Explicándole el Divorcio a los niños

Anuncio
Ciencias de la Familia y del Consumidor, 1787 Neil Avenue, Columbus HO 43210
Hoja Informativa
Explicándole el Divorcio a
los niños
Joyce A. Shriner, CFLE
Educador de Extensión, FCS/ Director de Extensión del Condado
Extensión de OSU, Condado Hocking
Los niños se desarrollan a través de la rutina y el balance en sus vidas. Aunque tal vez
no tengan la habilidad verbal para expresar sus sentimientos, están conscientes del clima
emocional que hay en sus hogares. Si hay un ambiente de tristeza y descontento, ellos lo
sienten. No hay nada más angustiante para los niños pequeños que los cambios a su
alrededor que no entienden. Debido a que los padres generalmente ven el divorcio como
asunto de adultos, “la mayoría de los niños no están bien informados por sus padres
acerca de la separación y el divorcio” (Kelly & Emery, 2003, p. 353).
En un estudio sobre la comunicación que tienen los padres con sus hijos acerca del
divorcio, 23% de los niños dijeron que nadie les había hablado acerca del divorcio y 45%
dijo que a ellos les dieron una explicación muy breve de una o dos líneas (“tu papá se
va”). Solamente 5% dijo que ellos habían sido informados completamente y se les animo
a hacer preguntas (Dunn, Davies, O´Connor & Sturgess, 2001 como está citado en Kelly
& Emery, 2003, p. 353).
Frecuentemente los padres dicen que ellos “no estaban claros en lo que les estaba
pasando, por lo tanto, tampoco sabían que decirles a sus hijos. Los niños… sentían que
no sabían cómo pedir la información que pensaban que necesitaban” (Robison, Butler,
Scanlan, Douglas & Murch, 2003, p. 78).
Mientras los padres tratan de proteger a sus hijos, también aumentan el riesgo “de
confundirlos y de crearles incertidumbre sobre el futuro” (Robinson, et al., p.78). Los
niños tienden a adaptarse más fácil cuando tienen idea acerca de lo que está sucediendo
y cuando tienen el apoyo de aquellas personas que ellos aman.
Si el divorcio es inminente, los investigadores están de acuerdo en que es mejor
decirles a los hijos inmediatamente. No decirles nada desde el principio aumenta las
oportunidades de que ellos lo sepan a través de una persona equivocada y de una forma
incorrecta. La manera como el divorcio es planteado a los niños influirá en sus
reacciones. Normalmente, es mejor que la explicación acerca del divorcio venga de
ambos padres, así sea difícil. De esta manera habrá menos oportunidad de que un
papá/mamá culpe al otro; y también demuestra que ambos padres pueden trabajar juntos
por el bienestar de sus hijos.
Para explicarles el divorcio a los niños pequeños, los padres podrían usar las
siguientes palabras:
 “Papi y mami han decidido no vivir juntos en la misma casa.”
 “Papi y mami no van estar más casados; vamos a divorciarnos. Sentimos que
tenga que ser de esta manera, pero mami y papi piensan que es los mejor para
todos nosotros” (Grollman, 1969, p. 67)
 Evite decir palabras como: “Papi y mami no se quieren más.” Desde que nacen,
los hijos están oyendo que sus padres se aman. Si los padres ahora dicen que ya
no se aman, un niño podría sentir miedo de que él o ella también perderán el
amor de sus padres si no se portan bien (Grollman, 1969, p. 68).
Los padres deben hacerles ver muy claro a los hijos que la reconciliación no es
posible. Los hijos necesitan saber y entender que ellos no pueden rescatar ni restaurar el
matrimonio de sus padres.
Reacciones posibles de los hijos con respecto al divorcio
Los niños tal vez presenten una variedad de reacciones emocionales con respecto al
divorcio. Las reacciones comunes incluyen: negación o rechazo, mantenerse en silencio,
regresión, malestar corporal, hostilidad, sentimiento de culpa, pánico y confusión.
Negación y mantenerse en silencio
Al reaccionar con negación y mantenerse callado, el niño(a) cierra sus ojos a la
realidad. Pareciera que no le afecta el divorcio porque intenta defenderse de la terrible
pérdida al pretender en silencio que realmente no está sucediendo nada. Su indiferencia
quizás significa que él o ella ve la separación como algo demasiado grande para poder
aceptarlo. Los padres frecuentemente interpretan mal esta reacción, como si fuera una
aceptación a lo que está sucediendo.
