EL DÍA, domingo, 18 de enero de 2015 p1 LOS BARCOS de Trasatlántica fueron una especie de embajada flotante en un México con el que España no tenía relaciones. 6/7 del domingo revista semanal de EL DÍA Aproximación a la vida cotidiana del Realejo Alto hacia 1889 Texto: Jerónimo David Álvarez García Dedicado a Álvaro Hernández Díaz L a inestabilidad sociopolítica de la España decimonónica no fue obstáculo para que legara importantes figuras. En el país de la Restauración ocuparán un lugar preeminente Sagasta y Cánovas, Sorolla y Zuloaga, Albéniz y Falla, Juan Valera y Pérez Galdós y los eminentes Santiago Ramón y Cajal e Isaac Peral. Canarias está inmersa en los primeros pasos del turismo industrial, las confrontaciones de la división provincial[1] y el caciquismo, que generará variopintas disputas políticas[2]. Estas rivalidades, de las que el Realejo Alto es un claro exponente, no restan interés a esas visiones cuasi románticas que eruditos o viajeros dejaron de nuestros pueblos:“Los dos Realejos, el Alto y el Bajo, son pueblos, aunque no muy grandes, ricos y de muy buenos edificios; sacados algunos caballeros, los demás son labradores”[3]. Leopold von Buch aporta una visión técnica en 1815, cuando describe “los grandes acantilados que bordean el mar por debajo de Los Realejos, cerca del molino del Gordaxuelo, también ofrecen declives inmensos de es fácil estudiar rocas diversas. En ese punto, los estratos de basalto sólido alternan tres veces con otros formados por trozos negros, escoriformes y sin coherencia entre ellos”[4]. La consolidación social del municipio queda patente en sus tradiciones, pues a “finales del siglo XIX, el derivar popular en el que se encontraba inmersa la Romería en honor a San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza parece detenerse, al tiempo que se recupera la preponderancia religiosa de la celebración, (…) aún así, es precisamente en el año 1889 cuando estas fiestas son reconocidas oficialmente por el Arciprestazgo de Taoro como las principales fiestas del municipio”[5]. El año 1888 finalizó con restitución Antigua vista de Los Realejos. Archivo Municipal de Los Realejos/Melchor Hernández Castilla. de Isidro Oramas y Chaves[6] como alcalde de Realejo Alto[7], insuficiente elección para enfriar la tensa situación política[8], como reflejan los rotativos insulares[9]. Pasemos breve revista a los acontecimientos socio-políticos: primeramente se dará cuenta de la publicación por el Boletín Oficial de la Provincia de la convocatoria para la renovación, del 27 al 30 de enero, de los cinco concejales que por ministerio de la ley cesaron en su cometido en junio de 1887, asentándose en acta dicha disposición. Se publicita la vacante de la plaza de secretario municipal[10], mientras la Comisión Provincial previene a varios ayuntamientos canarios, entre ellos el del Realejo Alto, para que remitan un ejemplar de las filiaciones de los mozos ausentes en ultramar. De igual forma, se comunica al alcalde realejero que no procede levantar el embargo de los bienes y rentas contra el municipio, posponiéndose para su estudio el expediente sobre incapacidad de los actuales concejales[11]. A principios de febrero se elabora la lista de contribuyentes[12]: el primer puesto corresponde a José Leal y Leal con 575,02 pesetas, seguido por Eliseo González Espínola con 563,13 pesetas, Pedro Rodríguez de la Sierra[13] con 403,35 pesetas, Francisco García Oramas con 241,68 pesetas y Agustín Chaves Albelo con 234,93 pesetas.[14] Los 171 primeros componentes reúnen la capacidad de ser electores y elegibles,[15] los restantes hasta el 207 son únicamente electores.[16] Los últimos puestos los ocupan Ángel Fernando Barreda Hernández, párroco de Santiago,[17] Agustín Rodríguez Yumar, capitán retirado, Domingo Suárez Albelo, secretario municipal[18] y Gaspar Arocha y Casanueva[19], profesor de Instrucción Primaria. La Comisión Provincial conmina al alcalde realejero con multa de 100 pesetas, que se hará efectiva “si a vuelta de correo no remite” el certificado de recaudación de la segunda quincena de enero[20]. Esta comisión acusa recibo de las instancias dirigidas por varios vecinos ante p2 domingo, 18 de enero de 2015, EL DÍA EN PORTADA Calle de la Alhóndiga de Realejo Alto. Archivo Municipal de Los Realejos. ella y el Gobierno Civil, en queja por la conducta observada en la mesa constituida el 27 de enero para la elección de concejales, solicitando su nulidad[21]. En el proyecto de presupuesto económico para el ejercicio 1889-1890, los gastos ascienden a 14.691,65 pesetas y los ingresos a 2.890,92, lo que genera un déficit de 11.800,73 pesetas, “que se cubrirán con los recursos legales del capítulo noveno de dicho presupuesto”[22]. El guarda local abre expediente a diversos vecinos por sustracción de carbón. En la sesión municipal de 17 de marzo se nombra alcalde por mayoría a Isidro Oramas y Chaves. La primera tenencia de alcaldía recae en José Luis Pérez, la segunda en Guillermo Albelo Pérez y regidor síndico José Borges Fregel. El resto del cuerpo de concejales lo forman Andrés de Mesa y Delgado, Narciso Luis García[23], José García Pacheco, Cipriano Álvarez Moreno, Cristóbal García Acosta y Domingo Espinosa. En este acto son designados los alcaldes de barrio o pedáneos; para las Rosas se nombra a Santiago García Pacheco, para la Cruz Santa a José Méndez Felipe y por la Carrera-Gorvorana a Domingo Pérez y González. Son aprobadas las cuentas de fábrica[24] de la parroquia de Santiago que remitió al obispado su regente, Ángel Fernando Barreda Hernández[25]. La autoridad competente ordena a la alcaldía ingresar en las arcas provinciales, en un plazo de tres días, 518 pesetas en poder del depositario a cuenta del embargo practicado contra las rentas de aquel ayuntamiento[26]. El Boletín Oficial notifica a los municipios de Realejo Alto y Garachico los artículos que serán gravados para cubrir el déficit[27]. Según informe municipal, a esa fecha las fuerzas productivas del municipio ascienden a 1.263 habitantes[28], “la quinta parte son mayores de setenta años y menores de doce, que nada producen”, a la vez que “siendo un pueblo agrícola con muchos caminos y pagos es difícil establecer una vigilancia sobre ese impuesto”. Estos serán los argumentos esgrimidos ante la Delegación de Hacienda para rechazar el cupo de consumo y sal[29] que correspondía al pueblo en los Presupuestos Generales del Estado y el Censo de 1877[30]. En los reemplazos de mozos es declarado “útil condicional” Domingo Hernández, se exceptúa temporalmente a Teófilo Luis y se excluye totalmente a Cipriano Méndez y Cipriano Arbelo[31]. Las autoridades provinciales levantan el embargo municipal[32], mientras se abre expediente a Miguel Chaves Albelo[33] como recaudador del impuesto de cédulas personales, a quien se exige ingresar las cantidades por él retenidas. Se habilita al maestro de Primera Enseñanza por los conceptos de nómina, material y alquiler para el primer trimestre del curso[34]. La municipalidad informa al gobernador civil de que prosiguen las gestiones para imponer un arbitrio extraordinario sobre los artículos de consumo no tarifados[35]. En