CUADERNOS HISPANOAMERICANOS DE PSICOLOGÍA, Vol. 9 No. 1, 19-33 APLICACIÓN EXPLORATORIA DE LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA CUESTIONARIO DE PERSONALIDAD PARA NIÑOS (ESPQ) EN UNA MUESTRA PILOTO DE NIÑOS DE 6 A 8 AÑOS José Antonio Sánchez1 Carolina Ossa, Ana María Salazar, Ángela Suárez2 Universidad El Bosque Resumen Se muestran los resultados del estudio en una muestra piloto de 198 niños y niñas de la ciudad de Bogotá. El cuestionario ESPQ (Early School Personality Inventory) fue derivado por Coan y Catell en (1966) a partir del 16 PF de Catell. Ésta mide personalidad en niños en un rango de edades entre 6 y 8 años. La muestra estuvo conformada por 130 niñas de los cursos transición, 1° y 2° de primaria de un Colegio femenino y por 68 niños de los cursos 1°, 2° y 3° de primaria de un Colegio Masculino de la ciudad de Bogotá con el fin de calcular una correlación entre las puntuaciones de los 13 factores de personalidad que mide la prueba (ESPQ). El estudio comprendió los procesos de análisis a saber: el primer análisis consistió en un análisis factorial multivariado utilizando una rotación varimax; el cual proporciona una visión directa de las interrelaciones entre las variables y un apoyo empírico para abordar las cuestiones conceptuales que tienen relación con la estructura subyacente de los datos. Este análisis mostró que la prueba ESPQ se compone de 32 factores, esto es 19 factores más que en la prueba original. El segundo análisis consistió en un análisis de confiabilidad, se realizó utilizando el coeficiente alfa, este segundo análisis mostró que el alfa en la parte A1 y A2 de la prueba es nulo o no significativo. El tercer análisis a saber es un análisis de correlación (Pearson) entre factores de las partes A1 y A2 el tercer análisis mostró que existe una significación al 0. 99 en el factor E (Sumiso - Dominante), y al 0.95 en los factores D (Calmada – Excitable), J (Seguro – Dubitativo) y O (Sereno – Aprensivo. Las correlaciones entre los nueve factores restantes no fue significativo. Se sugieren nuevas líneas de investigaciones que permitan ser un punto de referencia para establecer diferencias entre los baremos establecidos en la prueba de España. Palabras clave: Personalidad Infantil, cuestionario de personalidad ESPQ, temperamento. Abstract This article shows the results of a study in a pilot simple of 198 boys and girls in Bogotá. Tha sample was made by 130 girls from the elementary transition courses 1º, 2º and 3º of Nuestra Señora de Chiquinquirá Male School in Bogotá. This sample was used to correlate the 13 personality factors scores that measures the test ESPQ. The study includes the following analysis: the first one was a factorial multivariate analysis using a varimax rotation. This analysis shows that the ESPQ test is composed of 32 factors, that is, 19 factors, that is 19 more factors than the original test. The second analysis consisted of a reliability analysis using the alfa coefficient and Decano, Docente e Investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad el Bosque Estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad el Bosque que optan por el título de Psicólogas 1 2 Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología 19 José Antonio Sánchez, Carolina Ossa, Ana María Salazar, Ángela Suárez showed that this alfa in part A1 and A2 was no significative. The third analysis is a Person correlation analysis betwwen parts A1 and A2. This analysis showed a significance of 0.99 in factor E (submissive-dominant), and in 0,95 in factors D (appeased-excitable), J (confident- doubtful) and O (serene – apprehensive) The correlations between residuary factors were no significative. New lines of research that permit a point of reference to establish differences between the scales in the spanish test are suggested. Key Words: Childhood personality, personality test, temperament Resulta interesante el estudio de las diferencias personales. Algunos investigadores señalan a partir de la base temperamental se van formando las diferencias de personalidad. El estudio de la personalidad y las influencias del medio ambiente en ella, se convierten en temas esencialmente importantes para comprender el comportamiento humano en cualquier etapa del desarrollo o proceso de maduración Así mismo, desde hace algún tiempo se ha reconocido la importancia de instrumentos apropiados con el fin de evaluar aspectos relacionados con el desarrollo de la dimensión psicológica de la personalidad en niños de edad escolar. Estos instrumentos son valiosos para el diagnóstico y tratamiento de los diferentes problemas emocionales y de conducta, al igual que puede implicar la comprensión de las necesidades personales de cada niño, lo cual ayuda a interpretar los diversos aspectos de la adaptación del niño a su medio. Sin embargo, y pese a la importancia que se le da a estas evaluaciones, hay aspectos de esta dimensión del desarrollo que no han sido explorados a fondo y que por lo mismo merecen ser foco de investigación. Como se sabe, la evaluación de las características de personalidad en los niños presenta especiales dificultades debido a su complejidad, ya que la personalidad a esta edad se halla en plena formación, bajo la interacción de innumerables variables de naturaleza biopsicosocial. Esta dificultad correspondiente a la evaluación de las características de personalidad se ha manifestado en una sentida ausencia de instrumentos 20 (por ejemplo: escalas, cuestionarios, inventarios, etc.) para evaluar aspectos relacionados con algunas dimensiones de la personalidad en niños, la carencia de instrumentos de evaluación es igualmente sentida en poblaciones hispanohablantes; en Colombia por ejemplo, no se ha encontrado hasta el momento ningún instrumento de evaluación de rasgos de personalidad que esté construido, estandarizado y validado para este grupo poblacional. Esta carencia de instrumentos ha llevado a suplir dicha necesidad mediante la utilización de instrumentos construidos, estandarizados y validados para grupos poblacionales de otros países. Por tal razón, el presente estudio el trata de un trabajo exploratorio sobre la aplicación de la prueba Early School Personality Questionnarire (ESPQ), de Coan y Cattel (1981), Pretende hacer algún aporte a las investigaciones colombianas sobre pruebas de personalidad en niños; dejando de esta manera abierta la posibilidad o inquietud de iniciar otras líneas de investigación sobre las diferentes pruebas de personalidad infantil. Hay aquí para el investigador un reto para sentar las bases de una secuencia de estudios conducentes a la adaptación y normalización del citado o de otros cuestionarios para la población infantil. Al revisar la literatura pertinente, puede constatarse cuán limitado ha sido el desarrollo de pruebas de personalidad para niños. Tal evidente carencia de estudios e instrumentos, puede constatarse al explorar la literatura codificada en grandes bases de datos, en particular en las de Psychlit y de Medline. Es importante señalar que en Colombia no ha sido posible localizar ninguna investigación de este tipo. Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología APLICACIÓN EXPLORATORIA DE LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA Marco investigativo Las grandes concepciones de la personalidad que orientaron este siglo han ido avanzando progresivamente. Sin embargo, la psicología ha abordado el estudio de la personalidad de diferentes maneras. Existen al respecto muchos paradigmas y problemáticas entre las cuales podemos mencionar algunas de ellas señaladas por Sánchez (Comunicación personal): 1. La personalidad descrita y evaluada. 2. La personalidad percibida por nosotros mismos (autoimagen, autoconcepto). 3. La personalidad percibida atribuida por otros. 4. La personalidad en el plano ética y moral. 5. La personalidad actuada en los escenarios sociales, como ha sido el caso de los estudios sobre los papeles sociales o roles de un sujeto. 6. La personalidad explicada a lo largo del ciclo de la vida. Ante esta dispersión teórica tan grande, consideramos importante entrar a revisar esta clase de estudios para lo cual la temática a saber se basa en el desarrollo de la personalidad y el vació investigativo con respecto de la personalidad en la infancia media. Las bases emocionales del desarrollo emocional temprano En estos años más recientes se ha realizado un gran esfuerzo para el progreso sobre la estructura de la personalidad; por ejemplo, algunos investigadores han sugerido que la estructura de la personalidad puede ser descrita en términos de lo que son los cinco grandes rasgos: conciencia del deber, extroversión, agradabilidad de una persona, neuroticismo y apertura mental. A pesar de los avances en el estudio de la personalidad, es poco lo que se conoce sobre la emergencia y el curso del desarrollo de estos cinco rasgos los cuales son descritos como característicos de la personalidad adulta. Se cree que el nexo que tiene la personalidad temprana y el desarrollo de la personalidad hasta la adultez se debe en gran parte Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología a las diferencias individuales de la emotividad del niño. Se ha pensado que el desarrollo de la personalidad en los primeros ocho años de vida, ocurre a lo largo de cinco pasos básicos en los cuales los niños progresan: primero en forma de patrones organizados del comportamiento probablemente debido a un temperamento innato; segundo a una forma rudimental no verbal de los estados emocionales del paciente o de la manera como ellos lo conciben; tercero a una forma de concepción verbal rudimentaria de los estados emocionales; cuarto a la disposición verbal y quinto se debe a una completa metateoría que el niño tiene de sí mismo. Se concibe que el primer paso es el precursor para la personalidad y que los últimos cuatro son el mismo desarrollo de la personalidad. Desarrollo de la personalidad del infante Las investigaciones tradicionales sobre el desarrollo de la personalidad se dividen en diferentes dominios. Utilizando un método particular de investigación; algunos investigadores sobre el temperamento han enfatizado sobre los informes que hacen las madres o los profesores para entender las diferencias individuales. Basados en constructos biológicos; otros investigadores se han valido de las observaciones de las interacciones entre la madre y el hijo en situaciones extrañas para llegar a una clasificación específica. Finalmente los investigadores del concepto de personalidad, han descrito en sus investigaciones algunas de las verbalizaciones que hacen los niños sobre ellos mismos, con énfasis en la variable edad más que en diferencias individuales. Patrones organizados de comportamiento El primer componente en cuanto a cómo los humanos se sienten con sigo mismos se manifiesta después del nacimiento. Los neonatos muestran diferencias fundamentales entre ellos; se cree que algunas diferencias temperamentales son genéticas y por lo mismo se cree que el ser humano tiene una 21 José Antonio Sánchez, Carolina Ossa, Ana María Salazar, Ángela Suárez estructura básica de la personalidad cuando nace. Sin embargo, este tipo de características van a interactuar con otras en un futuro lejano, por lo que no se puede predecir cómo va a ser el temperamento de una persona adulta desde que nace. Los factores temperamentales entre los niños y los padres, probablemente tienen que ver con las relaciones de acercamiento o apego. El apego hace referencia a la “unión” la cual provee a los niños de un sentido de sí mismo. La unión ofrece una base emocional de la personalidad del niño. El niño desarrolla conceptos acerca de su estado emocional, aproximadamente a los dos años de edad. Hacia los tres años de edad los niños utilizan ciertos conceptos o representaciones para organizar y evaluar la información acerca de ellos mismos. Algunas de estas representaciones pueden reflejar las respuestas de estos hacia sus relaciones con los otros; por ejemplo, los niños que son vistos por sus padres de forma negativa pueden verse a ellos mismos como tontos o de forma negativa. A esta edad los niños tienen la capacidad de inhibir sus expresiones. Hacia los siete u ocho años de edad los niños pueden articular sus propias auto – representaciones y las de los demás en términos de rasgos, por ejemplo; honesto y usan la información de rasgos para elaborar juicios acerca de situaciones pasadas o actuales sobre su comportamiento. Las primeras señales del concepto de sí mismo, cuando se hace una hipótesis de cuan individuales son las diferencias y en como emerge la emotividad; para ello es de gran ayuda examinar las siguientes influencias: 1. la influencia de la personalidad de los padres con el niño que crece 2. Las percepciones de los padres