El desafío de la gripe: ¿qué aprendimos de esta vieja enfermedad y la pandemia actual? Autor Dr. Francisco Nacinovich Médico Infectólogo. Jefe de Infectología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). Staff Fundación Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI). Miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) Miembro del Comité Técnico Nacional sobre Vacunas Pandémicas del Ministerio de Salud, Presidencia de la Nación. -1- El Desafío de la Gripe INDICE El problema de la gripe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 Aspectos virológicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Aspectos Epidemiológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 El problema de la Pandemia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 La Pandemia de gripe AH1N1 en Argentina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 Aspectos clínicos de la gripe estacional y pandémica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 La gripe en los grupos de riesgo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 Complicaciones de la gripe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 Diagnóstico de laboratorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 Prevención: la vacuna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Eficacia y efectividad de la vacuna. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 Seguridad de la vacuna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 Vacunas para enfrentar a la Pandemia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 Vacunación antineumocócica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 Tratamiento y medidas de control . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 Comentario final . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44 Lecturas recomendadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 Páginas de internet . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48 -2- Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 “El que no ha sufrido no sabe nada; no conoce ni el bien ni el mal; ni conoce a los hombres ni se conoce a sí mismo.” François Fènelon (1651 – 1715). El problema de la gripe La gripe o influenza es una enfermedad respiratoria aguda de importancia mundial, que acompaña al hombre desde hace más de 1000 años. Pocas infecciones producen periódicamente un número tan elevado de enfermos, hospitalizaciones, muertes y pérdidas económicas como la gripe. Globalmente, más de 600 millones de persona son infectadas con el virus de la gripe cada año. Figura 1: microfotografía del virus de la gripe Durante la época de epidemia, esta enfermedad puede afectar hasta al 40% de la población. En EE.UU, por ejemplo, se estima que ocasiona 226.000 hospitalizaciones y más de 35.000 muertes cada año. Los -3- El Desafío de la Gripe ancianos, los niños y las personas con enfermedades cardiopulmonares crónicas pertenecen al grupo de mayor riesgo de padecer las complicaciones de la gripe. Por otra parte, cuando afecta a los adultos sanos puede provocar pérdidas millonarias: se estiman en más de 12.000 millones de dólares las pérdidas anuales en EE.UU a causa del ausentismo laboral que provoca esta enfermedad, con un promedio de 5 días por cada episodio (que se traduce en una pérdida anual de 74.000.000 de días de trabajo). Debido a su habilidad para mutar y su capacidad para pasar desde sus reservorios animales hacia los seres humanos, el virus de la gripe es capaz de transformarse en un “nuevo virus” prácticamente cada temporada, con la posibilidad de diseminarse rápidamente en las poblaciones susceptibles y causar epidemias o pandemias. Esta característica lo ubica en un lugar prominente entre las enfermedades denominadas “emergentes” o “reemergentes”. Una prueba de ello es la primera pandemia de gripe del siglo XXI que hemos vivido en el transcurso del año 2009. La gripe es, en la actualidad, la única infección respiratoria de origen viral para la cual contamos con vacunas para su prevención, desde hace más de cuarenta años; más aún, tenemos una “familia” de diferentes tipos de vacunas (virus inactivados, virus vivos atenuados, obtenidas de embriones de pollo o de cultivo celular, con o sin adyuvantes, de administración intramuscular o por vía inhalatoria) que permiten extender su uso facilitando el control de la enfermedad. Además, en años recientes se han desarrollado nuevos y más rápidos métodos de diagnóstico y están disponibles drogas útiles para combatir a la gripe. Por todos estos motivos y dado el impacto que provocó la aparición del reciente virus pandémico AH1N1, hemos creído oportuno recordar los aspectos más destacados de esta curiosa enfermedad, muchas veces considerada banal, con el fin de familiarizar al lector con las características más sobresalientes de la gripe, tanto la estacional como la pandémica, así como su manejo y su prevención. Aspectos virológicos El virus de la gripe o influenza es un microorganismo único entre los virus respiratorios por su gran diversidad antigénica. Pertenece a la familia Orthomyxoviridae (del griego myxa: mucus) por su afinidad con las superficies mucosas. Son partículas esféricas con espículas que representan las glicoproteínas de superficie, hemaglutinina (HA) y neuraminidasa (NA), que se enclavan en su envoltura a intervalos regulares y sobre una capa de proteína (proteina M). Cuenta con 8 segmentos de ARN (ARN virus) que junto a la nucleoproteína que los agrupa, conforman la nucleocápside (figura 1 y 2). Existen tres tipos serológicos (A, B y C) del virus de la influenza capaces de ocasionar la enfermedad, aunque los de mayor impacto son el virus A y B; el serotipo C es de menor importancia y en general ocasiona infecciones del tracto respiratorio superior. -4- Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 Figura 2: Componentes del virus de la gripe De los tres serotipos del virus de la gripe, sólo el serotipo A tiene a su vez subtipos que se agrupan según dos proteínas de superficie: hemaglutinina (H o HA) y neuraminidasa (N o NA). Se han identificado hasta ahora 16 tipos de H y 9 de N; sus combinaciones, junto con el lugar (ciudad o país) en donde se aisló por primera vez, un número arbitrario que se le asigna a cada cepa y el año de aislamiento, son los elementos que se emplean para denominar a los diferentes tipos de virus de la gripe (ej: el virus A/California/7/2009 (H1N1) es el virus AH1N1, aislado en el estado de California por primera vez, en el año 2009 y su número de identificación es el 7). La HA es la proteína de superficie que permite que el virus de la gripe se adhiera a la célula del tracto respiratorio ya que estimula la fusión entre la envoltura viral y la membrana celular, favorece la penetración del virus en la célula e induce la formación de anticuerpos neutralizantes protectores. Es la principal constituyente de las vacunas actualmente disponibles. Por su parte, la NA facilita el “traslado” del virus a través de los mucopolisacáridos que tapizan el epitelio respiratorio, pues destruye el mucus del aparato respiratorio; evita el agrupamiento viral posibilitando de esta manera que cada virión actúe como una unidad infectante independiente, y facilita la liberación de partículas virales desde las células infectadas. la NA es el blanco principal de los nuevos -5- El Desafío de la Gripe antivirales para la gripe. La proteína M2, que es una parte de la envoltura viral, facilita el acceso del ARN viral al núcleo celular para iniciar la replicación, la que se realiza en un corto período de tiempo (cuatro a seis horas). Una de las propiedades más notables del virus de la gripe es la capacidad para cambiar sus características antigénicas. Esta capacidad es alcanzada mediante dos mecanismos: a) la elevada tasa de “error” durante la replicación del genoma y b) la segmentación del genoma (en 8 porciones) que facilita el “reacoplamiento” (reassorment) entre cepas de diferente origen que infectan la misma célula. Las “variaciones antigénicas” se producen casi anualmente en el virus de la influenza tipo A, son mucho menos frecuentes en el tipo B y no se han demostrado en el tipo C. Se conocen dos tipos de variaciones o cambios antigénicos: a) variaciones menores o drift y b) variaciones mayores o shift: a. Variaciones menores (drift): pequeñas mutaciones en la secuencia del ARN viral son suficientes para alterar las características de la HA y/o NA, de manera que no puedan ser reconocidas por el sistema inmune. Estos cambios explican las epidemias de cada temporada y la necesidad de formular la composición de la vacuna anualmente, de acuerdo con la cepa prevalente en un área dada. b. Variaciones mayores (shift): este tipo de cambio ha sido descripto sólo para la influenza A y consiste en variaciones súbitas y más drásticas de la HA con variaciones de la NA o sin ella. Los shifts son responsables de las denominadas pandemias, que afectan a varios miles de personas de todos los grupos etarios. Se originan a partir de la transmisión de un virus de origen animal (ej: aviar, porcino) directamente a los humanos, o por la combinación de un virus humano con uno de origen animal (proceso denominado “reassorment” o “recoplamiento”) lo que ocurre generalmente en el epitelio respiratorio de los cerdos, que suelen actuar como intermediarios entre las aves y los humanos. Aspectos Epidemiológicos En la mayoría de los países del mundo la gripe tiene un comportamiento estacional, con un predominio de su actividad durante los meses de invierno. En los países tropicales, existe una actividad endémica del virus de la influenza, con un incremento durante las estaciones lluviosas (figura 3). En nuestro país la circulación del virus de la gripe ocurre entre los meses de mayo a noviembre (figura 4). -6- Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 