(1) SUMARIO EDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 ORIGINALES Y REVISIONES Carmen García Alba. PROCESOS DE PENSAMIENTO EN ADOLESCENTES ANORÉXICAS . 9 Eulàlia Izquierdo Munuera, Eduard Fernández, Montse Sitjas, Maria Elias, David Chesa DEPRESIÓN Y RIESGO DE DEMENCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 Luis-Salvador López Herrero, Ana Pérez. LA CARA OCULTA DE LA TRISTEZA . . . . . 53 Alejandro Ávila Espada. ¿HACIA DÓNDE VA LA PSICOTERAPIA? REFLEXIONES SOBRE LAS TENDENCIAS DE EVOLUCIÓN Y LOS RETOS PROFESIONALES DE LA PSICOTERAPIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 Antonio Díez Patricio. PSICOPATOLOGÍA DE LA INTERPRETACIÓN DELIRANTE . . . . 85 DEBATES Lola López Mondéjar. AMORES EN FUGA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103 HISTORIA Reyes Vallejo Orellana, Antonio Sánchez-Barranco Ruiz. EL TRÍO PSICOANALÍTICO FRANCÉS: EUGÉNIE SOKOLNICKA, SOPHIE MORGENSTERN Y MARIE BONAPARTE . . . 127 INFORMES Luis Javier Sanz Rodríguez - Begoña Torres López. UN CASO DE TRASTORNO DE CONVERSIÓN ANALIZADO DESDE LA PERSPECTIVA DE LA INTERCONSULTA HOSPITALARIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143 Isabel Salvador, Alicia González, Juan Antonio Bustillo, Rafael de la Rosa, Mº José Maicas, Antonio Liñana, Mª Francisca Simonet, Catalina Sureda, Inmaculada Capllonch, Rosa Montiel. INFORME SOBRE EL PROCESO DE REFORMA DE LA ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL EN LAS ILLES BALEARS Y RECOMENDACIONES PARA SU CONTINUIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157 LIBROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187 (2) TABLE OF CONTENTS EDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 ORIGINAL PAPERS AND REVIEWS Carmen García Alba. COGNITIVE FUNCTIONIG IN ANORECTIC ADOLESCENTS . . . . . . 9 Eulàlia Izquierdo Munuera, Eduard Fernández, Montse Sitjas, Maria Elias, David Chesa DEPRESSION AND RISK OF DEMENTIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 Luis-Salvador López Herrero, Ana Pérez. THE DARK SIDE OF THE SADNESS . . . . . . 53 Alejandro Ávila Espada. WHERE DOES PSYCHOTHERAPY GO? ............... 67 Antonio Díez Patricio. PSYCHOPATHOLOGY OF DELUSIONAL INTERPRETATION . . . . 85 DISCUSIONS Lola López Mondéjar. ESCAPING LOVES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103 HISTORY Reyes Vallejo Orellana, Antonio Sánchez-Barranco Ruiz. THE FRENCH PSYCHOANALYTIC TRIO: EUGÉNIE SOKOLNICKA, SOPHIE MORGENSTERN AND MARIE BONAPARTE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127 REPORTS Luis Javier Sanz Rodríguez - Begoña Torres López. A CASE OF CONVERSION DISORDER ANALYSED FROM THE HOSPITAL INTERCONSULTATION PERSPECTIVE . . . . 143 Isabel Salvador, Alicia González, Juan Antonio Bustillo, Rafael de la Rosa, Mº José Maicas, Antonio Liñana, Mª Francisca Simonet, Catalina Sureda, Inmaculada Capllonch, Rosa Montiel. REPORT ON THE RESTRUCTURING OF MENTAL HEALTH CARE IN THE BALEARIC ISLANDS AND PROPOSALS FOR FUTHER DEVELOPMENT. JANUARY 2000-MARCH 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157 BOOKS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179 NEWS FROM THE A.E.N. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187 (3) EDITORIAL Entre los días 11 y 14 del pasado mes de junio, se celebró en Oviedo el XXII Congreso de la AEN. En el transcurso del mismo se procedió a la renovación de la Junta Directiva cuya composición ha sido dada a conocer y figura en la contraportada de la revista. La tarea que nos espera en los próximos tres años viene facilitada por la excelente gestión de la junta saliente pero ha dejado el listón tan alto que mantener el nivel será un reto añadido. Para quien asistió al congreso, los aplausos interminables de despedida -y de agradecimiento- a Mariano Hernández con todos los asistentes puestos en pie, fue uno de los momentos más emocionantes vividos por la AEN en los últimos años. El ambiente de cordialidad que se vivió en Oviedo, aparte de ser facilitado por los organizadores del Congreso -felicitaciones también a ellos por su excelente laborpermitió vislumbrar dos aspectos: la incorporación de nuevas generaciones a la AEN y el «regreso» de socios históricos que, por razones que no vienen al caso, se habían mantenido largo tiempo apartados de la vida asociativa. Y tras las felicitaciones y bienvenidas, nos ponemos a la tarea. El parón que supone el periodo estival no ha sido inconveniente para que hayamos ido gestionando los temas del día a día y realizado dos reuniones de la nueva junta directiva. Algunas de las líneas que se pretenden abordar en esta legislatura quedaron ya esbozadas en la presentación de la candidatura y en el comunicado que se adjuntó al anterior número de la revista pero, por si no ha tenido la suficiente difusión, vamos a incidir de nuevo en alguna de ellas: La AEN ha sido, es, y debe seguir siendo, un referente para los profesionales de la salud mental, especialmente para aquellos comprometidos con los sistemas públicos de salud. Por otra parte, su carácter multidisciplinar y la contrastada categoría científica de los profesionales que la componen hacen que constituya en realidad una «red de redes» de participación aunque es preciso mejorar la conexión entre ellas. Además, en la medida que han ido adquiriendo mayor potencial las diferentes Asociaciones Autonómicas, la organización de actividades y toma de decisiones va siendo cada vez más descentralizada. Por esta razón, y dado el auge creciente de los sistemas de información (Internet, web, boletines y correo electrónicos) y de nuevos modelos de organización, vamos a tratar de utilizarlos como herramientas de coordinación y de difusión del conocimiento. En este sentido, se está gestionando la financiación de una nueva página web que se pretende sirva de medio de información y comunicación entre los socios. Asimismo, se va a editar un boletín electrónico que permita el acceso inmediato a toda la información de interés. (4) EDITORIAL Uno de los proyectos iniciados por la anterior junta directiva es el Observatorio de Salud Mental. Se pretende mantener una actualización constante que dé a conocer la situación de recursos, programas y profesionales de todo el estado. Para ello se ha propiciado un grupo de trabajo estable que contará con «corresponsales» en cada una de las Asociaciones Autonómicas. El objetivo final es disponer de un instrumento fiable -y al día de hoy inexistente- que permita hacer un seguimiento de los movimientos de reforma, de los diferentes Planes de Salud Mental y de la cartera de servicios que estos contengan. Por otra parte, una vez aprobada la especialidad de Psicología Clínica (en gran parte mérito de la AEN) queda por encuadrar y desarrollar esta especialidad en los sistemas públicos de salud y procurar la plena incorporación de la Psicología Clínica en órganos -como la Comisión Nacional de Especialidades- en los que se encuentra situada periféricamente. La AEN ha defendido desde el principio a la Psicología Clínica como especialidad sanitaria y, probablemente, tras las gestiones realizadas con el Ministerio de Sanidad y los diferentes grupos parlamentarios, la nueva Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) recoja la reconversión del actual Consejo de Especialidades Médicas en un «Consejo de las Ciencias de la Salud», lo que permitirá su inclusión al desaparecer el argumento principal esgrimido para la exclusión de la Psicología Clínica. Otro aspecto de actualidad respecto a la Psicología Clínica, son las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) que se están convocando en diversas CC.AA. con bases, baremos, y criterios muy distintos. Se está trabajando un borrador de documento que plasme la postura de la AEN y permita hacer recomendaciones a los Servicios Públicos de Salud. Asimismo, consideramos prioritario impulsar los sistemas de formación: Entendemos necesaria una revisión de los programas MIR y PIR, tanto en duración como en contenidos y plazas ofertadas. La formación continuada es un terreno abandonado salvo honrosas excepciones- por las administraciones. La formación en técnicas psicoterapéuticas es deficitaria. La especialidad de enfermería en salud mental se imparte con desigual fortuna en según que CC.AA., y siguen pendientes de regulación las vías transitorias de acceso al título de enfermera/o especialista. Y si esto es así, qué decir en lo que respecta a los profesionales de trabajo social, terapia ocupacional, monitores, y auxiliares psiquiátricos, que parecen quedar al margen del sistema sanitario. Además, la Formación Continuada y la Investigación se encuentran en la actualidad prácticamente a cargo de la Industria Farmacéutica con el sesgo evidente que eso conlleva. Entendemos que el Sistema Sanitario Público debe estimular, y por lo tanto financiar, éstos aspectos tan fundamentales para una práctica clínica de calidad y basada en la evidencia. Otro aspecto por desarrollar, continuidad asimismo del trabajo realizado, es el seguimiento de la evolución de la atención a la Salud Mental Infanto-juvenil, tanto 2402 EDITORIAL (5) en lo referente a la acreditación específica, como a la instauración de nuevos programas y dispositivos. Tras años de carencias históricas, parece que poco a poco se va tomando conciencia de la bondad de los abordajes precoces, la necesidad de recursos intermedios e incluso, por qué no, de la creación de unidades de hospitalización para niños y adolescentes. Probablemente por ser un colectivo «silente» y porque había necesidades más acuciantes, fueron cuestiones dejadas de lado pero es una responsabilidad abordar de una vez por todas aspectos que han sido asumidos, en ocasiones de forma voluntarista pero ciertamente en precario, por el sistema educativo. Estos temas van a ser tratados por los representantes de la AEN en las distintas comisiones de la especialidad y foros relacionados. Tratando de compensar estas carencias, se pondrá en marcha la Escuela de Salud Mental de la AEN que, mediante acuerdos con las Asociaciones Autonómicas y convenios con distintas universidades, celebrará sus actividades de forma itinerante. La cada vez mayor complejidad de las tareas asistenciales y los cambios sociales y legislativos producidos, hacen aconsejable que la AEN se dote de un código ético, por lo que se ha solicitado a los compañeros/as que participan en foros de este tipo que comiencen a diseñar un borrador. Al mismo tiempo, y en relación con ello, sería clarificador establecer unas normas de relación con la industria farmacéutica y los aspectos de financiación que, aunque a algunos les parezcan prosaicos, no son menos importantes. Y terminamos. En la presentación de la candidatura en Oviedo, se decía: «Como veréis, son muchos y de gran calado los temas a abordar y la nueva junta directiva tiene una ímproba tarea por delante. Por lo tanto, seria deseable la colaboración y participación de todos. Lo que podemos garantizar es nuestro esfuerzo en potenciar el peso específico de la AEN en el panorama científico y asociativo». Trabajaremos para que así sea. Francisco Chicharro Presidente de la AEN 2403 (6) (7) EDITORIAL SECCIÓN ORIGINALES Y REVISIONES (8) (9) Carmen García Alba PROCESOS DE PENSAMIENTO EN ADOLESCENTES ANORÉXICAS* COGNITIVE FUNCTIONIG IN ANORECTIC ADOLESCENTS Resumen La hipótesis inicial postula que hay una alteración en el funcionamiento cognitivo de las pacientes anoréxicas. Para verificarla, se diseña un estudio comparativo de casos y controles con 50 pacientes anoréxicas tipo restrictivo (PAN), 50 pacientes deprimidas (PD) y 50 no pacientes o controles (NP), de edades comprendidas entre 13 y 16 años, evaluadas con el test Rorschach. En PAN se detecta una correcta captación de los datos del entorno (Procesamiento), una traducción a otros códigos bastante adecuada (Mediación), pero alteraciones significativas cuando esta información va a ser conceptualizada y utilizada como ideas (Ideación). En este área aparece un pensamiento distorsionado, con eventuales operaciones semejantes a las de tipo delirante, pasivo, utilizado de forma rígida, improductivo y poco eficaz; se establecen diferencias con el pensamiento obsesivo. Se señalan las dificultades del abordaje psicoterapéutico de estas pacientes y se considera la necesidad de incluir, dentro de una intervención terapéutica global, la reestructuración cognitiva como terapéutica idónea para modificar esta ideación. Palabras Claves: anorexia, ideación, Rorschach, adolescentes. Abstract We started this research with the hypothesis that there is a disturbance in cognitive functioning of anorectic patients. With this purpose, we draw a comparative case/control study including 50 restricting-type anorectic patients (ANP), 50 depressed (DP) and 50 non patients as group control (NP), from 13 to 16 years old: everyone as evaluated with Rorschach test. We detected, in ANP, a processing work of the stimular field so good (Information Processing), a codification of the processed information adequately enough (Cognitive Mediation), but there are significant disturbances when the information, which has been gathered and translated to other codes, would be conceptualised and used as ideas (Ideation). In this area we sometimes found a slightly distorted thinking which occasionally is also similar to the delirious-type, passive, used in a rigid way and very inefficient/ unproductive; there also were differences in these cognitive processes from the obsessive thinking. We point out the difficulties of psychotherapeutic treatment and we consider that, when designing a global plan of therapeutic intervention, a part of it should include cognitive restructuring to modify this ideation. Key words: anorexia, ideation, Rorschach, adolescents. Este artículo es la síntesis de una parte de un trabajo mucho mas amplio (Tesis Doctoral: Anorexia y Depresión. Evaluación de personalidad en muestras adolescentes), presentada en la Universidad Complutense de Madrid. Procesos de pensamiento en... (10) ORIGINALES Y REVISIONES INTRODUCCIÓN Los problemas cognitivos en la anorexia nerviosa (AN) se conocen desde hace mucho tiempo. Hilde Bruch (1), en sus observaciones clínicas, aclara ampliamente la importancia del pensamiento alterado en el desarrollo de la AN. La presencia de actitudes disfuncionales hacia el peso, la comida, la talla y la imagen son clínicamente bien conocidas y, por ello, se consideran rasgos determinantes en esta patología (2). Según Turón (3) estos pensamientos alterados relacionados con la dieta y la figura, se asocian a pensamientos más complejos: ser delgado implica perfección, autocontrol y virtud. Morandé y otros (4), hablan de la presencia de distorsiones cognitivas en algún momento de la enfermedad, coincidentes con una mayor gravedad del cuadro. Aparece una actividad con matices delirantes de naturaleza corporal, que debe diferenciarse de otros cuadros delirantes. Hsu (5) afirma que las creencias patológicas en relación con la comida y el peso persisten después de la recuperación clínica y presentan el mismo tipo de distorsión que el de aquellas pacientes que todavía están sintomáticas. En este mismo sentido se pronuncian más recientemente González y Jiménez (6), señalando la importancia de este tipo de cogniciones en el origen y mantenimiento del trastorno e incluso en las posibles recaídas. Brusset (7), desde una óptica psicoanalítica, señala cómo las sensaciones corporales invaden el pensamiento, sustituyendo otras actividades mentales e incluso cualquier actividad de representación. Esto implica pensamientos interminables acerca del peso y el régimen, y una gran lucha contra el cuerpo y sus necesidades. Garner y Bemis (8) han intentado sistematizar las irregularidades del pensamiento en la AN, una vez instaurado el trastorno, mediante un modelo cognitivo-conductual análogo al modelo de depresión de Beck (9) y han identificado un conjunto de cogniciones disfuncionales, entre las que se encuentran: abstracciones selectivas, llegando a conclusiones a partir de consideraciones muy parciales; generalizaciones excesivas; magnificación de posibles consecuencias negativas; ideas de autorrefencia; pensamiento supersticioso, que acepta relaciones de causa-efecto entre acontecimientos no contingentes. Estas disfunciones facilitan la toma de decisiones inicial, encaminada a adoptar una dieta restrictiva y, a lo largo del proceso anoréxico, constituyen un poderosísimo factor de mantenimiento del cuadro y son sumamente resistentes a la crítica racional. Shafran y otros (10) postulan una distorsión específica en estos pacientes: la fusión del pensamiento con la imagen. Esta alteración se produce cuando los pensamientos sobre la ingesta de cierto tipo de alimentos que engordan, incrementan en el sujeto la estimación de su imagen y/o peso, elicitan un juicio de moral perversa o pecadora y hacen que la persona se sienta gorda. Posteriormente, Radomsky y otros (11) comprueban en condiciones experimentales esta fusión y demuestran también que los pacientes que utilizan algún tipo de estrategia neutralizadora posterior (ej: imaginar o negar haberlo comido), disminuyen algunos de los sentimientos y sensaciones negativas generadas antes que aquellos sujetos que no utilizan ningún tipo de neutralización. 2408 Procesos de pensamiento en... ORIGINALES Y REVISIONES (11) También, desde hace tiempo, se ha observado que las obsesiones y las compulsiones son comunes en los pacientes con anorexia nerviosa (12; 13) y que estos síntomas tienden a ser bastante estables (14). En un estudio realizado por Kaye y otros (15), se observa que las pacientes anoréxicas obtienen puntuaciones elevadas en la Yale-Brown Obsessive-Compulsive Scale, incluso después de que las preocupaciones obsesivas sobre el peso desaparezcan. A estas mismas conclusiones se había llegado en estudios anteriores, por ejemplo, el realizado por Yellowless en 1985 (16) mediante el Delusions, Symtoms and Status Inventory. Toro (13) considera que toda anorexia cursa con síntomas obsesivos constituidos por cogniciones intrusivas relacionadas específicamente con la silueta, el cuerpo, el peso y los alimentos, manifestaciones cuya causa suele atribuirse a la disfunción serotoninérgica determinada por la malnutrición. Pero además de esta sintomatología específica de la AN, hay una frecuente asociación tanto con el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad como con el trastorno obsesivo-compulsivo propiamente dicho. Las tasas de comorbilidad entre ambas patologías son muy variadas, oscilando entre el 5% (17) y el 21% (18), siendo mayor la prevalencia en anorexia restrictiva (19). Parece pues que la asociación entre AN y la fenomenología obsesivo-compulsiva aparece clara en la literatura al respecto. Un análisis crítico de las investigaciones revisadas permite observar una serie de problemas metodológicos que se repiten a menudo. Con frecuencia, el número de participantes evaluados es pequeño (20); los límites de edad son excesivamente amplios, mezclando sujetos que, debido a ello, tienen características psicológicas diferentes (21); además, los subtipos de AN (restrictiva y purgativa) aparecen mezclados (22). Otras confusiones comunes consisten en incluir, dentro de un mismo grupo, pacientes con características diferentes (ambulatorios/ hospitalizados) (23) o el no tener en cuenta o no especificar el estadio evolutivo de la enfermedad (24). En otras ocasiones, los datos normativos de los tests empleados, que deberían utilizarse como guías o referencias, se usan como grupo de control de no pacientes (25); sabemos que en estos casos se pueden obtener diferencias significativas en los resultados como consecuencia de la comparación entre grupos heterogéneos (datos normativos) con grupos más homogéneos (participantes en la investigación), lo que puede llevar a conclusiones erróneas (26; 27). Los tests que se utilizan más específicamente para evaluar los problemas anoréxicos suelen ser el Eating Disorder Inventory (EDI) (28) y el Eating Attitudes Test(EAT) (29). Cuando se decide abordar la personalidad de forma global, se recurre a cuestionarios como el Eysenck Personality Questionnaire (EPQ) (30) o el Temperament and Carácter Inventory de Cloninger (TCI) (31). En otras ocasiones interesa un área mas concreta como la inteligencia (32), o aspectos psicopatológicos como obsesividad (15; 16), depresión (33, 34), etc. Los estudios psicodiagnósticos más amplios son muy escasos por razones obvias tanto de coste como de grado de especialización requerido para llevarlos a cabo. 2409 Procesos de pensamiento en... (12) ORIGINALES Y REVISIONES Debido a todas estas razones ha parecido interesante investigar los procesos de pensamiento en AN, utilizando el Psicodiagnóstico de Rorschach, test que pone de manifiesto la estructura y organización de la personalidad, a través de la articulación de sutiles propiedades perceptivas, sin que el sujeto sepa exactamente qué tipo de información está aportando, por lo que es improbable que pueda alterarla deliberadamente, y que, además, permite un ulterior tratamiento informático/estadístico de los datos. Uno de los agrupamientos Rorschach, el del Funcionamiento Cognitivo, va a proporcionar información sobre el procesamiento de la información, la mediación cognitiva y la ideación de estas pacientes. El objetivo de este trabajo es, pues, analizar las dificultades cognitivas de las anoréxicas restrictivas y concretar en qué parte del proceso se producen estas disfunciones, de qué naturaleza son, y en qué medida facilitan y/o mantienen la enfermedad. La hipótesis que se somete a verificación postula que se van a encontrar diferencias significativas en el funcionamiento cognitivo de los grupos que componen la muestra: pacientes anoréxicas restrictivas, pacientes deprimidas y no pacientes o controles. La identificación de características específicas del funcionamiento cognitivo de las jóvenes con AN podría ser utilizada el en diagnóstico y en las intervenciones terapéuticas de estas pacientes y, posiblemente, permitiría adoptar medidas preventivas adecuadas con nuestros jóvenes. MÉTODO Para poner a prueba esta hipótesis se elabora un diseño comparativo de casos y controles. • Población/muestra Se trata de tres grupos de mujeres de 13 a 16 años: un grupo está formado por pacientes anoréxicas, tipo restrictivo; otro grupo lo constituyen pacientes diagnosticadas de depresión; finalmente, se incluye un grupo de no pacientes como grupo de control. La existencia de comorbilidad depresiva en muchos casos de AN (4; 12; 34) y la necesidad de evitar que los componentes cognitivos de la depresión (35) puedan sesgar los resultados, determina la decisión de incluir esta patología en la comparación de casos. La muestra está formada por: 50 Pacientes anoréxicas (PAN), procedentes de hospitales públicos de la Comunidad de Madrid, con especial dedicación a esta patología y que cuentan con camas pediátricas: Hospital Universitario de Getafe, Hospital de Móstoles y Hospital Universitario Niño Jesús, pionero en el tratamiento de la AN infanto-juvenil. En todas estas pacientes se cumplen los siguientes requisitos: a) Han sido diagnosticadas según los criterios del DSM III-R (36), vigentes al inicio del trabajo. 2410 Procesos de pensamiento en... ORIGINALES Y REVISIONES (13) Posteriormente, cuando apareció el DSM IV (37), se revisaron los criterios del DSM III-R a la luz de la nueva publicación, y se vio que no se apreciaban cambios significativos en dichos criterios y sólo se añadían los subtipos de AN restrictiva y AN compulsivo/purgativa, modalidades que ya se habían tenido en cuenta al inicio de la investigación. b) Son anoréxicas restrictivas, eliminándose el influjo de la variable atracón/purga. Esta decisión ha lentificado considerablemente el trabajo de campo, pues un 50% de pacientes anoréxicas desarrolla síntomas bulímicos (38), existiendo una alternancia sintomática en una u otra dirección. La entrevista realizada al inicio de la evaluación de estas pacientes, ha servido para descartar todos estos casos. c) Todas ellas han sido hospitalizadas por primera vez debido a su problema anoréxico; con ello se evitan tanto diagnósticos dudosos como cuadros ya cronificados. Esta muestra tiene una media de edad de 14.84 años, con una desviación típica de 1.13. 50 Pacientes diagnosticadas de depresión (PD), procedentes de Centros de Salud Mental de la Comunidad de Madrid (Leganés y Fuenlabrada), que cuentan con equipos especializados para la atención infanto-juvenil. En el diagnóstico de depresión se ha seguido el criterio clínico del DSM III-R (36), revisado posteriormente según el DSM IV (37). El criterio clínico es el más ampliamente aceptado (39), aunque el problema nosológico de esta patología en la infancia y adolescencia todavía no se haya resuelto (40). Se ha utilizado la entrevista estructurada de Criterios Diagnósticos de Investigación (41) para lograr mayor objetividad en la recogida de la información. No se han establecido diferencias entre depresión mayor y trastorno distímico por las dificultades que esta diferenciación supone, especialmente en la población infanto-juvenil (37) y por carecer de utilidad para los propósitos de esta investigación. La media de edad de estas adolescentes es de 15.02 años, con una desviación típica de 1.13. 50 No pacientes como grupo de control (NP), alumnas de un Instituto de Enseñanza Media de Madrid (Leganés). En todos los casos se tiene constancia de que su rendimiento académico es adecuado (para eliminar posibles limitaciones intelectuales) y que no han requerido, en ningún momento, ayuda psiquiátrica o psicológica (para descartar anorexia o depresión). Para cubrir estos objetivos los padres rellenaban previamente un cuestionario en el que se les preguntaba si sus hijas habían tenido que repetir algún curso académico y, en caso afirmativo, debían especificar el motivo. Se les pedía también información acerca de problemas psicológicos que hubieran podido plantear, recogiendo, entre otros, información específica sobre problemas de alimentación y trastornos afectivos. Posteriormente, la ausencia de problemas era corroborada por la adolescente, en la entrevista previa a la aplicación del Rorschach y por los padres a través del Child Behavior Checklist: escala de problemasítems de competencia social (CBCL) (42; 43). No obstante, si tras la evaluación 2411 Procesos de pensamiento en... (14) ORIGINALES Y REVISIONES psicológica realizada se detectaba algún tipo de patología psíquica, se disponía de los recursos y cobertura necesaria para atenderla adecuadamente. Cada vez se señala con mayor insistencia la necesidad de contar con recursos asistenciales ulteriores (43) cuando se realizan este tipo de estudios. Este grupo tiene una media de edad de 14.90 años, con una desviación típica de .95. En todos los casos que componen la muestra, se realiza un chequeo de los datos cognitivos Rorschach, según proponen Sendín y García Alba (44), para confirmar la ausencia de limitaciones intelectuales. • Forma de recogida de la información El procedimiento es básicamente el siguiente: a) aplicación individual del CBCL a uno de los padres, indistintamente; b) entrevista inicial con la adolescente; c) aplicación del Rorschach individual; d) en el caso de las pacientes anoréxicas y deprimidas, se hace la devolución de resultados a sus terapeutas; en el caso de no pacientes, se mantiene una entrevista de devolución conjunta con padres y adolescente. Instrumentos de medida Rorschach, utilizado básicamente como test perceptual-cognitivo, siguiendo el Sistema Comprehensivo de Exner (45; 46; 47). La información aportada puede ser utilizada desde distintos modelos teóricos, y abarca tres niveles: a) información estructural, que procede del Sumario Estructural, síntesis de los datos cuantitativos. Se obtiene del estudio de una serie de agrupamientos de variables: Capacidad de Control, Funcionamiento Cognitivo, Afectos, Autopercepción y Relaciones Interpersonales; b) información secuencial, procedente de la secuencia de puntuaciones; c) información de contenido, que aporta datos acerca de la dinámica de la personalidad, a través de los contenidos concretos que cada que sujeto proporciona. Exner señala la necesidad de considerar el test Rorschach en su totalidad para una interpretación adecuada y que el proceso interpretativo completo integre estas tres fuentes. Sin embargo, en esta investigación se utiliza únicamente la información estructural del protocolo Rorschach, básicamente cuantitativa, para posibilitar un ulterior tratamiento estadístico/informático de los datos. • Variables En su exposición se siguen los criterios que Exner y Sendín marcan en su obra (48). Variables relacionadas con criterios de validez de los protocolos: Número de Respuestas (N) y Lambda (L). L es una proporción que indica cómo un sujeto utiliza sus recursos al enfrentarse a un campo estimular nuevo. Desde el principio, se han considerado no válidos los protocolos con R < 14 y L > .99, siguiendo los criterios de Exner (35, 46). 2412 Procesos de pensamiento en... (15) ORIGINALES Y REVISIONES Variables que hacen referencia a la Tríada Cognitiva, formada por tres constelaciones o agrupamientos: Procesamiento de la Información, que indica cómo incorpora el sujeto la información que procede de su entorno (grado de motivación y eficacia); Mediación Cognitiva, que pone de manifiesto cómo se identifica y traduce a otros códigos la información que ha sido previamente procesada (grado de convencionalidad y niveles de distorsión); finalmente, mediante el uso de la Ideación, la información que ha sido recogida y traducida a otros códigos, va a ser conceptualizada y utilizada como ideas (eficacia ideativa, flexibilidad y grado de distorsión en la elaboración de juicios). Todas estas operaciones se relacionan e influyen mutuamente de un modo muy complejo y tienen, además un papel relevante en todas las conductas que el sujeto inicia deliberadamente. Algunas de sus variables influyen en varios agrupamientos • Variables del Procesamiento Tabla 1. Procesamiento de la Información: Variables Rorschach que lo integran Variables Símbolo Lambda L Significado Proporción que indica cómo se utilizan los recursos ante a un campo estimular nuevo. Índice de Estilo Obsesivo OBS Si es positivo, señala un procesamiento caracterizado por meticulosidad, cautela, convencionalidad y perfeccionismo. Muy infrecuente en no pacientes (2%). Índice de Hipervigilancia HVI Su presencia pone de manifiesto que el sujeto presenta un estado de alerta continuada. Actividad Organizativa Zf Identifica el grado de esfuerzo realizado para organizar y crear relaciones significativas en un campo estimular ambiguo y desestructurado. Se complementa con el área de Localización: Global (W), Detalle Usual (D), Detalle Inusual (Dd) y Espacio Blanco (S). Eficiencia del Procesamiento Zd Sirve de indicador sobre diversos estilos de procesamiento, cuyos extremos son la hipoincorporación y la hiperincorporación. Calidad Evolutiva DQ Pone de manifiesto la capacidad de realizar operaciones de análisis y síntesis y atribuir relaciones al campo estimular. Son sintéticas (DQ+), ordinarias (DQo) o vagas (DQv). Perseveración PSV Se trata de respuestas muy poco frecuentes, que indican diverso grado de psicopatología 2413 Procesos de pensamiento en... (16) ORIGINALES Y REVISIONES Tabla 2. Mediación Cognitiva: Variables Rorschach que la integran Variables Símbolo Lambda L Proporción que indica cómo se utilizan los recursos ante a un campo estimular nuevo. OBS Si es positivo, señala un procesamiento caracterizado por meticulosidad, cautela, convencionalidad y perfeccionismo. Muy infrecuente en no pacientes (2%). Respuestas Populares P Son las respuestas con contenidos más comunes. Se relacionan con el grado de adecuación perceptiva y representan el grado de adaptación a las normas del grupo. Calidad Formal FQ Mide el grado de adecuación entre el objeto que el sujeto evoca mnémicamente y los contornos de la mancha. La calidad formal puede ser: a) convencional (X+%; F+%; FQo); b) distorsionada (X-%; S-%); c) única, infrecuente (Xu%). Confabulación CONFAB Muy infrecuentes, su presencia pone en evidencia una forma grave de disfunción intelectual. Índice de Estilo Obsesivo Significado Tabla 3. Ideación: Variables Rorschach que la integran Variables Símbolo Significado Estilo Vivencial Introversivo EB Introv El EB representa un estilo de respuesta que hace previsibles, en cierta medida, algunos aspectos de la conducta. El EB introversivo señala un sujeto básicamente ideacional. Estilo Vivencial Pervasivo EB Per Cuando el EB presenta falta de flexibilidad, estamos ante un estilo de carácter rígido. Calidad Formal de los Movimientos Deliberados MQ Las respuestas de movimiento humano (M) representan el uso del pensamiento deliberado, esto es, de ideas iniciadas y aceptadas por el sujeto. Por ello, resultan un indicador fiable de la calidad del pensamiento. La calidad formal de M puede ser ordinaria (MQo), negativa (MQ-) o carecer de soporte formal (MQsin). Proporciones de Movimientos a:p Ma:Mp Activos (a), pasivos (p); Humanos activos (Ma) y pasivos (Mp). Permiten apreciar la presencia/ausencia de comportamientos pasivo-dependientes, rigidez ideativa y defensas de evitación/negación y refugio en la fantasía. Ideación periférica FM+m Ideación no deliberada, es decir, que se inicia y actúa sin la intervención voluntaria del sujeto. Puede interferir el curso de la ideación deliberada y producir sobrecarga interna en el sujeto. Índice de Intelectualización Intelec Cuando es positivo indica la tendencia del sujeto a neutralizar el efecto que producen las emociones, utilizando los procesamientos cognitivos. Contenidos Mórbidos MOR Representan atribuciones displacenteras que se añaden al estímulo y se relacionan con tintes pesimistas en la ideación del sujeto. Códigos Especiales Críticos CCEE Su presencia puede identificar lapsus, deslizamientos o fallas lógicas en el curso de la ideación y verdaderos trastornos de pensamiento. 2414 Procesos de pensamiento en... ORIGINALES Y REVISIONES (17) Los tres agrupamientos que integran la Tríada Cognitiva son esenciales en el funcionamiento psicológico del sujeto, y los fallos producidos en cualquiera de ellos tendrán repercusiones importantes en su conducta. Finalmente, en relación con la validez y fiabilidad del test de Rorschach, cabe mencionar las investigaciones realizadas por Parker, Hanson y Hunsley (49), aplicando procedimientos de Hedges y Olkin (50) al revisar 411 investigaciones, que proporcionan coeficientes de validez convergente de .41 para el test; también los trabajos de Exner y Weiner (51), que al estudiar la fiabilidad del test informan de un consistencia temporal con correlaciones entre .81 a .89 para las variables más importantes. • Procedimientos estadísticos En el análisis de datos se ha utilizado, básicamente, el programa estadístico SPSS/PC+. De antemano, se conocen los problemas que plantea el análisis de los datos del test Rorschach, pues muchas de sus variables no son paramétricas e, incluso siéndolo, pueden presentar distribuciones asimétricas, que invalidan el uso de análisis paramétricos. Por ello, tras el análisis exploratorio de las variables, se decide incluir los siguientes cálculos estadísticos: Estadísticos univariantes , para ver la distribución de las variables y proporcionar una base más firme al tipo de análisis seleccionado (52). Se consideran no parámetricas aquellas variables Rorschach con z ≥ 1.96, tanto en el coeficiente de asimetría como en el de apuntamiento. Análisis de varianza de una variable independiente con tres factores. En todos los casos se cumple el requisito de independencia de las muestras y de homocedasticidad (test de Bartlett) de las variables (53). Se utiliza el contraste F y el contraste Tukey y se determina un nivel de significación de a = .05. Se calcula la potencia estadística con el programa estadístico Bavry (54). Se calcula también el tamaño del efecto (h). Cuando no se cumple el supuesto básico de homocedasticidad, se adopta una doble solución: a) transformación logarítmica propuesta por Tukey (55) que, de no proporcionar distribuciones con varianzas iguales, no se sigue sometiendo a otras transformaciones posibles (56); b) uso del contraste no paramétrico de Kruskal-Wallis. Se procede así debido a los inconvenientes de ambas opciones, pues las transformaciones producen escalas con un significado cuantitativo de interpretación dudosa y cuestionada (57) y el test de Kruskal-Wallis es menos potente. Ji-cuadrado, bajo dos supuestos: a) en determinadas variables, no paramétricas, con muchos valores en torno al 0, rangos muy limitados y relaciones no lineales. En estos casos Exner (56) propone cortes interpretativos y estadísticos no paramétricos; b) en variables paramétricas en las que resulta útil establecer un punto de corte para separar valores esperables de los que resultan indicativos de algún tipo de alteración psicológica. 2415 Procesos de pensamiento en... (18) ORIGINALES Y REVISIONES Para un estudio pormenorizado de las tablas de contingencia se realiza un análisis de residuos (57). Se aconseja calcular el coeficiente de contingencia (C), para ver el grado de dependencia, la covarianza. En la obtención de protocolos Rorschach de la muestra de no pacientes, de forma puntual y por condiciones de accesibilidad al grupo, ha sido necesaria la intervención de otros examinadores. En este caso, se analiza la posible influencia de este hecho y el grado de acuerdo entre puntuadores. Para ello se siguen las orientaciones de Exner y Sendín (58), quienes proponen obtenerlo seleccionando aleatoriamente un 25% de protocolos Rorschach y hallando porcentajes de coincidencia por segmentos o áreas de valoración entre los diversos puntuadores. RESULTADOS • Validez y Fiabilidad de los protocolos Rorschach Aunque inicialmente se partió de protocolos válidos (R ≥ 14 y L ≤ .99), es importante constatar que no existen diferencias significativas entre los grupos en cuanto a R ni en puntuación L, según se deduce del análisis de varianza realizado (p = .15 y p = .11, respectivamente). Es más, son las PAN las que, cualitativamente, presentan un L más bajo, inferior a .99 en un 70% de los protocolos, frente a las PD (64%) y a las NP (52%). Este hallazgo se señala como importante y positivo, pues permite deducir que los datos obtenidos en este grupo no están oscurecidos por estilos evitativos y simplificadores, propios de L alto (L > .99). Podemos concluir también, siguiendo las directrices de Exner, Kinder y Curtis (59), que el posible sesgo de los examinadores (1 examinador en PAN, 2 en PD y 3 en NP), en parte determinado por razones de accesibilidad a la muestra, no ha afectado significativamente la longitud de los protocolos obtenidos. El porcentaje de acuerdo interpuntuadores, realizado sobre un 25% de protocolos Rorschach seleccionados al azar del total de la muestra, sobrepasa los niveles recomendados por Exner y Sendín (58) y por Weiner (60) y, en todas las áreas fueron muy superiores al 80%, límite por debajo del cual no se consideran fiables (61). Por todo ello, podemos concluir que las comparaciones realizadas posteriormente con los protocolos Rorschach cumplen los criterios de validez y fiabilidad requeridos. •Tríada Cognitiva En la Tabla 4, de todas las variables analizadas, sólo se recogen aquellas que resultaron significativas. Se procede así para lograr una mayor claridad en la exposición de los datos. En la tabla, no figuran los grados de libertad, pues en todos los casos son los mismos (g. l. = 2). Se adjunta también un resumen de algunos de los estadísticos univariantes, correspondientes a cada una de las variables incluidas, para una mejor interpretación de los datos (52). 2416 Procesos de pensamiento en... (19) ORIGINALES Y REVISIONES Tabla 4. Variables que resultaron significativas al analizar los agrupamientos de la Tríada Cognitiva: Procesamiento, Mediación e Ideación. Pacientes Anoréxicas Pacientes Deprimidas No Pac. o Controles (PAN) (N = 50) (PD) (N = 50) (N = 50) (NP) η Pot. M = 1.20; DT = 1.28 M = .34; DT = 5.03 M = 1.94; DT = 2.05 NP > PAN * .26 M = -2.53; DT = 4.57 PAN y PD > NP *.24 .65 .79 M = 2.98; DT = 2.47 M = 1.42; DT = 1.40 M = .02; DT = .14 M = 1.84; DT = 1.72 M = 3.40; DT = 2.47 M = 2.82; DT = 1.97 M = 1.38; DT = 1.01 M = .04; DT = .20 M = 1.58; DT = 1.36 M = 3.72; DT = 2.81 .68 .74 .64 .78 .77 Procesamiento Información DQv M = .98; DT = 1.10 Zd M = -.16; DT = 5.31 Ideación M M = 4.46 ; DT = 3.88 MQo M = 2.10; DT = 1.62 MQsin M = .14 ; DT = .35 Mp M = 2.90; DT = 2.96 Pasivo M = 5.08; DT = 3.47 Significación PAN > PD * .24 PAN > PD * .24 PAN > PD y NP *.20 PAN > NP * .26 PAN > PD y NP *.24 Nota: η = Tamaño del efecto; Pot. = Potencia estadística; M = Media; DT = Desviación Típica; * = p > .05. En los comentarios a los resultados que se presentan a continuación, se van a destacar en primer lugar, en cada uno de los agrupamientos, las características que las PAN comparten con las otras adolescentes y, posteriormente, aquellas otras que les son propias, que resultan específicas de su grupo. • Procesamiento de la información Los resultados de este agrupamiento no resultan muy diferenciadores, y nos permiten concluir, de forma muy sintética, con respecto a PAN que: 1. La forma en que registran la información que proviene de su entorno es bastante similar a la de las otras adolescentes evaluadas. Todas ellas: - Se implican en la tarea a realizar, esforzándose por organizar los estímulos y crear relaciones significativas entre ellos (Zf). - Resultan poco prácticas (D% Ô) (Ô = bajo) en el abordaje de las situaciones, pues se pierden en percepciones demasiado generales (W%Õ) (Õ = alto) y/o en aspectos muy parciales, muy sesgados (Dd%Õ). - No incurren en reiteraciones (PSV, ausente), ni en una minuciosidad y/o perfeccionismo exagerados (OBS, negativo), ni mantienen un estado de alerta continuada (HVI, ausente). - Su actitud hostil y negativista (S Õ) les puede hacer perder eficacia. 2. Sin embargo, son las PAN las que captan mejor y con mayor complejidad la información que les llega de su entorno (Lambda ≤ .99 = 70%; DQv). 3. Realizan un buen registro de los puntos clave de la información, pudiendo distinguir lo esencial de lo accesorio (Zd). 2417 Procesos de pensamiento en... (20) ORIGINALES Y REVISIONES 4. Por todo ello, los procesamientos del campo estimular son bastante adecuados. Las PAN van a contar con la recepción de suficientes datos, que les pueden permitir, en principio, la emisión de conductas bastante adecuadas. • Mediación cognitiva La traducción que estas adolescentes realizan de las informaciones que han recogido de su entorno es bastante similar en los tres grupos evaluados. Podemos completar la descripción del funcionamiento cognitivo que venimos realizando, concluyendo que: 5. La falta de ajuste perceptivo que encontramos en las PAN, los sesgos que realizan cuando codifican la información captada, son bastante similares en los tres grupos, en los que cabe destacar las siguientes características: - Pueden captar lo más obvio y evidente y dar respuestas adecuadas que coincidan con las normas y expectativas de su grupo de referencia (P). - Exceptuando estos aspectos más obvios, su ajuste perceptivo es bastante precario, tanto cuando captan las situaciones en toda su complejidad (X+%) como cuando simplifican el campo estimular (F+%) y lo reducen a lo estrictamente formal. - Este desajuste perceptivo no está producido por interferencias emocionales de tipo hostil (S-%), sino que se debe a un excesivo grado de autocentramiento (Xu%) y a una forma muy arbitraria de interpretar los datos (X-%). - La falta de precisión perceptiva, común a los tres grupos, puede tener relación, en parte, con sesgos inherentes al tipo de muestreo realizado, pero también revisten menor gravedad y son más comprensibles en el periodo evolutivo en el que aparecen, la adolescencia, etapa de grandes cuestionamientos, sesgos, confrontaciones y desacuerdos con el entorno. • Ideación Este agrupamiento aparece como patonogmónico, como claramente diferenciador de las PAN. Estos resultados permiten agregar que: 6. En el proceso final del funcionamiento cognitivo, esto es, en la conceptualización de la información que previamente han recogido del entorno y han codificado, todas estas adolescentes mantienen importantes diferencias entre sí, compartiendo sólo algunas características comunes: - No se aprecia ningún tipo de sobrecarga ideacional periférica o ideación no deliberada (FM + m), que interfiera y dificulte sus procesos de pensamiento y de reflexión deliberada (M). - En ocasiones, su forma de pensar está ligeramente distorsionada (MQ-; M- > 1), pero al no apreciarse deslices cognitivos significativos (CCEE), estas alteraciones pueden revestir menor importancia psicopatológica. 2418 Procesos de pensamiento en... ORIGINALES Y REVISIONES (21) - También, en ocasiones, su forma de pensar está teñida de cierto negativismo y de ideas o atribuciones pesimistas (MOR). - No utilizan mecanismos de intelectualización para neutralizar el impacto de las emociones (Intelec). 7. A pesar de las semejanzas comentadas en el punto anterior, la ideación es la agrupación que diferencia, de forma más clara y contundente, a las pacientes anoréxicas de las restantes adolescentes y es una de las constelaciones que aporta más información sobre esta patología. 8. Las PAN utilizan la reflexión deliberada en gran medida (M). Su pensamiento, bien ajustado habitualmente (MQo), no solo tiene alteraciones puntuales, como les ocurre a las otras adolescentes evaluadas (MQ-), sino que ocasionalmente presenta características que se asemejan a las operaciones de tipo delirante (MQsin). 9. Además, este pensamiento es muy pasivo (pasivo), sobre todo cuando se utiliza la reflexión deliberada (Mp). Su forma de pensar se convierte entonces en un dar vueltas en cortocircuito a las ideas que les preocupan, gastando energía pero sin que esta reflexión les sirva para buscar soluciones a sus problemas, entrando en una especie de rumiación en la que se gira en torno a ideas y preocupaciones, a veces distorsionadas y aceptadas pasivamente, y se delega en los demás la responsabilidad y la toma de decisiones, esperando que lo que los otros decidan se ajuste a sus necesidades. Un pensamiento así resulta muy ineficaz y mantiene al sujeto ocupado de forma totalmente improductiva. 10. Esta pasividad no supone, en absoluto, que se sometan fácilmente a las decisiones del entorno, aunque las hace más vulnerables ante ideas, mensajes y opiniones que pueden aceptar sin someterlos a la crítica de su propio criterio. Conviene recordar aquí, nuevamente, la importante presión social a la que todos estamos sometidos, que ofrece modelos triunfadores en los que la delgadez ocupa un lugar primordial, y que, difundidos ampliamente a través de los medios de comunicación, tienen un gran calado, sobre todo en los jóvenes. A esto se une que la adolescencia es un periodo evolutivo de mucha desorientación, en el que la imagen corporal, cambiante, está muy cuestionada, sujeta a actitudes muy críticas y, probablemente, es depositaria de gran cantidad de conflictos. Por ello, resulta relativamente fácil el rechazo del propio cuerpo y la búsqueda irracional de ideas, como la delgadez, para solucionar todos los problemas. Estas adolescentes, más vulnerables por su pasividad, podrían quedar atrapadas en estas ideas arbitrarias y distorsionadas, sobre las que les es imposible razonar adecuadamente, cosa que consiguen sin dificultad en otros temas (MQo). 11. En esta ideación, utilizada de forma rígida, aunque la situación requiera otro tipo de respuesta (EB Per = 42%), podemos encontrar una de las muchas causas que contribuyen a la dificultad de su tratamiento, a su resistencia al cambio. 2419 Procesos de pensamiento en... (22) ORIGINALES Y REVISIONES 12. Cuando se analizan en conjunto todos los Movimientos Humanos (M) y la suma ponderada de las respuestas de Color Cromático (Sum Pond C), integrantes del EB, obtenemos una nueva derivación: la Experiencia Actual (EA), que nos indica qué recursos disponibles tiene el sujeto. Este análisis nos permite señalar otra peculiaridad de las PAN; nos pone de manifiesto que estas pacientes cuentan buenos recursos (EA ≥ 6 = 62%, p < .05) para decidir sus conductas y llevarlas a la práctica sin perder el control. Cuando estos recursos se ponen al servicio de una conducta inadecuada, e incluso destructiva (no comer), resulta muy difícil de modificar y es otra posible explicación de por qué el tratamiento de estas pacientes encuentra tantas dificultades. DISCUSIÓN Sintetizando los resultados Rorschach obtenidos a partir del análisis de la Tríada Cognitiva, podemos concluir que las PAN pueden captar de forma muy adecuada la información que procede de su entorno (Procesamiento) y, aunque la sesgan en alguna medida al traducirla (Mediación), este sesgo no resulta significativo puesto que también aparece en los otros grupos evaluados. Donde radican sus problemas es en el área de la Ideación, cuando elaboran la información, cuando conceptualizan y construyen nuevos conceptos con los datos que previamente han captado correctamente y han traducido de forma bastante adecuada. Este problema es importante porque estas adolescentes utilizan la reflexión en gran medida, aunque de forma rígida. Su pensamiento, habitualmente bien ajustado, presenta ocasionales ideas erróneas y pueden llegar a tener características cercanas a las operaciones de tipo delirante. Otra característica de su ideación es una gran pasividad, con una doble repercusión. Por una parte, las hace más vulnerables para aceptar ideas sin someterlas a ningún tipo de crítica. Por otra parte, un pensamiento con estas características es muy poco eficaz, pues da vueltas a las ideas que preocupan, entrando en una rumiación en corto circuito que mantiene ocupado al sujeto pero de forma totalmente improductiva. Aunque en la bibliografía consultada no se ha encontrado otro estudio homologable con el que pudieran compararse los resultados obtenidos, si podemos establecer una serie de acuerdos/discrepancias con las conclusiones expresadas por otros autores: 1. Las distorsiones perceptivas no parecen fundamentales en esta patología. En el mismo sentido se pronuncian Fernández y otros (62; 63) al hablar de la imagen corporal en la AN, considerando que en la distorsión corporal de estas pacientes no se observan distorsiones de tipo perceptivo, sino componentes emocionales o actitudinales. El análisis del agrupamiento de la Autopercepción en Rorschach, añadiría información sobre este tema, lo que será objeto de una ulterior publicación. 2420 Procesos de pensamiento en... ORIGINALES Y REVISIONES (23) 2. Se aporta una base empírica, desde la perspectiva de la evaluación psicológica de la personalidad, a las opiniones de otros autores que señalan los problemas de pensamiento como capitales en esta patología (3; 4; 5; 6; 7; 8) matizando, dentro de los procesos cognitivos del sujeto, que es en el área de la Ideación donde radica el principal problema. Las PAN tienen pensamientos distorsionados en temas relacionados con el peso, la comida, talla e imagen, aunque son capaces de razonar adecuadamente en otros temas (3). Incluso se habla de distorsiones cognitivas, con matices delirantes en algún momento (4). Halmi señala (64) que en ocasiones, sus juicios irreductibles que rechazan la contrastación objetiva, hacen pensar en mecanismos delirantes. 3. En cuanto a las frecuentes relaciones entre AN y fenomenología obsesivocompulsiva, señaladas ampliamente por diversos autores (3; 12; 13; 14; 15; 16; 17; 18; 19; 65; 66), no se nos confirman en Rorschach en cuanto a pensamiento se refiere. Ni la forma de procesar la información ni la forma de codificarla corresponden al funcionamiento cognitivo obsesivo, aunque la ideación deliberada pasiva, en cortocircuito, que mantiene ocupado al sujeto de forma improductiva e ineficaz, pueda manifestarse en la clínica con una apariencia obsesiva. En el DSM-IV (37) se considera que las obsesiones son pensamientos, ideas, impulsos o imágenes de carácter persistente que el individuo considera intrusas e inapropiadas y que provocan ansiedad o malestar significativo, aclarando que este concepto hace referencia a que el contenido de la obsesión es ajeno y que está fuera de su control, y no encaja con el tipo de pensamiento que el sujeto querría tener, aunque los considera como productos de su mente. En la CIE-10 (67) se habla de ideas que irrumpen una y otra vez en la actividad mental del sujeto, de forma estereotipada, de pensamientos percibidos como propios a pesar de ser involuntarios. La ideación obsesiva, tal y como ha sido descrita en estos manuales diagnósticos, es una ideación no deliberada, lo que en Rorschach vendría determinado, sobre todo, por un aumento de respuestas de tipo irritativo, de tipo no deliberado, es decir, por un aumento de FM + m. Sin embargo, en los datos obtenidos no hay un aumento de ideación no deliberada (FM + m) y sí se aprecia un aumento significativo de ideación deliberada pasiva (Mp), lo que implica, según Rorschach, que estas ideas son iniciadas por el propio sujeto, aunque aceptadas de forma acrítica y pasiva. La clínica, además, corrobora que las pacientes anoréxicas no hacen crítica de estos pensamientos, no los consideran absurdos ni parecen intentar evitarlos. Por tanto, según estos datos de Rorschach, el funcionamiento cognitivo de las PAN difiere del funcionamiento obsesivo no solo en su forma de procesar la información y en su forma de traducirla (Mediación), sino también en su forma de elaborarla (Ideación). 2421 Procesos de pensamiento en... (24) ORIGINALES Y REVISIONES 4. Esta pasividad del pensamiento no resulta ni avalada ni rechazada por la bibliografía consultada. Sin embargo, podría dar respuesta a la pregunta formulada por algunos autores (68) sobre cómo se produce la internalización de los mensajes poco realísticos, provenientes todos ellos de los medios de comunicación y de las presiones sociales, que preconizan un estereotipo concreto y, por otra parte, inasequible para la mayoría. Una de las limitaciones de esta investigación proviene del sexo de los participantes, sólo mujeres. Esta limitación refleja la propia incidencia de la patología anoréxica, ya que el 90-95% son mujeres (69). El grupo de varones, evaluado paralelamente al realizar este estudio, todavía constituye una muestra muy exigua, que será objeto de posteriores estudios y comparaciones. En cuanto al tamaño de la muestra, pequeño en términos poblacionales, es suficientemente amplio en estudios con Rorschach (27; 58). Teniendo en cuenta los tamaños muestrales y el tipo de muestreo subjetivo, como es lo habitual en investigaciones psicológicas, en las que no se suele tener la posibilidad de hacer una asignación aleatoria de los sujetos, obtenemos tamaños de efecto en torno a valores medios y potencias estadísticas cercanas a las propuestas por Cohen y otros autores (70; 71), lo que permite que los resultados puedan considerarse bastante sólidos. Aunque plantearía grandes dificultades, sería interesante realizar una investigación similar en la que la muestra estuviera constituida por anoréxicas «con éxito» (modelos, deportistas, etc), sin historia psicológico/psiquiátrica, para poder comparar los resultados con los obtenidos con estas pacientes. ¿Se podría pensar que mantendrían la misma actividad ideacional?. Los resultados aquí obtenidos tienen una serie de implicaciones prácticas. En cuanto al tratamiento se refiere, parece obvio que al diseñar un plan de intervención terapéutica global para estas pacientes, deberá incluirse una parte del mismo encaminada a modificar esta ideación, esta forma de pensar alterada, para lo cual la reestructuración cognitiva parece ser una estrategia idónea. También podemos entender, a través de algunas variables Rorschach, las dificultades que el tratamiento de la AN plantea y que el pronóstico de este cuadro, en general no sea bueno, ya que se puede constatar la presencia de índices de pronóstico desfavorable para un tratamiento psicoterapéutico: a) ideación pasiva e ineficaz (Mp); b) estilo rígido (EB Per); c) buenos recursos para decidir las conductas (EA) y la posibilidad de llevarlas a la práctica y mantenerlas sin impulsividad. Resulta evidente la dificultad que supone el que un único profesional pueda abordar adecuadamente una patología tan compleja como ésta, que requiere la intervención coordinada de diversos profesionales, desde la integración de distintos modelos teóricos (72). En el tema de prevención, y según nuestros datos, sería importante, desde sectores como por ejemplo el educativo, enseñar a nuestros adolescentes a tomar posturas activas, resolver problemas, tomar 2422 Procesos de pensamiento en... ORIGINALES Y REVISIONES (25) decisiones, desarrollar conductas asertivas, participar en grupos de actividades y cooperación, desarrollar su capacidad de crítica, etc; en suma, dotarles de recursos psicológicos suficientes, o potenciar los que tienen, para que sean capaces de afrontar de forma adecuada las dificultades que les plantea un entorno cada vez más complejo, sin recurrir a respuestas inadecuadas o francamente patológicas. AGRADECIMIENTOS Al Dr. Gonzalo Morandé, que me facilitó el acceso a sus pacientes anoréxicas. Al Dr. John Exner y a la Dra. Concepción Sendín, por su ayuda y apoyo a lo largo de la elaboración de esta investigación. Su confianza en este proyecto fue un constante estímulo. Posteriormente, sus opiniones acerca de los resultados obtenidos, han contribuido sustancialmente a mi interés por difundirlos. BIBLIOGRAFÍA 1. Bruch, H. «Perceptual and conceptual disturbances in anorexia nervosa». Psychosomatic Medicine, 1962, 24: 187-194. 2. Russell, G. F. M. « Anorexia nervosa and bulimia nervosa». In G. F. M. Russell, & L. Hersov (Eds.), The neuroses and personality disorders. Cambridge: Cambridge University Press, 1983. 