La generación de 1944 y la lucha antiautoritaria

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LA GENERACIÓN DEL 44 Y LA GENERACIÓN
COLEGIO GARCÍA FLAMENCO
MATERIAL PARA DESARROLLAR LA GUÍA DE TRABAJO
ASIGNATURA: LENGUAJE Y LITERATURA
TEMAS A DESARROLLAR: LA GENERACIÓN DEL 44 Y LA GENERACIÓN
COMPROMETIDA
RESPONSABLE: PROF. FRANCISCO ANTONIO MARTÍNEZ
LA GENERACIÓN DE 1944 Y LA LUCHA ANTIAUTORITARIA
En la década de 1940 alcanzó su madurez un grupo de escritores entre quienes se
cuentan Pedro Geoffroy Rivas (1908-1979), Hugo Lindo (1917-1985), José María
Méndez (1916), Matilde Elena López (1922), Julio Fausto Fernández, Oswaldo
Escobar Velado, Luis Gallegos Valdés, Antonio Gamero y Ricardo Trigueros de León.
Pedro Geoffroy Rivas produjo una obra lírica marcada por las vanguardias y, además,
desarrolló una importante labor de rescate de las tradiciones indígenas y de la lengua
popular. La poesía de Oswaldo Escobar Velado tiene una delatada preocupación
existencial y un componente esencial de denuncia de las injusticias sociales. José
María Méndez y Hugo Lindo exploraron nuevas fronteras de la narrativa.
Numerosos escritos de esta generación jugaron un papel muy activo en el movimiento
democrático que puso fin de la dictadura del general Hernández Martínez. Sin
embargo, algunos de ellos colaboraron activamente con el régimen del coronel Óscar
Osorio.
Dentro de un proyecto de modernización del Estado, Osorio promovió una de las
políticas culturales más ambiciosas en la historia de El Salvador. Para citar un
ejemplo, a través del Departamento Editorial del Ministerio de Cultura (posteriormente
Dirección de Publicaciones del Ministerio de Educación), bajo la enérgica dirección del
escritor Ricardo Trigueros de León se desarrolló una labor editorial de gran alcance, la
cual constituyó, a la vez, un paso decisivo en sentar las bases del canon de la
literatura salvadoreña.
De forma paralela, tuvo lugar un proceso que había de afectar el desarrollo de la
literatura; el auge y la universalización de la industria de la cultura. Hacia 1950
resultaba bastante claro que los medios de difusión masiva estaban desplazando a
las bellas artes y a la cultura popular tradicional como generadores de referentes
imaginarios de la población. Ante esa situación la literatura fue quedando relegada a
una incómoda marginalidad. Esta debilidad hizo del trabajo artístico un fácil rehén del
régimen militar, cada vez más deslegitimado por la corrupción y la ausencia de
libertades políticas.
Hugo Lindo
Hugo Lindo Olivares fue un poeta, novelista, diplomático, político y abogado
salvadoreño nacido en el Puerto de La Unión (El Salvador), el 13 de octubre de 1917,
dentro de una familia de clase media trabajadora.
Lenguaje y Literatura
Prof. Francisco A. Martínez
LA GENERACIÓN DEL 44 Y LA GENERACIÓN
Estudio en la Universidad de El Salvador, donde obtuvo el título de Doctor en
Jurisprudencia y Ciencias Sociales. En 1947 hizo un viaje como diplomático a Corea.
Fue embajador de El Salvador ante la República de Chile (1952-1959) y ante la
República de Colombia (1959-1960). Fue Ministro de Educación en 1961 y volvió al
servicio diplomático como embajador de El Salvador en España (1969-1972).
Participó en la fundación de la Universidad "Dr. José Matías Delgado" y se
desempeñó como Decano de la Facultad de Bellas Artes de dicha Universidad (19791985). Murió en San Salvador, el 9 de septiembre de 1985, a la edad de 68 años. En
2005, la VII Semana de la Lectura de El Salvador estuvo dedicada a su memoria.
Publicó los poemarios: Poema eucarístico y otros (1943), Sinfonía sin límites (1953),
Trece instantes (1959), Navegante río (1963), Solo la voz (1968), Maneras de llover
(1969) así como las novelas ¡Justicia, Señor Gobernador! (1960, su obra más
conocida), Cada día tiene su afán (1965) y Yo soy (1983).
José María Méndez.
