cuaderno 17 - Fundación MAPFRE

Anuncio
cuaderno[ 26
FUNDACIÓN
MAPFRE
2007
Camille Claudel
[1864-1943]
F UN D A CI Ó N M AP F R E
Presidente
José Manuel Martínez Martínez
MU S É E RO D I N
Presidente del Consejo de Administración
Yves de Chaisemartin
Presidente de la Comisión Directiva
Filomeno Mira Candel
Director
Dominique Vieville
Director
Conservador General del Patrimonio
José Luis Catalinas Calleja
Secretario General
IN STITUTO
DE
CU LTURA
Philipe André-Bernavon
Presidente
Servicio de colecciones
Juan Fernández-Layos Rubio
Aline Magnien
Conservadora Jefe del Patrimonio
Vicepresidente
Alberto Manzano Martos
Director General
Pablo Jiménez Burillo
Servicio de Investigación, Documentación
y Archivos
Hélène Pinet
Director General Adjunto
Servicio Comercial y Editorial
Daniel Restrepo Manrique
Edwigne Ridel
CONSEJO
ASESOR
Presidente
Juan Fernández-Layos Rubio
Secretario
Rafael de Penagos
Manuel Alcántara
Venancio Blanco
Matías Díaz Padrón
Fernando Fernán-Gómez
Luis García Berlanga
Julián Grau Santos
Pablo Jiménez Burillo
Marcial Loncán
Antonio López García
Antonio Mingote
Leandro Navarro
Servicio de Comunicación
Clémence Goldberger
1
cuaderno[ 26
cuaderno[ 26
Fundación MAPFRE
2007
Desde hace varios años, la
FUNDACIÓN MAPFRE
se esfuerza en recuperar la obra de artistas,
fundamentales para la configuración de la modernidad, que, por diversos motivos, no habían
sido valorados en su justa medida. Paradójicamente, este es el caso de Camille Claudel: Figura casi mítica de la historia del arte, la escultora ha sido siempre conocida como la amante y
alumna aventajada del gran Auguste Rodin. Su existencia atormentada ha sido objeto de debates apasionados en los que, casi siempre, el personaje legendario ha ahogado la verdadera
dimensión de la artista.
Hoy, por primera vez en España, presentamos una exposición retrospectiva de Camille Claudel, que posteriormente se mostrará en el Musée Rodin de París. Gracias a la gran generosidad de este museo, con quien co-organizamos esta muestra, así como a la inestimable colaboración de la familia de la artista y de importantes colecciones públicas y privadas, esta muestra
reúne la casi totalidad de la escasa obra que se conserva de la artista.
De esta manera, la muestra recorre las diferentes etapas de su producción, desde los primeros retratos que realiza a su familia, hasta su ocaso como artista y como mujer. En este camino, asistimos a la gestación de todas sus obras maestras: Sakountala, Busto de Rodin, La valÉtude de tête
se, La petite châtelaine, Clotho, L´âge mûr…Todas ellas configuran una brillantísima trayectoria,
de «L’Implorante», c. 1893
que se evidencia en cada detalle, en cada estudio, en cada versión de las múltiples variacio-
Yeso. Colección particular
nes que sobre estos temas realiza en yeso, terracota, mármol o bronce. La esencia de la escultura se hace, entonces, más presente que nunca.
Esta exposición no pretende esconder ni negar la existencia novelesca de Camille Claudel. De hecho, junto a las esculturas se muestra un importante corpus documental, que ilustra, en primera persona, la vida fascinante y atormentada de la artista. Sin embargo, la monumentalidad, delicada y viril, de Camille Claudel nos permite incidir en las grandes aportaciones
que realiza a la escultura de su tiempo.
No quiero terminar estas líneas sin mostrar mi más sincero agradecimiento al Museo Rodin
de París que, gracias a su generosidad, se ha convertido para nosotros en el más valioso compañero de viaje en esta aventura. De manera muy especial, me gustaría destacar el importante papel
realizado por Dominique Vieville, su director, así como el trabajo infatigable realizado por Aline
Magnien, Véronique Mattiussi y el resto del equipo del Museo. De forma paralela, quiero mostrar mi gratitud a toda la familia Claudel, que acogió con entusiasmo este proyecto, y al resto
de los prestadores, sin cuya colaboración esta exposición no hubiera podido realizarse.
J uan Fer nánd ez-l ayo s. Presidente del Instituto de Cultura de la
2-5
FUNDACIÓN MAPFRE
Camille Claudel en sí misma
Dominique Vieville
Camille Claudel: La ola
Pablo Jiménez Burillo
16-35
Una artista llamada Camille Claudel
María López Fernández
36-39
Cronología
6-15
2
cuaderno[ 26
3
cuaderno[ 26
Camille Claudel
en sí misma
Dominique Vieville
La exposición sobre Camille Claudel que ahora se presenta en la FUNDACIÓN MAPFRE,
y de abril a julio de 2008 en el Musée Rodin de París, se ha organizado con la
colaboración de ambas instituciones. Es la primera exposición que se celebra en España
sobre esta artista y la primera muestra que le dedica el Musée Rodin desde 1991.
Titulada Camille Claudel (1864-1943), habría podido llevar el
subtítulo Camille Claudel en sí misma. Se trata, en efecto, de una
exposición destinada a presentar a la artista tal como se muestra en
sí misma, a través de su propia trayectoria y su búsqueda personal. Gracias a una intensa implicación de la familia de la artista y de
numerosos coleccionistas particulares y públicos, se presentará lo
esencial de su producción, a fin de cuentas, bastante escasa. Ciertas obras se han visto en contadas ocasiones; otras, incluso, se expondrán al público por primera vez.
Está claro que Auguste Rodin es insoslayable en una exposición sobre Camille Claudel, debido a las relaciones artísticas y amorosas que unieron a ambos escultores. Pero la ambición de esta exposición es poner de relieve el trabajo de Camille Claudel, sus
investigaciones estéticas, y comprender su trabajo, basado no sólo
en la emoción, sino también en una intensa reflexión. Inteligente,
culta, considerada en ocasiones, por sus contemporáneos y por el
propio Rodin, un hombre, debido a su pujanza creadora y a su vigor
intelectual, la escultora fue a veces eclipsada por la mujer, hermosa y desdichada.
Camille Claudel trabaja en ese final del siglo
XIX,
en una época
Torse de femme debout, ca. 1913
rica en interrogantes artísticos, pero su trágico destino en el ámbi-
Bronce. Colección particular, Francia
to amoroso, personal y artístico ha relegado muchas veces a un
4
cuaderno[ 26
Tête de rieur, ca. 1891-1892?
Tête de rieur, ca. 1891-1892?
Bronce. Musée Rodin, París
Yeso patinado. Musée Rodin, París
segundo plano las cuestiones propiamente plásticas y estéticas que
de analizar su trayectoria personal a la luz del trabajo de identifi-
se plantean a propósito de su obra.
cación realizado sobre su obra.
