24 INTEGRACIÓN DEL DOCENTE DE LA UNIVERSIDAD EXPERIMENTAL LIBERTADOR-IPB CON SUS UNIDADES DE INFORMACIÓN 1 Quintana F. 1 Doctorado, UFT, Venezuela. lamima_86@hotmail.es PALABRAS CLAVES Bibliotecas Universitarias, Formación Docente, Usuarios, Fenomenología RESUMEN Todas las universidades poseen unidades de información que son diseñadas para servir de apoyo a las actividades académicas e investigativas y satisfacer las necesidades de información de los usuarios que forman y hacen vida en el ámbito universitario, pero las transformaciones producto de las nuevas TIC, parecieran fortalecer las tendencias que pronostican que estas unidades de información han dejado de tener sentido en un mundo en el que la información supera los límites físicos y donde el usuario se relaciona directamente con la información a través de la computadora. Por ende, el propósito del estudio es describir en la realidad como se da la relación entre los docentes de la UPEL-IPB del Sector Este y la biblioteca y/o centro de documentación. El estudio se abordó desde el paradigma cualitativo, bajo el método fenomenológico, y entre las técnicas se empleo la observación participativa y la entrevista semiestructurada. Se realizo un análisis crítico al discurso obtenido de los informantes clave, pudiendo describir la realidad y hacer una reflexión sobre el papel de la Biblioteca como mediador entre los procesos de enseñanzaaprendizaje y su apoyo al Docente en la investigación y en la generación de nuevo conocimiento; desprendiéndose las formas apropiadas para favorecer este rol y poder establecer canales de comunicación que fortalezcan el vínculo interactivo bibliotecadocente; consolidando la institución, sus actores y el papel de los gerentes. 25 INTRODUCCIÓN Para que una Universidad pueda apertura nuevas carreras la oferta es analizada, estudiada y revisada por instancias superiores como la OPSU para su visto bueno y aprobación, un elemento primordial de esa revisión consiste en verificar la existencia de garantía para el acceso de información pertinente al área de estudio de la propuesta. En otras palabras, se debe contar en los Centros de Información con existencia de colecciones bibliográficas, no-bibliográficas o electrónicas que apoyen el desarrollo curricular del contenido a trabajar. Se preguntaran ¿porqué la importancia de una actualización bibliográfica en la Universidad y su acceso? Podemos simplificar la respuesta en una frase: todo conocimiento adquirido o generado parte o surge de la revisión de una teoría ya establecida o plasmada en la literatura. Si esto es cierto, podemos concluir porque la necesidad de la garantía, de ello dependerá o influirá la calidad de lo que se pretende dictar. Si se cuenta con una buena dotación bibliográfica en cantidad y calidad se goza de una aprobación y si no, se le da condicionada al compromiso adquirido de trabajar en ese factor. Es el caso cuando se apertura las nuevas especialidades de música, informática y educación especial, las Unidades de Información de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador- IPB no contaba con la existencia de materiales para brindarles apoyo a las mismas en su proceso de enseñanza- aprendizaje, siendo esto vital por cuanto hoy en día el crecimiento o producción de la información es acelerado y de proporciones gigantescas y los cambios tecnológicos van a un paso delante de los conocimientos para muchas áreas. Esta realidad se observa en la biblioteca cuando los estudiantes realizaban búsquedas infructuosas de literatura en esas áreas conformándose con los materiales de referencia y acudiendo a la Internet y a la adquisición de materiales fotocopiados suministrados por los docentes. Este panorama fue observado y se evidenció a través de la gerencia de la Unidad de Biblioteca generándose inquietud por no poder satisfacer esas necesidades. Sabemos que la OPSU envía o asigna recursos a las bibliotecas y es deber de éstas velar por su eficiente inversión, obligación o responsabilidad compartida conjuntamente con los docentes ya que, a través de ellos se llega a las necesidades reales de información y simultáneamente al estudiantado y a los que generan investigación en la Institución. Esta labor, Unidad de InformaciónDocente no se lleva a cabo; durante años se ha buscado la implantación de mecanismos que propiciaran el trabajo conjunto de estos elementos, no siendo muy efectivos. Existe una desvinculación generalizada entre el trabajo del docente y las bibliotecas como su fuente principal de acceso libre y gratuito a la información que amerita para el diseño de su cátedra, su enriquecimiento personal y el desarrollo de sus actividades de investigación. 