Universidad Veracruzana Facultad de Historia HISTORIA DE ARTE EL ARTE ROMÁNTICO Maestro: Dr. Raúl Romero Ramírez Ideas Estéticas Romanticismo Sentido Esperanza de restauración de un nuevo orden Natural. Hermandad del hombre; La Revolución como movimiento romántico en acción; Creación de la República; la Gloria; la conciencia de lo sublime. Gusto Por el Mar; el escape o huida de la razón; Escape hacia el pasado grandilocuente de un Prometeo o un Caballero Medieval. (liberación) ; por la propaganda revolucionaria; por la locura y por el desastre (la sinrazón). Ideal Retorno a la Naturaleza exótica, no para dominarla sino para admirarla. (contemplación); Sencillez en el portarse; exploración y conquista; la antijerarquía; la anarquía; la libertad y la justicia. Valor Individualismo frente al estilo de vida sencillo y campirano (paisajismo). La Patria, la juventud; lo infinito; la amistad (fraternidad) ; el amor virtuoso y firme Pasión La fe en un mundo nuevo; Las emociones llevadas a la patria y al Nacionalismo. El amor a la naturaleza; la virtuosidad; los impulsos sensuales Sentimientos Profanación; blasfemia; destrucción; pánico colectivo; pesimismo; desafío; superioridad; desilusión; fragilidad. El Romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y el Clasicismo, con un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist en contra de la universalidad ilustrada. 1.- La conciencia del Yo como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la razón dieciochesca, dotada de capacidades variables e individuales como la fantasía y el sentimiento. 2.- La primacía del Genio creador de un Universo propio, el poeta como demiurgo. Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia nacionalista. 3.- El liberalismo frente al despotismo ilustrado. 4.- La originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones. 5.- La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas. 6.- La nostalgia de paraísos perdidos, tragedias, pérdidas invaluables, “miradas perdidas” o de ensoñación. (memoria del pintor y el espectador). 7.- La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada. El término romántico, surgido en Inglaterra y Francia en el siglo XVII para referirse a la novela roman, fue adaptado a principios del siglo XIX a las artes plásticas, en contraposición al neoclasicismo imperante como en Alemania, con la difusión de romantisch, en oposición a klassisch. La literatura y la pintura fueron los más importantes movimientos de este arte-estilo. La pintura romántica sucede a la pintura neoclásica de finales del XVIII, con unos nuevos gustos desarrollados por su hermandad con los movimientos sociales y políticos, que ganaron cuerpo tras la Revolución Francesa. El romanticismo en la pintura se extiende desde 1770 hasta 1870, prácticamente cien años, distinguiéndose tres periodos: 1) 1770-1820 o prerromanticismo. 2) 1815-1848 de apogeo. 3) 1850-1870 de tradición post-romántica. El primer período del romanticismo (1770-1820) o prerromanticismo se desarrolla en oposición al neoclasicismo proponiendo una belleza basada en el corazón, la pasión, lo irracional, lo imaginario, el desorden, la exaltación, el color, la pincelada libre y el culto a los misterios y dramatismo de la Antigüedad, la Edad Media y Contemporánea, así como un gusto por las mitologías de la Europa del Norte. El autor más representativo de esta primera etapa es el alemán Caspar David Friedrich; Dramatismo en El naufragio en un mar helado (1798) Caspar David Friedrich . Alemania. Entre otros autores están los ingleses Johann Heinrich Füssli, William Blake, Thomas Girtin; el francés Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson, y el español Francisco de Goya. Caspar David Friedrich es conocido por sus paisajes alegóricos de su periodo medio que muestra figuras contemplativas opuestas a cielos nocturnos, nieblas matinales, árboles estériles o ruinas góticas. Su interés primario como artista era la