CONGRESO NACIONAL CAMARA DE SENADORES SESIONES ORDINARIAS DE 2005 ORDEN DEL DIA N° 243 Impreso el día 18 de abril de 2005 SUMARIO COMISION DE LEGISLACION GENERAL Dictamen en el proyecto de ley de la señora senadora Curletti, por el que se modifica un artìculo del Código Civil. (S- 4328/04) DICTAMEN DE COMISION Honorable Senado: Vuestra Comisión de Legislación General ha considerado el Proyecto de ley de la Señora Senadora Curletti , por el que se modifica el Artículo 264 ter del Código Civil, respecto al resguardo del interés del niño por parte del juez , en caso de desacuerdo en el ejercicio de la patria potestad compartida, -Expte S4328/04; y, por las razones que oportunamente dará el miembro informante, se aconseja su aprobación De conformidad con lo establecido en las disposiciones pertinentes al reglamento del Honorable Senado, este dictamen pasa directamente al orden del Día. Sala de la Comisión , 1º de Marzo de 2005 Liliana T. Negre de Alonso.- Elva A. Paz.- Graciela Bar.- Mabel H. Müller.- Silvia E. Giusti.- Alicia E. Mastandrea.- María T. Colombo.Carlos A. Rossi.- PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,.. Artículo 1°: Modifícase el artículo 264 ter del Código Civil, el que quedará redactado de la siguiente forma: “Artículo 264 ter: En caso de desacuerdo entre el padre y la madre, cualquiera de ellos podrá acudir al juez competente, quien resolverá lo más conveniente para el interés superior del hijo o la hija, por el procedimiento más breve previsto por la ley local, previa audiencia con los padres. El juez deberá oir al niño, niña o adolescente antes de resolver. Si los desacuerdos fueran reiterados o concurriere cualquier otra causa que entorpezca gravemente el ejercicio de la patria potestad, podrá atribuirla total o parcialmente a uno de los padres o distribuir entre ellos sus funciones, por el plazo que fije, el que no podrá exceder los dos años.” Artículo 2°: Comuníquese al Poder Ejecutivo. Mirian Curletti.FUNDAMENTOS Señor Presidente: La Convención de los Derechos del Niño –CDN-, ley 23.849, con rango constitucional desde 1994, implica, para el estado argentino, el compromiso de respetar, garantizar y hacer efectivos los derechos en ella consagrados. Uno de los conceptos fundamentales por ella establecido es el “ superior del niño, niña y adolescente” –art. 3.1, de la Convención-, entendiéndose como la máxima satisfacción, integral y simultánea de los derechos y garantías reconocidos en la Constitución Nacional, los tratados internacionales de derechos humanos y las leyes vigentes, todos los que en el futuro pudieran reconocérseles. Para la determinación del “interés superior” se debe tener en cuenta: a) su condición de sujeto de derechos; b) el derecho de los niños, niñas y adolescentes a ser oídos y que su opinión sea tenida en cuenta; c) El respeto pleno al desarrollo personal de sus derechos en su medio social y cultural; d) Su edad, grado de madurez, capacidad de discernimiento y demás condiciones personales; e) El equilibrio entre derechos y garantías de los niños, niñas y adolescentes y el bien De lo señalado en el párrafo anterior se desprenden múltiples implicancias que alcanzan a nuestro decimonónico Código Civil, y que se encuentran en abierta contradicción con los tratados internacionales ratificados por nuestro país, y que han sido incluídos por los constituyentes dentro de nuestra carta magna. Específicamente, el artículo 264 ter de dicho código encontramos en su actual redacción la siguiente párrafo “El juez podrá, aún de oficio, requerir toda la información que considere necesaria, y oir al menor, si éste tuviere suficiente juicio, y las circunstancias lo aconsejaren.”. De esto se desprende que la escucha del niño, niña o adolescente es facultativa para el juez, quién a su vez valora las capacidades del niño o la niña, haciendo del acto de escucha o no, un acto totalmente subjetivo, y que, además, vulnera los derechos consagrados en la La Convención dispone que los estados parte deberán adaptar su legislación en orden a garantizar el goce y pleno ejercicio de los derechos por ella consagrados, de modo contrario, se estarán incumpliendo con sus enunciados. Los países adquieren responsabilidades externas e internas al ratificar las Convenciones y Tratados de Derechos Humanos. Nuestro proyecto pretende corregir una norma que sostiene paradigmas de la infancia que han sido, felizmente, superados. Por lo expuesto, solicitamos la aprobación del presente Proyecto. Mirian Curletti.-