Figura 3: Distribución de los aislamientos virales en el continente americano. Puede observarse que en USA y México la circulación es semejante a la de los países del hemisferio norte; Colombia representa lo que ocurre en los países tropicales; Brasil presenta tanto una circulación similar a la de los países tropicales (en el norte del país) como a la de otros países del hemisferio sur (en el sur). Argentina tiene un comportamiento estacional como se observa en otros países del hemisferio sur. (Fuente WHO FluNet 1999 – 2005) Casos de sindrome tipo influenza por SINAVE y N° de virus detectados 800 300 700 N° de virus 200 500 400 150 300 100 200 50 100 octubre julio abril enero octubre julio abril enero octubre julio abril enero octubre julio abril enero octubre julio abril enero octubre julio abril enero octubre julio abril enero 0 Denuncias (en miles) 250 600 0 meses años 1998-2004 Influenza A Influenza B casos denunciados umbral mediana Figura 4: Estacionalidad de la Gripe en Argentina. (Fuente: Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica – SI.NA.VE) -7- El Desafío de la Gripe Las epidemias y las pandemias de gripe comienzan en forma abrupta en una comunidad y pueden durar de cinco a diez semanas. El virus de la gripe se transmite principalmente mediante las secreciones respiratorias de personas infectadas que se eliminan cuando estas tosen, estornudan o hablan; también es posible la transmisión por contacto directo o por compartir objetos contaminados con secreciones respiratorias. Durante la época de epidemia es frecuente observar la infección simultánea de varias personas en un corto espacio de tiempo. Inicialmente se comprometen las vías aéreas superiores; la elevada infectividad del virus permite alcanzar altas concentraciones del mismo en las secreciones nasofaríngeas, hecho que favorece la excreción viral desde uno o dos días antes y hasta cinco a siete días después de iniciados los síntomas. Estas características, sumadas a su corto período de incubación (uno a cuatro días) explican su rápida capacidad de diseminación. Las personas consideradas inmunocomprometidas, son capaces de excretar el virus de la gripe durante dos o más semanas. La tasa de ataque habitual es de 10 a 20%, pero en algunos grupos etáreos con mayor susceptibilidad, como la población en edad escolar o las comunidades cerradas (ej.: geriátricos) este índice puede ser mayor y afectar al 40 - 50% de la población. El absentismo escolar debido a la infección es una de las primeras manifestaciones de la actividad de la gripe en la comunidad. En este sentido, los niños desempeñan un rol muy importante en la diseminación del virus. El absentismo laboral, las hospitalizaciones y mortalidad por neumonía, además de otras complicaciones vinculadas a la influenza, suelen aparecen más tardíamente y son la expresión del impacto de la enfermedad en los adultos y los ancianos. Es importante tener en cuenta que los períodos de circulación del virus de la influenza suelen coincidir con la presencia de otros virus respiratorios (como los adenovirus, coronavirus y rhinovirus, y el virus sincicial respiratorio) que pueden ocasionar también cuadros similares al de la gripe y que por ello se denominan “pseudogripales”. Con el fin de comprender mejor el comportamiento del virus de la gripe en diferentes partes del mundo y poder implementar estrategias de control efectivas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en 1948 una red mundial de Vigilancia Epidemiológica. En la actualidad, esta red está compuesta por 128 laboratorios nacionales (National Influenza Centres) distribuidos en 99 países. Dichos centros de referencia reportan los datos obtenidos y las cepas aisladas a los WHO Collaborating Centres (WHOCC’s) ubicados en Australia, Japón, Inglaterra y EE.UU y que a su vez ofrecen la información reunida a la OMS (figura 5). En la Argentina, los centros de referencia (National Influenza Centres) son el Instituto Nacional de Microbiología Dr. Carlos Malbrán en la ciudad de Buenos Aires, el Instituto Nacional de Epidemiología de Mar del Plata y el Instituto de Virología de la Universidad Nacional de Córdoba, los cuales envían la información al WHCC de EE.UU. (CDC - Atlanta, Ga). -8- Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 Asia Europa América del Norte América Central Africa América del Sur Oceanía Antártida Figura 5: Vigilancia global de influenza WHOCC’s WHO La vigilancia epidemiológica (VE) del virus de la gripe es un enorme desafío por los cambios constantes del virus, su amplia diseminación y sus manifestaciones clínicas de variada intensidad y también inespecíficas. La VE que se lleva a cabo en cada país o región permite: a) determinar cuándo, dónde y cuál tipo y subtipo de virus de influenza está circulando y cuál es la cepa prevalente; b) definir la magnitud y el impacto de la actividad de influenza; c) detectar eventos inusuales relacionados con el virus (ej.: infecciones por nuevos virus de influenza, síndromes poco frecuentes, epidemias severas, etc.); d) proveer información básica para establecer medidas de prevención de la gripe: monitorear los cambios antigénicos para seleccionar las cepas vaccinales, detectar cepas con potencial pandémico, monitorear la resistencia a los antivirales). Por lo mencionado en el párrafo anterior, podemos afirmar que existen dos tipos de vigilancia: la virológica y la clínica. Para la vigilancia virológica, anualmente los National Influenza Centres reúnen más de 170.000 muestras y más de 2000 son a su vez enviadas a los WHO Collaborating Centres, quienes realizan estudios antigénicos (para descubrir la presencia de variaciones antigénicas menores – drift - o ma- -9- El Desafío de la Gripe yores - shift), genéticos y de sensibilidad y resistencia a los antivirales. La vigilancia clínica, que analiza el impacto de la enfermedad (morbilidad y mortalidad) representa un singular problema por varias razones: a) la mayoría de los pacientes con gripe no solicitan atención médica; b) la mayoría de los casos de lo que se define como Enfermedad Tipo Influenza (ETI) que se reportan, se diagnostican clínicamente y no se confirman con estudios de laboratorio y, finalmente, c) la denuncia de casos de ETI no suele ser obligatoria como tampoco las manifestaciones de la gripe que se presentan más tardíamente (semanas) como complicaciones de la enfermedad (enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular, reagudización de enfermedad pulmonar crónica, neumonia, insuficiencia cardíaca, etc). Es por estos motivos que se hace necesario monitorear más de un “outcome” para comprender el efecto de la gripe en un área y en un período dado. Esto es: • Los médicos y unidades “centinelas” (consultorio, atención hospitalaria, etc) evalúan diferentes niveles de severidad de la ETI (figura 6); Influenza en Argentina: Número total de casos de ETI notificados/Año 1993 401.626 2000 743.085 1994 368.608 2001 833.575 1995 596.700 2002 831.438 1996 580.400 2003 1.036.618 1997 769.900 2004 999.052 1998 744.985 2006 1.128.388 1999 840.507 2007 1.258.704 FUNCEI FUENTE:SI.NA.VE. Figura 6: Enfermedad Tipo Influenza (ETI) – (Fuente: Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica – SI.NA.VE) • Los NICs: estiman el nivel de actividad en un área dada (no actividad, esporádica, local, regional, diseminada). - 10 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 • Otras: absentismo escolar y laboral, prescripción de medicamentos (AINE, antibióticos, antivirales para influenza) y complicaciones de la gripe (ej: enfermedad cerebrovascular, enfermedad coronaria, internación por neumonia, internaciones por insuficiencia cardíaca, etc). En la figura 7, por ejemplo, se observa la clara relación temporal observada entre las muertes por neumonia e influenza en USA, y la mortalidad por enfermedad coronaria y cerebrovascular en un período de 40 años. En estos casos se evalúa el “exceso de mortalidad” por alguna causa durante la época de influenza, en comparación con los períodos en los que no circula el virus, para evaluar si otras enfermedades pueden sufrir complicaciones vinculadas a la gripe y por ello beneficiarse con la vacuna. Figura 7: Muertes mensuales por neumonia y gripe, stroke y enfermedad coronaria en >65 a (1959-1999). De Reichert et al. Am J Epidemiol 2004; 160(5) Con los datos obtenidos por los centros de referencia, la OMS provee a los laboratorios fabricantes de vacunas la información sobre las cepas que deberán ser incorporadas a la misma. Actualmente, la OMS realiza dos recomendaciones anuales, una para el hemisferio norte (febrero) y otra para el hemisferio sur (septiembre) basados en los datos de vigilancia epidemiológica realizados en las distintas regiones del mundo. - 11 - El Desafío de la Gripe El problema de la Pandemia La importancia de la vigilancia epidemiológica de la gripe y el trabajo colaborativo entre los diferentes países que ella demanda, ha quedado claramente evidenciada recientemente con el surgimiento de un nuevo virus pandémico (AH1N1). Una Pandemia es una epidemia global que ocurre cuando un nuevo virus emerge y para el cual hay poca o nula inmunidad en la población y afecta a todos los grupos de edad ocasionando un gran impacto en la salud. Las diferencias con las epidemias de gripe estacional se describen en la tabla 1. Tabla 1: Comparación entre la gripe o influenza pandémica y la estacional Características Gripe Pandémica Gripe estacional Aparición En cualquier estación Estaciones frías Olas Múltiples Una “ola” en cada estación Tasa de ataque Elevada (20-60%) Baja (5-30%) Grupo etáreo afectado Todas las edades Preferentemente los niños Mortalidad Elevada (0.2 – 20%) Baja (0.003 – 0.03%) Mayor tasa de mortalidad Adultos jóvenes Ancianos (De Mathews JD et al. Influenza and Other Resp Vir 2009;3:143) Son