3. Turón, V. Trastornos de la alimentación: Anorexia nerviosa, bulimia y obesidad. Barcelona: Masson, 1997. 4. Morandé, G.: y otros. Protocolo de trastornos del comportamiento alimentario. Madrid: Instituto Nacional de la Salud, 1995. 5. Hsu, L. K. 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Carmen García Alba Doctora en Psicología Instituto José Germain de Leganés (Centro de Salud Mental Infanto-juvenil) Madrid garciaalba@ wanadoo.es 2427 Procesos de pensamiento en... (30) 2428 ORIGINALES Y REVISIONES (31) Eulàlia Izquierdo Munuera, Eduard Fernández, Montse Sitjas, Maria Elias, David Chesa. DEPRESIÓN Y RIESGO DE DEMENCIA DEPRESSION AND RISK OF DEMENTIA Resumen Desde ya hace algunas décadas existe una polémica creciente respecto al hecho de si la depresión melancólica en edades geriátricas debería constituir una entidad nosológica distinta a la del resto de depresiones. Varios estudios han constatado que existen factores biológicos, psicológicos y sociales diferenciales entre ellas que podrían justificar tal distinción. Además, recientemente, encontramos numerosos estudios que apoyan la hipótesis de que la depresión geriátrica constituye un factor de riesgo para el desarrollo de una demencia. Y aunque de sobras es conocida la diversidad de diagnósticos posibles de trastornos afectivos y también la heterogeneidad en su presentación clínica, en este artículo se revisaran algunas de las últimas investigaciones sobre el papel de la depresión involutiva en el desarrollo de una futura demencia y el papel de otros factores dentro de esta asociación. Finalmente, se expondrán también las hipótesis etiológicas para esta asociación más defendidas en la actualidad. Palabras Clave: Depresión geriátrica. Depresión de inicio tardío. Demencia. Riesgo. Summary For a few decades an increasing controversy exists with respect to whether melancholic depression in geriatric ages should constitute a different nosologic entity from the rest of depressions. Several studies have discovered different biological, psychological and social factors between them, which could justify this distinction. Moreover, we can find many recent studies that support the hypothesis that geriatric depression could be a risk factor for the development of a future dementia. Although a diversity of possible affective disorders diagnoses and the heterogenety of its clinical presentation, in this paper a few of the last investigations about the role of the involutive depression in the development of a future dementia are reviewed. The role of other factors within this association are reviewed too. Finaly, the most defended aetiologyc hypothesis for this association will be shown. Key Words: Geriatric depression. Lateonset depression. Dementia. Risk. Depresión y riesgo de demencia (32) ORIGINALES Y REVISIONES INTRODUCCIÓN La demencia constituye la tercera causa de mortalidad en los países industrializados después de las enfermedades coronarias y el cáncer y, por lo tanto, absorbe gran parte de los recursos sanitarios y sociales. Aunque es reconocida la importancia de este trastorno, el diagnóstico del mismo es complicado debido a su inicio incidioso, la falta de unos límites fronterizos claros entre la declinación cognitiva normal de la vejez y el deterioro patológico de la demencia y, sobretodo, por la ausencia de un marcador biológico fiable y que sea de fácil acceso (1). Su detección correcta y precoz es fundamental por múltiples razones. En primer lugar, es primordial para detectar posibles etiologías reversibles o tratables. En segundo lugar, para la administración adecuada y temprana de fármacos que pueden enlentecer su proceso. Y en tercer lugar, para poder proporcionar información sobre la enfermedad a los familiares e introducirlos en programas terapéuticos grupales o individuales que les facilite un mejor afrontamiento de la enfermedad de su familiar y el mejor cuidado del mismo. Se ha hipotetizado que la depresión podría ser un factor de riesgo para el desarrollo de una demencia. Si ésto fuera cierto, la depresión en las personas mayores nos ayudaría a detectar aquellos casos que con más probabilidad desarrollarán una demencia en los años posteriores, con las consecuencias que ello comportaría a nivel preventivo. El objetivo de esta revisión bibliográfica es recuperar los trabajos más recientes sobre este tema y partiendo de un primer bloque introductorio en el que se expondrán los aspectos definitorios generales de la depresión geriátrica y la demencia y las posibles interrelaciones entre ambas, se llevará a cabo un repaso de distintas investigaciones, así como también de las posibles hipótesis que pretenden justificar esta relación. La finalidad de este artículo es aportar datos que indiquen qué postura adoptar ante personas mayores que presenten sintomatología depresiva y que pueden estar quejándose de déficits subjetivos de memoria. Se trata de déficits reales? El individuo presenta síntomas depresivos pórque es consciente de los déficits iniciales en el curso de una demencia incipiente? Éstas y otras son las preguntas que deberíamos hacernos, lo que se traducirá en una mejor comprensión de un trastorno tan frecuente y aparatoso como la demencia. • Concepto de depresión en la edad avanzada Es bien conocida la gran importancia que a un nivel sociológico comporta el envejecimiento creciente al que, a un nivel mundial, está sometida la población. Ésto, sumado al hecho que la población geriátrica recoge una mayor incidencia y prevalencia de trastornos médicos y psiquiátricos ha promovido en los últimos años una gran proliferación de estudios referidos a este grupo de edad. 2430 Depresión y riesgo de demencia ORIGINALES Y REVISIONES (33) Algunos autores defienden que la depresión podría ser el mayor problema psicopatológico que afecta a la gente anciana y recogen que su prevalencia oscila entre el 0.6% y el 29.7% (2). Estas diferencias en los porcentages están muy relacionadas con los criterios diagnósticos utilizados en la definición de depresión. Mientras algunos hablan de síntomas depresivos, otros se rigen por criterios diagnósticos más estrictos incluyendo en estas cifras a los pacientes que cumplen criterios para el diagnóstico de algun síndrome concreto como el trastorno depresivo mayor o el trastorno distímico. Los síntomas depresivos aparecen aproximadamente en el 15% de la población mayor de 65 años. La prevalencia de la depresión mayor en la misma población es del 3%. Aún así, sólo reciben tratamiento psiquiatrico el 10% de las personas mayores que lo necesitarían (3) lo que nos lleva a pensar que la sintomatología depresiva se encuentra infradiagnosticada en este grupo de la población y probablemente ésto se deba a las dificultades para diagnosticar con claridad estos trastornos en las personas mayores. En relación a los factores clínicos de la depresión se ha observado que, en un grupo significativo de casos, existen variaciones respecto a la clínica de los pacientes más jovenes (3, 4, 5): • Las preocupaciones somáticas son muy frecuentes y pueden presentarse en formato delirante nihilista e hipocondríaco. • El estado de ánimo deprimido o la tristeza vital más típica de pacientes más jovenes se describe con menor claridad en los más mayores. En su lugar se refieren situaciones de vacío, ansiedad o incomodidad, anergia, pérdida de interés, anhedonia y síntomas vegetativos como el insomnio o la anorexia. • Las quejas subjetivas y/o signos objetivos de deterioro cognitivo, sobretodo de la memoria, son importantes en aproximadamente el 10% de las depresiones graves de la persona mayor. • Agitación psicomotriz. Tradicionalmente se ha denominado depresión o melancolía involutiva a este subtipo de depresión y se le ha querido otorgar una entidad nosológica diferenciada. Los criterios diagnósticos internacionales vigentes actualmente -DSM-IV (6) y CIE-10 (7)- y los subtipos de depresión para el paciente geriátrico son los mismos que para los más jóvenes. Aún así, la conocida relación entre edad avanzada y sintomatología depresiva ha planteado cierta confusión respecto al hecho de si la depresión en la persona mayor debería ser considerada un tipo diferente del resto de depresiones. Kraepelin otorgó inicialmente a la melancolía involutiva una entidad clínica diferenciada de la psicosis maníaco-depresiva, para posteriormente incluírla dentro de la misma dada la frecuencia con la que sus pacientes presentaban historia previa de episodios maniaco-depresivos (8). Aún así, la polémica referente a la inclusión o diferenciación de la melancolía involutiva dentro de entidades nosológicas ya 2431 Depresión y riesgo de demencia (34) ORIGINALES Y REVISIONES bién establecidas ha persistido hasta nuestros días. De hecho, no fue hasta la publicación de la CIE-9 (9) y del DSM-III (10) que dicho trastorno se incluyó dentro del apartado de psicosis maníaco-depresiva tipo depresivo y de depresión mayor con melancolía o con síntomas psicóticos respectivamente. Los estudios que en la actualidad argumentan que podría tratarse de un tipo diferente de depresión se basan en las diferencias ya comentadas en la presentación clínica, en la menor frecuencia de antecedentes familiares de depresión, en una mayor coexistencia de neuropatología o atrofia cortical, en cambios en la sustancia blanca, en un mayor empeoramiento cognitivo, en la recurrencia, la comorbilidad médica y en la mortalidad. No obstante, la opinión mayoritaria tiende a incluírla entre las depresiones endógenas unipolares de inicio tardío alegando que las diferencias clínicas entre ésta y las depresiones de inicio precoz se deben precisamente a la diferencia tanto en la edad de inicio como en la edad del individuo que experimenta el episodio actual (3, 5, 11) . No obstante, y dado el objetivo de este trabajo, cabe señalar que sigue existiendo la tendencia entre los distintos investigadores a distinguir entre depresión de inicio precoz, que correspondería a aquella en la que el primer episodio se presenta antes de los 60 años y la de inicio tardío en la que el primer episodio se daría posteriormente. En relación a la posible etiología de la depresión en la edad avanzada se han propuesto explicaciones psicosociales y biológicas. Las primeras se fundamentan en el hecho de que las personas mayores deben enfrentarse a múltiples y simultáneas pérdidas, al empeoramiento de la salut física, al cambio de rol social/ocupacional y, ocasionalmente, a un cambio en el nivel socioeconómico. Se da la necesidad de afrontar la pérdida de seres queridos y, a su vez, de afrontar el advenimiento de la propia muerte. Todos ellos son factores que pueden facilitar una reacción depresiva. Desdel punto de vista biológico, algunos consideran el envejecimiento como un proceso degenerativo que comporta una disminución de la capacidad de adaptación y un aumento de la vulnerabilidad del ser vivo (3). Las teorías actuales atribuyen la depresión a una alteración en el funcionamento de las aminas biogénicas (4). Según éstas existe: a) un incremento de la actividad de la monoaminoxidasa; b) una disminución de la actividad de la tirosinahidroxilasa; c) una hipofunción serotoninérgica; d) una disminución de la serotonina plasmática y plaquetaria; e) una hipofunción noradrenérgica y f) un aumento de autorreceptores a2. En función de todo lo anterior, globalmente se ha dividido en tres subtipos a los pacientes que desarrollan una depresión en edad avanzada (3): • Depresión como prólogo de un cuadro orgánico cerebral. • Depresión ubicada entre las depresiones endógenas unipolares • Reacción vivencial depresiva en edades avanzadas, como respuesta al contexto familiar y social. 2432 Depresión y riesgo de demencia ORIGINALES Y REVISIONES (35) En relación al curso y pronóstico la depresión en la población geriátrica se caracteriza mayoritariamente por remisiones o recidivas por cronicidad. Finalmente, un subgrupo, no despreciable, de pacientes en edad avanzada deprimidos presentan síntomas de déficit cognitivo similares a los que encontramos en la demencia. Se ha denominado a este cuadro pseudodemencia depresiva, pero como ya veremos más adelante este término ha sido ampliamente criticado. Estos pacientes tienden a recuperar su funcionamento cognitivo normal cuando desaparece la depresión. No obstante, se ha visto que, después de un intérvalo asintomático, una proporción mayor de lo esperable por azar puede presentar una demencia primaria franca (4). Éstas son algunas de las posibles relaciones entre la depresión geriátrica y la demencia. Más adelante se comentarán con más profundidad y especialmente esta última por ser el objetivo principal de esta revisión bibliográfica. • Concepto de demencia La demencia ha sido ampliamente estudiada y la mayoría de definiciones (6) (12) (13) coinciden en describirla como un síndrome o estado clínico caracteritzado por un déficit cognitivo múlitple que implica un deterioro significativo de la memoria y de otras funciones cognitivas en relación con el nivel de funcionamento previo del individuo. Así, el aspecto clave es el de deterioro significativo del nivel previo de funcionamento. En las fases más iniciales la sintomatologia que más destaca es el deterioro de la memoria a corto y a la largo plazo, asociado a la aparición progresiva de un deterioro del pensamiento abstracto, de la capacidad de razonamiento y de una alteración de otras funciones corticales superiores como afasia, apraxia y agnosia así como también a importantes cambios de la personalidad. En función de la enfermedad que sustenta el síndrome el patrón de deterioro puede variar, aunque en las últimas fases resultará practicamente imposible diferenciar un tipo de demencia de otro. La sintomatología de la demencia puede dividirse en dos tipos de alteraciones igualmente importantes (12): • Sintomatología cognitiva (amnesia, afasia, apraxia, agnosia,...) • Sintomatología no cognitiva o conductual (depresión, delirios, irritabilidad,...) La interacción entre ambos tipos de síntomas comporta la incapacitación progresiva del paciente con demencia, hasta el punto de hacérsele imposible el llevar a cabo las actividades avanzadas de la vida diaria, posteriormente las instrumentales y finalmente las básicas. El impacto emocional de les pérdidas funcionales es muy importante y suele conducir a generar preocupantes trastornos ansiosos y afectivos en estos pacientes. Resumiendo, la exploración clínica en individuos con una posible demencia ha de ser muy exhaustiva y recoger información que confirme los seguientes criterios (12, 13): 2433 Depresión y riesgo de demencia (36) • • • • • • ORIGINALES Y REVISIONES Nivel de consciencia normal El trastorno debe ser adquirido Los déficits deben persistir en el tiempo Afectar diversas funciones Tener una repercusión apreciable sobre el nivel de funcionamiento personal, laboral y/o social Descartar otras patologías incluídas en un diagnóstico diferencial (síndrome confusional, trastorno psiquiátrico (depresión), lesiones cerebrales focales (afasia progresiva primaria), ... y no determinar el diagnóstico si hay condiciones que imposibilitan un examen correcto del estado mental. En referencia al curso, ha sido polémico el tema de la irreversibilidad y la progresión de los déficits. Aunque históricamente el término demencia implicaba estos dos conceptos, en la actualidad se entiende que la presencia de demencia no implica necesariamente la irreversibilidad o un curso progresivo (6, 13). El DSM-IV (6) especifica que el patrón de déficits de la demencia puede ser progresivo, estático o en remisión. En relación a la reversibilidad, el manual concreta que está en función de la patología subyacente y de la rapidez y disponibilidad de aplicación del tratamiento más eficaz. La forma de inicio y el curso siguiente dependerán también de la etiología subyacente. El DSM-IV sitúa la prevalencia de la demencia tipo Alzheimer (DA) entre el 2 y el 4% de la población mayor de 65 años y explica que tanto ésta como la prevalencia de la demencia vascular (DV) aumentan con la edad, particularmente después de los 75 años, alcanzando valores del 20% o más por encima de los 85 años. Agüera Ortiz (12) estima que el valor en individuos de 65 años es de un 5%, incrementándose exponencialmente según va aumentando la edad, hasta llegar a cifras de un 30% a los 85 años. Yesavage (14) sitúa la prevalencia a los 85 años en un 48%, de forma que la DA podría ser la causa más importante de disfunción en sujetos que superaran esta edad. La forma más frecuente es la DA, entre un 60 y un 70% del total, seguida por la DV. Lobo y cols. (15), representante español del grupo EURODEM, encontró que un 5,5% de una muestra española de 1080 individuos tenían algún tipo de demencia, siendo las más frecuentes las de tipo degenerativo primario (un 4.3% tenían una DA y un 0,6 presentaba DV multiinfarto). Estas cifras justifican el hecho que la DA sea el tipo de demencia más investigado y que, por tanto, la mayoría de artículos incluídos en esta revisión se refieran a esta enfermedad. • Interrelaciones entre demencia y depresión La relación entre demencia y depresión es un tema complejo y ha sido estudiado exhaustivamente. Se trata de dos trastornos que pueden aparecer a la vez y de forma independiente, o bién encontrarse relacionados. En un intento de clasificar la nume2434 Depresión y riesgo de demencia ORIGINALES Y REVISIONES (37) rosa literatura rescatada sobre este tema, algunos autores (12) (16) hablan de tres posibilidades cuando nos encontramos ante un paciente que presenta síntomas de depresión y signos de deterioro cognitivo simultáneamente: 1. Depresión en la demencia (presentación solapada o comorbilidad) 2. Demencia inducida por la depresión (en la que es primordial el correcto diagnóstico diferencial) 3. Depresión que evoluciona hacia una demencia Debido al solapamiento que en ocasiones se produce entre depresión y demencia, puede resultar difícil el diagnóstico diferencial entre ambas entidades. En este punto, nos referimos al trastorno cognitivo real u objetivable producido por un trastorno funcional como la depresión, en ausencia de una patología cerebral detectable que pudiera constituir la causa del mismo. En estos casos, se presume que las alteraciones neuropsicológicas son parcial o totalmente reversibles como consecuencia de la remisión del trastorno de base (14, 15, 17). No obstante, se plantea un problema cuando el nivel de deterioro es muy marcado, pudiendo aparentar clínicamente una demencia orgánica y, por tanto, dificultar el proceso diagnóstico y la toma de decisiones respecto al tratamiento a seguir. El diagnóstico diferencial entre demencia y depresión es complejo y no está exento de dificultades. Es importante remarcar el hecho de que al hablar de diagnóstico diferencial no nos referimos al estudio de la disyuntiva entre demencia y depresión, si bién ya hemos explicitado que el deterioro en estos casos es objetivo, sino a la determinación de un diagnóstico de trastorno depresivo primario o bién de demencia degenerativa primaria. La depresión es una alteración del estado de ánimo que suele cursar con sintomatología de tipo cognitivo, afectando mayoritariamente las funciones atencionales y mnésicas. La depresión en la población geriátrica, frecuentemente se acompaña de quejas subjetivas de mal funcionamiento mental (12), lo que suele conducir a confusión y a la necesidad de realizar exploraciones neuropsicológicas cuidadosas. Aún así, en algunas ocasiones el profesional debe esperar y observar la evolución de los déficits cognitivos, la remisión de los cuales le hará pensar en una patología afectiva subyacente. La mayoría de casos han sido reportados mediante estudios retrospectivos y han dado especial énfasis a la remisión de la patología cognitiva después del tratamiento antidepresivo (16). Últimamente, varios autores asumen que el término pseudodemencia depresiva – adoptado por Madden y usado originariamente por Wernicke (16)- puede conducir a error, sobretodo cuando los conceptos de irreversibilidad y progresividad ya no son necesarios para el diagnóstico de demencia, y postulan que una vez realizado el diagnóstico diferencial entre ambos síndromes, debe asignarse simplemente el término de trastorno depresivo primario y de deterioro cognitivo asociado a la depre2435 Depresión y riesgo de demencia (38) ORIGINALES Y REVISIONES sión (12, 16). Adicionalmente, también se ha criticado el término «pseudo» dado que las alteraciones que se encuentran en estos casos son reales y no simuladas (16). A nivel neuropsicológico es importante resaltar el hecho de que, con frecuencia, el deterioro cognitivo asociado a la depresión es más compatible con el patrón subcortical, el cual incluye enlentecimiento cognitivo, problemas atencionales y mnésicos, disminución de los impulsos motivacionales con una marcada apatía,... (15, 17). Estos datos tienen sentido en tanto en cuanto nos señalan cuales son los casos que deben producirnos más dudas mientras elaboramos el diagnóstico. Recientemente, se puede apreciar una gran polémica respecto al tema de la depresión que evoluciona hacia la demencia. Las investigaciones respecto a este tema empiezan a proliferar. Existe cierto número de casos de depresión de inicio tardío, es decir, que empiezan por primera vez después de los 60-65 años, que acaban evolucionando hacia un deterioro cognitivo y, finalmente, con el tiempo hacia una demencia franca (12). En este trebajo nos centraremos en este tema con más profundidad, estudiando posibles explicaciones para esta interrelación entre ambas patologías y aportando datos de los estudios más recientes sobre el asunto. DEPRESIÓN Y RIESGO DE DETERIORO COGNITIVO PROGRESIVO • Aspectos generales Estudios recientes apoyan la hipótesis que en muchos casos las personas en edad avanzada que són diagnosticadas de depresión a la larga acaban desarrollando una demencia degenerativa primaria. Las depresiones geriátricas se suelen clasificar en depresiones de inicio precoz (DIP) y de inicio tardío (DIT). Las primeras son aquellas en las que el primer episodio se habría dado antes de los 65 años y las segundas habrían empezado posteriormente (2). La mayoría de investigaciones respecto al tema de la depresión que evoluciona hacia la demencia se refieren a la segunda y se dirigen sobretodo a la idea de si podría ser un marcador o si representaría una forma atípica de inicio de la misma. También hay algunos que estudian la DIP como factor que aumentara la vulnerabilidad para la demencia. En estos casos, los resultados que se buscan son aquellos que permitirían añadir la depresión primaria como un factor de riesgo más para la demencia, del mismo modo que lo son las enfermedades cardiovasculares, el sexo femenino, el bajo nivel educativo,... También es controvertida la implicación del deterioro cognitivo leve que puede acompañar a la DIT. Varios estudios afirman que el deterioro de la depresión es más frecuente y manifiesto en personas de edad, sobretodo si la depresión es de inicio tardío (16). Algunos autores sostienen que, en estos individuos, la depresión y el deterioro cognitivo podrían tener una causa orgánica común (12) (16). Respecto al concepto de pseudodemencia, que ya previamente hemos discutido, Bulbena y Berrios (16) muestran un porcentage sustancial de pacientes con estas características que 2436 Depresión y riesgo de demencia ORIGINALES Y REVISIONES (39) algunos años más tarde son diagnosticados de demencia, lo que nuevamente pone en entredicho el concepto de pseudodemencia como un proceso reversible por definición. Emery y Oxman (16) proponen un espectro de disfunción cerebral donde la depresión, el deterioro cognitivo y la demencia formarían parte de un continuum más que ser entidades clínicas diferenciadas. Con ésto, según estos autores, la atención debería centrarse en los mecanismos fisiopatológicos y no en el diagnóstico diferencial y se dejaría de fomentar la frecuente dicotomía entre «demencia depresiva» como funcional y reversible y «demencia degenerativa» como orgánica e irreversible, con las implicaciones terapéuticas que ello conllevaría. Lo cierto es que es muy difícil establecer cual es la relación exacta entre la sintomatología depresiva y el deterioro progresivo de las funciones cognitivas y cual de los dos podría ser el proceso primario o bién si podrían serlo los dos. Hay mucha controversia respecto a las posibles explicaciones que podrían estar en la base de este hecho. Más adelante se expondrán las hipótesis explicativas más defendidas en la actualidad. • Trabajos de investigación El estudio más antiguo revisado en este trabajo está fechado en 1996 y fué llevado a cabo por Buntix y cols. (18). Estos autores presentan un estudio de cohorte retrospectivo basado en una muestra extraída del registro de práctica médica general constituída por 19.103 pacientes de edades iguales o superiores a los 50 años. La hipótesis perseguida era si la DIT podría ser un predictor o un factor etiológico de la demencia. El estudio comparaba el riesgo de desarrollar una demencia en los sujetos previamente diagnosticados de depresión involutiva con el riesgo de aquellos pacientes sin ningún diagnóstico previo de depresión. Ambos diagnósticos, el de demencia y el de depresión, se elaboraban mediante los criterios diagnósticos de la ICHPPC-2 (Clasificación Internacional de Problemas de Salud en Atención Primaria). Los resultados (OR 2.38; 95% IC 1.08-5.06) apoyaban la existencia de una relación significativa entre la depresión involutiva y el siguiente diagnóstico de demencia. Además, los autores observaron que el periodo trascurrido entre el diagnóstico de depresión y el de demencia en estos sujetos oscilava entre 1 y 10 años. Tres años más tarde, Pálsson, S. y cols. (19) presentan un artículo sobre depresión, atrofia cerebral, rendimiento cognitivo e incidencia de demencia. En este trabajo pretenden replicar los descubrimientos de investigaciones previas que relacionan la depresión en las personas mayores con cambios orgánicos cerebrales. Los datos se extrajeron de una muestra de 227 personas no demenciadas de 85 años de edad. El seguimiento duró tres años. Las medidas utilizadas fueron los criterios diagnósticos DSM-III-R para la depresión mayor y la distímia, el MMSE y una entrevista semiestructurada para la evaluación del funcionamiento cognitivo y el diagnóstico de demencia y la TAC craneal para la medida de atrofia cerebral. Los resultados les 2437 Depresión y riesgo de demencia (40) ORIGINALES Y REVISIONES permitieron concluír que si había una asociación entre depresión y atrofia cerebral en la gente mayor, ésta no era demasiado sólida. En su muestra tanto los individuos con DIT como los individuos con DIP mostraban deterioro cognitivo leve, pero sólamente un pequeño grupo de aquellos con DIP habían aumentado el riesgo de padecer una demencia. La mayor incidencia de demencia en éstos podría explicarse por la prolongada exposición a los síntomas depresivos que habrían provocado elevadas concentraciones de glucocorticoides, los cuales, a su vez, podrían haber producido daños cerebrales sutiles, especialmente en el hipocampo. A estas conclusiones añaden que un nivel educativo elevado (6 o más años de escolarización) podría proteger, a los individuos deprimidos, contra los posibles déficits cognitivos. Los autores refieren que es posible que no encontraran una mayor asociación, replicando de este modo numerosos estudios previos, dado el relativo alto nivel educativo de la población sueca, de donde se extrajo la muestra. En abril de 2000 Zalsman, G y cols. (20) presentan un estudio de caso control de pacientes hospitalizados psiquiátricamente con depresión mayor de inicio tardío. Este estudio replica los descubrimientos de trabajos previos. En este caso, no obstante, no lo hace en población general, sino con una muestra clínica. Los diagnósticos de demencia y de depresión se llevaron a cabo mediante los criterios diagnósticos DSM-IV y las medidas cuantitativas se obtuvieron mediante el MMSE y la Short Geriatric Depresion Scale-Hebrew Version. Según sus resultados (OR 1.94*; 95% IC 0.98-3.84), la probabilidad de que un paciente psiquiátrico con DIT desarrolle una demencia es el doble de la de individuos sin historia previa de depresión. Geerlings y cols. (21) presentan los resultados de dos estudios comunitarios prospectivos de los Países Bajos, con el objetivo de valorar si las personas mayores deprimidas con las capacidades cognitivas preservadas tienen un mayor riesgo de padecer un deterioro cognoscitivo e, incluso, de desarrollar una DA. Las muestras de ambos estudios eran independientes y habían sido extraídas respectivamente del Amsterdam Study of the Elderly (AMSTEL) y del The Longitudinal Aging Study Amsterdam (LASA). La primera estaba compuesta de 5666 personas no institucionalizadas, de edades comprendidas entre los 65 y los 84 años y la segunda de 3107 personas en edad avanzada. Ambos estudios obtenían los datos de deterioro cognitivo mediante el MMSE. Respecto a la depresión, en el primero era medida mediante la Geriatric Mental State Schedule (GMS) y en el segundo a través de la Center for Epidemiologic Studies Depresion Scale (CES-D). Los resultados indicaron que tanto en la primera como en la segunda muestra la depresión iba asociada a un aumento del riesgo para el desarrollo de la DA y, por lo tanto, de deterioro cognitivo. Aún así, estos datos sólo eran significativos cuando los sujetos tenían un elevado nivel educativo. Así pués, los autores concluyen que en los individuos con un elevado nivel educativo la depresión podría ser una manifestación precoz de la DA antes que los déficits neuropsicológicos empezaran a ser aparentes. 2438 Depresión y riesgo de demencia ORIGINALES Y REVISIONES (41) Los autores proponen dos posibles explicaciones para estos resultados. En primer lugar, sugieren que la depresión podría ser una reacción psicológica en percibir el deterioro cognitivo inicial. Ésto sería posible en estadios muy iniciales del proceso degenerativo cuando los pacientes todavía son conscientes de sus fallos en las capacidades mentales. Esta explicación implica que la depresión sería secundaria al proceso demencial y que los síntomas depresivos podrían ser un indicador precoz del inicio de la demencia. La segunda opción explicativa, remarca que la depresión podría ser un síntoma inicial del proceso neuropatológico de la DA. En este caso, las diferencias en cuanto al nivel educativo se explicarían por el hecho que en estos individuos sería más fácil detectar un deterioro en comparación con el nivel previo de funcionamiento. En un trabajo posterior (22), los mismos autores concluyen nuevamente que el humor depresivo parece indicar una forma subclínica de la DA en las personas mayores con elevado nivel educativo. En este artículo, incluyen también la apreciación subjectiva del enlentecimiento cognitivo como indicador del inicio de la DA. En nuestro país, encontramos una investigación muy reciente llevada a cabo por Franco Martín, M. et al. (23) que pretende replicar la presencia de una relación entre los síntomas depresivos y el riesgo posterior de deterioro cognitivo en personas en edad avanzada. La muestra estaba formada por 556 personas de más de 60 años institucionalizadas en centros geriátricos o gerontológicos de la provincia de Zamora y fueron reevaluadas a los 18 meses. Las medidas utilizadas fueron el Miniexamen Cognoscitivo (MEC) para la evaluación cognitiva, y la Geriatric Depresion Scale (GDS), la escala de Zung-Conde y la Self-rating Depresion Scale (SDS) para la depresión. Los autores concluyen que existe una asociación, aunque inferior a la encontrada por otros estudios, entre la sintomatología depresiva y el deterioro cognitivo, pero sin que ésta sea causal. Geerlings y cols (21), en sus conclusiones, se referían al papel de la apreciación subjetiva de los déficits en memoria sobre la probabilidad de desarrollar una demencia. En un estudio del año 1997 Schmand et al. (24) ya intentaron estudiar la relación entre las quejas subjetivas de memoria (QSM) en la gente mayor, el papel de la depresión y la futura demencia. La muestra la formaban 2114 sujetos extraídos del estudio AMSTEL de los Países Bajos. Se trataba de individuos no demenciados y con puntuaciones en el MMSE dentro de la normalidad. Los autores reevaluaron el estado mental de estos individuos al cabo de 4 años. Midieron las QSM con una escala diseñada previamente y la demencia y la depresión con la Geriatric Mental State Schedule (GMS). Los resultados les permitieron concluír que las QSM no son una característica secundaria de la depresión, sino que, en parte, reflejan la autoapreciación realista del deterioro cognitivo. No obstante, no se encontró una relación significativa entre estas QSM y la depresión, llegando a la conclusión que la relación entre QSM y demencia es independiente del papel de la depresión. Probablemente, ambas 2439 Depresión y riesgo de demencia (42) ORIGINALES Y REVISIONES mantienen una influencia recíproca sin que ésta cambie los efectos independientes de cada una de ellas sobre la demencia. Aunque estos autores no encuentran una relación significativa entre depresión y QSM, otros investigadores (25) sí obtienen una asociación fuerte entre las dos, concluyendo, además, que esta asociación es más fuerte que la encontrada entre QSM y deterioro cognitivo objetivo. Recientemente, Stewart, R et. al. (2001) (25) llevan a cabo un estudio con una muestra extraída de una población africano-caribeana del sud de Londres y compuesta por sujetos de entre 55 y 75 años. El objetivo de este trabajo es triple: 1) confirmar la relación entre depresión y QSM en esta población; 2) examinar la asociación entre QSM y otros factores de riesgo: nivel educativo, autoevaluación de la salud física, factores de riesgo vasculares y genotipo APOE e4; y 3) investigar las relaciones entre QSM y la ejecución en test cognitivos. Respecto a los objetivos, por un lado, los resultados del estudio sugieren que existe una fuerte asociación entre depresión y QSM. Por el otro, los datos confirman la existencia de una relación entre la apoliproteína E alelo 4 (APOE e4) y una peor autoevaluación del funcionamiento cognitivo, lo que ya se había encontrado en estudios previos (25). Además, esta relación no se explica por la presencia de una historia familiar de demencia en los grupos con APOE e4. Referente al papel de la depresión, sugieren que la asociación entre APOE e4 y QSM parece ser modificada por la presencia de sintomatología depresiva medida con la GDS, ya que ésta es mucho más significativa en el subgrupo de individuos con depresión. Se trata de un descubrimiento importante, dado que apoya la idea de que las QSM pueden suponer una apreciación realista del deterioro cognitivo y, por lo tanto, ser un indicador de riesgo independiente. No deberíamos asumir que, simplemente, son secundarias a la depresión. Los resultados de los autores insinúan que las QSM deberían ser tenidas en cuenta seriamente y, particularmente, cuando se asocian con depresión. Con anterioridad ya se hizo referencia al hecho que la mayoría de estudios distinguen entre DIT y DIP, centrándose sólamente en una de ellas. La mayoría de los estudios reportados hasta aquí, se referían a la primera. El trabajo de Pálsson et. al. (19) encontraba una relación entre la DIP y la mayor vulnerabilidad hacia la demencia. El pasado año, Heun, R., y cols. (26) publican un artículo referido a un estudio familiar de DA en personas de edad avanzada con DIT y DIP. Los autores pretenden replicar otros estudios que han encontrado una agregación familiar de DA y depresión simultáneas, así como también los que han mostrado que hay un mayor riesgo de depresión y otros trastornos psiquiátricos en los familiares de pacientes con DA y viceversa. La información diagnóstica de los familiares se extrajo de evaluaciones estructuradas directas y de cuestionarios de historia familiar y riesgo de demencia familiar. Los resultados sugieren que el riesgo de demencia degenerativa primaria se encuentra aumentado en aquellos individuos con familiares afectados de DA y con familiares afectados de DA y depresión comórbidas, en comparación con los familiares del grupo control. Ésto, sin embargo, sólo sucedía cuan2440 Depresión y riesgo de demencia ORIGINALES Y REVISIONES (43) do la depresión era de inicio tardío. En cuanto a la hipótesis de si los tres trastornos presentan una heredabilidad común los resultados indican que la demencia degenerativa primaria y la DIP representan entidades clínicas con diferente heredabilidad. La DIT tampoco presenta una heredabilidad común ni con la DA, ni con la DIP, pero presenta una modesta agregación familiar. Una de las explicaciones de la relación entre depresión y desarrollo ulterior de demencia, como veremos más adelante, es la posibilidad de que la depresión sea una reacción psicológica ante la toma de conciencia del deterioro cognitivo. Las personas con anosognosia tienen una autopercepción pobre de sus habilidades valorándolas como mejores de lo que son en realidad. La depresión también se ha asociado a una autoapreciación errónea de las capacidades cognitivas, pero en este caso como peores de lo que son objetivamente (27). Es posible que la depresión y la anosognosia estén relacionadas de alguna manera? Y si es así, es posible que tengan algo que ver con el inicio incipiente de una demencia? Respecto a este asunto existen dos trabajos, más o menos recientes, que estudian el papel de la anosognosia dentro de esta relación. Starkstein, S.E. y cols. (28) exponen los resultados de un estudio prospectivo longitudinal -a 2 años- sobre depresión y anosognosia en la DA en una muestra de 65 pacientes con DA. Algunos de los instrumentos utilizados fueron: los criterios NINCDSADRDA para la demencia; la Estructured Clinical Interview (SCID); la Hamilton Depresion Scale (HAM-D); el Anosognosia Questionnarie-Dementia (AQ-D) y el MMSE. La evaluación inicial les permitió diferenciar tres grupos: uno con depresión mayor, otro con distímia y otro sin síntomas depresivos. Después del seguimiento, concluyeron que mientras la distímia en la DA es un trastorno emocional breve, la depresión mayor es un trastorno más duradero. La anosognosia es otro trastorno prevalente entre los pacientes con DA y aumenta con la progresión de la enfermedad. Entre los pacientes con DA distímicos había una relación inversamente significativa entre los cambios en la puntuación en anosognosia, durante el seguimiento, y la puntuación en depresión. Estos datos apoyarían la hipótesis de la depresión como reacción emocional ante la toma de conciencia de los déficits cognitivos iniciales de la demencia. El segundo trabajo al que nos referimos es el llevado a cabo por Smith, C.A. et al (27). En este estudio exploran la relación entre anosognosia, severidad de la demencia, síntomas depresivos y funcionamiento cognitivo en una muestra de pacientes diagnosticados de DA probable. Para la valoración de la anosognosia utilizan el Assessment of Impairment Insight (AII). Para la evaluación del deterioro cognitivo los autores utilizan una batería neuropsicológica exhaustiva y para la medida de depresión la Geriatric Depresion Scale (GDS) de Yeasavage. El análisis de los datos indica que la anosognosia se relaciona con la severidad de la demencia, pero sólo cuando los efectos de la depresión són controlados estadísticamente. Los autores teorizan que es probable que la gente con sintomatología depresiva muestre menos deterioro del insight o de la capacidad de valorar los propios déficits. 2441 Depresión y riesgo de demencia (44) ORIGINALES Y REVISIONES • Hipótesis explicativas Jorm, A.F. (29) publica una revisión bibliográfica con el objetivo de valorar si la depresión constituye un factor de riesgo para la demencia o el deterioro cognitivo. El meta-análisis le permite extraer seis hipótesis explicativas de la asociación que, como hemos visto, han encontrado varios estudios: 1) los tratamientos antidepresivos son un factor de riesgo para la demencia; 2) la demencia y la depresión tienen factores de riesgo comunes; 3) la depresión es un pródromo de la demencia; 4) la depresión como una reacción psicológica temprana al deterioro cognitivo; 5) la depresión afecta el umbral de manifestación de la demencia; y 6) la depresión es un factor causal de la demencia. 1. Los tratamientos antidepresivos como factor de riesgo para la demencia Los fármacos antidepresivos podrían ser los responsables de esta asociación. Es bien sabido que en la base de la DA se encuentra una alteración, por déficit, en la neurotransmisión colinérgica y que, por otro lado, los fármacos antidepresivos tricíclicos producen un efecto anticolinérgico. La hipótesis se dirige al hecho que la exposición prolongada al tratamiento con determinados antidepresivos podría predisponer biológicamente al desarrollo de una futura demencia. Un estudio llevado a cabo por Butters, M.A. y cols. (30) investiga precisamente los cambios en el funcionamiento cognitivo del tratamiento antidepresivo continuado en casos de DIT. Los autores concluyen que las personas con depresión y con deterioro cognitivo de base pueden mejorar en áreas específicas siguiendo el trata miento antidepresivo, pero no necesariamente llegan a niveles normales de funcionamiento, particularmente en memoria y funciones ejecutivas. También llegan a la conclusión que las personas con DIT sometidas a tratamiento farmacológico tienen un mayor riesgo de desarrollar una demencia progresiva primaria. 2. Factores de riesgo comunes para la demencia y la depresión Aunque Jorm, A.F. (29), nuevamente, apoya levemente esta hipótesis y explica que el único factor común posible es la preexistencia de enfermedad vascular y que ésta aumentaría el riesgo de DV y no de DA. Recordemos que Heun et al. (2001) en un estudio sobre agregación familiar concluyen que la heredabilidad de la depresión y de la demencia es independiente. En un estudio del 2001 Baldwin y O’Brien (31) evaluaron neuropatológicamente 11 individuos que habían muerto durante un episodio depresivo bien documentado y concluyeron que el riesgo que tienen los pacientes de desarrollar deterioro cognitivo durante un episodio depresivo no estaba relacionado con un aumento de los cambios neuropatológicos vasculares o tipo Alzheimer. Ésto indicaba que otros mecanismos deberían constituir la base tanto del deterioro cognitivo asociado a la depresión como de la observación que la depresión es un factor de riesgo para la demencia. 2442 Depresión y riesgo de demencia ORIGINALES Y REVISIONES (45) Recientemente, en el 2002, Baldwin y O’Brien (32) publican una revisión bibliográfica de la literatura de los últimos 5 años referente a la base vascular de la DIT. Revisan la evidencia a favor de la asociación entre trastorno cardiovascular y depresión y entre trastorno cerebrovascular y depresión. Los resultados les llevaron a la conclusión de que existe una fuerte evidencia a favor de la asociación entre trastorno cardiovascular y depresión, pero no se circunscribe a la población geriátrica. También sobre la asociación entre trastorno cerebrovascular y depresión, especialmente cuando se da en edades avanzadas. A partir de los resultados de la revisión concluyen que hay suficiente evidencia que sugiere un vínculo causal entre enfermedad cerebrovascular y depresión, especialmente cuando se da en la edad avanzada y ésto les permite defender el concepto emergente de Depresión Vascular. Otros autores han hipotetizado que la depresión y la demencia podrían tener en común la vulnerabilidad genética encontrando una relación entre las QSM y la presencia de APOE ε4 en individuos deprimidos (25). Otros autores (14) proponen que el aumento de la incidencia de depresión en la gente mayor y el deterioro cognitivo podrían estar relacionados, de forma independiente, con cambios que se dan a nivel de SNC con la edad. En aumentar la edad podrían darse alteraciones en el genoma que fueran la causa de una síntesis alterada de proteínas y de la disminución del metabolismo de la glucosa, disminuyendo de esta manera la actividad metabólica cerebral con el subsiguiente impacto en el metabolismo de neurotransmisores. Algunos estudios con personas en edad avanzada, como el de Yesavage, S.A. (14), han mostrado una disminución de las concentraciones de monoaminas (NA, DA, 5-HT,...) y de sus metabolitos. Ésto podría tener tres consecuencias principales: 1) deterioro de la función cognitiva, como resultado de la degeneración de los sistemas colinérgico y adrenérgico afectando la memoria, la atención, la actividad psicomotriz y el procesamiento de la información; 2) labilidad emocional y agresividad; y 3) si la disminución de catecolaminas causa depresión podría argumentarse que el proceso de envejecimiento predispone biológicamente a la depresión. Estos datos pueden aportar una explicación del aumento de incidencia de depresión en pacientes geriátricos. Lo que no queda tan claro es si pueden sugerir que este proceso también puede predisponer al deterioro progresivo que constituye la demencia primaria, o si el deterioro encontrado en estos casos no sería progresivo sino que se estabilizaría como un deterioro cognitivo asociado a la edad sin llegar nunca a cumplir criterios de demencia. Algunos estudios han intentado hacer una diferenciación entre la DIP y la DIT en relación a este tema. Algunos de ellos describen, en pacientes con DIT, una menor probabilidad de historia familiar de depresión y una mayor incidencia de cambios estructurales cerebrales como ensanchamiento generalizado de los surcos, dilatación ventricular, pérdida de sustancia blanca y mayor prevalencia de leucoencefalopatía 2443 Depresión y riesgo de demencia (46) ORIGINALES Y REVISIONES (16). Por ésto, muchos concluyen que la DIT se asocia con los cuadros neurológicos de demencia más que con la DIP, teniendo una etiología diferente a la de esta última (16). Existen dos estudios (16) en los que pacientes mayores con inicio tardío de la depresión tenían menor puntuación en el MMSE que aquellos con DIP, lo que no podía explicarse por diferencias en edad o sexo, habiéndose relacionado este deterioro con medidas de TAC craneal. En otro estudio (16) se observó que la combinación de un primer episodio depresivo en la ancianidad y deterioro cognitivo se asociaba con historia familiar de síndrome de Down o de retraso mental, lo que a su vez se ha relacionado en estudios previos con un subtipo de la enfermedad de Alzheimer que tendría una causalidad genética. En definitiva, parece ser que si existe alguna probabilidad de encontrar una causalidad común entre demencia y depresión, ésta implicaría a la DIT, pero no a la DIP. 3. La depresión como pródromo de la demencia Kraepelin (32) ya consideró que la depresión era un pródromo muy frecuente en la DA. Pródromo es aquel malestar o aquellas alteraciones conductuales sutiles que preceden la aparición de una enfermedad. Algunos sinónimos serían precursor, enunciador, presagiador,... Los estudios de casos clínicos en los que individuos que inicialmente son diagnosticados de depresión acaban desarrollando una demencia franca apoyan esta hipótesis. Un posible mecanismo biológico que justificara esta conjetura sería que la DA facilitara una depresión a través de la pérdida más inicial de neuronas noradrenérgicas. Algunos estudios neuropatológicos han reportado que los pacientes que sufrían DA y depresión tenían una pérdida más importante de células noradrenérgicas del locus coeruleus comparados con los pacientes con DA sin depresión (29). Devanand, D.P. y cols. (33) observaron en un grupo de 1000 sujetos de 60 años, que de los que no cumplían criterios de demencia, el estado de ánimo depresivo era más frecuente en aquellos que tenían mayor deterioro cognitivo. El humor depresivo de base aumentaba la probabilidad de que durante el periodo de seguimiento estos individuos fueran diagnosticados de demencia. Estos datos son consistentes con la idea de que la depresión podría ser un pródromo de la DA. Jorm, A.F. (29) respecto a esta hipótesis concluye que es posible, pero pone la causa en un posible trastorno cerebrovascular de base. Según ésto, si la depresión constituye un pródromo para la demencia, lo hace para la DV. 4. La depresión como una reacción psicológica temprana al deterioro cognitivo Anteriormente ya nos hemos referido a algunos estudios sobre anosognosia, depresión y DA que apoyarían este postulado (27, 28) que sólo podría darse si las personas en estadios muy precoces de la demencia tuvieran conciencia de su pérdida de capacidades cognitivas. 2444 Depresión y riesgo de demencia ORIGINALES Y REVISIONES (47) Jorm, A.F. 29) no da demasiado apoyo a esta explicación dado que si fuera cierta los síntomas depresivos habrían de seguir inmediatamente al deterioro cognitivo y en realidad parece que lo preceden. Este autor refiere que en la diversa literatura esta hipótesis nunca ha sido totalmente probada. 5. La depresión afecta el umbral de manifestación de la demencia Nos referimos al hecho que la depresión podría disminuir el umbral de expresión de la demencia probocando una temprana manifestación de la misma. Algunos estudios (29) han demostrado que los factores psicosociales como un bajo nivel educativo o bajo nivel premórbido de inteligencia tendrían más efecto en la detección clínica de la demencia que la propia patología cerebral. Los individuos que tendrían menos reserva neural o cognitiva tendirían a sobrepasar el umbral de apreciación clínica en un estadio más precoz de la enfermedad. Es decir, en individuos con niveles culturales e intelectuales más elevados, los déficits tardarían más tiempo en traducirse en un deterioro funcional evidente y, por lo tanto, la demencia en estos últimos se detectaría más tarde o evolucionaría más lentamente. Parece que la depresión comporta una serie de déficits cognitivos que sumados a los déficits de un estadio muy precoz, e indetectable clínicamente, de una demencia podrían llevar a un diagnóstico precoz de la misma. De este modo, la hipótesis del umbral postula que la depresión estaría relacionada con un diagnóstico precoz de la demencia. 6. La depresión como factor causal de la demencia Esta hipótesis es sugerida a partir de la teoría de la «cascada glucocorticoidea» postulada por Sapolky, R.M. (29). Mientras que, a corto plazo, la secreción de glucocorticoides es beneficiosa para el afrontamiento del organismo al estrés, a largo plazo altas concentraciones de estas sustancias pueden resultar perjudiciales. En el hipocampo hay receptores de los glucocorticoides que juegan un papel muy importante en la inhibición de su secreción. La degeneración hipocampal que se da con el envejecimiento causa un deterioro gradual en su feedback inhibitorio. Debido a que la depresión habitualmente involucra el eje hipotalámico-pituitario-adrenal y el hipocampo está atrofiado en la DA, esta hipótesis postula un mecanismo potencial por el que la depresión podría contribuir biológicamente al desarrollo de una demencia. Jorm, A.F. (29) explica que esta hipótesis recibe algun soporte de estudios que han encontrado atrofia hipocampal en pacientes deprimidos. No obstante, todavía no hay evidencia de que la depresión sea la responsable de causar esta atrofia, de que el aumento de la secreción de glucocorticoides desempeñe algún papel o de que la atrofia sea progresiva. En las conclusiones de su estudio de revisión Jorm, A.F. (29) expone que hay suficiente evidencia como para tomarse seriamente la posibilidad de que la depresión 2445 Depresión y riesgo de demencia (48) ORIGINALES Y REVISIONES sea un factor de riesgo para la demencia. Parece que las explicaciones o hipótesis más defendidas hasta ahora, sin tener en cuenta las limitaciones que presentan, son las dos primeras: tratamiento antidepresivo como factor de riesgo y causas comunes para la demencia y la depresión respectivamente. Finalmente, el resto de teorías, no reciben demasiado apoyo de las numerosas investigaciones. Recordemos que la mayoría de estudios que Jorm analizaba valoraban el riesgo de demencia en individuos con diagnóstico de depresión en los 10 años o más anteriores al diagnóstico de demencia. Algunos de ellos utilizaban individuos más jovenes de 55 años y no diferenciaban tampoco entre DIT y DIP. CONCLUSIONES Resumiendo, aunque algunos de los estudios (19, 32) no han encontrado una asociación significativa entre depresión y desarrollo posterior de demencia, la mayoría de los que hemos revisado (18, 20, 21, 22, 23, 25, 30) concluyen que la depresión muy probablemente sea un factor de riesgo para el desarrollo de la demencia y que una depresión de inicio en la vejez, que además presente signos leves de deterioro, tiene un riesgo elevado de evolucionar hacia una demencia. Se han encontrado datos (20) que han relacionado tanto a la DIP como a la DIT con la subsiguiente demencia. Aún así, la mayoría defienden una mayor asociación entre DIT y demencia. Sería posible que existiesen diferentes mecanismos neurobiológicos implicados en esta asociación para cada uno de los dos tipos de depresión. No olvidemos aquellos estudios que encontraban una relación inversa entre depresión y anosognosia en la enfermedad de Alzheimer que aunque no tenían por objetivo comprobar la hipótesi sí que los resultados la apoyarían de forma indirecta. En cuanto a las hipótesis explicativas de esta relación parece ser que, hoy por hoy, las más plausibles son dos. En primer lugar, y sobretodo refiriéndonos a la DA, que el tratamiento sostenido con fármacos antidepresivos sea un factor de riesgo para la demencia y, en segundo lugar, que la demencia y la depresión tengan una causalidad biológica común. Por lo que se refiere a la DV parece que la depresión podría ser un pródromo de la misma, es decir, un indicador de que la demencia ya ha empezado aunque subclínicamente. Con estos resultados, se hace evidente la importancia de, por un lado, no diagnosticar erróneamente de demencia incipiente a los individuos que podrían iniciar una depresión de inicio tardío y simplemente presentar un deterioro cognitivo secundario a la sintomatología afectiva, y por el otro, de estudiar exhaustivamente aquellos casos de depresión geriátrica y realizar un seguimiento cuidadoso de los mismos a fin de evitar que nos pase por alto la posibilidad de realizar un diagnóstico precoz de demencia con las consecuencias que ésto comportaría tanto para el tratamiento como para el curso de la enfermedad. 2446 Depresión y riesgo de demencia ORIGINALES Y REVISIONES (49) Será igualmente importante tener en cuenta seriamente las QSM de los pacientes en edad avanzada. Incluso cuando el paciente está claramente deprimido, el profesional no debe interpretar estas QSM como un síntoma más de la depresión. Por lo contrario, las QSM podrían ser un indicador de que el sujeto se da cuenta de que algo no funciona bien y por lo tanto, justifican plenamente una exploración neuropsicológica y física completa centrada, particularmente, en los trastornos de la memoria. Un nivel educativo elevado se ha relacionado con una mayor reserva cognitiva y se ha postulado que podría tratarse de un factor protector contra el desarrollo de la demencia. Su relación con la depresión parece confusa. Por un lado, hay estudios (19) que concluyen que un nivel educativo elevado funcionaría como factor protector en individuos mayores deprimidos y, por el otro, hay estudios (21, 22) que exponen que el elevado nivel cultural haría más probable la aparición de la depresión como una manifestación precoz de la DA antes de que los déficits cognitivos fueran clínicamente aparentes. El nivel educativo será una variable importante a tener en cuenta en futuras investigaciones. En nuestro país la representación de estudios sobre depresión y riesgo de deterioro cognitivo es escasa. Y si bien encontramos un estudio exhaustivo (23), cabe decir que no es demasiado representativo del total de la población. Sería necesario llevar a cabo nuevas investigaciones a partir de muestras comunitarias o muestras de pacientes hospitalizados pero no de forma crónica. Por otro lado, también sería interesante que las próximas investigaciones se tomaran con mayor seriedad el examen neuropsicológico, empleando pruebas más sofisticadas que el MMSE o MEC que permitan ir más lejos y obtener conclusiones más fiables. Recordemos que aunque el MMSE es una prueba que goza de una elevada sensibilidad no deja de ser una prueba de screening y que para el diagnóstico precoz de la demencia són necesarios otros instrumentos. Finalmente, no debemos dar la espalda a algunas de las limitaciones que presentan la mayoría de los estudios: elevada mortalidad experimental; falta de una confirmación neuropatológica del diagnóstico de DA aunque cumplan criterios para esta enfermedad; no diferenciación de los diferentes tipos de demencia; falta de una homogeneidad en los criterios de depresión utilizados; ausencia de exploraciones neuropsicológicas exhaustivas. Debemos señalar también que los estudios sobre las hipótesis explicativas no eran estudios experimentales y por lo tanto no permiten extraer conclusiones firmes en cuanto a la causa de esta relación, únicamente permiten desarrollar hipótesis plausibles. La investigación futura debería tener en cuenta estas limitaciones, aunque la resolución de las mismas implicará forzosamente una mayor dedicación tanto económica como temporal. Son necesarios, por lo tanto, futuros estudios que tengan por objetivo replicar los descubrimientos de sus antecesores y que: 2447 Depresión y riesgo de demencia (50) • • • • • • ORIGINALES Y REVISIONES Tengan en cuenta la distinción entre depresión clínica que cumple criterios diagnósticos internacionales y sintomatología depresiva en sus evaluaciones, teniendo en consideración la potencial confusión a que pueden conducir los trastornos del estado de ánimo. Expliciten, por lo tanto, más claramente los criterios utilizados en la medida de la sintomatología depresiva, así como también diferencien claramente los casos de DIT y los de DIP. Describan y valoren más detalladamente los déficits cognitivos. Encuentren las diferentes implicaciones de las QSM y otros componentes de la depresión en relación al desarrollo de una demencia. Utilizen, sobre todo muestras grandes, comunitarias y no institucionalizadas. Dadas las limitaciones de los estudios de casos control –retrospectivos- en los que la exposición a los factores de riesgo es evaluado posteriormente al diagnóstico de demencia, será importante que, en la medida de lo posible, sean prospectivos evaluando la depresión antes del inicio de la demencia. Estos últimos nos proporcionan una evidència más fuerte. Ya para terminar, consideramos que ésta constituye una línea de investigación muy interesante y beneficiosa ya que si puede contribuír a llevar a cabo un diagnóstico más precoz de una enfermedad tan devastadora como la demencia ésto repercutirá en un aumento de la calidad de vida de los que la sufren y también de sus familiares. BIBLIOGRÁFÍA 1. Sanjuan, J.; Ripoll, A.; Montero, M.Y.; Hernández, Y.; Reig, M.J.; Lopez, S. y Romeu, J. «Dificultades diagnósticas de las demencias en atención primaria». Anales de Psiquiatría 1996, 12 (4:)156-160. 