26 Del porqué de esta desvinculación pudiésemos decir de manera hipotética tiene origen en la falta de conciencia en cuanto a la existencia de la biblioteca y en cuanto a su rol del deber ser; falta de motivación basado en las carencias que se observan en las bibliotecas; falta de tiempo para consultas; cuentan con sus propios recursos para la adquisición de materiales y/o servicios; facilidad y costumbre en el trabajar con materiales fotocopiados adoctrinando a los estudiantes a tener la información de manera fácil, sin pasar por el aprendizaje de buscar y ubicar información como parte de su crecimiento como investigador; entre muchas otras. Pero lo planteado más que buscar una relación causal de culpabilidad o responsabilidad, tiene la intención de establecer la necesidad imperiosa o existente en que la Universidad está responsabilizada de determinar a través de un estudio la realidad observada, dando fe de la existencia de una situación problemática que debe solventarse en pro de un mejor desarrollo y crecimiento de todos los que forman parte de la comunidad upebista. Si no conocemos con precisión las fuentes que hacen que el docente no busque la integración de sus actividades con las unidades de información, difícilmente se observará correspondencia entre los diseños curriculares, bibliografías recomendadas en ellos y su existencia en la biblioteca. Tanto el docente, las unidades de información y las autoridades pertinentes, deben y están obligados a tomar acciones para mejorar esta realidad, que pueden quedar sugeridas en un estudio de lo descrito. Considerando que puede ser que los docentes universitarios necesitan una formación específica en el área de información, que les permita superar esta deficiencia y que les ayude a saber estructurar su docencia e investigación, con la biblioteca. El crecimiento de los docentes universitarios en niveles de relación con sus unidades de información, potenciarían en éstos conductas tales como la iniciativa, la curiosidad o la creatividad por la formación, así como una apertura hacia el consumo y uso crítico de la información de sus formas y accesos. Se quiere que los profesores universitarios sientan que su aprendizaje y formación en el área informacional es valiosa para el desarrollo, no sólo su conocimiento práctico sino también del metodológico y del teórico, debemos partir de sus creencias y racionalizarlas ayudándoles a focalizar el objetivo final; en definitiva, que sepa gestionar su tiempo y los nuevos espacios de enseñanza-aprendizaje que se propician en la actualidad. El tema se torna relevante por contribuir de manera teórica y práctica al conocimiento de una realidad en una Institución educativa que puede ser la representación de muchas instituciones del mismo orden que sean de iguales características y presenten realidades similares e inclusive puede ser una realidad enmarcada en el contexto latinoamericano. 27 Este tipo de estudios va también en pro de la economía de tiempo y recursos de ambos actores, en cuanto a adquisición bibliográfica de pertinencia, acondicionamiento de los servicios bibliotecarios, apertura al docente del acceso a la bibliografía sin inversión de sus recursos propios, entre otros. El investigador es parte de la comunidad en la que se observa la realidad por lo que cuenta con el tiempo y los recursos necesarios y tiene el apoyo institucional para la realización de acciones que lleven al continuo mejoramiento de la realidad educativa en la que se está inmersa. Busca establecer cambios ya sea a través de un conjunto de sugerencias a seguir o de acciones a tomar: elaboración de cursos, adiestramiento de los docentes, directrices en cuanta responsabilidad de trabajo, conformación de comisiones reales de trabajo conjunto entre los actores, etcétera. Se debe entonces crear de manera efectiva esa relación docentebiblioteca, en pro de la universidad y la excelencia. Para hacer posible la realización de la investigación es necesario formular un conjunto de interrogantes que permitan despejar las inquietudes del investigador: ¿Cómo se visualiza desde la intersubjetividad la interrelación de los docentes con las unidades de información? -¿Cómo satisfacen los docentes sus necesidades de información? -¿Cuál es el estado del arte de las unidades de información en relación a sus servicios a los docentes? -¿Cómo es la interacción del docente con las unidades de información? -¿Es necesario investigar sobre la integración del docente con las unidades de información? Propósitos del estudio A