23/09/2016 Con Supertele: 0,90€ más PAÍS: España FRECUENCIA: Diario TARIFA: 2686 € E.G.M.: 48000 ÁREA: 648 CM² - 74% SECCIÓN: CULTURA VIERNES 23 DE SEPTIEMBRE PÁGINAS: 1,43 O.J.D.: 4989 DE 2016 23 Septiembre, 2016 n blanco ofertas al l centro 32-4 El Choro triunfa en Sevilla en su debut en la Bienal de Flamenco 343 ESQUERO ISLEÑO 316 a Cristina iniciará las nternet en noviembre imera idad ● La iniciativa persigue conquistar nuevos mercados y aumentar la competitividad ÁXIMA TENSIÓN INTERNA / EDITORIAL 6 10 POLÍTICA MUNICIPAL Martín niega que deje la portavocía de Ciudadanos por su embarazo ● Corrige a Gallardo y atribuye su salida a las tensiones internas 9 POLÍTICA MUNICIPAL Los menores P.8 PAÍS: España FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 1,43 O.J.D.: 4989 TARIFA: 2686 € E.G.M.: 48000 HUELVA INFORMACIÓN | Viernes 23 de Septiembre de 2016 ÁREA: 648 CM² - 74% SECCIÓN: CULTURA 23 Septiembre, 2016 43 CULTURA Y OCIO XIX BIENAL DE FLAMENCO 3 El bailaor El Choro se consagra en Sevilla nito braceo y unos pies tan poderosos que es estupendo verlo desarrollar otros recursos cuando sale descalzo a bailar por tangos. Un reto que él asume –al igual que los pasos a dos con su compañera, o el de intentar hacer música con los pies en lugar de dejarlos que exploten– con toda naturalidad, sin violencia ni impostura. Bien vestido y bien peinado. A su lado, la joven jerezana Gema Moneo pone el contrapunto perfecto con el arte heredado de su buena estirpe flamenca, cada vez más contenida sin perder en absoluto su fuerza El encanto de lo natural La Fundación Cristina Heeren ha producido este espectáculo del que fuera su alumno Antonio Molina ‘El Choro’ y sus magníficos músicos en el Central. OSCAR ROMERO/ ARCHIVO LA BIENAL Crítica AVISO: BAYLES DE JITANOS ★★★★★ Dirección, coreografía y baile: Antonio Molina ‘El Choro’. Dirección artística e idea original: Rafael Estévez. Ayudante de dirección y coreografía: Valeriano Paños. Música: Jesús Guerrero y Juan Campallo. Baile: El Choro y Gema Moneo. Cante: Pepe de Pura, Jesús Corbacho y Moi de Morón. Percusión: Paco Vega. Iluminación: Olga García. Vestuario: José Tarriño y Belén de la Quintana. Fecha: Miércoles día 21. Lugar: Teatro Central. Aforo: Lleno. Rosalía Gómez No descubrimos nada si deci- mos que el flamenco puro del que siguen hablando muchos aficionados se ha forjado de la unión de todo tipo de músicas. Por eso, junto a las solemnes tonás, caben en él las chuflas del jerezano Garrido, la sensual zarabanda afroamericana o los cantables llegados desde las zarzuelas (llámense polos o cantiñas). Muchas de estas músicas y de estos bailes recorrían la geografía andaluza mucho antes de que se inventara la palabra flamenco, casi siempre interpretados por grupos o parejas de etnia gitana y publicitados como “bailes de jitanos” (de ahí el título, procedente de un cartel del siglo XVIII), o “bailes de palillos”. Y eso precisamente es lo que ha tratado de hacer el bailaor onubense El Choro en este estupendo trabajo: mostrar una serie de números musicales y dancísticos de distinta procedencia, desde su manera de interpretar y desde la concepción del siglo XXI, sin ningún tipo de ambición arqueológica. En Aviso: bayles de jitanos todo parece natural, fresco, como recién creado, y eso es algo que, contra lo que se cree, en un escenario necesita una enorme elaboración (“la técnica tiene que correr por debajo, como una veta que no se ve”, decía La Argentina), de ahí que una buena parte del éxito del espectáculo se deba a la dirección de Rafael Estévez (recentísimo nuevo director del Ballet Flamenco de Andalucía), al trabajo coreográfico de Valeriano Paños y a la iluminación de Olga García. El Choro (Premio Revelación en el pasado Festival de Jerez) ha crecido enormemente como artista. Su baile, sin un vocabulario demasiado extenso, es elegante, bien colocado, de bo- ●La muestra gráfica sobre los pintores estará abierta hasta el 8 de noviembre Calcografía Nacional compara la obra de los Fortuny, padre e hijo Efe MADRID La obra gráfica de Mariano Fortuny Marsal y Mariano Fortuny y Madrazo, padre e hijo, se presentó ayer en la muestra ‘Fortuny y Fortuny, mirados en detalle’, una exposición para mirar en detalle y orientar en la lectura plástica de las estampas calcográficas de un artista, Mariano Fortuny, que en 1868 se instaló junto a su hijo en Granada, donde Mariano pintaría diversas obras y hacia donde atraería a algunos de sus amigos de París, como Martín Rico, Eduardo Zamacois (quien, finalmente, moriría en Madrid