LIBROS NOTAS CRITICAS HANDBOOK ON ELECTRONIC COMMERCE M. Shaw; R. Blanning; T. Strader; A. Whinston (eds.) Springer, 2000 Sin necesidad de caer en tópicos razonablemente extendidos, la aparición de un libro extenso sobre comercio electrónico en el que se contemplan, desde una pluralidad de perspectivas, los principales temas a los que han de hacer frente realidades sociales de todo orden, ha de ser bienvenida. Si, además, se analiza la amplísima nómina y categoría profesio- nal de los autores, no podemos sino caer en la manida expresión del hueco que la obra viene a llenar y felicitar a los editores que han sabido seleccionar los temas y ejercer algo que rara vez se encuentra en las colecciones de artículos, como son la disciplina en cuanto al número de páginas de los mismos y la evitación de excesivas incursiones en campos ajenos. La obra, en sus características externas, tiene ocho partes en las que quedan agrupados treinta y dos artículos que se refieren a la nueva era, al comercio electrónico y su relación con el consumidor, al diseño y desarrollo de almacenes electrónicos, a la tecnología e infraestructura, al comercio electrónico entre empresas, el famoso B2B), a la gestión empresarial, a los servicios de información y productos digitales y, por último, a la seguridad, la privacidad y la problemática legal. Nos hemos asomado al libro con el interés de neófitos que intentan obtener una visión clara de temas que afectan, ya en una medida considerable, a nuestras vidas y también, lógicamente, desde una visión de estudiosos de la vida internacional en lo que afecte primordialmente al comercio mundial. Por supuesto, no hemos podido entrar en las complejidades técnicas de buen número de las cuestiones estudiadas. Empleando una expresión que se ha hecho general, estas reflexiones vendrían desde el punto de vista del usuario. En esa consideración, nos parece necesario señalar, se trata de un volumen de gran interés, en el que los autores han respetado la consigna de expresarse en un lenguaje muy, pero muy asequible. Quizá se hayan dejado para otro texto complementario, el AGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 123 Handbook on Architectures of Information Systems, las explicaciones para expertos. Sin duda, desde nuestra perspectiva, solamente la enumeración de las cuestiones inicialmente planteadas (y que todas las experiencias indican que están destinadas a sufrir importantes modificaciones) justificaría la lectura del trabajo. No se trata, por otro lado, de ese tipo de manuales al uso a los que en cier ta manera cabe definir como enciclopedias reducidas, o de algo también frecuente en la producción de libros (la obra de referencia, aunque evidentemente en nuestro caso este uso resulta posible), sino de un texto que puede ser utilizado sin un grado razonable de dificultad por quienes se asoman al tema central. Por otro lado, el alto número de esquemas y gráficos incluidos permite apreciar también sus posibilidades de empleo como instrumento pedagógico. A diferencia de otras reseñas que hemos tenido ocasión de presentar en Información Comercial Española, en ésta el orden establecido por los editores nos ha parecido muy razonable y lo aprovecharemos en su integridad para glosar brevemente su contenido. La primera parte marca los fundamentos y las preocupaciones generales de la nueva forma de intercambio. Tras una referencia al estado de la cuestión (el clásico state of the art), se introduce el tratamiento del futuro de la economía digital, los sistemas de apoyo a las decisiones y el impacto y las implicaciones de los mercados electrónicos. Los trabajos han sido elaborados precisamente por los cuatro editores del volumen. Es lógico que las estimaciones sobre la LIBROS importancia del CE (comercio electrónico) se hagan desde órdenes cuantitativos y cualitativos, evidentemente con discrepancias en las definiciones. Pues bien, los primeros datos numéricos se diferencian sensiblemente cuanto más alejados están en el tiempo. En el libro, —pero también en otros textos—, se citan cifras tan dispares como 327.000 dólares para el año 2003, frente a 3,2 billones y 5 por 100 del total de ventas mundiales en esa fecha, según las fuentes empleadas. Sí resultan de mayor confluencia de pareceres los aspectos cualitativos al realizarse una enumeración de las actividades empresariales que se verán —se están viendo— afectadas por el comercio electrónico: las compras, las ventas, el almacenamiento, la contabilidad, la financiación, la auditoría, la negociación, el establecimiento de acuerdos, el marketing, la formación, la producción, la distribución, la prestación de ser vicios, etcétera. Esto es, cuanto se conoce acerca de la vida cotidiana de las empresas sufrirán esas modificaciones. El comercio electrónico proporciona oportunidades sin precedente para integrar los diversos tipos de redes de comunicación, incluyendo las que ahora tienen cierta especialización: a) la Intranet para la comunicación interna en la que se incluye la gestión del conocimiento; la gestión de proyectos y la comunicación; b) la Extranet, que se dirige la coordinación externa y la posibilidad de compartir informaciones con proveedores, distribuidores, ser vicios financieros; c) la Internet, que permite crear almacenes electrónicos, proporcionar servicios a los clientes y obtener información sobre el mercado y la distribución, etcétera. En el primer capítulo se traza una amplia perspectiva de las opor tunidades que se abren y de los retos que habrán de afrontarse en el futuro. Sólo la enumeración escueta de las mismas llenaría mayor número de páginas de las que suelen ocupar estas reseñas. Las transformaciones que se pueden registrar en la economía de un país se analizan en el segundo trabajo de esta primera parte. Deben destacarse, como grandes temas, los siguientes: 1) la diferencia de conductas de empresas respecto a los que muestran en el mercado «físico»; 2) los efectos sobre los precios; 3) las repercusiones sobre las liquidaciones; 4) los efectos sobre la publicidad; 5) las consecuencias para la competencia y las normas de defensa de la competencia; 6) los problemas de orden fiscal; 7) las repercusiones en la política monetaria; y 8) efectos de carácter internacional. Se señala que el mercado digital constituye el primer ejemplo de mercados en los que las teorías y modelos económicos pueden construirse de una forma