la luz de las interrogantes que se formularon se fijaron los siguientes propósitos del estudio: -Describir en la realidad como se da la relación entre los docentes de la UPELIPB del Sector Este y la biblioteca y/o centro de documentación. Conocer como se da el acceso a la información en el docente universitario de planta. Precisar cómo se gestiona la acción bibliotecaria en cuanto a su prestación de sus servicios a la comunidad docente. Determinar los elementos que intervienen en pro de la integración del trabajo docente y las unidades de información. Construir recomendaciones para integración docente-biblioteca. la ASPECTOS TEORICOS Se pretende realizar aproximaciones desde los antecedentes y buscar definiciones de conceptos claves para el estudio, considerándose un marco conceptual que le sirva para comparar y 28 contrastar los resultados investigación y no para categorías. de la generar Al momento de realizar la búsqueda de información se determinaron los puntos o áreas de interés, como son: a) estudios del mismo orden que versen sobre la capacitación docente en el área de biblioteca y/o centros de información; b) centros de información y sus políticas para llegar a los usuarios entre ellos el personal docente de instituciones de educación superior y c) estudios que verse de teorías en la cuales nos basaremos o que servirá de fundamentación a la investigación como lo es la relacionada a la formación de usuarios manejada en la actualidad por la UNESCO como el DHI: Desarrollo de Habilidades Informacionales. Las búsquedas se realizaron de manera básica en los centros de información de la UPEL-IPB, UCLA y IUETAEB, y en un segundo momento en Internet. Trabajo que ameritó tiempo, en vista que, los títulos no siempre son buenos indicadores del contenido y las palabras claves no son empleadas adecuadamente, dispersándose las búsquedas y corriendo el riesgo de pasar por alto documentos de valor para la investigación. Los programas de formación docente y los pensum de pre grado no contemplan en su mayoría el área relacionada con el uso y manejo de las unidades de información como un recurso o herramienta para su crecimiento y formación profesional o para el desarrollo y apoyo de la actividad docente en una institución de educación superior. El trabajo de Rodríguez (1994) que versa sobre la Biblioteca de la UPELIPB no entabla relación entre el centro y los docentes y los trabajos de grados que tocan el tópico de formación docente como los de Paradas (2005), Calzadilla (2007), y Araya (2007), no hacen referencia alguna a las Unidades de Información ni siquiera como recurso didáctico; no se establece vínculo alguno entre los actores del estudio. Las Unidades de Información en sus diferentes áreas administrativas no contemplan en la actualidad proyectos relacionados con la integración del docente a la unidad de servicio. En el año 2004 bajo la gerencia del Jefe de la Unidad de Biblioteca y Documentación se llevaron a cabo acciones para que se cumpliese con lo establecido en el Reglamento Interno de Biblioteca de la UPEL en su versión definitiva, donde se establece puntos como: designación de un docente de planta como el Delegado de Biblioteca por los diferentes departamentos de las distintas especialidades; reuniones departamentales y de biblioteca para tratar planes de acción, entre muchas actividades. Esos intentos de integración comenzaron con buen pie pero (F. Quintana, conversación personal, Junio 1, 2012), no se les dio continuidad y quedaron reflejados en la sugerencia de unos 122 nuevos títulos bibliográficos, de los cuales solo se adquirieron aproximadamente el 60% por falta de disponibilidad en el mercado de la existencia de la bibliografía solicitada. Posteriormente no se tiene 29 conocimiento si se siguió trabajando en lo que bien está establecido por el Reglamento. Sí bien no se observa relaciones dirigidas a la integración de estos dos actores (Docentes-Unidades de Información), como podemos dar respuestas a las preguntas que según Naranjo (2008) deben hacerse en bibliotecas de orden universitario como: “¿se han involucrado en la creación de los planes de estudio de los currículos académicos?...¿Desarrollan programas de formación de usuarios encaminados a cumplir con las funciones misionales?”