reflexión acerca de la naturaleza, por ello su trabajo es a menudo simbólico y anti-clásico, y a través de ellos intenta dar una respuesta subjetiva y emocional al mundo natural. El caminante sobre el mar de las nubes. Caspar David Friedrich, Alemania, 1811-1818. Friedrich vivió en una época en la que crecía la desilusión en toda la clase media europea dando lugar a una nueva apreciación de la espiritualidad. Abadía en el robledal, Caspar David Friedrich, Alemania,1809. Lo antiguo, misterioso y lejanamente añorado es lo que desea expresar esta obra; al mismo tiempo recuerda la “tenebrosidad” propia del barroco. Arco iris en un paisaje de montañas, Caspar David Friedrich, Alemania, 1810. Ejemplo del amor panteísta a la tierra propio del romanticismo alemán. Johann Heinrich Füssli (17411825) fue un dibujante, pintor, historiador del arte y escritor suizo, posteriormente establecido en Gran Bretaña. En las imágenes que plasma confluyen corrientes que provienen de las tradiciones clasicista y manierista con otras que son específicas de la pintura inglesa y nórdica, reflejando una concepción de lo sublime que se manifiesta en el arte pictórico y la literatura inglesas pre-románticas del siglo XVIII. Su apasionamiento, emocionalidad y subjetividad lo llevó hacia lo irracional y hacia lel simbolismo, estilo propio del romanticismo. Nachtmahr (Pesadilla nocturna), obra de Johann Heinrich Füssli, Inglaterra,1802. Lady Macbeth (De la obra de Shakespeare), Johann Heinrich Füssli, Inglaterra,1802. Macbeth es una tragedia acerca de la traición y la ambición de éste y su esposa al asesinar al rey escocés buscando adueñarse de la corona, Lady Macbeth tras sus actos empieza a sufrir remordimientos: sonámbula, intenta lavar manchas de sangre imaginarias de sus manos. The Temptation and Fall of Eve. William Blake. 1824-1827 William Blake, (1757-1827) fue un poeta, pintor y grabador inglés. Aunque permaneció en gran parte desconocido durante el transcurso de su vida, actualmente su trabajo cuenta con una alta consideración. En 1779, a los 21 años, Blake pasó a ser estudiante de la Royal Academy en Old Somerset House. Allí se rebeló contra lo que consideraba como el estilo inacabado de pintores de moda como Rubens, defendido por Joshua Reynolds, primer presidente de la escuela. Con el tiempo, Blake empezó a detestar la actitud de Reynolds sobre el arte, especialmente su búsqueda de «la verdad y la belleza general». En 1788, Blake comenzó a experimentar la técnica del aguafuerte (impresión iluminada), método usado para ilustrar la mayoría de sus libros de poemas. La pintura de Blake, basada en visiones fantásticas de rico simbolismo, tiene cierta influencia de Miguel Ángel. The Wood of the Self-Murderers: The Harpies and the Suicides. William Blake. 1824-1827. Este trabajo ilustra un pasaje del Infierno en el canto de la Divina Comedia de Dante Alighieri. Thomas Girtin (1775-1802) fue un pintor y grabador inglés, que tuvo un papel destacado en el establecimiento de la acuarela como una forma de arte valiosa. En su juventud fue amigo de Turner, con quien coloreó láminas en acuarela para ilustrar libros de viaje. Abadía de Jedburgh desde el río. Thomas Girtin. 1798-1799. Sus primeros paisajes son parecidos a las vistas topográficas del siglo XVIII, pero en años posteriores desarrolló un estilo romántico más marcado y espacioso, que tuvo una gran influencia en la pintura inglesa posterior. Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson (1767-1824), pintor francés, discípulo de David. Sus obras muestran su inclinación hacia el Clasicismo y la Ilustración, pero crea un estilo más propio, lo que preludia el romanticismo al añadir elementos de muerte, desolación, desamparo con cierto erotismo a sus pinturas, Sueño de Endimión Trioson. 