Constituye, efectivamente, una de las grandes figuras alrededor
¿Qué supone ser mujer y estudiante de escultura en un taller a
de las cuales han cristalizado movimientos de pensamiento funda-
finales del siglo XIX? ¿Qué estrategias profesionales existen para una
mentales desde los años 1980 a nuestros días. En lo concerniente a
mujer artista procedente de la burguesía media y no, como Marce-
ella, las cuestiones y los debates sobre temas tan variados como el
llo, por ejemplo, de la aristocracia? ¿Cómo hacer que cobre forma,
lugar de la mujer en el arte y en la sociedad del siglo
el vínculo
en un período de intensa estatuomanía y de escultura industrial, una
existente entre creación y locura, la propia cuestión de la locura y
escultura moderna, de la que, por eso mismo, cabe sospechar que
de su tratamiento en un período marcado por el movimiento de la
esté estereotipada? ¿Qué es, en fin, la escultura moderna entre 1884,
antipsiquiatría, la pregunta sobre el lugar que corresponde a la fami-
fecha de los inicios de Camille Claudel, y 1905, época en la que más
lia y, en particular, las relaciones madre-hija en los trastornos men-
o menos deja de esculpir?
XIX,
tales han eclipsado con mucha frecuencia los aspectos propiamente estéticos.
Estas preguntas, a veces exacerbadas por las militancias políticas en el sentido amplio, distan mucho de haber desaparecido del
¿Cuáles son las respuestas aportadas por la obra de Camille Claudel a estas preguntas fundamentales que podría plantearse cualquier artista en aquella época, y aún hoy? A eso precisamente trata de dar respuesta esta exposición.
campo de la reflexión, pero, con el avance de la historiográfica, quizá haya llegado el momento de hacer hincapié en el lugar que ocu-
Dominique Vieville
pa Camille Claudel en los movimientos artísticos de su tiempo, y
Director del Musée Rodin, París. Conservador General del Patrimonio
5
Giganti, antes de 1892
Bronce. Colección particular, Francia
cuaderno[ 26
6
cuaderno[ 22
7
cuaderno[ 26
Camille Claudel:
La ola
Pablo Jiménez Burillo
Ha hecho falta bastante tiempo para que podamos mirar el arte del siglo XIX y
de principio del XX fuera de los estereotipos establecidos por determinadas
estrategias y necesidades que sólo parecían atender a la visión de la génesis de la
vanguardia.
Desde hace algunos años, tal vez porque la propia noción de vanguardia nos interesa menos y, seguro, gracias a nuevos estudios y
perspectivas –de entre los que querría destacar, como pequeño homenaje de amistad a su memoria, la exposición 1900 de Robert Rosenblum–, hemos aprendido a tener una mirada menos estricta, menos
escolar, menos dirigida y, por ello, hemos reencontrado a artistas
medio perdidos entre los pliegues de la historia que, incluso fuera
de las corrientes mayoritarias o más prestigiosas, fueron capaces
de crear una obra personal llena de calidad y de emoción.
Es el caso de Camille Claudel, una escultora de extraño talento
y de obras especialmente inquietantes que, en los últimos años, se
ha ido construyendo un lugar en nuestro imaginario artístico no sólo
gracias a nuevos estudios sino también a novelas y películas. Puesto que no ha sido sólo la historiografía más prestigiosa la que nos
La Vague, 1897
ha devuelto con sus investigaciones la realidad de una escultora nota-
Mármol, ónice y bronce sobre pedestal de mármol
ble, sino que la literatura y el cine han convertido su vida en argu-
Musée Rodin, París
mento, parece que tan sólo en unos años Camille Claudel hubiera
8
cuaderno[ 26
pasado del infierno del olvido a ese otro no menos peligroso de
vieja amante y abandonando a Camille Claudel, es una obra central
los estereotipos y de la morbosidad de ciertos tópicos, sin que real-
en la producción de la artista, una de sus más vibrantes creaciones
mente hayamos tenido la oportunidad de valorar su obra en toda
y uno de sus proyectos más ambiciosos.
su importancia y toda su intensidad.
Pero Rodin no basta para explicar a Camille Claudel. Por mucho
La exposición que hoy presentamos, y en la que prácticamente
que su papel a la vez de maestro y amante, que sitúa a Claudel entre
se ha implicado a todas aquellas personas que han sido importantes
la admiración y la pasión desbordada, entre la obediencia de la apren-
en la recuperación de Camille Claudel, pretende, precisamente, que
diz de taller que entrega su trabajo y el desafío de la amante, entre
podamos tener una visión lo más directa posible de su obra inten-
el orgullo de la propia obra de escultura y el dolor del desamor,
tando separarla de la de su maestro y amante Rodin, y de todos los
desdibuje muchos perfiles. Para bien y para mal, Camille Claudel
tópicos que los unen. Es cierto, sin embargo, que no podemos hablar
es un personaje mucho más complejo, que responde también a otros
de Camille Claudel sin hablar de Rodin; ella misma nos lo impide al
estereotipos de la época, a otras influencias y a determinadas for-
haber hecho de su propia vida la sustancia de su obra. L’âge mûr,
mas de estar en la vida y de entender la escultura que muchas veces
el gran conjunto escultórico que representa a Rodin atraído por su
la separan claramente del propio Rodin.
L’âge mûr, c. 1893
Bronce. Musée Rodin, París
9
cuaderno[ 26
Camille Claudel nace en 1864, el mismo año que Toulouse-Lau-
siguiente. Se puede objetar que el caso de la escultura es diferente.
trec y la misma década que artistas como Ensor (1860), Edmond
Es cierto en líneas generales, pero no hay que olvidar que lo que para
Aman-Jean (1860), Henri Martin (1860), Maillol (1861), Klimt (1862),
Rodin era un punto de llegada no es más que una academia para
Munch (1863), Kandinsky (1866) o Nolde (1867), por no hacer muy
Camille Claudel. Así, mientras, en los últimos años creativos de ésta,
larga la lista. Artistas que llegarán a su madurez física y creativa
es cuando Rodin más se preocupa por los cambios de escala y la indus-
en el cambio de siglo y que se caracterizan por una reacción con-
trialización de su trabajo, Mlle. Claudel piensa que el camino es la
tra el naturalismo impresionista mediante la búsqueda de mayores
vuelta a un artesanado casi de piezas únicas y pequeñas.
contenidos, ya sea a través del expresionismo o del simbolismo, cuando no de su radicalización.
Puede que fuera una reacción contra Rodin, pero también tiene
mucho de necesidad generacional. Para esta generación nacida en
Hay unas señas de identidad propias a esta generación que
los sesenta se hace evidente, más que nunca, la desaparición del
entiende el impresionismo ya como una academia desde la que recla-
monopolio de la legitimación de las obras de arte y de los artistas
mar otros contenidos al arte. Una generación modernista que se pre-
por parte de las academias del Estado. Y a ello se suma la entrada
para para una serie de rupturas que se iniciarán durante el siglo
en escena de personajes procedentes de la literatura que ejercerán
L’âge mûr, [detalle]
10
cuaderno[ 26
Buste d'Auguste Rodin, 1892
Bronce. Colección particular, Francia
11
cuaderno[ 26
su poder como críticos a través de periódicos y revistas. En la segun-
contra sí mismos como si estuvieran ansiosos de exterminar en su pro-
da mitad del
pia naturaleza todo lo que tienen en común con los demás.”1
XIX,
el arte se acerca a las leyes del capitalismo en un
proceso de mayor independencia de las instancias políticas, reli-
Es cierto que citar a Hauser no está de moda y que esta visión
giosas e incluso económicas. El arte se hace más autónomo y, por pri-
de la historia del arte tiene tantos límites o más que cualquier otra,
mera vez, se enfrentan la vía de la gran difusión y el éxito general
pero creo que ilustra aspectos de la obra de Camille Claudel y, sobre
con otra orientada hacia la continua innovación, el reconocimien-
todo, nuestra manera de verla, nuestra costumbre de reconocer
to de los cómplices y una difusión restringida.