"Nace en Santa Ana en 1916, supo descubrir y explotar una rica veta de literatura
nacional: la contraposición a la vertiente costumbrista, de temática agraria, que había
venido rigiendo, de forma incuestionable, la evolución de la narrativa salvadoreña
desde mediados de la centuria pasada"
"En esta postura de Méndez se advierte cómo ante la industrialización creciente de la
ciudad se impone el lenguaje directo del nuevo cuento, castellano-salvadoreño en su
más viva esencia, incorporadota del habla nacional y la temática completamente
urbana"
La literatura comprometida
No podemos hablar de “literatura comprometida” ya que la literatura es un fenómeno
social, cultural e histórico, por lo cual cualquier hipotético compromiso depende, en
última instancia, de las interpretaciones que haga el lector de cada texto. Por otra
parte, en América Latina no existió un fenómeno artístico de importancia que
adhiriese a los preceptos del “realismo socialista”, aunque en ocasiones los dirigentes
más influyentes de la Revolución cubana se manifestaron a favor de este principio:
“Dentro de la revolución todo, fuera de ella, nada”.
Por lo general, los intelectuales resistieron o reaccionaron contra los preceptos
stalinistas del “realismo socialista” y adhirieron a corrientes estéticas y de
pensamiento de Europa occidental, especialmente de Francia y del existencialismo de
postguerra. Incluso Ernesto Guevara (que paralelamente criticó la burocratización del
bloque socialista) tomará una posición a favor de la libertad de la creación artística.
Sin embargo, al separar la ética de la estética, nuestra cultura alienó y privatizó el
referente trascendente a uno: la ética. Es decir, hizo de la estética el mundo de la
forma y lo superfluo, de la belleza descarnada, de lo prescindible, del lujo. El arte
alienado se vanaglorió de “la intrascendencia del arte” . El arte comprometido, por el
contrario, realizó la conmovedora experiencia de la reunificación. El compromiso
personal ha creado lo que llamamos aquí una “estética de la ética”. Es en ese sentido
que nos referimos cuando hablamos de “arte comprometido”.
El descubrimiento del yo en los ensayistas del siglo XVI (hombres y mujeres sin título
de nobleza y por lo general conversos o bastardos) se acentúa en el romanticismo del
siglo XIX. Quizás haya una línea histórica que une a los románticos de ese siglo con
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Prof. Francisco A. Martínez
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los existencialistas de la segunda posguerra y los rebeldes de los años sesenta que
protagonizan la primavera del 68. En los tres casos se trata de la rebelión del
individuo, pero en los dos últimos es un individuo que se va descubriendo al descubrir
la sociedad. Al redescubrir el yo, el humanismo descubre el otro. No es casualidad
que la literatura del siglo XX -y en particular la poesía- repita el mismo proceso en
cada individuo: del romántico alienado al revolucionario social, del yo al otro, de la
conciencia individual, solitaria y desolada, a la conciencia social, colectiva, siempre
amenazada por la propaganda; de la angustia metafísica del existencialismo a la
alegría de la aventura colectiva. En “Hablan los exquisitos”, Dalton expresa la
conciencia de del revolucionario que aspira al hombre nuevo a través de una nueva
sociedad, después del sacrificio del revolucionario que ha alcanzado la conciencia
pero no la liberación de la moral anterior:
Generación Comprometida
Para Sartre, la literatura es solo una excusa para el compromiso político; para
Levinas, por el contrario, el arte es la prueba de que no existe una verdad única.
La Generación Comprometida fue una generación literaria surgida en El Salvador
durante la década de 1950. La denominación de "comprometida" fue acuñada por el
poeta Italo López Vallecillos, influenciado por el pensamiento sartreano. Tuvo dos
etapas: la primera, con el núcleo fundacional compuesto por el propio López
Vallecillos, Irma Lanzas, Waldo Chávez Velasco, Álvaro Menen Desleal, Eugenio
Martínez Orantes y otros. La segunda, con el surgimiento en 1956 del Círculo Literario
Universitario, fundado en la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador. El
Círculo integró a los poetas Roque Dalton, Roberto Armijo, José Roberto Cea, Manlio
Argueta y Tirso Canales. Armijo, Cea, Argueta, Canales y el poeta Alfonso Kijadurías
dirigieron, durante la década de los 60 hasta 1979 la revista cultural titulada La Pájara
Pinta.
