19_Arte Romántico - Universidad Veracruzana

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Universidad Veracruzana
Facultad de Historia
HISTORIA DE ARTE
EL ARTE ROMÁNTICO
Maestro: Dr. Raúl Romero Ramírez
Ideas Estéticas
Romanticismo
Sentido
Esperanza de restauración de un nuevo orden Natural. Hermandad del hombre;
La Revolución como movimiento romántico en acción;
Creación de la República; la Gloria; la conciencia de lo sublime.
Gusto
Por el Mar; el escape o huida de la razón; Escape hacia el pasado
grandilocuente de un Prometeo o un Caballero Medieval. (liberación) ;
por la propaganda revolucionaria; por la locura y por el desastre (la sinrazón).
Ideal
Retorno a la Naturaleza exótica, no para dominarla sino para admirarla.
(contemplación); Sencillez en el portarse; exploración y conquista; la antijerarquía; la anarquía; la libertad y la justicia.
Valor
Individualismo frente al estilo de vida sencillo y campirano (paisajismo).
La Patria, la juventud; lo infinito; la amistad (fraternidad) ; el amor virtuoso y
firme
Pasión
La fe en un mundo nuevo; Las emociones llevadas a la patria y al
Nacionalismo. El amor a la naturaleza; la virtuosidad; los impulsos sensuales
Sentimientos
Profanación; blasfemia; destrucción; pánico colectivo; pesimismo; desafío;
superioridad; desilusión; fragilidad.
El Romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y
el Clasicismo, con un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo
absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist en contra de la
universalidad ilustrada.
1.- La conciencia del Yo como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la
razón dieciochesca, dotada de capacidades variables e individuales como la fantasía
y el sentimiento.
2.- La primacía del Genio creador de un Universo propio, el poeta como demiurgo.
Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia
nacionalista.
3.- El liberalismo frente al despotismo ilustrado.
4.- La originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones.
5.- La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas.
6.- La nostalgia de paraísos perdidos, tragedias, pérdidas invaluables, “miradas
perdidas” o de ensoñación. (memoria del pintor y el espectador).
7.- La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y
cerrada.
El término romántico, surgido en Inglaterra y Francia en el siglo XVII para referirse
a la novela roman, fue adaptado a principios del siglo XIX a las artes plásticas,
en contraposición al neoclasicismo imperante como en Alemania, con la
difusión de romantisch, en oposición a klassisch. La literatura y la pintura
fueron los más importantes movimientos de este arte-estilo.
La pintura romántica sucede a la pintura neoclásica de finales del XVIII, con
unos nuevos gustos desarrollados por su hermandad con los movimientos
sociales y políticos, que ganaron cuerpo tras la Revolución Francesa.
El romanticismo en la pintura se extiende desde 1770 hasta 1870, prácticamente
cien años, distinguiéndose tres periodos:
1) 1770-1820 o prerromanticismo.
2) 1815-1848 de apogeo.
3) 1850-1870 de tradición post-romántica.
El primer período del
romanticismo (1770-1820) o
prerromanticismo se desarrolla en
oposición al neoclasicismo
proponiendo una belleza basada en
el corazón, la pasión, lo irracional,
lo imaginario, el desorden, la
exaltación, el color, la pincelada
libre y el culto a los misterios y
dramatismo de la Antigüedad, la
Edad Media y Contemporánea, así
como un gusto por las mitologías de
la Europa del Norte.
El autor más representativo de esta
primera etapa es el alemán Caspar
David Friedrich;
Dramatismo en El naufragio en un mar helado
(1798) Caspar David Friedrich . Alemania.
Entre otros autores están los
ingleses Johann Heinrich Füssli,
William Blake, Thomas Girtin; el
francés Anne-Louis Girodet de
Roussy-Trioson, y el español
Francisco de Goya.
Caspar David Friedrich es
conocido por sus paisajes
alegóricos de su periodo
medio que muestra figuras
contemplativas opuestas a
cielos nocturnos, nieblas
matinales, árboles estériles o
ruinas góticas.
Su interés primario como
artista era la reflexión acerca
de la naturaleza, por ello su
trabajo es a menudo simbólico
y anti-clásico, y a través de
ellos intenta dar una
respuesta subjetiva y
emocional al mundo natural.
El caminante sobre el mar de las nubes.
Caspar David Friedrich, Alemania, 1811-1818.