los años míticos y heroicos del arte moderno en las casas de salud y
El resultado de esta nueva situación debida a la irrupción de nue-
en los naufragios personales.
vas leyes de un mercado que se transforma y crea profundas tensio-
Camille Claudel, asimismo, puede ser entendida en ese proceso
nes es, la mayoría de las veces, un sentimiento de automarginación
de irrupción de las mujeres en el mundo de la cultura que se da
y de autodestrucción. Así, la crisis del naturalismo lleva a la eva-
también en el cambio de siglo. Por mucho que se siga hablando de
sión, al espiritualismo y a lo personal e íntimo en una confrontación
un arte de mujeres como una categoría diferente, hay una serie de
Paul Claudel à vingt ans, 1888
Lápices de colores sobre papel
43 x 34 cm.
Colección particular, Francia
Camille Claudel puede ser
entendida en ese proceso
de irrupción de las
mujeres en el mundo de la
cultura que se da también
en el cambio de siglo
entre lo interior y lo exterior. El artista, como ser automarginado y
críticos que se sorprenden del carácter “masculino” de muchas de
autodestructivo, ocupa un lugar especialmente importante en la géne-
estas artistas con las que empieza una nueva manera de comprender
sis de un arte nuevo y ha creado una especie de extraña y cruel edad
el arte hecho por mujeres en el siglo XX. Y, así, podemos leer en 1901,
de oro de las vanguardias. “La bohemia se había convertido en una
en el mismo número de La Revue Blanche, un artículo de Charles Sau-
partida de vagabundos y forajidos, en una clase en la que habitan
nier en el que se nos habla de la integración de las mujeres al mun-
la amoralidad, la anarquía y la miseria, en un grupo de desesperados
do del arte, frente a una época no muy lejana en la que la única
que no sólo rompe con la sociedad burguesa, sino con toda la civili-
mujer admitida era Rosa Bonheur “porque era tan fea, física y moral-
zación europea. Baudelaire, Verlaine y Toulouse-Lautrec son tristes
mente, que no había en ella nada de femenino”, y otro de Félicien
borrachos; Rimbaud, Gauguin y Van Gogh, aventureros y desarrai-
Fagus en el que dice que el talento femenino sólo es bueno para
gados vagabundos; Verlaine y Rimbaud mueren en el hospital; Van
artes aplicadas y que todo el trabajo de las mujeres quedará siem-
Gogh y Toulouse-Lautrec están algún tiempo en un asilo para luná-
pre en bon-élève y lejos del arte puro, y cita, en este sentido y expre-
ticos, y la mayoría de ellos pasa su vida en los cafés, en los cabarets,
samente, el retrato hecho por Camille Claudel de Rodin, del que dice
en los burdeles, en los hospitales o en la calle. Destruyen en sí mis-
“que no se parece ni física ni moralmente” .
mos todo lo que pueda ser útil para la sociedad, se exasperan contra
En literatura, 1901 es un año muy importante; es el año en que
todo lo que da permanencia y continuidad a la vida y se enfurecen
debutan tres poetisas que marcarán claramente la frontera entre un
12
cuaderno[ 26
Jeune romain ou Mon frère à seize ans, 1884
Bronce. Colección particular, Francia
antes y un después, tres de las cuatro que elegirá Charles Maurras
2
Así, cuanto más la alejamos de Rodin, la figura de Camille Clau-
para ilustrar su estudio sobre el sentiment désordonné y que con-
del nos acerca a otros tópicos no menos literarios y prestigiosos en
siguen que la crítica les otorgue un lugar propio. 1901 es el año en
nuestra visión de los años heroicos de las incipientes vanguardias.
que la Comtesse de Noailles publica Le cœur innombrable, Lucie
Más allá de la pasión amorosa destructora, se nos impone el discurso
Delarue-Mardrus Occident, Renée Vivien (de quien hará un retrato
de los artistas automarginados de la sociedad, ese infierno hoy lle-
Rodin) Études et préludes y Marie de Heredia sus primeros versos fir-
no de gloria y en su momento lleno de enfermedad y de miseria, o
mados en la Revue des Deux Mondes.
el de las nuevas amazonas que reivindican un lugar en el arte.
Camille Claudel, que padeció tanto el tener que trabajar como
La literatura, en la peor de sus acepciones, parece acechar a Cami-
una obrera en el estudio de Rodin sin poder hacer obras propias, inclu-
lle Claudel por todos lados, y tiende a convertirla en un símbolo com-
so después de haber demostrado ser una gran escultora, no debía
plejo y articulado de una edad de oro del arte moderno, sin que para
ser y no es para nosotros ajena a este movimiento, lento y procelo-
ello sea necesaria ni una sola mirada a su obra. Nuestra voluntad
so, de la incorporación femenina al mundo de la creación artística.
en esta exposición ha sido la de mostrar a Camille Claudel desde la
13
cuaderno[ 26
L’homme penché, ca. 1886
Yeso. Colección particular, Francia
modestia de una escultora de ese cambio de siglo que tan profun-
atención el retrato de su hermano Paul, el poeta, como un joven
damente todo lo transformó. No podremos verla sin pensar en sus
romano. Un viaje exquisito por la escultura florentina para traér-
desdichados y apasionados amores con Rodin, sin recordar a esos
nosla, vibrante y viva, hasta nuestros días. El uso de la tradición como
artistas que también conocieron el dolor de las casas de salud, tenien-
vehículo de una intensidad personal.
do en cuenta que fue una mujer artista que quiso crear un mundo
Para mí, es la pieza más significativa hasta su encuentro con
personal; pero podremos, mientras tanto, ver sus obras y dejar un
Rodin. Entre medias, la Jeune femme aux yeux clos anuncia lo que
lugar para la conmovedora sensualidad, para la enérgica vitalidad
serán sus obras mientras trabaja en el estudio de Rodin: persona-
y para la belleza que se desprende sencillamente de ellas.
jes impenetrables y cerrados en sí mismos como L’homme penché o
Las esculturas de Camille Claudel tienen una cualidad muy espe-
Femme accroupie. Personajes impenetrables que parecen incluso
cial: la de transmitir siempre una tensión, una especie de nerviosis-
defender algo íntimo, como si tuvieran miedo de nuestra mirada,
mo desde la armonía y la serenidad. El equilibrio entre una y otra,
como si se sintieran vulnerables en lo más íntimo de sí mismos. En
sus relaciones, marcan toda su carrera. En ese sentido, ya llama la
sus poses, más forzadas o más apacibles, nos impiden llegar hasta
14
cuaderno[ 26
ellos. ¡Qué singular metáfora de la propia Camille Claudel en el
desdoblada como en un eco o un juego de espejos. Eso hizo que su
estudio del gran maestro!
hermano Paul pensara que Camille estaba hablándonos de sí misma.