(p. 1) Si se parte de esta realidad el papel de las bibliotecas universitarias está orientado a su incorporación o activación de su rol como apoyo al proceso de aprendizaje, desarrollando iniciativas y Servicios de Alfabetización Informacional que según Gómez (2008) puede realizarse a través de diversas metodologías y modalidades. Este término está relacionado con el saber de cuándo y por qué se necesita información, donde encontrarla, como evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera efectiva. En el estudio de Pirela (2008) se presenta un análisis sobre la importancia de las bibliotecas académicas en el contexto de la posible incorporación de la Alfabetización Informativa (ALFIN) como el eje transversal del currículum de la Educación Superior, los resultados apuntan a la necesidad de fortalecer en la formación profesional en las ciencias de la información, los roles de mediador y de promotor socio cultural, “basados en la mediación cognoscitiva y la intervención pedagógico-informativa para contribuir con los procesos de apropiación crítica de las fuentes, los medios y las tecnologías de información y comunicación” (p.2), mas no le da peso al compromiso del docente en el proceso. Existe muchos trabajos en el orden de desarrollo de habilidades informacionales en instituciones de orden universitario en las cuales se vislumbra los esfuerzos por el desarrollo de ALFIN, tanto de modo autónomo como en cooperación con los docentes, para que estos asimilen en su actividad de enseñanza aprendizaje contenidos que contribuyan al desarrollo de competencias informacionales. Esta realidad en la UPEL-IPB se vislumbra como un proceso largo y difícil por la lentitud del cambio de la cultura universitaria y por la existencia de muchos condicionantes de la enseñanza universitaria desde el nivel de entrada de los estudiantes, a las características de la información científica en las distintas disciplinas y la confluencia de intereses en la organización universitaria, como la correspondencia de necesidades y asignación y ejecución presupuestaria, hasta el cumplimiento de los reglamentos establecidos. El reconocimiento de que existe la necesidad de tener competencias básicas relacionadas con la capacidad de hacer un uso eficiente de la información, puede contribuir a que se genere un verdadero interés de buscar la integración de las unidades de información y los servicios de ALFIN con los procesos docentes. 30 Trabajos como los de la Universidad Veracruzana (2009), Lau (2008), y Ceretta (2002), versan en el punto central de la existencia de una desintermediación entre el oportuno y necesario acceso y uso de flujos y centros informativos y el trabajo docente de formarse, enseñar e investigar en los programas de desarrollo de habilidades informacionales, que deben darse de un modo planificado en cooperación con los profesionales que gestionan la información y los docentes que la imparten como conocimiento adquirido. En el estudio toma relevancia la importancia de la docencia en la formación universitaria, de la cual Zabala (2009) registró en su trabajo que algunos docentes universitarios no creen que solo la docencia es importante para la formación universitaria, aparte de una organización y un ambiente formativo universitario de calidad; también se requiere de “la presencia y uso efectivo de múltiples recursos puestos a disposición de los estudiantes: bibliotecas, salas de computadoras, lugares de estudio, fuentes de documentación, etc.” (p. 64). Entonces, para garantizar una enseñanza de calidad en la docencia se deben desarrollar y propiciar varios factores y uno de ellos son las unidades de información. El potencializarlas sería beneficioso para toda la comunidad universitaria (docentes y estudiantes). Entre las unidades de información se entienden bibliotecas, archivos y centros de documentación y éstas de acorde al área de información que apoyen se conceptualizan. En nuestro caso se trata sobre bibliotecas universitarias la cual Martínez (1989) define, como aquella que “…pertenece a una universidad o institución equivalente y cuyos fondos bibliográficos están a disposición de los alumnos para el cumplimiento de los fines universitarios y bibliotecológicos” (p. 86) pudiéndose acotar que no solo está a disponibilidad del estudiantado como únicos usuarios, también pueden participar el resto de la comunidad universitaria como docentes, personal administrativo y obrero, los cuales se cuentan entre los usuarios potenciales y al momento de hacer uso de los servicios pasan a tomarse como usuarios reales. La misión de las bibliotecas universitarias se vincula con la enseñanza (permitir la transmisión del saber), la investigación (creación del saber) y la sistematización (procurar la formación armónica); aspectos que complementan su concepción. La teorización de la realidad que se pretende estudiar amerita de una mayor y minuciosa revisión de la múltiple literatura sobre el tema procurando adaptarla a la realidad upebista y fundamentándola en la necesidad de crear conciencia para la toma de acciones en Pro de un desarrollo institucional en búsqueda de la excelencia académica e investigativa, partiendo de que las competencias informativas son vitales en una sociedad basada en el conocimiento y los caudales de información están ahí, para quienes tienen competencias (DHI). 