2. Vilalta, J.; López, S. y Llinàs, J. «Depresión en una muestra geriátrica comunitaria. 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Verdaguer, 82 Hostalets de Balenyà 08550-Barcelona eulaliaizquierdo@worldonline.es. 2450 (53) Luis-Salvador López Herrero Ana Pérez LA CARA OCULTA DE LA TRISTEZA THE DARK SIDE OF THE SADNESS Resumen A partir de un análisis crítico del vocablo de moda depresión, tratamos de articular, desde el contexto psicoanalítico, la preocupación de la psiquiatría clásica por la tristeza a través del dolor moral. La pérdida, como explicación del duelo, y la melancolía en la obra de Freud, encuentra en la cobardía moral de Lacan el estatuto ético de la depresión: la claudicación del sujeto en relación a su deseo. Summary Starting from a critical analysis of the fashionable word depression, we try to articulate, from in the psychoanalytic context, the worry of the classic psychiatrist about the sadness over the pain moral. The loss, like explanation of the mourning, and the melancholy in the Freud´s work, finds in the Lacan´s moral cowardice the ethical statute of the depression: the individual´s subjection in relation to his wish. Palabras Claves: Depresión. Malentendido. Dolor moral. Pérdida. Cobardía moral. Key words: Depression, Misunderstanding, Moral pain, Loss, Moral cowardice. «Pero no olvidemos, en interés de nuestro estudio, que tampoco el hombre de hoy se siente feliz en su semejanza con Dios.»(1) S. FREUD La cara oculta de la tristeza (54) INTRODUCCIÓN Tanto se menciona la palabra depresión -término que podemos acuñar en la actualidad como la manera moderna de nombrar el malestar humano- que, al final, bien poco se acaba por decir sobre lo que bajo esa palabra subyace. En realidad, el término depresión se ha convertido en una expresión que no dice en verdad nada, ni sobre la estructura clínica de quien afirma estar depre ni sobre su posición en relación a esa queja que aparentemente le impide vivir satisfactoriamente. Podríamos decir que, bajo el uso tan abusivo de la voz depresión, «ese término de moda que engloba a los diversos malestares de la modernidad» (2), se cierra el diálogo entre los interlocutores -paciente y profesional- y se sella definitivamente el malestar bajo una etiqueta médica que, aun cuando en principio tranquiliza a ambas partes y permite que «el paciente pueda exigir una pacificación al médico sobre su mal» (3), impide poder escuchar lo que bajo ese velo que enmarca la tristeza se esconde. Pero entonces, ¿podríamos decir que no existe la depresión como tal? Ni mucho menos. La depresión, como «un estado producido por una mayor o menor exaltación afectiva y displacentera de carácter triste y angustioso que se acompaña de cierto grado de disminución de la actividad motriz, así como de bradipsiquia, temor indefinido o ideación que puede llegar a ser delirante -de impotencia, de rui- ORIGINALES Y REVISIONES na, de culpabilidad- junto a trastornos cenestésicos que pueden concluir en fenómenos hipocondríacos y en casos graves, ideas de negación y de no existencia, tanto de sí mismo como del mundo circundante» (4), existe, aunque, ese estado afectivo para el psicoanálisis no tiene un estatuto estructural autónomo e independiente, sino que más bien forma parte de una queja, un malestar o un sufrimiento, moderno por antonomasia, que insertado en una estructura -neurótica, perversa, psicótica- viene a hablar «no de un estado del alma, sino simplemente de una falla moral, como se expresaba Dante, incluso Spinoza: un pecado, lo que quiere decir una cobardía moral» (5), según palabras de Lacan.1 Definir en este punto el afecto de la tristeza como una cobardía moral ante la posición subjetiva ¿es una crítica al estado depresivo, esto es, un reproche inmerecido a ese sufrimiento donde está implicado, digámoslo ya, un obstáculo al deseo? En absoluto. Esa frase, utilizada a modo de provocación por parte de Lacan, es más bien una llamada al sujeto, un envite o un revulsivo, si se quiere, para tratar de sacarlo de esa posición en la que se haya, «confundido en su malestar con el desfallecimiento imaginario de un goce narcisista» (6), y que, apoyado, sin embargo, por los tiempos que corren, no tiene el paciente ninguna vergüenza en reivindicar. 1. No obstante, es necesario diferenciar, a pesar de todo, la melancolía como entidad clínica de la depresión como estado. La primera quedaría encuadrada dentro del campo de la psicosis, mientras que la segunda podría darse en cualquiera de las estructuras clínicas. En este punto, la diferenciación estructural que aportan los mecanismos de represión, renegación y forclusión sobre las estructuras clínicas, marca las diferencias. 2452 La cara oculta de la tristeza ORIGINALES Y REVISIONES DEPRESIÓN: ENTRE LA TRANQUILIDAD DE MUCHOS Y EL MALENTENDIDO DE TODOS ¿Cómo plantear entonces el interés y la proliferación actual de este concepto, tan en boga como impreciso, que a modo de cajón de sastre es utilizado para definir el malestar moderno? El auge del fenómeno depresivo es, a nuestro modo de ver, el resultado de la crisis y atomización de la clínica clásica y de la medicalización del malestar moderno, junto al ascenso imperante en el saber y en nuestra sociedad de consumo del discurso técnico de la ciencia. Un fruto que se hace preciso interrogar. En primer lugar, es necesario volver a recordar nuevamente que la proliferación de la depresión, como término conceptual y nosológico, es el efecto concomitante del desmoronamiento de la psicopatología clásica en favor de ese sistema de clasificación estadístico y ateórico que suponen los DSM o los CIE, así como del auge imperante actual del discurso científico y técnico. Veamos. La quiebra de la psicopatología clásica no sólo conllevó al arrinconamiento y la literal desaparición de la paranoia del panorama de la locura (7), sino también a la fragmentación de la histeria de los manuales de la psiquiatría, que no de la clínica, en tanto que la histeria ha sabido adaptarse bien al discurso de la ciencia. No en vano, y como bien sabemos, la fenomenología camaleónica de la histeria -depresión, angustia y somatizaciones difusas en vez del dramatismo conversivo y disociativo de la histeria de antaño- no es más que el in- (55) tento rebelde por adaptarse, gracias a su plasticidad, a los tiempos modernos; esto es, la histérica trata de plegarse en su pasividad rebelde al discurso amo que comanda en cada época(8). De esta forma, y mientras que la histeria ha ido desapareciendo de la nosología psiquiátrica, el malestar neurótico, en cuanto tal, ha ido tomando ese cariz depresivo que, entremezclado con diversas algias, puede ser presentado a los médicos con el escondido deseo de cuestionar su saber. Es la nueva forma de aparición de la insatisfacción neurótica -depresión y dolor físico- en este mundo moderno dominado por la tecnología médica. De ahí que ciertos autores, como G. Wajeman, insistan que« en realidad la historia de la histeria se confunde con la de su relación con la medicina» (9). De esta manera, podríamos decir «que, si el siglo XIX proporcionaba a la histérica la entrada en el templo de la ciencia médica sacándola de entre las endemoniadas y las embrujadas» (10), el siglo XX proporciona a los esquizofrénicos y a los depresivos -amén de toxicómanos, anoréxicas y demás desheredados de la sociedad actual- la entrada en un discurso psiquiátrico técnico que, alejándose de la psicopatología clásica, oferta, bajo el elixir químico, la paz deseada. Así, esa psicopatología, que se mostraba entusiasmada con la vivencia del paciente y que en su vivo interés por dialogar con el enfermo trataba de ubicar las diferentes respuestas del paciente en la aparición inefable de los fenómenos intrusivos, parece ya haber sido abandonada en los mantos de la historia, en esa 2453 La cara oculta de la tristeza (56) historia anhelada, pero definitivamente perdida. Sin embargo, para este menester era necesario poder anular términos como paranoia, histeria e incluso psicosis, no sólo por el valor que siempre habían tenido y siguen teniendo para el psicoanálisis, sino también para poder hacer ingresar definitivamente el capítulo de la locura clásica en el marco de las enfermedades médicas de carácter mental y, con ello, a la psiquiatría, como especialidad médica, en el marco del discurso de la ciencia técnica. Y aquí se hace necesario subrayar la palabra enfermedad por lo que este concepto implica, esto es, por la ausencia de responsabilidad en el sujeto en aquello que le atormenta, así como por la ausencia de cualquier vestigio de subjetividad en aquel mal que presenta. Si antaño la enfermedad mental era considerada como posesión demoníaca, determinación cosmológica o disturbio de humores, en la actualidad, y bajo el epígrafe de enfermedad mental, se anuncia la presencia de un mal en el cuerpo que, sin embargo, carece de participación subjetiva. De esta forma, si en un principio con la palabra enfermedad se había tratado de no ver en el fenómeno de la locura más que el resorte de una alteración morfológica -anatómica antaño, bioquímica en la actualidad y genética o molecular en el futuro-, con el concepto actual de depresión se pretende ver, incluso en la insatisfacción neurótica (la tristeza no delirante, la angustia sobre el futuro o la propia incapacidad para ser feliz), al igual que sucedía con la melancolía clásica de carácter psicótico, el resultado de una alteración anclada en el 2454 ORIGINALES Y REVISIONES cuerpo, librándole así en todo momento al paciente de poder hablar sobre su capacidad de decisión en aquello que le compete; esto es, bajo el concepto de enfermedad se le evita al paciente que pueda formular la pregunta por la causa psíquica, y con ello se le ahorra la pregunta en torno a su deseo. La desaparición, por tanto, de la histeria de la nomenclatura psiquiátrica, en favor de términos más operativos y ateóricos -la esfera de los trastornos como agrupamientos sintomáticos o síndromes, no es sólo un simple ataque al psicoanálisis, sino también un intento de hacer desaparecer, incluso en el margen de lo denominado antiguamente como neurótico, ese matiz de subjetividad y responsabilidad en aquello que compete al individuo, esto es, su responsabilidad en la manera de ser y actuar. Es, en este punto, donde el psicoanálisis afirma que más allá de la enfermedad hay un sujeto que padece y está involucrado en ella. De ahí que, frente a la enfermedad sin sujeto de la Medicina de fin de siglo, el psicoanálisis proponga su ética: «!Hay un sujeto en el enfermo porque hay deseo!». Y, precisamente, es a partir de esta perspectiva que debemos entender esa frase de Lacan que resalta la depresión como una cobardía moral: un lema que hace de la depresión una cuestión fundamentalmente ética. Sin embargo, debemos comprender también que este intento de desubjetivación del malestar que se ha propuesto el saber científico actual no es algo aislado de la propia dimensión socio-cultural en que vivimos, sino que precisamen- La cara oculta de la tristeza ORIGINALES Y REVISIONES te está arraigado en las bases de nuestra propia cultura. Es, podríamos decir, un efecto de los tiempos por donde se mueve este hombre moderno que camina vertiginosamente por la vida sin querer detenerse a pensar. Cuando en realidad se dice «que vivimos en la era de la ciencia o que lo científico es lo que vale o que hay que construir una verdad en base a una realidad científica», lo que definitivamente estamos marcando -con este lenguaje de la ciencia y su instrumento, la técnica- es la forma adecuada de pensar y de relacionarse con el mundo. Y ha sido precisamente hacia este tren científico e instrumental hacia donde la psiquiatría actual se ha encaminado, en un intento por hacerse definitivamente con un discurso médico eficaz, eficiente y efectivo, según la jerga del momento, que le sirviera de puente de conexión con otras disciplinas científicas. Pero no nos equivoquemos; el discurso de la ciencia y de la técnica, llegado a este punto, es el único que vale y cualquier otro modo de pensamiento está condenado al ostracismo. La técnica se ha convertido en la herramienta veraz de cualquier procedimiento de intercambio y resolución de problemas, y apenas se cree ya en otra cosa que no sea lo objetivo, científicamente hablando. Hasta se tiende en la actualidad, por ejemplo, a que la filosofía desaparezca de los programas de enseñanza en favor de la técnica, y, desde luego, lo objetivo en este caso es la máquina, el instrumento de medición, el fármaco y no ya el sujeto, la palabra, ni la relación médico-paciente. El sujeto, la palabra y la relación médico-paciente, (57) como tales, se anhelan en petit comité o en los nostálgicos programas televisados como un ideal perdido, pero en realidad apenas se cree ya en ellos. De ahí ese diálogo de sordos con el que en ocasiones se intercambian los mensajes en los medios de comunicación; mensajes que mayoritariamente buscan simplemente dar rienda suelta al goce de cada cual. Es por todo ello por lo que podemos decir, finalmente, que existe como una unión y una sintonía eficaz entre este sistema científico -que, mediante el discurso técnico de la ciencia, propugna la masiva medicalización del malestar de los sujetos y la búsqueda de un estatuto de enfermedad para la infelicidad humana-, con esta cultura nuestra que impone y sutura cualquier forma de demanda con objetos de consumo que tratan de pervertir el deseo y facilitar el goce. El resultado final es la anulación de la subjetividad en el sufrimiento humano y la consecuente irresponsabilidad de todo aquello que bajo la queja e, incluso, el acto se cierne; esto es, se cuestiona en todo momento la propia posición del sujeto; algo frente a lo que el psicoanálisis se rebela, porque, como apunta Lacan, de nuestra posición de sujeto siempre somos responsables. LA PSIQUIATRÍA CLÁSICA. UNA MIRADA ALREDEDOR DEL DOLOR MORAL. Para tratar de situar ahora el problema de la depresión en el contexto de la cobardía moral, se hace preciso realizar una incursión previa por el campo de la psiquiatría clásica, en tanto que esta dis2455 La cara oculta de la tristeza (58) ciplina se ha mantenido como un marco de referencia y reflexión para el pensamiento psicoanalítico. No en vano, podríamos decir que el establecimiento de la clínica psiquiátrica clásica tendría como su heredera formal a la clínica psicoanalítica. Sin ánimo de hacer un recorrido demasiado exhaustivo, sí quisiera mencionar a algunos de los autores que me sirven como introducción en el tema sobre la ética (la posición del sujeto) y la depresión, siguiendo atentamente el esquema de trabajo realizado por Quinet (11). A mediados del siglo XIX, Joseph Guislain propone el término de frenopatías, en lugar de la palabra locura, para hablar de las enfermedades mentales, en tanto que entendía que las manifestaciones psíquicas eran reacciones psicológicas a un estado de dolor moral. Esta idea de un dolor inicial de carácter moral, nos dirá Bercherie, «aparecería incluso antes de las locuras de tonalidad afectiva alegre» (12). De esta manera, comenzará a irrumpir en el marco de la psiquiatría lo que vendría a ser la principal característica de la melancolía, la frenalgia -phrenalgie-. Un término que será traducido más tarde por los psiquiatras franceses y alemanes, como dolor moral, y que, posteriormente Lacan nombrará, como «dolor de existir», esto es, como el efecto traumático del Lenguaje sobre el viviente. Esta descripción de la melancolía por parte de Guislain, como un estado de exaltación moral (intensificación de los sentimientos de tristeza y manía), se verá reforzada años más tarde por Griesinger, quien caracterizara tam2456 ORIGINALES Y REVISIONES bién a la melancolía por el dolor moral. Nos dice: «el doliente está cada vez más dominado por un estado de dolor moral que persiste por sí mismo, y que está aún más reforzado por cada impresión moral exterior» (13). Nuevamente, la cuestión ética sigue pesando, a nuestro modo de ver, en el estatuto de los trastornos afectivos. Pero, ¿cómo vienen todos estos autores a definir este dolor moral? Como un incierto sentimiento de opresión, ansiedad y tristeza. Parecería que se estuvieran adelantando en su descripción a la nomenclatura de los trastornos mixtos de ansiedad y depresión de la CIE-10, aunque para estos autores, y más allá de la importancia que la fenomenología adquiere en su obra, también está presente el correlato moral, el estatuto ético. No obstante, y a pesar del esfuerzo realizado por todos estos autores para describir y comprender el acontecer morboso, sus descripciones no encuentran cómo responder a la pregunta por la etiología, quedando pendiente por resolver en todos ellos la cuestión de la causa. Parecería, así, que esa tristeza que embota, aturde e invade al paciente debería tener una causa y, sin embargo, antes de que el paciente pueda preguntarse por ella, la respuesta le adviene en forma de esa cascada de pensamientos lúgubres, presentimientos vagos, temores inciertos y sueños angustiosos. ¿Cómo responder entonces a la pregunta por la causa? Si para Griesinger, como para el resto de los clásicos, en el origen del dolor moral del melancólico se sitúa una causa desconocida, para Freud, como veremos, una pér- La cara oculta de la tristeza ORIGINALES Y REVISIONES dida vendrá a ser el detonante de ese dolor moral que corroe y destruye por dentro. A finales del siglo XIX, Sèglas, un psiquiatra francés, viene a dibujar finamente el cuadro de la melancolía simple o hipocondría moral. Un cuadro clínico donde el dolor moral y las alteraciones cenestésicas e intelectivas definen claramente ese estado de melancolía con conciencia. En este estado melancólico, la aparición de las ideas delirantes de ruina, culpabilidad o persecución no son más que la consecuencia de ese dolor moral previo que atormenta al paciente. De esta forma, y aun cuando la temática delirante en el sujeto melancólico pueda ser variada, se presenta sin embargo, y como denominador común, el dolor moral y las alteraciones corporales e ideativas. Nuevamente podemos volver a percibir cómo, en su reflexión, Sèglas detecta en el origen del cuadro una falta moral, precisamente en el mismo lugar en donde Freud evidenciará más tarde la existencia de una pérdida desconocida, esto es, una pérdida de carácter inconsciente. Si precisamente la falta moral en su origen justifica la presencia de las alteraciones corporales, así como las alteraciones intelectivas, el delirio viene a ser la reacción a ese dolor moral en un intento por comprender intelectivamente la causa del sufrimiento. Vemos, así, cómo el delirio cumple una función de explicación, que, en ocasiones y de forma retroactiva, da contenido a esa causa desconocida que, mediante lo acontecido o no acontecido en la historia previa del suje- (59) to, es el origen del sufrimiento melancólico actual. De ahí esa resignación tan constante con que el sujeto melancólico espera su castigo; un castigo que en ocasiones no duda él mismo en ejecutarlo. Finalmente, y llegado a su punto extremo, el sujeto melancólico puede llegar a negar su propia vivencia corporal e, incluso, su existencia como ser humano (delirio de negación de Cotard). La muerte del sujeto, como dirá Lacan, antecede en este caso a esa muerte corporal imposible que jadea y anhela el sujeto melancólico. Y EN ESTO LLEGÓ FREUD. LA TRISTEZA Y LA PÉRDIDA. La visión freudiana trató de dotar a la psiquiatría clásica, marcada por la descripción de los fenómenos, de un instrumento de comprensión necesario que permitiera aclarar aquella parte que subyace en el fenómeno de la tristeza, esto es, trató de comprender la dinámica de la estructura. El texto de Freud Duelo y melancolía (1915) es, precisamente, el intento de poner el acento en la pérdida inconsciente, como causa de ese dolor moral descrito por los psiquiatras clásicos. Freud, coetáneo de las grandes discusiones clasificatorias de la enfermedad mental durante principios del siglo XX, no se entretuvo en dilucidar fenomenológicamente la cuestión diagnóstica de la melancolía, sino que trató de aportar una descripción sencilla que permitiera abordar rápidamente la dinámica en juego. La melancolía, nos dice, «se caracteriza psíquicamente por un estado de áni2457 La cara oculta de la tristeza (60) mo profundamente doloroso, una cesación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición de todas las funciones y la disminución del amor propio - sentimiento de autoestima-. Esta última se traduce en reproches y acusaciones, de que el paciente se hace objeto a sí mismo, y puede llegar incluso a una delirante espera de castigo» (14). Sin embargo, y aun cuando la analogía del cuadro del duelo con la melancolía -reacción a la pérdida de un ser amado o de una abstracción equivalente: patria, libertad, ideal...- es superponible en muchos casos, un aspecto resulta claramente diferencial entre ambos: la perturbación de la autoestima marca y viene a delimitar claramente el cuadro de la melancolía. ¿Cómo se produce el duelo?, se pregunta Freud. En el duelo, la realidad pone en evidencia la falta del objeto amado y «demanda que la libido abandone todas sus ligaduras» (15), siendo precisamente todo el trabajo del duelo el esfuerzo necesario para conseguir librarse de tan pesada carga y plegarse de esta manera al mandato de la realidad. Si el objeto ya no existe, el yo debería tratar de liberarse de todos los puntos de enlace con el objeto perdido. De esta manera, para Freud, el trabajo del duelo acaba con la aparición de la libertad del yo y la desaparición de toda inhibición. Si en el contexto del duelo la causa de la pérdida es notoria -de ahí que nos resulte fácilmente comprensible el duelo-, en el caso de la melancolía a veces no es tan fácil averiguar qué es lo que realmente se ha perdido o, incluso, lo que 2458 ORIGINALES Y REVISIONES con el objeto perdido se ha llegado a perder. «De este modo nos veríamos impulsados a relacionar la melancolía con una pérdida de objeto sustraída a la conciencia, diferenciándose así del duelo, en el cual nada de lo que respecta a la pérdida es inconsciente»(16). Pero no sólo nos llama la atención en la melancolía la naturaleza inconsciente de la pérdida, sino también esa disminución de la autoestima, esto es, ese empobrecimiento del yo, principalmente moral, en donde los reproches, los insultos y la espera de castigo dan cuenta de un ser despreciable -un objeto abyecto (objeto a)- y abandonado del amparo del Otro, como dirá Lacan. Un ser que no muestra, en ningún momento, reparo ni remordimiento alguno en mostrar su falta moral. Freud en este punto no cuestiona tales acusaciones del paciente contra su yo, sino que precisamente su pregunta se basa en «por qué ha tenido que enfermar el sujeto para descubrir tales verdades»(17). Si bien el paciente debe tener buenas razones para haber perdido su autoestima, la pérdida del objeto en la melancolía, a diferencia del duelo normal, ha tenido -culmina diciendo Freud«importantes efectos en el propio yo»(18). Pero ¿cómo explicar ese autorreproche que ciega severamente la conciencia del melancólico? La conciencia moral, que viene a ser el prolegómeno de la instancia superyoica del modelo estructural freudiano, se separa del yo y dirige sus críticas contra él, como si de un objeto se tratara. Es como si el yo se hubiera convertido en otra cosa bien distinta de lo que previamente era. Pero ¿en qué se La cara oculta de la tristeza ORIGINALES Y REVISIONES ha convertido el yo en realidad? En otra persona, en otro objeto; precisamente, en el objeto erótico deseado. Freud nos dirá: «los reproches con los que el enfermo se abruma corresponden en realidad a otra persona, a un objeto erótico, y han sido vueltos contra el propio yo»(19). Podemos reproducir ahora claramente el proceso de la melancolía. Sobre una elección objetal previa de carácter narcisista, una ofensa real o un desengaño convoca la sustracción de la libido hacia otro objeto; pero, en vez de buscar esta libido nuevas fuentes de gratificación en otro objeto, la libido es desplazada directamente al yo, identificándose éste con el objeto abandonado. «La sombra del objeto cae sobre el yo»(20), y con ello el conflicto previo entre el yo y el objeto se transforma «en una disociación entre la actividad crítica del yo y el yo modificado por la identificación»(21). De esta manera, y aun cuando la melancolía tome ciertos aspectos y características del duelo la pérdida real de un objeto erótico, por ejemplo-, ésta mantiene, sin embargo, un mecanismo que le hace específica, esto es, el proceso de regresión de la elección de objeto narcisista al narcisismo, así como ese carácter de sufrimiento placentero (goce) con que el melancólico se atormenta, fruto, por un lado, de la identificación del yo con el objeto perdido y, por el otro, de la satisfacción de las tendencias sádicas dirigidas hacia él. De ahí la facilidad con que puede darse un pasaje al acto -el suicidio-, en tanto que ese yo disociado puede liberar toda su agresividad sobre esa parte del yo identificado con el objeto amado-odiado. (61) Al final, tanto la melancolía como el duelo, nos dirá Freud, «desaparecen al cabo de un cierto tiempo, sin dejar tras de sí grandes modificaciones»(22). El yo consigue tras el trabajo del duelo desprenderse aparentemente de la libido que se mantenía fijada en el objeto, y acaba, siguiendo las ordenes de la realidad, por alcanzar su libertad anhelada sin triunfo sobre el objeto ni felicidad aparente. LACAN: LA TRISTEZA, LA COBARDÍA MORAL Y EL DUELO IMPOSIBLE Si bien Freud distingue claramente en sus escritos metapsicológicos el duelo y la melancolía -mediante ese mecanismo básico que supone la identificación narcisista al objeto perdido y que hace, por este motivo, que la queja del melancólico se convierta, en realidad, en la fuente de una acusación dirigida hacia al otro-, años más tarde, y a través del desarrollo del modelo estructural -yo, ello y superyo-, Freud convertirá definitivamente a la identificación en el mecanismo básico de construcción del yo, y especialmente del superyo, como heredero de la disolución del complejo de Edipo. De ahí que Lacan, a la hora de hablar de la estructura del duelo en Freud, haga mención precisamente a esa identificación con el objeto perdido, como el elemento esencial del duelo freudiano. Pero es que, además de esta aportación de Freud al estudio del duelo, mediante el mecanismo de la identificación, podemos decir también que, por esta época, Freud mantiene una interpretación del duelo que resulta por momentos muy 2459 La cara oculta de la tristeza (62) esperanzadora para todos. Comienza diciendo: «al final de la labor del duelo vuelve a quedar el yo libre y exento de toda inhibición»(23); y, más tarde, para explicar en la melancolía la liberalización del yo frente al objeto, dirá: «el yo puede gozar quizá de la satisfacción de reconocerse como el mejor de los dos, como superior al objeto»(24). ¿Será por tanto posible elaborar radicalmente el duelo o, tal vez, ante cualquier duelo se reabre de una manera desgarradora ese duelo imposible de elaborar? Siguiendo a Freud, la interpretación que hará Lacan de la depresión estará, tanto en el eje de la posición ética del sujeto, en cuanto que la cara oculta de la tristeza es una falla moral o una cobardía moral, como en el eje de su relación con el goce, esto es, con esa satisfacción que atenta contra la vida. Ya dijimos anteriormente que la introducción de la posición ética en ese mal moderno por excelencia denominado depresión, es la manera provocativa que tiene Lacan de introducir al sujeto en aquello de lo que se queja para hacerle precisamente responsable de aquello que le hace sufrir. Pero, en este punto, conviene aclarar que responsabilidad no es culpabilidad; precisamente, a mayor dosis de culpabilidad menor injerencia de la responsabilidad en el sujeto. No obstante, es cierto que el sujeto depresivo en ocasiones se siente culpable, tanto por lo realizado como por lo no realizado a lo largo de su vida, pero con ello, lo que no quiere escuchar es, precisamente, la parte de responsabilidad en lo acontecido. 2460 ORIGINALES Y REVISIONES Su manera de desresponsabilizarse es culpabilizándose mediante el velo de lo imaginario. Y, en este punto, que duda cabe que la posición del psicoanálisis frente a la psiquiatría del momento es diametralmente opuesta. La psiquiatría, amparándose en la biología, busca desresponsabilizar al sujeto en favor de un déficit de neurotransmisores, por ejemplo, esto es, busca hacerle un enfermo mudo y sordo ante la pregunta sobre la causa, mientras que el psicoanálisis, en tanto que defiende que el hombre no es sólo un organismo sino un cuerpo sometido al efecto del lenguaje, busca la implicación del sujeto en aquello que le hace sufrir, pretendiendo, ante todo, interrogar la relación del sujeto con su goce. Pero el psicoanálisis con ello no trata de moralizar la conducta humana, ni mucho menos de establecer pautas de conducta, sino que favorece a través del rescate de la posición subjetiva en la palabra, aquello que dificulta la puesta en escena del deseo, aquello que le obstruye y le impide surgir. En este sentido, podemos decir que no hay más ética en psicoanálisis que la del deseo, y que la depresión, en este caso, no es más que una cobardía moral frente al deseo, frente a ese deseo inconsciente que nos posee y nos domina. La tristeza, por tanto, como punto de claudicación frente al deseo, no es más que la cara desfalleciente de ese sujeto que retrocede frente a lo que le determina y que muestra, bajo ese acto de renuncia2 , una toma de posición pasiva frente a su conflicto, y una reclusión frente a las consecuencias de su deseo; es La cara oculta de la tristeza ORIGINALES Y REVISIONES decir el sujeto, refugiándose por momentos -y con el precio tan severo a pagar por ello- en el afecto de la tristeza, se evade de lo que en realidad la produce y retrocede, así, frente al deseo. De ahí que podamos decir que, en realidad, la tristeza esconde, bajo su máscara incierta, la renuncia a saber sobre el inconsciente, esto es, esconde, y evita a la vez, poder confrontarse con la causa de su deseo. No retroceder frente al deseo se convierte así, en el lema ético del psicoanálisis por excelencia. Pero, ¿a qué deseo nos referimos en realidad? Al deseo inconsciente. Y el deseo inconsciente, como motor del aparato psíquico, no es, desde luego, aquello que desde la consciencia nos va dirigiendo por entre los resortes del consumo, ni siquiera lo que desde la necesidad siempre cambiante se tipifica y encubre bajo la demanda; el deseo, bajo el epígrafe de lo inconsciente, es, en realidad, lo no sabido, lo que nos determina, lo que no se deja cubrir bajo la demanda, lo que no se puede calmar mediante ese objeto que tapa la necesidad, tal y como muy bien nos lo muestra nuestro sujeto anoréxico (25). En definitiva, lo que perdura más allá de la pacificación de la necesidad. El deseo inconsciente por tanto, como efecto del lenguaje sobre el ser vivo, «es la consecuencia en el ser hablante de la castración o, lo que es lo mismo, de la diferencia introducida por el significante» (26). Un deseo que, en realidad, apunta a un vacío, (63) a la nada, y que, a la vez que marca con su huella enigmática nuestros actos y decisiones, inquieta, domina y posee al ser humano. De ahí que la relación del sujeto humano frente a su deseo siempre se muestre en el terreno de lo conflictivo, de la duda, de la angustia y que, precisamente, frente a ese terreno incierto que supone el deseo -que permitiría un despertar a la vida-, es frente a lo que el sujeto depresivo claudica, dirime y escapa, mediante un síntoma, la tristeza como afecto, que es, a la vez, tanto la expresión de la claudicación frente al deseo, como la satisfacción de esa parte del sujeto que se opone a él (el goce). Si hemos dicho que la tristeza es una acto de responsabilidad inconsciente, de voluntad involuntaria (27), que obstaculiza el deseo, ese deseo que en realidad apunta a un vacío, a la nada ¿cómo poder afrontarlo sin llegar a asustarnos? ¿Cómo situarnos frente a esa nada que nos invade y que demuestra nuestra frágil existencia? ¿Cómo poder hacer ese duelo por la nada que somos a pesar de la mascarada del yo? Es evidente que con valentía. Con esa valentía que tiene que ver con poder llegar a situarse más allá del sentido del significante, de la palabra. Porque, si el significante traduce un sentido, sabemos sin embargo, que no todo puede ser dicho con la palabra, que hay un punto en que el significante falla y la palabra queda a la deriva sin poder cernir el significado último. Y este significante inexistente, este no-sentido, 2. La tristeza vendría a ser, por tanto, como un acto de voluntad inconsciente que equivale a no afrontar el deseo. 2461 La cara oculta de la tristeza (64) este vacío estructural con que se topa el ser humano en su peregrinar por la existencia, nos enfrenta también con una tristeza; pero con una tristeza que no es la del melancólico, que, invadido por un vacío, se deja llevar hacia el goce mortífero de un síntoma de queja que no cesa o, en ocasiones, hacia el hilo de una muerte con la que trata de tapar su malestar incierto, sino que es una tristeza, efecto de un duelo imposible de resolver, que confirma que el sentido de la vida es el de un deseo, dirigido hacia la muerte que puede ser trasladado a la vida, aun a sabiendas de lo perecedera que ésta ORIGINALES Y REVISIONES resulta. En fin, una tristeza que no martiriza ya al cuerpo, que no culpabiliza a nadie y que, sin embargo, permite seguir deseando. De esta forma, si la tristeza de la depresión es una obstrucción al deseo, la tristeza, efecto del duelo imposible pero aceptado sin resignación-, es una invitación a vivir con un deseo siempre vivo y que no se agota. Un deseo que, aun cuando guarda relación con la falta que agujerea al ser parlante, no impide, sin embargo, la realización de una vida que se dirige inevitablemente hacia la muerte. BIBLIOGRAFÍA 1. Freud, S., El malestar en la cultura, Madrid, Biblioteca Nueva, 1973. 2. López Herrero, L. S., «El velo de la depre», Revista Horus, 1998, 1, pp 38-39. 3. Rodríguez Eiras, J., «Sobre la clínica de la depresión», Notas freudianas, 1996, 2, pp 63-67. 4. Sobre-Casas, L. F. y otros, La depresión y el reverso de la psiquiatría, Buenos Aires, Paidós, 1997. 5. Lacan, J, Psicoanálisis. Radiofonía & Televisión, Barcelona, Anagrama, 1977. 6. Pereña, F., «No es raro así que tantos se mueran de tristeza», Notas freudianas, 1996, 2, pp 68-71. 7. Alvarez Martínez, J. 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Ibid, pp 2094. Ibid, pp 2095. Ibid, pp 2095. Ibid, pp 2097. Ibid, pp 2092. Ibid, pp 2100. López Herrero, L.S., Anorexia: Comer nada. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq.,1999, XIX, 72, pp. 599-608. 26. Coccoz, V., y otros., Variantes de la depresión en las mujeres, Madrid, DGM, 1998. 27. Colina, F., «Tristeza voluntaria e involuntaria», La salud mental en los noventa, 1997, IV Jornadas de la Asociación Castellano Leonesa de Salud mental, pp 81-90. Luis-Salvador López Herrero Médico Especialista Medicina Familiar y Comunitaria. Psicoanalista. Tutor de la Unidad Docente de Medicina Familiar y Comunitaria de León. Centro de Salud José Aguado. León C/. Páramo nº 1 -5A. Esc. 3. León 24006 Telf. 987-253856 luis_salvador@terra.es Ana Pérez Médico Residente. Medicina Familiar y Comunitaria Centro de Salud José Aguado. León 2463 (66) (67) Alejandro Ávila Espada ¿HACIA DÓNDE VA LA PSICOTERAPIA? REFLEXIONES SOBRE LAS TENDENCIAS DE EVOLUCIÓN Y LOS RETOS PROFESIONALES DE LA PSICOTERAPIA1 WHERE DOES PSYCHOTHERAPY GO? Resumen Tras una breve exposición de los núcleos conceptuales de la psicoterapia, se revisan las principales tendencias de evolución de la psicoterapia: En la oferta y demanda de servicios; en las modalidades de psicoterapia; de las técnicas principales de intervención; de los enfoques teóricos; de los profesionales que la practican y sus trayectorias y ámbitos de formación, y en el intercambio transnacional; y finalmente de los desarrollos de la investigación. Se concluye describiendo los retos que enfrentan la psicoterapia y sus profesionales en una sociedad que atraviesa profundos cambios sociales e ideológicos. Abstract After a brief review of the core issues that integer the concept of psychotherapy, this paper review the main tendencies in the evolution of psychotherapy across several themes: Delivery and demand of services; psychotherapy modalities; main intervention techniques; theoretical frames of reference; The practicing professionals, their trajectories and training environments and transnational exchange; lately research developments are considered. The description of the main challenges that facing psychotherapy and their professionals in a society under deep social and ideological changes are finally considered. Palabras Clave: Psicoterapia, Tendencias, Profesión, Cambio social. Key Words: Psychotherapy, Tendencies, Profession, Social changes. 1. Este trabajo se basa en una versión revisada de la conferencia pronunciada en las II Jornadas de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP), celebradas en San Juan (Alicante) del 12 al 14 de Abril de 2002. ¿Hacia dónde va la psicoterapia? (68) ORIGINALES Y REVISIONES INTRODUCCIÓN Voy a desarrollar esta reflexión sobre tres ejes, primero acerca de qué es lo que entendemos por Psicoterapia. Cuestión no menor ya que el consenso de concepto y las tradiciones que reconozcamos determinan bastante qué somos los psicoterapeutas y hacia donde queremos ir. Por ello no es ocioso replantearnos una y otra vez ¿qué es Psicoterapia? A continuación efectuaré una reflexión sobre las tendencias de evolución observadas: ¿hacia dónde va la Psicoterapia?, sus tendencias, sus profesionales, y su práctica. Y como conclusión ¿cuales son los principales retos que tenemos que enfrentar en nuestra evolución? Al definir la Psicoterapia he marcado una distinción entre lo que entiendo que son sus núcleos conceptuales y aspectos que son complementarios, aunque ayuden a matizar sus límites de aplicación. Entre estos núcleos conceptuales está la sistemática teórica y técnica y la delimitación del objeto que aborda la Psicoterapia. Prácticamente todos los que han reflexionado sobre esta cuestión (1, 2), coinciden en plantear que es necesario para la psicoterapia disponer de un corpus teórico que esté basado en el conocimiento científico, entendida esta base científica en su acepción epistemológica más amplia, sobre la conducta y la psicopatología y que podemos precisar en un conjunto de teorías sobre la construcción de la Personalidad y la Psicopatogenia. Es clave para la Psicoterapia, le pongamos el apellido de escuela que le pongamos, que cuente con un corpus técnico suficientemente sistematizado. Es decir forma parte de la entidad conceptual de la Psicoterapia, que la técnica tenga una sistemática y unos principios organizadores suficientemente claros, que puedan ser descritos, lo cual no quiere decir, que de ellos se derive automáticamente manuales operacionales o procedimientos protocolizados, actualmente entendidos más como direcciones y opciones estratégicas que como fases y tareas. Disponer de esta sistematización permite que se abra el acceso a la verificación, ya que no se pueden contrastar entre sí técnicas cuya estructura y función no puede ser descrita. Descendiendo en cuanto al nivel de especificidad, llegamos a un aspecto nuclear de la Psicoterapia, que es el acceso que nos da a conocer el proceso de cambio, es decir, cómo se da el cambio en un sentido holístico, global; y también, lo que no es excluyente de lo anterior, sino una especificación imprescindible, cuáles son los procesos y subprocesos del cambio, los componentes que intervienen, en que sea posible el cambio, en sus diferentes niveles de articulación y de expresión. Y por último dentro de estos núcleos conceptuales fijamos cuál es el ámbito de fenómenos específico que corresponde a la Psicoterapia y su nivel de manifestación genuino: la relación terapéutica. De manera que estamos en un ámbito de fenómenos y procesos intersubjetivos que son determinantes de lo intrapsíquico y de lo social, pero que a su vez están determinados por lo intrapsíquico y por lo social. 2466 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? ORIGINALES Y REVISIONES (69) Estos son los núcleos conceptuales de la Psicoterapia (Cuadro I), que se complementan con un conjunto de aspectos complementarios (Cuadro II), necesarios aunque no centrales, al concepto de psicoterapia. CUADRO I Psicoterapia: NÚCLEOS CONCEPTUALES Corpus teórico basado en el conocimiento científico de la Conducta (Personalidad) y la Psicopatología Corpus técnico sistematizado y sometido a verificación Conocimiento del Proceso de Cambio y de los Procesos que intervienen en el Cambio (en los diferentes niveles y sistemas) La relación terapéutica: un ámbito de fenómenos y procesos intersubjetivos determinantes y determinados por lo intrapsíquico y social CUADRO II Psicoterapia: ASPECTOS COMPLEMENTARIOS La practican profesionales formados en competencias específicas y experiencia personal Estableciendo límites éticos de la práctica Con referencia a un ideal de bienestar bio-psico-social Enmarcada en las tradiciones instituyentes de cada sociedad (Diferencias sociales y antropológicas entre culturas) Uno de esos aspectos complementarios es que quienes la practiquen sean profesionales formados en competencias específicas y con experiencia de su implicación personal en el proceso que conducen, que además se establezcan y acepten límites éticos de la práctica, que estos profesionales operen con referencia, dirijan su trabajo en un sentido finalista, a un ideal de bienestar psicosocial que tiene que ser formulado en algún tipo de compromiso o referencia ideológica. La Psicoterapia, en el nivel macrosocial, está enmarcada en las tradiciones instituyentes de cada sociedad, lo cual implica que pueden darse importantes diferencias socio-antropológicas entre diferentes sociedades. Un legado importante en este campo pone el énfasis en las diferencias entre las culturas de Oriente y Occidente, Psicoterapia de Oriente y Psicoterapia de Occidente, incorporando más recientemente las peculiaridades socio-antropológicas de la cultura afro-americana. De manera que cuando se habla de la Psicoterapia como reflexión teórica ó técnica, en Japón, Brasil o Francia, estamos utilizando referentes socio-antropológicos propios de las tradiciones instituyentes de cada sociedad, que incluyen importantes diferencias culturales y que marcan matices que no podemos ignorar. Tras este momento de reflexión sobre los aspectos conceptuales, podemos plantearnos hacia dónde evoluciona la Psicoterapia. Para intentar responder a esta pregunta voy a revisar una serie de tendencias observadas desde un cierto análisis prospectivo sobre cómo evoluciona la oferta y la demanda de servicios y los ámbitos en los que esta oferta y demanda puede manifestarse. También qué diferentes modalidades de Psicoterapias, cuales son las técnicas principales de intervención, tanto 2467 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? (70) ORIGINALES Y REVISIONES en un sentido global cómo en los diferentes modelos teóricos, y cómo estos evolucionan; las clases de profesionales que intervienen en la Psicoterapia y los niveles de intervención en los que desarrollan su práctica profesional. Así mismo las trayectorias y ámbitos de formación que permiten que se formen los nuevos terapeutas; las cuestiones de intercambio transnacional, uno de los vectores de movilización y enriquecimiento actualmente más importantes en el ámbito de la Psicoterapia. Y por último la cuestión de la investigación, en esa relación entre Psicoterapia y calidad, con todas las problemáticas que se plantean actualmente, un horizonte donde hay mayores posibilidades hay de desarrollo para el ámbito de la Psicoterapia, pero también donde hay mayores peligros. Las opiniones que voy a expresar al revisar estas tendencias son evidentemente subjetivas; no obstante, al hacer la reflexión, que se presenta un poco condensada en los cuadros que siguen, he intentado distanciarme un poco de mis expectativas y preferencias, valorando más bien las tendencias que observo, con independencia de que me identifique plenamente o no con esas tendencias, pero sin obviar un juicio valorativo sobre ellas. En este análisis de tendencias voy a examinar para cada una de las temáticas mencionadas, los aspectos que están en alza, que crecen, los aspectos que entiendo que están en recesión, que van a menos y los aspectos que se mantienen, lo que quiere decir que están suficientemente consolidados, que no muestran una tendencia al crecimiento pero tampoco se deterioran. Voy a identificar también lo que considero que son los puntos más conflictivos en los que tenemos, quizás, que se centra el debate. Vamos a examinar en primer lugar la evolución de la oferta y la demanda de servicios y los ámbitos en los que puede manifestarse. EVOLUCIÓN DE LA OFERTA Y DEMANDA DE SERVICIOS CUADRO III1 TENDENCIAS DE EVOLUCIÓN DE LA OFERTA Y DEMANDA DE SERVICIOS. ÁMBITOS EN LOS QUE SE MANIFESTARÁ + Oferta de programas de psicoterapia en los servicios públicos y concertados Financiación pública y coberturas de sistemas de seguros Consulta privada individual tradicional (el psicoterapeuta aislado del contexto) = Se consolidará la oferta en centros privados que ofrezcan una pluralidad de servicios PUNTOS MÁS CONFLICTIVOS Evolución de la financiación del Sistema de Salud Precariedad actual de las coberturas de seguros privados (+) indica los fenómenos con tendencia al alza; (-) indica los fenómenos con tendencia a disminuir; (=) indica las tendencias que se mantienen. Los puntos más conflictivos son la evolución a la baja de la financiación pública del sistema de salud y la precariedad actual de las coberturas que ofrece el sistema 2468 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? ORIGINALES Y REVISIONES (71) privado, nivel supuestamente corrector de las deficiencias del sistema público de salud. Evidentemente un análisis más detenido de esta problemática pertenece a un nivel macro-económico, macro-social, político, que en gran medida se nos escapa como profesionales. Se abre paso una impresión pesimista, no irreversible, pero sí teñida de cierto pesimismo psicosocial que quizá sirva para remover nuestras conciencias, avanzando hacia el encuentro de soluciones. Estamos en una situación muy delicada en la que el deterioro de lo social juega como uno de los vectores de mayor peligro para el desarrollo necesario del ámbito de la Psicoterapia, ya que si hay un deterioro cualitativo generalizado del catálogo de prestaciones y cartera de servicios públicos de salud, la psicoterapia puede quedar de hecho relegada, aunque nominalmente se la incluya. Observamos con esperanza una tendencia al crecimiento en la oferta de programas de Psicoterapia en los servicios públicos y concertados, aunque es un hecho que se ha dado una cierta involución sobre la situación un poco más favorable que hubo en la década precedente. Sin embargo, en este momento se observa, sobre todo más en el nivel de los profesionales que en el de los gestores de las instituciones, un renovado interés por el compromiso de ofertar este tipo de programas de Psicoterapia en los servicios públicos o concertados; y a la vez un ensanche en la variedad de la oferta que se da tanto desde el sector público como desde el sector privado. Si analizamos este problema diferencialmente según los países, quizás la evolución de la oferta de servicios en Inglaterra, o incluso en Alemania, nos permite entender que junto a la preocupación por los indicadores de coste-beneficio o costeeficacia, hay un mayor compromiso público en la oferta de este tipo de programas. Y si descontamos algunas iniciativas aisladas en algunas comunidades españolas, España no es el país que en este momento ofrezca una perspectiva más favorable a esta situación. Pero si observamos en conjunto la situación europea, podemos apreciar tendencias de recuperación o instalación de programas de psicoterapia en los servicios públicos de salud, que vuelven a considerarse objetivos prioritarios, en el marco de una oferta de calidad. En el ámbito de la oferta privada, un contexto de intervención que está consolidado es el «Centro de servicios de psicoterapia», un dispositivo que puede ofrecer una pluralidad de servicios, si cuenta con una variedad de profesionales en trabajo interdisciplinario, abiertos a la colaboración con la red pública asistencial. Esta opción, en cierta forma puede constituir un espacio modelo de lo que podrían ser los centros y equipos de salud mental, tal como funcionaban en el momento de mayor optimismo y expansión en los años ´80. En qué medida los centros privados pueden realmente funcionar ofreciendo una pluralidad de servicios y con una sensibilidad social suficiente, es un reto para todos los que trabajamos en este campo, que, recordemos, es, históricamente, es un campo de origen esencialmente privado. Como contrapunto, constato el declive del modelo de la consulta privada, del profesional 2469 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? (72) ORIGINALES Y REVISIONES aislado, en la que el psicoterapeuta queda finalmente separado del contexto, ofreciéndose como una solución omnipotente, imposible de lograr ante la complejidad de un ámbito que implica lo social. EVOLUCIÓN DE LAS MODALIDADES DE PSICOTERAPIA CUADRO IV TENDENCIAS DE EVOLUCIÓN EN LAS MODALIDADES DE PSICOTERAPIA + Individual - Focal / Planificada. Objetivos Limitados Grupo Pareja Individual de muy larga duración con elevado número de sesiones por semana Mero Consejo psicológico Familia sin demanda propia = Individual de media y larga duración, flexible en cuanto al número de sesiones por semana / focal de foco cambiante PUNTOS MÁS CONFLICTIVOS Encuadres o contratos rígidos Terapias corporales (su articulación con las terapias verbales) Entre la variedad de las modalidades de Psicoterapia pronostico la continuación de una tendencia al alza respecto de la oferta de servicios en Psicoterapia individual con compromisos concretos sobre planificación o límites de objetivos y temporales. Y tras un período de declive vuelve a darse un importante interés por la oferta de Psicoterapia de Grupo y Psicoterapia de Pareja, que cobra de nuevo una diferenciación suficiente de lo que es el enfoque de trabajo propio de la Terapia Familiar. Se constata un declive en la Psicoterapia individual de muy larga duración y con elevado número de sesiones por semana, tanto por la caída de la demanda, como por la mayor flexibilización de la oferta, donde los profesionales cada vez ven menos justificados esos encuadres de trabajo tan rígidos e intensivos. Y aunque es muy difícil generalizar en este campo, se constata entre muy diferentes ámbitos y profesionales, que la Psicoterapia que consiste en un mero consejo psicológico y que es una pura orientación o acompañamiento sin compromiso estructural en el trabajo con el caso satisface cada vez menos a usuarios y profesionales, aunque pueda ser la opción estratégica en casos singulares. Se ha observado también declive en la terapia de familia «impuesta» desde el modelo de referencia del profesional, sin que exista demanda específica explícita y asumida por al menos algún sector de la familia. Es un elemento de debate, la pertinencia de la imposición del encuadre de trabajo familiar, sin crear antes las condiciones para que exista la demanda en la familia que acuda a esa intervención. Los propios profesionales que trabajan preferentemente en este ámbito y modelo han 2470 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? ORIGINALES Y REVISIONES (73) revisado sus criterios, relativizando la opción de trabajo directamente familiar a su verdadero y esencial valor. El formato de Psicoterapia que más presencia tiene en este momento es un encuadre de trabajo individual de una duración media o larga, pero flexible en su encuadre y que acepte un compromiso con la realidad del paciente, que se expresa en la necesidad de trabajar con estrategias focales, y que siempre que es posible se combina con psicoterapia de grupo, más la valoración de la pertinencia que otras aproximaciones de intervención (v.g. familiar, tratamiento farmacológico combinado, etc) puedan tener en cada caso. Y la mayor conflictiva se da por la imposición de encuadres o contratos rígidos, así como por la a veces difícil articulación de las terapias corporales con las terapias verbales, un escenario de desencuentros que no ha sido resuelto adecuadamente todavía. EVOLUCIÓN DE LAS TÉCNICAS PRINCIPALES DE INTERVENCIÓN CUADRO V TENDENCIAS DE EVOLUCIÓN EN LAS TÉCNICAS PRINCIPALES DE INTERVENCIÓN + Respeto a las necesi-dades «Aqui y ahora» de los pacientes (integración maduración, ajuste) Técnicas activas. Gestión y apoyo. Sostenimiento emocional, contención de ansiedades. Mirando más al pasado Pasivas, en silencio, espera ilimitada Movilización corporal sin elaboración cognitiva = Re-significación histórico-biográfica Integración de experiencias emocionales y cognitivas Técnicas psicodramáticas o gestalt PUNTOS MÁS CONFLICTIVOS Trabajo común paciente - terapeuta. Protagonismo del paciente en el tratamiento. Garantías éticas frente a la manipulación del terapeuta o el control de la institución En cuanto a las técnicas principales de intervención, podemos entender que está en alza, por lo menos así lo recoge la literatura clínica, un incremento del respeto a las necesidades «aquí y ahora» de los pacientes, necesidades en el nivel de la integración, de la maduración, del ajuste; está en alza también el darle al sujeto un papel activo, participativo, potenciando a la vez las técnicas que implican actuaciones de gestión y apoyo por parte de los terapeutas, especialmente en aquellos casos en que las características estructurales implican una gran fragilidad, una necesidad de contención y de manejo importante, dentro de los límites éticos, que lógicamente se plantean en este ámbito. Y a la vez el mayor énfasis que se está poniendo en la importancia del sostenimiento emocional y de la contención de ansiedades de las personas en crisis, sin que por eso se neutralice el vector de interrogación que le permite al sujeto caminar hacia el cambio. 