Curiosamente, el busto de Rodin parece marcar el punto mismo
A mí también me gusta ver la obra como una pequeña metáfo-
de la eclosión. Esos personajes cerrados en sí mismos, celosos de nues-
ra de la vida de Camille Claudel. La mujer feliz e inocente, como una
tra mirada, se abren en el amor. Es el amor que yergue a Sakounta-
Eva en un nuevo paraíso, se ve sorprendida por esa enorme ola, la
la, es el amor de Vertumne et Pomone y el de su réplica en L’aban-
ola como una fuerza irresistible, una fuerza natural e indómita que
don. El amor abre a esas figuras como si fueran una flor, una flor que
la arrastra y la lleva con toda su altura, con toda su intensidad,
entra en movimiento dulce y esplendoroso en La valse.
para luego romperse y abandonarla y no dejar nada. Eso fue la
Tras eso, la terrible sacudida de Cloto, la visión terrible de la otra
vida y es la obra de Camille Claudel; la ola es el amor, la vida, el
cara de la vida, y L’âge mûr el desamor, la desolación, la ruptura, el
propio Rodin, el arte... Camille Claudel arrastrada por la ola, como
amor que se retira como un reflujo, el volver de la marea.
la vida, a veces, nos arrastra hacia confines misteriosos, terribles o
Después del amor. Después del amor no queda casi nada. Las
no, que no podemos evitar.
pequeñas cosas: una escultura más íntima que sólo habla de mujeres, Les causeuses; una escultura, además, vibrante y deslumbrante
P abl o Ji mén ez B uril lo. Director General
en La vague. Una obra curiosa: las tres mujeres son la misma mujer,
Instituto de Cultura FUNDACIÓN MAPFRE
NOTAS
1
Arnold Hauser, Historia social de la literatura y el arte, 3.ª ed.,
vol. II, Madrid, 1964, págs. 227-28.
2
Charles Maurras, Le romantisme féminin, París, 1926.
La main, c. 1890-1893?
Bronce. Colección particular, Francia
15
cuaderno[ 26
La valse/Les Valseurs ("Eugène Blot". Petit modèle), 1889-1905
Bronce. Colección particular, Francia
17
cuaderno[ 26
Una artista llamada
Camille Claudel
María López Fernández
Cuentan que Camille Claudel fue una mujer bellísima, que se enfrentó a su familia
y a su época para dedicarse de forma apasionada a su oficio de escultora y unirse
al hombre del que se había enamorado, su maestro Auguste Rodin. Aunque al
principio su escultura estuvo muy influida por la de Rodin, la gran originalidad
de Camille se impuso rápidamente.
El maestro se aprovechó de los dones de su alumna, que colaboró en la realización de las principales obras maestras del escultor.
Pero, parece ser que Rodin temía que Camille le hiciese sombra, y
nunca la ayudó a salir adelante. A pesar de la violenta pasión que
sentía por la muchacha, tampoco fue capaz de abandonar a su vieja amante, Rose Beuret, ni siquiera cuando Camille se quedó embarazada y se vio obligada a abortar. Humillada, pero orgullosa, la
artista abandonó a Rodin, para encerrarse en su taller y consagrarse
de lleno a su escultura que, sin embargo, no conseguía obtener el
reconocimiento merecido. Decían en París que Camille se había sumido en una profunda crisis depresiva, y que destruía sistemáticamente
L'implorante (grand modèle), ca. 1904-1905
buena parte de las obras que creaba. Un día, por orden de la fami-
Bronce. Colección particular, Madrid
lia Claudel, unos enfermeros irrumpieron en su taller para llevarla
18
cuaderno[ 26
a un sanatorio psiquiátrico, donde estuvo recluida treinta años. Des-
opción de analizar y juzgar con seriedad tanto los valores estéti-
esperada, durante su encierro escribió numerosas cartas a su fami-
cos como el contenido iconográfico de sus esculturas. Por su par-
lia, rogando que la liberaran. “[...] Reclamo la libertad gritando a
te, la figura de la artista quedaba totalmente enmarañada entre su
pleno pulmón [...]”decía una de sus últimas cartas, “[...] No he hecho
obra, su historia folletinesca y la utilización mediática del mito que
todo lo que he hecho para terminar mi vida como figura principal
había generado.
de una casa de salud. Merecía algo más que esto [...]”. Pero, a pesar
Su atormentada existencia no esconde, sin embargo, la calidad
de su lucidez y de sus quejas desgarradoras, permaneció sola, ale-
de su producción y la extraordinaria modernidad de sus obras. Cami-
jada de su obra y de su mundo hasta su muerte.
lle Claudel revolucionó, junto a su maestro Rodin, la expresión escul-
Poco importaba lo que había de cierto, lo que se exageraba o
tórica de su tiempo. Fue una de las pocas mujeres artistas de ese
lo que se inventaba. Esta era la historia y, en esta trágica leyenda,
momento que tuvo acceso a modelos desnudos. Su exquisita habi-
la dimensión autobiográfica de la obra de Camille Claudel consti-
lidad técnica le permitió zafarse del academicismo para dotar a sus
tuía un ingrediente fundamental. Durante muchos años, la gran
figuras de emoción y vitalidad. La exquisita calidad de la obra de
obra de Camille Claudel se ha visto oscurecida por la proyección
Camille Claudel la hace merecedora de una exposición que, sin negar
de este gran mito, y había quedado convertida en un reflejo casi
la realidad de su vida novelesca, incida en las grandes aportacio-
especular de su vida trágica, lo que a priori parecía anular cualquier
nes realizadas por Camille a la escultura de su tiempo.
Jeune fille à la gerbe, 1886?
Terracota. Musée Rodin, París
19
cuaderno[ 26
Recorrido
1. Iconografía
La exposición comienza con una serie de obras que representan a Camille Claudel. Dos de ellas, realizadas por Auguste Rodin,
muestran la delicadeza con la que el amante y el maestro retrató a
la alumna. Camille au bonnet y la Masque atestiguan la belleza de
la muchacha y la fascinación que Rodin sintió por sus rasgos. Camille allongée sur un divan, de Jessie Lipscomb, compañera del taller
de Camille durante sus primeros años, muestra el relajo y el esparcimiento de la artista en su estudio.
20
cuaderno[ 26
2. Retratos de familia
Por diversas razones de tipo económico, práctico y afectivo, el
durante toda su carrera: el tiempo, el destino, la vida... Niños, ado-
talento de Camille Claudel empezó ejercitándose sobre su entorno
lescentes, ancianos y muchachas desfilan bajo su plumilla o nacen bajo
inmediato. Así, mediante el carboncillo y el gouache, a través del
sus dedos. A lo largo de su carrera, Camille ve madurar a su herma-
yeso, la terracota y más tarde el bronce, la escultora realiza una gale-
no Paul a través de sus obras: Desde Paul Claudel enfant, retratado
ría de retratos de sus familiares y amigos más íntimos.
como un niño, pasando por el florentino retrato de Jeune romain/
El argumento económico es una de estas primeras razones: la
Mon frère à seize ans, hasta llegar a la última gran obra que realizó,
joven artista necesita practicar, y los modelos tienen un coste muy
Paul Claudel à 37 ans. Estos cambios en la fisionomía y en el propio
elevado. Los parientes constituyen, pues, modelos de predilección.
carácter del retratado constituyen para ella retos particulares, más allá
Pero, además, permiten captar lo que preocupará a Camille Claudel
de las tradiciones iconográficas y del ejercicio que suponen de por sí.