varias las pandemias de influenza que afectaron al género humano; en el siglo XX ocurrieron tres: en 1918 la denominada Gripe “Española” (AH1N1), en 1957 La Gripe “Asiática” (AH2N2) y en 1968 La Gripe de “Hong Kong” (AH3N2). La gripe española fue la enfermedad infecciosa que mayor impacto tuvo en la salud de la humanidad en toda su historia, pues fue capaz de ocasionar la muerte de más de 40 millones de personas, cinco veces más que los muertos durante toda la Primera Guerra Mundial. Más de la mitad de los fallecidos eran individuos jóvenes (18 - 40 años) y la mayoría de ellos estaban en buen estado de salud cuando la pandemia ocurrió (figura 8; fotos 1 y 2). - 12 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 70 U.S. life expectancy 1900-1960 Life Expectancy 62 54 46 38 30 1900 1905 1910 1915 1920 1925 1930 1935 1940 19445 1950 1955 1960 Year Figura 8: Expectativa de vida durante la pandemia de gripe española. (De Brundage JF and Shanks GD. Emerg Infect Dis 2008;14:1193) Foto 1: El sistema de salud se vio desbordado por la pandemia de gripe española y se debió recurrir a hospitalizar a los pacientes en grandes galpones. Nótese la falta de medidas de protección y aislamiento. - 13 - El Desafío de la Gripe Foto 2: Folleto para advertir a la población y enseñar medidas de cuidado en la pandemia de 1918. La siguiente pandemia surgió en Asia, 40 años después. La cantidad de infectados fue alta, pero la enfermedad fue leve en comparación con la gripe española y causó 1-4 millones de muertes en todo el mundo. Por último, la pandemia de 1968 originaria de Hong Kong fue la mas leve de las tres pandemias del siglo pasado y ocasionó la muerte de 1 millón de personas en el mundo. Para que un virus de influenza ocasione una Pandemia de gripe, debe reunir las siguientes características: • Ser antigénicamente “nuevo” • Ser capaz de causar enfermedad en humanos • Debe existir población “susceptible” (inmunidad ausente y/o limitada). • Transmitirse de persona a persona en forma eficiente y sostenida. Las tres primeras características son compartidas con el actual virus AH1N1 y el virus de la gripe aviar AH5N1, el cual carece (por ahora) de la capacidad de transmitirse con eficiencia entre los seres humanos. - 14 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 Desde hace varios años, las perspectivas de una eventual pandemia no estaban dirigidas a si la misma podía ocurrir o no, sino a “cuándo” surgiría y en “dónde”. De modo que numerosos expertos esperaban como un hecho inevitable que una nueva pandemia ocurriría en el transcurso del nuevo siglo, hecho que finalmente sucedió en el 2009. Es interesante señalar que existen similitudes entre la Gripe “Española” (1918) y la actual pandemia de gripe, que bien puede denominarse “Mexicana”: • Ambas son virus AH1N1 • Ambas emergieron en América del Norte; se la denominó gripe Española pues los primeros brotes denunciados fueron en España, pero la misma fue llevada por un grupo de soldados norteamericanos que habían adquirido la enfermedad en el estado de Kansas. Dado que España no estaba involucrada, en esos años, en los sucesos de la Primera Guerra Mundial y no sufría de censura periodística como ocurría en los EE.UU, los primeros casos descriptos ocurrieron en el país ibérico. De allí su nombre de Gripe Española. • Se originaron ambas a partir de la combinación de un virus aviar que empleó como reservorio a los cerdos y se combinó (reacoplamiento o reassorment) con un virus de la gripe de origen porcino. • Ocasionaron enfermedad leve - moderada en los primeros meses. • Afectaron predominantemente a individuos jóvenes, más que a los ancianos. La OMS considera varias fases de alerta en el desarrollo de las pandemias (figura 9). En la figura se detallan las fechas donde se declararon las diferentes fases de la nueva pandemia por virus AH1N1 en 2009. Inicialmente se denominó al virus AH1N1 como “virus de la gripe porcina” porque los estudios iniciales mostraban similitud con el virus que infecta a los cerdos en Estados Unidos. Sin embargo, poco tiempo después se pudo comprobar que este virus contiene en su estructura genética, además de las porciones del virus proveniente del cerdo, otros segmentos del virus que infecta a las aves y al humano. No está claro aún si el “reacoplamiento” del virus se produjo en el cerdo o en otras especies de animales. Hasta el momento sabemos que el virus se transmite en forma similar al virus de la gripe habitual o estacional: a través de la tos, al estornudar, pero también cuando una persona toca una superficie contaminada con secreciones respiratorias y se lleva la mano a la boca o a la nariz. En este sentido, y con el fin de implementar las medidas adecuadas de prevención e higiene, es importante recordar que la supervivencia del virus fuera del organismo es de: 24-48 horas en superficies no porosas 8-12 horas en telas, tejidos y papel al menos 5 minutos en las manos. - 15 - El Desafío de la Gripe Fases Pandémicas de la OMS Fase 1: Bajo riesgo de infección a partir del virus de la gripe animal circulante. Período Interpandémico Nuevos subtipo de virus de la gripe en animales, no en humanos Fase 2: un subtipo del virus de la influenza animal que circula, plantea un gran riesgo para la salud humana. 24/4/09 Período de alerta pandémica Nuevos subtipo del virus en animales causa también casos humanos Fase 3: Presencia de infección humana con un subtipo nuevo vírico pero sin transmisión de persona a persona, o limitada. 27/4/09 Fase 4: Conglomerados pequeños con transmisión entre seres humanos limitada, localizado 29/4/09 Fase 5: Conglomerados grandes, pero con transmisión entre seres humanos todavía localizada. Período de Pandemia Transmisión eficiente en humanos Fase 6: Pandemia: Transmisión aumentada y sostenida en la población general. Mayo 09 Figura 9: fases de alarma de las pandemias - OMS Según modelos no temáticos, se estima que el potencial de transmisibilidad del virus AH1N1 es mayor que el de la gripe estacional y similar o mayor que las cepas pandémicas previas. - 16 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 La Pandemia de gripe AH1N1 en Argentina De acuerdo a la información que provee el Ministerio de Salud, el inicio de la circulación autóctona del nuevo virus pandémico AH1N1 comenzó en nuestro país el 17 de mayo de 2009 (semama epidemiológica 20) alcanzando el pico máximo entre el 20 de junio y el 3 de julio, con una transmisión generalizada en todo el país (figura 10). Figura 10: Distribución de casos confirmados y en estudio según fecha de inicio de síntomas. Argentina 2009. n= 16.272. Fuente: MSAL 2009. En el siguiente cuadro se detallan los casos de ETI y de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG) reportados en nuestro país, junto a los casos confirmados de influenza AH1N1, a la semana epidemiológica (SE) Nº 37 (19/9/09). - 17 - El Desafío de la Gripe Como se observa a continuación, la tasa de notificación de ETI en Argentina fue ampliamente superior en el año 2009, respecto al 2008 (figura 11). Tasas por 10.000 hab. Tasas de notificación de casos de enfermedad tipo influenza cada 10.000 habitantes hasta la SE 52 según jurisdicciones, años 2008 y 2009. Argentina 800 700 600 500 400 300 200 100 0 Q Tasas 2008 Q Tasas 2009 TASA PAÍS Centro Cuyo NEA NOA Sur Figura 11: La tasa de notificación nacional fue de 357 casos por 10.000 habitantes, superando la del año 2008 (275,96 casos por 10.000 hab.). El total de casos notificados fue de 1.434.410 lo que representó un aumento del 30% respecto de las notificaciones de 2008. NOA, NEA y Sur presentaron tasas más elevadas que la tasa país con 682,98; 583,22 y 560,16 casos por 10.0000 hab. respectivamente. Fuente: Ministerio de Salud (21/1/10). En nuestro país, existen 18 laboratorios nacionales y provinciales, públicos y privados (en la ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza) habilitados para realizar las pruebas confirmatorias del virus pandémico mediante la técnica de PCR (reacción en cadena de la polimerasa). Hasta la semana 37, los virus de Influenza AH1N1 junto a aquellos virus A aún sin subtipificar, representaron el 93,4% del total de virus respiratorios notificados en pacientes de 5 años o más. En cambio, en los menores de 5 años, esta proporción se reduce a 23,5%, adquiriendo mayor importancia la proporción de Virus Sincicial Respiratorio (70%) (figura 12 y 13). Entre casos confirmados y en estudio, se acumularon un total de 10.306 casos de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG) que requirieron hospitalización. Los grupos de edad afectados se describen en la figura 13. Como puede observarse, los niños menores de cinco años han sido los más afectados. - 18 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% <1 1 2a4 ■ Influenza pandémica (H1N1) 2009 ■ Virus Influenza A Estacional 5a9 10 a 14 15 a 24 25 a 34 ■ Virus Parainfluenza ■ Virus Sincicial Respiratorio ■ Influenza A sin subtipificar 35 a 44 45 a 64 65 y + ■ Virus Influenza B ■ Adenovirus Figura 12 (Fuente MSAL) 5000 4500 4000 3500 3000 2500 2000 1500 1000 500 0 SE14 SE15 SE16 SE17 SE18 SE19 SE20 SE21 SE22 SE23 SE24 SE25 SE26 SE27 SE28 SE29 SE30 SE31 SE32 SE33 SE34 SE35 SE36 SE37 ■ Virus Sincicial Respiratorio ■ Virus Influenza A Estacional ■ Adenovirus ■ Virus Influenza A sin subtipificar ■ Virus Parainfluenza ■ Influenza pandémica (H1N1) 2009 ■ Virus Influenza B Figura 13: Distribución de los virus respiratorios por semana epidemiológica. - 19 - El Desafío de la Gripe Gráfico 2: Distribución de IRAG según grupos de edad. Tasas por cien mil hab. Argentina 2009. n=8.872 80 68,08 70 Tasas por100.000 hab. 60 50 40 30 18,03 20 12,39 13,75 10-14 15-24 16,15 19,82 22,75 22,26 18,19 10 0 0-4 5-9 25-34 35-44 45-54 55-64 65 y más Grupos de edad Figura 13 bis (Fuente: MSAL) 4500 4000 3500 - 2006 - 