cumplimiento de la legislación electoral la distribución de los distritos electorales es la que sigue: Distrito Primero, colegio primero: Casco, que comprende la calle de la Alhóndiga, plaza de la iglesia, calles del Medio y del Sol, del Agua, Callita, adyacentes de Toscas de Romero, San Benito y Horno. Distrito Primero, colegio segundo: barrio de San Agustín, Caseríos del Patronato, Carrera, Montañeta, Burgado, Zamora, Gorvorana, Longuera y Méndez. Distrito Segundo con un colegio único: Pago de la Cruz Santa, Caserío de la Cartaya, Zamora, Piñera, Mocán y pago de las Rosas (que abarca los caseríos de Florida, Placeres, Traviesa, Madroño, Hoya de Pablo, Palo Blanco, Llanadas, Treviña, Mollero, Hoya de Farrais y Ferruja. Es nombrado juez municipal del Realejo Alto José del Carmen Pérez[36], al tiempo que la prensa deja constancia de la marcha hacia el pueblo, con objeto de pasar la temporada de verano, de José Suárez Guerra, subdelegado de Farmacia de distrito[37]. En agosto se constituye la Junta Municipal[38], integrada en su sección territorial por Juan Yanes García, Felipe Siverio Hernández[39], Carlos Hernández Pérez, Miguel Hernández Albelo y Felipe Hernández González. La sección industrial es ostentada por Estanislao Fragoso García[40] y la sección de no contribuyentes por Vicente Hernández Siverio, Celestino Chaves y Luis, Leonardo García Pacheco, José Luis de la Guardia González y Juan Espinosa y Espinosa. Según consta en acta de sesión municipal, el vecino Pedro Quintero Rodríguez solicita al Gobierno Civil la destitución de la Corporación por estar ilegalmente constituida. Se desestima la petición por improcedente. Con el comienzo del curso se publican las estadísticas parroquiales, de las que se desprende que el número de confirmaciones asciende a 704 y las comuniones a 954. La muestra del estudio englobó a 734 vecinos[41]. Siguiendo órdenes telegráficas del ministro de la Gobernación al Gobierno Civil, es destituido y denunciado el alcalde y concejo que constituyen el ayuntamiento realejero[42]. Mientras, en sesión de 23 de septiembre se reúnen los concejales interinos nombrados por el gobernador civil para ocupar los puestos de propietarios, destituidos por la nombrada autoridad superior. Estos toman posesión ante el juez municipal. Es elegido alcalde Eliseo González Espínola[43] y“se extiende un acta que se agregará al libro de actas cuando se tenga”[44]. Pero debido a “la mal interpretación de telegramas del ministro” se ordena restituir al anterior y legítimo gobierno municipal[45], de lo cual deja constancia esta nota periodística: “Después de copiar un suelto, con la noticia de que en el Gobierno Civil se habían recibido nuevas órdenes telegráficas del Ministro de Gobernación disponiendo se dejara sin efecto la destitución de los Concejales del Ayuntamiento del Realejo-Alto, decretada dos días antes por el mismo Sr. Ministro, escribe nuestro querido cofrade El Memorándum lo siguiente: “El estimado colega nos permitirá una rectificación y una aclaración. La rectificación: que el Gobierno no ha decretado la destitución del Ayuntamiento del Realejo-Alto. El Gobierno sabe que no puede decretarla ni respecto a ese Ayuntamiento ni respecto a ninguno otro; que eso, cuando procede, corresponde a los tribunales. La destitución no ha podido decretarla nadie más que el Sr. Antón, que está tan fuerte en derecho administrativo como en lengua árabe”[46]. La sesión del pleno da cuenta del falseamiento de las listas electorales, por lo que el Gobierno Civil restituye la Corporación anterior, retomando la alcaldía Isidro Oramas en 13 de octubre. La orden obliga al Consistorio a ultimar dichos listados, por no formularse con arreglo a la ley, por el alcalde saliente[47]. Las intrigas políticas son evidentes, pues tras la restitución de los concejales, un alto oficial del Gobierno Civil se entrevistará con Eliseo González, cabeza de la oposición[48]. El restablecido ayuntamiento, incondicionalmente tinerfeño había sido de muy atrás, objeto de la ira de las fuerzas fácticas. El señor Espínola, alcalde intruso, como lo calificó la prensa tinerfeña, pretendió reformar en su fugaz reinado de quince días las listas contra las cuales no se atrevió a reclamar en el plazo en que estuvieron expuestas al público. Intentó amañar unas nuevas listas en las que alteró los nombres de los votantes. Pero la táctica de Eliseo fracasó, aun apoyado por las instituciones capitalinas que intentaban desestabilizar a la municipalidad norteña por ser afecta a los intereses de Tenerife. Prosigue el rotativo diciendo que “este cacique de menor cuantía en tierras del Realejo” no piensa en otra cosa que en “sentar su planta” en el ayuntamiento, valiéndose al efecto de todos los medios menos el de acudir a los comicios[49]. El Gobierno Civil recibe la instancia presentada por Isidro Oramas Chaves y otros concejales del Realejo Alto, suplicando que dicha autoridad se inhiba, para que cesen los procedimientos ante el tribunal que perita la causa que contra ellos se sigue por malversación de caudales públicos; se desestima[50]. El día primero de diciembre se c elebran elecciones municipales, en tanto la prensa informa de cómo tuvo lugar el escrutinio de interventores, sin que el poderoso partido leonino de Eliseo González Espínola se digne p3 EL DÍA, domingo, 18 de enero de 2015 EN PORTADA tomar parte en la función electoral. Isidro Oramas nombró parcialmente a los interventores en los colegios, a fin de que “los leoninos de Espínola” pudieran intervenir en la elección sin achacar su derrota. Esta prudente conducta se puso en conocimiento de los simpatizantes de Espínola con la antelación oportuna, quien no acudió al acto de las elecciones que tuvieron lugar el domingo[51]. Se publica la relación de los descubiertos con que figuran los pueblos de esta provincia, por obligaciones de Primera Enseñanza correspondientes al año económico 1888-1889: el Realejo Alto posee un importe anual de las obligaciones de 3.691,25 pesetas, siendo sus ingresos verificados de 2.947,87 pesetas, lo cual genera un déficit de 743,38 pesetas[52]. El enésimo despacho periodístico ilustra la sinuosa vida política local: las últimas elecciones municipales en el Realejo Alto, en las que no osaron tomar parte las reducidas huestes leoninas que acaudilla el eterno aspirante Eliseo González Espínola, son anuladas por la mayoría de la Comisión Provincial, pues de los tres colegios electorales existentes una sola protesta presentada en el del casco del pueblo – protesta sin uso de razón ni funNOTAS: (1) Fernando León y Castillo (1842-1918), político canario, ministro y embajador, reivindicó la división provincial de Canarias, pero los políticos tinerfeños ganaron la pugna, hasta que se vio quebrada en 1927 con las directrices del general Miguel Primo de Rivera. La prensa tinerfeña apodaba a sus seguidores “los leoninos”. (2) Si no se indica lo contrario, los acuerdos municipales se han transcrito de Libro de Actas donde toma sus acuerdos este ilustre Ayuntamiento año 1888-1889 (01.07.1888-03.02.1889), Libro de Actas del Ayuntamiento de Realejo Alto (07.02.188930.06.1889) Sign. 13/2 COD. A.1.1.3 y