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Número 8 v Cuarta Época
Revista de Ciencias Penales
Número 8 v Cuarta Época
Doctrina
La prueba de referencia y el derecho del acusado a repreguntar
a testigos adversos en los Estados Unidos de América
Miguel Ángel Méndez Longoria
Constitución, Ministerio Público y principio de oportunidad
Rubén Vasconcelos Méndez
Criminología y Criminalística
ITER CRIMINIS
La violencia juvenil urbana en Francia.
Reflexiones criminológicas
Miguel Ángel Cano Paños
La personalidad antisocial
Wael Hikal
Penitenciarismo
El personal penitenciario en Brasil y México
César Barros Leal
Reflexiones y Testimonios
Tres razones para no respaldar la pena de muerte
Gerardo Laveaga
Louk Hulsman
Luis Rodríguez Manzanera
Literatura y Ciencias Penales.
Bicentenario del natalicio de Edgar Allan Poe
La carta robada. Cuento
Marzo - Abril 2009 / $90.00
Instituto Nacional de Ciencias Penales
Iter criminis 8.indd 1
08/05/2009 03:37:49 p.m.
REVISTA DE CIENCIAS PENALES
Número 8 Cuarta Época
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS PENALES
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y Presidente de la H. Junta de Gobierno del INACIPE
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REVISTA DE CIENCIAS PENALES
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Coordinador de la Revista Iter Criminis
Revista de Ciencias Penales
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Magisterio Nacional núm. 113, col. Tlalpan
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CONTENIDO
DOCTRINA
MIGUEL ÁNGEL MÉNDEZ LONGORIA
La prueba de referencia y el derecho del acusado a repreguntar
a testigos adversos en los Estados Unidos de América................
11
RUBÉN VASCONCELOS MÉNDEZ
Constitución, Ministerio Público y principio de oportunidad ...
55
CRIMINOLOGÍA Y CRIMINALÍSTICA
MIGUEL ÁNGEL CANO PAÑOS
La violencia juvenil urbana en Francia.
Reflexiones criminológicas .........................................................
81
WAEL HIKAL
La personalidad antisocial ..........................................................
123
PENITENCIARISMO
CÉSAR BARROS LEAL
El personal penitenciario en Brasil y México .............................
153
REFLEXIONES Y TESTIMONIOS
GERARDO LAVEAGA
Tres razones para no respaldar la pena de muerte.......................
7
177
LUIS RODRÍGUEZ MANZANERA
Louk Hulsman ............................................................................
183
LITERATURA Y CIENCIAS PENALES
BICENTENARIO DEL NATALICIO DE EDGAR ALLAN POE
La carta robada. Cuento .............................................................
195
Doctrina
LA PRUEBA DE REFERENCIA Y EL DERECHO
DEL ACUSADO A REPREGUNTAR A TESTIGOS
ADVERSOS EN LOS ESTADOS UNIDOS
DE AMÉRICA
Miguel Ángel Méndez Longoria
El autor, titular de la cátedra Adelbert H. Sweet en la Escuela de
Derecho de la Universidad de Stanford, California, reflexiona
sobre los innumerables problemas y circunstancias que han
rodeado a la llamada “regla de la prueba de referencia”, y adelanta cómo la misma podría ser introducida en el sistema judicial mexicano.
I. INTRODUCCIÓN
n enero de 2008, mis colegas Lucy Tacher y José Antonio Caballero, me informaron sobre la reforma procesal penal en México.
Entre los países que siguen la tradición jurídica romano-canónica, México se ha mantenido cercano al modelo inquisitorio. El movimiento dirigido hacia la adopción del sistema acusatorio comenzó en
algunos estados mexicanos, y se extendió rápidamente al gobierno
federal. Durante los primeros meses del 2008, el Congreso mexicano
aprobó una reforma constitucional que incorporó algunos elementos
del modelo acusatorio al procedimiento penal mexicano. En vista de
la aprobación por el Congreso federal, así como por la mayoría de las
legislaturas de los estados, el 18 de junio de 2008 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto de la Comisión Permanente del
Congreso de la Unión en que se reforman varios artículos de la Cons-
E
11
12
LA PRUEBA DE REFERENCIA Y EL DERECHO...
