PMD: CARLOS ANDRES SAMBONI Los principales signos vitales, La temperatura, la respiración, el pulso y la tensión arterial son parámetros a través de los cuales es posible evaluar la salud de un individuo, pues sus valores se mantienen constantes dentro de ciertos límites, en estado de normalidad. Son indicadores que reflejan el estado fisiológico de los órganos vitales. Son los fenómenos o manifestaciones objetivas que se pueden percibir y medir. Revelan el estado de las funciones básicas del organismo. La valoración de los signos vitales es una de las funciones del personal de la salud que permiten detectar alteraciones potenciales o reales, modificatorias del equilibrio psicofísico del individuo. Esta valoración constituye el punto de partida en la toma de decisiones objetivas en el tratamiento del paciente. La temperatura normal del organismo es la resultante de un equilibrio entre la producción de calor y su eliminación. El ser humano es homeotermo, es decir, un organismo de temperatura constante, cualquiera sea el ambiente, pero en mucho menos grado en la primera infancia y en la extrema vejez, por no haberse desarrollado en la primera y haberse perdido en la segunda, el complejo mecanismo regulador. La regulación de la temperatura corporal incluye tanto la producción de calor; como la eliminación del mismo. a) Producción de calor: las transformaciones químicas que sufren las sustancias alimenticias (metabolismo), liberan energía por oxidación. Esta energía se elimina como calor en el individuo en reposo y como calor y trabajo en el individuo en actividad. b) Pérdida de calor: los mecanismos físicos principales por los que se pierde calor son: conducción, radiación, evaporación y convección. CONDUCCION: Se da por el contacto directo de la superficie corporal con otros objetos. RADIACION: significa pérdida en forma de rayos infrarrojos (ondas electromagnéticas). Ejemplo acercar la mano a un bloque grade de hielo. EVAPORACION : (conversión del agua en vapor), tiene lugar en la piel (sudor y evaporación por piel) y los pulmones (expiración). CONVECCION: es la perdida de calor por corrientes de aire. Por estos mecanismos, se pierde el 90 a 95% de calor, El 5 a 10% restante, se pierde al calentarse el aire inspirado, agua y alimento y de la excreta (orina y heces). La temperatura corporal, depende del equilibrio entre la producción y la pérdida de calor, interrelación establecida por el sistema nervioso, cuyo centro asienta en el hipotálamo. El termómetro de mercurio clínico se denomina también termómetro de máxima porque la columna de mercurio no desciende sino que permanece fija al llegar al nivel marcado por la temperatura corporal. El termómetro clínico consta de un cuerpo formado por un tubo capilar, con la escala de medición grabada en su superficie y graduada desde 35º C hasta 42-43º C con indicaciones de décimas de grado. Al extremo del mismo se halla un bulbo que contiene mercurio. CUERPO TUBO CAPILAR O TALLO BULBO Los lugares que se utilizan para la aplicación del termómetro son : – Axila (sitio de elección). – Boca. – Recto. – Pliegue inguinal. La temperatura es constante, pero no absolutamente uniforme. En cuanto al grado de temperatura, varía de una a otra persona y en una misma persona según las regiones y las circunstancias. Por todo esto se han tomado como promedio de normalidad las siguientes valores: Pliegue axilar Pliegue inguinal PIEL 36,4 – 37ºC (Temperatura superficial) MUCOSA Bucal 37,2 ºC – 37,5ºC Rectal 37,4 ºC– 37,5ºC (Temperatura profunda) (Temperatura profunda) La elevación de la temperatura puede ser solo de unos centígrados, hasta 37,5º C y entonces hablamos de fiebre ligera o febrícula. Entre 37,5ºC y 39ºC se le llama fiebre. más de 39º C, es hipertermia o hiperpirexia. Excepcionalmente sobrepasa los 41-42º C, límites compatibles con la vida. La fiebre es un mecanismo de defensa producido ante un daño o infección del organismo(T > = 38 C°). Diversos estímulos activan los centros hipotalámicos principalmente las sustancias llamadas pirógenos, secretadas por bacterias tóxicas o producidas por tejidos en degeneración. L a respiración puede definirse como la función que tiene por finalidad proporcionar a las células del organismo, la cantidad indispensable de O2 y a la vez eliminar el CO2 que resulta de la combustión celular. La función respiratoria consta de tres fases: a) Respiración externa o pulmonar. b) Transporte de gases (02 y CO2) por la circulación. c) Respiración interna o tisular. El intercambio de gases entre la sangre y el aire tiene lugar en los alvéolos pulmonares. La renovación del aire se produce mediante los movimientos de expansión (inspiración) y retracción (espiración) de tórax y pulmón. Durante la inspiración se ensancha la cavidad torácica, aumenta la negatividad intrapleural, se expanden los