REVISION PSICOANALITICA M.: A Contribution t<?1 the Theorv o] Anxietv and Guilt. (Una contribución a la teoría de la angustia y culpa). Int. J. Psychoanal., 1948, 29, 114·123. KLEIN, No puede mantenerse la afirmación de Freud de que en el inconsciente no hay nada que pueda dar forma al concepto de muerte o destrucción de vida y que el temor ·a la muerte sea análogo al temor de castración. Parece más bien que la primera causa de angustia es la actuación interior del instinto de muerte, que provoca el temor a la destrucción (aniquilación). La lucha entre vida y muerte por la cual pasa el niño en el momento del parto aumenta la angustia 'persecutoria que provoca esta experiencia penosa. Dicha experiencia hace que el primer objeto exterior aparezca como algo hostil. El pecho devorador de la madre, al que luego se añade el pene devorador del padre, se constituyen en los representantes del instinto de . muerte. (Anteriormente tiene que existir el vientre apretador y estenosante -angustia-. de la madre) • Estos pecho y pene internalizados forman los antecesores del superyo. O sea que, ya desde un principio, el temor a la muerte entra en el temor al superyo, y no sucede lo que Freud señaló, que el temor a la muerte es una transformación del temor al superyo. El pecho bueno ínternalizado y el pecho malo devorador forman el núcleo de superyo, en sus aspectos buenos y malos. Hay que distinguir dos formas de angustia, una persecutoria y la otra depresiva. La persecutoria está relacionada predominantemente con la posibilidad de la destrucción del yo; es característica de la posición paranoide del niño durante los tres o cuatro primeros meses de vida. La angustia depresiva depende del daño que los impulsos destructivos del sujeto han hecho a los objetos internos y externos. Esta angustia depresiva y la culpa y reparación coinciden con la introyección del objeto como totalidad, aunque ya se puede demostrar en relación con el pecho bueno o sea un objeto parcial. La culpa está unida a la angustia depresiva, es decir, al daño hecho a los objetos queridos internos y externos por los deseos destructivos del yo. Como procedimiento para enfrentar la angustia depresiva, el yo recurre a la defensa maníaca. GARMA 519 REVISIÓN PSICOANALÍTICA M.: A Contribution to the Theory oi Intellectual lnhibition, (Una contribución a la teoría de la inhibición intelectual). Int. J. Psycho-anal., 1931, 12. También en el libro de la autora Contributions to Psycho-analysis, The Hogarth Press, Londres, 1948. KLEIN, Describiendo dos sesiones de tratamiento de un niño de siete años, que llevaba ya dos años del tratamiento, la autora expone cómo se originaron en él las inhibiciones intelectuales. Uno de sus síntomas era que no podía distinguir entre ellas las palabras francesas poulet, poisson. y glace, El motivo era que le representaban los contenidos del vientre materno, con el' pene del padre, a los que él había dirigido ataques sádicos, ensuciándolos con sus heces. Todo ello le producía angustia y consideraba a sus heces y también a su pene como algo muy peligroso. N o podía distinguir las palabras francesas, porque lo que expresaban estaba para él igualmente sucio de heces, despedazado y muerto. Después del análisis de su relación sádica con la madre, de donde deriva el impulso epistemofílico, y de su angustia ante los penes de él y del padre, cargados de impulsos sádicos, en la sesión psicoanalitica pudo dibujar lineas paralelas y hacer correr por ellas un auto. Esto simbolizaba atreverse ya a un coito con la madre: Al día siguiente en la escuela fué ya capaz de distinguir las palabras francesas. La angustia del niño se refería no solamente a la posibilidad de destruir el vientre materno con sus heces sádicas y crear así dentro de ella cosas que lo perseguían, sino también haber introyectado oralmente el pene paterno, sustituto del pecho. Éste, por los ataques del niño contra él, también se había cargado de sadismo, convirtiéndose en un temible agresor interno de su propio cuerpo. Asimismo se sentía atacado por las heces. La angustia de investigar las cosas terribles que ocurrían dentro del vientre materno y del suyo propio le llevaron a su inhibición intelectual. Dominando su angustia y conociendo mejor el vientre materno," pudo comprender mej 01' y apreciar la realidad exterior. Y conociendo mej 01' su propio cuerpo, tuvo una comprensión m.ayor y un mayor control de sus procesos mentales. Esto se observó en una sesión psicoanalitica en la que por primera vez pidió arreglar un cajón, donde