titución.1 Entre ellos se encuentra el artículo 20 que declara que: el
“proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación”.2
La licenciada Tacher es la Directora General del “Programa de Apoyo para el Estado de Derecho en México” (PRODERECHO), y la
misión de este programa es: “contribuir al fortalecimiento y la consolidación de las instituciones sobre las que se sustenta el estado de
derecho en México, con particular referencia al respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos y sus mecanismos de protección, construyendo un sistema de justicia de corte acusatorio”.3 El profesor Caballero es el Director de la División de Estudios Jurídicos del
Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), división
que “busca liderar un nuevo tipo de investigación y de docencia en
Derecho, que responda a la necesidad de afianzar un sistema de reglas
jurídicas creíbles y eficaces en México.”4
La licenciada Tacher y el profesor Caballero se pusieron en contacto conmigo, porque en la Facultad de Derecho de la Universidad de
Stanford me especializo en Derecho Probatorio, Derecho Penal y
abogacía. Me suministraron una copia de la reforma legislativa aprobada por uno de los estados. Uno de los aspectos que despertó mi
curiosidad, fue la ausencia de una regla sobre prueba de referencia
(hearsay rule), prueba que en unos países latinoamericanos se conoce
como testimonio referencial o de oídas. Debido a que en los Estados
Unidos la regla de la prueba de referencia es inseparable del derecho
concedido a la parte para repreguntar a los testigos de su contraparte,
pensé que sería útil ofrecer a mis colegas mexicanos un bosquejo
general sobre el importante papel que la regla de la prueba de referencia juega en el Derecho Probatorio estadounidense.
A pesar de que el artículo 20 enmendado exige que las pruebas
sean ventiladas en audiencia pública sujeta a repreguntas, la norma
reformada no prohíbe expresamente el uso de la prueba de referencia.5 Dicha omisión, sin embargo, no impide a las legislaturas estataVer http://natlaw.com/interam/mx/any/pr/prmxany00064.htm.
Ibidem. Véase también Apéndice II.
3 Ver http://www.proderecho.com/pagina.php?id_pagina=68.
4 Ver http://www.cide.mx/div_estudios_juridicos.htm.
5 Artículo 20 A I–VI en http://natlaw.com/interam/mx/any/pr/prmxany000
64.htm. Ver también Apéndice II.
1
2
MIGUEL ÁNGEL MÉNDEZ LONGORIA
13
les o al Congreso federal aprobar legislación que prohíba el uso de la
prueba de referencia en sus respectivos tribunales. El segundo artículo transitorio les concede al Congreso federal y las legislaturas de
los estados un plazo, sin exceder de ocho años, para aprobar la legislación secundaria necesaria para poner en vigor el sistema procesal
penal acusatorio.6
II. EL FEDERALISMO ESTADOUNIDENSE Y LAS REGLAS PROCESALES
En los Estados Unidos, la Constitución federal le ha concedido a cada
estado la potestad de dictar sus propias reglas en materia de procedimiento penal y pruebas. Aun cuando las cortes federales tienen sus
propias reglas procesales en materia de pruebas y de procedimiento
penal, ninguna disposición de la Constitución federal obliga a los
estados a adoptar reglas idénticas o similares a aquéllas. No obstante
la flexibilidad permitida a los estados, los sistemas procesales no son
muy diferentes entre sí. Al menos en materia de procedimiento penal
y de pruebas hay cierta uniformidad. La causa de ello puede remontarse a los orígenes del Derecho Penal estadounidense. Aún en la
actualidad, muchas reglas procedimentales “modernas” no son sino
consecuencia de principios establecidos hace siglos por los jueces
ingleses del Derecho Común (Common Law). Las etapas más importantes —arraignment y trial— fueron ampliamente utilizadas por los
jueces ingleses. El propósito primordial del acto de lectura de cargos
(arraignment), es informar al acusado de los cargos formulados en su
contra. En el caso de que el acusado se declare no culpable, el juicio
(trial) le concede la oportunidad para ser oído antes de ser declarado
culpable.
Los creadores de la Constitución federal utilizaron estos principios
básicos para definir los derechos del acusado en procesos penales.
Desde mediados de los años sesenta, la Corte Suprema de los Estados
Unidos comenzó a aplicar a los procedimientos penales estatales algunas de las garantías que la Carta de Derechos Fundamentales (Bill of
Rights) le concede al acusado. Una de las garantías más importantes
6
Véase http://natlaw.com/interam/mx/any/pr/prmxany00064.htm.