31 RECORRIDO EPISTEMOLÓGICO Para todo estudio es importante revisar sobre sus doctrinas y el método del conocimiento científico que lo sustenta, que no es otra cosa que conocer sobre su epistemología. Platón (Atenas, 427-347 a. C) planteó que el conocimiento de algo es lo que forma parte a su vez de la verdad y de su creencia, y por ende desde que apareció la escritura su intencionalidad se fijo en la necesidad de plasmar esos conocimiento y con ello surgió el trabajo de tener que conservar y preservar dichos soportes que contenían la información. Los Grecorromanos valoraron la importancia del conocimiento plasmado en los documentos y trabajaron para la preservación de las colecciones, sus espacios y las formas de consulta, naciendo el término de biblioteca. Los templos griegos poseían bibliotecas y archivos y ya en el siglo V a. C. habían bibliotecas de orden académico como la de Aristóteles. El Museion en Egipto con mas de 700.000 volúmenes de obras en papiros, y la biblioteca pública de Roma se constituía en el 44 a. C. de mas de veinte bibliotecas comunitarias. Posteriormente en la época del renacimiento y la reforma se crearon innumerables bibliotecas en Europa. Pero es posterior a la creación de la imprenta que se revoluciona el mundo bibliotecario con la creación del libro teniéndose que sistematizar su ordenamiento y durante los siglos XVII y XVIII se instruía sobre normas y reglas para el ordenamiento, espacios y disposición de los documentos y su conocimiento. En el siglo XIX y XX, surgen métodos para clasificarse los crecientes volúmenes. Nacieron los catálogos y se trabajó sobre la accesibilidad a la información de manera eficiente y rápida.Intervinieron así las técnicas de reproducción, la aparición de la informática entre muchas áreas y las bibliotecas especializadas surgen como resultado de los distintos fondos documentales. Y se crearon asociaciones con la finalidad de compartir sus conocimientos sobre el mundo de las bibliotecas. La biblioteconomía nace con el propósito de formar profesionales que puedan manejar las bibliotecas en beneficio de sus usuarios. Formación basada en un conocimiento empírico y según Alfaro (2008) se posiciona ante “la idea de servicio como entidad definitoria y sustancial de la biblioteca” (p. 5). La constante y variadas prácticas en lo que serían los servicios de bibliotecas dio como resultado la gestación del campo denominado bibliotecológico donde se iniciaba su fase de constitución. Es la biblioteca históricamente el ente responsable de almacenar, preservar y difundir el conocimiento. La misma a pasados por drásticos cambios tanto culturales como tecnológicos que la han ayudado a crecer a formarse y fundamentarse según sus objetivos que muchos dependerán de la institución de la cual se soporte y para la cual existe y es razón de ser. 32 Las bibliotecas universitarias no escapan a ese fenómeno de constante cambio y de los problemas y amenazas que agobian a su ciencia, ellas sigue siendo el soporte del saber y de los conocimientos a pesar de realidades como por ejemplo: la creciente creencia de la desaparición del libro como un físico tangible a la cual Carriére y Eco (2010) responden pertinentemente; como la creencia de la desaparición del aula de clases como la conocemos, ambas desencadenantes inevitables de una posterior desaparición de la biblioteca. documento, biblioteca y usuario, y la objetividad estará precisada por la objetividad de los mismos. Si se desea saber mas sobre la epistemología de la bibliotecología y de la construcción de su propia teoría, se debe revisar sobre el tema partiendo o prosiguiendo con los trabajos de Alfaro (2005) y (2010), que al igual que otros profesionales trabajan arduamente por la determinación y dilucidación de una epistemología definitoria en apoyo de la fundamentación teórica de la bibliotecología como ciencia. Pero después de mas de diez años en el siglo XXI vemos como las bibliotecas sigue transformándose, incorporando herramientas de múltiples áreas del conocimiento que siguen a su vez en desarrollo, naciendo nuevas bibliotecas y otras especializándose aún mas, siempre permitiendo el acceso abierto a la información, a ese conocimiento