Libro de Actas del Ayuntamiento de Realejo Alto. (07.07.188929.06.1890) Sign. 13/38 COD. A. 1.1.3. Archivo Histórico Municipal de Los Realejos, en adelante A.H.M.R. (3) Espinosa, Alonso de, Historia de Ntra Sra. de Candelaria, p. 123. (4) Buch, Leopold von, Descripción física de las Islas Canarias, p. 35. (5) Hernández Hernández, Jonás y Hernández Hernández, José, Fiestas de Mayo en Los Realejos, pp.52 y 53. (6) Representante de la pequeña burguesía realejera, residía en la calle del Medio, alcalde de Realejo Alto en varias ocasiones y juez municipal (02.08.1897-31.07.1899), falleció en 1916 a los 85 años. Los datos biográficos de los protagonistas han sido recopilados de los índices y libros de defunción correspondientes del Juzgado del Realejo Alto, Juzgado Municipal de Los Realejos, padrones municipales de los años pertinentes depositados en el A.H.M.R y Fernández Bethencourt, Francisco, Nobiliario de Canarias, t. 4. (7) Para una introducción a la Historia de Los Realejos, cfr. AA.VV, Los Realejos. Una Síntesis Histórica y Arbelo García, Adolfo, La burguesía agraria del Valle de La Orotava (1750-1823). (8) Véase, Álvarez García, Jerónimo David, Aproximación a la vida cotidiana de Realejo Alto hacia 1887, La Prensa-EL DÍA, 19.01.2014 y Álvarez García, Jerónimo David, Aproximación a la vida cotidiana de Realejo Alto hacia 1888, La PrensaEL DÍA, 12.10.2014. (9) La Opinión. Sta. Cruz de Tenerife. 05.01.1889. Biblioteca Universidad de La Laguna. BULL. (10) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife.22.01.1889.BULL. (11) Diario de Tenerife Sta. Cruz de Tenerife. 23.01.1889, pp. 1 y 2. BULL. (12) Los primeros puestos de esta relación los ocupaban las personas de mayor renta y los últimos los personajes con mayor prestigio social y/o nivel cultural. (13) Gran propietario de la burguesía agraria realejera y vecino de la calle del Medio. Nuestra Señora de Los Realejos, patrona del Realejo Alto. Archivo Municipal. (14) Estas cantidades difieren del Padrón Vecinal de Realejo Alto de 1889, en el que el primer puesto lo ostenta Eliseo González Espínola. Si se analiza a los mayores propietarios del Realejo Alto con sus homólogos del Realejo Bajo, se aprecia que el reparto de la propiedad era más equitativo en el primer municipio, ya que en el vecino pueblo los dos primeros contribuyentes, a saber, Pedro Melo Hernández y Celedonio Camacho Pino, oscilaban en tasas de 1.343 pesetas cada uno. Millares Cantero, Agustín y otros, Historia Contemporánea de Canarias, p.65. (15) Entre ellos se encuentra Estanislao Fragoso García con 26,89 pesetas, Miguel Chaves Albelo con 22,03 pesetas e Isidro Oramas Chaves con 14,73 pesetas. (16) Sus cuotas oscilaban entre las 2,15 pesetas y las 0,51 pesetas. (17) Natural de Puerto de la Cruz, era propietario agrícola en el Patronato, regentó la parroquia de Santiago de 1878 a 1918 siendo el segundo mandato más prolongado de los últimos 266 años. El primer lugar lo ocupa el Dr. Agustín García de Chaves (1748-1803), orador, benefactor que fue de la parroquia y caballero de la Noble Esclavitud de San Juan Evangelista de La Laguna. El tercer puesto recae en Antonio Hernández Oliva (1981-2013), en cuya regencia se efectuaron gran parte de las restauraciones contemporáneas. Entre los más célebres párrocos de Santiago del Realejo, destacaremos a Rodrigo de Villalobos, que fue beneficiado de 1536 a 1557, aunque residió en Castilla, pues era capellán de la Corte del Emperador Carlos V, lo que provocó la airada protesta de la feligresía del Realejo de Arriba por su dilatada ausencia. Santana Rodríguez, Lorenzo en “El Tríptico de Santiago del Realejo, Aislados, Año III, El Mundo, 18.02.2000”. (18) Casó con doña Juana Arocha y Casanueva. (19) Vecino de la Cruz Santa, falleció el 02.06.1896 a las 38 años de edad. (20) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife. 06.02.1889. BULL. (21) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife 14.02.1889. BULL. (22) Según Ley de Municipios de 1845, título VII, Del presupuesto municipal, Art.101. Enciclopedia Jurídica Española, Francisco Seix, edt, que reza: “Si el producto de los ingresos ordinarios y extraordinarios no bastase a cubrir el presupuesto de gastos obligatorios, se llenará el déficit por medio de un repartimiento o arbitrio extraordinario que el Ayuntamiento propondrá a la aprobación del Gobierno”. (23) Propietario y vecino de la Cruz Santa. (24) Correspondería a la contabilidad actual. (25) Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Tenerife. La Laguna. 18.03.1889. BULL. El Padrón Municipal de 1889 del Ayuntamiento de Realejo Alto, A.H.M.R aporta la identidad del sochantre, a la sazón Salvador González Albelo, vecino de la plaza, propietario y recaudador. (26) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife. 11.03.1889. BULL. (27) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife. 21.03.1889. BULL. (28) La desaparición del clero rentista, el aumento del campesinado jornalero (que emigró a América y constituyó la mano de obra para implantar regadíos y plataneras) y la concentración de la riqueza en manos de la burguesía agraria local, definen el panorama social de la época, en AA.VV, Los Realejos. Una Síntesis... p. 97 (29) Antes de la generalización del mantenimiento de alimentos por refrigeración, el uso del salado como conserva conllevó a elevadas tasas de cáncer del aparato digestivo, el avance de la congelación disminuyó estos índices. (30) En el Archivo Histórico Provincial de Tenerife, Fondo INE, Sign. 1083 y 1084, “Censo de la Población de España en 1887”, Provincia de Canarias, constan los datos demográficos de Realejo Alto, desprendiéndose que la población ascendía a 3.658 habitantes (1.662 hombres y 1.996 mujeres, reflejo de la emigración masculina a América). De estos, 2.448 eran solteros, 1.064 casados y 146 viudos, mientras que 176 personas sabían leer y 3.056 no. (31) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife. 05.04.1889. BULL. (32) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife. 11.05.1889. BULL. (33) Alcalde que fue de Realejo Alto, propietario y vecino de la calle del Medio, casó con Cosmelina Pérez-Zamora, falleció el 24.12.1917. (34) El Auxiliar, Sta. Cruz de Tenerife. 06.05.1889. BULL. (35) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife. 16.05.1889. BULL. (36) La Opinión. Sta. Cruz de Tenerife. 