el martirio de santa eulalia

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EL MARTIRIO DE SANTA EULALIA
del escultor Eduardo Barrón
NOVIEMBRE 2011
1. INTRODUCCIÓN
En 2011 se celebra el centenario del prematuro fallecimiento del escultor Eduardo Barrón González
(Moraleja del Vino, Zamora 1858 – Madrid 1911). Se trata de un artista que dejó un importante
legado escultórico y además estuvo ligado al Museo del Prado durante muchos años como
conservador de la colección de escultura, para el cual redactó y publicó el primer Catálogo de
Escultura del Prado en 1908.
A lo largo de todo el año se han realizado numerosos actos de reconocimiento al artista,
comenzando por la restauración del grupo escultórico Nerón y Séneca llevada a cabo por el Museo
Nacional del Prado y su exposición durante ocho meses en la rotonda de Ariadna del Museo.
Además, se han realizado diferentes muestras de su obra en la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando y en el Museo Provincial de Zamora, entre otras.
La Fundación IBERDROLA ha querido sumarse a este reconocimiento colaborando en la
restauración y limpieza del altorrelieve El Martirio de Santa Eulalia depositado en la Real Basílica de
San Francisco el Grande (Madrid). Ello ha sido posible porque la Fundación IBERDROLA tiene entre
sus objetivos principales favorecer la recuperación y la conservación del patrimonio históricoartístico, con el fin de contribuir a la creación de riqueza y al desarrollo del territorio, además de
apoyar decididamente a la promoción y difusión del arte.
2. “EL MARTIRIO DE SANTA EULALIA”
El altorrelieve fue realizado por Eduardo Barrón durante su estancia en Roma, entre 1885 y 1886.
Está actualmente situado en la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid siendo sus medidas de
312x 195cm.
La técnica empleada por Barrón en esta obra, logra imprimir a sus personajes una gran perfección y
fuerza. Destaca la expresividad y belleza del rostro de la santa, así como la imponente figura de
Daciano, de formas anatómicas perfectas, que representa, con su pose desafiante.
La obra, realizada en escayola con una terminación policromada de imitación a bronce, se
caracteriza por unas fuertes notas clasicistas, con cierta aspereza en el tratamiento de las formas,
claros volúmenes geométricos con cierto historicismo. Le imprime a la obra una gran simbología;
quería plasmar en ella los sentimientos de dolor que le producía el recuerdo de su hermana Eulalia:
Según cuenta su biografía, Barrón tenía apenas seis años, cuando murió su hermana pequeña a la
edad de tres años. Era compañera inseparable de sus primeros años de vida, y por tanto fue la
primera experiencia de tristeza y dolor para él.
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Eulalia significa “la que habla bien”, es una de las
santas más famosas de España y un nombre muy
enraizado entre la población zamorana.
La ubicación de la obra sobre la pared del rellano de
una escalera interior en desuso, sin acceso al público
ha hecho que el relieve “durmiera” en el olvido y
acumulara polvo y suciedad durante los últimos 100
años aunque su estado de conservación ha sido bueno,
presentando tan sólo desperfectos superficiales.
ALFAGÍA, Conservación de Bienes Culturales, S.L.U. ha sido la encargada de realizar las labores de
limpieza y restauración de la obra llevando a cabo las siguientes tareas:
a) Limpieza superficial inial de la obra de cara a la eliminación
de la densa capa de polvo y telas de araña.
b) Limpieza físico-química que permitió eliminar el estrato de
suciedad adherido a la superficie del relieve distorsionando su
policromía.
c) Estucado de lagunas y entonación cromática que permitió
recuperar las zonas perdidas de policromía.
De esta forma El Martirio de Santa Eulalia ha recuperado su tono broncíneo, respetando su
envejecimiento natural, propio de los materiales que constituyen este tipo tan específico de
policromado, luciendo ahora en todo su esplendor.
El 24 de noviembre de 2011, en un sencillo acto promovido por los familiares del escultor, la Obra
Pía de los Santos Lugares de Jerusalén (propietarios de la obra) y la Fundación IBERDROLA
(patrocinador de la restauración), tuvo lugar la presentación pública del relieve coincidiendo con el
aniversario del fallecimiento del autor.
Tras su restauración, El Martirio de Santa Eulalia ha sido incluido en el circuito turístico de la
Basílica San Francisco el Grande para disfrute de sus visitantes.