apriorística, en lugar de las tradicionales formas ex-post. Además, se ven afectados los supuestos que se refieren a las formas de mercado. Se piensa, así, que se pueden lograr mercados perfectos en el sentido de que se conseguirán informaciones completas a vendedores y compradores del mercado. Naturalmente que los factores de imperfección podrán ser otros (retirada de informaciones sobre productos, incremento de las tendencias a la normalización, etcétera). Un conjunto de consecuencias fundamentales para el desarrollo de los nuevos AGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 124 sistemas se encuentra en el área de las tecnologías de apoyo a las decisiones, cuestión sobre la que ha existido desde los años setenta una amplísima literatura que se ha volcado en la investigación operativa y en las ciencias de gestión. El comercio electrónico y las técnicas aplicadas al mismo permiten una mejora de los instrumentos en las tres grandes fases explicitadas ya por Simon en 1969. Esto es: a) en la fase de la inteligencia (información previa); b) en el tratamiento y diseño, esto es, en la formulación y análisis de problemas, así como en la integración de sistemas (en la contabilidad, el control de stocks, los servicios a los clientes, etcétera); y c) en la elección. Una exposición de experiencias previas permite al lector obtener ideas realistas sobre las aplicaciones a las propias entidades. La primera parte de la obra termina con un estudio acerca del impacto y las implicaciones de los mercados electrónicos. En esta línea se examinan los incentivos económicos para la participación de compradores y vendedores (y otras organizaciones) en el comercio electrónico. Para ello se realiza un análisis coste-beneficio de carácter general. Los compradores se habrán de beneficiar de menores precios y costes de búsqueda, y los vendedores de nuevas fuentes potenciales de ingresos y de reducción de costes de producción y de transacción. Para terceros (intermediarios, Estado) se registrarán efectos tales como la eliminación de ciertas formas de mediación, a la vez que nacerán otros como los temas relacionados con la recaudación impositiva. La segunda parte del texto examina LIBROS con mayor detalle los impactos del CE en los consumidores, a través de cinco trabajos. El primero de ellos se dirige a describir los instrumentos necesarios para «hallar, valorar, seleccionar e interpretar la riqueza de información disponible que caracteriza a los mercados electrónicos». En este orden, se pasa revista a las estadísticas —cuantitativas y de actitudes— de carácter general, así como las relativas a los usuarios de Internet y sus posibilidades de incremento. Al respecto se estimaban en 147 millones de personas los usuarios de Internet en septiembre de 1998 (de los cuales, 87 millones residían en Estados Unidos y Canadá). Diferentes características (género, ocupación, educación, venta, etcétera) son examinadas. Por último, se analiza el grado de confianza de las estadísticas anteriormente indicadas. En un segundo trabajo, se pasa revista a las implicaciones de la nueva situación para el comportamiento de los consumidores y, paralelamente, para la gestión de marketing. Se examinan distintas aportaciones en relación con los procesos de decisión y respecto a las variables que influyen en el mismo (es tradicional la distinción entre diferencias interindividuales y las variables de entorno), subrayando las notas características del modelo tradicional y el que establece Internet. Resultan muy importantes las diferencias en lo que se refiere a la búsqueda de informaciones y a la compra, en la que en el modelo tradicional se registra un impacto notable del ser vicio mientras que Internet no requeriría ese tipo de interacción. Este trabajo llama, finalmente, la atención sobre las posibles modifi- caciones que sufrirán las relaciones de poder en las cadenas de distribución. Un amplio trabajo se dedica al marketing, quizá uno de los aspectos sobre los que pueden encontrarse en el mercado editorial español mayor número de contribuciones. El artículo realiza un buen resumen de las funciones del marketing y de los principales aspectos específicos del mismo, subrayando de manera especial cuanto se refiere a comunicación y publicidad. Las cifras de potencial incremento de los gastos en publicidad vendrían a señalar que buen número de organizaciones no han adoptado aún decisiones sobre el empleo de Internet. El cuarto trabajo de esta parte se dirige a explicitar algunos trabajos realizados sobre la extensión y las implicaciones de Internet en las conductas diarias. Las experiencias de las que se tienen noticias son muy abundantes y han permitido también el desarrollo y evaluación de escalas de medida apropiadas. Parece que aún no se dispone de la experiencia necesaria para estimar lo que ha supuesto Internet en los comportamientos, aunque pueden distinguirse dos grupos: los usuarios y los no usuarios del sistema. El último trabajo de esta segunda parte busca analizar el choque o choques culturales que origina el marketing con Internet. El estudio describe la forma de desarrollo de la «cultura Internet», sus formas y contenidos y se dirige a medir su eficacia. Así, estudios de 1996 muestran que los usuarios consideran la publicidad por Internet más digna de confianza que la desarrollada por métodos tradicionales. Se añaden recomendaciones para los futuros usuarios. AGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 125 Las tres partes siguientes tienen unos destinatarios específicos. Los trabajos de la tercera analizan las relaciones con el almacén, y los de la cuarta las necesidades de tecnología e infraestructuras. El almacén electrónico es una dirección web en la que sus páginas proporcionan información acerca de productos o servicios y que sirve de soporte para los procesos básicos de transacción (publicidad, pedido, pago, seguridad y otras funciones necesarias). En ese orden se pueden presentar sistemas de desarrollo y gestión de la red. Uno de ellos es el denominado modelo de cohorte. También hay sectores en los que se presentan cuestiones específicas y a los que el libro dedica capítulos especiales (por ejemplo, la venta de artículos textiles). Dentro de la cuarta parte se aborda las cuestiones asociadas con el pago electrónico, con aspectos dedicados al dinero de plástico y otras cuestiones, como la interoperatividad. Los temas relativos