hacia el niño, 3. El comportamiento propio y las características de temperamento del niño 4. La interacción entre el niño y sus padres. Está claro que es difícil distinguir entre los efectos independientes de cada una de estas influencias, es decir que ninguna puede aislarse de la otra; porque 22 los factores están interactuando entre sí para determinar el desarrollo del niño. Asociación entre la personalidad de los padres y el temperamento del niño Muchos investigadores han señalado algunas relaciones entre la personalidad de los padres y el temperamento del niño, específicamente en el caso de los padres que han presentado dificultades en su propio desarrollo: ansiedad, depresión sentimientos de desesperanza y minusvalía, entre otros; se ha encontrado en estos casos que van a generar en sus hijos pensamientos o emociones no apropiado. Por el contrario, los padres que respecto de sí mismos presentan pensamientos y personalidad positiva, tienden también a crear en sus hijos pensamientos positivos y personalidad positiva. Recientemente se han propuesto cuatro modalidades por las cuales la personalidad de los padres puede influir sobre el temperamento del niño, a saber: 1. Las semejanzas entre el tipo de personalidad puede ser debida a efectos genéticos de la personalidad de los padres y la de los hijos; 2. la personalidad de los padres es parte del contexto del desarrollo de la personalidad de los niños; 3. el temperamento de los niños puede influir sobre la personalidad de los padres; 4. las relaciones pueden ser aparentes. Las tendencias que tienden a afirmar conductas negativas en uno mismo están totalmente correlacionadas con la tendencia que tenemos a ver comportamientos temperamentales en nuestros hijos. Un padre ansioso pude haberle pasado a sus hijos este patrón de comportamiento, y a la vez un padre ansioso puede verse muy ansioso cuando interactúa con sus hijos comunicando esta ansiedad que suele dar lugar a un hijo más ansioso. Finalmente plantean que un niño más ansioso puede generar ansiedad en sus padres, sobre ellos mismos y sus habilidades como padres. Por otro lado, puede darse también una relación entre la personalidad de los niños y las personas que Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología APLICACIÓN EXPLORATORIA DE LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA cuidan de ellos. Todos los niños se unen mucho a sus cuidadores. Los seres humanos tienen una necesidad innata de interacción social que luégo se focaliza en una figura específica en el curso del primer año de vida. Esta unión hacia una figura específica o cuidador tiene un significado evolucionista, lo cual tiene que ver con la súpervivencia de las especies. Si los niños están unidos a la persona especifica que los cuida y buscan mantener una proximidad con ellos, ello los protege contra los depredadores. Sin embargo, esta unión en las relaciones puede variar como una función del tipo de persona que cuida al niño y de lo que cada niño percibe. Esto se ha visto en algunos estudios realizados; por ejemplo, los niños que tienen madre con problemas de personalidad o con problemas en el afecto, son más propensos a ser inseguros y a estar unidos a otras personas, en comparación con los niños con padres normales. Pese a esto, lo único que se ha logrado concluir es que solamente dos variables de la personalidad de la madre tiene que ver con la personalidad posterior del hijo, a). La madurez de la madre, b) la complejidad del pensamiento que tiene la madre. Weber, Levitt y Clark (1986), utilizaron la escala temperamental (DOTS) para medir el temperamento de la madre; informaron que las madres del grupo A, que tienen características de inseguridad tuvieron puntajes altos en el tipo de reacciones; también se tuvo en cuenta el resultado entre la unión de padres e hijos y el temperamento de los mismos. Weber et al. (1986), exponen que las medidas de apego reflejan particularmente las características de la relación en vez de las características de una sola persona, según los estudios que se han hecho. Existen varias posiciones con respecto a lo anterior, dependiendo del temperamento de la persona que cuide el niño y si tienen problemas en el afecto o no se va a dar un temperamento diferente en el niño, las diferencias individuales observadas en una situación extraña son posiblemente debidas a diferencias endógenas en los infantes, distintas de las variaciones en la calidad de la persona que cuidada, y al niño del apego Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología que tenga con ésta. También proponen otras ideas como que dependiendo del temperamento del niño, es decir que si este es un niño poco expresivo, esto va a generar un tipo de personalidad en los padres haciendo más difícil el apego y la comprensión entre el niño y los padres. Por otra parte, se sabe que hay un instinto de cuidado en los padres y esto implica que los padres estén gran parte del tiempo pendientes de las necesidades del niño sin importar cuáles sean las verdaderas necesidades que éste tenga; por lo tanto, se entiende que unos padres que sean realmente sensitivos pueden estar preparados para sobrepasar obstáculos en cuanto al temperamento de los niños se refiere. Se cree que los efectos que se tienen en el temperamento o personalidad del infante, el apego con el progenitor, son indirectos o son influenciados por la personalidad de la madre y el apoyo social. Los padres pueden ser diferentemente sensitivos para algunas características de los niños Ejemplo, algunos padres están más preparados para tolerar hijos irritables o difíciles que otros padres y esto es lo que va a determinar el tipo de unión entre padres e hijos y su influencia en la seguridad del hijo. Sin embargo otros modelos sugieren que las personas van a tener la necesidad de cómo un niño y las características de un padre interactúan para predecir las uniones fuertes o débiles. Crockenberg (1981), informo que los niños recién nacidos, irritables, son predictores de una unión insegura, únicamente cuando la madre tiene poca ayuda social. Se llegó entonces a la conclusión de que el temperamento de un niño depende de diferentes características entre las cuales están; las relaciones de unión entre los que cuidan al niño, las características temperamentales de estas figuras y la reacción hacia las figuras de autoridad como los padres. Se sugiere que hay una cualidad