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3. EDUARDO BARRÓN GONZÁLEZ
Eduardo Barrón González, Moraleja del Vino (Zamora), 2.IV.1858 - Madrid, 23.XI.1911. Escultor.
Su vocación artística se manifestó desde niño, cuando tallaba con las cuchillas de zapatero de su
padre sobre la madera que cogía de los olivos. En 1877 se matriculó en la Escuela Especial de
Pintura, Escultura y Grabado. Durante sus años de estudiante trabajó para poder costearse los
estudios, en los talleres-estudio de los profesores Elías Martín y Francisco Bellver. Terminó la
carrera en agosto de 1881, con un brillante expediente académico. En ese mismo año obtuvo, por
oposición, el título de profesor de Dibujo otorgado por el Ministerio de Fomento.
La Diputación de Zamora le pensionó, durante dos años, para que pudiera estudiar en Roma (finales
de 1881). En esa ciudad realizó su primera obra de importancia, la estatua de Viriato, que una vez
terminada hizo fundir en bronce para enviarla a España y presentarla en la Exposición Nacional de
1883; fue premiada con medalla de plata. Esta estatua, desde finales de 1903, se encuentra en
Zamora en la antigua Plaza de la Hierba, actualmente Plaza de Viriato.
Ya de vuelta en España (principios de 1884), se presenta a las oposiciones a la Academia Española
de Bellas Artes de Roma, convocadas por el Estado, y sacó, de nueve opositores, el número uno con
una dotación anual de 3.000 liras. Durante los cuatro años que pasó en la Academia de Roma
realizó algunas de sus mejores obras: Adán después del pecado, correspondiente al ejercicio del
primer año; Santa Eulalia ante Daciano, gran relieve por el que logró mención honorífica,
correspondiente al ejercicio del segundo año, y, como ejercicio de los años tercero y cuarto, llevó a
cabo una de sus obras más queridas, Roncesvalles, calificada con mención honorífica. Una vez
concluidas sus obras en la Academia (1888), antes de regresar a España y por deseo expreso de
León XIII, los padres Capuchinos le encargaron la realización de la decoración de la capilla española
de la Basílica de Loreto. En ese grandioso santuario repleto de obras de los grandes artistas del
Renacimiento, Barrón realizó una colosal escultura sedente de San José con el Niño Dios en mármol
de Carrara.
De vuelta a España (1889) empezó a realizar la escultura y el monumento a Hernán Cortés, que se
inauguró en Medellín el 2 de diciembre de 1890. Con motivo del IV Centenario del Descubrimiento
de América se presentó al concurso, que ganó, para la realización del monumento a Colón en la
Plaza de Menores de Salamanca, inaurgurándose en septiembre de 1893.
En 1895, la Reina regente le nombra conservador-restaurador del Museo del Prado.
Eduardo Barrón se casó con María Casanova en 1898 y tuvo dos hijos: María Concepción y Eduardo
Vicente, el cual posteriormente llegó a ser su biógrafo.
En 1904 realiza el grupo Nerón y Séneca, que se puede considerar como una de sus grandes obras,
quizá en la que volcó todo su saber y la gran experiencia de su estancia en Italia. Lo presentó en la
exposición de 1904 y le concedieron la Medalla de Oro, siendo, a sus cuarenta y seis años, la
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culminación de su carrera. A finales de ese mismo año, el Ayuntamiento de Cádiz le encargó la
estatua de Castelar, que fue inaugurada en el mes de octubre de 1905.
El 6 de junio de 1910 fue elegido académico, medalla número 26, de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando, y entre sus múltiples condecoraciones y distinciones se pueden destacar,
entre otras: Caballero de la Orden de Carlos III; comendador de número de Isabel la Católica;
Caballero de la Orden de Santiago concedida por el rey de Portugal y académico correspondiente
de la Real de Bellas Arres y de la Hispano-Americana de Ciencias y Artes de Cádiz.
De Barrón se podría destacar que, a pesar de su inteligencia, su formación intelectual y su valía
artística, fue siempre un hombre del pueblo con un gran sentido de la austeridad, y que, como
decía el profesor Gaya Nuño, "jamás se rindió a las rizadas entelequias de su tiempo".
Información de detalle, tanto de su obra como de su vida, puede ser consultada en
http://eduardobarronescultor.blogspot.com/
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