La Generación Comprometida influyó sobre las promociones literarias posteriores,
tanto por su deseo de ahondar en la realidad salvadoreña, como por su búsqueda de
renovación estética, que tuvo las más heterogéneas concreciones: desde la ciencia
ficción y el teatro del absurdo de Álvaro Menéndez Leal, pasando por la renovación
poética de Roque Dalton, hasta el indigenismo y tono popular de José Roberto Cea.
Miembros de la Generación Comprometida:
 Álvaro Menéndez Leal (también conocido como Menen Desleal)
 Oswaldo Escobar Velado
 Italo López Vallecillos
 Waldo Chávez Velasco
 Irma Lanzas
 Eugenio Martínez Orantes
 Ricardo Bogrand
 Armando López Muñoz
 Mercedes Durand
 Roque Dalton
 Manlio Argueta
 José Roberto Cea
 Roberto Armijo
 Tirso Canales
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Prof. Francisco A. Martínez
LA GENERACIÓN DEL 44 Y LA GENERACIÓN
BIOGRAFÍA DE ROQUE DALTON
Roque Dalton García (14 de mayo de 1935 - 10 de mayo de 1975) fue un poeta y
revolucionario de El Salvador.
Hijo del inmigrante estadounidense Winall Dalton y de la enfermera salvadoreña
María García, Roque Dalton fue educado con los jesuitas en el Colegio Externado
de San José. En 1957, con otros estudiantes salvadoreños, visitó la URSS para
participar en un festival internacional de jóvenes. Durante el mismo conoció al
revolucionario nicaragüense Carlos Fonseca, fundador del FSLN, al poeta
argentino Juan Gelman y al poeta turco Nazim Hikmet.
Viajó a Santiago de Chile para estudiar Derecho, aunque volvió a San Salvador a
continuar sus estudios. Perteneció al Círculo Literario Universitario (1956), junto a
Manlio Argueta, Roberto Armijo, José Roberto Cea y Tirso Canales. Dalton es una
de las voces más influyentes de la Generación Comprometida, que hizo suya la
frase del guatemalteco Miguel Ángel Asturias: "El poeta es una conducta moral".
Roque Dalton recorrió el mundo a partir de la sentencia de muerte no oficial en su
contra dictada por los gobiernos militares de su época, cuando logra escapar de la
cárcel de Cojutepeque, la cual resultó dañada por el terremoto de 1961, viviendo
luego en México, Checoslovaquia y en Cuba.
Roque Dalton tiene en su honor haber escrito por primera vez en el país sobre la
conformación social y económica que describía con cruda realidad la situación sin
dejar escondido nada y sin ser amable con los culpables de la situación.
Obras importantes: La ventana en el rostro (1962), El turno del ofendido (México,
1964), Miguel Mármol (Costa Rica, 1972?), Pobrecito poeta que era yo... (Costa
Rica, 1975), Monografia sobre El Salvador (La Habana, ??), Taberna y otros
lugares (Premio Casa de las Américas 1969), Poemas clandestinos (El Salvador,
1975), Historias prohibidas del pulgarcito (México, 1975), Un libro rojo para Lenin
(póstumo; Managua, 198?).
Es el creador de la pieza poética Poema de amor, donde narra en forma amena la
historia de los salvadoreños, en todo tiempo y lugar, que ha sido convertido en el
himno nacional verdadero para las mayorías, sobre todo las que se encuentran
fuera de El Salvador.
Sus textos continúan vigentes después de haber casi 40 años de haber sido
escritos y publicados de forma clandestina, en El Salvador durante los años
sesenta y setenta.
Roque fue asesinado por sus propios compañeros del Ejército Revolucionario del
Pueblo (ERP), la guerrilla a la cual pertenecía en ese momento, junto con el obrero
Armando Arteaga, "Pancho", bajo la acusación de ser agente de la Central de
Inteligencia de EEUU , en una casa del barrio de Santa Anita, en San Salvador.
También fue acusado de trabajar para la inteligencia cubana, quizá uno de los
"agravantes" para su asesinato. Las acusaciones fueron desmentidas después. El
ERP era liderado entre otros por Joaquin Villalobos, quien formó posteriormente
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Prof. Francisco A. Martínez
LA GENERACIÓN DEL 44 Y LA GENERACIÓN
parte de la comandancia general del Frente Farabundo Martí para la Liberación
Nacional de El Salvador (FMLN), siendo en tal calidad, firmante de los acuerdos
de paz en 1992.
