SERIE INFORMATIVO: FRENTE INTERNO UMNG – IEGAP # 155 Bogotá, 14 de mayo de 2014 LA DESFRONTERIZACIÓN DEL ESTADO COLOMBIANO1 (Primera Entrega) Palabras clave: Colombia, Derecho Internacional, fronteras Resumen Las fronteras de los Estados pueden llegar a variar por tres razones fundamentales: 1.-. Como resultado de un conflicto internacional con algún país vecino, a pesar de que en el mundo contemporáneo las conquistas territoriales por vía de la guerra son absolutamente ilegítimas y no reconocidas por el Derecho Internacional, ni por la comunidad internacional; 2.- por acuerdo entre las partes, que es un acontecimiento muy remoto de llegar a presentarse por la intangibilidad jurídica que representa toda delimitación; 3.- En el caso colombiano, en mesas de negociaciones, lo que resulta incomprensible e inaceptable, pero lamentablemente así ha sucedido a lo largo de nuestra historia. El término “desfronterizar” significa entonces cambiar, reducir o desaparecer fronteras, tal y como ha ocurrido en Colombia con varios procesos de negociación de fronteras a lo largo de nuestra Historia. El estudio de las fronteras y límites de Colombia constituye una de las disciplinas más amplias, especializadas y complejas, que por muchas razones no ha sido motivo de profundo estudio en el devenir de nuestro proceso de formación como Estado, entre ellas, debido al centralismo endémico e imperante que ha acompañado casi toda nuestra historia, el cual convirtió las fronteras en componente marginal y olvidado, y por otra parte, en razón a las características propias de cada frontera, no solo desde el punto de vista geográfico con todas sus componentes tan disimiles, sino desde el punto de vista histórico 1 Este documento forma parte de la serie “Informativo” del Instituto de Estudios Geoestratégicos y Asuntos Políticos de la Universidad Militar Nueva Granada. Su elaboración final estuvo a cargo de Coronel Darío Ruiz Tinoco. Internacionalista, docente de la Facultad de Relaciones Internacionales Estrategia y Seguridad y colaborador de este Instituto. Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Militar Nueva Granada. –jurídico, toda vez que el hecho de establecer fronteras, representa determinar soberanías, límites nacionales e internacionales, relaciones vecinales y competencias estatales, lo cual abarca un sinnúmero de aspectos difíciles de entender, que parten del estudio e interpretación de títulos históricos que las sustentan tales como Reales Órdenes y Reales Cédulas, Disposiciones Reales, así como el poder analizar realidades geográficas, socio económicas, culturales y hasta los aspectos técnicos de la demarcación y obviamente los componentes de orden estratégico etc. Lo más interesante resulta comprender la forma como se dieron los procesos de negociación con terceros Estados y la manera como se realizó, en muchas ocasiones de forma equivocada, la defensa de nuestros derechos por parte de quienes tuvieron tal responsabilidad histórica. Introducción. Las fronteras determinan una forma de relación y de cooperación entre países vecinos, que se genera por la dinámica propia que representa la presencia de intereses en juego, algunos de ellos concordantes, otros preponderantes y algunos inevitablemente antagónicos que son precisamente los que generan naturales tensiones internacionales. Robert Shcuman2 afirmaba: “ Las fronteras son las cicatrices de la historia” y basta con observar los diferentes mapas del mundo a través de la historia, para apreciar las transformaciones que se dieron, en muchos casos producto de las guerras como principal factor desfronterizador, por ejemplo en Europa antes y después de la Primera y Segunda Guerra Mundial o en el continente Africano, producto del capricho y los intereses egoístas de las potencias coloniales europeas de repartirse el continente sin respetar las realidades étnico-culturales, religiosas, políticas, históricas y geográficas. Con referencia al diseño del mapa de Colombia este permite comprender parte de esa historia diplomática desde una perspectiva diferente a la que nos enseña la narrativa y el análisis de los acontecimientos políticos y militares de los siglos XIX , XX y principios del siglo XXI. Cinco fronteras terrestres y “casi” siete fronteras marítimas, y digo “casi” porque como consecuencia de la sentencia del 19 de noviembre de 2012 se perdió aparte de una porción de mar, para citar un ejemplo, el límite marítimo con Costa Rica establecido por el Tratado de 19773 que el país centroamericano no alcanzó a ratificar y que la Corte Internacional de Justicia de la Haya en sentencia y en contradicción a la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados, articulo 184, afectó. 