2007 - 2008 - 2009 3000 2500 2000 1500 1000 500 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45 47 49 51 Figura 14: ETI en la ciudad de Buenos Aires (Fuente: Depto Epidemiología GCBA). - 20 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 1400 1200 1000 800 600 400 200 0 Figura 15: Neumonias en la ciudad de Buenos Aires (Fuente: Depto Epidemiología GCBA). Según los datos obtenidos por el Departamento de Epidemiología del Gobierno de la Ciudad de Bue- 4500 4000 3500 Semana 24: Cambio en la modalidad de vigilancia. De fase contención a fase mitigación. Semana 26: Liciencia a grupos de riesgo. Semana 27: Adelanto del receso escolar. Tratamiento a todos los casos sospechosos. Casos 3000 2500 2000 1500 1000 500 0 Semanas Figura 16 (Fuente: Depto Epidemiología GCBA). - 21 - El Desafío de la Gripe nos Aires, los casos de ETI y neumonías reportados en el 2009 superaron ampliamente las referencias históricas (2006-2009; figura 14 y 15). En la figura 16, se observa la marcha de la pandemia según las medidas adoptadas para su control. Por otra parte, se confirmaron 538 personas fallecidas asociadas a la influenza pandémica. El mayor número de casos ocurrió entre el 26 de junio y el 7 de julio, y el último fallecimiento de un caso confirmado ocurrió el 20 de agosto de 2009. El grupo de edad más afectado son los adultos de 50 a 59 años 3,00 2,84 2,50 1,98 2,00 1,00 1,7 1,7 1,54 1,4 1,43 1,2 1,14 1,00 0,46 0,5 0,50 1,1 1,0 0,6 0,00 0a9 10 a 19 20 a 29 30 a 39 40 a 49 50 a 59 más de 60 Figura 17: Distribución de fallecidos confirmados según grupos de edad y sexo. Tasas por cien mil hab. (Fuente: MSAL) de edad. Si bien no existen diferencias globales según el sexo, se observó una diferencia entre las tasas por grupo de edad: el grupo de 20 a 29 años es el que mayor diferencia presenta, en el cual las mujeres superan a los varones en un 80% (p<0.001). Esta relación se invierte a favor de los varones en los grupos entre 40 a 59 años (figura 17). De acuerdo a las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para el monitoreo de la pandemia y sobre el seguimiento de 4 indicadores (tendencia, intensidad, dispersión geográfica e impacto en los servicios de atención de salud) en la SE 37, nuestro país se encontraba con: • una dispersión geográfica generalizada (casos en todas las provincias del país); • una tendencia decreciente de la actividad de enfermedad respiratoria (ETI); • una intensidad actual leve de actividad de ETI, ya que los casos salieron de la zona de brote (36,6 casos/10.000 hab en el pico de la circulación vs 6,1/10.000 hab en la SE 37); - 22 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 • un impacto bajo en los servicios de salud, es decir, la demanda de atención sanitaria no es superior a los niveles normales. En la situación actual de nuestro país, con casos en todas las provincias, es importante conocer las definiciones de cada situación clínica, las que aún siguen vigentes y deben considerarse principalmente en todo paciente que es hospitalizado con una infección respiratoria. a. Caso sospechoso: toda persona que presente enfermedad respiratoria aguda febril (>38° C) en un espectro que va de enfermedad tipo influenza a neumonía. b. Contactos estrechos: son aquellas personas que hayan cuidado a y/o convivido con un caso confirmado o sospechoso de virus de influenza A (H1N1) o haya estado en un lugar donde existió una alta probabilidad de contacto con secreciones respiratorias de una persona infectada. Los ejemplos de contacto estrecho incluyen besos, abrazos, compartir elementos de cocina, exámenes médicos o cualquier contacto entre personas que hayan estado expuestas a secreciones respiratorias de los casos. No se incluyen actividades como caminar, sentarse enfrente o permanecer en una sala de espera con una persona infectada. c. Enfermedad tipo influenza (ETI): aparición súbita de fiebre superior a 38°C, más tos o dolor de garganta y ausencia de otras causas. d. Definición de IRAG (Infección respiratoria aguda): • >5 años: aparición súbita de fiebre superior a 38°C, más tos o dolor de garganta y disnea o dificultad para respirar. • <5 años: sospecha clínica de neumonía o neumonía grave o muy grave y requiera hospitalización. e. Caso confirmado: todas las características del caso sospechoso más el diagnóstico de laboratorio confirmado de virus de Influenza A (H1N1) por cultivo viral o PCR Período de Incubación: se desconoce; se estima un rango de 1 a 7 días (más probablemente entre 1 y 4 días). Periodo de contagiosidad: desde un día antes hasta 7 días después del inicio de los síntomas o hasta la resolución clínica del cuadro agudo. La persistencia de tos secundaria a hiperreactividad bronquial no debe considerarse como caso clínico no resuelto. Los niños y los inmunocomprometidos pueden contagiar por periodos más largos al igual que los pacientes graves. Precauciones para evitar el contagio y la diseminación: hasta 7 días desde el comienzo de los síntomas o bien hasta la resolución clínica de los mismos. Es necesario tener en cuenta que las pandemias no solo pierden la característica “estacionalidad” pre- - 23 - El Desafío de la Gripe sentándose en cualquier época del año, sino que suelen manifestarse en forma de “olas” con picos periódicos y que pueden extenderse por 5 años, de acuerdo a lo que hemos aprendido de las pandemias del siglo XX. Pero también es importante considerar que, como ocurrió en las pandemias del siglo pasado, existe la posibilidad de que las próximas “olas” sean de mayor impacto que la primera. Es cierto que contamos con recursos y estrategias diferentes que en aquellos primeros años del siglo XX (mayor Pandemic Influenza Phases PHASE 5-6/ PANDEMIC PHASE 4 POST PEAK POST PANDEMIC PHASES 1-3 TIME PREDOMINANTLY ANIMAL INFECTIONS: FEW HUMAN INFECTIONS SUSTAINED HUMAN TO HUMAN TRANSMISSION WIDESPREAD HUMAN INFECTION POSSIBILITY OF RECURRENTE EVENTS DISEADE ACTIVITY AT SEASONAL LEVELS Figura 18: fases prepandémicas, pandémicas y post-pandémicas según la OMS capacidad de hospitalización, unidades de cuidados intensivos, sistemas de asistencia respiratoria mecánica, antibióticos y vacunas, entre otros) pero debemos estar alertas y seguir de cerca el comportamiento del virus AH1N1 (figura 18 y 19). Aspectos clínicos de la gripe estacional y pandémica La gripe es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, que se adquiere principalmente por vía inhalatoria. La forma de presentación clínica de la gripe es amplia. Durante algunas epidemias, las formas sintomáticas pueden ser tan frecuentes como las asintomáticas. La severidad también es variable, desde una rinitis leve o faringitis hasta la infección respiratoria baja (primaria o viral, y secundaria o bacteriana) con complicaciones multisistémicas y muerte. - 24 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 C 1957-1963, United States D 1968-1970, England and Wales 45% 45% 10% Percentage of Total Mortalilty per Period Percentage of Total Mortalilty per Period B 1918-1919, Copenhagen Percentage of Total Mortalilty per Period A 1889-1892, London Percentage of Total Mortalilty per Period Mortality Distributions and Timing of Waves of Previous Influenza Pandemics. 60% 35% 5% 28% 29% 43% 85% 15% Figura 19: Mortalidad en las diferentes “olas” de las pandemias (de Miller M et al. NEJM 2009;360:25) - 25 - El Desafío de la Gripe Los síntomas clásicos de la gripe incluyen la aparición súbita de fiebre alta (≥38ºC) con escalofríos, mialgias, cefalea, odinofagia, tos seca y decaimiento, luego de un período de incubación de uno a cuatro días. La fiebre es el signo más característico y puede superar los 40º C en la cuarta parte de los pacientes. Los signos y síntomas suelen extenderse durante tres o cuatro días, pero la tos y el decaimiento pueden persistir una a dos semanas más después de la desaparición de la fiebre. En los adultos sanos la enfermedad puede tener manifestaciones floridas; además de los síntomas mencionados, también pueden presentar síntomas en la vía aérea superior (obstrucción y descarga nasal, estornudos) e inferior (tos no productiva, dolor retroesternal), fotofobia, lagrimeo, sensación de quemazón ocular y dolor a la movilización de los ojos pueden ser otras manifestaciones. Síntomas Resfrío Gripe Fiebre Rara Elevada (≥38º C) Cefalea Rara Importante Mialgias Leves Usuales Astenia/Decaimiento Leve Prominente Postración Nunca Precoz y marcada Congestión nasal Común A veces Estornudos Común A veces Odinofagia Común A veces Tos Seca; luego catarral Común; seca y moderada Cuadro 2: Diferencias entre la gripe y el resfrío común En ocasiones suele confundirse a la gripe con el resfrío común. Además de responder a diferentes etiologías, la fiebre y la astenia son raros en el resfrío (cuadro 2). Es interesante destacar que la gripe pandémica mostró una frecuencia más elevada que lo habitual de síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos y diarrea) los que llegaron a representar el 25% de los síntomas observados en series de casos de USA y Mexico. Sin embargo, en nuestro país estas manifestaciones fueron menos notorias (figura 20). - 26 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 Fiebre 91 Cefalea 59 Tos Moderada 58 Coriza 53 Mialgia 47 Dolor Garganta 42 Postración 23 Nauseas 17 Tos Intensa 14 Vómitos 12 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Figura 20: Frecuencia de síntomas en casos confirmados de Influenza A (H1N1) - Abril-Junio 2009 n= 1.826. (Fuente MSAL). Si bien los síntomas de la gripe pueden ser producidos por otros virus u otros microorganismos, diversos estudios han demostrado que durante la época de circulación del virus de influenza en la comunidad, aquellos pacientes que presentan la denominada Enfermedad Tipo Influenza, se correlaciona en más del 70% de los casos con diagnóstico