Friedrich vivió en una época
en la que crecía la desilusión
en toda la clase media
europea dando lugar a una
nueva apreciación de la
espiritualidad.
Abadía en el robledal, Caspar David Friedrich, Alemania,1809.
Lo antiguo, misterioso y lejanamente añorado es lo que desea expresar esta
obra; al mismo tiempo recuerda la “tenebrosidad” propia del barroco.
Arco iris en un paisaje de montañas, Caspar David Friedrich, Alemania, 1810.
Ejemplo del amor panteísta a la tierra propio del romanticismo alemán.
Johann Heinrich Füssli (17411825) fue un dibujante, pintor,
historiador del arte y escritor
suizo, posteriormente establecido
en Gran Bretaña.
En las imágenes que plasma
confluyen corrientes que
provienen de las tradiciones
clasicista y manierista con otras
que son específicas de la pintura
inglesa y nórdica, reflejando una
concepción de lo sublime que se
manifiesta en el arte pictórico y la
literatura inglesas pre-románticas
del siglo XVIII.
Su apasionamiento,
emocionalidad y subjetividad lo
llevó hacia lo irracional y hacia lel
simbolismo, estilo propio del
romanticismo.
Nachtmahr (Pesadilla nocturna), obra de
Johann Heinrich Füssli, Inglaterra,1802.
Lady Macbeth (De la obra de Shakespeare), Johann Heinrich Füssli,
Inglaterra,1802. Macbeth es una tragedia acerca de la traición y la ambición de éste y
su esposa al asesinar al rey escocés buscando adueñarse de la corona, Lady Macbeth
tras sus actos empieza a sufrir remordimientos: sonámbula, intenta lavar manchas de
sangre imaginarias de sus manos.
The Temptation and Fall of Eve.
William Blake. 1824-1827
William Blake, (1757-1827) fue un
poeta, pintor y grabador inglés. Aunque
permaneció en gran parte desconocido
durante el transcurso de su vida,
actualmente su trabajo cuenta con una
alta consideración.
En 1779, a los 21 años, Blake pasó a
ser estudiante de la Royal Academy en
Old Somerset House. Allí se rebeló
contra lo que consideraba como el
estilo inacabado de pintores de moda
como Rubens, defendido por Joshua
Reynolds, primer presidente de la
escuela.
Con el tiempo, Blake empezó a
detestar la actitud de Reynolds sobre
el arte, especialmente su búsqueda de
«la verdad y la belleza general».
En 1788, Blake comenzó a
experimentar la técnica del aguafuerte
(impresión iluminada), método usado
para ilustrar la mayoría de sus libros de
poemas.
La pintura de Blake, basada en
visiones fantásticas de rico simbolismo,
tiene cierta influencia de Miguel Ángel.
The Wood of the Self-Murderers: The Harpies and the Suicides.
William Blake. 1824-1827. Este trabajo ilustra un pasaje del Infierno en
el canto de la Divina Comedia de Dante Alighieri.
Thomas Girtin (1775-1802) fue un pintor y
grabador inglés, que tuvo
un papel destacado en el
establecimiento de la
acuarela como una forma
de arte valiosa.
En su juventud fue amigo
de Turner, con quien
coloreó láminas en
acuarela para ilustrar
libros de viaje.
Abadía de Jedburgh desde el río. Thomas Girtin.
1798-1799.
Sus primeros paisajes
son parecidos a las vistas
topográficas del siglo
XVIII, pero en años
posteriores desarrolló un
estilo romántico más
marcado y espacioso,
que tuvo una gran
influencia en la pintura
inglesa posterior.
Anne-Louis Girodet
de Roussy-Trioson
(1767-1824), pintor
francés, discípulo de
David.
Sus obras muestran su
inclinación hacia el
Clasicismo y la
Ilustración, pero crea
un estilo más propio, lo
que preludia el
romanticismo al añadir
elementos de muerte,
desolación, desamparo
con cierto erotismo a
sus pinturas,
Sueño de Endimión Trioson. 1791. Francia. Louvre.
Endimión era hijo de Etlio y Cálice, hija de Eolo, quien llevó a los
eolios desde Tesalia hasta la Élide, donde desplazó a Clímeno, el
cretense, proclamándose rey de Élide.
Sus temas son
sublimes y rememoran
la dignidad humana
ante los dioses o
podersos autoritarios;
también pinta a
miembros de la familia
napoleónica.