Docteur Jeans, 1886
Carboncillo con realces de blanco, 58 x 43 cm
Colección particular, Francia
Ferdinand de Massary, 1888
Bronce. Colección Particular, Francia
21
cuaderno[ 26
22
cuaderno[ 26
23
cuaderno[ 26
Camille moldea uno de los más hermosos retratos de
Rodin que se conocen, y que el propio artista
reconocía casi como un autorretrato
3. La “sintaxis” de Rodin
Camille Claudel entra como alumna en el taller de Rodin hacia
1884. Aunque no se sabe exactamente qué trabajos concretos pudo
realizar en el taller, cabe considerar que para ella es éste un período intenso de formación y de creación. Camille Claudel trabaja bloques de una sola pieza, realiza manos y pies, partes delicadas que
requieren su gran talento, dibuja con modelo a la par que atiende
a sus primeros encargos e intenta hacerse un hueco propio dentro
de los salones.
La representación del cuerpo y la expresión de los rostros constituyen por entonces lo esencial del trabajo de Camille Claudel. Las
“cabezas de reidores” son, en este sentido, un magnífico ejercicio.
Durante muchos años quedaron confundidas en el taller de Rodin
como obras del maestro, hasta que hace relativamente pocos años
recuperaron su firma auténtica. Junto a éstas, cabe destacar la cabeza de esclavo, realizadas como ejercicio para las famosas Puertas del
Infierno de Rodin o los estudios para los burgueses de Calais, también del maestro. Como muestra de la estrecha colaboración entre
ambos artistas, cabe destacar Jeune fille à la gerbe, una maravillosa terracota firmada por Camille que fue posteriormente esculpida
en mármol y que Rodin firmó y tituló Galatea.
Camille produce, también en esta época, uno de los más hermosos retratos de Rodin que se conocen, y que el propio artista reconocía casi como un autorretrato. Edmond Pilon decía sobre él: “El
busto de Rodin […] da la medida de su bello y vigoroso talento,
noble y orgulloso, con una gracia tan audaz y nueva en la expresión. La máscara hormigueante, de una intensidad llena de humanidad y de ensoñación, traduce con sencillez el rostro profundo,
Buste d'Auguste Rodin, 1886
tranquilo, del genio que Rodin pasea por el mundo y por el arte
Bronce. Colección particular, Francia
contemporáneo” .
25
cuaderno[ 26
Deuxième étude pour Sakountala, c. 1886
[Detalles]
Terracota. Colección particular
Pero la primera gran obra de Camille Claudel, en la que afronta plenamente la cuestión de la composición es, sin duda, Sakountala. Basada en la leyenda india del mismo nombre, la obra representa el momento del encuentro de los dos amantes, cuando el
príncipe se arrodilla ante Sakuntala para pedirle perdón. Camille
realizó infinidad de pequeños estudios en terracota, algunos de
los cuales están presentes en la exposición, antes de acometer la gran
obra en yeso. La artista se quejó en repetidas ocasiones del enorme esfuerzo que suponía para ella esculpir una obra de semejante
tamaño: “Trabajo en mis dos grandes figuras de tamaño mayor que
el natural y tengo dos modelos por día –le decía a su amiga Florence
Jeans–. Trabajo regularmente 12 horas, de 7 de la mañana a 7 de
la tarde; cuando regreso me resulta imposible tenerme sobre mis
piernas y me acuesto enseguida”. La obra fue presentada en el Salón
de 1888, causando una enorme expectación. Poco después, la propia artista la donó al Museo de Châteauroux, donde fue recibida con
gran polémica. Pocos años después fue abandonada en los almacenes del museo, de donde se recuperó hace sólo unos pocos años.
Camille siempre consideró que Sakountala era su gran obra. En
1905, esculpió ella misma una versión en mármol, a la que llamó Vertumno y Pomona, rememorando la historia mitológica del mismo
nombre. Ese mismo año, se fundieron en bronce varias versiones
de la obra, con el título de El abandono. La última obra conocida
Vertumne et Pomone, 1905
de Camille Claudel, Niobide herida, también está basada en la figu-
Mármol. Musée Rodin, París
ra de la mujer.
26
cuaderno[ 26
L´abandon (grand modèle), 1905
Bronce. Colección particular, Francia
4. “En el aislamiento en el que vive con su arte”
La salida del taller de Rodin y la ruptura amorosa, más o menos
Claudel reutiliza elementos anteriores, y la figura femenina de
definitiva, con el escultor abren un período de intensa creatividad
Les Valseurs se convierte en La Fortune, fundida por Blot en 1904.
para Camille Claudel. Encerrada en su taller, según el testimonio pos-
En ella se acentúa el movimiento oblicuo, el impulso del personaje
terior de su biógrafo Mathias Morhardt, trabaja con ahínco, sumi-
femenino, y se transforma el remolino de la danza, evocando esta
da en investigaciones artísticas que toman varias direcciones. La
vez el vértigo de la Rueda de la Fortuna.
correspondencia de la época menciona el sentimiento de felicidad
que acompaña a esa libertad recuperada.
Respecto a los retratos de niños, en torno a La petite châtelaine
se abre una nueva perspectiva: el retrato es uno de los ejes princi-
La Valse o Les Valseurs es elaborada hacia 1889, aunque pre-
pales del trabajo de Camille Claudel. Formada por Rodin, cuyo talen-
sentada en el Salón de 1893. La variación en el título hace hinca-
to como retratista no se ha evidenciado lo suficiente, la artista se
pié ora en el movimiento y la música, ora en la actitud que puede
ve empujada hacia él también por su propia interrogación sobre el
existir entre los personajes y el vínculo que los une. Las numerosas
ser humano y su destino. Los niños de corta edad, portadores de un
versiones de la obra, dos de las cuales se presentan en la exposi-
destino desconocido, cuyos rasgos aún sin definir anuncian tam-
ción y cuyas diferencias, a veces ínfimas, modifican su percepción e
bién las posibilidades diversas de su vida futura, constituyen un tema
interpretación, dan fe de las investigaciones de la artista. Camille
de elección. A otros tantos retos corresponden distintas cuestiones
La valse/Les Valseurs "Musée Rodin", 1889-1905
Bronce. Musée Rodin, París
28
cuaderno[ 26
La Petite Châtelaine. (Natte courbe épaisse), 1895. Mármol. Musée Rodin, París
estéticas, como el tratamiento de la carne o las ambigüedades de la
esta pequeña con insistencia, en diferentes materiales. La exposi-
identidad sexual. Estos trabajos se inscriben una vez más en esa bús-
ción presenta la mayoría de las versiones que se conservan, en yeso,
queda de las variaciones y en esa interrogación sobre el destino.
mármol, bronce… Es una insistencia que no deja indiferente; cada
La protagonista de La petite châtelaine es una niña que cono-
pieza se refuerza al lado de su compañera, aumentando nuestra sen-
ció en L´Islette, el lugar donde Camille pasó varias temporadas con
sación de inquietud. Ya en la época, Gustave Greffoy describía a esta
Rodin, y donde se refugió cuando se quedó embarazada, para abor-
niña de “ojos febriles, casi alucinados” en la que veía “la expre-
tar después, del hijo de su maestro. Camille trabaja el rostro de
sión del ser ingenuo, inquieto, que quiere saber”.