Regresión
El niño(a) puede volver a las etapas más tempranas de su desarrollo al reaccionar
con regresión por su incapacidad de dominar una situación nueva de ansiedad. Algunos
ejemplos de regresión son: chupar dedo, orinarse en la cama, hablar como un bebé o
mostrar otro tipo de comportamiento típico de etapas anteriores del desarrollo. El niño(a)
podría quejarse mucho e insistir en la atención de los adultos.
Malestar corporal
Este se observa en quejas físicas y de comportamiento tales como: “¡Tengo dolor de
estómago!” o “¡Me duele la cabeza!” El malestar corporal frecuentemente ocurre cuando
el niño(a) ya no se siente seguro de las cosas que previamente eran un hecho, tal como
la vida en sí, el amor de sus padres, el alimento, el hogar y la protección.
Hostilidad y sentimiento de culpa
Las reacciones hostiles incluyen actuar y sentirse enojado, lo cual aumenta mientras
que el niño(a) trata de eliminar la frustración a través de la venganza. Los niños ventilan
su enojo en otros en un intento de manejar sus sentimientos de culpa. Los niños
pequeños frecuentemente tienen fuertes sentimientos de culpa porque creen que son
responsables de causar la pérdida. Los de edad preescolar creen a veces que tienen
poderes supernaturales. Piensan que sus deseos fantasiosos han sido otorgados
mágicamente. Es responsabilidad de los padres asegurarles repetidamente que ellos no
tienen ninguna culpa.
Pánico y confusión
El pánico y la confusión frecuentemente resultan cuando se espera que los niños
adopten los diferentes valores y estilos de vida de sus padres.
Respetar los sentimientos de los niños
Típicamente, los niños encuentran que el período de tiempo desde el inicio del
divorcio hasta los primeros dos años después, es bastante estresante. Los padres deben
permitirles a sus hijos expresar sus emociones, cualesquiera que éstas sean. Evite la
tendencia de decirle a sus hijos, especialmente a los varones, que sea “¡fuerte y no llore!”
Las lágrimas son una expresión natural del dolor y son como una válvula de seguridad
que se usa para liberar la emoción. Así como los padres no deben alentar a los niños a
reprimir sus lágrimas, tampoco deben incitarles a mostrar un sentimiento de dolor que no
tienen. (Grollman, 1969, p. 30).
La diferencia entre una reacción normal y una distorsionada no está en el síntoma
sino en la intensidad. Es mejor cuando los padres descubren temprano focos de posibles
dificultades. Algunas señales preocupantes incluyen: problemas para llevarse bien con
sus compañeros, problemas de dificultad de aprendizaje, aislamiento, llantos
inconsolables y una ira prolongada hacia los padres, compañeros o hermanos.
Explicándoles el divorcio a los hijos, los padres muestran el deseo de tratar asuntos
relacionados con los niños y las preocupaciones acerca del divorcio. Mientras que el
proceso vaya avanzando, los niños tendrán nuevas preguntas y preocupaciones. Cada
vez será más fácil hablar acerca del asunto y a medida que los niños crecen, ellos
entenderán mejor. Hablando todos juntos, los padres podrán proporcionar comodidad,
confianza y seguridad.
Referencias
Grollman, E. A. (Ed.). (1969). Explaining divorce to children. Boston: Beacon Press.
Kelly, J. B., & Emery, R. E. (2003). Children’s adjustment following divorce: Risk and resilience
perspectives. Family Relations, 52 (4), 352–362.
Robinson, M., Butler, I., Scanlan, L., Douglas, G., & Murch, M. (2003). Children’s experience of their
parents’ divorce. In A. Jensen & L. McKee (Eds.), Children and the changing family (1st ed., pp. 76–
89). New York: RoutledgeFalmer
Fortalecimiento a través de la educación
Visite la página web de Extensión de la Universidad del Estado de Ohio “Ohioline” at:http://ohioline.osu.edu
La oficina de Extensión de la Universidad del Estado de Ohio acepta la diversidad humana y está
comprometida a garantizar que todos los programas educacionales conducidos por esta oficina de
Extensión de OSU estén a la disponibilidad de la clientela sobre una base no discriminatoria sin
distinción de raza, color, edad, identidad de género o expresión, discapacidad, religión, orientación
sexual, nacionalidad de origen o condición de veterano.
Keith L. Smith, Vicepresidente Asociado de la Administración de Agricultura y Director, Oficina de
Extensión de la Universidad del Estado de Ohio TDD No. 800-589-8292 (Ohio solamente) o
614-292-1868
Agosto 2007_3448
Derecho de autor 2007, Universidad del Estado de Ohio
Descargar