El racioempirismo de Inmanuel Kant

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El racioempirismo de
Immanuel Kant
Apuntes Historia de la Filosofía para Bachillerato
Santiago Sánchez-Migallón Jiménez
El racioempirismo de Inmanuel Kant
"Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo responsable es él
mismo. Esta minoría de edad significa la incapacidad para servirse de su entendimiento sin verse guiado por
algún otro. Uno mismo es el culpable de dicha minoría de edad cuando su causa no reside en la falta de
entendimiento, sino en la falta de resolución y valor para servirse del suyo propio sin la guía de algún otro.
Sapere aude! ¡Ten el valor para servirte de tu propio entendimiento! Tal es el lema de la Ilustración"
Inmanuel Kant, ¿Qué es la Ilustración?
1. Kant, hombre ilustrado.Kant nace en 1724 en
Königsberg
(capital
de
Prusia Oriental). Era el
cuarto de los once hijos de
una
familia
modesta
educada en la religión
pietista (estricta y rigurosa
rama del protestantismo).
En 1740 Kant ingresa en la
universidad de su ciudad
natal donde estudia la
filosofía
académica
y
racionalista de Christian
Wolff y la física de Newton.
Una vez finalizados
sus estudios universitarios,
ejerció como preceptor de
jóvenes de la nobleza
prusiana para, unos años
después, convertirse en
profesor de la Universidad
de Königsberg, actividad
que no abandonará hasta su
jubilación en 1797. Allí Kant demostró una formación integral y enciclopédica,
ya que dio cursos regulares de las materias más diversas: lógica, matemática,
antropología, ciencias naturales, geografía, teología, etc.
Desde el año que comenzó su vida docente hasta 1769, se fue alejando
progresivamente del sistema filosófico de Wolff. Este proceso se aceleró cuando
leyó las obras de Hume y Rousseau. En Sueños de un visionario (1766) testimonió
este proceso evolutivo: reconocía la facilidad con que pueden construirse
hipótesis metafísicas, pero mostró también la dificultad a la hora de
fundamentarlas.
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
Estos años culminaron en 1770, cuando fue nombrado profesor titular,
gracias a la famosa Dissertatio, obra en la que anticipaba algunos de los temas
que desarrollaría más adelante en la Crítica a la Razón Pura. A partir de este año
llegaríamos a la etapa más fructífera de la vida de Kant:
ciencia
- 1781: Crítica de la Razón Pura
- 1783: Prolegómenos a toda metafísica futura que quiera presentarse como
- ¿Qué es la Ilustración?
- 1785: Fundamentación de la metafísica de las costumbres
- 1788: Crítica de la Razón Práctica
Mientras se concentraba en sus clases y en la redacción de sus obras, se
produjo la Revolución Francesa. Kant fue un verdadero entusiasta de este
acontecimiento. Por fin asistía a la materialización de los ideales de racionalidad
y emancipación que el veneraba. Desgraciadamente, estos cambios coincidían
en Prusia con la muerte del monarca ilustrado Federico II el Grande, al cual
sucedió Guillermo II, quien, recelando de las consecuencias de la Revolución, se
opuso abiertamente a los ideales de la Ilustración. La obra de Kant chocó contra
esta reacción conservadora. A pesar de sus convicciones, trato de continuar su
obra sin tener que oponerse a la autoridad.
Kant murió en Königsberg en 1804. Aunque llevó una vida monótona y
regular, su entierro se convirtió en una sorprendente y espectacular
manifestación popular. Y es que Kant encarnaba en su propia persona los
ideales de la Ilustración: la posibilidad de la emancipación de cada hombre, de
la salida de su minoría de edad.
2. Periodos de la filosofía kantiana.Se suele distinguir en la evolución del pensamiento de Kant tres periodos:
a) Periodo precrítico (de los 23 a los 46 años): seguidor de la filosofía
racionalista de Wolff y Leibniz, y entusiasta de la física de Newton, pretendió
sintetizar el pensamiento de Leibniz y Newton dando una explicación
leibniziana del problema de las fuerzas (como vimos, Newton explicaba cómo
funcionaba el universo pero no porqué ya que renunciaba a la causa final
aristotélica. Leibniz denunció eso e intento explicar el sentido del universo). La
obra más importante de este periodo es la Historia natural universal y teoría de los
cielos (Más cercana a Descartes que a Newton).
b) Periodo crítico (de los 46 a los 66 años): Kant afirmó que la lectura de
Hume "lo despertó de su sueño dogmático". Aunque los intereses de su anterior
etapa se habían centrado en temas científicos, Kant era consciente de haber
aceptado críticamente la metafísica racionalista de Wolff y Leibniz y, como ya
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
sabemos (o no, vete tú a saber), la obra de Hume asestaba un duro golpe, bien
argumentado, a este tipo de saber.
Kant entiende por metafísica un conocimiento cuyos principios jamás
deben ser tomados de la experiencia, pues deben ser conocimientos no físicos,
sino metafísicos, es decir, más allá de la experiencia (metafísica puede
traducirse literalmente por meta, más allá, y física, conocimiento natural a partir
de la experiencia, es decir, como el conocimiento que va más allá de la
experiencia sensible). Hume denunciaba la carencia de sentido de ésta y de todo
saber que pretendiese rebasar los límites de la experiencia.
Así, comienza la problemática filosófica de Kant en el periodo crítico que
se centra en cuatro preguntas fundamentales:
1. ¿Qué puedo saber? A la que dedicará su Crítica a la Razón Pura
2. ¿Qué debo hacer? A la que dedicará su Crítica a la Razón Práctica
3. ¿Qué me cabe esperar? A la que dedicará su La religión dentro de los
límites de la mera razón
4. ¿Qué es el hombre? Pregunta que sintetiza todas las demás.
Se conoce este periodo como crítico porque en él, Kant desarrolla un
análisis crítico de la razón humana para ver cuáles son sus posibilidades y
límites respecto al conocimiento, en qué fundamentos racionales podemos
apoyar nuestra moral y qué expectativas racionales existen sobre una vida
futura (en el otro mundo).
c) Periodo postcrítico: obras de este periodo serían:
- 1790: Crítica del Juicio
- 1793: La religión dentro de los límites de la mera razón
- 1795: Para la paz perpetua
- 1797: Fundamentación de la metafísica de las costumbres
En él intentará resolver problemas dejados abiertos en sus anteriores "críticas" y
el posible uso negativo o positivo que se podía hacer de los límites que había
puesto a la "razón práctica".
3. La Crítica de la Razón Pura: el idealismo transcendental.Quizá la obra más importante de Kant y, sin duda, una de las obras filosóficas
más importantes de todos los tiempos, con ella se abren las puertas a una nueva
era filosófica: la filosofía contemporánea. Kant va a intentar establecer una
síntesis entre las dos grandes corrientes de la Modernidad: racionalismo y
empirismo, siendo comúnmente conocida su filosofía como racioempirismo.
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
3.1. El problema del conocimiento.3.1.1. La síntesis kantiana de racionalismo y empirismo.Toda la doctrina kantiana sobre el conocimiento se basa entre la
distinción de dos facultades o fuentes de conocimiento:
a) La sensibilidad: mecánica y pasiva.
b) El entendimiento: activo y creativo.
Kant va a mantener elementos propios de las dos grandes corrientes
modernas:
- del racionalismo: piensa que el entendimiento posee conceptos puros a
priori, es decir, ideas innatas (si no innatas, al menos no procedentes de la
experiencia, sino producidas por el propio entendimiento).
- del empirismo: después de la lectura de Hume, Kant acepta que es
imposible que la razón, por sí misma, pueda alcanzar algún tipo de
conocimiento. Los conceptos puros de la razón sólo son formas, esquemas o
estructuras (formas a priori) cuya única función es la de organizar los datos
procedentes de la experiencia. Los conceptos puros de la razón hacen posible el
conocimiento pero por sí solas no sirven para nada, no nos llevan a ningún
saber. Legítimamente, el conocimiento no puede rebasar los límites de la
experiencia y las formas a priori sólo pueden aplicarse a los datos empíricos.
Así definiremos las formas a priori como conceptos puros producidos
por la razón, pero que son esquemas que sólo tienen la función de organizar los
datos de la experiencia.
3.1.2. La posibilidad de la metafísica como ciencia.Ya hemos dicho que Kant fue seguidor del pensamiento de dos grandes
racionalistas como Leibniz y Wolff en su periodo precrítico, pero que la lectura
de Hume le rizo recapacitar sobre la legitimidad de los saberes metafísicos
tradicionales que profesaban. Ya en la introducción a la Crítica a la Razón Pura
Kant expresa esa preocupación sobre si es posible la metafísica tradicional
como ciencia: ¿Puede realizarse un saber legítimo sobre Dios, el alma y el
mundo a partir de conceptos que no provengan específicamente de la
experiencia? Este será uno de los principales temas de su obra.
