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CAPÍTULO 4
4.1.-LOS DATOS
España es el segundo país más ruidoso después de Japón, y Málaga la ciudad más
ruidosa de España.
En el mundo, más de 500 millones de personas están expuestas al ruido ambiental por encima de 65 db(a).
El 74% de la población española se encuentra sometida a niveles sonoros altos.
130 millones de personas, se encuentran con nivel sonoro superior a 65 db, el
límite aceptado por la O.M.S. y otros 300 millones residen en zonas de incomodidad acústica, es decir entre 55 y 65 db. Por debajo de 45 db no se perciben
molestias. Con sonidos de 55 db, un 10% de la población se ve afectada y con
85 db todos los seres humanos se sienten alterados.
Por encima de 80 dB a los sonidos se les suele llamar ruidos.
En 2002 se tramitaron 52 expedientes sancionadores graves a otros tantos locales por exceso de ruido en la ciudad de Málaga.
Con la nueva legislación, las multas graves se resuelven con importes que pueden alcanzar los 60.000 euros. Las leves, de las que hubo en Málaga 78 durante
el año 2002, reciben multas de hasta 6.000 euros. En casos especiales puede
haber penas de cárcel.
elruido
agua
La unidad de medida del ruido es el Decibelio, la décima parte de un belio. La
escala de decibelios va desde 0 (umbral de audición humana), hasta 130 (umbral
de dolor).
El umbral de audibilidad de un sonido por un oído normal a la frecuencia de
1.000 hertzios es de 2,07.10 -4 microbares.
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MAPA CONCEPTUAL
Manual de Ecología Urbana
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RUIDO
4.3.-CONTAMINACIÓN ACÚS TICA
C
iertamente el ruido es la más común de las molestias que tenemos que soportar a diario,
sobre todo los habitantes de la ciudad. La lucha contra el ruido constituye, por tanto, una
prioridad, y la puesta en marcha de esta lucha reviste aspectos técnicos y psicológicos.
Desde los tiempos más remotos, los ruidos forman parte del ambiente humano. En la Roma antigua, el poeta Horacio se quejaba del tumulto que ocasionaba el paso de los carros pesados por las
calles, y César prohibió el paso de estos carros por ciertas partes de la ciudad a determinadas horas
del día y de la noche. El problema es hasta cierto punto universal aunque hay notables diferencias
de grado entre unos países y otros. El nuestro, por ejemplo, es el segundo más ruidoso del mundo,
sólo superado por Japón.
Se considera comúnmente el ruido como una "molestia", a veces como una grave molestia. Pero es mucho más que eso: a partir de determinados niveles puede
constituir una seria amenaza a la salud, un freno al desarrollo económico y social, y una vulneración de los derechos fundamentales de la persona. Y esto ocurre en un país en el que la
Constitución protege expresamente el derecho a la intimidad personal y familiar, y el de disfrutar de un medio ambiente adecuado
para el desarrollo de la persona, y encomienda a los poderes
públicos el tutelar la salud a través de medidas preventivas.
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RUIDO
Es difícil definir el ruido con precisión. Se han dado definiciones que giran alrededor de los conceptos de sonido desagradable, sonido no deseado (quizá la que más aceptación tiene en estos
momentos), sonido perjudicial, perturbador o dañino para quien lo percibe.
Como muy acertadamente indica la etimología latina (rugitus, rugido) del vocablo castellano, la
función de la percepción del ruido por los animales, incluido el hombre, es la alarma. En contraste
con ello, la de los sonidos no ruidosos es la comunicación. Si bien también la alarma es una clase
de comunicación: es la comunicación de que ocurre algo amenazante, a lo que urge prestar atención inmediata, con el consiguiente abandono de la ocupación en curso e incluso del descanso.
