evaluacin diagnstica historia y ciencias sociales

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COLEGIO INSTITUTO AMÉRICA
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA
NIVEL: CUARTO AÑO MEDIO
PROFESORA: VALESKA FUENTES HENRÍQUEZ
EL REALISMO ARISTOTÉLICO:
NOMBRE: _____________________________________________ CURSO: 4° ____ FECHA: __- __- 2013.
Aristóteles:
Tal vez el más importante de los filósofos griegos, nació en Estagira, colonia Griega, en el año 384 a.C. Fue
discípulo de Platón, en cuya escuela filosófica, la Academia permaneció veinte años. Luego fundó su propia
Escuela: el Liceo, donde se dedicaba con sus alumnos a la actividad filosófica. Se destacó en todas las áreas
del saber, aportando reflexiones que incluyeron grandemente en el pensamiento posterior. Escribió numerosas
obras de las cuales se han perdido principalmente las de divulgación, pero conservamos parte muy importante
de su pensamiento. Muere en la isla de Eubea el 322 a.C.
Clasificación cronológica de las obras de Aristóteles
1) Primer período
(368-348): la época de la permanencia en la Academia. Se caracteriza por la aceptación de la filosofía platónica
y pertenecen a él:
- "Eudemo" o "Sobre el alma" (un diálogo en el que se mantiene la teoría de las Ideas y la inmortalidad del
alma)
- "Protréptico" (carta en la que también se mantiene la teoría de las Ideas
2) Segundo período
(348-335): desde el abandono de la Academia hasta su retorno a Atenas. En este periodo Aristóteles comienza
a apartarse de la de las tesis predominantemente platónicas y comienza a elaborar su propio pensamiento, aun
considerándose todavía un "académico", al menos en su primera fase.
- "Sobre la filosofía" (crítica la teoría de las Ideas, al menos en su interpretación matemática que las identifica
con los números)
- "Ética a Eudemo" (se atribuye a sus años en Assos, ateniéndose aún a la concepción platónica de la virtud)
- "Del cielo" (Cosmología)
- "De la generación y la corrupción"
- Se atribuyen también a esta época algunos de los libros de la "Metafísica" (W. Jaeger) y de la "Política
3) Tercer período
(335-322): desde su retorno a Atenas, coincidiendo con su actividad en el Liceo. A este período pertenecen la
mayor parte de las obras conservadas, destacando claramente la orientación empirista y científica de su
pensamiento en contraposición a la filosofía de Platón. A pesar de la unidad con la que se nos han presentado
por los recopiladores posteriores, las obras de Aristóteles de este período, tal como las conocemos, son el
resultado de las lecciones impartidas en el Liceo, y fueron publicadas aisladamente como tales; sólo
posteriormente se las fue agrupando en tales obras, en un trabajo de composición quizá iniciado ya por
Aristóteles pero continuado, con seguridad, por sus discípulos en el Liceo. Podemos clasificarlas en cinco
grupos, ateniéndonos a las más significativas:
A) Lógica
- "Categorías" (Sobre los géneros supremos del ser y del decir)
- "Sobre la interpretación" (Sobre el enunciado y la proposición)
- "Primeros analíticos" (Los silogismos)
- "Analíticos posteriores" o "segundos" (La demostración científica)
- "Tópicos" (Los recursos silogísticos para solventar cualquier dificultad)
B) Metafísica
- Los libros "Metafísicos" Componen el tratado del ser en cuanto ser, es decir, la ontología aristotélica.
C) Obras científicas
- "Física" (Tratado sobre la naturaleza. Análisis del cambio)
- "Meteorológicos"
- "Historias de los animales" (Zoología: un conjunto de estudios a los que dedicó la mayor parte de su actividad
y que para algunos es su obra maestra)
- "Del movimiento de los animales"
- "De la generación de los animales"
- "Sobre el alma" (La psicología)
- "Parva naturalia" (conjunto de pequeños tratados sobre la percepción, la memoria, el sueño...)