Kant piensa que para solucionar este problema debe plantearse una
cuestión previa: ¿Cómo es posible la ciencia? o dicho de otro modo ¿Qué
condiciones hacen posible la ciencia? Kant no se pregunta si es posible la
ciencia, sino "¿cómo es posible?" ya que da por supuesto que la ciencia es
posible, es decir, que es un saber legítimo. Como ya dijimos, Kant es un
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
entusiasta de la física de Newton por lo que no duda de su validez y la da por
supuesta. Entonces, en la Crítica a la Razón Pura no se plantea si la ciencia es
posible o no sino qué es lo que la hace posible (sus condiciones de posibilidad).
3.1.2.1. Condiciones de posibilidad de la ciencia.Las condiciones que toda ciencia que se precie de serlo ha de tener son:
a) Condiciones empíricas: toda ciencia que pretenda hablarnos de algún
aspecto de la realidad y que quiera aumentar y progresar en sus contenidos
tiene que apoyarse en la experiencia. Sin embargo, la experiencia sólo nos ofrece
fenómenos particulares y nunca universales y necesarios. Es decir, la
experiencia me muestra que, por ejemplo, cuando ejerzo una fuerza suficiente
sobre un cuerpo éste acaba por quebrarse, pero no que esto deba ocurrir para
todo cuerpo (universalidad) y siempre que se haga (necesidad). Pero la ciencia
se construye a partir de leyes universales y necesarias... ¿de dónde procede esa
universalidad y necesidad si no se extrae de la experiencia? Recuerda lo que
decía Hume, no porque algo haya sucedido en el pasado siempre de un modo
es fundamento para decir que en el futuro sigua siendo así. Kant piensa aquí
igual: el fundamento de la ciencia no puede ser sólo la experiencia ya que ésta
siempre nos remite al pasado.
b) Condiciones a priori (universales y necesarias): la universalidad y
necesidad de las proposiciones científicas no procede de la experiencia sino
que nuestra propia razón. Nuestra razón va a organizar los datos de la
experiencia imponiéndoles unas "condiciones a priori" que veremos más
adelante cuando estudiemos la estética trascendental (la primera parte de la
Crítica a la Razón Pura).
Entonces, sólo podrá considerarse ciencia aquella disciplina cuyos juicios
(proposiciones, afirmaciones) reúnan esta doble condición: aumentar nuestro
conocimiento sobre la realidad y ser universales y necesarios. ¿Cómo investigar
si las ciencias reúnen o no ambas condiciones? Analizando los elementos
básicos con los que se construye cada ciencia, es decir, sus juicios o
proposiciones y observando si mantienen o no ambas condiciones.
3.1.2.2. Los tipos de juicios.Para Kant existen los siguientes tipos de juicios:
a) Atendiendo a su estructura:
- Juicios analíticos: son aquellos en los que el predicado está
incluido en el sujeto (se deduce de él). No proporcionan ningún saber nuevo
(ya que éste ya está implícito en el sujeto).
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
Ej.: El todo es mayor que cada una de las partes. Es evidente que
cuando nos encontramos con un todo, las partes son más pequeñas. En este
enunciado el predicado está incluido en el sujeto. Al afirmarlo estamos
haciendo una repetición, una redundancia o tautología, no decimos nada
nuevo.
- Juicios sintéticos: son aquellos en los que el predicado no está
contenido en el sujeto (no se deduce de él). Proporcionan una nueva
información que antes no se poseía.
Ej.: Este coche es de color verde. Del concepto de coche no se
deduce color alguno (sólo podríamos decir que se deduce a priori que ha de
tener algún color ya que un coche "incoloro" es algo absurdo). Al afirmar en el
predicado su color, estamos dando una información imposible de deducir del
concepto de coche.
b) Atendiendo al modo de conocer su verdad:
- A priori: son aquellos cuya verdad o falsedad pueden conocerse
sin acudir a la experiencia. Son universales y necesarios.
Ej.: 2+2=4. Cada vez que realizamos una suma o cualquier
otra operación matemática no hace falta que vayamos a la experiencia a
contrastar si son verdaderos o falsos. Además, su verdad es universal (en todo
lugar) y necesaria (en todo momento 2+2=4).
- A posteriori: son aquellos cuya verdad o falsedad pueden
conocerse sólo si acudimos a la experiencia. Son particulares y contingentes (no
necesarios).
Ej.: Este coche es de color verde. Es imposible deducir a priori
el color de un coche, por lo que hay que ir a la experiencia a comprobarlo. Es un
juicio particular (ya que no expresa nada que de en todo lugar, sólo aquí y
ahora el coche es verde) y contingente (no había ninguna necesidad de que el
coche fuera verde, podría haber sido rojo o negro).
Generalmente, todos los juicios analíticos son a priori y los sintéticos a
posteriori. Pero Kant, afirma que realmente, los juicios básicos de las ciencias
son los juicios sintéticos a priori.
- Juicios sintéticos a priori: Serían aquellos que para conocer su verdad
no hace falta acudir a la experiencia, son universales y necesarios, pero el
contenido de su predicado no está incluido en el sujeto por lo que nos
proporcionan nueva información sobre el mundo.
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
Todos los juicios de las matemáticas serían de este tipo: La línea recta es la
distancia más corta entre dos puntos sería un juicio sintético a priori ya que no hace
falta ir a la experiencia para saberlo, nos da una nueva información y permite
aumentar el conocimiento con una verdad universal y necesaria.
Sin embargo, los juicios de la ciencia parecen ser todos sintéticos a
posteriori: Todos los cuerpos caen con la misma aceleración independientemente de su
peso es sintético a posteriori (hace falta hacer un experimento para
comprobarlo). Entonces, ¿las ciencias empíricas no son realmente ciencias? No,
claro que lo son, puesto que se apoyan en principios que son sintéticos a priori,
sobre todo el de causalidad: todo efecto tiene una causa es un claro juicio sintético
a priori (nos da nueva información) y no hace falta ir a la experiencia para
comprobarlo.
Conclusión: tanto las ciencias empíricas como las matemáticas son
ciencias en toda regla ya que cumplen las condiciones de posibilidad de toda
ciencia: que sus juicios o afirmaciones sean juicios sintéticos a priori. ¿Cumple
este requisito la metafísica? Lo veremos más adelante.
3.2. La doctrina kantiana del conocimiento.3.2.1. Esquema general de la Crítica a la Razón Pura.Ésta aparece a lo largo de toda la Crítica a la Razón Pura, cuyo esquema es
el siguiente:
Primera parte: la Estética transcendental.
Segunda parte: la Lógica transcendental.
Primera división: Analítica transcendental.
Libro 1º: Analítica de los conceptos.
Libro 2º: Analítica de los principios.
Segunda división: Dialéctica transcendental.
Sección primera: paralogismos de la
Razón Pura.
Sección segunda: las antinomias de la
Razón Pura.
Sección tercera: el ideal de la Razón
Pura.
¿Por qué Razón Pura? Porque lo que pretende Kant es analizar la razón
por sí misma, sus contenidos, su funcionamiento, para ver cómo son posibles
las ciencias (reiteramos para esas mentes obtusas: Kant no se plantea si es
posible o no la ciencia, sino cómo son posibles las ciencias), y no sus resultados
o productos. El objetivo de la obra no va a ser analizar los resultados de la razón
(teorías, obras, etc.), sino la razón en sí misma.
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
Antes de empezar el estudio de estos apartados vamos a ver las líneas
generales en las que Kant se mueve a la hora de realizar este estudio:
a) Las facultades del conocimiento: recuerda que Kant distinguía dos:
- La sensibilidad: pasiva y mecánica, receptora de los datos de la
experiencia, será estudiada en la Estética Transcendental.
- El entendimiento: activo, "trabaja" con el material aportado por
la sensibilidad. Será estudiado en la Lógica Transcendental.
b) Las tres ciencias: matemáticas, física y metafísica, son analizadas
viendo cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en las dos primeras y si
son posibles en la tercera, teniendo en cuenta que:
- No pretende partir de cero como Descartes sino sólo cubrir
ciertas lagunas sobre el conocimiento de cómo funciona nuestra razón y cuáles
son sus limitaciones. En Kant no hay una duda metódica ni una búsqueda
exhaustiva de certeza.
- La crítica de Hume ha dejado muy mal parada la objetividad de
la ciencia y Kant pretende recuperarla, pero analizando críticamente donde se
apoya dicha objetividad.
3.2.2. La Estética transcendental.- Estética: porque analiza la sensibilidad, fuente de todas nuestras
percepciones.
- Transcendental: pues analiza cuáles son sus condiciones de posibilidad
o transcendentales (formas a priori).
Es decir, aquí Kant va a analizar las condiciones de posibilidad de la
sensibilidad o, dicho de otro modo, cómo es posible que percibamos lo que
percibimos.