Luego de la firma de los acuerdos de paz en 1992, sus escritos han sido
difundidos de manera legal y forman parte del contenido programático oficial de
algunos niveles de educación media. En 2005 apareció el primer volumen de su
Poesía completa, bajo el sello editorial de la estatal Dirección de Publicaciones de
CONCULTURA, labor que fue dirigida por el ensayista salvadoreño Rafael Lara
Martínez. El libro tiene un prólogo del especialista daltoniano Luis Melgar Brizuela.
La novela Pobrecito poeta que era yo, publicada un año después de su muerte,
por la editorial EDUCA, dirigida por Ítalo López Vallecillos, es un vistazo a su
generación literaria (la Generación Comprometida). En ella, toman la voz distintos
personajes (Álvaro, un trasunto de Álvaro Menéndez Leal; Arturo, que recuerda al
dramaturgo Roberto Arturo Menéndez; Roberto, que es un tanto Roque Dalton y
un tanto Roberto Armijo). En conjunto, es una novela en la que se intercalan
diarios personales, los recuerdos de la captura y fuga de la cárcel de Cojutepeque,
el clima intelectual de El Salvador en 1956, junto a los grandes temas de Dalton: El
país, la política, el compromiso del escritor. El capítulo titulado "El party" es un
derroche de sentido del humor. Puede leerse como una "Bildungsroman" de la
Generación Comprometida.
Veintisiete años después de su asesinato, en 2002, el poeta salvadoreño Luis
Alvarenga publicó la primera biografía de este autor, bajo el título El ciervo
perseguido. En 2006, el especialista en Roque Dalton, Luis Melgar Brizuela,
defendió, en el Colegio de México, una extensa tesis doctoral sobre el autor del
Poema de amor.
LA LITERATURA COMPROMETIDA
(Una historia reveladora sobre los orígenes de la Generación Comprometida)
Por Carlos Sandoval
Comentando En los paliques del Café Izalco nunca se habló ni de manifiestos
literarios, ni de doctrinas estéticas, ni de generaciones comprometidas
Por un capricho de la vida, por un absurdo de la historia, surgió en El Salvador por el
año de 1956 la mal llamada "Generación comprometida". Como tengo alguna
responsabilidad en su gestación, creo conveniente relatar, una vez más, las
circunstancias que determinaron su nacimiento. Pues se trata de uno de los tantos
mitos que irrumpen en nuestra cultura.
Lenguaje y Literatura
Prof. Francisco A. Martínez
LA GENERACIÓN DEL 44 Y LA GENERACIÓN
Cuando regresé de México en 1956, tras cursar estudios de filosofía y derecho en la
UNAM, traje varias cajas de cartón repletas de libros, y entre estos venía ¿Qué es la
literatura?, de Jean Paul Sartre. En un cuarto situado sobre la Calle Concepción,
cerca de la llamada Esquina de la Muerte, le comenté a Ítalo López Vallecillos sobre
el impacto que había causado dicho libro en el mundo literario. En el expone su autor,
desdoblado en tres preguntas ¿Qué es escribir? ¿Por qué escribir? y ¿Para quién se
escribe?, la doctrina de la literatura comprometida. La lectura se circunscribió, única y
exclusivamente, a la Presentación en donde Sartre enuncia las siguientes tesis: el
escritor vive en situación y, por consiguiente, es responsable de su tiempo y la
literatura comprometida debe volver a ser lo que nunca debió dejar de ser: una
función social.
Cuál fue mi sorpresa cuando meses después apareció en la revista Hoja, un artículo
de Ítalo López Vallecillos titulado: "La generación comprometida", de clara tónica
sartreana. Como la revista era de escasa circulación --unos 200 ejemplares-- es
posible que dicho artículo no hubiera trascendido. Pero quiso la casualidad que Juan
Felipe Toruño informara en su libro Desarrollo Literario de El Salvador (1957), sobre el
nacimiento de la "nueva generación literaria". Esto fue suficiente para que
trascendiera a la historia de la literatura nacional.