D) Ética y política
- "Ética a Nicómaco" Obra que contiene la doctrina ética de Aristóteles.
- "Política". Exposición del pensamiento aristotélico sobre la organización social y política.
- "Constituciones" Análisis de numerosas constituciones de las polis de su época.
E) Estética
-"Retórica" (El arte de convencer)
-"Poética" (Sobre la creación artística, obra perdida en su mayor parte)
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NIVEL: CUARTO AÑO MEDIO
PROFESORA: VALESKA FUENTES HENRÍQUEZ
EN CUANTO AL PENSAMIENTO…
Aristóteles no acepta el planteamiento platónico respecto al ser y busca una explicación por otro camino, pues
según dice, es “amigo de Platón, pero más amigo de la verdad”.
Piensa Aristóteles que Platón, al intentar explicar este mundo sensible a través de las ideas, lo deja sin
explicación. El concepto de “participación” es muy ambiguo e insuficiente; además las ideas son demasiado
opuestas, en sus características, al mundo sensible para poder explicarlo. ¿Cómo vamos a explicar el ser de
hombre concreto con una idea de hombre que no cambia y que es exterior a este hombre singular?
La filosofía griega estaba entrampada en el concepto de ser de Parménides y en su identificación del ser con lo
inmutable, perfecto y eterno. Aristóteles elabora otra concepción en la cual son posibles distintas maneras de
ser: es diferente el ser amarillo de un plátano, que el ser del plátano. Pareciera que el ser del plátano fuera más
consistente, pues podemos entenderlo como una existencia independiente; en cambio la existencia del amarillo
la vemos en el plátano: parece existir y depender de la existencia del plátano.
Esta diferente concepción del ser que propone Aristóteles, se conoce como “analogía del ser” y el la expresa
diciendo que el “ser se entiende de diferentes maneras.”
Sustancia y accidentes:
Para comprender la concepción del ser que propone Aristóteles, es necesario conocer la distinción fundamental
entre sustancia y accidentes. Uno de los grandes aportes de la filosofía aristotélica es el de formular
distinciones en el orden del pensamiento que permiten clarificar conceptos de gran dificultad.
Frente al problema de la existencia simultanea de la permanencia y del cambio. Aristóteles sostiene que en
cada ser existe algo que cambia y algo que permanece idéntico a través de los cambios. Si así no fuera, cada
vez que cambiamos nos convertiríamos en un ser diferente. Sin embargo, la semilla de un álamo, por ejemplo, y
luego la varilla que va creciendo y más tarde el árbol, siguen siendo el mismo álamo, a pesar de sus cambios.
A aquello que permanece -y que le da su identidad al álamo- llama Aristóteles sustancia. Entiende
Aristóteles por sustancia, “lo que existe en sí”, el individuo, el que tiene su propia existencia. En el caso de
nuestro ejemplo anterior seria el álamo. Es lo que constituye la identidad de un ser determinado.
El accidente –en nuestro caso, el color, el tamaño- es lo que existe “en otro” y este otro es la sustancia. El
color existe en una sustancia determinada. Cuando la sustancia sufre cambios sin perder su propia identidad,
sin dejar de ser tal sustancia, cambia en sus accidentes, cambia de color, de tamaño, de relación con las otras
sustancias. Cuando ella cambia de identidad, cuando pasa a ser otra sustancia, cuando hay destrucción de una
sustancia y generación de otra, hablamos de un cambio sustancial. Por ejemplo, cuando una mesa se destruye
para convertirse en leña, entendemos que hay un cambio sustancial.
La ciencia del ser -llamada por Aristóteles Filosofía Primera- y actualmente denominada Metafísica u
Ontología, trata especialmente del ser de la sustancia, pues es ahí donde el ser se encuentra con mayor
plenitud. Las otras maneras de ser están siempre referidas, de uno u otro modo, a la sustancia. Aristóteles
pretende explicar el ser de la sustancia, del individuo de este mundo sensible, desde su composición interna, no
como lo hiciera Platón desde una realidad exterior a ella.