En nuestra sensibilidad se forman las percepciones, elemento primario
de todo conocimiento. Estas percepciones se forman con datos de la experiencia
organizados por unas formas puras de la razón: estas van a ser el espacio y el
tiempo. Todo dato que nos llega de la percepción es enmarcado en estas
coordenadas: siempre que percibimos algo lo hacemos en un lugar determinado
y en un espacio concreto, siendo imposible que no sea así.
El espacio y el tiempo son formas puras de la razón (intuiciones puras
producto de un "sentido externo" por el que representamos en el espacio objetos
ajenos a nosotros, y un "sentido interno" por el que intuimos en el tiempo
nuestros estados psíquicos). ¿Qué significa esto? Que realmente, "ahí fuera" (en
el mundo real) no tienen por qué existir tales cosas (ni espacio ni tiempo), sino
que éstas son meras estructuras mentales con las que se organizan los datos del
exterior. Espacio y tiempo son condiciones de la percepción (pues si no se dan
es imposible percibir nada) y son transcendentales (formas puras) pues son
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
esquemas vacíos cuya única función es, repetimos, organizar los datos de la
experiencia.
Entonces, el espacio y el tiempo serán
denominados por Kant como condiciones a
priori de la sensibilidad (son a priori ya que no
proceden de la experiencia). Esto será bastante
revolucionario para la época de Kant. Newton
concebía el espacio y el tiempo como dos
términos absolutos que estaban en la realidad
fuera de nosotros, con independencia de que
percibiéramos o no la realidad. Y esa es la
concepción del tiempo que, aproximadamente,
hemos heredado nosotros: solemos concebir el
tiempo como algo que transcurre fuera de
nosotros, con independencia de que nosotros
existiéramos o no. Kant nos dice que el tiempo
y, lo que es aún más chocante, el espacio, están
en nuestra mente, los ponemos nosotros en la
realidad para organizarla.
Para entender algo, hace falta que expliquemos otros nuevos conceptos:
- Realidad nouménica: es la realidad sin que exista nadie que la perciba.
Así es una realidad sin espacio ni tiempo, absolutamente incognoscible para el
ser humano. Kant también llamara a los noúmenos u objetos antes de ser
percibidos cosas-en-sí, ya que son las cosas en sí mismas, sin que nadie las haya
"transformado" con las condiciones a priori de la percepción, sin que ningún
sujeto las haya percibido nunca. Por ello van a constituir el límite absoluto de
nuestro conocimiento: nunca podremos conocer las cosas-en-sí ya que para
conocer algo, primero hay que percibirlo. ¿Cómo es algo que nunca hemos
percibido? Es más, ¿cómo es algo que no podemos conocer con nuestras
estructuras perceptivas?
- Realidad fenoménica: es la realidad, una vez estructurada según las
condiciones a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo), es decir, es la realidad
tal y como la percibimos.
Así, el fenómeno es igual a los datos empíricos + formas a priori de la
sensibilidad; mientras que el noúmeno es algo así como una realidad caótica,
desconocida e incomprensible para el hombre.
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
3.2.3. La lógica transcendental.Las percepciones o intuiciones empíricas son los elementos que piensa y
juzga el entendimiento, con ellas construye los objetos y juicios que conocemos.
En la lógica transcendental Kant analiza esta factultad de la razón, pero hace
una división atendiendo al siguiente criterio:
- Nuestro entendimiento aplica a las intuiciones empíricas o fenómenos,
las formas a priori que le son propias: las categorías, para estructurarlas, del
mismo modo que la sensibilidad hacía con los datos empíricos. Este uso de las
categorías del entendimiento es lo que Kant analiza en la analítica
trascendental.
- Pero en ocasiones nuestro entendimiento usa esas formas puras a priori
o categorías sin aplicarlas a los fenómenos de la percepción, dando lugar a
objetos y saberes absolutamente ilegítimos. Esto es lo que va a analizar en la
dialéctica transcendental.
A) La Analítica Transcendental: de forma muy resumida, vemos los
principales temas que trata:
1. Kant analiza las formas a priori o condiciones transcendentales
propias del entendimiento (categorías), determinando que:
a) la función de estas es la de sintetizar los fenómenos
procedentes de la sensibilidad en conceptos y sintetizar de nuevo éstos en
juicios.
b) el conocimiento objetivo es posible y, de hecho, se da en
las ciencias (matemáticas y física).
2. Kant analiza cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en
la física.
Ya hemos visto que la sensibilidad es una facultad pasiva cuya
función es la ordenar los datos de la experiencia con las formas a priori de
espacio y tiempo, dando lugar a los fenómenos o intuiciones empíricas. Como
los fenómenos no serían posibles sin el espacio y el tiempo, llama a las formas a
priori, condiciones de posibilidad de la sensibilidad. Son a priori porque no
proceden de la experiencia (por lo tanto, también son universales y necesarias).
Los fenómenos de la percepción, no son conocimientos (pues
percibir no es conocer), sino la "materia prima" con la que se construyen
nuestros conocimientos. Todo conocimiento viene expresado en un juicio (una
oración o proposición como "Los metales se dilatan con el calor") y va a ser en el
entendimiento donde se forman los juicios. ¿De qué forma? El entendimiento
funciona sintetizando (reúne, unifica, simplifica) el "material", los fenómenos
procedentes de la sensibilidad formando conceptos (que ya sí son objetos de
conocimiento), éstos, a su vez, los sintetiza en juicios y los juicios en
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
razonamientos (que no son más que cadenas de juicios en pro de una
conclusión final).
¿Cómo se producen las "síntesis" en el entendimiento?
La única función legítima del entendimiento es la de "pensar" los
fenómenos procedentes de la sensibilidad. Para ello los unifica o sintetiza.
¿Cómo? Aplicando a los datos procedentes de la sensibilidad unas formas a
priori propias del entendimiento: las categorías. Sin ellas, los fenómenos de la
experiencia serían algo caótico. Entonces, las categorías son las condiciones de
posibilidad del entendimiento (ya que sólo podemos pensar, elaborar juicios y
razonamientos gracias a ellas). ¿Cuáles son esas categorías y cuál es su origen?
Kant señala doce categorías y dice que son extraídas por el propio
entendimiento (son a priori) de las doce formas generales de juicios existentes
que había en la lógica de su tiempo:
Tabla de relación entre juicios y categorías
Cantidad
Cualidad
Relación
Modalidad
Juicios
Universales
(Todo) A es B
Particulares
(Algún) A es B
Singulares
(Sólo un) A es B
Afirmativos
A es B
Negativos
A no es B
Infinitos
A es no B
Categóricos
A es B
Hipotéticos
Si A es B, entonces C
Disyuntivos
A es B o C, o D
Problemáticos
A es (posiblemente) B
Asertóricos
A es (realmente) B
Apodícticos
A es (necesariamente) B
Categorías
Unidad
Pluralidad
Totalidad
Realidad
Negación
Limitación
Inherencia y subsistencia
(Substancia y accidente)
Causalidad y dependencia
(Causa y efecto)
Comunidad
(Acción recíproca entre
agente y paciente)
Posibilidad-imposibilidad
Existencia-inexistencia
Necesidad-contingencia
(No te asustes, no vas a tener que aprenderte esta tabla)
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
Pongamos un ejemplo que ilustre todo esto: supongamos que te vendan los ojos
y te dicen que tienes que reconocer un objeto cualquiera (por ejemplo, una
lechuga o a Merche, que vienen a ser lo mismo). Fíjate que antes de que te den
la lechuga, antes de la experiencia (a priori) y antes de que tu entendimiento
pueda juzgar los fenómenos de la percepción, tú ya entiendes que te van a dar
algo (una substancia, categoría de subsistencia), real (categoría de realidad),
posiblemente (categoría de posibilidad) una sola cosa (categoría de unidad) o
quizá varias (categoría de pluralidad). Ninguno de estos conceptos procede de
la experiencia, pero tú los vas a aplicar inevitablemente a las percepciones y, a
través de un juicio, las refieres a un concepto empírico: "Esta es o Merche o una
lechuga". En este caso, ya tenías un concepto para designar a ese conjunto
organizado de percepciones, ya que si no, no podrías denominar a todo aquello
con la palabra lechuga, como si sólo de una cosa se tratara.
Estas categorías no proceden de la experiencia (ya que no tenemos
percepciones de cosas como "substancia", "realidad", "unidad", etc.), sino que las
ponemos nosotros en los datos de la experiencia (intuiciones empíricas o
fenómenos) para organizarlos y poder elaborar conceptos.
¿Por qué simplifican o esquematizan? Porque los datos de la experiencia
son múltiples (color, forma, tamaño, olor, etc.) pero nosotros los simplificamos
en un concepto o en un juicio. Merche o la lechuga son un montón de datos
empíricos (color, peso, tamaño, olor, volumen, etc.) que nosotros sintetizamos,
simplificamos, resumimos o esquematizamos en un simple concepto.