2 Robert Schuman (Luxemburgo, 29 de junio de 1886 - Scy-Chazelles, 4 de septiembre de 1963) fue un político francés de origen germano-luxemburgués.2 Es considerado como uno de los "padres de Europa" 3 Tratado Fernández Faccio de 1977 para la delimitación de áreas marinas y submarinas entre Colombia y Costa Rica con respecto al archipiélago de San Andrés aprobado por Colombia 4 Obligación de no frustrar el objeto y el fin de un tratado antes de su entrada en vigor. La excepcional condición fronteriza que tiene Colombia le otorga invaluable dimensión de orden geopolítico y geoestratégico, hasta ahora no valorada en todos sus componentes y alcances, debido a la visión periférica y secundaria que se ha tenido tradicionalmente sobre el tema fronterizo, y a la vez en ello incide la poca capacitación que sobre este asunto se ha tenido en el país. Por lo general muchos países del mundo se empeñan en profundizar sobre el estudio de las fronteras, lo que ha permitido la creación de una ciencia moderna, casi desconocida en nuestro país denominada “Fronterología” (Kaldone G Nweihed) 5. Las realidades fronterizas, en consecuencia, han sido entonces percibidas en Colombia como algo lejano, ajeno, poco interesante y levemente incorporadas a los prioritarios intereses nacionales y ello ha traído consigo graves vulnerabilidades de todo orden, representadas por ejemplo en una situación de abandono en la zonas de frontera, lo que ha permitido la presencia de toda clase de factores desestabilizadores como la acción de las FARC, el ELN, las BACRIM entre otros, que en ocasiones han actuado con la permisividad de algún país limítrofe, que convirtió las zonas de frontera en retaguardia estratégica. Por otra parte, la minería ilegal y degradatoria del medio ambiente tiene marcada expresión en la presencia de los llamados garimpeiros6, procedentes del Brasil y cómplices de mineros ilegales colombianos que en su actividad contaminan los ríos con mercurio y cianuro y a la vez pagan una cuota de gramaje7 a grupos alzados en armas que delinquen en las zonas de frontera. El estudio de las fronteras de Colombia no ha sido abordado ni analizado a fondo y salvo contadas excepciones en algunas Universidades se dictan materias relacionadas con temas de fronteras y concretamente en la Academia Diplomática de San Carlos, donde el estudio ha sido incorporado hace varios lustros al curso de formación diplomática. Parte de esta falencia se reflejó en las funestas consecuencias que para el país tuvo la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de la Haya del 2012, que ocasionó la pérdida para Colombia de una extensa porción territorial. Más de 75.000 kilómetros cuadrados de mar dejaron de ser colombianos, derivados de la presencia soberana del archipiélago de San Andrés. Muy seguramente si este asunto hubiese sido motivo de previo debate nacional y de estudio en los círculos de la academia y en la altas élites del Estado y se hubiesen escuchado y tenido en cuenta los clamores y advertencias que se venían haciendo para evitar a toda costa comparecer ante la competencia del Alto Tribunal Internacional, con sustentadas recomendaciones que fueron desoídas por los responsables (“nuestros sabios agentes”) esta hecatombe nacional se hubiese podido evitar. 5 La editorial Equinoccio y el Instituto de Altos Estudios de América Latina, Iaeal USB, publicaron la tercera edición del libro Frontera y límite en su marco mundial: una aproximación a la “fronterología”, escrito por el profesor Kaldone G. Nweihed. 6 Garimpeiros: Buscadores de oro procedentes del Brasil que realizan actividades ilegales en contra del medio ambiente 7 Gramaje: Impuesto que cobran los terroristas de las FARC a los Garimpeiros por cada gramo de oro extraído ilegalmente de territorio Colombiano para financiar la guerra contra el Estado Colombia desde el punto de vista jurídico logró definir plenamente sus cinco fronteras terrestres en un largo proceso de negociaciones y la gran mayoría de sus fronteras marítimas con los países vecinos, cuyo resumen ilustrativo a continuación se presenta: A. -Resumen 1.