Materia y forma:
Todas las sustancias, en este mundo sensible, están compuestas de materia y forma.
Materia: Es aquello de lo que está hecho algo. Forma, lo que constituye en un ser determinado, lo que le da un
orden en esa materia y por lo cual esta adquiere su ser sustancial. Es más fácil ejemplificar con sustancias
hechas por el hombre- seres por arte, los llama Aristóteles-. El mismo nos da como ejemplo una estatua: la
materia de la estatua seria el bronce, aquello de que esta echa la estatua; pero a ese bronce se le ha impreso
una forma, se lo ha ordenado de una manera por la cual ha quedado constituido en esa estatua y no otra. La
forma tiene una cierta relación con la figura, pero no es lo mismo, pues la forma es algo que impregna
completamente a la materia, constituyéndola toda ella en estatua. Es lo que sucede también con una obra
musical, cuya materia es el sonido -de lo que ella está hecha- y que, gracias al advenimiento de una forma
determinada, llega a ser esa obra y no otra.
Pero si analizamos los elementos componentes de esta estatua, encontramos que la materia de ella ya es
una sustancia: el bronce es algo existente con su propia individualidad y a su vez, está compuesto por otros
elementos. Busca Aristóteles una materia que no tenga ninguna determinación, que sea el elemento primero
que une a la forma en los seres naturales, que no tenga ninguna forma, por lo cual no es nada, no es una
sustancia como el bronce, solo la podemos entender en forma lógica como elemento de la sustancia. A esta
materia la llama materia prima, la cual constituye el sustrato común a todas las sustancias. Y lo que informa a
esta materia, uniéndose a ella, constituyendo con ella una sustancia determinada es la forma sustancial. Ni la
materia prima ni la forma sustancial existente en nuestro mundo con existencia propia; ellas están siempre
unidas formando las sustancias.
Potencia y acto: Otras de las maneras en que se dice el ser, es la que da cuenta del movimiento o cambio.
Para explicarlo, Aristóteles introduce los conceptos de potencia y acto. El cambio o movimiento, dice, es el
paso de potencia a acto. Ya explico Aristóteles que los cambios pueden tener lugar mientras la sustancia
permanece. Pero ¿en qué consiste este cambio? ¿Qué es el movimiento?
Manifiesta Aristóteles que los seres están en acto y en potencia: Ese árbol esta en acto: es árbol. Pero esta
en potencia de ser leña, mueble, puerta… Un huevo es huevo en acto y está en potencia de ser gallina o tortilla.
Cuando un ser pasa de potencia a acto, efectúa un movimiento, sufre un cambio.
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Todo cambio o movimiento es el paso de potencia a acto. Cuando consideramos un ser en cuanto es, es
acto. Lo define Aristóteles como la perfección actualmente habida. El hombre es hombre en acto, el huevo es
huevo en acto, pero estos seres tienen posibilidad de cambio. Sin embargo, no tienen posibilidades de cualquier
cambio, hay algo en ellos que no es ser todavía, pero que es posibilidad de ser algo determinado. A esto llama
Aristóteles potencia. La potencia es entonces la posibilidad de ser. Por eso se dice que cronológicamente, es
decir, en el orden del tiempo la potencia esta antes que el acto (la semilla esta antes que el árbol). Pero
ontológicamente, en el orden del ser, el acto es primero: el determina las potencias del ser (un gato no está en
potencia de ser un monje).
La potencia tiene menos categoría de ser que el acto: es como intermedio entre algo que no es, pues no es
acto todavía, y algo que es, pues es una posibilidad de ser. No todos los seres en potencia llegan a ser los
respectivos seres en acto: el huevo puede ser comido por mí, y nunca llegar a ser pollo, pero él tuvo la
posibilidad.