antes de llegar). Además, Mariano Fortuny y Madrazo ha sido calificado por Marcel Proust como el “Leonardo del siglo XX”, como muestra de la importancia del artista en el mundo del arte. La muestra, que abrió ayer al público y que mantendrá su actividad hasta el 8 de noviembre en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, propone mirar en detalle las estampas de los dos Fortuny y enfrentar la producción calcográfica de padre e hijo para poner en rasgos más característicos. “Fueron dos figuras internacionales que estuvieron absolutamente en la onda y fueron vanguardia constantemente”, ha explicado en la presentación de la muestra su comisario, Juan Bordes, académico delegado de la Calcografía Nacional. La exposición Fortuny y Fortuny, mirados en detalle’ cuenta con 66 estampas calcográficas seleccionadas de la colección de 90 piezas que se conservan en la institución Calcografía Nacional gracias a la donación directa de los familiares de los artistas. En este recorrido malismo plástico presente en las estampas de Fortuny Marsal (Reus, Tarragona, 1838 - Roma, Italia, 1874). Frente al trabajo del mayor de los Fortuny se encuentran las bases figurativas de las imágenes abstractas de su hijo (Granada, 1871- Valencia, 1949), en las que se acerca a los dibujos que Víctor Hugo realizó con las tácticas de la mancha propuestas por el pintor inglés de acuarelas John Robert Cozens (1752-1797). La muestra, en la se han seleccionado cuatro detalles de cada estampa con el objetivo de por seguiriyas, deleitando al público con su pelo al viento en la zambra e incluso atreviéndose a cantar ese “nací donde quiso Dios...” que tan bien interpretaba por tangos la del Revuelo. Todo ello con unos músicos que hacen un trabajo fantástico, en lo musical y en lo escénico. Las guitarras de Guerrero y Campallo sonaron a gloria, Pepe de Pura nos emocionó por tonás y los tres juntos (con Corbacho y Moi de Morón) casi nos hacen bailar en los jaleos. Un ejemplo de buena velada flamenca sin más, con una deliciosa naturalidad cuya elaboración ha sido posible esta vez gracias a la Fundación Cristina Heeren, que ha producido el espectáculo del que fuera su alumno. Que cunda el ejemplo. avistar el paisaje de estas imágenes, se divide en tres salas. En la primera se presenta a los dos artistas con algunas de sus estampas más conocidas, confrontadas con sus planchas matriz, y, a continuación, en la sala principal, se traza un paralelo entre las obras de padre e hijo, enfrentando a uno y otro lado una cierta relación entre sus temas como la botánica o las ciudades. ‘Fortuny y Fortuny, mirados en detalle’ concluye con un pequeño gabinete de las obras de Fortuny Madrazo dedicadas a Wagner. El grabado calcográfico, hasta la aparición de la fotografía, se utilizó principalmente como medio de traducción y reproducción de imágenes, aunque algunos artistas aprovecharon sus posibilidades de multiplicación, utilizaron sus técnicas como medio de expresión para lograr calidades plásticas muy singulares y específicas P.9 del me- 46 PAÍS: España FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 46 O.J.D.: 14251 TARIFA: 4285 € E.G.M.: 80000 ÁREA: 726 CM² - 84% Viernes 23 de Septiembre de 2016 | DIARIO DE SEVILLA SECCIÓN: CULTURA Y OCIO 23 Septiembre, 2016 CULTURA Y OCIO XIX BIENAL DE FLAMENCO 3 El Choro y Ezequiel Benítez se consagran en Sevilla La sonrisa del cante El encanto de lo natural Crítica QUIMERAS DEL TIEMPO ★★★★★ Cante: Ezequiel Benítez. Toque: José de Pura. Compás: Javier Peña, Israel Tubio. Lugar: Iglesia de San Luis. Fecha: Miércoles día 21. Aforo: Lleno. Sara Arguijo Antonio Molina ‘El Choro’ y sus magníficos músicos en el Central. OSCAR ROMERO/ ARCHIVO LA BIENAL Crítica AVISO: BAYLES DE JITANOS ★★★★★ Dirección, coreografía y baile: Antonio Molina ‘El Choro’. Dirección artística e idea original: Rafael Estévez. Ayudante de dirección y coreogra- fía: Valeriano Paños. Música: Jesús Guerrero y Juan Campallo. Baile: El Choro y Gema Moneo. Cante: Pepe de Pura, Jesús Corbacho y Moi de Morón. Percusión: Paco Vega. Iluminación: Olga García. Vestuario: José Tarriño y Belén de la Quintana. Fecha: Miércoles día 21. Lugar: Teatro Central. Aforo: Lleno. Rosalía Gómez No descubrimos nada si decimos que el flamenco puro del que siguen hablando muchos aficionados se ha forjado de la unión de todo tipo de músicas. Por eso, junto a las solemnes tonás, caben en él las chuflas del jerezano Garrido, la sensual zarabanda afroamericana o los cantables llegados desde las zarzuelas (llámense polos o