2471 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? (74) ORIGINALES Y REVISIONES Está en declive el mirar sólo al pasado como estrategia fundamental, las actitudes de pasividad, de silencio y de espera, sin referentes ni objetivos estratégicos, o la movilización corporal que no va acompañada de algún tipo de elaboración cognitiva integradora. En cambio el eje central en torno al que se organizan las técnicas que se muestran consolidadas es el vector de resignificación histórico-biográfica en cuanto a la toma de conciencia de construcción de la propia subjetividad en el proceso de historización, junto con la integración de experiencias emocionales y cognitivas, y la utilización más flexible de las técnicas psicodramáticas o guestálticas, articuladas en el conjunto de la estrategia terapéutica, y no me refiero solamente al marco de la terapia de grupo, sino principalmente a la terapia individual. Hay dos núcleos conflictivos en cuanto a las técnicas. Uno de ellos es la cuestión del protagonismo que el paciente tiene en el tratamiento, es decir, si aceptamos que hacemos un trabajo en común, compartido, en el que están implicados tanto el paciente como el terapeuta, pero en el que el paciente puede y debe asumir el papel protagonista en la dirección del cambio, con ayuda del terapeuta. Y por otra parte en qué medida podemos ofrecer garantías éticas frente a la manipulación del terapeuta, la que el terapeuta puede inducir consciente o inconscientemente, subvirtiendo el fin del tratamiento v.g. poniendo al paciente al servicio de las necesidades del terapeuta, en lugar de respetar la genuina finalidad del tratamiento: la ayuda al paciente. También hemos de resaltar la necesidad de vigilar la naturaleza y fines del control que la institución ejerce sobre el marco en el que se desarrolla la terapia, cuando aquella es parte a la hora de marcar objetivos, prioridades o límites, como suele suceder en los servicios públicos u otras instituciones que incluyen la psicoterapia entre sus prestaciones. EVOLUCIÓN DE LOS ENFOQUES TEÓRICOS CUADRO VI TENDENCIAS DE EVOLUCIÓN EN ENFOQUES TEÓRICOS + Psicoanalítico flexible Sistémico - Interpersonal Cognitivo – Constructivista Psicoanalítico ortodoxo Conductismo radical = Cognitivo-conductual flexible Psico-corporal PUNTOS MÁS CONFLICTIVOS Pseudo-integración de enfoques Eclecticismo técnico sin integración teórica suficiente En cuanto a los enfoques teóricos, entiendo que están al alza los enfoques cognitivos que han adquirido una dimensión constructivista –y que por tanto tienen 2472 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? ORIGINALES Y REVISIONES (75) una teoría de la construcción de la subjetividad; también los enfoques psicoanalíticos flexibles, abiertos a la modificación de la técnica, y en diálogo con otras perspectivas, y de igual manera los enfoques relacionales, sistémico-interpersonales, que conjugan lo social y lo individual desde una sistématica teórica filosófica y antropológica. Constato, sin embargo, el declive, tanto teórica como en la práctica clínica de los enfoques «ortodoxos» o «radicales», sean psicoanalíticos o conductistas, donde el reduccionismo extremo en la explicación de lo humano queda lejos de la visión contemporánea de la complejidad del sujeto. Otras perspectivas menos dogmáticas, como es el caso de algunas prácticas cognitivo-conductuales, o incluso psico-corporales, mantienen su influencia en tanto evitan el dogmatismo y reconocen la riqueza de aprender de otros enfoques, ampliando así su base teórica. La principal conflictiva en cuanto a los enfoques teóricos es la frondosa selva de la integración de enfoques, donde hay un peligro en trabajar por una integracionismo irreflexivo y precipitado. La filosofía de la integración en psicoterapia tiene un intrínseco atractivo, es una especie de aspiración ética y un vector de superación, pero puede llevarnos a soluciones precipitadas o a una mera reinvención de lo ya descubierto en los enfoques tradicionales conforme se han ido flexibilizando y transformando. Más peligroso me parece el mero eclecticismo técnico, sin integración teórica suficiente que lo justifique. Se puede -y quizás se debe- ser flexible en la técnica, siempre que haya una integración teórica que nos permita entender el sentido de esa modificación, de manera que ese eclecticismo técnico se ponga al servicio de la sistemática teórica y esté contextuado en un análisis de la relación de los medios con sus fines. EVOLUCIÓN DE LOS PROFESIONALES DE LA PSICOTERAPIA CUADRO VII TENDENCIAS DE EVOLUCIÓN EN CUANTO A CLASES DE PROFESIONALES Y NIVELES DE INTERVENCIÓN + Médicos de Familia, Enfermería especializada S.M. y Trabajadores sociales con «habilidades psicoterapéuticas» Psicólogos formados como Psicoterapeutas Intrusismo incontrolado = Psiquiatras formados como Psicoterapeutas Para-profesionales para ciertas intervenciones PUNTOS MÁS CONFLICTIVOS Plenas competencias psicoterapéuticas para los que no son licenciados universitarios (cuestiones profesionales) Trabajo interdisciplinar y multiprofesional En cuanto a las clases de profesionales y niveles de intervención entiendo que está en el centro de las discusiones actuales la tendencia al alza de los roles psicoterapéuticos de los médicos de familia, la enfermería especializada en salud 2473 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? (76) ORIGINALES Y REVISIONES mental, y los trabajadores sociales; todos ellos, en el marco del desempeño de sus funciones adquieren habilidades psicoterapéuticas y las utilizan de forma eficiente en el desempeño de las tareas que les son propias a sus niveles de intervención en el sistema de salud. No se trata tanto de sí estos profesionales son psicoterapeutas en el pleno sentido de la palabra, sino que la psicoterapia (en todo o en parte) juega un destacado papel entre las funciones que han de desempeñar para cumplir los fines de su actividad profesional. Los últimos años han sido escenario de un interés creciente entre los psicólogos por formarse como psicoterapeutas, quizás con mayor impacto cuantitativo que cualitativo. Se da la paradoja de que psicólogos y psiquiatras, dos cuerpos profesionales sumidos en los últimos años en una desafortunada confrontación profesional, han de compartir, cooperar y convivir –para beneficio de todos- en los ámbitos de formación y práctica de la psicoterapia. Siendo también que en la psiquiatría se minora la importancia de la psicoterapia por el desmedido énfasis puesto en los tratamientos biológicos. A la par que se mantiene el interés que tiene contar con los para-profesionales en ciertos ámbitos de intervención con mayor impacto social (drogadicción, menores, delincuencia, grupos de auto-apoyo y apoyo social...) hay un mejor control del intrusismo, desde que los usuarios de la psicoterapia, mejor informados, exigen más sus derechos y verifican la acreditación de los profesionales que les atienden. Las cuestiones de acreditación preocupan al colectivo profesional, y se plasman en controversias acerca de los cánones formativos más adecuados, desde los requisitos de titulación de acceso a la formación, así como los criterios que un terapeuta adecuadamente formado debe cumplir (3). Uno de los aspectos más debatidos es sí las plenas competencias psicoterapéuticas deben estar reservadas exclusivamente a Licenciados en Medicina (incluso restringiéndolo a los Especialistas en Psiquiatría) y a los Licenciados en Psicología (v.g. Especialistas en Psicología Clínica) (4) que además hayan seguido una formación acreditada en psicoterapia2 . Una posición más abierta pone el énfasis en que lo esencial es la formación específica en psicoterapia, para la que la titulación de acceso aporta un «marco general» que algunos concretan en el nivel de licenciaturas conexas a la salud o las ciencias sociales y humanas, y otros ven más específicamente asociados a los profesionales de la salud, con independencia de que sean licenciados o diplomados (v.g. Trabajo Social, Enfermería especializada en Salud Mental, o afines). La legislación española no pone unos límites precisos a estas cuestiones, lo cual también resulta funcionalmente enriquecedor al propiciar que desde diferentes ámbitos se contribuya a una tarea, la psicoterapia, que es por naturaleza, tanto histórica como conceptual, interdisciplinar en su objeto y multiprofesional en su práctica (5). 2474 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? ORIGINALES Y REVISIONES (77) EVOLUCIÓN DE LAS TRAYECTORIAS Y ÁMBITOS DE FORMACIÓN CUADRO VIII TENDENCIAS DE EVOLUCIÓN EN TRAYECTORIAS Y ÁMBITOS DE FORMACIÓN + Formación psicoterapéutica básica en el MIR y PIR (¿ACE?) Institutos de formación públicos y privados con acreditación Subespecialidades. Énfasis en la supervisión Estilos personalistas de formación Centros y programas de formación no acreditados Presencia en los pre-grados = Programas universitarios de postgrado PUNTOS MÁS CONFLICTIVOS ¿Hacia una «carrera» y profesión de Psicoterapeuta? Control de la calidad en la oferta formativa pública En cuanto a las trayectorias y ámbitos de formación, está en alza como opción de futuro a medio plazo la sistematización y regulación de la formación psicoterapéutica básica, dentro de los sistemas de formación sanitaria especializada. En está dirección se está diseñando un área de capacitación específica en Psicoterapia para las especialidades de Psiquiatría y Psicología Clínica que aportaría formación dentro del sistema público. Es en el ámbito privado donde viene residiendo la esencia de continuidad histórica y mayor adecuación de contenido y objetivos para la formación integral en psicoterapia, donde la experiencia de la conducción de tratamientos, la supervisión de los mismos, y las opciones para que el futuro psicoterapeuta realice su psicoterapia personal completan las tradicionales ofertas de seminarios y sesiones clínicas Es crucial que las ofertas formativas públicas y las de las instituciones formadoras privadas se organicen de manera coherente, respetando la especificidad de la formación en Psicoterapia, a través de Institutos formadores que oferten una formación integral y sean a la vez garantes de la práctica profesional de acuerdo a estándares definidos, y donde la práctica supervisada sea la piedra angular del proceso formativo. Queda para un futuro a más plazo la apertura de verdaderas sub-especialidades tanto en la formación como en lo profesional, aunque ya funcionen como trayectorias diferenciadas de hecho: Adultos, Niños y Adolescentes, Familia, Corporal, Grupos, todas ellas marcas de identidad de futuras subespecialidades, opciones formativas que comparten una gran cantidad de contenido común aunque sean a la vez grupos de interés diferenciados. Ambas vertientes, lo común y lo diferencial merecen ser respetadas, y se definirán mejor en la próxima década. Frente a esta concepción integral de la formación, ya no están justificados, y está claramente en declive, los estilos personalistas de formación, así como los centros y programas de formación que no admiten controles externos o que no evalúan sus acciones formadoras. Merece un comentario la deficiente situación de la oferta 2475 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? (78) ORIGINALES Y REVISIONES formativa universitaria en el ámbito de la psicoterapia, desde el escaso número de materias de contenido relevante a la psicoterapia en las licenciaturas en que serían pertinentes, así como en postgrados excesivamente académicos y desvinculados de la práctica real de la psicoterapia, ya que rara vez pueden ofrecer una oferta formativa suficientemente abarcativa del curriculum formativo del psicoterapeuta. Para resolver esta situación sin perder las ventajas institucionales del marco universitario, se hace necesaria la colaboración con las instituciones de formación privadas que pueden dar una formación integral, y que de hecho complementan la oferta de los programas universitarios de post-grado. Un espacio de diálogo por recorrer. ¿Vamos hacia una carrera de Psicoterapia y una profesión de Psicoterapeuta? Se trata de una compleja pregunta (6), donde la respuesta más fácil es subrayar que nuestra tradición académica y profesional tenderá a consolidar la actual situación, en que la psicoterapia es vista como una actividad propia o especializada para determinadas profesiones. Pero si examinamos la cuestión con más distancia, y revisamos las diferentes escenarios que se dan en Europa (7, 8, 9), nuestro contexto de referencia más directo, la respuesta no es tan clara ni precisa. La psicoterapia depende de sistemas de control que se autorregulan en el orden privado, se trata de sistemas de consenso, que se aceptan o no por sus usuarios o por sus financiadores, sistemas que son los únicos que pueden forzar a que se dicten regulaciones o normativas que estructuren los límites de la práctica. EVOLUCIÓN DEL INTERCAMBIO TRANSNACIONAL CUADRO IX TENDENCIAS DE EVOLUCIÓN EN INTERCAMBIO TRANSNACIONAL + Libre circulación de psicoterapeutas entre países Ofertas formativas compartidas entre Institutos de diferentes países Pluralidad idiomática de la oferta Aislamiento y endogamia nacional y escolástica Psicoterapeutas de bajo nivel formativo = Diferencias nacionales Coexistencia de diferentes modelos y niveles de formación de los psicoterapeutas Carencia de prioridad a los temas profesionales PUNTOS MÁS CONFLICTIVOS Homologación de trayectorias de formación muy diversas Inestabilidad y pluralidad de los marcos legislativos nacionales El intercambio transnacional no cesa de crecer. Nuestro país es un buen ejemplo de ello por los flujos de población intra-europeos en los que España es un destino preferente de la tercera edad europea, pero también como efecto de la mayor movilidad laboral y familiar en un escenario globalizado. Es cada vez más habitual que ejerzan su profesión en España psicoterapeutas procedentes de otros países, y tam2476 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? ORIGINALES Y REVISIONES (79) bién que los psicoterapeutas españoles se desplacen a otros países, llevando a un territorio de hechos la libre circulación de profesionales, que está comenzando a tener impacto significativo. También está empezando a articularse -aunque todavía la presencia de este fenómeno sea débil- las vías para compartir ofertas formativas entre institutos de formación en psicoterapia de diferentes países, lo que implica que los psicoterapeutas se pueden formar en instituciones de diferentes países, rotando de un país a otro, contrastando diferentes tradiciones, contextos culturales y sanitarios. Es una opción de gran trascendencia, ya que la sociedad demanda cada vez más la pluralidad idiomática y cultural en la oferta. La apertura y el diálogo transnacional suponen un buen punto de inflexión para las tendencias aislacionistas y endogámicas como falso refugio frente a los aspectos alienantes de la globalización. Las diferencias nacionales entre las diferentes comunidades que tienen tradición o sentido histórico que las permite diferenciarse como nación o Estado forman parte de nuestras marcas de identidad. Entre los nacionalismos y la globalización cultural hay una opción de construir encuentros a partir de la riqueza que aporta la diversidad idiomática y cultural. La coexistencia de diferentes niveles y modelos de formación de los psicoterapeutas europeos es parte de nuestra riqueza de opciones (10, 11). Más allá de los esfuerzos de convergencia los psicoterapeutas se seguirán formando de distintas maneras en diferentes contextos; una somera revisión de la perspectiva europea nos contrasta con las diferencias de estilos y sin embargo, las diferencias en resultados no son apenas significativas desde el punto de vista global profesional. A la vez este intercambio ha supuesto un freno a las prácticas para-psicoterapéuticas y cada vez hay menos demanda para los psicoterapeutas de bajo nivel formativo. En resumen, siguen careciendo de prioridad en el nivel de las instituciones comunitarias europeas los temas meramente profesionales. Es probable que hubiera que distinguir entre lo que son las cuestiones estrictamente profesionales -las cuestiones corporativas- de lo que son las políticas profesionales que deberían tener un estatuto diferencial. La cuestión más conflictiva es cómo homologar trayectorias de formación muy diversas, por mucho que queramos crear realidades uniformes y profesionales parecidos unos a otros en sus trayectorias, en la realidad se seguirá dando la diversidad y tendremos que plantearnos permanentemente la problemática de la homologación, a la par que existe inestabilidad y pluralidad de marcos legislativos en los diferentes ámbitos nacionales, lo que crea, desde luego, dificultades a la formalización de los intercambios y homologaciones. 2477 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? (80) ORIGINALES Y REVISIONES EVOLUCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN CUADRO X TENDENCIAS DE EVOLUCIÓN: INVESTIGACIÓN EN PSICOTERAPIA, ORIENTADA A LA CALIDAD + Investigación de proceso Instrumentos de investigación integrados en la práctica Formación técnica integrando la investigación Investigación de sólo «resultados» Oposicionismo a la investigación = Interés por la Eficiencia Escasos apoyos institucionales a la investigación de procesos PUNTOS MÁS CONFLICTIVOS Reconsideración de los criterios de «Evidencia» Apoyo a los equipos y profesionales en riesgo. Por último nos queda abordar en esta revisión de tendencias la cuestión de la investigación. Probablemente la investigación sea el escenario que ha supuesto un revulsivo mayor en el ámbito de la Psicoterapia en las últimas tres décadas. Si hoy la Psicoterapia puede tener un estatuto social de importancia ha sido propiciado por vectores de transformación que han surgido desde los interrogantes de investigación. El que desde finales de los años 50 y sobre todo a partir de los años 70 haya habido una explosión de interrogantes que se han trasladado a problemáticas de investigación ha movido bastante el campo de la Psicoterapia y ayuda a que comprendamos mejor cuáles son los cauces tanto conceptuales, técnicos y de evolución de la Psicoterapia. Esto ha supuesto, y se refleja como las tendencias consolidadas actualmente y que van hacia el alza, en un declive en la investigación de «sólo resultados», a pesar de toda la problemática de la «intervención basada en la evidencia» con la que actualmente estamos confrontados; y alternativamente un énfasis en la «investigación de procesos», porque es necesario hacer investigación conjunta proceso-resultados. Solo con esa investigación conjunta la Psicoterapia puede realmente avanzar. Sin embargo se había obviado durante demasiadas décadas la cuestión de que no se conocían suficientemente bien los procesos que intervienen en la Psicoterapia. Entonces, ¿cómo es posible hacer tanta investigación de resultados sin una comprensión y un manejo adecuado de los procesos que intervienen en la Psicoterapia? (12, 13). Se ha realizado muchísima investigación de resultados. La validez ecológica de este tipo de investigación es muy pequeña, y aunque la investigación de resultados haya contribuido al avance de la Psicoterapia, a darle un estatus suficiente, la investigación de «solo resultados», a pesar de que políticamente se mantenga, o se disfrace como investigación conjunta de «procesos-resultados», no es la opción actual que debe preocuparnos. Probablemente el énfasis tengamos que ponerlo en la investiga2478 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? ORIGINALES Y REVISIONES (81) ción de procesos hasta que haya calado más en la mentalidad de los investigadores, de los clínicos y de los profesionales que están en formación. Es necesario que los instrumentos de investigación se vayan integrando en la práctica, de manera que el clínico vaya entendiendo en qué medida puede contribuir a la investigación, pero también en qué medida se puede beneficiar de la investigación no solamente a través de la formación continua o de la actualización a través de lo que se publica. Probablemente la clave para que este divorcio clínica-investigación cambie en un futuro, es que en la formación se incluyan procedimientos de investigación. Es enormemente importante que quienes se forman puedan también conocer, manejar y hacer cierta investigación en Psicoterapia, no necesariamente la más sofisticada, pero sí alguna. Es evidente que estamos en un escenario en el que el interés se centra sobre todo en la eficiencia y que hay muy pocos apoyos institucionales a la investigación en general, ya que el apoyo a la investigación viene dado solamente desde los instrumentos de control de los financiadores que intentan precisar los indicadores de costo-beneficio y de costo-eficacia. Entre los aspectos más conflictivos está el que se manejan una serie de criterios de evidencia que tienen que revisarse y reconsiderarse permanentemente, porque «evidencia» en Psicoterapia no tiene los mismos matices que puede tener en otros ámbitos de la salud. De todas formas en general hay un manejo muy desproporcionado de esta cuestión de la evidencia en el conjunto de la actividad sanitaria. En particular en la Psicoterapia, el paradigma de la evidencia es un paradigma discutible, o por lo menos es discutible con los parámetros con los que se investiga, más atentos a indicadores cuantitativos que cualitativos. Por otra parte es muy importante que la investigación asuma entre sus cuestiones prioritarias cómo apoyar mejor a los equipos y profesionales en este campo, porque el profesional de la Psicoterapia es un profesional sometido a riesgos importantes, es una persona cuya vulnerabilidad debe ser considerada. LOS RETOS DEL PRESENTE ¿Cómo podemos potenciar la continuación del crecimiento de la psicoterapia, integrando, si se puede, las tendencias en conflicto?. Lo que vamos a examinar, son los vectores de desarrollo, y las principales resistencias al cambio en la escena de la psicoterapia actual. Los principales vectores de desarrollo de nuestro ámbito son que la Psicoterapia es una actividad, que pese a todas las controversias gana prestigio social. Es decir, aunque sea de forma insidiosa, lenta, diferencial según los ámbitos, y según las Naciones, según los Estados o Comunidades hay una mayor presencia de la psicotera2479 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? (82) ORIGINALES Y REVISIONES pia en la oferta de servicios públicos, aunque a veces sea sólo testimonial, y hay una mejor calidad en la oferta privada, junto a una mayor demanda por parte de los usuarios. El crecimiento de la demanda es importante. Y ello a pesar de que estamos en un horizonte macrosocial en el que la crisis económica actúa permanentemente como la espada de Damocles que pende sobre nuestra cabeza, aún así, la demanda crece. También hay un importante impacto de la promoción positiva que hacen de la Psicoterapia los mediadores sociales. Los profesionales de la educación y de la salud, tienen cada vez una mayor sensibilidad a favor de la utilidad de la psicoterapia, que se constata especialmente en la atención primaria, aunque pueda haber, digamos, sectores de impacto diferenciales. Y los medios de comunicación de masas hace tiempo que han incorporado a la psicoterapia como uno de los recursos necesarios al hombre actual. Aunque hay vectores de desarrollo, también nos enfrentamos a importantes resistencias al cambio. Uno de los principales ámbitos de resistencia es el «impasse» en el que a veces nos encerramos por polémicas estériles, por cuestiones de estatus y corporativas. Creo que tenemos un gran riesgo de esterilizarnos en debates que en lugar de contribuir al crecimiento pueden producir parálisis, deterioro y desintegración. Uno de los debates que explícita o sutilmente esta abierto es si estamos optando hacia una carrera de corte académica o hacia un ámbito profesional flexible ( ). Optar hacia una carrera académica nos llevaría a plantear una estructura demasiado rígida en la que se definieran titulaciones básicas, que se tienen o no se tienen; seguido por un segundo nivel de titulaciones especializadas que en este momento no tiene base real, pero constatamos que indudablemente la idea «académica» de cerrar, sobre ciertas titulaciones básicas, el acceso a la Psicoterapia viene seguido inevitablemente del desarrollo de titulaciones especializadas y de hecho, así se reclama a vedes desde algunos ámbitos corporativos. Optar por un ámbito profesional flexible no quiere decir renunciar a los controles o a los criterios de calidad en la formación, sino optar por una formación suficientemente bien estructurada y reconocida y con unos cauces adecuados de acreditación profesional. Los procesos de formalización nos ayudan a consolidar los espacios en todo lo que se institucionaliza, que de alguna manera, queda en beneficio de la sociedad. Sin embargo una excesiva institucionalización deviene en burocracia o en parálisis del crecimiento, y creo que esta es una cuestión sobre la que tenemos que reflexionar bastante. Otro eje de reflexión es si estas cuestiones de carrera se tienen que plasmar en limitaciones legales o podemos sentirnos suficientemente amparados por lo que sería la regulación natural de los criterios de calidad por el mercado (14). Es cierto que todo lo que viene inspirado sólo desde la filosofía del mercado nos tiene que plantear alguna reticencia pero también debemos recelar de la excesiva formalización legal, 2480 ¿Hacia dónde va la psicoterapia? ORIGINALES Y REVISIONES (83) porque las regulaciones formales pueden ir por un camino y las esperanzas sociales por otro. Otro de los aspectos con los que lidiamos, en cuanto a resistencias, es el del efecto de la involución del interés político por lo social. Sobre todo el peligro de que nos cale, que lo asumamos como inevitable, es decir, que de alguna manera, ante las tendencias que se observan, nos rindamos y digamos que el estado del bienestar ya indudablemente caducó. Y que tenemos que asumir como inevitable el desarrollo sostenible como «la filosofía que nos toca», aceptando así la degradación de las políticas de educación y salud, bajo la ficción de que aprovechamos más los beneficios de la globalización que sufrimos sus límites. O que sin darnos cuenta asumamos, de hecho, en nuestra práctica que nos cale el desprecio a la diferencia y a la diversidad. En esta posición acomodaticia nos ha calado la crisis de las ideologías, rindiéndonos al mercado liberal. Es cierto que muchos de nosotros hemos vivido una excesiva idealización entorno a las ideologías, pero recordemos que de todas formas la idealización es necesaria para el crecimiento, y que lo que hay que dar es cauces de elaboración para que de esa idealización devenga una construcción madura y flexible. Esto nos lleva de alguna forma a la reflexión sobre que probablemente haya nuevos interrogantes ideológicos que tengamos que concretar, y entonces tengamos un tiempo de penumbra en el que las alternativas no estén suficientemente definidas pero que de todas formas hemos de plantearnos su formulación como una cuestión clave. Lo resumiría en una frase, quizás un poco rotunda: «la subjetividad es enemiga del mercado», o viceversa, «el mercado es enemigo de la subjetividad», y esto yo lo relacionaría con los peligros de la tendencia objetivadora en Psicoterapia, una tendencia que tiende a cuantificarlo todo, que llevada al extremo de exigir solo resultados clínicos, «evidencias», lo que neutraliza o destruye la esencia de la Psicoterapia. BIBLIOGRAFÍA 1. Ávila Espada, A. «¿Qué es psicoterapia?» En A. Avila y J. Poch Manual de Técnicas de Psicoterapia, capítulo 1, Madrid: Siglo XXI Eds. de España, 1994. 2. Huber, W. La psychologie clinique aujourd´hui. Liège: Pierre Mardaga editeur, 1986. 3. FEAP «Criterios de formación de Psicoterapeutas. Propuestas de reforma de Estatutos». I Jornadas de Debate Interno. Madrid: Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas, 1993. 4. FEAP. «Psicólogos y Psicoterapeutas. Los documentos de una polémica (COPFEAP)». Boletín de la FEAP, (1996). 2, 3-6. 5. 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Alejandro Ávila Espada Catedrático de Psicoterapia, Universidad de Salamanca. Presidente de Honor de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP). Dirección para correspondencia: Dpto. de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos Avda. de la Merced, 109 37005-Salamanca (España) E-Mail: avil@usal.es 2482 (85) Antonio Díez Patricio PSICOPATOLOGÍA DE LA INTERPRETACIÓN DELIRANTE PSYCHOPATHOLOGY OF DELUSIONAL INTERPRETATION Resumen El presente trabajo consta de cinco apartados fundamentales: 1) delimitación conceptual de la interpretación delirante; 2) teoría de la interpretación; 3) conceptuación de la conducta psicótica; 4) exposición de un modelo cognitivo del razonamiento normal, y 5) estudio psicopatológico de la interpretación delirante a partir de un modelo que integra los factores cognitivos y los emocionales. Summary This essay consists of five main sections: 1) definition of the concept of delusional ideation; 2) delusional ideation theory based on a semiotic model of conduct; 3) conceptualization of psychotic conduct; 4) presentation of a cognitive model of standard reasoning and 5) psychopathology of delusional ideation based on a model integrating cognitive and emotional factors. Palabras clave: Interpretación delirante, razonamiento, delirio, psicosis. Palabras clave: Delusional interpretation, reasoning, delirium, psychosis. INTRODUCCIÓN El presente trabajo se fundamenta en conceptos procedentes de disciplinas que, como la semiología y la pragmática lingüística, considero esenciales para la psicopatología. Como su nombre indica, el objeto de la psicopatología es el estudio de lo psíquico alterado, y este estudio, al ser el sujeto de naturaleza psicosocial, no puede obviar los conocimientos procedentes del conjunto de las cien- cias llamadas humanas; algo así constituyó el intento de Jaspers al introducir en su psicopatología el criterio de comprensión, propio de éstas (junto al de explicación, método de las ciencias de la naturaleza) (1). Entre nosotros, solo Castilla del Pino se ha dedicado a una labor de esta índole (2). A este autor me remito para dar cuenta de la orientación epistemológica que aquí se adopta. Psicopatología de interpretación delirante (86) ORIGINALES Y REVISIONES Partiré de las dos siguientes consideraciones: 1) Es discutible que todas las ideas delirantes constituyan un mismo fenómeno; probablemente el delirio sea un fenómeno heterogéneo, de modo tal que enfermedades diferentes den lugar a distintos tipos de delirio (3) (4) (5). Desde este punto de vista, el delirio sería un fenómeno complejo en el que numerosos factores contribuyen a su formación y mantenimiento. Así, por ejemplo, es probable que no entrañen los mismos mecanismos de construcción el delirio fragmentario, extraño y pueril, sin aparente relación con la biografía del sujeto, propio de ciertas formas de esquizofrenia, que el que constituye la paranoia. 2) El tipo de delirio que denomino interpretación delirante, cuyo contenido es habitualmente autorreferencial, puede ser explicado a partir de las reglas que rigen el pensamiento o raciocinio normal. Con esto intento acercarme al que debería ser el proceder correcto en psicopatología, consistente en explicar lo patológico desde la normalidad. El concepto de interpretación delirante (desde ahora ID), como el de delirio en general, adolece de cierta imprecisión. En lo que respecta a las ideas delirantes, clásicamente se habla de percepción delirante y de ocurrencia delirante (6), conceptos que han venido manteniéndose a pesar de que en la nosografía actual, a diferencia de, por ejemplo, la nosografía clásica francesa, no encuentren aplicación alguna; en esta última se distinguía el delirio de interpretación de Sérieux y Capgras, constituido por interpretaciones delirantes, y el delirio de imaginación de Dupré y Logre, elaborado a expensas de ocurrencias delirantes (7) (8). Más pormenorizadamente, la escuela francesa ha diferenciado clásicamente cuatro apartados en las «estructuras delirantes crónicas» (9): a) Las psicosis paranoicas (en principio sin alucinaciones) que incluyen los delirios pasionales (celosos y erotómanos), los de reivindicación (querulantes, inventores e idealistas apasionados), el delirio sensitivo de Kretschmer y los delirios de interpretación de Sérieux y Capgras. b) Las psicosis alucinatorias crónicas c) Los delirios parafrénicos y fantásticos d) Los delirios esquizofrénicos Mientras que las psicosis paranoicas se caracterizan por su construcción aparentemente lógica y basada en interpretaciones, los delirios parafrénicos se caracterizan por el carácter fantástico de los temas delirantes y su riqueza imaginativa. Éstos se corresponden con la parafrenia de Kraepelin (10) y su construcción se realiza a expensas de un mecanismo «imaginativo», es decir, mediante fantasías tomadas como reales. El presente trabajo se refiere al tipo de delirio que constituye el síntoma fundamental, cuando no el único, de las psicosis paranoicas, delirio que, como es admitido clásicamente, (11) (12) guarda una estrecha relación con la personalidad del sujeto delirante. 2484 Psicopatología de interpretación delirante ORIGINALES Y REVISIONES (87) El concepto de percepción delirante procedente de la escuela fenomenológica de Heidelberg no tiene una exacta correspondencia con el de ID. La ID se asemeja hasta cierto punto a la percepción delirante si entendemos ésta no en el sentido de Jaspers o de Schneider, sino como la interpretación, con características delirantes, de una percepción normal. Pero no es así la genuina concepción de Jaspers. Jaspers (13) habla de ideas delirantes primarias, que surgen de vivencias delirantes primarias, las cuales consisten en una «significación alterada de la realidad». Para Jaspers, la realidad es la significación de las cosas, significación que está indisolublemente unida a la percepción de la realidad, ya que al sujeto las cosas le son dadas con un significado. La vivencia delirante –y la idea, pues la vivencia «se comunica en juicios»- es, como he dicho antes, la significación alterada de la realidad: «La conciencia de la significación experimenta una transformación radical. El saber inmediato que se impone de las significaciones, es la vivencia primaria del delirio» (14). No se trata, pues, de una mera interpretación de la realidad percibida, «sino que es experimentada directamente la significación en la percepción completamente normal e inalterada de los sentidos» (15). Según el «material sensorial» con que se experimenta esta significación, se habla de percepciones delirantes, representaciones delirantes, recuerdos delirantes, cogniciones delirantes, etc. Para Jaspers, estos fenómenos son «incomprensibles», pues son «inmediatos», «primarios», es decir, «no pueden ser seguidos psicológicamente más atrás» e implican un cambio en la personalidad o «conjunto individualmente distinto y característico de las relaciones comprensibles de la vida psíquica» (16). Por el contrario, a las ideas delirantes que surgen «comprensiblemente» de fenómenos afectivos, de percepciones falsas o de la personalidad las llama ideas deliroides. La anterior división se realiza a expensas de un único criterio, la comprensión, criterio, pensamos, débilmente argumentado, por lo que ha suscitado numerosas críticas (17) (18) (19). En definitiva, como dice Sims, para muchos autores, «…todo delirio sería comprensible si uno conociera lo suficiente acerca del paciente» (20). En lo que respecta a las teorías actuales sobre el proceso de formación y mantenimiento del delirio, la mayoría de los autores piensa que el delirio no es psicológicamente irreductible, como dijo Jaspers, sino que es secundario a una anomalía más básica, llámese afecto, personalidad, deseos inconscientes, etc., o una combinación de ellos (21). Hamilton diferencia la percepción delirante, para cuya conceptuación sigue a Jaspers, de la seudointerpretación delirante o interpretación delirante falsa, la cual no sería más que una interpretación delirante cuyo contenido no es «nuevo» pues guarda relación con el tema de un delirio preexistente. El autor emplea el siguiente ejemplo: un delirante de persecución oye un crujido y lo interpreta como un detective que lo está espiando. Según Hamilton, lo que ocurre en este caso es que «En los delirios totalmente sistematizados hay un delirio básico y el resto del sistema se halla construido lógicamente sobre dicho error» (22). 2485 Psicopatología de interpretación delirante (88) ORIGINALES Y REVISIONES El presente trabajo versa sobre el tipo de ideas delirantes que constituyen las denominadas psicosis paranoicas de los autores franceses, la paranoia de Kraepelin, el trastorno de idas delirantes de la ICD 10 (23) o el trastorno delirante del DSM IV (24). TEORÍA DE LA INTERPRETACIÓN Una teoría de la interpretación exige partir de una concepción semiótica o, si se quiere, lingüística de la conducta. Esta concepción la encontramos ya en Saussure, en su Curso de lingüística general, donde inscribe la lingüística en una teoría general del signo o semiología: «Se puede, pues, concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social. Tal ciencia sería parte de la psicología social, y por consiguiente de la psicología general (...) La lingüística no es más que una parte de esta ciencia general» (25). Las definiciones más usuales de semiología -o de semiótica, si hacemos sinónimos ambos términos- son anteriores a Saussure pues proceden de Morris (26), quien a su vez se basó en Peirce (27). Para Morris, una teoría de la conducta debe fundamentarse en la semiótica, en la que debería basarse asimismo el conjunto de las ciencias humanas. Ahora bien, ¿qué se entiende por signo? Según Eco, «Signo es cualquier cosa que pueda considerarse como sustituto significante de cualquier otra cosa» (28). Existen varios tipos de signo; uno es el símbolo, en el que la relación significante/significado es totalmente convencional y cuyo paradigma es la palabra no onomatopéyica; otro es el índice, en el que el significante es una muestra física del significado, como lo es el humo respecto del fuego o la nube respecto de la tormenta. Para nuestro cometido, consistente en tratar de fundamentar una teoría psicopatológica de la interpretación, interesa la clasificación de los signos en naturales y convencionales. Los primeros son indicios de algo (es decir, índices), como la nube es indicio de lluvia, o la fiebre lo es de una enfermedad. Indicio, en este caso, es lo mismo que síntoma. Los segundos, los signos convencionales, el más representativo de ellos, la palabra, tienen una triple dimensión, de tal modo que son: síntoma del sujeto, pues allí donde los encontremos (por ejemplo, en forma de manuscrito hallado en una botella, o de pintura rupestre) sabemos que tras ellos existe un sujeto que los produjo; señal dirigida a un receptor (de aquí que comuniquen algo), y símbolo de aquello a que se refiere (la palabra «mesa» al objeto mesa, la caricia al afecto, etc.) (29). En el presente trabajo se adopta una concepción semiótica de la conducta, es decir, la conducta como signo con esta triple dimensión. Y esto lo aplicamos también, por el momento y en tanto no se demuestre otra cosa, a aquellas conductas consideradas síntomas de una alteración mental «funcional». Pues, siguiendo este 2486 Psicopatología de interpretación delirante ORIGINALES Y REVISIONES (89) razonamiento, ¿ha de entenderse la fobia, algunos tipos de delirio o determinados tipos de alucinaciones como muestras físicas del significado, como lo son los anteriormente llamados índices, síntomas o signos naturales? Es necesario hacer hincapié en esta división de los signos -en general de los objetos que componen la realidad- en naturales y convencionales. Los objetos convencionales poseen sentido o significación, y como son resultado de la actividad del sujeto, tienen un carácter intencional. Es por esto que no nos preguntamos por el sentido del árbol que hallamos junto al camino pero sí por el del dibujo grabado en su corteza, sobre el que podemos preguntarnos qué significa y con qué intención fue trazado. Con el término intención me refiero a lo que en el lenguaje coloquial significa «hacer algo con propósito», es decir, con objetivos o fines. Para algunos, la intención es entendida como causa de la conducta; si fuera así, las explicaciones teleológicas de ésta serían explicaciones causales. Mas la relación entre intención y conducta es de carácter conceptual o lógico y no causal; en el caso de que fuera causal, en la inferencia o juicio de intención la verdad de las premisas comportaría la verdad de las conclusiones, y no es así. El análisis de los resultados de una conducta no permite deducir lógicamente que el sujeto tenía la intención de obtener dichos resultados; el segmento externo de la conducta –entendiendo la intención como el segmento interno- no permite verificar (o falsar) la intención del sujeto que la realiza (30). Atendiendo a lo anterior, se puede definir la interpretación como el proceso cognitivo mediante el cual un objeto convencional, un signo, es dotado de sentido. Dotar de sentido un objeto producto de la actividad humana consiste en atribuirle motivos y/o intenciones; por ejemplo, respecto a la lámpara situada sobre el atril del conferenciante podemos preguntarnos: «¿Qué hace esa lámpara ahí?», o sea, «¿Quién la ha puesto ahí?», «¿Por qué o para qué ha sido puesta ahí?», etc. Ya que, como hemos dicho, todo signo convencional, en tanto síntoma, remite a un sujeto actante; por eso, nuestra actitud no es la misma cuando paseando por el campo vemos una piedra que cuando vemos un hacha de sílex: de la primera damos una explicación causal, o sea, intentamos desarrollar la cadena de hechos naturales que han dado lugar a su presencia allí; la segunda, la interpretamos, le atribuimos motivos y/o intenciones. Las anteriores afirmaciones implican que el significado de la conducta humana no es unívoco, pues una misma conducta puede ser interpretada de muy diversas maneras –la lámpara sobre el atril podría significar también: «Señal para disparar cuando el conferenciante la encienda»-. Esto quiere decir que acerca de una interpretación no se pueda hablar de su verdad o falsedad sino de su verosimilitud o probabilidad, probabilidad que aumenta cuanto más sea confirmada por los datos que aporta el contexto (31). Todo significado es posible pero unos son más probables que otros. Respecto al significado hay que hablar por lo tanto de grados de probabilidad o de verosimilitud. 2487 Psicopatología de interpretación delirante (90) ORIGINALES Y REVISIONES Como hemos hecho ver en otro lugar (32) (33), el concepto de contexto es fundamental en toda teoría de la interpretación pues incluso aquellos significados más codificados, como los de las palabras, dependen del contexto en que aparecen. Así, si le digo a alguien: «Eres un mueble», la frase solo tiene sentido para quien sabe de la pasividad de mi interlocutor. Existen contextos codificados (situaciones) que permiten inferir con un alto grado de verosimilitud el sentido de la conducta; así, en el contexto «oficina» no es necesario preguntarse por el significado del objeto «teléfono» pues ya viene dado convencionalmente; pero, ¿y si al entrar en el retrete vemos instalado un teléfono en la cabina del mismo? Para Ruesh y Bateson (34) el concepto de contexto se corresponde con el nombre que se le da a las situaciones sociales. En psicología cognitiva al contexto codificado se le denomina marco (frame) (35). Mientras que los marcos recogen más bien información visual, los guiones (36) representan información sobre situaciones sociales. Los guiones situacionales se asemejan a los estereotipos culturales compartidos por una comunidad y permiten hacer inferencias sobre el sentido de la conducta; así, son guiones las situaciones sociales recogidas bajo los términos «conferencia», «boda», etc. La obtención del significado más plausible de una conducta en un contexto dado es posible merced a lo que Eco denomina enciclopedia o conocimiento del mundo (37), que le permite al sujeto extraer del contexto aquellos datos lo suficientemente relevantes como para hacer posible una interpretación verosímil. De este modo, por ejemplo, solo es posible entender el sentido de la conducta del maître si se posee un suficiente conocimiento del mundo de los restaurantes. Realizar una interpretación racional o, lo que es lo mismo, verosímil, exige, en primer lugar, la construcción de una hipótesis de partida y, en segundo lugar, la valoración correcta de la relevancia de los datos aportados por el contexto a partir de los cuales se confirmará o refutará la hipótesis. Asimismo, se han de construir hipótesis alternativas y se han de seleccionar aquellos datos que las confirmen o refuten. En cualquier caso, la interpretación final resulta de contrastar la hipótesis principal con la información que proporciona el contexto. LA CONDUCTA PSICÓTICA Para dar cuenta del fenómeno de la ID partiré del modelo judicativo de la conducta de Castilla del Pino (38) (39) (40). Según este autor, el delirio constituye una patología del juicio de realidad que afecta al componente connotativo de éste. El juicio de realidad tiene dos componentes: denotación o constatación de la existencia del objeto, y connotación o atribución de valores, significado, intención o sentido al denotado. Para los no familiarizados con esta teoría, en la proferencia «La mujer cordobesa es guapa pero altiva», la denotación sería «mujer cordobesa» y la conno2488 Psicopatología de interpretación delirante ORIGINALES Y REVISIONES (91) tación «guapa pero altiva». «Mujer cordobesa» es una realidad empírica, mientras que «guapa pero altiva» nada dice de la mujer cordobesa, sino, más bien, del emisor de la frase, de sus valores y concepción del mundo. La connotación tiene un carácter subjetivo, por lo que no es posible su verificación empírica. «Denotación» y «percepción» no son términos sinónimos; esto se comprueba cuando nos referimos a un objeto interno (una representación mental, un recuerdo, un pensamiento, etc.), el cual no es perceptible pero sí denotable. Denotar es, según Castilla del Pino, «dirimir si un objeto existe o no, y dónde existe, si en el espacio interno o en el externo...» (41). La función del sujeto en virtud de la cual se diferencia la realidad externa de la interna es denominada por Castilla del Pino diacrisis. El enjuiciamiento de la realidad es una función del sujeto y exige, como condición necesaria, la integridad de los instrumentos cognitivos -inteligencia, memoria, atención, etc.- que hacen posible su vida de relación, es decir, su existencia como sujeto, no como mero organismo. Se trata de una función inherente a la conducta; toda actividad del sujeto exige el enjuiciamiento de la realidad en la cual se lleva a cabo. Denotación y connotación son, pues, dos componentes de toda conducta. Pero hay que añadir algo más: la relación que el sujeto establece con la realidad, en cuanto realidad significante, está determinada por el sentido que le da a los objetos/ signos que la componen. Esto es evidente: la relación que establecemos con, por ejemplo, el vecino, depende de la valoración que hagamos de él como buena/mala persona, simpático/antipático, etc. En el juicio de realidad psicótico, un objeto interno es situado en la realidad externa y se actúa como si a ésta perteneciera. En lo que respecta a la denotación, lo psicótico consiste en ubicar un objeto interno en la realidad externa, a la vez que se le confiere cualidad sensorial. Se formarían de este modo las pseudopercepciones (alucinaciones e ilusiones). Respecto a la connotación, lo psicótico consiste en considerarla una propiedad, un atributo del objeto; es decir, el juicio de valor es tomado como juicio de hecho, como denotado, adquiriendo la misma certeza que éste. Se forman así las ideas delirantes. Ahora bien, es necesario hacer las siguientes precisiones; existen dos tipos de connotaciones: los juicios de valor de contenido ético y/o estético y las interpretaciones o juicios de intención. Para todos ellos rige el principio de no-verificabilidad, pero es preciso diferenciar la nula verificabilidad de los juicios éticos y estéticos, de los grados de probabilidad o confirmación de las interpretaciones. Como he dicho antes, en la interpretación, aunque la inferencia obtenida nunca debe adquirir una total certeza, sí puede estar más o menos cercana a la verdad, es decir, ser más o menos verosímil. Así, es imposible verificar la proposición «Juan es simpático pero poco agraciado»; se puede comprender el sentido de la frase si se toma como referencia el sistema de valores del sujeto emisor, pero no es posible acercamiento alguno a la verdad. Por el contrario, mediante indicios o argumentos se podría mostrar la 2489 Psicopatología de interpretación delirante (92) ORIGINALES Y REVISIONES mayor o menor verosimilitud de la frase «No le caigo bien a Charo». Aún mayor acercamiento a la verdad se puede obtener de enunciados tales como «Me persigue la policía», los cuales son prácticamente verificables (o refutables). Esta diferencia tiene, desde mi punto de vista, un gran interés psicopatológico. Por ejemplo, los delirios constituidos por interpretaciones son auténticos delirios, esto es, las interpretaciones son dotadas de certeza absoluta y tienden a sistematizarse, mientras que los delirios constituidos por juicios de contenido ético y estético no suelen poseer esta convicción y sistematización, tratándose más bien de ideas sobrevaloradas, más que de ideas delirantes. Son los delirios de las psicosis afectivas, depresivas y maníacas (42). EL RAZONAMIENTO NATURAL Podemos ahora hacernos la siguiente pregunta: ¿en qué se diferencia formalmente la interpretación delirante de la interpretación normal? Muchos autores vieron en la lógica la base teórica que daría cuenta de los aspectos formales de algunos tipos de delirio, pero más tarde se pudo comprobar que el razonamiento lógico en ellos implicado en nada difiere del razonamiento no delirante. Podemos definir la lógica como la teoría de los sistemas de reglas formales del razonamiento; o también como la codificación de las reglas del razonamiento formalmente válido. Aunque tradicionalmente fue considerada como la teoría de las leyes del pensamiento, esto no es así: el pensamiento opera con arreglo a una lógica, pero la lógica formal no es su constituyente fundamental. Por ello, Piaget postuló la existencia de lo que denominó lógica operatoria o lógica psicológica, que estaría a caballo entre la lógica formal y la psicología como ciencia empírica (43). Esta lógica sería el modelo de la lógica natural que usa el sujeto en su enjuiciamiento de la realidad. Señalaré algunas diferencias entre la lógica formal y el pensamiento natural: a) El sujeto razona a partir de lo que Jonson-Laird denomina un «modelo mental», que consiste en una representación general o simulación mental del problema a tratar, el cual construye a partir de un número reducido del conjunto de datos que aporta el contexto en que se da dicho problema (44). Es decir, el sujeto no razona acerca del mundo sino acerca de su representación mental del mundo (45). b) El sujeto no razona solo formalmente sino que al razonar tiene presentes tanto el contenido como la forma. c) El sujeto razona no sobre datos aislados sino sobre el conjunto de la situación o contexto, por lo cual cuenta con gran cantidad de presuposiciones que obtiene gracias a su conocimiento del mundo o enciclopedia. d) El problema sobre el que se ha de razonar tiende a ser simplificado; se reduce la información que habría que manejar y se cierra lo antes posible, lo que limita el número de alternativas a considerar (46). 2490 Psicopatología de interpretación delirante ORIGINALES Y REVISIONES (93) Por todo lo anterior, para muchos autores, los principios de la lógica formal son irrelevantes, cuando no antitéticos, con el razonamiento natural (47). Gran parte del razonamiento se lleva a cabo a partir de lo que Kahneman y Tversky denominan heurísticos (48). Como se sabe, el entendimiento humano muestra una especial intolerancia a la ambigüedad y a la incertidumbre; pues bien, los heurísticos son mecanismos cognitivos que constituyen una especie de atajos mediante los cuales se reduce la incertidumbre derivada de la limitada capacidad cognitiva humana y la ambigüedad del significado de la conducta. Es definitiva, restringen los problemas a una dimensión manejable por el sistema cognitivo. Esto se logra a expensas de enfatizar unos datos e ignorar otros; los problemas quedan así simplificados pero, lógicamente, a expensas de aumentar la probabilidad de errar en las conclusiones. Su utilización, que es automática e inconsciente, es la norma, mientras que es excepcional que en la vida cotidiana se usen análisis formales y de cálculo. Evans (49) va más allá y diferencia dos etapas en el proceso de razonamiento, la de los heurísticos y la de los analíticos; mientras que la primera etapa es automática y preatencional, determinando aquello a lo que el sujeto atenderá y sobre lo que pensará, estableciéndose de este modo la representación mental del problema, en la segunda se realiza el juicio inferencial. La función de los heurísticos consistiría por tanto en identificar los aspectos subjetivamente relevantes de la información dada. Uno de los heurísticos descritos por Kahneman y Tversky es la representatividad. Mediante este mecanismo se reduce la complejidad de los razonamientos probabilísticos y causales basándose en la similitud que guardan entre sí los datos. Permite evaluar el grado de correspondencia o semejanza entre una muestra y una población, un ejemplar y una categoría, un acto y un actante, o un resultado y un modelo. Esto es, se valora la probabilidad de que un evento acontezca a partir de que: 1) sus características esenciales se parezcan a las de la población de que proceden, y 2) refleje los rasgos más sobresalientes del proceso mediante el que se ha generado. En conclusión: se valora que A es más probable que B debido a que A es más representativo que B. En un ejemplo de De Vega (50), se trata de decidir qué oficio tiene una mujer, divorciada cuatro veces, que vive en Estados Unidos y que gana mucho dinero. La mayoría de los sujetos suelen contestar que se trata de una actriz de Hollywod, porque el dato «divorciada cuatro veces» suele ser tomado como representativo de actriz de Hollywod. No es infrecuente que se alzaprime la representatividad incluso en contra de probabilidades previamente conocidas; siguiendo con el ejemplo anterior, el que las mujeres ejecutivas se divorcian más que las actrices. Otro de los heurísticos descritos por Kahneman y Tversky es la accesibilidad; mediante él se juzga la frecuencia de los datos; estima la probabilidad en función de la facilidad con que los datos acceden a la mente, de tal modo que se juzgan como más frecuentes los datos más fáciles de recordar. Es decir, se utiliza la fuerza de la asociación para evaluar la frecuencia de los eventos. Como es natural, los aconteci2491 Psicopatología de interpretación delirante (94) ORIGINALES Y REVISIONES mientos más frecuentes son los más fáciles de recordar, pero la inversa no es cierta. Aparte de la frecuencia, la accesibilidad está determinada por la relevancia que los datos posean para el sujeto en virtud de su impacto emocional. Por ejemplo, es normal que un sujeto piense que es más probable que le roben la casa si acaba de hablar con un amigo al que le han robado la suya. Una consecuencia de la accesibilidad es la denominada por Chapman y Chapman correlación ilusoria (51), mediante la cual el sujeto establece una correlación entre acontecimientos basándose en su parecido conceptual o semántico. Por ejemplo, en el ya relegado por su nula validez Test de la figura humana se solía correlacionar ojos grandes y muy abiertos con tendencias paranoides. En la correlación ilusoria juega un papel fundamental las expectativas y concepciones previas, más aún si se tiene en cuenta que las teorías previas fuertemente sustentadas no suelen modificarse ante la existencia de datos evidentes contrarios a ellas. También sabemos que existe una tendencia natural a creer que los datos que confirman una hipótesis son más relevantes que los que la falsan, del mismo modo que se suelen «verificar» hipótesis falsas si expresan la ideas que el sujeto tiene al respecto, incluso rechazando la información que permitiría refutarlas (52). Existen numerosos estudios sobre este fenómeno; así, en sus trabajos sobre psicología social, Nisbett y Ross (53) muestran que los sujetos tienden a no dar crédito a las pruebas que entran en conflicto con sus creencias, y viceversa: tienden a aceptar aquellos argumentos que las confirman. Evans (54) denomina a este fenómeno sesgo de confirmación, consistente en la tendencia del razonamiento humano a confirmar antes que refutar las hipótesis de partida. Se trata del principal mecanismo cognitivo implicado en el prejuicio y otras creencias irracionales. Por su parte, Kahneman y Tversky (55) hablan del fenómeno que denominan anclaje (anchoring), que, en la evaluación de probabilidades, consiste en la tendencia a realizar estimaciones a partir de un valor inicial que se ajusta para producir la respuesta final. Extrapolando este mecanismo a la interacción social, vemos que es frecuente que el sujeto persevere en sus primeras impresiones a la hora de predecir acontecimientos futuros, sobrestimando la información que verifica las expectativas y soslayando la que las falsan. Otro fenómeno de esta clase, importante para el tema del presente trabajo, es la denominada ilusión de validez, según la cual datos aparentemente confirmatorios de una inferencia errónea se van añadiendo reforzando progresivamente el juicio erróneo inicial (56). A modo de resumen interesa destacar lo siguiente: - Las actitudes, creencias y expectativas del sujeto determinan su manera de razonar. El problema radica en saber cómo tiene lugar esa influencia, esto es, qué modificaciones produce la motivación en el proceso de raciocinio. - Existe una tendencia natural en el sujeto a negar los hechos que refutan sus interpretaciones y a aceptar aquellos que las confirman. 