El Coloso.
Francisco de Goya,
España 1812.
El Coloso se relaciona
con la literatura de
exaltación patriótica a la
que fue muy sensible la
población que vivió la
guerra contra la invasión
napoleónica.
El arte goyesco en todas
sus facetas desarrolla un
estilo que inaugura el
romanticismo español y
supone, asimismo, el
comienzo de la pintura
contemporánea, por lo
que se considera
precursor de las
vanguardias pictóricas
del siglo XX.
El segundo periodo del romanticismo (18151848) o de apogeo se mantiene la belleza
basada en los sentimientos y la pasión del arista,
subrayándose un gusto por lo imaginario, y el
culto a la Edad Media y a las mitologías de la
Europa del Norte.
Durante este segundo periodo, a los artistas les
atrae el exotismo, sobre todo representaron
escenas árabes y edificios islámicos dando lugar
a una corriente pictórica particular: el
orientalismo, que permanecerá todo el siglo XIX.
Los pintores ya no viajaban sólo a Italia, como
habían hecho hasta entonces, hasta abarcar
otros lugares como Turquía, Marruecos, Argelia o
España, que se puso de moda en toda Europa
como prototipo de un exotismo cercano.
Detalle de La libertad guiando al pueblo,
Delacroix, 1830, Museo del Louvre.
En parte, el orientalismo se debió a las
campañas napoleónicas por Oriente, que
permitieron descubrir un Mediterráneo de
paisajes inéditos, con civilizaciones que
resultaban misteriosas, como la árabe y judía.
Entre los pintores más destacados
Segundo Periodo Romántico están:
del
En España Francisco de Goya (1746-1828);
Goya
En Francia Pierre-Paul Prud'hon (1758-1823);
Jean Auguste Dominique Ingres (1780-1867);
Théodore Géricault (1791-1824); Eugène
Delacroix (1798-1863); Théodore Chassériau
(1819-1856); Paul Delaroche (1797-1856),
Horace Vernet (1789-1863); Eugène Devéria
(1805-1865), y demás orientalistas como
Jean-Léon Gérôme y Alexander Roubtzoff.
En Inglaterra John Constable (1776-1837),
Joseph Mallord William Turner (1775-1851),
John Crome (1768-1821) y David Roberts
(1796-1864);
Delacroix
En los Estados Unidos Thomas Cole (18011848).
Goya pintor español, se introduce en los círculos aristocráticos tras sus estudios en Italia,
conjugando el Rococó de Tiépolo y el Neoclasicismo de Mengs para alcanzar el estilo
apropiado para unos cuadros destinados a la decoración de las estancias reales, donde
primaba el buen gusto y la observación de las costumbres españolas. La maja desnuda,
obra de encargo de Manuel Godoy, formó con el tiempo pareja con el cuadro La maja
vestida (1802-1805), pitada por contravenir aquellas costumbres. En ambas piezas no se
trata de un desnudo mitológico (neoclasicista), sino de una mujer real, pero sin ser rococó,
pues supone un enigmático y misterioso simbolismo de ensoñación.
La Maja desnuda (1790-1800). Goya. Museo del Prado.
El tres de mayo de 1808, Goya.1814.
La obra de Francisco
de Goya refleja el
convulso
periodo
histórico en que vive,
particularmente
la
Guerra
de
la
Independencia
española,
sublimándola bajo la
idea ilustrada de un
pueblo que lucha por
su
autonomía
y
libertad; así lo reflejan
la serie de estampas
de Los desastres de
la guerra que es casi
un reportaje moderno
de las atrocidades
cometidas
y
componen una visión
exenta de heroísmo
donde las víctimas son
siempre los individuos
de cualquier clase y
condición.
Francisco de Goya creó una serie
llamada Pinturas negras (1819-1823),
una serie de catorce obras murales
pintadas con la técnica de óleo al seco
(sobre paredes recubiertas de yeso).
Las creó como decoración de los muros
de su casa, llamada la Quinta del Sordo.
Detalle de
La Romería en San Isidro. 1823.
Goya. Del Prado.
Dos viejos comiendo sopa. Goya.
1819-1823. Del Prado.
