31 LATERCERA Lunes 5 de septiembre de 2016 Negocios La auditoría forense es uno de los servicios que ha tomado fuerza en Chile. Deloitte, por ejemplo, estuvo a cargo de la auditoría forense de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (Anfp) tras la salida de Sergio Jadue. “Una auditoría forense es muy distinta a una financiera. Mientras la primera es parte de una investigación corporativa y su informe sirve como prueba en cualquier juzgado, la segunda busca analizar el balance de los estados financieros en la empresa”, dice Rodríguez. Deloitte dice que mejores prácticas han subido costos: “Los ‘casos’ sirven como experiencia” R CEO de la auditora de Chile, Jorge Rodríguez, analiza el escenario de las empresas y auditoras tras los “casos”. R Sobre el proyecto de penar con cárcel a las auditoras, el ejecutivo dice que no les parece buena propuesta. RR Jorge Rodríguez, CEO de Deloitte. FOTO: ARCHIVO Nicolás Durante Los “casos” de empresas involucradas en financiamiento irregular de la política o de faltas contra accionistas minoritarios no han pasado inadvertidos para nadie. Investigaciones penales, demandas civiles y regulaciones más estrictas de la autoridad han sido los efectos más concretos. Pero las auditoras también han visto cambios. “Como en toda actividad, los casos sirven como expe- riencia. Tras ciertos hechos ocurridos en nuestro país, el regulador ha puesto en práctica nuevas normas, nuevas exigencias, tanto para los auditores como para los gobiernos corporativos, todo lo cual al final redunda en mejores prácticas para el mercado, lo que nos ayuda a acercar a nuestras industrias a mercados más maduros”, dice Jorge Rodríguez, regional managing partner de Deloitte, una de las big four de la industria auditora. De hecho, en julio de 2015 el gobierno ingresó al Senado un proyecto que modifica las leyes del Mercado de Valores (LMV) y de Sociedades Anónimas, que establece sanciones para las auditoras que entreguen información falsa, y propone las penas de presidio menor en su grado medio a presidio mayor en su grado mínimo; es decir, entre 541 días y 10 años de cárcel. Rodríguez no está de acuerdo en este punto. “Es una materia que ha sido discutida por mucho tiempo. Nuestra postura es que no nos parece una buena propuesta. Entre otras cosas, porque no tengo conocimiento que haya otra actividad profesional a la que se sancione penalmente por una negligencia profesional o, básicamente, por un error”. ¿Policías? Otro de los cambios que se ha dado en el mercado de las auditorías tiene que ver con una mejor de percepción desde los gobiernos corpora- tivos a su labor. “Hemos notado una diferencia positiva en el vínculo entre los gobiernos corporativos y los auditores externos tras los escándalos financieros. Hoy la relación entre ambos es mucho más fructífera e intensa de lo que era en años anteriores”, recalca el CEO de Deloitte. Eso sí, tanto las nuevas exigencias de la autoridad como del mercado mundial, han hecho que los costos aumenten, siendo las auditoras las que asumen ese nuevo cargo. “Las nuevas regulaciones exigen nuevos controles, los que requieren una mayor cantidad de profesionales y que se refleja en mayor cantidad de horas hombre/mujer. Hasta ahora, nosotros hemos asumido los costos; no sabemos por cuánto tiempo más podremos seguir haciéndolo”, dice Rodríguez. “Las compañías con mejores gobiernos corporativos son más valoradas por el mercado, porque efectivamente pueden reaccionar mejor frente a los riesgos”, agrega. Uno de los desafíos que vienen es el aumento de los estándares contables para el sector público. Rodríguez asegura que las nuevas normas son “una muy buena oportunidad para que el sector público se ponga al nivel de mercados más maduros”. Pero como toda oportunidad implica retos, en este caso es “capacitar a sus profesionales para que entiendan y manejen estos nuevos estándares y, por otro lado, deben gestionar de manera correcta el cambio que significa acostumbrarse a los nuevos procesos y metodologías”, opina Rodríguez. b