Segunda Venida de
Jesucristo.
Yo puedo mostrar varios pasajes que tratan
del regreso del Señor, en los cuales se anuncia
claramente que existe un arrebatamiento durante
la Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo,
pero no he visto uno solo donde se anuncie
claramente que hay un rapto sorpresivo, silencioso
y secreto anterior a la Gran Tribulación.
Mateo, Marcos y Lucas, registraron en sus
evangelios el Sermón Profético. En ese sermón
Jesucristo habla de los acontecimientos que iban
a ocurrir desde el momento en que él hablaba,
hasta el momento de su Segunda Venida. A pesar
de que el Señor le está hablando a su Iglesia, en la
persona de los apóstoles, en ningún momento les
dice que va a haber un “rapto“ antes de la Gran
Tribulación; pero sí les habla clara, diáfana y
específicamente de la ocurrencia del arrebatamiento
posterior a la Gran Tribulación, durante su Segunda
Venida.
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¿Cómo es posible que creamos en la existencia de
un rapto que Jesucristo nunca mencionó, y que
nunca se menciona en ninguna Escritura? Pero más
aún ¿cómo vamos a pensar que habiendo Cristo
hablado de los eventos que iban a ocurrir desde que
él hablaba hasta su Segunda Venida, se le iba a
olvidar mencionar el rapto o advertir sobre tal cosa?
¿O cómo vamos a pensar que simplemente iba a
dejar ignorantes a los líderes de su Iglesia sobre
un asunto de tan extraordinaria trascendencia? La
respuesta es bien sencilla: simplemente el rapto no
existe, es una invención diabólica para engañar a los
cristianos, como advirtió el mismo Jesucristo, al
igual que San Pablo. Pero, desgraciadamente, la
mayoría se ha dejado engañar.
Si el rapto existiera, el Señor, igual que habló
clara y específicamente en el Sermón Profético
del arrebatamiento posterior a la Gran
Tribulación, hubiera también hablado clara y
específicamente del supuesto rapto. Revisen por
ustedes mismos, versículo por versículo, los tres
capítulos de los tres evangelios donde se habla del
Sermón Profético, y verán que en ninguna parte
Nuestro Señor Jesucristo le advierte a su Iglesia que
iba a haber un rapto anterior a la Gran Tribulación.
Después de haber concluido esa investigación,
¿vamos a seguir creyendo esa herejía? Hermanos,
es perdonable que un cristiano haya sido engañado,
pero no es perdonable que se empeñe en seguir
engañado, sin poder dar las razones que le asisten
para mantener esa creencia, ni poder refutar los
argumentos que aquí se le muestran.
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>La Biblia Dios la dio para que la entendiera
cualquiera, no sólo los sabios.
Las profecías y doctrinas de la Biblia son claras,
las puede entender cualquier persona sin que haya
tenido que estudiar teología, griego, hebreo,
hermenéutica, etc., ni graduarse en ningún
seminario. Dios no da sus revelaciones para que
sólo unos pocos eruditos las entiendan. Él las da
para que los pescadores y todos sus hijos puedan
tener acceso a la verdad, si es que desean saberla.
El Señor Jesús dijo en una ocasión que Dios había
revelado estas cosas a los pequeños y no a los
sabios y eruditos. Por lo tanto, no hay que ser
necesariamente sabio ni erudito para entenderlo.
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“En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo:
Te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la
Tierra, que hayas escondido estas cosas de
los sabios y de los entendidos, y las hayas
revelado a los niños. Así, Padre, pues que así
agradó en tus ojos.”
(Mt 11:25)
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“En aquella misma hora Jesús se alegró en
espíritu, y dijo: Yo te alabo , oh Padre, Señor
del Cielo y de la Tierra, que escondiste estas
cosas a los sabios y entendidos, y las has
revelado a los pequeños; así, Padre, porque
así te agradó.”
(Lc 10:21)
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>¿Dónde Cristo habló del rapto?
Cualquiera que lea la Biblia puede darse cuenta de
que existe un arrebatamiento durante la Segunda
Venida del Señor. No hay que exprimirse el cerebro
haciendo inferencias, torciendo pasajes, etc., para
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llegar a tal conclusión. Sin embargo, para lograr
convencer del rapto a una persona hay que recurrir
al griego, al hebreo, basarse en lo que dicen
supuestos eruditos, torcer el significado legítimo de
las palabras, dogmatizar, hablar sobre hermenéutica,
exégesis, escatología, moler y moler sobre el
asunto, para al fin y al cabo no probar nada, pero
afirmar que se ha probado. Tal parece que de ahora
en adelante el que no sea un genio no puede
entender lo que dice la Biblia.
Cristo habló clara y específicamente sobre el
arrebatamiento en su Segunda Venida. ¿En qué
pasaje Cristo habló clara y específicamente sobre un
rapto silencioso, secreto y sorpresivo? El Señor
habló clara y específicamente de su Segunda
Venida, ¿dónde habló de su tercera venida? ¿Iba
a dejar el Señor tan importante evento en la más
plena oscuridad? Si de verdad el rapto existiera el
Señor lo hubiera aclarado en la Biblia tan
diáfanamente como su Segunda Venida. Sin
embargo, no ha ocurrido así; señal de que el rapto
no existe.
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>Veamos los pasajes que tratan sobre el regreso
de Jesús.
Vamos a poner ahora los pasajes que hablan sobre
el regreso de Jesús, y veamos si en alguno de ellos
se menciona clara y específicamente la existencia
de un rapto silencioso, sorpresivo y secreto.
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“29 Y luego después de la aflicción de
aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna
no dará su lumbre, y las estrellas caerán del
cielo, y las virtudes de los cielos serán
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conmovidas. 30 Y entonces se mostrará la
señal del Hijo del Hombre en el cielo; y
entonces lamentarán todas las tribus de la
Tierra, y verán al Hijo del Hombre que
vendrá sobre las nubes del cielo, con grande
poder y gloria. 31 Y enviará sus ángeles con
gran voz de trompeta, y juntarán sus
escogidos de los cuatro vientos, de un cabo
del cielo hasta el otro.” (Mt 24:29-31)
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Lean ustedes mismos el capítulo 24 de Mateo
desde el comienzo. No hay en todo el capítulo una
referencia a un rapto sorpresivo, ni a ninguna otra
venida de Cristo. No hubo tampoco en este pasaje,
nada que nos hiciera sospechar que hay un rapto
sorpresivo, porque vemos el oscurecimiento del sol
y la luna, etc.. Tampoco es un rapto silencioso,
porque se oye la trompeta; y no puede ser un rapto
secreto, porque nadie puede ignorar lo que está
sucediendo en esos momentos. Si el rapto existiera,
¿iba Cristo a dejar de anunciarlo en este capítulo?
Veamos ahora Mr 13:24-27
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“24 Empero en aquellos días, después de
aquella aflicción, el sol se obscurecerá, y la
luna no dará su resplandor; 25 y las estrellas
caerán del cielo, y las virtudes que están en
los cielos serán conmovidas. 26 Y entonces
verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las
nubes con mucha potestad y gloria. 27 Y
entonces enviará sus ángeles, y juntará sus
escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo
de la tierra hasta el cabo del cielo.”
(Mr 13:24-27)
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Tampoco vimos en este pasaje de Marcos, nada
que nos hiciera pensar que se anuncia un rapto
sorpresivo, silencioso y secreto, en vez de un
arrebatamiento. Lean este capítulo desde el
principio y verán que a pesar de que se está
anunciando lo que va a suceder, no se anuncia nada
sobre un rapto anterior a la Gran Tribulación, sino
solo un arrebatamiento después de la Gran
Tribulación. ¿Cómo es posible que creamos en algo
que Jesucristo no anunció jamás? Veamos a Lucas.
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“25 Entonces habrá señales en el sol, y en la
luna, y en las estrellas; y en la Tierra
angustia de gentes por la confusión del
sonido de la mar y de las ondas; 26
secándose los hombres a causa del temor y
expectación de las cosas que sobrevendrán a
la redondez de la Tierra, porque las virtudes
de los cielos serán conmovidas. 27 Y entonces
verán al Hijo del Hombre, que vendrá en
una nube con potestad y majestad grande.”
(Lc 21:25-27)
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Tampoco Lucas nos habla del rapto. ¿Me van a
decir que el rapto existe, pero ni Mateo ni Marcos ni
Lucas sabían nada sobre él. Es decir, que hay que
creer que el rapto va a ocurrir antes de la Gran
Tribulación, pero Jesucristo nunca lo anunció a su
Iglesia en el Sermón Profético. En los tres capítulos
donde se registra el Sermón Profético, donde se
habla del arrebatamiento al momento de la Segunda
Venida, donde se habla de todo lo que va a ocurrir
antes y durante la Gran Tribulación, no se habla sin
embargo del rapto, pero hay que creerlo porque lo
dicen los que han tomado el lugar del Papa. Dice
bien claramente Lucas que los hombres se secarán a
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causa de la expectación de lo que vendrá. Es decir,
la gente verá lo que va a venir. ¿Cómo pues me
hablan de un rapto sorpresivo y secreto? Veamos a
Juan.
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“1 No se turbe vuestro corazón; creéis en
Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi
Padre muchas moradas hay, de otra manera
os lo hubiera dicho. Voy, pues, a preparar
lugar para vosotros. 3 Y si me fuere, y os
aparejare lugar, vendré otra vez, y os tomaré
a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis.”
(Jn 14:1-3)
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En este pasaje de Juan hay una promesa de que
Cristo va a irnos a preparar lugar en el Cielo. Eso
no implica que va a haber un rapto, aunque
muchos quieren verlo así. Si fuéramos a creer que
aquí se habla del rapto, habría que pensar que
ninguno de los cristianos muertos, incluyendo a los
apóstoles, ha ido todavía al Cielo, porque tendrían
que esperar por el rapto para ir allá. Veamos ahora
qué dijeron los ángeles en los Hechos.
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“10 Y estando con los ojos puestos en el
cielo, entre tanto que él iba, he aquí dos
varones se pusieron junto a ellos en vestidos
blancos; 11 los cuales también les dijeron:
Varones galileos, ¿qué estáis mirando al
cielo? Este mismo Jesús que ha sido tomado
desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá
como le habéis visto ir al cielo.”
(Hch 1:10-11)
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En el pasaje que acabamos de leer vemos que los
ángeles les hablan a los apóstoles sobre la Segunda
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Venida de Cristo, cuando se le verá en las nubes.
No les comunica nada sobre el supuesto rapto
secreto, en el que nadie ve a Cristo venir. Si hubiera
un rapto secreto, no iban los ángeles a pasar por
alto tan importante evento, sin anunciárselo a la
Iglesia de Jesucristo, que estaba representada en
ese momento por los apóstoles, y que es la que,
según esta errada doctrina, será raptada antes de la
Gran Tribulación. Leamos ahora lo que se nos dice
en I de Corintios.
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“51 He aquí, os digo un misterio: Todos
ciertamente no dormiremos, mas todos
seremos transformados. 52 En un momento,
en un abrir de ojo, a la final trompeta;
porque será tocada la trompeta, y los muertos
serán levantados sin corrupción, y nosotros
seremos transformados. 53 Porque es
menester que esto corruptible sea vestido de
incorrupción, y esto mortal sea vestido de
inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible
fuere vestido de incorrupción, y esto mortal
fuere vestido de inmortalidad, entonces se
efectuará la palabra que está escrita: Sorbida
es la muerte con victoria.”
(I Co 15:51-54)
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También aquí en Primera de Corintios nos hablan
claramente de la Segunda Venida de Cristo, no del
supuesto rapto, aunque algunos erradamente quieren
verlo así. Desde el momento que se dice que
sorbida es la muerte con victoria, tiene que
estarse refiriendo a la Segunda Venida, pues durante
la Gran Tribulación todavía la muerte no ha sido
sorbida con victoria. Si lo que dice el pasaje se
refiriera al rapto, no diría que la muerte había sido
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sorbida con victoria, puesto que sigue habiendo
muertes después del supuesto rapto. Veamos
ahora un par de pasajes de Tesalonicenses.
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“9 Porque ellos cuentan de nosotros cuál
entrada tuvimos a vosotros; y cómo os
convertisteis de los ídolos a Dios, para servir
al Dios vivo y verdadero. 10 Y esperar a su
Hijo de los Cielos, al cual resucitó de los
muertos; a Jesús, el cual nos libró de la ira
que ha de venir.”
(I Tes 1:9-10)
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El pasaje de Primera de Tesalonicenses que
acabamos de leer habla de cómo el Señor Jesús nos
libró del castigo por nuestros pecados. No puede
estar diciendo que la resurrección de Jesucristo de
lo que nos libró fue de la Gran Tribulación, porque
tal cosa no es cierta. El sacrificio de Cristo nos libró
de la ira que ha de venir al mundo cuando después
del juicio final todos los que no fueron salvos por
Cristo sean castigados. No hay manera de afirmar
que en este pasaje se está hablando clara y
específicamente del rapto. Veamos otro pasaje de
Primera de Tesalonicenses.
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“13 Tampoco, hermanos, queremos que
ignoréis acerca de los que duermen, que no
os entristezcáis como los otros que no tienen
esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús
murió y resucitó, así también traerá Dios con
él a los que durmieron en Jesús. 15 Por lo
cual, os decimos esto en palabra del Señor:
que nosotros que vivimos, que habremos
quedado hasta la venida del Señor, no
seremos delanteros a los que durmieron. 16
Porque el mismo Señor con aclamación, con
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voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. 17 Luego nosotros, los
que vivimos, los que quedamos, juntamente
con ellos seremos arrebatados en las nubes a
recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor. 18 Por tanto, consolaos
los unos a los otros en estas palabras.”
(I Tes 4:13-18)
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Vemos de nuevo en el pasaje que acabamos de
leer que en ningún momento nos dice clara, diáfana
y específicamente, que exista un rapto sorpresivo,
silencioso y secreto. Desde el momento que suena
la trompeta, no puede ser silencioso, y desde el
momento que son arrebatados tantos millones de
personas, no puede ser secreto. Más adelante
volveré a tratar este asunto para demostrar que
tampoco puede ser sorpresivo.
Más claramente que el anterior, habla sobre este
tema, el siguiente pasaje, perteneciente también a
una carta de Pablo a los tesalonicenses. En ella
aclara lo que no especifica en esta: que el
recogimiento de los cristianos no va a ocurrir antes
del antiCristo. Veamos.
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“1 Empero os rogamos, hermanos, cuanto a
la venida de nuestro Señor Jesucristo, y
nuestro recogimiento a él, 2 que no os mováis
fácilmente de vuestro sentimiento, ni os
conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni
por carta como nuestra, como que el día del
Señor esté cerca. 3 No os engañe nadie en
ninguna manera; porque no vendrá sin que
venga antes la apostasía, y se manifieste el
hombre de pecado, el hijo de perdición, 4
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Oponiéndose, y levantándose contra todo lo
que se llama Dios, o que se adora; tanto que
se asiente en el templo de Dios como Dios,
haciéndose parecer Dios. 5 ¿No os acordáis
que cuando estaba todavía con vosotros, os
decía esto? 6 Y ahora vosotros sabéis lo que
impide, para que a su tiempo se manifieste. 7
Porque ya está obrando el misterio de
iniquidad, solamente espera hasta que sea
quitado de en medio el que ahora impide; 8
entonces será manifestado aquel inicuo, al
cual el Señor matará con el espíritu de su
boca, y destruirá con el resplandor de su
venida. 9 A aquel inicuo, cuyo advenimiento es
según operación de Satanás, con grande
potencia, y señales, y milagros mentirosos, 10 y
con todo engaño de iniquidad en los que
perecen; por cuanto no recibieron el amor de
la verdad para ser salvos. 11 Por tanto, pues,
les envía Dios operación de error, para que
crean a la mentira; 12 para que sean
condenados todos los que no creyeron a la
verdad, antes consintieron a la iniquidad.”
(II Tes 2:1-12)
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Como vemos en este pasaje recién leído:
1) San Pablo se cuenta a sí mismo como uno de
los que va a ser arrebatado en ese momento, de la
Segunda Venida, por cuanto en el versículo uno
dice: “nuestro recogimiento”. Y en esa frase
incluye también a la Iglesia.
2) Más adelante, en el versículo 3, considera que
debe advertir a los cristianos de la iglesia de
Tesalónica, una Iglesia Apostólica, una iglesia
gentil, una iglesia como la que hoy tenemos, para
que estén alerta para evitar que los engañen
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respecto a la Segunda Venida de Jesucristo, y al
arrebatamiento. Si Pablo advierte sobre un
engaño es porque el Espíritu Santo le hizo ver
que iba a surgir, cerca de la época del fin, un
engaño respecto a la Segunda Venida. Ese engaño
es a todas luces, la falsa doctrina del rapto; aunque
tal vez no sea el único. También los ruselistas dicen
que la Segunda Venida es en espíritu, no se ve.
3) Inmediatamente que les advierte del engaño
venidero, les dice que Cristo no vendría sin que
antes viniera el antiCristo. Como que al mismo
tiempo Pablo se considera entre los que van a ser
arrebatados en esa ocasión, se ve que el
arrebatamiento de la Iglesia no va a ocurrir
hasta que primero venga el antiCristo. Si Pablo
hubiera creído en el rapto y no en el arrebatamiento,
él pensaría que ni la Iglesia de Tesalónica ni él,
estarían presentes cuando viniera el antiCristo.
Si fuera verdad que los cristianos fueran a estar
con Cristo en el Cielo, en las Bodas del Cordero,
¿para qué advertirles Pablo a los de la Iglesia
Apostólica de Tesalónica, que no se dejen engañar?
¿Quién pudiera engañarlos en el Cielo, durante
los siete años de la Gran Tribulación, en que
“esperan” por la Segunda Venida de Cristo?
4) Si la errada hipótesis del rapto fuera cierta, es
decir, si los únicos cristianos “raptados” antes de la
Gran Tribulación fueran los cristianos gentiles,
entonces ¿para qué advertiría Pablo semejante cosa
en una epístola a los gentiles? Si esa errada idea
fuera cierta, lo hubiera advertido en la Epístola a
los Hebreos, no en la Epístola a los Tesalonicenses.
De aquí se deduce que los cristianos, tanto judíos
como gentiles sí estaremos aquí durante el reinado
del antiCristo.
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5) Más adelante, en el versículo 8 vemos
claramente que el arrebatamiento al que se refiere
Pablo, el arrebatamiento en el que él se considera
incluido, es aquel que va a ocurrir cuando el Señor
matará a aquel inicuo con el resplandor de su
venida.
Está bien claro que Pablo no preveía un rapto
anterior a la Gran Tribulación, y que él
consideraba que ni él ni la Iglesia de Tesalónica,
iban a participar en tal rapto, sino en el
arrebatamiento que ocurrirá conjuntamente con la
Segunda Venida. Veamos ahora lo que Pablo nos
dice en la epístola a Tito.
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“12 Enseñándonos que, renunciando a la
impiedad y a los deseos mundanos, vivamos
en este siglo templada, y justa, y píamente;
13 esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del
gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo.”
(Tito 2:12-13)
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He aquí un nuevo pasaje que, a pesar de que habla
del regreso, no puede sacarse de él que exista un
rapto. Cada vez que se habla de la Segunda Venida,
se habla clara y específicamente de ella; pero no
encontrarán un solo pasaje que hable clara y
específicamente del rapto, un rapto anterior a la
Gran Tribulación y a la Segunda Venida. Veamos
ahora el Apocalipsis.
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“15 Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y
fueron hechas grandes voces en el Cielo, que
decían: Los reinos del mundo han venido a
ser los reinos de nuestro Señor, y de su
Cristo; y reinará para siempre jamás. 16 Y
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los veinticuatro ancianos que estaban
sentados delante de Dios en sus sillas, se
postraron sobre sus rostros, y adoraron a
Dios, 17 diciendo: Te damos gracias, Señor
Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que
has de venir, porque has tomado tu grande
potencia, y has reinado. 18 Y se han airado
las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de
los muertos, para que sean juzgados, y para
que des el galardón a tus siervos los profetas,
y a los santos, y a los que temen tu nombre,
a los pequeñitos y a los grandes, y para que
destruyas los que destruyen la tierra.”
(Ap 11:15-18)
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En este último pasaje en el que se ve que se habla
del regreso, tampoco se ve el rapto por ningún lado.
Para verlo hay que inventarlo, torcer la Escritura, y
cambiar el significado de las palabras.
Hemos visto los pasajes que hablan del regreso
de Cristo, y en ninguno se percibe que haya un
rapto sorpresivo, silencioso y secreto antes de la
Gran Tribulación. ¿Por qué creer entonces en el
Rapto?
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>La Doctrina del Rapto y la de los ruselistas
aseguran que Cristo viene y no se le ve
La doctrina ruselista (la de los mal llamados
Testigos de Jehová) y la doctrina del rapto, son las
únicas, hasta donde yo conozco, que niegan que a
Jesucristo se le vea en su regreso. Contrario a lo que
esas dos heréticas doctrinas afirman, San Juan dice
que todo ojo le verá cuando venga.
Sin embargo, durante la absurda “presencia” de
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Cristo que los ruselistas han inventado, y durante el
no menos absurdo “rapto inesperado” que esa otra
doctrina ha inventado, no se verá a Cristo. Es más,
según ambas doctrinas ni siquiera la gente sabrá que
el Señor está aquí. Es decir, los ruselistas dicen que
“está presente”, pero que no se le ve ni se le siente
llegar. La doctrina del rapto dice que vendrá, pero
que no se le verá.
Se hace evidente que alguien, en las esferas
espirituales de las tinieblas, tiene mucho interés en
que tales cosas se crean. Todo lo contrario a ambas
herejías es lo que dice San Juan en el Apocalipsis.
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“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo
le verá, y los que le traspasaron; y todos los
linajes de la Tierra se lamentarán sobre él.
Así sea. Amén.”
(Ap 1:7)
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No pueden decir que esto que dice aquí en el
primer capítulo de Apocalipsis, no se refiere a la
Iglesia, puesto que es precisamente a las iglesias
que se le está diciendo; y refiriéndose a los
cristianos pertenecientes a las Iglesias, es que dice
que todo ojo le verá. Si todo ojo lo verá entonces no
puede ser un rapto donde no se vea al Señor en las
nubes.
Estos son todos los pasajes que yo recuerdo,
que tratan del regreso del Señor. Todos estos
pasajes hablan clara y específicamente del regreso
de Cristo, pero en ninguno de ellos se habla clara y
específicamente de un rapto anterior a la Gran
Tribulación y a la Segunda Venida, un rapto
sorpresivo, silencioso, invisible y secreto que la
herética doctrina del rapto asegura que existe.
Si he dejado de mostrar otros pasajes en los
que se hable del regreso de Cristo, y en los que se
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vea clara y específicamente que existe un rapto, por
favor muéstrenmelo.
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>Resumen del capítulo 5. La Biblia, que Dios la
dio para que la entendiese hasta un niño, no nos
muestra, en ninguno de los pasajes donde se trata
del regreso de Cristo, ni un solo versículo donde se
nos diga claramente que existe un rapto. Sin
embargo, hay varios que nos dicen con toda
claridad, que hay un arrebatamiento durante la
Segunda Venida de Jesucristo. La doctrina del rapto
y la de los ruselistas (falsos testigos de Jehová) son
las únicas que hablan de una venida del Señor en la
que no se le ve.
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Capítulo 6
Librados de las plagas sin salir del
planeta: el “desierto”
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>Si alguien razona a partir de una base falsa
llegará a conclusiones erradas
Recordemos que “rapto“ es el que dicen que
ocurrirá antes de la Gran Tribulación, mientras que
“arrebatamiento“ es el que ocurrirá durante la
Segunda Venida después de la Gran Tribulación.
Una de las falsas bases de sustentación que tiene
esta errada hipótesis del rapto anterior a la Gran
Tribulación, es la afirmación de que, para que Dios
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pueda proteger del antiCristo y de la Gran
Tribulación, a la Iglesia, se la tiene que llevar del
planeta por medio del rapto. Eso es absoluta y
totalmente falso. Hasta ahora Dios ha protegido a
su Pueblo y nunca se lo tuvo que llevar del
planeta, ni raptarlo por los aires para llevarlo a
otro lugar.
Como que la cadena de razonamiento de la
doctrina del rapto parte de una premisa o base
errada, la conclusión tiene que ser errada, aunque la
cadena de razonamientos fuera correcta, que
tampoco lo es. Veamos ahora algunos ejemplos de
cómo Dios protegía a los suyos sin sacarlos del
planeta por medio de un rapto.
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>En medio del Apocalipsis Dios libra a su gente
sin sacarlas del lugar en que están
Al leer Ap 9:4 veremos que hallándonos en medio
de la Gran Tribulación, durante el sonido de la
quinta trompeta, las langostas van a hacer daño
solamente a los que no tengan la señal de Dios.
Eso nos hace ver que los cristianos no tienen que
sufrir las plagas, por muy generales que esas plagas
sean. Sólo sufriremos persecuciones humanas.
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“Y les fue mandado que no hiciesen daño a
la hierba de la Tierra, ni a ninguna cosa
verde, ni a ningún árbol, sino solamente a los
hombres que no tienen la señal de Dios en
sus frentes.”
(Ap 9:4)
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Este versículo dice que las langostas iban a hacer
daño solamente a los que no tuvieran la señal de
Dios en sus frentes. Esto nos enseña dos cosas: a)
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que va a haber cristianos en la Tierra durante la
Gran Tribulación, que son los que sí tienen la señal
de Dios en sus frentes; y b) que los cristianos no
van a sufrir, necesariamente, las plagas y tormentos
de la Gran Tribulación, porque los tormentos son
para los que no tienen esa señal de Dios en sus
frentes.
Esto contradice rotundamente la hipótesis del
rapto, la cual dice que no va a haber cristianos en la
Tierra durante la Gran Tribulación, porque los
castigos y plagas enviados son de tal magnitud que
nadie que estuviera en la Tierra podría escapar de
ellos. De esta falsa afirmación, esta doctrina
“deduce” que los cristianos tienen que haber sido
“raptados sorpresiva, silenciosa y secretamente”
antes de que comience la Gran Tribulación.
Los cristianos seremos absolutamente librados
de las plagas divinas, aún en medio de la Gran
Tribulación, pero no seremos librados en forma
absoluta de las persecuciones humanas. Habrá
lugares para refugiarnos, como nos dice el capítulo
12 de Apocalipsis, a unos matarán y otros se
escaparán, y muchos encontrarán refugio, no
seremos absolutamente librados de la tribulación
creada por los humanos, pero sí de las plagas
divinas.
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>En el Antiguo Testamento también Dios libraba
a los suyos sin llevárselos del lugar
Otro ejemplo semejante lo tenemos en Ezq 9:4-6
donde vemos cómo Dios protege a sus siervos en
medio de las hecatombes que él envía.
Se muestra en este pasaje, la dinámica que rige en
la protección de los siervos de Dios. Él ordena que
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se les ponga a los suyos, la señal de Dios, no una
señal física, visible para nosotros los humanos, sino
algo que es visible para los ángeles comisionados
para dañar, destruir o matar, a fin de que éstos no
nos hagan nada.
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“4 Y le dijo Jehová: Pasa por medio de la
ciudad, por medio de Jerusalem, y pon una
señal en la frente a los hombres que gimen
y que claman a causa de todas las
abominaciones que se hacen en medio de
ella. 5 Y a los otros dijo a mis oídos: Pasad
por la ciudad en pos de él, y herid; no
perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia.
6 Matad viejos, mozos y vírgenes, niños y
mujeres, hasta que no quede ninguno; mas a
todo aquel sobre el cual hubiere señal, no
llegaréis; y habéis de comenzar desde mi
santuario. Comenzaron pues desde los
varones ancianos que estaban delante del
Templo.”
(Ezq 9:4-6)
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>A través del Apocalipsis venidero también Dios
marcará a su gente para protegerla, pero sin
raptarlas
Algo similar a lo que ya hemos visto se nota que
ha de suceder ya hacia el fin del mundo, como se
puede ver en Ap 7:3, donde se habla de que se va
a señalar a los siervos de Dios.
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“Diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al
mar, ni a los árboles, hasta que señalemos a
los siervos de nuestro Dios en sus frentes.”
(Ap 7: 3)
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Así es como se explica el funcionamiento interior,
es decir, la protección divina que no vemos, y que
se nos promete en el salmo 91: 3-7.
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“3 Y Él te librará del lazo del cazador; de la
peste destruidora. 4 Con sus plumas te
cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro.
Escudo y adarga es su verdad. 5 No tendrás
temor de espanto nocturno, ni de saeta que
vuele de día, 6 ni de pestilencia que ande en
oscuridad, ni de mortandad que en medio del
día destruya. 7 Caerán a tu lado mil, y diez
mil a tu diestra, mas a ti no llegará.”
(Sal 91: 3-7)
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>En este próximo pasaje vemos dos grupos; un
grupo de creyentes se refugia y es librado, y otro
grupo no se refugia
Si leemos el pasaje de Ap 12:14-17 veremos en el
versículo 14 que durante la Gran Tribulación hay
dos grupos de cristianos. Un grupo de cristianos
representados por una mujer, fue librado de la Gran
Tribulación, porque se refugia en el “desierto“. Por
el otro lado vemos que cuando el Dragón vio que no
podía hacer nada contra ese grupo de cristianos que
se refugió en el desierto (16), se fue a hacer guerra
contra los otros que guardaban los mandamientos
de Dios y tenían el testimonio de Jesucristo, o sea,
el segundo grupo, (17). Este otro grupo,
evidentemente, se hallaba al alcance del Maligno.
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“14 Y fueron dadas a la mujer dos alas de
grande águila, para que de la presencia de la
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serpiente volase al desierto, a su lugar,
donde es mantenida por un tiempo, y
tiempos, y la mitad de un tiempo. 15 Y la
serpiente echó de su boca tras la mujer agua
como un río, a fin de hacer que fuese
arrebatada del río. 16 Y la Tierra ayudó a la
mujer, y la Tierra abrió su boca, y sorbió el
río que había echado el Dragón de su boca. 17
Entonces el Dragón fue airado contra la
mujer; y se fue a hacer guerra contra los
otros de la simiente de ella, los cuales
guardan los mandamientos de Dios, y tienen
el testimonio de Jesucristo.”
(Ap 12:14-17)
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Es bueno notar que estos dos grupos de
cristianos se hallan en la Tierra durante la Gran
Tribulación. Por lo tanto, la iglesia no puede haber
sido “raptada”, porque no iban a dejar atrás dos
grupos de cristianos. Si alguien obstinadamente
alegara que esos dos grupos no son cristianos, y no
forman parte de la Iglesia, entonces hay que volver
a definir qué es Iglesia y que es ser cristiano.
Vemos en ese pasaje, sin embargo, que Dios sí
amparó a dos grupos de cristianos en medio de la
Gran Tribulación. Eso nos hace ver que va a haber
cristianos amparados en la Tierra durante la Gran
Tribulación, así como cristianos que la sufren. Todo
esto nos hace ver que las plagas de ese período no
tienen que hacer sufrir a los cristianos aunque ellos
se hallen en la Tierra, depende de la actitud de cada
uno.
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>Los apóstoles creían que había que enviar a la
gente aquella fuera del lugar
Los apóstoles creyeron que para poder alimentar a
5,000 había que enviar fuera del lugar a toda aquella
gente, pero el Señor demostró que podía
alimentarlos sin tener que sacarlos de aquel lugar.
Igualmente, los que creen que para amparar a la
Iglesia hay que sacarla del planeta, verán que el
Señor puede hacerlo sin necesidad de raptarla.
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“Y cuando fue la tarde del día, se llegaron a
él sus discípulos, diciendo: El lugar es
desierto, y el tiempo es ya pasado; despide las
gentes, para que se vayan por las aldeas, y
compren para sí de comer. Y Jesús les dijo:
No tienen necesidad de irse; dadles vosotros
de comer.”
(Mt 14:15-16)
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>Dónde se van a refugiar los cristianos que
escuchen la voz de Dios y no esperen por el
supuesto rapto
Ya hemos visto varios ejemplos bíblicos de cómo
Dios siempre provee un escape para los suyos, y un
lugar donde refugiarse. ¿Cuál será ese lugar durante
la Gran Tribulación? Definitivamente el lugar será
lo que en Ap 12:14 se le llama “el desierto“.
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“Y fueron dadas a la mujer dos alas de
grande águila, para que de la presencia de la
serpiente volase al desierto, a su lugar, donde
es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la
mitad de un tiempo.”
(Ap 12:14)
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No es disparatado pensar que en este pasaje del
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Apocalipsis, el águila que le presta a la mujer sus
dos alas, simbolice un gobierno poderoso, porque le
llaman “grande águila”. El hecho de darle dos alas a
la mujer, se lo atribuyo a que esa nación va a prestar
su poderío para facilitar el traslado de los cristianos
al refugio o “desierto” preparado por Dios para
ellos.
El traslado de los cristianos no creo que se trate de
algo compulsorio, es decir, que obliguen a los
cristianos a ir al “desierto” o refugio, sino que les
permitirán ir, quizás como una manera de sacar de
en medio a ciudadanos conflictivos para con la
sociedad de aquel entonces, aún en el futuro.
Tampoco creo que todos los cristianos desearán
ser trasladados al desierto o refugio. Habrá miles
que por diversos motivos no querrán refugiarse y
desearán permanecer en aquella sociedad del
incipiente antiCristo.
Los motivos por los que imagino que muchos
querrán quedarse son:
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a) Creen en Cristo, pero ignoran las profecías.
La propaganda que hoy en día prepara el
advenimiento del antiCristo les hará ver que eso de
irse al “desierto” a refugiarse, es una exageración y
un “fanatismo”. Muchos lo creerán, porque esos
hermanos no han leído suficientemente la Biblia.
Pregúntele a los cristianos qué es el antiCristo; la
mayoría no sabe mucho sobre él y creen que serán
“raptados secretamente” antes del antiCristo y la
Gran Tribulación.
b) Las pasiones: los cristianos enamorados de
mujeres que no quieren abandonar su nación; los
cristianos que aman sus posesiones y se abrazan a
ellas; los que se creen “astutos”, y se figuran que
van a esquivar los problemas sin tener que irse de su
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lugar; los que temen comenzar una nueva vida en el
cero; los indolentes que todo lo dejan para después;
los que no quieren separarse de sus familiares
inconversos; etc..
No hablo de cosas que no ocurren. Todos y cada
uno de los ejemplos que acabo de mencionar,
fueron causa de que, en cierto país donde regía una
tiranía, se quedaran cientos de miles de personas
que pudieron haber salido a tiempo y no lo hicieron.
No obstante, estos que no quisieron salir a tiempo,
atormentaban luego a sus familiares en Estados
Unidos pidiéndoles con desespero que los sacaran
de aquel infierno, en un momento en que era
imposible o muy sacrificado el hacerlo. No hablo de
lo que me dijeron, hablo de lo que vi, oí, y constaté.
c) Los que tienen un deber que cumplir en el
lugar donde se hallan; y los que no lo tienen, pero
creen tenerlo.
d) Los que disfrazan sus verdaderos motivos
para quedarse, con el pretexto del deber que dicen
tener que cumplir.
e) Los que tienen dos o más de los motivos
aquí señalados, etc..
Yo no creo que todos los cristianos del mundo
vayan para el refugio, por las razones antes dadas.
Tal vez sean solamente los que conforman la
descripción dada en Ap 3:7-13 (Iglesia de
Filadelfia), sobre todo si nos guiamos por la
promesa del versículo 10 de ese pasaje, (porque has
guardado la palabra de mi paciencia...).
Otra cosa a tener en cuenta es que cuando aquí se
dice que le darán a la mujer dos alas de grande
águila, se están refiriendo a los tiempos del fin.
En estos tiempos del fin solo hay un país poderoso
que tiene como emblema nacional el águila, y ese
país es los Estados Unidos de América del Norte.
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Puede que este país sea el “desierto“ de que habla la
profecía, o puede que el “desierto” sea otro, pero
que los Estados Unidos pongan su poder a
disposición de los que quieran ir a refugiarse en ese
otro “desierto”.
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>Los cristianos pueden evitar la Gran
Tribulación según se desprende de lo dicho por
Cristo
Los cristianos pueden escaparse de la Gran
Tribulación. Si no fuera así el Señor no nos hubiera
exhortado a orar para ser tenidos por dignos de
evitar todas estas cosas.
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“Velad pues, orando en todo tiempo, que
seáis tenidos por dignos de evitar todas estas
cosas que han de venir, y de estar en pie
delante del Hijo del Hombre.”
(Lc 21: 36)
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Al utilizar la frase “estar en pie delante del Hijo
del Hombre” nos hace ver que en este versículo
Jesús se está refiriendo a la última generación antes
de su Segunda Venida, no a la generación de la
época de los apóstoles. A esa generación que va a
ver la Segunda Venida, es a la que le exhorta
para que oren y velen, es decir, para que le pidan a
Dios, y actúen en consecuencia, a fin de que ellos
puedan evitar la Gran Tribulación y estar en pie
delante de Cristo.
