¿Chapas a tu choro? ¿El Perú es un país inseguro? ¡Qué va! Eso parece sacado de las noticias amarillistas de algunos medios de comunicación. Pero qué pasa cuando la inseguridad se convierte en cifras, cuando somos medidos de manera internacional y el resultado es, finalmente, lo que todos percibimos, que somos un país inseguro. Según el estudio del Barómetro de las Américas del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP) realizado a 28 países entre enero de 2013 y febrero de 2014 el Perú ocupa el primer lugar en inseguridad con un 30.6%, porcentaje en el que las personas aseguraron haber sido víctimas de la delincuencia. Nos siguen Ecuador y Argentina con 27.5% y 24.4%, respectivamente. Pero esto no queda ahí. Dos preguntas más que aparecen en la encuesta son ¿Está usted satisfecho con el desempeño de la PNP?, la respuesta “Algo insatisfecho” ocupa el porcentaje más alto con 48,9%, y ante ¿Cuánto confiaría que el sistema judicial castigue al culpable de un robo?, la respuesta “Nada” obtiene un 37,3%. Todo ello nos lleva a que somos el país más inseguro de la región, cuya población no está satisfecha con el papel de la policía y considera que la justicia no castiga al delincuente. Si damos una mirada a los eventos de todos los días, la encuesta realizada hace un año no está fuera de la realidad. Hoy las personas no se sienten seguras ni siquiera en un restaurante. Asimismo, otro estudio realizado por Ipsos-Perú a mediados de este año señala que 9 de cada 10 personas no se sienten seguras en las calles y creen que serán víctimas de un robo. Es en este momento cuando toca recordar a Lope de Vega y Fuenteovejuna, cuya adaptación criolla es la campaña promovida por la comunicadora Cecilia García “Chapa tu choro y déjalo paralítico”. Esta se inició en Huancayo tras la liberación de un delincuente, que fue encontrado con un arma blanca en una casa. En palabras de García: “Media hora después del robo, vamos a la comisaría a poner la denuncia y no había delincuente, nos dijeron que habíamos frustrado el robo”. Debido a este hecho decidió, junto a sus vecinos, poner banderolas con la frase: “Ratero, si te agarramos, nosotros no llamamos a la comisaría, te vamos a linchar”. Hoy, esto que empezó en Huancayo, se ha extendido cual enfermedad, debido a la desesperación popular por la inseguridad ciudadana que ha dejado de ser, como dijo Humala, una percepción de la población. Basta dar un vistazo a las redes sociales para observar los videos de los linchamientos a varios delincuentes en diferentes puntos del país y ver como los pobladores se han organizado ante lo que ellos consideran la inacción de la policía y la ineficiencia judicial. Pero qué consecuencias podría generar la campaña “Chapa tu choro…”. Desde la equivocación al atrapar a alguien que podría resultar ser inocente y dejarlo mal herido, hasta que varios puntos de nuestro país se conviertan en una selva de cemento donde los delincuentes tomen represalias contra los pobladores. La más pura adaptación de la Ley del Talión en pleno siglo XXI. Vivir Fuente ovejuna en pleno siglo XXI, tener que conversar e incluso escribir sobre justicia popular parece anacrónico, pero no lo es. Más bien es la clara muestra de la ausencia del Estado en distintos puntos de nuestro país. Se trata de la ausencia de un sistema judicial que debe ser reestructurado, que debe ser implementado no solo con penas más largas, sino también donde se aboque a la defensa de los derechos fundamentales, tanto de las víctimas e incluso de los victimarios, donde la sociedad no se sienta desprotegida, donde el atrapar a un ladrón porque te robó no te haga presa del proteccionismo judicial y de las leyes de doble interpretación. La población no “chapa su choro” por simple hobby, sino porque siente que nuestro sistema de justicia simplemente no es justo, no funciona, no hace nada. Aplicar la Ley del Talión en pleno siglo XXI es retrógrada. ¿Entonces qué se hace? La repuesta la tiene el poder judicial. Ya lo dijo el Ministro del Interior José Luis Pérez Guadalupe al hacer referencia a nuestro mancillado sistema de justicia: “Señores fiscales, jueces, la policía sí chapa a los choros”. Señores del poder judicial, la pelota está en su cancha. Mahatma Ghandi lo dijo una vez: “Ojo por ojo y el mundo se quedará ciego”. Datos del autor Jose Antonio Cangalaya Sevillano. Sociólogo y Educador. Egresado de la Maestría en Sociología de la Educación por la UNMSM. Consultor de proyectos sociales. joseantonio.acs@gmail.com