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IX Jornadas Internacionales de Innovación Universitaria
Retos y oportunidades del desarrollo de los nuevos títulos en educación superior
DIDÁCTICA Y EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS EN
EL ESPACIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR.
Guillem Saiz, Patricia
1: Grupo o Departamento de Epidemiología, Salud Pública y Bioestadística Aplicada
Universidad Europea de Madrid, Centro Adscrito Valencia
e-mail: patricia.guillem@uem.es
Resumen. En la exposición de este trabajo se pretende promover el ejercicio de una
metodología de aprendizaje activa que fomente la comunicación entre el profesor y
estudiante, relación posible, a pesar de la masificación en muchos casos de nuestras
aulas. Evidenciar que la presencia del profesor universitario cobra importancia en el
sentido de que es alguien capaz de dirigir, orientar, aconsejar a los estudiantes, sin
olvidar que es en la Universidad donde se tratan de poner las bases para adquirir
siempre conocimientos –aprender a pensar, formarse un criterio-. Debemos facilitar
una redefinición del papel del profesor para que este logre adaptarse a los cambiantes
conceptos educativos y desarrollar técnicas que la vida profesional hoy exige.
La enseñanza de cualquier materia siempre tiene como objeto que el alumno aprenda
los conocimientos que en ella se le enseñan. Para ello, es necesario que profesor y
alumnos sean sujetos activos, es decir, que ambos intervengan correlativamente o de
forma paralela. El profesor es el encargado de buscar centros de posible interés en el
desarrollo de su exposición oral para que el alumno participe primero en el
seguimiento de la clase teórica y posteriormente le induzca a interrogarse y estimularse
en respuestas relacionadas con el tema.
Palabras clave: Evaluación, innovación, Aprendizaje, Autovaloración, Resultados.
1. INTRODUCCIÓN
En la exposición de este trabajo se pretende promover el ejercicio de una metodología
de aprendizaje activa que fomente la comunicación entre el profesor y estudiante,
relación posible, a pesar de la masificación en muchos casos de nuestras aulas.
Evidenciar que la presencia del profesor universitario cobra importancia en el sentido de
que es alguien capaz de dirigir, orientar, aconsejar a los estudiantes, sin olvidar que es
en la Universidad donde se tratan de poner las bases para adquirir siempre
conocimientos –aprender a pensar, formarse un criterio-. Debemos facilitar una
redefinición del papel del profesor para que este logre adaptarse a los cambiantes
conceptos educativos y desarrollar técnicas que la vida profesional hoy exige.
La enseñanza de cualquier materia siempre tiene como objeto que el alumno aprenda los
conocimientos que en ella se le enseñan. Para ello, es necesario que profesor y alumnos
sean sujetos activos, es decir, que ambos intervengan correlativamente o de forma
paralela. El profesor es el encargado de buscar centros de posible interés en el desarrollo
de su exposición oral para que el alumno participe primero en el seguimiento de la clase
teórica y posteriormente le induzca a interrogarse y estimularse en respuestas
relacionadas con el tema.
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Todo ello, tendrá como misión que la clase no termine con el tiempo oficial reglado
durante la semana en la asignatura sino que continuará en una relación posterior a través
de las consultas y dudas en el aula virtual.
Los conocimientos adquiridos estamos acostumbrados a evaluarlos mediante el examen,
pero deberíamos plantearnos si realmente esta prueba valora objetivamente los
conocimientos aprendidos por el alumno al final o durante el trascurso de la materia. El
examen para el alumno conlleva a una connotación negativa con una percepción alta de
sufrimiento y ansiedad etc…a esto además debemos añadir que el profesor responsable
actuaría de juez, estando obligado a calificar en base exclusiva a las preguntas del texto
de examen seleccionadas desde un amplio temario. Por esto es necesario encontrar un
nuevo sistema de evaluación que evite esa única prueba final de suerte o azar en la que
el alumno se “juega” a todo o nada su aprobado o suspenso.