contentivo en documentos en diversidad de soportes y que permiten la diseminación de los productos investigativos y a su vez del conocimiento. METODOLOGIA DEL ESTUDIO Cabe preguntar si la solución a los problemas de la disciplina bibliotecológica se pueden buscar desde la construcción de su fundamentación teórica: conceptos, técnicas y métodos; o de la que se denomina extra teórica, que se apoya en otras áreas del conocimiento (cibernética, psicología, sociología…) las cuales responden a la inclusión de herramientas que proveen como áreas. Lo cierto es que las necesidades del ser de la disciplina parten de la relación Se realizó el estudio bajo el paradigma cualitativo, y el método utilizado fue fenomenológico, partiendo de la premisa que el mundo social es construido con significados (símbolos) que el Investigador busca conocer, es decir, la realidad se constituye mientras avanza la investigación, recabando las perspectivas de los diferentes actores sociales, quienes ayudaron al investigador a descubrir los significados. Podemos encontrar que este paradigma es de índole interpretativo, y que se basa en un proceso de descubrir. Abarca enfoques que no se basan en medidas numéricas, obteniendo la información del análisis de materiales históricos y de entrevistas a informantes clave. De igual manera no hace intento alguno por sacar conclusiones de carácter firme, ni de generalizar los resultados a la población en la que se enmarca la investigación. 33 Para respetar las características mencionadas el investigador debió visualizar el escenario desde una perspectiva holística y no fragmentada; buscando comprender; siendo sensible a los efectos que en las personas cause; procurando apartar sus propias creencias y considerando todas y cada una de las perspectivas como valiosas. Tendremos entonces que ontológicamente, el estudio planteado es de carácter relativista sustentado en realidades sociales. Epistemológicamente es transaccional/subjetivista, reconociendo el papel de la subjetividad y los valores del investigador en la construcción del conocimiento. Y metodológicamente es hermenéutico, dialéctico, comprensivo, donde el Investigador interpretó las construcciones y las discutió con los actores y en ese intercambio se transformaron; interpretándose la realidad a partir de la desconstrucción y transformación.El enfoque hermenéutico de este estudio tiene como misión descubrir los significados de las cosas, interpretar lo mejor posible las palabras, textos y gestos; así como cualquier acto u obra, conservando su singularidad en el contexto del que forma parte. El planteamiento del problema se desarrolló mediante un razonamiento inductivo, el contexto del estudio igualmente implicó una realidad determinada pero en un contexto local como la UPEL-IPB del Sector Este, y para describirla, se partió de la preparación y experiencia del investigador como Bibliotecólogo cuyo tópico de interés en el inicio de la investigación se basa en un área de interés amplia. Para definir el método de una investigación cualitativa se tomaron como guía los pasos propuestos por Maxwell y que según Sánchez (2000) se determinan en cuatro puntos; relacionamiento con el grupo o entorno de la investigación, escogencia de los sujetos, procedimientos de recolección de datos, y procedimiento para el análisis. Los dos primeros puntos están relacionados con lo que llamamos comúnmente definición de la población a trabajar, determinación de la muestra precisando los sujetos de estudios y/o actores. El tercer punto se enmarca en las técnicas e instrumentos de recolección de datos o información; y el cuarto punto se describe el procedimiento de análisis de los datos o información recolectada. Sujetos de estudio La población a trabajar se enmarcó en dos categorías la conformada por los Docentes de planta de la UPEL-IPB del Sector Este y los Gerentes y Personal de la Unidades de Información de ese mismo sector. La elección de quienes conformaron la muestra fue no aleatoria y bajo los criterios de antigüedad mayor a cinco años: 2 docentes y el supervisor y asistente del servicio. Cabe destacar que el Investigador es un actor social (Coordinador de Biblioteca). 