10.06.1889.BULL. Figura en el listado de hermanos de la Cofradía de Ntra. Sra. del Carmen de 1867. Hernández García, José Javier, Los Realejos y la imagen de Ntra. Sra. del Carmen, p.160. (37) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife. 31.07.1889. BULL. (38) Equivalía a las comisiones municipales actuales, pues tenía función de asesoramiento. (39) El investigador realejero Juan Carlos Ramírez ha indagado en la genealogía del apellido Siverio en su trabajo“El origen del apellido Siverio en el Realejo Bajo” (conferencia impartida en la Casa de la Cultura y Casino Realejos el pasado año). Puesto que sus estudios aún se circunscriben a este antiguo municipio, cabe recordar que algunas ramas Siverio y/o Hernández-Siverio residían en San Agustín y la Carrera, jurisdicción del Realejo Alto, incluso damento– ha bastado a la “Comisión Leonina” para anular toda la elección. El gobierno actual ha dicho que el legítimo ayuntamiento es el que, actualmente en funciones, preside Isidro Oramas, pues el mismo Gobierno y el Consejo de Estado recuerdan que los débitos municipales no constituyen causa de incapacidad para los concejales; pero aun así, la Comisión Provincial de Canarias, sobreponiéndose a órdenes superiores, considera incapacitado al actual Consistorio y anula estas elecciones[53]. Se constata nuevamente, tanto por la documentación oficial como por las referencias de la prensa histórica, bibliografía y reseñas biográficas, la consolidación de la burguesía agraria y la conflictiva situación de la política realejeras. El último cuarto de siglo, representado en los nombres de Eliseo González Espínola e Isidro Oramas y Chaves, comienza su declive en sus mismas personas, tanto por fallecimiento como por avanzada edad, respectivamente. Así, tras la aparición en la escena pública de nuevos personajes ligados a una incipiente burguesía comercial o sociológica, se sentarán las bases político-económicas y sociales de principios del siglo XX en el Realejo Alto. en el casco del pueblo. Como ejemplo se citará a los hermanos Angelina, Santiago, Rosario, Dolores, Isidro, Agustín y José Hernández Siverio, vecinos del Camino de San Benito, según se desprende del Padrón Municipal de Vecinos de Realejo Alto de 1915. A.H.M.R. También se advierte que los Hernández-Siverio aún poseen antiguas sepulturas en el cementerio de San Agustín. (40) Alcalde que fue de Realejo Alto, comerciante y vecino de la Cruz Santa, viudo, casó en segundas nupcias con Candelaria Armas, de la que también enviudó. Falleció en 21.03.1901 a la edad de 70 años. (41) Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Tenerife. La Laguna. 04.09.1889. BULL. (42) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife 23.09.1889. BULL. (43) Vecino de la calle de la Alhóndiga, una de las mayores fortunas del municipio y partidario de la división provincial, ostentó la alcaldía en numerosas ocasiones durante el último tercio del siglo XIX. Casó con María Candelaria Bonifacia de Zárate y Morales. Diversas fuentes orales señalan que doña Candelaria y sus hermanas solteras, Luisa, Felisa y Eladia, habrían ejercido en las postrimerías de siglo y principios del siguiente como camareras de la Virgen de los Remedios. Este dato no se ha constatado documentalmente por aplicación de la Ley de Protección de Datos vigente. Es importante señalar que Ntra. Sra. de los Remedios ostentaba el título de “Patrona de este pueblo”, según reza en Libro 4º de Sesiones del Ayuntamiento de Realejo Alto, acta de 12.09.1929, p. 68. A.H.M.R. (44) Se aprecia en el libro de actas correspondiente, la diferencia de textura del papel de este acta con la de las restantes. (45) La Opinión. Sta. Cruz de Tenerife. 30.09.1889. BULL. (46) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife. 04.10.1889. BULL. (47) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife.17.10.1889. BULL. (48) La Opinión. Sta. Cruz de Tenerife. 05.10.1889. BULL. (49) La Opinión. Sta. Cruz de Tenerife. 05, 15 y 20.11.1889. BULL. (50) Diario de Tenerife. Sta. Cruz de Tenerife. 25.11.1889. BULL. (51) La Opinión. Sta. Cruz de Tenerife. 05.12.1889. BULL. (52) El Auxiliar. Sta. Cruz de Tenerife, p.348. 22.12.1889. BULL. (53) La Opinión. Sta. Cruz de Tenerife. 31.12.1889. BULL. p4 domingo, 18 de enero de 2015, EL DÍA INVESTIGACIÓN EN PORTADA TURISMO Óscar Domínguez Óscar Domínguez (La Laguna, 3-1-1906-París, 31-12-1957), pintor surrealista, pasó su infancia y adolescencia en Canarias, hijo de un productor platanero y huérfano de madre desde los dos años. Permaneció en su tierra natal hasta 1927, cuando es enviado a París para trabajar en la oficina del representante paterno. La ciudad francesa solo la abandona dos veces, una para cumplir con el servicio militar en Tenerife y otra para asistir al entierro de su padre, en 1931. Desde finales de los años veinte, comienza a entrar en contacto con la vanguardia parisina, estrechando lazos con el grupo surrealista. Artistas como André Breton, Paul Eulard, Man Ray o Yves Tanguy, pasan a estar entre su círculo de amistades. Pintor aficionado en sus comienzos, empieza a ejercer como publicista, desarrollando al mismo tiempo sus enormes potenciales plásticas. Presenta en 1933 su primera exposición individual en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife. Los años treinta suponen un periodo de grandes apoteosis en el surrealismo. En este sentido, Óscar aporta la técnica de la decalcomanía, que consiste en presionar al azar tinta entre un par de planchas, y alcanza fama internacional exponiendo en Londres, Tokyo o París. En la siguiente década, la invasión alemana de París lo obliga a instalarse en Marsella, donde continúa trabajando en la clandestinidad con los surrealistas a través de la publicación “Le Main au Plume” . A principios de los cuarenta conecta con Chirico en la que se denomina su etapa metafísica (1942 a 1943); luego trata con Picasso (1944 a 1948), quien le influirá de por vida en su temática y formas artísticas, para concluir en su llamado periodo esquemático (1949 a 1953), tras crear la técnica del triple trazo. Al acabar la Segunda Guerra Mundial, persisten sus exposiciones por Nueva York, Praga o Milán; destacando en su trayectoria la construcción, en 1949, de los decorados para la obra “Las moscas”, de Jean Paul Sartre. Los años cincuenta suponen la génesis de su decadencia. Alterna exposiciones y reconocimientos con persistentes brotes psicóticos. Es invitado a casa de su amiga Ninnete en compañía de amigos como Man Ray, Paul Eulart o Max Ernst, con motivo del Año Nuevo de 1958, que no llegó a disfrutar. Fue encontrado muerto en el baño por una sobredosis de barbitúricos. Serie “Pintores Canarios”, cuadro Nº1 (técnica mixta sobre papel de acuarela) p5 EL DÍA, domingo, 18 de enero de 2015 FORMACIÓN PROFESIONAL TURÍSTICA: Una asignatura siempre pendiente (IV) Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes (del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones Unidas) “Nunca hay que abandonar los ideales en lo que creamos fielmente” “Perseverar ante las dificultades, es abrir camino hacia el éxito” C orría el año 1994 cuando en un periódico de las Islas Canarias apareció publicado un artículo de opinión escrito por el profesional Antonio Romero Aumente sobre la formación profesional en el sector turístico. Las últimas noticias que llegaron a nosotros sobre este destacado profesional en el turismo español le situaban en el sur de Tenerife, como director del hotel Jardín Tropical, un establecimiento hotelero de cinco estrellas vinculado a grandes capitalistas españoles, a cuya inauguración, creo recordar, asistió el presidente del Gobierno de España Felipe González Márquez. Hoy, pasado más de veinte años de estos recuerdos, algunas consideraciones y reflexiones amigas nos han puesto nuevamente a ocuparnos del mismo tema, reproduciendo casi en su totalidad –solo con algunas llamadas a la actualidad– el escrito que en aquel entonces