De ahí que todos los animales reaccionen ante el ruido huyendo, escondiéndose o enfrentándose
agresivamente a su causa. Previamente, si estaban dormidos despiertan. Los mismos comportamientos se inducen, mediante la secreción de adrenalina, ante cualquier otra señal de peligro: Son
los comportamientos propios del miedo, del estrés. El hombre no es una excepción. En él se dan
instintivamente las mismas reacciones aunque con frecuencia moduladas o inhibidas por la voluntad, lo que incrementa el nivel de estrés.
En el momento actual dentro de la problemática ambiental, el ruido es, una de las mayores preocupaciones de los habitantes de áreas urbanas. La sensibilidad es cada vez más acusada, de hecho
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más del 50% de las denuncias que en temas medioambientales recibe el Ayuntamiento tienen como causa las molestias por contaminación acústica.
El incremento de los niveles de ruido ha crecido de
forma desproporcionada en las últimas décadas y
sólo en España se calcula que al menos 9 millones
de personas soportan niveles medios de 65 decibélios (db), el límite aceptado por la O.M.S.
El sonido, placentero o no, tiene dos dimensiones:
su fuerza (intensidad) y su altura tonal. La intensidad es la cantidad de energía sonora que llega al tímpano. La unidad más corriente de medida es el
vatio. La potencia de una voz humana media sólo
alcanza algunas millonésimas de vatio; los grandes
altavoces pueden llegar hasta varios kilovatios.
Por otro lado la unidad más corriente de medida del sonido es el decibelio (db). Por debajo de los 40-50 dB, al sonido no se le suele llamar ruido. Por encima de 80 dB, casi siempre se le denomina ruido. Entre los
dos niveles, el que se considere al sonido como ruido depende esencialmente de su tono. Los sonidos agudos son por lo general más molestos que los graves y los sonidos intermitentes más que los
continuos. Se dice que un sonido es irregular cuando hay frecuentes cambios de intensidad o de
tono.
Las vibraciones sonoras transmitidas a través del aire son recibidas por el oído e interpretadas
como sonido por el sistema sensorial humano (oído). La magnitud percibida del sonido se denomina sonoridad y se puede definir como una caracterización subjetiva del sonido que representa
la sensación sonora producida por el mismo a un oyente. La sonoridad depende de la energía de
vibración o intensidad del sonido y de la distribución de dicha energía a lo largo de la amplia gama
de frecuencias que componen cualquier ruido.
Cuando dos o más fuentes sonoras contribuyen a la contaminación acústica de una zona, el nivel
sonoro total no corresponde a la suma aritmética de los decibelios emitidos por cada una de esas
fuentes. Un ejemplo gráfico de ello, puede ser el de una orquesta en la que evidentemente, las
intensidades de los sonidos emitidos por cada uno de los instrumentos que la componen, no se
suman ya que de lo contrario, el nivel sonoro total sería intolerable para el oído humano.
El nivel sonoro total puede calcularse. Así: cuando una fuente sonora emite 95 dB (M) y otra 89
dB (m), el nivel sonoro total no es de 184 dB, sino que es de 96 dB. El nivel sonoro, medido en
decibelios (dB), corresponde a la potencia del sonido en cuestión, pero el nivel fisiológico, es decir,
la impresión recibida por el oído, varía además con la frecuencia de aquel y en general, es tanto
más molesta cuanto más agudo sea, cuanto más elevada sea su frecuencia.
Otro factor a tener en cuenta es la frecuencia de aparición del ruido, es decir, si se trata de un
ruido continuo, fluctuante, transitorio o de impacto. En general, si el ruido es intermitente se pueden tolerar mayores intensidades sonoras o una misma intensidad durante periodos de tiempo más
largos que si se trata de un ruido continuo.
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4.4.- FUENTES DE RUIDO
A
lgunas de las fuentes más comunes de ruido (tráfico, aviones, aparatos musicales, obras y su
maquinaria, etc.) se asocian con el progreso tecnológico. Otras, como las nocturnas concentraciones de
ocio, con tendencias sociológicas pretendidamente inevitables. Se llega entonces a la falsa conclusión de que el
ruido es un precio a pagar por el desarrollo.