Si no fuera cierto que los cristianos de la última
generación pudieran evitar la Gran Tribulación, el
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Señor no los hubiera exhortado a orar pidiendo tal
cosa.
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>Cristo vuelve a testificar que el antiCristo
puede ser evitado por los cristianos
En Ap 3:10 volvemos a ver al Señor asegurando
que la Iglesia puede ser librada de la Gran
Tribulación. O sea, que no es nada disparatada la
idea de que los cristianos podemos evitarla. Y
fíjense que se está dirigiendo a los cristianos del fin.
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“Porque has guardado la palabra de mi
paciencia, yo también te guardaré de la hora
de la tentación que ha de venir en todo el
mundo, para probar a los que moran en la
Tierra.”
(Ap 3:10)
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>Cuando Dios protegió a los suyos en Egipto, no
tuvo que sacarlos de allí
Es beneficioso recordar, cuando hablamos de las
plagas que el Señor enviará durante el Apocalipsis,
que Dios protegió a los suyos meticulosamente, de
las plagas que enviaba a Egipto. Quiero decir con
esto que no se nos puede acusar de optimistas, si
esperamos que durante estas plagas apocalípticas, la
magnífica y absoluta protección de Dios a Su
pueblo se repita.
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“22 Y aquel día yo apartaré la tierra de
Gosén, en la cual mi pueblo habita, para que
ninguna suerte de moscas haya en ella; a fin
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de que sepas que yo soy Jehová en medio de
la tierra. 23 Y yo pondré redención entre mi
pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal.”
(Ex 8:22-23)
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“4 Y Jehová hará separación entre los
ganados de Israel y los de Egipto, de modo
que nada muera de todo lo de los hijos de
Israel. 5 Y Jehová señaló tiempo, diciendo:
Mañana hará Jehová esta cosa en la tierra. 6
Y el día siguiente Jehová hizo aquello, y
murió todo el ganado de Egipto; mas del
ganado de los hijos de Israel no murió uno.”
(Ex 9:4-6)
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“25 Y aquel granizo hirió en toda la tierra
de Egipto todo lo que estaba en el campo, así
hombres como bestias; asimismo hirió el
granizo toda la hierba del campo, y desgajó
todos los árboles del país. 26 Solamente en la
tierra de Gosén, donde los hijos de Israel
estaban, no hubo granizo”
(Ex 9:25-26)
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“Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se
levantó de su lugar en tres días; mas todos
los hijos de Israel tenían luz en sus
habitaciones.”
(Ex 10:23)
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De la lectura de todos los pasajes anteriores
vemos que la protección divina es absoluta. En
ningún momento vemos que Su pueblo en Egipto,
haya sufrido las mismas plagas que estaban
sufriendo los demás alrededor de ellos; ni siquiera
sufrieron los efectos colaterales de esas plagas.
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Eso mismo es lo que va a suceder al final del
mundo cuando vengan las plagas anunciadas, el
pueblo de Dios va a ser protegido, al menos todos
los que quieran dejarse proteger. Los que sigan
esperando por un “rapto secreto” puede que no se
den cuenta de la oportunidad de escapar, y sean
impedidos de refugiarse en el “desierto“.
Para aquella época futura, el mejor consejo que se
le puede dar a los cristianos es que no se abracen a
sus pertenencias ni a otras personas que no quieran
ir al “desierto” que Dios provee. No sólo eso, sino
que en muchos casos tendrán que salir sin
pertenencias, dejándolo todo, para que los del lugar
no sospechen que se van para no volver, e intenten
retenerlos. Cosas como esa he visto suceder en
países tiránicos.
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>Resumen del capítulo 6. Dios siempre ha
protegido a su pueblo sin sacarlo del planeta, como
ocurrió en Egipto y como promete que ocurrirá en
el futuro a Filadelfia; cuando vemos en Apocalipsis
que marca a los suyos contra las langostas; y como
vemos que refugia en el desierto a la mujer que
huye. Cristo personalmente nos dice que podemos
escapar, al decirnos que oremos ser tenidos por
digno de evitar lo que ha de venir.
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Capítulo 7
La doctrina del rapto alega que Dios y
Cristo no van a permitir que la Iglesia
sufra
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>¿Qué nos enseña la historia respecto a los
sufrimientos de la Iglesia?
Dios, además de ser soberano, sabe todas las
cosas, y entre ellas, sabe qué es lo que más le
conviene a la Iglesia. Decir que la Iglesia tiene que
ser raptada, porque Dios no va a permitir que sufra,
es un atrevimiento. Si la Iglesia sufriera, por algo
sería. En muchas ocasiones la persecución purifica
la Iglesia, pues se van de ella los que están allí por
otros motivos. No se le puede imponer a Dios las
normas de “justicia” de los que creen saber más que
Dios.
La historia de la Iglesia de Cristo ha sido una de
sufrimientos y persecuciones. Los profetas de Dios
fueron asesinados por cientos durante el reinado de
Achab. Su esposa Jezabel se encargó de perseguir a
los siervos de Dios. Durante los años posteriores a
la resurrección de Cristo, la Iglesia fue perseguida
con saña. No sólo Esteban, también muchos otros
fueron asesinados por San Pablo antes de
convertirse al cristianismo. Después lo hizo el
Imperio Romano. Luego tomó su lugar la Iglesia
Romana, con las espantosas persecuciones, torturas
y asesinatos de la inquisición. ¿Cómo va la doctrina
del rapto a decir que la Iglesia va a ser sacada del
planeta, porque Dios y Cristo no van a permitir que
la Iglesia sufra? La Iglesia siempre sufrió.
La falsa enseñanza del rapto anterior a la Gran
Tribulación, utiliza como una de sus bases para
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asegurar que la Iglesia va a ser raptada, la falsa
premisa de que Dios y Cristo no van a permitir que
la Iglesia sufra durante la Gran Tribulación. Aún en
el caso de que tal error fuera cierto, ya hemos visto
que Dios puede librar a los suyos sin raptarlos para
sacarlos del planeta. Dios siempre ha provisto un
escape para los suyos, siempre y cuando ellos estén
atentos a la palabra divina, y no a la humana. Usar
la afirmación de que Dios no va a permitir que la
Iglesia sufra, para poder inventar el falso rapto, es
inventar una mentira apoyándose en otra mentira.
Jesucristo mismo nos advirtió que sí tendríamos
aflicción.
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“Estas cosas os he hablado, para que en mí
tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción,
mas confiad, yo he vencido al mundo.”
(Jn 16:33)
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Uno de los errores que por tenerlo, desvía la
hipótesis del rapto de la realidad, es el confundir
La Gran Tribulación con las Siete Copas. La
primera es de origen humano, y nosotros estaremos
aquí aún; la segunda es de origen divino y para
entonces ya habremos sido arrebatados.
Efectivamente, durante la Gran Tribulación los
cristianos estaremos aún en la Tierra, Cristo no
habrá venido aún. Por el contrario, cuando suene la
Séptima Trompeta, que es cuando ocurre la
verdadera Segunda Venida de Cristo y el
arrebatamiento verdadero, será que se comiencen a
derramar las Siete Copas con las siete plagas en las
que es consumada la ira de Dios. Esto se explicará
más detalladamente en el capítulo 16, página 138.
Desde el arrebatamiento verdadero hasta el
comienzo del Reino, pasará un tiempo
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indeterminado, en el cual
estaremos con el Señor.
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los
cristianos
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>Resumen del capítulo 7. Tanto en la Biblia,
como a través de la historia se constata que la
Iglesia nunca ha sido totalmente librada de las
aflicciones que el mundo nos ha provocado. No se
confunda eso con las plagas que envía Dios, de las
cuales sí seremos librados.
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Capítulo 8
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Las Bodas del Cordero
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>Las Bodas son una fiesta en la que todos
estamos alegres y nos divertimos
Recordemos que “rapto“ es el que dicen que
ocurrirá antes de la Gran Tribulación, mientras que
“arrebatamiento“ es el que ocurrirá durante la
Segunda Venida.
En todas las culturas del mundo las bodas se
celebran con gran alegría, música, fiestas y regocijo.
Solamente dejan de hacerse estas alegrías si por
desgracia, poco antes de la fiesta de boda ocurre
alguna tragedia en la familia de alguno de los
novios.
La fiesta de las Bodas del Cordero han de ser algo
inolvidable para nosotros los cristianos, un
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momento de verdadero regocijo, una época en la
que ningún sufrimiento nos haga entristecernos.
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>Cuándo serán las Bodas del Cordero según la
doctrina del rapto
De acuerdo a lo que yo siempre he oído de los
hermanos que han discutido conmigo el asunto, los
cristianos estaremos disfrutando alegremente de las
Bodas del Cordero, en el Cielo, durante el mismo
tiempo que otros cristianos sufren espantosamente
en la Tierra, durante la Gran Tribulación. El
antiCristo y sus seguidores asesinan, queman en la
hoguera, crucifican, etc., a los cristianos, aquí en la
Tierra, mientras nosotros gozamos de lo lindo allá
en el Cielo, sin que nos importe ni un comino lo que
les está sucediendo a nuestros hermanos. ¿Suena
eso lógico? ¿Piensan ustedes que eso es lo que
Jesucristo planificó para el día de su boda?
No sólo eso, que ya es más de la cuenta; si el
rapto fuera cierto, entonces tendríamos que esos
pobres cristianos martirizados y asesinados durante
la Gran Tribulación, no iban jamás a participar de la
Boda del Cordero, por cuanto cuando ellos fueran a
resucitar, después de la Segunda Venida, ya las
Bodas se habían acabado.
Es más, dado que la hipótesis del rapto asegura
falsamente que éste va a ocurrir antes de que se
abra el primer sello, y dado que en el quinto sello
vemos a las almas de los que fueron degollados en
la Tierra por el testimonio de Jesucristo, tendríamos
que deducir que a pesar de esas almas estar en el
Cielo, no pueden participar de la fiesta de la Boda,
sino mirarla de lejos; puesto que según dice allí,
esos mártires tienen que esperar a los otros que en la
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Tierra van a ser degollados. ¡Casi nada la
absurdidad que provoca esta errónea doctrina!
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“9 Y cuando él abrió el quinto sello, vi
debajo del altar las almas de los que habían
sido muertos por la palabra de Dios y por el
testimonio que ellos tenían. 10 Y clamaban en
alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor,
santo y verdadero, no juzgas y vengas
nuestra sangre de los que moran en la
Tierra? 11 Y les fueron dadas sendas ropas
blancas, y les fue dicho que reposasen
todavía un poco de tiempo, hasta que se
completaran sus consiervos y sus hermanos,
que también habían de ser muertos como
ellos.”
(Ap 6:9-11)
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A estos mártires de la Gran Tribulación la
doctrina del rapto les niega su pertenencia a la
Iglesia de Cristo. ¿Cómo es posible que no van a
pertenecer a su Iglesia, si es el mismo Cristo el que
está allí con ellos en el Cielo?
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>Cuándo serán las Bodas del Cordero, según la
Biblia
Yo no sé de qué parte de la Biblia la doctrina del
rapto ha sacado la idea de que las Bodas del
Cordero se celebran durante el período de la Gran
Tribulación, porque a pesar de que se lo he
preguntado a mis amigos que creen en el rapto,
ellos no me saben decir en donde se basan para
creer tal cosa. Lo único que saco en consecuencia
es que esos hermanos lo creen porque se lo dijeron
otros, a los cuales “otros” casi nunca he podido
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preguntarles, porque no son accesibles para esta
conversación.
También me han traído libros, pero cuando les
pido que me digan en qué parte del libro su autor
dice de dónde sacó tal concepto, tampoco me lo
saben señalar. Nadie lo sabe, pero todos lo creen a
pie juntilla. Es la triste tendencia al dogma que
siempre tienen los religiosos.
Los únicos dos lugares en la Biblia, donde yo
veo que habla de las Bodas del Cordero son en
Ap 19:7-9 y 21:9, y ambos pasajes son muy
posteriores a la Gran Tribulación. Veamos.
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“7 Gocémonos y alegrémonos y démosle
gloria; porque son venidas las bodas del
Cordero, y su esposa se ha aparejado. 8 Y le
fue dado que se vista de lino fino, limpio y
brillante, porque el lino fino son las
justificaciones de los santos. 9 Y él me dice:
Escribe: Bienaventurados los que son
llamados a la cena del Cordero. Y me dijo:
Estas palabras de Dios son verdaderas.”
(Ap 19:7-9)
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“Y vino a mí uno de los siete ángeles que
tenían las siete copas llenas de las siete
postreras plagas, y habló conmigo, diciendo:
Ven acá, yo te mostraré la esposa, mujer del
Cordero.”
(Ap 21:9)
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Ya para la época a que se refieren los dos pasajes
anteriores, las siete copas de la Ira de Dios fueron
derramadas sobre la Tierra. Eso es fácil de
comprobar porque en Ap 16:17 vemos que la
séptima y última copa fue derramada. En 19:2
vemos que ya se juzgó a la Ramera, y que se vengó
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la sangre de los siervos de Dios, de la mano de ella.
Por consiguiente ya se acabó la Gran Tribulación.
Sin embargo, vemos en el versículo 7 de ese mismo
capítulo que las Bodas del Cordero no han tenido
lugar aún. De aquí se deduce, sin mucho esfuerzo
mental, que las Bodas del Cordero vienen después
de la Gran Tribulación, y después de la destrucción
de la Gran Ramera.
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“Y el séptimo ángel derramó su copa por el
aire; y salió una grande voz del Templo del
Cielo, del Trono, diciendo: Hecho es.”
(Ap 16:17)
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“1 Después de estas cosas oí una gran voz de
gran compañía en el Cielo, que decía:
Aleluya, Salvación y honra y gloria y
potencia al Señor Dios nuestro 2 Porque sus
juicios son verdaderos y justos; porque Él ha
juzgado a la grande ramera, que ha
corrompido la Tierra con su fornicación, y ha
vengado la sangre de sus siervos de la mano
de ella. 3 Y otra vez dijeron: Aleluya. Y su
humo subió para siempre jamás. 4 Y los
veinticuatro ancianos y los cuatro animales
se postraron en tierra, y adoraron a Dios que
estaba sentado sobre el trono, diciendo:
Amén: Aleluya.”
(Ap 19:1-4 )
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Otra cosa en la que parar mientes es en que en
el versículo 6 dice que Dios reinó, para decir luego
que debemos gozarnos y alegrarnos porque van a
celebrarse ahora las Bodas del Cordero. Es fácil
darnos cuenta de que si ya Dios reinó, tiene que
haberse acabado la Gran Tribulación. Y si
después de que Dios reinó es que se celebran las
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Bodas del Cordero, eso significa que las Bodas
del Cordero no se habían celebrado antes. Lo
cual a su vez significa que tienen lugar ahora,
después de haber terminado la Gran Tribulación, y
no durante los siete años que ésta dura, como
asegura la hipótesis del “rapto secreto”.
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“5 Y salió una voz del Trono, que decía: Load
a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le
teméis, así pequeños como grandes. 6 Y oí
como la voz de una grande compañía, y como
el ruido de muchas aguas, y como la voz de
grandes truenos, que decía: Aleluya, porque
reinó el Señor nuestro Dios Todopoderoso. 7
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria;
porque son venidas las bodas del Cordero, y
su esposa se ha aparejado. 8 Y le fue dado que
se vista de lino fino, limpio y brillante, porque
el lino fino son las justificaciones de los
santos.”
(Ap 19:5-8)
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Como vemos, los únicos lugares en la Biblia
donde se habla de las Bodas del Cordero nos hacen
ver que ya la Gran Tribulación ha pasado. Por
consiguiente, la hipótesis del rapto está totalmente errada al asegurar que esas bodas se
realizan durante el período de la Gran
Tribulación.
Si volvemos ahora a leer el primer pasaje (Ap
19:7-9), veremos que al final dice: “Bienaventurados los que son llamados a la cena del
Cordero”. De aquí se infiere, sin mucho esfuerzo
mental, que los que no son llamados a la cena del
Cordero, no son bienaventurados.
Como que según la confusa doctrina del rapto, las
bodas ocurren durante la Gran Tribulación, se hace
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evidente que según esa malhadada hipótesis, los
infelices hermanos que sufren durante ese
período, no pueden participar de la cena de
bodas, y por lo tanto, no son bienaventurados. Es
decir, esta herética enseñanza los ha excluido por
decreto, de la bienaventuranza. ¡Hay que pisotear la
lógica y torcer excesivamente la Escritura para que
concuerde con la doctrina del rapto!
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>Resumen del capítulo 8. Según la hipótesis del
rapto, las Bodas del Cordero tendrán lugar en el
lapso comprendido entre el supuesto rapto anterior a
la Gran Tribulación y la Segunda Venida de Cristo.
Tendremos fiestas mientras nuestros hermanos son
torturados, crucificados, puestos en la hoguera, etc..
La verdad no obstante, es que los únicos dos pasajes
que hablan de las Bodas del Cordero están en los
capítulos 19 y 21 del Apocalipsis, mucho después
de que ocurre la Gran Tribulación.
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Capítulo 9
La falsa “necesidad” de la “inminencia”
del rapto
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>Falsas “razones” por las que “debemos” creer
en la “inminencia” del rapto, aunque sea
mentira
Una de las “razones” que les he oído enarbolar a
mis amigos respecto a la aceptación de la hipótesis
del rapto es lo que ellos llaman “la inminencia
perpetua”. Según ellos es necesario e indispensable
que los cristianos creamos siempre que el regreso de
Cristo puede ocurrir en cualquier momento, lo
mismo dentro de un minuto, que dentro de un siglo.
Como que de la lectura de la Biblia yo no he
sacado semejante impresión, les he preguntado
por qué razón es indispensable mantener a los
hermanos bajo esa “inminencia perpetua”. La
respuesta me ha dejado anonadado. Según ellos, si
los cristianos no creen que Cristo puede venir en
cualquier momento, no se santifican, y se les roba
el confort que sienten con esa ilusión.
Yo le dije a ese hermano, que es pecado usar la
mentira para lograr un buen propósito, a lo cual me
respondió que la “inminencia perpetua” se hallaba
en la Biblia. Analicemos el caso. Veamos primero si
es verdad que hay que engañar a los hermanos, si
hay que usar la mentira, que es una invención
satánica, para que los cristianos se santifiquen, y
para darles confort. Luego analizaremos qué dice
la Biblia al respecto de “la inminencia”.
Recordemos que “rapto“ es el que dicen que
ocurrirá antes de la G. T., “arrebatamiento” es el
que ocurrirá durante la Segunda Venida.
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>¿Engañarlos para santificación y confort?
Si a un cristiano hay que meterle miedo para que
se santifique, ese cristiano deja mucho que desear.
El cristiano que para hacer algo por su santificación,
para apartarse del pecado, para obedecer a Dios,
necesita el aguijón de la incertidumbre, el miedo de
que el rapto lo agarre pecando, es en realidad muy
mal cristiano, si es que en realidad es cristiano. Esa
es una persona que sigue amando el pecado, que no
se ha arrepentido, que no desea dejar el pecado, a
menos que tenga una amenaza de muerte.
El proceso de la santificación es algo que se
hace por agradecimiento, por saber que nuestros
pecados los tuvo que sufrir Jesucristo. El nosotros
saber que cada vez que pecamos entristecemos a
Nuestro Señor, es motivo suficiente para
restringirnos a nosotros mismos, para evitar el
pecado. No debe ser necesario que haya que
meternos miedo haciéndonos ver que Cristo puede
llegar en el momento que estamos pecando, y
perdernos. Baste con que el que está pecando se dé
cuenta de que Dios lo está mirando en ese
momento. Baste con que el que está pecando sepa
que puede morir en ese mismo instante. No es
necesario fabricar una mentira para lograr que la
cristiandad se santifique. La mentira fue
inventada por el Diablo, pues él es el padre de la
mentira, y usar sus métodos para obtener los
propósitos de Dios es honrar a Satanás.
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“Vosotros de vuestro padre el Diablo sois,
y los deseos de vuestro padre queréis
cumplir. Él, homicida ha sido desde el
principio, y no permaneció en la verdad,
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porque no hay verdad en él. Cuando habla
mentira, de suyo habla; porque es mentiroso,
y padre de mentira .”
(Jn 8:44)
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No sólo es un pecado mentir para que el
cristiano se “santifique”, sino que es contraproducente. Cuando le hacen la ilusión de que
existe un rapto inminente anterior a la Gran
Tribulación, y un arrebatamiento posterior a ella, le
están diciendo a ese hermano que hay dos
posibilidades de ser recogidos hacia Cristo, y si por
pecar fallan en el rapto, que sería la primera,
todavía tienen la oportunidad de una segunda.
Es decir, que en vez de estimularlos para que se
santifiquen, lo que hacen es hacerlos indolentes en
su santificación.
En cuanto a engañar a una persona con el asunto
del rapto, para que sienta confort, es como
engañarlo con la meditación trascendental del
budismo para obtener “confort” espiritual y paz
interior. O como ocurrió con los seguidores de Jim
Jones, que sentían confort haciendo lo que él les
ordenara; o los que se suicidaron para que se los
llevara el platillo volador. Todos estos sentían
confort en sus creencias, pero eran creencias falsas.
Valía la pena que alguien les hubiera destruido a
tiempo esa ilusión arrobadora, ese confort. No es
honesto dejar crecer una mentira sólo porque los
que la creen se sienten felices con ella.
Otros hermanos alegan que predicando el rapto
se obtienen más conversiones que predicando el
arrebatamiento. Los argumentos precedentes
también aplican en este caso. ¿Debemos mentir para
conseguir que más personas se sienten en los bancos
de la iglesia? ¿Vamos también nosotros a alegar
que se nos apareció la Virgen, a fin de lograr que
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más gente se “convierta”. ¿Vamos a fingir que
realizamos milagros?
Otra seudo-razón que alegan es que, según el
decir de ellos, todos los reformadores creían en la
inminencia. Eso es discutible; pero aún en el caso
de que fuera cierto, ¿por el hecho de que unos
hermanos estén errados, tengo yo que seguir sus
errores? ¿Creen ustedes en todas las doctrinas de
Lutero, Savonarola, Hus y Calvino? ¿Aprueban
ustedes todo lo que ellos hicieron? ¿Vamos ahora a
tener un nuevo papa? Dado que no vamos a seguir a
hombres, vamos pues a analizar la “inminencia
perpetua” desde el punto de vista bíblico.
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>Lo de “como ladrón en la noche” no
sorprenderá a los cristianos, sino a los
inconversos
Eso de que el regreso de Cristo sorprenderá
“como un ladrón en la noche“, se refiere a los
inconversos, no a los cristianos. Es decir, que los
cristianos no serán sorprendidos por su regreso,
pues aunque el día y la hora no se sabe, ni hay por
qué saberlo, la época de su regreso sí puede saberse;
y tal vez hasta el año. No estoy diciendo que puede
saberse desde ahora, pero sí podrá saberse cuando
comiencen las principales señales.
¿Por qué digo que la sorpresa del ladrón en la
noche será para los inconversos y no para los
cristianos? Lo digo porque esa frase “ladrón en la
noche”, referente a la sorpresa del regreso de
Jesucristo, se menciona seis veces en toda la
Biblia, y en ninguna de ellas se indica que se
refiere a los cristianos. Sin embargo, en algunas de
ellas se ve claramente que se refiere a los
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inconversos. Esto último lo dice claramente San
Pablo en el siguiente pasaje. Veamos.
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“1 Empero acerca de los tiempos y de los
momentos, no tenéis, hermanos, necesidad de
que yo os escriba, 2 porque vosotros sabéis
bien, que el día del Señor vendrá así como
ladrón de noche, 3 que cuando dirán, ‘paz y
seguridad’, entonces vendrá sobre ellos
destrucción de repente, como los dolores a la
mujer preñada; y no escaparán. 4 Mas
vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas,
para que aquel día os sobrecoja como
ladrón; 5 porque todos vosotros sois hijos de
luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni
de las tinieblas.”
(I Tes 5:1-5)
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Si leemos el versículo 3 veremos que dice que
cuando digan: “paz y seguridad, entonces vendrá
sobre ellos destrucción de repente....y no
escaparán”. No es lógico pensar que eso de
“vendrá sobre ellos destrucción”, se refiera a los
cristianos, sino a los inconversos. Otro tanto puede
decirse de la frase “no escaparán”, puesto que los
cristianos sí escaparemos. Por lo tanto, cuando
habla de la sorpresa del ladrón, se refiere a los que
padecerán destrucción y a los que no escaparán.
De ahí se deduce fácilmente que los sorprendidos
serán los inconversos, no los cristianos.
Si leemos el versículo 4 veremos que Pablo le
dice a los cristianos que eso no va con ellos, que
no se refiere a ellos. Eso lo dice cuando les explica,
“Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas,
para que aquel día os sobrecoja como ladrón”.
Está bien claramente expresado que Pablo no
consideraba que los cristianos iban a ser
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sorprendidos por el regreso de Cristo. Es decir, que
él excluye a los cristianos de esa sorpresa tipo
ladrón en la noche.
Por lo tanto, todos los argumentos basados en que
los cristianos seremos sorprendidos, se caen por su
base. De todo esto se desprende claramente, que los
que van a ser sorprendidos son los inconversos, no
los cristianos y que por lo tanto, eso de “la
inminencia perpetua” es un mito, un error de
interpretación.
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>Cuando Cristo habla de “ladrón en la noche” lo
hace refiriéndose a sus enemigos
Cuando en Mt 24:43 Cristo habla de la sorpresa
estilo ladrón en la noche, lo hace refiriéndose a
que si sus enemigos supieran cuándo iba a ser su
regreso, se prepararían y “no dejarían” minar la
casa. Aquí vemos de nuevo que se refiere a los que
se opondrían a Cristo si pudieran, no a los
cristianos, los cuales jamás se opondrían a su
retorno. Otro tanto puede decirse de Lc 12:39.
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“Esto empero sabed, que si el padre de la
familia supiese a cuál vela el ladrón había de
venir, velaría, y no dejaría minar su casa.”
(Mt 24:43)
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“Esto empero sabed, que si supiese el padre
de familia a qué hora había de venir el
ladrón, velaría ciertamente, y no dejaría
minar su casa.”
(Lc 12: 39)
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>Pedro no especifica quiénes serán los
sorprendidos
En cuanto a II P 3:10 en donde también se
menciona la frase “ladrón en la noche”, vemos que
allí no se percibe a quién se aplica tal cosa, y sólo
dice que su venida será sorprendente, sin decir para
quiénes sí o para quiénes no. Pero es lógico
interpretarlo a la luz de lo que ya Pablo nos enseñó
en I Tes 5:1-5, cuando excluye explícitamente a
los cristianos, del grupo de los que van a recibir esa
sorpresa.
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“Mas el día del Señor vendrá como ladrón
en la noche; en el cual los cielos pasarán con
grande estruendo, y los elementos ardiendo
serán deshechos, y la Tierra y las obras que
en ella están serán quemadas.”
(II P 3:10)
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>Lo que Jesucristo dice implica que el que no
esté a bien con él, es el único que será
sorprendido
En Apocalipsis 3:3 vemos que Jesús dice al ángel
de la iglesia de Sardis, que se arrepienta y guarde lo
que ha recibido y oído, puesto que si no lo hace,
vendrá a él como ladrón. De lo dicho por Jesús se
desprende que si dicho ángel se arrepiente, y si
guarda lo por él oído y recibido, entonces eso de
venir como ladrón no le atañe.
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“Acuérdate pues de lo que has recibido y has
oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Y si no
velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás
en qué hora vendré a ti.” (Ap 3:3)
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En el versículo recién leído nos damos cuenta de
que el venir como ladrón no es una cosa que
alcanza ineluctablemente a toda persona, sino
que depende de la persona. Si él no guarda lo oído
y recibido, si no se arrepiente ni vela, el regreso del
Señor lo sorprenderá como ladrón en la noche; de
donde se desprende que si guarda lo oído y recibido,
si se arrepiente y vela, el regreso del Señor no lo
sorprenderá como sorprendería un ladrón nocturno.
Por lo tanto, la sorpresa tipo ladrón sólo será
para los que no están a bien con el Señor.
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>El que vele y guarde sus vestiduras no será
sorprendido
En Apocalipsis 16:15 se menciona de nuevo la
frase “como ladrón”. En este pasaje se deja entrever
que el que vele y guarde sus vestiduras, no será
sorprendido. Es lógico pensar que los que velan y
guardan sus vestiduras son los cristianos, y que los
que no velan ni guardan sus vestiduras son los
inconversos. La advertencia de que viene como
ladrón, es evidentemente, para los segundos.
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“He aquí, yo vengo como ladrón.
Bienaventurado el que vela, y guarda sus
vestiduras, para que no ande desnudo, y vean
su vergüenza.”
(Ap 16:15)
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Estos seis pasajes son los únicos en los que se
menciona la frase “ladrón en la noche”, y
ninguno de ellos se le aplica a los cristianos, sino
que al contrario, en cinco de esos pasajes
claramente se les excluye de esa sorpresa.
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En todos estos pasajes vemos que: a) o se le
aplica a los enemigos de Cristo, o b) no se dice a
quién se le aplica. Es lógico pues concluir que eso
de que el regreso de Jesucristo sorprenda como
ladrón en la noche, se refiere a los inconversos,
nunca a los cristianos.
Además, es difícil creer que con tantas señales
que da la Biblia para que reconozcamos la
proximidad del regreso de Cristo, todavía los
cristianos no vayan a darse cuenta de su cercanía, y
los vaya a tomar por sorpresa.
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>¿Creían los apóstoles en el inmediato regreso de
Cristo?
Durante el ministerio del Señor en la Tierra, los
discípulos creían que el Reino se iba a establecer
poco tiempo después, pero a medida que fueron
aprendiendo del Señor, comprendieron la verdad.
La última vez que los apóstoles pensaron de esa
manera fue cuando le preguntaron al Señor que si él
iba a restituir el reino a Israel en esos días, a lo que
el Señor les contestó que eso no era de la
incumbencia de ellos.
No obstante ya en esa época ellos tenían algunas
señales que les indicaban que Jesús no regresaría en
forma sorpresiva o inminente. La primera se
refiere a una conversación con Pedro y otra con
Juan, las cuales ambas tuvieron lugar después de la
resurrección en Jn 21:18-23. Este episodio nos hace
ver que los discípulos no podían estar esperando el
regreso de Cristo en cualquier momento. Leamos.
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“18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras
más mozo, te ceñías, e ibas donde querías;
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mas cuando ya fueres viejo, extenderás tus
manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde
no quieras. 19 Y esto dijo, dando a entender
con qué muerte había de glorificar a Dios.
Y dicho esto, dícele: Sígueme. 20 Volviéndose
Pedro, ve a aquel discípulo al cual amaba
Jesús, que seguía, el que también se había
recostado a su pecho en la cena, y le había
dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de
entregar? 21 Así que Pedro vio a éste, dice a
Jesús: Señor, ¿y éste, qué? 22 Dícele Jesús: Si
quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué
a ti? Sígueme tú. 23 Salió entonces este dicho
entre los hermanos, que aquel discípulo no
había de morir. Mas Jesús no le dijo: No
morirá; sino: Si quiero que él quede hasta
que yo venga ¿qué a ti?”
(Jn 21:18-23)
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De la conversación con Pedro, los discípulos
tenían que haber sacado la conclusión de que antes
de que regresara el Señor Jesucristo, Pedro
había de morir, pues eso es lo que Cristo le dice en
el versículo 19. Si Pedro había de envejecer (18) y
morir extendiendo sus brazos, era lógico pensar que
eso tenía que ocurrir antes del regreso, pues el
Señor no permitiría que después de su regreso
ocurriera tal cosa.
Más adelante, en el versículo 23 dice que los
discípulos sacaron en conclusión, de lo que Jesús
dijo, que Juan no iba a morir. Si ellos sacaron en
conclusión que Juan no moriría, se evidencia que
pensaban que los otros sí morirían. Si ellos
pensaban que los otros discípulos iban a morir, es
porque no esperaban el regreso de Cristo durante el
tiempo en que ellos estuvieran vivos. O sea, que no
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creían que Jesús se aparecería inesperadamente en
cualquier momento. Ellos no tenían por qué creer en
una “inminencia perpetua” del regreso de Cristo.
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>La “inminencia perpetua” y la destrucción del
Templo en el año 70
Para respaldar la falsa premisa de la “inminencia
perpetua” del regreso del Señor, la doctrina del
rapto nos dice que los apóstoles esperaban su
retorno en cualquier momento. Eso no es cierto.
Los cristianos del primer siglo no podían estar “bajo
la inminencia perpetua” de su regreso, porque
sabían que el Señor les había dado ciertas
señales que aún no se habían producido.
Mientras Cristo estuvo con ellos, los discípulos
creían que el Reino de Dios se iba a establecer en
cualquier momento, pero después del Sermón
Profético y de la resurrección, ya ellos fueron
entendiendo que su regreso no iba a ocurrir en
forma inesperada.
En el capítulo 21 de Lucas, Cristo les anuncia a
los apóstoles las cosas que iban a ocurrir antes de su
regreso, a saber: que el Templo iba a ser destruido,
que habría terremotos, que Jerusalem sería
destruida, que habría señales en el sol, en la luna, y
en las estrellas, y que entonces sería que ocurriría el
regreso del Señor. Como que los apóstoles no
vieron ninguna de estas señales hasta el año 70, en
que fue destruido el Templo, tengan la seguridad
que ellos no estaban esperando el regreso de Cristo
en cualquier momento. Fíjense que todas estas
advertencias se las está dando el Señor a los
componentes de su Iglesia.
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“5 Y a unos que decían del Templo, que
estaba adornado de hermosas piedras y
dones, dijo: 6 Estas cosas que veis, días
vendrán que no quedará piedra sobre piedra
que no sea destruida.”
(Lc 21:5-6)
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“Y habrá grandes terremotos, y en varios
lugares hambres y pestilencias; y habrá
espantos y grandes señales del cielo.”
(Lc 21:11)
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“Y cuando viereis a Jerusalem cercada de
ejércitos, sabed entonces que su destrucción
ha llegado. Entonces los que estuvieren en
Judea, huyan a los montes; y los que en
medio de ella, váyanse; y los que estén en los
campos, no entren en ella.”
(Lc 21:20-21)
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“Entonces habrá señales en el sol, y en la
luna, y en las estrellas; y en la Tierra
angustia de gentes por la confusión del
sonido de la mar y de las ondas, secándose
los hombres a causa del temor y expectación
de las cosas que sobrevendrán a la redondez
de la Tierra, porque las virtudes de los Cielos
serán conmovidas. Y entonces verán al Hijo
del hombre, que vendrá en una nube con
potestad y majestad grande.”
(Lc 21:25-27)
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>Los ejemplos de Noé y el del “día y la hora”, en
el Sermón Profético, no pudo haber sido puesto
para lo del rapto
Esta doctrina considera que el momento del rapto
de la Iglesia se mantiene en una constante
incertidumbre, en una “inminencia perpetua”, hasta
que ello ocurra. Para apuntalar esta absurda idea, la
confusa doctrina del rapto utiliza el ejemplo de
Noé, y el dicho de Cristo sobre que nadie conoce el
día ni la hora de su regreso. Pero al usarlos se autodestruye. Veamos.
Según sostiene la doctrina del rapto, éste ocurre
antes de la Gran Tribulación. Es decir, que cuando
ocurran las señales del cielo, las persecuciones y
matanzas de los cristianos y demás eventos que se
narran en Mateo 24, ya la Iglesia habrá sido raptada
fuera del planeta.
Pero es el caso, que ese no saber ni el día ni la
hora de su regreso se habla solamente en el
Sermón Profético. Si esta doctrina asegura que este
capítulo 24 trata de lo que ocurrirá después del
supuesto rapto, ¿cómo es que la tal doctrina aplica
al supuesto rapto, (que se supone que en ese
momento ya ocurrió), el no saber el día y la hora,
que es cosa que sólo se trata en el Sermón
Profético?
Esta doctrina admite que lo que se profetiza en el
capítulo 24 de Mateo es para después del Rapto. Si
es para después del rapto, entonces lo del día y la
hora no se puede aplicar a ese falso evento del
rapto, sino a la Segunda Venida de Jesucristo. Sin
darse cuenta, esta doctrina está probando que no
existe el tal rapto antes de la Gran Tribulación.
En el versículo 29 se dice que después de la
aflicción de aquellos días, es decir, después de la
Gran Tribulación, seguirán inmediatamente señales
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tales como el oscurecimiento del sol y la luna y la
caída de las estrellas; en el 30 dice que se mostrará
la Señal de Cristo en el cielo, que lamentarán las
naciones y que se verá a Cristo. Es después de
todas esas señales que anuncian el próximo
regreso de Cristo, cuando dice en el versículo 36
que el día y la hora nadie la sabe. Se evidencia
que eso del día y la hora se refiere a la época en que
ocurran esas señales antes mencionadas; es decir,
se refiere al período que va desde la Gran
Tribulación hasta la Segunda Venida. Por lo
tanto, no hay derecho a decir que esa frase del “día
y la hora” es una “prueba” de que el rapto es
sorpresivo, que es un evento que se halla en una
“inminencia perpetua”.