estable sobre una relación estrecha, aunque este tipo de comportamientos que tienen los niños pequeños tienden a desaparecer a lo largo del tiempo. Los tensores emocionales observados en niños pequeños durante la separación que tienen de sus figuras de unión, 23 José Antonio Sánchez, Carolina Ossa, Ana María Salazar, Ángela Suárez deja claro que la unión es afectiva. Las teorías de la unión proponen que la persona está constituida por actitudes, sentimientos y aptitudes que son derivados de la organización del infante y sus cuidadores durante el primer año de vida. Bowlby (1973) afirma que los niños vienen al mundo preparados para estar en relaciones sociales como un resultado de las interacciones que tienen lugar permanentemente con la primera persona que lo cuida; los niños desarrollan modelos o representaciones internas de las figuras de unión y de ellos mismos; estos modelos ayudan a que los niños perciban interpreten y predigan eventos; los modelos que se tienen sobre uno mismo y sobre los otros, tienden a ser recíprocos o complementarios; un padre poco cariñoso, refleja al niño a un padre poco unido con él, esto influye en el modelo que el niño tiene de si mismo igual al que tiene del padre. Hay por ejemplo correlación entre el concepto de “mi cuidador es bueno y yo soy bueno”; esto quiere decir que el concepto que el niño tenga de sí mismo va a depender del tipo de unión que tenga con sus modelos. Relación teórica entre el temperamento del niño y el concepto de sí mismo Se sabe que un aspecto del temperamento es qué este se configura individualmente a partir de la expresión básica de emociones tales como el miedo, la ira y la felicidad. Esto va a depender de las experiencias que tengan los niños ante estos fenómenos; a mayor número de experiencias, mayor será el conjunto de reacciones que tengan ante estos sucesos. Los conceptos que tengan los padres sobre estos fenómenos, van a influir sobre las diferencias individuales y el concepto de los niños sobre sí mismos. Thomas et al. (1977) sugieren qué tanto interactúa el temperamento del niño y su medio ambiente y que tan importante es esta relación en predecir las reacciones del niño. Afirmando que el temperamento presenta diferencias individuales y las tendencias del comportamiento tempranas en diferentes dimensiones, los hallazgos sugieren que 24 las diferencias individuales, pueden resultar en una diversidad de visiones del mundo que tenga el niño. Existen múltiples discusiones y posiciones relacionadas en cuanto a qué edad el niño es capaz de procesar y poseer un concepto sobre sí mismo. Sroufe (1979) plantea que los niños pasan por un período donde él mismo y los otros no se diferencian, y que el infante se ve a si mismo como algo distinto de los demás y el resto del mundo; se cree que esto es prerrequisito para el desarrollo de sí mismo. Mahler, Pine y Bergman. (1975) plantean que existe un modelo comprensivo de las fases por las que el infante tiene que pasar para desarrollar su personalidad. Se propone que durante los primeros meses de vida los niños están en una etapa indiferenciada durante la cual se encuentran en un estado de simbiosis con las madres el cual dura entre ocho y siete meses de edad, y en la siguiente fase concibe un concepto de sí mismo a través de un proceso de separación y de individualización, esto incluye el reconocer que existen otros que no hacen parte de si mismos. La individualización desarrolla un sentido de identidad y autonomía. Este concepto sobre sí mismo emerge entre los 25 y 36 meses, y en este proceso de desarrollo intervienen aspectos como la percepción, cognición, emoción, memoria y otras funciones del ego en una personalidad unitaria. Sroufe (1979) sugiere que el concepto de sí mismo comienza entre los 18 y 36 meses. Sroufe (1979) propone que el concepto sobre si mismo coincide con los cambios cognitivos descritos por Piaget en el periodo final de la etapa sensoromotora a pesar de que se cree que el niño tiene un pensamiento simbólico o representacional. El sujeto tiene dos componentes que se fusionan con el desarrollo el primero es el ser existencial que es la experiencia que tiene una persona como un ser diferente a los demás y el segundo es el ser categórico que consiste en las vías que tiene la persona para pensar sobre si misma; hacia los 18 meses los niños son capaces de pensar categóricamente sobre ellos mismos. La edad a la cual los infantes han organizado o tienen un sentido de si mismos es mucho más temprano ya que para Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología APLICACIÓN EXPLORATORIA DE LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA esto los niños deben tener una coherencia propia, una afectividad, una historia propia y controlar sus propias acciones; la primera se refiere a reconocerse con un sentido del yo físico, la segunda envuelve el experimentar emociones que están unidas a eventos que tienen que ver con él mismo y la historia propia, envuelve haber tenido un sentido de continuidad con lo que han vivido. Estas cuatro experiencias son las que dan un sentido de si mismo y se da entre los dos y seis meses. El sentido de sí mismo en el desarrollo de la personalidad temprana y la escuela primaria Las experiencias emocionales tempranas en los primeros seis meses de vida son las que no varían en el desarrollo de uno mismo, este sentido es prerepresentacional es decir que existe antes de que el niño tenga la habilidad para tener una representación mental abstracta, por ejemplo: las experiencias afectivas tempranas como el miedo, se unen y tiende a caracterizarse en un individua particularmente miedoso. A pesar de que los infantes experimentan diferentes estados emocionales, se cree que hasta que estos estados afectivos, no estén representados y organizados en un sistema conceptual, no pueden ser integrados sobre el concepto que tiene el niño sobre si mismo dejando en claro que esto esta ligado al desarrollo cognitivo del niño y que no ocurre antes de los seis meses de vida. En conclusión un sentido de uno mismo es una de las primeras experiencias fenomenológicas que se tienen, y como tal es una variable importante en el desarrollo de la personalidad, sin embargo si estas experiencias propias no son incluidas en un sistemas conceptual, no podrán contribuir en el desarrollo cognitivo del niño del mundo y de ellos mismos, este sentido de sí mismo es continuo a lo