34 Recolección de la información Entre las técnica con que se trabajó están la lectura y revisión de documentación: estadística de usuarios del servicio; la reflexión de la información encontrada e interpretación; entrevistas a los diferentes actores intencionadas en descubrir y precisar cómo se da la relación entre los dos entes involucrados; análisis de discurso y/o análisis de contenido. Las entrevistas buscaron saber que tanto conocen los docentes de la biblioteca y/o centro de documentación, como trabajaron la bibliografía contentiva de los pensum, como se da el proceso de búsqueda en el docente, que actividades se realizan en las bibliotecas para llegar al docente, entre los aspectos fundamentales. Estudio de la información recabada La realidad emergió después de recolectada la información, al construirse categorías (que pasaron por el trabajo de sustentar, triangular, validar), y que culminó con la elaboración del propósito inicial que involucraba: búsqueda de significados, conocimiento de emociones, comprensión de vivencias, entre otros. La realidad resultante fue interaccional y discursiva, surgiendo de las conversaciones, las acciones que posibilitaron su construcción. Una representación de lo que se recabó, se observa a continuación: (Docentes = necesidades de información=U.I.+ Colección bibliográfica) Esa expresión es representativa de la abstracción de la idea inicial que se poseía antes de iniciar el estudio y es representativa de lo que se encontró como una realidad social observada por el Investigador y sustentada por los informantes clave de la UPEL-IPB. La teorización del fenómeno por denominarlo de algún modo busca o persigue la concientización del rol del docente y su interdependencia con las unidades de información (U.I.) para la búsqueda de la excelencia, en el enriquecimiento de la colección bibliográfica y por ende de todos sus servicios. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES El docente reconoce que no realiza investigaciones bibliográficas al momento de planificar su labor como docente. De igual manera no revisa o corrobora la existencia de la bibliografía recomendada en el programa de su cátedra en las bibliotecas. Todo su proceso investigativo es cubierto con materiales que ya posee; o bien, otro de los medios por el cual ubica y recupera una parte de la información bibliográfica que soporta su cátedra es obtenida de internet que consulta en oportunidades en su casa o eventualmente desde su computador personal a través de la red de la universidad. Al momento de ser entrevistado el docente reconoce que es un error no consultar la biblioteca ya que no revisan la bibliografía existente y por ende desconocen si su estudiantes tienen acceso a la misma. Pero no existe una intencionalidad en no acudir a las unidades de información, es mas bien 35 una cuestión de causalidad al tener acceso a la información por otras vías y recursos. Los docentes realizan adquisiciones de la bibliografía a nivel personal con sus recursos propios. El personal de la biblioteca dicen que es muy extraño ver a un docente consultado o revisando la existencia bibliográfica en la biblioteca. Solo algunos docentes contratados se preocupan por realizar dicha revisión. Esa desvinculación repercute negativamente en las bibliotecas ya que las mismas están ajenas de las necesidades bibliográficas, si los docentes no realizan observaciones sobre el tema de interés. Si los docentes acuden al servicio se podrían tener solicitudes de bibliografía no existente o aumento de ejemplares de la que si se posee pero que no son suficientes. Sus requisiciones tendrían un gran valor que incidiría directamente en el fortalecimiento de la colección bibliográfica y no bibliográfica. Con respecto a la colección no bibliográfica la misma no es adquirida precisamente por desconocer las necesidades, que podrían ser canalizadas por los docentes. Si se fortalece el vínculo docentebiblioteca, transmitiendo y dando a conocer las necesidades existentes, la colección bibliográfica se fortalece. Parece sencillo pero hace falta una campaña de concientización por parte de la biblioteca invitando al docente a participar en las unidades de información haciendo saber sus requerimientos informacionales. Si esto se da, la biblioteca tendría las herramientas para requerir y justificar un mayor monto presupuestario Este breve estudio podría servir para motivar a los entes involucrados y ser el punto de inicio de ese proceso reflexivo y concientizado que se requiere para iniciar un cambio de la realidad desvinculante entre docentes y bibliotecas. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Administración y Liderazgo en el Campo Informativo (2012). [Página Weben línea]. Disponible: http://www.alci.org.mx/ [Consulta: 2012, Abril 29] Alfaro, H. (2010). Estudios epistemológicos de bibliotecología. México: UNAMDisponible: http://libros.metabiblioteca.org/handle/ 001/216 Alfaro, H. (2008). El obstáculo epistemológico y la biblioteca. Ponencia presentada en el XXVI Coloquio de Investigación Bibliotecológica, México. Alfaro, H. Investigación bibliotecológica y teoría: una relación ambigua. Investigación bibliotecológica, 19, 39. Blanco, C., Hernández, G. y Meza, A. (1992). Creación de una sala demateriales no bibliográficos para la biblioteca central de la USB. Trabajo de grado, Universidad Central de Venezuela, Caracas. 