14
LA PRUEBA DE REFERENCIA Y EL DERECHO...
es el derecho a ser representado por un abogado,7 el derecho a un juicio por jurado en casos que no sean de menor cuantía (non-petty
cases),8 a confrontar (repreguntar) los testigos promovidos por el estado,9 a promover pruebas refutando los cargos,10 a declararse no culpable11 y a ser absuelto a menos que sea hallado culpable más allá de una
duda razonable (beyond a reasonable doubt).12
La similitud en las reglas probatorias estatales y federales puede
también atribuirse al Derecho Común inglés. Los códigos de pruebas
de hoy en día se remontan a conceptos originalmente introducidos
por los jueces del Derecho Común, que fueron posteriormente desarrollados por los jueces estadounidenses. Uno de los enfoques de este
artículo, la regla sobre la prueba de referencia (hearsay rule), fue originalmente formulada y aplicada por los jueces ingleses. En los Estados
Unidos, el evento más importante en el desarrollo del Derecho Probatorio tuvo lugar cuando algunos estados y el gobierno federal codificaron las reglas aplicables en sus respectivas cortes. La codificación es
un fenómeno relativamente reciente. La legislatura de California, por
ejemplo, no sancionó el Código de Pruebas (Evidence Code) sino hasta 1965, y el Congreso no sancionó las Reglas Federales de Evidencia
sino hasta 1975 (Federal Rules of Evidence). Hoy en día, la mayoría de
los estados han utilizado las Reglas Federales de Evidencia como
modelo para su propia legislación,13 lo que contribuye a explicar la
similitud entre los distintos códigos de pruebas vigentes en los Estados Unidos.
III. CONTRADICCIÓN Y REPREGUNTAS
El derecho que tienen los acusados en materia penal a repreguntar los
testigos promovidos por el estado, se remonta a la Carta de Derechos
7
Gideon vs. Wainwright, 372 U.S. 335 (1963) (derecho a abogado en el juicio); Douglas vs. California, 372 U.S. 353 (1963) (derecho a abogado en el recurso).
8
Duncan vs. Louisiana, 391 U.S. 145 (1968).
9
Pointer vs. Texas, 380 U.S. 400 (1965).
10 Chambers vs. Mississippi, 410 U.S. 284 (1973).
11 Malloy vs. Hogan, 378 U.S. 1 (1964).
12 In re Winship, 397 U.S. 358 (1970).
13 “Para enero de 2007, cuarenta y dos estados y Puerto Rico habían adoptado las
Reglas Federales de Evidencia de diversas maneras.” Weinstein, J., Mansfield, J.,
MIGUEL ÁNGEL MÉNDEZ LONGORIA
15
Fundamentales. La Sexta Enmienda establece que: “en todas las acusaciones penales, el acusado tendrá derecho a contradecir los testigos
presentados en su contra.”14 Inicialmente, sin embargo, este derecho
se aplicaba solamente en los juicios penales federales, debido a que la
intención del legislador era procurar apoyo popular en favor de la
Constitución, a través de la adopción de una serie de enmiendas (the
Bill of Rights) dirigidas a limitar el poder federal. A pesar de que la
mayoría de las constituciones de los estados o los códigos de procedimiento penal consagran un derecho a contradecir parecido, hasta
1965 los estados tenían la potestad de prescindir de dicha garantía.
Esa potestad, sin embargo, terminó ese año, cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos decidió en el caso de Pointer vs. Texas,15 que
el derecho a contradecir previsto en la Sexta Enmienda se aplica tanto a procedimientos estatales como federales.16 La cláusula del debido proceso prevista en la Decimocuarta Enmienda establece que ningún estado puede “privar a persona alguna de su vida, libertad, o
propiedad, sin un debido proceso legal.”17 Como de acuerdo con la
opinión de la Corte, el derecho de contradecir a los testigos es indispensable para un juicio justo, la Corte se basó en la cláusula de debido proceso para establecer que los acusados en juicios penales estatales también tienen derecho a contradecir los testigos promovidos por
el estado.18
En los Estados Unidos, entender la importancia de la cláusula de
contradicción (Confrontation Clause) en juicios penales obliga a considerar el rol de los miembros del jurado. Su función es reconstruir un
evento histórico con base en las pruebas promovidas por las partes.