a las transacciones entre empresas incluyen catálogos electrónicos, procesos de compra, fidelización de clientes, documentación, y las formas en que pueden ser organizados de manera eficiente los flujos de información. Por su interés general en esta reseña dedicamos una especial atención a las tres últimas partes dirigidas respectivamente a gestión de la empresa, servicios de información y temas de seguridad, privacidad y consecuencias legales. ¿Cuál es la relación entre las organizaciones virtuales y el comercio electrónico? El libro analiza las fuerzas que conducen hacia un universo virtual (la tecnología, la población, las políticas y la economía LIBROS global), las ventajas (incremento de la capacidad competitiva, mejora en el servicio al cliente, menores costes y, sobre todo, mejores comunicaciones y control interno) e inconvenientes (mayores inversiones, problemas legales, mayor confianza). En otro trabajo se indican cuáles son las experiencias sectoriales en las que han obtenido resultados satisfactorios en lo que se refiere a la constitución de bases de datos por redes. Existe un mundo no demasiado conocido en relación con el desarrollo de la técnica. Es el mercado de información a través de Internet. En él, junto a las ventajas ya señaladas, se registrará el impacto de nuevas formas de intermediación que: a) proporcionen información sobre las necesidades de los compradores; b) consigan de los productores también informaciones significativas; c) gestionen la propiedad intelectual; d) autenticen; y e) complementen, procesen y añadan valor a los productos de la información. Naturalmente, y en conexión con algunas de los temas hoy en boga en la literatura sobre gestión empresarial, el libro dedica un capítulo especial a las perspectivas estratégicas y otro a los aspectos productivos. Finalmente, la séptima parte finaliza con unas consideraciones acerca de la utilización de los sistemas como facilitadores de subastas. Termina el libro con el tratamiento de alguna de las cuestiones que han suscitado mayores controversias a la hora de la cooperación internacional. Un capítulo se dedica, así, a la privacidad y a la seguridad. Se pasa revista a los problemas relacionados con la configuración, los virus y otras cuestiones que han ido surgiendo a lo largo de la vida de funcionamiento del sistema, así como a las formas de hacerles frente, de manera especial la criptografía. Particularmente, interesante nos ha resultado la consideración de que «la seguridad en la información es mucho más una cuestión de gestión que de tecnología». En relación con el mismo bloque de temas se analiza una primera introducción al derecho aplicable al comercio electrónico (lo que puede denominarse la «ley emergente»). Desde la perspectiva de la obra, quedan afectadas las normas de contratación de lo referente a los requisitos de firma, a la neutralidad de la tecnología, a los sistemas de pago, y a los instrumentos financieros. Desde nuestro punto de vista, el libro nos ha proporcionado —y perdónese el juego de palabras— una más amplia información a niveles introductorio y de una primera especialización sobre cuestiones que se han hecho realidad en nuestros días, sobre sus posibilidades y también sobre sus limitaciones. Pensamos que el texto cumple con eficacia ese primer papel —y de ahí su mérito— y que refleja un magnífico e infrecuente esfuerzo de coordinación por parte de los editores. Y, con una cierta dosis de melancolía, hemos reflexionado que el contenido de la obra en un plazo brevísimo será sustancialmente modificado para recoger las continuas mejoras que se introducen en los temas recogidos en este manual. Miguel A. Díaz Mier Universidad de Alcalá Antonio M. Avila Alvarez Universidad Autónoma de Madrid AGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 126 ECONOMIC GLOBALIZATION, INTERNATIONAL ORGANIZATIONS AND CRISIS MANAGEMENT R. Tilly y P. Welfens (eds.) Springer, 2000 En la amplia nómina de obras que llevan en su título alguna referencia a la globalización económica, no resulta extraño encontrar ciertas especializaciones. Una de ellas hace referencia a las organizaciones e instituciones internacionales sobre las que han surgido cuestiones de lógica preocupación: ¿cómo les afecta el fenómeno de la mundialización y cuál puede ser su papel en el futuro? A las respuestas a éstos y otros temas similares se dedica el volumen que comentamos. Como es habitual en muchos de los textos objeto de estas reseñas, el libro recoge las ponencias presentadas por un buen número de especialistas, a un simposio o conferencia. En este caso, la organizada en 1998-99 por el European Institute for International Economic Relations. Los trabajos aparecen en el volumen siguiendo tres grandes partes: la primera dedicada a la internacionalización y la coordinación de la política actual. La segunda, consagrada al impacto de las organizaciones internacionales; y la tercera, a discusiones de paneles. Sin embargo, a efectos de estas reflexiones consideramos que los capítulos dedicados a instituciones específicas tienen menor interés general que los dedicados a cuestiones de carácter específico, por lo que no comentaremos los epígrafes destinados a presentar la OCDE, el Banco Asiático de Desarrollo, LIBROS la Organización Internacional del Trabajo, el Banco de Pagos internacionales, ni el acuerdo específico sobre ser vicios financieros dentro del GATS. El texto incluye, además, dos modelos teóricos de funcionamiento: uno referente a agricultura y alimentación y otro de carácter más general. También examina dos temas «nuevos» que aún no han sido asignados a ninguna institución específica, como son el medio ambiente y las economías en transición. Dentro de los trabajos incluidos en el libro, nos proponemos comentar, con mayor extensión, el estudio del Dr. Welfens, que aborda el desarrollo de los problemas y las opciones de reforma de las organizaciones internacionales, y el del profesor F. Schneider sobre elementos para una constitución federal europea y, con una extensión menor, los artículos de los profesores Foreman-Peck y Flandreau, acerca del pasado de las organizaciones económicas internacionales y de las cuestiones relativas a governance en las políticas del FMI. Somos conscientes de que esta selección obedece a criterios de interés personal en los temas, pero también nos pareció que la selección de temas en la conferencia no era