Resumen:
Aristóteles aporta una nueva concepción del ser, pretendiendo explicar los seres del mundo sensible. El ser
puede manifestarse de distintas maneras (concepto de analogía). El ser más pleno es la sustancia, el
individuo, de la cual trata especialmente la metafísica. Pero la sustancia, a pesar de tener su propia
existencia, no existe sola, sino impregnada de otras maneras de ser, que son los accidentes. Estos existen en
ella y no por sí mismos. Sustancia y accidentes son las distintas formas o categorías del ser. Otras son:
materia y forma, como componentes de la sustancia; y potencia y acto, como principios explicativos del
movimiento o cambio.
Vocabulario:
Accidente: Lo que existe en otro.
Acto: Perfección actualmente habida.
Forma: La distribución de la materia que la hace constituirse en un ser determinado.
Forma Sustancial: Lo que ordena a la materia prima y le confiere identidad.
Materia: Aquello de que esta hecho algo.
Materia Prima: Sustrato común a todos los cuerpos, pura potencia.
Movimiento: Paso de potencia a acto.
Potencia: Posibilidad de ser algo.
Sustancia: Lo que existe en sí.
Actividades:
Responda las siguientes preguntas:
1. ¿Sería posible, según el pensamiento aristotélico, que un manzano empezara a dar ciruelas? ¿Que un
hombre tuviera un hijo caballo? ¿Por qué?
2. ¿Podríamos aplicar las Ideas platónicas, como antes, los conceptos aristotélicos de materia y forma,
sustancia y accidentes, potencia y acto? ¿Cuáles si y cuáles no? ¿Por qué?
3. El color de la raza de un ser humano ¿sería un accidente o parte de su sustancia?
4. Cuando decimos de Patricia que es persona y que es inteligente ¿tiene el término “es” el mismo valor?
AUTOEVALUACION:
Instrucciones:
1. Desarrolle los temas que se señalan a continuación, utilizando su texto y apuntes. Expláyese en los temas lo más que
pueda, procurando relacionar unas preguntas con otras.
a. Señale la presencia y ausencia de los pensamientos de Parménides y Heráclito, respecto al ser, en la Metafísica de
Platón y en la de Aristóteles.
b. Encuentre semejanzas y diferencias entre el primer principio -argé- del que hablan los filósofos jónicos, y el concepto de
materia prima aristotélico.
c. Identifique a cuales de los filósofos griegos estudiados correspondería cada uno de los pensamientos de los distintos
personajes que discuten sobre el cambio. Explique y fundamente su opinión.
Discusión:
Juan va a ver la casa en que vivió en su infancia y les comenta a sus amigos: “Llegue y ya no era de verdad la misma casa;
todo había cambiado en ella: ya no tenía el mismo tamaño, su estilo era distinto, las ventanas eran mucho más grandes, el
piso ya no era de madera, sino, alfombrado, los baños tenían cerámicas y antes eran pintados…”.
Pablo le contesta: “Eso no es así. La casa de verdad no ha cambiado; es la misma casa donde tú te criaste, yo podría
recorrerla perfectamente y sabría cuál es tu pieza, cual el living…”.
Luis manifiesta: “No sean tan extremistas: la casa es la misma, pero si ha cambiado. Juan tiene algo de razón: los pisos y
las ventanas han sido transformados; también ha cambiado el color de pintura, pero es la misma casa”.
“¡Qué raro! -dice Magdalena-. Es la misma casa y no es la misma casa ¿Cómo es esto posible? ¡Qué ganas de que
hubiera un mundo en que no existieran contradicciones, que lo que es, sea de verdad y para siempre!”
Criterios de Evaluación:
a. Encontrar al menos una presencia y una ausencia de Parménides y Heráclito en Aristóteles y Platón.
b. Reconocer una semejanza y una diferencia.
c. Identificar a cada personaje con el filósofo correspondiente: Platón, Aristóteles, Parménides y Heráclito.
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