Este mismo razonamiento puede hacerse cuando
esta hipótesis del rapto esgrime el caso de Noé, para
sostener la “inminencia” y “la sorpresa” del
rapto. Ese caso se menciona solamente en el
Sermón Profético, es decir durante el período que
comprende a la Gran Tribulación y a la Segunda
Venida. Por lo tanto, estos símiles o parábolas,
dichas durante el Sermón Profético, no atañen a lo
que ocurra antes de la Gran Tribulación. Por lo
tanto, no puede usarse como “prueba” de que el
rapto, que según esa hipótesis ocurre antes de la
Gran Tribulación, va a ser sorpresivo, de una
inminencia continua.
Todo esto que digo es sin contar con que la
“sorpresa”, y la “inminencia“, en el caso de Noé,
fue para los incrédulos, no para los creyentes;
porque para Noé y su familia, que eran los únicos
creyentes de esa época, no hubo ninguna sorpresa;
ellos sabían lo que vendría. Así que ese ejemplo no
lo puso el Señor para indicar la sorpresa de los
creyentes, sino la de los inconversos.
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Ahora bien, si eso de que no se sabe el día y la
hora, y lo de Noé, no lo usó el Señor para decir que
los creyentes seríamos sorprendidos,¿en qué otro
pasaje de la Biblia se basa esta falsa doctrina para
decir que el supuesto rapto va a ocurrir
intempestivamente, sin previo aviso, ni señales, por
sorpresa, secreta y silenciosamente, y que además,
es algo constantemente inminente?
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>¿Hasta qué punto es una incógnita el regreso
de Cristo?
Lo que dijo Jesús es que el día y la hora de su
Segunda Venida no la sabía ni siquiera él mismo, y
por lo tanto nadie la sabría. No obstante, el Señor
nos dio de propósito señales para que reconozcamos
cuándo estará “a las puertas” (Mt 24:33; Mr
13:28-30 y 32).
Por consiguiente, la época, incluyendo tal vez el
año sí podrá saberse cuando comiencen los
acontecimientos finales. Si no se pudiera saber ni
siquiera el año, sería ocioso que Jesús nos
advirtiera las señales que precederían a su
Segunda Venida. Dios sí quiere que nosotros nos
demos cuenta de la cercanía del regreso de Cristo.
Si no fuera así no nos hubiera enseñado a distinguir
las tales señales.
Además, sabiendo que el antiCristo durará tres
años y medio, y sabiendo que en su Segunda Venida
Jesús sorprende al antiCristo aún en funciones, es
fácil deducir que se va a saber aproximadamente, el
año de la Segunda Venida de Cristo cuando ya los
acontecimientos finales se hallen presentes.
El profeta Daniel leía las Escrituras para saber
cuándo terminarían los 70 años de asolamiento de
Jerusalem (Dn 9:2), así que no tiene nada de
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impropio que nosotros leamos en las profecías cuál
es la época de la Segunda Venida de Cristo.
¿Hay algo escrito en la Biblia que nos indique que
nosotros no debemos indagar, en las profecías,
cuándo Jesucristo vuelve? Al contrario, en II P 1:19
nos exhorta el apóstol diciéndonos que hacemos
bien en estar atentos a la profecía como a una
antorcha que alumbra en lugar obscuro. Leamos los
cinco pasajes antes mencionados.
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“De la higuera aprended la parábola:
Cuando ya su rama se enternece, y las hojas
brotan, sabéis que el verano está cerca. Así
también vosotros, cuando viereis todas estas
cosas, sabed que está cercano, a las
puertas. De cierto os digo, que no pasará esta
generación, que todas estas cosas no
acontezcan.”
(Mt 24: 32-34)
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“De la higuera aprended la semejanza:
Cuando su rama ya se enternece, y brota
hojas, conocéis que el verano está cerca. Así
también vosotros, cuando viereis hacerse
estas cosas, conoced que está cerca, a las
puertas. De cierto os digo que no pasará esta
generación, que todas estas cosas no sean
hechas.”
(Mr 13:28-30)
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“Empero de aquel día y de la hora, nadie
sabe, ni aun los ángeles que están en el
Cielo, ni el Hijo , sino el Padre.”
(Mar 13: 32)
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“En el año primero de su reinado, yo Daniel
miré atentamente en los libros el número de
los años, del cual habló Jehová al profeta
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Jeremías, que había de concluir la asolación
de Jerusalem en setenta años.”
(Dn 9:2)
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“Tenemos también la palabra profética más
permanente, a la cual hacéis bien de estar
atentos como a una antorcha que alumbra en
lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y el
lucero de la mañana salga en vuestros
corazones.”
(II P 1:19)
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>San Pedro no esperaba un regreso inminente
Me baso para pensar así en el hecho de que
además de saber que él moriría antes de la Segunda
Venida del Señor, además de eso, repito, en II P 3:3
vemos que este apóstol profetizaba para los últimos
días, de donde se colige que él no consideraba que
estaba viviendo en los últimos días.
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“Sabiendo primero esto, que en los
postrimeros días vendrán burladores,
andando según sus propias concupiscencias...”
(II P 3: 3)
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Al profetizar San Pedro que en los postrimeros
días vendrían quienes se burlarían de que la
Segunda Venida no había ocurrido aún, nos hace
ver que él no se consideraba estar viviendo en los
postrimeros días. Se ve que él consideraba que los
postrimeros días se hallaban aún en un futuro lejano
en el tiempo, allá, cuando ocurriera la Segunda
Venida, porque él usa el verbo en futuro:
“vendrán”.
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>Tampoco Pablo esperaba un regreso
inminente
Otro tanto se puede decirse de San Pablo. Cuando
él escribió la Primera Epístola a Timoteo,
manifiesta que tampoco él creía en la inminencia
del regreso del Señor. Lo demuestra lo que él dice
en I Tim 4:1-3 donde Pablo nos asegura de parte
del Espíritu Santo, que el regreso de Cristo
ocurriría después que ocurriera la apostasía, que en
aquel momento estaba en el futuro. Es decir, que él
consideraba que el tiempo que él estaba viviendo no
era el tiempo del regreso de Cristo, puesto que aún
no había venido la gran apostasía que él profetizaba.
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“Empero el Espíritu dice manifiestamente,
que en los venideros tiempos algunos
apostatarán de la fe escuchando a espíritus
de error y a doctrinas de demonios; que con
hipocresía hablarán mentira, teniendo
cauterizada la conciencia. Que prohibirán
casarse, y mandarán abstenerse de las
viandas que Dios crió para que con
hacimiento de gracias participasen de ellas
los fieles, y los que han conocido la verdad”
(I Tim 4:1-3)
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Fue el Espíritu Santo en persona, quien le dijo
al Apóstol San Pablo que había de venir una
apostasía del cristianismo, la cual prohibiría casarse
y comer ciertas cosas. Es evidente que una vez que
San Pablo recibió directamente del Espíritu Santo
semejante revelación, él no creía en la inminencia
de la Segunda Venida, al menos hasta que no
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viniera tal apostasía y él viera a los apóstatas que
prohibirían casarse, etc..
Más categórico aún se muestra Pablo en II Tes
2:1-4 donde especifica que el antiCristo vendría
antes del regreso de Cristo, y antes del
arrebatamiento. Lo más probable es que dijo eso
porque ya había recibido nuevas revelaciones
aclaratorias. Es decir, que cuando Pablo escribió
Segunda de Timoteo, él no se consideraba
viviendo en los últimos días, en el tiempo en que
Cristo volvería. Por lo tanto, no podía estar
creyendo en la inminencia del rapto.
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“1 Empero os rogamos, hermanos, cuanto a
la venida de nuestro Señor Jesucristo, y
nuestro recogimiento a él, 2 que no os
mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni
os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra,
ni por carta como nuestra, como que el día
del Señor esté cerca. 3 No os engañe nadie en
ninguna manera; porque no vendrá sin que
venga antes la apostasía, y se manifieste el
hombre de pecado, el hijo de perdición, 4
oponiéndose, y levantándose contra todo lo
que se llama Dios, o que se adora; tanto que
se asiente en el templo de Dios como Dios,
haciéndose parecer Dios.”
(II Tes 2:1-4)
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Como vemos, los discípulos recibieron claras y
categóricas revelaciones para hacerles saber a todos
ellos que no había tal inminencia en el regreso de
Nuestro Señor.
Por las cosas que nos ha dicho Pablo en sus
epístolas, nos damos cuenta de que al principio él
no se reunió con los otros apóstoles, sino que se fue
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a Arabia, y estuvo varios años por su cuenta. Parece
que por esa razón al principio él no estaba seguro de
si el Señor vendría enseguida o no. En Filipenses
3:11 vemos que Pablo creía que él podía llegar a la
resurrección de los muertos.
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“Si en alguna manera llegase
resurrección de los muertos.”
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Parece que en estos momentos aún no había
recibido la revelación de la secuencia de eventos
que iban a ocurrir antes del regreso de Cristo. Sin
embargo, más adelante en su vida, se nota que él
conoce que ese evento no iba a ocurrir tan
tempranamente, o sin señales previas, como él
imaginaba al principio. Este cambio de actitud lo
manifiesta en II Tes 2:1-4, que ya leímos, donde
exhorta a los hermanos a no dejarse engañar con la
supuesta inminencia de su Segunda Venida.
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>Resumen del capítulo 9. Eso de que el cristiano
necesita creer en la inminencia del regreso, es falso.
Dios no autoriza a usar métodos diabólicos (la
mentira) para “mejorar” a los cristianos. La venida
como ladrón no sorprenderá a los cristianos, sino a
los inconversos. Lo apóstoles no esperaban un
regreso inminente, porque sabían que el Templo
aquel iba a ser destruido, y tenían que ver morir a
Pedro; además de que Pablo había advertido
claramente, que primero tenía que venir el
antiCristo.
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Capítulo 10
La supuesta “ausencia” de la Iglesia en
Apocalipsis
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>¿Cuál es la “prueba” que esgrime la doctrina
del rapto?
Recordemos que “rapto“ es el que dicen que
ocurrirá antes de la Gran Tribulación, mientras que
“arrebatamiento“ es el que ocurrirá durante la
Segunda Venida.
La doctrina del rapto, para “probar” que la Iglesia
será raptada antes de la Gran Tribulación alega que
la palabra “iglesia” no aparece en el libro de
Apocalipsis, desde el capítulo 4 en adelante, hasta el
capítulo 21. “Deduce” de ahí esta doctrina, que eso
es motivado porque, durante los eventos narrados en
esos capítulos, la Iglesia ya no existe en la Tierra,
dado que ya había sido “raptada”. Hay varios
fuertes argumentos que niegan tan débil presunción,
los cuales presentaré más adelante.
Es decir, que según esa manera de “razonar”, el
hecho de que la palabra “iglesia” no se use desde el
capítulo 4 en adelante, hasta el 21, les “prueba” que
hubo un rapto de la Iglesia; sin embargo, el hecho
de que en esos cuatro primeros capítulos no se
mencione dicho rapto, no les prueba que no hubo
rapto.
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>La palabra “cristiano” solamente aparece en
dos libros de la Biblia
Si por el hecho de que la palabra “iglesia” no
aparezca en el Apocalipsis, eso significara que la
Iglesia no estaba en la Tierra en esa época, entonces
tendríamos que “razonar” también que dado que la
palabra “cristiano” no aparece nada más que en el
libro de los Hechos y Primera de Pedro, eso debe
significar que los cristianos no existían en la época
en que se escribieron los demás libros del Nuevo
Testamento, por cuanto no es mencionada en ellos
la palabra “cristiano”.
Como vemos, el simple hecho de que cierta
palabra no aparezca en un pasaje o en un libro, no
significa que lo representado por esa palabra, no se
halle presente.
Tampoco la palabra “iglesia” aparece en
Segunda de Timoteo, ni en Tito, ni en Hebreos, ni
en Segunda de Pedro, ni en Primera y Segunda de
Juan. Sin embargo, eso no es “prueba” de que la
Iglesia ya había sido raptada cuando se escribieron
tales epístolas. Si eso es así, ¿por qué alegar que el
hecho de la palabra “iglesia” no aparezca en el
Apocalipsis, es “prueba” de que la Iglesia ya había
sido raptada?
Veamos ahora si es cierto que en esos capítulos de
Apocalipsis no se menciona la Iglesia.
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>Si la palabra “santos” se usa en el Nuevo
Testamento para nombrar a los que pertenecen a
la Iglesia de Cristo, ¿por qué la doctrina del
rapto le niega ese mismo significado cuando
idéntica palabra se usa en el Apocalipsis?
Para hacer ver que la Iglesia no se menciona en el
Apocalipsis desde el capítulo 4 hasta el 21, la
doctrina del rapto desestima, como no
perteneciendo a la Iglesia, a los que en ese pasaje
son llamados “santos“.
Si alguna regla de interpretación es buena, es
aquella de atribuirle a las palabras que vemos en un
pasaje, el mismo significado que tiene en otros
pasajes. Ese es el caso de la palabra “santos” a
través de la Escritura. Si en todo el Nuevo
Testamento se le llama “santos” a los miembros de
la Iglesia de Cristo, ¿por qué razón, o con qué
lógica, esa herética doctrina niega que los que
son llamados “santos” en los capítulos 4 al 21 del
Apocalipsis, son gente que pertenecen a la Iglesia
de Cristo?
Voy a poner a continuación algunos de los pasajes
donde se habla de los “santos”, para que el lector
compruebe que en el Nuevo Testamento se le llama
“santos” a los que pertenecen a la Iglesia de Cristo
y que, por lo tanto, es ilógico y sospechoso, que
alguien le quiera dar otro significado a la misma
palabra en los capítulos 4 al 21 del Apocalipsis.
Como que son muchos, voy a poner aquí unos
cuantos y el resto los voy a poner en el anexo “A”,
que está en la página 182, para no interferir aquí
con el razonamiento, al mencionar tantos pasajes.
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“Entonces Ananías respondió: Señor, he
oído a muchos acerca de este hombre,
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cuántos males ha hecho a tus santos en
Jerusalem.”
(Hch 9:13)
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“Lo cual también hice en Jerusalem, y yo
encerré en cárceles a muchos de los santos,
recibida potestad de los príncipes de los
sacerdotes; y cuando eran matados, yo dí mi
voto.”
(Hch 26:10)
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“Entre las cuales sois también vosotros,
llamados de Jesucristo; a todos los que estáis
en Roma, amados de Dios, llamados santos,
Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre, y
del Señor Jesucristo,”
(Ro 1:6-7)
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“A la iglesia de Dios que está en Corinto,
santificados en Cristo Jesús, llamados
santos, y a todos los que invocan el nombre
de nuestro Señor Jesucristo en cualquier
lugar, Señor de ellos y nuestro.”
(I Co 1:2)
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“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad
de Dios, y Timoteo el hermano, a la iglesia de
Dios que está en Corinto, juntamente con
todos los santos que están por toda la
Acaya.”
(II Co 1:1)
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/“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad
de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús
que están en Éfeso.”
(Ef 1:1)
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“Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a
todos los santos en Cristo Jesús que están en
Filipos, con los obispos y diáconos.” (Fil 1:1)
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“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad
de Dios, y el hermano Timoteo, a los santos y
hermanos fieles en Cristo que están en
Colosas: Gracia y paz a vosotros de Dios
Padre nuestro, y del Señor Jesucristo.”
(Col 1:1-2)
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“Os conjuro por el Señor, que esta carta sea
leída a todos los santos hermanos.”
(I Tes 5:27)
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“Saludad a todos vuestros pastores, y a todos
los santos.”
(Heb 13:24)
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Hasta aquí hemos leído diez pasajes; si ustedes
fueron al anexo “A”, hemos leído 41 pasajes en
donde se usa la palabra “santos”, aplicada a los
que forman la Iglesia de Cristo. No cabe la menor
duda de que esa palabra tiene ese significado.
Vamos a leer ahora 10 pasajes del Apocalipsis, en
los que veremos usada la palabra “santos”.
¿Por qué razón vamos ahora a cambiar de idea y
a decir que en estos casos del Apocalipsis, la
palabra “santos”, no se aplica a los miembros de la
Iglesia de Cristo? ¿Por qué razón la herética
hipótesis del rapto quiere cambiar aquí el
significado de la palabra? ¿Por qué quiere hacer
ver que los que aquí son mencionados como
“santos”, no pertenecen a la Iglesia de Cristo?
Pues sencillamente porque si esta errada doctrina
reconoce que estos santos aquí mencionados son
miembros de la Iglesia de Cristo, entonces está
probado que el rapto no existe, porque la Iglesia sí
está en la Tierra durante la Gran Tribulación.
Fíjense en que todos los pasajes de Apocalipsis que
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voy a presentar ahora, pertenecen a los capítulos del
4 al 21, donde la doctrina del rapto dice que no se
menciona a la Iglesia.
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“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro
animales y los veinticuatro ancianos se
postraron delante del Cordero, teniendo cada
uno arpas, y copas de oro llenas de perfumes,
que son las oraciones de los santos.”
(Ap 5:8)
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“Y otro ángel vino, y se paró delante del
altar, teniendo un incensario de oro; y le fue
dado mucho incienso para que lo añadiese a
las oraciones de todos los santos sobre el
altar de oro que estaba delante del trono. Y el
humo del incienso subió de la mano del ángel
delante de Dios, con las oraciones de los
santos.”
(Ap 8:3-4)
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“Y se han airado las naciones, y tu ira es
venida, y el tiempo de los muertos, para que
sean juzgados, y para que des el galardón a
tus siervos los profetas, y a los santos, y a los
que temen tu nombre, a los pequeñitos y a los
grandes, y para que destruyas los que
destruyen la Tierra.”
(Ap 11:18)
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“Y le fue dado hacer guerra contra los
santos, y vencerlos. También le fue dada
potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y
gente.”
(Ap 13:7)
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“El que lleva en cautividad, va en
cautividad; el que a cuchillo matare, es
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necesario que a cuchillo sea muerto. Aquí
está la paciencia y la fe de los santos.”
(Ap 13:10)
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“Aquí está la paciencia de los santos; aquí
están los que guardan los mandamientos de
Dios, y la fe de Jesús.” (Ap 14:12)
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“Porque ellos derramaron la sangre de los
santos y de los profetas, también tú les has
dado a beber sangre; pues lo merecen.”
(Ap 16:6)
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3182
“Y vi la mujer embriagada de la sangre de
los santos, y de la sangre de los mártires de
Jesús; y cuando la vi, quedé maravillado de
grande admiración.”
(Ap 17:6)
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“Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros,
santos, apóstoles, y profetas; porque Dios ha
vengado vuestra causa en ella.” (Ap 18:20)
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“Y en ella fue hallada la sangre de los
profetas y de los santos, y de todos los que
han sido muertos en la Tierra.” (Ap 18:24)
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Hermanos, hay que ser prudentes. Ya vimos
que San Pablo nos profetizó que iban a querer
engañarnos respecto a que el regreso de Jesucristo
iba a ocurrir antes de la Gran Tribulación. Si ya
estamos advertidos, por favor, no caigan en el
engaño. Todos los argumentos presentados por la
doctrina del rapto son falsos.
Veamos ahora los otros argumentos que antes
anuncié.
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>El rapto de la sinagoga
Repito aquí lo que antes dije. Para hacer ver que
la Iglesia no se menciona en el Apocalipsis desde el
capítulo 4 hasta el 21, la doctrina del rapto
desestima, como no perteneciendo a la Iglesia, a
los que en ese pasaje son llamados “santos”.
Si vamos a aceptar esa forma de “razonar”,
tendríamos que llegar a la conclusión de que, si por
no aparecer la palabra “iglesia” en esos capítulos
de Apocalipsis, tuviéramos que admitir que la
Iglesia fue “raptada”, entonces, por no aparecer
tampoco en esos mismos capítulos la palabra
“sinagoga”, tendríamos que admitir también que la
Sinagoga fue “raptada”.
Eso, sin contar que, siguiendo esa ilógica forma
de “razonar”, tendríamos también que “deducir”
que dado que en ninguna parte de la Biblia aparece
la palabra “rapto“, eso significaría que el rapto no
existe. No obstante, yo rehúso negar el rapto por el
simple hecho de que la palabra no aparezca en la
Biblia; yo me apoyo, para negarlo, en bases mucho
más sólidas, que el simple hecho de que la palabra
no aparezca.
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>No vamos a excluir de la Iglesia a Henoch, Noé,
Job, Moisés y Daniel
Cuando Cristo venga a arrebatar su Iglesia, van a
resucitar todos los siervos de Dios, desde la época
de Adam hasta nuestros días. Es decir, que Henoch,
Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Job, Daniel, Isaías,
David, Pedro, Pablo, Tomás, Lucas, Timoteo, etc.,
van a resucitar y ser arrebatados junto con los
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cristianos que estén vivos en ese momento, los
cuales serán transformados, por cuanto todos ellos
pertenecen a la Iglesia de Cristo.
Aunque la palabra “Iglesia“ no aparece en el
Antiguo Testamento, nadie puede negar que esos
profetas y santos del Antiguo Testamento
pertenecen a la Iglesia de Cristo. Así podemos verlo
en Mt 8:11 donde vemos que gentiles de todo el
mundo se sientan con los patriarcas en el Reino de
Dios. Veamos.
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“Y os digo que vendrán muchos del oriente y
del occidente, y se sentarán con Abraham, e
Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos.”
(Mt 8:11)
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Tampoco puede negarse que las palabras entonces
usadas en el Antiguo Testamento, tales como
“congregación”, “pueblo de Dios”, “santos“,
etc., significaban lo mismo que lo que para
nosotros hoy significa la palabra “iglesia“, solo que
en el Antiguo Testamento se le daba nombres
hebreos y en el Nuevo se le da el nombre de
“Iglesia”, que es de origen griego.
Consecuentemente, la ausencia de la palabra
“iglesia” en el Antiguo Testamento no implica que
no existía un tipo de congregación igual que lo que
nosotros ahora llamamos “iglesia”. Por la misma
razón la ausencia de la palabra “iglesia” en
alguna sección del Apocalipsis no significa que la
Iglesia de Cristo esté ausente de la Tierra, por
cuanto la llaman con otros nombres que significan
lo mismo, como son las frases “los santos” y
“mártires” los cuales forman la Iglesia de Cristo,
pues por él murieron.
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>¿Debemos creer que la Iglesia ya había sido
raptada en época de Marcos, Lucas y Pablo?
El hecho de que no exista la palabra “iglesia” en
los libros de Marcos, Lucas, Juan, Segunda de
Timoteo, Tito, Hebreos, Segunda de Pedro, y
Primera y Segunda de Juan, no significa que en esos
tiempos ya la Iglesia de Cristo había sido “raptada”.
Consiguientemente, la simple ausencia de la
palabra “iglesia” en los capítulos del 4 al 21 de
Apocalipsis, tampoco significa que ya la iglesia
había sido “raptada”.
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>¿Para qué daría Cristo testimonio a las iglesias
si la Iglesia no fuera a estar aquí en la Tierra?
Otra cosa en la que parar mientes es en el hecho
de que en Ap 22:16 Cristo dice que él ha enviado su
ángel para dar testimonio. ¿Testimonio de qué?
Testimonio de “estas cosas”, es decir de todo lo
que ha dicho en el Apocalipsis, incluyendo lo que
dijo desde el capítulo 4 hasta el 21. ¿Y donde
quiere el Señor dar ese testimonio? Pues quiere
darlo en las iglesias.
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“Yo, Jesús, he enviado mi ángel para daros
testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo
soy la raíz y el linaje de David, la estrella
resplandeciente, y de la mañana.”
(Ap 22:16)
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Si el Señor quiere dar a las iglesias, el testimonio
de las cosas que van a ocurrir aquí en la Tierra
desde el capítulo 4 en adelante, eso significa que las
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iglesias van a estar aquí durante ese período, porque
si no fueran a estar, ¿para qué tendría que darle
testimonio de lo que iba a ocurrir?
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>¿Se puede excluir de pertenecer a la Iglesia de
Cristo a personas que padecen y mueren por su
amor a Jesucristo?
Habiendo acabado los razonamientos anteriores,
vamos a demostrar que durante el período
comprendido desde el capítulo 4 de Apocalipsis
hasta el 21, sí se menciona que los cristianos
estamos en la Tierra, aunque no se mencione la
palabra “iglesia” ni la palabra “cristianos”.
Analicemos algunos pasajes.
La embrollada doctrina del rapto asegura que
durante la Gran Tribulación, la Iglesia de Cristo no
está en la Tierra. Las oraciones se hacen desde la
Tierra, y las hacen los creyentes, es decir, los
santos, los cristianos. ¿Se les puede escatimar el
nombre de cristianos a personas que mueren y
padecen por amor a Cristo? ¿Se puede excluir de
pertenecer a la Iglesia de Cristo a esas personas que
tanto lo aman? El siguiente versículo nos hace ver
que en el capítulo 5 de Apocalipsis había cristianos
en la Tierra.
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“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro
animales y los veinticuatro ancianos se
postraron delante del Cordero, teniendo cada
uno arpas, y copas de oro llenas de
perfumes, que son las oraciones de los
santos.”
(Ap 5:8)
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Si había “oraciones de los santos”, es porque
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había santos en la Tierra; y si había santos en la
Tierra, es evidente que había iglesias, pues los
santos forman iglesias, y las iglesias están
compuestas por santos. ¿Excluirían ustedes a esos
hermanos que oran desde la Tierra, de pertenecer a
la Iglesia de Cristo? La doctrina del rapto los
excluye. Veamos otro caso.
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>¿Me van a decir que los degollados por la fe de
Cristo no pertenecen a su Iglesia?
Es indiscutible que los que habían sido muertos
por la palabra de Dios y por el testimonio que ellos
tenían, eran cristianos (Ap 6:9). A esos cristianos se
les dice en el versículo 11 que esperen hasta que se
completen sus consiervos y sus hermanos. Eso es
señal evidente de que había más cristianos en la
Tierra, además de los que ya estaban en el Cielo
clamando justicia. Si había cristianos en la Tierra,
tenía que haber iglesias, aunque la palabra
“iglesia“ no se mencione ni se mencione la palabra
“cristiano”.
Si esos mártires no eran cristianos, y si esos
cristianos no son parte de la Iglesia de Cristo,
entonces me van a tener que redefinir lo que se
considera ser cristiano, lo que se considera ser
Iglesia de Cristo, y también me van a tener que
decir quiénes forman parte de ella y a quiénes
debemos excluir.
¿Excluirían ustedes de la Iglesia de Cristo a esos
mártires que fueron muertos por la palabra de Dios
y el testimonio de Cristo? Pues la doctrina del rapto
específicamente los excluye de la Iglesia de Cristo.
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“9 Y cuando él abrió el quinto sello, vi debajo
del altar las almas de los que habían sido
muertos por la palabra de Dios y por el
testimonio que ellos tenían. 10 Y clamaban en
alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor,
santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra
sangre de los que moran en la Tierra? 11 Y les
fueron dadas sendas ropas blancas, y les fue
dicho que reposasen todavía un poco de
tiempo, hasta que se completaran sus
consiervos y sus hermanos, que también
habían de ser muertos como ellos.”
(Ap 6:9-11)
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Los que fueron muertos por la palabra de Dios
tienen que pertenecer a la Iglesia de Cristo; y los
que aún estaban en la Tierra tienen que
necesariamente ser cristianos, pues los llaman
consiervos y hermanos de los que ya estaban en
el Cielo. Además, de ellos se dice que iban a
completar el número de los mártires, señal
indiscutible de que eran cristianos que aún vivían en
la Tierra. Si ellos “completaban el número” es
porque formaban parte de ese grupo.
El hecho de que la palabra “iglesia“ no se
mencione, no le quita el calificativo de cristianos a
los que se dejan degollar por no negar al Señor
Jesucristo. Si personas como esas no son cristianos,
no sé entonces quiénes son los cristianos. Y si
cristianos de tan alta calidad no son parte de “la
Iglesia”, no sé entonces qué es “la Iglesia”.
¿Serían capaces ustedes de negarle pertenencia a
la Iglesia de Cristo a estos hermanos mártires? Sin
embargo, la doctrina del rapto se lo niega de plano.
Veamos ahora Ap 7:14.
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>Estos hermanos blanquearon sus vestiduras en
la sangre de Cristo, sirven a Dios ante su trono, y
¿no merecen pertenecer a la Iglesia de Cristo?
La enmarañada doctrina del rapto asegura que
durante la Gran Tribulación la Iglesia de Cristo no
está en la Tierra. No obstante vemos en Ap 7:14-15
que un grupo enorme de personas, nativos de todas
las razas y pueblos, están en el Cielo, procedentes
de la Gran Tribulación. Al leer el pasaje nos damos
cuenta de que éstos son mártires que han
blanqueado sus vestiduras en la sangre del
Cordero. ¿Puede decirse que estos hermanos que
han blanqueado sus vestiduras en la sangre del
Señor, no pertenecen a la Iglesia de Cristo?
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“14 Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me
dijo: Estos son los que han venido de grande
tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
blanqueado en la sangre del Cordero. 15 Por
esto están delante del trono de Dios, y le
sirven día y noche en su Templo; y el que
está sentado en el trono tenderá su pabellón
sobre ellos.”
(Ap 7:14-15)
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Estos hermanos que sufrieron y fueron muertos
durante la Gran Tribulación, son considerados
dignos de estar delante del trono de Dios y de
servirle día y noche, pero la doctrina del rapto no
los considera dignos de pertenecer a la Iglesia de
Cristo. ¿Tiene lógica esta actitud de esta herética
doctrina? Veamos ahora Ap 8:3-4.
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>Si alzan su oración desde la Tierra, allí hay
cristianos
En este próximo pasaje que vamos a leer, vemos
de nuevo que después del capítulo 4 sigue habiendo
santos en la Tierra; santos que alzan su oración a
Dios. Si hay santos en la Tierra, es porque hay
iglesias, porque los santos cuando se reúnen,
forman una iglesia. Por tanto, hasta este capítulo 8
la Iglesia no puede haber sido raptada de la Tierra.
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“Y otro ángel vino, y se paró delante del
altar, teniendo un incensario de oro; y le fue
dado mucho incienso para que lo añadiese a
las oraciones de todos los santos sobre el
altar de oro que estaba delante del trono. Y
el humo del incienso subió de la mano del
ángel delante de Dios, con las oraciones de
los santos.”
(Ap 8:3-4)
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En pasajes como este se evidencia que el hecho de
que no se mencione la palabra “iglesia“ no significa
que no haya iglesias en la Tierra, porque si hay
santos, eso quiere decir que hay iglesias. Si todavía
hay oraciones de santos a las cuales hay que
añadirles incienso, eso significa que hay santos en
la Tierra.
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>La doctrina del rapto tampoco considera
dignos de pertenecer a la Iglesia de Cristo a los
que tienen la señal de Dios en sus frentes
También se deduce que hay siervos de Dios en la
Tierra al leer Ap 9:4, porque a las langostas se les
ordena que ataquen a las personas que no tenían la
señal de Dios en sus frentes. De aquí se deduce que
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había otras personas que sí tenían la señal de
Dios en sus frentes. Si había personas con la señal
de Dios en sus frentes es porque había cristianos y
si había cristianos tenía que haber iglesias.
¿Excluiría usted de la Iglesia de Cristo a los que
tienen la señal de Dios en sus frentes? Pues la
doctrina del rapto los excluye. No los considera
parte de la Iglesia de Cristo.
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“Y les fue mandado que no hiciesen daño a
la hierba de la Tierra, ni a ninguna cosa
verde, ni a ningún árbol, sino solamente a los
hombres que no tienen la señal de Dios en
sus frentes.”
(Ap 9:4)
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Aquí cabe recordar lo que ya demostramos en el
capítulo 6. Según la doctrina del rapto los cristianos
no pueden estar en la Tierra cuando venga la Gran
Tribulación, porque debido al tipo de plagas que
van a venir, “es imposible”, según dicha doctrina,
que los cristianos puedan escapar de ellas. Este
versículo que acabamos de leer nos demuestra lo
contrario. Los cristianos sí escaparán de las plagas
que se les envían a los no cristianos, sin tener que
ser raptados fuera del planeta.
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>A los que guardan los mandamientos de Dios, y
tienen el testimonio de Jesucristo, el rapto
tampoco los considera dignos de pertenecer a la
Iglesia de Jesucristo
La doctrina del rapto asegura que durante la Gran
Tribulación la Iglesia de Cristo no está en la Tierra.
Si leemos el pasaje de Ap 12:14-17 veremos en el
versículo 14 que durante la Gran Tribulación, un
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grupo de cristianos representados por una mujer, fue
librado de la Gran Tribulación; y que cuando el
Dragón vio que no podía hacer nada contra ese
grupo de cristianos (16), se fue a hacer guerra
contra los otros que guardaban los mandamientos
de Dios y tenían el testimonio de Jesucristo (17).
Si esos dos grupos no son cristianos, y no forman
parte de la Iglesia de Cristo, entonces hay que
volver a definir qué es iglesia y que es ser cristiano.
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“14 Y fueron dadas a la mujer dos alas de
grande águila, para que de la presencia de la
serpiente volase al desierto, a su lugar, donde
es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la
mitad de un tiempo. 15 Y la serpiente echó de
su boca tras la mujer agua como un río, a fin
de hacer que fuese arrebatada del río. 16 Y la
Tierra ayudó a la mujer, y la Tierra abrió su
boca, y sorbió el río que había echado el
Dragón de su boca. 17 Entonces el Dragón fue
airado contra la mujer; y se fue a hacer
guerra contra los otros de la simiente de ella,
los cuales guardan los mandamientos de
Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.”
(Ap 12:14-17)
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Es bueno notar que estos dos grupos de
cristianos se hallan en la Tierra durante la Gran
Tribulación, por consiguiente la Iglesia no puede
haber sido “raptada”, porque no iban a dejar atrás
dos grupos de cristianos. Sin embargo, la doctrina
del rapto insiste en que ninguno de esos dos grupos
son merecedores de pertenecer a la Iglesia de
Cristo.
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>Los santos y los mártires siguen en la Tierra
durante la narración de los capítulos 13, 14 y 17
del Apocalipsis
En estos cuatro versículos que siguen, se ve de
nuevo que durante la Gran Tribulación hay santos
en la Tierra, pues en Ap 13:7 vemos que la bestia
que sube de la mar hace guerra contra los santos;
en Ap 13:10 mencionan la paciencia y la fe de los
santos, los cuales están viviendo y muriendo en la
Tierra; en 14:12 se menciona de nuevo la paciencia
de los santos que guardan los mandamientos y
tienen fe en Jesús; y por último en 17:6 se vuelven
a mencionar los mártires de Jesús. Es decir, que
está claro que durante la Gran Tribulación va a
haber cristianos en la Tierra.
A través de todo el Nuevo Testamento la palabra
“santos“ se le aplica a los que pertenecen a la
Iglesia de Cristo, ¿por qué “ahora” la doctrina del
rapto va retorcer el significado de la palabra para
excluirlos de la Iglesia de Cristo, y negar que los
santos pertenecen a la Iglesia, para así poder
“probar” que la Iglesia ya fue raptada. Así que no
es cierto que la Iglesia esté ausente en estos
capítulos.
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“7 Y le fue dado hacer guerra contra los
santos, y vencerlos. También le fue dada
potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y
gente....... 10 El que lleva en cautividad, va en
cautividad, el que a cuchillo matare, es
necesario que a cuchillo sea muerto. Aquí
está la paciencia y la fe de los santos.”
(Ap 13:7-10 Abreviado)
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“Aquí está la paciencia de los santos; aquí
están los que guardan los mandamientos de
Dios, y la fe de Jesús.” (Ap 14:12)
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“Y vi la mujer embriagada de la sangre de
los santos, y de la sangre de los mártires de
Jesús; y cuando la vi, quedé maravillado de
grande admiración.”
(Ap 17:6)
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Como vimos en estos tres pasajes (cuatro
versículos), las personas de las que están hablando,
son cristianos. La guerra contra los santos es guerra
contra los cristianos; la paciencia y la fe de los
santos, se refiere a cristianos; la sangre de los santos
se refiere a la sangre de los cristianos; y por último,
los mártires de Jesús tienen que ser cristianos que
moran en la Tierra durante la Gran Tribulación. No
existe la más mínima duda de que durante la Gran
Tribulación va a haber cristianos en la Tierra, tanto
gentiles como judíos; y por lo tanto, va a haber
iglesias.