completa, puesto que no consideraba organizaciones de la importancia de la OMC, del mundo de las organizaciones regionales de integración, ni los intentos de creación de organizaciones dedicadas a las inversiones internacionales. Por ello no podemos considerar que el texto sea un tratado sobre organización económica internacional, sino más bien una colección asimétrica de trabajos que buscan respuesta a la gestión de las orga- nizaciones existentes. En este sentido, sería pariente cercano de otros textos (Innovation in Multilateralism, editado por M. Chechter, Global Transformation; Challenge to the State System, editado por Y. Sakamoto, o Multilateralism in Multinational Perspective: Viewpoints from Different Languages and Literatures, editado por J. Sewell, así como la amplia colección de los trabajos recogidos por el profesor Cox). Desde el punto de vista de la historia de las organizaciones económicas, los trabajos de los profesores antes citados ponen de manifiesto una vez más aspectos que convienen que sean recordados. Así, Foreman-Peck señala que, en el siglo XIX, la política internacional discurrió de manera mucho más cooperativa que en períodos anteriores, si bien las materias referentes a seguridad nacional presentaban muchas dificultades para delegarlas en instituciones internacionales a diferencia de las materias técnicas. En este sentido, Flandreau hace un repaso de muchos de sus propios trabajos anteriores, destinados a mostrar la cooperación en el dominio financiero y monetario, desde la irresistible ascensión de Londres como capital financiera mundial, a la Unión Monetaria latina o las primeras cooperaciones de bancos centrales. Foreman-Peck y Welfens unen a los clásicos ejemplos en materia de navegación fluvial las experiencias en tres campos: la regulación de las comunicaciones (tratados sobre telégrafos), los derechos de propiedad intelectual y, sobre todo, la cooperación comercial. En este sentido sigue siendo paradigmática la polémica «librecambio-proteccionisAGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 127 mo» expresada simbólicamente en el Tratado Cobden-Chevalier de 1860. No se limitan los trabajos citados, y especialmente el de Welfens, a las consideraciones históricas. Este último autor realiza unas contribuciones —originales en buena medida— de las razones de la internacionalización de la economía, al papel que en circunstancias juegan las organizaciones y al que las mismas podrían desempeñar en el futuro. ¿Cuáles son las características de la economía mundial? Parecen bien conocidas: un acrecentado comercio internacional; un desarrollo espectacular de la inversión directa externa, así como de la inversión en cartera; una intensa transferencia internacional de tecnología; y un intercambio global de informaciones muchísimo más rápido a través de las telecomunicaciones y de Internet. Todo ello se manifiesta en una interdependencia internacional sin precedente (reconociendo que existen muchas asimetrías), que haría que los modelos tradicionales de relaciones entre pequeños países hayan quedado obsoletos. Las organizaciones internacionales — en la medida en que las reacciones políticas y económicas bilaterales no han podido solucionar sus problemas más importantes— han desempeñado en el pasado inmediato un importante papel, a pesar de que en ellas se encuentran ineficiencias y de que no existe, hasta ahora, un vínculo entre las organizaciones globales y las regionales. Se puede considerar desde una perspectiva de quienes gobiernan el mundo (el actualmente repetido concepto de governance) que en ese gobierno las organizaciones LIBROS ocupan un puesto destacado. Se han utilizado varios argumentos para justificarlas. Por un lado, con su establecimiento se busca un mecanismo transparente y de bajo coste en interés de los diversos países que se enfrentan a un problema común. Claro es que se corre el riesgo, puesto de manifiesto por diversos autores, de que al crearse una organización se proporcione un marco para que las grandes potencias expresen su poder a través de ella (así se ha hablado de las políticas sesgadas del Banco Mundial, por ejemplo). Otros argumentos favorables se refieren al reparto de los costes de transacción entre diversos países y a la posibilidad ofrecida a las pequeñas potencias de poder influir en ciertas cuestiones. Pero en contra se han señalado que no evitan los problemas de burocratización y, sin duda, las complejidades de los sistemas para la toma de decisiones. En todo caso, las cuestiones relacionadas con la eficiencia y la estabilidad y con la distribución de competencias siguen siendo objeto de debate. Welfens recuerda que «desde el punto de vista del economista, la distribución de competencias en las diversas materias depende: i) de los costes de toma de decisiones en los distintos niveles de la gobernación. Así, los bienes públicos internacionales producidos por una organización internacional pueden suponer importantes ahorros; ii) del alcance (la irradiación) del suministro de tales bienes públicos; iii) de los problemas de agencia; iv) de la capacidad para tratar de las cuestiones que presenta la innovación. En los últimos diez años, las organiza- ciones internacionales económicas han debido enfrentarse a las cuestiones que ha ido presentando la gestión de las crisis financieras, o las relativas a la estabilidad económica. A ellas se han añadido los llamados «nuevos» problemas: la liberalización de las telecomunicaciones, los problemas del medio ambiente y las normas laborales y sociales. El autor se pregunta acerca del papel de las organizaciones respecto a estos temas, teniendo en cuenta, lógicamente, las experiencias adquiridas. Al respecto realiza varias recomendaciones: a) La globalización económica, de rapidez y alcance no conocidos hasta ahora, requiere un sistema de gobier no de ámbito mundial (no confundir con la utopía de un gobierno mundial) que sea eficiente. En esa vía, parece imprescindible un reparto de competencias entre los gobiernos nacionales, los regionales (en el sentido de agrupaciones de países) y las organizaciones globales, de acuerdo con un principio de subsidiariedad. Por otra parte, en estas últimas ha de mejorarse su legitimación que «sólo mejorará si los países en desarrollo y los nuevos países industriales llegan a ser sede de estas organizaciones». b) Con la creciente integración internacional, la apertura