2492 Psicopatología de interpretación delirante ORIGINALES Y REVISIONES (95) - Cuando un sujeto sostiene fuertemente una hipótesis, toda nueva información que sea contradictoria con ella es escasamente eficaz para modificarla. - De mismo modo, si un sujeto sostiene fuertes expectativas sobre algo, suele pasar por alto las evidencias que chocan con ellas. Las concepciones previas suelen pesar más que los datos a la hora de hacer interpretaciones. Por todo lo anterior, si consideramos que las características fundamentales del pensamiento racional son la coherencia, el estar respaldado por datos relevantes y el ser susceptible de corrección por parte de estos, entonces se puede afirmar que en la vida cotidiana la norma es la irracionalidad. LA INTERPRETACIÓN DELIRANTE Veamos ahora algunos aspectos de la ID. Es obvio que la ID constituye un problema cognitivo, pero las investigaciones de enfoque cognitivo más recientes muestran que en el sujeto delirante no existe un problema cognitivo general (57); no obstante, si bien no se puede hablar de una alteración cognitiva, sí podemos hacerlo de un determinado «estilo» cognitivo, una determinado manera de aprehender la realidad. Por ejemplo, las investigaciones de Hemsley y Garety (58), Huq y cols. (59), Garety y cols. (60), así como las de Bottlender y cols. (61), muestran el fenómeno que denominan salto a las conclusiones, sugiriendo que los delirantes tienden a extraer conclusiones más rápidamente que los sujetos no delirantes, se precipitan en la toma de decisiones, muestran dificultad para tener en cuenta nuevos datos y son menos proclives a adoptar hipótesis alternativas. Young y Bentall (62), Dudley y cols. (63) (64) y Mcguire y cols. (65) añaden algo más: muestran que partiendo de datos cuyo contenido es emocionalmente «neutro», los delirantes necesitan menos información para tomar una decisión, pero si los datos tienen un contenido no neutro, tanto los sujetos delirantes como los sanos reducen el número de datos necesarios para decidir. Los autores sugieren que el delirante razona como si se sintiera sobrecargado emocionalmente. Es natural que esta tendencia a extraer conclusiones precipitadamente dé lugar a errores; pues bien, se ha comprobado que el número de errores es mayor si el contenido del material utilizado en el experimento guarda relación con el tema del delirio. En otros estudios, Mujica-Parodi y cols. (66) (67) sugieren que las conclusiones falsas a las que llega el delirante no se deben tanto a su precipitación a la hora de obtener conclusiones como a una selección y valoración inadecuada de las premisas a partir de las cuales se extraen dichas conclusiones, así como a una dificultad para reconocer hipótesis alternativas. Como dije más atrás, el sujeto normal ha de saber distinguir la información relevante de la accesoria a la hora de construir hipótesis interpretativas, y también cuestionar la validez de estas hipótesis cuando surjan datos que las contradigan. Los autores citados muestran que los errores cometidos en 2493 Psicopatología de interpretación delirante (96) ORIGINALES Y REVISIONES la selección de las premisas son provocados en los sujetos sanos y exacerbados en los sujetos delirantes mediante información cargada emocionalmente. Sostienen que el razonamiento del sujeto normal sometido a situaciones de estrés o miedo es parecido al del sujeto delirante, por lo que sugieren que en éste está activado un mecanismo cognitivo que en el sano solo se activa bajo dichas emociones. En este sentido, el delirio es considerado una vez más un mecanismo de defensa, constituyendo un intento por parte del sujeto de explicarse emociones que no poseen para él un claro referente. Desde mi punto de vista, en la interpretación delirante el sujeto no parte de una hipótesis cuya verosimilitud ha de contrastar mediante la obtención de datos relevantes y argumentos de carácter lógico, sino de una tesis cierta que se ve corroborada por pseudoargumentos, esto es, por datos que resultan irrelevantes para lo que se trata de demostrar. Esta tesis de partida constituye el tema del delirio -por ejemplo, en el delirio de celos la tesis sería: «Mi pareja me es infiel»; en el de persecución: «Soy perseguido por la CIA», etc.- Se trata de lo que Clerambault denominó postulado (68), una proposición fundamental que, por surgir de un «núcleo ideoafectivo», adquiere para el delirante un carácter axiomático, evidente, derivándose de él todo un sistema deductivo. Sérieux y Capgras (69), al igual que Bleuler (70), en quien se basan respecto a esta cuestión, parten de una hipótesis similar: los errores lógicos que constituyen el delirio tendrían una base afectiva. Sostienen Sérieux y Capgras que en el delirante la idea matriz y el estado emocional acompañante determinan una atención selectiva que «eclipsa el sentido crítico y favorece la producción de interpretaciones» (71). También dicen estos autores que el mecanismo de producción de las idas delirantes no difiere esencialmente del modo habitual de formación de las opiniones erróneas: «En ambos casos la convicción penetra no por el entendimiento, sino por el sentimiento» (72). En virtud de este mecanismo, el delirante «elige» aquellos acontecimientos que mejor se adaptan a la ida matriz, y la «atención expectante» contribuye a que admita como exactos aquellas ideas que concuerdan con su «sistema de errores». Como he dicho antes, es evidente que la interpretación delirante constituye un problema cognitivo, pero ¿resuelve una aproximación puramente cognitiva los problemas que suscita? Hemos visto cómo en algunos trabajos recientes se sugiere que sin introducir el factor emocional no es posible explicar el fenómeno de la ID. Todo parece indicar, pues, que los afectos influyen en la génesis del delirio; esto ya fue visto por muchos autores clásicos de muy diversas orientaciones epistemológicas. Para concluir: una correcta explicación de la ID, como la de toda teoría de la interpretación, exige partir de un modelo de sujeto que permita integrar los factores cognitivos y los emocionales, única manera de dar cuenta de los siguientes dos hechos fundamentales: el primero es que el sujeto delirante no delira sobre cualquier tema (73), y el segundo es que el sujeto es siempre protagonista en la trama que constituye el delirio. 2494 Psicopatología de interpretación delirante ORIGINALES Y REVISIONES (97) BIBLIOGRAFÍA 1. Jaspers K. Psicopatología general. Buenos Aires: Beta. 1980. 2. Castilla del Pino C. Introducción a la psiquiatría. I. Problemas generales. Psico(pato)logía. 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El psicoanálisis, obligado a dar cuenta de estas transformaciones, no puede mantener intactas unas teorías de la sexualidad humana nacidas en la Viena finisecular, cuya obsolescencia impide la comprensión de las relaciones interhumanas y de la nueva subjetividad desde la clínica. La autora se interroga sobre la centralidad del Edipo, la prioridad de la represión como defensa que funda el inconsciente, el carácter regresivo de la bisexualidad, y otras afirmaciones del psicoanálisis, confrontándolas con la versatilidad objetal y el polimorfismo sexual de la sociedad posmoderna, rescatando el carácter transgresor de la pulsión, su vocación de puro desplazamiento, buscando interrogar la tendencia patologizadora de un psicoanálisis que, a menudo, actúa como un agente normalizante más de la sexualidad. Palabras clave: Heterosexualidad. Género. Bisexualidad. Psicoanálisis. Represión. Disociación. Sexualidad. Amor. Abstract The fight for equality between genders brought in itself a deep transformation in the relationships between men and women. This has derived in a true crisis of heterosexuality. The banality of the sexual, the transitorial character of relationships, the multiplicity of the homo unions, the politics of equality between genders, confront us with a future where all these appear blurred and confused. The psychoanalysis, science in charge of explaining these transformations, cannot maintain intact the human sexuality theories born in the finisecular Vienna, which obsolete nature does not allow to the comprehension of human relationships and the new subjectivity from the clinic. The writer questions herself about the centrality of Oedipus, the priority of the repression as a way of defense used by the subconscious, the regressive character of bysexuality and other afirmations of the psychoanalysis. She confronts them with the objective versatility and the sexual polyformity of the postmodern society, rescuing the transgressor character of the pulse and its vocation of pure displacement. In this way, she is looking for the interrogation of the pathological tendence of a psychoanalysis which very often acts as another normal agent of the sexuality. Key words: heterosexuality, gender, bysexuality, psychoanalysis, repression, dissociation, sexuality, love. *Tomo el título de este artículo del libro de relatos homónimo de Bernhard Schlink (Anagrama, 2002) Amores en fuga (104) DEBATES «Las pulsiones son seres míticos, formidables en su imprecisión» Freud, 1.933 INTRODUCCIÓN En los últimos años, el psicoanálisis ha sufrido un decisivo descentramiento de sus paradigmas iniciales, de la mano de los estudios de género y del feminismo. Estos cambios se producen al interrogar sus teorías a la luz de los nuevos avances en la antropología, los estudios sobre la mujer y el varón, las investigaciones sobre la relación entre el bebé y la madre, el tratamiento de nuevas patologías. A los fines que nos ocupan podemos señalar cuatro aspectos. - La pérdida de la centralidad de la diferencia sexual como la condición determinante de la construcción de la identidad subjetiva o del establecimiento del sujeto psíquico(1) - El abandono de la prioridad del Complejo de Edipo como organizador del psiquismo, su protagonismo se cede a procesos más tempranos relacionados (Rodulfo, Stern, Kohut, Benjamin) con la relación madre-hijo, la adquisición del narcisismo y el sentimiento de sí mismo, entre otros. No se trata de ignorar el Edipo, sino de cuestionar su posición central como complejo nuclear que resignifica lo anterior desde una supuesta hegemonía edípica, cito a Rodulfo (2): «La teoría psicoanalítica sigue girando en torno a un centro, el padre, la castración, el Edipo, eso es epistemológicamente muy envejecido, pero tampoco es cuestión de sacar de ahí lo edípico para poner otra cosa, no se trata de eso, de lo que se trata es de que no tiene que haber centro». - La apropiación de las mujeres de las actividades profesionales adscritas a los varones y los cambios concomitantes han ido disminuyendo las diferencias entre los comportamientos atribuidos a hombres y mujeres. La eclosión de otras sexualidades (travestismo, transexualismo y transgénero), y la salida del concepto de perversión de homosexualidad y lesbianismo (que desaparecen del DSM en 1.974) , han ido separando poco a poco la llamada identidad sexual (elección de objeto) de la también llamada identidad de género (sentimiento de pertenecer a un género u otro), multiplicando los géneros y ampliando las formas de sentirse hombre y mujer. Esta multiplicidad trae consigo el hecho de que la identidad de género y la identidad sexual pierdan valor identitario, a favor de otros soportes como, básicamente, la profesión. Como dice Garaizabal(3): «La existencia del movimiento feminista actual, así como del movimiento gay y lesbiano ha puesto 2502 Amores en fuga DEBATES - (105) de manifiesto la diversidad de opciones, tanto en las formas de «ser mujer» como en la orientación del deseo sexual. Todo ello ha contribuido a la idea de que la identidad –tanto de género como sexual- no es un destino, sino, en gran medida, una cuestión de elecciones personales». Todo lo anterior trae consigo un descenso en la importancia concedida al carácter sexual de la pulsión como hegemónico en la constitución del sujeto y del inconsciente humano, para desplazar la atención a otros motivaciones como la autoconservación, el narcisismo, el apego, el reconocimiento intersubjetivo, que mueven y organizan el psiquismo. Irene Meler (4) señala en cambio de paradigma que afecta al psicoanálisis actual, que enfatiza el vínculo sobre la pulsión. Paradigma de la intersubjetividad que tiene en Jessica Benjamin, cuyo trabajo se fundamenta en la obra de Daniel Stern, Winnicott y Derrida, uno de sus principales exponentes. En la Viena finisecular en la que surgió y se desarrolló el psicoanálisis, la sexualidad estaba reprimida por una sociedad hererosexual (patriarcal, de géneros binarios: hombre/mujer) de la que Freud no sólo formaba parte, sino que no pudo evadirse al concebir algunas de sus formulaciones: la envidia de pene y el complejo de castración en la mujer, la prioridad del modelo sexual masculino para elaborar su teoría sobre la feminidad, la identificación entre identidad de género e identidad sexual (esto es: la sexualidad genital como unificando el sentimiento de ser hembra o varón con la elección de objeto heterosexual), entre otras cuestiones. Podríamos decir que es a raíz de esa represión sexual victoriana, que lo sexual reprimido aparece como eje de todo el edificio psicoanalítico. Sin embargo, a medida que la sexualidad sale a escena, a medida que la sociedad abandona el concepto de perversión y se hace laica y liberal, la sexualidad pierde progresivamente su papel organizador, figurando como un proceso más en la vida psíquica. Conviviendo con los últimos años de Freud, se desarrollan en Europa, especialmente en París - adalid de los movimientos de liberación de las costumbres- y luego en España, un fenómeno conocido como la garconne(5): la irrupción de mujeres masculinizadas de diferente modo, que pretenden con su testimonio público luchar contra los roles tradicionales asignados a la feminidad. Este fenómeno mostraba en sí mismo numerosos interrogantes para el psicoanálisis, si hubieran sido considerados por él. En primer lugar, se trata de la constatación de la actuación de la bisexualidad: el cambio de elección de objeto de hetero a homosexual en adultos que no presentan aparentemente otras patologías. Freud trataría la homosexualidad como desviación y producción histérica derivada de la competitividad edípica y el juego de las identificaciones (caso Dora), o como un resto perverso de la sexualidad infantil. 2503 Amores en fuga (106) DEBATES La sexualidades y realidades sexuales como el transexualismo, el travestismo, el sadismo consensuado, las distintas identidades sexuales que escapan a la oposición binaria hombre/mujer, fueron siempre consideradas como perversiones, en una clara defensa de la moralidad patriarcal y heterosexual, que vienen a ser sinónimos. En general, el psicoanálisis, que tuvo el mérito de rescatar la sexualidad del dominio de lo instintivo, ha ejercido una labor de censura, borrando, recortando la experiencia de los cuerpos que escapan a sus conceptualizaciones, para encerrarlos en la masculinidad o feminidad, o situarlos en el margen como patologías, ejerciendo una fuerte sanción normativa en su esfuerzo por regular la normalidad. También el cuerpo femenino que Freud teoriza estaba atravesado por la regulación cultural de su época, que negaba la existencia del clítoris(6), como órgano de excitación sexual. El psicoanálisis, desde su origen, se coloca como reproductor de la cultura patriarcal hegemónica, del paradigma heterosexual, y no sólo repite sus eslóganes, sino que contribuye a la supresión de la experiencia, violentando el deseo de las mujeres y de los hombres que escapan a sus categorías. Leamos a Winnicott (7), poco sospechoso de ortodoxia, para comprobar cómo reproducimos la ideología dominante en la identificación de la mujer con la maternidad: «La salud del adulto se gesta desde la infancia, pero es de usted, de la madre, de quien depende que esa salud se logre. Disfrute de que se le atribuya esa importancia. Disfrute renunciando a la tarea de conducir el mundo y déjele a los demás, a los hombres, esa función mientras usted pone en el mundo a un nuevo miembro de la sociedad»... La sociedad actual en la que el psicoanálisis se inserta, ha sufrido dos revoluciones sexuales que tambalean sus principios desde la base. - Una primera en la década de los 60 que culmina en el Mayo del 68. Revolución de carácter masculino en cuanto se rige, a pesar de sus principios de liberación sexual, por el paradigma de una sexualidad que satisface mayormente al varón: genital y centrada en el mito del orgasmo vaginal como panacea de la salud sexual así como en la disponibilidad sexual de la mujer. Paralela a las luchas feministas por la liberación de la mujer y del feminismo de la igualdad, se equipara la sexualidad femenina con la masculina, ignorando cualquier diferencia en las mujeres, que es peyorativamente considerada como efecto de la represión social ejercida sobre ellas. Podemos observar aquí la relación este esta sexualidad vaginal y la sexualidad genital madura que postula el Psicoanálisis freudiano, pues los ideólogos del 68, conocían y bebían de nuestras mismas fuentes. - Una segunda revolución sexual se produce en los años 90. Hija de aquellas luchas feministas y de los estudios de género (8), que propone la apropiación de la mujer de su experiencia subjetiva, mediante la exploración de su cuerpo, la expresión de sus deseos sexuales, esta vez por fuera de la sexualidad heterosexual hegemónica. En el arte, nos encontramos con mujeres que toman el cuerpo como 2504 Amores en fuga DEBATES (107) motivo central de su obra, lo exploran tanto por dentro como por fuera, en su esfuerzo por hacerlo salir de la mirada que sobre él, y la construcción que esta mirada conlleva, han efectuado los hombres (9). La sexualidad de la mujer comienza a considerarse como distinta a la del varón, aparece un cuerpo femenino erotizado en la totalidad de su superficie, se reivindica la excitabilidad del clítoris frente a la vagina. En los últimos años de la década, los varones también reivindican una sensualidad repartida por todo el cuerpo(10), denunciando la representación hegemónica de un cuerpo erótico masculino centrado alrededor del dominio fálico1 , vivido como una tiranía. Del mismo modo, aparecen y se extienden las reivindicaciones del campo del transgénero, lo queer, la irrupción de otras sexualidades. Además, de la mano de estos cambios sociales se pasa de un modelo esencialista y naturalizado de pensar los géneros a concebir estos como producciones sociales, llegando a postular un futuro sin géneros (11), esto es, sin diferencias atribuibles al sexo. La atracción erótica entre las personas existe en todas las épocas y lugares del mundo (12), pero está siempre sometida a algún tipo de regulación social. El cuerpo sin órganos (fuera del dominio de lo simbólico), por el que corren los flujos de las necesidades biológicas y de cuidado que lo convulsionan, está sometido al dominio de la represión social que lo humaniza. La sexualidad es la estrategia social que permite controlar el carácter eminentemente transgresor del deseo erótico(13), de ahí su carácter de mecanismo de dominación y de poder señalado por Foucault, mecanismo que se implanta en los cuerpos y modula el deseo, creando subjetividades. La construcción social del amor, y su evolución histórica, nos habla de este sentimiento como un mecanismo más de legislación social. El amor en occidente es la historia de la construcción de lo femenino y de lo masculino, y de la relación subordinada de un género frente al otro a partir de la exaltación del amor romántico que hace a la dama dependiente del amor de su caballero, mientras este puede ir y venir de la guerra, asegurándose su fidelidad mediante la cintura di castita. Es, sin embargo, el deseo erótico quien permanece siempre por fuera de las instituciones del amor: matrimonio o parejas de cualquier tipo; y pone en cuestión estas mismas instituciones. Es por eso que la sexualidad trata de orientarnos hacia cómo, dónde y cuándo debemos sentir deseo, y sobre todo hacia quién, en un esfuerzo siempre imperfecto por domesticarlo y adaptarlo a la civilización. Ya en los años 70, Deleuze y Guattari (14) criticaron la centralidad del Edipo, considerándolo sólo «una de las formaciones estadísticas secundarias («complejos»). Lo reprimido no sería para ellos la representación edípica. «Lo reprimido es la producción deseante. Es lo que, de esta producción, no pasa en la producción o la 2505 Amores en fuga (108) DEBATES reproducción sociales. Es lo que introduciría desorden y revolución, los flujos no codificados del deseo» (15). Estos flujos no codificados del deseo son lo que toda sociedad teme, de manera que Edipo no es universal en cuanto posición de deseo, su universalidad radica en su función de límite de estos flujos no codificados del deseo que pasan a ser gestionados socialmente a través de una determinada concepción de la sexualidad que legisla, margina, entroniza y «produce a Edipo en la sociedad capitalista patriarcal como el final de una historia que pone en juego el devenir de las máquinas sociales, con su régimen comparado al de las máquinas deseantes» (16). Para Judith Butler (17) «las expresiones aparentemente descriptivas, «es una niña» o «es un niño», pronunciadas en el momento del nacimiento (o incluso en el momento de la visualización ecográfica del feto) no son sino «invocaciones performativas». Esto es, trozos de lenguaje cargados históricamente del poder de investir un cuerpo como masculino o como femenino, y sancionar los cuerpos que amenazan la coherencia del sistema sexo/género. Para Preciado, «la heterosexualidad, lejos de surgir espontáneamente de cada cuerpo recién nacido, debe re-inscribirse o re-instituirse a través de operaciones constantes de repetición y de re-citación de los códigos (masculino y femenino) socialmente investidos como naturales» (18). Cuerpos performados, sujetos al orden del discurso de dominio de un género sobre otro (19), ¿qué es lo que está en el origen de esta historia? El ser humano es el animal que nace más inmaduro, su crianza requiere un largo periodo de cuidados a cargo de adultos iguales que le infundan humanidad. Este hecho está en el origen del sentimiento de apego de los progenitores hacia sus crías (20), de la sexualidad heterosexual de monogamias sucesivas que conocemos, de la aparición del orgasmo femenino y de la relación afectiva en la pareja. Para Eibl- Elbelfeldt 2 tanto los vínculos que unen a las personas en el amor, como los que crean la organización social – y se oponen a la violencia- son un derivado de los que unen a la madre con sus retoños. Las caricias, comunes a todas las culturas estudiadas, que la madre prodiga a sus hijos y la de los enamorados siguen un mismo patrón Ahora bien, sobre qué construimos, ¿cuál es el soporte sobre el que la sociedad edifica sus modelos de género, sus propuestas de relación entre los géneros?. La respuesta es el deseo erótico, la atracción sexual, la pulsión. Hemos señalado la universalidad del deseo erótico, común a todas las culturas y presente en los testimonios de todas las épocas (21). La pulsión, para nosotros psicoanalistas, no tiene objeto. El niño es un ser perverso polimorfo que goza de todos los orificios y las mucosas del cuerpo. Las fantasías sexuales de los hombres y las mujeres adultos también lo son. La pervivencia del beso, de las prácticas anales, de la succión, nos hablan del fracaso de la represión, de la versatilidad de las zonas erógenas, que no quedan subsumidas nunca en lo genital, ni siquiera en la sexualidad heterosexual más convencional. Al liberalizarse la socie2506 Amores en fuga DEBATES (109) dad, el puritanismo sexual ha dado paso a la apertura de los secretos sexuales más inconfesables, que son explotados por la industria pornográfica y virtual (22). Como señala Adolfo Berenstein (23) «la infinita variedad de estos objetos sexuales (fetiches) apoya una conclusión cuyo aserto contribuye a borrar aún más esa delgada frontera que separa lo normal de lo patológico y que puede resumirse en este aforismo: la sexualidad humana es por naturaleza perversa». La pulsión, factor límite entre lo somático y lo psíquico, ya que no estamos hablando del instinto sexual de los animales2 , busca una representación, un soporte al cual asirse: el objeto, y al encontrarlo aparece el deseo (24). Es en ese pasaje de la pulsión al deseo donde interviene la cultura, la interdicción, dibujando el mapa del erotismo humano. Proponiendo objetos y prohibiendo otros. De ahí nuestra plasticidad, de ahí también, lo irreductible de la pulsión que no queda nunca resumida en el deseo, e insiste en su incesante búsqueda de satisfacción, descargándose en pseudosatisfacciones en un permanente desplazamiento, siempre, en parte, insatisfactorio. Así pues, la humanidad aparece cuando el sexo se transforma en sexualidad, que lo regula mediante el tabú del incesto y la exogamia; y la subjetividad se constituye en el pasaje de la pulsión, del goce, al deseo. La pervivencia del incesto y del goce nos habla del carácter ideal, siempre incompleto, de esta transformación humanizante. Es a partir de esta indefinición que podemos entender las palabras de Erasmo, «El hombre no nace, se forma», o de Pico de la Mirandola: «El hombre es, de algún modo, cualquier cosa» (25). La versatilidad ontológica del ser humano, su carácter de proyecto, la incertidumbre sobre su identidad, hoy más cuestionada que nunca, hace de él un sujeto en constante cambio y un sujeto moral, sometido a elecciones, como bien se encarga de demostrarnos la historia3 Así pues, todo lo que se ha dicho de la sexualidad en psicoanálisis hasta ahora corresponde a un momento histórico determinado: el del dominio de la masculinidad sobre la feminidad, en una sociedad patriarcal, heterosexual y puritana como lo fue la Viena de fin de siglo. La heterosexualidad, como modelo de gestión del sexo a través de la sexualidad, tiene su inicio en la ciencia médica del XIX (26), que modifica la noción de pecado por la de enfermedad (homosexual, perversión, etc.), pero «pierde parte de su lógica en las sociedades posindustriales de los países de capitalismo avanzado como consecuencia de los cambios en los modos de producción...»4 (27), se trata de sociedades orgiásticas, del ocio, que se basan en el individualismo, el hedonismo y el placer. Estas sociedades modernas hacen innecesaria la heterosexualidad como modelo de sexualidad dominante. Emergentes de este hecho son el aumento de los divorcios, que alcanza a la mitad de las uniones en algunos países como EEUU; el aumento de los no reproductores voluntarios; el incremento de hogares monoparentales; el ascenso del número de 2507 Amores en fuga (110) DEBATES mujeres que abordan solas la maternidad; el aumento de las parejas de homosexuales con o sin hijos; el nuevo sexo por internet5 que elude la corporeidad esto es, el encuentro en 3D. Todas las características de la heterosexualidad están en crisis, pues la pareja heterosexual no es la condición para la reproducción, es más, asistimos a las tasas más bajas de nacimiento de la historia, en los países industrializados, se ha separado reproducción y sexualidad, el coito ya no es necesario para la reproducción (fecundaciones in vitro), las mujeres no necesitan a los hombres para la crianza de los hijos a partir de su independencia económica6 . De ahí que, en el momento actual nos encontramos con una cultura sexual muy diferente de la que hemos conocido hasta ahora. Prescindiendo de otras consideraciones, y centrándonos en el cambio de objeto sexual, nos encontramos con que: - Por una parte, la sexualidad heterosexual normativa insta a las adolescentes, y a las mujeres de cualquier edad, a masculinizar sus prácticas sexuales, en pro de una liberación que no ha sido deconstruida en lo que tiene de imposición y de negación de experiencias propias (orgasmo obligatorio, genitalidad, promiscuidad, negación del afecto). Hasta la misma manera de nombrar la sexualidad se ha modificado, ya no «se hace el amor» –concepto que no se escucha, por obsoletosino que «se tiene sexo», se «quiere sexo», se «practica sexo». Es hoy frecuente escuchar de una joven que sólo quiere «echar un polvo» con otro joven, sin mediar otro tipo de relación. Esta práctica era antes exclusivo patrimonio de los hombres. - Por otra, las mujeres jóvenes y adolescentes, que por primera vez en la historia no desean unirse a un hombre como único destino, sino que tienen como meta la independencia laboral, exploran su sexualidad con más libertad que nunca, transgrediendo los eslóganes, modificando sus elecciones de objeto de hetero a homo en una cantidad que ya no es meramente anecdótica, sino que tiene carácter de epidemia. Se trata de una descodificación del deseo erótico a través de la liberación de los flujos de la libido (28). Paradójicamente, el mismo psicoanálisis que normaliza ha promovido con su difusión a esta expansión de la sexualidad. Probarlo todo, experimentarlo todo, forma parte de una juventud abierta a todo tipo de experiencias afectivas y que cultiva el culto del placer por el placer. Ahora bien, en este contexto ¿para qué sirve Edipo en la sociedad del capitalismo avanzado, con un patriarcado y una heterosexualidad, consustancial a él, ambas en crisis? Trataremos de responder a esta pregunta recuperando el aspecto fundamentalmente transgresor de la pulsión al que alude Freud en la cita de 1.933 que abre nuestro trabajo. 2508 Amores en fuga DEBATES (111) EL YO MÚLTIPLE: LA DISOCIACIÓN DE LA SEXUALIDAD Y EL AFECTO En el proceso descrito, el sexo se ha separado del afecto, la libertad sexual ha traído como consecuencia la disociación de la sexualidad, en su aspecto afectivo y sexual, y la comercialización del sexo a gran escala (pornografía de todo tipo). Esta banalización de lo sexual (Beck, Marina) a dejado al hombre y a la mujer solos frente al otro. El reconocimiento intersubjetivo ha dejado de darse en las relaciones sexuales. El otro busca un órgano, un cuerpo, no una persona. Lo cual, por otra parte, era una búsqueda normalizada en el caso del varón hacia la mujer. Se produce una fragmentación del cuerpo del otro, y una negación de este en su totalidad. Nos encontramos en el territorio de los objetos parciales, del no reconocimiento intersubjetivo. Dice Giddens: «Para los dos sexos hoy, el sexo acarrea con él la promesa – o la amenaza- de intimidad, algo que afecta a los aspectos primarios del yo» (29). Es así que la búsqueda más angustiosa de nuestro tiempo no es la sexual, sino la afectiva, podemos decir también, la inclusión del componente afectivo excluido de la sexualidad posmoderna. La celebración del individualismo como ideal ha traído consigo la negociación de las necesidades de compromiso mutuo entre los seres humanos. El carácter peyorativo que se otorga a la expresión de la dependencia afectiva, vivida como debilidad, es señalado por las jóvenes que saben que no deben mostrarse dependientes frente al otro, que deben hacer como que no lo necesitan. Los cambios acaecidos en el concepto mismo de amor desde Platón hasta nuestros días (30), nos hablan de un progresivo abandono del anhelo de ser uno hacia la negociación de las diferencias en proyectos de convivencia con un enorme componente racional. Es lo que Giddens llama «la pura relación»: se espera ternura, fidelidad, satisfacción sexual y autonomía personal, y la relación dura hasta que procura la suficiente satisfacción para ambas partes. Del Uno como ideal de fusión y unión entre los amantes, hemos pasado al Dos, y del Dos a las multiplicidad de las relaciones actuales. De manera que para Giddens, «Hay poca duda de que se están abriendo nuevos antagonismos emocionales entre los sexos» (31), mientras que Marina, a pesar de su típico optimismo, plantea «Hemos jaleado tanto al individualidad, el cuidado de uno mismo, la autosuficiencia, que hemos perdido el talento –si es que alguna vez lo hemos tenido -, para relacionarnos con otras personas»(32). Podemos decir que hoy es la afectividad, y no la sexualidad, quien ha caído bajo los velos de la represión. Como ha intentado mostrar Sennett (33), el mundo actual nos exige actuar como si no necesitáramos a nadie, sin vínculos estables, rotos los lazos afectivos con los otros, convertidos en seres funcionales, en maquinarias para la producción: exigiendo un yo en permanente cambio. La negación ha pasado de lo sexual, a lo afectivo. «Hemos desarrollado estándares sociales de comportamiento, de personalidad, de atractivo sexual y de belleza cada 2509 Amores en fuga (112) DEBATES vez más complejos, y no nos sentimos satisfechos a menos que nuestra pareja potencial sea capaz de superar una serie de pruebas tácitas» (34), de manera que nuestras exigencias hacen cada vez más difícil el encuentro, aumentando así nuestra frustración. Además, las mujeres emancipadas han izado la bandera de su soltería conquistando al auditorio: «Lo esencial es vivir la propia vida, no la del otro» (35), dice Carmen Alborch en un libro que ha sido repetidamente reeditado. La frase constituye una excelente muestra del cambio en la mentalidad de las mujeres, en los ideales que se les proponen. Los manuales de autoayuda enfatizan la independencia: la autoestima y sus corolarios son a menudo una doctrina del egocentrismo y la negación del otro. Para el hombre las cosas no son más fáciles. Los hombres tienen problemas con la intimidad y el compromiso, derivados de la construcción de la masculinidad que, en el modelo tradicional hasta ahora vigente, les impulsa a la separación de la madre, de manera que cualquier acercamiento íntimo a la mujer puede amenazar su identidad (36). Esta identidad amenazada les separa aún más de las mujeres, buscando en los amigos una comunidad de iguales en los que apaciguar su crisis identitaria. Claudio Magris (37) resume de un modo excelente la situación de los sujetos de la postmodernidad: «El individuo desarraigado, constreñido a vivir aislado y sin el apoyo de las grandes construcciones políticas y estatales se repliega en su realidad personal y familiar, en el plano de sus afectos, pero de un modo no retórico sino intensamente real». La búsqueda de amor choca con las dificultades de este individualismo extremo, con la amenaza que la intimidad supone para los sujetos, con el temor a la dependencia vivida como una renuncia al proyecto personal. Además, en una sociedad que cercena la identidad, poniendo en peligro la integridad del yo, el psiquismo necesita más energía para la autoconservación, para las necesidades narcisistas, reduciéndose la que invierte en la sexualidad, en la sensualidad, y en el encuentro con el otro. Decía Bataille que una sexualidad libremente desbordante disminuye la aptitud para el trabajo, lo mismo que un trabajo sostenido disminuye el hambre sexual (38). La literatura actual, desde Michael Houllebeq, a Philip Roth, nos habla de la miseria sexual de occidente. Podemos tener encuentros sexuales pero no intersubjetivos. Es decir, el estallido de la sexualidad perversa polimorfa no ha venido acompañado de un aumento del interés sexual, sino del narcisismo y del autoerotismo. El incremento incesante de la pornografía hace pensar en el esfuerzo que los hombres y las mujeres de hoy deben realizar para estimular su deseo erótico, que no surge espontáneamente desde dentro, sino atraído por un estímulo externo. Coincido con Galende (39) en que son los componentes primarios, «perversos polimorfos» que Freud encontraba en la vida pulsional, objeto de la represión posterior «los que están irrumpiendo, o retornando de la represión, en muchos de los comportamientos cotidianos de la sexualidad de los hombres y las mujeres. «Creo que el hombre actual ya no se pregunta sobre la «verdad» de su deseo sexual, tiende más 2510 Amores en fuga DEBATES (113) bien a ponerlo en acto, suspendiendo justamente la pregunta moral por si está bien o mal eso que se le presenta como impulso. En todo caso, la sexualidad actual tiende progresivamente a desprenderse de la representación en que la enclaustró el ordenamiento simbólico del hombre y a presentarse como puramente pulsional...y se muestra en toda la dimensión de su diversidad y polimorfismo» (40). Galende se hace las preguntas apropiadas, pero no se atreve a llegar hasta el fondo del problema, manteniendo la centralidad del Edipo. Para nosotros, los comportamientos perversos polimorfos nunca desaparecieron de la sexualidad, la represión que se ejerce sobre ellos es siempre incompleta, insuficiente, y está pronta a desaparecer –o no se efectúa siquiera- cuando los imperativos del Superyó, y los ideales del yo, permiten su expresión porque es aceptada socialmente, como es el caso de nuestras sociedades liberales. En efecto, si la represión de la sexualidad, garante de la cultura según el psicoanálisis, ha dejado de ejercerse en los parámetros edípicos (salida heterosexual, genital, definitiva identidad sexual) sin que la cultura haya sucumbido a esta explosión de lo pulsional, del flujo del deseo perverso polimorfo que anima los cuerpos, ¿cómo explicarnos desde el psicoanálisis los cambios en la vida sexual de los hombres y mujeres actuales?. Para esbozar una primera respuesta hay que echar mano de la disociación. Una disociación entendida como un mecanismo de defensa no psicótico, sino funcional7 (41), una defensa contra la fragmentación que sirve para mantener la coherencia del self en contradicción, concibiendo la mente humana como un sistema complejo de estados múltiples del self, que consigue, no obstante, un sentimiento de coherencia o integridad, aun manteniendo estados disociados8 Las exigencias de adaptación que la sociedad transmite a sus miembros a través de los sistemas de socialización, institucionalizados o no, solicitan como ideal la formación de un yo disociado, un yo múltiple y heterogéneo, que actúa sucesivamente distintas identidades y funciones para adaptarse a las exigencias de un orden social en permanente cambio. Este yo no está definido por lo sexual-genérico; la mujer no se define por la maternidad, ni el hombre por la paternidad, ni por la heterosexualidad o la homosexualidad, ser hombre o mujer son cada vez más realidades anatomopsicológicas que permiten un abanico de conductas versátiles y mutables, en relación a la sexualidad (42). La identidad sexual ha quedado reducida a un aspecto del desarrollo subjetivo que no afecta a otras facetas del sujeto. La identidad en tanto sentimiento íntimo de diferenciación entre el self y los objetos, entre el sí mismo y los otros, no está hoy sostenida sobre la identidad de género, pues las diferencias entre lo que consiste ser hombre o mujer se están borrando en muchos aspectos (43). Stoller llamó la atención sobre la salud mental de los individuos que practican el sado-masoquismo consensuado. Las prácticas sexuales han dejado de definir a un 2511 Amores en fuga (114) DEBATES individuo que puede desarrollar paralelamente una vida laboral y social satisfactoria y mostrar en su intimidad las conductas sexuales más variadas, sin que ello le comporte conflicto alguno: intercambio de parejas, tríos, voyeurismo, y todo un elenco de fantasías perversas, en el sentido psicoanalítico del término (y por lo tanto sujeto a revisión), se actúan sin asomo de culpa. La sexualidad actual es perversa polimorfa y, como tal, a menudo prescinde del reconocimiento intersubjetivo, que puede hacerse, no obstante en otro nivel de relación. Dice Galende: «El sentido de la gente común ha comenzado a aceptar que la identidad sexual es diversa y que su definición constituye una de las formas posibles de construcción de la identidad y de las elecciones personales en los estilos de vida» (44). LOS CAMBIOS EN LA ELECCIÓN DE OBJETO Este desencuentro heterosexual, esta guerra de los sexos a la que se alude incesantemente, es evitado en ciertas mujeres, a menudo con fracasos previos de relación heterosexual, mediante las relaciones homosexuales, donde se pone en juego la protección, la ternura, la mutualidad y el compromiso, de los que están tan escasas las relaciones heterosexuales – ya que, a menudo, estos aspectos no pueden ser compartidos ni como ideales de la relación en el vínculo heterosexual -, intentando volver a unir la disociación entre acto sexual y compromiso subjetivo con las relaciones lésbicas. Como dice Paul Verhaeghe, «las relaciones llamadas lesbianas no son comparables a la homosexualidad en el hombre. Por su ontogénesis, es mucho más fácil para la mujer tomar una posición homosexual. En efecto, conoció los dos sexos como objeto de amor y vivió su alternancia» (45). Esta puesta en escena del carácter no definitivo de la elección de objeto, acarrea una serie de conductas sexuales9 que escapan a los modelos homo u hetero entrando en el territorio de lo bisexual, o de lo que es más interesante, de la exploración de la sexualidad por fuera de los roles de género, y cuestionando de nuevo la centralidad del Edipo en este punto. «El descubrimiento erótico que aporta la bisexualidad es la revelación de la sexualidad como un proceso de crecimiento, transformación y sorpresa, no un estado del ser estable y plausible de ser reconocido», afirma Marjorie Garber (46). La bisexualidad no ha sido reconocida como una orientación sexual ni siquiera por los colectivos homosexuales que la interpretaban como una forma de homofobia internalizada, es decir, un rechazo de la propia homosexualidad, sin otorgarle un estatuto independiente que los bisexuales reivindican. Sin embargo, en los últimos años, la difusión de esta orientación sexual en el cine ha sido asombrosa, y nos habla tanto de una acogida más favorable como de la frecuencia de sus manifestaciones ¿Se trata de una explosión de la bisexualidad antaño reprimida?, ¿sirven todavía nuestras teorías sobre la bisexual para comprender estas opciones sexuales? 2512 Amores en fuga DEBATES (115) La bisexualidad en psicoanálisis ha tenido muy mala prensa. En general, se trata de una condición de la libido humana que es necesario reprimir a favor de una definitiva identidad sexual, que incluye la de género: se es hombre o mujer y se desea dentro del modelo heterosexual del Complejo de Edipo. La teoría psicoanalítica ha quedado prisionera de la cultura en la que se inspiró, en la sociedad patriarcal y heterosexual, binaria, donde los roles femeninos y masculinos estaban claramente diseñados y repartidos. Cualquier desliz bisexual es rápidamente calificado de regresivo, neurótico o, en el peor de los casos, claramente psicótico o borderline. Pero el psicoanálisis, primero postula el carácter de puro desplazamiento de la pulsión para enjaularla después en una cárcel que tiene los mismos barrotes que la que la sociedad construyó para el deseo: de ahí parte el Edipo como constructo normalizante. La irrupción, el estallido podríamos decir, de la sexualidad polimorfa nos plantea interrogantes nuevos. Los flujos de la libido no se estabilizan nunca, no se encauzan, corren por el cuerpo y por el espacio intersubjetivo en busca de objetos. Y mientras lo hacen, la disociación funcional del yo permite mantener intacto el principio de realidad, desenvolverse con éxito en la vida laboral, ejercer la maternidad y la paternidad con las vicisitudes imprescindibles en ese ejercicio de educar que Freud condenaba siempre al fracaso. El levantamiento de la represión de la sexualidad infantil al que asistimos, la pluralidad de comportamientos sexuales que ejecutan los hombres y las mujeres actuales nos conduce a reconsiderar el carácter estructurante de la represión edípica, y postular un psiquismo más complejo, que se desarrolla en sistemas paralelos cuya intersección no es necesariamente conflictiva. Pongamos como ejemplos al padre de familia puede integrar su deseo voyeurista de observar a su mujer en un inocente intercambio de parejas que es integrado egosintónicamente como una parte de su self; o a la mujer heterosexual incluye en su vida afectiva el espontáneo deseo de unión sexual con otra mujer, integrando una experiencia y otra en su sentimiento de identidad. Freud mismo señaló siempre la disociación de la sexualidad en el hombre, que podía separar en dos sus objetos: la mujer madre (ternura y progreación), y la mujer puta (sexualidad), y los higienistas del siglo XIX elogiaban el valor social de la prostitución, como contenedora del malestar masculino, dando carta de naturaleza a esa misma disociación. La historia de la sexualidad masculina nos habla elocuentemente de este carácter «aparte» de la sexualidad, que no compromete a las identidades. Sin embargo, fue el psicoanálisis, Freud bajo la influencia de Fliess, quien argumentó la bisexualidad originaria –biológica y psicológica- del bebé humano. Por un lado, bisexualidad en las identificaciones, procedentes de ambos progenitores (que ejercen la diferencia de los sexos en sus respectivos roles de género), por otra parte, 2513 Amores en fuga (116) DEBATES bisexualidad afectiva: el bebé ama eróticamente a la madre y al padre. Sin embargo, ninguno de estos avatares debe permanecer vivo en la psique. Su destino es la represión, o caer bajo una defensa más primitiva a la que apelaba Groddeck (47) De ahí que Joyce McDougall (48) se interrogase en 1.979: ¿En dónde se integran las pulsiones homosexuales salidas de las dos corrientes (maternas y paternas) en la mujer no homosexual?. Se expresan de tres formas, responde: la primera en una identificación con el compañero en el momento de las relaciones heterosexuales, que la reenvían a la bisexualidad, a la escena primaria y al deseo del niño y de la niña de identificarse con ambos progenitores. La segunda, señalada por Ferenzci para los hombres, es su expresión en las relaciones sublimadas con los amigos del propio sexo, y posteriormente en la maternidad. Por último, la identificación con el padre del sexo opuesto permite dar a luz obras de creación por partenogénesis, por decirlo así. Para Mc Dougall, tanto las mujeres viriles, heterosexuales, como las mujeres homosexuales rechazan la identificación con la madre genital en su papel de compañera sexual del padre. Si hace unos años, esta falta de identificación podía ser excepcional, las jóvenes de hoy, las mujeres de hoy tienen muy difícil la identificación con la madre genital como compañera sexual del padre. La mayoría rechaza activamente el rol de la madre en la pareja parental, al considerarlo sometido a la dominación del varón. Las jóvenes actuales necesitan identificaciones con los roles tradicionales masculinos para salir de la posición femenina convencional y acercarse al mundo del trabajo, tal y como se le exige en la actualidad. La maternidad ha dejado de ser la base de su identidad femenina. Desde su posición más activas, las jóvenes encuentran dificultades para ser amadas por jóvenes inseguros respecto a su identidad: el grupo de amigas cobra un papel decisivo en el sostenimiento narcisista y para las necesidades de apego de las mujeres. Al desvincularse la sexualidad de lo afectivo, al perder peso en la representación del yo, es decir, en la consideración del sí mismo, de la identidad, el pasaje de la ternura al erotismo, del apego a la sexualidad abandona la represión, para ser aceptado como una vicisitud de las relaciones intersubjetivas. Las mujeres que hacen este tránsito no necesitan llamarse a sí mismas homo, hetero o bisexuales, pues la sexualidad no figura como un soporte identitario como dijimos, sino como un aspecto más de su afectividad. En este sentido se diferencian de aquellas mujeres homosexuales que necesitan nombrarse para aceptar el carácter homo de sus elecciones e incluirse en un grupo que les de sostén y reduzca la culpa por su sexualidad desviada. Con frecuencia, su deseo sexual permanece también activo respecto a los hombres, pero una desconfianza que nos les impide mantener relaciones de amistad con ellos, les aleja de las relaciones de pareja en determinados momentos de su vida. 2514 Amores en fuga DEBATES (117) A la luz de los hechos que la experiencia de estos cambios arroja, podemos plantearnos si en lo que respecta a la sexualidad, la represión de la bisexualidad no sería más que un momento constituyente pero reversible, que puede darse o no en la construcción de la subjetividad actual. Alejado del objeto erótico materno o paterno, la represión del carácter erótico de la pulsión cesa para mostrar de nuevo el intrincamiento inicial entre ternura y erotismo que sucumbió a la represión en los primeros años, desplazada ahora en nuevos objetos. La actuación de la bisexualidad nos habla de una disolución de los géneros en cuanto a la sexualidad, que busca el reconocimiento íntimo del otro, cualquiera que ese otro sea. Y de una identidad más allá de lo genérico, más allá de lo sexual, que no queda comprometida por la conducta. Para Jessica Benjamin (49), la representación del sí mismo con un género coexiste con la representación del sí mismo sin género, y con la identificación con el género opuesto, se trata de identificaciones mixtas que constituyen el complejo sistema de identidad de hombres y mujeres. Edipo, en tanto complejo que regula el deseo sexual hacia una heterosexualidad patriarcal en decadencia, cede su trono a favor de múltiples galaxias míticas, como les llama Rodulfo: Safo, Narciso, Orlando, cuando la identidad no se juega plenamente del lado de la identidad de género ni de la identidad sexual. La pulsión no se domestica hoy bajo el yugo de un Edipo que dota de identificación sexual, sino que corre libremente buscando objetos, por lo que nos alejamos de esa definitiva elección de objeto que postulaba Freud como resultado de la triangulación edípica. En el actual momento performativo, lo que cobra valor simbólico es la identificación del sí mismo sin género que postula Benjamin («soy una persona», o «amo a una persona, no importa que sea hombre o mujer»): que permite dialogar con múltiples identificaciones procedentes tanto de lo femenino como de lo masculino de ambos padres, sin provocar naufragios. El género no se refiere solamente a los condicionamientos sociales que afectan a uno u otro sexo orientando su comportamiento o sus valores e ideales de un modo distinto, y a menudo complementario, es, sobre todo la subjetivación de esos valores en cada ser humano particular y esta encarnación, es ambivalente, múltiple y heterogénea en cuanto a sus orígenes, cruzada. Es, podríamos decir con propiedad, andrógina o bisexual. Sobre esta identidad del sí mismo sin género, el género supone un rasgo más, pero ampliando enormemente el campo de los atributos de la feminidad y la masculinidad, hasta quedar confundidos ambos. En la mayoría de los personas esta identidad de género se corresponde con el sexo anatómico1 0 En ambos sentidos, la pluralidad de comportamientos parecen decirnos: si yo X, que además soy hombre o mujer, siento este deseo y ; este deseo es un deseo legitimado, forma parte de los deseos 2515 Amores en fuga (118) DEBATES posibles que un hombre o una mujer pueden tener. De manera que se elimina el sentimiento de culpa y el conflicto1 1 ELOGIO DEL CUERPO Además, la desaparición de la censura, el hedonismo de la sociedad actual, su exploración mediante drogas, experiencias nuevas (sexuales, de aventuras...), el sexo virtual, abren al sujeto humano a una proliferación de posibilidades que antes eran inimaginables. La televisión acerca a los hogares la vida privada de otros sujetos, democratizando las diferencias, sobre todo sexuales, colocándolas como derechos de los ciudadanos, como opciones personales inofensivas. El elogio del cuerpo, del yo siento, legitima la experiencia subjetiva y la despenaliza, ampliando el espectro de las opciones eróticas y afectivas, que al ser nombradas dotan, si no de identidad global, sí de un sentido de pertenencia grupal que elimina el carácter aberrante que anteriormente se les atribuía. El encuentro en chats de todo tipo de personas con tendencias afines, legitima la experiencia subjetiva vivida antes como secreta o conflictiva. El psicoanálisis escucha los malestares, pero no tiene acceso a la experiencia de los sujetos que experimentan su sexualidad dentro de los montos de angustia manejables, en lo que podríamos calificar de una vida suficientemente satisfactoria. No vale hoy calificar de perversión, de logro sintomático, aquello que queda por fuera de nuestras teorizaciones normalizantes. Falta, a mi entender, una mayor interdisciplinariedad, o, directamente, el abordaje de estudios e investigaciones cualitativas por fuera de la clínica, que nos ayuden a conocer los comportamientos humanos que no precisan de la intervención de profesionales de la salud para gestionar sus malestares con un mínimo de satisfacción. El territorio de lo sexual, a mi juicio, se ha abierto a la proliferación de formas nuevas que no podemos seguir calificando de patológicas. Si el hombre puede ser cualquier cosa, hoy más que nunca, nuestra cultura ha despenalizado el quehacer sexual, y en su búsqueda de satisfacción la pulsión se expande y se difumina, El amor está en fuga, la represión que se ciñó sobre lo sexual amenaza ahora con cubrir con sus velos las necesidades afectivas del ser humano bajo el nuevo imperativo del individualismo, modificando el escenario de nuestros encuentros. Hombres y mujeres ocultan el sentimiento de profunda necesidad de una cierta dependencia afectiva, de un reconocimiento intersubjetivo que hemos considerado imprescindible para nuestro sostén narcista, dando forma a subjetividades distintas, que es preciso analizar sin prejuicios previos. Dice Houllebecq (50), novelista francés que toma el sexo como elemento de análisis y de provocación: los occidentales «nos hemos vuelto fríos, racionales, extremadamente conscientes de nuestra existencia individual y de nuestros derechos: 2516 Amores en fuga DEBATES (119) ante todo queremos evitar la alienación y la dependencia... para colmo, estamos obsesionados con la salud y con la higiene; esas no son las condiciones ideales para hacer el amor». Es el encuentro con la pasión amorosa lo que se teme, no el de los cuerpos. «Si dejara que la pasión entrara en mi cuerpo, el dolor la seguiría de inmediato», afirma el mismo autor (51), en una frase que resume la vulnerabilidad y las defensas ante el otro que acusan nuestras ricas sociedades actuales. NOTAS 1. Los congresos sobre masculinidad son un hervidero de ponencias que reivindican la totalidad del cuerpo del hombre como cuerpo erótico, escapando del predominio asignado a lo genital. La represión afecta también a los hombres en las marcas de su cuerpo erótico y versa sobre la prohibición del ano como zona erógena, por su homologación con la homosexualidad y la pasividad, de las tetillas, por sus connotaciones femeninas, etc. 2. Tampoco ninguno de los autores citados, como Fisher, Buss, Ebsl-Ebslteidt, hablan desde el instinto sexual. En el ser humano no hay instintos, en esto consiste, precisamente su humanidad. 3. En el nazismo, el mal, el crimen, era realizado por hombres «normales», padres de familia que veían sancionada socialmente la persecución y la muerte de sus conciudadanos judíos. Anna Harendt la llamó la «banalidad del mal», el mal no era ejecutado por monstruos, sino por seres humanos que lo compaginaban con la ejecución de sus roles sociales: padre, marido, etc., sin aparentes contradicciones. 4. Antes, Galeno había modificado el modelo bisexual de los griegos (andrógino), por el unisexual: el modelo es el masculino, siendo el femenino una simple desviación. 5. Una paciente me contaba recientemente su experiencia de sexo por internet. El encuentro con el interlocutor elegido en el chat continuaba con una masturbación «mutua», a través de la red. El comentario de la paciente, amén de su satisfacción por encontrar «placer con su cuerpo», fue: «ni siquiera me imaginaba la cara de ...(nombre del internauta)». 6. Este orden de cosas lleva a Guash, obra citada, a plantear que en la Europa de las próximas décadas, la heterosexualidad sólo afectará a clases bajas, donde las mujeres practiquen el matrimonio como ascenso social. 7. El autor afirma: «Este trabajo presenta la hipótesis de que la disociación es tan básica para el funcionamiento mental humano como la represión y es igualmente central para la estabilidad y el desarrollo de la personalidad» 8. Aludimos anteriormente al nazismo, dramático laboratorio de excepción para el estudio de la violencia, y también de la disociación. Al respecto, cojo un ejemplo empleado por Saramago para mostrar cómo la cultura, por sí misma, no nos hace 2517 Amores en fuga (120) DEBATES más respetuosos con la vida del otro: la disociación establecida por el comandante de un campo de concentración nazi que asesina judíos indefensos al tiempo que mantiene intacto su sentimiento estético, su amor por la música. 9. Esta actuación de lo bisexual se lleva al cine –lugar donde se recogen los emergentes de la sociedad y se le devuelven a esta creando imaginarios- en películas que llenan de espectadores las salas, cómplices del espejo que le presentan. Entre ellas , cabe destacar: «A mi madre le gustan las mujeres» y «8 mujeres», en clave de comedia. En «Las horas», la convivencia de Merylp Streep con una mujer y su historia anterior de heterosexualidad, historia que continúa viva en ella, sirve de excelente ejemplo a lo que quiero decir aquí. En la publicidad, por otra parte, el modelo andrógino o claramente lésbico se explota en cartelería y anuncios televisivos. Al carácter no definitivo de la elección de objeto sexual aludo en «Masculino/ femenino/neutro», publicado próximamente en Aperturas Psicoanalíticas, Revista virtual de Psicoanálisis, nº 14, julio 2003. 10. Pensemos en la enorme necesidad de los transexuales de hacer corresponder su identidad de g´rnero on su sexo anatómico, a pesar de los costes de esas transformaciones. La corporalidad del yo se nos muestra aquí con un dramatismo inquietante. Puede consultarse al respecto, CHILAND, C.: «Cambiar de sexo», Biblioteca Nueva, Madrid, 1.999. Si bien un nuevo ideal performativo del transgénero aboga por abandonar la necesidad de hacer corresponder la identidad de género con el sexo anatómico y abrir el abanico a multitud de identidades (transexuales sin operar, por ejemplo). 11. Esta ausencia de culpa tiene a veces efectos de verdadera transgresión de la ley: pensemos en el uso de los niños en la pornografía, el turismo sexual con menores, o cualquier práctica sexual no consensuada. BIBLIOGRAFIA 1. Dio Bleichmar, E. : «Sexualidad y Género: Nuevas perspectivas en el psicoanálisis contemporáneo» en Aperturas Psicoanalíticas, Revista de Psicoanálisis, nº 11, julio 2002. www.aperturas.org 2. Rodulfo, R.: «Entrevista a Ricardo Rodulfo», realizada por Emilia Cueto para ElSigma.com, revista virtual: http://www.elsigma.com. En un texto anterior («Los niños del psicoanálisis y la necesidad de una revisión de su estatuto», 1.999, http:www.geocites.com/hotSprings/Villa/3170/EG.htm). 3. Garaizabal, C.: «La transgresión del género. Transexualidades, un reto apasionante» en NIETO, J.A, (compilador): Transexualidad, transgenerismo y cultura. Antropología, identidad y género, Talasa ediciones, Madrid, 1.998. 2518 Amores en fuga DEBATES (121) 4. Meler, I.: La querella psicoanalítica por las mujeres. El debate sobre la sexualidad femenina, en Foros Temáticos, Género, estudios feministas y Psicoanálisis, revista virtual. 