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>San Pablo advierte a la Iglesia, no a los judíos,
que la Gran Tribulación viene antes del
arrebatamiento
Recordemos que la doctrina del rapto asegura que
durante la Gran Tribulación la Iglesia de Cristo no
está en la Tierra. Según la doctrina del rapto, la
actual Iglesia de Cristo es una “Iglesia Gentil”, la
cual será la raptada. Luego de ese supuesto rapto,
los judíos formarán una “Iglesia Judía”, que será la
única que pasará por la Gran Tribulación. Es decir,
que los mártires de la Gran Tribulación serán
solamente los de la supuesta “Iglesia Judía”. Si
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Pablo hubiera creído que la actual iglesia fuera a ser
“raptada” antes de la Gran Tribulación, ¿para qué
decirle a los tesalonicenses, que eran griegos, que
Cristo no vendría antes del antiCristo? Eso lo
hubiera dicho en el libro de Hebreos.
Sin embargo, vemos cómo el mismo San Pablo
nos testimonia que sí va a haber en la Tierra
cristianos gentiles e iglesias durante la Gran
Tribulación, por cuanto él advierte sobre el
antiCristo a los tesalonicenses, que eran griegos,
o sea, eran gentiles, no judíos.
Si Pablo, en II Tes 2:1-4, tiene a bien advertir a
los gentiles, a una iglesia apostólica, que Cristo no
vendrá sin que venga antes el antiCristo con su
Gran Tribulación, es señal indiscutible de que los
cristianos gentiles miembros de la Iglesia
Apostólica, también vamos a estar en la Tierra
cuando esa Gran Tribulación ocurra, y que, por lo
tanto, no va a haber tal cosa como un “rapto” de
una tal “Iglesia Gentil”, y una dejación en la Tierra
de la “Iglesia Judía”.
Si Pablo le advierte a la Iglesia de su época, que
el antiCristo vendría antes del arrebatamiento, no
cabe duda de que la Iglesia de Cristo pasa a través
de la Gran Tribulación. Es más, fíjense en algo muy
importante que dice Pablo, cuando les avisa que no
se dejen engañar. Es evidente que por revelación,
Pablo sabía que iban a tratar de engañar a los
hermanos, haciéndoles ver que Cristo venía antes
de lo que el Señor había dicho.
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“Empero os rogamos, hermanos, cuanto a la
venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestro
recogimiento a él, que no os mováis
fácilmente de vuestro sentimiento, ni os
conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni
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por carta como nuestra, como que el día del
Señor esté cerca. No os engañe nadie en
ninguna manera; porque no vendrá sin que
venga antes la apostasía, y se manifieste el
hombre de pecado, el hijo de perdición,
oponiéndose, y levantándose contra todo lo
que se llama Dios, o que se adora; tanto que
se asiente en el templo de Dios como Dios,
haciéndose parecer Dios.” (II Tes 2:1-4)
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A través de los capítulos de Apocalipsis, donde no
se menciona la palabra “iglesia”, se menciona, sin
embargo, a los cristianos como viviendo y
padeciendo en la Tierra durante la Gran
Tribulación. Además, no existe tal cosa como una
iglesia gentil raptada y otra iglesia judía dejada,
porque el Señor Jesucristo tiene una sola esposa,
no dos, y porque jamás se ve en toda la Biblia una
división entre iglesia judía e iglesia gentil. Por lo
tanto, es cierto que existen cristianos, y que existen
iglesias en la Tierra durante la Gran Tribulación,
aunque esa palabra no aparezca en esos capítulos.
Eso de la iglesia judía y la iglesia gentil es un
invento moderno para apuntalar una moderna
herejía. Los apóstoles jamás hablaron de semejante
división en la Iglesia de Cristo. Si no fuera a haber
cristianos gentiles durante la Gran Tribulación, San
Pablo no hubiera advertido lo que advirtió a los
cristianos tesalonicenses, los cuales eran gentiles.
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>La Iglesia de Cristo permanece en la Tierra
durante la Gran Tribulación: si no la de
Filadelfia entonces la de Laodicea
Yo considero que las siete iglesias de Apocalipsis
son tipos de iglesias que existirán hasta el fin del
mundo. Unas se levantaron antes de ahora, otras se
levantarán después, pero todas llegarán hasta el fin.
No obstante, no me voy a basar en esa opinión para
lo que voy a argumentar a continuación. Baste decir
que muchos otros piensan que las siete iglesias
representan siete etapas cronológicas que la Iglesia
de Cristo va tener a través de los siglos. Ese es el
concepto que sostiene la doctrina del rapto. Lo que
voy a exponer ahora no es una discusión sobre cuál
de las dos interpretaciones es la correcta, sino
solamente mostrar cómo el uso del argumento del
supuesto rapto de la Iglesia de Filadelfia no se
aviene a la lógica.
La doctrina del rapto sostiene que la Iglesia de
Cristo no va a estar en la Tierra durante la Gran
Tribulación. Tratando yo de probarle a un amigo
que la Iglesia sí iba a estar en la Tierra durante ese
período, le mostré cómo a la Iglesia de Filadelfia se
le prometía que sería librada de ese azote. Una vez
dicho esto le razoné que si iba a ser guardada de la
tribulación, es porque esa Iglesia iba a estar aquí
durante ese período.
Fue entonces que me alegó que sí, que era verdad,
que la Iglesia de Filadelfia iba a estar en la Tierra en
ese momento, pero que precisamente era ella la que
sería raptada, por lo cual dejaría de estar. Por eso,
según él, al mismo tiempo que yo podía demostrar
que la Iglesia estaba en la Tierra, representada por
Filadelfia, se podía suponer que la Iglesia había sido
raptada. Con eso, opinaba él, quedaba incólume la
hipótesis de que la Iglesia no iba a estar en la Tierra
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durante la Gran Tribulación.
Sin embargo, a poco que razonemos nos damos
cuenta de que aunque fuera cierto que la Iglesia de
Filadelfia fuera llevada fuera del planeta, la Iglesia
de Laodicea, que según esta hipótesis es posterior a
la de Filadelfia, no había sido raptada. En ese caso,
aún la Iglesia de Cristo se hallaba en la Tierra
después del rapto, representada esta vez por la
Iglesia de Laodicea. Por lo tanto, aún alegando esa
hipótesis, se prueba que la Iglesia sí va a pasar por
la Gran Tribulación. Recordemos que estas iglesias
están mencionadas antes del capítulo cuatro.
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“Porque has guardado la palabra de mi
paciencia, yo también te guardaré de la hora
de la tentación que ha de venir en todo el
mundo, para probar a los que moran en la
Tierra. He aquí, yo vengo presto; retén lo que
tienes, para que ninguno tome tu corona.”
(Ap 3:10-11)
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Como vemos, si no se quiere admitir que las Siete
Iglesias van a estar en la Tierra, ni tampoco se
quiere admitir que la Iglesia de Filadelfia va a estar
en la Tierra, al menos no queda más remedio que
admitir que la Iglesia de Laodicea, una de las siete,
va a estar en la Tierra.
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>Resumen del capítulo 10. La doctrina del rapto
niega que se mencione la Iglesia durante
Apocalipsis capítulos 4 al 21, y por eso “deduce”
que fue raptada. Pero la realidad es que sí se
menciona, bajo los nombres de “santos“,
“mártires“, “degollados”, etc. Tampoco mencionan
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la sinagoga. ¿Fue también raptada? Marcos, Lucas
y Juan no mencionan la palabra Iglesia, ¿fue
raptada? Si a través de Apocalipsis Cristo da
testimonio a las Iglesias, es porque ellas existen en
la Tierra. ¿No formaban parte de la Iglesia los
degollados, los mártires, los que blanquearon su
ropa en la sangre del Cordero, y sin embargo, Cristo
está con ellos? ¿Los que son marcados para Cristo
tampoco forman parte de la Iglesia? ¿Y que decir
de la de Filadelfia? Se menciona a los “santos” y no
forman parte de la Iglesia? En cuanto a Laodicea,
sigue en la Tierra.
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Capítulo 11
La doctrina del rapto dice que los judíos
no pertenecen a la Iglesia, pero los
gentiles sí
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>Para apuntalar una mentira hay que fabricar
otra mentira
Recordemos que en este libro se le llama “rapto”
al que suponen que ocurre antes de la Gran
Tribulación, y se le llama “arrebatamiento” al que
va a ocurrir al momento de la Segunda Venida de
Jesucristo.
Cuando una persona predica un error, y alguien le
demuestra que está errado, si esa persona no es
sabia, en vez de admitir su equivocación, lo que
hace es apuntalar su primer error que le han
descubierto, fabricando un segundo error.
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Eso es lo que le sucede a la doctrina del “rapto
secreto” antes de la Gran Tribulación. Para
apuntalar esa errada doctrina, se tiene que
recurrir a dividir la Iglesia de Cristo en dos
cuerpos diferentes, uno formado por la “Iglesia
Gentil” y otro formado por los mártires judíos de la
Gran Tribulación; o peor aún, se tiene que recurrir a
decir que la Iglesia de Cristo es solamente gentil, y
que los judíos convertidos durante la Gran
Tribulación no forman parte de la Iglesia de Cristo.
Esta mentira la fabricó esta doctrina para así
poder decir que los mártires, que evidentemente
están presentes en la Tierra durante la Gran
Tribulación, no forman parte de la Iglesia, sino que
se trata de un grupo de mártires judíos que no
pertenecen a la Iglesia de Cristo. De esta manera
esta doctrina “prueba” que la Iglesia fue llevada
fuera del planeta durante el rapto.
Opuesto a ese herético concepto de dividir a los
creyentes en Cristo en dos cuerpos diferentes, se
halla este versículo, en el que Pablo nos dice
claramente que judíos y gentiles pertenecen a la
misma iglesia.
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“Porque por un Espíritu somos todos
bautizados en un cuerpo, ora judíos o
griegos, ora siervos o libres; y todos hemos
bebido de un mismo Espíritu.”
(I Co 12:13)
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La Iglesia de Cristo no está dividida en grupos
como pretende hacer ver la divisiva doctrina del
rapto. Eso son rezagos de antisemitismo del siglo
19, que se introdujeron en esta doctrina. Si todos
hemos bebido de un mismo Espíritu, no podemos
formar dos grupos diferentes. Cristo no tiene dos
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esposas, una judía y una gentil. La doctrina que
sostiene semejante herejía debería explicar con cuál
de las dos es que Cristo celebra las Bodas del
Cordero.
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> Cristo no divide a su Iglesia, y menos aún por
motivos raciales
No es este pasaje que acabamos de leer el único
que nos enseña que judíos y gentiles formamos una
sola Iglesia de Cristo. Lo mismo da que vivamos en
este tiempo, o que vivamos durante la Gran
Tribulación. Todos somos una sola Iglesia. Veamos.
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“28 No hay judío, ni griego; no hay siervo,
ni libre; no hay varón, ni hembra, porque
todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y
si vosotros sois de Cristo, ciertamente la
simiente de Abraham sois, y conforme a la
promesa los herederos.” (Ga 3:28-29)
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En el pasaje que acabamos de leer, no solamente
se dice que en cuanto a la Iglesia de Cristo no hay
judío ni gentil, y que todos somos uno en Cristo,
sino que se añade que si los gentiles somos de
Cristo, somos simiente de Abraham, al igual que lo
son los judíos. Si según San Pablo nuestra unión en
Cristo es tan profunda que espiritualmente llegamos
a ser hijos de Abraham, y llegamos a ser uno en
Cristo, ¿por qué esta dañina doctrina del rapto lanza
al ruedo una duda tan destructora contra los judíos?
Veamos ahora Col 3:11.
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“Donde no hay griego ni judío, circuncisión
ni incircuncisión, bárbaro ni scytha, siervo
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ni libre; mas Cristo es el todo, y en todos.”
(Col 3:11)
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Vimos de nuevo, en el pasaje anterior, que Cristo
es el todo en todos; no divide a su Iglesia en dos
grupos: a) los que se convirtieron antes de la Gran
Tribulación y b) los que se convirtieron durante esa
tragedia.
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>El mismo Señor Jesucristo dice que hay una
sola Iglesia
Jesús, hablándole a sus discípulos, que eran la
primicia de la Iglesia de Cristo, la Iglesia
Apostólica, les dice que había otras ovejas que no
eran de aquel redil. Es lógico pensar que se está
refiriendo a los gentiles, puesto que no veo a qué
otras ovejas pudiera estarse refiriendo. Inmediatamente después de decir eso, agrega que tanto
judíos como gentiles formarían un solo rebaño.
Digo esto, porque al final dice “y habrá un
rebaño y un pastor”; o sea, que judíos y gentiles
serán un solo rebaño, no habrá dos; y sólo habrá un
pastor, el cual, lógicamente, es Jesucristo.
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“También tengo otras ovejas que no son de
este redil; aquéllas también me conviene
traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y
un pastor.”
(Jn 10:16)
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Una vez convertidos a Cristo, judíos y gentiles
son lo mismo. No hay dos iglesias, no hay dos
cuerpos de Cristo, no hay dos esposas. Algo similar
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se dice en Jn 11:51-52 en donde se ve que los hijos
de Dios se juntarían en uno.
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“Mas esto no lo dijo de sí mismo; sino
que, como era el sumo pontífice de aquel año,
profetizó que Jesús había de morir por la
nación. Y no solamente por aquella nación,
mas también para que juntase en uno los
hijos de Dios que estaban derramados.”
(Jn 11:51-52)
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También en este pasaje se ve que se iba a formar
un solo cuerpo de creyentes, no dos diferentes,
como hace ver la hipótesis del rapto antes de la
Gran Tribulación.
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>Si para la iglesia de Tesalónica no hay sorpresa,
eso significa que no hay rapto
La hipótesis del rapto asegura que nadie que
pertenezca a la Iglesia de Cristo, será arrebatado a
su venida después de la Gran Tribulación, puesto
que ya lo fueron siete años antes. También asegura
dicha hipótesis que el rapto vendrá como ladrón en
la noche, es decir, sorpresivamente, sin señales
previas. Leamos ahora I Tes 5:4, y analicemos lo
que allí se dice.
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“Mas vosotros, hermanos, no estáis en
tinieblas, para que aquel día os sobrecoja
como ladrón.”
(I Tes 5:4)
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A poco que razonemos nos damos cuenta de que
esta exhortación del apóstol él la hace a los
tesalonicenses, que eran griegos y no judíos, es
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decir, eran gentiles. Si Pablo le dice a los gentiles
de aquella Iglesia de Cristo, que a ellos no los iba a
sorprender el regreso de Jesucristo, es porque no
hay rapto, pues el falso rapto es el único que es
sorpresivo.
Él sabía que el arrebatamiento de los creyentes no
iba a ser sorpresivo, es decir, que ellos iban a poder
darse cuenta de la cercanía de tan magno evento. Si
esos gentiles de la Iglesia de Tesalónica no iban a
ser sorprendidos como sorprende un ladrón
nocturno a su víctima, es porque no existe tal cosa
como el rapto sorpresivo que han inventado, dado
que el rapto es el único que sorprende, según admite
esa misma herética doctrina.
Lo que hasta aquí hemos analizado significa una
de dos: a) si este pasaje se quiere torcer para hacer
ver que se refiere al rapto, entonces este versículo
significaría que a los cristianos no los sorprendería
el rapto, (“Mas vosotros, hermanos, no estáis en
tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como
ladrón.”); b) si se admite que en este pasaje se
habla del arrebatamiento final que ocurrirá durante
la Segunda Venida, entonces habría que admitir
que en ese momento habrá en la Tierra iglesias
como la de Tesalónica, iglesias gentiles. Admitir
esto significaría confesar que no hubo tal rapto de la
Iglesia.
Sería completamente ocioso y fuera de lógica, de
parte de Pablo, advertir a la Iglesia de Cristo, una
iglesia apostólica, formada en este caso por los
gentiles tesalonicenses, sobre un peligro que ellos
no iban a enfrentar, porque antes de eso iban a ser
raptados, según dicha absurda hipótesis. Igualmente
sería fuera de toda lógica hacerle una tal
exhortación a personas que, supuestamente, no iban
a estar presentes cuando ocurriera la Segunda
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Venida, porque ya habían sido raptados siete años
antes, de acuerdo con esta ilógica hipótesis.
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>Los gentiles nos incorporamos a la Iglesia de
Cristo, que en aquel tiempo se componía sólo de
judíos, ¿cómo vamos ahora a echarlos fuera a
ellos?
La hipótesis del rapto apela a distorsionarlo todo.
Entre las cosas que se ven precisados a distorsionar
está la idea de dividir a la Iglesia de Cristo en dos
grupos étnicos: uno gentil y otro judío. Semejante
división no se encuentra en ninguna parte de la
Biblia, pero eso no es óbice para que esta doctrina
lo siga afirmando. La Iglesia Cristiana es una e
indivisible. Veamos lo que dice Pablo.
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“11 Por tanto, acordaos que en otro tiempo
vosotros los gentiles en la carne, que erais
llamados incircuncisión por la que se llama
circuncisión, hecha con mano en la carne; 12
que en aquel tiempo estabais sin Cristo,
alejados de la república de Israel, y
extranjeros a los pactos de la promesa, sin
esperanza y sin Dios en el mundo. 13 Mas
ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro
tiempo estabais lejos, habéis sido hechos
cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque
él es nuestra paz, que de ambos hizo uno,
derribando la pared intermedia de
separación”
(Ef 2:11-14)
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En este pasaje vemos en el versículo 12 que Pablo
consideraba que antes los gentiles estaban sin
Cristo, pero que ahora ya lo tenían, conjuntamente
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con los judíos. Igual pensamiento se percibe del
versículo 13, donde dice que por la sangre de Cristo
los gentiles han sido hechos cercanos. ¿Cercanos a
qué? Cercanos a la iglesia cristiana, que en el
principio estaba compuesta solamente por
judíos. Más adelante, en el 14, dice claramente que
Cristo hizo uno solo de ambos grupos étnicos:
judíos y gentiles. Por lo tanto no pueden haber dos
grupos étnicos en la Iglesia de Cristo, porque aquí
dice que el grupo es uno solo, pues fueron unidos
por Jesús. Y recuerden, lo que Dios unió, no lo
separe el hombre. Leamos ahora Ef 2:19-22.
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“19 Así que ya no sois extranjeros ni
advenedizos, sino juntamente ciudadanos
con los santos, y domésticos de Dios. 20
Edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas, siendo la principal
piedra del ángulo Jesucristo mismo; 21 en el
cual, compaginado todo el edificio, va
creciendo para ser un Templo santo en el
Señor; 22 en el cual vosotros también sois
juntamente edificados, para morada de Dios
en Espíritu.”
(Ef 2:19-22)
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En el versículo 19 va más allá aún, para decirnos
que los gentiles ya no son extranjeros, sino que
son tan ciudadanos como los judíos. Está claro que
a la Iglesia de Cristo, llena de judíos al principio, se
unieron los gentiles, para formar una sola iglesia.
¿Cómo una iglesia que al principio la formaban
solamente judíos, va a ser ahora considerada iglesia
gentil con perjuicio de los judíos?
En el 20 vemos que los gentiles están edificados
sobre el mismo fundamento que los judíos, que es
el de los apóstoles y profetas, los cuales todos eran
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judíos. Si hay un solo fundamento no puede haber
dos edificios, dos grupos étnicos en este caso.
En el 21 dice que esa edificación está siendo
compaginada para ser un solo Templo, no dos
diferentes. En el 22 reafirma todo este
pensamiento, diciendo a los gentiles que ellos
también son edificados en el mismo edificio que
los judíos. ¿Qué significa todo eso? ¿Significa
acaso que hay dos grupos étnicos separados, dos
Templos espirituales separados, uno para gentiles y
otro para judíos? No; significa todo lo contrario;
significa que tanto judíos como gentiles estamos
en una misma iglesia.
Para ver más ejemplos que demuestran que entre
los cristianos sólo existe un grupo y que no hay
divisiones étnicas, ver el anexo “B”, en la página
187.
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>Resumen del capítulo 11. La Iglesia de Cristo
no está dividida por razones étnicas. Cristo dijo que
hay una sola Iglesia. Si los gentiles tesalonicenses
no van a ser sorprendidos, es porque no hay rapto.
Según la hipótesis del rapto, nosotros, que entramos
en la Iglesia Judía, los echamos a ellos para afuera.
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Capítulo 12
Según la doctrina del rapto, el Espíritu
Santo será sacado del planeta
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>Función del Espíritu Santo en la conversión del
cristiano.
El trabajo del Espíritu Santo a través de toda la
historia de la fe, ha sido evidente. Tanto en el
Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento
el Espíritu Santo ha guiado, consolado y trabajado
con los creyentes.
A mi modo de ver la principal función del
Espíritu Santo es la de redargüir al mundo de
pecado y guiar a la Iglesia de Cristo. Si Él
redarguye al mundo de pecado, es evidente que para
que el pecador admita sus pecados y se convierta, es
necesaria su actuación. Por lo tanto, si en la Gran
Tribulación los mártires se mantienen firmes, y
muchos otros se convierten, es porque el Espíritu
Santo no ha abandonado el planeta, y sigue
actuando.
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“Y cuando él viniere redargüirá al mundo
de pecado, y de justicia, y de juicio.”
(Jn 16:8)
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Según San Pablo, desde que nos convertimos, los
cristianos somos sellados con el Espíritu Santo. De
aquí se deduce que se necesita la presencia del
Espíritu Santo durante el proceso de la conversión.
Esto es verdad lo mismo ahora que durante la Gran
Tribulación.
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“En el cual esperasteis también vosotros en
oyendo la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salud; en el cual también desde que
creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa”
(Ef 1:13)
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Es más que razonable pensar que si hay fieles
durante la Gran Tribulación, es porque fueron
sellados con el Espíritu Santo, y por consiguiente,
Él no será sacado del planeta, como afirma la
doctrina del rapto. ¿Es que acaso vamos a creer
que hay cristianos sin Espíritu Santo?
Igualmente, la doctrina del rapto afirma
“categóricamente” que lo que evita la manifestación
del antiCristo es la presencia en la Tierra del
Espíritu Santo. ¿En qué lugar de la Biblia dice
semejante cosa? ¿Tendremos que creerlo porque lo
dice el nuevo papa protestante?
Por lo que dice el próximo pasaje, al momento de
la conversión, Cristo da al creyente el Espíritu
Santo. No es la manifestación que tuvo lugar
durante el Pentecostés, pero sí es el Espíritu Santo
en el creyente, pues es bautizado con Espíritu
Santo.
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“Y yo no le conocía; mas el que me envió a
bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre
quien vieres descender el Espíritu, y que
reposa sobre él, éste es el que bautiza con
Espíritu Santo.”
(Jn 1: 33)
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Si durante la conversión del creyente, Cristo es el
que bautiza con Espíritu Santo, es lógico pensar que
todo el que se convierta a Cristo queda bautizado
con Espíritu Santo. Siendo esto así nos es dable
pensar que para que haya conversiones tiene que
estar presente el Espíritu Santo. Por tanto, durante
las conversiones de la Gran Tribulación, tiene que
estar el Espíritu Santo en la Tierra.
Son muchos los pasajes en donde se nos dice, o
de donde se puede deducir, que el Espíritu Santo es
indispensable para la conversión y la vida espiritual
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del cristiano, y de la congregación de los fieles,
pero baste con estos. Si desea ver algunos otros
vaya al Anexo “C” en la página 206.
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>El Espíritu Santo no es algo nuevo que apareció
por primera vez en el Nuevo Testamento
El apóstol Pedro nos dice que los profetas de la
antigüedad, los creyentes anteriores al Pentecostés,
tenían el Espíritu Santo. Efectivamente, desde
siempre, el Espíritu Santo tenía su función, y la
llevaba a cabo, según este testimonio de Pedro. No
era una unción masiva como fue el Pentecostés,
pero el Espíritu Santo guiaba, consolaba, instruía y
trabajaba con los fieles anteriores al Pentecostés, al
igual que hoy lo hace, a pesar de que tampoco hoy
tenemos una manifestación masiva.
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“Porque la profecía no fue en los tiempos
pasados traída por voluntad humana, sino los
santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados del Espíritu Santo.”
(II P 1:21)
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Hay muchas ocasiones en el Antiguo
Testamento, en los que se ven manifestaciones
del Espíritu Santo sobre los creyentes. Se ve en el
caso de varios jueces, incluyendo a Samsón, se ve
cuando el caso de Saúl y Samuel y también con las
inspiraciones de David.
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“Y el Espíritu de Jehová fue sobre él, y juzgó
a Israel, y salió a batalla, y Jehová entregó en
su mano a Chusán-Risataim, rey de Siria, y
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prevaleció
Risataim.”
su
mano
contra Chusán(Jue 3:10)
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“Y el Espíritu de Jehová se envistió en
Gedeón, y como éste hubo tocado el cuerno,
Abiezer se juntó con él.”
(Jue 6: 34)
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“Y el Espíritu de Jehová fue sobre Jefté, y
pasó por Galaad y Manasés; y de allí pasó a
Mizpa de Galaad; y de Mizpa de Galaad pasó
a los hijos de Amón.”
(Jue 11:29)
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“Y el Espíritu de Jehová cayó sobre él, y lo
despedazó como quien despedaza un cabrito,
sin tener nada en su mano; y no dio a
entender a su padre ni a su madre lo que
había hecho”
(Jue 14:6)
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“Y fue que así como tornó él su hombro para
partirse de Samuel, le mudó Dios su corazón;
y todas estas señales acaecieron en aquel día.
Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la
compañía de los profetas que venía a
encontrarse con él, y el Espíritu de Dios lo
arrebató, y profetizó entre ellos.”
(I Sam 10:9-10)
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“Estas son las postreras palabras de David.
Dijo David hijo de Isaí, dijo aquel varón que
fue levantado alto, el ungido del Dios de
Jacob, el suave en cánticos de Israel: El
Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su
palabra ha sido en mi lengua.”
(II Sam 23:1-2)
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Pudiera presentar muchísimos pasajes más, pero
me parece que con estos baste para demostrar que
las manifestaciones del Espíritu Santo no son
cosas que comenzaron en el Nuevo Testamento,
sino que desde siempre ocurrían. La diferencia es
que en el Nuevo Testamento hubo un derrame
masivo del Espíritu Santo sobre los discípulos de
Cristo, tanto a los apóstoles como a los que no lo
eran, lo mismo en Jerusalem que en otros lugares
del mundo romano.
Lo que deseo dejar aclarado, para que los
hermanos no se confundan, es que el Espíritu
Santo siempre ha estado en la Tierra trabajando
con los creyentes, y con los que podían ser
redargüidos de pecado para salvación.
Como que considero que la labor del Espíritu
Santo es vital para los cristianos en cualquier
momento en que éstos vivan, no puedo concebir,
como dice la doctrina del rapto, que el Espíritu
Santo va a ser sacado del planeta cuando ocurra el
supuesto rapto de la Iglesia. No lo concibo, porque
veo que durante la Gran Tribulación hay cristianos
en la Tierra, y no se me hace lógico que haya
cristianos sin Espíritu Santo, ni que haya
cristiandad sin guía del Espíritu.
La doctrina del rapto afirma categóricamente,
pero sin base bíblica, que el Espíritu Santo será
sacado del planeta. ¿En qué lugar de la Biblia dice
tal cosa? Eso es falso. No lo dice en ningún lugar.
Aseguran también que el Espíritu Santo no estaba
en la Tierra hasta el Pentecostés. También eso es
falso como ya demostré.
Por consiguiente, la afirmación de la doctrina del
rapto en el sentido de que el Espíritu Santo va a ser
sacado del planeta antes de la Gran Tribulación, es
un disparate. Sin Espíritu Santo no hay
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conversión, no hay fe, no hay resistencia, y los
mártires de la Gran Tribulación se ve que tienen
de sobra todo eso.
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>Resumen del capítulo 12. El Espíritu Santo es
el que convierte al incrédulo, sí lo sacaran del
planeta, como asegura el rapto, ¿quién convertiría a
los de la época de la Gran Tribulación, quién los
consolaría, quién los guiaría? El Espíritu Santo no
apareció por primer vez en el Nuevo Testamento,
actuó siempre a través de los milenios anteriores.
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Capítulo 13
El invento de una “tercera venida”
disfrazada de Segunda Venida fase “A” y
Segunda Venida fase “B”
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>La carrera de caballos y la distorsión del
significado de las palabras
Supongamos que a usted le tocara servir de jurado
en un juicio donde muy seria y formalmente un
señor, cuyo caballo llegó en tercer lugar, está
reclamando el premio millonario que le corresponde
al primer lugar de la carrera.
El argumento jurídico del avispado sujeto es que
su caballo llegó en primer lugar fase “C”. Según
dicho sujeto el caballo blanco llegó en primer lugar
fase “A”; el caballo alazán llegó en primer lugar
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fase “B”, y el suyo llegó en primer lugar fase “C”.
Por ese motivo él reclama el premio que
corresponde al caballo que haya llegado en primer
lugar. ¿Le darían ustedes la razón al hombre? ¿Lo
castigarían por tratar de estafar? ¿Lo enviarían a un
manicomio para que le ayudaran con su problema
mental?
Esto no es un chiste, es algo muy serio, más bien
es algo trágico, porque en un absurdo como el que
acabo de mencionarles, es que se basa la doctrina
del rapto, para engañar a los hermanos. Cosas como
esta ocurren en la realidad, aunque a ustedes les
parezca cosas de comedia bufa.
Como que la doctrina del rapto no puede
cambiar las palabra que están escritas en la
Biblia, apela a cambiarle el significado a aquellas
palabras y frases que no le convienen. Es lo que
estábamos hablando en la segunda sección del
capítulo tres titulada “Maliciosa técnica consistente
en alterar el significado de las palabras: 3+2=10”.
Si usted ha aprendido que 3+2=5, pero alguien
viene y le dice que la palabra griega “dos” significa
en realidad “siete”, y usted se traga ese embuste, de
ahí en adelante, para usted, tres más dos es igual
diez.
Eso es lo que acontece con la Segunda Venida de
Nuestro Señor Jesucristo. Desde el mismo instante
en que inventaron una tercera venida del Señor,
la doctrina del rapto tuvo que cambiarle el
significado a la frase “Segunda Venida”, para
poder incluir en ella la tercera venida, sin tener que
llamarle tercera venida. Por eso es que ahora, según
esta engañadora doctrina, el rapto es la Segunda
Venida fase “A”, y el regreso final del Señor es la
Segunda Venida fase “B”. O sea, esta doctrina está
reclamando ante ustedes el premio de su caballo que
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llegó en primer lugar fase “C”, y haciéndoles
pensar a ustedes que dos más tres es igual a diez.
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>Las nubes están en el Planeta Tierra
Si ustedes vieran un platillo volador que atraviesa
las nubes y se pone a hacer maniobras alrededor de
ellas, y luego se vuelve para su galaxia, ustedes
dirían con toda propiedad, que un platillo volador
había visitado la Tierra. Si unos años más tarde
ustedes volvieran a ver el mismo platillo volador
haciendo maniobras en las nubes, ustedes dirían,
con toda propiedad, que ese platillo había visitado
la Tierra por segunda vez. Si siete años más tarde
volvieran a ver el mismo espectáculo, ustedes
correctamente dirían que esa era la tercera visita de
dicho platillo volador.
Todos sabemos que las nubes están en el
planeta. Nuestro Señor Jesucristo vino a este
planeta la primera vez, cuando fue crucificado, y la
segunda vez que venga, según esta hipótesis, será
durante el rapto, cuando el Señor nos espere en las
nubes de este planeta. Por lo tanto, durante el rapto,
según esta hipótesis, Jesucristo estaría presente en
el planeta, por segunda vez, pero en esta ocasión
solamente en las nubes, sin mostrarse al resto de la
humanidad, creencia esta que también comparten
los ruselistas (falsos testigos de Jehová).
En buen español esta sería su Segunda Venida,
no podemos apelar a eufemismos, torsiones de las
palabras de nuestro idioma, reclamaciones como las
del dueño del caballo, o cuentas como la que dice
que dos más tres es igual a diez.
Como que aún faltaría la otra venida, aquella que
ocurre después de la Gran Tribulación, no nos
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quedaría más remedio, si todo este galimatías
mental del rapto fuera cierto, y si además somos
honestos, que llamarle “la Tercera Venida”, a la
que ocurriría después de la Gran Tribulación.
Todo eso es falso. No existe una tercera venida,
ni existe otra venida intermedia, entre la primera y
la segunda, ni tampoco existe una venida llamada
1½ , ni una llamada segunda venida fase “A”, ni
otra llamada segunda venida fase “B”, ni ninguno
de esos malabarismos de palabras a los que
tienen que apelar las doctrinas falsas. Jamás
encontrarán esas cosas en la Biblia, son inventos
satánicos.
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>Resumen del capítulo 13. Querernos convencer
de que el rapto es la Segunda Venida fase “A” y el
arrebatamiento es la Segunda Venida fase “B”, es
como querer cobrar el primer premio de un caballo
que llegó en tercer lugar. Eso es apelar a un
malabarismo de palabras, porque las nubes están en
el planeta, y quien llegó a las nubes, o al aire del
planeta, vino a la Tierra.
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Capítulo 14
Para la “Primera Resurrección” se usa
otro galimatías retórico
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>Para la hipótesis del rapto, la “Primera
Resurrección” es otra carrera de caballos
La doctrina del rapto basa su supervivencia en
cambiar el significado de palabras y frases que no le
convienen, tal y como hace con las siguientes:
“primera”, “final”, “un abrir de ojo”, “santos”,
“segunda”, “iglesia”, “venida”, etc., como hemos
visto a lo largo de este libro.
En esta sección ocurre más de lo mismo. En
este caso esta errática doctrina le llama “primera
resurrección” lo mismo a la que dice que ocurre al
momento del imaginario rapto, (supuestamente
antes de la Gran Tribulación), que a la que ocurre
siete años después, cuando ya pasó la Gran
Tribulación. Y esto lo hace esta doctrina sin el más
mínimo sonrojo. Para esta doctrina ambas
resurrecciones son la primera, a pesar de que las
separaría siete años, si en realidad existiera el rapto.
No sólo eso que ya es bastante, también le llama
primera resurrección a las que ocurrieron hace
veinte siglos. ¡Cuánto hay que mentir para
mantener la primera mentira!
Esto me recuerda el cuento del corredor de
caballos que habiendo llegado en tercer lugar,
reclamaba el millonario premio, alegando que había
llegado en primer lugar fase “C”. También me
recuerda que hace unos 60 años, en una guerra que
estaba teniendo lugar entonces, los propagandistas
de una de las facciones en pugna, para no reconocer
que sus soldados estaban huyendo, modificaban la
noticia diciendo que sus soldados estaban
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avanzando hacia atrás. El eufemismo es el refugio
de los que no tienen argumentos, y apelan a cambiar
de nombre las cosas, o de significado las palabras,
para que “cuadren” a sus enfoques.
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>Ahora resulta que la Primera Resurrección
comenzó hace 20 siglos
Si esta doctrina admitiera la verdad sobre la
primera resurrección, tendría que aceptar que el
rapto no existe. Por lo tanto, para su supervivencia
tiene que defender con uñas, dientes y mentiras, que
lo que nosotros conocemos con el nombre de
“Primera Resurrección” no es la primera
resurrección, sino que lo son varias otras.
Una de las ridiculeces que enarbola esta doctrina
para “probar” que hay varias primeras resurrecciones, es la de decir que la primera resurrección
comenzó cuando algunos muertos resucitaron tras la
crucifixión de Cristo. Eso es falso, porque esos
resucitados no están vivos hoy en día; volvieron
a morir, como le sucedió a Lázaro. Cuando se
habla de la primera resurrección se está hablando de
resurrección a vida eterna, no las resurrecciones de
la hija de Jairo, ni la de Dorcas, ni las que llevó a
cabo el profeta Eliseo.
Si fuéramos a “razonar” de esa manera, esta
doctrina tendría que admitir que el rapto ya ocurrió,
puesto que Henoch y Elías fueron raptados.
Igualmente tendría que llegar a la conclusión de que
la Gran Tribulación del futuro sería la Gran
Tribulación Fase “C”, porque la que hubo durante
el Imperio Romano sería la Gran Tribulación Fase
“A”, y la que hubo durante la Inquisición Católico
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Romana, sería la Gran Tribulación fase “B”.
¡Irrazonable, ridículo, falaz, anticristiano!
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>Para entender claramente una verdad bíblica
hace falta un niño, para complicarla, oscurecerla
y torcerla, hace falta un teólogo
Apocalipsis 20:4-5 dice diáfanamente que la
resurrección de los asesinados durante la Gran
Tribulación es la primera. Si esta es la primera, no
pudo haber otra anterior, eso lo sabe un niño. Si
no pudo haber una resurrección anterior a esta, se
evidencia que el rapto no existe, porque esta
doctrina asegura que durante el supuesto rapto, hay
una supuesta resurrección.