largo de la vida. Entendimiento Social de Tlers Un desarrollo importante en el niño o en el concepto de si mismo, ocurre durante los dos prime- Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología ros años de edad, cuando los niños comienzan a nombrar sus estados internos como pensamientos y sentimientos. En muchos estudios naturalisticos los niños fueron observados para que usaran sus propias palabras acerca de sus pensamientos y sus deseos, Ej., quiero o hambre. Ellos plantean que los estados emocionales son comunes para todas las personas y que por lo mismo no son idiosincráticos para individuos particulares, las concepciones del estado interno, de si mismo y de otros parece que se adquiere simultáneamente, esto es un apoyo al aporte de que los niños representan el mundo social de ellos y su puesto dentro del mundo. Uno de los problemas más relevantes para los investigadores del temperamento ha sido el entender el papel de las diferencias individuales en la personalidad entre el preescolar y el niño de kinder; algunos estudios se han basado en los reportes de otras personas y en las observaciones comportamentales de los niños, esto puede ser dividido en tres categorías: a) investigación en el control o inhibición. b) investigación en el constructo de personalidad c) expresión de las emociones. Hacia los cuatro años de vida los niños muestran diferencias individuales, además estas diferencias, se demuestran aparentemente en las estrategias cognitivas que tienen los niños sobre el control de sí mismos, sin embargo no esta claro cuando estas diferencias corresponden a los comportamientos de los niños y su concepto propio o a experiencias fenomenológicas. La inhibición de los niños es análoga a una posibilidad predicativa de la introversión o extraversión del adulto, sin embargo se dice que los niños que tienen una alta inhibición sienten miedo en un ambiente que no le es familiar. Desafortunadamente las diferencias individuales tampoco han sido cubiertas en el comportamiento expresivos de los niños, estos hallazgos son relevantes hacia la investigación que ha definido que el temperamento de los niños es esencialmente un reflejo de las diferencias individuales en la expresividad emocional, ejemplo, un niño que ha sido 25 José Antonio Sánchez, Carolina Ossa, Ana María Salazar, Ángela Suárez catalogado como el que tiene mayores expresiones faciales, es también probable que haya sido catalogado como extrovertido por los adultos, hay que tener en cuenta que los niños expresan sus emociones de una manera espontánea. Las investigaciones sobre el concepto de los niños sobre sí mismos, tiene muchos problemas ya que los investigadores han enfatizado en las descripciones que hacen los niños de sí mismos en vez de fijarse en el comportamiento mediante la observación, estas investigaciones han ignorado las emociones mientras se centran en el desarrollo cognitivo de los niños. Las investigaciones se centran en grupos de edades diferentes en ves de enfatizar en diferencias individuales. Otras investigaciones indican que hacia los tres años de edad los niños poseen unos constructos comunes para organizar información sobre ellos mismos. A los siete años de edad varios de estos constructos permanecen en el niño y poseen un mayor grado de complejidad sobre todo en la estabilidad emocional que corresponde al constructo de neuroticismo y de emocionalidad negativa. Algunas investigaciones tienden a negar el sentido que tienen los niños jóvenes sobre si mismos, centrándose más en las categorías particulares que usan para describirse a ellos mismos, sin embargo, muy poca información se ha sacado de acuerdo a la naturaleza de estas concepciones o de las propias concepciones que tienen los niños de ellos mismos o de los sentimientos que tienen los niños sobre ellos. Futuras investigaciones en niños y jóvenes esta enfocada hacia las diferencias entre las edades y en las diferencias que existen entre ellos; el tercer grado los niños difieren de otra persona en las competencias y en sus pensamientos. Problema de investigación ¿Al analizar las respuestas de la muestra piloto en el cuestionario ESPQ mediante un análisis factorial rotado se reproducirá la misma estructura de los 26 13 factores que originaron el cuestionario ESPQ derivado de Cóan en los estudios de Catell?. Objetivos Objetivo general Abrir una línea de investigación para examinar la prueba ESPQ, tanto en su aspectos estructurales como métricos *. Consideramos el presente trabajo como un primer estudio para abrir la citada línea de investigación. Este primer estudio se propone, los siguientes objetivos específicos: Objetivos Específicos. 1. Analizar sí se reproduce la misma estructura de los 13 factores que originaron este cuestionario inspirado en los estudios de Catell. 2.Analizar si las puntuaciones provenientes de los ítems respondidos para cada uno de los factores de la parte A1 del cuestionario ESPQ se correlacionan significativamente con las puntuaciones obtenidas para los mismos factores de la parte A2 del citado cuestionario. Método de investigación Esta investigación es de tipo exploratorio psicométrico puesto que su objetivo es el de abrir una línea de investigación para examinar la prueba ESPQ, tanto en sus aspectos estructurales, como en los métricos. Participantes En esta investigación participaron 198 niños de ambos sexos con edades comprendidas entre 6 y 8 años, con nivel escolar entre transición a tercero de primaria; la muestra provino de una selección predeterminada, a partir de las instituciones que voluntariamente participaron en el estudio. Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología APLICACIÓN EXPLORATORIA DE LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA Instrumentos En la presente investigación se tomo como instrumento el cuestionario ESPQ, el cual mide trece dimensiones. La distribución de ítems por factores está constituidas así: Factor A (compuesto por los items 1, 17, 33, 49, 65 y 66). Factor B (items 2, 18, 19, 34, 35, 50, 51, 67). Factor C (items: 3, 4, 20, 36, 52 y 68). Factor D (items: 5, 21, 37, 53, 69, 70). Factor E (items: 6, 22, 38, 54, 55, 71). Factor F (ítems: 7, 23, 39, 40, 56, 72). Factor G (items 8, 24, 25, 41, 57, 73). Factor H (ítems: 9, 10, 26, 42, 58, 74). Factor I (items: 11 28 43 59 75 76). Factor J (items: 12, 28, 44, 60, 61, 77). Factor N (items: 13, 29, 45, 46, 62, 68). Factor O (items: 14, 30, 31, 47, 63, 79). Factor Q (items: 15, 16, 32, 48, 64, 80). El ESPQ es un cuestionario diseñado para el examen colectivo de niños de 6 a 8 años de edad, el cual, atendiendo a la personalidad del niño y sus posibles problemas en los primeros años de actividad escolar, permite obtener puntuaciones en trece dimensiones de la personalidad, incluyendo el aspecto intelectual, en un tiempo mínimo de aplicación. La actual forma, utilizada en el presente estudio, se divide en dos partes: A1 y A2, que exigen entre 30 y 40 minutos, según el grado de maduración de los sujetos. Cada una contiene 80 elementos (seis en cada uno de los doce rasgos de personalidad y ocho para el aspecto intelectual). En el caso ESPQ, parece requerirse una pausa de uno o dos días entre ambas aplicaciones. Escalas de la prueba ESPQ Las trece escalas apuntan a dimensiones cuya naturaleza funcionalmente independiente ha sido establecida mediante la investigación factorial. Cada dimensión representa un constructo que ha demostrado tener un valor general como una estructura psicológicamente significativa dentro de la estabilidad emocional o la sugerencia del temperamento. Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología Las 13 escalas expresan variables psicológicas que han sido aisladas factorialmente. Cada factor representa una dimensión estadísticamente separable en el conjunto de respuestas al cuestionario. Estas escalas son: A (Reservado - Abierto), Factor B (Inteligencia baja – inteligencia alta), Factor C (Afectado por los sentimientos – Emocionalmente estable), Factor D (Calmado – Excitable), Factor E (Sumiso - Dominante), Factor F (Sobrio – Entusiasta), Factor G ( Despreocupado – Consciente), Factor H (Cohibido – Emprendedor), Factor I (Sensibilidad recia – Sensibilidad blanda), J (Seguro – Dubitativo), Factor N (Sencillo – Astuto), Factor Q (Relajado – Tenso) y Factor O (Sereno – Aprensivo). Las normas de aplicación de la prueba se encontraran en el anexo B. La edición española nos remite al siguiente análisis psicométricos de la prueba que aparecen especificados en el respectivo manual, tales como los siguientes: Validación estadística de la prueba ESPQ La consistencia de cada escala del ESPQ, es decir el encontrar iguales grados de medida, debe ser evaluada en las diferentes situaciones de aplicabilidad que son corrientes en los usuarios del cuestionario. Para ello pueden utilizarse tres tipos de índices a saber: el de equivalencia, el test retest y el de homogeneidad. Los coeficientes fueron obtenidos al correlacionar la parte A1 con la parte A2 de la prueba, en dos muestras de varones y mujeres. Debe tenerse en cuenta que la finalidad principal en el desarrollo de escalas para medir rasgos de personalidad pretende cubrir un amplio aspecto de conductas asociadas a dichos rasgos. Confiabilidad y validez Los análisis de la edición española han sido realizados sobre una muestra de 695 niños Gallegos (Gómez y Fernández 1981) y son los siguientes: 27 José Antonio Sánchez, Carolina Ossa, Ana María Salazar, Ángela Suárez 1. Índices equivalentes de correlación entre A1 y A2 (corregidos con la fórmula de Spearman – Brown). 2. Índices equivalentes al correlacionar el ESPQ con la otra versión paralela experimental y de investigación que había elaborado el I.C.C.E. 3. Índices de homogeneidad (fórmula 21 de Kurder – Richardson) sobre los 160 primeros elementos, versión de originales, del ESPQ. 4. Análisis similar al anterior con todos los 186 elementos del ESPQ experimental. 5. Índices de validez predictiva de las puntuaciones del cuestionario con puntuaciones externas, en seis grupos de alumnos (un total de 111 niños de ambos sexos). Los índices de confiabilidad (excepto en la escala B y E) son bastante bajos. En cuanto a los índices de validez del análisis E, todos ellos, excepto el de la escala B (inteligencia) son no significativos en las escalas de personalidad. Procedimiento Para la realización del presente estudio se desarrollaron tres fases a saber: 1. Recolección de la información para el marco conceptual: Para esta fase fue necesaria la revisión de diferentes fuentes bibliográficas. Se consultaron textos guía, revistas en español y artículos publicados en Internet. Sin embargo, la ausencia de material investigativo sobre el cuestionario ESPQ, obligó a consultar nuevas fuentes. Estos artículos contribuyeron directamente a la construcción y consolidación del marco teórico que sustenta el presente estudio. 2. Aplicación de la prueba: Se inició un trabajo de gestión para entrar en contacto con varios colegios de Bogotá, y darles a conocer los objetivos del estudio y el fin del mismo. Igualmente se les invitó a una participación voluntaria que permitirá tomar como parte de la muestra del estudio a alumnos con edades entre los 6 y 8 años. A este llamado respondieron los siguientes colegios de la ciudad de Santa fe de Bogotá: colegio Santa Francisca Romana con los cursos transición, 28 primero y segundo de primaria y el colegio Nuestra Señora de Chiquinquirá con los cursos primero, segundo y tercero de primaria. Una vez establecida la población se elaboró un cronograma con cada colegio en donde se especifico la fecha de aplicación de la prueba en cada curso. Para la aplicación de este instrumento, se pasó por los cursos 2° A y B; 1° A y B y Transición C, del Colegio Santa Francisca Romana; y 3°, 2°, 1° de primaria del Colegio Masculino Nuestra Señora de Chiquinquirá. Se procuró que cada salón estuviera libre de ruidos que pudieran interferir con la aplicación de la prueba. Se emplearon dos sesiones, cada una de aproximadamente 30 a 40 minutos, dependiendo del rendimiento de los niños. En cada sesión se aplicó una parte de la prueba así: sesión uno (parte A1), sesión dos (parte A2). En estas dos sesiones los niños y niñas contestaron cada una de las preguntas del cuestionario. Las instrucciones para cada una de las partes fueron las siguientes: Se les pidió a los niños y niñas que alistaran un lápiz negro N.2. Una vez alistados los lápices, se procedió a repartirles las hojas de respuesta. Se les pidió a los niños que anotaran en la parte superior de la hoja sus datos personales, tales como nombre, edad, género, colegio y curso al que pertenecían. Mientras tanto, las examinadoras dibujaron en el tablero el contenido de un ítem como un símbolo de ejemplo con el fin de explicarles a los niños cómo debían responder la prueba, así: “Todos conocen la letra A (señalando en el tablero) y la B. En la hoja que les entregamos hay dos círculos, cada uno con una de estas letras (señalando en una hoja de respuestas). Hay un dibujo entre cada letra. Nosotras vamos a preguntar algo y ustedes contestan poniendo una cruz dentro del círculo debajo de cada letra (señalar). En el caso de que se equivoquen y coloquen una cruz donde no querían, pueden borrar o tacharla. Si tienen alguna pregunta pueden hacerla a cualquiera de nosotras”. Así se continúo con la aplicación de la prueba. Una vez terminada, se recogieron las hojas Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología APLICACIÓN EXPLORATORIA DE LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA de respuesta y se les agradeció a los niños por su buen comportamiento. 