Y nada hay más lejos de la realidad: en general, cuanto
más desarrollado está un país, menos ruidoso es: el porcentaje de la población que soportaba en 1985 un nivel
medio de ruido superior a 55 decibelios era, según la
OCDE, en Alemania o en los EEUU, alrededor del 35%
y en España del 84%. Y si nos referimos a ruidos superiores a 65 decibelios, ya claramente intolerables, los
porcentajes son el 7% y el 23% respectivamente.
Las principales fuentes de contaminación acústica en la
sociedad actual provienen de los vehículos de motor, que se calculan en casi un 80%; el 10% corresponde a las industrias; el 6% a ferrocarriles y el 4% a bares, locales públicos, pubs, talleres industriales, etcétera. Desde hace pocos años el fenómeno conocido como "movida" juvenil provoca, en
diversas zonas de las grandes ciudades, graves problemas entre los habitantes de esos espacios residenciales, que han de soportar contaminación acústica procedente de vehículos, aparatos de música y las emisiones sonoras de los participantes en la "movida".
El actual parque automovilístico de España, con más de 18 millones de vehículos, genera continuamente un ruido especialmente intenso, ya que sólo como consecuencia del roce de neumáticos
con la calzada se producen sonidos que, acumulados, resultan contaminantes. La construcción de
autovías o circunvalaciones cercanas a diferentes núcleos de población han multiplicado el efecto
del tráfico rodado y el sonido que genera.
Hay zonas especialmente afectadas por estar construidas cerca de vías de ferrocarril o aeropuertos.
Sin llegar a esos niveles, que pueden ser extremos, en general se sufre una multiexposición fuera del
hábitat doméstico y dentro de la vivienda y el trabajo, que incide sobre la salud personal dependiendo del tiempo que se sufre y la sensibilización especial que pueda tener cada individuo.
Los estudios realizados desde principios de la década de los noventa en todas las ciudades andaluzas por encima de los 50.000 habitantes revelan que más de la mitad de la población que vive en
dichos municipios soporta actualmente niveles de ruido no deseables, superiores a 65 dBA, cifra
muy superior a la media de los países de la Unión Europea, donde sólo afecta al 27% de la población, o a la media española (33%).
Los agentes contaminantes por ruidos en Andalucía y su contribución porcentual respecto al total
de misiones analizadas en el periodo 1995-1998 es la siguiente:
El tráfico terrestre es la principal causa generadora de ruidos en Andalucía (supone el 78,46%
de las emisiones totales que provocan problemas por ruidos según las mediciones efectuadas).
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La repartición porcentual de la emisión de ruidos según medios de transportes terrestres se caracteriza por el predominio de las molestias causadas por el automóvil privado y las motocicletas respecto al resto
de fuentes generadoras de contaminación acústica. A continuación le siguen los ruidos de camiones y autocares, los
servicios de ambulancia y policía, los camiones de basura y, finalmente, de los trenes.
La incidencia del tráfico rodado, dentro de las
ciudades, presenta distintos grados de intensidad según las zonas. Su incidencia es mayor en
las áreas residenciales cercanas a rondas de
circunvalación y vías de circulación rápida,
seguida a continuación por calles de intensos
volúmenes de tráfico, en los accesos o en el
interior de los centros históricos y comerciales y, en tercer lugar, por las áreas donde se
concentra la movida juvenil durante los fines
de semana. En el resto del tejido urbano hay
que destacar que los menores niveles de ruido
corresponden a las áreas residenciales suburbanas de baja densidad edificatoria, donde el
tráfico rodado tiene valores muy bajos.
El resto de las emisiones generadoras de ruido
urbano está muy repartido entre las diversas fuentes, sobresaliendo ligeramente los ruidos provocados por las actividades comerciales y de ocio
(8,95%), respecto a las de origen comunitario
(6,18%) y las fuentes de origen mecánico
(5,01%).