virológico de esta enfermedad. La gripe en los grupos de riesgo Existen ciertos grupos de pacientes que tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con el virus de la gripe. La gripe estacional suele afectar con mayor frecuencia a las personas mayores de 65 años, adultos y niños con enfermedades pulmonares y cardíacas crónicas, enfermedades renales, trastornos metabólicos, hemoglobinopatías, inmunosupresión, y las embarazadas que cursen su segundo o tercer trimestre del embarazo durante la época de epidemia. En los mayores de 65 años, si bien la tasa de ataque es del 10%, la tasa de hospitalización es mayor, sobre todo durante grandes epidemias, y puede ser diez a cincuenta veces superior que en los adultos de 20 a 40 años. La edad aumenta la tasa de mortalidad aproximadamente veinte veces; si a ella le sumamos alguna condición clínica de riesgo, la incidencia puede ser treinta veces mayor. Durante una epidemia, el - 27 - El Desafío de la Gripe 90% de las muertes por gripe y neumonía se producen en los ancianos. Solamente en los EE.UU en cada temporada la gripe provocó un incremento de la mortalidad, fundamentalmente por neumonía, de entre 10.000 y 40.000 casos/año. En los ancianos, por otra parte, la enfermedad puede presentarse solo con decaimiento, fiebre y confusión. A 45,0 40,0 35,0 % With Influenza 30,0 25,0 20,0 15,0 10,0 5,0 0,0 <5 5-9 10-14 15-19 20-24 25-28 30-34 35-38 40-44 45-48 50-54 55-58 60-64 65-69 70-74 >75 Age group y Figura 21: Impacto de la gripe Española según grupo de edad. (De Brundage JF and Shanks GD. Emerg Infect Dis 2008;14:1193 Es curioso observar que durante las pandemias, este grupo de pacientes habitualmente de riesgo para la gripe estacional, ha sido poco afectado por los nuevos virus pandémicos (figura 13 y 21).Y hemos podido comprobarlo durante la actual pandemia, en la cual menos del 5% de los afectados pertenecían al grupo de >60 años. En el otro extremo se encuentran los niños, que son los que con más frecuencia padecen esta infección. La tasa de ataque de la gripe estacional oscila entre el 10% y el 40%, siendo el grupo de 1 - 4 años el más afectado. Asimismo las complicaciones de la influenza que derivan en la hospitalización son más frecuentes en este último grupo etario ocupando el segundo lugar luego de los gerontes. La tasa de internación en niños de 0 a 4 años con alguna condición de riesgo para complicación de la influenza es de 500 cada 100.000 y en aquellos de la misma edad sin condiciones de riesgo es de 100 cada 100.000. Se estima que durante cada epidemia de gripe, uno de cada cinco mil niños menores de 4 años fallece como consecuencia de la influenza A y B. Estudios recientes han demostrado que en los niños menores de 2 años sin enfermedades predisponentes, las tasas de hospitalización por infecciones respirato- - 28 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 rias agudas son similares a las de los niños de 5 a 17 años con enfermedades predisponentes y a las de los mayores de 65 años. Es importante tener en cuenta, además, que los niños a diferencia de los adultos, suelen tener una excreción viral más prolongada (3 a 7 días). El embarazo incrementa el riesgo de complicaciones y muerte por influenza, sobre todo en el segundo y tercer trimestre. La tasa de internación para las embarazadas en este período es similar a la de las personas con condiciones de riesgo, probablemente debido a una disminución de la capacidad vital, entre otras causas. Es de enorme importancia señalar el impacto que ha tenido la gripe pandémica por el virus AH1N1 en este grupo de riesgo. En una publicación reciente sobre la experiencia en EE.UU con 34 embarazadas con confirmación de gripe AH1N1, 11 de ellas requirieron hospitalización y 6 de ellas fallecieron (4 en el 3er trimestre) todas con neumonia viral primaria y SDRA. La tasa de internación en las embarazadas (32,4%; 95% IC, 17,4 – 50,5) fue más común que en la población general (4,2%; 95% IC 3,7 – 4,8). Es ampliamente conocido que los individuos con diabetes pertenecen a los grupos de riesgo para las complicaciones de la gripe. Se estima que tienen 1,7 veces más riesgo de morir por neumonía e influenza que la población normal durante las epidemias. Asimismo, los fumadores tienen riesgo elevado de infección sintomática y asintomática por el virus de influenza; más aún, otros estudios han observado que la severidad de la enfermedad es mayor en los fumadores. Los huespedes inmunocomprometidos también son afectados por la gripe y además de sufrir cuadros de mayor severidad, son capaces de tener más días de excreción viral (2 o más semanas) lo que favorece la diseminación del virus. En la pandemia actual, se ha observado que los obesos son un grupo susceptible de padecer formas graves de la gripe, en especial aquellos con un BMI >30. Se desconocen las razones que explican este fenómeno. Complicaciones de la gripe Para comprender y valorar adecuadamente el impacto de la gripe en la población, es esencial recordar que muchas de las complicaciones (en particular las no respiratorias) ocurren luego del cuadro gripal convencional. Como mencionamos en el apartado sobre la vigilancia de la gripe, ciertas manifestaciones pueden expresarse dentro de los 15-30 días posteriores a la ETI; un ejemplo de ello son las internaciones por insuficiencia cardíaca, eventos coronarios y/o cerebrovasculares, entre otros. Con una finalidad práctica, las complicaciones de la gripe pueden ser divididas en dos grandes grupos: respiratorias y no respiratorias (cuadro 3). - 29 - El Desafío de la Gripe Respiratorias No respiratorias Sinusitis, otitis media, croup Trastornos del ECG Bronquitis aguda Insuficiencia cardíaca, descompensación de la enfermedad coronaria. Neumonía viral primaria Miocarditis Neumonía bacteriana secundaria Enfermedad cerebrovascular, encefalitis Exacerbación del asma Síndrome de Reyé Exacerbación de EPOC Descompensación de la diabetes Cuadro 3. Complicaciones de la gripe El croup y la otitis media aguda son más frecuentes en los niños que en los adultos. El croup se observa en un 15% de los niños menores de 4 años y la incidencia de otitis media aguda asociada a Influenza A y B es del 28% en los niños que no tienen anticuerpos protectores y se ha observado en más del 50% de los menores de 4 años con influenza A. La bronquitis aguda es la complicación más frecuente y se observa en un 30% de los pacientes con influenza, especialmente en aquellos con enfermedades crónicas. La neumonía se ha identificado en hasta el 38% de los pacientes con influenza A y en más del 10% de los pacientes con influenza B. Existen dos tipos de presentación: la neumonía viral primaria y la neumonía secundaria o bacteriana. La neumonía primaria o viral puede observarse como complicación principalmente en los ancianos, en las personas con enfermedades cardiopulmonares y en las embarazadas, pero también puede desarrollarse en adultos jóvenes durante las pandemias. Suele aparecer entre el tercero y quinto día de comenzada la enfermedad, y se caracteriza por fiebre, tos, disnea y cianosis. Los pacientes pueden deteriorarse rápidamente, y la tasa de mortalidad es muy elevada en los casos de compromiso pulmonar extenso. La neumonía secundaria o bacteriana suele aparecer luego de que los síntomas gripales mejoran: típicamente, entre el quinto y el décimo día de evolución, el paciente comienza nuevamente con fiebre alta, esputo purulento, y en la Rx de tórax se observa una consolidación lobar. Es una complicación muy frecuente en los casos de ancianos y de sujetos con enfermedades cardiopulmonares. Los microorganismos involucrados generalmente son el streptococcus pneumoniae, el haemophilus influenzae y el staphylococcus aureus. Esta neumonía presenta una buena evolución con antibióticos adecuados y la tasa de mortalidad es menor que en la neumonía viral primaria. Debe advertirse, por otra parte, que durante las pandemias, el 30-50 % de los pacientes con neumonía bacteriana suelen no tener enfermedades predisponentes. - 30 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 La gripe puede producir reagudizaciones en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), incluidos los asmáticos y los niños con fibrosis quística. De hecho, el 28% de las exacerbaciones están asociadas a la influenza A y B. Del mismo modo, durante la temporada de influenza aumenta la incidencia de insuficiencia cardíaca en personas con enfermedad cardíaca previa.También se han descripto alteraciones electrocardiográficas en más del 80% de los pacientes que requieren internación por influenza (la mayoría de ellas sin expresión clínica y transitorias) así como infarto de miocardio asociado a enfermedad coronaria en personas con neumonía por influenza.Tanto la miocarditis como la pericarditis son complicaciones posibles de la influenza A y B, pero infrecuentes. Las complicaciones neurológicas (convulsiones, encefalitis aguda, encefalopatía postinfecciosa y síndrome de Guillain Barré) aparecen con cierta frecuencia, y es probable que sean subestimadas. Las convulsiones son observadas la mayoría de las veces en los niños, si bien también han sido descriptas en los adultos. El diagnóstico específico de una encefalitis aguda es dificultoso y requiere del aislamiento del virus. El síndrome de Reyé es más común en niños de 2 a 16 años pero también se ha producido en adultos algunos días después de una infección por influenza. Es más frecuente con el virus de la influenza tipo B que con el tipo A y la tasa de mortalidad es del 10 al 40%. Otras complicaciones asociadas al virus de influenza son el síndrome de shock tóxico, las alteraciones hematológicas (sangrado, síndrome hemofagocítico), la miositis, la rabdomiolisis, la mioglobinuria, la falla renal y la parotiditis. Diagnóstico de laboratorio La identificación del