1791. Francia. Louvre. Endimión era hijo de Etlio y Cálice, hija de Eolo, quien llevó a los eolios desde Tesalia hasta la Élide, donde desplazó a Clímeno, el cretense, proclamándose rey de Élide. Sus temas son sublimes y rememoran la dignidad humana ante los dioses o podersos autoritarios; también pinta a miembros de la familia napoleónica. El Coloso. Francisco de Goya, España 1812. El Coloso se relaciona con la literatura de exaltación patriótica a la que fue muy sensible la población que vivió la guerra contra la invasión napoleónica. El arte goyesco en todas sus facetas desarrolla un estilo que inaugura el romanticismo español y supone, asimismo, el comienzo de la pintura contemporánea, por lo que se considera precursor de las vanguardias pictóricas del siglo XX. El segundo periodo del romanticismo (18151848) o de apogeo se mantiene la belleza basada en los sentimientos y la pasión del arista, subrayándose un gusto por lo imaginario, y el culto a la Edad Media y a las mitologías de la Europa del Norte. Durante este segundo periodo, a los artistas les atrae el exotismo, sobre todo representaron escenas árabes y edificios islámicos dando lugar a una corriente pictórica particular: el orientalismo, que permanecerá todo el siglo XIX. Los pintores ya no viajaban sólo a Italia, como habían hecho hasta entonces, hasta abarcar otros lugares como Turquía, Marruecos, Argelia o España, que se puso de moda en toda Europa como prototipo de un exotismo cercano. Detalle de La libertad guiando al pueblo, Delacroix, 1830, Museo del Louvre. En parte, el orientalismo se debió a las campañas napoleónicas por Oriente, que permitieron descubrir un Mediterráneo de paisajes inéditos, con civilizaciones que resultaban misteriosas, como la árabe y judía. Entre los pintores más destacados Segundo Periodo Romántico están: del En España Francisco de Goya (1746-1828); Goya En Francia Pierre-Paul Prud'hon (1758-1823); Jean Auguste Dominique Ingres (1780-1867); Théodore Géricault (1791-1824); Eugène Delacroix (1798-1863); Théodore Chassériau (1819-1856); Paul Delaroche (1797-1856), Horace Vernet (1789-1863); Eugène Devéria (1805-1865), y demás orientalistas como Jean-Léon Gérôme y Alexander Roubtzoff. En Inglaterra John Constable (1776-1837), Joseph Mallord William Turner (1775-1851), John Crome (1768-1821) y David Roberts (1796-1864); Delacroix En los Estados Unidos Thomas Cole (18011848). Goya pintor español, se introduce en los círculos aristocráticos tras sus estudios en Italia, conjugando el Rococó de Tiépolo y el Neoclasicismo de Mengs para alcanzar el estilo apropiado para unos cuadros destinados a la decoración de las estancias reales, donde primaba el buen gusto y la observación de las costumbres españolas. La maja desnuda, obra de encargo de Manuel Godoy, formó con el tiempo pareja con el cuadro La maja vestida (1802-1805), pitada por contravenir aquellas costumbres. En ambas piezas no se trata de un desnudo mitológico (neoclasicista), sino de una mujer real, pero sin ser rococó, pues supone un enigmático y misterioso simbolismo de ensoñación. La Maja desnuda (1790-1800). Goya. Museo del Prado. El tres de mayo de 1808, Goya.1814. La obra de Francisco de Goya refleja el convulso periodo histórico en que vive, particularmente la Guerra de la Independencia española, sublimándola bajo la idea ilustrada de un pueblo que lucha por su autonomía y libertad; así lo reflejan la serie de estampas de Los desastres de la guerra que es casi un reportaje moderno de las atrocidades cometidas y componen una visión exenta de heroísmo donde las víctimas son siempre los individuos de cualquier clase y condición. Francisco de Goya creó una serie llamada Pinturas negras (1819-1823), una serie de catorce obras murales pintadas con la técnica de óleo al seco (sobre paredes recubiertas de yeso). Las creó como decoración de los muros de su casa, llamada la Quinta del Sordo. Detalle de La Romería en San Isidro. 