Roj: SAP M 13663/2011 Id Cendoj: 28079370102011100401 Órgano: Audiencia Provincial Sede: Madrid Sección: 10 Nº de Recurso: 378/2011 Nº de Resolución: 418/2011 Procedimiento: Recurso de Apelación Ponente: MARIA ISABEL FERNANDEZ DEL PRADO Tipo de Resolución: Sentencia AUD.PROVINCIAL SECCION N. 10 MADRID SENTENCIA: 00418/2011 1280A C/ FERRAZ 41 Tfno.: 914933847-48-918-16 Fax: 914933916 N.I.G. 28000 1 0003339 /2011 Rollo: RECURSO DE APELACION 378 /2011 Autos: JUICIO VERBAL 200 /2010 Órgano Procedencia: JDO. 1A.INST.E INSTRUCCION N. 1 de PARLA De: Maximino Procurador: SIN PROFESIONAL ASIGNADO Contra: Adoracion Procurador: MARIA MERCEDES PEREZ GARCIA Magistrada: ILMA. SRA. Dª. Mª ISABEL FERNÁNDEZ DEL PRADO SENTENCIA Ilma. Sra. Magistrada: Dª Mª ISABEL FERNÁNDEZ DEL PRADO En MADRID, a veinticinco de octubre de dos mil once. La Magistrada Dª. Mª ISABEL FERNÁNDEZ DEL PRADO, de la Sección Décima de la Audiencia Provincial de Madrid, ha visto en grado de apelación los autos nº 200/10, procedentes del Juzgado de 1ª Instancia nº 1 de PARLA, seguidos entre partes, de una, como apelante D. Maximino , representado por el Procurador D. Juan Luis Valgañon Gómez y defendido por Letrado, y de otra como apelada, Dª. Adoracion , representada por la Procuradora Dª. Mª. Mercedes Pérez García y defendida por Letrado, seguidos por el trámite de juicio Verbal. VISTO, siendo Magistrada la Ilma. Sra. Dª. Mª ISABEL FERNÁNDEZ DEL PRADO. I.- ANTECEDENTES DE HECHO Se aceptan y se dan por reproducidos los antecedentes de hecho de la resolución recurrida. PRIMERO.- Por el Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Parla, en fecha 29 de abril de 2010, se dictó sentencia, cuya parte dispositiva es del tenor literal siguiente: FALLO : "Se estima la demanda presentada 1 por DOÑA Adoracion contra DON Maximino debiendo condenar a este a que abone a la actra la cantidad de 798 euros más los intereses legales y las costas del procedimiento." SEGUNDO.- Contra la anterior resolución se interpuso recurso de apelación por la parte demandada. Admitido el recurso de apelación en ambos efectos, se dio traslado del mismo a la parte apelada. Elevándose los autos ante esta Sección, para resolver el recurso. TERCERO.- Por providencia de esta Sección, de fecha 5 de septiembre de 2011, se señaló para fallo el día 18 de octubre de 2011. CUARTO.- En la tramitación del presente procedimiento han sido observadas en ambas instancias las prescripciones legales. II.- FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- En fecha 14 de diciembre de 2009, se celebró contrato de compraventa entre D. Maximino , como vendedor, y Doña Adoracion , como compradora; teniendo por objeto un perro "Chiguagua", habiéndose pactado el precio de 550 # más IVA (88 #). En fecha 22 de diciembre de 2009, el animal se puso enfermo, acudiendo al Hospital Veterinario Madrid Sur, donde se indica que su pronóstico es "muy grave-reservado", especificándose que "El miércoles pasado tuvo una hipoglucemia y le dieron agua con azúcar y se puso bien, lo llevaron a su veterinario y les dijo que le forzaran la ingesta, el animal lleva sin querer comer desde entonces y ellos forzándole", finalmente se plantea la posibilidad de encontrarse ante una neumonía por aspiración. El mismo día en que ingresa en el hospital, el animal fallece. El comprador formula la demanda iniciadora del presente procedimiento el 23 de febrero de 2010, interesando la resolución del contrato de compraventa, la devolución del precio abonado más el importe de los gastos veterinarios, ascendiendo todo ello a la cantidad de 798 #. La sentencia dictada en primera instancia desestima la demanda, habiéndose interpuesto contra la misma recurso de apelación, que es objeto de la presente resolución. SEGUNDO.- El primer motivo de apelación alega que la sentencia dictada por el Juzgador "a quo" incurre en error al considerar que concurre incumplimiento contractual, lo que conlleva la resolución del contrato. Para resolver dicha cuestión hemos de tener en cuenta, inicialmente, que nos encontramos ante un negocio jurídico de compraventa, del que deriva la obligación del vendedor de entregar la cosa vendida, de acuerdo con lo preceptuado en el artículo 1.445 C. Civil, según el cual "Por el contrato de compra y venta uno de los contratantes se obliga a entregar una cosa determinada y el otro a pagar por ella un precio cierto, en dinero o signo que lo represente", disponiendo específicamente el artículo 1.461 C.Civil que "El vendedor está obligado a la entrega y saneamiento de la cosa objeto de la venta", pudiendo