En El aquelarre, Goya imprime una visión fantástica, simbólica, misteriosa,
dramática y espeluznante. Los personajes principales (la mujer sentada en la silla
y el Cabrón) tienen el rostro oculto. El macho cabrío (el demonio) dirige la palabra
a la joven, que al parecer está siendo postulada a bruja. El resto de las figuras le
miran y parecen prestar oídos a sus palabras, excepto la que aparece de espaldas
en primer término, con mantilla de novicia, que mira a la joven. Todas las figuras
tienen aspecto grotesco y sus rostros están fuertemente caricaturizados.
El Aquelarre. Goya. 1819-1823. Museo del Prado.
Goya se ve envuelto en su época y
desea una patria que alimente de
paz a su país.
En mayo de 1823, las tropas del
duque de Angulema toman Madrid
con objeto de restaurar la
monarquía absoluta de Fernando
VII y se produce una inmediata
represión en contra de los liberales
que habían apoyado la
Constitución de 1812. Goya temió
los efectos de esta persecución y
marchó a refugiarse con su amigo
el canónigo, José Duaso y Latre.
En 1824 Goya solicita al rey un
permiso para convalecer en el
balneario de Plombières que le fue
concedido y a mediados de ese
año viaja a Burdeos donde residiría
hasta su muerte.
La lechera de Burdeos, Goya. 1827. Museo del Prado.
Jean Auguste Dominique Ingres, pintor francés
que en sentido estricto, no es neoclásico ni
académico, sino un ferviente defensor del dibujo
que utiliza lo clásico, lo romántico y lo realista,
pero puede referirse a él como un claro exponente
del romanticismo en cuanto a sus temas, de
“estilo trovador” (de añoranza), orientalista y
misterioso (enigmático, mas no insinuante); por su
parte su trazo abstracto y sus tintas planas de
intenso colorido también lo hace un romántico.
Ingresó en la Academia de Toulouse (1791) bajo
Roques y el escultor Vigan. En 1796 en París
estudió bajo la dirección de David, pero no
encajaba en el ideal de belleza que se tenía.
En 1801, ganó el primer Premio de Roma con
Aquiles recibiendo a los embajadores de
Agamenón, y en 1806 con la entronización de
Napoleón inició un estilo que se alejó del
neoclásico pues no partió de iniciativa del general,
sino fue el artista el que imprimió por propia
iniciativa su “versión” en los rasgos arcaicos, de
cierto aire medieval, y rostro inexpresivo del
Napoleón entronizado. Ingres. 1806. Francia. nuevo emperador.
En 1806, Ingres se marchó a Roma,
donde permaneció 18 años, y
descubrió a Rafael y el Quattrocento
italiano que marcarán definitivamente
su estilo.
Aquí, bajo la conciencia del Yo como
entidad autónoma, pinta desnudos
femeninos, entre los que cabe
destacar La bañista; paisajes,
dibujos, retratos, y sobre todo, las
composiciones históricas o religiosas
tratadas al modo de las mitologías
históricas: Juana de Arco, La virgen
de la hostia, Jesús entre los
doctores, Cristo entregando a San
Pedro las llaves del reino (1820) o
Júpiter y Tetis (donde la nereida
Tetis, atendiendo la demanda de su
hijo Aquiles, suplica a Júpiter que
haga vencer a los troyanos).
Júpiter y Tetis Ingres. 1811. Museo
Granet, Aix-en-Provence. Francia.
Pero aunque está en el cenit de su
arte, en Francia sus cuadros pintados
en Italia reciben críticas y no gustan.
La palabra odalisca, del turco odalik, designa a “mujer del harén”. Se retrata a la mujer
vuelta de espaldas, pero girando la cabeza hacia el espectador, no de insinuación ni
conciencia, sino de un enigmático y misterioso simbolismo de ensoñación. Está recostada
voluptuosamente en un diván, con una pose que recuerda a Madame Récamier de David,
de la que Ingres pintó los accesorios.
Aunque este cuadro fue encargado por Carolina reina de Napóles, (hermana de Napoleón),
como un pendant (cuadro que forma pareja con otro), la crítica no lo ve con buenos ojos
pues se escapa a la estética neoclásica, es una mujer demasiado larga, de belleza
individualizada, y se ajusta más al orientalismo como lo demuestran sus accesorios: el
abanico, el turbante, la pipa y las telas.
La Grande Odalisque. Ingres. 1814.
En El manantial o La Fuente, Ingres en este
óleo sobre lienzo, muestra a una mujer
desnuda, que es una odalisca.