y la movilidad de factores, aumentada por la tecnología, se registra una pérdida de influencia de la naciónEstado tradicional. Esta pérdida se incrementa con la disminución de la capacidad impositiva. También contribuye a ello el crecimiento de las empresas multinacionales y su impacto sobre la reducción de pagos susceptibles de imposición. La reacción normal de muchos países AGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 128 será la integración regional que habrá de incluir la cooperación en materias fiscales. c) En el próximo siglo se registrará un papel creciente de los mercados de capitales, pero en los mismos, se carece, de la llamada «supervisión prudente». Las diferentes formas en que se han presentado las crisis bancarias ponen de manifiesto que el mundo necesita, como mínimo, una serie de organismos que lleven a cabo la tarea indicada a nivel regional, instituciones que, a su vez, habrían de cooperar entre sí. d) El mayor reto para la democracia ha de provenir de la construcción de la sociedad de la información. En ella se ofrecen oportunidades para una mayor transparencia, pero aumenta el riesgo de que sean las cualidades de «atracción televisiva» de los políticos las que adquieran mayor peso. Para Welfens podría mejorarse la calidad de la política si los «productores de conocimiento, incluyendo universidades e investigadores se hicieran más activos y visibles en la sociedad de los medios». El segundo trabajo que nos ha llamado la atención por tratar un tema no demasiado considerado en textos de naturaleza primordialmente económica es el de F. Schneider, relativo a los elementos principales que, en su opinión, debería contener una constitución federal europea. Para ello parte de unas consideraciones acerca del principio de subsidiariedad, del diseño de la legislación y de las instituciones. En grandes líneas la propuesta de Schneider y los comentarios suscitados comprenderían: 1) la conversión de la actual Comisión en un auténtico gobierno europeo, si bien con funciones y tareas muy estrictamente LIBROS limitadas. El Consejo de Ministros se convertiría en una segunda cámara parlamentaria en la que cada miembro tendría el mismo peso. Para toda legislación sería precisa la aprobación (por mayoría simple) de las dos Cámaras. Ambas Cámaras tendrían autoridad y responsabilidad plenas en todas las materias presupuestarias y federales europeas. 2) Las competencias del gobierno europeo alcanzarían las materias de defensa, política exterior, política comercial, el reforzamiento de las cuatro libertades básicas del mercado común (personas, mercancías, servicios y capitales), la política de defensa de la competencia (anticártel y antimonopolio), así como la política medioambiental. Para determinar las competencias sería preciso establecer un consenso entre los miembros. 3) No se permitiría al gobierno europeo que funcionara con déficit presupuestario. Si se produjese tal déficit al término de un período legislativo o bien deberían reducirse los gastos, o bien incrementarse los ingresos, suponiendo que se dieran las condiciones políticas para ello. Consideraciones similares deberían aplicarse a la deuda pública, sólo permitida para gastos de inversión. 4) Las actividades de la Comunidad sólo deberían financiarse por un impuesto específico. Los aumentos en los tipos impositivos habrían de estas sosmetidos a una mayoría de dos tercios del Parlamento. 5) Debería introducirse un referéndum popular en todas aquellas materias de importancia, claramente señaladas por anticipado (por ejemplo, cambios en la constitución, en los tipos impositivos, etcétera). También habrían de establecerse otras reglas respecto a la aceptación y a la solicitud de convocatoria. 6) Asimismo también debe quedar definido el derecho de los Estados miembros a separarse de la Unión. En definitiva, la estr uctura a crear debería evitar cualquier tentativa de un exceso de actividades de gobier no a nivel federal, bien especificando las tareas que han de corresponder a los otros niveles de gobierno o bien introduciendo cláusulas de salvaguardia especiales. El tercero de los temas que nos ha parecido debía destacarse del libro se refiere a las consecuencias de las intervenciones del FMI en las crisis financieras y el aprovechamiento de esas experiencias en el futuro. Un buen número de autores las estudian. Los citados Welfens, Foreman-Peck, pero también H. James, de la Universidad de Princenton, se refieren a la cuestión. Debe destacarse con carácter general que «toda elaboración de los elementos de un consenso en el mundo de hoy día pone de relieve que su alcance va mucho más allá de las esferas técnicas de la gestión económica para entrar en áreas políticas de mucha sensibilidad». Ello se traduce en una preocupación por la introducción del concepto de «buen gobierno» (governance) en las acciones del Fondo. Ahora bien, en estas notas parece importante resumir cuáles parecen ser puntos de acuerdo en la valoración de las experiencias previas del FMI. Con H. James, éstas serían: a) El mantener largos períodos de aplicación de políticas de industrialización «hacia dentro», con sustitución de imporAGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 129 taciones resulta dañino, incluso en países con grandes mercados interiores (India, Brasil). Acaban derivando en una estructura inadecuada de precios con resultados negativos en la asignación de recursos y, en muchos casos, en la generación de pobreza y desestabilización social y política. b) El desarrollo puede venir afectado por los movimientos en los mercados de capitales. Reconociendo que las corrientes de capital constituyen una parte esencial del proceso de desarrollo, sus altibajos tienen consecuencias negativas. En este sentido, se requeriría, como en su momento señalase M. Guitián, completar la estructura lógica del sistema de Bretton Woods, con un nuevo código de liberalización. c) Son necesarias políticas firmes y coordinadas para que las asignaciones de capital se realicen acordes con los criterios de los mercados que habrían de conocer el potencial de desarrollo a largo plazo. d) El sector público es un actor de primer orden en los mercados de capital. Debería ofrecer a las inversiones potenciales la más amplia seguridad; pero las circunstancias de valoración de las mismas son variables en un mundo incierto. Las señales que emiten los procesos de privatización y/o