1823. Goya. Del Prado. Dos viejos comiendo sopa. Goya. 1819-1823. Del Prado. En El aquelarre, Goya imprime una visión fantástica, simbólica, misteriosa, dramática y espeluznante. Los personajes principales (la mujer sentada en la silla y el Cabrón) tienen el rostro oculto. El macho cabrío (el demonio) dirige la palabra a la joven, que al parecer está siendo postulada a bruja. El resto de las figuras le miran y parecen prestar oídos a sus palabras, excepto la que aparece de espaldas en primer término, con mantilla de novicia, que mira a la joven. Todas las figuras tienen aspecto grotesco y sus rostros están fuertemente caricaturizados. El Aquelarre. Goya. 1819-1823. Museo del Prado. Goya se ve envuelto en su época y desea una patria que alimente de paz a su país. En mayo de 1823, las tropas del duque de Angulema toman Madrid con objeto de restaurar la monarquía absoluta de Fernando VII y se produce una inmediata represión en contra de los liberales que habían apoyado la Constitución de 1812. Goya temió los efectos de esta persecución y marchó a refugiarse con su amigo el canónigo, José Duaso y Latre. En 1824 Goya solicita al rey un permiso para convalecer en el balneario de Plombières que le fue concedido y a mediados de ese año viaja a Burdeos donde residiría hasta su muerte. La lechera de Burdeos, Goya. 1827. Museo del Prado. Jean Auguste Dominique Ingres, pintor francés que en sentido estricto, no es neoclásico ni académico, sino un ferviente defensor del dibujo que utiliza lo clásico, lo romántico y lo realista, pero puede referirse a él como un claro exponente del romanticismo en cuanto a sus temas, de “estilo trovador” (de añoranza), orientalista y misterioso (enigmático, mas no insinuante); por su parte su trazo abstracto y sus tintas planas de intenso colorido también lo hace un romántico. Ingresó en la Academia de Toulouse (1791) bajo Roques y el escultor Vigan. En 1796 en París estudió bajo la dirección de David, pero no encajaba en el ideal de belleza que se tenía. En 1801, ganó el primer Premio de Roma con Aquiles recibiendo a los embajadores de Agamenón, y en 1806 con la entronización de Napoleón inició un estilo que se alejó del neoclásico pues no partió de iniciativa del general, sino fue el artista el que imprimió por propia iniciativa su “versión” en los rasgos arcaicos, de cierto aire medieval, y rostro inexpresivo del Napoleón entronizado. Ingres. 1806. Francia. nuevo emperador. En 1806, Ingres se marchó a Roma, donde permaneció 18 años, y descubrió a Rafael y el Quattrocento italiano que marcarán definitivamente su estilo. Aquí, bajo la conciencia del Yo como entidad autónoma, pinta desnudos femeninos, entre los que cabe destacar La bañista; paisajes, dibujos, retratos, y sobre todo, las composiciones históricas o religiosas tratadas al modo de las mitologías históricas: Juana de Arco, La virgen de la hostia, Jesús entre los doctores, Cristo entregando a San Pedro las llaves del reino (1820) o Júpiter y Tetis (donde la nereida Tetis, atendiendo la demanda de su hijo Aquiles, suplica a Júpiter que haga vencer a los troyanos). Júpiter y Tetis Ingres. 1811. Museo Granet, Aix-en-Provence. Francia. Pero aunque está en el cenit de su arte, en Francia sus cuadros pintados en Italia reciben críticas y no gustan. La palabra odalisca, del turco odalik, designa a “mujer del harén”. Se retrata a la mujer vuelta de espaldas, pero girando la cabeza hacia el espectador, no de insinuación ni conciencia, sino de un enigmático y misterioso simbolismo de ensoñación. Está recostada voluptuosamente en un diván, con una pose que recuerda a Madame Récamier de David, de la que Ingres pintó los accesorios. Aunque este cuadro fue encargado por Carolina reina de Napóles, (hermana de Napoleón), como un pendant (cuadro que forma pareja con otro), la crítica no lo ve con buenos ojos pues se escapa a la estética neoclásica, es una mujer demasiado larga, de belleza individualizada, y se ajusta más al orientalismo como lo demuestran sus accesorios: el abanico, el turbante, la pipa y las telas. La Grande Odalisque. Ingres. 