La mujer no está grecolatinamente estilizada
como en el neoclasicismo, aunque si bien
proporcionada, sin embargo es “de carne y
hueso”, lo que significa un gusto propio tanto del
pintor como del espectador lo que la acerca más
al individualismo romántico simbólico.
Simboliza el nacimiento de los ríos, presenta un
desnudo integral, que pese a la época no causó
ningún escándalo. Presenta un rostro
inexpresivo, con una mirada perdida, que mira
al infinito. En su mano izquierda hay un jarrón
de el que sale un chorro de agua, que se divide
en cuatro al chocar contra su mano. En el agua
que hay en el suelo se ven reflejados los pies de
la mujer.
La fuente, Ingres. 1856.
Jean-Louis André Théodore Géricault,
nacido en una familia acomodada de Ruan,
Francia, estudió en los talleres de los
pintores Carle Vernet y Pierre Guérin antes
de inscribirse a la Escuela de Bellas Artes
de París (1811).
Tras fracasar en el concurso del gran
Premio de Roma, decidió viajar a Italia por
su cuenta (1816-17) y quedó muy
impresionado con las pinturas de Miguel
Ángel, Caravaggio y Rubens.
A diferencia de los neoclásicos de su época,
prefirió tratar temas de la vida cotidiana,
elevándolos a la categoría de hechos
heroicos donde se mostraba la
desesperación y el sufrimiento de la gente.
Realizó una serie de pinturas con modelos
de locos o maníacos, tomando del natural a
una serie de personas que eran tratadas en
el asilo del psiquiatra Jean-Étienne Esquirol
(1821-1824).
La loca. Géricault. 1822-1828. Francia. Museo de
Bellas Artes de Lyon.
Por su independencia de estilo y carácter
poco dócil, Géricault se mantuvo al margen
de los grandes encargos oficiales, un
género que sí sedujo a Delacroix.
La balsa de la Medusa. Théodore Géricault, Francia, 1819, Museo del Louvre. Nótese como se
resalta el claroscuro típicamente caravagista que dota a la escena de mayor dramatismo.
Obra emblemática del romanticismo francés, en la que se expresa de forma vehemente un tema
contemporáneo: representa una escena del naufragio de la fragata de la marina francesa Méduse,
encallada frente a la costa de Mauritania el 2 de julio de 1816. Al menos 147 personas quedaron a la
deriva en una balsa construida apresuradamente, y todas ellas, salvo 15, murieron durante los 13 días
que se tardó en rescatarlos. Los supervivientes debieron soportar el hambre, la deshidratación, el
canibalismo y la locura.
En esta pintura se produce la
exaltación de la guerra,
particularmente entendida entre
ejércitos, en pos de un gobierno
justo y noble. Pero ocurre en el año
en que la grandeza y los sueños, del
ya emperador francés Bonaparte,
estaban chocando con problemas en
la campaña de Rusia.
Géricault utiliza una técnica bastante
nueva ya que se rompe la estructura
clásica denotando mucho
dramatismo. Pinta el caballo en
diagonal hacia el fondo y muestra
una indefinición del espacio pictórico
que lo rodea y le da mucha
importancia al color; todo ello
simbólico.
Oficial de cazadores a la carga, o “Oficial de la
Guardia Real a caballo”. Théodore Géricault,
Francia. 1812. Louvre.
El oficial es fogoso, pero el caballo
parece asustarse ante un atacante
invisible, representando así las
dudas de su tiempo, las ruinas del
imperio, la conciencia de la muerte.
Dante y Virgilio. Eugène Delacroix. 1822. Francia. Louvre.
Ferdinand-Victor-Eugène
Delacroix frecuenta los salones
literarios franceses donde conoce
a Stendhal, Mérimée, Victor
Hugo, Alexandre Dumas,
Baudelaire.
Melómano apasionado, se
relaciona con Paganini, Frédéric
Chopin, Franz Liszt, Franz
Schubert, entre otros; Delacroix
prefiere la amistad de músicos,
escritores (George Sand) y
poetas a la de los pintores de su
época.
En 1822 Delacroix expone por
primera vez Dante y Virgilio en
los infiernos, una obra llena de
fuerza, de una composición
ambiciosa y colores muy
trabajados; en ella la luz se
desliza sobre las musculaturas
hinchadas, un incendio consume
una ciudad (en segundo plano),
las capas ondean al viento.