anteriormente almacenaba todo, sin observarlo, ni seleccionarlo. El arreglo significa aclarar su propia mente. La liberación del impulso epistemofílico está muy relacionado con la potencia genital, porque descubrir algo y penetrar en cosas están unidos en el inconsciente. El pene se convierte en el representante del yo. Si el temor del niño a su superyo, que es el pene internalizado del padre y también su inconsciente, le incapacita para conocer los contenidos de su cuerpo y sus procesos mentales y emplear su propio pene en su aspecto psicológico de órgano ejecutivo del yo, se le crean inhibiciones. Por otra parte, en estos casos, el yo no puede aceptar las influencias de los objetos exteriores, por REVISTA DE PSICOANÁLISIS 520 estar en oposición a las exigencias del superyo y sobre todo porque aparecen amenazantes, como los objetos interiores. Como todos los casos de la autora, el análisis de este niño remita muy explicativo del por qué de su evolución neurótica. Lo único que se puede objetar es que no se percibe en nada cómo intervino en la génesis de la neurosis la actuación perjudicial de los padres, lo. que es algo que existe siempre en estos casos. La autora ni siquiera menciona la existencia de los padres o el menor hecho acerca de su comportamiento. Absolutamente todo lo achaca al sadismo del niño. Por la experiencia psicoanalítica parece lógico suponer que anteriormente a ese sadismo infantil, el sadismo de los padres, particularmente intenso en los dos primeros años de vida, crea en el niño actitudes rnasoquísticas y angustias intensas, ante las exigencias de !os impulsos instintivos y los contenidos del cuerpo, como son las heces. Las frustraciones e imposiciones perjudiciales de los padres, que el niño pequeño tiene que asimilar y aceptar en su mente, deben ser el primer origen de los perseguidores internos. El niño se defiende de estos perseguidores y de los malos tratos de los padres reales mediante su sadismo, y éste; a su vez, creando sentimiento de culpabilidad, mete al niño en el círculo vicioso de angustias, destrucción,. perseguidores externos e internos, cuyo conocimiento y estudio detallado ha sido la obra brillante de Melanie Klein, En el caso citado la inhibición intelectual era de origen paranoico. La autora señala que hay otra inhibición de tipo obsesivo, aunque hay que tener en cuenta que los mecanismos obsesivos sirven para encubrir angustias de tipo más primitivo. Esta inhibición obsesiva es la de aquellos niños que se esfuerzan en asimilar todo, sin distinguir entre lo útil y lo despreciable. Es debido a un esfuerzo constante a querer obtener obj etos buenos, para tenerlos interiormente. Como, por otra parte, tienen miedo de haber conseguido estos objetos robándoselos a' la madre, se sienten en la obligación constante de repetir sus esfuerzos. . GARMA KLEIN, MELANIE: The Psychotherapy o/ the Psychoses. ra pia de las psicosis). British J ournal oí Medical (La psicotePsychology, 1930,10. Las psicosis de los runos son más frecuentes de lo que se supone. Pasan inadvertidas, porque las exploraciones de los médicos suelen ser rápidas; además porque los síntomas son menos patentes y están más relacionados con otros tipos de conducta frecuentes en niños. Su origen se halla en las angustias del niño frente a los contenidos del cuerpo materno, que él pretende conocer, empleando para ello su sadismo. Para el niño, el mundo exterior es como el vientre materno. El mundo exte- 521 REVISIÓN PSICOANALÍTICA rior del niño psicótico es un pecho y un vientre lleno de objetos peligrosos, procedentes de los, propios impulsos del niño de atacarlos. GARMA Contributions to Psychoanolisis. (Contribución al psicoanálisis de la criminalidad). The Hogarth Press, Londres; 1948,278-282. KLEIN, MELANIE: Gil; criminality. Este trabajo fué leído en un "Symposium sobre Crimen" en la British Psychological Society en 1934. Sostiene la A. que las tendencias criminales son activas en niños normales durante la fase de sadismo máximo. El niño en esta fase se define de temores a objetos peligrosos (peligrosos por la proyección de su propio sadismo o por circunstancias reales) redoblando en fantasía ataques contra ellos. Pero estos objetos destruídos se hacen otra vez perseguidores, y entonces se intensifican su angustia y su necesidad de renovar su destrucción. Durante el desarrollo normal, al disminuir el sadismo y la angustia, el super yo se hace más tolerante, y el niño encuentra otros medios fuera de la destrucción para dominar sus angustias y conflictos. Pero