cantiñas). Muchas de estas músicas y de estos bailes recorrían la geografía andaluza mucho antes de que se inventara la palabra flamenco, casi siempre interpretados por grupos o parejas de etnia gitana y publicitados como “bailes de jitanos” (de ahí el título, procedente de un cartel del siglo XVIII), o “bailes de palillos”. La Fundación Cristina Heeren ha producido este espectáculo del que fuera su alumno Y eso precisamente es lo que ha tratado de hacer El Choro en este estupendo trabajo: mostrar una serie de números musicales y dancísticos de distinta procedencia, desde su manera de interpretar y desde la concepción del siglo XXI, sin ningún tipo de ambición arqueológica. En Aviso: bayles de jitanos todo parece natural, fresco, como recién creado, y eso es algo que, contra lo que se cree, en un escenario necesita una enorme elaboración (“la técnica tiene que correr por debajo, como una veta que no se ve”, decía La Argentina), de ahí que una buena parte del éxito del espectáculo se deba a la direc- ción de Rafael Estévez (recentísimo nuevo director del Ballet Flamenco de Andalucía), al trabajo coreográfico de Valeriano Paños y a la iluminación de Olga García. El Choro (Premio Revelación en el pasado Festival de Jerez) ha crecido enormemente como artista. Su baile, sin un vocabulario demasiado extenso, es elegante, bien colocado, de bonito braceo y unos pies tan poderosos que es estupendo verlo desarrollar otros recursos cuando sale descalzo a bailar por tangos. Un reto que él asume –al igual que los pasos a dos con su compañera, o el de intentar hacer música con los pies en lugar de dejarlos que exploten– con toda naturalidad, sin violencia ni impostura. Bien vestido y bien peinado. A su lado, la joven jerezana Gema Moneo pone el contrapunto perfecto con el arte heredado de su buena estirpe flamenca, cada vez más contenida sin perder en absoluto su fuerza por seguiriyas, deleitando al público con su pelo al viento en la zambra e incluso atreviéndose a cantar ese “nací donde quiso Dios...” que tan bien interpretaba por tangos la del Revuelo. Todo ello con unos músicos que hacen un trabajo fantástico, en lo musical y en lo escénico. Las guitarras de Guerrero y Campallo sonaron a gloria, Pepe de Pura nos emocionó por tonás y los tres juntos (con Corbacho y Moi de Morón) casi nos hacen bailar en los jaleos. Un ejemplo de buena velada flamenca sin más, con una deliciosa naturalidad cuya elaboración ha sido posible esta vez gracias a la Fundación Cristina Heeren, que ha producido el espectáculo del que fuera su alumno. Que cunda el ejemplo. La de Ezequiel Benítez era una visita esperada por su trayectoria y las expectativas que había suscitado su álbum Quimeras del tiempo, y su debut en la Bienal no defraudó. A estas alturas se agrade un recital de la frescura y la naturalidad de este jerezano. Un concierto amable salpicado de gratificantes oles y de contagiosa alegría en el que primó el cante como transmisor de la emoción. Su propuesta está preñada de buen gusto y de matices. Ezequiel Benítez tiene una voz limpia, serena y personal que desprende, sin embargo, un aroma completamente añejo, recordando toda la diversidad del flamenco de Jerez y de toda la provincia gaditana. Desde los tientos con los que abrió el espectáculo, el cantaor fue directo al corazón, que es el único terreno donde se mueve. Jamás buscó impresionar acudiendo a recursos efectistas o a un virtuosismo que le pudiera alejar de lo que él mejor ofrece. Sensibilidad y gracia. Llamémoslo pellizco. Este cantaor no es de los que disparan lo que canta sino que lo cuenta, lo mece, lo mastica. Dio gusto escucharle en los medios tonos en las alegrías de Aurelio –¡pura melodía!–, paladear la milonga que cantó a pie de escenario sin micrófono y que fue como un primer beso, o verle recogerse en los fandangos por soleá. Es cierto que le faltó cierta enjundia por seguiriyas y crujirse más por soleares. Sobre todo porque, amén de su expresividad y sus maneras para empatizar con el público, a Benítez se le ve también que tiene aún mucho recorrido por explorar y en el que aún puede expandir más sus cualidades. Genial en las bulerías del Chaqueta donde además una pequeña Rocío Carrasco entusiasmó con canastillo de mimbre y arte a raudales. Y en el final por fandangos y bulerías de la Bolola y El Chozas en las que mostró su poso jondo y su dominio del compás. Esperemos que el cantaor siga por este camino, porque al cante también le hace falta una sonrisa y la de Ezequiel Benítez está llena de bonitos propósitos. P.15