cualquiera de los obligados ejercer la facultad de resolución de las obligaciones para el caso de que la otra parte no cumpliere lo que le incumbe, de tal forma que "El perjudicado podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la resolución de la obligación, con el resarcimiento de daños y abono de intereses en ambos casos" ( art. 1.124 C.Civil). A dichos efectos, el Tribunal Supremo señala, en sentencia de 21 de marzo de 1986, que es doctrina reiterada de la Sala que para que pueda prosperar la acción resolutoria establecida en el párrafo 1º del artículo 1.124 del Código Civil, es preciso que quien la alegue acredite, entre otros, los siguientes requisitos: 1º) La existencia de un vínculo contractual vigente entre quienes la concertaron, 2º) La reciprocidad de las prestaciones estipuladas en el mismo, así como su exigibilidad, 3º) que el demandado haya incumplido de forma grave las que le incumbían, 4º) que dicho resultado se haya producido como consecuencia de una conducta obstativa del demandado, actuación que puede acreditarse por la prolongada inactividad o pasividad del deudor frente a los requerimientos de la otra parte contratante, 5º) que quien ejercite esta acción no haya incumplido las obligaciones que le concernían. Con posterioridad, el Alto Tribunal, en sentencia de 30 de abril de 1996, acoge la rectificación jurisprudencial apuntando que "según la moderna jurisprudencia, para que exista incumplimiento, no puede exigirse voluntad deliberadamente rebelde, pues es suficiente el incumplimiento inequívoco objetivo, aún no tenaz y persistente, pues basta que frustre el fin del contrato y que no exista una justa causa que sane la conducta de los compradores", postura ya anteriormente recogida en sentencias de 18 de marzo y 18 de diciembre de 1991 y 13 de julio de 1995. 2 Además, hemos de tener en cuenta que "no todo incumplimiento -en el sentido de falta de identidad cualitativa, cuantitativa o circunstancial, de lo ejecutado con lo debido- es suficiente para resolver una relación de obligación sinalagmática", de tal forma que para que un incumplimiento tenga fuerza resolutoria es necesario que sea esencial y produzca la consecuencia de privar sustancialmente al contratante perjudicado de lo que tenía derecho a esperar de acuerdo con el contrato ( sentencias de 19 de mayo de 10 de octubre de 2005, 5 de abril de 2006, 4 de enero de 2007 y 19 de mayo de 2008). Aplicando la jurisprudencia citada al supuesto que nos ocupa, consideramos que la parte vendedora no ha mostrado una actitud obstativa ni consta acreditado que el animal hubiese contraído la enfermedad que le causó la muerte con anterioridad a la venta; puesto que el historial clínico ofrece el diagnóstico de "neumonía por aspiración", tras forzar al animal a comer y a beber. Todo ello conduce a considerar que la causa de la muerte se generó con posterioridad a la fecha de compra, cuando el animal ya se encontraba en poder del comprador. En definitiva no cabe proceder a resolver la relación contractual en base a un posible incumplimiento por parte del vendedor. TERCERO.- Con respecto a la caducidad de la acción, no podemos obviar que en la demanda se ejercita la acción de resolución contractual derivada del artículo 1.124 C.Civil, como hemos indicado en el fundamento precedente y no la acción redhibitoria del artículo 1.496; por tanto, el plazo para su ejercicio será de quince años desde el momento en que se aprecia la posible causa de resolución contractual, en virtud de lo dispuesto en el artículo 1.964 C.Civil. CUARTO.- La sentencia de instancia considera que nos encontramos en el supuesto de "entregar una cosa diversa (aliud pro alio)", teoría que intenta combatir el recurso de apelación, al entender que en ningún caso se está llevando a cabo la entrega de una cosa distinta de la que ha sido objeto de venta. Sobre dicha cuestión, el Tribunal Supremo se pronunció, en sentencia de 4 de abril de 2.005, en los siguientes términos: "los compradores no sólo tienen las acciones protectoras de los vicios ocultos, sino también las que nacen del incumplimiento o anómalo cumplimiento del contrato ( STS de 3 de abril de 2.002 y las que cita). Nos encontramos, pues, ante una prestación de objeto distinto y no ante simples vicios de la cosa, toda vez que la doctrina jurisprudencial ha entendido que se está en presencia de entrega de cosa diversa o "aliud pro alio" cuando existe pleno incumplimiento por inhabilidad del objeto y consiguiente insatisfacción del comprador, al ser aquél impropio para el fin que se destina, lo que permite