¿Y cómo se sintetizan los conceptos en juicios y razonamientos?
Los conceptos empíricos (que hacen referencia a objetos de nuestro
mundo), una vez formados a partir de una primera síntesis, van a seguir
sufriendo transformaciones. El entendimiento tiende a elaborar síntesis
superiores: reúne los conceptos (que hacen referencia a objetos) en juicios
(oraciones, proposiciones) y, a su vez, reunir o sintetizar estos en razonamientos
(conjunto de proposiciones que llevan a una conclusión). Así se construyen
todos nuestros conocimientos que, para ser legítimos o válidos, tienen esta
doble condición: son empíricos (ya que se construyen a partir de datos de la
percepción) y son universales y necesarios (pues a tales datos se les imponen
unas estructuras innatas que todo humano posee, una serie de a prioris sin los
que sería imposible percibir ni conocer).
Recapitulamos: primero está la realidad nouménica (sin que nadie la
perciba). Después llega un sujeto y percibe esta realidad a través de su
sensibilidad (les aplica a los datos empíricos las condiciones a priori de la
sensibilidad: espacio y tiempo). Tenemos entonces la primera síntesis: de la
realidad caótica inicial, ahora tenemos las intuiciones empíricas ordenadas en el
espacio y en el tiempo, ya tenemos fenómenos. Después, el entendimiento
sintetiza esos fenómenos o intuiciones empíricas en conceptos aplicándoles las
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categorías. Segunda síntesis, entonces. Ahora tenemos los datos de la
experiencia organizados en conceptos. Después, el entendimiento continúa
haciendo síntesis para elaborar juicios y, combinando juicios, elabora
razonamientos.
Muy bien, pero ¿para qué le vale a Kant todo esto? Recordamos que Kant
está preguntándose cómo son posibles las ciencias para ver si es posible la
metafísica como ciencia. Entonces decía que una ciencia era posible si estaba
basada en juicios sintéticos a priori. Ya vimos esto cuando analizábamos los
tipos de juicios, pero vamos a aclararlo más y verás el por qué de todo el
tinglado.
UNA NUEVA FORMA DE ENTENDER LA OBJETIVIDAD
Recordamos que los juicios sintéticos a priori como condición de
posibilidad de toda ciencia tenían estas características:
- Son sintéticos, es decir, nos dan una información nueva imposible de
deducir del sujeto (recuerda el ejemplo del coche verde).
- Son a priori, es decir que no proceden de la experiencia y son
universales y necesarios (válidos en todo tiempo y lugar).
El hecho de que un juicio sea sintético parece contradecir al hecho de que
pueda ser a priori. Los juicios a priori suelen ser analíticos (2+2=4) y los
sintéticos a posteriori (este coche es verde). Que yo perciba algo que ocurre y
elabore después un juicio sintético no me garantiza que lo que yo digo sea
universal y necesario. Precisamente aquí está el problema: ¿Dónde reside
entonces la universalidad y necesidad propias de toda ciencia? Precisamente, en
lo que nosotros ponemos a la experiencia, en todos estos a prioris mediante los
que damos forma, organizamos o estructuramos lo que conocemos.
Kant nos pone un ejemplo de esto (y es de los pocos ejemplos que pone):
"Los rayos del sol inciden sobre una piedra y ésta se calienta". Este es un juicio
de percepción y no contiene necesidad alguna. Simplemente narró dos
fenómenos cualesquiera que he percibido. Sin embargo, si yo digo: "El sol
calienta la piedra", estoy añadiendo a la percepción una categoría (la de
causalidad): son los rayos de sol la causa de que se caliente la piedra. Este juicio
sintético se hace universal y necesario, se hace científico al aplicarle una
categoría.
Ejemplos de juicios sintéticos que no son universales ni necesarios: "Hoy
he visto a mi madre por la calle" (podría haberla visto o no), "Hoy he visto a Merche
estudiando filosofía" (este, a parte de no ser universal ni necesario, es casi
imposible de observar), "Está lloviendo mucho" (podría llover o no llover).
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
Ejemplos de juicios sintéticos que sí son universales y necesarios, es
decir, que son a priori, propios de las ciencias: "la gravedad atrae a unos cuerpos
hacia otros" (estamos diciendo que la gravedad causa que los cuerpos se
atraigan, estamos poniendo la categoría de causalidad), "Dos paralelas en un
plano jamás se cortan" (aquí aplicamos la condición a priori de la sensibilidad del
espacio, en la que precisamente basa su validez toda la geometría).
Conclusión: la objetividad de los juicios no procede de la experiencia,
pues las percepciones son siempre particulares, contingentes (no universales ni
necesarias), sino que es la forma de estructurar, organizar o sintetizar que le da
el entendimiento al aplicar sus categorías, la que hace de ellos que sean
objetivos, válidos o legítimos.
Por lo tanto, es el sujeto el que determina al objeto imponiéndole sus
formas, por lo que la objetividad es algo que procede de nosotros mismos, del
sujeto que conoce, de nuestra propia razón. No deja de ser paradójico que lo
que da objetividad a los conocimientos es algo que procede de los propios
sujetos y no de la propia experiencia, pero Kant dice que al tener todos los seres
humanos las mismas estructuras racionales (las mismas categorías), todos
organizamos del mismo modo los datos del exterior, lo que implica que
nuestros conocimientos, cuando están bien fundados y construidos, sean
universalmente aceptados.
EL IDEALISMO TRASCENDENTAL: FENÓMENOS Y NOÚMENOS
Comparando las categorías kantianas con las de Aristóteles observamos
el salto histórico de un pensamiento más realista y acrítico como el antiguo
frente a otro más idealista y crítico como el moderno: para Aristóteles existen
diez formas de predicar el ser porque existen diez tipos de ser en general,
realmente; mientras que para Kant existen doce formas de comprender las
cosas (doce categorías), no porque realmente la realidad sea así, sino porque es
la única forma como el ser humano puede conocerla (idealismo).
La "realidad en sí", "las cosas-en-sí", tal y como son con independencia de
nosotros, son algo inalcanzable. Nuestros conocimientos se construyen con
fenómenos (datos de la experiencia + espacio y tiempo) que el entendimiento
sintetiza primero en conceptos y luego en juicios. Pero los fenómenos no son las
cosas-en-sí o noúmenos. Kant llama a las cosas-en-sí noúmenos, es decir, nofenómenos (traducción del latín), de forma negativa, queriendo resaltar así que
nuestro conocimiento no puede afirmar absolutamente nada de ellos de forma
legítima.
Así, se llama al sistema kantiano Idealismo Trascendental (idealismo es
lo contrario a realismo) pues deja bien clara la imposibilidad de conocer la
realidad en sí misma (al contrario que pensaban Platón, Aristóteles o Descartes),
15
El racioempirismo de Inmanuel Kant
sino tal y como nosotros la configuramos en base a nuestras estructuras
mentales. Se la llama trascendental porque se Kant entiende con esa palabra
todo aquello que no procede de la experiencia, que "la transciende", va más allá
de ella. Como hemos dicho hasta la saciedad, las formas a priori de la
sensibilidad y las categorías no proceden de la experiencia, por lo que serán
transcendentales. Son formas puras, estructuras, siendo su única y legítima
función la de reorganizar los datos de la experiencia. Kant afirmó: "las
intuiciones sin conceptos son ciegas, los conceptos sin contenido son vacíos" queriendo
decir que una forma que no tenga contenido alguno está vacía mientras que un
contenido que no tenga forma alguna no puede ser un conocimiento válido (no
será ni universal ni necesario), será ciego.
Ejemplo:
Supongamos
que en el futuro la bioingeniería
es capaz de crear una raza de
caracoles
superinteligentes
mezclando los genes propios de
los caracoles con los genes de
Einstein. Como todos sabemos,
los caracoles no tienen ni ojos ni
oídos, por lo que no ven ni oyen.
Sus sentidos sólo pueden captar
los
diferentes
grados
de
humedad. Sin embargo, al ser
superinteligentes, elaboran una ciencia muy sofisticada acerca de la humedad
(única cosa que "existe" en su mundo). Así tienen unos higrómetros
(instrumento que mide la humedad) muy sofisticados y elaboran múltiples
teorías científicas sobre la humedad. ¿En qué estaría basada la validez de su
ciencia? En las estructuras mentales que les permiten percibir y organizar la
humedad. Pero, su mundo sería muy diferente al nuestro. Para ellos,
seguramente, no existiría el espacio ni el tiempo (ya que, seguramente, no
poseerían estos modos de organizar la percepción). Sería algo así como un
mundo "oscuro" (mentira, si no ven no sabrían qué es la luz ni la oscuridad) en
el que sólo habría cosas más húmedas y cosas menos húmedas. Los caracoles
inteligentes no tendrían las condiciones a priori de la sensibilidad de espacio y
tiempo ni, posiblemente, las mismas doce categorías de los hombres, por lo que
su ciencia basaría su validez en otros aprioris.