-Frontera con Venezuela. Sin lugar a dudas esta es la frontera más extensa geográficamente (2.219 kilómetros de extensión) y la más compleja desde el punto de vista histórico, jurídico, político y social, por muchas razones, entre ellas, ser una frontera viva y por el hecho de haber sido Colombia y Venezuela parte de una sola unidad política-administrativa y de un solo Estado, “La República de Colombia”, consagrada con ese nombre en el Congreso de Cúcuta de 1821. Ecuador fue igualmente parte de la República de Colombia por la pertenencia de las antiguas Provincias de Quito y Guayaquil al Virreinato de la Nueva Granada. El antiguo Virreinato de la Nueva Granada, creado en 1739 por la Corona Española y la Capitanía General de Venezuela en 1777, por segregación de algunos de los territorios del Virreinato, hizo que los dos pueblos desde sus orígenes compartieron la misma historia y los mismo próceres, pero diferente carácter nacional: Uno con profunda vocación democrática, el otro frecuentemente caudillista y militarista lo que trajo consigo varias dictaduras militares. Cuando apenas nacíamos a la vida independiente, en el proceso de formación de la República, mediante el Tratado Tadeo Lozano-Cortez de Madarriaga de 1811, adoptamos como fórmula para definir las futuras fronteras el principio de Utis Possidetis Juris8, tratando de preservar los límites difusos por cierto del Virreinato de la Nueva Granada, con la Capitanía General de Venezuela. La frontera terrestre con Venezuela tiene varios elementos jurídicos que parten desde la Ley Fundamental de la República de Colombia expedida en el Congreso de Angostura de 1819 y consolidada en el Congreso de Cúcuta de 1821 que dio vida a la República de Colombia que solo alcanzó a durar nueve años. A partir de la disolución de la República de Colombia en los Congresos de Valencia (Venezuela) y Riobamba (Ecuador) en 1830, se vio la necesidad imperiosa de definir las fronteras con estos dos países y es así como en 1833 se llegó a la negociación PomboMichelena, con la firma del Tratado que lleva su nombre, que para fortuna de la República no fue aprobado por Venezuela cuando Colombia sí lo había ratificado. Nuestro país renunciaba por este Tratado a favor de Venezuela a la mitad de la Península de la Guajira, desde el Cabo de Chichivacoa y los extensos territorios que hoy conforman los departamentos del Vichada y del Guainía. Esta negociación como tantas otras, reflejó un 8 Utis Possidetis Juris: “Como poseísteis así poseeréis, norma derivada del derecho romano antiguo e incorporado al naciente derecho internacional americano para delimitar fronteras respetando la división territorial vigente al momento de la independencia. centralismo absoluto y la incapacidad acompañada de un tradicional entreguismo de territorios de nuestro negociador, explicable eso sí, en la ignorancia que sobre este tema tenía nuestro Ministro, Secretario del Interior (como originalmente se denominó el cargo de Canciller) Don Lino de Pombo, más poeta que político y más soñador, que conocedor de las realidades del país. Mientras que Don Lino de Pombo negociaba y entregaba territorios a Venezuela, nacía a pocos metros de la mesa de negociaciones su primogénito el inolvidable poeta Rafael Pombo, inspirador de la poesía infantil y crítico del infantilismo político que acompañó a algunos de nuestros mal llamados padres de la Patria. Este tratado representó el mayor exabrupto que se ha cometido en Colombia en materia de fronteras, al menos hasta la fecha en que perdimos ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya, sin embargo su no aprobación por parte de Venezuela, por su inaceptable pretensión sobre la región de San Faustino (corregimiento de Ricaurte, Norte de Santander) y sobre la Guajira desde el Cabo de la Vela, permitió con el tiempo enmendar el error, que hubiese privado a la República de los extensos territorios orientales. En 1844 en las negociaciones entre Joaquín Acosta por Colombia y Fermín Toro por Venezuela, llevados al igual que las anteriores en la sede del Palacio de San Carlos en Bogotá, nuestro negociador, el Teniente Coronel Joaquín Acosta, conocedor y estudioso del tema fronterizo, le demostró a Venezuela, no solo el error del frustrado Tratado de 1833, sino la legitimidad de los títulos de Colombia sobre sus territorios fronterizos, extraídos del Archivo de las Indias Occidentales en Sevilla España, que daban testimonio de nuestros inobjetables derechos, posteriormente algunos de ellos