El nuevo sistema de evaluación debe incluir muchas variables. En primer lugar se debe
desarrollar un programa atractivo y coherente que tenga en cuenta el número de clases a
impartir así como los conocimientos y objetivos que se pretendan obtener en la
disciplina. Las clases deben dividirse claramente en dos bloques: clases teóricas y clases
prácticas, de esta forma podremos matizar los diferentes enfoques, objetivos concretos y
alcanzables, porque “no es un buen programa aquel que no consigue los objetivos”. Si
el profesor desea conocer si consigue sus fines puede tener varias formas para
comprobarlo. Por una parte viendo el grado de participación que los alumnos presentan
en clase (hecho que se dificulta en caso de tener grupos numerosos) y por otra mediante
una prueba objetiva “examen”.
El profesor para intentar evaluar a los alumnos y no solamente valorando los
conocimientos pertenecientes a una pequeña proporción de la asignatura debe realizar
una evaluación continua. Esta permitirá no declinar todo el peso de los conocimientos y
habilidades aprendidos en una única prueba, además de hacer más efectiva la evaluación
servirá como diagnóstico al propio alumno, permitiéndole adoptar su propio ritmo de
aprendizaje. Consideramos que el objetivo último del aprendizaje y la enseñanza es que
todos los alumnos deben alcanzar un nivel de conocimientos necesarios y que para
conocer ese nivel de conocimientos que el alumno posee es necesario su evaluación, y
el instrumento indispensable es el examen, prueba o concurso. Dichos instrumentos en
muchas ocasiones no difieren pero sí en la forma de aplicarlos.
2. MÉTODOS Y EVALUACIÓN DE RESULTADOS
Como sucede en toda materia que posea aspectos teóricos y prácticos se debe tratar de
evaluar de una forma continua o periódica una serie de conocimientos, habilidades,
destrezas que se van impartiendo durante el curso. La periodicidad o “continuum” de su
aplicación garantiza que el profesor en todo momento, al igual que el alumno conozca la
situación del aprendizaje.
2.1 Desarrollo de la enseñanza teórico-práctica.
Las clases teóricas se imparten desde el primer día de clase, dejando así unas semanas
de base para el asentamiento de los primeros conceptos clave. Posteriormente y
relacionando siempre con los temas de teoría ya vistos dan comienzo las sesiones
prácticas en grupos reducidos, siendo ya posible un seguimiento de forma
individualizado. Así el proceso de evaluación del aprendizaje del alumno, es realizado
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en grupos más amplios durante las clases teóricas y en grupos más reducidos durante las
clases prácticas. En estas, deberá aplicar los conocimientos anteriormente adquiridos.
Mediante el avance del curso lectivo nos vamos aproximando más a la percepción del
conocimiento individualizado de cada alumno y su propio ritmo de aprendizaje.
2.2 El programa teórico
La materia es estructurada en unidades didácticas, estas a su vez están subdivididas, a su
vez en temas. Al inicio de cada unidad se le proporciona al alumno una guía de la
unidad que contiene:




El objetivo general de la unidad
Un esquema con los principales aspectos
Preguntas para la comprensión
Bibliografía general donde poder buscar la información descrita
El primer día de clase se explica al alumno el contenido y desarrollo del curso, al igual
que el proceso de “evaluación continua” que vayamos a aplicar dentro de la disciplina.
Se hace especial atención en la lectura bibliográfica sobre cada tema y las fechas
concretas en las que se impartirán. También se le indica que las valoraciones de
comprensión bibliográfica deberán ser entregadas dos días después de finalizar la
exposición. No recogiéndose así, las que se entreguen en alguna fecha posterior (a no
ser que exista una causa justificada), pués lo que se pretende es que el alumno lea la
bibliografía de forma paralela al desarrollo de su explicación.
Con objeto de obtener una medición más objetiva del “proceso de aprendizaje” que el
alumno realiza, utilizo tres sistemas:
 Valoración de la comprensión
 Examen
 Trabajos
La calificación final la determinan esencialmente los dos últimos, ya que el primero
sirve fundamentalmente para controlar la existencia de unos conocimientos mínimos e
indispensables sobre la disciplina.