La fantasía, lo macabro y el
erotismo se entremezclan.
Delacroix expone en este
cuadro la masacre de
Quíos, un episodio de la
guerra de independencia
de los griegos contra los
otomanos en 1824 donde
ocurre una matanza de
20.000 habitantes de las
islas griegas, y el
sometimiento a la
esclavitud de las mujeres
y los niños supervivientes.
La Matanza de Quíos. Delacroix,
(1824).
La Muerte de Sardanápalo. Eugène Delacroix. 1827 Francia Louvre.
En esta obra Delacroix
recuerda a Sardanápalo,
es un rey legendario de
Nínive en Asiria que se
levanta contra del rey
Asurbanipal y cuando
Sardanápalo intuye la
derrota inminente, decide
suicidarse con todas sus
mujeres y sus caballos e
incendiar su palacio y la
ciudad, para evitar que el
enemigo se apropiase de
sus bienes. Así, se
ejemplifica el gusto
romántico por lo exótico,
la unión de erotismo,
suicidio y muerte y la
influencia de autores
barrocos como Rubens;
logra una escena
tumultuosa en la que
domina el color sobre el
dibujo.
Delacroix expone
esta pintura
altamente
controversial, pues
conmemora el
levantamiento
político en París en
julio de 1830, cuando
los parisinos tomaron
las calles en rebelión
contra el régimen
tiránico y codicioso
del Rey, Carlos X.
La libertad guiando al pueblo. Delacroix. 1830.
Francia. Museo del Louvre.
El tema de la obra es
una de las primeras
composiciones
políticas de la pintura
moderna: la
insurrección
burguesa que, tuvo
lugar los días 27, 28
y 29 de Julio de
1830, conocidas
como las “Tres
jornadas gloriosas”.
Bosquejo para la caza de los leones. Eugène Delacroix 1854.
Como Rubens o Turner, Delacroix se une a la pintura romántica con características
de torbellino, nubladéz, humo o distorsión de la imagen por agentes naturales.
Joseph Mallord
William Turner es
uno de los grandes
maestros de la
pintura paisajista
británica en acuarela,
por lo que es
comúnmente llamado
"el pintor de la luz" y
su trabajo es
considerado como un
prefacio romántico al
impresionismo.
La mañana después del Diluvio,
de Joseph Mallord William Turner.
En La mañana
después del Diluvio,
de Turner, se
muestra un torbellino
sensual de colores y
de luz en torno a una
persona que no
podría identificarse
sin conocer el título.
El incendio de las Cámaras de los Lores y de los Comunes.
Joseph Mallord William Turner (1835).
El temerario remolcado a dique seco. (1839).
Joseph Mallord William Turner.
Thomas Cole, de origen
inglés, se trasladó a América y
en 1823 comenzó a estudiar en
la Academia de Bellas Artes
de Pensilvania (Filadelfia) y a
pintar paisajes.
Acueducto junto a Roma. 1832.
Vista de Catskill 1837.
Dos años después se trasladó
a Catskill, en el estado de
Nueva York, sobre el río
Hudson. Pronto adquirió fama
por sus paisajes de tono
alegórico y romántico, que
están considerados como las
primeras pinturas paisajísticas
importantes de su país.
Debido a su fama, atrajo a un
grupo de paisajistas
estadounidenses que luego
llegarían a ser conocidos como
la Escuela del río Hudson.
Escuela del río Hudson (Hudson River School) es la denominación
posterior dada a un grupo de paisajistas estadounidense de mediados del
siglo XIX (1825-1875), con una visión estética influida por el romanticismo.
Tuvieron en común su admiración por lo grandioso y espectacular, la
naturaleza salvaje y una importante dosis de orgullo patriótico ("pintamos el
país más hermoso del mundo" parecía ser su lema). Comenzaron con
vistas panorámicas del río Hudson y el valle de Catskill, extendiéndose
luego a otras zonas como los Adirondack y las Montañas Blancas (que
engendraron nuevas escuelas), llegando así hasta el Oeste de Estados
Unidos con la Escuela de las Montañas Rocosas .
Los iniciadores e impulsores de esta escuela fueron Thomas Cole, Asher
Brown Durand y Thomas Doughty, quienes como Thomas Moran y Albert
Bierstadt habían estudiado en Europa y tomado contacto con el estilo y la
ideología de la escuela pictórica de Düsseldorf.