de endeudamiento no son siempre interpretadas de la misma forma. e) Los desequilibrios fiscales pueden llegar a ser muy desestabilizadores, haciendo aún más complejas las relaciones entre ahorro a inversión nacionales. Los problemas de balanza de pagos son frecuentemente debidos a un exceso de creación monetaria que busca la financiación del déficit. LIBROS f) Ciertas consideraciones acerca de las ventajas e inconvenientes de la política cambiaría, la monetaria y de regulación del sistema financiero apuntan hacia el criterio básico que se deduce de las experiencias. Se precisaría aplicar criterios de prudencia. La gran cuestión es la dificultad de establecer reglas generales y objetivas, tanto a niveles de organizaciones supranacionales como dentro de las economías nacionales. Aun con una cierta dispersión en el conjunto de los temas incluidos en el volumen nos ha parecido que éste contiene un meritorio y amplio abanico de materias. En los temas no comentados, es decir en las descripciones de OCDE, Banco Internacional de Pagos, Banco Asiático de Desarrollo, Organización Internacional de Trabajo y en los modelos de funcionamiento, su lectura puede proporcionar a los interesados una documentación preciosa a la hora de analizar las organizaciones incluidas, acerca de las cuales se posee una información desigual. En lo que respecta a las cuestiones que hemos incluido en este comentario, su interés, cuando no su novedad, es evidente. Su oportunidad en momentos en que, por ejemplo, se habla de «nuevas arquitecturas» u otras definiciones políticamente correctas respecto al futuro, nos parece incuestionable. Bien nos gustaría que en los próximos e inmediatos años las aportaciones españolas a estas cuestiones fuesen más numerosas. Miguel Angel Díaz Mier Universidad de Alcalá Antonio M. Avila Alvarez Universidad Autónoma de Madrid RESEÑAS EL MERCADO ESPAÑOL DE TARJETAS DE PAGO BANCARIAS: SITUACION ACTUAL Y PERSPECTIVAS Enrique Bernal Jurado Editorial Civitas. Madrid 2001. 1ª edición. ISBN: 84-470-1567-X Con frecuencia suele pensarse en los vínculos que unen los complejos, y en apariencia alejados, mecanismos y conceptos propios de la economía financiera con nuestras realidades cotidianas. Uno puede preguntarse por la relación que existe entre la incorporación de las nuevas tecnologías de la información al sistema financiero y nuestro quehacer AGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 130 diario con el banco o caja de ahorros; del mismo modo, nos puede surgir la inquietud de cuáles son los efectos de la tan traída y llevada globalización financiera sobre la rentabilidad de nuestros ahorros o el coste de la hipoteca que tenemos constituida. Y el reto, a la hora de acometer una labor didáctica y/o académica en este sentido, a fin de cubrir la laguna del conocimiento detectada, reside en diseñar una estrategia investigadora que combine la originalidad y el rigor científico con la amenidad y el interés en la presentación formal de la misma. El libro que nos ocupa constituye, a mi juicio, un buen ejemplo de esa declaración de intenciones inicial que debe guiar todo trabajo en investigación económica aplicada. Varias son las razones que pueden respaldar lo afirmado. En primer lugar, pretende arrojar luz sobre una realidad económica que no resulta en modo alguno extraña a nuestros hábitos de pago y que, sin embargo, no ha recibido la atención especializada que merece: el mercado de tarjetas bancarias. En segundo lugar, y en la medida en que se trata de un estudio pionero en su ámbito, es preciso reconocer el esfuerzo del autor por compilar (e interpretar) la abundante información estadística a la que se hace referencia, máxime cuando la dispersión de fuentes o el carácter reservado con que se suele ceder suponen una dificultad adicional. Por último, conviene destacar el modo en que se resuelve uno de los interrogantes más sugerentes del trabajo: ¿por qué disponiendo España de uno de los mer- LIBROS cados de tarjetas más desarrollados del mundo presenta reducidas cifras de aceptación y utilización de dicho medio de pago? A par tir de un análisis exhaustivo de los condicionantes y factores que definen la oferta y demanda de tarjetas bancarias, complementado con referencias al marco institucional en que se desenvuelve dicho mercado y las opiniones de exper tos consultados al efecto, se señalan las causas que pueden explicar la paradoja anteriormente señalada. El esquema del libro reseñado es el siguiente. En una primera parte el autor caracteriza el sistema de medios de pago existente en nuestro país entre 1986 y 1998 en un contexto de evidencia internacional comparada. Se constata así el elevado uso del efectivo que hacen los agentes económicos españoles, en contraste con otros medios como cheques, transferencias o tarjetas de pago comerciales. En principio, pues, a la amplia oferta de ser vicios de pago al por menor con tarjeta bancaria que encontramos en España, podríamos añadir la inexistencia de competidores alternativos al efectivo que rivalicen con las tarjetas bancarias, con lo que es de esperar una profusa utilización de éstas. Sin embargo, la realidad es contraria a esta apreciación y los niveles de uso de estos productos bancarios se encuentra entre los más reducidos del mundo desarrollado. En una segunda parte, se profundiza en los principales aspectos que definen la oferta y demanda de tarjetas bancarias así como en los rasgos básicos del mercado, con la intención de resolver esta aparente contradicción. A continuación, y aun a riesgo de cometer los errores que conlleva toda simplificación sintética de una investigación más amplia, se señalan los resultados más sustanciales en la discusión que nos ocupa. Con relación a los aspectos estructurales del mercado, se matiza la importancia que la densa red de cajeros automáticos existente en nuestro país ha podido tener en el desarrollo del mercado de tarjetas bancarias; por su parte, la extensa red de terminales en punto de venta no se corresponde con un uso efectivo de la misma sino que se encuentra infrautilizada; la competencia entre entidades emisoras no se ha traducido, hasta mediados de los noventa, en estrategias bancarias centradas en la captación de nuevos clientes, lo que ha podido reducir el dinamismo del sector si añadimos, además, la considerable fidelidad del consumidor español a la hora de realizar operaciones en cajeros de la misma