2.3 Valoración de la comprensión
Son preguntas sobre los conceptos de cada tema que necesariamente deben ser
asimilados de antemano para comprender los que se desarrollarán en las clases teóricas
sucesivas. Esta valoración cumple dos objetivos:
a. Indicar al alumno los conceptos más importantes de cada tema
b. Proporcionar información de los conocimientos que van adquiriendo, pero
también es muy importante conocer los no asimilados. Para la elaboración de las
respuestas es necesario, y previo que alumno asista a clase y consulte el material
bibliográfico que se le ha entregado en cada “guía de la unidad”.
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Las respuestas se entregan dos días después de finalizado el tema. El tratamiento del
cuestionario es cualitativo y contempla las siguientes categorías: concepto
comprendido, concepto no asimilado, respuesta en blanco, no realiza la prueba. Tras
su valoración se devuelve el cuestionario al alumno para que pueda identificar los
conceptos no adquiridos, permitiéndole así rectificar y alcanzar los objetivos
previstos en esa unidad didáctica.
2.4 Examen
Los temas que fundamentalmente tratan de conceptos teóricos son evaluados
mediante el examen. La tendencia debe ser a reducir este número de pruebas debido
a la ansiedad que generan en el alumno. Para favorecer esto, si el alumno ha
realizado satisfactoriamente la valoración de la comprensión, la posible dureza de la
prueba se reduce. Los exámenes constan de preguntas tipo test con cuatro opciones
de respuesta y preguntas de desarrollo sobre aspectos básicos y de aplicabilidad para
su futuro mundo laboral. Las preguntas no deben ser extensas en su respuesta y se
refieren a conceptos que no requieren memorización sino comprensión. En este
aspecto podemos al mismo tiempo evaluar la calidad de expresión en lenguaje
escrito que utiliza el alumno para referirse a la materia.
2.5 Trabajos
Utilizamos este procedimiento como método de evaluación en aquellos temas que
aporten un conjunto de conocimientos necesarios para analizar un problema propio
de nuestra disciplina.
Los temas propuestos se presentan al alumno con bastante anterioridad y sus fechas
de entrega son fijadas de antemano. Para realizar el trabajo, el alumno debe conocer
los contenidos y conocimientos de todos los temas que se someten a evaluación y
utilizar diferente bibliografía científica para ampliar la información. Para cada
trabajo se elabora un guión o protocolo con la unificación de todos los puntos que
debe reunir, dicho guión se explica en el aula y se hace hincapié en que será
utilizado como rúbrica para la posterior evaluación del mismo. El trabajo se irá
revisando durante algunos espacios de tiempo dentro de la clase teórica, con la
finalidad de mejorar la elaboración del mismo y ayudar al alumno en todas las
dificultades y/o dudas que le vayan surgiendo.
Los alumnos pueden, en todo momento, realizar consultas al profesor para ir
resolviendo las dudas que se puedan ir planteando durante su ejecución.
Lógicamente es un método de trabajo que exige al profesor una gran dedicación en
número de horas, no solo en la ayuda prestada para la realización, sino también para
su corrección y posterior información de resultados.
2.6 Hoja de resultados
Para tener una visión rápida y sencilla del proceso de aprendizaje que hemos
aplicado realizaremos una tabla a modo de rúbrica denominada: “hoja de
resultados”. En esta hoja, se presentaran dos tipos de resultados en forma de
variables:
Variables cualitativas: estas codifican los conceptos comprendidos y los no
asimilados.
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Variables cuantitativas: obtenidas por la puntuación dentro de cada apartado del
trabajo.
2.7 El programa práctico
El programa de prácticas está elaborado de acuerdo con el contenido del ciclo
teórico y además, en la medida de lo posible, interrelacionado con las disciplinas
más afines. Los objetivos de cada práctica se elaboran previamente de tal forma que
el alumno sabe que objetivo debe realizar durante la sesión de cada unidad
asistencial. Los medios empleados para impartir las prácticas son los siguientes:



Seminarios: la finalidad de los seminarios es ampliar las áreas de
conocimientos en algunos de los aspectos que consideremos de mayor
relevancia y aplicabilidad para el alumno.