En la revista Hoja --de efímera vida-- colaboraban, entre muchos otros, René Arteaga,
Eugenio Martínez Orantes, Roque Dalton, Álvaro Menéndez Leal, José Enrique Silva,
Camilo Minero, Ricardo Bogrand, Ítalo López Vallecillos y quien esto escribe. Las
reuniones las efectuábamos en el Café Izalco, pero no para hablar de literatura, sino
para comentar los sucesos cotidianos entre la espuma de cerveza cruda y el humo de
los cigarrillos "Embajadores". Nunca faltaba en esa reunión el cuentista y novelista
colombiano Manuel Mejía Vallejo. El mantuvo la columna literaria CONTRAPUNTO en
El Diario de Hoy, bajo el pseudónimo de Naután. Lamentablemente cuando llegué a
Bogota hace un año, me enteré de su fallecimiento en Medellín. En los paliques del
Café Izalco nunca se habló ni de manifiestos literarios, ni de doctrinas estéticas, ni de
generaciones comprometidas.
Ítalo, Roque y yo trabajábamos por esa época en el diario El Independiente de Jorge
Pinto. Roque como columnista bajo el pseudónimo de Sukarno, Italo como gerente y
yo como editorialista. Pero el diario quebró e Ítalo se fue a la UES como director de la
Dirección de Publicaciones, en donde ya existía el Círculo Literario Universitario,
integrado por Roque, Argueta y Cea. Posteriormente estos dos últimos se apropiaron
del nombre "Generación comprometida", gracias al espaldarazo que le había dado
Toruño. Pero sus miembros nunca conocieron ni la filosofía de Sartre ni su obra
literaria, como lo reconocería Roque en su novela Pobrecito poeta que era yo. "Ni
siquiera hemos leído El Muro", confiesa.
En verdad, el ícono de los "comprometidos" era el Neruda de "España en el corazón"
(1936) y la doctrina del realismo socialista, una estética fundada por Zhdánov en
1934, en donde los poetas debían cantarle al trabajo, a la fábrica, al koljós y al
comunismo. Lo demás era arte burgués.
Lenguaje y Literatura
Prof. Francisco A. Martínez
MUESTRAS LITARARIAS
LA GENERACIÓN DEL 44
“Patria exacta”
Oswaldo Escobar Velado.
LA GENERACIÓN DEL 44 Y LA GENERACIÓN
que ama la libertad muy a pesar del hambre
en que agoniza.
Y a esto amigo se le llama Patria
y se le canta un himno
y hablamos de ella como cosa suave,
como dulce tierra
a la que hay que entregar el corazón hasta la
muerte.
Allá en el resto de la Patria, un gran dolor
nocturno: allá y yo con ellos, están los explotados.
Los que nada tenemos como no sea un grito
universal y alto para espantar la noche.
Allá las mesas de pino; las paredes
húmedas; las pestañas de los tristes candiles;
las orillas de un marco de retrato
apolillado; los porrones
donde el agua canta; la cómoda
donde se guardan las boletas
de empeño; las desesperadas
camisas; el escaso pan junto a los lunes
huérfanos de horizontes; el correr
de los amargos días; las casas
donde el desahucio llega y los muebles
se quedan en la calle
mientras los niños y las madres lloran.
Allá en todo esto, junto a todo esto,
como brasa mi corazón
denuncia el apretado mundo,
la desolada habitación del hombre que sostiene
el humo de las fábricas. esta es la realidad.
Esta es mi Patria; 14 explotadores
y millones que mueren sin sangre en las entrañas.
Esta es la realidad.
¡Yo no la callo aunque me cueste el alma”.
Esta es mi Patria:
un montón de hombres; millones
de hombres; un panal de hombres
que no saben siquiera
de dónde viene el semen
de sus vidas
inmensamente amargas.
Esta es mi Patria:
un río de dolor que va en camisa
y un puño de ladrones
asaltando en pleno día
la sangre de los pobres.
Cada gerente de las Compañías
es un pirata a sueldo; cada
Ministro del Gobierno democrático
un demagogo
que hace discursos y que el pueblo
apenas los entiende.
Ayer oí decir a uno de los técnicos
expertos en cuestiones
económicas, que todo
marcha bien; que las divisas
en oro de la patria
iluminan las noches
de Washington; que nuestro crédito
es maravilloso; que la balanza
comercial es favorable; que el precio
del café se mantendrá
como un águila ascendiendo y que somos
un pueblo feliz que vive y canta.
Así marcha la mentira entre nosotros.
Así las actitudes de los irresponsables.
Y así el mundo ficticio donde cantan
como canarios tísicos,
tres o cuatro poetas,
empleados del Gobierno.