remitimos a la prensa, el cual nos pareció oportuno en aquellos momentos y cuyo contenido creemos sigue siendo de actualidad. Es lo que hay: Las soluciones posibles, en el año 1994 “Hacen falta campañas institucionales que lleven a la juventud hacia las profesiones actualmente necesarias. Hacia los centros de enseñanzas profesionales donde se les ha dado, y se les da –ahí estamos para demostrarlo, después de treinta años trabajando en este sector– los conocimientos necesarios para realizar sus trabajos debidamente, máxime ahora cuando se cuenta con la colaboración de los empresarios del sector y los sindicatos de trabajadores. Es necesario que la juventud se prepare para trabajar para el turismo, y que los profesionales encuentren en los centros de enseñanza el lugar donde puedan realizar unos cursos de reciclaje que sean el encuentro con los modernos avances de las tecnologías modernas aplicadas a sus labores. Hay que acabar con esos seminarios “locos” que de vez en cuando aparecen por ahí de forma soterrada con conferenciantes foráneos colocando esperpénticos “rollos” copiados y repetidos decenas de veces, que solo sirven para justificar emolumentos ante la Comu- En Nairobi, Kenia, presentando un modelo ideal para las enseñanzas turísticas, en la Asamblea Mundial de la máxima categoría. El marco, la UIOOT, hoy OMT. Enseñanza turística personalizada impartida por el CIESTCA, en Tenerife. nidad Europea, a la cual se le sacan los gastos de los mismos, con la figura de una colaboración para atender la formación profesional, algo muy lejos de la realidad según los resultados que se obtienen. Se queja Romero Aumente de la falta de coordinación que existe actualmente ante los distintos estudios turísticos en Canarias. No existe ninguna. No sabemos que se haya realizado siquiera una reunión donde se pongan cada uno en su sitio de la pirámide que debe existir entre los distintos estudios turísticos y su interrelación. No creo que todos estemos haciendo lo mismo. No lo estamos haciendo. Cada uno actúa por su cuenta, por lo que se debería estructurar toda esta problemática dentro de un solo contexto, como se intentó hacer en España en los años 70 y que fue la base de nuestra exitosa exposición en el seminario de la UIOOT – hoy Organización Mundial del Turismo– en Nairobi. Escuelas de turismo, de hotelería y universidad tienen una misión que cumplir en las enseñanzas turís- ticas, por lo que es necesario que exista una interrelación entre estas instituciones para conseguir una enseñanza perfecta debidamente fundamentada en el conocimiento. Una relación que vaya más allá de las políticas del momento. Que este fundamentada en la continuidad y nunca en la coyuntura. Que deje perfectamente establecidas y delimitadas las necesidades en las enseñanzas turísticas en Canarias frente a esos seis millones de turistas que anualmente visitas las islas. ¿Por que no se ha hecho esto antes? ¿Es que se puede operar sin ser cirujano, o hacer puentes sin haber estudiado ingeniería? ¿O es por casualidad que se sigue pensando que el turismo no es una cuestión empresarial, y se sigue pensado que es solo un conjunto de opiniones?”. Ilustramos hoy este comentario con una fotografía en la cual aparecemos, en Nairobi, Kenia, junto al secretario general de la UIOOT, Mr. Robert Lonati –auténtico inspirador de la OMT actual– y al director general de Air France, que entonces era el presidente de los miembros afiliados de la UIOOT, mientras nosotros ocupábamos el cargo electo de vicepresidente. Era el año 1971. Seguimos en la brecha Eso escribimos en 1994. Hoy, pasado el año 2014, nuestra perspectiva no parece haber cambiado hacia soluciones positivas. Se enclaustra la enseñanza del turismo sobre rígidos programas lejos de la formación profesional necesaria. Se piensa que se puede gestionar todo desde un despacho bien amueblado sin conocer los entresijos de la profesión; que un director de una agencia de viajes o de un touroperador no tiene que saber manejar un ordenador o rellenar un billete electrónico, al igual que un director de hotel no tiene que saber cómo se usa un “cuarto frío”, se confecciona una paella o se pela una papa… Con esta supina ignorancia los empresarios del sector tienen que luchar para abrirse camino lejos del director “universitario” o “académico”, que pretende ocupar puestos directivos sin saber cuáles son los elementos que tiene que dirigir y cómo hay que hacerlo, pues no tiene el conocimiento experimental necesario para ello. En este peligroso escenario se desenvuelve el desarrollo del turismo, inspirado en la gestión que solo piensa en acumular números de visitantes sin tener en cuenta la imagen deteriorada que cada día pueda asentarse más en el viajero visitante que observe las carencias en los “destinos consolidados” y las bondades del servicio en los “destinos emergentes”. Una realidad evidente a la que le dan la espaldas aquellos dirigentes políticos que tienen hipotecada su gestión a las realidades del momento, sustento y soporte del puesto de trabajo que ocupan más por cuestiones políticas que por sus conocimientos. El ejemplo lo tenemos bien cerca. Unas reflexiones nacidas de muchos años de trabajo alrededor del sector turístico, ofreciendo una enseñanza profesional de calidad contrastada con cientos de profesionales en puestos relevantes de trabajo en medio mundo, a quienes hemos tenido la suerte de haberles podido enseñar desde cómo se debe promocionar un lugar a cómo se dirige una empresa turística o, ¿por que no?, cómo hay que pelar una papa. p6 domingo, 18 de enero de 2015, EL DÍA PASADO ISLEÑO TRASATLÁNTICA, EMBAJADORA EN EL MÉXICO AMIGO (1948) Texto: Manuel Marrero Álvarez (exdelegado de la Compañía Trasatlántica Española en Canarias. Miembro de la Academia Canaria de Ciencias de la Navegación) E l conquistador español Hernán Cortés desembarcó en México en 1519 y, tras una corta resistencia por parte de los indios aztecas, funda la ciudad de Villa Rica de Veracruz, que alcanzó gran influencia como puerto principal del país, hasta convertirse con los años en uno de los más grandes e importantes puertos mexicanos. Veracruz ha sido testigo de numerosas vicisitudes históricas y está llena de gloriosos recuerdos, por lo que ha sido llamada “la cuatro veces histórica”. En la época precolombina, los recursos mineros de la zona gozaban de merecida fama, en especial el oro y la plata, siendo esta una de las causas para la conquista española. De todas formas, México no ha sido un gran país de inmigración, y tal vez sea de los que menos recibieron esos grandes aluviones humanos que invadieron otros territorios americanos. La colectividad española no era muy nutrida, pero aumentó considerablemente entre 1939 y 1940 con la llegada de una numerosa corriente de refugiados políticos, pertenecientes al bando perdedor de la desgraciada Guerra Civil española. México acogió, como ningún otro país, a aquellos ciudadanos ofreciéndoles asilo y todo tipo de facilidades para rehacer sus vidas. Entre estos españoles, la mayoría simpatizantes de la República vencida, figuraban docenas de refugiados procedentes de las Islas Canarias, muchos de ellos con