Los miembros del jurado son llamados a intervenir en el juicio, porque las partes están en desacuerdo sobre los hechos. El propósito del
juicio es otorgar a cada parte la oportunidad de persuadir a los miembros del jurado a aceptar su versión de lo ocurrido. La reconstrucción
de los hechos por el jurado es lo que determinará, en definitiva, si el
acusado es hallado responsable o si es exonerado.
Abrams, N. y Berger, M., Evidence: 2007 Rules, Statute and Case Supplement at iii
(Foundation Press 2007).
14 Sexta Enmienda de la Constitución Federal.
15 380 U.S. 400 (1965).
16 Ibidem, en 403.
17 Decimocuarta Enmienda de la Constitución Federal.
18 Pointer vs. Texas, 380 U.S. 400, 403 (1965).
16
LA PRUEBA DE REFERENCIA Y EL DERECHO...
Tres características de los juicios por jurado estadounidenses son
particularmente relevantes, para entender el papel que juega el jurado. En primer lugar, la forma como el juicio se desenvuelve depende
de la iniciativa de las partes. Son las partes quienes deciden a qué testigos llamar a declarar, el orden de su intervención, las preguntas que
se les formularán y qué clase de pruebas no testimoniales serán promovidas.19 El segundo aspecto se relaciona con la naturaleza acusatoria de los juicios por jurado. Debido a que la forma como de desarrollan los juicios depende de la iniciativa de las partes, puede esperarse
que cada parte promoverá la información más útil para reconstruir su
versión de los hechos.20
Finalmente, las reglas probatorias juegan un papel importante en
determinar qué le está permitido y qué le está vedado a las partes. Las
reglas imponen limitaciones o prohibiciones al tipo de información
que las partes pueden tratar de presentar al jurado. Las reglas, por
ejemplo, prohíben pruebas impertinentes (irrelevant evidence), excluyen ciertas pruebas pertinentes con el fin de avanzar otros principios
(e.g. proteger información privilegiada), prohíben pruebas que el legislador considera indebidamente perjudiciales (e.g., prueba de conducta —character evidence—) y también imponen límites a lo que las partes pueden hacer para reforzar la credibilidad de sus testigos y para
atacar la credibilidad de los testigos de la parte contraria. Las reglas,
además, restringen el uso de pruebas que el legislador considera como
poco confiables (unreliable evidence). La prueba de referencia (hearsay) es el ejemplo clásico.
Aun cuando las reglas pretenden excluir pruebas poco confiables,
no pueden garantizar que todas las pruebas presentadas al jurado
serán confiables. Los testigos a veces mienten, y en ocasiones pueden
estar equivocados. Lo que las reglas pueden y deben hacer, es dar a las
partes la oportunidad de presentar a los miembros del jurado las razones por las cuales éstos deben rechazar las pruebas promovidas por el
contrario. En el caso de la prueba de testigos, a las partes se les da una
poderosa arma: el derecho a repreguntar a los testigos promovidos por
19 Méndez, Miguel A., Evidence: The California Code and the Federal Rules. A Problem Approach §§ 1.01-1.02 (Thomson-West 4th ed. 2008).
20 Ibidem.
MIGUEL ÁNGEL MÉNDEZ LONGORIA
17
la parte contraria bajo juramento, y en presencia de los miembros del
jurado.21
Un juicio por jurado estadounidense, en consecuencia, se funda en
la premisa de que es más probable que los miembros del jurado puedan reconstruir los hechos cuando se da a las partes la oportunidad de
demostrar el poco o ningún valor que aquéllos deben darle a las pruebas presentadas por la contraparte. Debido a que la repregunta de los
testigos es esencial para poner en evidencia las fallas del testimonio
ofrecido durante el interrogatorio, la fiabilidad del veredicto del jurado se ve afectada negativamente, cuando a la parte se le niega la oportunidad de repreguntar al testigo de la parte contraria bajo juramento y en la presencia de los miembros del jurado. Este objetivo, sin
embargo, no puede lograrse si la prueba de referencia es abiertamente admisible bajo las reglas probatorias. Es precisamente por esta
razón, que la Corte Suprema de los Estados Unidos considera el contra-interrogatorio por la defensa de los testigos del estado, como inseparable del derecho constitucional del acusado a contradecir (confront) dichos testigos.