El tercer periodo del romanticismo
1850-1870 o de tradición postromántica se debilitó el estilo ante el
Realismo. Solo quedaron algunos
pintores como el belga Antoine Wiertz
(1806-1885) y el simbolista suizo
Arnold Böcklin (1827–1901), cuya obra
evoca el misterio; otro más es el
alemán Anselm Feurbach (1829-1880)
y los españoles Mariano Fortuny (18381874) y la última forma pictórica de
Eugenio Lucas Velázquez (1817-1870).
La pintura monumental del belga
Antoine Wiertz se mueve entre el
academicismo clásico y un lúdico
romanticismo, entre lo grandioso y lo
ridículo y su lenguaje pictórico anuncia
el simbolismo y una cierta clase de
surrealismo, dos corrientes que serían
muy fuertes en la pintura belga.
Deux jeunes filles o La Belle
Rosine. Antoine Wiertz, 1847.
Autoretrato.
Arnold Böcklin
Arnold Böcklin fue un
pintor suizo post-romántico
que también puede ser
encuadrado entre los
pioneros del movimiento
artístico del simbolismo, de
gran influencia en el posterior
movimiento surrealista.
La muerte le recuerda al
pintor no olvidarse de ella.
Böcklin es conocido sobre todo por sus cinco
versiones de La isla de los muertos, que en
parte evoca al Cementerio inglés de Florencia,
cerca de su estudio y donde había enterrado a
su hija pequeña María.
La isla de los muertos
Arnold Böcklin Suiza.
Anselm Feurbach representa
dentro del romanticismo alemán, el
acercamiento a la literatura y la
mitología de forma sugestiva y
atrayente.
Su helenismo le hizo crear cuadros
tan impresionantes como "Ifigenia“
(hija de Agamenón) del cual su
paisano y amigo el compositor
Brahms estaba completamente
hechizado (y de quien adoptó la
estética de la grandeza y el sentido
de lo dramático), mostrando la
influencia clasicista y realista de
varios autores, particularmente de
realismo de Courbet.
Iphigenia en Táuride. Anselm Feurbach
Alemania. 1862. basado en Ifigenia en Táuride
(Eurípides).
Amazonas, Anselm Feurbach. Alemania.
Anselm Feurbach representa en esa obra la nostalgia de los paraísos perdidos frente al
poder europeo, criticado por él de manera que observa la tragedia que ello conlleva.
Ninfa. Anselm Feurbach. Alemania.
En esta obra se muestra a una ninfa muerta, olvidada por la época. Es la
nostalgia de la historia de episodios nórdicos y teutónicos que los
hermanos Grim han de recordar para no olvidar al bosque, a las epopeyas
y tradiciones en cuentos, historias y leyendas. Tragedia de quienes se
enamoraron rotundamente de ella al verla y desean la muerte al verla así.
Marsal Desnudo
del siglo XIX.
Mariano Fortuny
España.
En 1868 Mariano Fortuny se instala en Granada, donde pintará diversas obras
atraído por el exotismo de España y el mundo musulmán del cual serán atraídos
algunos de sus amigos de París. Aquí esta española tal odalisca, sufre por las
consecuencias de los enfrentamientos entre cristianos y moros (musulmanes), tal
como sucede con la persecución de los españoles hacia judíos y “egipcianos”
(gitanos). A pesar de su muerte a los 36 años, su estilo y su obra le definen como un
auténtico genio que marcó indeleblemente a toda una generación de pintores
europeos, y que pudo revolucionar la pintura española de haber seguido vivo.
Eugenio Lucas Velázquez (1817-1870), nació en una época donde se
desarrollarían procesos trágicos como el fin del reinado de Carlos IV, la guerra
contra el ejército invasor francés, la primera Constitución de España, de carácter
liberal y anticlerical y que traerá una ruptura con el régimen absolutista de la
monarquía.
El Segundo día de 1808. Eugenio Lucas Velásquez. España.
El fusilamiento. Eugenio Lucas Velásquez. 1869. España.
La temática de Lucas
Velázquez es amplia,
tratando escenas
paisajísticas, retratos,
caricaturas, desnudos,
miniaturas, escenas de
género y costumbres,
sátira, bodegones,
floreros, paisajes,
escenas de iglesia, de
brujería e inquisitorias.
Condenados por la Inquisición. Eugenio Lucas Velásquez. 1860. España.
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