virus a través de técnicas de laboratorio es fundamental para el diagnóstico definitivo. La calidad y el momento en que se toma la muestra puede alterar sensiblemente el resultado. Los hisopados o aspirados nasofaríngeos permiten el aislamiento viral o la detección de sus antígenos, ya sea por cultivo o por técnicas de detección directas. Las muestras deben ser tomadas lo más rápidamente posible, preferentemente en los primeros tres días del comienzo de los síntomas, ya que la excreción viral (salvo en los huéspedes inmunosuprimidos) decae en los días subsiguientes. Sin embargo, se ha observado que los pacientes que requieren hospitalización, pueden tener excreción viral hasta 57 días de iniciado el cuadro, por lo que es de utilidad obtener muestras para el diagnóstico de la enfermedad (IFI para la influenza estacional y PCR para la influenza AH1N1) aún pasado el período de 48 hs iniciales. También son útiles para el diagnóstico el lavado broncoalveolar y el aspirado traqueal. Si bien el “gold standard” para el diagnóstico de laboratorio es el aislamiento del virus mediante el cultivo; sin embargo, muchas veces es necesario contar con resultados suficientemente rápidos para esta- - 31 - El Desafío de la Gripe blecer una conducta terapéutica o para implementar medidas de control que eviten que la enfermedad se disemine. La inmunofluorescencia, inmunoabsorción y PCR permiten un diagnóstico más precoz de la enfermedad, lo que facilita su correcto manejo. Otro método de confirmación diagnóstica es el serológico, con muestras de suero pareadas: la primera debe ser tomada lo más tempranamente posible luego de iniciados los síntomas, y la segunda durante el período de convalecencia (diez a catorce días después). Es necesario contar con un aumento de cuatro veces o más en el título de anticuerpos medidos por la técnica de inhibición de la hemaglutinación, ELISA, fijación de complemento o test de neutralización. La serología no nos permite realizar el diagnóstico en la fase aguda, pero es de utilidad en la identificación de epidemias cuando las muestras de secreciones respiratorias no se han tomado. Prevención: la vacuna “No existen vientos favorables para quien no sabe adonde ir” Lucio Anneo Séneca (4 a.C – 65 d.C) Desde hace más de cuarenta años contamos con la forma más sencilla para la prevención de la gripe: la vacuna. La vacuna antigripal actual para la gripe estacional es inactivada y está compuesta por dos subtipos de antígenos del virus de influenza A (H1N1 y H3N2) y un tipo del virus B. En verdad, podemos afirmar que, en la actualidad, contamos con lo que podemos llamar una “familia” de vacunas para la prevención de la gripe: virus inactivados, virus vivos atenuados, obtenidas de embriones de pollo o de cultivo celular, con o sin adyuvantes, de administración intramuscular o por vía inhalatoria) que facilitan el control de la enfermedad. Luego de la vacunación se desarrollan dos tipos de respuesta inmune, la celular y la humoral. A los siete días de aplicada la vacuna, ya se observan anticuerpos protectores y una respuesta celular mediada por los linfocitos T citotóxicos. La inmunidad adquirida mediante la vacuna inactivada persiste durante diez a doce meses. Las recomendaciones actuales para la aplicación de la vacuna antigripal, están dirigidas especialmente a dos grupos: las personas que tienen mayor riesgo de padecer las complicaciones de la influenza y las que pueden transmitir la enfermedad a personas de alto riesgo. Existe un tercer grupo que incluye a todo aquel que desee evitar la enfermedad (cuadro 4) . - 32 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 1. Personas de alto riesgo para complicaciones de la gripe: • Personas ≥65 años (*). • Residentes de instituciones de cuidados prolongados (hogares, geriátricos). • Adultos y niños con enfermedades pulmonares o cardíacas crónicas. • Adultos y niños con enfermedades metabólicas (incluida diabetes mellitus), renales, hemoglobinopatías, o inmunosupresión (incluidos pacientes con VIH). • Niños y adolescentes menores de 18 años que reciben aspirina en forma crónica. • Mujeres que cursarán su segundo o tercer trimestre de embarazo durante la temporada de gripe. 2. Personas que pueden transmitir la gripe a otras de alto riesgo: • Trabajadores de la salud. • Convivientes de personas del grupo de alto riesgo. • Empleados de instituciones de cuidados prolongados. 3. Otros grupos: • Cualquier persona que desee reducir el riesgo de padecer la enfermedad. • Personas que trabajen en servicios públicos esenciales (bomberos, etc.). • Viajeros (según el área y la época del año). (*) Actualmente el CDC recomienda la vacunación a partir de los 50 años. Cuadro 4. Indicaciones de la vacuna antigripal estacional En regiones de clima templado, una dosis de vacuna debe ser aplicada anualmente durante el otoño. Sin embargo el CDC recomienda vacunar aún durante el invierno y en presencia de circulación del virus de influenza, a todos los individuos de riesgo que sean identificados y a toda persona que vaya a ser internada en una comunidad cerrada (ej: geriátricos) y que no hayan sido previamente inmunizados. Es decir que la vacunación antigripal con la vacuna estacional puede extenderse, en circunstancias especiales como las mencionadas, más allá de la época otoñal si fuese necesario. - 33 - El Desafío de la Gripe En la infancia, la vacuna puede aplicarse desde los 6 meses de vida. Se deben indicar dos dosis separadas por cuatro semanas a los menores de 9 años que reciban la vacuna antigripal por primera vez para alcanzar un nivel de anticuerpos adecuado; para estos niños siempre debe emplearse una vacuna con virus partidos (split, subunit o subvirion) por su menor reactogenicidad. Las dosis de la vacuna según la edad, se detallan en el cuadro 5. Cuadro 5. Dosis de la vacuna antigripal Grupo etario Tipo de vacuna Dosis No. de dosis Administración 6-35 meses Split solamente 0,25 ml 1 o 2* IM 3-8 años Split solamente 0,50 ml 1 o 2* IM 9-12 años Split solamente 0,50 ml 1 IM > 12 años Whole o split 0,50 ml 1 IM * Dos dosis, si no fue inmunizado previamente, separadas por 4 semanas Eficacia y efectividad de la vacuna La gripe continúa siendo una causa importante de morbilidad y mortalidad, con enormes implicancias en la salud pública. Muchas de las muertes podrían prevenirse si la vacuna se utilizara adecuadamente; sin embargo, en la actualidad es una práctica de prevención poco utilizada. En este aspecto, el rol de los profesionales de la salud es esencial: en la Argentina, durante las campañas de vacunación masivas realizadas entre 1993 y 1998, hemos observado que sólo entre el 15-30% de las personas acudían a recibir la vacuna antigripal por indicación médica. Existen dos maneras de establecer la utilidad de una vacuna. Una de ellas (eficacia) se mide en términos de reducción de la enfermedad, confirmada por métodos de laboratorio. La otra (efectividad) se determina por parámetros clínicos muy importantes pero menos específicos tales como la reducción en la hospitalización por neumonía y las muertes relacionadas. Ambas, la eficacia y la efectividad, dependen de varios factores a saber: - 34 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 a) la correlación que exista entre la cepa circulante en la comunidad y las cepas incorporadas en la vacuna, b) la edad y la inmunocompetencia de la población que recibe la vacuna, c) la exposición previa a los diferentes tipos de virus de influenza. La eficacia y la efectividad clínica de la vacuna antigripal varían entre un 30 a un 80%, y pueden ser evaluadas por diferentes resultados: a) prevención de la enfermedad, b) prevención de la hospitalización por neumonía, c) disminución de la mortalidad en el anciano y d) control de otras situaciones como el absentismo laboral y escolar, consultas médicas, etc. a) Prevención de la enfermedad Muchos estudios realizados con reclutas, trabajadores de la salud, estudiantes, empleados de fábricas, etc. han demostrado que la eficacia de la vacuna en la reducción de los casos de gripe confirmados por laboratorio es del 70 al 90%. Cuando la correlación con el virus circulante es pobre, la eficacia puede ser del 40 al 60%. En el grupo de los mayores de 65 años, la efectividad de la vacuna para prevenir la gripe es del 30 al 60%; en los ancianos residentes en geriátricos, la vacuna es más efectiva en la prevención de la enfermedad grave y sus complicaciones. b) Prevención de internaciones por neumonía y prevención de muerte por influenza El riesgo de internación y complicaciones por influenza es mayor para las personas de más de 65 años y para aquellos grupos con condiciones de riesgo de cualquier edad. La vacuna antigripal previene entre el 30 y el 70% de las internaciones por neumonía e influenza de los ancianos que no viven en geriátricos. Para las personas que conviven en comunidades cerradas, como los hogares de ancianos o centros de cuidados prolongados, la efectividad en la prevención de las internaciones por neumonía es del 50 al 60%, y asciende al 80% para la prevención de las muertes. Es interesante destacar que varios estudios con la vacuna inactivada han demostrado que la misma otorga beneficios en otras situaciones: a) reducción de las internaciones por cualquier condición respiratoria (39%), b) disminución de las internaciones por insuficiencia cardíaca (27%), y c) reducción de las muertes por diferentes causas (27 a 75%). En un estudio llevado a cabo en nuestro país, evaluamos la efectividad de la vacuna en la prevención de las internaciones por neumonía, durante las campañas de vacunación antigripal dirigidas a las personas pertenecientes al INSSJP. En 1993, las personas mayores de 65 años vacunadas tuvieron un 38% menos de internaciones por neumonía, comparadas con las que no se habían vacunado. En los años