5. Aliaga, J.V.: «La garçonne: mujeres masculinizadas de los años veinte en Francia y España», en Miradas sobre la sexualidad en el arte y la literatura del siglo XX en Francia y España. Universidad de Valencia, 2001. 6. Lequeur, T.: La construcción del sexo. 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Psicoanálisis, feminismo y el problema de la dominación, Paidós, Buenos Aires, 1.996. 50. Houllebecq, M.: Plataforma, Anagrama, Barcelona 2002, pag. 216 51. Obra citada, pag. 314. Lola López Mondéjar lolamondej@wanadoo.es Santo Domingo, 13, 3º - 30008 Murcia Psicóloga clínica, Psicoanalista, consulta privada. 2521 (124) (125) SECCIÓN HISTORIA (126) (127) Reyes Vallejo Orellana. Antonio Sánchez-Barranco Ruiz EL TRÍO PSICOANALÍTICO FRANCÉS: EUGÉNIE SOKOLNICKA, SOPHIE MORGENSTERN Y MARIE BONAPARTE THE FRENCH PSYCHOANALYTIC TRIO: EUGÉNIE SOKOLNICKA, SOPHIE MORGENSTERN AND MARIE BONAPARTE Resumen En Francia el psicoanálisis debe mucho a tres mujeres, Eugénie Sokolnicka, Sophie Morgenstern y Marie Bonaparte, pues ellas fueron las responsables de la implantación y el desarrollo de ese saber en varias áreas, particularmente en el campo infantil y de la mujer. En este trabajo histórico nos ocupamos de los principales hitos biográficos y de las aportaciones de estas pioneras que son poco conocidas en nuestro país. Palabras clave: Psicoanálisis en Francia, Sokolnicka, Morgenstern, Bonaparte. Abstract At France the psychoanalysis owes much to three women, Eugénie Sokolnicka, Sophie Morgenster and Marie Bonaparte because they were the responsible of the implantation and the development of these knowledge in several areas, specially in the childhood and woman field. In our historical paper we take up the main biographical landmark and the aportations of these pioneers which has been a few known in our country. Key words: Psychoanalysis at France, Sokolnicka, Morgenstern, Bonaparte El trío psicoanalítico francés (128) HISTORIA TRES MUJERES, BALUARTE ESENCIAL DEL ASENTAMIENTO DEL PSICOANÁLISIS EN FRANCIA La instalación del psicoanálisis en Francia tiene mucho que agradecer a Eugénie Sokolnicka, Sophie Morgenstern y Marie Bonaparte, cuyas principales aportaciones trataremos de recoger en este trabajo, con el fin de ir completando el recuerdo histórico de la serie de mujeres que se unieron al psicoanálisis de forma incondicional. Con ello tratamos de contribuir modestamente a rellenar algunos huecos significativos que han dejado los historiadores del psicoanálisis, particularmente en nuestro país, donde no se han ocupado mucho del papel de las mujeres en la implantación y desarrollo de este saber. En general, estas pioneras fueron personalidades con algunas anomalías caracteriales e incluso afectas de trastornos psicopatológicos específicos, lo que les sirvió de trampolín, a través de la cura analítica, para al menos acceder a una identidad más adecuadamente saturada de autoestima, logrando con ello tomar sendas, a veces truncadas, que las llevaron a superar los estrechos roles que su época les exigía, como eran los de ama de casa, madre y esposa, los cuales eran entonces prácticamente incompatibles con el ejercicio de una profesión como la de psicoanalista. De las tres figuras citadas, sin duda fue Sokolnicka la primera responsable de dar a conocer en Francia un psicoanálisis de carácter clínico-aplicado, pues hasta su llegada a París sólo se habían dado tenues acercamientos de naturaleza teórica, como fue la obra de Hesnard y Régis El psicoanálisis de las neurosis y de las psicosis publicado en 1914 (durante una decena de años la obra de referencia del psicoanálisis en francés), así como una serie de interesantes aproximaciones de los círculos literarios, particularmente por los que conformaba el surrealismo, como ocurrió en el caso de André Breton (1). EUGÉNIE SOKOLNICKA: LA TRÁGICA VIDA DE UNA POLACA ERRANTE Eugénie Sokolnicka (1884-1934), de soltera Kutner, nació en Varsovia (Polonia) el 14 de junio de 1884 en el seno de una familia judía liberal y cultivada. Su madre, así como otros familiares cercanos, fueron militantes en la lucha por la independencia de Polonia, mientras que su padre, que era banquero, se constituyó en la fuente que les proporcionaba una vida acomodada, lo que sin duda facilitó el acceso de Eugénie a una carrera universitaria. Eugénie recibe su primera formación intelectual en el medio familiar por parte de una institutriz francesa, que le enseña su lengua. Más tarde, tras superar el bachillerato, y cuando contaba veinte años de edad, se traslada a París donde se licencia en la Sorbona en ciencias y biología, asistiendo durante estos años a los cursos de Pierre Janet en el Colegio de Francia (2). Entre sus datos curriculares psicoanalíticos hemos de destacar que llegó a ser miembro fundador de la Sociedad Psicoanalítica de París, 2526 El trío psicoanalítico francés HISTORIA (129) analista de André Gide durante un corto tiempo y amiga de los escritores de la Nouvelle Revue Française. En esta etapa conoció a M. Sokolnicki, que sería su esposo, con quien se trasladó durante unos años a Polonia, tras haber obtenido su diplomatura en ciencias (3). El interés inicial de Sokolnicka por el psicoanálisis se sitúa en 1911, año en el que se traslada a Zúrich para formarse en tal materia y en psiquiatría. En esta ciudad vive a lo largo de dos años integrada en la clínica Burghölzli siguiendo las enseñanzas de Jung, si bien éste no la menciona en ninguno de sus escritos (3). Cuando tiene lugar la ruptura entre los suizos y los vieneses, en torno a 1913, Sokolnicka se inclina por estos últimos, trasladándose a Viena para analizarse con Freud a lo largo de un año escaso, durante el cual tiene lugar la ruptura de su matrimonio. Al parecer Freud la acogió con cariño, al igual que había hecho con Sabina Spielrein (1885-1941), también antigua discípula de Jung. En 1914, concretamente a partir del 8 de abril, empieza a ser citada como invitada en las reuniones de la Asociación Psicoanalítica de Viena, faltando sólo a la sesión del 30 de diciembre de ese año. Así mismo consta su presencia durante reuniones aisladas en 1915, 1916 y 1918, siendo aceptada como miembro de esta Asociación el año 1919, a pesar de que entonces tenía su domicilio en Varsovia (4). En 1914, siguiendo los consejos de Freud, se instala en Múnich, pero la Primera Guerra mundial la obliga a regresar a Polonia, teniendo que regresar a Zúrich en 1916 ante la amenaza alemana y bolchevique, siendo aceptada como miembro de la Asociación Psicoanalítica local el 8 de noviembre de ese año. En enero de 1918, Eugénie se establece de nuevo en Varsovia con el objetivo de crear allí una Asociación Psicoanalítica y ejercer clínicamente, pero tales metas no pudo alcanzarlas al descompensarse psíquicamente, por lo que volvió a ponerse en tratamiento. A pesar de esta situación, durante este tiempo, en la primavera de 1919, analiza con éxito durante seis semanas a un chico de diez años y medio afecto de una neurosis obsesiva, cuya historia se publicó en el tomo VI del Internationale Zeitschrift für Psychoanalyse de 1920 bajo el título de El análisis de un caso de neurosis obsesiva, trabajo que ha sido traducido a varios idiomas, como el inglés, el ruso y el francés (5). Ésta es la única aportación que ha quedado de ella en los anales psicoanalíticos, quizás por ser una de las escasas publicaciones acerca del psicoanálisis de un niño, caso que fue mencionado por André Gide en una de sus obras (3), Les faux monnayeurs (6), en donde Eugénie es transformada en la Doctoresse Sophoniska y la evolución terapéutica de la neurosis infantil en un rotundo fracaso con el suicidio de Boris, el imaginario paciente, por medio de la ruleta rusa(7). Este trabajo fue uno de los análisis de niños que primero fueron publicados, pues aunque posterior a los de Hermine Hug-Hellmuth (1871-1924), es contemporáneo a los iniciales de Melanie Klein (1882-1960) y Anna Freud (1895-1982). Se trataba de Minsk, un niño judío de 10 años y medio (8), afecto de un temor incontrolable por 2527 El trío psicoanalítico francés (130) HISTORIA tocar cualquier cosa, lo que obligaba a su madre a vestirlo, darle de comer, etc., síntomas que se acompañaban de una serie de complejos rituales obsesivos en los que la madre tenía que participar activamente, así como peculiares alteraciones del nivel de consciencia. Sokolnicka, tras rechazar el diagnóstico de epilepsia que le había hecho previamente un neurólogo, sólo vio en el chico manifestaciones del círculo neurótico, por lo que lo trató psicoanalíticamente al modo clásico, aunque intervino mucho a través de una serie de explicaciones de naturaleza pedagógica acerca de la sexualidad. No se valió en todo caso de la técnica del juego, sino de genuinas asociaciones libres, con interpretaciones alrededor del complejo de Edipo y de la angustia de castración. El análisis se extendió a lo largo de seis semanas y al parecer todos los síntomas y rituales del chico remitieron (3). A principios de 1920, Sokolnicka se va a Budapest para analizarse con Sàndor Ferenczi (1873-1933), con quien estará durante más de un año. Con posterioridad a la resolución de su profundo estado depresivo con tintes paranoides e ideas suicidas, vuelve a París en 1921, tras otra corta estancia en Varsovia. Del análisis de Sokolnicka con Ferenczi se ha tenido algún conocimiento por extractos de las cartas intercambiadas entre Freud y Ferenczi publicados inicialmente por Geissmann y Geissmann (3) y más recientemente por la aparición del tercer tomo de la correspondencia Freud-Ferenczi (9). Por estos documentos sabemos que el tratamiento se inició aproximadamente en enero de 1920 y que Eugénie, portadora de un gran talento, sufría de importantes perturbaciones del carácter, teniendo muchas disputas con las personas que vivían en su misma pensión de Budapest a causa de los rasgos paranoides de su personalidad. Ferenczi también señala elementos erotomaniacos y de masculinidad en la psicopatología de Eugénie, así como serias tendencias depresivas e ideación suicida. Durante el tratamiento, Sokolnicka asiste al servicio del Dr. István Hollós (18721957), médico-jefe del mayor asilo de Budapest, La Casa Amarilla, con el objetivo de mejorar su formación psiquiátrica (10). El 11 de febrero de 1921 Ferenczi anuncia a Freud que Sokolnicka se traslada a París, donde vive su hermano, admitiendo que no está completamente curada, dado que aquejaba excesiva susceptibilidad, compulsiones masturbatorias e inhibiciones frente a los hombres (9). Sea como fuere, Eugénie se instala en París con las dudas de Freud, que , aunque aceptaba su talento, le resultaba antipática (pasado un tiempo apostará por Marie Bonaparte y la dejará de lado), llegando en todo caso a alcanzar bastante prestigio durante algún tiempo antes de su trágico final. En septiembre de 1920 Sokolnicka participa en el VI Congreso Psicoanalítico Internacional, celebrado en La Haya, donde presenta la comunicación El diagnóstico y la sintomatología de las neurosis a la luz de las doctrinas psicoanalíticas (8). El año siguiente, concretamente en el otoño de 1921, poco después de su llegada a París, el grupo de la Nouvelle Revue Française la acoge con fervor, organizando Sokolnicka en su domicilio un seminario sobre psicoanálisis al que acuden semanalmente André 2528 El trío psicoanalítico francés HISTORIA (131) Gide, Jacques Rivière, Roger Martin du Gard, Gaston Gallimard y Jean Schlumberger, los cuales se autodenominaron humorísticamente Club de los reprimidos (11). Édouard Pichon (1890-1940) consideró memorable la llegada de Eugénie a París, especialmente porque era portadora de grandes conocimientos técnicos, aptos para ser aplicados a casos concretos, yendo más allá de las meras ideas teóricas que poseían los franceses de la época (2). Durante el invierno de 1922 a 1923 Sokolnicka dicta un ciclo de conferencias en la prestigiosa École de Hautes Études Sociales de París, donde su anfitrión Paul Bourget le presenta a Georges Heuyer (1884-1977) que, por entonces, estaba desempeñando interinamente la cátedra de psiquiatría en Sainte-Anne. Heuyer solicita a Eugénie que acuda al consultorio de psiquiatría infantil donde presenta diversos casos clínicos, pero cuando al cabo de unos tres meses la cátedra de psiquiatría pasa a ser regentada por el profesor Henri Claude (1869-1946), éste deja de contar con ella por no estar en posesión de la licenciatura de medicina. Desde entonces Sokolnicka se dedica al ejercicio privado del psicoanálisis contando con la ayuda de René Laforgue (asistente del profesor Claude) y Édouard Pichon (amigo de Laforgue y cuñado de Janet), ambos analizados en ese tiempo por ella (3). Por entonces es también analista de Paulette Erichson (1897-1983), Blanche Reverchon-Jouve (1879-1974) y Paul Schiff (1891-1947), pero al cabo de pocos años su clientela va a disminuir y apenas tendrá con que vivir (8). La citada Paulette era la esposa de René Laforgue, con el que había contraído matrimonio en 1922, divorciándose en 1938. Esta mujer completó su análisis con Heinz Hartmann (1894-1970), trabajó con Sophia Morgenstern en el servicio del profesor Heuyer, fue miembro de la SPP y tradujo al francés algunas obras de Freud (1). En cuanto a René Laforgue (1894-1962), fue un personaje muy controvertido a causa de su colaboracionismo con los nazis, habiendo sustituido a Sokolnicka en la consulta psicoanalítica del hospital de Sainte-Anne, presidiendo la SPP desde 1946 a 1949, sucediendo a John Leuba (1884-1952). Tras él Sacha Nacht (1901-1977) fue el presidente, cayendo bajo su responsabilidad las decisiones de la escisión de la SPP, cuando en 1953 tuvieron lugar los enfrentamientos con Jacques Lacan (1901-1981). Por entonces Nacht tomó partido por el análisis médico, en contra de Marie Bonaparte y Daniel Lagache (1903-1972). En ese año Laforgue se trasladó a Casablanca y su nombre dejó de aparecer en los circuitos psicoanalíticos (1). A partir de 1926 Freud apostará por Marie Bonaparte como su representante preferida en Francia y el nombre de Eugénie irá desapareciendo de la correspondencia entre Freud y Laforgue. Precisamente el 4 de noviembre de 1926 se crea la Sociedad Psicoanalítica de París (SPP), siendo miembros fundadores la citada Marie Bonaparte, además de Sokolnicka, Hesnard, Allendy, Borel, Laforgue, Löwenstein, Parcheminey y Pichon. De esta sociedad Eugénie será vicepresidenta durante dos años, hasta 1928, y Laforgue presidente hasta 1930 (12), siendo aquélla responsable del papel de analista 2529 El trío psicoanalítico francés (132) HISTORIA didacta y de docente del campo técnico, con una enseñanza no sólo académica, sino también durante la cura de los aspirantes (2). Aparece por entonces, quizás en torno a 1924, una analizante de Sokolnicka que tendrá un notable papel en el psicoanálisis del niño en Francia, Sophie Morgenstern, de la que luego nos ocuparemos con más detalle, que colaboró con el profesor Heuyer en la clínica de neuropsiquiatría infantil que éste fundó algunos años después (3). A partir de 1932, Sokolnicka se irá viendo cada vez menos por el círculo psicoanalítico parisino, dejando de pronunciar conferencias y no asistiendo tampoco a los congresos psicoanalíticos internacionales. Así mismo, sus artículos científicos son cada vez menos frecuentes en la Revue Française de Psychanalyse, estando fechado su último trabajo el 23 de mayo de 1932. Su clientela privada va disminuyendo cada vez más, así como los análisis didácticos. El 10 de enero de 1934 se abre el Instituto de Psicoanálisis anexo de la SPP, siendo nombrada directora Marie Bonaparte (8), dando Sokolnicka al parecer alguna clase acerca del psicoanálisis del carácter a mediados de mayo, mes en el que se hunde en una depresión que finalmente provoca su suicidio, abriendo la llave del gas de su domicilio, una casa que Édouard Pichon le había cedido gratuitamente (12, 13). Murió el sábado 19 de mayo de 1934, cuando faltaba un mes para cumplir cincuenta años (3), quizás huyendo de la penuria económica y la persecución nazi que presumía iba a extenderse por todo el mundo. SOPHIE MORGENTSTERN: PIONERA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS EN FRANCIA Sophie Morgenstern (1875-1940), de soltera Kabatschnik, era también judía. Había nacido en Grodno (Polonia) el 1 de abril de 1875, realizando sus estudios de medicina en Zúrich a partir de 1906, finalizándolos en 1912 con la lectura de la tesis titulada Sobre algunos elementos minerales de la glándula tiroides, bajo la dirección del profesor Eichhorst. Por entonces contrae matrimonio y se traslada a Rusia para convalidar sus estudios y poder ejercer en Polonia. Sin embargo, retorna a Suiza en 1915 para trabajar en el hospital de Burghölzli como médica voluntaria bajo la dirección de Eugen Bleuler (1857-1939), donde estuvo con seguridad hasta 1921, aunque hasta abril de 1923 no se nombró otro médico como primer asistente, que era el cargo que entonces ella desempeñaba (14). Es sabido por Parcheminey (15) que Sophie se instala en París en 1924, haciéndose cargo en 1925 del psicoanálisis del niño en el servicio de neuropsiquiatría infantil Vaugirard de La Salpêtrière, dirigido por el profesor Georges Heuyer, puesto que desempeñó durante quince años. En su asentamiento en París había sido ayudada por Eugène Minkowski (1885-1972), al que había conocido en Zúrich, así como por Eugénie Sokolnicka, con quien se analizó. 2530 El trío psicoanalítico francés HISTORIA (133) Se sabe poco de la vida personal de Sophie, desconociéndose cuando se casó con Abraham Morgenstern, aunque debió ser en la época que estudiaba medicina. Al parecer enviudó, pero se desconoce también la fecha en que ello pudo acontecer (14). De su matrimonio tuvo una hija, Laura, que murió en el curso de una intervención quirúrgica de vesícula, probablemente en 1937, lo que la dejó muy afectada, siendo éste un hecho que participó seguramente en la decisión de su muerte voluntaria. Sophie fue aceptada como miembro titular de la Sociedad Psicoanalítica de París en 1929, siendo tesorera de tal agrupación durante 1932 y 1933. Así mismo fue miembro del grupo Evolución Psiquiátrica y publicó en 1928 un trabajo titulado El psicoanálisis infantil (16), donde se adscribe a la línea de Anna Freud y rechaza el modelo de Melanie Klein, en el sentido de no recomendar las interpretaciones profundas en el análisis del niño. Fue además en 1937 autora de Psicoanálisis infantil. Simbolismo y valor clínico de las creaciones imaginativas en el niño, que prologó Heuyer, consistiendo en una serie de quince artículos sobre tal área psicoanalítica (17). En otros trabajos comenta su utilización del juego, el modelado y los sueños, camino que seguirá su discípula Françoise Marette-Dolto (1908-1988). Desde la creación en 1934 del Instituto Psicoanalítico adscrito a la SPP, Sophie fue docente en él, ocupándose de dictar clases sobre las neurosis del niño, estando en el programa del año 1940, el de su muerte. La obra de Morgenstern testimonia un conocimiento profundo de las publicaciones freudianas, que leyó en alemán, así como una abundante experiencia clínica con niños, cuyas neurosis describe con una estructura y una dinámica semejantes a las que se dan en el adulto, adoptando el punto de vista annafreudiano respecto al superyó, asumiendo también sus presupuestos en su práctica analítica, oponiéndose consiguientemente a las ideas kleinianas. Técnicamente se apoyaba en el dibujo, el modelado, el juego y los sueños, aceptando la posibilidad de influir favorablemente en la educación del niño por medio de los conocimientos psicoanalíticos, manteniéndolo durante el tratamiento, siempre que ello fuera posible, dentro de su familia y no en el hospital, todo lo cual es claramente perceptible tanto en su artículo Un caso de mutismo psicógeno de 1927 como en el ya citado Psicoanálisis infantil de 1928. Es también obligado reseñar, en el campo teórico, su trabajo Algunas observaciones sobre la expresión del sentimiento de culpa en los sueños de los niños que vio la luz en 1933 (18) y La estructura de la personalidad y sus desviaciones de 1938 (19). Sophie se suicidó el día antes de la entrada de los alemanes en París, durante la Segunda Guerra mundial, concretamente el 16 de junio de 1940. Posiblemente el miedo a los nazis, dada su condición de judía, y su débil estructura caracterial, no le permitieron afrontar lo que estaba por venir. Se ha comentado por algunos que también la desgraciada muerte de su única hija Laura la había sumido en una intensa depresión desde tiempo atrás, de la que nunca llegó a recuperarse, lo que sin duda 2531 El trío psicoanalítico francés (134) HISTORIA pudo servir de terreno favorecedor de la conducta autolítica. En la necrológica oficial que redactó Georges Parcheminey en L´Évolution Psychiatrique se omitió tanto el suicidio como su condición judía, señalándose sólo que era de origen polaco (13). MARIE BONAPARTE: LA PRINCESA DEL RETOÑO PSICOANALÍTICO FRANCÉS Marie Bonaparte (1882-1962), Mimi, princesa de Grecia y de Dinamarca, nació en Saint-Cloud, cerca de París, el 2 de julio de 1882, falleciendo de una leucemia el 21 de septiembre de 1962 en Lys de mer, su residencia de verano en Saint-Tropez. Fue incinerada en Marsella y sus cenizas fueron trasladadas al cementerio real de Tatoï (Atenas, Grecia), donde también yace su esposo (20). Su madre Marie-Félix Blanc, afecta de tuberculosis, había muerto al mes de su parto a consecuencia de las complicaciones del mismo, dejando una considerable fortuna a su esposo el príncipe Roland Bonaparte (1858-1924), hombre carente de afecto, nieto empobrecido de Lucien, que fue hermano renegado y libertino de Napoleón (7). El padre tuvo que valerse de Rose Boulet, una nodriza, para la crianza de Mimi, que con posterioridad fue educada por su abuela paterna, la princesa Justine-Eléonore Ruflin, dentro de un clima restrictivo y patologizante. Al parecer, Marie se masturbaba mucho, desafiando la vigilancia de su fálica abuela, mostrando pronto signos de una aguda inteligencia, como lo atestigua que a los siete años hablaba, además del francés, el inglés y el alemán, iniciando de niña la escritura de un diario, donde recoge sus desbordantes fantasías. Marie Bonaparte obtuvo el nombramiento de Su Alteza Real la Princesa por un matrimonio de conveniencia en 1907, cuando contaba veinticinco años de edad, con un hijo del rey Jorge I de Grecia, el Príncipe Georges de Grecia y de Dinamarca (18691957), homosexual y alcohólico (13), que no se interesaba en absoluto por la vida de su esposa ni por su problema de frigidez, que ella trató de aliviar con numerosas aventuras sexuales o con compromisos más duraderos, algunos conocidos y otros que han quedado en el anonimato. Marie tuvo dos hijos, Pierre y Eugénie, el primero nacido el 3 de diciembre de 1908 y la segunda el 10 de febrero de 1910, partos que aguardó con terror, pues temía que acabaran con su vida (7). Enviudará de su viejo compañero el 25 de noviembre de 1957. Marie Bonaparte fue, por otro lado, la gran protegida de Freud, bajo cuyos auspicios llevó las riendas del psicoanálisis francés, especialmente en su cara institucional, aportando también una abundante obra teórica de carácter divulgador, particularmente en torno a la sexualidad femenina, además de varios trabajos literarios, contrastando la mediocridad de su obra contrasta con la grandeza del personaje que era (12). En lo que toca a sus publicaciones literarias edita, bajo la influencia de Le Bon, Guerras militares y guerras sociales en 1920 (21), siendo también relativamente conocidas La primavera sobre mi jardín que ve la luz en 1924 (22) y Topsy, chow-chow con 2532 El trío psicoanalítico francés HISTORIA (135) el pelo de oro de 1937 (23). En el campo psicoanalítico, pueden destacarse, además de la traducción de algunas obras de Freud, los trabajos titulados La sexualidad de la mujer (24, 25), Introducción a la teoría de los instintos y profilaxis infantil de las neurosis (26), Psicoanálisis y biología (27), Psicoanálisis y antropología (28) y Edgar Poe, su vida, su obra. Estudio analítico (29). Además de tales monografías, redactó numerosísimos artículos sobre sexualidad femenina y sobre su postura contraria a la pena de muerte, que acogieron diversas revistas, como la Revue Française de Psychanalyse (creada por ella junto a Laforgue, Hesnard y Pichon) y otras, así como varios capítulos de libros, entre los que resaltamos el titulado Psicoanálisis y sexología que forma parte del tomo II del conocido texto de Sacha Nacht y Serge Lebovici titulado El psicoanálisis, hoy (30). Su obra psicoanalítica más conocida es La sexualidad de la mujer, donde mantiene la tesis clásica de la bisexualidad humana, defendiendo que el desarrollo sexual de la niña se caracteriza por una fase pasiva anal hacia la madre, común a los dos sexos, y posteriormente una fase fálica activa pasajera de la chica hacia la madre, después una segunda fase pasiva, cloacal y fálica, hacia el padre, tras lo que aparece, en la evolución normal, una fase final genital pasiva, con la afirmación de la vagina y la exclusión del clítoris. Ahora bien, cuando se mantiene con tenacidad la fijación libidinal del clítoris, ello corresponde a la existencia de una personalidad básicamente masculina instalada en un cuerpo de mujer, admitiendo así la idea freudiana que argumenta que la genuina feminidad supone el traslado de la libido del clítoris a la vagina. Basándose en todo ello, Bonaparte defendió también una curiosa tipología femenina: las reinvindicativas, que serían aquellas mujeres que reclaman el ausente pene, asumiendo una hiperlibidinación del clítoris y una serie de actitudes masculinas frente a la vida; las aceptatrices, mujeres biológicamente adaptadas que reemplazan el deseo del pene por el de un hijo; y las renunciatrices que, ante el sentimiento de inferioridad frente al pene masculino, abandonan toda rivalidad sexual y pasan a integrar el grupo de las solteronas piadosas (23, 24). Marie Bonaparte no fue una mera princesa, casada con el hijo de un rey, que se paseó frívolamente por la corte psicoanalítica, sino una mujer trabajadora y profesional, que se comprometió hasta la médula con el oficio de psicoanalista, aunque, naturalmente, como todo ser humano, tuviera sus luces y sus sombras. Su contacto con el psicoanálisis se inicia en 1925, cuando comienza un análisis con René Laforgue, dado que se encontraba al borde del suicidio. Arrastraba un problema de frigidez que le obsesionaba y que le había llevado a frecuentar hospitales para investigar acerca de aspectos anatómicos de la sexualidad femenina. Por entonces, bajo el pseudónimo de A. E. Narjani, acababa de publicar en Bélgica un artículo en el que refería los méritos de una determinada intervención quirúrgica, por entonces en boga, que se indicaba para corregir la frigidez femenina, trabajo que llevaba por título Consideraciones sobre las causas anatómicas de la frigidez en la 2533 El trío psicoanalítico francés (136) HISTORIA mujer (12). La citada operación consistía en aproximar el clítoris a la vagina, con la pretensión de transferir el orgasmo de una a otra zona, intervención que ella misma recibió sin resultados favorables (13). El interés de Bonaparte por este tema persistirá a lo largo de toda su vida, como lo demuestra el contenido de sus trabajos: así en 1933 publicó en el Bulletin de la Société de Sexologie el artículo titulado Las dos frigideces de la mujer, donde comenta que el psicoanálisis de este síntoma culmina en fracaso si no va acompañado por la referida operación, afirmando tajantemente que en el futuro la solución para virilizar a los hombres y feminizar a las mujeres que lo deseen estará en la endocrinología (11). Es evidente, pues, que Marie no terminó de captar la esencia del psicoanálisis, quedándose anclada en la anatomo-fisiología, si asumir que la clave de la identidad sexual para los freudianos es de carácter psicológico y no corporal, o dicho de otra forma, que el estatuto de la identidad sexual es de naturaleza inconsciente. Hay que recordar, en todo caso, que ella persistió en la búsqueda de la resolución de sus conflictos por el camino psicoanalítico. Laforgue le recomendó el 9 de abril de 1925 que se tratase con Freud, al que le escribió que Marie Bonaparte estaba afecta de una fuerte neurosis obsesiva y de un complejo pronunciado de virilidad, a pesar de lo cual la demanda de análisis no sólo era de carácter terapéutico, sino sobre todo didáctico (31). Tras un rechazo inicial por parte de Freud, éste comenzó a trabajar con ella, tras una entrevista el 30 de septiembre de ese año, con variadas interrupciones, hasta 1938, cinco o seis meses durante los primeros años y uno o dos meses los siguientes, aunque puede decirse que en 1929 su análisis estaba prácticamente concluido (19). En esta fecha, después de cuatro años de análisis con Freud y algunas sesiones con Rudolph Löwenstein (de quien se convirtió en amante), confesó que el análisis le había procurado resignación, paz mental y la posibilidad de trabajar, pero que la anorgasmia persistía, por lo que se sometió a una nueva intervención quirúrgica sobre el clítoris, sin resultados positivos (7). No parece, pues, que el análisis alcanzase completamente sus objetivos terapéuticos, pero está claro que permitió el desarrollo de su personalidad y una profunda amistad con Freud, al que Bonaparte colmaba de costosos regalos (jarrones griegos, estatuillas antiguas, perros chow-chow, puros muy caros, etc.), pues donde ella ponía su interés, también colocaba su enorme riqueza económica. Freud fetichizó algunos de esos maravillosos obsequios, colocándolos en vitrinas ubicadas en los mejores lugares de su despacho, expresando el deseo de que, cuando muriera, sus cenizas fueran colocadas en un bello jarrón griego que le había regalado la Princesa, cosa que así se hizo. A su vez, él le regaló una de las famosas sortijas indicativas de que era aceptada en su círculo íntimo. Por esa época Marie asiste a las consultas externas de psiquiatría del hospital general de Viena que dirigía Wagner-Jauregg y comienza a traducir al francés algunas obras de Freud (nueve trabajos en total, lo que llevó a cabo desde 1928 a 1940), 2534 El trío psicoanalítico francés HISTORIA (137) acudiendo también a las reuniones semanales de la Asociación Psicoanalítica de Viena y a las que empezaron a celebrarse en torno a 1926 en la casa de Freud con un pequeño grupo de invitados escogidos. Marie Bonaparte se convirtió en la embajadora de Freud en Francia, eclipsando poco a poco a todos los restantes aspirantes. Fue, por otro lado, miembro fundador de la Sociedad Psicoanalítica de París (SPP), grupo que inicia su actividad el 4 de noviembre de 1926, haciéndose cargo de la sección no médica de la Revue Française de Psychanalyse. Además contribuyó generosamente con su dinero a variadas actividades psicoanalíticas, una de las cuales fue el apoyo económico en 1928 a las expediciones que Géza Róheim (1891-1953) realizó para efectuar estudios de campo en Melanesia con el fin de objetivar la universalidad de la conflictiva edípica en las tribus primitivas e invalidar así las ideas de Malinowski (32). Así mismo, ayudó a la creación en París, el 10 de enero de 1934, del Instituto de Psicoanálisis adscrito a la SPP. En el curso de las dos secesiones de la SPP, en 1953 y 1963, Bonaparte se opuso a Lacan, al que detestaba, apostando por Sacha Nacht (33). Marie también ayudó con sus influencias y con su dinero (alrededor de 5.000 dólares de la época) para que Freud pudiese salir de Viena en junio de 1938 para instalarse en Londres (cantidad que Freud le devolvió y que entonces ella dedicó a la publicación de las Obras Completas del maestro en alemán). Así mismo compró las cartas que Freud había dirigido a Fliess, que se publicaron en 1985, venciendo las resistencias de Sigmund Freud y de su hija Anna, tras pasar previamente una serie de avatares rocambolescos, que están detallados en la introducción a tal publicación (34) Marie Bonaparte era una persona peculiar, por lo que su práctica psicoanalítica no se atenía en absoluto a los cánones establecidos. Por ejemplo, en muchos casos enviaba uno de sus lujosos automóviles para trasladar a los pacientes a su consultorio en Saint-Cloud, o, cuando el tiempo lo permitía, realizaba las sesiones terapéuticas en el jardín de su casa, estando ella misma recostada en una chaise-longue tras el diván del paciente, haciendo crochet mientras lo analizaba. Por otro lado, cuando se iba de vacaciones a Saint-Tropez o a Atenas llevaba con ella cuantos pacientes podía, los cuales solían hospedarse en su propia residencia (19). En cuanto a su aportación teórica, Roudinesco y Plon (13) la califican de abundante, pero mediocre, con algunas excepciones, como el trabajo en tres volúmenes sobre la vida y la obra de Edgar A. Poe, ilustración de la aplicación del psicoanálisis a la reconstrucción biográfica, y los Cinco Cuadernos (35, 36, 37), escritos autobiográficos de sus años infantiles, a los que añadió diversos comentarios conectados con su análisis. Stein-Monod (32) estima que una de sus publicaciones más importantes es La identificación de una hija con su madre muerta de 1928 (38), donde Marie expone con franqueza y honestidad el curso de su propio tratamiento psicoanalítico. 2535 El trío psicoanalítico francés (138) HISTORIA En lo que toca a la relación con Freud, éste fue su analista, maestro y amigo. En efecto, Freud no sólo fue para Marie Bonaparte un analista que le ayudó a aliviar sus diversas y graves conflictivas neuróticas, sino también un maestro que supo introducirla en los vericuetos de la profesión psicoanalítica y un amigo que la aconsejaba en situaciones difíciles. Se sabe, por ejemplo, por un intercambio de cartas de 1932, que Freud tuvo que plantearle a Marie que tener una relación incestuosa con un hijo era nocivo y traía consigo fuertes sentimientos de culpa (12), para controlar de esta manera uno de sus deseos patológicos; así mismo, tuvo que ponerle freno a su tendencia compulsiva a intervenirse quirúrgicamente para superar su frigidez (13). La teoría freudiana, por otro lado, llegó a constituir para Marie Bonaparte no sólo el soporte en que se apoyaba para redactar sus diversos artículos y libros, sino también aquello que le daba sentido a su existencia. En cuanto a sus escritos, muchos de ellos tuvieron un fuerte carácter autobiográfico, como el antes referido La identificación de una hija con su madre muerta (1928) (38), o el titulado Un pequeño acceso de cleptomanía larvada (1929) (39), ambos publicados en la Revue Française de Psychanalyse o sus famosos Cinco cuadernos (35, 36, 37), ocupándose en otros casos, como ya hemos reiterado, de variados temas en torno a la sexualidad femenina, especialmente de asuntos relacionados con la bisexualidad y la frigidez, aunque sin crear un tejido propiamente psicoanalítico. En 1952, su amigo Rudolph Löwenstein (1898-1976), con motivo de su septuagésimo cumpleaños, editó una serie de ensayos en su honor, con el título Pulsiones, afectos, comportamiento, obra que apareció en Nueva York en 1953, en la que colaboraron veinticuatro autores, mostrando todos ellos un gran aprecio por la personalidad y la obra de la princesa, así como reiterados testimonios de gratitud (31). Su última participación científica tendrá lugar en 1959 en el XXI Congreso Internacional de Psicoanálisis, donde presentó la comunicación Vitalismo y psicosomática (22), en la que seguía con un pie en el terreno psicológico y otro en el médico. BIBLIOGRAFÍA 1. Chemouni, J. Histoire de la psychanalyse en France. Paris: PUF. 1991 2. Pichon, É. Eugénie Sokolnicka. Revue Française de Psychanalyse, 1934, 7, 4, 509603. 3. Geissmann, C. y Geissmann, P. Histoire de la psychanalyse de l´enfant. Paris: Bayard. 1992 4. Nunberg y Federn. Les premiers psychanalystes. Minutes de la Société Psychanalytique de Vienne, IV. Paris: Gallimard, 1983. 5. Sokolnicka, É. L´analyse d´un cas de névrose obsessionelle. Revue de Neuropsychiatrie et d´Higiène Mentale de l´ Enfance, 1920, 16, 5-6. 6. Gide, A. Les faux monnayeurs. Paris: Gallimard. 1925 2536 El trío psicoanalítico francés HISTORIA (139) 7. Appignanesi, L. y Forrester, J. Las mujeres de Freud. Buenos Aires: Planeta, 1994. 8. Mijolla, A. Sokolnicka-Kutner, Eugénie. En A. de Mijolla (dir.), Dictionnaire International de la Psychanalyse, M/Z. Paris: Calmann-Lévy, 1609-1611. 2002 9. Freud, S. y Ferenczi, S. Correspondance 1920-1933. Les années douloureuses. Paris: Calmann-Lévy. 2000 10. Gero-Brabant, E. Introduction à l´ouvrage du Dr. Istvan Hollós Mes adieux à la AMaison Jaune@. Coq-Heron, 1986 11. Roudinesco, É. La batalla de cien años. Historia del psicoanálisis en Francia. 2. Madrid: Fundamentos, 1993. 12. Roudinesco, É. La batalla de cien años. Historia del psicoanálisis en Francia. 1. Madrid: Fundamentos, 1988. 13. Roudinesco, É y Plon, M. Dictionnaire de la psychanalyse. Paris: Fayard. 1997 14. Mijolla, A. «La psychanalyse en France (1935-1965)». En R. Jaccard (dir.), Histoire de la psychanalyse. Paris: Hachette. 1982 15. Parcheminey, G. Sophie Morgenstern. L´Évolution Psychiatrique, 1947, 1, 12-13. 16. Morgenstern, S. La Psychanalyse infantile. L´Higiène Mentale, 1928, 6, 158-169. 17. Morgenstern, S. Psychanalyse infantile (Symbolisme et valeur clinique de créations imaginatives chez l´enfant). Paris: Denoël. 1937 18. Jacquemain, F. Morgenstern-Kabatschnik, Sophie. En A. de Mijolla (dir.), Dictionnaire International de la Psychanalyse, M/Z. Paris: Calmann-Lévy, 2002 19. Morgenstern, S. La structure de la personnalité et ses déviations. Revue Française de Psychanalyse, 1938, 10, 591-667. 20. Bertin, C. Marie Bonaparte. Paris: Plon, 1993. 21. Bonaparte, M. Guerres militaires et Guerres sociales Paris: Flammarion, 1921. 22. Bonaparte, M. Le printemps sur mon jardin. Paris: Flammarion. 1924 23. Bonaparte, M. Topsy, chow-chow au poil d´or. Paris: Denoël et Steele. 1937 24. Bonaparte, M. La sexualidad de la mujer. Buenos Aires: Hormé, 1961. 25. Bonaparte, M. De la sexualité de la femme. Paris: Collection 10/18. 1977 26. Bonaparte, M. Introduction a la théorie des instincts et profilaxis infantiles des névroses. Paris: PUF. 1952 27. Bonaparte, M. Psychanalyse et Biologie. 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Bonaparte, M. Cinq Cahiers, 31 et 41 vols. London: IMP. 1951 38. Bonaparte, M. «L´identification d´une fille à sa mère morte». Revue Française de Psychanalyse, 1928, II, 541-565. 39. Bonaparte, M. «Un petit accès de Kleptomanie larvée». Revue Française de Psychanalyse, 1929, III, 478-481. Reyes Vallejo Orellana Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación C/. Camilo José de Cela, s/n. - 41018 Sevilla Antonio Sánchez-Barranco Ruiz Universidad de Sevilla 2538 (141) SECCIÓN INFORMES (142) (143) Luis Javier Sanz Rodríguez Begoña Torres López UN CASO DE TRASTORNO DE CONVERSIÓN ANALIZADO DESDE LA PERSPECTIVA DE LA INTERCONSULTA HOSPITALARIA A CASE OF CONVERSION DISORDER ANALYSED FROM THE HOSPITAL INTERCONSULTATION PERSPECTIVE RESUMEN Se presenta en este trabajo un caso de trastorno de conversión caracterizado por una por una parálisis mixta (sensorial y motora) que afectaba al hemicuerpo izquierdo. La paciente, de 62 años, fue remitida a la interconsulta por los médicos internistas con el fin de descartar la presencia de un origen psicógeno de los síntomas, habiendo sido explorada por diferentes métodos diagnósticos sin obtenerse resultado patológico alguno. Se valora la importancia de este tipo de cuadros en la práctica clínica de un hospital general y la necesidad de una correcta detección, evaluación e intervención de los mismos, siendo imprescindible el estudio de los síntomas individuales más allá de las etiquetas psiquiátricas para la comprensión de los mecanismos psicológicos subyacentes. Asimismo, se constata la relevancia del concepto de histeria y sus subtipos (disociativo y conversivo) como elementos operativos a pesar de los intentos de las últimas clasificaciones de trastornos mentales de quitar importancia a estos términos para tratar de ofrecer descripciones supuestamente más neutrales y ateóricas. Palabras clave: Trastorno de conversión, interconsulta, programas de enlace, psicoterapia. ABSTRACT This paper presents a case of conversion disorder characterized by mixed paralysis (sensory and motor) that involved the left half of the body. The patient, 62 years old, was sent to the interconsultation from her physicians, after being explored by different diagnosis methods without obtaining pathologic results. The authors evaluate the importance of this kind of syndromes in the clinical practice of a general hospital and the need for a correct detection, evaluation, and intervention of these, being indispensable the study of the individual symptoms forward psychiatric labels in order to understand the psychological underlying mechanisms. In the same way, it being confirmed the relevance of the hysteria concept and its subtypes (dissociate and conversive) like operative elements in spite of the classifications of mental disorders tries of reduce importance to these terms and offer supposedly more aseptic and neutral descriptions. Key-words: Conversion disorder, interconsultation, consultation-liaison programes, psychotherapy. Un caso de trastorno de conversión... (144) INFORMES INTRODUCCIÓN El trastorno por conversión ha generado numerosa bibliografía en la primera mitad del siglo XX, pero este interés ha ido disminuyendo con el paso de los años. A la vez que su prevalencia ha ido decreciendo progresivamente. Ello, en parte, se ha debido al aumento de la precisión diagnóstica de las pruebas médicas, sobre todo las neurológicas. En la actualidad hay numerosos trabajos que señalan que en seguimientos a largo plazo, entre un 25% y un 50% de este tipo de trastornos acaban por ser diagnosticados de una enfermedad neurológica (es relativamente frecuente el diagnóstico inicial de trastorno por conversión en pacientes que finalmente son diagnosticados de esclerosis múltiple, miastenia grave y distonías idiopáticas o inducidas por sustancias) (1). Por ello, es importante el no desatender el estudio exhaustivo de este tipo de pacientes aunque inicialmente no se encuentre etiología orgánica que justifique los síntomas. No obstante, la presencia de un trastorno neurológico no excluye el diagnóstico de trastorno conversivo si los síntomas no pueden explicarse en su totalidad por la enfermedad. Por otra parte, desde la perspectiva psicológica, frente a las teorías psicoanalíticas, que tanto debate han fomentado acerca de estos cuadros, han ido ganando vigencia otros enfoques más «modernos» y «asépticos» centrados en puntos de vista derivados de los valores occidentales que han propuesto clasificaciones diagnósticas que permiten estructurar y organizar los datos ganando en economía y fiabilidad, aunque descuidando la profundización en los mecanismos subyacentes a los síntomas (2). PRESENTACIÓN DEL CASO La paciente (P) es una mujer de 62 años que tras sufrir un síndrome coronario agudo en enero de 2003, ingresa en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias y presenta, durante la hospitalización, un episodio de hemiparesia izquierda. Se realiza un estudio neurológico de la paciente en el que se refieren los siguientes hallazgos: - Funciones corticales normales aunque con quejas verbalizadas de pérdida de memoria continua desde que ha ingresado. - Hemiparesia izquierda no congruente por: • No distribución piramidal. • Fluctuaciones durante la exploración siendo las gesticulación manual aceptable. • Prácticamente anestesia global hemicorporal izquierda hasta línea media independiente. Por tanto, en la exploración neurológica se concluye que existen datos discordantes que hacen sospechar origen no orgánico, al menos, no se explicaría todo el cuadro. 2542 Un caso de trastorno de conversión... INFORMES (145) También presentaba cefalea resistente de características tensionales. Por ello, se solicita valoración psicológica de la paciente. P. se encuentra levemente confusa y angustiada por la situación de estar ingresada. No aparenta estar muy preocupada por los síntomas que presenta y verbaliza en varias ocasiones sus deseos de ser dada de alta. Al inicio de la primera entrevista, se muestra reticente a ser evaluada, afirmando que su problema es exclusivamente físico y que no entiende el sentido de una exploración psicológica. EVALUACIÓN PSICOLÓGICA • Historia clínica Antecedentes biográficos Nace en un ambiente rural siendo la novena de 11 hermanos. Acerca de su niñez comenta «no haber tenido infancia por haber tenido que trabajar en el campo desde los 9 años». Esta situación le impidió aprender a leer y escribir, circunstancia a la que le da mucha importancia en la actualidad, sintiéndose frustrada por ello. Con la excepción de los varones y una de sus hermanas, los cuales fueron a la escuela, el resto de los hermanos (mujeres) compartieron una situación similar. Señala cómo en ocasiones durante las intensas jornadas de trabajo sólo podía ausentarse en caso de enfermedad y en alguna ocasión experimentó mareos y desmayos. Refiere que a lo largo de su vida ha vuelto a sufrir esos síntomas ante diferentes dificultades (por ejemplo, en el funeral por la muerte de su padre). En cuanto a las relaciones sociales, no tuvo relaciones significativas con iguales aparte de las que tenía con sus hermanos. Está casada y describe la relación con su esposo como buena, sin conflictos importantes. Tiene dos hijas de 38 y 30 años de edad, ambas casadas y con hijos. Refiere que su relación con ellas siempre ha sido «de amigas» y que siempre le han contado todo; aunque reconoce que en ocasiones le tachan de sobreprotectora. Antecedentes personales La paciente no ha recibido tratamiento psiquiátrico o psicológico previo. Hace 10 años demandó asistencia en Atención Primaria por insomnio y se le pautó mianserina, que estuvo tomando hasta que hace un año, su médico de Atención Primaria se lo cambió por paroxetina y bromazepam. En alguna ocasión refiere haber tomado hipnóticos, también pautados desde su Centro de Salud, por el insomnio. Asimismo, P. ha sido diagnosticada de hipertensión arterial e hipotiroidismo y ha sufrido numerosas intervenciones quirúrgicas. Este último aspecto es muy relevante considerando que la paciente ha tenido 3 episodios anteriores de hemiparesia y todos han coincidido con períodos en los que ha estado hospitalizada (Tabla 1). 2543 Un caso de trastorno de conversión... (146) INFORMES Tabla 1. Secuencia de hospitalizaciones e intervenciones quirúrgicas realizadas a la paciente y su relación con episodios de hemiparesia. Edad 39 47 48 50 52 55 57 62 Descripción de la hospitalización Intervención de matriz y ovarios Intervención de vesícula Intervención de cifoescoliosis (surgen complicaciones, sufre IAM) ANGOR Tromboflebitis en pierna izquierda Intervención de vesícula Intervención de cifoescoliosis IAM (ingreso actual) Episodio de hemiparesia No No Hemiparesia izquierda de 90 días de evolución (requiere rehabilitación) No Hemiparesia izquierda (18 días) No Hemiparesia izquierda (15 días) Hemiparesia izquierda Antecedentes familiares El único miembro familiar que tiene antecedentes personales psíquicos de interés es la hija menor de la paciente que en la actualidad se encuentra en tratamiento en el Centro de Salud Mental por episodios de ataques de pánico. Por otro lado, como se aprecia en la figura 1, hay varios antecedentes de hemiplejías izquierdas en la familia. En primer lugar, el padre, a quien P. describe como una persona muy autoritaria y rígida («era un dictador»), a la vez que lo disculpa y justifica aclarando que la situación que les tocó vivir fue muy dura. En segundo lugar, dos de sus hermanas, las únicas que, según la paciente, se revelaron y enfrentaron a su padre y que tenían un carácter más fuerte. El resto de las hermanas, son más sumisas y aceptaban las normas del padre aunque todas coincidieron en que se casaron a edades muy tempranas para salir de casa lo más pronto posible. Figura 1. Genograma de la paciente. 2544 Un caso de trastorno de conversión... INFORMES (147) • Proceso de evaluación Instrumentos de evaluación Para la evaluación de la paciente, además de la entrevista psicológica se emplearon los siguientes instrumentos: - Escala de Síntomas, SCL-90-R (Derogatis, 1977) (3), nos permite una evaluación general de síntomas psicopatológicos. Es un listado de comprobación de síntomas recogidos en 9 dimensiones con datos normativos españoles y propiedades psicométricas aceptables (4). En cuanto a la fiabilidad, ha presentado una buena consistencia interna en todas las subescalas (oscilando la a de Cronbach de 0,78 a 0,90), así como una adecuada validez predictiva (5). También ha demostrado adecuada validez discriminativa, la validez concurrente con el IIP-C y el GHQ-12) (6). - MCMI-II (Millon, 1987), es un cuestionario que consta de 175 ítems de respuesta verdadero-falso y que informan sobre 8 patrones clínicos de personalidad, 3 formas graves de patología de personalidad, 6 síndromes clínicos de intensidad moderada, y 3 síndromes clínicos graves. Las puntuaciones se convierten en tasas base, cuyo punto de corte se sitúa en el valor de 75, siendo los valores superiores sugestivos de algún problema clínico. Cuenta con medidas de validez y sinceridad (7). Resultados de la evaluación En la entrevista, P. resulta colaboradora. No muestra total indiferencia por su hemiparesia, pero le resta excesiva importancia, centrándose más en las secuelas del síntoma que en la etiología. Se aprecia cierta tendencia a la somatización ante conflictos personales y familiares, así como una latencia de respuesta larga y dificultades para el recuerdo de nombres propios y fechas, que mejoran a lo largo de la entrevista. Refiere ciertos sentimientos de culpa en relación a la preocupación que su estado de salud pueda producir en sus familiares. En cuanto a su personalidad, la paciente se describe como una persona sociable, ansiosa, muy activa, autoexigente y controladora. Asimismo, coincide con las características definitorias del patrón de conducta tipo-A (impaciencia, competitividad, hostilidad), teniendo en cuenta la forma en que se manifestaría considerando su género, edad y nivel cultural (8). Por otro lado, manifiesta repetidamente que intenta presentarse como una persona fuerte y evita pedir ayuda a sus familiares para no preocuparlos. Por ejemplo, cuando empieza a percibir pequeños indicios de algún posible problema físico (síntomas pre-infarto), no dice nada a nadie hasta que la situación requiere acudir a Urgencias y el cuadro requiere hospitalización. Este funcionamiento, es similar en lo referente a los estados emocionales. Paradójicamente, actúa en muchas ocasiones como una persona muy dependiente con aquellas figuras idealizadas. No impresiona de histrionismo o teatralidad aunque sí se advierte una 2545 Un caso de trastorno de conversión... (148) INFORMES actitud seductora en el trato con los terapeutas a los que tiende a idealizar, a la vez que coloca al resto de profesionales (médicos, enfermería) en el otro extremo, desvalorizándolos. Tabla 2. Resultados en las 9 dimensiones y los 3 índices globales de la SCL-90-R (amplitud teórica 0-4) 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. Somatización Obsesivo-compulsiva Susceptibilidad interpersonal Depresión Ansiedad Hostilidad Ansiedad fóbica Ideación paranoide Psicoticismo Índice de severidad global Total de síntomas positivos Índice de malestar referido a síntomas positivos 2,41 1,60 1,88 2,23 2,10 0,83 0,71 0,33 0,50 1,43 63 2,04 En lo que se refiere a las variables psicopatológicas, entre los resultados de la paciente en la SCL-90-R (Tabla 2) destaca que las puntuaciones más altas se encuentran en las dimensiones de somatización, depresión y ansiedad. Las puntuaciones en el resto de escalas, así como en los índices globales, quedan por debajo de la media obtenida en los datos normativos españoles. Esta información coincide con la obtenida por la entrevista clínica y el cuestionario de Millon. Figura 2. Perfil MCMI-II. 2546 Un caso de trastorno de conversión... INFORMES (149) Respecto al perfil obtenido por P. en el MCMI-II (Figura 2), comentar lo siguiente; en las escalas de validación, es de resaltar el alto valor obtenido en «deseabilidad», la paciente aunque es sincera contestando la prueba tiende a hacer lo posible por presentar su mejor imagen, a parecer sana y causar una buena impresión negando tener alguna problemática en particular. En lo referente a las escalas clínicas de personalidad se observan elevaciones significativas en las escalas: «dependiente» (T:B = 98), «histriónica» (T:B= 84), «compulsiva» (T.B=87). Es decir, estamos ante una persona que necesita constantemente aprobación, atención y afecto por parte de los que la rodean, esto lo conseguiría por una parte comportándose de manera sumisa, mostrando escasa autonomía y una notable falta de asertividad (escala «dependiente»). Y por otra, mediante cierta tendencia a llamar la atención de los demás mediante la autodramatización (escala «histriónica»). La puntuación en la escala «compulsiva» podría indicar ese autocontrol de la paciente ante hacer aflorar sus deseos y sentimientos reales ante determinadas situaciones (en especial ante aquellas que le provocan ira o enfado). En cuanto a las escalas que indican síndromes clínicos de intensidad moderada: vemos que P. se encuentra tensa, nerviosa e inquieta (escala de «ansiedad» =109), así como con un estado de ánimo bajo crónico (duración mayor de dos años) con sentimientos de desanimo, apatía, baja autoestima (escala de «distimia»=92). Y a ello se le añade su tendencia a expresar las dificultades psicológicas a través de canales somáticos (escala «histeriforme» =105). Por último, respecto a las escalas que indican trastornos graves de personalidad (esquizotipica, límite y paranoide) y síndromes clínicos graves (pensamiento psicótico, depresión mayor y trastorno delirante) ninguna de ellas sobrepasa una puntuación Tasa Base de 75, siendo por lo tanto no significativas. EVOLUCIÓN Se trata de una hemiparesia izquierda con cuatro días de evolución, con antecedentes de haber padecido tres episodios similares coincidiendo con ingresos hospitalarios, (dos de ellos remitieron espontáneamente y el primero, y más largo -3 mesesremitió con rehabilitación). La sintomatología (de instauración súbita) se caracterizaba por una parálisis mixta (sensorial y motora) que afectaba el hemicuerpo izquierdo y que fue evolucionando de día en día (ver Figura 3) (9). Acompañando esta clínica, refiere sensación de acorchamiento en las extremidades y pinchazos en la planta del pie al levantarse que describe como punzadas de alfileres. Todo esto no le impide manejarse en la habitación aunque requiere de la ayuda de algún familiar para desplazarse. 2547 Un caso de trastorno de conversión... (150) INFORMES Figura 3. Evolución topográfica de la hemiparesia a lo largo del ingreso. Ilustración 1 Ilustración 2 Ilustración 3 Ilustración 4 En el primer contacto, la paciente se muestra ligeramente confusa, con latencia de respuestas larga y dificultades para el recuerdo de nombres propios y fechas, que mejoran a lo largo de la entrevista. Asimismo, refiere cefaleas de carácter tensional y los síntomas conversivos descritos que considera secuelas de su estado de salud deteriorado a causa del infarto agudo de miocardio. No se encuentra preocupada en exceso a pesar de que le comunican que se desconoce el origen de la hemiparesia (belle indiference). Describe la situación familiar quitando importancia a los problemas existentes e idealizándola. En el transcurso de su ingreso, la paciente con la que comparte habitación fallece y se tiene que quedar sola con ella durante unas horas. P., vive este acontecimiento con mucha angustia e incrementa la tensión entre ella y el personal sanitario. Después surgen miedos a quedarse a solas en la habitación y continuas demandas de atención. Sin embargo, todo esto elicita la posibilidad de que ella saque el tema de la muerte en las entrevistas y el malestar que le genera al verse tan afectada por el fallecimiento de su compañera de habitación, recordando que se sintió incapaz de llorar tras las múltiples pérdidas de familiares que ha sufrido a lo largo de su vida (padre, madre, hermana). Parece que estos duelos no los ha elaborado adecuadamente. JUICIO CLÍNICO Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL La paciente cumple los criterios diagnósticos para el trastorno de conversión (Tabla 3) (10). Uno de los principales problemas al hacer el diagnóstico de este tipo de cuadros es la dificultad para descartar completamente la existencia de una patología médica. Pero, además, el diagnóstico diferencial de las quejas médicamente inexplicables incluye diversos trastornos psiquiátricos (ver Tabla 4) (11). 