29
cuaderno[ 26
Clotho, 1893. Yeso. Musée Rodin, París
El otro extremo de sus investigaciones de estos momentos se
sitúa en Clotho, otra ilustración de ese destino. La parca Cloto, una
así mismo, con los rasgos de La Belle Heaulmière y de La Misère, respectivamente.
de las tres diosas que en la mitología griega regían el destino de
En esta obra, los hilos tejidos por la parca se identifican con la pro-
los hombres, es la antítesis absoluta, pero también el correlato de
pia melena de la figura, creando en torno a ella una compleja malla.
esos niños sobre los que se detiene con insistencia la mirada de la
Figura baudelairiana en muchos sentidos, Clotho lleva al extremo uno
artista. A la interrogación de La petite châtelaine responde la figu-
de los ejes del trabajo de Camille Claudel sobre el cabello, del que
ra descarnada de la anciana, a la que Rodin y Desbois representaron;
observaremos otros efectos en algunas de sus obras posteriores.
30
cuaderno[ 26
La obra ha sido interpretada como el
relato autobiográfico de las
desgarradoras relaciones entre Camille
Claudel y Rodin.
5. L’âge mûr
Para todos, la obra que marca su ruptura con Rodin es, sin duda,
Esta interpretación autobiográfica encajaba a la perfección con
L’âge mûr [La edad madura], iniciada cuando aún se mantenía su
esa vieja percepción simplista que consideraba el arte como una
relación. Marca una etapa importante en la carrera de Camille Clau-
expresión personal directa de la experiencia emocional individual,
del. Este “grupo de tres”, como ella lo llamaba, probablemente
una idea que se acentuaba en el caso de las mujeres artistas, res-
sea la obra de la artista que más tinta ha hecho correr.
pecto a las cuales se tendía a presuponer que su actividad creativa
La obra ha sido interpretada como el relato autobiográfico de las
bebía siempre de sus vivencias personales. Este tópico no parece cum-
desgarradoras relaciones entre Camille Claudel y Rodin, pero en sus
plirse en el caso de Camille: la concepción de L’âge mûr supuso
primeras exposiciones la obra apareció como la representación sim-
para la escultora, ante todo, un gran reto técnico, en el que los diver-
bólica del destino, donde el hombre que va envejeciendo se ve irre-
sos niveles de significación nada tienen que ver con el culebrón Clau-
mediablemente arrancado del amor, la juventud y la vida. La iden-
del/Rodin. Las críticas de la época tampoco interpretan las obras
tificación de los personajes con Rose Beuret, Rodin y Camille Claudel
de la escultora en clave autobiográfica; pero esto poco importa, ya
es muy posterior a su creación, y se debe, fundamentalmente a Paul
que dicha concepción de su obra ayudaba a consolidar el mito.
Claudel. En 1951, con motivo de la gran retrospectiva de Camille Claudel en el Museo Rodin, Paul describe la obra en estos términos:
L´âge mûr es una obra extremadamente construida y trabajada, como lo atestiguan los numerosos estudios y las dos versiones,
“¡No, que esa muchacha desnuda es mi hermana! Mi hermana
cada elemento de las cuales ha sido pensado y escogido por la artis-
Camille. Implorante, humillada, arrodillada, esa soberbia, esa orgu-
ta dentro de una perspectiva propiamente escultórica, y no mera-
llosa, así es como se ha representado a sí misma. ¡Implorante, humi-
mente narrativa o simbólica. Punto de inflexión de la carrera de
llada, arrodillada y desnuda! ¡Todo ha terminado! ¡Eso es, para siem-
Camille Claudel, L’âge mûr constituye un momento clave: el acce-
pre, lo que ha dejado ofrecido a nuestra mirada! Y ¿saben? ¡lo que
so, por sus propios méritos, a la maestría, un inicio de reconocimiento
se arranca de ella, en ese preciso momento, ante los ojos de uste-
oficial y una herida irremediable. El Estado no realizará la fundición
des, es su alma! Es a la vez el alma, el genio, la razón, la belleza, la
de la obra, y la escultora, al igual que algunos de sus biógrafos, verá
vida, incluso el nombre”.
en ello la mano de Rodin.
31
L´âge mûr, ca. 1893
Bronce. Musée Rodin. París
cuaderno[ 26
32
cuaderno[ 26
6. “Pequeñas cosas nuevas”
Esta expresión, tomada de la carta escrita en diciembre de 1893 a
realmente nuevo invadía a Camille Claudel. Sabemos por Mathias
Paul Claudel, que se puede considerar como uno de los escasos
Morhardt la curiosidad de Camille Claudel por el espectáculo de la
manifiestos artísticos de Camille Claudel, aparece repetida en varias
vida corriente.
ocasiones en la correspondencia de la artista y en la pluma de sus críticos.
Junto a Les Causeuses, La Vague, representa a tres muchachas
En esos años, la investigación artística de Camille Claudel toma un
bañadas por una espectacular ola de mármol-ónice. Inspirada en
camino diferente de los que había podido seguir con anterioridad.
composiciones japonesas, esta maravillosa ola parece amenazar a
Los nuevos temas se esfuerzan por captar y plasmar breves momentos
tres pequeñas bañistas desnudas que, en realidad, son la misma
de la vida, lo que Kierkegaard llamaba “las naderías accidentales,
mujer, repetida. Paul Claudel lo interpretó como una personifica-
insignificantes” (Diario, 1841), que, no obstante, dan sentido a la vida.
ción de la propia Camille.
Entre estas piezas destacan, por encima de todas, Les causeuses,
Esta tentativa parece agotarse en las “chimeneas”, como las
que representa a cuatro mujeres desnudas cotilleando en una
llamaba Camille: una serie de pequeñas esculturas protagonizadas
esquina. El hecho de desnudar a unos personajes que realizan algo
por mujeres pensativas, que parecen explorar la interioridad del
absolutamente cotidiano y sin importancia, potencia el sentido
alma femenina. Parece ser que Blot, el editor en bronce de estas pie-
universal de esta escena. Los críticos alabaron esta pieza por encima
zas, les puso títulos atractivos que aseguraran las ventas –La pro-
del resto. Octave Mirbeau proclamó, al ver a estas cotillas, que Camille
fonde pensée [El pensamiento profundo], Rêve au coin du feu [Enso-
Claudel era un genio, una “revolución de la naturaleza”. La propia
ñación al amor de la lumbre]–. Camille parecía desesperada por
artista realizó infinidad de versiones, en yeso, en mármol, en ónice, en
vender sus obras, y agota su fuerza creadora en una serie de obras
bronce, con pared, sin pared… El sentimiento de estar realizando algo
que ceden al juego colorista y al preciosismo de los materiales.