1814. En El manantial o La Fuente, Ingres en este óleo sobre lienzo, muestra a una mujer desnuda, que es una odalisca. La mujer no está grecolatinamente estilizada como en el neoclasicismo, aunque si bien proporcionada, sin embargo es “de carne y hueso”, lo que significa un gusto propio tanto del pintor como del espectador lo que la acerca más al individualismo romántico simbólico. Simboliza el nacimiento de los ríos, presenta un desnudo integral, que pese a la época no causó ningún escándalo. Presenta un rostro inexpresivo, con una mirada perdida, que mira al infinito. En su mano izquierda hay un jarrón de el que sale un chorro de agua, que se divide en cuatro al chocar contra su mano. En el agua que hay en el suelo se ven reflejados los pies de la mujer. La fuente, Ingres. 1856. Jean-Louis André Théodore Géricault, nacido en una familia acomodada de Ruan, Francia, estudió en los talleres de los pintores Carle Vernet y Pierre Guérin antes de inscribirse a la Escuela de Bellas Artes de París (1811). Tras fracasar en el concurso del gran Premio de Roma, decidió viajar a Italia por su cuenta (1816-17) y quedó muy impresionado con las pinturas de Miguel Ángel, Caravaggio y Rubens. A diferencia de los neoclásicos de su época, prefirió tratar temas de la vida cotidiana, elevándolos a la categoría de hechos heroicos donde se mostraba la desesperación y el sufrimiento de la gente. Realizó una serie de pinturas con modelos de locos o maníacos, tomando del natural a una serie de personas que eran tratadas en el asilo del psiquiatra Jean-Étienne Esquirol (1821-1824). La loca. Géricault. 1822-1828. Francia. Museo de Bellas Artes de Lyon. Por su independencia de estilo y carácter poco dócil, Géricault se mantuvo al margen de los grandes encargos oficiales, un género que sí sedujo a Delacroix. La balsa de la Medusa. Théodore Géricault, Francia, 1819, Museo del Louvre. Nótese como se resalta el claroscuro típicamente caravagista que dota a la escena de mayor dramatismo. Obra emblemática del romanticismo francés, en la que se expresa de forma vehemente un tema contemporáneo: representa una escena del naufragio de la fragata de la marina francesa Méduse, encallada frente a la costa de Mauritania el 2 de julio de 1816. Al menos 147 personas quedaron a la deriva en una balsa construida apresuradamente, y todas ellas, salvo 15, murieron durante los 13 días que se tardó en rescatarlos. Los supervivientes debieron soportar el hambre, la deshidratación, el canibalismo y la locura. En esta pintura se produce la exaltación de la guerra, particularmente entendida entre ejércitos, en pos de un gobierno justo y noble. Pero ocurre en el año en que la grandeza y los sueños, del ya emperador francés Bonaparte, estaban chocando con problemas en la campaña de Rusia. Géricault utiliza una técnica bastante nueva ya que se rompe la estructura clásica denotando mucho dramatismo. Pinta el caballo en diagonal hacia el fondo y muestra una indefinición del espacio pictórico que lo rodea y le da mucha importancia al color; todo ello simbólico. Oficial de cazadores a la carga, o “Oficial de la Guardia Real a caballo”. Théodore Géricault, Francia. 1812. Louvre. El oficial es fogoso, pero el caballo parece asustarse ante un atacante invisible, representando así las dudas de su tiempo, las ruinas del imperio, la conciencia de la muerte. Dante y Virgilio. Eugène Delacroix. 1822. Francia. Louvre. Ferdinand-Victor-Eugène Delacroix frecuenta los salones literarios franceses donde conoce a Stendhal, Mérimée, Victor Hugo, Alexandre Dumas, Baudelaire. Melómano apasionado, se relaciona con Paganini, Frédéric Chopin, Franz Liszt, Franz Schubert, entre otros; Delacroix prefiere la amistad de músicos, escritores (George Sand) y poetas a la de los pintores de su época. En 1822 Delacroix expone por primera vez Dante y Virgilio en los infiernos, una obra llena de fuerza, de una composición ambiciosa y colores muy trabajados; en ella la luz se desliza sobre las musculaturas hinchadas, un incendio consume una ciudad (en segundo plano), las capas ondean al viento. La fantasía, lo macabro y el erotismo se entremezclan. Delacroix expone en este cuadro la masacre de Quíos, un episodio de la guerra de independencia de los griegos contra los otomanos en 1824 donde ocurre una matanza de 20.000 habitantes de las islas griegas, y el sometimiento a la esclavitud de las mujeres y los niños supervivientes. La Matanza de Quíos. Delacroix, (1824). La Muerte de Sardanápalo. Eugène Delacroix. 