siguientes (94 a 98) la vacuna previno del 45% al 30% de las internaciones por neumonía. La correlación entre las cepas circulantes y las de la vacuna fue buena en 1993, pero entre 1994 y 1996 el componente H3N2 de la vacuna no coincidió con el del virus salvaje. De todas maneras, se produjo - 35 - El Desafío de la Gripe una sistemática reducción en la tasa de hospitalización por neumonía en el grupo de personas vacunadas, durante los años de la evaluación. Es probable que si se hubiera determinado la eficacia relacionada con las neumonías causadas exclusivamente por el virus de la gripe, esta reducción hubiera sido mayor. c) Otras situaciones • Adultos sanos: La efectividad clínica de la vacuna contra el virus de influenza ha sido valorada en diversos estudios en adultos sanos. A través de ellos se demostró que la vacuna reduce entre un 25% y un 40% los episodios de infecciones respiratorias altas, y más del 40% de las consultas médicas por infecciones respiratorias altas. Considerando el efecto de la gripe en la productividad, desde hace más de 30 años se han llevado a cabo experiencias con el fin de evaluar el impacto de la vacunación en la reducción del ausentismo laboral. De acuerdo a ellas, se ha observado una reducción del 43% en los días laborales perdidos por infecciones respiratorias altas y entre un 40% a 75% de reducción del absentismo por sindrome tipo influenza. Además, los análisis de costo-efectividad de la vacuna antigripal en el ámbito laboral, estiman que por cada trabajador vacunado se ahorran aproximadamente U$D 15-50. • Personal de la salud: existen varias experiencias que demuestran la utilidad de vacunar a los trabajadores de la salud. En ellas se ha demostrado que la efectividad de la vacuna es cercana al 90% y que la implementación de campañas de vacunación en el ámbito hospitalario permite reducir el absentismo laboral ocasionado por la enfermedad en un 40 a 50%. Además, los individuos vacunados que igualmente enferman, tienen menos capacidad de excreción viral que aquellos no vacunados previamente, situación de gran importancia epidemiológica. Por otra parte, también se ha observado que la vacunación antigripal en profesionales de la salud que se desempeñan en centros de cuidados prolongados de adultos mayores, disminuye la mortalidad por influenza en este grupo de riesgo. • Diabéticos: en una interesante experiencia llevada a cabo en Inglaterra, se observó que la administración de la vacuna antigripal reduce en un 79% las internaciones por enfermedad descompensada en los pacientes diabéticos, durante la época de influenza. • Otitis media: parecería útil administrar la vacuna para prevenir otitis media en niños durante la época de influenza. Especialmente se beneficiarían aquellos con episodios recurrentes. - 36 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 Seguridad de la vacuna Numerosos estudios han demostrado la ausencia de efectos adversos severos relacionados con la vacuna antigripal. Las reacciones adversas más frecuentemente relacionadas con la vacuna antigripal son las locales (eritema, tumefacción y dolor) que se resuelven normalmente en 48 hs. Las reacciones sistémicas (fiebre, mialgias y decaimiento) son poco frecuentes y comienzan entre seis y doce horas luego de la vacunación. Los efectos adversos relacionados con la vacuna fueron también estudiados durante las campañas de inmunización antigripal en la Argentina. Se evaluó una muestra aleatoria de aproximadamente 5.000 personas por año, que fueron vacunadas en 1994, 1996 y 1998 y se los interrogó telefónicamente siguiendo un cuestionario preestablecido por personal entrenado, durante los siete días siguientes a la aplicación de la vacuna. Del total de sujetos evaluados, un 5,7%, un 12,6% y un 11,2% tuvo alguna reacción secundaria en 1994, 1996 y 1998 respectivamente. La reacción más frecuentemente registrada fue el dolor local y el decaimiento. Las contraindicaciones de la vacuna antigripal son escasas y comprenden a las personas con alergia grave a las proteínas del huevo (puesto que se fabrica en embriones de pollo), a las personas con alergia al timerosal (que es utilizado en algunas formulaciones como conservante) y a aquellas con antecedentes de síndrome de Guillain-Barré. Una contraindicación relativa es la presencia de un cuadro febril, el que debe estar resuelto antes de la vacunación para no enmascarar otras etiologías. Las personas con cuadros que afecten las vías aéreas superiores pueden recibir la vacuna. La vacuna antigripal puede ser administrada con otras vacunas sin aumentar la incidencia de efectos colaterales, aunque deben aplicarse en sitios diferentes. Una excepción es la administración conjunta con la vacuna DPT (difteria, tétanos, pertussis) con la cual sí puede tener efectos adversos aditivos, por lo que en algunos países recomiendan el uso de la vacuna acelular de pertussis (DPaT) en los niños menores de 9 años que deben vacunarse contra la gripe. Vacunas para enfrentar a la Pandemia La aparición de la nueva pandemia de virus AH1N1 ha planteado un serio desafío para su control.Ya el surgimiento del virus de la gripe aviar AH5N1 despertó la preocupación sobre la posibilidad de elaborar en tiempo y en forma una vacuna adecuada para enfrentar una eventual pandemia. - 37 - El Desafío de la Gripe Los aspectos críticos en la elaboración de una vacuna pandémica son: a) Determinar la patogenicidad del virus frente a los huevos embrionados (ej: el virus AH5N1 era letal para los huevos embrionados, por lo cual fue necesario desarrollar una técnica – genética reversa que atenuara su virulencia); b) la variación en la concentración de antígeno vacunal (ej: usualmente la concentración de cada componente del virus de la vacuna estacional es de 15 μg y se han probado diferentes concentraciones para la vacuna pandémica, que van de los 3,75 a los 90 μg, con el fin de contar con la menor cantidad de antígeno capaz de generar protección). c) Establecer el número de dosis a administrar. d) Uso de adyuvantes para mejorar la inmunogenicidad (ej: MF59 y AS03) e) Administración por vías alternativas (ej: vía intradérmica, inhalatoria). f) Desarrollo en líneas de cultivo celular (MDCK, Células Vero). g) Elaboración de una vacuna a virus vivo atenuado. Actualmente, una vez definida la cepa pandémica, se ha fabricado una vacuna monovalente (un sólo componente, que es el actual virus AH1N1) para administrarse a los grupos considerados de riesgo, y se planea producir en el futuro inmediato una vacuna trivalente (como la vacuna estacional) que incluya al virus pandémico. Es decir, como la circulación del virus estacional AH1N1 ha prácticamente desaparecido pues ha sido desplazado por el virus AH1N1 pandémico, el componente de ese tipo de virus A, formará parte de la vacuna monovalente estacional. En el mes de septiembre de 2009, la OMS sugirió la preparación de una vacuna estacional trivalente con la siguiente composición: n A/California/7/2009 (H1N1)- like virus n A/Perth/16/2009 (H3N2) -like virus n B/Brisbane/60/2008 -like virus. Las vacunas pandémicas monovalentes aprobadas por la FDA se detallan en el siguiente cuadro (cuadro 6): - 38 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 Cuadro 6: Vacunas monovalentes aprobadas por la FDA (EE.UU). Fuente: MMWR, 9 de Octubre 2009 TABLE. Influenza A (H1N1) 2009 monovalent vaccines approved for use in the United States, October 6, 2009 Mercury content Vaccine type Manufacturer Presentation (µg Hg/0.5 mL dose) Age group No. of doses Route Inactivated 0.25 ml prefilled syringe 0.5 mL prefilled syringe 5.0 mL multidose vial 0.5 mL pre-filled syringe 0.5 ml prefilled syringe 5.0 mL multidose vial 0,2 - mL sprayer 0 6-35 mos 2 Intramuscular 0 25.0 25.0 <1.0 ≥36 mos ≥6 mos ≥6 yrs ≥4 yrs 1 or 2 1 or 2 1 or 2 1 or 2 Intramuscular Intramuscular Intramuscular Intramuscular 0 ≥18 yrs 1 Intramuscular 24.5 0 ≥ 18 yrs 2-49 yrs 1 1 or 2 Intramuscular Intranasal Inactivated Sanofi Pasteur Inactivated Novartis Vaccines and Diagnostics Limited CSL Limited LAIV Medimmune LL C Todas las vacunas aprobadas para su aplicación en USA son elaboradas en embriones de pollo y no contienen adyuvantes. Por su parte la EMEA, contraparte de la FDA en Europa, ha aprobado las siguientes vacunas monovalentes: n Focetria (Novartis): n Pandemrix (GSK): n Celvapan (Baxter): Inactivada Inactivada Inactivada Huevos embrionados Huevos embrionados Cultivo celular 7,5 μg HA + MF59. 