elevada preparación intelectual y profesional, que contribuyeron al progreso de ciertos sectores de la vida mexicana. Había funcionarios, comerciantes y, en especial, aquellos que se dedicaban a la enseñanza universitaria. Un gran número se instaló en la ciudad de Tlacotalpan, conocida como la perla del Papaloapan, o río de las Mariposas, que cruza las planicies de la costa veracruzana hasta la laguna de Alvarado. Allí la vegetación es exuberante, con plantaciones de árboles frutales, café, caña de azúcar y piña, siendo tales los vestigios de Canarias en la zona que veneran y tienen por patrona a la Virgen de Candelaria. En cuanto a la historia de las relaciones entre España y México, esta ha sido una auténtica paradoja, pues mien- tras sus ciudadanos han mostrado desde siempre una relación personal envidiable, de las mejores entre naciones de habla hispana y los pueblos unidos por seculares vínculos históricos, sin embargo las diplomáticas han estado durante muchos años bastante deterioradas y completamente rotas. Desde la independencia de México, proclamada en 1821, España no la reconoció hasta 1836 y, en correspondencia, México no quiso reconocer al Gobierno español durante el régimen franquista y fue el 28 de marzo de 1977, bajo los gobiernos de Adolfo Suárez por España y López Portillo por la República Mexicana, cuando se reanudan las relaciones diplomáticas, después Estampa marinera del puerto de Veracruz en los años 40. Archivo Manuel Marrero. Imagen del naufragio del desgraciado vapor “Cristóbal Colón” (1936). Archivo González Echegaray. de cuarenta años de silencio, produciéndose el canje oficial de notas en el Salón Napoleón del hotel George V de París. La Compañía Trasatlántica cubría el servicio España-México con los magníficos buques hermanos “Cristóbal Colón” y “Habana”, ex-“Alfonso XIII”, pero con el inicio de la Guerra Civil, en julio de 1936, las escalas fueron suspendidas. Posteriormente, con la victoria de las fuerzas del general Franco, las relaciones se rompen y esta suspensión se alargaría en demasía, ¡12 años! Al “Cristóbal Colón” le sorprendió en Veracruz la fatídica fecha del 18 de julio de 1936. El buque estaba al mando del célebre capitán Eduardo Fano Oyarbide y desde América regresa a Europa escalando en Southampton y posteriormente en Santander, quedando en poder del Gobierno republicano. Al cabo de un mes se le ordena salir con destino al puerto galés de Cardiff, en el Reino Unido, donde repostaría completo de carbón para una travesía larga hasta México y cargar material militar para la República. En Cardiff el capitán Fano y sus oficiales abandonan el barco y se pasan a la zona nacional, enviando desde España al capitán Crescencio Navarro Delgado, perteneciente a la Marina Mercante del Frente Popular, para salir a viaje con nuevo mando el 16 de octubre. Nueve días más tarde, cuando navegaba a 15 nudos de velocidad, mar en calma y cielo despejado, embarranca en los arrecifes de la isla de Saint George, en Bermudas. A la llamada de auxilio respondió el crucero ligero de la Marina de Guerra británica “Dragon”, que le dio remolque pero nada pudo hacer en su ayuda. También acudieron varios remolcadores, resultando infructuosa su presencia debido a la escasa potencia de los mismos, quedando allí atrapado y perdiéndose definitivamente, a pesar de los esfuerzos para reflotarlo. Su capitán de efímero mando en tan espléndido buque y resto de la tripulación, compuesta en total de 170 hombres, fueron recogidos por el citado crucero británico y llevados al puerto de Saint George, donde se celebró el juicio por el naufragio, considerando la Corte de Justicia de la isla culpable del siniestro al capitán, por negligencia. Todos los tripulantes se salvaron en el accidente, pero comenzaron un angustioso calvario que duraría 14 meses al ser abandonados a su suerte desde el primer momento por el Gobierno republicano de Madrid, así como también por los de los países amigos de México, Cuba y Francia, que no quisieron saber nada de ellos, teniendo las autoridades de la isla que proporcionarles trabajo para pagar los gastos de alojamiento y manutención. Finalmente, en la Nochebuena de 1937, los sufridos tripulantes embarcaron a bordo del vapor “Reina del Pacífico” con destino al puerto francés de La Pallice, a donde llegaron sin novedad. La relativa cercanía del naufragio de tierra firme hizo que el buque fuera saqueado por los habitantes del archipiélago, desvalijando muebles, pinturas, esculturas, vajillas, cubertería... en fin, todo lo que de valor había a bordo, permaneciendo atrapado en los arrecifes como “reclamo turístico” durante algo más de tres años, para que, finalmente, a principios de 1940, aviones de las Fuerzas Aéreas norteamericanas, usaran sus restos como blanco para sus prácticas de bombardeo p7 EL DÍA, domingo, 18 de enero de 2015 PASADO ISLEÑO e hicieran desaparecer de la vista todo vestigio de aquella lamentable embarrancada. En cuanto al vapor “Habana”, el majestuoso ex-“Alfonso XIII”, se encontraba en Bilbao pasando la reglamentaria recorrida de fin de viaje antes de iniciar el siguiente, cuando comenzó la desgraciada Guerra Civil española. Estaba al mando el capitán Jesús Marroquín Valladares, llevando como oficiales de puente a Roberto Fano, Eulogio Onzáin y José Andonegui, quienes junto a otros miembros de la tripulación abandonaron el barco en el puerto bilbaíno, ya que desde algunas semanas antes el buque había pasado a manos del comité revolucionario. Solo quedaron a bordo los maquinistas, el sobrecargo y un telegrafista, permaneciendo fondeado en aguas de Nervión, para más tarde ser requisado como alojamiento de los refugiados de Guipúzcoa, realizando además otros servicios como la evacuación del personal civil de Vizcaya, la mayoría con destino a puertos franceses. En julio de 1937 quedó amarrado en Burdeos hasta el final de la contienda y Trasatlántica no pudo volver a hacerse cargo del buque hasta después de la guerra. El 5 de abril de 1939 se izó la bandera nacional y zarpó con destino a Bilbao para proceder a su reparación en los astilleros de la Naval de Sestao, produciéndose durante los trabajos un devastador incendio, con toda seguridad provocado, que destruyó totalmente la acomodación del pasaje. Posteriormente fue convertido en buque de carga y pocos años más tarde es nuevamente transformado, esta vez en mixto de carga y pasaje. Después de más de una década en que la Compañía Trasatlántica Española no tocaba puerto mexicano alguno, el 13 de marzo de 1948 se produjo el restablecimiento de la línea, con la escala del vapor “Habana” en el puerto de Veracruz. Fue un acontecimiento memorable que marcó un hito en la historia reciente y en los sentimientos de los dos pueblos hermanos. Pero este no era el “Habana” que doce años atrás había recalado por última vez en el puerto veracruzano. En nada se parecía al soberbio trasatlántico de seis cubiertas, chimenea grande levemente caída y con capacidad para 2.164 pasajeros y 243 tripulantes. Ahora sólo conservaba intacto su casco, siendo su acomodación de pasaje de 116 y una dotación de 84 tripulantes. El resto del buque lo componían grandes