IV. REPREGUNTAS Y LA PRUEBA DE REFERENCIA
Imaginemos, por un instante, que un acusado está siendo sometido a
juicio penal por conducir en forma irresponsable (reckless driving),
bajo el alegato de que produjo daños a la víctima —otro conductor—
cuando al no respetar la luz roja del semáforo colisionó contra su
automóvil. La víctima declara que cuando ella se aproximaba a la
intersección, el semáforo que apuntaba hacia su dirección estaba verde, y que luego de un instante sintió que el automóvil del acusado le
chocó por el lado del conductor. Durante la fase de presentación de
pruebas (case-in-chief), el estado llama como testigo a un conductor
que declara que él y su esposa estaban estacionados en la intersección, y que al momento del accidente su esposa le dijo que el semáforo que apuntaba hacia el acusado estaba en rojo.
De acuerdo con las reglas procedimentales estadounidenses, el testimonio de la víctima, por sí solo, podría considerarse como prueba
suficiente para decidir (prima facie case), y permitir que el estado
21
Código de Pruebas de California comentado por West § 711.
18
LA PRUEBA DE REFERENCIA Y EL DERECHO...
requiera al jurado a analizar de una vez si el acusado cometió o no el
delito. El testimonio del conductor aumenta significativamente la
posibilidad que tiene el estado de persuadir al jurado de que emita un
veredicto culpable. Pero si el acusado contradice el testimonio de la
víctima (“yo tenía la luz verde”) e impide al conductor que rinda declaración, el resultado queda puesto en dudas. De hecho, si bajo tales circunstancias los miembros del jurado no pueden decidir si creerle a la
víctima o al acusado, tendrían que absolver a éste ultimo debido a que
el estado tiene la carga de probar cada elemento del delito más allá de
una duda razonable.22 En consecuencia, es crucial para el acusado
impedir que la declaración del conductor se presente ante el jurado.
Con respecto a la objeción de testimonio referencial, ¿podría permitirse al conductor servir como testigo y declarar que su esposa le
dijo que la luz del semáforo que correspondía al acusado estaba en
rojo? En Estados Unidos, la respuesta es “no” si el objetivo del estado,
al promover el testimonio del conductor, es demostrar en qué color
estaba la luz del semáforo que correspondía al acusado. De acuerdo
con las Reglas Federales de Evidencia, el testimonio del conductor del
vehículo es prueba de referencia (hearsay), porque consiste en una
“declaración independiente de la que hace el declarante al testificar
en el juicio o vista” (lo que la esposa dijo al testigo antes del juicio
acerca del color de la luz del semáforo) “que se ofrece en evidencia
para probar la verdad de lo aseverado” (que la luz del semáforo correspondiente al acusado estaba en rojo al momento del accidente).23
¿Por qué la regla sobre la prueba de referencia desfavorece la admisibilidad del testimonio de la esposa? Una razón es que si se admite la
prueba de referencia obtenida a través de una persona distinta al
declarante, ello le impide a la contraparte repreguntar a éste último.
Quienes ejercen el derecho de repregunta, generalmente tienen en
mente algunos de los siguientes objetivos: 1) persuadir al testigo para
que se retracte de su testimonio y, en su lugar, confirme la teoría de
la parte contraria con respecto al caso; o 2) en su defecto, desacreditar el dicho del testigo mediante la impugnación de su credibilidad.
Un ejemplo de lo anterior, sería que al ser repreguntada la esposa
admitiera que en realidad el color de la luz del semáforo que correspondía al acusado era verde. Pero ello no ocurre con frecuencia. Lo
22
23
In re Winship, 397 U.S. 358, 364 (1970).
Regla Federal de Evidencia 801(c).
MIGUEL ÁNGEL MÉNDEZ LONGORIA
19
más probable es que admita que, a pesar de haber creído que la luz
estaba en rojo, ella no estaba absolutamente segura porque los rayos
del sol la estaban encandilando en ese momento. Independientemente de cuál sea el objetivo perseguido por quien ejerce el derecho de
repregunta, lo que resulta evidente es que la contraparte no puede
lograr ninguno, a menos que la declaración de la esposa del conductor sea obtenida bajo juramento y en presencia del jurado.