Les causeuses, ca. 1895
Yeso. Musée d’Art et d’Industrie André Diligent, Roubaix
33
cuaderno[ 26
34
cuaderno[ 26
La Joueuse de flûte ou La Sirène, c. 1905
Bronce. Colección particular
7. Último mecenas y últimas obras
Incapaz, por diversas razones, de obtener encargos en firme para
monumentos públicos, privada por los reglamentos del Ministerio
de Bellas Artes o por la pudibundez imperante de obtener el encargo de un bronce o un mármol que le habría permitido ingresar en
el restringido círculo de los artistas a los que se concedía ese honor,
Camille Claudel tuvo, no obstante, unos cuantos compradores particulares. A propuesta de Rodin, y a veces con su ayuda, Mathias Morhardt o Léon Gauchez le compraron obras. Los Rothschild la incluyeron entre los artistas cuyas obras adquirieron y luego depositaron
en diferentes museos. El capitán Tissier encargó el bronce de L’âge mûr.
La más importante de estos mecenas, no obstante, y la última, es
la condesa de Maigret, para la cual Camille Claudel realiza varios
retratos, y que adquiere la última obra importante de la artista,
Persée et la Gorgone.
Frente a la poderosa creatividad que desprende L´âge mûr, estas
obras finales de Camille parecen anunciar el trágico destino en el
que se verá inmersa la artista. Sola y sin recursos, Camille se sumió
en una crisis depresiva y empezó a destruir sistemáticamente todas
sus obras. En 1913, su familia la encierra en el sanatorio psiquiátrico de Montdevergues. Nunca salió de allí. Murió 30 años después.
Persée et la Gorgone, 1905
Bronce. Colección particular
35
cuaderno[ 26
37
cuaderno[ 26
Cronología
[1864-1943]
1864. 8 de diciembre. Naci-
1887. Se deterioran las rela-
1890. C. Claudel pasa el verano
miento de Camille Claudel en
ciones entre C. Claudel y Jessie
en el castillo de l’Islette, en Tou-
Fère-en-Tardenois.
Lipscomb, la amiga inglesa que
raine. Reside allí sola y en com-
compartía su taller.
pañía de Rodin en 1891, y más
1866. Nacimiento de su her-
tarde de nuevo sola en 1892.
mana Louise Claudel, futura
1888. Matrimonio de Louise
esposa de Ferdinand de Mas-
Claudel y Ferdinand de Massary.
1891. Es miembro del jurado de
sary. La familia se instala en
Rodin alquila la Folie-Neuf-
la exposición de la Sociedad
Villeneuve-sur-Fère.
bourg, en el Clos-Payen (68, bd
Nacional de Bellas Artes.
Nacimiento de Paul Claudel.
d’Italie). C. Claudel se instala en
el 113 del bulevar d’Italie, casi
1892. C. Claudel alquila un piso
1870. La familia se instala en
enfrente del Clos-Payen.
en el 11 de la avenida de la
Bar-le-Duc
Salón de los Artistas Franceses:
Bourdonnais, a dos pasos de la
Sakountala [Sakuntala], esca-
calle de l’Université y del Depó-
yola, mención honorable.
sito de mármoles.
1876. Otoño. Louis Prosper
Claudel se instala en Nogent-
1883. Antes de mayo. C. Clau-
sur-Seine con su familia.
del alquila en el 117 de Notre-
1889. Salón de los Artistas Fran-
d’Italie.
Camille conoce allí al escultor
Dame-des-Champs un taller que
ceses: Portrait de Charles Lher-
Salón de la Sociedad Nacional
Alfred Boucher, que se convier-
comparte con otras mujeres
mitte [Retrato de Charles Lher-
de Bellas Arte: Buste de Rodin
te en su primer maestro.
artistas.
mitte], bronce.
[Busto de Rodin], bronce.
1879. La familia se instala en
1884. Se convierte en alumna y
Wassy-sur-Blaise.
modelo de Rodin.
Salón de los Artistas Franceses:
1881. La Señora Claudel y sus
Étude [Estudio], bronce; más
hijos se instalan en París.
tarde llamado Giganti; Vieille
La muchacha sigue las clases
femme [Anciana], terracota
de la Academia Colarossi (hoy
o La Vieille Hélène [La Vieja
desaparecida). Alfred Boucher
Hélène].
le corrige los trabajos.
1886. Conversión de Paul Clau1882. Alfred Boucher se mar-
del. Noviembre. C. Claudel tra-
cha a Italia y le pide a Rodin que
baja en Sakountala [Sakuntala].
le sustituya en su enseñanza.
Salón de los Artistas Franceses:
Salón de los Artistas Franceses:
Jeune Fille [Muchacha], busto,
Buste de Mme. B. [Busto de la
bronce, retrato de su hermana
Sra. B.], escayola.
Louise.
Conserva el taller del bulevar
38
cuaderno[ 26
1893. C. Claudel trabaja en la
primera versión de L’âge mûr
[La edad madura]. Emprende
asimismo nuevas direcciones y
empieza los “apuntes sacados
del natural”, esculturas de
pequeñas dimensiones. A partir de este momento, Geoffrey
y Mirebeau no dejarán de
defender su arte.
Salón de la Sociedad Nacional
de Bellas Artes: La Valse [El
vals], Clotho [Cloto].
1894. Estancia en Guernesey
Salón de la Sociedad Nacional
de Bellas Artes: Le dieu en volé [El dios echado a volar],
escayola; La petite châtelaine
[Pequeña castellana], bronce.
En Bruselas, Salón de la Estética Libre: La Valse [El vals]; Contemplation [Contemplación]; Le
Expone en el local de Samuel
El encargo para la fundición en
tesse de M. [Busto de la Seño-
Psaume [El salmo]; Premier Pas
Bing, calle Provence, una obra
bronce de L’âge mûr es anula-
ra Condesa de M.], mármol;
[Primer Paso].
en bronce y una obra en már-
do por el director de Bellas
Alsacienne [Alsaciana], terra-
mol, L’Hamadryade [La hama-
Artes, Henry Roujon.
cota, pátina de plata.
1895. Julio. Primer encargo del
dríade].
Salón de la Sociedad Nacional
Fundición de L’âge mûr, a car-
Estado, L’âge mûr.
Salón de la Sociedad Nacional
de Bellas Artes: Portrait de
go de Thiébaut Frères, para el
Salón de la Sociedad Nacional
de Bellas Artes: La Vague, esca-
Monsieur le Comte de M… en
capitán Tissier.
de Bellas Artes: Les Causeuses
yola; Les Causeuses, ónice; Por-
costume Henri II [Retrato del
[Las Habladoras].
trait de Madame D. [Retrato de
Señor Conde de M… en traje
1903. C. Claudel trabaja para la
la Señora D.], mármol.
1896. C. Claudel conoce a Ma-
Henri II], mármol; L’âge mûr,
Galería Eugène Blot.
escayola; Persée [Perseo], tama-
Salón de los Artistas Franceses:
ño natural, escayola.
L’âge mûr, bronce, propiedad
thias Morhardt, redactor del
1898. C. Claudel se instala en el
periódico Le Temps. Conoce asi-
63 de la calle de Turenne.
mismo a la condesa Arthur de
Marzo: Mathias Morhardt publi-
1900. Camille pasa por graves
Maigret, que será su principal
ca un importante estudio sobre la
dificultades financieras.
1904. Traba amistad con Hen-
mecenas hasta 1905.
artista en Le Mercure de France.
Presenta dentro de la Exposi-
ri Asselin.