red a la que pertenece su entidad (con lo que la elevada compatibilidad técnica entre cajeros de distintas redes queda relegada a la categoría de posibilidad en potencia). Como ya se ha señalado, el estudio incluye los resultados de una encuesta a exper tos de los distintos sectores implicados en los pagos con tarjeta: comerciantes, banca y consumidores. En ella se pone de manifiesto la heterogeneidad en las opiniones de los expertos y su no coincidencia, en algunos casos, con los resultados obtenidos de las fuentes secundarias, aspectos que, a nuestro juicio, justifican la realiAGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 131 zación de la encuesta a la vez que enriquece las conclusiones que de ella se derivan. Por lo que respecta a los factores de oferta que pueden haber desincentivado el uso de tarjetas, el autor señala los siguientes: 1) Rigidez hasta mediados de los noventa en la aplicación y evolución de los tipos de interés de los créditos rotativos suministrados vía tarjeta, así como el descontento del sector comercial ante la tasa de descuento aplicada sobre sus ventas. 2) Falta de pleno cumplimiento de las recomendaciones comunitarias relacionadas con las tarjetas bancarias por algunas de las principales entidades emisoras del país. 3) Deficiente y escasa información proporcionada por las entidades de crédito a sus clientes en relación al uso de la tarjeta. Respecto al lado de la demanda, el autor señala como posible explicación de la reducida utilización de tarjetas de pago bancarias los valores culturales que caracterizan a una sociedad mediterránea como la nuestra, de preferencia por el trato personal y reducida aversión al riesgo. En este punto reside, a mi juicio, una de las debilidades del trabajo comentado: vincular todos los factores de la demanda al cajón de sastre que suponen los valores culturales implica una limitación en el planteamiento global que se sigue y oculta posibles caracteres y relaciones en el compor tamiento del consumidor que no se hacen explícitas, a pesar de ser relevantes en el tema que nos ocupa. Reconozco, no obstante, las dificultades de implementación teórica y empírica de este aspecto. LIBROS La tercera y última par te del libro apunta un conjunto de tendencias y perspectivas de evolución futuras del mercado de tarjetas bancarias de pago en España. Se señalan, en este sentido, las implicaciones que la introducción definitiva del euro y la consolidación del comercio electrónico tendrán sobre las tarjetas bancarias, además de las transformaciones en los canales de distribución bancarios y la mayor competencia entre entidades de crédito, enfocada hacia la mejora de la calidad de los servicios prestados. El estudio se cierra con unas conclusiones y dos anexos en los que se ofrecen detalles sobre la encuesta llevada a cabo a expertos del sector y que proporcionó información cualitativa sobre aspectos relevantes del mercado español de tarjetas bancarias. En definitiva, se trata de un exhaustivo trabajo que estudia un terreno hasta el momento inexplorado y de implicaciones directas sobre el bienestar de los ciudadanos. Supone, en este sentido, un atractivo estímulo para ampliar la línea de investigación iniciada en este libro. Cuestiones como los efectos de la introducción del euro sobre la utilización de las tarjetas bancarias (ya apuntada), las implicaciones sobre la eficacia de los instrumentos de la política monetaria en un contexto de creciente uso del llamado dinero de plástico o las consecuencias que este hecho pudiera tener sobre la demanda de saldos reales constituyen un simple botón de muestra de potenciales campos de investigación derivados de la aportación del libro reseñado. Diego Martínez López Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas. Universidad de Jaén BUSINESS NETWORKING: Shaping Enterprise Relationships on the Internet Hubert Österle, Elgar Fleisch y Rainer Alt Springer-Verlag, Berlin-Heidelberg, 2000, 376 páginas Por encima de todo, los autores de este libro tienen una visión: en un día no muy lejano, las empresas estarán entrelazadas mediante redes informáticas, tanto internamente (entre los distintos departamentos y procesos de una misma empresa), como externamente (entre las empresas, sus proveedores, y sus clientes). Este resultado final, que los autores definen como business networking (que he traducido por «entrelazamiento de empresas»), será la culminación de un proceso en cinco etapas, del cual ya hemos superado algunas: AGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 132 1.ª etapa (años 70): la informatización de ciertas funciones empresariales aisladas, tales como la confección de la nómina o la facturación. 2.ª etapa (años 80): la informatización de áreas funcionales enteras dentro de una empresa. 3.ª etapa (años 90): desar rollo e implantación de los sistemas de Enterprise Resource Planning (ERP), capaces de integrar los distintos departamentos o funciones dentro de una empresa. Los ERP son sistemas tales como el R/3 de SAP, BPCS de SSA, o ERP de Baan. 4ª etapa (años 90): desar rollo e implantación de enlaces externos entre las empresas y sus proveedores o sus clientes, por ejemplo, mediante sistemas de electronic data interchange (EDI)», los cuales suelen ser del tipo 1:1 o 1:n (es decir, de uno con uno, o de uno con varios). 5ª etapa (años 90 a 2005): desarrollo e implantación de redes de enlaces del tipo n:m (es decir, de varios a varios), mediante unas infraestructuras informáticas denominadas business bus, que los autores definen (página 39) como «el conjunto de estándares técnicos, de aplicación y de negocio en los que se basan las soluciones de programación, servicios electrónicos, etcétera». Los autores nos ayudan a entender el concepto del business bus al indicar (página 4) que dicha infraestructura informática es similar a una red de carreteras, con sus estándares (anchos de las calzadas, señalización, ...), sus tecnologías de coordinación y sistemas (semáforos, ...), y sus correspondientes servicios (policía de tráfico, mantenimiento, peajes, ...). LIBROS En el segundo capítulo, Österle señala las siete tendencias fundamentales en la transformación de las empresas: 1. La implantación de los sistemas de entreprise resource planning (ERP). 2. La gestión del conocimiento. 3. El advenimiento de los electrodomésticos inteligentes. 4. El business networking. 5. La implantación de un número creciente de servicios electrónicos. 