Digan, griten, poetas del alpiste,
digan la verdad que nos asedia.
Digan que somos un pueblo desnutrido.
Que la leche y la carne se la reparten
entre ustedes
después que se han hartado
los dirigentes de la cosa pública.
Digan que el rábano no llega
hasta la mesa de los pobres; que diariamente
mueren cientos sin asistencia médica
y que hay mujeres que dejan
la uva de su vientre a plena flor de calle.
Digan que somos lo que somos:
un pueblo doloroso, un pueblo analfabeto
desnutrido y sin embargo fuerte
porque otro pueblo ya se habría muerto.
Digan que somos, eso sí, un pueblo excepcional
Lenguaje y Literatura
LA GENERACIÓN COMPROMETIDA
LOS POLICÍAS Y LOS GUARDIAS
(Roque Dalton)
SIEMPRE VIERON AL pueblo
como un monton de espaldas que corrían para allá
como un campo para dejar caer con odio los
garrotes.
Siempre vieron al pueblo como el ojo de afinar la
puntería
y entre el pueblo y el ojo
la mira de la pistola o el fusil.
(Un día ellos también fueron pueblo
pero con la excusa del hambre y del desempleo
aceptaron un arma
un garrote y un sueldo mensual
para defender a los hambreados y a los
desempleadores.)
Siempre vieron al pueblo aguantando
sudando
vociferando
levantando carteles
levantando puños
y cuando más diciéndoles:
“Chuchos hijos de puta el día les va a llegar”.
(Y cada día que pasaba
ellos creían que habían hecho el gran negocio
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LA GENERACIÓN DEL 44 Y LA GENERACIÓN
al traicionar al pueblo del que nacieron:
cuando la ve se ha extraviado
“El pueblo es un montón de débiles y pendejos —
y la paz se nos niega,
pensaban—
y el pan no tiene esa delicada presencia
qué bien hicimos al pasarnos del lado de los vivos y
del trigo y de los ángeles,
de los fuertes”.)
cuando volvemos a ser lo que hubimos deseado
ser siempre,
entonces, la cárcel se abre,
MIENTRAS ME LLEVAN ESPOSADO
se rompen sus ataduras,
(Ítalo López Vallecillos)
y ya no estamos solos, sino alegres
I
y puros, y claros, y abiertos.
Vino un hombre
y me llevó del brazo,
IV
a la fuerza,
Uno tiene que encontrar su destino.
esposado.
En alguna parte,
Me enseñó una tarjeta,
en algún mes,
un revólver
en alguna noche,
y su alma.
en alguna palabra uno tiene que encontrar
Me enseñó sus ojos
su destino.
y me pidió disculpas.
Yo hallé el mío,
Dijo que cumplía órdenes.
el que me hace feliz, el que me hace bueno,
Me habló de su mujer
el que me quita de un golpe
y sus pequeños hijos.
todas las esquivaciones;
En medio de la pena
el que me aclara y declara,
pronunció estas palabras:
el dulce, duro, claro y oscuro
perdone, se tiene que vivir.
destino.
Vi las últimas llamas de la tarde
Ahora lo sé. Lo siento mientras
y me metí en la noche,
escribo este poema
con miedo.
y dejo atrás la cárcel. Y dejo atrás
la lluvia,
II
y la Patria, y la noche,
Es fría la cárcel. Y dura
que también se quedan atrás
y cruel. Y pesa como una lágrima.
mientras me llevan esposado,
amarrado, digo,
Surgen en ella de súbito los caminos,
a cumplir mi amargo y universal
los besos inconclusos,
destino.
la noche y el silencio.
Todo se agolpa en la memoria:
los geranios,
la madre, la esposa,
la lluvia,
los espejos, las corbatas,
los hijos a la puerta de la casa.
Todo se viene de golpe
a la memoria. Y hace falta
una caricia,
una almohada,
una palabra sencilla,
un poco de amor.
Una navaja
diminuta con que cortar
poco a poco los sentidos.
Esto es: no ser el ser que somos,
sino su potencia y su acción,
su llama y su protesta. Ser pájaro,
nube,
sueño, proyecto,
semilla y árbol.
III
La cárcel duele en el alma:
tiene como ella rincones dolorosos;
paredes manchadas,
sucias invocaciones.
En lo más alto y en lo más bajo
de su miseria,
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Prof. Francisco A. Martínez
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