2548 Un caso de trastorno de conversión... INFORMES (151) Tabla 3. Criterios diagnósticos del trastorno de conversión según el DSM-IV-TR (10). A. Uno o más síntomas o déficit que afectan a la función motora voluntaria o sensorial y que sugieren una condición neurológica u otra condición médica general. B. Se considera que los factores psicológicos están asociados al síntoma o déficit debido a que el inicio o exacerbación de ambos está precedido por conflictos y otros estresores. C. El síntoma o déficit no se produce intencionalmente ni de manera fingida (como el trastorno facticio o de simulación). D. Tras el examen apropiado, el síntoma o déficit no puede ser explicado completamente por una condición médica general, o por los efectos directos de una sustancia, o por una conducta o experiencia sancionada por la cultura. E. El síntoma o déficit origina angustia o deterioro clínicamente significativo a nivel social, laboral u otras áreas importantes de funcionamiento, o justifica la evaluación médica. F. El síntoma o déficit no se limita al dolor a una disfunción sexual, no acontece exclusivamente durante el curso del trastorno por somatización y no se explica por otro trastorno mental. Tabla 4. Diagnóstico diferencial del trastorno de conversión con otros trastornos psiquiátricos. Trastorno Trastorno depresivo mayor Comentarios Trastorno marcado por el estado de ánimo depresivo; incapacidad para concentrarse; trastorno del apetito, de la libido y de los patrones del sueño; y reducción del interés por actividades usuales. Las quejas somáticas se producen en el contexto de estos síntomas. Trastorno de angustia Trastorno marcado por un inicio agudo de ansiedad, acompañado por activación autonómica que disminuye. Puede aparecer después preocupación por sufrir una enfermedad, como por ejemplo un ataque al corazón, pero no es un aspecto central del trastorno. Trastornos psicóticos En los trastornos psicóticos marcados por delirios de enfermedad, las ideas delirantes son intensas y podrían interpretarse como extrañas. Trastornos de somatización En los trastornos de somatización también aparecen síntomas sensioro-motores. Pero este trastorno es crónico y empieza en edades más tempranas y que incluye síntomas de otros muchos sistemas orgánicos. Trastorno por dolor Trastorno en el que el dolor es el centro de la queja. Se cree que los factores psicológicos tienen un papel concreto en la intensidad del dolor y en su mantenimiento. Hipocondría Trastorno en el que la persona presenta una preocupación temerosa porque cree que padece una enfermedad graves, o en el que interpreta equivocadamente síntomas corporales como indicadores de que tiene una enfermedad corporal. A pesar de que se tranquiliza al paciente mediante pruebas y una evaluación médica, la preocupación continúa. Trastornos facticios En los trastornos facticios los síntomas están bajo el control voluntario y consciente, tras la búsqueda de asumir el papel de enfermo. PRONÓSTICO Dado que los síntomas de la paciente cumplen los siguientes factores de buen pronóstico (12): - Existencia de un factor estresante identificable (hospitalización) - Buen funcionamiento premórbido 2549 Un caso de trastorno de conversión... (152) - INFORMES Inicio brusco Ausencia de otros trastornos mentales Ausencia de procesos legales Breve duración de la sintomatología en los episodios anteriores. Por ello se espera una rápida resolución del episodio actual. TRATAMIENTO A lo largo de las entrevistas con la paciente, se persiguieron los siguientes objetivos: - Promover la toma de conciencia en la paciente acerca de la relevancia de los componentes psicológicos en su estado de salud. - Lograr el compromiso de acudir a su Centro de Salud Mental para estudio y posible tratamiento de sus síntomas. - Tranquilizar a la familia y ofrecer una serie de orientaciones para el manejo de situaciones ansiógenas de la paciente. Este tercer objetivo surgió a raíz del acontecimiento con su compañera de habitación que generó ansiedad y miedo a quedarse sola en P. - Ayudar a la paciente a verbalizar y expresar sus estados afectivos negativos y a compartirlos sin miedo a las preocupaciones o consecuencias que puedan ocasionar en su relación con los demás. - Facilitar la identificación de sentimientos ambivalentes respecto a personas significativas a lo largo de su vida. - Trabajar los duelos no resueltos (padre, madre, hermana). - Combatir creencias irracionales acerca de su relación con los demás: «si me quejo, preocuparé a los demás y no me querrán», «si no evito todo el malestar a mis hijas, no soy una buena madre», etc. - Creación, en la medida de lo posible, de una relación terapéutica de confianza que permitiera tratar principalmente los dos primeros objetivos, evitando fomentar una excesiva dependencia por parte de la paciente ya que el trabajo terapéutico tendrá que realizarse en su CSM. - Coordinación con médicos internistas a cargo de la paciente, en la que se trató de evitar que la etiquetaran como somatizadora o simuladora y que ello repercutiese en la calidad de la exploración orgánica. DISCUSIÓN En este trabajo se ha tratado de recoger el proceso terapéutico desarrollado desde la interconsulta de un hospital general con una paciente que ingresó por un síndrome coronario agudo y que sufrió, durante la hospitalización, un episodio de 2550 Un caso de trastorno de conversión... INFORMES (153) hemiparesia izquierda, siendo diagnosticada finalmente de trastorno de conversión. Con el trabajo terapéutico desarrollado se ha conseguido que la paciente tome conciencia de la relevancia de los componentes psicológicos en su estado de salud, a la vez que ha sido capaz de poner en palabras sus estados emocionales negativos, situando los conflictos psicológicos en el ámbito que corresponde y no en el corporal. A pesar de la aparente disminución de la prevalencia de este tipo de cuadros, en la población general se encuentran datos que nos hablan de una incidencia anual del trastorno de 22 personas por cada 100.000 (13). En poblaciones más específicas, se trata del trastornos somatoforme más común (14). Así, hay estudios que encuentran que de un 5% a un 15% de las consultas realizadas a psiquiatría dentro de un hospital general son trastorno de conversión. Por lo tanto, aunque la prevalencia de este trastorno parece ser menor en la actualidad, todavía es relativamente frecuente encontrarlo en la interconsulta hospitalaria. Tanto en adultos como en niños, la proporción mujer-hombre es por lo menos 2:1 y como mucho de 10:1. En los hombres es más frecuente hallar algún factor desencadenante, por ejemplo, tras accidentes, en excombatientes, etc. Es más común en mujeres, de clase socioeconómica baja, a cualquier edad (15). Este tipo de cuadros se han llamado reacciones de conversión, neurosis histéricas tipo conversivo, histeria aguda, y fueron asignados a una serie de síntomas «pseudoneurológicos» que afectasen a la motricidad voluntaria y al sistema nervioso sensitivo, llegándose con posterioridad a matizar como síntomas que producían cualquier pérdida o alteración del funcionamiento físico que sugiera un trastorno físico, siendo evidente el mecanismo de conversión (síntoma como la expresión de un conflicto o necesidad psicológica, no pudiéndose explicar por ninguna condición médica o fingimiento (DSM-III, 1980)) (16). Hay una relación temporal entre un acontecimiento vital estresante, relacionado con conflictos subyacentes y necesidades emocionales, y el inicio o exacerbación de los síntomas (17, 18). Anteriormente, en el DSM-II (1968) (19), con un línea diagnóstica más de acuerdo con concepciones psicodinámicas, se distinguía entre dos tipos fundamentales de neurosis histérica: disociativa y conversiva. Sin embargo, con el tiempo, el concepto de la histeria se ha ido debilitando y en las siguientes ediciones del DSM la forma conversiva de histeria se sitúa dentro de una categoría de nueva creación que reúne a los llamados trastornos somatoformes. Por otro lado, la forma disociativa se independiza adquiriendo mayor relevancia hasta el punto de constituir un grupo nosológico por sí misma (20). El DSM-III-R (1987) (21) incluyó que el síntoma tenía que ser una pauta de respuesta sancionada. Asimismo se contemplaba una concepción muy amplia de lo que podía considerarse como un síntoma de conversión, ya que incluía tanto aquellos que sugerían un daño neurológico, como los que afectaban al sistema vegetativo 2551 Un caso de trastorno de conversión... (154) INFORMES (vómitos, desmayos) y al endocrino (pseudociesis). Ante esta conceptualización, Cloninger ha recomendado que se restrinja la etiqueta de trastorno de conversión solamente para los síntomas neurológicos, ya que éstos son los únicos que se ajustan al patrón transitorio del trastorno de conversión que cabe esperar que se produzca (12). Algunos autores (22) han sugerido que el fenómeno de conversión debería ser considerado como un síntoma en vez de como un síndrome. En esta línea, el DSM-IV (1994) (23) y el DSM-IV-TR (2002) (10) han restringido la amplia definición que ofrecía la edición anterior, delimitando el problema a la existencia de uno o varios síntomas o déficit que afectan a la función motora o sensorial. Además, se proponen distintos subtipos en función de la modalidad de los síntomas presentados (motor, sensorial, convulsiones, y mixto). Aunque el DSM recoge este trastorno dentro del grupo de los somatomorfos, la CIE-10 (1990) (24) lo incluye dentro de los trastornos disociativos. Se observa, por tanto, que a pesar de los progresivos intentos por realizar clasificaciones más «neutrales» sin referencias a concepciones teóricas existentes y de la consiguiente supresión de los conceptos de neurosis e histeria como términos operativos, sus principales formas clínicas siguen presentes en las últimas clasificaciones diagnósticas, bajo las etiquetas de otras categorías. Pero, sobre todo, se constata la presencia y la relevancia de este tipo de cuadros en la práctica clínica, y la necesidad de una correcta detección, evaluación e intervención de los mismos, siendo imprescindible el estudio de los síntomas individuales más allá de las etiquetas diagnósticas para la comprensión de los mecanismos psicológicos subyacentes. BIBLIOGRAFÍA 1. Pérez, P. «Utilización de metilfenidato en una parálisis de conversión: a propósito de un caso». Revista de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Barcelona, 1990, 4, pp. 196-199. 2. De Cabo, B. «Conversión-somatización». En: S. Mascarell (ed.), Aproximación a la histeria, pp. 71-114. Madrid, Ed. Mayoría, 1980. 3. Derogatis, L. SCL-90-R: Administration, scoring and procedure manual. Baltimore, Clinical Psychometric Research, 1977. 4. González de Rivera, J. L., Derogatis L. R., De las Cuevas, C., Gracia, R., Rodríguez, F., Henry, M., y Monterrey, A. L. The spanish version of the SCL-90-R. Normative data in the general population. Towson, Clinical Psychometric Research, 1989. 5. Schmitz, N., Hartkamp, N., Kiusde, J., Franke, G. H., Reister, G., y Tress, W. «The Symptom Check-List-90-R (SCL-90-R): A German validation study». Quality of Life Research, 2000, 9, pp. 185-193. 2552 Un caso de trastorno de conversión... INFORMES (155) 6. Schmitz, N., Kruse, J., Heckrath, C., Alberti, L., y Tress, W. «Diagnosing mental disorders in primary care: the General Health Questionnaire (GHQ) and the Symtom Check List (SCL-90-R) as screening instruments». Soc Psychiatry Psychiatr Epidemiol, 1999, 34, pp. 360-366. 7. Millon, T. Inventario clínico multiaxial de Millon II (MCMI-II). Madrid, TEA, 1996. 8. Carmona, F. J., Sanz, L. J., y Marín, D. «Patrón de conducta Tipo-A y patología coronaria». Psiquis, 2002, 1, pp. 22-30. 9. Orengo, F. «Un caso de trastorno de conversión analizado desde una perspectiva psicodinámica, psicofisiológica y morfodinámica». Arch de Neurobiol, 1991, 3, pp. 111-121. 10. American Psychiatric Association. DSM-IV-TR. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Texto revisado. Barcelona, Masson, 2002. 11. Holder-Perkins, V., y Wise, T. N. «Trastorno de somatización». Advanced selected topics in psychiatry. Barcelona, American Psychiatric Press, 2002. 12. Chorot, P., y Martínez-Narváez, P. «Trastornos somatoformes». En: A. Belloch, B. Sandín, y F. Ramos (eds.), Manual de psicopatología, vol. 2, pp. 225-269. Madrid, McGraw-Hill, 1998. 13. Kaplan, H. I., Sadock, B. J., y Grebb, J. A. Sinopsis de Psiquiatría. Madrid, Panamericana, 1996. 14. Thomassen, R., Van Hemert, A. M., Huyse, F. J., Van Der Mast, R. C., y Hengeveld, M. W. «Somatoform disorders in consultation-liaison psychiatry: a comparison with other mental disorders». General Hospital Psychiatry, 2003, 25, pp. 8-13. 15. Rojo, J. E., y Cirera, E. Interconsulta psiquiátrica. Barcelona, Masson, 1997. 16. American Psychiatric Association. DSM-III. Diagnostic and statistical manual of mental disorders. Washington DC, APA, 1980. 17. Sánchez, J. M., Garzón, M. A., Bueno, G. M., y Vega, E. D. «Trastornos psicomáticos. Somatizaciones». En: S. Cervera, V. Conde, A. Espino, J. Giner, C. Leal, y F. Torres (eds), Manual de Residente de Psiquiatría, pp. 667-700. Madrid, Litofinter, 1997. 18. Bataller, R., y Alvárez, P. «Trastornos neuróticos relacionados con factores estresantes y somatomorfos». En: S. Cervera, V. Conde, A. Espino, J. Giner, C. Leal, y F. Torres (eds), Manual de Residente de Psiquiatría, pp. 1063-1108. Madrid, Litofinter, 1997. 19. American Psychiatric Association. DSM-II. Diagnostic and statistical manual of mental disorders. Washington DC, APA, 1968. 20. Orengo, F. «El concepto de disociación y conversión en la nueva edición de la clasificación internacional de enfermedades (ICD 10)». Psiquis, 1991, 12, pp.1320. 21. American Psychiatric Association. DSM-III-R. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Edición revisada. Barcelona, Masson, 1988. 2553 Un caso de trastorno de conversión... (156) INFORMES 22. Ford, C. V., y Folks, D. G. «Conversion disorders: an overview». Psychosomatics, 1985, 26, pp. 371-383. 23. American Psychiatric Association. DSM-IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona, Masson, 1994. 24. Organización Mundial de la Salud. CIE 10. Descripciones clínicas y pautas para el diagnóstico. Trastornos mentales y del comportamiento. Madrid, Meditor, 1992. Luis Javier Sanz Rodríguez Residente de Psicología Clínica. Hospital Universitario de Getafe C/. Pisueña, 42 - 28042 (Madrid) Email: luisja01@hotmail.com Begoña Torres López Residente de Psicología Clínica Hospital Psiquiátrico de Madrid 2554 (157) Isabel Salvador - Alicia González - Juan Antonio Bustillo - Rafael de la Rosa Mº José Maicas - Antonio Liñana - Mª Francisca Simonet - Catalina Sureda Inmaculada Capllonch - Rosa Montiel INFORME SOBRE EL PROCESO DE REFORMA DE LA ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL EN LAS ILLES BALEARS Y RECOMENDACIONES PARA SU CONTINUIDAD ENERO 2000 - MARZO 2003 REPORT ON THE RESTRUCTURING OF MENTAL HEALTH CARE IN THE BALEARIC ISLANDS AND PROPOSALS FOR FUTHER DEVELOPMENT. JANUARY 2000-MARCH 2003 RESUMEN En este informe se analiza el Proceso de Reforma de la atención a la salud mental en las Illes Balears desde Enero del 2000 hasta el 31 de Marzo del 2003. Se revisa dicho Proceso desde la Perspectiva histórica, Marco Jurídico, Modelo organizativo y de Gestión, Modificaciones para la participación ciudadana y cambios en Formación Continuada, Docencia e Investigación. Así mismo, se realiza una exposición actual de los dispositivos de atención a la salud mental y profesionales, el análisis comparativo de la evolución de los recursos y profesionales según las recomendaciones del Comité Técnico de Salud Mental. Se realiza una valoración cualitativa y cuantitativa de los datos obtenidos, y por último unas recomendaciones generales y específicas para la continuidad del proceso de reforma. Palabras clave: Proceso de Reforma. Marco jurídico, organizativo y de gestión. Situación actual de dispositivos asistenciales y recursos profesionales. Análisis cuantitativo y cualitativo. Recomendaciones para su continuidad. ABSTRACT The Reform Process of the Attention to de Mental Health in the Illes Balears since January 2000 to the 31st of March 2003 is analysed in this report. That Process is revised from the Historic Perspective, Juridical Frame, Organizational and of Management Model, Modifications for the citizen participation and changes in Continued Formation, Teaching and Investigation. Also, a current exhibition of the devices of attention to the mental health and professionals is made, the comparative analysis of the evolution of the resources and professionals according to the Technical Committee of mental health recommendations. A qualitative and quantitative valuation of the obtained data is made, and for last, general and specific recommendations for the continuity of the reform process are made. Key words: Reform Process. Juridical, organizational and of management Frame. Current situation of the welfare devices and professional resources. Quantitative and qualitative analysis. Recommendations for its continuity. Informe sobre el proceso de reforma... (158) INFORMES INTRODUCCIÓN La Associació Balear de Salut Mental (ABSM), miembro de la Asociación Española de Neuropsiquiatría se creó en Julio de 1991. Es una asociación multiprofesional cuyo objetivo principal es el desarrollo de un modelo de atención a la salud mental público, comunitario y participativo que dé respuesta a las necesidades de las personas que padecen una enfermedad mental y a sus familiares, así como defender sus derechos. Por todo ello, la Associació Balear de Salut Mental tiene un doble compromiso, por un lado impulsar el desarrollo científico de las ciencias integradas en el campo de la salud mental y por otro mantener la independencia para convertirse en un interlocutor válido y transparente de la sociedad. El modelo de atención defendido por la ABSM se basa en el desarrollo de una red de servicios públicos de calidad, que integren los recursos necesarios para atender a la población de un determinado territorio con una enfermedad mental, bajo los principios éticos de accesibilidad, equidad, participación, continuidad asistencial y eficacia. Como explica la Organización mundial de la Salud en su Informe sobre Salud Mental del 2001(4): «La atención comunitaria tiene mejores efectos que el tratamiento institucional en el pronóstico y calidad de vida de las personas con trastornos mentales crónicos. Además, el traspaso de los pacientes de hospitales psiquiátricos a la asistencia comunitaria es económica, eficiente y respeta los derechos humanos. Por tanto se deben suministrar servicios de salud mental en la comunidad, utilizando para ello todos los recursos disponibles» (tercera recomendación). Desde el inicio de su creación, la ABSM ha estado comprometida con la atención a la salud mental de nuestra Comunidad Autónoma y muchos de sus profesionales han estado y están implicados directamente en la atención de las personas con enfermedades mentales y la gestión de los recursos asistenciales. Preocupada por el retraso histórico en la transformación de la asistencia a la salud mental en nuestra Comunidad Autónoma respecto a las demás comunidades del estado español celebró, como un importante punto de partida para la reforma de la atención a la Salud Mental en nuestras Islas, la aprobación por el Parlament Balear del Pla de Salut Mental en 1998. En Mayo de 2000, la ABSM realizó un informe sobre el «Plan Autonómico de Salud Mental: Actualización, Análisis y propuestas», aportando datos completos, tanto de dispositivos como de profesionales, realizando una análisis exhaustivo de los recursos asistenciales y contribuyendo con propuestas para una mejora de la asistencia en salud mental. El propósito de este nuevo INFORME es la realización de un análisis del Proceso de Reforma de la atención a la Salud Mental en nuestra Comunidad Autónoma, la elaboración de unas recomendaciones que contribuyan a impulsar la continuidad de ese proceso, con el objetivo último de conseguir una atención integral y de calidad a todas las personas que sufren una enfermedad mental en las Illes Balears. 2556 Informe sobre el proceso de reforma... INFORMES (159) INICIO DE LA REFORMA A LA ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL: En Noviembre de 1998 se aprobó en el Parlament de les Illes Balears, el Pla Autonòmic de Salut Mental, presentado por la Conselleria de Sanitat i Consum. • Perpectiva histórica El actual Govern Autonómico decidió incluir en su programa el desarrollo de dicho Plan y siguiendo las fórmulas que él proponía, la Consellera de Salut i Consum convocó a la Comissió Institucional de Salut Mental el 18 de Abril del 2000. Así se inició el Proceso de Reforma de la atención a la Salud Mental en nuestra Comunidad Autónoma. La Presidencia fue asumida por la Consellera de Salut i Consum, estando integrada la Comissió por los tres Consells Insulars, el Servei Balear de Salut (actual Ib-salut), el Instituto Nacional de la Salud y la Conselleria de Benestar Social. El objetivo de dicha Comissió consistía en integrar la planificación y las actuaciones en materia de salud mental. El siguiente paso fue la creación del Comité Técnico el 26 de Abril de 2000. Dicho Comité, en calidad de órgano asesor estuvo constituido por técnicos nombrados por las diferentes instituciones integradas en la Comissió Institucional. La Comissió Institucional, en su reunión del 16 de Mayo del 2000 nombró President, Vicepresidente y Secretari del Comité Técnico. El Presidente del Comité Técnico, tal como indica el Pla de Salut Mental, asumió las funciones de Coordinador Autonòmic de Salut Mental. Como el Pla de Salut Mental prevé, el Comité Técnico creó distintas Subcomisiones de trabajo: Asistencial, de Rehabilitación, Infanto-Juvenil, Insular de Mallorca, Insular de Menorca e Insular de Eivissa- Formentera, Subcomisión de actualización del Plan de Salud Mental, Subcomisión de Registro de datos y Evaluación y Subcomisión de Formación, Docencia e Investigación. De esta forma, muchos profesionales de distintas administraciones implicados en la atención a la salud mental trabajaron conjuntamente y elaboraron los siguientes documentos: - Informe Inicial a la Comissió Institucional de Salud Mental con las propuestas para el año 2001.Julio del 2000. - Protocolo de actuaciones para la asistencia sanitaria involuntaria de los enfermos mentales en las Illes Balears. Abril del 2001. - Guía de Recursos de Salud Mental de las Illes Balears. Mayo del 2001 - Memoria Mayo 2000 –Mayo 2001.Mayo 2001. - Recomendaciones para la asistencia en Salud Mental Junio del 2001. - Informe anual del Comité Técnico a la Comissió Institucional de Salut Mental con el análisis de la situación actual y las propuestas para el año 2002. Septiembre 2001 2557 Informe sobre el proceso de reforma... (160) INFORMES Este Comité Técnico fue disuelto por la Comissió Institucional en Abril del 2002. En Enero del 2002, la Conselleria de Salut i Consum asumió la transferencia, desde el Estado, de las competencias en materia de asistencia sanitaria de la Seguridad Social y, desde entonces el Ib-salut es el órgano gestor de toda la atención a la salud y, entre ella, la Salud Mental. El Coordinador Autonómico de Salud Mental se integró en la estructura organizativo del Ib-salut, específicamente en la Dirección de Planificació i Coordinació assistencial como Subdirector de Salut Mental • Marco jurídico Disposiciones de ámbito autonómico: A consecuencia de la nueva organización en materia sanitaria, se elaboraron los siguientes decretos y órdenes: - Decret 29/2002, de 22 de febrer, d’estructura orgànica del Servei Balear de la Salut (BOIB núm. 27 de 2-03-02). - Decret 34/2002, de 8 de març, que modifica el Decret 86/2000, de 6 de juny, que modifica els Decrets 86/2000, de 6 de juny i el 192/1996, de 25 d’octubre d’organització del SERBASA I GESMA (BOIB núm. 33 de 16-03-2002). - Ordre de la Conselleria de Salut i Consum de dia 11 d’abril de 2002, de funcions de la Conselleria de Salut i Consum (BOIB núm. 52, de 30-04-2002). - - Disposiciones de ámbito insular: Mallorca: Programa interinstitucional de acción tutelar de adultos de titularidad pública, financiada por la Conselleria de Benestar Social, Consell Insular de Mallorca y Ayuntamiento de Palma y gestionado por la fundación privada ALDABA. Menorca: Programa interinstitucional de acción tutelar de adultos de titularidad pública, financiada por el Consell de Menorca y el Govern Balear y gestionada por la fundación privada ALDABA. • Modelo organizativo y de gestión Ordenación Territorial de los recursos: Según la ordenación sanitaria territorial de las Illes Balears ( reseñar que se ha consolidado la ordenación sanitaria territorial de les Illes Balears por el Decret 122/ 2002 del 4 de Octubre, BOIB del 12 de Octubre de 2002), la atención a la Salud Mental se organizó en tres Áreas: Mallorca, Menorca e Eivissa y Formentera. El Área Sanitaria de Mallorca, se dividió en 6 Sectores sanitarios (Decret 99/2002 de 19 de Julio, BOIB del 30 de Julio de 2002. Capítulo III: Ordenación Territorial). Directrices consensuadas interinstitucionalmente: Se inició la integración funcional de los dispositivos y recursos profesionales mediante la firma de dos CONVENIOS: 2558 Informe sobre el proceso de reforma... INFORMES - - - (161) 1º Convenio de Colaboración para la atención Infanto-Juvenil en materia de Salud Mental en el Área Sanitaria de Mallorca, entre el Servei de Salut de les Illes Balears, la Gerencia de Atención Primaria de Mallorca, la Gerencia de Son Dureta y la empresa pública GESMA (11 de Marzo del 2002). 2º Convenio de colaboración para la organización de las Unidades de Salud Mental del Área Sanitaria de Mallorca entre el Servei Balear de Salut de les Illes Balears, las Gerencias de Atención Primaria de Mallorca, de Son Dureta, de la Fundación Hospital Son Llàtzer, de la Fundación Hospital de Manacor y la empresa pública GESMA. (1 de Julio de 2002). Modelo Asistencial: En Julio del 2002, la Conselleria de Salut i Consum aprobó el Decreto Ordenación de la atención a la Salud Mental en la Comunidad autónoma de les Illes Balears. (Decret 99/2002 de 19 de Julio, BOIB del 30 de Julio de 2002. Capítulo I: Objeto y Directrices generales, Capítulo II: Recursos y programas asistenciales y Capítulo IV: Ordenación funcional ). • Modificaciones para la participación comunitaria En otro ámbito, la Conselleria de Salut i Consum creó mediante Decreto (Decret 37/2001, BOIB 17 de Marzo de 2001), el Fòrum de Salut Mental como órgano de participación y consulta de todas las administraciones públicas, entidades y asociaciones implicadas en la Salud Mental en el ámbito de las Illes Balears. • Cambios en formación continuada, docencia e investigación En Mayo del 2002 se aprobó la creación del Instituto Universitario de Investigaciones en Ciencias de la Salut de la Universitat de les Illes Balears, mediante el Decret 72/2002 de 17 de Mayo (BOIB 25 de Mayo de 2002). Así mismo se ha reformulado la Comissió de Formació continuada de les professions sanitàries de les Illes Balears por el Decret 145/2002 de 13 de Diciembre (BOIB del 23 de Diciembre de 2002), donde se especifica la nueva composición, regulación y funcionamiento de dicha Comisión. En el mismo BIOB y por Decreto (146/2002) se crea el Comité ético de Investigación Clínica de les Illes Balears. SITUACIÓN ACTUAL DE LOS DISPOSITIVOS DE ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL Y PROFESIONALES. MARZO 2003 • Población de Les Illes Balears* Total Illes Balears 2001: 812.758 hab. Mallorca: 2001: 635. 505 hab. Menorca: 2001: 69. 074 hab. Ibiza-Formentera 2001: 105.000 hab. 2559 Informe sobre el proceso de reforma... (162) INFORMES *Datos obtenidos del informe del Govern de les Illes Balears. Vicepresidencia. Conselleria de Economía, Comercio e Industria. Dirección General de Economía. Instituto Balear de Estadística, revisión 2001. • Area de Mallorca. Dispositivos sectoriales/profesionales* (6) SECTOR 1 MANACOR Población 107.000 TSI SECTOR 2 INCA Población 99.440 TSI SECTORES 3 y 4 Son Llàtzer Población 209.225 TSI SECTORES 5 y 6 Son Dureta Población 218.953 TSI TOTAL U.S.M. U.H. (15 camas) U.C.R U.S.M. U.H. (30 camas) U.C.R U.S.M. U.H. (24 camas) U.C.R U.S.M. U.H. (24 camas) U.C.R. Psq. 2 4 1 2 4 1 4 4 1 4 6 1 34 Psc. 2 1 2 2 1 4,5 1 5,5 1 1 21 Enf. 2 10 T.S. 1 2 18 1 4 11 1 4 9 1 1 1 2 T.O. 1 0 1 2 0,5 1 10,5 62 1 1 3 Mo. Aux. Enf. Aux. Ad. 1 7 2 1 32 1 3 2 11 1 4 1 2 6 1 10 19 56 10 TOTAL 8 21 5 8 58 7 16,5 27 10 17,5 23.5 14 215,5 • Area de Mallorca. Dispositivos suprasectoriales/profesionales U.S.M. Infanto-Juvenil (0-18 años) U.T.C.A (6 camas) Lluerna* Total Psq. 3 1 1 5 Psc. 3 2 1 6 Enf. 1 2 2 5 T.S. 1 T.O. 1 2 1 1 Mo. 1 1 Aux. Enf. Aux. Ad. 2 1 12 12 3 Total 10 7 18 35 * Se está pensando su reconversión en Unidad de Media Estancia. • Area de Salud Mental (Hospital Psiquiátrico). Dispositivos/profesionales LARGA ESTANCIA RESIDENCIA MIXTA RESIDENCIA HOMBRES PABELLÓN 1 PABELLÓN SON DURETA** Total Psq. 1 1 0,5* 0,5* 0.5 3,5 Psc. 0.5 0.5 1 Enf. 1,5 1 1 1 1 5,5 T.S. 0.5 0.5 T.O. Mo. 1 0 0 * MédicoGeneral ** Todos los profesionales dependen del Hospital Son Dureta. 2560 Aux. Enf. Aux. Ad. 13 24 24 24 1 3 celador 86 3 Total 16,5 27 25,5 25,5 5,5 100 Informe sobre el proceso de reforma... (163) INFORMES Otros recursos que se encuentran dentro del Hospital Psiquiátrico: · Club Social: 7 monitores · Terapia Ocupacional: 1 Psicóloga, 6 Monitores. • Area de Mallorca: Viviendas tuteladas y supervisadas. Marzo 2003. Nº plazas 7 29 35 PISO TUTELADO PISOS SUPERVISADOS Total Monitores 10 10 • Area de Mallorca: total de profesionales/ratios* Ratios Ratios/100 mil Psq. 39 6,1 Psc. 27 4,2 Enf. 67 10,5 T.S. 12 1,9 T.O. 4 0,6 Mo. 30 4,7 Aux. Enf. Aux. Ad. 68 13 10,7 2,0 Total 260 40,9 * No incluidos los profesionales del Área de Salud Mental (Hospital Psiquiátrico) ni los del Club Social ni los de Terapia Ocupacional • Area de Menorca. Dispositivos/Profesionales/Ratios U.S.M. Adultos U.S.M. Infantil U.H. (7 camas) U.C.R Maó* U.C.R.* Ciutadella Ratios 100 mil Total Psq. 2.5 0.5 1 5,7 4 Psc. 2 1 0 1 1 7,1 5 Enf. 1 5 1 0 10,0 7 T.S. 1 1,4 1 T.O. Mo. 0 0 1+1** 0 1,2 2 Aux. Enf. Aux. Ad. 1 5 1 1 10,0 7 1,4 1 TOTAL 7,5 1,5 11 5 2 38,6 27 * Los profesionales dependen del Consell de Menorca. ** Monitor con contrato temporal para taller ocupacional, dependiente de programa de integración laboral. Piso «asistido» (supervisado) de 6 plazas, depende del Consell Insular. 1 Enfermera de apoyo. 2561 Informe sobre el proceso de reforma... (164) INFORMES • Area de Formentera. Dispositivos/Profesionales/Ratios U.S.M. Adultos U.S.M.* Infantil U.H.B. (18 camas) Hosp. Día 18 plazas Ratios Total Psq. 3 1 2 1 7 7 Psc. 2 3 0 1 6 6 Enf. 1 T.S. 0,5 7 2 10 10 0,25 0,25 1,0 1 * Los profesionales dependen del Consell d´Eivissa i Formentera 2562 T.O. Mo. 0 2 2 3 Aux. Enf. Aux. Ad. 1 1 8 0,5 0,5 8,0 3,0 9 3 TOTAL 7,5 5 17,75 6,75 36,5 USM UH UCR USM UH UCR USM UH UCR USM UH UCR 1 5 1 3 3 1 4 5 1 26 2 3 7 1 4 14 3 1 1 4 1 1 14 39 1 8 1 1 2 1 1 1 1 0.5 1 1 6.5 8 5 69 25 3 25 3 Diciembre de 1999 Enf T.S. T.O. Mo. Aux 1 1 1 1 Psc 3 2 1 Psq 2 4 1 3 2 40 4 5 1 11 4 37 4** 7.5 1 14 4 29 6 9 1 159,5 34 Aux Total Adm. 4 1 5,5 1 1 21 1 2 2 1 4,5 2 Psc 62 2 18 1 4 11 1 4 9 2 10 Enf Marzo de 2003 T.S. T.O. Mo. Aux 1 7 1 2 1 1 32 1 0 3 2 11 1 1 4 2 0,5 6 1 1 10 10,5 3 75 Aux Total Adm. 1 8 21 5 1 8 1 58 7 2 16,5 1 27 1 10 2 17,5 1 26,5 14 10 215,5 5 3 1 5 3 1 10 4 1 10 4 1 48 Psq Recomendaciones Comité Técnico*** Psc Enf T.S.O T.O. Mo. Aux Total Aux Adm. 4 3 1 1 14 1 * _ * 1 1 4 8 1 15 4 3 1 1 14 1 * _ * 1 4 8 1 15 8 6 2 2 28 1 * 1 * 1 4 8 1 15 8 6 2 2 28 1 * 1/2 * 1 4 8 1 15 34 * * INFORMES * Depende de la organización de los turnos ** Recomendaciones Generales Comité Técnico: U.S.M.Por 100.000 hab: 5 Psq; 4 Psc; 3 Enf;1 T.S.; 1 Aux Adm UHB por 20/25 camas: 1Psq/8 o 9 camas; 1 Psc; 1T.S.; 1 Enf por 6 camas mañana y tarde y 1 por 12 noche; idem Aux Enf .Interconsulta: 1 Psq. y 1 Psc. UCR: 4 Titulados de Grado Medio. TOTAL Sector 2 INCA *UHB- H H.P Sectores 3 y 4 *UHB-H.P. M **S.Llatzer Sectores 5 y 6 Sector 1 MANACOR Psq • Area de Mallorca ANÁLISIS COMPARATIVO DE LA EVOLUCIÓN Y RECOMENDACIONES DEL COMITÉ TÉCNICO Informe sobre el proceso de reforma... (165) 2563 2564 3 1 0,5 1,5 3 1 1 1 Psc 5 - 2 8 1 22 7 0 5 4 Diciembre de 1999 Enf T.S Mo Aux. Aux. Total Psq Enf. Adm. 2 2,5 1,5 0.5 5 5 11,5 1 2 3 5 2 1 0 1 1 5 Psc 5 0,5 0.5 7 1 1 3 1 0,5 1,5 3 Psc 5 - 2 8 1 22 14 0 0 7 Diciembre de 1999 Enf T.S Mo Aux. Aux. Total Psq Enf. Adm. 2 3 1,5 1 5 5 11,5 2 1 1 6 2 3 Psc 10 7 2 1 Enf 7,5 5 17,7 6,7 37 18 0 0 5 2 2 2 1 11 3 2 1 1 1 8 Total Psq. Psc. RECOMENDADOS COMITÉ TÉCNICO Enf. T.S. T.O. Mo. Aux. Aux. Total Enf. Adm. 2 1 1 12 2 1 1 8 * 0,5 * 1 * 2 0,5 2 1 7 4 4 4 8 1 15 * 10 * 5 18 25 12 Marzo 2003 RECOMENDADOS COMITÉ TÉCNICO T.S. Mo Aux. Aux. Total Psq. Psc. Enf. T.S. T.O. Mo. Aux. Aux. Total Enf. Adm. Enf. Adm. 1 1 7,5 4 3 2 1 1 11 1,5 1 1 1 0,5 1 4,5 5 11 2 1 * 0,5 * 1 * 2 1 4,5 1 1 3 3 3 6 1 12 1 2,5 1 1 3 3 3 6 1 12 1 2 7 1 27 8 6 * 6 * 4 7 11 0 20 6 10 Marzo 2003 T.S. Mo Aux. Aux. Enf. Adm. 0,5 1 1 0,25 8 0,5 0,25 2 0,5 1 2 8 3 * Depende de la organización de los turnos ** Las recomendaciones del Comité Técnico son 4 profesionales de grado medio. U.S.M. Adultos U.S.M. Infantil U.H. Hosp. Día U. Comunitaria R Total U.H. camas U. Media E.: Plazas Pisos: Plazas Psq •Area de Ibiza-Formentera 1 Enf * Depende de la organización de los turnos ** Recomendaciones generales Comité Técnico: 4 profesionales grado medio U.S.M. Adultos U.S.M. Infantil U.H. U.C.R. Maó U.C.R. Ciutadella Total U.H. camas U. Media E.: Plazas Pisos: Plazas Psq • Area de Menorca (166) Informe sobre el proceso de reforma... INFORMES Informe sobre el proceso de reforma... (167) INFORMES • Evolución de los recursos profesionales y recomendaciones de Comité Técnico Psiquiatras Psicologos Enfermeros Trabajadores sociales Camas UH Camas de UH en H. Psiquiatrico Camas UME** Plazas H Dia Plazas UCR Plazas alojamiento protegido Diciembre 1999 Número Ratio 100 mil 34 4,5 26 3,4 50 6,6 8 1,0 124 * 14,9 93 11,2 0 0 0 0 120 14,7 25 3,1 Marzo 2003 Número Ratio 100 mil 45 5,4 32 3,1 79 9,5 12,5 1,5 118 14,2 30 3,6 0 15 200 24,1 35 *** 4,2 Comité Técnico y Plan de salud mental Ratio 100 mil 9,3 **** 7,5 **** 8-13 (64 –104) 0 10 10 30 12 * De estas camas solamente 70 en condiciones para urgencias y casos agudos ** 30 organizándose en Mallorca y 20 en construcción en Menorca *** Otras tantas como miniresidencias se abrirán en breve plazo **** Cálculos sobre los diferentes dispositivos Respecto Enfermería, en U.H. el ratio mínimo será de 0,2 por cama y turno y un responsable de Enfermería de Unidad (7). ANALISIS DE LOS DATOS Según las indicaciones del Decreto de ordenación de la atención a la salud mental de las Illes Balears (Decret 99/2002 de 19 de Julio. BOIB del 30 de Julio de 2002) • Análisis cuantitativo Unidades de Salud Mental Siguiendo las recomendaciones del Comité Técnico y del Pla de Salut Mental, así como la estimación de necesidades según diferentes estudios (3), (1), (5), (8): Unidades de Salud Mental de adultos Recomendación: 14 o 15 profesionales por 100.000 hab. - En Mallorca actualmente hay un total de 8 profesionales por cada U.S.M. y por cada 100.000 hab. aproximadamente (aunque suelen sobrepasar esta cifra de población). Por tanto, hay 48 profesionales cuando deberían existir 84. - En Menorca hay 7,5 profesionales por 70.000 hab., siendo recomendables 11 . - En Ibiza-Formentera, hay 7,5 profesionales por 105.000 hab., por lo que debe aumentar la plantilla hasta 14 - 15. 2565 Informe sobre el proceso de reforma... (168) INFORMES Unidades de Salud Mental Infanto-Juvenil Las necesidades de atención de la población Infanto-Juvenil (25% de la total) es de, como mínimo 4 profesionales por 100.000 hab. - En Mallorca, la única Unidad de S.M. Infanto-Juvenil de referencia para toda la Isla cuenta con 10 profesionales cuando deberían ser 24. - En Menorca (70.000 hab.) tendrían que tener entre 3 y 4 profesionales para la U.S.M. Infanto-Juvenil y sólo tienen 1,5. - En Ibiza-Formentera (105.000 hab.) cuentan con 5 profesionales. Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria En estos momentos sólo existe en Mallorca ubicada en el Hospital de Son Dureta, siendo la unidad de referencia para toda la Comunidad Autónoma. Atiende a todo tipo de población remitida por las Unidades de Salud Mental sin distinción de edad. Debería de estar integrada como programa específico en las Unidades de Salud Mental de Adultos e Infantil tal como expone el Decreto de Ordenación de la atención a la salud mental de les Illes Balears (Capítulo II, Art. 14). Unidades de Hospitalización Hospitalización de adultos Los ratios de camas por habitantes recomendados son entre 8 y 13 camas por 100.000 hab. Respecto a los profesionales necesarios, se recomienda para una UH de 20-25 camas: 3 Psiquiatras, 1 Psicólogo Clínico, 1 Trabajador Social, 4 Enfermeros (turnos mañana y tarde) y 2 (turno noche) y el mismo personal Auxiliar Enfermería. Además se necesita 1 Psiquiatra y 1 Psicólogo más para realizar las Interconsultas por cada 400 camas de hospital general. En estos momentos, según la sectorización realizada: - En el área de Mallorca, actualmente existen 93 camas de hospitalización en toda el Área estimándose las necesidades entre 64 - 104, dependiendo del grado de desarrollo del resto de dispositivos de la red de S.M. y de que se realice una buena coordinación-derivación con Servicios Sociales. Lo mas reseñable es que hay una distribución desigual de camas: solo los sectores 5 y 6 se ajustan a los ratios recomendables, mientras que el Sector de Inca, con el menor número de población de referencia, cuenta con el mayor número de camas (unidad dentro del Hospital Psiquiátrico dependiente de GESMA). Así mismo, debería aumentar el número de profesionales en el Hospital de Son Dureta para realizar las Interconsultas y en el Hospital de Son Llàtzer falta 1 Psicólogo Clínico. - Área de Menorca: El número de camas tendría que aumentar hasta 11, mas recomendable para su población de referencia. Lo mas urgente es la contratación de 1 Psiquiatra, 1 Psicólogo Clínico y Trabajador Social (media jornada). 2566 Informe sobre el proceso de reforma... INFORMES - (169) Área de Ibiza-Formentera: En estos momentos existen las camas necesarias pero falta completar la plantilla de profesionales: 1 Psicólogo Clínico, mayor tiempo de dedicación del Trabajador Social y personal de Enfermería. Hospitalización Infanto-Juvenil En estos momentos existen importantes problemas para poder hospitalizar a esta población. Ninguno de los Hospitales de referencia cuenta con áreas específicas que tengan la infraestructura adecuada para la hospitalización de esta población. Se recomiendan 2 camas para niños (0 a 15 años en Pediatría) por cada 200.000 hab. y 4 para adolescentes (16 a 18 años) en una unidad específica. El Equipo mínimo recomendable es de 1 Psiquiatra Infanto-Juvenil, 1 Psicólogo Clínico y el equipo necesario de Enfermería y Auxiliar de Enfermería. - Por lo tanto, debería ponerse con urgencia en funcionamiento una Unidad de Hospitalización en la Isla de Mallorca. - En Menorca e Ibiza y Formentera, el equipo de la Unidad de Salud Mental InfantoJuvenil, podría dar la atención necesaria a los niños ingresados en el Servicio de Pediatría de sus Hospitales de Referencia, Monte Toro y Can Misses si se aumenta el número de profesionales en las U.S.M. Infanto-Juvenil. Hospitales de Día de Adultos El Plan de Salud Mental recomienda la dotación de 10 plazas por 100.000 hab. Las recomendaciones del Comité Técnico sobre los profesionales necesarios para cada Hospital de Día, son: 2 Psiquiatras, 1 Psicólogo Clínico, 4 Enfermeros, 1 Trabajador Social, 1 Terapeuta Ocupacional, 1 Administrativo y 1 celador. - En este momento sólo existe un Hospital de Día en Ibiza-Formentera que cuenta con 1 Psiquiatra a tiempo parcial, 1 Psicólogo, 2 Enfermeras y 2 Monitores. Debe aumentar su dotación de recursos profesionales, 2 Psiquiatras a tiempo completo,1 administrativo y 1 celador. - Es uno de los recursos más necesarios en estos momentos para el Área de Mallorca. Se necesitaría la creación de, como mínimo, 2 Hospitales de Día para adultos. Hospital de Día Infanto-Juvenil Las recomendaciones de profesionales necesarios, según el Comité Técnico, para un Hospital de Día Infanto-Juvenil, son: 1 Psiquiatra, 2 Psicólogos Clínicos, 1 Enfermero, 4 Monitores, 1 Terapeuta Ocupacional, 1 Administrativo y, a tiempo parcial, 1 Logopeda y 1 Psicomotricista. - Es necesario la urgente dotación de este dispositivo en Mallorca. La estimación de places para 50.000 menores (0 –18 años) es de 8 por lo que se necesitaría, como mínimo un Hospital de Día en el Área de Mallorca (población menor de 18 años: 131.880 según TSI año 2001), con 20 – 24 places. 2567 Informe sobre el proceso de reforma... (170) - INFORMES En Menorca i Eivissa- Formentera, por les características demográficas y las necesidades específicas, si se ampliase el número de profesionales, se podrían organizar Programas terapéuticos de Hospital de Día en las Unidades de Salud Mental Infanto-Juvenil en horario de tarde. Unidades Comunitarias de Rehabilitación (UCR) Es otro de los recursos asistenciales que hay que desarrollar en las tres áreas de Mallorca, Menorca y Eivissa-Formentera. Las necesidades se establecen en 30 plazas por 100.000 hab., pero si además van a desarrollar los programas de Integración laboral, el nº de plazas necesarias se incrementa a 35-80. La plantilla que se estima precisa es de 15 profesionales por 100.000 hab. - En el Área de Mallorca: hay cuatro UCR según la sectorización realizada: dos en Palma; una en Manacor y otra en Inca. Los profesionales de cada una de ellas varían entre 5 y 10. Como se observa, si comparamos con la plantilla necesaria, en todas ellas los profesionales son insuficientes. - En el Área de Menorca: la misma UCR (Centro de Día) se divide en dos Centros Ciutadella y Maó. Tienen 7 profesionales en total, por lo que ha de aumentar, según su población de referencia hasta 10. - Área de Eivissa-Formentera: Se inaugura próximamente por la firma de un Convenio entre el Consell Insular y el Govern Balear. En estos momentos no se ha contratado ningún profesional. Lo mas urgente es elaborar y desarrollar unos programas de rehabilitación consensuados por todos los profesionales de las UCR. Sobre todo sería necesario el consenso del Programa de Rehabilitación Integral y el de Integración laboral. Unidades de Media Estancia En las Recomendaciones del Comité Técnico de la Comisión Institucional, no existe este recurso. Recomienda, dentro de los Dispositivos residenciales distintos programas que van desde el Soporte a personas con una enfermedad mental en su propia vivienda, Piso tutelado, pisos supervisados, hasta Mini residencias. En el Pla Autonómico de Salud Mental, la Unidad de Media Estancia se contempla como un recurso rehabilitador con el objetivo principal de impulsar la desinstitucionalización de los pacientes ingresados en el Hospital Psiquiátrico. En el Decreto de ordenación de la atención a la Salud Mental en las Illes Balears (Art. 8), se contempla como Unidad no hospitalaria, de carácter asistencial para la atención terapéutica y rehabilitadora. Tanto los dispositivos residenciales comunitarios como la Unidad de Media Estancia son recursos rehabilitadores comunitarios que, al estar integrados en la red de Salud Mental, contribuirán a evitar que se colapsen las unidades de agudos. Para 2568 Informe sobre el proceso de reforma... INFORMES (171) poder realizar esta función sería necesario la firma de un convenio entre el Ib-salut, GESMA, Fundación Hospital Son Llàtzer y Fundación Hospital de Manacor. - Área de Mallorca: no existe en estos momentos ninguna que cuente con las características que definen la Unidad de Media Estancia. Es el recurso más necesario en estos momentos en SM en Mallorca. En el Área de Mallorca se necesitan sobre 60-65 plazas (recomendaciones de 10 plazas por 100 mil hab.). Área de Menorca: no existe ninguna en la actualidad. El Ib-salut ha iniciado las obras de creación de una Unidad de Media Estancia para toda la Isla. - Área de Eivissa- Formentera: no existe ninguna unidad. - - Recursos Residenciales Área de Mallorca: Va a iniciar su funcionamiento el SARC: Servicio de Atención Residencial Comunitaria que se hará cargo de gestionar, desarrollar y supervisar todos los recursos residenciales de Mallorca. El número de plazas de Alojamiento protegido recomendables es de 12 por 100 mil hab. Área de Menorca: Existe un piso «asistido» de seis plazas, pero la dotación incompleta de profesionales hace que esté infrautilizado. Se necesitarían 10 plazas. Programa de Integración Laboral (7): En Menorca existe un Programa de Integración Laboral dependiente del Consell Insular. Se realiza desde las U.C.R. de Ciutdadella y Maó. Tienen dos subprogramas: Trabajo normalizado y Cursos de Formación. Los profesionales de la U.C.R.son 7. Hay un Taller ocupacional dirigido por 1 Monitor. En el resto de las Islas, no existe este recurso, en Mallorca las administraciones subvencionan algunos programas de integración laboral de asociaciones privadas. Centro Social No existe ninguno que dependa de las administraciones públicas. Los que hay están gestionados por las Asociaciones de Familiares de Enfermos Mentales que han suscrito convenios con la administración pública y los ayudan económicamente. • Análisis cualitativo Recursos Asistenciales Los hechos mas relevantes del iniciado Proceso de Reforma de la atención a la salud mental en nuestra Comunidad Autónoma, serían: 1. El impulso hacia la transformación del Hospital Psiquiátrico promoviendo la desinstitucionalización de muchos de los pacientes allí ingresados. 2. La firma de convenios para la organización asistencial de una forma mas racional, sectorizando las U.S.M. de adultos y creando una U.S.M. Infanto-Juvenil. 2569 Informe sobre el proceso de reforma... (172) INFORMES 3. La creación de dos Unidades de agudos dentro de los hospitales generales de Son Llàtzer y Manacor. En Ibiza se ha incrementado el número de camas y se ha abierto un Hospital de Día. 4. Se ha abierto una Unidad Comunitaria de Rehabilitación en Manacor y se ha externalizado la del Hospital Psiquiátrico. Pese a todo ello, la Associació Balear de Salut Mental, por su interés en la mejora de la cualidad de la atención a los ciudadanos de las Illes Balears con una enfermedad mental, tiene el compromiso de señalar también las deficiencias del Proceso de Reforma de la atención a la salud mental y que exponemos a continuación: - Las Unidades de Salud Mental, eje central de la atención, no puede atender adecuadamente la demanda asistencial. Los ratios de profesionales por 100.000 hab. están entre los mas bajos de España y eso se traduce en listas de espera excesivas y muy poco tiempo para coordinarse con Atención Primaria de Salud, así como con el resto de dispositivos de salud mental de su sector. En Mallorca es urgente seguir aumentando la dotación de profesionales ya que con los actuales 8 profesionales por USM, es claramente insuficiente. También queremos señalar que, con esta dotación no se pueden realizar Programas Terapéuticos ni de Seguimiento de pacientes con una enfermedad mental crónica. Queremos remarcar que los profesionales recomendados son de 15 por cada U.S.M. (referencia de 100.000 hab.). - La Unidad de Salud Mental Infanto-juvenil, es uno de los dispositivos más reclamados desde la ABSM por lo que hemos asistido con ilusión al inicio de su singladura en Mallorca. Sin embargo, también señalamos que la lista de espera ha aumentado considerablemente, llegando en muchos momentos a los tres meses, y que tienen pocas posibilidades de coordinación con Atención Primaria, Atención especializada, U.S.M de adultos, recursos educativos y sociales, por lo que necesita urgentemente un aumento de su plantilla para poder atender a su demanda y a poder realizar su importante labor preventiva. Sin duda para llegar a una buena calidad de atención a la SM en nuestra comunidad es imprescindible paliar, lo antes posible, las deficiencias ya detectadas en la atención recibida a la población infanto-juvenil creando un Hospital de Día para niños y adolescentes y las camas de Hospitalización recomendadas. - Las Unidades de Hospitalización de los Hospitales de Son Dureta y Son Llàtzer presentan unos niveles de ocupación excesivos, cercanos al 100%, con pacientes en camas de Urgencias esperando ser ingresados, mientras sobran camas en otras unidades como la del Hospital Psiquiátrico. Es urgente que se establezca el circuito de coordinación y derivación entre las unidades de hospitalización y la inauguración de la prevista Unidad de Media Estancia, sobre todo porque lo que ocasiona el colapso de las Unidades de Son Dureta y Son Llàtzer es el tener 2570 Informe sobre el proceso de reforma... INFORMES - - - - - (173) ingresados a pacientes «subagudos y crónicos» durante meses (en algún caso años). El que permanezca una unidad de agudos en el H. Psiquiátrico va en contra de las recomendaciones de la Ley General de Sanidad y del Defensor del Pueblo, que establece que las Unidades de Hospitalización deben estar ubicadas en Hospitales Generales. Por otra parte es la que tiene más camas y más profesionales pero está a menos del 50% de su capacidad -llegando en ocasiones incluso a menos del 25%-. Todo ello reclama una intervención urgente. La falta de Hospitales de Día tiene una importante repercusión sobre todo para evitar ingresos en las Unidades de Hospitalización y que los pacientes más graves dispongan de una atención terapéutica intensiva después del alta de la unidad de agudos favoreciendo su vuelta a la comunidad. La falta de este dispositivo intermedio está ocasionando que los pacientes más graves se descompensen al poco de salir de las Unidades de Hospitalización y se sigan cronificando, entrando en situaciones de marginación. Es muy urgente la creación de, al menos un Hospital de Día en la Isla de Mallorca. Los dispositivos de Rehabilitación y Reinserción actuales (Unidades Comunitarias de Rehabilitación) solicitados repetidamente por los profesionales y sobre todo por las familias de los pacientes, son todavía insuficientes y algunos de ellos no están en pleno funcionamiento por problemas diversos (obras, reorganización, etc) que esperemos se vayan solventando. Aún no hay Unidad de Estancia Media en ninguna de las tres Islas con Programas de Rehabilitación. Como señalamos anteriormente, en este momento es muy urgente la creación de este recurso en Mallorca para poder continuar con el proceso de desinstitucionalización de pacientes del Hospital Psiquiátrico. Sugerimos que se amplíen los Dispositivos Residenciales necesarios en cada Isla con Programas de Rehabilitación y de cuidados específicos: * En Mallorca, los cálculos de necesidades de camas de alojamiento protegido es de 72. * En Menorca e Ibiza y Formentera podría también organizarse un Programa de viviendas que integrara todos los dispositivos residenciales. El número de camas necesarias que pueden ser distribuidas entre Unidad de Media Estancia y/o Miniresidencias, Pisos Tulelados y Supervisados, son: En Menorca se ha estimado la necesidad de 20 plazas. En Ibiza, las camas que se consideran necesarias son 25. Centros de Integración Laboral: El proceso de rehabilitación culmina cuando la persona con una enfermedad mental se integra totalmente en la comunidad. Esto no es posible si no existe el Programa de Integración Laboral adecuado a las necesidades específicas de cada enfermo mental. Ha de elaborarse urgentemente este programa con la inclusión de todas las fases: Terapia Ocupacional, Empleo Protegido, etc. hasta la plena integración en un trabajo normalizado si la enfer2571 Informe sobre el proceso de reforma... (174) - INFORMES medad se lo permite al paciente. Centros Sociales: Según regula el Decreto de ordenación de la atención a la Salud Mental, este recurso promueve el desarrollo de habilidades sociales y actividades de ocio. Se han de desarrollar desde la administración pública con la participación de las Asociaciones de Familiares de Enfermos Mentales. Organización y Gestión Es imprescindible la organización y gestión específica en Salud Mental. En estos momentos no existe y ello provoca que: - No se hayan nombrado los Coordinadores de Área y de Sector, según regula el Decreto de ordenación de la atención a la salud mental. - No se ha vuelto a reunir desde hace dos años la Comissió Institucional. - Fue disuelto el Comité Técnico debido al proceso de asumir las transferencias sanitarias y no se han nombrado ni convocado a los nuevos miembros. - Déficit en la organización funcional de los recursos. - Ausencia de un Sistema de Registro de Casos. - Casi total ausencia de Protocolos y/o Programas asistenciales, de coordinación tanto con Atención Primaria de Salud, como con Servicios Sociales. - Ausencia de un Programa de Formación Continuada para todos los profesionales de Salud Mental. - Déficit desde las administraciones en el apoyo a la Formación Continuada y a la Docencia de nuevos profesionales: M.I.R. de Psiquiatría, P.I.R, E.I.R.,etc. Por otra parte, no se ha vuelto a convocar desde el primer semestre del año 2002 el Foro de Salut Mental, a pesar de nuestras reiteradas peticiones a la Presidencia del Foro. Eso sí, la Consellería de Salut y Consum ha reiterado pública y formalmente el compromiso de convocarlo. Es muy importante su continuidad ya que es un marco de participación social donde poder intercambiar y dar a conocer las necesidades y opiniones de los diferentes colectivos implicados en la Salud Mental contribuyendo, cada uno en su medida, al desarrollo de una atención de calidad a la Salud Mental y a la aceptación e integración social del enfermo mental con los mismos derechos de cualquier ciudadano de nuestra Comunidad Autónoma. Todos los puntos anteriores son indicadores de que el Proceso de Reforma de la atención a la Salud Mental se ha paralizado. 2572 Informe sobre el proceso de reforma... INFORMES (175) RECOMENDACIONES (3) • Recomendaciones generales La Organización Mundial de la Salud (O.M.S., 2001), indicó que los hospitales psiquiátricos debían ser sustituidos por centros de atención comunitaria respaldados por camas psiquiátricas en hospitales generales, servicios de rehabilitación comunitaria, viviendas protegidas y empleo protegido. Además propuso unas recomendaciones esenciales para una adecuada Planificación en Salud Mental. El proceso de planificación se desarrolla siguiendo unas fases: 1. Análisis de los recursos y su utilización 2. Análisis de las necesidades de la población 3. Estimación de las necesidades no atendidas y cálculo de los recursos para atenderlas. 4. Gestión del presupuesto, supervisión y evaluación. Siguiendo estas recomendaciones, proponemos: 1. Revisión del Plan de Salud Mental adaptándolo al nuevo modelo de planificación y gestión de la política sanitaria balear. Para ello es necesario que la organización y gestión de la Salud Mental se desarrolle siguiendo el cap. IV de Ordenación Funcional, art. 17: Estructura y Funcionamiento del Decreto de Ordenación de la atención a la salud mental en la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, nombrando al Coordinador Autonómico, Coordinadores de Área y los Coordinadores de Sector. Todos ellos constituirían el equipo de planificación y gestión. 2. El Equipo de planificación y gestión de la Salud Mental elaborará el Plan Estratégico que definirá las necesidades de atención en Salud Mental y los recursos y servicios necesarios una vez realizados los estudios epidemiológicos precisos. 3. Como estrategia prioritaria, proponemos la integración funcional de los recursos asistenciales (según recomienda el Decreto de ordenación de la atención a la salud mental, en su art. 2, pto.3, en una red art. 16, pto.3 del citado Decreto, apoyando institucionalmente la coordinación entre recursos de Salud Mental, sanitarios y de servicios sociales. 4. EL Plan Estratégico debe tener una financiación específica, con un cronograma de aplicación y con un sistema de evaluación. 5. La Comissió Institucional, cuyo objetivo es la integración de la planificación y las actuaciones, tiene un importante papel en la continuidad del Proceso de Reforma, apoyando la firma de convenios de colaboración entre las administraciones sanitarias y sociales. Han de nombrarse los miembros del nuevo Comité Técnico que funcionará, según el Pla Autonòmic de Salut Mental como asesor de la Comissiò Institucional. 2573 Informe sobre el proceso de reforma... (176) INFORMES Recomendaciones específicas 1. La organización de la atención a la Salud Mental ha de realizarse a través del Decreto de Ordenación de la atención a la salud mental según sus directrices generales. Como él mismo señala, el Hospital Psiquiátrico, como tal, ha de cerrarse. 2. Desarrollar el Decreto en su artículo 17: Estructura y funcionamiento, que especifica la organización y gestión. Así se garantizará una infraestructura necesaria que, bajo la dirección del Servei Balear de la Salut, podrá desarrollar el Plan Estratégico. 3. Conocer las necesidades de atención a la Salud Mental en las Illes Balears a través de estudios epidemiológicos de morbilidad, registro de datos de utilización de los recursos existentes. Además es muy necesario implantar un sistema de Registros de Casos Psiquiátricos. Todo ello ayudará a la organización de las prestaciones y la elaboración de la cartera de servicios de cada dispositivo de la red asistencial. 