en los casos en que un fuerte sadismo permanece y las angustias correspondientes a él son excesivas (como acontece en el criminal), el individuo permanece bajo la tensión de las primeras situaciones de ansiedad y conserva los mecanismos de defensa correspondientes a esta época. Sostiene que no es, pues, la ausencia o debilidad del superyo la causa de la conducta criminal, sino, por el contrario, la excesiva severidad del superyo. Pero como el amor no está amente en ellos, sino reprimido y. cubierto por el odio, sólo el análisis puede llevarlos a abandonar el círculo vicioso de agresión, culpa, compulsión al crimen y castigo. El tratamiento tendría, en los niños, un valor profiláctico. ARMINDA A. DE PICHON-RIVTEIU:: Criminal Tendencies in Normal Children. (Ten. dencias criminales en niños normales). Contribution to Psychoanalysis. The Hogarth Press, Londres, 1948, 185·202. KLEIN, MELANIE: Durante el análisis de niños pequeños (de dos a seis años), utilizando la técnica de juego creada por la A, pudo observar que en niños aun aparen· temente normales existían fantasías criminales de cortar, destripar, despedazar, etc. Explica brevemente en qué consiste la técnica de juego, el por qué hace posible la observación de las capas mentales más profundas y relata REVISTA 522 DE PSICOANÁLISIS juegos en los que se realizan acciones criminales idénticas a las que en la realidad realizaron algunos criminales famosos. Relata la analogía entre algunos crímenes espeluznantes y las fantasías correspondientes surgidas en el análisis de niños pequeños. Sostiene que estos actos criminales no los realiza el sujeto porque carezca de superyo, sino por el contrario porque este superyo es muy cruel y severo. Lo que hace posible la terapia analítica en estos casos es que el amor existe en ellos, aunque enmascarado por el odio. ARMINDA A. DE PICHÜN-RIVIERE Rebelious and defiant children, (Niños rebeldes y Desafiantes). Chilhood and after, Routledge and Kegan Paul Limited, Londres, 1948, 23. ;:'USAN, .ISAACS: Estas reacciones son normales en el desarrollo; algunas son formas caracterológicas: de reacción frente a 'adultos y autoridades y consisten en actitudes de odio y desafío en forma más continua y con más intensidad o con menos provocación evideiite. Esto puede llegar a convertirse en un patrón de conducta en la vida adulta y en los, casos extremos puede manifestarse a través de la conducta de niños y adultos delincuentes. El niño demasiado bueno, por otro lado, puede encontrarse en una situación psicológica más grave que el niño abiertamente rebelde o desafiante, ya que su forma de enfrentar sus sentimientos puede a la larga conducirlo a graves enfermedades mentales. Según la, A. es necesario preocuparse más por él que por los niños rebeldes. La rebeldía y el desafío son manifestaciones normales en ciertos períodos de la vida, entre los dos y tres años son muy frecuentes y entre los siete y ocho años vuelven a aparecer relacionados frecuentemente con la segunda dentición. En la temprana adolescencia las reacciones de desafío y rebeldía se presentan en su forma más dramática, son difíciles de encarar por los padres, maestros y instituciones sociales. Un instinto primitivo como el odio puede ser utilizado como defensa contra sentimientos de amor o contra las ansiedades que los acompañan, con el fin de mantener a estos sentimientos alejados debido a sus consecuencias dolorosas. Por ejemplo, el odio es utilizado contra la posible frustración, el dolor frente a la pérdida, la depresión y la tristeza, así como frente al temor de dañar al objeto por la excesiva avidez. Este mecanismo es típico ,de la adolescencia como defensa contra fantasías incestuosas. En otros casos el odio y la conducta de desafío pueden ser una defensa contra el sentido -de la obligación, contra el deseo y necesidad de restaurar o reparar lo que se ha dañado. También estas defensas son utilizadas frente al temor a la venganza debido a la avidez o gula excesiva y a la envidia proyectada. Otros contenidos de esta defensa tendrían el significado de tanteo o prueba de la 523 REVISIÓN PSICOANALÍTICA realidad, necesidad de confesar, defensa contra el desamparo con una identificación con los padres malos, etc. La mayoría de estas defensas actúan en todos y en distintos niveles del inconsciente, pero en un nivel más profundo -están en relación con las ansiedades que surgen de la primera relación con la madre (el amor voraz por el pecho materno, el deseo de comerlo e incorporarlo). Este amor voraz por el pecho que