1827 Francia Louvre. En esta obra Delacroix recuerda a Sardanápalo, es un rey legendario de Nínive en Asiria que se levanta contra del rey Asurbanipal y cuando Sardanápalo intuye la derrota inminente, decide suicidarse con todas sus mujeres y sus caballos e incendiar su palacio y la ciudad, para evitar que el enemigo se apropiase de sus bienes. Así, se ejemplifica el gusto romántico por lo exótico, la unión de erotismo, suicidio y muerte y la influencia de autores barrocos como Rubens; logra una escena tumultuosa en la que domina el color sobre el dibujo. Delacroix expone esta pintura altamente controversial, pues conmemora el levantamiento político en París en julio de 1830, cuando los parisinos tomaron las calles en rebelión contra el régimen tiránico y codicioso del Rey, Carlos X. La libertad guiando al pueblo. Delacroix. 1830. Francia. Museo del Louvre. El tema de la obra es una de las primeras composiciones políticas de la pintura moderna: la insurrección burguesa que, tuvo lugar los días 27, 28 y 29 de Julio de 1830, conocidas como las “Tres jornadas gloriosas”. Bosquejo para la caza de los leones. Eugène Delacroix 1854. Como Rubens o Turner, Delacroix se une a la pintura romántica con características de torbellino, nubladéz, humo o distorsión de la imagen por agentes naturales. Joseph Mallord William Turner es uno de los grandes maestros de la pintura paisajista británica en acuarela, por lo que es comúnmente llamado "el pintor de la luz" y su trabajo es considerado como un prefacio romántico al impresionismo. La mañana después del Diluvio, de Joseph Mallord William Turner. En La mañana después del Diluvio, de Turner, se muestra un torbellino sensual de colores y de luz en torno a una persona que no podría identificarse sin conocer el título. El incendio de las Cámaras de los Lores y de los Comunes. Joseph Mallord William Turner (1835). El temerario remolcado a dique seco. (1839). Joseph Mallord William Turner. Thomas Cole, de origen inglés, se trasladó a América y en 1823 comenzó a estudiar en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania (Filadelfia) y a pintar paisajes. Acueducto junto a Roma. 1832. Vista de Catskill 1837. Dos años después se trasladó a Catskill, en el estado de Nueva York, sobre el río Hudson. Pronto adquirió fama por sus paisajes de tono alegórico y romántico, que están considerados como las primeras pinturas paisajísticas importantes de su país. Debido a su fama, atrajo a un grupo de paisajistas estadounidenses que luego llegarían a ser conocidos como la Escuela del río Hudson. Escuela del río Hudson (Hudson River School) es la denominación posterior dada a un grupo de paisajistas estadounidense de mediados del siglo XIX (1825-1875), con una visión estética influida por el romanticismo. Tuvieron en común su admiración por lo grandioso y espectacular, la naturaleza salvaje y una importante dosis de orgullo patriótico ("pintamos el país más hermoso del mundo" parecía ser su lema). Comenzaron con vistas panorámicas del río Hudson y el valle de Catskill, extendiéndose luego a otras zonas como los Adirondack y las Montañas Blancas (que engendraron nuevas escuelas), llegando así hasta el Oeste de Estados Unidos con la Escuela de las Montañas Rocosas . Los iniciadores e impulsores de esta escuela fueron Thomas Cole, Asher Brown Durand y Thomas Doughty, quienes como Thomas Moran y Albert Bierstadt habían estudiado en Europa y tomado contacto con el estilo y la ideología