bodegas de carga. Y es que también los barcos sufren las miserias de la guerra cruel y el “Habana” las reflejaba en aquellos momentos. El barco iba al mando del capitán León Aldámiz Echevarría y cuando inició las operaciones de atraque una gran multitud invadía no solo el muelle, sino también todos los lugares desde donde el barco podía ser visto. Miles de niños con ramos de flores y dos largas filas de cadetes de la Escuela Naval se encontraban asimismo en las inmediaciones del barco, para dar paso a las representaciones oficiales que venían a recibirlo. Fue la reanudación del sentir patriótico que Trasatlántica supo infundir siempre en sus relaciones con América. España y México continuaron sin relaciones diplomáticas, pero a partir del 13 de marzo de 1948 Trasatlántica, con sus barcos y sus capitanes, pasaría a ser la figura del embajador deseado para los miles de exiliados y emigrantes que se encontraban con el sufrimiento del aislamiento total de su patria. La naviera española volvía a encender la llama de la esperanza y a reanudar el único contacto verdadero de México con España. Desde esa fecha, estas escalas en el puerto de Veracruz volverían a traer ilusión, recuerdos y añoranzas, así como también nostalgias en el momento del retorno de la nave hacia España. Las intervenciones que la Compañía Trasatlántica tuvo en las guerras coloniales como auxiliar de la Marina de guerra española se vieron en muchas ocasiones rodeadas de actos heroicos por parte de sus capitanes y tripulantes, a veces altamente elogiados por el propio enemigo. Es muy difícil para los que no han navegado darse cuenta de la importancia que los capitanes han tenido para mantener vivas las relaciones entre España y América, en la que cada uno de sus barcos era un trozo de España y ellos auténticos ídolos y embajadores trasatlánticos. Con la reanudación de las escalas en Veracruz en el citado año de 1948, buques como el “Marqués de Comillas”, y posteriormente los “Covadonga” y “Guadalupe”, traen a nuevas generaciones de profesionales entre los miembros de su tripulación, de las cuales quisiéramos resaltar la figura de un joven sobrecargo rebosante de jovialidad, simpatía y profesionalidad, que destacaba por su alta preparación académica, dominio de los idiomas y exquisita conversación. Un hombre que, por poseer estas cualidades, fue traído a la Compañía Trasatlántica por su presidente, el conde de Ruiseñada, y que después de años de navegar en la naviera española decidió dejar los barcos y fijar su residencia en México, para desempeñar su trabajo como director del hotel Veracruz. Hablamos de José Luis Sariego del Castillo, andaluz de pura cepa, que combinaba su quehacer cotidiano con la investigación histórica de la ciudad de Veracruz. Allí fundó el Club de Oficiales de Marina, en el que convivían oficiales mexicanos y españoles, estableciéndose una gran amistad y camaradería entre los marinos de ambos países, en especial para los de Trasatlántica, que consideraban Veracruz su segundo hogar, quedando su recuerdo para siempre en su memoria. También destacaba por la ayuda que brindaba a nuestros marinos y a la defensa que hacía de todo lo español, ante la carencia de representación diplomática, convirtiéndose así el hotel Veracruz en una especie de embajada para los españoles y haciéndose merecedor de frases como: “Españoles como él Arriba, el “Habana”, ex”Alfonso XIII” (1939). Archivo M. Marrero. “Monte Granada”, de Naviera Aznar (1975). Postal archivo F. Antón (abajo). nos hacen sentir a la verdadera España”. Años más tarde, regresa a su antigua residencia en Sevilla para proseguir su trabajo en el ramo de la hostelería, aunque antes pasara fugazmente por la Naviera Aznar, para ocupar plaza de primer sobrecargo en el moderno buque “Monte Granada”, donde tuvimos ocasión de saludarlo en una de las escalas que realizó en este puerto de Tenerife, a finales de 1975. Como se sabe, dos años más tarde, el barco fue vendido al Gobierno libio y seguidamente la compañía presentó quiebra, desapareciendo a comienzos de los 80. Posteriormente, Sariego cambia de domicilio y se viene a vivir con su familia a Las Palmas de Gran Canaria, donde le veríamos por última vez, coincidiendo con una visita que hicimos a aquella isla. Comimos juntos y observamos que ya no era la persona vivaz y excelente conversadora de antaño. Nos obsequió con su libro “De Sevilla a Veracruz. Historia de la Marina Española en la América Septentrional y Pacífico”, y durante el almuerzo nos contó con tremenda tristeza reflejada en su rostro que atravesaba momentos difíciles porque la vida se le había torcido, sin especificar sus causas a pesar de nuestra insistencia, pero que esperaba superarlo todo “con la ayuda de Dios”. Sin embargo, su situación no mejoró y un día nos llegó la triste noticia de que se había quitado la vida en su domicilio de Las Palmas, al lanzarse al vacío desde el piso donde vivía. Nunca pudimos conocer ni entender los motivos que le indujeron a tomar esa terrible decisión, máxime tratándose de una persona valiente, optimista y que siempre encaraba la vida con alegría y verdadera pasión. Descansa en paz, querido amigo José Luis. Y finalizamos este recuerdo del pasado con las palabras del ex ministro de Marina mexicano, almirante Roberto Gómez Maqueo, pronunciadas en 1963, que decía: “Desde nuestra gloriosa independencia, México y España han seguido unidas por más que los vínculos de sangre e idioma. Marinos mexicanos han formado parte de la gloriosa marina española y viceversa. En la tercera década de este siglo, fuimos un número considerable de marinos a España a hacernos cargo de las nuevas unidades armadas construidas en diversos astilleros españoles y convivimos jornadas imborrables con nuestros colegas peninsulares. Muchos de nosotros hicimos prácticas en los grandes correos de la Compañía Trasatlántica Española y nunca podremos olvidar la cortesía con que fuimos tratados. Los capitanes, auténticos caballeros del mar de dichos vapores, eran una institución en sus visitas a los puertos americanos. La llegada a Veracruz de los buques de Trasatlántica era inenarrable. En el puerto era declarado feriado y venían visitantes desde distancias superiores a los dos mil kilómetros de tierra adentro para convivir con los gallardos marinos de la lejana España”. p8 domingo, 18 de enero de 2015, EL DÍA www.eldia.es/laprensa Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 963 U na vida sin estrés es posible. Estamos perfectamente capacitados y tenemos derecho a llevar vidas plenas sin sufrir esta clase de malestar. Otra cosa es que hayamos dado prioridad a nuestro bienestar personal, o simplemente consideremos una vida apacible como una buena vida. De hecho, el estrés nunca ha sido lo más importante, más bien nos hemos centrado en el logro y el éxito económico y hemos avanzado esperando alcanzar la calidad de vida en el futuro como resultado de estas premisas. El estrés nos ha parecido un subproducto indeseable de un buen modo de vivir. Para Selye, uno de los primeros investigadores del tema, el estrés es el conjunto de reacciones que un organismo sano pone en marcha en respuesta a una