Lo que interesa a la contraparte es la habilidad de la esposa para
recordar, exactamente, el color que tenía la luz del semáforo, así como
también su intención de decir la verdad sobre lo que vio. Las habilidades del conductor a este respecto son mucho menos importantes,
debido a que él no vio la luz. Dicho de otra manera, aunque el conductor haya oído correctamente lo dicho por su esposa con respecto
al color de la luz del semáforo, y además recuerde lo afirmado por
aquélla y así lo comunique al jurado, poco importaría en realidad si la
esposa haya mentido o se haya equivocado sobre el color que tenía la
luz del semáforo. La regla de la prueba de referencia obliga a las partes a concentrarse en la prueba de lo que el testigo vio y escuchó, y no
acerca de lo que oyó a otros decir que vieron y escucharon.24
Algunos expertos relacionan la regla sobre la prueba de referencia,
con un objetivo que va más allá de las admisiones que pueden ser
obtenidas a través de repreguntas. En su opinión, el uso de la regla
sobre la prueba de referencia viola las condiciones ideales bajo las cuales debería ser recibido el testimonio: los testigos deben declarar bajo
juramento en presencia del funcionario instructor (e.g., jurado) y
deben quedar sujetos a ser repreguntados.25 El juramento pone de
relieve ante los testigos la importancia de declarar honestamente.26 El
hecho de que los testigos hayan declarado ante el funcionario encargado de instruir la causa (bien sea el juez o el jurado), le permite a éste
tomar en cuenta el comportamiento de aquéllos para evaluar su cre-
24 Uno, por supuesto, puede obtener información a través de otros sentidos además de la vista y el oído. Uno también puede percibir a través del tacto, olfato y gusto. El Código de Pruebas de California, por ejemplo, reconoce que los cinco sentidos
están involucrados en la adquisición de conocimiento. Código de Pruebas de California comentado por West § 170 (West 1995).
25 Nota del Comité Consultivo, Article VIII. Hearsay, Introductory Note: the hearsay
problem, y otras fuentes allí citadas. (West 2002-2003 ed.).
26 Ibidem.
20
LA PRUEBA DE REFERENCIA Y EL DERECHO
dibilidad.27 Adicionalmente, someter a los testigos a una rueda de
repreguntas inquisitiva ayuda a la contraparte a descubrir omisiones
voluntarias o involuntarias en cuanto a la percepción, recolección y
narración (incluyendo la falta de sinceridad).28
Algunas veces la prueba de referencia ha sido descrita como “intrínsecamente poco confiable.” Lo que ello quiere decir, es que la prueba
de referencia no debe ser tomada en cuenta para arribar a decisiones
fácticas en ausencia de repreguntas como las descritas anteriormente. La regla de la prueba de referencia, sin embargo, no se basa en el
supuesto de que la declaración (en nuestro caso, lo que la esposa dijo
al conductor) sea tomada en cuenta, siempre y cuando se conceda a
la contraparte el derecho de llamar y repreguntar al autor de la prueba de referencia (la esposa). Al contrario, la regla simplemente hace
que la declaración sea inadmisible. Si el estado quiere determinar el
color de la luz del semáforo observado por la esposa del conductor al
momento del accidente entonces, en ausencia de una excepción a la
regla de prueba de referencia, el estado deberá promover a la esposa
como testigo sobre el particular, y no lo que aquélla dijo a su esposo o
a otra persona.
Esta postura tiene serias implicaciones. Desde el punto de vista
procesal, al acusado debe dársele siempre la oportunidad de repreguntar a quienes lo acusan bajo juramento y en presencia de un jurado.
Ello, sin embargo, no siempre es posible. Por ejemplo, en el supuesto
de que el querellante haya fallecido, a menos que el testimonio de
este último identificando al acusado como homicida sea admitido en
juicio, el acusado podría quedar en libertad. Los intérpretes de las
reglas probatorias, bien sean legisladores o jueces, se han enfrentado
con éste y otros problemas, y han arribado a diversas soluciones plasmadas en las distintas excepciones a la regla sobre la prueba de referencia. Al llevar a cabo esta labor, tanto los legisladores estatales como
los jueces, en cuyas cortes se procesan la mayoría de los juicios penales, estaban en libertad de considerar el problema de las excepciones,
sin tomar en cuenta las limitaciones constitucionales existentes a
nivel federal.
Esta lenidad terminó con la decisión tomada por la Corte Suprema
de los Estados Unidos en el caso Pointer. Desde ese momento, la Cor27
28
Idem.
Idem.
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