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“4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les
fue dado juicio; y vi las almas de los
degollados por el testimonio de Jesús, y por
la palabra de Dios, y que no habían adorado
la bestia, ni a su imagen, y que no recibieron
la señal en sus frentes, ni en sus manos, y
vivieron y reinaron con Cristo mil años. 5 Mas
los otros muertos no tornaron a vivir hasta
que sean cumplidos mil años. Esta es la
primera resurrección.” (Ap 20:4-5)
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Esto está tan claro que hasta un niño lo entiende,
pero, ¿cómo logramos que lo entienda un teólogo?
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>Según esta enmarañada doctrina los
transformados en el rapto seremos delanteros a
los resucitados de la Gran Tribulación
La hipótesis del rapto admite que durante este
evento ocurre la resurrección de los cristianos
muertos y la transformación de los cristianos vivos,
según nos dice San Pablo en I Tes 4:13-18.
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“13 Tampoco, hermanos, queremos que
ignoréis acerca de los que duermen, que no
os entristezcáis como los otros que no tienen
esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús
murió y resucitó, así también traerá Dios con
él a los que durmieron en Jesús. 15 Por lo
cual, os decimos esto en palabra del Señor:
que nosotros que vivimos, que habremos
quedado hasta la venida del Señor, no
seremos delanteros a los que durmieron. 16
Porque el mismo Señor con aclamación, con
voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del Cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. 17 Luego nosotros, los
que vivimos, los que quedamos, juntamente
con ellos seremos arrebatados en las nubes
a recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor. 18 Por tanto, consolaos
los unos a los otros en estas palabras.”
(I Tes 4:13-18)
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Es fácil sacar en conclusión, de lo dicho por
Pablo, que al momento de la resurrección, primero
resucitan los cristianos muertos, luego son
transformados los cristianos vivos, y ambos
seremos arrebatados a encontrarnos con el Señor.
Está bien claro, tanto que lo puede entender un
niño, que los vivos no seremos transformados antes
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de que los muertos sean resucitados. Repitamos:
los transformados no seremos delanteros a los
resucitados.
Si el rapto existiera, entonces, siete años después
de él, ocurriría la otra resurrección, en la cual
resucitarían los muertos de la Gran Tribulación, y
serían transformados los cristianos que aún
estuvieran vivos después de la Gran Tribulación.
Pero es el caso, que entonces ocurriría lo que en el
versículo 15 dice San Pablo que no puede ocurrir,
pues los transformados durante el rapto, seríamos
delanteros a los resucitados después de la Gran
Tribulación. Es decir, otro galimatías en que se basa
la doctrina del rapto. Ya todo esto es bastante, pero
hay más.
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>Según esta irracional doctrina, todo ocurrirá en
un abrir de ojo que dura más de siete años
Según aprendemos de lo que fue dicho por San
Pablo en I Co 15:51-52 la resurrección de los
cristianos muertos y la transformación de los vivos
ocurrirá en un abrir de ojo.
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“51 He aquí, os digo un misterio: Todos
ciertamente no dormiremos, mas todos
seremos transformados. 52 En un momento,
en un abrir de ojo , a la final trompeta;
porque será tocada la trompeta, y los muertos
serán levantados sin corrupción, y nosotros
seremos transformados.”
(I Co 15:51-52)
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Como que esta incoherente doctrina afirma
categóricamente que la primera resurrección se
extiende desde el imaginario rapto hasta la
venida de Cristo (después de la Gran Tribulación)
y como que San Pablo nos enseña que tanto la
resurrección como la transformación ocurrirán
en un abrir de ojo, tenemos que llegar a la
conclusión de que según esta doctrina un abrir de
ojo dura más de siete años, según sus propios
cálculos cronológicos.
Esta incomprensible doctrina no tienen escape
lógico, solamente le queda dogmatizar y no
discutir el tema en público.
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>Resumen del capítulo 14. Para obscurecer y
disolver el claro concepto de “Primera
Resurrección”, esta doctrina apela a decir que la
Primera Resurrección comenzó hace 20 siglos y
durará hasta la Segunda Venida, en vez de aceptar
que durará un abrir de ojo. Así, con otro galimatías,
trata de evitar que se piense que su fundador estaba
loco. Sin embargo, en Ap 20:4-5, al decir que la allí
descrita era la Primera Resurrección, nos hace ver
que antes de esa no había habido otra. Luego apela
a otro malabarismo retórico: decir que los
transformados durante el supuesto rapto, sí seremos
delanteros a los que murieron durante la Gran
Tribulación. Creámosle al nuevo Papa, el nuevo
dogma de fe.
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Capítulo 15
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Las trompetas
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>Con el asunto de las trompetas también el rapto
apela a otro laberinto retórico
Como en todas sus falsas afirmaciones, la
hipótesis del rapto apela a un rompecabezas verbal
con el que se trata de inculcar que lo verde es rojo y
que lo amarillo es azul. Es el mismo caso que ya
explicamos, en el que se hace ver que la “palabra
griega” para “dos”, en realidad significa siete, por
lo cual 3+2=10.
En el caso de las trompetas lo que nos quiere
hacer ver esta doctrina es que una trompeta “final”
no tiene otras que le sean anteriores. Igual que le
llama “primera resurrección“ a dos eventos
diferentes, que según esta hipótesis, distan entre sí
siete años, así también le llama “última trompeta” a
dos diferentes trompetas que distan entre sí siete
años.
La técnica que esta vez usa esta doctrina se
puede resumir diciendo que nos trata de hacer ver
que la palabra “final” no quiere decir “final”,
porque hay otra trompeta que es “más final” que la
anterior. Eso me recuerda “La Rebelión en la
Granja”, donde todos los animales eran iguales,
pero había algunos que eran “más iguales” que los
otros, por lo cual se agenciaban mejor comida.
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>Veamos la ilógica “final trompeta” que no
tiene una “trompeta inicial”
Si alguien les dijera a ustedes que hoy es el último
día en que va a estar abierto el museo,
automáticamente ustedes se dan cuenta de que el
museo ha estado abierto antes de hoy. Si alguien les
dice que hoy van a televisar el episodio final de la
novela, ustedes se dan cuenta de que esa novela
tuvo su principio. Si alguien les habla del último
versículo de un capítulo, ustedes saben que antes de
ese hay otros versículos.
No sería lógico, ni ustedes considerarían correcto,
que alguien les citara el capítulo final de Abdías, o
el capítulo final de Filemón, o de Judas, sabiendo
que estos tres libros sólo tienen un capítulo.
La doctrina del rapto, cuando interpreta I Co
15:51-52 nos dice que la final trompeta que allí se
menciona, no es la misma que la última trompeta
del Apocalipsis. Tiene que decir esta falsedad,
porque si admitiera que ambas trompetas son la
misma, entonces se demostraría que no hay rapto
antes de la Gran Tribulación, porque el toque de
la séptima y última trompeta del Apocalipsis,
ocurre después de la Gran Tribulación.
Para defender el rapto con dientes y uñas, esta
doctrina apela a la falsedad de decir que la “final
trompeta“ que menciona San Pablo en este pasaje,
no es la final trompeta del Apocalipsis. ¿Cómo
prueban ellos eso? No lo prueban, simplemente lo
afirman dogmáticamente, y nos aplican eso de
...créelo porque lo digo yo, como en el romanismo.
No pueden haber dos últimas trompetas,
porque entonces una de ellas no sería la última,
sino que sería la penúltima.
Como vimos antes, todo final tiene que haber
tenido su principio. Toda etapa final tiene su etapa
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inicial. Por lo tanto, toda trompeta final tiene que
tener su trompeta inicial. Bien, yo puedo mostrar
las trompetas anteriores a la última trompeta del
grupo de Apocalipsis, la séptima. ¿Puede la
doctrina del rapto mostrar el grupo al que pertenece
esa final trompeta de I Co 15:51-52, que dice que
no es la séptima de Apocalipsis? No, no puede;
simplemente es una afirmación estilo dogma.
¿Puede dicha doctrina mostrar la primera trompeta,
del grupo de la cual esa de I Co 15:52 es la final
trompeta? No, no puede, porque no existe ese “otro
grupo”. Esa final trompeta es la misma que la de
Apocalipsis.
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ciertamente no dormiremos, mas todos
seremos transformados. 52 En un momento, en
un abrir de ojo , a la final trompeta;
porque será tocada la trompeta, y los
muertos serán levantados sin corrupción, y
nosotros seremos transformados.”
(I Co 15:51-52)
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“Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y
fueron hechas grandes voces en el Cielo, que
decían: Los reinos del mundo han venido a
ser los reinos de nuestro Señor, y de su
Cristo; y reinará para siempre jamás.”
(Ap 11:15)
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Antes de esta final trompeta del Apocalipsis
ustedes pueden ver las otras seis que le preceden,
con sólo leer los siguientes versículos: Ap 8:7; 8:8;
8:10; 8:12; 9:1 y 9:13. Si la trompeta final de que
habla I Co 15:52 no es la de Apocalipsis, ¿por qué
la ilógica doctrina del rapto no nos muestra en qué
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versículos están las trompetas que anteceden a la
trompeta final de Corintios?
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>Lo que dura “un abrir de ojo” es la
resurrección y la y transformación de los vivos,
no el período que abarca la séptima trompeta del
Apocalipsis
Una vez, hablando con un amigo, al plantearle yo
el argumento de que la séptima trompeta y la final
trompeta son la misma cosa, él defendió la hipótesis
del rapto diciendo que no podían ser la misma,
porque la de I Co 15 dura un abrir de ojo, y la de
Apocalipsis dura mucho más.
Eso es falso. Lo que dura un abrir de ojo no es el
período de la final trompeta, sino la transformación
de los vivos, cuando ocurra la resurrección, como
podemos comprobar en el siguiente pasaje.
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“51 He aquí, os digo un misterio: Todos
ciertamente no dormiremos, mas todos
seremos transformados. 52 En un momento,
en un abrir de ojo , a la final trompeta;
porque será tocada la trompeta, y los muertos
serán levantados sin corrupción, y nosotros
seremos transformados.”
(I Co 15:51-52)
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Cuando le rebatí este débil argumento, me sacó
otro; me dijo que las trompetas de I Co 15:52 y la
de I Tes 4:16, que el consideraba anunciadoras del
rapto, eran trompetas de gozo, mientras que la
séptima trompeta del Apocalipsis representaba el
tercero de los tres “ay“ del Apocalipsis, no había
gozo en ella. Tampoco eso es cierto. La séptima
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trompeta es un “ay” para los incrédulos, no para
los cristianos, que nos gozamos en saber que a la
séptima trompeta ya viene Nuestro Señor
Jesucristo. Es más, el gozo se extiende hasta las
criaturas del Cielo. Veamos.
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“14 El segundo ¡Ay! es pasado; he aquí, el
tercer ¡Ay! vendrá presto. 15 Y el séptimo
ángel tocó la trompeta, y fueron hechas
grandes voces en el Cielo, que decían: Los
reinos del mundo han venido a ser los reinos
de nuestro Señor, y de su Cristo; y reinará
para siempre jamás. 16 Y los veinticuatro
ancianos que estaban sentados delante de
Dios en sus sillas, se postraron sobre sus
rostros, y adoraron a Dios, 17 Diciendo: Te
damos gracias, Señor Dios Todopoderoso,
que eres y que eras y que has de venir,
porque has tomado tu grande potencia, y has
reinado.”
(Ap 11:14-17
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“Porque el mismo Señor con aclamación,
con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del Cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros, los que
vivimos, los que quedamos, juntamente con
ellos seremos arrebatados en las nubes a
recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor.”
(I Tes 4:16-17)
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Se constata de nuevo que la doctrina del rapto
inculca mentiras en aquellos hermanos que caen
bajo su maléfica influencia.
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>Resumen del capítulo 15. Asegura esta doctrina
que la trompeta de I Co 15, no es la misma que la
séptima de Apocalipsis, porque pertenece a otro
grupo, pero no puede mostrar a qué nuevo grupo
pertenece. Lo que dura un abrir de ojo es la
transformación, no el período de la séptima
trompeta del Apocalipsis. La séptima trompeta del
Apocalipsis es un “ay” para los incrédulos, pero
gozo para los creyentes porque viene Cristo.
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Capítulo 16
Confusión de la Gran Tribulación con las
Siete Copas de la Ira de Dios
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>Nuestro Señor viene al toque de la séptima
trompeta, pero las 7 copas con las plagas de Dios
ocurren después
Cristo va abriendo cada uno de los siete sellos del
libro que le fue dado. Al abrir el séptimo sello es
cuando comienzan a tocarse las siete trompetas.
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“Y cuando él abrió el séptimo sello, fue
hecho silencio en el Cielo casi por media
hora. Y vi los siete ángeles que estaban
delante de Dios; y les fueron dadas siete
trompetas.”
(Ap 8:1-2)
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Estos ángeles comienzan a tocar las trompetas, y
al llegar a la séptima, es cuando viene Jesucristo por
segunda vez a la Tierra a rescatarnos.
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“Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y
fueron hechas grandes voces en el Cielo, que
decían: Los reinos del mundo han venido a
ser los reinos de nuestro Señor, y de su
Cristo; y reinará para siempre jamás.”
(Ap 11:15)
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Después de esto se explican varias cosas más y se
incluyen algunos capítulos parentéticos. Al llegar a
Ap 15:1 vemos por primera vez a los ángeles que
tienen las siete copas con las siete plagas postreras,
en las que es consumada la ira de Dios. Pero
recuerden que ya ocurrió la Segunda Venida del
Señor, cuando el toque de la séptima trompeta,
como vimos en Ap 11:15, y por consiguiente estas
plagas que se van a iniciar ahora no nos afectan
a los cristianos, pues ya estamos con el Señor.
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“Y vi otra señal en el Cielo, grande y
admirable, que era siete ángeles que tenían
las siete plagas postreras; porque en ellas es
consumada la ira de Dios.”
(Ap 15:1)
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“15:6 Y salieron del Templo siete ángeles,
que tenían siete plagas, vestidos de un lino
limpio y blanco, y ceñidos alrededor de los
pechos con bandas de oro. 7 Y uno de los
cuatro animales dio a los siete ángeles siete
copas de oro, llenas de la ira de Dios, que
vive para siempre jamás. 8 Y fue el Templo
lleno de humo por la majestad de Dios, y por
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su potencia; y ninguno podía entrar en el
Templo, hasta que fuesen consumadas las
siete plagas de los siete ángeles. 16:1 Y oí una
gran voz del Templo, que decía a los siete
ángeles: Id, y derramad las siete copas de la
ira de Dios sobre la Tierra.”
(Ap 15:6 a 16:1)
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Sinopsis: Nuestro Señor Jesucristo viene al toque
de la séptima trompeta, por tanto, cuando se
derramen las siete copas de la ira de Dios, ya todos
los cristianos estamos con el Señor. Es decir, que
los cristianos sí pasaremos por la Gran Tribulación
que provocan los humanos contra nosotros, pero no
por las plagas que Dios envía para castigo de los
enemigos de Dios.
Por equivocarse en esta interpretación, algunos
hermanos hacen mal uso de las plagas postreras,
para usarlas como argumento con qué defender la
herética doctrina del rapto.
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>El período del séptimo sello incluye las siete
trompetas, y el período de la séptima trompeta
incluye las siete copas
No es fácil explicar este asunto con palabras, pero
trataré de hacerlo. No obstante, presentaré un
gráfico que es donde más fácilmente se entiende el
concepto. Antes de tratar de explicar este asunto, es
bueno advertir que aunque el momento inicial de los
sellos, las trompetas y las copas ocurren en estricta
secuencia, la duración de los efectos de cada uno de
ellos puede llegar hasta más allá del comienzo del
siguiente.
Si analizamos todo esto, veremos que los siete
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períodos de cada serie, son la pormenorización
del séptimo período de la serie anterior. Es decir,
el séptimo período de cada serie, contiene los siete
períodos de la serie que le sigue. Es como si al
mirar con una lupa al séptimo período de la primera
serie, descubriéramos que éste tiene siete
subdivisiones, que son los siete períodos de la
segunda serie. A su vez, es como si cuando
miráramos con una lupa el séptimo período de la
segunda serie, descubriéramos que contiene otras
siete subdivisiones, que son los siete períodos de la
tercera serie.
Al mirarlos, descubriríamos también que esas
subdivisiones nos muestran más detalladamente los
sucesos comprendidos dentro de ese séptimo
período que los contiene. Es lógico que así sea,
porque a medida que nos acercamos al fin, más
pormenorizados se deben saber los sucesos.
Voy a poner un ejemplo numérico para que se
comprenda más fácilmente cómo son representados
cada uno de los sellos, trompetas y copas. Como ya
he dicho antes, la primera, segunda y tercera serie
no son concomitantes, sino sucesivas, porque el
séptimo período de cada serie comprende los siete
períodos de la serie siguiente. Así, en el período
comprendido por el séptimo sello, se tocan las siete
trompetas; y en el período comprendido por la
séptima trompeta, se derraman las siete copas.
Es como si las siete trompetas fueran una
pormenorización de las ocurrencias que tienen lugar
durante el período del séptimo sello; y como si las
copas fueran una pormenorización de las
ocurrencias que tendrán lugar durante la duración
del período de la séptima trompeta.
Los períodos son de diferentes duraciones,
pero para explicarlo fácilmente vamos a suponer
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que los siete períodos correspondientes a un
mismo grupo (sello, trompeta o copa) sean de
igual duración. Hecha esta suposición pasemos a
ver el ejemplo numérico.
Imaginemos que cada uno de los siete sellos
durara 49 días, por decir algo que sea fácil para
explicar, no porque yo crea que eso es lo que van
a durar. Imaginemos también que cada una de las
trompetas durará siete días, y que cada una de las
copas durará un día. En conjunto, todos los sellos,
trompetas y copas durarán 343 días. Habiendo
aceptado esta suposición veamos durante cuáles
días se extenderá cada período.
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el primer sello comprende desde el día 1 al 49
el segundo sello comprende desde el día 50 al 98
el tercer sello comprende desde el día 99 al 147
el cuarto sello comprende desde el día 148 al 196
el quinto sello comprende desde el día 197 al 245
el sexto sello comprende desde el día 246 al 294
el séptimo sello comprende desde el día 295 al 343
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Ahora bien, después que se abra el séptimo sello,
durante el período comprendido por él, es que
comienza el período del toque o tañido de las
trompetas. Por lo tanto, siguiendo con el hipotético
caso numérico, veamos durante cuáles días tendrá
lugar cada trompeta.
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la primera trompeta desde día 297 al 301
la segunda trompeta desde día 302 al 308
la tercera trompeta desde día 309 al 315
la cuarta trompeta desde día 316 al 322
la quinta trompeta desde día 323 al 329
la sexta trompeta desde día 330 al 336
la séptima trompeta desde día 337 al 343
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De propósito comencé el período de la primera
trompeta, en el día 297 en vez de en el 295, porque
quiero destacar que la primera trompeta no
tiene que ser tañida (sonada) inmediatamente
después la apertura del séptimo sello, sino en
algún momento después de la apertura.
Prosiguiendo con el hipotético ejemplo de los
números y los días, tendríamos que la primera copa
se derramaría en algún momento del día 337,
después del tañido de la séptima trompeta, y a mi
modo de ver, en rapidísima sucesión. Pero para
ceñirnos al ejemplo, las copas serían derramadas en
los siguientes días:
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la primera copa el día 337
la segunda copa el día 338
la tercera copa el día 339
la cuarta copa el día 340
la quinta copa el día 341
la sexta copa el día 342
la séptima copa el día 343
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Quiero advertir de nuevo que yo no estoy
diciendo que esos períodos duren lo que dice el
ejemplo, no vaya a haber alguien que luego de leer
lo que aquí digo, salga diciendo que “yo dije” que
cada sello dura 49 días, etc.. La tercera trompeta,
por ejemplo, pudiera durar más que el quinto sello,
por decir algo; esto es sólo un ejemplo. Lo que sí
veo cierto es que cada uno de los siete períodos de
un tipo, se halla incluido en el séptimo período del
tipo anterior.
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>Veamos un gráfico para los sellos las trompetas
y las copas.
Quiero incluir un gráfico, para que se perciba más
claramente lo que trato de decir. En éste, la longitud
que yo le haya dado al espacio representado por
cada sello, trompeta o copa, no representa,
necesariamente, una equivalencia con su duración
real. Veamos la página 144.
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>Los sellos no son parte de la “ira de Dios”, sino
de la Gran Tribulación
Al momento de abrir el quinto sello, los castigos
divinos, o ira de Dios, no han caído sobre la Tierra,
puesto que los mártires de la Gran Tribulación están
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testimonio que ellos tenían. 10 Y clamaban en
alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor,
santo y verdadero, no juzgas y vengas
nuestra sangre de los que moran en la
tierra? 11 Y les fueron dadas sendas ropas
blancas, y les fue dicho que reposasen
todavía un poco de tiempo, hasta que se
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|C1/C2/C3/C4/C5/C6C7|
T-7
|T-1|T-2|T-3|T-4|T-6|----Séptima Trompeta---|
|S-1|S-2|S-3|S-4|S-5|S-6|·······························SÉPTIMO SELLO·······································|
S -7
En este gráfico la letra “S” significa “sello”; la letra “T” significa “trompeta” y la letra “C”
significa “copa”. Cuando se escribe “S-3” significa el tercer sello. Igualmente si se escribiera T-5
significaría la quinta trompeta; y “C-2 sería la segunda copa.
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pidiendo justicia.
Si todo lo sucedido antes de este quinto sello
fuera parte de las plagas de Dios, es decir del
castigo de Dios, los mártires no estuvieran pidiendo
justicia, pues ya se la hubieran otorgado. Se
evidencia pues que los sellos no son parte de la ira
de Dios, sino de la Gran Tribulación. No sólo eso,
sino que además, en el versículo 11 se les dice que
aún había otros hermanos que también habrían de
ser asesinados igual que ellos. De todo esto se ve
que se trata de la Gran Tribulación, y de ninguna
manera de la “Ira de Dios”.
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“9 Y cuando él abrió el quinto sello, vi
debajo del altar las almas de los que habían
sido muertos por la palabra de Dios y por el
testimonio que ellos tenían. 10 Y clamaban en
alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor,
santo y verdadero, no juzgas y vengas
nuestra sangre de los que moran en la
Tierra? 11 Y les fueron dadas sendas ropas
blancas, y les fue dicho que reposasen
todavía un poco de tiempo, hasta que se
completaran sus consiervos y sus hermanos,
que también habían de ser muertos como
ellos.”
(Ap 6:9-11)
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>Resumen del capítulo 16. Nuestro Señor viene
al toque de la séptima trompeta, pero las plagas
ocurren después. El período del séptimo sello
incluye las siete trompetas, y el período de la
séptima trompeta incluye las siete copas. Los sellos
no desatan la Ira de Dios, sino la Gran Tribulación.
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Capítulo 17
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Los Sellos
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>Si durante los sellos Cristo está en el Cielo,
¿por qué la Biblia no menciona el rapto en los
pasajes anteriores a los sellos?
La doctrina del rapto está de acuerdo en que el
primer jinete de Apocalipsis, el del caballo blanco,
es el antiCristo, y que los que los jinetes que le
siguen son parte de la Gran Tribulación. Eso
significaría que mientras Jesucristo está abriendo
los sellos, ya el antiCristo y la Gran Tribulación
están funcionando en la Tierra.
Como que la doctrina del rapto dogmatiza
falsamente, que los cristianos seremos raptados
antes de la venida del antiCristo, sería necesario
llegar a la falsa conclusión de que, antes de abrir los
sellos, Cristo bajó a la Tierra, raptó a la Iglesia y
volvió a subir al Cielo a abrir los siete sellos.
Si de acuerdo con esta doctrina, Cristo realizó el
rapto antes de abrir el primer sello, ¿por qué el
Apocalipsis no lo dice en ningún lado, sobre todo,
en los versículos anteriores a la apertura de los siete
sellos? La respuesta es evidente, no lo dice por
que el rapto no existe. Porque la palabra “iglesia”
no aparece en los capítulo 4 al 21 la doctrina del
rapto dogmatiza que no está en la Tierra. ¿Por qué
no aplica la misma manera de “razonar” al ver que
el “rapto” no ha sido mencionado?
Sería bueno en este momento, repetir lo que dijo
San Pablo sobre que el antiCristo vendría antes de
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que el Señor nos arrebatara. Veamos.
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“1 Empero os rogamos, hermanos, cuanto a
la venida de nuestro Señor Jesucristo, y
nuestro recogimiento a él, 2 que no os mováis
fácilmente de vuestro sentimiento, ni os
conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni
por carta como nuestra, como que el día del
Señor esté cerca. 3 No os engañe nadie en
ninguna manera; porque no vendrá sin que
venga antes la apostasía, y se manifieste el
hombre de pecado, el hijo de perdición, 4
oponiéndose, y levantándose contra todo lo
que se llama Dios, o que se adora; tanto que
se asiente en el templo de Dios, como Dios,
haciéndose parecer Dios.”
(II Tes 2:1- 4)
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Como vemos en el versículo 1, Pablo nos habla
respecto a nuestro recogimiento a Jesucristo, es
decir, el arrebatamiento. Referente a eso dice en el
versículo 3 que no nos dejemos engañar, en el
sentido de que Cristo vendrá a buscarnos antes del
antiCristo. Esto nos hace ver que por revelación,
Pablo sabía que cuando estuviera cerca el
regreso del Señor, tratarían de engañarnos.
Efectivamente, eso es lo que la doctrina del rapto
está haciendo, engañar a los cristianos, haciéndoles
ver lo contrario a lo que dijo el Espíritu Santo
que inspiraba a Pablo, haciéndoles ver que Cristo
vendrá a buscarnos antes de la Gran Tribulación.
Sin embargo, Pablo dice claramente, a la iglesia
de Tesalónica, que era parte de la Iglesia de Cristo,
que era una iglesia apostólica, y que estaba formada
por gentiles, que Cristo no vendrá, es decir, que no
habrá rapto, sin que antes venga el hijo de
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perdición, es decir, el antiCristo, que se opone a
todo lo que se llama Dios o que se adora. ¿Puede
ser más claro lo que dice Pablo? ¿Por qué si está tan
claro, los cristianos siguen creyendo en el rapto?
Porque, o no leen la Biblia, o porque se dejan influir
por maestros que a su vez están también engañados
por el gran engañador. Esto es parecido a la
idolatría del romanismo. A pesar de que está tan
claramente dicho que no se adoren imágenes, miles
de millones lo siguen haciendo.
Quiero repetir que esta advertencia la hace
Pablo a una iglesia gentil, a la Iglesia de Cristo, la
Iglesia Apostólica, para que luego no venga la
doctrina del rapto a decir que eso se refiere sólo
a los judíos, que son, según esa herética doctrina,
los únicos que van a pasar por la Gran Tribulación.
Si la Iglesia Apostólica no fuera a pasar por la Gran
Tribulación, ¿para qué el Espíritu Santo les
advertiría que Cristo no
vendría antes del
antiCristo?
*
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>Resumen del capítulo 17. Durante la apertura
de los sellos, Jesucristo está todavía en el Cielo. A
la apertura del primer sello comienza la Gran
Tribulación. Por lo tanto, no es lógico que haya
habido un rapto antes de eso. Pero si lo hubiera
habido, estaría registrado en los versículo anteriores
al pasaje de la apertura de los sellos. Recuerden que
Pablo advierte a una iglesia gentil que Cristo no
vendría antes del antiCristo; por lo tanto, esa
advertencia es para los gentiles también, no para
sólo los judíos.
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Capítulo 18
Según esta doctrina, los cristianos no
vamos a la Casa del Padre hasta después
del rapto
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>¿Estarán Pedro y Pablo esperando todavía
para ir a la Casa del Padre.
En las “pruebas” bíblicas que esta hipótesis
presenta sobre el rapto lo que se hace es
simplemente afirmar dogmáticamente, sin que
medie ningún tipo de razonamiento. Meramente, es
aquello de “créelo, porque lo digo yo”.
El pasaje de Jn 14:1-3 es presentado como uno de
los principales argumentos que nos “demuestran” la
existencia del supuesto rapto antes de la Gran
tribulación. Interpreta esta doctrina que lo dicho
aquí por Jesús: “vendré otra vez y os tomaré a mí
mismo”, es un claro, diáfano y específico anuncio
de ese rapto. Eso significaría que hasta que no
ocurra el rapto no podemos ir a la Casa del Padre.
Leamos.
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“No se turbe vuestro corazón; creéis en
Dios, creed también en mí. En la casa de mi
Padre muchas moradas hay; de otra manera
os lo hubiera dicho: voy, pues, a preparar
lugar para vosotros. Y si me fuere, y os
aparejare lugar, vendré otra vez y os tomaré
a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis.” (Jn 14:1-3)
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No es razonable pensar que eso de “vendré otra
vez” se refiera al rapto, porque si tal error fuera
cierto, entonces tendríamos que admitir que
todavía ni Pablo, ni Mateo, ni Pedro, ni los
demás cristianos, ni nuestros familiares
creyentes, han podido ir a esas moradas
mencionadas, ni estarían con Cristo, porque el
rapto no ha ocurrido aún. Si esa disparatada
suposición fuese cierta, ¿dónde estarían los
cristianos que han muerto en Jesús? ¡Absurdo!
No sólo eso, que ya es bastante, si en este capítulo
se estuviera hablando del rapto, entonces
tendríamos que suponer que Dios viene también a la
hora del rapto, acompañando a Jesucristo, según
dice el versículo 23 de este mismo capítulo.
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“Respondió Jesús, y le dijo: El que me ama, mi
palabra guardará; y mi Padre le amará, y
vendremos a él, y haremos con él morada.”
(Jn 14:23)
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Si en el pasaje 1-3, la frase “vendré otra vez y os
tomaré a mí mismo” significa según esta absurda
hipótesis, que cristo viene al rapto, entonces la frase
“vendremos a él, y haremos con él morada”
significaría también que Dios Padre vendría al rapto
junto con Jesucristo, lo cual es absurdo.
En oposición a esta hipótesis que asegura que para
llegar a la Casa del Padre hay que esperar hasta el
día del supuesto rapto, vemos en II Co 5:8 y en Fil
1:23 que Pablo esperaba que tan pronto él muriera,
iría a estar con Cristo. Eso nos indica que él no
pensaba que tenía que esperar al supuesto rapto para
tal cosa. Por consiguiente, esas palabras de Jesús,
en Jn 14:1-3, no se refieren al rapto.
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“Mas confiamos, y más quisiéramos partir
del cuerpo, y estar presentes al Señor.”
(II Co 5:8)
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“Porque de ambas cosas estoy puesto en
estrecho, teniendo deseo de ser desatado, y
estar con Cristo, lo cual es mucho mejor.”
(Fil 1:23)
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Además, es evidente que cuando el Señor vuelva,
traerá con él a los que durmieron en Jesús, de donde
se deduce que estaban con él, en la Casa del Padre.
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“Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis
acerca de los que duermen, que no os
entristezcáis como los otros que no tienen
esperanza. Porque si creemos que Jesús
murió y resucitó, así también traerá Dios con
él a los que durmieron en Jesús.”
(I Tes 4:13-14)
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>Resumen del capítulo 18. Pensar que Jn 14:3 es
la promesa del rapto, es pensar el disparate de que
los cristianos todos, tanto nuestros familiares como
los apóstoles, no están todavía en la Casa del Padre.
Además habría que creer también que a la hora del
rapto vendrá Dios junto con Cristo a raptarnos.
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Capítulo 19
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El antiCristo, varias aclaraciones sobre él
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>La apostasía no debe confundirse con el
antiCristo
La apostasía es una grave desviación de la
doctrina verdadera, pero tratando de mantenerse
dentro del cristianismo, o fingiendo que lo hace;
mientras que el antiCristo es alguien que rompe con
toda la doctrina religiosa, porque se levantará
contra todo lo que se adora; es decir, no permitirá
ninguna religión, ni buena ni mala, ni apóstata ni
ortodoxa. El antiCristo fuerza a que lo adoren a él.
Veamos.
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“1 Empero os rogamos, hermanos, cuanto a
la venida de nuestro Señor Jesucristo, y
nuestro recogimiento a él, 2 que no os mováis
fácilmente de vuestro sentimiento, ni os
conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni
por carta como nuestra, como que el día del
Señor esté cerca. 3 No os engañe nadie en
ninguna manera; porque no vendrá sin que
venga antes la apostasía, y se manifieste el
hombre de pecado, el hijo de perdición, 4
oponiéndose, y levantándose contra todo lo
que se llama Dios, o que se adora; tanto que
se asiente en el templo de Dios como Dios,
haciéndose parecer Dios.” (II Tes 2:1-4)
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La descripción que en I Tim 4:1-3 se hace de la
apostasía, no concuerda con la del antiCristo, por lo
tanto, no se debe confundir a éste con la apostasía.
Pudieran tener cierta relación, pero no son la misma
cosa, no son el mismo fenómeno.
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Aquí dice que algunos apostatarán de la fe
prohibiendo casarse y mandando a abstenerse de la
comida. Esto no es fácil de atribuírselo cabalmente
a nadie. El catolicismo prohíbe casarse a sus
sacerdotes y comer carne los viernes. Los
adventistas aconsejan no comer carne, pero no lo
prohíben completamente. Lo que sí prohíben son las
carnes ya prohibidas por la ley, pero esa prohibición
no era una novedad para Pablo.
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“Empero el Espíritu dice manifiestamente,
que en los venideros tiempos algunos
apostatarán de la fe escuchando a espíritus
de error y a doctrinas de demonios; que con
hipocresía hablarán mentira, teniendo
cauterizada la conciencia. Que prohibirán
casarse, y mandarán abstenerse de las
viandas que Dios crió, para que con
hacimiento de gracias participasen de ellas
los fieles, y los que han conocido la verdad “
(I Tim 4:1-3)
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Como que yo sepa, esta descripción no se aplica a
ninguna de las muchas sectas heréticas que
surgieron al principio del cristianismo, lo más
probable es que se refiera a algo futuro. Lo que si se
hace evidente es que el antiCristo y la apostasía son
cosas diferentes
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>Satanás no encarnará
Hay quienes piensan equivocadamente que el
antiCristo será una encarnación de Satanás. Eso no
lo dice la Biblia en ninguna parte, pero sí dice otras
cosas que niegan dicha encarnación. Veamos.
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“Y entonces será manifestado aquel inicuo,
al cual el Señor matará con el espíritu
de su boca, y destruirá con el resplandor
de su venida; a aquel inicuo, cuyo
advenimiento es según operación de Satanás,
con grande potencia, y señales, y milagros
mentirosos.”
(II Tes 2:8-9)
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Aquí nos dice Pablo que en su Segunda Venida
el Señor matará al antiCristo. Como que sabemos
que a Satanás se le mete en prisión, pero se le libera
al final del Milenio, tenemos que llegar a la
conclusión de que el antiCristo es un ser diferente
de Satanás, pues él muere y Satanás sigue vivo,
hasta que lo echan en el Lago de Fuego.
Además, aquí habla de “aquel inicuo” cuyo
advenimiento es una operación de Satanás. Por lo
tanto, Satanás que hace la operación, y el inicuo que
es el resultado de la operación, son diferentes.
Si ahora recordamos el capítulo 13 de
Apocalipsis, nos daremos cuenta de que el
antiCristo y el Falso Profeta son los que imponen la
marca del 666. Si ahora vamos a leer Ap 19:20,
veremos que la Bestia y el Falso Profeta, fueron
lanzados en el Lago de Fuego. Después de esto se
nos dice en Ap 20:10 que Satanás fue lanzado
también al Lago de Fuego, donde ya se hallaban la
Bestia y el Falso Profeta. Eso nos dice que los tres
son seres diferentes, y que ninguno de los dos es
encarnación de Satanás. Es lógico pensar que ambos
estaban influidos por el Diablo, pero no eran ellos
un simple cuerpo en el cual viviera el Diablo.
Jesucristo encarnó; el Diablo no encarnará.
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“Y la bestia fue presa, y con ella el falso
profeta que había hecho las señales delante
de ella, con las cuales había engañado a los
que tomaron la señal de la Bestia, y habían
adorado su imagen. Estos dos fueron
lanzados vivos dentro de un Lago de Fuego
ardiendo en azufre.”
(Ap 19:20)
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“Y el Diablo que los engañaba, fue lanzado
en el Lago de Fuego y azufre, donde está la
Bestia y el Falso Profeta; y serán
atormentados día y noche para siempre
jamás.
(Ap 20:10)
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>Muchos creen que el antiCristo dominará todo
el planeta
El antiCristo no dominará todo el planeta. Eso se
ve en varios pasajes, como cuando la mujer del
capítulo 12 de Apocalipsis es librada de su
influencia, o cuando es librada la Iglesia de
Filadelfia. Si el antiCristo dominara todo el planeta,
no hubiera escape en ningún lado para nadie, ni para
la mujer ni para la Iglesia de Filadelfia.
La idea de que domina todo el planeta se obtiene
de frases donde, al hablar del antiCristo se
menciona “toda la tierra“, como son Ap 13:8, 12 y
14.