4. Cronograma de desarrollo del plan estratégico con un sistema de seguimiento y evaluación, especificando su financiación e iniciándose por la ampliación de los profesionales en las Unidades de Salud Mental 5. Elaboración de un Plan de Formación Continuada, Docencia e Investigación para todos los profesionales de Salud Mental. CONCLUSIONES Como hemos descrito en los puntos anteriores, en primer lugar queremos destacar el hecho, claramente positivo, del esfuerzo realizado por la presente legislatura en el intento de impulsar la Reforma en la atención a la Salud Mental por ser una de las áreas de la Sanidad Pública más necesitada de desarrollo en nuestras islas. Lamentablemente, a pesar de este esfuerzo queremos recordar que seguimos siendo la Comunidad Autónoma más pobre respecto a la calidad de asistencia a salud mental. Esto es claramente demostrable en cifras y muy preocupante en una época en la que ya nadie duda de que una de las mejores formas de potenciar el nivel de bienestar de una Sociedad es facilitar el acceso a los recursos de Salud Mental Públicos, especialmente de los colectivos con menor nivel de renta, que no los pueden obtener por otras vías. En el momento actual, los dispositivos de salud mental de la Comunidad Autónoma Balear presentan graves deficiencias en la dotación de profesionales, su organización y funcionamiento. No sólo es necesario un incremento de dispositivos y profesionales sino la plena integración de la salud mental en la política sanitaria balear. Se han de incluir los nuevos modelos de gestión así como el desarrollo de nuevas técnicas de tratamiento 2574 Informe sobre el proceso de reforma... INFORMES (177) e intervención adaptando la cartera de servicios en salud mental a las necesidades que genera la enfermedad mental. Todo ello con el apoyo material, humano y económico necesario. Es necesario que la administración promueva la integración funcional de los dispositivos en las Áreas/sectores sanitarios y la coordinación institucional para configurar una red que posibilite la atención integral y la continuidad de cuidados. En este momentos se requiere un impulso claro del proceso de Reforma iniciado guiado por un Equipo gestor profesional que lo lidere. El modelo de atención a la Salud Mental de la sanidad balear dista mucho, hoy en día de ser el modelo comunitario en el que se enmarca el Pla de Salut Mental de les Illes Balears aprobado por el Parlament. Por último, cuanto mas se implique a los profesionales, pacientes y sus familias en todo el Proceso de Reforma, mas efectivo será. BIBLIOGRÁFÍA 1. Pla Autonòmic de Salut Mental. Conselleria de Sanitat i Consum.Govern Balear. Aprobado por el Parlament de les Illes Balears. Noviembre 1998. 2. Recomendaciones para la Organización de la Asistencia. Comité Técnico de la Comissió Institucional de Salut Mental de Les Illes Balears. Junio de 2001. 3. Hacia una atención Comunitaria de la Salud Mental de Calidad. Cuadernos Técnicos, nº 4. Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN). 4. Informe sobre la salud en el mundo 2001. Salud Mental: Nuevos conocimientos, nuevas esperanzas. World Health Organization. 5. Evaluación de la Estructura y el Funcionamiento del Sistema de Salud Mental de la Comunidad Valenciana. Gómez Beneyto y colbs. Agosto 2002. 6. Datos aportados por la Dirección del Area de Salud Mental de Mallorca y los Coordinadores de Dispositivos asistenciales de las Illes Balears. 7. Memoria del Servicio de Salud Mental del Consell Insular de Menorca. Año 2001. 8. Plan de Salud Mental de la Región de Murcia.1999-2001.Consejería de Sanidad y Consumo, Servicio Murciano de Salud, INSALUD. Isabel Salvador Presidenta de la Associació Balear de Salut Mental. Coordinadora responsable del Informe. Psicóloga Clínica. Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil. Mallorca. Miembros de la Comisión de Seguimiento del Plan de Salud Mental de la Associació Balear de Salut Mental y que han participado en la elaboración del Informe: 2575 Informe sobre el proceso de reforma... (178) INFORMES Alicia González Psiquiatra. Unidad Comunitaria de Rehabilitación Son Gilbert. Mallorca. Responsable de la Comisión de Seguimiento del Plan de Salud Mental de la Associació Balear de Salut Mental. Juan Antonio Bustillo Abogado. Consell Insular de Mallorca. Mallorca. Rafael de la Rosa Psiquiatra. Unidad Comunitaria de Rehabilitación Serralta. Mallorca. Mº José Maicas Psiquiatra. Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Can Misses.Ibiza. Antonio Liñana. Psiquiatra. Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Monte Toro. Menorca. Mª Francisca Simonet Trabajadora Social. Jubilada. Mallorca. Catalina Sureda Enfermera. Unidad Comunitaria de Rehabilitación Son Gilbert. Mallorca. Inmaculada Capllonch Psiquiatra. Unidad de Salud Mental Pere Garau. Mallorca Rosa Montie Psicóloga Clínica. Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil. Mallorca Isabel Salvador Sánchez C/ Polvorín, nº 21. 07015 – Palma. Baleares. Telf.: 609 16 16 75 Email: issalsan@correo.cop.es 2576 (179) SECCIÓN LIBROS (180) LIBROS (181) Iñaki PIÑUEL. MOBBING. MANUAL DE AUTOAYUDA Claves para reconocer y superar el acoso psicológico en el trabajo. Editorial AGUILAR. Buenos Aires. 2003. 258 págs. En los últimos lustros y de forma creciente, se viene hablando de determinadas situaciones que tienen su origen en el medio laboral, y en concreto en los factores psicosociales y en las propias condiciones de la organización del trabajo y en las relaciones interpersonales entre los trabajadores. Así, se ha afirmado que el 30 % de los trabajadores europeos sufre estrés laboral; pero hay que tener en cuenta que bajo el paraguas diagnóstico de estrés laboral se han cobijado durante años problemáticas diferentes que en los últimos años van emergiendo, siendo conceptuadas y definidas como el síndrome de burnout o el desgaste profesional (Freudenberguer, 1974) (Maslach y Jackson, 1981): trastorno que se da específicamente en aquellas profesiones que mantienen un contacto constante y directo con aquellas personas que son beneficiarios del propio trabajo (docentes, sanitarios, trabajadores sociales…) o el acoso psicológico en el trabajo o mobbing (Leymann, 1990) que ha sido definido como el terror psicológico en el ámbito laboral producido por las conductas hostiles y sin ética, dirigidas de manera sistemática por uno o varios trabajadores contra otro. El mobbing, lejos de constituirse como un problema puntual de las nuevas organizaciones se ha instaurado como un problema que afecta a miles de trabajadores, los datos europeos constatan que el 9 % de los trabajadores han manifestado sentirse afectado de acoso laboral. Es indudable que en la actualidad ha ido adquiriendo interés el fenómeno denominado mobbing o acoso psicológico en el trabajo y se demuestra con la proliferación de publicaciones y referencias bibliográficas sobre el tema. Este libro es exponente de una visión actualizada sobre el mobbing y aumenta ese número de publicaciones sobre el tema desde un punto de vista divulgativo. Y su autor es consecuente con el hecho de que los Manuales de Autoayuda tienen un objetivo didáctico difícil de cumplir, ése es el mayor mérito de esta obra. Por eso, Piñuel con este texto se hace acreedor a la recompensa del camino bien andado porque este libro logra alcanzar su meta pedagógica. El asunto medular es que Piñuel nos ofrece un mapa práctico de ayuda en un libro estructurado en siete capítulos que se plantean y abordan entre otros temas cómo identificar el mobbing, cómo neutralizar los efectos psicológicos de mobbing o cómo evitar y prevenir el mobbing en la organización y termina con un epílogo en el que se ofrecen veinte estrategias personales para superar el mobbing. 2579 (182) LIBROS Piñuel es el introductor de las ideas de Heinz Leymann en habla hispana y coordinador del conocido estudio (barómetro) CISNEROS sobre la problemática del mobbing en España. CISNEROS es también acrónimo de las fases para la salir del mobbing: - Comprender el mobbing y sus modalidades. - Identificar la situación específica de acoso. - Salir del proceso de doble victimización. - Neutralizar los efectos y las secuelas del mobbing. - Extroyectar la culpabilidad. - Responder de manera activa y asertiva. - Olvidar y perdonar. - Superar existencialmente el acoso. Señala el autor en la introducción que el libro ha sido escrito para aquellas personas que padecen acoso psicológico en el trabajo y para sus familiares y amigos que tienen dificultad para leer estudios o libros de cierta densidad que les ayuden a superar el problema, pero también es un libro de apoyo para especialistas en psicología del trabajo y de las organizaciones porque es una herramienta útil en las entrevistas con los trabajadores. Quizá el problema fundamental a la hora de valorar los problemas psicosociales en el área laboral sea la carencia de instrumentos de evaluación, en el caso específico del mobbing ni el Inventario de Acoso Laboral de Leymann ni la versión modificada de ésta de González de Rivera pueden establecer un diagnóstico objetivo porque se requiere la acción de conductas de forma sistemática con una frecuencia de al menos una vez a la semana y durante un tiempo prologado de más de seis meses lo que no es fácil demostrar objetivamente. Y hay que tener en cuenta que cuando se abre la espita de una nueva etiqueta como el acoso psicológico en el trabajo conviene delimitar bien el campo que acoge bajo su radio de acción, ya que se está corriendo el riesgo de que cualquier persona que tenga un conflicto interpersonal con los compañeros de trabajo intente justificarlo como mobbing o acoso psicológico en el trabajo, y es conveniente tener en cuenta que la diferencia entre un conflicto interpersonal y el mobbing no reside tanto en el tipo de conductas que se manifiestan o en cómo se producen estas conductas, sino que fundamentalmente se trata de una cuestión de frecuencia y de duración de las conductas hostiles, que llevarán a la víctima a una situación de debilidad e impotencia y a un alto riesgo de expulsión del entorno laboral. Fernando Mansilla 2580 LIBROS (183) N. González, F. Cervilla, F. Pereña, V. Mira, A. María Cabrera, C. Gallano, P. Ruiz, I. Cortijo CLÍNICA DE LA INFANCIA ¿Qué niños hay para mañana? Ediciones del Colegio de Psicoanálisis de Madrid. Madrid. 2003. 130 págs. ¿Qué niños hay para mañana?. Éste fue el sugerente título de las III Jornadas Clínicas del Colegio de Psicoanálisis de Madrid y el subtítulo del volumen, cuyos trabajos han sido recogidos en un texto que tiene la pretensión de ser el primero de una colección que sin duda continuará, el próximo versará sobre la clínica de las adicciones. El niño, desde los primeros años de vida, está en permanente relación con el ambiente social, que en primera instancia representa la madre. Aunque es cierto que cada individuo nace con un determinado bagaje constitucional, su personalidad se estructurará según la calidad e intensidad de la influencia ambiental, simbolizada inicialmente por la madre, luego por el padre y los hermanos y posteriormente por la escuela. Sobre todo ello se reflexiona en este libro. El psicoanálisis puso de manifiesto la relación de las experiencias infantiles en la psicopatología del adulto, y ha influido decisivamente en la clínica de la infancia. La clínica del niño o el evolutivo como un pedagogo le dio por denominar, es muy dependiente de su entorno, generalmente de los padres que también forman parte del objeto de la consulta en la infancia. De ahí que el psicoanálisis infantil no sea sólo un método terapéutico, sino una técnica que se ocupa de los padres de los niños tratados e ilumina los fantasmas de la parentalidad que introducen a los padres en la vida fantasmática de los hijos. Quizá por eso escribiera Miguel Hernández: ….Para siempre fundidos en el hijo quedamos;/ fundidos como anhelan nuestras ansias voraces… Las aportaciones a este texto la han realizado profesionales competentes que intervinieron en las III Jornadas Clínicas y que pertenecen al Colegio de Psicoanálisis de Madrid: Nieves González (La sexualidad infantil: El saber inconsciente), Francisco Cervilla (Ley paterna y vínculo social), Francisco Pereña (Trauma y angustia), Vicente Mira (Demanda de los padres, síntoma del niño), Antonia María Cabrera (Un caso de violencia infantil), Carmen Gallano (Los males de los niños de hoy: ¿Qué nos enseñan?), Piedad Ruiz (En defensa de la educación) e Ignacio Cortijo (La demanda y los niños). Temas que como se ven configuran las pinceladas de un cuadro que ofrece una base para recorrer algunos nuevos senderos. Señalemos, pues, algunas ideas-fuerza que atraviesan este volumen: 1. No se puede evitar lo traumático de la sexualidad porque lo que la hace traumática no es ningún accidente que podría haberse evitado, no es una falta de saber que 2581 (184) 2. 3. 4. 5. 6. LIBROS hay que proporcionar a tal o cual edad y de esta u otra manera. La sexualidad es traumática porque enfrenta al humano con sus límites, porque le confronta con la castración, con la falta. La imagen del padre como ideal para las identificaciones responde a los significantes que se refieren a él. Esto quiere decir que a cada momento histórico corresponden representaciones diferentes, y que el declive de un momento histórico arrastra consigo a las representaciones que ha construido y sostenido. Si hay un declive de la figura social del padre, hay que pensar que lo que está en entredicho es un referente clave para las identificaciones, que el ideal queda cortocicuetado, que cambian los modos de satisfacción y que si las identificaciones fabrican lazo social, el vínculo social queda afectado por la decadencia de la figura paterna. En la clínica hay que escuchar, aparte de la respuesta general de la estructura clínica, el síntoma; el síntoma es la particularidad de la relación del sujeto con sus determinaciones pulsionales. Ello pasa por el inconsciente, es decir, cómo la pulsión se relaciona con la angustia y con el inconsciente: eso está inscrito en el síntoma de cada cual y, efectivamente la cuestión es que un sujeto concreto pueda abordar la angustia desde el inconsciente. Una de las primeras cosas que se ofrece a un niño es un nombre que va a dejar una huella de la identificación narcisista de los padres. El niño no tiene el mismo estatuto en el terreno de la educación y en el de la clínica psicoanalítica. En ambos campos es situado como sujeto, pero no de la misma manera. En el campo de la educación, un niño es un sujeto que tiene producirse homogeneizándose con otros, como resultado de la incidencia de un corpus de saber en él. Mientras que la figura de la autoridad se desplaza a diversos lugares simbólicos y el decaimiento de los padres en el ejercicio del control es aprovechado por el poder y por las corrientes más conservadoras para reclamar más disciplina, la falla en la dimensión de los padres está situada en el predominio de la ley de la demanda frente a la ley del deseo. Quizá este texto vaya contracorriente porque no hace hilo con lo que impera, ya que huye de consignas y tópicos tan prevalentes hoy. Pero, sólo hay que analizar la bibliografía que se menciona en el libro para comprobar su vocación de visión globalizadora, ya que se citan a Freud, a la Escuela Francesa: Lacan y Dolto y a la Escuela Inglesa: Klein y Winnicott, entre otros. Y aunque el lenguaje de este compendio de trabajos esté destinado a especialistas como psicoanalistas, psicólogos o psiquiatras, sin duda, también encontrarán refrescantes ideas pedagogos y profesores sobre cuestiones relativas a la educación y a la clínica infantil. Fernando Mansilla 2582 LIBROS (185) Programa de Autoformación de Psicoterapia de Respuestas Traumáticas El 11 de septiembre, se realizó una rueda de prensa en Madrid, en la sede del Consejo de Colegios de Médicos, para presentar el Programa de Autoformación de Psicoterapia de Respuestas Traumáticas, en la que participaron Pau Pérez-Sales (psiquiatra) y Carmelo Vázquez (psicólogo) codirectores del Diploma de Post-Grado Salud Mental en Violencia Política y Catástrofes de la Universidad Complutense de Madrid, y Francisco Chicharro (presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría AEN-) El Programa de Autoformación en Psicoterapia de Respuestas Traumáticas, es un manual que se hará llegar a los especialistas españoles y sudamericanos que trabajan en este ámbito y que cuenta con el apoyo de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN), del Grupo de Acción Comunitaria -Centro de Recursos en Salud Mental y Derechos Humanos (GAC)-, y de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) a través del Instituto de Estudios Políticos para América Latina y África (IEPALA) y el auspicio de los laboratorios Pfizer, que ha permitido su desarrollo. El Programa consta de 3 volúmenes, con CD interactivo incluido, en los que además de presentar las de corte más clásico, plantea perspectivas terapéuticas innovadoras e incluso aborda la psicoterapia del duelo y de la culpa, dos síntomas de gran importancia clínica que no siempre han recibido la atención que merecen. En los próximos meses se distribuirá a los especialistas del país de manera personalizada y se facilitará su acceso a todos aquellos especialistas sudamericanos que trabajen en áreas de conflicto. Sus responsables prevén que entre en los círculos comerciales a finales de año. Fco. Chicharro 2583 (186) (187) SECCIÓN PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (188) (189) CARTAS Señor director: Del artículo original de FABIO RIVAS publicado en el nº 85 de la Revista (La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario) quiero resaltar la importancia de un adjetivo, el calificativo virtual que repetidamente señala como característica del espacio sociosanitario, en una concepción similar a la de F. MOREU a quien expresamente cita («realidad virtual de gestión de casos»). MOREU se refiere a la «conexión, incluso en el mismo espacio físico de la A. primaria y los servicios sociales «(1). A ello he aludido en otro lugar (2) donde también he señalado el programa Towards Unity For Health (T.U.F.H.) (3) de la O.M.S., propuesta que indica el camino de la integración de servicios, existiendo un proyecto piloto en España, el A.U.P.A. Barceloneta (4) donde la gestión integrada incluye primaria, especializada, salud pública, servicios sociales y comunidad vecinal. El espacio sociosanitario virtual está, pues, ligado a la integración sociosanitaria mas allá de la gestión de casos, que lo incluye, integrando programas y recursos y siendo, posiblemente, el único modo de poner freno a la fragmentación galopante de los servicios sanitarios y sociales. Aunque virtual significa lo que tiene existencia aparente y no real, y están en oposición, tanto MARIA MOLINER como MANUEL SECO nos recuerdan que tiene todas las posibilidades de serlo ( lo virtual real), y en el asunto que nos ocupa existen fuerzas muy poderosas interesadas en esa trasformación, incluídas las aseguradoras sanitarias y las empresas multinacionales para quienes el espacio sociosanitario es un mercado, un área de negocio con un volumen cercano a los tres billones de pesetas (5) ( en nuestro país). Así, el espacio sociosanitario real, con personal, edificios, camas, presupuestos y conciertos, interpuesto entre el sanitario y el social, contribuye a la fragmentación de servicios y responde a la lógica del capital y del movimiento del dinero. En nuestro ámbito profesional más inmediato tenemos una cuantas experiencias ejemplares, voluntaristas, de gestión integrada de casos y recursos, en algunos centros de salud y en algunos equipos de distrito, que han sabido articularse con otros recursos y servicios del territorio en el que operan, y tenemos también lo contrario, un paradigma de espacio sociosanitario real, la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (F.A.I.S.E.M.) Invertir la dinámica transformadora, volver virtual lo real no debe ser sencillo, pero no es imposible, si se lo proponen colectivos de profesionales y de usuarios, que fundamentos programáticos y legislativos no faltan: El programa T.U.F.H. o A.U.P.A de la O.M.S. citado, las recomendaciones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que cita Fabio en su artículo, o el modo como se define la presta- (190) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN ción sociosanitaria en la Ley 16/03 de 28 de mayo de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud... La posibilidad a que aludo la muestran algunas administraciones sanitarias autonómicas, como la Navarra, donde su Consejero, Sr. Cervera, al referirse al espacio sociosanitario en salud mental afirma que «no es necesario crear un tercer espacio», o en Castilla-León, cuyo II Plan Sociosanitario abandona la idea de crear un tercer espacio asistencial y apuesta, en su lugar, por integrar la atención sanitaria y social» (7). Huelva, Junio de 2003 Fdo. Dr. D.Onésimo González Álvarez Médico Psiquiatra Hospital Juan R. Jiménez SAS. REFERENCIAS: 1. Moreu, F. «El espacio socio-sanitario no existe, es solo virtual». Tribuna Diario Médico 19-01-01 pág.6 2. González, O. «La atención que excluye» El Rayo que no cesa 2002, nº 4, Págs. 4553. 3. Boelen, CH. «Towards Unity For Health». W.H.O., Geneve 2000 4. Sección Gestión. Diario Médico 26-IX-01 5. Martín, M. «La confrontación por la asistencia socio-sanitaria». Tribuna Diario Médico 5-X-01 6 Sección Sanidad. Diario Médico 27-01-03 7. Sección Sanidad. Diario Médico 25-03-03 2588 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (191) ASOCIACIÓN MADRILEÑA DE SALUD MENTAL ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUROPSIQUIATRÍA Miembro de la World Psychiatric Association Villanueva 11, 3ª planta.- Tel.: 4314911- 28001 Madrid MANIFIESTO QUE SERÁ LEIDO EL DÍA 11 DE OCTUBRE DE 2003 EN LA MANIFESTACIÓN DE SOLIDARIDAD CON MOTIVO DEL DÍA MUNDIAL DE SALUD MENTAL - Suscriben el Manifiesto las siguientes Asociaciones FEDERACIÓN MADRILEÑA DE ASOCIACIONES PRO SALUD MENTAL (FEMASAM) ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUROPSIQUIATRÍA (A.E.N.) PROFESIONALES DE SALUD MENTAL ASOCIACIÓN MADRILEÑA DE SALUD MENTAL (AMSM) ASOCIACIÓN MADRILEÑA DE REHABILITACIÓN PSICOSOCIAL (AMRP) ASOCIACIÓN DE ENFERMERÍA EN SALUD MENTAL (AESM) El pasado año, los niños y los adolescentes fueron los protagonistas fundamentales del Día Mundial de la Salud Mental bajo el epígrafe de «Los efectos del trauma y la violencia sobre niños y adolescentes». Este año, siguen siéndolo a través del título de este Día: «Trastornos emocionales y de la conducta en niños y adolescentes». Ambos lemas de dos años consecutivos hablan de lo mismo, la vulnerabilidad en la infancia y la adolescencia. Siempre se ha dicho que los adultos de su época son los responsables del mundo que vivirían sus hijos. Hoy, nos toca el papel de adultos a nosotros. Hoy somos todos, los responsables del mundo que compartirán los niños y niñas, y adolescentes de nuestro mundo. El niño necesita del adulto para sobrevivir en un mundo complejo. Percibe el mundo desde los ojos de aquel. No son ojos menos inteligentes los suyos, pero la complejidad de las relaciones entre los adultos le son todavía extrañas. Los niños llegan a un mundo que fue ya programado años antes que ellos nacieran por los diversos intereses personales de unos adultos. Y ese nuevo mundo comienzan a descubrirlo a través de los ojos de los adultos más próximos. Actualmente, la inseguridad gobierna en nuestro mundo. Los adultos nos sentimos inseguros por el presente y el futuro. El estrés parece que se concibe como un acompañante inseparable de nuestra vida. Los adultos hablan de ese estrés en su trabajo, en su convivencia familiar, en la calle, pero no perciben que a las consultas acuden cada vez más niños y adolescentes también estresados. No se trata ya sólo de la inseguridad, normal, experimentada ante el propio cambio del cuerpo y la complejidad de las relaciones, es también la inseguridad ante unas presiones cada vez más 2589 (192) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN intensas y ante un futuro incierto. Tenemos adolescentes con crisis de ansiedad ¿qué está ocurriendo entonces? Acuden con frecuencia cada vez creciente niños etiquetados de fracaso escolar. Se trata simplemente de niños con una mayor dificultad para fijar la atención, hiperactivos por ello, un rasgo genético como el color de sus cabellos. Pero su comportamiento incomprendido hace que sean separados en clase, que se acuse a sus padres de no dar una educación adecuada, y estos chicos y chicas llegan a asumir que son vagos, que no son buenos. Muchas veces una atención adecuada, o un simple estimulante sobre su capacidad de atención hacen que su comportamiento cambie. Vuelven a ser eficaces en los estudios, no dan patadas en la silla y el fracaso acaba. Pero este tratamiento farmacológico dura apenas unas horas, y se retira en fines de semana y en vacaciones. ¿Qué enfermedad existe que permite que un tratamiento no se de en los meses de verano?. Pero si no están enfermos… ¿qué está ocurriendo entonces?, algo falla en alguna parte, ¿quizá el propio sistema educativo?. Los adultos de hoy, sabemos que vivimos en un mundo de violencia más o menos próxima a nosotros. Es una violencia que no se corresponde sólo con una guerra en un país lejano y ante la cual tantas veces nos hemos permitido cerrar los ojos. Es una violencia que vemos reflejada a través de la televisión o las noticias diarias. A veces una violencia que antes estaba oculta, pero que como la doméstica, hoy bien sabemos que puede estar ocurriendo a nuestro mismo lado. Si perciben la violencia entre ellos, puede que sientan que la violencia es la forma normal de relacionarse, o puede que se sientan sobrepasados por la ansiedad que su contemplación les provoca. Podrán sentir miedo, angustia, pérdida de confianza, confusión, falta de capacidad para relacionarse, pérdida de ilusiones, pesadillas, trastornos físicos, etcétera; y así, experimentarán sentimientos que romperán o malograrán sus proyectos de un futuro creativo para sí mismos. La violencia se sumergirá de una u otra manera en su mente en forma de un trauma. Convivirá con él o ella ya como adultos, o puede que él o ella mismos se conviertan en futuros engendradores de violencia en una espiral que pareciera no tener fin. ¿Qué está pasando entonces? Podemos identificar enfermedades con un componente biológico evidente como el autismo. Más nos costará identificar niños y niñas con francas depresiones. Pero lo que ya ha ocurrido entre la población adulta donde el grueso de la demanda asistencial proviene de los conflictos generados por un mundo cada vez más tecnificado y con vínculos humanos más frágiles, está también ocurriendo entre los niños y niñas y entre los adolescentes de hoy, de aquí. Se abandona ya como una utopía la prevención de todos estos trastornos, pero nada hacemos los adultos por cambiar nuestros estilos de vida por otros mentalmente sanos. Niños y niñas y adolescentes frágiles, vulnerables o violentos serán también los próximos adultos frágiles, vulnerables o violentos. 2590 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (193) Mientras tanto, ¿dónde están los programas de promoción y prevención?. Cuando estos se abandonan (mejor aún no se han puesto nunca en marcha) por la Administración como imposibles, la Administración recurre a lo que considera en última instancia la opción más eficaz a corto plazo, las consultas especializadas. Pero qué ocurre cuando, en nuestro medio, si ya infradotadas están los medios para tratamiento de adultos, los que deberían abordar a la infancia y la adolescencia, simplemente no existen. ¿Qué significa que un país como España, sea el único país europeo, en el que no está reconocida la especialidad de Psiquiatría Infantil?, y no porque los profesionales de adultos hagan una atención integral de todas las edades. Los escasos equipos infanto-juveniles están dotados por profesionales que casi voluntariamente han decidido dedicar parte de su tiempo de asistencia a esta población. Pero aun así, si no hacemos algo en el mundo de los adultos, cuánto podrán dar, cuántas crisis podrán tratar, cuantas psicosis de inicio temprano podrán detectar?. El mundo infantil y juvenil es sumamente complejo. Por ello, su naturaleza exige el compromiso de políticos, juristas, profesionales sanitarios, profesionales de la educación, de los medios de comunicación, de la policía, trabajadores sociales y como no, de los propios padres, y en definitiva de todos. Pero nunca debemos de olvidar, que en este problema, quizás más que en otros, cada uno de nosotros, seamos o no profesionales, seamos o no miembros de una institución con competencias administrativas o legales, tenemos la gran oportunidad y por ello obligación de actuar. Porque cada uno de nosotros, adultos, en este tema quizás más que en ninguno nos convertimos en un agente de salud. Exigiremos velar por la seguridad física y emocional de los niños y adolescentes a todo aquel que le corresponda por su implicación profesional, pero exigiremos también sin distinción a todos los adultos por su implicación en este mundo, y nos exigiremos a cada uno de nosotros presentes, proteger la herencia más importante que tenemos, y que ellos y ellas como herederos exigen, aun cuando no puedan expresarlo. 2591 (194) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (195) DECRETO DE ORDENACIÓN DE SERVICIOS DE SALUD MENTAL EN ANDALUCÍA Con carácter general, parece necesario contar con una regulación nueva de los Servicios de Atención a la salud mental dentro del SSPA, dado que ha finalizado la primera fase de la reforma, con una nueva red de servicios y sin Hospitales Psiquiátricos. Ha comenzado un nueva etapa en que lo fundamental, manteniendo la orientación comunitaria, es acabar de efectuar la integración orgánica y funcional en el SSPA y modificar aspectos inadecuados porque responden a otro momento en donde ya no estamos y disfuncionales porque lo ha demostrado la experiencia. El Decreto 338/88 fue un buen Decreto en un momento anterior, que hoy está superado. Desde ese punto de vista, nos parece un elemento muy positivo la salida de un nuevo Decreto que, salvaguardando el modelo de orientación comunitaria, supere algunas cuestiones como la fragmentación en Áreas de Salud Mental, de muy variada extensión y de múltiples dependencias (AP, varios hospitales). Además el Decreto debe de contemplar elementos fundamentales de la Política Sanitaria de la Consejería: Unidades Clínicas de Gestión estimulando su implementación, la Gestión por Procesos etc. También es preciso que en el Nuevo Decreto desaparezca el carácter experimental de algunos dispositivos(Comunidad Terapéutica – CT- y Hospitales de Día –HD-), definidos así en al anterior Decreto, por citar algunos aspectos, como efectivamente sucede en el mencionado Borrador. En este marco general pensamos que el modo de elaboración, con poca transparencia y con escasa participación de responsables técnicos, de profesionales y de familiares, así como una redacción poco clara del actual Borrador y una orientación «antigua» en el sentido de no tener en cuenta las nuevas políticas de la Consejería, las cuales apoyamos, puede perpetuar situaciones inadecuadas, continuando con líneas políticas anteriores, hoy teóricamente superadas, y eternizando la falta de soluciones, que aumentará la frustración de los profesionales, que hemos cifrado grandes esperanzas en él y hemos impulsado desde hace al menos 3 años la salida del nuevo Decreto. Otros sectores sociales interesados como las Asociaciones de Familiares, también están en contra del último Borrador que conocemos (Borrador 7), tanto por la forma de elaboración como por determinados contenidos. Además creemos que se pierde una oportunidad clave para afianzar los servicios de salud mental. CRÍTICAS CONCRETAS En general el texto adolece de una redacción bastante confusa y poco elaborada y tiene fundamentalmente dos graves problemas de enfoque: 2593 (196) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN 1. Falta de definición del Servicio de Salud Mental del Hospital, de las Secciones y de las Unidades, atendiendo a las necesidades poblacionales y epidemiológicas, y homogeneizándolo con el resto de los servicios hospitalarios, es decir integrándonos en el Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA). Considerar que el ámbito de actuación del Servicio de Salud Mental puede ser en algún caso el Área de Salud, en lugar del Área Hospitalaria, es mantener y agravar la falta de definición del Servicio de Salud Mental y su discordancia con el resto de servicios hospitalarios, lo que no puede hacer sino agravar, ya sin esperanzas de solución, las disfunciones actuales para coordinar dispositivos de distinta dependencia orgánica y sancionar la falta de integración en el SSPA del Servicio de salud Mental. 2. La no definición de una Jerarquía distinta a los Jefes de Servicio y a los Jefes de Sección, intermedia entre éstos, dado que no todos los Coordinadores de Unidad (ESMD, UHSM, USMI-J etc.) van a convertirse en Jefes de Sección, implica que muchos dispositivos dispersos en el territorio van a quedarse sin una persona que las coordine, les lidere, defina prioridades y vele por la buena organización y práctica clínica del recurso. Es imposible dirigir un Equipo a 30 Kms de donde habitualmente se prestan los Setvicios. 3. No existe ni una alusión a los incentivos para la atención en la comunidad es decir para salir a realizar VAD, coordinaciones y asesoramiento a los Centros de Salud de AP, planes de asistencia cuya mayor parte se tiene que realizar en la Comunidad etc. sabemos que esto tiene dificultades normativas, más que económicas, pero la falta de definición, va a traer problemas que pueden hacer imposible el trabajo en la comunidad, destruyendo de hecho el modelo comunitario que afortunadamente tenemos en Andalucía. Existen también errores de concepto inexplicables: 1. Mención de los «espacios adecuados» solamente en la UR, HD, y CT, cuando un espacio adecuado es fundamental en todos los recursos de atención a la salud mental, especialmente en los dispositivos en régimen de hospitalización completa, elemento indispensable para conseguir un ambiente terapéutico que corre tanto riesgo especialmente en las Unidades de Hospitalización de Salud Mental (UHSM). También los CSM necesitan un espacio adecuado. Y los que existen en Andalucía especialmente en las UHSM y en los CSM, en muchos casos no son apropiados. Se debería de hacer una mención genérica en todos los dispositivos y en cualquier caso después de la definición funcional 2. Es muy discutible el tratamiento que se hace de los dispositivos, con definiciones no homogéneas y en general poco elaboradas. 3. Explicación confusa y errónea de los «dos grandes bloques» de problemas de salud mental en la exposición de motivos. El definir los trastornos de salud 2594 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (197) mental como reactivos cuando no son TMG y como endógenos y de duración prolongada cuando sí lo son, no está acorde con la evidencia en salud mental. En cualquier caso se tendría que modificar la redacción porque más parece un corta pega poco elaborado. Y con relación a los dispositivos concretos: 1. Tratamiento cuando menos ambiguo de la posibilidad de servicios que se ocupen de la rehabilitación en una misma estructura. No sabemos que significa»de manera formal», porque lo que no se define no se sabe lo que es. Junto con la indefinición de las estructuras de rehabilitación y la no consideración de ella como un conjunto de técnicas terapéuticas se corre el riesgo de que los programas de rehabilitación se pierdan o pasen a Servicios Sociales. 2. Falta de definición razonable del ámbito territorial de los Centros de Salud Mental, ya que si se hace coincidir con el Distrito Sanitario es imposible con un número tan elevado de habitantes realizar salud mental comunitaria, o coordinarse con los C. de Salud de AP. 3. Redacción sin duda errónea de las funciones de la USMI-J al decir que «Todas estas funciones se ejercerán colaborando con las instituciones competentes en asuntos relacionados con la atención y protección al menor». Las funciones clínicas no tienen que contar con estas estructuras ni muchos casos precisan de estas instituciones. 4. Definición muy pobre de las UHSM que son bastante más que la atención a la crisis. 5. Definición en lo referente a las Unidades de Rehabilitación (URA) de un conjunto de actividades que no son definidas como terapéuticas sino como una serie de técnicas secundarias. 6. No hace mención en las CT de los Programas de Día, actividad consustancial a las CT con eficacia y eficiencia sobradamente demostrada. 7. Referencia parcial de la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (FAISEM) referida solo a la CT, que no se entiende por qué no se hace extensiva a otros dispositivos. 8. Desaparición de las Comisiones Asesoras de Área, órgano de coordinación que es importante en un servicio complejo y disperso funcional y territorialmente y en donde es preciso que prevalezca la continuidad de cuidados y en general el abordaje cuando menos impreciso de las estructuras de coordinación. Con relación a la estructura jerárquica: 1. Falta de la definición con ámbito hospitalario del Jefe de servicio y de criterios para definir en que condiciones se crean las Jefaturas de Sección. Falta de una figura que sustituya a lo que hoy son Coordinadores de Unidad para que ningún 2595 (198) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN dispositivo –dispersos en el territorio y con escasa o nula posibilidad de ser controlados y evaluados por un Jefe de Sección que preste su servicio clínico en otro dispositivo- se quede sin un responsable explícitamente nombrado. En definitiva creemos necesaria la revisión tanto del texto como del proceso de elaboración, ligándolo al Plan Andaluz de Salud Mental, cuya elaboración, estimamos que debe ser clara y con la participación de grupos de profesionales de los servicios, además de con la de los Coordinadores de Área y las Asociaciones, tanto científicas como de familiares. El próximo 10 de octubre, coincidiendo con el día de la Salud Mental, la Asociación Andaluza de Neuropsiquiatría, presentará el Informe sobre la Salud Mental en Andalucía. 2596 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (199) PRESENTACIÓN DE LA REVISTA PSICOPATOLOGIA Y SALUD MENTAL del niño y del adolescente que tendrá lugar en Madrid, el día 13 de Noviembre de 2003, a las 19 h, en la librería Blanquerna (Calle Serrano, 1) Con la participación de: Juan Manzano, Psiquiatra, Miembro del Consejo Directivo Consuelo Escudero, Psicóloga clinica, Miembro del Consejo Asesor Alfons Icart, Psicólogo, Director de la Revista La clausura estará a cargo de: Francisco Gonzalez- Bueno, Presidente del Comité Español de UNICEF 2597 (200) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (201) CONGRESOS World Psychiatric Association. International Congress TREATMENTS IN PSYCHIATRY: AN UPDATE November 10 – 13, 2004 Florence, Italy ORGANIZING SECRETARIAT Newtours Sp. A Vía Augusto Righi, 8 - 50019 Sesto Florentino Florence, Italy Telf.: 39 055 36611 - Fax: 39 055 3361250 info@wpa2004florence.org www.wpa2004florence.org 4TH INTERNATIONAL FORUM ON MOOD AND ANXIETY DISORDERS 19-21 November, 2003 Monte-Carlo SCIENTIFIC & ORGANIZING SECRETARIAT Publi Creations-Partner of AIM 27 Boulevard d’Italie - 98000 Monaco Telf.: + 377 97973554 - Fax: 3 337 97973550 Leonetta.baldini@publicreations.com www.aim-internationalgroup.com/2003/ifmad IX Curso Annual Sobre Esquizofrenia PSICOTERAPIAS COMBINADAS EN LA ESQUIZOFRENIA Y OTRAS PSICOSIS Madrid Coordinador: Dr. D. Manuel González de Chávez 28 y 29 de noviembre de 2003 www.cursoesquizofreniamadrid.com SECRETARIA TÉCNICA Viajes Iberia Congresos San Bernardo, 20 – 6º - 28015 Madrid Telf.: 91/531 94 49 Fax: 91/ 296 37 32 Sec.técnica@cursoesquizofreniamadrid.com (202) (203) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN SEMINARIOS Fundación Castilla del Pino SEMINARIOS 2003-2004 TRATAMIENTO COGNITIVO-CONDUCTUAL DE LOS TRASTORNOS ASOCIADOS AL ESTRÉS Prof. Francisco Javier Labrador 5 de diciembre de 2003 TERAPIA CONSTRUCTIVISTA: TÉCNICA DE REJILLA Prof. Guillem Feixas 6 de febrero de 2004 TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN EN LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA ALIMENTARIA Dr. Gonzalo Morande 2 de abril de 2004 EVALUACIÓN DEL PROCESO Y DE LOS RESULTADOS EN LAS DISTINTAS PSICOTERAPIAS Dr. Manuel Gómez Beneyto 7 de mayo de 2004 TERAPIA DE LOS TRASTORNOS SEXUALES Dra. Ana Fernández Pina 4 de junio de 2004 Información: Fundación Castilla del Pino Avda. Gran Capitán, 11 14008 CORDOBA Telf. y fax: 957 480575 castilladelpino@telefonica.net www.fundacióncastilladelpino.org (204) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN S.E.P.Y.P.N.A. SEMINARIOS ABIERTOS DE FORMACIÓN CONTINUADA EN PSICOPATOLOGÍA Y PSICOTERAPIA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE 2003 / 2004 Calendario: 1. 04/10/2003: Clasificación clínica: los grandes síndromes. III Prof.: Juan Manzano Garrido. 2. 22/11/2003: Clasificación clínica: los grandes síndromes. IV Prof.: Juan Manzano Garrido. 3. 29/11/2003: Conductas violentas en las instituciones. Prof.: Alberto Lasa Zulueta. 4. 10/01/2004: Clasificación clínica: los grandes síndromes. V Prof.: Juan Manzano Garrido. 5. 17/01/2004: La curiosidad en la edad de latencia. Prof.: Alberto Lasa Zulueta. 6. 14/02/2004: Historia y desarrollo de los conceptos fundamentales de psicoterapia psicoanalítica de niños. Prof.: Rodolfo Urribarri. 7. 06/03/2004: Los trastornos del aprendizaje. Prof.: Juan Manzano Garrido. 8. 08/05/2004: Narcisismo y parentalidad. Prof.: Juan Manzano Garrido. 9. 12/06/2004: La consulta terapéutica. Prof.: Juan Manzano Garrido. Lugar de realización: Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Aula Dr. Fernández Cruz (entrada por puerta G, primera planta al fondo del pasillo) o Aula C (aulas alternativas, zona Hotel de Guardia, al final del pasillo puerta G, subir escalera a la derecha) Horario: 9’30 a 13’30 horas. Inscripción: Por e-mail: sepypnama@mi.madritel.es Por teléfono: 916 829 714 Precio inscripción: 45 euros no socios SEPYPNA 36 euros socios SEPYPNA. También puede hacerse la inscripción global. Plazas limitadas. Las inscripciones no formalizadas con 7 días de antelación, mediante el envío del justificante de pago a TESORERÍA SEPYPNA por correo (Pza. Noguerola, 7 – 25007 Lleida) o fax: 973 244 483, sufrirán un recargo de 6 euros 2602 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (205) Forma de pago: Transferencia bancaria: Banco Popular Español O.P. Lleida Cuenta nº 0075 0013 41 0601543573 Talón a favor de SEPYPNA, (Pza. Noguerola, 7 – 25007 Lleida) Profesores: JUAN MANZANO GARRIDO: Médico Psiquiatra. Psicoanalista (SSP). Profesor de la Universidad de Medicina de Ginebra. Director del Servicio Médico-pedagógico de Ginebra (Suiza). Profesor de Psiquiatría Infantil, Instituciones Psiquiátricas Universitarias de Ginebra (Suiza). Autor de numerosas publicaciones y libros relacionados con psiquiatría infantil. ALBERTO LASA ZULUETA: Médico Psiquiatra. Presidente de SEPYPNA. Instituto de Psicoanálisis (APM). Profesor Titular de Psiquiatría en la Universidad del País Vasco. Jefe de la Unidad de Psiquiatría Infanto-juvenil de la Comarca Uribe-Costa. Servicio Vasco de Salud. Autor de numerosas publicaciones sobre salud mental infanto-juvenil. RODOLFO URRIBARRI: Psicólogo. Psicoanalista (APA). Prof. Titular Cátedra II Psicología Evolutiva de la Adolescencia en la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Autor de numerosas publicaciones relacionadas con la salud mental infantojuvenil. 2603 (206) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN VI JORNADAS DE REHABILITACIÓN DEL HOSPITAL PSIQUIÁTRICO DE ZAMUDIO: «Asistencia integral a las personas con enfermedades mentales severas de curso crónico: puntos de conflicto, espacios de colaboración» Los próximos 30 y 31 de octubre, se celebrarán en el Palacio Euskalduna de Bilbao, las VI Jornadas de Rehabilitación del Hospital Psiquiátrico de Zamudio. Las Jornadas pretenden asentarse como acto científico de referencia en el ámbito de la rehabilitación psicosocial y atención a la enfermedad mental severa, tanto a nivel local como estatal. En esta ocasión se pretende crear un marco de discusión y reflexión en torno a diferentes áreas de conflicto y de colaboración entre organizaciones, servicios, dispositivos y profesionales que participan en dicha asistencia, aportando, en un contexto de debate, vías futuras de trabajo y avance en aspectos en los que la cooperación fluida es crítica. Con dicho objetivo se pretende la participación de representantes de muy diversos ámbitos sanitarios y sociales en torno a variados temas de interés especial, que se describen en el programa adjunto, así como concitar el interés y la asistencia del máximo número posible de personas, incluyendo clínicos, gestores, responsables de áreas sociales, usuarios y familiares, etc. Las jornadas se estructuran en torno a ocho mesas 8 mesas de debate público: - Enfermedad Mental Severa. ¿Pacientes o Usuarios? - Hospital vs Comunidad: un viejo o nuevo debate - Política Asistencial, Gestión y Clínica - Social o Sanitario: La tierra de nadie - Aspectos jurídicos. «Derechos de las personas con enfermedades mentales severas» - Medios de Comunicación y Enfermedad Mental Severa - Industria farmacéutica: ¿oportunidad o amenaza? - Investigación y Asistencia a la Enfermedad Mental Severa Aprovechando la ocasión, se celebrará la Jornada-Asamblea anual de la Asociación Vasca de Rehabilitación Psicosocial. 2604 Seminario Jornada Autonómica III Jornadas Interautonómicas Jornada Autonómica Congr. Autonómico Jornada Autonómica Jornada Autonómica Asº Murciana Asº Murciana OME VascoNavarra Asº Andaluza AAN Asº Andaluza AAN ASº Extremeña Asº Valenciana OME Vasconavarra MOTIVO Congreso A.E.N. Jornada anual Asamblea Congreso Jornada Jornada Autonómica Jornada Autonómica II Congreso Ibérico Salud Mental Comunitaria Jornadas A.E.N. Jorn.Autonómica(¿) Jornada Anual OME ORGANIZA A.E.N. AMSM. A.Madrileña Asº Valenciana Asº Canaria Sec. AEN de Psicoanálisis Asº Andaluza AAN Asº Catalana Asº Castilla-León y S.M. Portugal Asº Catalana CALENDARIO A.E.N. 2003 Noviembre 2004 Noviembre 2004 Noviembre 2005 Mayo 2004 12 Diciembre 2004 23 Octubre 2003 27 Noviembre 2003 Barcelona. 21/23 Mayo 2004 Auditorio Winterthur 19 Junio 2003 Trast. Mental severo SM Transcultural Nuevas formas de enfermar Alicante Proyecto Atlas «Recursos de S.M. en el mundo» Psicoterapia C.S.M. Estructura y funcionamiento Asamblea Atº Primaria y S.M Trabajo en Red Atención Comunitaria Rehabilitación y Empleo SM, Diversidad y Cultura Asamblea Elección Junta AAN Asamblea Asamblea Asamblea AEN ACTIVIDAD Elección Junta AEN Asamblea Elección Junta Elección Junta TEMA Congreso Bilbao CADIZ ALMERIA Murcia Murcia Bilbao LUGAR OVIEDO MADRID ALICANTE TENERIFE MADRID MALAGA Barcelona Salamanca FECHA 11/14 Junio 2003 2/3 Octubre 2003 10 Mayo 2003 Mayo 2003 4/6 Octubre 2003 Noviembre 2003 14 Noviembre 2003 19-22 Noviembre 2003 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (207) 2605 (208) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN LIBROS DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUROPSIQUIATRIA (Distribución: Siglo XXI) 1. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. Estudios. M.GONZALEZ DE CHAVEZ (ed.), La transformación de la asistencia psiquiátrica,1980. A. PORTERA. F. BERMEJO (eds), Paradigma sistémico y terapia familiar,1983 (agotado). S. MASCARELL (eds), Aproximación a la histeria,1980. T. SUAREZ. C. F. Rojero (eds.), Paradigma sistémico y terapia familiar,1983 (agotado). V. GORCES (ED.), Aproximación dinámica de la psicosis,1983. J. ESPINOSA (ed), Cronicidad en psiquiátrica, 1986. J. L. PEDREIRA MASSA (ed), Gravedad psíquica en la infancia, 1988 (agotado). J. A. FERNÁNDEZ SANABRIA, J. MAURA ABRIL, A. RODRÍGUEZ GOMEZ (eds), I Jornadas de la Seccion De Psicoanálisis de la A.E.N.,»El malestar en la cultura», 1992. R. INGLOTT (ED), El que hacer en salud mental,1989 (agotado) C. CASTILLA DEL PINO (ed), Criterios de objetivación en sicopatología,1989. A. BAULEO, J.C. DURO, R. VIGNALE (eds), La concepción operativa de grupo,1990. R. FERNÁNDEZ, M.A. GARCIA CARBAJOSA, J.L. PEDREIRA MASSA (eds), La contancion,1990. M. DESVIAT (ed), Epistemología psiquiátrica, 1990. A. INGALAR, R. GOMEZ ESTEBAN, J. FRERE, A. GONZALEZ GUILLÉN (eds), II y I Jornadas de la Sección de Psicoanálisis de la A.E.N., «El malestar en la cultura», 1992. P. SAN ROMAN VILLALÓN (ed), Jornadas sobre salud mental y ley: Malos tratos a menores, malos tratos a mujeres, separaciones y divorcios, 1993. C. F. ROJERO, T. SUAREZ (eds) Psicosis de la infancia y de la adolescencia, 1993. V. APARICIO BASAURI (ed), Evaluación de servicios en salud mental, 1993. J. MAS HESSE, A. TESORO AMATE (eds) Mujer y salud mental. Mitos y realidades, 1993. A. FERNÁNDEZ LIRIA, M. HERNÁNDEZ MONSALVE, B. RODRÍGUEZ VEGA (eds), Psicoterapias en el sector publico: un marco para la integración, 1997. R. GOMEZ ESTEBAN (ed), Grupos terapéuticos y asistencia publica, 1997 J. LEAL RUBIO (ed), Equipos e instituciones de salud (mental), salud (mental) de equipos e instituciones, 1997 C. POLO, Crónica del Manicomio,1999 F. SANTANDER, Ética y praxis psiquiátrica, 2000 F. RIVAS (ed), La Psicosis en la Comunidad,2000 E. GONZALEZ, J.M. COMELLES (eds.), Psiquiatría transcultural, 2000 FCO. CARLES, I. MUÑOZ, C. LLOR, P. MARSET, Psicoanálisis en España, (1893-1968), 2000. T. ANGOSTO, A. RODRÍGUEZ, D. SIMON (compiladores). Sesenta y cinco años de historia de la Psiquiatría (1924-1999). Editan: Asociación Española de Neuropsiquiatría y Asociación de Galera de Saude Mental, 1999. CRISTINA GISBERT AGUILAR (Coordinadora). Rehabilitación psicosocial y tratamiento integral del trastorno mental severo, 2003 ANTONIO ESPINO Y BEGOÑA OLABARRÍA (Coordinadores). La formación de los profesionales de la salud mental en España. Estado actual y perspectivas, 2003. MARIANO HERNÁNDEZ MONSALVE Y RAFAEL HERRERA VALENCIA (Coordinadores). La atención a la salud mental de la población reclusa, 2003. LIBROS DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUROPSIQUIATRIA (Distribución: Siglo XXI) Historia. 1. JACQUES FERRAND. Melancolía erótica, 1996 2. ROBERT BURTON, Anatomía de la melancolía I, 1997 3. ANSELM VON FEUERBACH, Gaspar Hauser, 1997 4. ROBERT BURTON, Anatomía de la melancolía II, 1998 5. ROBERT GAUPP, El caso Wagner, 1998 6. GEROLAMO CARDANO, El libro de los sueños, 1999 7. EMIL KRAEPELIN, Cine años de Psiquiatría, 1999 8. ETIENNE ESQUIROL, Sobre las pasiones, Joseph Daquin, Filosofía de la locura, 2000 9. TOMASO GARZÓN, El teatro de los cerebros. El hospital de los locos incurables, 2000 Traducción Mariano Villanueva Salas. 10. JUANA DE LOS ANGELES, Autobiografía. Madrid, AEN,2001 11. FRANCOIS LEURET. El tratamiento moral de la locura, 2001 2606 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (209) CRITERIOS PARA LA ACEPTACIÓN DE ORIGINALES 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Los trabajos deberán ser inéditos, mecanografiados a doble espacio en panel de tamaño folio o DIN A-4, que se considerará, en cualquier caso, como el original. Se enviarán cuatro copias de éste a la Redacción. La primera página debe incluir el título y un brevísimo resumen de 20 palabras acompañado de tres a cinco palabras clave para índices: todo ello, en castellano e inglés. En página final, se incluirán: 1) Nombre y apellidos, profesión y lugar de trabajo de cada autor. 2) Nombre de los departamentos e instituciones a los que debe atribuirse el trabajo. 3) Renuncias, si existen. 4) Nombre y dirección del autor al que debe dirigirse la correspondencia sobre el manuscrito. Cuando sea posible, el texto se adaptará a los apartados clásicos de Introducción (con explicación de los objetivos del artículo), Métodos, Resultados y Discusión. La bibliografía se identificará en el texto mediante número arábigos (entre paréntesis) y las citas se numerarán consecutivamente por el orden en que se citen por primera vez en el texto y se reunirán en páginas separadas al final del manuscrito. En el caso de los libros se especificará por este orden: autor, título (subrayado o en cursiva), lugar de la edición, editorial y año. En el caso de las revistas, por este orden: autor, título del artículo (entrecomillado), título de la revista (subrayado o en cursiva), año, volumen, número y páginas. Cada una de las especificaciones, en ambos casos, tiene que ir entre comas*. Si apareciesen dos o tres autores, se escribirían separados mediante punto y coma. Si hubiese más de tres, sólo se escribiría el primero, seguido de: y otros. Las tablas se mecanografiarán en hoja distinta para cada una, a doble espacio, irán numeradas consecutivamente y las abreviaturas empleadas irán explicadas a pie de página. En caso de presentar, además, los originales en soporte informático, se ruega usar con preferencia Word 97, o posteriores (indicándose en el disco la versión empleada). En este caso, tecléese el texto con la máxima austeridad: a) no emplear nunca negritas (sólo se admiten redondas o cursivas), ni tipos de letra de distinto tamaño; b) no dividir nunca las palabras con guión, al final de línea; y no dejar líneas en blanco; c) no imitar formatos de edición (doble columnas, centrados, sangrados, distintos al usado tras un punto y aparte). Por otro lado, las notas deberán ir siempre al final del texto. El Consejo de Redacción se rige por las siguientes directrices: 1. 2. 3. Se acusará recibo de todo artículo remitido a la Revista. Los manuscritos serán revisados anónimamente por expertos en el tema tratado, quienes informarán sobre la conveniencia de introducir modificaciones o, en su caso, de publicarlo sin modificar el mismo, correspondiente en último extremo esta decisión al Consejo de Redacción. La Responsabilidad de la decisión de publicar o no un original así como determinar la fecha oportuna corresponde al Consejo de Redacción y, en última instancia, al Director. *Ejemplos: Morris, T.E.; Alonso, M., What is identity?. Nueva York, Columbia University, 1979. Morris, T.E., «Trastornos de identidad», Rev. Esp. Psq., 1979, XL, pp. 194-206 2607 (210) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN (211) SOLICITUD DE INGRESO EN LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUROPSIQUIATRÍA (Y en la Asociación integrada en la A.E.N. de la Autonomía correspondiente) D. ..................................................................................................................................................................................................... profesional de la Salud Mental, con título de ......................................................................................................................... que desempeña en (Centro de trabajo) ................................................................................................................................... y con domicilio en ....................................................................................................................................................................... Población ................................................................................ D.P. ..................................... Provincia ..................................... Teléfono: ....................................................................................... SOLICITA: Su ingreso en la Asociación Española de Neuropsiquiatría y en la Asociación integrada en la A.E.N. de la Autonomía correspondiente, para lo cual es propuesto por los Miembros: D. ..................................................................................................................................................................................................... D. ..................................................................................................................................................................................................... (Firma de los dos miembros) Firma: Fecha:........................../ ........................../.......................... Esta solicitud deberá ser aprobada por la Junta de Gobierno y ratificada en la Junta General de la Asociación. La suscripción de la Revista está incluida en la cuota de Asociado. Nombre: ....................................................................................................................................................................................... Dirección: ....................................................................................................................................................................................... BANCO/CAJA DE AHORROS .............................................................................................................................................. Sucursal: ....................................................................................................................................................................................... Cuenta n.º: ....................................................................................................................................................................................... Población: ....................................................................................................................................................................................... Muy Sres. míos: Les ruego que a partir de la presente se sirvan abonar a mi: Cuenta Corriente/Libreta de Ahorros n.º ................................................................................... el importe de la suscripción anual a la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría Firma: BANCO/CAJA DE AHORROS .............................................................................................................................................. Sucursal: ....................................................................................................................................................................................... Cuenta n.º: ....................................................................................................................................................................................... Población: ....................................................................................................................................................................................... Muy Sres. míos: Les ruego que a partir de la presente se sirvan abonar a mi Cuenta Corriente Libreta de Ahorros n.º ................................................................................... el importe de la cuota de la Asociación Española de Neuropsiquiatría. Población ..................................................................................día .................. mes ...................................... año .................... Firma, 2609 (212) (213) (214) (215) (216)