de la escuela pictórica de Düsseldorf. El tercer periodo del romanticismo 1850-1870 o de tradición postromántica se debilitó el estilo ante el Realismo. Solo quedaron algunos pintores como el belga Antoine Wiertz (1806-1885) y el simbolista suizo Arnold Böcklin (1827–1901), cuya obra evoca el misterio; otro más es el alemán Anselm Feurbach (1829-1880) y los españoles Mariano Fortuny (18381874) y la última forma pictórica de Eugenio Lucas Velázquez (1817-1870). La pintura monumental del belga Antoine Wiertz se mueve entre el academicismo clásico y un lúdico romanticismo, entre lo grandioso y lo ridículo y su lenguaje pictórico anuncia el simbolismo y una cierta clase de surrealismo, dos corrientes que serían muy fuertes en la pintura belga. Deux jeunes filles o La Belle Rosine. Antoine Wiertz, 1847. Autoretrato. Arnold Böcklin Arnold Böcklin fue un pintor suizo post-romántico que también puede ser encuadrado entre los pioneros del movimiento artístico del simbolismo, de gran influencia en el posterior movimiento surrealista. La muerte le recuerda al pintor no olvidarse de ella. Böcklin es conocido sobre todo por sus cinco versiones de La isla de los muertos, que en parte evoca al Cementerio inglés de Florencia, cerca de su estudio y donde había enterrado a su hija pequeña María. La isla de los muertos Arnold Böcklin Suiza. Anselm Feurbach representa dentro del romanticismo alemán, el acercamiento a la literatura y la mitología de forma sugestiva y atrayente. Su helenismo le hizo crear cuadros tan impresionantes como "Ifigenia“ (hija de Agamenón) del cual su paisano y amigo el compositor Brahms estaba completamente hechizado (y de quien adoptó la estética de la grandeza y el sentido de lo dramático), mostrando la influencia clasicista y realista de varios autores, particularmente de realismo de Courbet. Iphigenia en Táuride. Anselm Feurbach Alemania. 1862. basado en Ifigenia en Táuride (Eurípides). Amazonas, Anselm Feurbach. Alemania. Anselm Feurbach representa en esa obra la nostalgia de los paraísos perdidos frente al poder europeo, criticado por él de manera que observa la tragedia que ello conlleva. Ninfa. Anselm Feurbach. Alemania. En esta obra se muestra a una ninfa muerta, olvidada por la época. Es la nostalgia de la historia de episodios nórdicos y teutónicos que los hermanos Grim han de recordar para no olvidar al bosque, a las epopeyas y tradiciones en cuentos, historias y leyendas. Tragedia de quienes se enamoraron rotundamente de ella al verla y desean la muerte al verla así. Marsal Desnudo del siglo XIX. Mariano Fortuny España. En 1868 Mariano Fortuny se instala en Granada, donde pintará diversas obras atraído por el exotismo de España y el mundo musulmán del cual serán atraídos algunos de sus amigos de París. Aquí esta española tal odalisca, sufre por las consecuencias de los enfrentamientos entre cristianos y moros (musulmanes), tal como sucede con la persecución de los españoles hacia judíos y “egipcianos” (gitanos). A pesar de su muerte a los 36 años, su estilo y su obra le definen como un auténtico genio que marcó indeleblemente a toda una generación de pintores europeos, y que pudo revolucionar la pintura española de haber seguido vivo. Eugenio Lucas Velázquez (1817-1870), nació en una época donde se desarrollarían procesos trágicos como el fin del reinado de Carlos IV, la guerra contra el ejército invasor francés, la primera Constitución de España, de carácter liberal y anticlerical y que traerá una ruptura con el régimen absolutista de la monarquía. El Segundo día de 1808. Eugenio Lucas Velásquez. España. El fusilamiento. Eugenio Lucas Velásquez. 1869. España. La temática de Lucas Velázquez es amplia, tratando escenas paisajísticas, retratos, caricaturas, desnudos, miniaturas, escenas de género y costumbres, sátira, bodegones, floreros, paisajes, escenas de iglesia, de brujería e inquisitorias. Condenados por la Inquisición. Eugenio Lucas Velásquez. 1860. España.