La verdadera grandeza de la ciencia acaba valorándose por su utilidad Probablemente, Eduardo Anitua se encuentra hoy día entre los investigadores de mayor prestigio de nuestro país, tal como ponen de manifiesto los innumerables premios que tanto él como su empresa, BTI Biotechnology Institute, han recibido los últimos años. Eduardo Anitua es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca (1979); Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia (2003); y especialista en Estomatología por la Universidad del País Vasco (1983). Pero ante todo, es científico y emprendedor. Científico en el más puro estilo, porque si hay algo que ha motivado a Anitua a lo largo de su carrera profesional ha sido el constante interés por el aprendizaje, buscando la mejor solución para las patologías de sus pacientes, en aras a la mejora de la calidad de vida de éstos. El Doctor Anitua nunca se ha conformado con su faceta de investigador, pues siempre ha mantenido una clara visión traslacional en la que sus descubrimientos científicos deben llegar a la praxis médica en todos los aspectos posibles. Y es ahí donde encontramos al emprendedor, quién en su día puso en marcha en Vitoria BTI Biotechnology Institute, una empresa de investigación biomédica que contaba con un laboratorio en el que desarrollar sus investigaciones, una clínica en la que poder llevar a cabo los ensayos médicos y un avanzado centro de formación para trasladar sus avances y descubrimientos a profesionales sanitarios procedentes del mundo entero. Hoy en día, la labor científica y empresarial del Dr. Anitua se ve reflejada en el hecho de haber convertido a BTI es una de las compañías más destacadas del sector de la implantología oral en Europa y una de las más innovadoras del mundo, contando con más de 35 patentes a nivel internacional. Asimismo, ha logrado que BTI sea un referente científico mundial en medicina regenerativa, en concreto, en regeneración tisular mediante el uso del plasma rico en factores de crecimiento autólogo, PRGF®-Endoret®. PRGF®-Endoret®: punto de inflexión en medicina regenerativa Pero, ¿qué es PRGF®-Endoret®? A finales de los años noventa, Eduardo Anitua comienza a investigar sobre las aplicaciones terapéuticas de los factores de crecimiento, convencido de que había una manera de ampliar y mejorar los tratamientos odontológicos que dispensaba a sus pacientes. Pese a las numerosas dificultades, no cejó en su empeño hasta conseguir desarrollar el plasma rico en factores de crecimiento autólogo, PRGF®-Endoret®, un concentrado plaquetario, con una concentración de factores de crecimiento idónea para el tratamiento, a partir de plasma sanguíneo obtenido por centrifugación de pequeñas cantidades de sangre del propio paciente. Cuando se aplica el plasma rico en factores de crecimiento en un tejido dañado por un traumatismo, un tratamiento quirúrgico o una enfermedad, se aceleran (hasta un 40%) los mecanismos fisiológicos de reparación que se ponen en marcha espontáneamente en todos los tejidos tras una lesión. Lo que se logra es la sustitución de tejido destruido o deteriorado por tejido nuevo, de forma natural, pero en mucho menos tiempo que con los tratamientos tradicionales. Juan Carlos I, Rafa Nadal, Iniesta… y más de 300.000 casos de éxito Las primeras aplicaciones de PRGF®-Endoret® en cirugía oral y maxilofacial, para estimular la regeneración de tejido óseo alrededor de los implantes dentales y reducir así su tiempo de consolidación, tuvieron un enorme éxito. A partir de ahí, fruto de nuevas investigaciones, y gracias a la gran versatilidad de esta tecnología, su aplicación trascendió rápidamente a otras áreas de la medicina como la traumatología, oftalmología, dermatología, medicina deportiva, estética, etc. Hoy en día, la tecnología PRGF®-Endoret® y sus contrastados resultados terapéuticos son cada vez más conocidos en la sociedad, algo a lo que sin duda han contribuido los numerosos deportistas de élite (como Rafa Nadal, Xavi Hernández o Iniesta) que han sido tratados con éxito con PRGF®-Endoret®. Igualmente, ha tenido gran trascendencia social que el Rey Juan Carlos I también fue tratado con plasma rico en factores de crecimiento para acelerar su recuperación tras la intervención quirúrgica en el tendón de Aquiles a la que fue sometido recientemente. En cualquier caso, el mejor aval de la tecnología PRGF®-Endoret® es que sus resultados están respaldados a través de múltiples ensayos clínicos, innumerables publicaciones científicas de nivel internacional y los propios resultados obtenidos en los más de 300.000 pacientes anónimos que han sido tratados con éxito, sin que se haya descrito ni un solo caso en el que se haya presentado un resultado adverso. La continua labor investigadora desarrollada por Eduardo Anitua y el equipo científico de BTI sigue dando cada día nuevos frutos, que presagian nuevas aplicaciones terapéuticas. Sin ir más lejos, recientemente se han presentado los resultados de sendos ensayos clínicos que sitúan al plasma rico en factores de crecimiento como un tratamiento eficaz tanto para la artrosis de rodilla como para lesiones corneales que no responden a los tratamientos convencionales. No obstante, no hay duda de que Anitua y su equipo no se detendrán aquí. Con seguridad, seguirán realizando investigación básica y desarrollando nuevas aplicaciones terapéuticas a partir de la misma. Al fin y al cabo, la búsqueda del conocimiento científico es parte fundamental de la filosofía de BTI, y precisamente en eso consiste la ciencia, en siempre buscar más, en no conformarse y en avanzar continuamente. Nuevo Posicionamiento para BTI Hasta 2011, la marca nunca fue un must en BTI. Cuando Coleman Cbx se aproximó a BTI, encontró una gran empresa pero con una marca obsoleta, ausente de actualidad, que pretendía competir en el mercado