¿A qué “tierra” se refiere: al planeta, a Israel, al
Medio Oriente, a Eurasia-África, o a qué?
La palabra “tierra” tiene varios significados o
acepciones en la Biblia:
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a) el material tierra, como en Mt 13:23;
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“Mas el que fue sembrado en buena tierra,
éste es el que oye y entiende la palabra, y el
que lleva fruto, y lleva uno a ciento, y otro a
sesenta, y otro a treinta.” (Mt 13:23)
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b) el suelo o piso como en I Sam 28:20;
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“En aquel punto cayó Saúl en tierra cuan
grande era, y tuvo gran temor por las
palabras de Samuel; que no quedó en él
esfuerzo ninguno, porque en todo aquel día y
aquella noche no había comido pan.”
(I Sam 28:20)
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c) un país o región cualquiera, como vemos en Ex
1:7, 10; Mt 2:12;
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“7 Y los hijos de Israel crecieron, y
multiplicaron, y fueron aumentados y
corroborados en extremo; y se llenó la tierra
de ellos...... 10 Ahora, pues, seamos sabios
para con él, porque no se multiplique, y
acontezca que viniendo guerra, él también se
junte con nuestros enemigos, y pelee contra
nosotros, y se vaya de la tierra.”
(Ex 1:7-10 abreviado)
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“Y siendo avisados por revelación en sueños
que no volviesen a Herodes, se volvieron a su
tierra por otro camino.” (Mt 2:12)
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d) el planeta que es como parece usarse en Gn
1:1; Ex 9:14; Ro 9:17;
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“En el principio crió Dios los cielos y la
Tierra.”
(Gn 1:1)
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“Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas
a tu corazón, sobre tus siervos, y sobre tu
pueblo, para que entiendas que no hay otro
como yo en toda la Tierra.”
(Ex 9:14)
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“Porque la Escritura dice de Faraón: Que
para esto mismo te he levantado, para
mostrar en ti mi potencia, y que mi nombre
sea anunciado por toda la Tierra.”
(Ro 9:17)
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e) la parte que no es mar, que es lo que vemos en
Gn 1:10; Isa 54:9;
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“Y llamó Dios a la seca tierra, y a la reunión
de las aguas llamó mares; y vio Dios que era
bueno.”
(Gn 1:10)
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“Porque esto me será como las aguas de
Noé; que juré que nunca más las aguas de
Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado
que no me enojaré contra ti, ni te reñiré.”
(Isa 54:9)
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f) el país de Israel como en Jer 40:7 y 9; Isa 1:7;
Neh 9:15; II R 4:38; 8:1-2);
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“7 Y como oyeron todos los príncipes del
ejército que estaba por el campo, ellos y sus
hombres, que el rey de Babilonia había
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puesto a Gedalías hijo de Ahicam sobre la
tierra, y que le había encomendado los
hombres, y las mujeres, y los niños, y los
pobres de la tierra, que no fueron
trasportados a Babilonia; ......9 Y les juró
Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, a
ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis
temor de servir a los caldeos; habitad en la
tierra, y servid al rey de Babilonia, y tendréis
bien.”
(Jer 40:7 y 9)
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“Vuestra tierra está destruida, vuestras
ciudades puestas a fuego, vuestra tierra
delante de vosotros comida de extranjeros, y
asolada como asolamiento de extraños.”
(Isa 1:7)
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“Y dísteles pan del Cielo en su hambre, y en
su sed les sacaste aguas de la piedra; y les
dijiste que entrasen a poseer la tierra, por la
cual alzaste tu mano que se la habías de dar.”
(Neh 9:15)
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“Y Eliseo se volvió a Gilgal. Había entonces
grande hambre en la tierra. Y los hijos de los
profetas estaban con él, por lo que dijo a su
criado: Pon una grande olla, y haz potaje
para los hijos de los profetas.”
(II R 4:38)
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“Y habló Eliseo a aquella mujer a cuyo hijo había
hecho vivir, diciendo: Levántate, vete tú y toda tu
casa a vivir donde pudieres; porque Jehová ha
llamado el hambre, la cual vendrá también sobre la
tierra siete años.”
(II R 8:1)
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y g) el estado actual de los vivientes, que es lo que
se percibe en Ex 9:15. Puede que aún haya más
acepciones, pero yo no me percato nada más que de
estas.
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“Porque ahora yo extenderé mi mano para
herirte a ti y a tu pueblo de pestilencia, y
serás quitado de la tierra.”
(Ex 9:15)
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Veamos ahora algunos ejemplos de pasajes en
los que la frase “toda la tierra” no significa todo
el planeta. Hay que guiarse por el contexto y el
razonamiento, para darse cuenta de cuál de todos
los significados es el que se está aplicando en el
pasaje que leemos. En el próximo pasaje vemos que
a pesar de que usan la frase “toda la tierra”, eso no
significa todo el planeta, sino toda la tierra que se
suponía que los israelitas conquistaran en aquella
época. Otro tanto podemos comprender de Jos
11:23.
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“Y ellos respondieron a Josué, y dijeron:
Como fue dado a entender a tus siervos, que
Jehová tu Dios había mandado a Moisés su
siervo que os había de dar toda la tierra, y
que había de destruir todos los moradores de
la tierra delante de vosotros, por esto
temimos en gran manera de vosotros por
nuestras vidas, e hicimos esto.”
(Jos 9:24)
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“Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme
a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y
la entregó Josué a los Israelitas por herencia,
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conforme a sus repartimientos de sus tribus; y
la tierra reposó de guerra.”
(Jos 11:23
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En el primer pasaje nos damos cuenta de que Dios
nunca dijo que los israelitas fueran a conquistar
todo el planeta, sino toda la tierra de aquella
región; ni tampoco Dios mandó a los israelitas a
destruir a todos los moradores del planeta, por lo
tanto comprendemos que en este caso, “toda la
tierra” no es “toda la Tierra”.
Otro tanto vemos con el segundo pasaje, puesto
que Josué no tomó toda la Tierra, es decir todo el
planeta, sino toda la tierra que le había sido
asignada.
Hay veces que la frase “toda la tierra” se
refiere a una región, no sólo a un país, es decir, a
un grupo de países, o a los alrededores de algún
país, como es el caso que a continuación pongo.
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“Y toda la tierra venía a Egipto para
comprar de José, porque por toda la tierra
había crecido el hambre.” (Gn 41:57)
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Si analizamos el uso de la frase “toda la tierra” en
este versículo, nos damos cuenta de que no se
refiere a toda la Tierra, es decir, que no se refiere a
todo el planeta, sino a toda la tierra cercana a
Egipto, a la región de Canaán y sus alrededores.
Es evidente que los habitantes del continente
americano no fueron a Egipto a obtener alimentos
de José, les era imposible hacerlo; y lo mismo
puede decirse de lugares tan remotos como Japón,
China, India, Australia e Inglaterra. Lo más
seguro es que en esos lugares ni siquiera hubiera la
escasez de alimentos que aquejaba a aquella región
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en ese momento.
Es el contexto, y sobre todo la lectura integral de
la Biblia, la que nos mostrará cual es el significado
que tienen frases y palabras.
En Ezequiel 32:4 vemos usada la frase “toda la
tierra” en una forma metafórica e hiperbólica, en
un simbolismo. Comparando a Egipto con una
ballena, dice que la sacará a tierra y la abandonará
para que se harten de sus carnes las bestias de toda
la tierra. Es evidente que de ninguna manera
pudieran ir a Egipto todas las bestias de todo el
planeta; cuando más, irían las de los alrededores.
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“Y te dejaré en tierra, te echaré sobre la haz
del campo, y haré que se asienten sobre ti
todas las aves del cielo, y hartaré de ti las
bestias de toda la tierra.” (Ezq 32:4)
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Motivados por todos estos ejemplos en los que la
frase “toda la tierra” no significa “todo el planeta”,
es que debemos ser cautos para no creer que
necesariamente, el antiCristo va gobernar todo el
planeta.
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>Los milagros del antiCristo son falsos, son
meramente habilidosos trucos
De ninguna manera las criaturas pueden hacer
milagros por sí mismas, tienen que ser respaldadas
por Dios. Dios no respalda pecados, por lo tanto
Dios no le da potestad al antiCristo de hacer
milagros. Como muy bien dice II Tes 2:10 esos son
milagros mentirosos, parecidos a los que hace un
mago en el teatro, sólo que mucho más
convincentes y científicos. O sea, que van a ser
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trucos muy bien hechos, tal vez hasta imposibles de
detectar, por basarse en descubrimientos científicos
secretos del futuro, pero trucos y engaños al fin.
Algo así como presentarle a un salvaje una imagen
de televisión o cinematográfica, o una voz radial, o
una alarma ultrasónica que detecte su presencia;
cosas todas que un ignorante absoluto de esa
tecnología, sólo podría atribuirle a poderes
sobrenaturales. De ninguna manera se puede sacar
de aquí la conclusión de que el antiCristo hará,
realmente, verdaderos milagros. Este abominable
ser hará falsos milagros, milagros mentirosos,
pero sólo podrá engañar con ellos a los falsos
cristianos.
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“9 A aquel inicuo, cuyo advenimiento es
según operación de Satanás, con grande
potencia, y señales, y milagros mentirosos,
10 y con todo engaño de iniquidad en los que
perecen; por cuanto no recibieron el amor de
la verdad para ser salvos.”
(II Tes 2:9-10)
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>El antiCristo es una persona, no una institución
El antiCristo es una persona, no una institución,
aunque, claro está, puede representar, además, a una
institución.
Otra cosa que se colige de la descripción que de él
hace San Pablo en el versículo 4 es que este
personaje dirá que él es Dios, y no sólo eso, sino
que se asentará en el templo de Dios, haciendo ver
que él es Dios que está en la Tierra.
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“Oponiéndose, y levantándose contra todo lo
que se llama Dios, o que se adora; tanto que
se asiente en el templo de Dios como Dios,
haciéndose parecer Dios.” (II Tes 2:4)
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Hasta hoy ha habido tiranos o líderes religiosos
que han demandado de sus seguidores adoración
sumisa, pero ninguno de los famosos de la historia
ha pretendido suplantar al Creador. Lo más que
ha habido es gente que se ha hecho pasar por sus
vicarios, o que han fingido ser uno de los muchos
dioses en que creían sus súbditos, pero jamás he
tenido conocimiento de alguien que se haya hecho
pasar por el Creador. El antiCristo lo hará.
Otra cosa que se deduce de este versículo 4 es que
en Jerusalem va a ser edificado un tercer templo.
Este templo, para darle algún nombre, se le llamará
templo de Dios, pero en realidad no es de Él, porque
Dios no ha ordenado edificarlo, como sí ordenó los
dos anteriores. En realidad será un “templo de
Dios” espurio, falso, de origen humano, sin
santificación alguna, como sí la tenían los otros dos.
En ese templo espurio, será que se asiente el Hijo de
Perdición. El inicio de su construcción será tal
vez el inicio de la generación del fin.
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>Resumen del capítulo 19. La apostasía no debe
confundirse con el antiCristo. La apostasía es una
desviación de las doctrinas correctas, que sufre la
Iglesia; mientras que el antiCristo es la oposición a
toda religión que no sea adorar al mismo antiCristo
como si fuera Dios. Este abominable personaje no
es una encarnación de Satanás, sino que está
influido por él. Satanás no encarna en cuerpo
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humano en ningún momento. El antiCristo no
dominará en todo el planeta, aunque su influencia se
sienta en todo. Sus llamados “milagros” no son
verdaderos, sino mentirosos, posiblemente trucos
científicos. El antiCristo no es una institución, sino
una persona humana, aunque puede que sea el jefe
de una institución.
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Capítulo 20
Veamos algunos pasajes que se utilizan
indebidamente como base del rapto
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>Utilizan erradamente I Tes 1:10 para
“demostrar” que el rapto existe.
Este versículo ha sido utilizado a veces por
hermanos que han hablado conmigo, para “probar”
que existe un rapto de la Iglesia anterior a la Gran
Tribulación. Ellos me han dicho que en este pasaje
existe la promesa de que Dios librará a toda la
cristiandad de las persecuciones de la Gran
Tribulación.
Aquí Pablo no está hablando de la liberación de
las aflicciones de origen humano contra la Iglesia,
durante la Gran Tribulación, sino de la liberación de
la ira divina que caerá en el Juicio Final sobre los
que despreciaron la salvación en Cristo.
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“Porque ellos cuentan de nosotros cuál
entrada tuvimos a vosotros; y cómo os
convertisteis de los ídolos a Dios, para servir
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al Dios vivo y verdadero, y esperar a su Hijo
de los Cielos, al cual resucitó de los muertos;
a Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de
venir.”
(I Tes 1:9-10)
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Aquí no se dice nada del rapto. Por el contexto
nos damos cuenta de que Pablo habla de que
gracias al sacrificio y resurrección de Cristo
hemos sido librados de la ira que ha de venir
cuando se vaya a castigar a la humanidad no
arrepentida. No existe nada en este pasaje por lo
cual debamos creer que toda la cristiandad va a ser
liberada de los sufrimientos que los seres humanos
rebeldes desatarán contra los cristianos durante el
reinado del antiCristo.
No quiero decir con esto que Dios no provea para
nosotros algún refugio o escondedero, pero son
muchos los cristianos que serán perseguidos y
asesinados durante la Gran Tribulación, o no sería
una Gran Tribulación.
Además, después de haber dicho esto que
Pablo dijo aquí, tanto él como los demás
cristianos, sufrieron terriblemente a manos del
Imperio Romano. Siglos más tarde a manos de la
Inquisición Católico Romana. Por lo tanto el apóstol
no está aquí prometiéndole a los cristianos que Dios
los va librar de cuanta tribulación pueda venir.
Cristo dijo que en el mundo tendríamos tribulación.
¿Qué tiene que ver la velocidad con el tocino?
Nada; absolutamente nada. Eso es lo mismo que
tiene que ver lo aquí dicho por Pablo con el rapto.
Aquí Pablo se está refiriendo a la salvación en
Cristo, que es la que nos libra de la ira de Dios en
el Juicio Final, no de la ira de los hombres rebeldes.
En el mundo tendremos aflicción, como dijo el
Señor. Si Pablo, al mencionar “la ira que ha de
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venir” se estuviera refiriendo a la ira del antiCristo
contra los cristianos durante la Gran Tribulación, no
tendría por qué haber mencionado el sacrificio del
Señor como la causa de esa liberación, puesto que
ese sacrificio nunca ha librado a la cristiandad de
aflicciones humanas.
Si Pablo hubiera querido mencionar la causa del
porqué se nos libra de la Gran Tribulación hubiera
mencionado la misericordia de Dios, o el hecho de
que los cristianos no se descaminaran, o cosa
parecida, como es el caso de la Iglesia de Filadelfia
en Ap 3:10, pero no el sacrificio de Cristo, que
nunca libró a nadie de las aflicciones de este
mundo.
Son muchos los pasajes donde esta expresión
“nos libró de la ira que ha de venir”, o una
equivalente, se menciona en el contexto de la
salvación eterna y de ninguna manera en relación al
rapto. ¿Por qué entonces van a forzarnos a creer que
está misma expresión, en este pasaje de
Tesalonicenses, sí se está refiriendo al imaginario
rapto que ha sido inventado por esta doctrina?
Veamos algunos pasajes que usan esta expresión,
y que de ninguna manera podemos decir que se
refieren al rapto, sino que se evidencia que se
refieren a la salvación eterna.
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“Y viendo él muchos de los fariseos y de los
saduceos, que venían a su bautismo, les
decía: Generación de víboras, ¿quién os ha
enseñado a huir de la ira que vendrá?”
(Mt 3:7)
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“Y decía a las gentes que salían para ser
bautizadas de él: ¡Oh generación de víboras!,
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¿quién os enseñó a huir de la ira que
vendrá?”
(Lc 3:7)
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“El que cree en el Hijo, tiene vida eterna;
mas el que es incrédulo al Hijo, no verá la
vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”
(Jn 3:36)
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“Mas por tu dureza, y por tu corazón no
arrepentido, atesoras para ti mismo ira para
el día de la ira y de la manifestación del
justo juicio de Dios; el cual pagará a cada
uno conforme a sus obras.”
(Ro 2:5-6)
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“Luego, mucho más ahora, justificados en
su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Porque si siendo enemigos, fuimos
reconciliado con Dios por la muerte de su
Hijo, mucho más, estando reconciliados,
seremos salvos por su vida.”
(Ro 5:9-10)
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“Porque no nos ha puesto Dios para ira,
sino para alcanzar salud por nuestro Señor
Jesucristo; el cual murió por nosotros, para
que o que velemos, o que durmamos, vivamos
juntamente con él.”
(I Tes 5:9-10)
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Como hemos visto, en estos seis pasajes se usan
expresiones iguales o equivalentes a la de I Tes 1:910; pero en todos ellos se refiere a la salvación del
alma, en Jesucristo, gracias a la cual no tendremos
que enfrentar la ira de Dios. En ningún caso
podemos decir que se refiere al rapto. ¿Por qué
entonces esta falsa doctrina le inculca a los que caen
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bajo su maléfico encanto, que en el caso de I Tes
1:9-10 sí se trata del rapto?
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>¿Para qué van a advertir de un engaño a los
que ya iban a estar con Cristo, por haber sido
raptados? ¿Quién puede engañarlos en el Cielo?
Como que en la Biblia es evidente, y no se puede
negar, que van a haber cristianos asesinados durante
la Gran Tribulación, y como que la doctrina del
rapto asegura que los cristianos son recogidos antes
de eso, no le ha quedado más remedio a esta
hipótesis que inventar un rapto para los gentiles y
otro para los judíos. Según ellos, los únicos que
quedan aquí para ser martirizados por el antiCristo,
son los judíos que se conviertan a Cristo luego del
rapto, porque ya los cristianos gentiles se fueron en
el rapto.
Si leemos este pasaje, vemos que San Pablo
dirige sus palabras a los cristianos, puesto que en
el versículo uno dice “…os rogamos hermanos…”.
Se ve además que se refiere al momento u ocasión
en que seremos recogidos para estar con Cristo, o
sea, al arrebatamiento. También vemos que los
cristianos a quienes Pablo se dirige son gentiles.
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“1 Empero os rogamos, hermanos, cuanto a
la venida de nuestro Señor Jesucristo, y
nuestro recogimiento a él, 2 que no os mováis
fácilmente de vuestro sentimiento, ni os
conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni
por carta como nuestra, como que el día del
Señor esté cerca. 3 No os engañe nadie en
ninguna manera; porque no vendrá sin que
venga antes la apostasía, y se manifieste el
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Hombre de Pecado, el Hijo de Perdición, 4
oponiéndose, y levantándose contra todo lo
que se llama Dios, o que se adora; tanto que
se asiente en el templo de Dios como Dios,
haciéndose parecer Dios”
(II Tes 2:1-4)
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Refiriéndose a esos hermanos de la Iglesia de
Cristo, la Iglesia de los Apóstoles, una iglesia
gentil, y a ese momento de la recogida de los
cristianos, Pablo dice que Cristo no vendrá antes de
que se manifieste el Hijo de Perdición, oponiéndose
y levantándose contra todo lo que se llame Dios o se
adore, y sentándose en el templo de Dios como si
fuera Dios.
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Este pasaje nos dice claramente tres cosas:
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1) El recogimiento a Cristo de esos hermanos
gentiles pertenecientes a la Iglesia de Cristo, como
eran los tesalonicenses, es posterior a la
manifestación del Hijo de Perdición, o sea
posterior a la Gran Tribulación.
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2) Pablo le está haciendo esta advertencia a
cristianos gentiles, puesto que los tesalonicenses
eran griegos y pertenecían a lo que se llama la
Iglesia de Cristo, la Iglesia de los Apóstoles.
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3) Pablo le advierte a estos cristianos que no se
dejen engañar respecto al orden en que van a
ocurrir estos acontecimientos, a fin de que no
esperen una inminencia de la Segunda Venida, ni
la esperen antes del antiCristo.
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Del número 3 se coligen dos cosas:
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a) Pablo esperaba que alguien tratara de engañar a
los cristianos de las iglesias de la época del fin,
haciéndoles ver que el recogimiento o arrebatamiento era previo a la manifestación del Hijo de
Perdición, y…
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b) Desde el momento que Pablo le pide a los
cristianos tesalonicenses que no se dejen engañar,
es porque en ese futuro los cristianos gentiles, los
cristianos de lo que hoy llamamos la Iglesia
Apostólica, estarían en la Tierra aún, pues si
estuvieran en el Cielo nadie podría engañarlos
allí.
Eso significa que no hay tal cosa como un rapto
de la Iglesia, previo a la Gran Tribulación. Los
tesalonicenses, que pertenecían sin discusión a lo
que hoy llamamos “Iglesia”, eran advertidos por
Pablo para que no se dejaran engañar haciéndoles
ver que la Iglesia iba a ser raptada antes de la Gran
Tribulación.
Efectivamente, la advertencia Pablo se la hace a
los gentiles, porque él esperaba que hubiera
cristianos gentiles en la Tierra en el momento en
que ocurriera esa confusión sobre si Cristo viene
antes o después del antiCristo. Esa advertencia se la
hace a los “hermanos”, como dice el versículo uno.
Por lo tanto, él esperaba que los hermanos gentiles,
de lo que hoy llamamos Iglesia, iban a estar en la
Tierra durante la manifestación del Hijo de
Perdición.
Sería ilógico que Pablo les diera una señal y les
hiciera una advertencia, que él sabía que nunca iban
a verla ni a necesitarla, por hallarse en el Cielo por
haber sido raptados previamente.
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Esto desmiente en forma absoluta y radical la
absurda hipótesis del rapto, que asegura que éste
ocurrirá secreta y subrepticiamente, sin ningunas
señales previas, y que en ese momento se llevarán a
los cristianos.
Además, está bien claro que Pablo le llama la
“Venida de Nuestro Señor Jesucristo”, a aquella
en la que los cristianos gentiles son arrebatados,
y refiriéndose a ambos eventos juntos, dice que no
sucederán hasta que venga el antiCristo. Es decir
que ni la Segunda Venida ni el arrebatamiento
van a ocurrir antes de la manifestación del
antiCristo.
Es lógico pensar que San Pablo conocía lo que
dice el siguiente versículo de San Marcos, o sea,
que el Segundo Templo, al que ellos asistían, iba a
ser destruido.
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“Y Jesús respondiendo, le dijo: ¿Ves estos
grandes edificios? No quedará piedra sobre
piedra que no sea derribada.”
(Mr 13:2)
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Por lo tanto, cuando Pablo escribió lo dicho en II
Tes 2:4, sabía que no sería en aquel Segundo
Templo al que ellos asistían, donde se asentaría el
Hijo de Perdición. De aquí se deduce que un tercer
templo ha de ser edificado en Jerusalem; y que
será en ese tercer templo en el que se asiente el
antiCristo.
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“Oponiéndose, y levantándose contra todo lo
que se llama Dios, o que se adora; tanto que
se asiente en el templo de Dios como Dios,
haciéndose parecer Dios.” (II Tes 2:4)
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>La “esperanza bienaventurada” y la
“manifestación gloriosa”.
Esta enrevesada hipótesis dogmatiza que porque
en Tito 2:13 se habla de la “esperanza bienaventurada” y de la “manifestación gloriosa“ eso
tiene que significar que habla del rapto (esperanza
bienaventurada) y de la Segunda Venida
(manifestación gloriosa). No hay ningún otro pasaje
en la Escritura en el cual se pueda alguien basar
para demostrar que “esperanza bienaventurada”
significa rapto. Es sólo en este versículo donde se le
quiere imponer ese significado a semejante frase.
“Esperanza bienaventurada” es la esperanza de la
salvación, la esperanza de estar con Cristo, y
cualquier otra esperanza. No tiene que ser
necesariamente el rapto. No obstante, la hipótesis
del rapto no sólo asegura categóricamente que la
frase “esperanza bienaventurada“ significa el rapto,
sino que yendo más allá de la lógica, sostiene
dogmáticamente, que si en un pasaje en el que se
hable del regreso de Cristo, no se usa la frase
“manifestación gloriosa”, ese pasaje no se refiere a
la Segunda Venida, sino al rapto. Así es como esta
doctrina fabrica sus “pruebas”.
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“11 Porque la gracia de Dios que trae
salvación a todos los hombres, se manifestó. 12
Enseñándonos que, renunciando a la
impiedad y a los deseos mundanos, vivamos
en este siglo templada, y justa, y píamente, 13
esperando aquella esperanza bienaventurada,
y la manifestación gloriosa del gran Dios y
Salvador nuestro Jesucristo. 14 Que se dio a sí
mismo por nosotros para redimirnos de toda
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iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio,
celoso de buenas obras.”
(Tito 2:11-14)
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Los cristianos, aunque estuvieran siendo
perseguidos y aún asesinados como el caso de
Esteban, tenían la esperanza bienaventurada de
ir con el Señor. Este mártir, dirigiéndose a Cristo
dijo: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Era
evidentemente una esperanza bienaventurada la que
Esteban tenía, no era necesario para él esperar al
rapto.
Es ilógico que porque en este pasaje, la frase
“manifestación gloriosa“ se refiera a la Segunda
Venida, ya por eso, ningún lugar de la Escritura
donde se hable del regreso de Cristo, pero no se use
la frase “manifestación gloriosa”, se “deduzca” que
no se está hablando de la Segunda Venida, sino del
rapto.
El único lugar en toda la Biblia donde se usa esta
frase es en Tito 2:13, así que decir semejante
desacierto es dogmatizar que en todos los lugares se
habla del rapto y nunca de la Segunda Venida.
¡Ilógico!
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>En ningún lugar de la Escritura se habla del
rapto, sino del arrebatamiento
Una vez le dije a uno de mis amigos que la Biblia
no hablaba del rapto, a lo que él me respondió que
sí. Le indiqué que me dijera un solo versículo que
mostrara que íbamos a ser raptados, y me mostró
Ap 4:1-2. Veamos.
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“1 Después de estas cosas miré, y he aquí una
puerta abierta en el Cielo; y la primera voz
que oí, era como de trompeta que hablaba
conmigo, diciendo: Sube acá, y yo te
mostraré las cosas que han de ser después de
éstas. 2 Y luego yo fui en Espíritu, y he aquí,
un trono que estaba puesto en el Cielo, y
sobre el trono estaba uno sentado.”
(Ap 4:1-2)
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Después que leí el pasaje que él me enseñaba se
me volvió a salir la exclamación aquella de “¿qué
tiene que ver la velocidad con el tocino?”. Nada; la
velocidad y el tocino no tienen nada que ver una
con la otra. En este caso ¿qué tiene que ver el que
Juan haya sido llamado al Cielo, con que exista un
rapto antes de la Gran Tribulación? En esta visión
no se habla absolutamente nada del rapto. Cuando
se habla de la Segunda Venida, sin embargo, todo
se dice muy claramente.
De entrada, a Juan no lo “raptaron”, le dijeron
que subiera. Lo llamaron para mostrarle otras
revelaciones, no para que tuviera parte en las Bodas
del Cordero, que es según esta doctrina, lo que van
a ir a disfrutar los raptados. Además, Juan fue en
espíritu, no en carne.
No solamente no hay conexión alguna entre este
pasaje y el rapto, sino que además se constata que
Juan no fue raptado ni disfrutó allí lo que
disfrutarían los supuestos los raptados.
Además, si porque Juan fue llamado al Cielo, eso
significaría que el rapto existe, entonces el que fue
arrebatado al Tercer Cielo, también significaría que
ese hombre participó del rapto en aquella época, y
lo mismo tendríamos que pensar sobre Henoch y
Elías.
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No habiendo un solo pasaje que hable del rapto,
esta doctrina tiene que estar echando mano a
cualquier cosa para “demostrar” que el rapto existe.
¿Cómo es posible que si Cristo está en el Cielo,
abriendo el sexto (6:12) y el séptimo sellos (8:1),
esta doctrina asegure que antes de la Gran
Tribulación, que comienza con el primer sello, ya
los cristianos fuimos raptados?
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>Otra “prueba” supuestamente “contundente”
de que el rapto existe, es que Juan no pudo
reconocer los de la multitud de mártires
Habiendo querido demostrar a un amigo que los
gentiles sí formaban parte de la Iglesia que es
martirizada durante la Gran Tribulación, al igual
que los judíos, le presenté el pasaje de Ap 7:9-14,
del que ya hablamos en el capítulo 10 de este libro.
Para asombro mío me dijo que esos martirizados
eran judíos y no podían formar parte de la
Iglesia, y la “prueba” era que en el versículo 14,
Juan no los reconocía; si hubieran sido de la Iglesia,
decía mi amigo, Juan los hubiera reconocido.
Si alegan que Juan no los reconocía porque no
eran de la Iglesia, igualmente cualquiera puede
alegar que Juan, que era judío, no los reconocía
porque no eran judíos. Además, estos hermanos
habían sido martirizados 2000 años después de la
gente que había conocido Juan, tanto de la Iglesia
como judíos. No tenía un porqué reconocerlos. Es
ridículo usar ese tipo de argumentos. Se ve que esta
doctrina no los tiene mejores.
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“9 Después de estas cosas miré, y he aquí una
gran compañía, la cual ninguno podía contar,
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de todas gentes y linajes y pueblos y lenguas,
que estaban delante del trono y en la
presencia del Cordero, vestidos de ropas
blancas, y palmas en sus manos; 10 y
clamaban en alta voz, diciendo: Salvación a
nuestro Dios que está sentado sobre el trono,
y al Cordero. 11 Y todos los ángeles estaban
alrededor del trono, y de los ancianos y los
cuatro animales; y se postraron sobre sus
rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
12 Diciendo: Amén: La bendición y la gloria y
la sabiduría, y la acción de gracias y la honra
y la potencia y la fortaleza, sean a nuestro
Dios para siempre jamás. Amén. 13 Y
respondió uno de los ancianos, diciéndome:
Estos que están vestidos de ropas blancas,
¿quiénes son, y de dónde han venido? 14 Y yo
le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos
son los que han venido de grande tribulación,
y han lavado sus ropas, y las han blanqueado
en la sangre del Cordero.”
(Ap 7:9-14)
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>Algunos alegan que porque en la Segunda
Venida, Cristo trae a los que durmieron, eso
significa que hubo un rapto anterior
De los hermanos que creen en la existencia de un
supuesto “rapto” antes de la Segunda Venida, ha
habido algunos que me han alegado que dado que el
Señor, en su Segunda Venida, trae consigo a los que
durmieron, eso significa que fueron raptados
anteriormente. No es cierto, eso lo que significa es
que durmieron anteriormente, es decir, que
murieron antes de la Segunda Venida. Las almas
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de estos hermanos que murieron son las que
vienen con Jesucristo, a recuperar sus cuerpos,
en su Segunda Venida.
Alegan también que dado que cuando ocurra la
Segunda Venida es cuando el Señor establece su
Reino, eso significa que él está regresando con seres
humanos ya resucitados previamente durante el
supuesto rapto. Tampoco es cierta esa manera de
presentar el Reino Milenial.
Es cierto que luego de su Segunda Venida el
Señor establecerá su Reino Milenial, pero eso no
quiere decir que lo va a establecer 15 segundos
después de la Segunda Venida. Hay que recordar
que luego de la Séptima Trompeta, que es
cuando ocurre la Segunda Venida, se derraman
las siete copas de la ira de Dios sobre el mundo, y
por lo tanto, el Reino Milenial aún no se ha
establecido. Hay que esperar, por lo menos, hasta
que se derramen las siete copas, lo cual toma
tiempo, según podemos constatar si leemos el
capítulo 16 del Apocalipsis.
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>Resumen del capítulo 20. Tratar de hacernos
ver que la frase “la ira que ha de venir” o “la ira de
Dios” que aparece en I Tes 1:10 se refiere a la Gran
Tribulación es retorcer la Biblia para adaptarla a la
hipótesis del rapto, porque en ningún otro lugar se
usa con ese significado. Si Pablo hubiera creído que
iban a raptar a la Iglesia antes de la Gran
Tribulación, no se hubiera molestado en advertir a
la Iglesia de Tesalónica que no se dejaran engañar.
Si ellos ya estaban en el Cielo, ¿quién los iba a
engañar en el Cielo? ¿Para qué advertirles que el
antiCristo vendría primero, si ellos iban a ser
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raptados antes? La esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa son dos frases referentes a la
Segunda Venida, no hay que atribuirla una al rapto
y la otra la Segunda Venida. Juan no fue “raptado”
en el Apocalipsis, a él se le dijo “sube acá”. Se le
llamó para mostrarle otras revelaciones, no para
tener parte en las Bodas del Cordero, que según esta
doctrina es lo que van a disfrutar los rapados. En
cuanto a por qué Juan no reconoció a la multitud
que se le mostraba, es lógico darnos cuenta de que
esos muertos habían sido asesinados veinte siglos
después de la época de esa visión, Juan no tenía por
qué reconocerlos, lo mismo si eran judíos que si
eran gentiles. El hecho de que los creyentes vengan
con el Señor en su Segunda Venida, no significa
que ya hubo un rapto, los que vienen son las almas
de todos los fieles de todos los tiempos.
Recordemos que en ningún lugar de la Biblia se
habla del rapto, hay que suponerlo, torciéndolo
todo.
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Capítulo 21
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Conclusión
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>¿Son válidas las bases que alega esta doctrina
del rapto?
Ustedes han visto cuáles son las bases en las que
la doctrina del rapto fundamenta su creencia, y las
cuales utiliza para “probar” que el rapto existe. Sin
embargo, ninguna de esas bases respalda dicha
doctrina. Ya las enumeré en el capítulo 4, pero
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vamos a repasarlas y ver si alguna sirvió para
respaldarla. Estas son falsedades presentadas por la
hipótesis del rapto.
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1-¿Dónde están los pasajes en los que, hablando del
regreso del Señor, se enseña el rapto? Ninguno.
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2-Esta doctrina sostiene que para que Dios pueda
proteger del antiCristo y de la Gran Tribulación, a la
Iglesia, se la tiene que llevar del planeta. Ya
demostramos que eso es falso.
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3-El rapto dice que Dios y Cristo no van a permitir
que los cristianos sufran durante la Gran
Tribulación, por lo cual, la Iglesia tiene que ser
sacada del planeta. Siempre han ocurrido
tribulaciones y siempre Dios ha protegido a la
Iglesia sin sacarla del planeta.
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4-Dice el rapto que durante los siete años que según
esa doctrina dura la Gran Tribulación, se celebran
en el Cielo, las Bodas del Cordero. Falso, grotesco,
cruel, elitista.
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5-Asegura esta doctrina que si le quitamos a los
hermanos la creencia en la “inminencia“ del rapto,
los cristianos no van a tratar de santificarse.
Engañarlos es satánico, no los ayuda a
santificarse.
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6-Esta doctrina confunde al decir que la palabra
“Iglesia“ no aparece en el Apocalipsis desde el
capítulo 4 al 21. Sí aparece con palabras
equivalentes, pero no lo quiere admitir.
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7- Esta doctrina asegura que los judíos y los gentiles
forman dos iglesias diferentes. Pablo enseña lo
contrario.
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8-El Rapto dice que el Espíritu Santo será retirado
del planeta. Y entonces, ¿quien convierte y guía a
los que quedan?
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9-La doctrina del rapto contempla tres venidas de
Cristo a la Tierra. La Biblia sólo habla de dos.
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10-El rapto estira la primera resurrección y la
transformación de los cristianos vivientes, durante
los siete años de la Gran Tribulación. Ambas
ocurren en un abrir de ojo.
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11-El rapto niega que la trompeta a la que se refiere
Pablo en I Co 15:52, sea la séptima trompeta del
Apocalipsis. No puede mostrar el nuevo grupo de
trompetas.
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12-Esta doctrina alega que la Gran Tribulación y las
plagas de las Siete Copas Postreras son la misma
cosa. Falso, son diferentes.
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13-Esta hipótesis dogmatiza que el rapto viene antes
del antiCristo. Pablo dice claramente lo contrario.
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14-Dice esta doctrina que después del rapto será que
podremos estar en la Casa del Padre. Desde que
morimos vamos allá.
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15-En relación al antiCristo hay varios errores que
se han generalizado. Cierto, ya los mostré.
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16-Los pasajes que esta doctrina utiliza como base
de esa creencia no la respaldan.
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>¿Vale la pena cargar con la sangre de los
hermanos por no reconocer un error?
Si hemos repasado las 16 bases en las que la
herética doctrina del rapto basa su existencia, y
ninguna de ellas queda incólume ¿por qué vamos a
seguir creyendo en semejante doctrina? Peor aún,
¿por qué vamos a cargar con la muy grave
responsabilidad de enseñar a otros una falsa
doctrina que puede adormecerlos, y hacerlos
víctimas del antiCristo? ¿Vamos mantener una tan
absurda doctrina, que es tan contraria al espíritu y la
letra de la Escritura, sólo por no reconocer nuestro
error?