Otras actividades emisoras de ruido tienen una
muy baja participación porcentual en las emisiones totales, tales como el tráfico aéreo (0,44%) y
los ruidos de origen animal (0,96%).
Hoy día, resulta ya habitual que en diversos lugares de
la geografía de cualquier ciudad andaluza se produzcan
concentraciones en la calle de grupos de jóvenes, que
oscilan entre decenas y varios miles de personas, que causan perturbaciones del medio ambiente urbano durante las
noches y madrugadas de los fines de semana. Perturbaciones
asociadas, fundamentalmente, a ruidos excesivos y molestos, a
destrozos en el mobiliario urbano y a la generación masiva e
indiscriminada de basuras. Respecto a este último aspecto se observa un incremento ostensible de los gastos de limpieza de la ciudad y
de renovación del mobiliario urbano. A ello se le añade el coste que supone para la salud de los vecinos.
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RUIDO
Los impactos de estas concentraciones sobre los ciudadanos, en
relación con el problema del ruido, son más apreciables en las calles
o plazas integradas en el tejido urbano, donde se produce un fuerte incremento de los niveles de ruido en horario nocturno durante
los fines de semana del otoño e invierno, al ser espacios más resguardados del frío y la lluvia. Estos lugares coinciden, en general, con áreas de los cascos antiguos y barriadas donde se concentran los establecimientos de ocio y restauración.
Durante primavera y verano, con la llegada del buen
tiempo, estas concentraciones se desplazan a lugares más
frescos y ventilados. Suele tratarse de espacios abiertos
de tipología diversa (bulevares, márgenes de riberas
fluviales o playas), habitualmente separados de los
espacios residenciales, lo que amortigua la contaminación acústica sobre los ciudadanos.
Además, en las ciudades de mayor tamaño las emisiones de ruido varían según los grupos sociales y profesionales que integran estas concentraciones nocturnas,
observándose un mayor impacto sonoro en aquellos
lugares donde se realizan determinadas prácticas (por
ejemplo, carreras de motos, estacionamiento de vehículos
con equipos de música sonando indiscriminadamente,
etc.).
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Manual de Ecología Urbana
4.5.- PROPAGACIÓN DEL SONIDO
L
a propagación del sonido en el aire depende principalmente del tipo de fuente de ruido, de
la distribución en el espacio y de la topografía (existencia de vallas, muros, barreras vegetales, etc.) así como de las condiciones de la atmósfera (dirección del viento y estabilidad
atmosférica) en la que se realiza la propagación.
En general, la intensidad del sonido disminuye al alejarnos de la fuente, debido a la dispersión de
la energía en el espacio y a la atenuación que sufre el sonido en el aire, función a su vez de la temperatura y de la humedad atmosférica.
Los muros, vallas, etc., actúan como barreras en la propagación del sonido. Parte de la energía de
la onda sonora incidente se refleja al medio de donde procede, otra parte es absorbida por la barrera y una mínima parte, logra atravesar la barrera y transmitirse al medio existente al otro lado de
la barrera.
La velocidad del sonido (340 metros/segundo, aprox) aumenta con la temperatura del aire, por
lo que cuando ésta aumente con la altura (inversión térmica), los frentes de onda sonora en la
parte superior irán más rápidos que los de la inferior, inclinándose hacia el suelo y llegando a
cubrir toda la superficie del terreno.
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Por el contrario, si la temperatura del aire disminuye con la altura, los frentes de onda se elevan, existiendo un límite que toca el suelo y que se define una zona denominada de sombra,
donde la propagación del sonido está muy atenuada.
Un efecto similar produce el viento, creando una zona de sombra en el lado desde el que sopla.
La humedad relativa del aire también afecta a la atenuación del sonido. En general, la atenuación del sonido es menor cuanto mayor es la humedad atmosférica. Por esto, los días de
niebla los niveles de ruido son mucho mayores que los días despejados.