Finalización de la primera ver-
Salón de la Sociedad Nacional
ción Universal: Profonde Pen-
Exposición de once bronces y dos
sión de L’âge mûr.
de Bellas Artes: L’Hamadryade,
sée, mármol; Rêve au coin du
mármoles en la Galería Eugène
Salón de la Sociedad Nacional
mármol y bronce, La Profonde
feu [Ensoñación en el rincón del
Blot y realización de su última
de Bellas Artes: La petite châ-
Pensée [El pensamiento pro-
fuego], escayola ; Ophélie [Ofe-
composición original, un retra-
telaine, variante, mármol.
fundo], bronce; Buste de M. X
lia], ¿L’Hamadryade?.
to de busto de su hermano: Paul
Salón del Arte Nuevo: Buste de
[Busto del Sr. X]. Finalización del
Rodin; La Valse, versión en pie-
segundo proyecto de L’âge mûr.
1902. Última participación en
Claudel con treinta y siete años].
dra caliza de Müller.
1899. Enero. Camille se instala
del capitán Tissier.
Claudel à trente-sept ans [Paul
el Salón de la Sociedad Nacio-
Publicación en L’Occident de
nal de Bellas Artes con: Persée
Camille Claudel statuaire [Cami-
1897. C. Claudel tiene proble-
en el 19 del quai Bourbon, que
[Perseo], tamaño natural, már-
lle Claudel estatuaria] por Paul
mas de salud.
será su último taller-vivienda.
mol; Buste de Madame la Com-
Claudel.
39
cuaderno[ 26
Segundo Salón de Otoño: La
Fortune [La Fortuna], posteriormente tirada en 50 ejemplares por Eugène Blot.
1905. C. Claudel pasa el verano con su hermano Paul en los
Pirineos.
Salón de los Artistas Franceses:
Vertumne et Pomone [Vertumno y Pomona], mármol; Sirène
[Sirena], bronce, posteriormente tirada en 30 ejemplares por
Eugène Blot.
Salón de Otoño: L’abandon [El
abandono], bronce.
1906. La artista obtiene de la
dirección de Bellas Artes el
encargo de La Niobide blessée
[La nióbida herida].
Su salud está muy alterada.
1907. Adquisición de L’abandon
(bronce) por el Estado.
Exposición en la Galería Eugène Blot en torno a La Jeunesse
et l’âge mûr [La juventud y la
edad madura] (fundición de 6
ejemplares) y de un busto de
niña en mármol (del 24 de octubre al 10 de noviembre).
1908. Última exposición en la
Galería Eugène Blot: La Jeu-
1910. Exposición de las Muje-
1914. 9 de septiembre. Debido
se niega a volver a esculpir.
nesse et l’âge mûr [La juventud
res Pintoras y Escultoras: L’im-
a la guerra, C. Claudel es tras-
Salón de las Mujeres Artistas
y la edad madura] (6 ejempla-
ploration [La súplica], La Val-
ladada al Manicomio público de
Modernas: Buste de Rodin.
res); La Jeunesse [La juventud]
se, Persée, Les Bavardes [Las
Montdevergues (Vaucluse).
(20 ejemplares); L’Abandon (25
habladoras].
ejemplares); La Valse (bronce
1943. 19 octubre. Fallecimien1934. Salón de las Mujeres Artis-
to de C. Claudel el 19 de octu-
dorado, 25 ejemplares); Vieil
1913. 3 de marzo. Fallecimien-
tas Modernas: L’imploration, La
bre, a la edad de setenta y ocho
Homme, étude pour la Viei-
to de su padre. 10 de marzo.
Valse, Buste de Rodin.
años en Montdevergues.
llesse [Anciano, estudio para la
Reclusión en el manicomio de
Vejez] (25 ejemplares); Deux
Ville-Evrard.
1936. Se expone una de sus
1951. Gran retrospectiva Cami-
Bustes de femmes [Dos bustos
Julio. La revista L’Art décoratif
obras en la Galería Bernheim
lle Claudel en el museo Rodin.
de mujer] (25 ejemplares); Per-
le dedica un artículo profusa-
Jeune.
Paul Claudel escribe el prefacio
sée (25 ejemplares); La Fortune
mente ilustrado que recoge el
(25 ejemplares); L’Inspirée [La
texto de su hermano Paul,
1938. A C. Claudel le preocu-
ción y titula su texto “A mi her-
inspirada] (mármol).
redactado en 1905.
pa la suerte de sus obras, pero
mana Camille”.
para el catálogo de la exposi-
40
cuaderno[ 26
Próxima exposición
AMAZONAS DEL ARTE NUEVO
(29 de enero – 30 de marzo de 2008)
Las protagonistas de Amazonas del Arte Nuevo pertenecen a la
primera generación de mujeres artistas que, salvo algunas
excepciones, tuvieron un papel crucial en el mundo del arte.
Convivieron, se mezclaron, expusieron junto a los hoy identificados
como los grandes artistas, masculinos, de finales del siglo XIX y
principios del XX; formaron parte activa de las corrientes artísticas y
aportaron puntos de vista que las convirtieron en referentes
obligados en la historia del arte moderno.
Romaine Brooks, Mary Cassatt, Mela Mutter, Käthe Kollwitz,
Nathalia Gontcharova, Meraud Guevara, Tamara de Lempicka,
Claude Cahun, Dora Maar, son algunos de los nombres que se
representarán en esta exposición que pretende reafirmar el papel
fundamental de estas mujeres artistas en el desarrollo del arte
contemporáneo.
cuaderno[ 26
Fundación MAPFRE
2007
Dirección
Pablo Jiménez Burillo
Edición
Tomás Martín de Vidales
Coordinación
María López Fernández
Diseño original
Juan Antonio Moreno
Maquetación
eleuve
Créditos fotográficos
Pedro Benito Albarrán
Fotomecánica y preimpresión
Cro motex
Impresión
tf. Artes Gráfic as
© De los textos, los respectivos autores
© De las fotografías, los respectivos autores
© De la presente edición:
FUNDACIÓN
MAPFRE
Avda. General Perón, 40
28020 Madrid, 2007
Camille Claudel
[1864-1943]
Comisariado
María López Fernández
FUNDACIÓN MAPFRE. Instituto de Cultura
Aline Magnien
Véronique Mattiussi
Musée Rodin
Coordinación
FUNDACIÓN MAPFRE. Instituto de Cultura
Departamento de Exposiciones.
Con la colaboración de María José Rivero
Musée Rodin
Servicio de Colecciones
Registro
Pedro Benito Albarrán
FUNDACIÓN MAPFRE. Instituto de Cultura
Diane Tytgat
Musée Rodin
Restauración
Jorge García
Diseño y dirección del montaje
Jesús Moreno y Asociados
Realización del montaje
Exmoarte, S.A.
Transporte
7 noviembre 2007
SIT Transportes Internacionales, S.A.
13 enero 2008
Otras entidades colaboradoras
FUNDACIÓN MAPFRE
Sala de Exposiciones
Avda. General Perón, 40
André Chenue, S.A.
Art Services Transport
Seguros
MAPFRE EMPRESAS
Compañía de Seguros y Reaseguros, S.A.
Otras entidades colaboradoras
28020 Madrid
SBJ
Descargar