Si algún hermano considera que soy yo el que
estoy equivocado, demuéstreme dónde cometí el
error en la cadena de razonamientos, o de qué falsa
premisa partí para errar. Si no puede mostrar
errores, no siga enseñando esta trágica doctrina de
“el rapto anterior a la Gran Tribulación“, porque es
falsa, y puede provocar dolores y muertes
innecesarias. Si aún así usted quiere ilusionarse y
enseñar a otros esas ilusiones, allá usted. Yo quedo
limpio de la sangre y el dolor que por culpa de esta
criminal doctrina, se le cause a los hermanos. Esa
sangre se cargará sobre las cabezas de los que la
siguen enseñando, por no dar su brazo a torcer y
decir que se equivocaron.
>Resumen del capítulo 21. Recordemos que de
toda palabra ociosa que hablemos en la Tierra
tenemos que dar cuenta en el Cielo, delante de Dios
(Mt 12:36). Cuanto más si por esas palabras somos
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culpables de la sangre de los hermanos, que
esperando el rapto, se dejaron agarrar en vez de huir
a tiempo. Delante de Dios nadie podrá fingir que
tenía buenos motivos para seguir enseñando lo que
era falso.
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Anexo “A”
>He aquí otros 31 pasajes que mencionan la
palabra “santos” refiriéndose a los miembros de
la Iglesia de Cristo
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“Y aconteció que Pedro, andándolos a todos,
vino también a los santos que habitaban en
Lydda.”
(Hch 9:32)
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“Y él le dio la mano, y la levantó entonces,
llamando a los santos y las viudas, la
presentó viva.”
(Hch 9:41)
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“Mas el que escudriña los corazones, sabe
cuál es el intento del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios, demanda por
los santos.”
(Ro 8:27)
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“Mas ahora parto para Jerusalem a
ministrar a los santos. Porque Macedonia y
Acaya tuvieron por bien hacer una colecta
para los pobres de los santos que están en
Jerusalem.”
(Ro 15:25-26)
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“Que sea librado de los rebeldes que están
en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a
los santos en Jerusalem sea acepta.”
(Ro 15:31)
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“Que la recibáis en el Señor, como es digno
a los santos, y que la ayudéis en cualquiera
cosa en que os hubiere menester, porque ella
ha ayudado a muchos, y a mí mismo.”
(Ro 16:2)
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“Saludad a Filólogo y a Julia, a Nereo y a
su hermana, y a Olimpas, y a todos los santos
que están con ellos.”
(Ro 16:15)
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“¿Osa alguno de vosotros, teniendo algo con
otro, ir a juicio delante de los injustos, y no
delante de los santos? ¿O no sabéis que los
santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo
ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois
indignos de juzgar cosas muy pequeñas?”
(I Co 6:1-2)
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“Porque Dios no es Dios de disensión, sino
de paz; como en todas las iglesias de los
santos.”
(I Co 14:33)
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“Cuanto a la colecta para los santos, haced
vosotros también de la manera que ordené en
las iglesias de Galacia.” (I Co 16:1)
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“Y os ruego, hermanos, ya sabéis que la casa
de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que
se han dedicado al ministerio de los santos.”
(I Co 16:15)
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“Pidiéndonos con muchos ruegos, que
aceptásemos la gracia y la comunicación del
servicio para los santos.” (II Co 8:4)
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“Porque cuanto a la suministración para los
santos, por demás me es escribiros.”
(II Co 9:1)
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“Porque la suministración de este servicio,
no solamente suple lo que a los santos falta,
sino también abunda en muchos hacimientos
de gracias a Dios.”
(II Co 9:12)
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“Saludaos los unos a los otros con ósculo
santo. Todos los santos os saludan.”
(II Co 13:12)
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“Por lo cual también yo, habiendo oído de
vuestra fe en el Señor Jesús, y amor para con
todos los santos,”
(Ef 1:15)
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“Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza
de su vocación, y cuáles las riquezas de la
gloria de su herencia en los santos.”
(Ef 1:18)
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“A mí, que soy menos que el más pequeño
de todos los santos, es dada esta gracia de
anunciar entre los gentiles el evangelio de las
inescrutables riquezas de Cristo.”
(Ef 3:8)
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“Podáis bien comprender con todos los
santos cuál sea la anchura y la longura y la
profundidad y la altura.” (Ef 3:18)
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“Pero fornicación y toda inmundicia, o
avaricia, ni aun se nombre entre vosotros,
como conviene a santos.”
(Ef 5: 3)
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“Orando en todo tiempo con toda
deprecación y súplica en el Espíritu, y
velando en ello con toda instancia y
suplicación por todos los santos.”
(Ef 6:18)
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“Saludad a todos los santos en Cristo Jesús.
Los hermanos que están conmigo os saludan.
Todos los santos os saludan, y mayormente
los que son de casa de César.”
(Fil 4:21-22)
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“Habiendo oído vuestra fe en Cristo Jesús, y
el amor que tenéis a todos los santos“
(Col 1:4)
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“Dando gracias al Padre que nos hizo aptos
para participar de la suerte de los santos en
luz.”
(Col 1:12)
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“A saber, el misterio que había estado oculto
desde los siglos y edades, mas ahora ha sido
manifestado a sus santos.”
(Col 1:26)
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“Que tenga testimonio en buenas obras; si
crió hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si
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ha lavado los pies de los santos; si ha
socorrido a los afligidos; si ha seguido toda
buena obra.”
(I Tim 5:10)
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“Oyendo tu caridad, y la fe que tienes en el
Señor Jesús, y para con todos los santos.”
(Flm 1:5)
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“Porque tenemos gran gozo y consolación de
tu caridad, de que por ti, oh hermano, han
sido recreadas las entrañas de los santos.”
(Flm 1:7)
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“Por tanto, hermanos santos, participantes
de la vocación celestial, considerad al
Apóstol y Pontífice de nuestra profesión,
Cristo Jesús.”
(Heb 3:1)
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“Porque Dios no es injusto para olvidar
vuestra obra y el trabajo de amor que habéis
mostrado a su nombre, habiendo asistido y
asistiendo aún a los santos.”
(Heb 6:10)
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“Amados, por la gran solicitud que tenía de
escribiros de la común salud, me ha sido
necesario escribiros amonestándoos que
contendáis eficazmente por la fe que ha sido
una vez dada a los santos.”
(Jd 1:3)
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***
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Anexo “B”
La doctrina del rapto asegura que los judíos
convertidos al cristianismo no pertenecen a la
Iglesia, pero los gentiles sí
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>Durante la quinta trompeta hay cristianos en la
Tierra, por lo tanto, el rapto es falso
En Apocalipsis 9, en el versículo uno, vemos que
se toca la quinta trompeta. En los versículos 2 al 6
se ve que es el tiempo de la Gran Tribulación. En el
versículo 4 se ve que durante ese tiempo de la Gran
Tribulación aún hay siervos de Dios en la Tierra,
porque dice que las langostas le van a hacer daño a
los que no tienen la señal de Dios en sus frentes. De
ahí se deduce que hay otros que sí tienen la señal de
Dios en sus frentes. Por lo tanto, el “rapto secreto”
aún no ha ocurrido, por cuanto hay cristianos en la
Tierra.
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“1 Y el quinto ángel tocó la trompeta, y vi
una estrella que cayó del cielo en la Tierra; y
le fue dada la llave del pozo del abismo. 2 Y
abrió el pozo del abismo, y subió humo del
pozo como el humo de un gran horno; y se
oscureció el sol y el aire por el humo del
pozo. 3 Y del humo salieron langostas sobre la
tierra; y les fue dada potestad, como tienen
potestad los escorpiones de la tierra. 4 Y les
fue mandado que no hiciesen daño a la hierba
de la tierra, ni a ninguna cosa verde, ni a
ningún árbol, sino solamente a los hombres
que no tienen la señal de Dios en sus frentes.
5 Y le fue dado que no los matasen, sino que
los atormentasen cinco meses; y su tormento
era como tormento de escorpión, cuando
hiere al hombre. 6 Y en aquellos días
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buscarán los hombres la muerte, y no la
hallarán; y desearán morir, y la muerte huirá
de ellos.”
(Ap 9:1-6)
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Según esta errada hipótesis, se supone que el
rapto es anterior a la Gran Tribulación. Si a pesar de
estar en medio de la Gran Tribulación el “rapto
secreto” no ha ocurrido, es porque en realidad ese
rapto no existe.
No obstante, esta falsa doctrina alega que esos
siervos de Dios que se hallan en la Tierra
durante la Gran Tribulación, y que son
martirizados, son solamente judíos, porque los
cristianos gentiles fueron los raptados.
Esta doctrina no puede mostrar un solo pasaje
que diga que los mártires de la Gran Tribulación
son solamente judíos; pero yo si puedo demostrar
que entre esos mártires hay innumerables cristianos
gentiles; y si hay cristianos gentiles, es porque éstos
no fueron “raptados”. Para demostrar lo que digo,
leamos la siguiente sección titulada “Hay multitud
de mártires gentiles durante la Gran Tribulación.”
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>Hay multitud de mártires gentiles durante la
Gran Tribulación, por lo tanto, no hay rapto de
la inexistente “Iglesia Gentil”
Algunos de los hermanos que han hablado
conmigo defendiendo el tema del rapto, me han
dicho que la Iglesia de Cristo solamente está
compuesta por los que se convirtieron antes del
rapto, y que por eso puede calificarse como la
Iglesia de los Gentiles. Según estos hermanos esa es
la Iglesia que será raptada antes de la Gran
Tribulación, por lo cual, según ellos, Dios cesará de
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trabajar con los gentiles, y se dedicará a trabajar con
los judíos solamente.
Así las cosas, durante la Gran Tribulación, según
esta doctrina, los únicos que se convertirían
serían judíos, y los únicos mártires serían judíos,
pues ya no habrá más conversiones entre los
gentiles. No sólo esta doctrina no puede mostrar un
solo versículo para probar lo que afirma, sino que sí
se les puede probar lo contrario.
Nada de esto que afirma es cierto; durante la
Gran Tribulación hay tanto cristianos judíos
como cristianos gentiles, porque no hubo tal
“rapto secreto” de la supuesta Iglesia Gentil. El
siguiente pasaje desmiente esa herética doctrina del
rapto de la Iglesia Gentil.
Por la manera que habla uno de los 24
ancianos al referirse a la gran compañía de los
que están vestidos de blanco y con palmas (14), se
da uno cuenta de que aquella gente eran gentiles
que habían venido de la Gran Tribulación,
durante la cual habían sido asesinados.
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“7:9 Después de estas cosas miré, y he aquí
una gran compañía, la cual ninguno podía
contar, de todas gentes y linajes y pueblos
y lenguas, que estaban delante del Trono y en
la presencia del Cordero, vestidos de ropas
blancas, y palmas en sus manos. 10 Y
clamaban en alta voz, diciendo: Salvación a
nuestro Dios que está sentado sobre el Trono,
y al Cordero. 11 Y todos los ángeles estaban
alrededor del Trono, y de los ancianos y los
cuatro animales; y se postraron sobre sus
rostros delante del Trono, y adoraron a Dios,
12 diciendo: Amén: La bendición y la gloria y
la sabiduría, y la acción de gracias y la honra
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y la potencia y la fortaleza, sean a nuestro
Dios para siempre jamás. Amén. 13 Y
respondió uno de los ancianos, diciéndome:
Estos que están vestidos de ropas blancas,
¿quiénes son, y de dónde han venido? 14 Y
yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo:
Estos son los que han venido de grande
tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
blanqueado en la sangre del Cordero.”
(Ap 7:9-14)
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El hecho de que uno de los ancianos diga “Estos
son los que han venido de grande tribulación...”
nos demuestra claramente que se está refiriendo a lo
que llamamos la “Gran Tribulación”. Dado que de
la Gran Tribulación vinieron los aquí vestidos de
ropas blancas, es innegable que en la Gran
Tribulación fueron asesinados, cristianos de
todas las gentes, linajes, pueblos y lenguas, como
dice el versículo 9, y no solamente cristianos de
Israel. O sea, el Cielo estaba lleno de cristianos
gentiles asesinados durante la Gran Tribulación. Por
lo tanto, Dios sí seguía trabajando con los gentiles,
éstos se seguían convirtiendo a Cristo, al igual que
los judíos, lo cual nos indica que no había habido
ningún rapto de la mal llamada Iglesia Gentil. Se
evidencia así que la hipótesis del rapto está
errada también en eso.
No obstante, hay obstinados quienes alegan que
las palabras “gentes, linajes, pueblos y lenguas” no
significan que sean gentiles, sino que se refieren a
los judíos de todas parte del mundo. Eso es falso.
Por lógica, la frase “todas las gentes”, no puede
referirse solamente a los judíos; sobre todo la frase
“todos los linajes”, dado que ésta significa familias,
razas, ascendencias, no puede referirse solamente a
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los judíos, pues ellos son un solo linaje, una misma
familia; y “todos los pueblos”, no puede referirse
solamente a los judíos.
Para demostrarlo basta leer los catorce otros
pasajes donde se usan esas mismas palabras para
denotar razas, pueblos y gentes que no son
judíos. Veamos.
En el libro del profeta Daniel 3:4-7, 29; 4:1;
5:19; 6:25 y 7:14, se usa la frase “pueblos,
naciones y lenguas” para denotar todas las razas y
pueblos de esos reinos, y no para hablar de los
judíos.
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“4 Y el pregonero pregonaba en alta voz: Se
manda a vosotros, oh pueblos, naciones, y
lenguas, 5 en oyendo el son de la bocina, del
pífano, del tamboril, del arpa, del salterio, de
la zampoña, y de todo instrumento músico, os
postraréis y adoraréis la estatua de oro que el
rey Nabucodonosor ha levantado. 6 Y
cualquiera que no se postrare y adorare, en
la misma hora será echado dentro de un
horno de fuego ardiendo. 7 Por lo cual, en
oyendo todos los pueblos el son de la bocina,
del pífano, del tamboril, del arpa, del salterio,
de la zampoña, y de todo instrumento músico,
todos los pueblos, naciones, y lenguas, se
postraron, y adoraron la estatua de oro que el
rey Nabucodonosor había levantado.”
(Dn 3:4-7)
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“Por mí pues se pone decreto, que todo
pueblo, nación, o lengua, que dijere
blasfemia contra el Dios de Sadrach, Mesach,
y Abednego, sea descuartizado, y su casa sea
puesta por muladar; por cuanto no hay dios
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que pueda librar como éste”
(Dn 3:29)
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“Nabucodonosor rey, a todos los pueblos,
naciones, y lenguas, que moran en toda la
tierra: Paz os sea multiplicada.”
(Dn 4:1)
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“Y por la grandeza que le dio, todos los
pueblos, naciones, y lenguas, temblaban y
temían delante de él. Los que él quería
mataba, y daba vida a los que quería,
engrandecía a los que quería, y a los que
quería humillaba.”
(Dn 5:19)
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“Entonces el rey Darío escribió a todos los
pueblos, naciones, y lenguas, que habitan en
toda la tierra: Paz os sea multiplicada”
(Dn 6:25)
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“Y le fue dado señorío, y gloria, y reino; y
todos los pueblos, naciones y lenguas le
sirvieron; su señorío, señorío eterno, que no
será transitorio, y su reino que no se
corromperá.”
(Dn 7:14)
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En los anteriores pasajes vemos que esas
palabras se referían a todas las razas y naciones
que habitaban los imperios de Nabucodonosor y de
Darío. No podían referirse estas palabras solamente
a los judíos. Incluso en Dn 7:14 vimos que
hablando proféticamente del reino de Cristo,
decía que todos los pueblos, naciones y lenguas le
sirvieron. Es evidente hasta la saciedad que esa
frase se refiere a todas las razas y naciones del
mundo, y no solamente a los judíos. Daniel y
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Apocalipsis son dos libros muy parecidos. Si en el
libro de Daniel se usa la frase “pueblos, naciones y
lenguas” significando con ella todas las razas y
nacionalidades, no hay una razón lógica para que en
el Apocalipsis la tomemos como referente a
solamente los judíos.
En el libro del profeta Zacarías tenemos un
ejemplo parecido. En ese versículo además de usar
la frase “de todas las lenguas” vemos que se hace
plena y clara diferencia entre judíos y gentiles,
porque dice que diez hombres de todas las lenguas
trabarán de la falda de un judío, así que “todas las
lenguas” se refiere a gente no judía.
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“Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En
aquellos días acontecerá que diez hombres de
todas las lenguas de las gentes, trabarán de
la falda de un judío, diciendo: Iremos con
vosotros, porque hemos oído que Dios está
con vosotros.”
(Zc 8:23)
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También en el Apocalipsis hay siete buenos
ejemplos para demostrar que la frase en cuestión se
refiere a los gentiles, y de ninguna manera a los
judíos. Tengamos en cuenta que siendo estos
ejemplos del mismo libro de Apocalipsis, no sería
lógico ni honesto suponer que en siete pasajes del
libro una frase signifique “gentiles”, y luego, en un
solo pasaje del mismo libro, la misma frase,
signifique “judíos”. En Ap 1:7 vemos que la frase
“todos los linajes” se refiere, necesariamente, a
todas las razas y nacionalidades.
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“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo
le verá, y los que le traspasaron, y todos los
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linajes de la Tierra se lamentarán sobre él.
Así sea. Amén.”
(Ap 1:7)
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En Ap 5:9 vemos que la frase “linaje y lengua, y
pueblo y nación” se refiere a todo ser humano, no a
los judíos solamente, por cuanto habla de a quiénes
redimió Jesucristo. Es obvio que dicha frase no se
está refiriendo a los judíos solamente.
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“Y cantaban un nuevo cántico, diciendo:
Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus
sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has
redimido para Dios con tu sangre, de todo
linaje y lengua y pueblo y nación”
( Ap 5:9)
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Otro tanto podemos colegir de Ap 10:11, donde al
notificarle a Juan que otra vez tiene que profetizar
al mundo entero usa la frase “pueblos, gentes y
lenguas”. No solamente por el contexto nos damos
cuenta de que se refiere a los gentiles, sino que al
mencionar la palabra “reyes“, en plural, nos hace
ver que no puede estarse refiriendo a solamente la
nación Israel, por cuanto la mención de varios reyes
implica varias naciones.
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“Y él me dice: Necesario es que otra vez
profetices a muchos pueblos y gentes y
lenguas y reyes”
(Ap 10:11)
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Lo mismo se deduce de Ap 11:9, donde hablando
de que el mundo entero se gozará viendo los
cadáveres de los dos testigos, utiliza de nuevo las
palabras “linajes“, “pueblos“ y “lenguas”.
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“Y los de los linajes, y de los pueblos, y de
las lenguas, y de los gentiles, verán los
cuerpos de ellos por tres días y medio, y no
permitirán que sus cuerpos sean puestos en
sepulcros.”
(Ap 11:9)
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En Ap 13:7 hablando del poder que tendrá la
Primera Bestia, usa las palabras “tribu”, “pueblo”,
“lengua” y “gente”. Lo mismo ocurre cuando en
Ap 14:6 hablando de que el evangelio será
predicado al mundo entero, como está profetizado,
allí usa de nuevo la frase “nación, tribu, lengua y
pueblo”. También podemos ver en Ap 17:15 que
refiriéndose a aquellos pueblos y razas sobre los que
se asienta la Ramera, menciona las palabras en
cuestión. Veamos.
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“Y le fue dado hacer guerra contra los
santos, y vencerlos. También le fue dada
potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y
gente.”
(Ap 13:7)
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“Y vi otro ángel volar por en medio del cielo,
que tenía el evangelio eterno para predicarlo
a los que moran en la Tierra, y a toda nación
y tribu y lengua y pueblo”
(Ap 14:6)
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“Y él me dice: Las aguas que has visto,
donde la Ramera se sienta, son pueblos y
muchedumbres y naciones y lenguas”
(Ap 17:15)
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En estos 14 pasajes que hemos leído, vimos que
esas palabras y frases siempre indican todo tipo
de raza, todo tipo de gente, y nunca se refiere a
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los judíos solamente. Por consiguiente, ese mismo
significado tiene que tener en Ap 7:9-14 que es el
pasaje que estamos analizando.
Habiendo comprobado que en el pasaje en
estudio, las palabras en cuestión significan gentiles,
entonces, los cristianos gentiles, al igual que los
cristianos judíos, van a pasar por la Gran
Tribulación.
Este hecho probado niega de plano la aseveración
de la hipótesis del “rapto”, referente a que los
cristianos gentiles seremos “raptados”, y que
durante la Gran Tribulación van a convertirse
solamente judíos, y ser martirizados únicamente
judíos.
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>Según el rapto, los cristianos no poseeremos el
Reino ni heredaremos las promesas
Dado que según la hipótesis del rapto, los
miembros de la Iglesia de Cristo no estaremos en la
Tierra durante la Gran Tribulación, y dado que son
los judíos los únicos creyentes que estarán aquí, al
leer el libro de Daniel tendríamos que pensar que
los cristianos quedaremos excluidos del Reino de
Dios, lo cual es irrazonable.
Leamos el pasaje Dn 7:21-27 y razonemos sobre
él. Cuando en el versículo 21 vemos que el cuerno
pequeño que representa al antiCristo hará guerra
contra los santos y los vencerá, y cuando en el
versículo 25 dice que quebrantará a los santos del
Altísimo, tenemos que llegar a la lógica conclusión
de que todavía en esa época la Iglesia está en la
Tierra, puesto que aún hay cristianos allí. Leamos
ahora este pasaje que desmiente lo que el rapto
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sostiene, y al finalizarlo, veamos cómo la doctrina
del rapto trata de salir de este atolladero.
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“21 Y veía yo que este cuerno hacía guerra
contra los santos, y los vencía, 22 hasta tanto
que vino el Anciano de Grande Edad, y se dio
el juicio a los santos del Altísimo; y vino el
tiempo, y los santos poseyeron el reino.
23 Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto
reino en la Tierra, el cual será más grande
que todos los otros reinos, y a toda la Tierra
devorará, y la hollará, y la despedazará. 24 Y
los diez cuernos significan que de aquel reino
se levantarán diez reyes; y tras ellos se
levantará otro, el cual será mayor que los
primeros, y a tres reyes derribará. 25 Y
hablará palabras contra el Altísimo, y a los
santos del Altísimo quebrantará, y pensará
en mudar los tiempos y la ley, y entregados
serán en su mano hasta tiempo, y tiempos, y
el medio de un tiempo. 26 Empero se sentará
el juez, y le quitarán su señorío, para que sea
destruido y arruinado hasta el extremo, 27 y
que el reino, y el señorío, y la majestad de los
reinos debajo de todo el cielo, sea dado al
pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino
es reino eterno, y todos los señoríos le
servirán y obedecerán.” (Dn 7:21-27)
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Recordemos aquí que esta errada hipótesis del
rapto asegura que los creyentes que están en la
Tierra durante la Gran Tribulación, no pertenecen a
la Iglesia de Cristo. Sin embargo, en los capítulos 4
al 21 de Apocalipsis se menciona muchas veces a
los “santos“ siendo martirizados. Para explicar esta
dificultad, la hipótesis del rapto pre-tribulación dice
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que esos “santos” no representan a la Iglesia,
porque la palabra “santos” se refiere solamente
a los judíos, que serán los que se conviertan a
Cristo durante la Gran Tribulación; y esos judíos,
según esta doctrina, no forman parte de la Iglesia de
Cristo.
Veamos ahora la discordancia en que se halla esa
errada hipótesis. En el versículo 22 del recién leído
pasaje de Daniel, se usa la misma palabra “santos”,
(que según dicha hipótesis representa a sólo judíos),
para decir que “los santos poseyeron el reino”. Si
fuera cierto que la palabra “santos” se refiriera a
sólo judíos, entonces tendríamos que llegar a la
errada conclusión de que los judíos son los que
poseerán el reino, y no los cristianos. Ya tenemos
el primer disparate.
Otro tanto puede decirse cuando en el versículo
27 dice que “…el reino, y el señorío, y la majestad
de los reinos debajo de todo el cielo, será dado al
pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino es
eterno…” Es decir, que a juzgar por el arbitrario
significado que esta herética doctrina le da a la
palabra “santos”, los que van a recibir el reino y el
señorío eterno, son los judíos, no los cristianos.
Otro disparate.
Si fuéramos a aceptar el significado que alega
esa doctrina, entonces cuando Pablo, hablando de
los santos, dice que reinaremos, se está refiriendo en
realidad a los judíos, según la doctrina del rapto.
Igualmente ocurriría con las demás promesas que
Pablo y otros apóstoles anuncian a los santos.
Veamos I Co 6:2.
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“¿O no sabéis que los santos han de juzgar
al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado
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por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas
muy pequeñas?”
(I Co 6:2)
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Consecuentemente, cuando San Pablo dice que
“los santos han de juzgar al mundo”, se estará
refiriendo, de acuerdo con la doctrina del rapto, a
solamente los judíos, cosa inadmisible a la luz de lo
que dice todo el resto de la Biblia.
La doctrina del rapto, para poder mantenerse,
tiene que dar significados caprichosos a las
palabras. En una doctrina correcta, nuestras
interpretaciones o teorías no se deben dar de punta
con el resto de la Biblia, pero mucho meno deben
darse de punta, como en este caso, con el resto del
mismo pasaje que se interpreta.
Está claro y es evidente que los mártires de la
Gran Tribulación sí pertenecen a la Iglesia de
Cristo y por consiguiente, el rapto no ocurre
antes de la Gran Tribulación.
En resumen, para poder hacer ver que los judíos
que se convierten después del supuesto rapto no
pertenecen a la Iglesia de Cristo, esta doctrina tiene
que hacer ver que los cristianos no reinaremos con
Cristo, sino que eso será sólo para los judíos. Para
apuntalar una mentira tuvo que fabricar otra.
*
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>Si Abraham, Isaac y Jacob participan en el
Reino de Dios, no puede haber división entre
Iglesia Gentil e Iglesia Judía
Como dije anteriormente, la doctrina del rapto,
para poder mantener sus errores anteriores, tiene
que apuntalarlos con nuevas falsedades. La falsedad
que tratamos en este capítulo es la herética división
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que ha creado entre la Iglesia de Cristo y los judíos,
cosa que las Escrituras rechazan.
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“Y os digo que vendrán muchos del oriente y
del occidente, y se sentarán con Abraham, e
Isaac, y Jacob, en el Reino de los Cielos.”
(Mt 8:11)
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“Y os digo, que desde ahora no beberé más
de este fruto de la vid, hasta aquel día,
cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros
en el Reino de mi Padre.” (Mt 26:29)
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“Allí será el llanto y el crujir de dientes,
cuando viereis a Abraham, y a Isaac, y a
Jacob, y a todos los profetas en el reino de
Dios, y vosotros excluidos. Y vendrán del
oriente y del occidente, del norte y del
mediodía, y se sentarán a la mesa en el Reino
de Dios.”
(Lc 13:28-29)
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Como vimos en estos tres pasajes recién leídos
gente del oriente, del occidente, del norte, y del sur,
es decir, creyentes gentiles, miembros de la Iglesia
de Cristo, la Iglesia Apostólica, se sentarán con los
patriarcas hebreos en el Reino de Dios. Es decir, no
hay una iglesia para judíos y otra para gentiles; no
hay divisiones étnicas en la Iglesia de Cristo. No
sólo eso, que ya es bastante, en el pasaje de Lucas
vemos que el Señor Jesucristo promete a la Iglesia,
representada en ese momento por los apóstoles, que
él estaría junto con ellos en ese banquete del Reino
de Dios. Está claramente expresado que en el
mismo banquete estarán los creyentes gentiles del
norte, sur, este y oeste, los patriarcas hebreos, los
miembros de la Iglesia de Cristo y el mismo Señor
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Jesucristo. ¿Cómo pues, vamos a creer que los
judíos y la Iglesia de Cristo van a ser dos grupos
aparte, como engaña la doctrina del rapto?
*
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>En la Epístola a los Romanos, San Pablo enseña
claramente que no hay diferencias entre los
judíos y los gentiles.
Leamos los tres próximos pasajes de la Epístola a
los Romanos.
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“Porque no me avergüenzo del evangelio,
porque es potencia de Dios para salud a todo
aquel que cree; al judío primeramente y
también al griego.”
(Ro 1:16)
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“¿Es Dios solamente Dios de los judíos?
¿No es también Dios de los gentiles? Cierto,
también de los gentiles. Porque uno es Dios,
el cual justificará por la fe la circuncisión, y
por medio de la fe la incircuncisión.”
(Ro 3:29-30)
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“Porque no hay diferencia de judío y de
griego, porque el mismo que es Señor de
todos, rico es para con todos los que le
invocan.”
(Ro 10:12)
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Si San Pablo dice clarísimamente que no hay
diferencia entre judíos y gentiles, en cuanto a la
Iglesia de Cristo, ¿por qué esta dañina doctrina la
inventa? La inventa sólo para poder mantener la
errada hipótesis del rapto.
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>También los gálatas recibieron la enseñanza de
unidad entre judíos y gentiles
Ahora leamos otros tres pasajes, esta vez de la
Epístola a los Gálatas. En el primero se ve que
espiritualmente hablando, los de la Iglesia somos
hijos de Abraham. En el segundo vemos que la
bendición de Abraham se hace extensiva a los
gentiles. En el tercero dice que los cristianos somos
simiente de Abraham. Si somos hijos Abraham,
somos su simiente, y su bendición es sobre
nosotros, ¿cómo vamos a estar en grupos
diferentes?
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“Luego los de la fe son benditos con el
creyente Abraham.”
(Ga 3:9)
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“Para que la bendición de Abraham fuese
sobre los gentiles en Cristo Jesús; para que
por la fe recibamos la promesa del Espíritu.”
(Ga 3:14)
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“Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente la
simiente de Abraham sois, y conforme a la
promesa los herederos.” (Ga 3:29)
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>Derribada la pared de separación, somos
herederos e incorporados; no estamos
divididos en judíos y gentiles
Estos dos pasajes de la Epístola de San Pablo a
los Efesios nos dicen que había una pared de
separación entre gentiles y judíos (las leyes
rituales), la cual Cristo derribó haciéndonos
herederos, incorporados y consortes de la
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promesa. Después que somos incorporados y
consortes, no tiene lógica que la hipótesis del
rapto nos haga creer que somos dos grupos
aparte.
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“Mas ahora en Cristo Jesús, vosotros que en
otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos
cercanos por la sangre de Cristo. Porque él
es nuestra paz, que de ambos hizo uno,
derribando la pared intermedia de
separación.”
(Ef 2:13-14)
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“El cual misterio en los otros siglos no se dio
a conocer a los hijos de los hombres como
ahora es revelado a sus santos apóstoles y
profetas en el Espíritu: que los gentiles sean
juntamente herederos, e incorporados, y
consortes de su promesa en Cristo por el
evangelio.”
(Ef 3:5-6)
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>Se le promete a judíos y gentiles que vamos a
ser sacerdotes
La doctrina del rapto quiere hacernos ver que en los
tres primeros capítulos del Apocalipsis se habla de
la Iglesia de Cristo, pero que en los sucesivos
capítulos, hasta el 21, no se menciona ni se refieren
a ella. Pues bien, vemos en el capítulo primero de
Apocalipsis que se le promete a los miembros de la
Iglesia de Cristo que serán reyes y sacerdotes.
Luego vemos Ap 5:10 y 20:6, que se le hace la
misma promesa a aquellos a quienes se les habla en
esos capítulos, los cuales según dicha doctrina se
refieren solamente a los creyentes judíos.
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De aquí tenemos que deducir una de dos: a) o en
los tres primero capítulos se les está hablando a la
misma gente que en los restantes capítulos (que es
la realidad); o b) tanto los judíos como los gentiles
van a tener el mismo sacerdocio, y por lo tanto, van
a formar un mismo grupo.
O sea, que como quiera que la hipótesis del rapto
quiera interpretar estos tres pasajes, ellos se oponen
a esa doctrina.
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“Y de Jesucristo, el testigo fiel, el
primogénito de los muertos, y príncipe de los
reyes de la Tierra. Al que nos amó, y nos ha
lavado de nuestros pecados con su sangre, y
nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y
su Padre; a él sea gloria e imperio para
siempre jamás. Amén.” (Ap 1:5-6)
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“Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y
sacerdotes, y reinaremos sobre la Tierra.”
(Ap 5:10)
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“4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les
fue dado juicio; y vi las almas de los
degollados por el testimonio de Jesús, y por
la palabra de Dios, y que no habían adorado
la bestia, ni a su imagen, y que no recibieron
la señal en sus frentes, ni en sus manos, y
vivieron y reinaron con Cristo mil años. 5 Mas
los otros muertos no tornaron a vivir hasta
que sean cumplidos mil años. Esta es la
primera resurrección. 6 Bienaventurado y
santo el que tiene parte en la primera
resurrección; la segunda muerte no tiene
potestad en éstos; antes serán sacerdotes de
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Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.”
(Ap 20:4-6)
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>Según el rapto hay tres tipos de personas
En su afán de hacer ver que aquellos de quienes se
habla en los capítulos 4 al 21 de Apocalipsis, no
pertenecen a la Iglesia de Cristo, la doctrina del
rapto alega que hay tres tipos de personas en el
mundo: los judíos, los gentiles, y la Iglesia de
Cristo. Cuando el hermano que así se expresaba dijo
eso, yo le pregunté de qué lugar de la Biblia él
extraía semejante idea. Me dijo que de I Co 10:32.
Cuando fui a leer ese pasaje, me dí cuenta de su
terrible error. Pero para que ustedes lo entiendan
cabalmente, es necesario comenzar la lectura desde
el versículo 25. Hagámoslo así.
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“25 De todo lo que se vende en la carnicería,
comed, sin preguntar nada por causa de la
conciencia; 26 porque del Señor es la Tierra y
lo que la hinche.
27 Y si algún infiel os llama, y queréis ir, de
todo lo que se os pone delante comed, sin
preguntar nada por causa de la conciencia. 28
Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado
a los ídolos, no lo comáis, por causa de aquel
que lo declaró, y por causa de la conciencia,
porque del Señor es la Tierra y lo que la
hinche. 29 La conciencia, digo, no tuya, sino
del otro. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi
libertad por otra conciencia? 30 Y si yo con
agradecimiento participo, ¿por qué he de ser
blasfemado por lo que doy gracias? 31 Si pues
coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo
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todo a gloria de Dios. 32 Sed sin ofensa a
judíos, y a gentiles, y a la Iglesia de Dios; 33
como también yo en todas las cosas
complazco a todos, no procurando mi propio
beneficio, sino el de muchos, para que sean
salvos.”
(I Co 10:25-33)
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Al leer todo el pasaje, nos damos cuenta de que
allí lo que dice es que debemos cuidarnos de no
ofender con lo que comemos, ni a los judíos, ni a
los gentiles, ni a la Iglesia de Dios, puesto que son
tres grupos que tienen diferentes opiniones sobre la
dieta.
De ninguna manera está Pablo enseñándonos que
para interpretar las profecías correctamente, hay que
dividir el mundo en esos tres grupos.
Así es como la siniestra doctrina del rapto
“prueba” sus afirmaciones.
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Anexo “C”
¿Será sacado del planeta el Espíritu
Santo?
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>La función primordial del Espíritu Santo
es la conversión del pecador, ¿cómo pues
lo van a sacar del planeta?
Son muchos los pasajes de donde podemos
colegir que el Espíritu Santo tiene una función
primordial en la conversión del pecador, y que por
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lo tanto no es lógico que sea sacado del planeta. He
aquí unos pocos más.
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“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios,
con el cual estáis sellados para el día de la
redención.”
(Ef 4:30)
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“Al Espíritu de verdad, al cual el mundo no
puede recibir, porque no le ve, ni le conoce,
mas vosotros le conocéis; porque está con
vosotros, y será en vosotros.”
(Jn 14:17)
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“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo
del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el
cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”
(I Co 6:19)
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“Mas que el Espíritu Santo por todas las
ciudades me da testimonio, diciendo que
prisiones y tribulaciones me esperan.”
(Hch 20:23)
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“Y asimismo también el Espíritu ayuda
nuestra flaqueza, porque qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos; sino que el
mismo Espíritu pide por nosotros con
gemidos indecibles.”
(Ro 8:26)
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“Y el que nos confirma con vosotros en
Cristo, y el que nos ungió, es Dios; el cual
también nos ha sellado, y dado la prenda del
Espíritu en nuestros corazones.”
(II Co 1:21-22)
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De la lectura de toda la Biblia podemos saber que
la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida
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espiritual es indispensable. Por consiguiente, no
puede existir vida cristiana en un planeta de donde
el Espíritu Santo se ha marchado. Esa es una de las
inicuas enseñanzas de la doctrina del rapto.
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Anexo “D”
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El Sermón Profético
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>Cómo entender más fácilmente el Sermón
Profético
A poco que se analice el capítulo 24 de Mateo se
va a notar que consta de seis secciones:
Primera sección, los versículos 1-2, en la que se
habla específicamente de la destrucción del Templo
única y exclusivamente.