3. Análisis de datos: Una vez realizada la aplicación y recolección de las pruebas en cada uno de los colegios, se inició el análisis de datos. Como primera medida, las pruebas fueron separadas según el género y la edad de los niños. Se procedió luego a su posterior calificación tomando como criterio el número (1) para las puntuaciones correctas y el número (0) para las puntuaciones incorrectas. Con el fin de una mejor organización y sistematización de los datos, se construyó una matriz teniendo en cuenta las puntuaciones obtenidas en las pruebas calificadas, según las escalas establecidas por la prueba; posteriormente se llevó a cabo un análisis estadístico basado en análisis factorial con el fin de conocer la consistencia interna de la prueba; para tal efecto se utilizó el paquete estadístico SPSS. Los datos obtenidos en este análisis aparecen consignados más adelante en el capítulo de resultados. Resultados El presente estudio se propuso analizar si se reproduciría en la muestra exploratoria de Bogotá (ya descrita) la misma estructura de los 13 factores que originaron este cuestionario derivado por Coan con base en los estudios de Catell. A partir de la aplicación de la prueba ESPQ, y del ordenamiento y procesamiento de los datos obtenidos en dicha aplicación, se procedió a la realización de una matriz de datos que contenía el número de sujetos, el número de ítems calificados como 1(puntuación correcta) y 0 (puntuación incorrecta) y la distribución por factores. La construcción de dicha matriz permitió comenzar el análisis estadístico correspondiente para la consistencia interna de la prueba. Para conocer la homogeneidad de la estructura factorial de la prueba (ESPQ) se realizaron tres tipos de análisis de la siguiente manera: Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología 1. Con el fin de conocer cuántos factores subyacen representan los ítems, se realizó un análisis factorial multivariado utilizando una rotación varimax; este tipo de análisis proporciona una visión directa de las interrelaciones entre las variables y un apoyo empírico para abordar las cuestiones conceptuales que tienen relación con la estructura subyacente de los datos. 2. Para conocer el grado de homogeneidad de toda la prueba (es decir sí todos los elementos midan en el mismo factor) se estimo el índice de confiabilidad alfa para la parte A1 y A2 por separado, debido a la cantidad de datos para procesar. 3. Partiendo del hecho de que cada factor en la forma A1 mide lo mismo que en la forma A2, se planteó conocer el grado de correlación existente entre factores en cada una de las formas (A1 y A2). Para tal propósito se utilizo el coeficiente de correlación de Pearson al p < 0.001 % con el fin de determinar la fuerza y la dirección de la relación entre los factores de la parte A1 y la A2. Estas expresiones estadísticas, reflejan hasta que punto cada sujeto obtiene puntuaciones semejantes en cada factor sobre las formas A1 y A2 de la prueba. La muestra del estudio (con un N = 198 niños de ambos sexos), no intenta ser representativa de una población específica, el presente estudio no pretendió desagregar los resultados en términos de las variables demográficas tales como las socioeconómica, las sociocultural, de edades, educación, etc. 1. Al realizar el análisis factorial multivariado se encontraron 32 factores, esto es 19 más que en la prueba original compuesta sólo por 13 factores, lo cual indica que no se reproducen los factores originales, ya que el gran número de factores en tan limitado número de itens no presenta factores homogeneos. En la tabla 1 se exponen los factores más significativos con los respectivos ítems que los componen, así: En la primera y la cuarta columna los números arábigos muestran cada uno de los 22 factores 29 José Antonio Sánchez, Carolina Ossa, Ana María Salazar, Ángela Suárez elegidos convencionalmente a partir de un nivel de significación de p< 0.03 (Por consiguiente, del número total de factores que arrojo el análisis, se han excluido de esta tabla los valores no significativos, o sea los identificados con los números: 14, 21,24,25,26,27,28,30,31,32. En la segunda y quinta columna aparecen los ítems que más pesaron en la expresión del factor. Dado que el presente estudio no pretendía ir más allá de ésta exploración, los factores aquí identificados no han recibido un nombre que los identifique en su particular identidad. En la tercera y sexta columna se muestra la letra correspondiente al nombre del factor, conforme a la traducción española de la prueba original. 2. Se realizó un análisis de confiabilidad, utilizando el coeficiente alfa. El índice de confiabilidad alfa al 0.05% y 0.01% para la parte A1 y la parte A2 por separado, indican que en la parte A1 el alfa es igual a p < .2987. El alfa calculado para la parte A2 es igual a p <.0635. Según estos resultados se puede decir que los índices de validez en las formas A1 y la A2 son nulos o no significativos: mostrando una gran dispersión en los elementos, es decir que no todos los elementos miden lo mismo que deberían medir. Es esto lo que se desprende del hecho de que el estadístico alfa obtenido no sea significativo. 