Cuadernos de prácticas: el cuaderno debe ser diario, en él se registra
puntualmente todo lo que se va realizando. Al alumno le sirve de registro de
los objetivos alcanzados al día y podemos también conocer su nivel de
asistencia y permanencia en las prácticas. Todo lo escrito y desarrollado en
el cuaderno debe obedecer a la metodología explicada anteriormente. El
lenguaje será claro, vigilando la estructura, redacción, orden, limpieza y
tecnicismos necesarios dentro de la propia asignatura. Con todo ello
pretendemos que el alumno aprenda a registrar, redactar, hacerse entender,
cuidar el vocabulario, aprender términos nuevos, usar el lenguaje científico y
que sepa recopilar datos, aspectos todos ellos imprescindibles para la
investigación. Su evaluación por parte del profesor debe ser semanal.
Protocolos: el alumno debe entregar al final de sus prácticas un protocolo en
el que describa una técnica realizada o aprendida en la unidad en la que
realiza las prácticas.
Es importante favorecer la autovaloración por parte del propio aluno acerca de la
consecución de los objetivos diarios anotados sobre su cuaderno de prácticas y la
heterovaloración realizada por personas diferentes al alumno (sus propios compañeros
y/u otro profesor supervisor de las prácticas). Los estudiantes deben aprender a ser
profesionales competentes capaces de evaluar su propia práctica para analizarla y
mejorarla a lo largo de la vida profesional. La autoevaluación se enmarca en una
concepción democrática y formativa del proceso educativo en el que participan
activamente todos los sujetos implicados. Consiste en la evaluación que el alumno hace
de su propio aprendizaje y de los factores que intervienen en éste.
Asimismo, incrementa la responsabilidad de los estudiantes con relación a su propio
aprendizaje y promueve la honestidad en juicios emitidos con relación a su desempeño.
En actividades de trabajo en grupo, la autoevaluación del proceso de grupo es una
herramienta para aprender a trabajar en colaboración.
3. CONCLUSIONES
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Este método aporta grandes ventajas frente al “método tradicional”. Podemos
diferenciar dos aspectos:
Para el alumno
Las tareas requieren un esfuerzo continuo por parte del estudiante, en todos los temas y
a lo largo de todo el periodo de enseñanza-aprendizaje.
Supone la posibilidad de conocer donde están sus fallos, tanto en la parte teórica como
en la práctica, permitiéndole así adquirir aquellos conocimientos que no ha alcanzado y
recibir puntualmente las reorientaciones necesarias por parte del profesor. Al final de
este proceso el alumno obtiene una calificación correlacionada entre los conceptos
aprendidos. Creyendo así que esta es la finalidad de todo proceso de aprendizaje en la
enseñanza.
Para el profesor
Proporciona una herramienta de seguimiento individualizado en el proceso del
aprendizaje del alumno, permitiéndonos identificar aspectos en los que falla o no
alcanza los niveles necesarios estipulados en los objetivos. Esta es la faceta diagnóstica
del alumno. El proceso de evaluación de diagnósticos individualizados permite conocer
de forma global el proceso de aprendizaje del grupo, identificándonos objetivos que
para el grupo pueden ser difíciles de alcanzar. Esto a su vez nos orienta sobre la calidad
de la enseñanza y la eficacia de nuestro método docente.
El feedback creado es comprensible para los estudiantes. Estos reciben un mejor
estímulo sin la existencia de calificaciones en base a notas de exámenes y en cambio
cuando reciben una nota es como una indicación de lo que van progresando en su
trabajo. Si la información se organiza alrededor de los objetivos de la tarea y se
relaciona con criterios y estándares, tendrá más impacto en el aprendizaje que el
feedback poco estructurado. La calidad del impacto del feedback puede mejorar a través
de resúmenes claros por parte del profesorado, de las discusiones en clase, y de la
discusión sobre las mejoras que los estudiantes intentan hacer en la tarea como
consecuencia del feedback.
La utilización de diferentes instrumentos en la evaluación que combinen variables
cualitativas y cuantitativas, hace que nuestro juicio final sea más objetivo al tener
diferentes mediciones en el aprendizaje. El empleo de estas técnicas mejora nuestra
rigurosidad en la calificación del alumno, valorando comportamiento, actitud y
conocimientos. No existen alumnos torpes, mediocres, buenos, ni malos. Todos los
alumnos pueden alcanzar el nivel si emplean el tiempo que necesitan y nosotros sus
profesores sabemos dirigir su proceso de aprendizaje.
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