situación nueva o dañina, por lo tanto, un mecanismo de adaptación natural en los seres vivos y que ocurre sin la mediación del pensamiento. Sin embargo, en el caso de los seres humanos, el pensamiento sí juega un papel muy importante en la interpretación de esos cambios, razón por la cual Lazarus y Folkman, en los años 80, definen el estrés como el resultado de la discrepancia percibida por la persona entre los cambios que llegan a su vida y los recursos con los que cuenta para afrontarlos: cómo encaja situaciones difíciles, como la presión temporal para realizar tareas, la sobrecarga profesional, la incertidumbre, la hostilidad en las relaciones, el hacinamiento crónico, la competición crónica, los cambios dramáticos en las condiciones de vida, las amenazas, etcétera. Conocer las causas del estrés nunca ha sido suficiente para evitarlo, porque la solución casi siempre ha entrado en conflicto con otras prioridades. Encontrar un remedio dejando intacto su origen ha sido una demanda histórica a la medicina y la psicología, y a otras disciplinas orientales. La medicina encontró pronto los barbitúricos, hipnóticos, ansiolíticos e, incluso, los antidepresivos para ayudar a las personas a sobrellevar un modo de vida estresante sin sufrir estrés. Y por lo visto con gran éxito, pues, según la OMS, casi el 90 por ciento de la población de los países civilizados consume o ha consumido psicofármacos. Pero se trata de un éxito tramposo. La reducción de los síntomas por medio del adormecimiento de la conciencia y de una relajación muscular forzada farmacológicamente es incompatible con el despliegue de las potencialidades personales. Los psicofármacos producen tres efectos perversos y poco evidentes en las personas: un estado de ensoñación flotante que se convierte en una referencia falsa de lo que significa estar bien; una dependencia creciente de esos productos químicos, e interfieren en el desarrollo de las capacidades necesarias para la superación del estrés. La psicología también logró grandes avances. Pasó del modelo conductual, que pretendía competir en efec- ahí la importancia de establecer un, como dice el profesor Villegas, “balance psíquico interno frente a una situación”. Y que yo ahora propongo llamar “capacitación” o “empoderamiento”. Por tanto, para acabar de una vez por todas con el estrés y la ansiedad es necesario capacitar a la persona para dar dirección a las circunstancias en las que vive, ayudándole a desarrollar un sentido vigoroso de su propia persona, y dotando sus acciones de un sentido trascendente. CÓMO ACABAR CON EL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD Texto: José Oriol Rojas Martín (colegiado T-0589. www.oriolrojas.com) tividad con los psicofámacos, interviniendo de forma específica sobre las variables concretas productoras del estrés (Análisis Funcional), a buscar procedimientos para influir sobre el mayor número posible de variables. De ese modo fue evolucionando hasta llegar a los procedimientos multifactoriales actuales, de los que se han diseñado muchísimos protocolos de intervención, y a nuevas teorías sobre el funcionamiento humano. Hablo de constructos como la resiliencia, coaching, psicología positiva, inteligencia emocional, mindfulnes, y de modelos terapéuticos como la terapia de aceptación y compromiso, la metacognitiva, la terapia de conducta dialéctica, o las aproximaciones neuropsicológicas o la “embodies cognition”. En esencia, todos estos modelos terapéuticos tienen como aspiración común establecer un nuevo balance entre la persona y la situación, modificando la clase de operaciones mentales con las que la afronta. Tal y como afirma el profesor Manuel Villegas, de la Universidad de Barcelona: “El comportamiento humano adaptado o desadaptado (normal o patológico), es el re- sultado del balance psíquico interno frente a una situación social externa”. Pero en cualquiera de estas terapias es necesario que el “paciente” acepte previamente algunas premisas. Debe ser capaz de asumir la responsabilidad del malestar, pues la externalización del estrés es responsable de la dilatación de los tratamientos, en tanto que constituye una respuesta de evitación incompatible con el desarrollo de nuevas competencias personales. Es necesario estar en disposición de identificar y poner en “cuarentena” las situaciones estresantes, afinando la capacidad de observación y la toma de decisiones. Ambas son capacidades dependientes de la lucidez mental y el vigor personal. Y es necesaria la predisposición para el aprendizaje, entendido como el proceso por el que se adquirieren las herramientas adecuadas para abordar los problemas que no se dejan poner en “cuarentena” y que son parte del hecho de vivir. Ni el corazón ni la amígdala ni el hipocampo ni las glándulas suprarrenales están en contacto con el mundo exterior. Únicamente reaccionan al modo que tenemos de ver las cosas, y de Empoderamiento Bajo el nombre genérico de “empoderamiento hiperconsciente de la corporalidad”, trabajamos con un conjunto de técnicas de eficacia demostrada, que aplicadas de forma pautada y ajustadas a cada personalidad están produciendo unos resultados muy satisfactorios. Se trata de un protocolo terapéutico diseñado para construir en el paciente un núcleo sólido de autoreferencia por medio de dos estrategias paralelas. Una, el “empoderamiento de la corporalidad”, y la otra, el desarrollo de la conciencia y la atención para conseguir lo que denominamos “hiperconsciencia” o “conciencia aumentada”, una visión, digamos, en “alta definición y 3D” de la vida cotidiana. Lo llevamos a cabo siguiendo una serie de pasos que explico sucintamente. El primero es la recuperación de las experiencias de seguridad y de éxito producidas por el paciente de forma autónoma en el pasado, para usarlas como guías o matrices emocionales de referencia. El segundo es la “corporalización” de la experiencia de competencia personal, por medio de prácticas motrices congruentes, adecuadas a cada persona. En tercer lugar, entrenamiento en “conciencia aumentada”, que supone la práctica de ejercicios de autoobservación, sensibilización, inteligencia emocional y mindfulnes. En cuarto lugar, la consolidación de la autocompetencia y autonomía a través de la identificación y promoción del talento personal. Y, finalmente, la elaboración de un sentido de trascendencia para las acciones personales. Este procedimiento va produciendo de forma casi imperceptible una nueva disposición emocional frente a los acontecimientos vitales estresantes, de forma que los pacientes logran realizar sus proezas personales de cada día apoyándose en sus nuevas habilidades y competencias. El entrenamiento de las nuevas capacidades, tanto corporales como emocionales, les permite alcanzar metas y afrontar situaciones hasta ese momento inimaginables, porque aprenden a contar consigo mismos y a apoyarse en su valía y fortalezas. Y también a confiar en que todo ese esfuerzo tiene un sentido transcendente. En definitiva, la persona aprende a elegir con sabiduría entre cambiar las circunstancias o adaptarse a ellas, y recupera la experiencia de ser una persona completa al frente de su propia vida.