Conclusión: la base que da validez a todo nuestro conocimiento se debe a unas
estructuras que no proceden de la experiencia y que son universales y
necesarias en virtud de que todos los seres humanos tenemos las mismas (Si
cada uno tuviera unas estructuras mentales propias, cada uno de nosotros
viviríamos en un mundo diferente con una ciencia diferente por lo que la
ciencia no sería universal sino particular de cada uno). Si fuésemos caracoles
inteligentes nuestro mundo sería distinto, aunque no por ello nuestro
conocimiento carecería de fundamento, ya que lo basaríamos en otras
16
El racioempirismo de Inmanuel Kant
estructuras mentales diferentes. Eso sí, tanto para los humanos como para los
caracoles la realidad en sí, sin ser estructurada por nadie, sería absolutamente
incognoscible. Los caracoles también tendrían noúmenos.
B) La Dialéctica Transcendental.En esta parte Kant va a analizar la tendencia natural de la Razón a hacer
síntesis superiores hasta llegar a lo incondicionado (¿lo incondicionado? ¿Qué
es esto? Tiempo al tiempo, lo explicaremos más adelante) rebasando los límites
de la experiencia (a lo que llamará uso especulativo de la Razón: uso ilegítimo
de las categorías). Kant va a llamar "Razón" al "Entendimiento" cuando actúa de
este modo ilegítimo. Del mismo modo el concepto de "dialéctica" va a tener un
sentido peyorativo (si te acuerdas, cosa que dudo, todo lo contrario que para
Platón, para el que la dialéctica era el modo supremo de conocimiento): un
discurso especulativo no apoyado en la experiencia.
¿Qué es lo que hacemos cuando hacemos un uso especulativo de la
razón?
Precisamente, metafísica. En el apartado anterior, creo que quedó bien
claro, que el único uso legítimo de las categorías era dar forma, sintetizar, los
fenómenos de la sensibilidad. Nuestro conocimiento no puede rebasar los
límites de la experiencia (no podemos conocer la realidad nouménica). Ahora
bien, en la metafísica tradicional (la que hace Descartes, por ejemplo), dichas
categorías son utilizadas ilegítimamente, "creando entes" (inventando cosas,
objetos, realidades) a partir de sí mismas sin apoyarse en fenómenos.
¿Por qué sucede esto y cómo se produce?
Nuestro entendimiento tiende hacer síntesis cada vez más superiores
buscando la "síntesis superior", las causas últimas de todo, lo incondicionado
(precisamente, esto es lo que intentaban todos los filósofos anteriores que
hemos estudiado, perdón, que algunos han estudiado, como, por ejemplo el arkhé
de los presocráticos, las Ideas de Platón, etc.). Todos los pensadores han
intentado encontrar un principio que explique todo, una causa última de todo el
universo, de hecho, físicos contemporáneos como Einstein o Bohr buscaban una
única fórmula con la que explicar, sintetizar todo el universo. Pues bien, esta
búsqueda de principios cada vez más universales es una tendencia natural de la
Razón (algo a lo que ella nos empuja constantemente) y es esta pretensión la
que nos lleva a "dar el salto" hacia la causa última, hacia lo incondicionado (salto
que para Kant es ilegítimo).
Como fruto de estas síntesis cada vez más generales surgen las llamadas
ideas de razón:
17
El racioempirismo de Inmanuel Kant
- YO (pensamiento, alma): como síntesis de todos los fenómenos
psíquicos (emociones, pensamientos), su causa última o substrato. La rama del
conocimiento de carácter metafísico que se ocupaba del YO en tiempos de Kant
era la Psicología racional.
- MUNDO: como síntesis de todos los fenómenos físicos. La rama del
conocimiento que se encargaba de ellos era la Cosmología racional.
- DIOS: como síntesis última de los dos anteriores, es decir, como causa
tanto de los fenómenos psíquicos como de los físicos. De Dios se encargará la
teología.
Entonces, los tres tipos de saberes que estudian las ideas de yo, mundo y
Dios son para Kant totalmente ilegítimos pues rebasan los límites de la
experiencia haciendo un uso ilegítimo y especulativo de las categorías. Prueba
de la ilegitimidad de tales saberes son los paralogismos y las antinomias
(razonamientos contradictorios).
Ejemplos de antinomias: ¿El universo es finito o infinito? Si contestamos
que es finito estamos diciendo que tiene un límite, por lo que surge la pregunta
de qué hay más allá de este límite. Pero si por el contrario, decimos que el
universo es infinito nuestra mente también se resiste a pensar en algo que no
tiene ni principio ni fin. Estamos ante una paradoja sin solución, ante un callejón
sin salida. Kant dirá que el problema de fondo es que estamos intentando
conocer algo incognoscible (que no se puede conocer), el mundo como
totalidad, un ente metafísico (que rebasa los límites de la experiencia) lo que
determina esta caída constante en argumentos contradictorios y falaces. Lo
mismo ocurre cuando pensamos en el alma o substancia pensante (¿cómo actúa
el alma inmaterial sobre el cuerpo material? Pregunta ésta que no supo
responder Descartes. Claro, diría Kant, porque era una pregunta sin solución
fruto de rebasar los límites de la experiencia).
Conclusión: esta tendencia natural (naturalange en alemán) de nuestra razón a
conocer lo incondicionado es lo que nos conduce a este saber histórico ilegítimo
que es la metafísica (y por eso todos los filósofos anteriores se equivocaban y
sus filosofías no daban respuestas satisfactorias). En la metafísica no son
posibles los juicios sintéticos a priori puesto que en ella, los objetos de
conocimiento son producto de un uso ilegítimo o especulativo de las categorías
y no fenómenos procedentes de la sensibilidad. Pero entonces, ¿esta tendencia
natural de nuestra razón sólo tiene la función negativa de conducirnos a algo
inalcanzable, ilegítimo, erróneo? No, Kant nos dice que existe una función
positiva en esta tendencia a las últimas causas, a lo incondicionado, ya que en la
medida en que el hombre busca síntesis cada vez más superiores, el
conocimiento avanza (He aquí la idea de progreso propia de la Ilustración). Y
este será el uso regulativo de la razón (en contra del uso especulativo), la
búsqueda progresiva de principios cada vez más generales, que, a fin de
cuentas, es la que hace que sepamos cada vez más sobre la realidad y que la
ciencia avance.
18
El racioempirismo de Inmanuel Kant
4. La Crítica a la Razón Práctica (La fundamentación de la metafísica de las
costumbres). La ética formal kantiana.Ya hemos visto cómo en la Crítica a la Razón Pura Kant analiza las
condiciones de posibilidad del conocimiento humano, limitando éste a la
experiencia y dejando claro que nunca se podrá conocer cómo es la realidad en
sí misma, pues dicha experiencia es organizada por estructuras internas sin las
que no sería posibles ni la percepción ni el conocimiento. Los "seres" metafísicos
tradicionales (Dios, alma y mundo) son rechazados, no por ser reales o no, sino
porque tales ideas no proceden de la experiencia sino del intento de nuestra
razón de buscar las causas últimas de todo, cayendo en discursos ilegítimos.
En la Crítica a la Razón Práctica, Kant pretende dar respuesta a la segunda
gran pregunta que preocupa al hombre: ¿Qué debo hacer? Así, el objetivo
fundamental de la obra será fundamentar la moral, es decir, establecer las
condiciones de posibilidad de la moral (esto de hablar siempre de condiciones
de posibilidad es el rasgo característico de la forma de pensar de Kant): ¿Qué
condiciones debe tener un principio o ley moral para ser considerado válido o
legítimo? ¿Qué nos obliga a acatar tales principios o normas? Al igual que a
nivel de conocimiento, Kant considera que para que un principio moral sea
legítimo, válido, debe ser universal y necesario, es decir, que todo el mundo lo
acepte y se sienta vinculado a respetarlo. Pero antes de entrar en detalle vamos
a aclarar algunos conceptos:
4.1. Dos dimensiones de la Razón: teórica y práctica.Nuestra razón no sólo es un "instrumento" de conocimiento sino también
de acción. Es decir, el ser humano no sólo es un ser que conoce, sino también un
ser moral, es decir, que actúa bien o mal. La razón también nos orienta hacia lo
que debemos hacer, nos lleva a tomar decisiones, a elegir, y, al igual que la
razón teórica, esta razón práctica también tendrá sus posibilidades y sus
limitaciones.
4.2. Éticas materiales y ética formal.Las éticas materiales son aquellas que definen un tipo de bien concreto y
orientan la vida humana a la consecución de ese bien concreto (por ejemplo la
ética aristotélica sería material ya que orienta la vida hacia la obtención de la
felicidad, o la ética de Epicuro cuando define el bien supremo como el placer).