acudir a la protección dispensada en los arts. 1.124 y 1.101 del Código Civil (aparte de otras, SSTS de 30 de noviembre de 1.978, 25 de abril de 1.973, 21 de abril de 1.976, 20 de diciembre de 1.977 y 23 de marzo de 1.982), pues, como puntualiza la sentencia de 20 de febrero de 1.984, la ineptitud del objeto para el uso a que debía ser destinado significa incumplimiento del contrato y no vicio redhibitorio". En términos similares aborda la cuestión la sentencia del Alto Tribunal de 22 de mayo de 2.008, indicando que "En la demanda, ciertamente, se ejercitó una acción indemnizatoria por incumplimiento contractual, que se sitúa en la existencia de vicios o defectos que hacían la cosa objeto de contrato impropia para el fin al que se destinaba y que, rectamente entendida, presupone la exigencia de su cumplimiento, siquiera por equivalencia, mediante la deducción del precio del contrato del importe de las reparaciones necesarias para hacer desaparecer los defectos de la maquinaria y para adecuarla al fin que le era propio, según lo convenido, habiéndose añadido a dicha pretensión la estrictamente indemnizatoria de los daños y perjuicios irrogados a resultas del incumplimiento del contrato", añadiendo que "La demanda se basa, pues, en la concurrencia de los presupuestos que conforman un caso de aliud pro alio...en donde no se cumple el contrato, y se produce -como precisa la sentencia de 9 de julio de 2.007, con abundante cita de otras anteriores- cuando el objeto entregado por el vendedor es inhábil para el cumplimiento de su finalidad, con la subsiguiente insatisfacción del comprador, que le permite acudir a la protección dispensada en los artículos 1.101 y 1.124 del Código Civil - Sentencias de 4 de abril de 2.005 y 14 de febrero de 2.007 -, a través de las acciones de cumplimiento o de resolución y de indemnización por vicios ocultos presupone necesariamente un incumplimiento sustancial de la obligación de entrega, pues éste tiene por objeto la cosa vendida en el estado en que se hallaba al tiempo de la perfección del contrato - Sentencia de 9 de julio de 2.007". En el presente supuesto no se ha entregado una cosa distinta de la contratada ni siquiera se produce un incumplimiento sustancial de las obligaciones contractuales; encontrándonos ante una enfermedad contraída con posterioridad a la compra, habiendo cumplido el vendedor las obligaciones que le incumben, sin que quepa apreciar en el objeto de venta vicios o defectos existentes con anterioridad a su transmisión. En consecuencia, procede la estimación del recurso de apelación y la consiguiente revocación de la sentencia de instancia. 3 CUARTO.- En virtud de lo preceptuado en los artículos 394 y 398 L.E.Civ., no cabe efectuar pronunciamiento sobre las costas procesales causadas en primera instancia ni con respecto a las originadas en esta instancia. Si bien es cierto, como indica la parte apelante, que en el juicio verbal no es necesario acudir representado por procurador ni asistido por letrado ( artículos 23.2.1º y 31.2.1º L.E.Civ.); no obstante, en el supuesto de que en el procedimiento se generasen otros gastos, por ejemplo derivados de pruebas periciales o testificales, tendrían que ser satisfechos por la parte que ha sido condenada en costas, efectuándose un pronunciamiento genérico al respecto, en base a los artículos 394 y 398 L.E.Civ., aún cuando en el supuesto concreto que nos ocupa no se haya generado gasto alguno de ese tipo. Vistos los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación. III.- F A L L O Que estimando el recurso de apelación interpuesto por el Procurador D. Juan Luis Valgañón Gómez, en representación de D. Maximino , contra la sentencia dictada en fecha 29 de abril de 2010 por el Juzgado de 1ª Instancia nº 1 de Parla, en el juicio verbal nº 200/2010; acuerdo revocar dicha resolución en los siguientes términos: 1.- Que desestimando la demanda interpuesta por Doña Adoracion , como actora, contra D. Maximino , como demandado; debo absolver y absuelvo al demandado de los pedimentos formulados por la parte actora. 2.- Con expresa imposición al demandado de las costas procesales causadas en primera instancia. Sin pronunciamiento con respecto a las costas generadas en esta instancia. Así por esta sentencia, de la que se unirá certificación literal al Rollo de Sala Nº 378/11, lo pronuncio, mando y firmo. PUBLICACIÓN.- Firmada la anterior resolución es entregada en esta Secretaría para su notificación, dándose publicidad en legal forma, y se expide certificación literal de la misma para su unión al rollo. 4