3,75 μg + AS03 – (células Vero) 1- 2 dosis con tiomersal 7,5 μg HA 1-2 dosis (1/2 de la dosis en los <9 años) 2 dosis Hasta el momento, los estudios llevados a cabo con las vacunas pandémicas monovalentes han mostrado que las mismas son altamente inmunogénicas, desarrollando títulos protectores con una sola dosis en más del 80% de los individuos vacunados. Aunque parecería que los menores de 9 años deberían reci- - 39 - El Desafío de la Gripe bir 2 dosis, el objetivo es vacunar a la mayor cantidad de individuos para tener a la mayoría de la población de riesgo protegida con al menos una dosis. En nuestro país, los dos objetivos planteados para enfrentar la nueva pandemia mediante la vacunación, persiguen disminuir la morbimortalidad ocasionada por el virus AH1N1 y mantener el funcionamiento del sistema de salud. Para ello se definieron los siguientes grupos de riesgo, elegidos de acuerdo al impacto observado en nuestro país, para recibir la vacuna antigripal monovalente pandémica: Personal de la Salud Embarazadas Obesos mórbidos <5 años (sanos) 6 meses a 64 años con factores de riesgo a. Personal de la salud: que asista o esté en contacto directo con pacientes y/o maneje muestras respiratorias. b. Embarazadas en cualquier trimestre de la gestación: con cualquier vacuna disponible. También incluye a las puérperas hasta los 6 meses del parto, para proteger indirectamente al niño menor de 6 meses que no puede recibir la vacuna (y representaron el grupo de mayor mortalidad de los menores de 5 años). Además, las puérperas presentaron mayor mortalidad que la población general. c. Obesidad mórbida: BMI mayor igual a 40. d. Niños de 6 meses a 4 años: independientemente de los factores de riesgo. e. Niños y adultos de 6 meses a 64 años (inclusive): con los siguientes factores de riesgo: - - - 40 - Lactantes pretérminos, edad gestacional menor a 36 semanas o peso menor a 2000 mg al nacer. Retraso Madurativo severo. Síndromes genéticos, enfermedades neuromusculares con compromiso respiratorio y malformaciones congénitas severas Enfermedad respiratoria (Hernia Diafragmática, Enfermedad pulmonar Obstructiva Crónica, Enfisema Congénito, Displasia Broncopulmonar, Enfisema, pacientes traqueostomizados, bronquiectasias). Asmáticos Cardiopatías congénitas (excepto CIA aislada o prolapso de válvula mitral sin insuficiencia) Trasplantados de órganos sólidos o tejido hematopoyético Enfermedad Oncohematológica hasta 6 meses posteriores a la remisión completa Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 - Tumor de órgano sólido en tratamiento IRC en diálisis Inmunodeficiencia congénita o adquirida Utilización de medicación inmunosupresora o corticoides a altas dosis (mayor a 2 mg/kg/dia de metilprednisona o su equivalente por mas de 14 días). Diabéticos. Insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad coronária, reemplazo valvular o valvulopatía. Es importante destacar que las personas pertenecientes a los grupos de riesgo deben ser vacunadas independientemente de que hayan recibido tratamiento con antivirales (ej: oseltamivir) para la gripe A H1N1. Vacunación antineumocócica De acuerdo a los datos disponibles se ha podido establecer que parte de la mortalidad asociada a las pandemias anteriores se debió a sobre-infecciones bacterianas, particularmente producidas por Streptococcus pneumoniae. Por este motivo, y considerando que la indicación de vacuna antineumocócica coincide en algunos de los grupos considerados “de riesgo” para recibir la vacuna antigripal, es de buena práctica no perder la oportunidad e indicarla en esta población como parte del plan de control de la pandemia. Tratamiento y medidas de control El tratamiento de la gripe estacional es principalmente sintomático: disminuir la fiebre, adecuado reposo, alimentación e hidratación. Es conveniente emplear acetaminofeno (paracetamol) en vez de salicilatos, por la asociación de estos con el síndrome de Reyé. Es preferible no administrar antitusivos; para la congestión nasal, la oxymetazolina es apropiada. Es importante remarcar que los antimicrobianos sólo deben utilizarse cuando se sospeche una complicación bacteriana. Los mismos no tienen un efecto preventivo y pueden favorecer el desarrollo de infecciones por microorganismos resistentes. Un grupo que puede causar inquietud es el de los pacientes con enfermedades crónicas del pulmón, los cuales pueden sufrir - 41 - El Desafío de la Gripe una reagudización de la enfermedad a causa de la gripe. En estos casos, y a modo de guía, cabe recordar que los antibióticos deben administrarse si existen por lo menos dos de las siguientes características: aumento de la disnea, incremento del volumen, o del aspecto purulento de las secreciones respiratorias. Actualmente se dispone de dos grupos de antivirales para el tratamiento de la gripe: los inhibidores de la proteína M2 (amantadina y rimantadina), que sólo actúan frente al virus de la influenza A y los inhibidores de la neuraminidasa (zanamivir y oseltamivir), que son activos frente a ambos virus de influenza A y B. Utilizados en las primeras 48 horas del comienzo de los síntomas, han demostrado ser efectivos en el tratamiento de la gripe en adultos jóvenes, y son útiles para prevenir complicaciones menores como infecciones respiratorias altas (sinusitis, bronquitis). Los inhibidores de la proteína M2 se administran por vía oral. La amantadina puede usarse tanto en niños como en adultos para el tratamiento y la profilaxis de la infección. En cambio la rimantadina se indica para el tratamiento y la prevención en adultos, pero en niños solamente está aprobada (en EE.UU.) para la profilaxis, aunque algunos expertos consideran que tambien puede utilizarse para tratamiento. La dosis indicada es de 100 mg dos veces por día en los adultos; para niños de hasta 10 años, la dosis es de 5 mg/kg/día, también en dos tomas. Se debe reducir la dosis en caso de reacciones colaterales o fallo renal. Se ha observado desarrollo de resistencia durante el tratamiento con ambas drogas, por lo que deben indicarse tratamientos cortos, suspendiendo la medicación luego de tres a cinco días o 48 horas después de la desaparición de los síntomas. Los inhibidores de la neuraminidasa, se administran por vía inhalatoria (zanamivir) u oral (oseltamivir, 1 cápsula de 75 mg cada 12 hs). Para ambas drogas el tratamiento debe iniciarse precozmente y discontinuarlo luego de 5 días; en pacientes graves, algunos expertos recomiendan realizar tratamientos más largos (10 días) y con dosis mayores (150 mg cada 12 hs). Para el manejo de la gripe pandémica A H1N1 (diagnóstico, tratamiento y medidas de control) se han elaborado consensos y recomendaciones de fácil acceso y a los que remitimos para una mejor aplicación, ya que excede los objetivos de este capítulo, que sólo intenta ofrecer un mirada global de la gripe estacional y pandémica. Sin embargo, destacamos los siguientes aspectos: a. Criterios de internación La internación se debe considerar en todo paciente que presente: Hipoxemia Patología pulmonar bilateral Dificultad respiratoria - 42 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 b. Algoritmo de manejo: (figura 22) Algoritmo Adaptado para Adultos Hospital Posadas Bs. As. Casuística de 15 casos presentado preliminar en reunión Expertos del Ministerio de Salud 23-6 Caso sospechoso de influenza - Síndrome agudo respiratorio febril Fiebre > 38, cefalea, tos, resfrío, dolor de garganta, astenia Registrar saturometría, auscultación, tiempo de evolución y Co-morbilidad (asma, embarazo, obesidad, etc.) Saturación > 96% No Saturómetro: Taquipnea >22 Dolor Torácico No Crepitantes Crepitantes Rx de Tórax Con Co-morbilidad Sin Co-morbilidad Si los infiltrados son de poca jerarquía y las condiciones sociales y de accesibilidad al Hospital son adecuadas. Saturación < 96% Rx de Tórax Infiltrado bilateral o unilateral de jerarquía Oseltamivir + AMS + Claritromicina Oseltamivir + AMS + Claritromicina Según Guía Neumonía Aguda Comunidad* Según Guía Neumonía Aguda Comunidad* < 48 Hs. de síntomas Oseltamivir *AAM, AAMR, SAM, SADEBAC, SADI, SATI, SAV, MSAL Domicilio con pautas de Alarma (Fiebre persistente, Disnea, etc.) Domicilio con pautas de Alarma, consultar al hospital a las 11 hs. del día sig. en Aislamiento Respiratorio. INTERNACIÓN - 43 - El Desafío de la Gripe Comentario final En los últimos años, el reconocimiento de la importancia de la influenza como enfermedad emergente y reemergente, se ha incrementado progresivamente en todo el mundo. El impacto de la gripe estacional habitual es enorme y debe tenerse presente que no es una enfermedad banal y que existen medidas de prevención efectivas como las vacunas. La experiencia ha demostrado que nuevas cepas de influenza pueden emerger de sus reservorios en animales, diseminándose invariablemente en la población humana y produciendo una pandemia, como la que nos toca vivir en esta primera década del siglo XXI. Los objetivos de un programa de control deben focalizarse en la reducción del impacto social de la gripe y la morbilidad y mortalidad causada por la enfermedad durante las epidemias anuales y actualmente en el curso de la nueva pandemia que afecta al mundo entero. En ese sentido, la OMS ha establecido grupos especiales de trabajo en algunos países de América, Asia y Europa para desarrollar planes que permitan enfrentar la pandemia y ha promovido el desarrollo de la vigilancia epidemiológica en varias regiones del mundo que permiten identificar la aparición de nuevos virus de influenza. Estos esfuerzos nacionales e internacionales y la colaboración entre los países de las diferentes regiones, son esenciales para disminuir el impacto y la morbilidad y mortalidad de la pandemia de gripe que el nuevo milenio nos ha obligado a enfrentar tempranamente. Es necesario destacar, por otra parte, que por primera vez en la historia contamos con una serie de recursos técnicos y posibilidades de comunicación y organización casi inmediatas, con los cuales podemos seguir el comportamiento de este nuevo virus casi diariamente y comprender mejor a quienes afecta y de qué modo, de manera de implementar las medidas de cuidado más apropiadas. Las dificultades y desafíos que estamos obligados a enfrentar en estos días con motivo de la pandemia de gripe A (H1N1) son una oportunidad única para poner en práctica tanto los conocimientos que disponemos, los recursos médicos (como la vacuna antigripal y los antivirales) y técnicos con los que contamos, así como la capacidad de comunicar (alertando y enseñando, pero sin atemorizar) como algunas de las herramientas que tenemos en nuestras manos para enfrentar un problema de tamaña magnitud como nos plantea hoy una nueva pandemia. “Antes que acumular las preocupaciones y las dificultades sobre mi cabeza, es mejor amontonarlas bajo mis pies; así me servirán como plataforma para lanzarme con más ímpetu hacia lo Alto” Igino Giordani (1894 – 1980) - 44 - Separata Montpellier 2010 - Vol. 18 N°3 Lecturas recomendadas 1. Cox NJ, Fukuda K. Influenza. Infectious Disease Clinics of North America 12;27-38. 1998. 2. Stamboulian D, Bonvehí PE, Nacinovich FM and Cox N. Influenza. 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