puede destruir conduce a un temor intenso frente al propio deseo proyectado (ansiedad paranoide) , E. PICHON-RIVIERE A Special Mechanism in a Schizoid Boy. (Un Meca" nismo especial en un Niño Esquizoide). (1936). "Childhood And After", 1948, 122·128. SUSAN, ISAAes: En este .artículo, Susan Isaacs nos ofrece una breve descripción de un mecanismo. --el "acting out" de una metáforaque se hizo presente en el análisis de un adolescente esquizoide de quince años y medio. Un día le dijo a la analista que estaba tratando de hacer, con un viejo paraguas, un paracaídas con la intención de aplicarle una canasta que contenía un gato al que quería mucho y dej arlo caer desde el último piso de la casa, La madre del muchacho, divorciada, reclamaba -al hijo, que vivía con la abuela, mujer de costumbres estrictas, pero al niño le costaba decidirse a abandonarla. En el incidente del paracaídas, el paciente estaba haciendo el "acting out" de una metáfora. Su intención de arrojar el gato afuera dramatizaba la vivencia de las exigencias maternas de "arrojar a la abuela fuera de sus afectos", tratando de hacerlo suavemente. En su fantasía inconsciente, la madre, con sus críticas, había envenenado a la abuela dentro de él, y debía vomitarla como un objeto de amor destruido, Arrojarla por la ventana significaba arrojarla de su propio cuerpo. Como sucede con los esquizofrénicos en general, en este paciente las palabras tenían un significado consciente de cosas. Las palabras eran más reales que las acciones. El vehículo del afecto era la metáfora .en su forma verbal. Aún conscientemente las palabras no eran nunca signos, sino siempre acciones y acontecimientos. En su fantasía inconsciente eran partes de los cuerpos de las personas que estaban dentro de éL Era lo que lo unía a la realidad externa debido a que ellas podían entrar y salir del cuerpo sin perder su identidad, sin destruirse como lo hacían las sustancias corporales. Se defendía con ellas de las terroríficas fantasías pre-verhales vinculadas a experiencias y deseos orales y anales, en los cuales todos los objetos estaban envenenados o mordidos. Pero no puede mantener la metáfora mucho tiempo, aporta demasiado afecto y un conflicto muy intenso, de ahí que la fracture REVISTA DE PSICOA:-IÁLISIS 524 en elementos sensoriales expresados en movimientos SIn sentido, síntomas hipocondríacos, vómitos, defecaciones, etc. En sus síntomas, el niño se conecta con su realidad interna y en último término con sus padres internos en coito. En el "acting out" de la metáfora, el paciente niega todo afecto y significado a sus actos y palabras, elementos que se hallan divorciados. Sólo uniéndolos de nuevo puede restaurarse la vida y el significado de ambos. MARÍA ESTHER MORERA SUSAN, ISAAes: Property and Possessiveness. 1935 (Propiedad y Po- sesión). Childhood and Alter. Londres. Routledge and Kegan Paul Limited, 1948, 36-46. El objeto de este artículo es refutar el. concepto psicológico del "instinto de adquisición". Susan Isaacs declara que toda conducta vinculada a la propiedad es una compleja manifestación de diversas tendencias psicológicas incluyendo el amor, el odio y la rivalidad con las persoTUlS. La relación entre una persona y un objeto físico (ya sea éste un juguete, un ornamento, una casa o dinero) es siempre una relación triangular entre por lo menos dos personas y el objeto en cuestión. Desarrolla sus conclusiones considerando la conducta de un grupo de niños entre dos y seis años, así como el análisis de un niño de siete 'años y medio, y encuentra los siguientes significados inconscientes en la tendencia a la posesión de materiales: Vinculado a una situación de rivalidad, el no tener lo que otros tienen o tener menos que ellos es sentirse pequeño, débil y dbandonado. El no recibir lo que otros reciben o no tanto como ellos es sentirse excluído del amor y consideración de la' persona que da. La situación más profunda de donde surge el deseo de posesión es la del lactante frente al pecho materno; sus satisfacciones están a merced de la voluntad de otra persona y el niño si~Ílte su desamparo ante" la urgencia dé sus necesidades de amor y de alimentos, .junto con la, 'cólera provocada. por la negación de la satisfacción inmediata. . . Otros factores están dados por las fijaciones anales, que se refuerzan por el desplazamiento del pecho y del pene. . - Los objetos materiales involucran y sustituyen relaciones con las personas. Ellos constituyen un sustituto de amor, negando el· temor a hi pérdida de]. mismo .. MARÍA ESTHER MORERA