Kant va a realizar una dura crítica contra este tipo de éticas afirmando lo
siguiente:
a) Son heterónomas (es decir no-autónomas): las éticas materiales
definen qué es el bien y el mal, cuál es el fin que deben alcanzar los hombres y
establecen unas normas para alcanzar tales fines. Para Kant, este bien supremo
viene impuesto desde fuera, es algo que se impone desde el medio cultural en
19
El racioempirismo de Inmanuel Kant
el que se nace, en la sociedad en la que vive el individuo. Si recuerdas el lema
de la Ilustración según Kant (Sápere aude), afirmaba que había que decidir por
uno mismo sin dejarse llevar por nadie. Al hacer caso a una moral heterónoma,
no eres autónomo, no eliges por ti mismo, sino que haces lo que otros te dicen
que hagas, dejas que otros decidan por ti.
b) Sus imperativos son hipotéticos: las normas morales que proponen
siempre siguen este formato: "si quieres salvarte, debes hacer tal cosa". Esto,
sostiene Kant, denota que tales morales son egoístas pues la acción moral no se
hace por mero y puro respeto al deber sino por el condicionante egoísta de la
salvación, la plena felicidad, o el fin o beneficio particular que te asegure tu
actuación. Por ejemplo, la típica moral cristiana te dice que si eres bueno irás al
cielo. Entonces, tú no eres bueno porque ser bueno es lo que se debe hacer, sino
que eres bueno porque sabes que, al final, te salvarás.
c) No son universales ni necesarias: podemos observar que cada cultura
tiene distintos fines, valores y normas.
Por eso, ninguna ética material puede ser considerada legítima, ninguna
se fundamenta o justifica desde la naturaleza de la razón, ninguna tiene el
requisito imprescindible de que sus imperativos (sus normas, mandatos o leyes)
sean universales y necesarios.
20
El racioempirismo de Inmanuel Kant
4.3. El concepto de buena voluntad
La existencia de lo práctico, de lo moral en nosotros es algo que no
necesita justificación (aquí, lo moral es para Kant lo mismo que la ciencia de
Newton eran para la razón teórica: algo cuya validez se da por supuesta). Es
evidente que las personas obran bien o mal, que los hombres somos seres
morales por naturaleza. Volvemos a lo mismo: Kant no se pregunta si es posible
la moral, sino cómo es posible, qué condiciones de posibilidad tiene.
En este análisis de la conciencia moral Kant encuentra lo único que
puede considerarse bueno sin restricciones algunas: la buena voluntad. Ésta se
define por la sola bondad de nuestra disposición interna, al margen de toda
consideración de la utilidad de los fines que nos propongamos alcanzar, es
decir, que un acto será bueno solamente porque la voluntad que ponemos al
hacerlo será buena (en términos coloquiales: "lo importante es la intención"). Si la
voluntad con la que realizas cualquier acto es buena, tu acción moral será
buena. Esto encaja muy bien con la moral protestante (Kant era pietista, una
facción del protestantismo): los actos buenos no son los que nos salvan, sino tan
solo la fe. No obstante, Kant difiere un poco de eso. Las consecuencias de
nuestro acto sí que son importantes ya que la buena voluntad, si realmente es
buena, tenderá con todas sus fuerzas a la realización del acto, y por lo tanto,
tendrá que pensar en los medios mejores para conseguir el bien propuesto. A
Kant no le vale como buena voluntad, una voluntad que tenga buenas
intenciones pero que no haga nada para realizar la buena acción.
Pero a pesar de que las consecuencias de la acción tienen su importancia,
el peso recae sobre la voluntad. Dado que la buena voluntad hará todo lo
posible por culminar la acción, se superfluo juzgar un acto moral por sus
consecuencias ya que, aunque estas no se consigan, la buena voluntad habrá
hecho todo lo que esté en su mano por conseguirlas. Conclusión: debemos
juzgar los actos morales por su buena voluntad, es decir, por la intención que
hay detrás de ellos.
En el concepto de deber queda incluida la buena voluntad. La voluntad
no siempre es buena ya que mantiene una lucha constante contra las
disposiciones naturales (Ej.: tengo pereza y no tengo ganas de ponerme a
estudiar). La idea de deber expresa precisamente esa resistencia ante la
naturaleza, hacia lo que en el hombre impulsa hacia el incumplimiento del
deber. Para Kant, una buena voluntad será aquella que siempre obra por deber.
Para explicar cómo es determinada la voluntad, Kant recurre a dos
conceptos:
a) La ley: el deber se concibe como la autoimposición de una obediencia,
la obediencia a una ley.
21
El racioempirismo de Inmanuel Kant
b) El respeto: Kant va a reconocer que en la acción moral también existen
elementos emocionales y, por lo tanto, es necesario reconocer cierto elemento
irracional en nuestro modo de obrar. La conciencia de que el hombre tiene un
deber va siempre acompañada de un sentimiento, ya sea de adhesión o agrado,
o repulsión o desagrado. Así, si el motivo moral de la buena voluntad era la
obediencia al deber por el deber mismo, el móvil de la misma será un
sentimiento que surgirá ante la sola representación de la ley, ligado únicamente
a ella, y no teniendo más que a ella por objeto. Este sentimiento es el respeto, de
tal manera que la buena voluntad será la que actúa por mero respeto a la ley.
En conclusión: la buena voluntad es el principio absoluto de bien moral y
tiene las siguientes características:
1. No tiene en cuenta los efectos de la acción ya que si la voluntad es
realmente buena, hará todo lo posible porque su acción llegue a buen fin.
2. Obra por puro deber, con el deber como fin en sí mismo (y no por otras
causas como pasaba con las éticas materiales o heterónomas).
3. Consiste en autoimponerse una ley moral (que deberá ser universal y
necesaria).
4. Lleva paralelo el sentimiento de respeto hacia la ley.
4.4. El imperativo categórico como principio de la moralidad.Si el ser humano fuera plenamente racional, su voluntad siempre
coincidiría con la ley moral, por lo que actuar bien no se presentaría como una
orden, sino que se actuaría siempre bien. Pero como el ser humano está sujeto a
los influjos de sus pasiones (emociones, sentimientos), no obra con total
racionalidad. Por ello, la moralidad se presenta como una orden, un imperativo
ya que nos tiene que obligar. Así, al igual que para estudiar las ciencias Kant
estudiaba sus componentes últimos (los juicios u oraciones de las que se
componían), en la moral hace lo mismo: ¿de qué esta compuesta la moral? de
reglas, órdenes, mandatos, en definitiva, de imperativos. Habría dos tipos de
imperativos:
a) Imperativos hipotéticos: son aquellos que dictan los medios
adecuados para llegar a un fin. A su vez pueden ser:
- Problemáticos o reglas de habilidad: expresan reglas para llegar
a un fin posible (Ej: los preceptos de las artes o de la técnica. Si quieres obtener
color azul, mezcla verde y amarillo o si quieres construir una casa te hacen falta
cimientos).
- Asertóricos o consejos de prudencia: indican lo que debe
hacerse para obtener un fin presuntamente supuesto en todo ser humano, la
felicidad. (Ej: Obedecerás a Dios porque si no te irá mal en la vida)
22
El racioempirismo de Inmanuel Kant
b) Imperativos categóricos: declaran la acción como incondicionalmente
necesaria. No hacen referencia a las consecuencias de la acción ni a un fin a
conseguir. Para Kant son los únicos válidos ya que sólo en ellos se manifiesta un
deber incondicionado. En los imperativos hipotéticos la acción siempre está
motivada por la obtención de un fin, así que son, en último término, egoístas.
Por ejemplo, un imperativo categórico sería: "Sé bueno". Este imperativo no te
dice que por ser bueno vas a conseguir un premio, sólo te dice que seas bueno
sin condición alguna: sé bueno y punto.
Kant quiere fundamentar la moral desde imperativos categóricos, pero,
estos tienen que ser universales y necesarios. ¿Cuál va a ser el imperativo
categórico por excelencia, el que expresa la moralidad de modo más universal
posible? Kant lo expresa de varias maneras.
1. "Obra según la máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne
ley universal". Obra de tal modo que lo que toda persona en todo tiempo y en
todo lugar obre del mismo modo que tú lo haces. De este modo rompemos con
las éticas materiales o heterónomas que obraban de un modo concreto en cada
situación, en cada época o en cada cultura. Recordamos que Kant quiere una
ética universal y necesaria y no una particular y contingente.
2. “Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse por tu voluntad, ley
universal de la naturaleza”. Esta formulación es muy parecida a la anterior, lo
único que cambia es que Kant quiere darle tanta “fuerza” a su imperativo que
pretende asemejarlo a una ley natural. Lo que tú hagas, debes hacerlo con una
rigurosidad tal que la norma que utilices sea tan férrea como una ley natural (Ej:
la norma moral que sigues ha de ser tan universal y necesaria como la ley de
gravitación universal de Newton).