36 Calzadilla, M. (2007). Modelo teórico metodológico para la incorporación de las tecnología de la información y comunicación en el curriculu para la formación docente de pregrado a distancia. Trabajo de gr de Maestría, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, InstitutoPedagógico Barquisimeto, Barquisimeto. Carriére, J. y Eco, U. (2010). Nadie acabará con los libros. Colombia: Lumen. Ceretta, M. (2012). El vínculo interactivo biblioteca universitariausuario en el siglo XXI: algunas consideraciones para fortalecer este relacionamiento [Documento en línea]. Disponible: http://www.periodicos.ufsc.br/index.phd /eb/article/viewPDFInterstitial/95/5211.[ Consulta:2012, Abril 29] Desarrollo de habilidades informativas (2013). [Página Web en línea].Disponible: http://www.dhi.org.mx/ [Consulta: 2013, Mayo 1] bibliotecas universitarias españolas: tendencias y retos. Ponencia presentada en el IX Coloquio Internacional de Tecnologías Aplicadas a los Servicios de Información, Barquisimeto. Hernández, P. (1997). Seminario latinoamericano sobre formación de usuarios de la información y los estudios de usuarios. México: UNAM. Imbernón, F. (2005). La profesión docente en el escenario actual de la Globalización y la sociedad del conocimiento. Ponencia presentada en el curso “La formación del profesorado y la mejora de la educación para todos: políticas y prácticas”. Documento policopiado. Santander: Universidad Menéndez Pelayo. Infolit Global l (2011). [ Página Web en línea ]. Disponible:http://www.dhi.org.mx/ [Consulta: 2011, Mayo 1] Duarte, M. (1997). Perspectivas de la investigación en las bibliotecas universitarias. Educación y Biblioteca, 82, 45-50. Lau, J. ( 2013, Abril 20 ). JesusLau PhD [Página Web en línea Disponible: http:// www.jesuslau.com/ [Consulta: 2013, Abril 21] Estrada, A. (1998). Bibliotecas universitarias: información, investigación,nuevas tecnologías. Curso Taller "Bibliotecas Universitarias: frente a los retos del siglo XXI", Perú. (Universidad De Piura) Lau, J. (2008, Octubre). Papel catalizador de las habilidades DHI.Ponencia presentada en el IX Coloquio Internacional de TecnologíasAplicadas a los Servicios de Información, Barquisimeto. Gómez, J. (2008, Octubre). de servicios alfabetizacióninformacional Martínez, J. (1989). Diccionario de bibliotecología y ciencias afín. Madrid:Piráide. Desarrollo de en 37 Maquina, L. (1998). El impacto de las nuevas tecnologías en la biblioteca universitaria. Taller "Bibliotecas Universitarias: frente a los retos del siglo XXI", Perú. (Universidad De Piura) Rodríguez de R., D. (1994). Evaluación de la efectividad de la bibliotecarental del Instituto Pedagógico de Barquisimeto. Trabajo de grado de Maestría, UPEL IPB, Barquisimeto. Naranjo, E. (2008, Octubre). De la didáctica y otras acciones para laformación de usuarios en bibliotecas universitarias. IX Coloquio Internacional de Tecnologías Aplicadasa los Servicios de Información. Sánchez, E. (2000). Todos con la esperanza: continuidad de la participación comunitaria. Caracas: Comisión de Estudios de Postgrado. Facultad de Humanidades y Educación. UCV. Organización Interamericana Universitaria. (2012). [Página Web en línea]Disponible: www.oui-iohe.qc.ca/ [Consulta: 2012, Mayo 1] Thompson, J. y Carr, R. (1990). La biblioteca universitaria: introducción a sugestión. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Paradas, L. (2005). Modelo teórico para orientar el proceso de formaciónDocente especialista en geografía. Trabajo de grado de Maestría, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico Barquisimeto, Barquisimeto. Tocatlian, J. (1978). Formación de usuarios de la información: programas problemas y perspectivas. Boletín Unesco, 32, 382-403. Pirela, J. (2008, Octubre). Las bibliotecas académicas y el desafío de la alfabetización informativa como eje transversal del currículo de la educación superior. Ponencia presentada en el IX Coloquio Internacional de Tecnologías Aplicadas a los Servicios de Información. Universidad Veracruzana. ( 2011, Abril 28 ). [ Página Web en línea ]. Disponible: http://www.uv.mx/bvirtual/ [Consulta: 2011, Abril 29]. Zabalza, M. (2009). Competencias docentes del profesorado universitario: calidad y desarrollo profesional. Madrid: Narcea.