pulmones y baja la presión alveolar por debajo de la atmosférica. Durante la espiración los músculos inspiratorios se relajan determinando el fenómeno contrario. Inspiración: resulta de la acción de los músculos intercostales externos y del diafragma que determinan la ampliación del tórax en sus tres diámetros (antero posterior - transversal y vertical). Se denomina frecuencia al número de respiraciones completas que se perciben por minuto de manera inconsciente y sin esfuerzo. Los valores normales son: 12 - 16 en el adulto 20 - 25 en el niño 30 - 40 en lactantes 40 - 60 en recién nacidos. Es menor durante el sueño y aumenta durante la digestión, ejercicios físicos y emociones. Apnea. Breve periodo durante el cual cesa la respiración. Bradipnea. Lentitud anormal de la respiración. Por debajo de 12 rpm Disnea. Dificultad para respirar o respiración dolorosa Hipernea. Aumento anormal de la profundidad y frecuencia de los movimientos respiratorios Ortopnea. Incapacidad de respirar cuando se esta en posición horizontal. Polipnea. Condiciones en que se aumenta la frecuencia respiratoria. Taquipnea. Rapidez excesiva de la respiración en los movimientos superficiales. Por encima de 20 rpm RESPIRACIÓN NORMAL Respiración de Cheyne-Stokes. Respiración rápida y profunda seguida por apnea Considerada como una respiración propia del automatismo bulbar. Se produce por dos situaciones: déficit irrigatorio cerebral y hipoexcitabilidad del centro respiratorio Se caracteriza por una fase de apnea de duración variable de 10 a 30 seg. seguida de una serie de respiraciones que progresivamente van aumentando en amplitud y frecuencia (crescendo) para luego volver a decrecer hasta una nueva fase apneica (decrescendo) , y así periódica y sucesivamente. Respiración de Kussmaul. Respiraciones rápidas profundas y sin pausas Depende de una estimulación enérgica del centro respiratorio por acidosis. Consiste en una inspiración profunda y ruidosa seguida de una pausa, y de una espiración rápida separada por un intervalo de la inspiración que la sigue. Llamativo el contraste entre la energía de las respiraciones y la debilidad general del sujeto Durante esta inspiración el pulso es siempre dicroto, se regulariza al cesar y vuelve a hacerse discreto en la inspiración siguiente. Consiste en breves pausas apneicas sucesivas, si bien en los periodos intermedios la respiración es regular y de profundidad normal. Se caracteriza por una serie de respiraciones irregulares en profundidad, interrumpidas por intervalos de apnea de 5 a 30 segundos entre los que se intercalan respiraciones de amplitud y profundidad normal, perdiendo el patrón repetitivo de la respiración periódica. Se suele asociar con aumentos graves y persistentes de la presión intercraneal, en la intoxicación por ciertos fármacos o lesión cerebral en la médula. La Pulsioximetría es un método no invasivo, que permite determinar el porcentaje de saturación de oxígeno de la hemoglobina en sangre de un paciente con ayuda de métodos fotoeléctricos. Valor de referencia normal (90% - 100% por lo general se encuentra por encima de 95%) Se denomina pulso a la sensación táctil de elevación de la pared arterial, sincrónica con los latidos cardíacos y que se percibe cada vez que (con técnica adecuada) se palpe una arteria contra un plano de resistencia (hueso, musculo). Frecuencia: es el número de pulsaciones que se perciben por minuto. Está dado por el número de latidos cardíacos que se producen por minuto y a su vez estos latidos son el resultado del funcionamiento autónomo de su sistema de conducción. - Valores normales: la frecuencia varía con la edad. En el R.N. (recién nacido) 120 a 160 pulsaciones por minuto. Luego van descendiendo hasta que en el adulto se dan valores de 60 a 100 latidos por minuto. La frecuencia del pulso aumenta con el ejercicio físico, los períodos digestivos y las emociones, disminuyendo con el reposo, el sueño y el ayuno. Si los valores están por encima de lo normal se denomina taquicardia y si este se encuentra disminuido se dice que es bradicardia. Hay tantos pulsos palpables como arterias accesibles a la mano a través de los tegumentos, siempre que éstas tengan un plano de apoyo para ofrecer resistencia a la presión palpatoria. -Pulso temporal: por delante o por arriba de la oreja. -Pulso facial: debajo de los pomulos. - Pulso carotídeo: a lo largo del borde interno del esternocleidomastoideo. - Pulso subclavio: sobre el tercio medio de la clavícula. - Pulso humeral: en el tercio medio del brazo. - Pulso braquial: en el pliegue del codo. -Pulso radial: en la muñeca, en el canal radial. - Pulso cubital: en la muñeca, en el canal cubital. - Pulso crural o inguinal: en la ingle. - Pulso poplíteo: en el hueco poplíteo. - Pulso tibial posterior: por detrás del maléolo interno. - Pulso pedio: en el dorso del