3. Se realizó un análisis de correlación (Pearson) entre factores de la parte A1 y de la parte A2, se encontró una correlación significativa al nivel p < 0,01% (bilateral) en el factor E (Sumiso - Dominante). La correlación es significativa al nivel p < 0,05% (bilateral) en los factores D (Calmada – Excitable), J (Seguro – Dubitativo) y O (Sereno – Aprensivo). las correalaciones entre los nueve factores restantes las correlaciones entre los nueve factores restantes A (Reservado - Abierto), Factor B (Inteligencia baja – inteligencia alta), Factor C (Afectado por los sentimientos – Emocionalmente estable), Factor F (Sobrio – Entusiasta), Factor G ( Despreocupado – Consiente), Factor H (Cohibido – Emprendedor), Factor I (Sensibilidad recia – Sensibilidad blanda), 30 Factor N (Sencillo – Astuto), Factor Q (Relajado – Tenso) no fue significativa (Remítase a anexo B y C). Discusión En este trabajo se presentó una investigación en un área de la psicología poco explorada en el ambiente colombiano, como es la aplicación de una prueba de personalidad para la infancia media. Se a pretendido así abrir una línea de investigación para examinar la prueba ESPQ tanto en sus aspectos estructurales como en los métricos. Un estudio de esta naturaleza confirma lo que se desprende de la revisión de la literatura reciente en el sentido de que el constructo más apropiado para la evaluación de la formación de la personalidad en los niños, es el de temperamento con sus respectivos estudios dimensionales, como lo muestra la literatura aquí citada. Los rasgos del temperamento tienen especial importancia para llevar a cabo cualquier conjetura con respecto a las manifestaciones específicas del proceso de desarrollo de la personalidad de los niños. Sin embargo, no se pueden desconocer las innumerables variables que pueden influir en el desarrollo de la misma, tales como la herencia genética, la historia de vida, y la cultura entre otras. En coherencia con lo anterior; a lo largo de la investigación bibliográfica se pudo encontrar que no hay estudios con los cuales se pudieran comparar estos resultados. Sin embargo los presentes autores consideran que se podrían plantear las siguientes conjeturas para posteriores estudios: 1. Los resultados que aquí se presentan sugieren que desde su concepción y estructura general, los autores del ESPQ probablemente supusieron que la estructura del cuestionario era pertinente y sensible para medir el constructo de personalidad en niños de 6 a 8 años bajo las mismas grandes dimensiones de la personalidad identificadas por Catell. 2. La edad de 6 a 8 años de edad no se ha definido todavía la estructura de personalidad. La literatura Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología APLICACIÓN EXPLORATORIA DE LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA revisada muestra que para esta edad los estudios pertinentes se han desarrollado bajo el constructo de temperamento más que el de personalidad. Las expresiones del temperamento se han dimensionado de una manera diferente como puede verse en la literatura revisada atrás. Por otro laso los investigadores consideran agregar aquí algunos comentarios adicionales provenientes de lo observado en los niños de la muestra a lo largo de la aplicación del cuestionario ESPQ. Surgieron algunas dificultades a saber: 1. La prueba utilizo un lenguaje confuso en algunos de sus ítems, lo cual dificulto la comprensión de los niños. 2. Algunos niños prefirieron responder al azar algunos de los ítems de la prueba ESPQ, debido a la gran cantidad de ítems que la conforman. 3. Los niños de grados inferiores (transición y primero) se fatigaron con facilidad, se mostraron dispersos y entorpecieron constantemente la aplicación de la prueba y el grado de concentración de sus compañeros. 4. Una particular debilidad encontrada en la prueba, se observo en el ítem 11 (¿Te gustaría más hacer un viaje…(A) con tu Madre. (B) con tu Padre?) Aquí muchos de los niños marcaron la respuesta A y B al tiempo, argumentando que no podrían elegir entre las dos opciones de respuesta ya que para ellos los dos poseen la misma importancia. Es oportuno resaltar aquí algunas de las palabras que tuvieron que modificarse para que los niños y niñas no se confundieran como por ejemplo, las que se anotan a continuación: 1. Palabra calificada como confusa (textual de la edición Española): revoltoso, dar colores, enfadado chirrido, lista, charlatán, guapo, deberes, tebeos, metiendo ruido. 2. Palabra cambiada para el presente estudio: desobediente, colorear, brava, ruido, tareas, inteligente, hablador, bonito, revistas, haciendo ruido. Otro aspecto importante observado en la muestra, fue el desempeño entre las partes de la prueba ya Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología que por ser ésta algo extensa los niños se cansaban con facilidad y contestaban la parte A2 con menor concentración que la parte A1. Se observó que, al parecer, la prueba resultó muy larga y tediosa para los niños, los cuales manifestaron desmotivación en la mitad de la prueba. Cabe mencionar, que el análisis estadístico ayudó a determinar las características psicométricas generales de la prueba, encontrando que la prueba estructurada es débil en cuanto lo muestra este estudio piloto. La prueba no tiene la consistencia factorial de la prueba original 16PF de Cattel, de la cual se deriva este cuestionario de Coan y Cattel (1981); por consiguiente no se recomienda su aplicación hasta la realización de nuevos estudios Por último los presentes investigadores consideran pertinente formular las siguientes recomendaciones para los posteriores estudios que se requieren con el fin de darle continuidad a la línea de investigación señalada al principio, las cuales son a saber: 1. Es pertinente abrir nuevas líneas de estudios que incluyan la aplicación de un instrumento o prueba de personalidad para una posible adaptación de este u otros instrumentos a nuestra cultura. 2.Así mismo, se recomienda la utilización de pruebas menos dispendiosas para los niños. 3.De igual manera se recomienda trabajar con niños mayores de 6 años. 4. Finalmente se pone en consideración la dificultad que pueden llegar a tener los profesionales en nuestro medio poblacional para medir personalidad en la infancia media, de una manera objetiva, válida y confiable debido a la carencia de instrumentos estandarizados para nuestra cultura. Referencias Aisenson, A. (1992). Yo y el sí mismo. Buenos Aires: Armorrortu Editores. Anastasí. A. (1997). Psychological Testing. New Jersey: Prentice Hall. 31 José Antonio Sánchez, Carolina Ossa, Ana María Salazar, Ángela Suárez Birkett. C. y Cattell. H. (1993). Profundo de la personalidad, aplicación del 16 PF. México: Manual Moderno. Bowlby, J. (1973). 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