3. “Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu propia persona como
en la persona de cualquier otro, siempre a la vez como un fin, nunca
simplemente como medio”. Nunca debes utilizar a una persona para realizar
cualquier fin ajeno al bien de esa persona misma. Al utilizar a una persona para
conseguir unos determinados fines, la estás despojando de su dignidad
humana, la conviertes en un objeto, la "cosificas", la conviertes en una cosa.
Piensa en que todos los objetos que nos rodean tienen una utilidad
determinada, nos valen para hacer cosas, son medios para conseguir fines (Ej:
un tenedor te sirve para trinchar un filete o un lápiz te sirve para escribir). Los
objetos no son fines en sí mismos, son medios. Pues cuando utilizas a una
persona para conseguir algo, la tratas igual que si fuera un objeto, algo
inaceptable para Kant.
4. “Obra de tal modo que tu voluntad pueda considerarse a sí misma como
constituyendo una ley universal por medio de su máxima”. En este imperativo
se subraya la idea de autonomía de la voluntad. Recordamos que Kant
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
considera que la Ilustración consiste en salir de la minoría de edad en la que
está inmersa la humanidad cuando todo el mundo piense por sí mismo sin
dejarse llevar por nada ajeno a su propia razón. La razón autónoma del hombre
“adulto”, ya ilustrado, será aquella que se autolegisle sólo por medio de sí
misma. Para Kant, todo debe ser juzgado por el “alto tribunal de la razón”.
5. “Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un medio legislador
en un reino universal de fines”. Si tus máximas son buenas estarás siendo
legislador en un “reino” en el que todas las personas son fines en sí mismos y no
medios. Esto sería un mundo ideal, fantástico, en el que todo el mundo se
trataría bien (como un fin en sí mismo) y nadie utilizaría a nadie como "un
objeto", sino como un ser humano investido de dignidad.
4.5. La autonomía como principio de moralidad.Para que un hombre no sea sólo un medio sino un fin debe ser, a la vez,
legislador (hace sus propias leyes) y servidor de la ley (las cumple). Un hombre
que sólo sea servidor de una ley que no se da a sí mismo no sería autónomo,
cumple unas leyes que se le imponen desde fuera.
El hombre realmente autónomo es el que se autoimpone unas leyes
razonadas por él mismo. Una voluntad en la que sus acciones coincidan con las
leyes que se impone ella misma sería una voluntad santa, una voluntad
absolutamente buena. Y eso es precisamente lo que Kant entiende por
autonomía. Todo el segundo capítulo de la Fundamentación de la Metafísica de las
costumbres va a estar dedicado al concepto de autonomía.
Kant va a determinar que las éticas pueden fundarse en dos tipos de
principios:
- Principios materiales: tienen como fundamento para orientar o
determinar la voluntad la representación de la realidad de un objeto. Este objeto
va a ser principio de determinación de la voluntad (va a ser el que "empuje" a la
voluntad a hacer algo) si el sujeto consigue placer al realizarlo o dolor si no lo
realiza. Pero el placer o el dolor son comprobables a posteriori, es decir,
podemos ir a la realidad y hacer nuestra acción para ver si al realizarla nos
proporcionan placer o no.
- Principios formales: para Kant sólo un principio puramente formal
puede dar razón de la idea de autonomía como principio supremo de la
moralidad. Un principio formal será aquel que sólo nos diga la forma de la
acción, no su contenido ni su objeto. ¿Recuerdas las formas a priori de la
sensibilidad, que eran formas puras sin ningún contenido? (lo dudo) Pues eso
es lo que busca Kant para la ética: principios puros, formales, formas de la
acción. Al igual que el la Crítica a la Razón Pura Kant buscaba juicios sintéticos a
priori para fundamentar las ciencias, también va a buscar juicios sintéticos a
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
priori para fundamentar la moral. Si te fijas, las cinco formulaciones del
imperativo categórico son juicios sintéticos (nos dan nueva información) y son a
priori (son universales y necesarios). Pero nos encontramos con el mismo
problema: ¿Cuál es ese a priori en el que fundamentamos al final los juicios? En
la Crítica a la Razón Pura eran las condiciones a priori de la sensibilidad (espacio
y tiempo) y las categorías... ¿cuáles son para la ética kantiana?
4.6. Autonomía y libertad.Kant creía firmemente en la física de Newton. La física funciona con
leyes, afirmando que todo lo que sucede en el universo está sujeto a unas leyes
que todo ser que habite en él está obligado a cumplir. Todos nosotros hemos de
"obedecer obligatoriamente" las leyes de la naturaleza: si calientas el agua a más
de 100º C ésta hierve necesariamente, no tiene otra opción, no puede elegir no
hervir. Los seres humanos, a fin de cuentas, somos seres orgánicos, físicos, y
como tales, también tenemos que "obedecer" estás normas. Podría decirse que
nosotros somos como una especie de "robots orgánicos" que funcionan siguiendo
las leyes que, en último término, afectan a todos los seres de la naturaleza. Pero
entonces ¿somos libres o no para realizar nuestras acciones? Un robot no es
libre, hace lo que le han programado que haga y, si nosotros estamos sujetos a
las leyes naturales igual que
cualquier otro ser... no
seremos libres para decidir
nuestras acciones. Vale, y esto
¿a cuento de qué viene ahora?
Para que exista mundo moral
hace falta que exista la
libertad. Si no fuésemos libres,
no seríamos responsables de
nuestros actos (Ej: cuando un
ordenador comete un error, se
avería, tú no le puedes
regañar, no le puedes hacer
responsable de ello. El
ordenador no podía haber
elegido
no
equivocarse,
funcionar bien, ya que no es
libre para elegir. La culpa de
ello, la responsabilidad, será
del
fabricante,
del
programador o del usuario
que se ha equivocado, pero
nunca del ordenador). Si no
fuésemos responsables de
nuestros actos no se nos
25
El racioempirismo de Inmanuel Kant
podría juzgar, no se nos podría decir que hemos obrado mal o bien. De hecho,
en un juicio, el acusado siempre intenta alegar para defenderse lo que se llaman
atenuantes. El abogado defensor dice que el acusado no era responsable de sus
actos, que actuaba bajo los efectos del alcohol o de las drogas, o que en esos
momentos estaba enajenado, loco, y no sabía lo que hacía. El abogado intenta
demostrar que su cliente no era responsable de lo que hizo, que otros factores le
obligaron a hacerlo, que no era libre para elegir. Cuando suspendes un examen,
lo más fácil es igualmente alegar atenuantes: no tuve tiempo para estudiar, el
profesor puso un examen muy difícil, me tiene manía, es un profesor muy malo
que no explica, etc. Lo que haces es negar tu libertad, tu responsabilidad ante el
hecho. Nunca sueles aceptar que la culpa ha sido tuya, que suspendiste
realmente porque no estudiaste nada. Dices: yo, en el fondo, era como el
ordenador, no pude elegir hacer las cosas bien, no era libre y, como tal, no
podéis responsabilizarme de mi suspenso, yo no tuve la culpa.
Pues bien, si para Kant estamos absolutamente determinados por las
leyes de la naturaleza, no podemos ser libres y, a fortiori, no existiría el mundo
moral ya que no hay actos buenos ni malos. ¿Cómo solucionamos el problema?
Aquí es cuando Kant la arma, distinguiendo entre:
- Yo empírico: somos nosotros sujetos a las leyes naturales. Es el yo
fenoménico, observable, comprobable mediante la experiencia. Este yo no sería
libre ya que está sujeto férreamente a las leyes naturales y por lo tanto no puede
actuar de forma moral, no puede hacer nada bueno ni nada malo porque no es
libre para elegir.
- Yo trascendental: somos nosotros en el mundo nouménico. Kant afirma
que nosotros somos una especie de compuesto entre yo empírico (observarle) y
yo trascendental (nouménico, imperceptible). Este yo es el que realmente es
libre y como tal, el que garantiza que yo pueda autolegislarme, que yo elija las
leyes con las quiero actuar, que yo sea libre. Y este será el a priori que
fundamenta los juicios de la ética, los imperativos categóricos: la libertad.
La libertad es algo a priori, no la podemos percibir en la naturaleza:
¿podemos ver, pesar, medir la libertad? No, no es algo que proceda entonces de
la experiencia. Vale pero ¿cómo sabemos que existe? Este será un problema
capital en la filosofía kantiana que, el mismo Kant, no atina del todo a
solucionar satisfactoriamente. Nos pone un ejemplo: sabemos que la libertad
existe aunque no la percibamos del mismo modo que sabemos que, si miramos
por la ventana y vemos que está lloviendo, habrá nubes en el cielo aunque no
las veamos directamente. Como el mundo moral existe (sería la lluvia), tendrá
que existir la libertad (serían las nubes). De todos modos esto lo veremos más
claro en el siguiente apartado.