entregados en inocuas y erróneas negociaciones. Luego de la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela en la época del dictador venezolano General Guzmán Blanco, quien inmerecidamente se hacía llamar “ el ilustre americano” y restablecidas con el advenimiento a la Presidencia de Colombia del ilustre cartagenero Rafael Núñez, se logró firmar el Acuerdo Arbitral destinado a que la Corona de España en cabeza de Rey Alfonso XII, definiera los límites entre sus dos ex colonias, y es así como el 16 de Marzo de 1891 se produce la sentencia arbitral de características inapelables y obligatorias, la cual Venezuela trató de eludir su complimiento con inaceptables argumentos, que llevaron a una nueva sentencia arbitral, la del 24 de marzo de 1924 proferida por la Federación Helvética y para terminar este viacrucis con la suscripción del Tratado de 05 de Abril de 1941, López de Meza- Gil Borges. Cabe recordar, que un joven diputado venezolano de la época y posteriormente dos veces Presidente de Venezuela, Rafael Caldera, fue quien estúpidamente o de manera cómplice sacó de la cárcel durante su segundo gobierno a un ex Teniente coronel golpista, para colocarlo en el podio de Miraflores, y quién además adelantó en 1942 una demanda de nulidad contra el Tratado de 1941, sin éxito alguno. En síntesis, la frontera con Venezuela es la única en el mundo que se encuentra jurídicamente sustentada en su toda su extensión en tres instrumentos internacionales diferentes: “El Laudo Arbitral del Gobierno Español de 16 de Marzo” que definió la totalidad de la frontera terrestre y que fue modificado en contra de los intereses nacionales por la Sentencia del Consejo Federal Suizo de 24 de marzo de 1922 y finalmente el Tratado López de Mesa-Gil Borges de 05 de Abril de 1941 que finiquitó con Venezuela todas la cuestiones pendientes en materia de límites terrestres y dentro de cual por obvias razones no se incluyeron Los Monjes, porque se suponía que eran colombianos por tratarse de una anexidad natural a la Península de la Guajira. Más adelante haré referencia a este tema. B.- Brasil. La frontera de 1.645 kilómetros de extensión, se estableció por medio de la imposición de “Utis Possidetis de Facto”9, o de hecho, que correspondió a la política expansionista de los lusitanos portugueses que proclamaban que las fronteras del Imperio irían hasta donde llegaran los colonos llamados “bandeirantes”10, sin reconocer la titularidad jurídica que tuviesen las ex colonias de España sobre estos territorios heredados de la Corona Española. Los portugueses fundaron Tabatinga a orillas del Amazonas, lugar donde el rio se contrae o estrecha e instalaron allí el fuerte que lleva su nombre al lado de la población de Leticia, que para la época era un caserío casi despoblado. Brasil sin disparar un solo tiro llegó territorialmente hasta donde se lo propuso y Colombia de manera contraria sin disparar un solo tiro ha perdido en inocuas negociaciones más de un millón de kilómetros cuadrados de su territorio. Dos Tratados internacionales perfeccionados y ejecutados sustentan esta Frontera: Vázquez Cobo- Martins de 1907 que traza la frontera desde la isla de San José frente a la Piedra del Cocuy en el Rio Negro, hasta la desembocadura del Rio Apaporis en el Caquetá; y el Segundo Tratado García OrtizMangaberia de 1928 desde la desembocadura de rio Apaporis en el Caquetá hasta la desembocadura de la Quebrada San Antonio en el Rio Amazonas entre Leticia y Tabatinga. C.- Perú. Luego de uno de los más complejos procesos de negociación en la historia de límites de Colombia, nacido desde los propios albores de la República, cuando se suscribió el Protocolo Mosquera-Monteaguado de 06 de julio de 1822, que nada tuvo que ver en materia de límites, se logró suscribir en 1922 el Tratado Lozano-Salomón que traza una frontera de 1.626 kilómetros de extensión, que puso fin a la pretensión peruana de confinar a Colombia en las márgenes del Rio Caquetá como frontera sur entre los dos países. Perú al igual que Ecuador, maliciosamente pretendían como frontera con el Brasil la línea Apaporis Tabatinga en detrimento de nuestros inobjetables derechos amazónicos. Esta pretensión tuvo explicación con la toma de la Pedrera por parte de las tropas peruanas al mando del Teniente Oscar Benavides en 1907 y la posterior invasión a Leticia en el Gobierno del 9 Utis Possidetis de Facto: Imposición del imperio del Brasil contraria al Utis Possidetis Juris que significa ocupación de hecho y no de derecho, hasta donde lleguen los colonos portugueses hasta allí llegarán las fronteras del Brasil. 