Segunda sección, versículo 3, en donde los
discípulos le hacen a Jesús las tres preguntas que
Cristo luego va a contestar en ese mismo orden.
Tercera sección, versículos 4-6 dónde Jesús da
respuesta a la primera pregunta, la que se refiere a
la destrucción del Templo, y además les vaticina
muy sucintamente lo que iba a ocurrir en la era
apostólica.
Cuarta sección, versículos 7-14, donde responde
a la segunda y tercera preguntas, haciendo una
breve y concisa reseña de los hechos que iban a
acontecer en la época ya cercana al fin del mundo,
desde las guerras mundiales hasta la Segunda
Venida.
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Quinta sección, versículos 15-34, en la que
detalla el lapso comprendido entre la aparición de la
Abominación de asolamiento y la Segunda Venida.
Sexta sección, versículos 35-51, en donde
describe cómo sucederán ciertas cosas durante la
Segunda Venida, y pone símiles y hace
admoniciones sobre cómo comportarse en aquél
tiempo, y cómo va ser éste. Analicemos las distintas
secciones.
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La primera sección (Mt 24:1-2) evidentemente
se refiere al pasado, puesto que solamente habla de
la destrucción del Templo, ocurrida en el año 70 de
nuestra era. En otros pasajes, como Lucas 19:43-44,
también Jesús mencionó esta destrucción del
Templo, que en aquel momento estaba aún en el
futuro.
Es de notarse, sin embargo, que en el episodio
narrado en el antes mencionado pasaje de Lucas,
Jesús no se halla hablándole a los discípulos en el
Templo ni en el Monte de los Olivos, sino que se
trata de otra ocasión diferente de la del Sermón
Profético. Se trata de la entrada en Jerusalem el
Domingo de Ramos. No obstante, la profecía
respecto al Templo es la misma, pero en ella,
además, da la razón para que la destrucción
ocurriera, a saber: que no conocieron el tiempo
de su visitación.
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“Porque vendrán días sobre ti, que tus
enemigos te cercarán con baluarte, y te
pondrán cerco, y de todas partes te pondrán
en estrecho, y te derribarán a tierra, y a tus
hijos dentro de ti; y no dejarán sobre ti
piedra sobre piedra; por cuanto no conociste
el tiempo de tu visitación.” (Lc 19:43- 44)
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Como se ve, Cristo liga en este pasaje de Lucas,
la destrucción de Jerusalem y el Templo a las
acciones perversas de aquella generación. Por lo
tanto, es lógico pensar que la destrucción
anunciada en ese momento ocurriría a aquella
generación, en aquella época apostólica. Es decir,
que es cosa del pasado, no del presente ni del
futuro.
Para que una tercera persona, ajena a una
conversación, entienda cabalmente la respuesta que
alguien da a su interlocutor, es necesario que
primero atienda a la pregunta de éste y, si es
posible, que se percate del ambiente físico y
psicológico de la conversación, sin llegar a ridículas
exageraciones que siempre conducen a error.
Hagámoslo así con este capítulo y esta
conversación.
Después que Jesús acabó de denunciar a los
escribas y fariseos, en sus propias caras, sus
hipocresías, maldades, etc., (capítulo 23), se retiraba
del Templo, a la vez que sus discípulos, al parecer
como quienes comentaban la majestuosidad de
aquella arquitectura, le señalaban los edificios
(Mt 24:1). Digo que los discípulos hablaban llenos
de admiración por aquella arquitectura, porque eso
se ve claramente en Mr 13:1 donde uno de sus
discípulos menciona tal cosa al decir: “Maestro,
mira qué piedras, y qué edificios.”
Respondiendo a esas palabras de los discípulos,
Jesús, refiriéndose, evidentemente, a los edificios
que le alababan, dijo que no quedaría allí piedra
sobre piedra, vaticinando así en forma muy general
y escueta, la total destrucción de aquel Templo
(versículo 2). Era este Templo algo que los judíos
creían que constituía un seguro contra castigos
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divinos, dado que Dios no iba a permitir (creían
ellos) que Su Templo fuera destruido. Ver Jer 7:34, donde constatamos que los judíos tenían esa
creencia.
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“1 Y salido Jesús, se iba del Templo, y se
llegaron sus discípulos, para mostrarle los
edificios del Templo. 2 Y respondiendo él, les
dijo: ¿Veis todo esto? de cierto os digo, que
no será dejada aquí piedra sobre piedra, que
no sea destruida.”
(Primera sección, Mt 24:1-2)
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“Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios
de Israel: Mejorad vuestros caminos y
vuestras obras, y os haré morar en este
lugar. No fiéis en palabras de mentira,
diciendo: Templo de Jehová, Templo de
Jehová, Templo de Jehová es éste.”
(Jer 7:3-4)
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Después de hacerles conocer la futura
destrucción del Templo, siguió Jesús caminando, y
al llegar al Monte de los Olivos se sentó; y cuatro
de sus discípulos, haciendo un aparte con él, le
hicieron tres preguntas: a) ¿Cuándo serán estas
cosas? Al decir “estas cosas” se estaban refiriendo
sin duda alguna a lo que Jesús les había acabado de
hablar, o sea lo de la destrucción del Templo. Luego
le hacen otras dos preguntas sobre cosas que Jesús
no había mencionado, pero que a ellos les
interesaba, que son las siguientes: b) ¿Qué señal
habrá de tu Segunda Venida?; y c) ¿Qué señal
habrá del fin de mundo? Las respuestas a estas tres
preguntas, y en ese mismo orden, es lo que hay que
esperar de Jesús.
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Ahora bien, fíjense que el sermón profético no fue
público, sino que sólo le habló a Pedro, Jacobo,
Juan y Andrés como se ve en Mr 13:3. “Y
sentándose en el monte de las Olivas delante del
Templo, le preguntaron aparte Pedro y Jacobo y
Juan y Andrés”.
En resumen: la primera sección comprende
solamente lo que Jesús dijo sobre la destrucción del
Templo, lo cual fue lo que motivó las tres preguntas
de que hablamos.
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La segunda sección (Mt 24:3) se limita a
mencionar las tres preguntas que los discípulos le
hacen a Jesús, no requiere explicación alguna, salvo
tenerlas en cuenta para poder entender las
respuestas.
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“Y sentándose él en el monte de las Olivas,
se llegaron a él los discípulos aparte,
diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas,
y qué señal habrá de tu venida, y del fin
del mundo? (Segunda sección, Mt 24: 3)
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Analicemos juntas la tercera y la cuarta sección
para facilitar el estudio.
La tercera sección (Mt 24:4-6) y
La cuarta sección (Mt 24:7-14)
La tercera sección se refiere a la época apostólica;
y la que le sigue, la cuarta, se refiere a la actualidad
y al futuro. Vamos ahora a demostrar que estos dos
períodos, los correspondientes a la tercera y la
cuarta sección, son diferentes; y vamos a darnos
cuenta de que hay un salto de siglos entre el
versículo 6 y el 7. Para pensar que se trata de dos
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períodos diferentes de la historia, me baso en cinco
argumentos.
Primer argumento de la 3ra y 4ta sección.
Habiendo Jesús hablado en el versículo seis de
guerras, no es lógico que en el siete vuelva a hablar
de las mismas guerras que ya mencionó.
Segundo argumento de la 3ra y 4ta sección.
Esta tercera sección que estamos analizando termina
con el versículo seis. En ese versículo Cristo habla
de guerras y rumores de guerras, diciendo a los
discípulos que no debían turbarse por ello, puesto
que aquello aún no era el fin. Si aún no era el fin
es porque ese período de guerras del que habla
en el seis, no llegaría hasta la Segunda Venida.
Sin embargo, cuando se lee el siguiente versículo,
el siete, que es el comienzo de la cuarta sección, se
nota que los acontecimientos allí narrados se
suceden de continuo hasta llegar al fin. Es decir,
que el período comenzado con las guerras
narradas en el siete (cuarta sección) sí llega al
final; pero el comenzado en el versículo cuatro y
terminado en el seis (tercera sección) no llega hasta
el final. Está claro que son dos períodos diferentes.
Veamos.
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“4 Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que
nadie os engañe, 5 porque vendrán muchos en
mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a
muchos engañarán. 6 Y oiréis guerras, y
rumores de guerras; mirad que no os turbéis;
porque es menester que todo esto acontezca;
mas aún no es el fin”
(Tercera sección, Mt 24:4-6 )
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“7 Porque se levantará nación contra
nación, y reino contra reino; y habrá
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pestilencias, y hambres, y terremotos por los
lugares. 8 Y todas estas cosas, principio de
dolores. 9 Entonces os entregarán para ser
afligidos, y os matarán; y seréis aborrecidos
de todas las gentes por causa de mi nombre.
10 Y muchos entonces serán escandalizados; y
se entregarán unos a otros, y unos a otros se
aborrecerán. 11 Y muchos falsos profetas se
levantarán y engañarán a muchos. 12 Y por
haberse multiplicado la maldad, la caridad de
muchos se resfriará. 13 Mas el que
perseverare hasta el fin, éste será salvo. 14 Y
será predicado este evangelio del reino en
todo el mundo, por testimonio a todos los
gentiles; y entonces vendrá el fin.”
( Cuarta sección, Mt 24:7-14)
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Tercer argumento de la 3ra y 4ta sección. En el
versículo 6 se narra un tipo de guerra local, más
bien sediciones y levantamientos; pero al pasar al
versículo 7, se menciona otro tipo de guerra; una en
que se levantaría nación contra nación y reino
contra reino. Eso solamente lo registra la historia
en el presente siglo 20, con las dos guerras
mundiales. Por lo tanto, es obvio que el versículo 7
se refiere a la época actual, mientras que el seis se
refiere a la época apostólica.
En aquella época el Imperio Romano dominaba
todas las naciones del mundo conocido, y no podía
ocurrir una guerra en la que se levantara nación
contra nación y reino contra reino, pues había un
solo reino, el Imperio Romano.
Recuerden la frase “Pax romana”, que fue
famosa en aquella era, y aún hoy en día lo es. Esta
famosa frase nos indica la tranquilidad que el
imperio imponía a todas las naciones de aquella
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época. No podía existir en la era de la “Pax
romana” algo parecido a lo descrito como “nación
contra nación y reino contra reino”.
Por lo tanto las guerras descritas en el seis son
diferentes de las descritas en el siete. Las del seis se
pueden aplicar a la época romana; las del siete no.
Además, por historia sabemos que en aquella
época no hubo ese tipo de guerras en las que se
levantaran naciones contra naciones y reinos
contra reinos. Es lógico pues pensar que lo que se
describe en el siete no atañe a aquellos tiempos,
sino a los actuales.
Todo lo dicho anteriormente se reafirma también
con la descripción que da Lucas sobre este mismo
período de la profecía. Eso lo podemos leer en Lc
21:7-11 donde lo narrado describe mejor lo
sucedido en Judea en el período inmediatamente
posterior a la crucifixión, y anterior a la destrucción
de Jerusalem y el Templo. Allí hablan de
sediciones, que fue lo que caracterizó a la
historia judía de aquel período, según podemos
leer en la historia de Josefo.
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“7 Y le preguntaron, diciendo: Maestro,
¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá
cuando estas cosas hayan de comenzar a ser
hechas? 8 Él entonces dijo: Mirad, no seáis
engañados; porque vendrán muchos en mi
nombre, diciendo: “Yo soy”; y el tiempo está
cerca, por tanto, no vayáis en pos de ellos. 9
Empero cuando oyereis guerras y sediciones,
no os espantéis; porque es necesario que
estas cosas acontezcan primero, mas no
luego será el fin. 10 Entonces les dijo: Se
levantará gente contra gente, y reino contra
reino; 11 y habrá grandes terremotos, y en
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varios lugares hambres y pestilencias: y
habrá espantos y grandes señales del cielo.”
(Lc 21:7-11)
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Cuarto argumento de la 3ra y 4ta sección. Para
estar más seguros aún de que los versículos 6 y 7 de
Mateo 24, tratan de dos épocas diferentes y muy
distantes entre sí, nos bastará percatarnos de que
con las guerras mencionadas en el siete comienza el
período llamado “principio de dolores”. Igualmente notemos que los fenómenos que acompañan
a las guerras de Mt 24:7, terremotos por los
lugares, espantos y grandes señales del cielo,
nunca han ocurrido. Por lo tanto, se evidencia que
lo dicho en el siete se refiere a una época posterior a
lo que ya conocemos por historia. La historia nos
permite asegurar que en aquella época apostólica
no ocurrió ninguno de los espantos y señales del
cielo; eso está aún en el futuro.
Si vamos a leer Mr 13:8 y Lc 21:10-11 y 24-26,
veremos que también allí para la época
inmediatamente posterior a la caracterizada como
nación contra nación y reino contra reino, se
anuncian fenómenos telúricos y siderales que no
acontecieron en aquella época apostólica, es a
saber, grandes señales del cielo, espantos,
terremotos en muchos lugares, angustias por
temor a algo que ocurrirá en el mar, y los
hombres secándose de temor. Por lo tanto, si esas
cosas no ocurrieron entonces, es indiscutible que
esas cosas acontecerían en otra ocasión futura. De
aquí se deduce que los versículos 6 y 7 hablan de
ocasiones muy diferentes.
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“Porque se levantará nación contra nación,
y reino contra reino; y habrá terremotos en
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muchos lugares, y habrá hambres y
alborotos; principios de dolores serán estos.”
(Mr 13:8)
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“Entonces les dijo: Se levantará gente
contra gente, y reino contra reino; y habrá
grandes terremotos, y en varios lugares
hambres y pestilencias; y habrá espantos y
grandes señales del cielo.”
(Lc 21:10-11)
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“Y caerán a filo de espada, y serán llevados
cautivos a todas las naciones; y Jerusalem
será hollada de las gentes, hasta que los
tiempos de las gentes sean cumplidos.
Entonces habrá señales en el sol, y en la
luna, y en las estrellas; y en la Tierra,
angustia de gentes por la confusión del
sonido de la mar y de las ondas; secándose
los hombres a causa del temor y expectación
de las cosas que sobrevendrán a la redondez
de la tierra, porque las virtudes de los cielos
serán conmovidas.”
(Lc 21:24-26)
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Quinto argumento de la 3ra y 4ta sección. Si
leemos Mt 24:13, que es el penúltimo versículo de
la cuarta sección, veremos que allí se estimula a los
que estén vivos en ese momento, a que perseveren
hasta el fin.
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“Mas el que perseverare hasta el fin, éste
será salvo.”
(Mt 24:13)
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No es razonable que se le exhorte a un cristiano
de la época apostólica a perseverar hasta el fin
del mundo; lo razonable es que eso se le esté
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diciendo a los cristianos de la época cercana al fin.
Tampoco se le va a exhortar a un cristiano de la
época cercana a la Segunda Venida, a perseverar
hasta el fin, si aún faltaran digamos cincuenta años.
Para más facilidad en la comprensión de lo que
digo respecto a la transición del versículo seis al
siete, podemos parafrasear ese pasaje de la
siguiente manera:
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“6 y oiréis guerras y rumores de guerras,
mirad que no os turbéis por eso, porque es
menester que todo esto acontezca, mas aún no
es el fin del mundo. 7 Porque el fin del mundo
estará cerca cuando se levantará nación contra
nación y reino contra reino, y hayan
pestilencias, hambres y terremotos por
muchos lugares, las cuales cosas no son
tampoco el fin mismo, 8 sino las señales que
avisan del comienzo de un período que se
llama “principio de dolores”. 9 Será entonces
cuando os entregarán para ser afligidos y os
matarán...”
(Paráfrasis de Mt 24:6-9)
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Al llegar a este punto del tiempo ya lo único que
nos separa del fin es el esperar a que se predique el
evangelio en todo el mundo, según nos dice el
versículo 14 de Mateo 24; lo cual parece que va a
hacerse en la forma milagrosa a que se refiere Ap
14:6.
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“Y vi otro ángel volar por en medio del cielo,
que tenía el evangelio eterno para predicarlo
a los que moran en la Tierra, y a toda
nación y tribu y lengua y pueblo.”
(Ap 14:6)
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Habiendo ya demostrado que el pasaje 4 al 6
(tercera sección) y el otro que va del 7 al 14 (cuarta
sección) tratan de épocas diferentes, vamos a seguir
analizando el capítulo.
En resumen: Mt 24:4-6 y Mt 24:7-14, son la
narración de dos épocas con algún parecido, pero
completamente diferentes en el tiempo. La primera
perteneciente a la era apostólica y la segunda
perteneciente al presente y al futuro. En uno dice
que no era el fin, en el otro la narración llega hasta
el fin. En la primera no podía haber guerras
mundiales, sino sediciones, en la segunda iba a
haber guerras mundiales. En la primera no hubo
señales en el cielo como dice que habrá en la
segunda. En la segunda sección se exhorta a
aguantar hasta el fin, en la primera no.
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Quinta sección, (Mt 24:15-34) Esta sección es
como si se hubiera mirado con una lupa una
pequeña sección de un mapa, para poder ver más
detalles; o como si se hubiera agrandado una
sección de un mapa en un recuadro, para ver más
detalles. Lo que se detalla en esta sección, lo que se
mira como con una lupa, es el lapso comprendido
entre la aparición de la Abominación de
Asolamiento, y la Segunda Venida, que se abarcó
ya en la cuarta sección (7-14), pero que no se
detalló.
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“15 Por tanto, cuando viereis la abominación
del asolamiento, que fue dicha por Daniel
profeta, que estará en el lugar santo, (el que
lee, entienda), 16 entonces los que están en
Judea, huyan a los montes; 17 y el que sobre
el terrado, no descienda a tomar algo de su
casa; 18 y el que en el campo, no vuelva atrás
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a tomar sus vestidos. 19 Mas ¡ay de las
preñadas, y de las que crían en aquellos días!
20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en
invierno ni en sábado; 21 porque habrá
entonces grande aflicción, cual no fue desde
el principio del mundo hasta ahora, ni será.
22 Y si aquellos días no fuesen acortados,
ninguna carne sería salva; mas por causa de
los escogidos, aquellos días serán acortados.
23 Entonces, si alguno os dijere: He aquí está
el Cristo, o allí, no creáis. 24 Porque se
levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y
darán señales grandes y prodigios; de tal
manera que engañarán, si es posible, aun a
los escogidos. 25 He aquí os lo he dicho antes.
26 Así que, si os dijeren: He aquí en el
desierto está; no salgáis; He aquí en las
cámaras; no creáis. 27 Porque como el
relámpago que sale del oriente y se muestra
hasta el occidente, así será también la venida
del Hijo del Hombre. 28 Porque donde quiera
que estuviere el cuerpo muerto, allí se
juntarán las águilas.
29 Y luego después de la aflicción de
aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna
no dará su lumbre, y las estrellas caerán del
cielo, y las virtudes de los cielos serán
conmovidas. 30 Y entonces se mostrará la
señal del Hijo del Hombre en el cielo; y
entonces lamentarán todas las tribus de la
Tierra, y verán al Hijo del Hombre que
vendrá sobre las nubes del cielo, con grande
poder y gloria. 31 Y enviará sus ángeles con
gran voz de trompeta, y juntarán sus
escogidos de los cuatro vientos, de un cabo
del cielo hasta el otro.
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De la higuera aprended la parábola:
Cuando ya su rama se enternece, y las hojas
brotan, sabéis que el verano está cerca. 33 Así
también vosotros, cuando viereis todas estas
cosas, sabed que está cercano, a las puertas.
34 De cierto os digo, que no pasará esta
generación, que todas estas cosas no
acontezcan.”
(Mt 24:15-34)
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Como vimos al comenzar la explicación del
Sermón Profético, la cuarta sección de éste, que
comprende los versículos 7-14, era una concisa
reseña de los hechos que iban a acontecer en la
época ya cercana al fin. En ese momento en que
Cristo hablaba, esas cosas estaban todas aún en el
futuro. No obstante, para nosotros hoy en día,
algunas de ellas, como las Guerras Mundiales, están
ya en el pasado, pero otras, como la Abominación,
están aún en el futuro.
La Quinta Sección del Sermón Profético,
(versículos 15-34), nos detalla lo que ocurrirá desde
la aparición de la Abominación, hasta la Segunda
Venida. Vamos pues a analizar esta sección.
Veamos ahora cinco comentarios sobre este
pasaje, y más adelante voy a dar siete argumentos
para demostrar que este pasaje se refiere
necesariamente al fin.
a) Esta “abominación de asolamiento”,
mencionada en el versículo 15 está aún en el futuro,
y por ende también lo está todo lo narrado del 15 al
34. Veamos.
b) El versículo 15 dice que la abominación
estaría en el lugar santo; no dice que destruiría el
lugar santo, que fue lo que hicieron los romanos.
Por lo tanto, es lógico pensar que se refiera al futuro
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actual y no a la época apostólica. No sólo se refiere
al futuro actual, sino que por lógica, la advertencia
se hace a los cristianos judíos de aquel futuro actual,
pues los judíos inconversos no van a leer el
Nuevo Testamento, y los cristianos gentiles no
tienen que salir de Judea, a menos que se hallen allí
de turistas o de misioneros. Se refiere al próximo
templo espurio que será construido en Jerusalem.
c) Por el énfasis que Jesús pone en la premura
con que los cristianos que se hallen en Judea deben
precaverse y huir (versículos 17 y 18), se colige que
los acontecimientos van a desencadenarse
súbitamente, sin anuncios ni señales previas que
avisen de su próxima presencia. Da la sensación
de que el escape de los hermanos se tiene que
realizar en cosa de minutos, porque hace hincapié
en que no pierdan ni siquiera los pocos minutos que
les tomaría ir a buscar su capa (abrigo).
La presunción de que los cristianos de Judea
tendrán que reaccionar velozmente ante los
acontecimientos, concuerda con la exclamación
sobre las preñadas y las que crían, que tendrán el
impedimento de sus estados físicos y fisiológicos,
para actuar con la premura requerida y para sufrir
las privaciones del caso.
Lo mencionado sobre el abrigo, y el hecho de que
en el versículo 20 exhorta a orar para que esto no
ocurra en invierno ni en sábado, me hace pensar
que es un sábado de la estación invernal, cuando
los poderes espirituales rebeldes intentarán
realizar su plan. No sería pues, muy insensato de
parte de los cristianos que en aquel futuro se
hallaren en Judea, el que salieran de ella desde el
mismo inicio de cualquier cosa extraña que vean, y
el mantenerse atentos a las noticias y rumores
durante esos días, sobre todo los sábados invernales
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o cercanos al invierno. O mejor aún, mudarse de allí
tan pronto les sea posible, antes de que comience el
invierno.
También la exhortación a no ir a buscar el abrigo
pudiera tener otro motivo, como sería el no
despertar sospecha de que uno se va para
siempre, sino que sale de la ciudad para volver
después. El que salga sin bultos, con la ropa
corriente, no despertará sospecha de que se va para
siempre, cosa que alertaría a las autoridades, o a la
turba que apoya las tiranías, en el sentido de que los
que se van son desafectos al régimen del antiCristo.
Tal vez, por la oración de la cristiandad, los
planes elaborados para ser realizados por los
malignos un sábado invernal, tengan que ser
pospuestos o precipitados debido a la presencia de
circunstancias imprevistas para ellos, con lo que los
acontecimientos a lo mejor no ocurran en invierno,
pero sí en sábado, o no en sábado, pero sí en
invierno; o tal vez ni en sábado ni en invierno,
aunque no muy lejos de ellos. Debemos pues orar
por ese importante asunto, para que Dios
trastorne los planes de los malignos ese día, y los
hermanos sean librados.
No puede esta advertencia referirse a todos los
cristianos de todo el mundo, porque los sábados
invernales en Judea, son sábados veraniegos en
Brasil, Argentina, África, Australia y todo el
hemisferio sur. Además de que, evidentemente, el
versículo 16 se refiere a los de Judea.
d) Después de esta huida de los cristianos que se
hallen en Jerusalem comenzará la mayor tribulación
jamás ocurrida, o sea, se iniciará la Gran
Tribulación, según nos dicen los versículos 21-22, y
se dará inicio a la época de los falsos Cristos y
falsos profetas que darán señales grandes y
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prodigios capaces de engañar aún a ciertos
cristianos, como advierten los versículos 23-28.
e) Cuando esté finalizando o haya finalizado la
Gran Tribulación, o sea, “Después de la aflicción
de aquellos días”, como dice el versículo 29, será
que se oscurezca el sol y la luna, las estrellas caigan
del cielo y las virtudes de los cielos sean
conmovidas. Será entonces cuando según el
versículo 30, aparezca la señal de Cristo en el cielo
(tal vez la cruz) y se vea a Jesús en su Segunda
Venida, esta vez sobre las nubes, desde donde
mandará a traer a sus escogidos (31) de todo el
mundo. Así termina este pasaje que conforma la
quinta sección, y el cual nos hace ver más en
detalle, cómo va a ser la secuencia de los
acontecimientos desde la época de la abominación
hasta la recogida de los cristianos.
Habiendo acabado con los cinco comentarios,
vamos a hablar de los siete argumentos. Voy a
analizar ahora algunos detalles de este pasaje (1534) para reafirmar la idea de que también la
quinta sección se refiere al fin. Para ello me baso
en siete argumentos: Primero: La Gran Tribulación
de que habla este pasaje no ha ocurrido aún.
Segundo: El antiCristo no ha aparecido aún.
Tercero: Ninguna carne sería salva si continuara
más tiempo la tribulación. Cuarto: Los prodigios
de los falsos Cristos y profetas no han ocurrido aún.
Quinto: El sol y la luna no se han oscurecido ni las
estrellas cayeron en la época apostólica. Sexto: No
estaba a las puertas en la época apostólica, puesto
que han pasado veinte siglos. Séptimo: Aquella
generación de la época apostólica pasó y no
ocurrieron todas las cosas.
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Primer argumento de la 5ta sección. El
versículo 21 dice que durante los acontecimientos
descritos en los versículos del 15 al 20 habría una
aflicción tan grande cual no la hubo desde el
principio del mundo ni la habrá; y el que dice eso es
el que más autoridad tiene para saberlo: Jesús.
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“Porque habrá entonces grande aflicción,
cual no fue desde el principio del mundo
hasta ahora, ni será.”
(Mt 24:21)
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Si alguien pensara que estos acontecimientos y
tribulación aquí mencionados por Jesús,
pertenecieran a los ya ocurridos durante la era
apostólica, cuando la destrucción de Jerusalem y el
Templo, habría que suponer también que la
aflicción futura que ha de venir al mundo, la
llamada Gran Tribulación, va a ser menor que la de
la época romana. Admitir esta segunda hipótesis
equivaldría a suponer que la aflicción provocada
por el antiCristo, el más perverso y cruel de los
perseguidores del cristianismo, será más leve y
menos cruel que las provocadas por el Imperio
Romano, lo cual me parece absurdo. Por lo tanto,
visto que todavía falta que se cumpla la profecía de
la Gran Tribulación, tenemos que llegar a la
conclusión de que el pasaje en estudio se refiere al
final del mundo.
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Segundo argumento de la 5ta sección. Tampoco
se puede alegar que el Imperio Romano, o algún
emperador, haya sido el antiCristo, porque
ninguno de ellos se sentó en el Templo de Dios,
como Dios, haciéndose parecer Dios, que es lo que
predijo San Pablo en Segunda de Tesalonicenses,
que haría el antiCristo.
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“Oponiéndose, y levantándose contra todo lo
que se llama Dios, o que se adora; tanto que
se asiente en el templo de Dios como Dios,
haciéndose parecer Dios.” (II Tes 2:4)
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Tercer argumento de la 5ta sección. El
versículo 22 dice que si la aflicción continuara por
más tiempo, ninguna carne sería salva; tal vez
porque desertarían de la fe por no poder soportar las
presiones, sufrimientos y crueldades.
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“Y si aquellos días no fuesen acortados,
ninguna carne sería salva; mas por causa de
los escogidos, aquellos días serán
acortados.”
(Mt 24:22)
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Me parece que esas palabras no pueden referirse a
las aflicciones de la era apostólica. No creo yo que
se pueda aplicar a aquellos tiempos, porque a pesar
de que sus aflicciones fueron grandes y crueles,
llegando al martirio, no fueron continuas, hablando
cronológicamente, ni totales geográficamente
hablando. Aquellas aflicciones fueron esporádicas
en el primer caso, y regionales en el segundo, como
se demuestra en Hch 9:31. Había regiones, tanto
bárbaras como romanas, que no padecían la
persecución anticristiana y, por lo tanto, los
cristianos de esos lugares, o que se hubieran
refugiado en ellos, no hubieran desertado de la fe.
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“Las iglesias entonces tenían paz por toda
Judea y Galilea y Samaria, y eran edificadas,
andando en el temor del Señor; y con
consuelo
del
Espíritu
Santo
eran
multiplicadas.”
(Hch 9:31)
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Es más lógico pensar que estos vaticinios se
refieran a modernos tiempos aún en el futuro, en
que una organización mundial inflexible y
totalitaria, con medios científicos y técnicos
suficientes para hacerlo, extienda su despiadada
persecución a las regiones más recónditas de su
imperio, provocando con ello una aflicción tal a
todo cristiano existente en esas regiones dominadas
por el antiCristo, que si se prolongara, los hermanos
que allí vivieran desertaría de la fe por no poder ni
aguantar ni escaparse.
Cuarto argumento de la 5ta sección. Si
analizamos ahora el versículo 24 veremos que tras
la época de tribulación descrita en este pasaje, se
levantarán los falsos Cristos y falsos profetas, los
cuales harán señales grandes y prodigios.
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“Porque se levantarán falsos Cristos, y
falsos profetas, y darán señales grandes y
prodigios; de tal manera que engañarán, si es
posible, aun a los escogidos.”
(Mt 24:24)
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En la era apostólica aunque hubo falsos
profetas y falsos Cristos, no hubo ninguno que
hiciera prodigios, ni grandes ni pequeños; y
menos aún prodigios de tal envergadura que
pudieran calificarse como los capaces de engañar
aún a los escogidos. Por lo tanto, si los falsos
Cristos y falsos profetas de tan gran poder no
surgieron en la época apostólica, es lógico pensar
que Cristo se está refiriendo en este versículo, y en
todo este pasaje, al fin del mundo, y no a la era
apostólica.
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Quinto argumento de la 5ta sección. Otro tanto
puede decirse de Mt 24:29, donde dice que después
de la aflicción descrita como única, sin paralelo ni
repetición, es decir, después de la Gran
Tribulación, el sol se oscurecería al igual que la
luna, y caerían las estrellas.
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“ Y luego después de la aflicción de
aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna
no dará su lumbre, y las estrellas caerán del
cielo, y las virtudes de los cielos serán
conmovidas.”
(Mt 24:29)
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Es más que evidente que después de las
aflicciones de la era apostólica, ni se oscureció el
sol, ni la luna, y mucho menos cayeron las
estrellas. Por lo tanto, repito, aquí no se estaba
refiriendo Jesús a la era apostólica, sino al futuro
inmediatamente anterior a la Segunda Venida, el
futuro actual. Es decir, que todo este pasaje habla de
una época aún en el futuro.
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Sexto argumento de la 5ta sección. En el
versículo 33 dice que cuando “estas cosas”
comenzaren a suceder, todo estaba ya a las puertas.
Tampoco puede Jesús haberse estado refiriendo a la
época de los apóstoles o a las épocas inmediatamente sucesivas, pues aquí dice que en el momento
que ocurriera lo que él relataba, ya todo lo
demás, incluyendo su Segunda Venida estaba a
las puertas. Han pasado casi veinte siglos y una
tonelada de generaciones y no vino el fin; lo cual
nos indica que los hechos del primer siglo y demás,
no eran los que nos estaban anunciando que Jesús se
hallaba a las puertas.
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“Así también vosotros, cuando viereis todas
estas cosas, sabed que está cercano, a las
puertas.”
(Mt 24: 33)
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Séptimo argumento de la 5ta sección. También
este versículo 34 nos indica que nada de este pasaje
se refería a la época apostólica, porque aquí dice
que cuando ocurriera una de aquellas señales, en
esa misma generación se verían todas las demás
señales, y eso no ocurrió en aquella época
apostólica.
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“De cierto os digo, que no pasará esta
generación, que todas estas cosas no
acontezcan.”
(Mt 24:34)
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De la lectura de todo el pasaje en estudio (15-34)
es fácil comprender que la generación que vea la
abominación, verá también la caída de las
estrellas, el oscurecimiento de sol y luna y la
Segunda Venida del Señor. Por lo tanto, nadie
puede alegar que parte de los acontecimientos
sucedieron entonces y parte sucederán en el futuro.
En resumen: la quinta sección, que comprende
Mt 24:15-34, es una ampliación detallada, del lapso
comprendido entre la aparición de la Abominación
de Asolamiento, y la Segunda Venida. Por eso se ve
que los acontecimientos narrados en ella no han
ocurrido aún, como son: la Gran Tribulación, el
antiCristo, los prodigios de los falsos Cristos y
profetas, el oscurecimiento del sol y la luna, y las
estrellas cayendo en la época apostólica. Esto nos
demuestra que esa sección está en el futuro.
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La sexta sección (Mt 24:35-51) no creo necesario
analizarla, son admoniciones suficientemente claras
que no necesitan explicación. Esta sección sólo
habla de la seguridad del cumplimiento de esta
profecía y del secreto que rodea el día y la hora de
su ocurrencia.
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Resumiendo: el capítulo 24 de Mateo comienza
profetizando la destrucción del Templo en el año
70 (1 y 2); luego da una breve reseña de lo que iba a
ocurrir en la época apostólica (4-6); más tarde hace
otra breve reseña de lo que iba a ocurrir desde las
guerras mundiales hasta la Segunda Venida (7-14);
entonces amplifica una parte del pasaje anterior,
detallando el período que va desde la
“Abominación” hasta “la Segunda Venida” (1534); y en el resto del capítulo da exhortaciones a los
cristianos sobre tan importante asunto (35-51).
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Vamos ahora a comentar algunos pasajes que
pueden traer confusión.
Mateo habla de dos veces en que surgirán
falsos Cristos. En Mt 24:5 se advierte a los
cristianos sobre los falsos Cristos que vendrían en
aquella era apostólica. Esta profecía de los falsos
Cristos se repite en Mt 24:24, pero esta vez se
refiere a los tiempos cercanos a la Segunda Venida.
Esto se entenderá más claramente si nos damos
cuenta de que el versículo 5 pertenece a la tercera
sección que trata de la época apostólica, mientras
que el 24 pertenece a la quinta sección, que trata del
fin. Ambas aseveraciones fueron previamente
demostradas, basta con leer de nuevo ambas
secciones.
También vemos que en Lc 21:8, donde se trata de
la época apostólica, se menciona a los falsos Cristos
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como viniendo también en esa época. Y se sabe que
se trata de la época apostólica no sólo porque está
en el pasaje donde se habla de esa época, sino
porque allí al hablar de los falsos Cristos Jesús
añade “...y el tiempo esta cerca”. Si dijo a los
apóstoles que el tiempo estaba cerca, es porque esos
falsos Cristos y falsos profetas iban a surgir también
en aquella época.
No se me escapa el hecho de que en Lc 21:8 la
oración “el tiempo está cerca”, la comienzan con
mayúscula las Biblias modernas, como indicando
que se trata de una de las dos frases que dirán los
falsos Cristos. Según esta forma de presentar las
cosas los que imprimieron estas modernas Biblias,
los falsos Cristos dirían dos frases: 1) “Yo Soy” y,
2) “El tiempo está cerca”. Pero esto es una
interpretación prejuiciada doctrinalmente por el que
imprime la Biblia.
Para darnos cuenta de la falsedad que entraña
el comenzar esa oración con mayúscula, bastaría
leer Lc 21:8 en la edición original de Casiodoro de
Reina solo, o en una Reina-Valera impresa en el
pasado siglo. En esas ediciones, la oración “el
tiempo está cerca” se halla con minúscula, porque
no la consideraban una nueva frase, sino un
comentario de Jesucristo respecto a la cercanía de
tales falsos Cristos. Lo mismo podemos constatar en
la versión inglesa antigua de King James.
Pero además, es lógico pensar que los falsos
Cristos no iban a poder andar diciendo que el
tiempo de la llegada de Jesús estaba cerca, porque
ellos querían hacer ver que ellos eran “Jesús”
que ya había llegado. Si ellos dijeran que el tiempo
está cerca, entonces no podían decir que ellos eran
Cristo, porque ellos mismos estaban diciendo que
no había llegado el tiempo de su Segunda Venida.
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Así que vemos que el mismo período de la profecía,
tratado en Lucas, concuerda con el hecho de que
Mateo 24:5 se refiere a falsos Cristos de la época
apostólica, mientras que Mt 24:24 se refiere a los
falsos Cristos que vendrán en la época bien próxima
al fin.
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