6. La competencia basada en vender conjuntos completos de bienes y servicios capaces de ayudar a un cliente a satisfacer por completo una determinada necesidad (por ejemplo, un proceso completo de logística, incluyendo vehículos de transporte, sistemas de seguimiento en tiempo real, almacenaje, despacho de aduanas,...). 7. Gestión del valor, no sólo para el accionista, sino también para los demás interesados (stakeholders): proveedores, empleados, clientes, el entorno socioeconómico, etcétera. Este business networking o entrelazamiento de las empresas se puede contemplar (página 57) a tres niveles: a nivel estratégico, a nivel de un determinado proceso, y a nivel de un determinado sistema de información. Pero los autores de los diferentes capítulos no se limitan a identificar y definir ciertos conceptos teóricos, sino que exponen diversos casos de aplicaciones concretas, llevadas a cabo en empresas reales. Por ejemplo, (capítulo 5) la manera como la papelera Riverwood International lleva a cabo la gestión de la cadena de aprovisionamiento (supply chain management). O cómo el grupo relojero suizo ETA-Swatch (capítulo 6) ha implantado un sistema que combina la gestión de la cadena de aprovisionamiento con un sistema de comercio electrónico (electronic commerce). O cómo el banco LGT de Liechtenstein (capítulo 7) ha implantado un sistema de gestión de las relaciones con sus clientes (customer relationship management) que le permite organizarse de una manera «clientecéntrica», en contraste con la organización «productocéntrica» tradicional en el sector bancario. El libro concluye con capítulos dedicados a identificar los factores clave del éxito en el diseño de los sistemas de entrelazamiento de las empresas (capítulo 12), a detallar un posible método para implantarlo (capítulo 13), el diseño de arquitecturas de aplicaciones (capítulo 15), y con un resumen, conclusiones y siguientes pasos en el proceso de creación del entrelazamiento de empresas (capítulo 16). Posiblemente, las principales virtudes de este libro estén, por una parte, en la combinación de conceptos teóricos con ejemplos prácticos de sus aplicaciones en empresas concretas, explicados por autores o coautores de capítulos, que son directivos de dichas empresas. En otras palabras, tanto los propios autores como los contenidos de los capítulos pasan con facilidad de la perspectiva teórico-académica, a la perspectiva práctico-aplicada, por cuanto entre los coautores de los distintos capítulos figuran directivos de empresas tales como Hoffmann-La Roche, ETA-Swatch, Riverwood International, SAir Group, Robert Bosch, y Deutsche Telecom. Y, por otra parte, en el intento de los autores de enlazar el nivel estratégico, o de negocio, con el nivel más técnico del mundo de las tecnologías de la información. Aunque, como señalan los tres autores en el capítulo 16 de resumen y AGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 133 conclusiones (página 315), «... el concepto de entrelazamiento de las empresas (business networking) no es un concepto tecnológico, sino un concepto facilitado por la tecnología». Un total de 109 gráficos y 39 tablas permiten al lector visualizar y/o resumir los principales conceptos que van apareciendo en el libro, junto con sus aplicaciones prácticas. A pesar de ello, y a pesar de un admirable y excelente inglés, y sin menoscabo de la claridad de exposición de los autores de los distintos capítulos, se trata de un libro de lectura no fácil, que exige ser leído con calma y atención, presumiblemente recompensada por alcanzar una estimable visión de conjunto no siempre fácil de percibir cuando, con frecuencia «los árboles» (es decir, la consideración de las aplicaciones informáticas parciales) no nos ayudan a ver todo «el bosque» del diseño final del horizonte organizativo del conjunto de los sectores y de la economía hacia el que, según los autores de este libro, estamos avanzando paso a paso. Lluís G. Renart Profesor Adjunto. IESE Business School. Universidad de Navarra LAS PLAZAS FINANCIERAS EN UNA ECONOMIA GLOBAL Fernando Gómez-Bezares, José Antonio Madariaga, Javier Santibáñez, José Antonio Marco, Javier Fernández BBK. 2000, 276 páginas Con motivo del 700 Aniversario de la Fundación de la Villa de Bilbao, la Uni- LIBROS versidad de Deusto, en colaboración con la Bilbao Bizkaia Kutxa, organizaron en octubre de 2000 unas Jornadas sobre el Presente y Futuro de Bilbao como Centro Financiero. Este libro es un resumen del trabajo que con tal motivo fue realiza- do por un equipo de investigación del Departamento de Finanzas de La Comercial. Dos razones justifican el interés del trabajo: por un lado, la escasez de estudios teóricos relativos a la estrategia a seguir en la industria de plazas financieras; y por otro, el continuo cambio al que esta industria se está viendo sometida en los últimos años. En el libro, los autores analizan la situación de partida de una plaza regional como Bilbao, para proponer una posible estrategia adaptada a sus condiciones. El mencionado carácter regional (a lo sumo nacional) de la plaza hacer que su actividad financiera no pueda desligarse de la económica, pero lo que la propuesta estratégica se realiza desde la perspectiva de la plaza económicofinanciera. Por otro lado, la aparición en la industria de las plazas de nuevas estructuras y fuentes de ventaja competitiva, todo ello en un entorno enormemente cambiante, y en el que algu- AGOSTO-SEPTIEMBRE 2001 NUMERO 793 134 nos elementos del modelo microeconómico clásico, como la hipótesis de rendimientos decrecientes, están en entredicho, obligan, a juicio de los autores, a la revisión del modelo de estrategia tradicional con carácter previo a su aplicación a la industria de plazas financieras. Todo ello justifica la necesidad de proponer no ya una única estrategia, sino una cartera de estrategias, que permitan a la plaza de Bilbao abordar con posibilidades de éxito un futuro lleno de incertidumbres. En definitiva, el libro realiza un estudio teórico-práctico de la situación actual y perspectivas futuras de las plazas financieras, en un contexto caracterizado por el cambio continuo, que entendemos que puede resultar de interés para todos los que tienen que ver con este tipo de actividad. Sin duda, el planteamiento y muchas de sus aplicaciones pueden resultar interesantes para los agentes de cualquier plaza financiera.