10 Bandeirantes : Nombre con el cual se denominó al primeros colonos portugueses que fueron conquistando territorios particularmente amazónicos a través y presencia en los remotos territorios amazónicos dictador peruano Sánchez Cerro evento que se conoció con el nombre del “Conflicto Amazónico de 1933”. El asesinato de Sánchez Cerro el referido año, prácticamente puso fin a las hostilidades y con el ascenso al poder del Perú del ya citado Oscar Benavides, quien años atrás protagonizó la toma de la Pedrera, se firmó la paz y se restituyó el Tratado Lozano Salomón mediante el Protocolo de Rio de Janeiro durante el gobierno de Enrique Olaya Herrera. El Tratado Lozano Salomón trazó la frontera desde la desembocadura de la Quebrada San Antonio en el Rio Amazonas por el curso de dicho rio hasta San Juan Atacuarí, corregimiento colombiano donde se encuentra el hito que cierra el vértice occidental del Trapecio Amazónico con el trazado de una línea geodésica hasta Yaguas sobre el Rio Putumayo, donde la frontera toma el curso de dicho rio aguas arriba hasta Guepi, punto Triple de Frontera entre Ecuador, Perú y Colombia. D.- Ecuador. Se suscribió el Tratado Suarez- Muñoz Vernaza de 1916 que trazó la frontera de 586 kilómetros de extensión, desde Guepi en el rio Putumayo, hasta la desembocadura del Rio Mataje en el Océano Pacifico en la Bahía Ancón de Sardinas muy cerca de la pobre población colombiana “Candelilla de la Mar”. Esta referencia geográfica es importante tenerla en cuenta, porque permitió determinar luego de muchos estudios, el punto de partida de la frontera marítima con Ecuador, acordada mediante el Tratado Liévano Aguirre- Paredes Lucio del 23 de agosto de 1975, que es el primer Tratado de Delimitación de áreas marinas y sub marinas de la historia de Colombia. E.- Panamá. Luego de la separación de Colombia ocurrida el 03 de noviembre de 1903, se firmó el Tratado Vélez- Victoria de 20 de agosto de 1924, cuya línea de frontera se ha venido materializando en sus 226 kilómetros de longitud desde el primer hito fronterizo ubicado muy cerca de la población chocoana de Zapzurro en el Golfo de Urabá hasta un punto equidistante entre Cocalito (Panamá) y Punta Ardita (Colombia) en el Océano Pacífico. A partir de esta referencia geográfica se negoció la frontera marítima entre los dos países por el Tratado Liévano Aguirre- Aquilino Boyd del 20 de noviembre de 1976, que determina tres aspectos importantes en cuanto a los espacios marinos y sub marinos: El Primero la delimitación en el Mar Caribe entre las costas adyacentes de Colombia y Panamá; el segundo la delimitación en el Océano Pacifico con similar criterio que el anterior y el tercero la delimitación entre Panamá y nuestro archipiélago de San Andrés afectado por la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de la Haya. F.- República Dominicana y Haití. Las fronteras marítimas con estos dos países del Caribe se definieron en 1978 mediante los Tratados Liévano Aguirre- Ramón Emilio Jiménez, con el primero de ellos y con Haití Liévano Aguirre- Edner- Brutus, mediante el trazado de una línea de equidistancia entre la costa Guajira y las costas la sur de la Isla, que antiguamente se denominó La Española. G.- Honduras. Tratado Ramírez Ocampo- López Contreras de 02 de agosto de 1986, firmado en San Andrés en las postrimerías del Gobierno de Belisario Betancourt y aprobado en diciembre de 2001 por ambos países, lo que ocasionó la reacción propia de Nicaragua para demandar a Honduras ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya, por considerar afectados sus supuestos derechos. Este Tratado fue negociado en el más absoluto secreto, sin consulta alguna con la Armada Nacional y en él Colombia renunció al extenso bajo de Rosalinda a favor de Honduras, ubicado al norte de paralelo 15º. Este Tratado igualmente se encuentra afectado por la Sentencia de la Corte Internacional de Justicia de la Haya de 19 de noviembre de 2012. H.- Jamaica. Tratado Sanín-Robertson de 12 de noviembre de 1993, que creó un área de régimen común en la cual los dos Estados pueden desarrollar exploración y explotación de recursos de pesca, instalación de islas artificiales, actividades de protección y preservación del medio ambiente y conservación de recursos vivos.