26
El racioempirismo de Inmanuel Kant
4.7. Los postulados de la razón práctica.Un postulado es una hipótesis explicativa de algo, una conjetura que no
hemos podido (o que no podemos) demostrar que sea cierta pero que nos sirve
o que necesitamos para explicar o dar sentido a algo. Kant, para solucionar los
problemas que se encuentra (principalmente el de la libertad) va a recurrir a
esta estrategia, planteando una serie de postulados que, si bien no son
demostrables, van a ser útiles para fundamentar su ética.
Como vimos la realidad se divide en realidad fenoménica y realidad
nouménica. La fenoménica es en la que todos vivimos, es el mundo que
comprendemos, que organizamos mediante las categorías. Sin embargo, el
mundo nouménico nos es absolutamente desconocido, no sabemos nada de él.
Pero precisamente porque no sabemos nada de él podemos afirmar que en él
existen ciertas cosas de modo probable. ¿Por qué no? Si no sabemos nada,
podríamos decir que en él puede existir todo lo que nos plazca (eso sí, nunca
podemos demostrar nada de lo que de él digamos). Pues precisamente en ese
mundo nouménico es donde Kant va a plantar sus postulados de la razón
práctica que serán estos tres:
- La libertad: es necesario que seamos libres para que tenga sentido la
moral. Aunque no podemos demostrarlo podemos "pensar" que "realmente"
(como seres noúmenicos) somos libres. Aunque la libertad no sea perceptible en
la realidad fenoménica, si que es posible que exista en la nouménica.
- La inmortalidad del alma: ni que exista el alma ni que ésta sea inmortal
es algo que podamos demostrar. Pero Kant necesita que existan ya que si no,
obrar constantemente por deber, aun sabiendo que quizá esto nos reporte sólo
penurias, para morir al final y que no exista nada después de la muerte, parece
muy duro. ¿De qué me vale obrar constantemente por el deber sin obtener
premio si luego me voy a morir y todo mi esfuerzo no me habrá servido para
nada? No, Kant dirá que "es posible" que en el mundo nouménico nuestra alma
sea inmortal y, entonces, después de la muerte exista un paraíso en el que se
nos premie o castigue por nuestras acciones.
- Dios: si bien Dios tampoco existiría en el mundo fenoménico (no vemos
a Dios por ningún lado) "es posible" que exista en el nouménico. ¿Y para qué nos
vale que exista Dios? Porque Él será el que juzgue a nuestra alma inmortal
después de la muerte, Él será el que nos castigará o premiará por nuestros actos
y hará que actuar por deber tenga sentido.
En conclusión: Estos tres postulados no son demostrables, sólo nos cabe
pensar en su posibilidad, en ellos sólo cabe una fe racional práctica. Nosotros
vamos a ser un compuesto de yo empírico o fenoménico y yo trascendental o
nouménico, de una parte demostrable por la experiencia y de otra
incognoscible. Como de la realidad nouménica de la cosa-en-sí, no podemos
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
demostrar nada, sólo nos cabe postular, conjeturar cosas. Así Kant postula tres
afirmaciones que, aun siendo indemostrables, cabe pensar en que son posibles o
probables. ¿Y qué es lo que nos cabe ante cosas que sólo son probables? La fe, la
creencia sin pruebas, argumento típico del Protestantismo. Recuerda que el
catolicismo está basado en la filosofía de Santo Tomás, para el que sí hay
pruebas demostrativas de la existencia de Dios (las cinco vías). El
Protestantismo, siguiendo a Lutero, dice que es indemostrable que Dios exista y
que el mero hecho de intentarlo es un imperdonable acto de arrogancia. Para
Lutero lo importante es la fe, creer sin saber nada, sin tener prueba alguna que
fundamente mi creencia. Pues en la misma línea va Kant: no puedo demostrar
que Dios exista, pero en el mundo nouménico cabe decir que es posible su
existencia, así que en eso tengo fe.
5. Conclusiones: aportaciones y crítica.5.1. Aportaciones.La filosofía de Kant no es tan sólo un punto de llegada donde convergen
las grandes ideas científicas y filosóficas anteriores, sino que además es un
punto de partida o, como mínimo, un gran punto de referencia. La historia de la
filosofía del siglo XIX es, en gran parte, la historia de la aceptación y la difusión,
del combate y el rechazo, de la evolución de las ideas de Kant.
Kant marca el camino hacia el reconocimiento riguroso de estructuras
innatas que nos permiten abrirnos al mundo y entenderlo. Diversos
neurofisiólogos, especialmente Konrad Lorenz (1903-1989), en el marco de la
teoría evolutiva del conocimiento y partiendo de la filosofía kantiana, hablan de
estructuras a priori biológicas. Todos los seres vivos están dotados de
determinadas estructuras innatas. Ningún ser vivo es, en el momento de su
nacimiento, "un recipiente vacío", sino que viene equipado con "disposiciones"
específicas que posibilitan su aprendizaje individual.
Por lo que respecta a la ética kantiana, diversos de sus postulados van a
ser el punto de partida del Romanticismo del siglo XIX y de su expresión en el
idealismo alemán (autores como Fichte, Schelling y Hegel partirán de la
filosofía kantiana). Su idea del hombre como fin en sí mismo y no como medio
será retomada por la filosofía de Karl Marx quien denunciará que el hombre es
utilizado por la sociedad como un medio de producción (el obrero que trabaja
en una fábrica es una pieza del sistema, una "máquina" para fabricar productos)
y no como un fin en sí mismo, un ser dotado de dignidad.
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
5.2. Crítica.5.2.1. Crítica a la Crítica a la Razón Pura.1. Parece contradictorio que si sólo hay auténtico conocimiento si
partimos de la experiencia (como decía Aristóteles)... ¿Cómo podemos afirmar
tanto de las categorías o de las condiciones a priori de la sensibilidad? Las
categorías no son observables empíricamente... ¿Cómo puedo entonces hablar
tanto de ellas? ¿Hablar de las categorías es conocimiento mientras que hablar de
Dios no lo es?
2. La tipología de juicios que Kant establece es ambigua. Es complejo
distinguir entre los diferentes tipos de juicios (analíticos, sintéticos, a priori y a
posteriori) y la misma noción de juicio sintético a priori es dudosa. ¿Realmente
pueden existir esos juicios? Un filósofo actual, Willard van Orman Quine
(1908-2000) criticará en su obra Dos dogmas del empirismo la distinción kantiana
de los juicios.
3. Las doce categorías que Kant establece eran las que existían en la
lógica de su tiempo. Hegel le criticará que por qué esas y no otras y
Schopenhauer (maestro de Nietzsche) afirmará que todas se pueden reducir a
una: la de causalidad.
4. Las condiciones a priori de la sensibilidad funcionan sólo aceptando
geometrías euclídeas (basadas en la geometría de Euclides). Cuando a finales
del siglo XIX, aparecen las geometrías no-euclídeas, la concepción del espacio
kantiano se derrumba. Las matemáticas actuales pueden trabajar con espacios
absolutamente inimaginables o impensables para cualquier persona (¿cómo es
un hipercubo, es decir, un cubo de cuatro dimensiones?). Del mismo modo, la
concepción del tiempo kantiano es diferente a la concepción del tiempo de la
física de Einstein.
5.2.2. Crítica a la Crítica a la Razón Práctica.1. Lo que Kant rechaza en la Crítica a la Razón Pura lo recoge en la Crítica
a la Razón Práctica. Si en la primera no podemos decir nada que rebase los
límites de la experiencia, en la segunda se pasa toda la obra hablando de cosas
que la rebasan completamente. Por ello se le ha criticado que en la segunda
destruye o contradice todo lo dicho en la primera. Y la verdad es que pasa algo
así: si él mismo define de forma negativa el noúmeno como no-fenómeno
haciendo hincapié en que del noúmeno no podemos saber ni afirmar nada, de
que es absolutamente incognoscible, ¿cómo luego afirma tantas cosas de la
realidad nouménica? Si negaba la posibilidad de la metafísica por rebasar la
experiencia, luego no hace otra cosa que rebasarla constantemente.
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El racioempirismo de Inmanuel Kant
2. La ética kantiana acaba por caer en el mismo egoísmo que criticaba de
las éticas materiales o heterónomas. Si tengo fe racional práctica, creo que al
final de mi vida mi alma inmortal irá al cielo donde Dios me va a premiar o
castigar por mis acciones. Entonces ya no actúo sólo por deber, sino que actúo
interesadamente para obtener el premio del Paraíso. Kant, que como todo
hombre vive en una determinada época, no puede renunciar a meter la religión
de su tiempo en su filosofía (Kant era pietista, una facción del protestantismo).
Nietzsche dirá de él que, a fin de cuentas, no era más que un "cristiano alevoso".
Para Nietzsche no será la razón la que exija la existencia de Dios, sino el
sentimiento del hombre débil y decadente que no es capaz de aceptar la muerte,
que no es capaz de soportar que después de la muerte no suceda nada.
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