internacional de la implantología. Este mercado, es un coto de empresas alemanas con cuidadas campañas de comunicación e imagen. Parecía difícil comunicar un mensaje novedoso y distintivo en el áspero entorno de los grandes gigantes de las ciencias de la salud centroeuropeos. Sin embargo había muchas cosas que comunicar: una empresa diferente, dotada de un proyecto apasionante, con un producto de vanguardia, cutting edge. Una forma de vida, basada en el compromiso, la pasión por el trabajo bien hecho y la unión del gran profesional y la investigación aplicada. Fue este conjunto de atributos (lo antiguo y lo nuevo, la tradición y la modernidad) lo que nos llevó a definir un Posicionamiento de marca que aunara ambos mundos. En esta síntesis, la pasión y el compromiso se resumen en la primera palabra mientras que el mundo de la investigación aplicada se ciñe a la segunda. En Coleman Cbx, teníamos que introducir los valores que precisa la marca en el nuevo escenario –cercanía al profesional de la odontoestomatología, pragmatismo, más al díasin mermar el apalancamiento en “valores” (ciencia, compromiso, voluntad) que la marca sustenta y que son capitalizables. Para ello nos apropiamos del territorio de la innovación, soportado por las nuevas iniciativas empresariales de BTI; su entrada en nuevos mercados y búsqueda continua de nuevas soluciones (Endoret, etc.), de la investigación científica y su aplicabilidad… También nos apropiamos de los valores clásicos que sustenta a la medicina en general y BTI en particular: la ciencia, la investigación aplicada, el valor de la honestidad y el compromiso, el esfuerzo, etc… Finalmente, la “síntesis” nos permite unir los dos universos. El territorio dinámico y cambiante de la innovación y la permanencia de lo clásico. La síntesis es una idea universal. La idea de la “síntesis”, “tecnología humana”, nos permite incluir en la marca una actitud crítica ante las cosas; demostrar que buscamos una nueva lectura, fuera de lo establecido, para buscar lo mejor de ambos mundos. Este nuevo territorio es lo suficientemente flexible para mantenerse a largo plazo, y lo suficientemente diferenciador como para distanciarse de la competencia. La marca gráfica Una vez definido el nuevo posicionamiento, nos planteamos abordar la plasmación gráfica de la nueva marca. Para ello debíamos hacer ver a nuestros target que precisamente los valores de siempre – el esfuerzo, el método científico o el compromiso-, nos hacen ser modernos e innovadores. El símbolo de la nueva BTI tendría que ser inteligente y diferenciador, pero también amigable y bello. Elegimos un animal, un ave singular, pequeña y eficiente, bella y rara, entendiendo “rareza” como poco habitual, nada vulgar. Los valores de BTI y los de algunos pájaros inteligentes, muestran paralelismos. Nos pareció sugestivo utilizar la imagen de un colibrí como símbolo. A pesar de su reducido tamaño (en comparación con las grandes aves), se trata de un claro ejemplo de precisión en la naturaleza. Asimismo, cuenta con atributos únicos, como la capacidad de volar hacia atrás, o la velocidad con la que el colibrí bate las alas para mantenerse estático en el aire, lo que le convierte en un alarde de tecnología viva, así como en un ave con un vuelo elegante y distinguido. Su longevidad es sorprendente para un ave de pequeño tamaño. Desplegamos un colibrí tridimensional dotándole de textura papirofléxica, inteligente, científica, modulable y escalable. Un símbolo que fuese obra de la naturaleza pero también de la ingeniería. Elegimos una gama cromática poco habitual en el sector: los malvas, morados, rosas, colores de transición entre la calidez del magenta y los azules tecnológicos. El resultado Una marca atractiva y diferenciadora para una compañía médica que compite con éxito en el mundo de las grandes multinacionales alemanas y sajonas. Esta nueva Identidad permitirá a BTI abundar en su rápida y eficaz estrategia de internacionalización que, a día de hoy, se refleja en un importante número de filiales (Estados Unidos, Alemania, Italia, México, Portugal y Reino Unido) y una creciente presencia internacional reforzada por la red de distribuidores (Japón, Taiwán, India, Irán, Rusia, Grecia, Brasil….). La suma de todo esto coloca a BTI en la vanguardia tanto del panorama nacional como internacional, obteniendo ventajas competitivas, e invirtiendo y apostando, de un modo firme, en la investigación científica y en la adquisición de una avanzada infraestructura tecnológica. Para más información www.bti-implant.es Sobre BTI BTI Biotechnology Institute es una empresa de biomedicina y biotecnología con implantación internacional dedicada al desarrollo de biomateriales para favorecer la regeneración ósea, así como al diseño y fabricación de implantes dentales y componentes protésicos y está considerada un referente científico en la regeneración tisular. Desde su fundación, BTI ha apostado decididamente por la innovación como motor de crecimiento, realizando un enorme esfuerzo en investigación y desarrollo en cuatro áreas científicas estratégicas: la implantología oral, la terapia regenerativa, los biomateriales y la informática médica. La firme apuesta realizada a favor de la investigación científica y la adquisición de una avanzada infraestructura tecnológica se materializan en el Instituto Eduardo Anitua, centro de referencia mundial en implantología oral y terapias regenerativas. Repartidos en sus casi 5.000 m2 se encuentran el Centro de Investigación BTI, Centro de Formación y Postgrado BTI y la Clínica Dental Eduardo Anitua De hecho, todo este esfuerzo y el carácter pionero de BTI en I+D+i obtuvo su recompensa con la obtención del Premio Príncipe Felipe a la Innovación Tecnológica en 2007, siendo la primera ocasión en la que una empresa de biomedicina recibe este galardón.