pie. HCIDGAFBE C D G A E F B H I Se entiende por presión sanguínea al empuje que ejerce la sangre sobre las paredes arteriales. Con el nombre de presión arterial se indica la resistencia que oponen esas paredes a la presión de la sangre, lo que expresa la elasticidad vascular. En la práctica ambas definiciones se consideran sinónimos, pues aunque significan dos fuerzas de sentido contrario, los valores de una son prácticamente equivalentes a los valores de la otra, ya que ambas son fuerzas de idéntica intensidad. La función primordial del corazón es expulsar la sangre que le llega de los pulmones y por medio de sus vasos distribuirla por todo el organismo. Para cumplir con esta función contrae sus paredes, para impeler la sangre que le ha llegado. De este modo la sangre sale del corazón con una determinada presión que se transmite a los vasos arteriales. La presión con que la sangre circula en el interior de las arterias no es estable, sino que cambia continuamente. Aumenta en forma brusca en el momento de sístole cardíaca, ya que penetra una gran masa sanguínea al torrente circulatorio y a partir de ese momento la presión empieza a disminuir en forma progresiva hasta que se sucede la otra sístole que elevaría nuevamente la presión. El corazón inyecta una determinada cantidad de sangre (volumen sistólico), lo cual distiende las paredes arteriales elásticas. Esta presión se llama presión arterial sistólica o máxima. Cuando el corazón se relaja se cierran las válvulas, comienza la diástole y la elasticidad de las arterias y el propio volumen circundante logran mantener un gradiente tensional que se denomina presión arterial diastólica o mínima. La presión arterial (comúnmente conocida como "tensión arterial") es la fuerza o presión que lleva la sangre a todas las partes del cuerpo. Al medir la presión arterial se conoce el resultado de la presión que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. El resultado de la lectura de la presión arterial se da en 2 cifras. Una de ellas es la sistólica que está arriba o sea el primer número en la lectura. La otra es llamada diastólica que está abajo y es el segundo número en la lectura. Tradicionalmente se ha considerado como presión arterial ideal a los siguientes valores: <120 mmHg de sistólica y <80 mmHg de diastólica. Aceptándose como una presión alta (hipertensión = HTA) cuando los valores de la sistólica están sobre los 140 y/o la diastólica sobre 90. Y presión baja (hipotensión) cuando los valores de la sistólica están por debajo de los 90mmhg y/o la diastólica por debajo de 60 mmhg. Un ejemplo de la lectura de la presión arterial es 120/80 (120 sobre 80) en la cual, 120 es el número sistólico y 80 es el número diastólico. Hay una serie de factores que influyen en la tensión arterial de un individuo: a) Edad: la T.A. aumenta con la edad; b) Sexo: menor T.A. en la mujer que en el hombre de igual edad; c) Constitución corporal: las personas de constitución fuerte generalmente tienen la tensión más alta que las de constitución liviana; d) Alimentación: después de la alimentación la T.A. aumenta; e) Ejercicios: durante el ejercicio la T.A. aumenta; f)) Depresión: disminuyen la T.A.; g) Reposo y sueño: disminuyen la T.A.; h) Ayuno: disminuye la T.A. i) Estrés: la ansiedad, el miedo y el dolor pueden incrementar la tensión arterial debido al aumento de la frecuencia cardiaca y de la resistencia vascular periférica. FRECUENCIA RESPIRATORIA EDAD (resp./min.) frecuencias del Pulso Normales Presión Arterial Normal (lat./min) PRESION ARTERIAL (mm. Hg.) Valores Normales de la Temperatura Corporal GRADOS FAREINHEIT GRADOS CENTIGRAD OS (°F) (°C) VÍA Recien Nacido 40-60 120-160 80/40 1 año 30-40 80-140 82/44 Oral 97.6 - 99.6 36.5 - 37.5 3 años 25-30 80-120 86/50 Rectal 98.6 - 100.6 37.0 - 38.1 5 años 20-25 70-115 90/52 Axilar 96.6 - 98.6 36.0 - 37.0 7 años 20-25 70-115 94/54 10 años 15-20 70-115 100/60 15 años 15-20 70-90 110/64 Adulto 12--20 60-100 120/80 Normalmente las pupilas se contraen al estímulo de la luz (PIRRL) esto con el fin de dejar ingresar al interior del ojo la luz necesaria para poder ver. Si ambas pupilas están más grandes de lo normal > 5mm de diámetro (Midriasis o pupilas midriáticas), la lesión o enfermedad puede indicar shock, hemorragia severa, hipoxia, agotamiento por calor, o drogas tales como cocaína o anfetaminas. Si ambas pupilas están más pequeñas de lo normal < 2 mm de diámetro (Miosis o pupilas mioticas), la causa puede ser una insolación o el uso de drogas tales como narcóticos. Si las pupilas no son de igual tamaño (diferencia mayor de 1 mm “anisocoria”), sospeche de una herida en la cabeza o una parálisis. Las pupilas normales (entre 5 mm y 2 mm de diámetro) son llamadas isocoricas. Si estas no son reactivas a la luz se puede tener una fuerte sospecha de muerte en el paciente.