A partir del estudio de todos estos factores y de los focos de emisión se pueden realizar proyectos de apantallamiento e insonorización.
4.5.1.-¿PERO QUÉ SON LOS DECIBELIOS? ¿CÓMO
SE MIDE EL RUIDO?
El sonido es la vibración de un medio elástico, bien sea gaseoso, liquido o sólido. Cuando
nos referimos al sonido audible por el oído humano, estamos hablando de la sensación
detectada por nuestro oído, que producen las rápidas variaciones de presión en el aire por
encima y por debajo de un valor estático. Este valor estático nos lo da la presión atmosférica (alrededor de 100.000 pascals) el cual tiene unas variaciones pequeñas y de forma muy
lenta, tal y como se puede comprobar en un barómetro.
¿Como son de pequeñas y de rápidas las variaciones de presión que causan el sonido?.
Cuando las rápidas variaciones de presión se centran entre 20 y 20.000 veces por segundo
(igual a una frecuencia de 20 Hz a 20 kHz) el sonido es potencialmente audible aunque las
variaciones de presión puedan ser a veces tan pequeñas como la millonésima parte de un pascal. Los sonidos muy fuertes son causados por grandes variaciones de presión, por ejemplo
una variación de 1 pascal se oiría como un sonido muy fuerte, siempre y cuando la mayoría de la energía de dicho sonido estuviera contenida en las frecuencias medias (1kHz - 4
kHz) que es donde el oído humano es mas sensitivo.
El sonido lo puede producir diferentes fuentes, desde una persona hablando hasta un altavoz, que es una membrana móvil que comprime el aire generado ondas sonoras.
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A nadie se le escapa que el sonido transporta energía, aunque nunca hayamos reparado expresamente en ello. Todos sabemos que una explosión fuerte y cercana, puede perforar nuestros
tímpanos y provocarnos sordera. La energía que la onda sonora transporta en un segundo por
cada metro cuadrado de espacio es lo que se conoce como intensidad física de ese sonido, algo
que puede ser medido con precisión.
El decibelio equivale a la décima parte de un bel. Una unidad de referencia para medir la
potencia de una señal o la intensidad de un sonido. El nombre bel viene del físico norteamericano Alexander Graham Bell (1847-1922).
El decibelio es una unidad relativa de una señal, tal como la potencia, voltaje, etc. Los logaritmos son muy usados debido a que la señal en decibeles (dB) puede ser fácilmente sumada
o restada y también por la razón de que el oído humano responde naturalmente a niveles de
señal en una forma aproximadamente logarítmica.
El sonido se produce como consecuencia de las
compresiones y expansiones de un medio elástico, o sea de las vibraciones que se generan en el.
La frecuencia de una onda sonora se define como
el número de pulsaciones (ciclos) que tiene por
unidad de tiempo (segundo).La unidad correspondiente a un ciclo por segundo es el herzio
(Hz).
Las frecuencias mas bajas se corresponden con lo
que habitualmente llamamos sonidos "graves",
son sonidos de vibraciones lentas. Las frecuencias más altas se corresponden con lo que llamamos "agudos" y son vibraciones muy rápidas.
El espectro de frecuencias audible varía según
cada persona, edad etc. Sin embrago normalmente se acepta como el intervalos entre 20 Hz
y 20 kHz.
Por la tanto en 0 dB tenemos el umbral de audición del oído humano, se supone que no es posible oír por debajo de este nivel, o sea variaciones
de nivel en la presión del aire inferiores a
0,00002 pascal.
La razón por la que se utiliza el decibelio es que
si no, tendríamos que estar manejando números
o muy pequeños o excesivamente grandes, llenos
de ceros, con lo que la posibilidad de error seria
muy grande al hacer cálculos. Además también
hay que tener en cuenta que el comportamiento
del oído humano esta mas cerca de una función
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Quino
RUIDO
Foto: Diario de Sevilla
logarítmica que de una lineal, ya que no percibe la misma
variación de nivel en las diferentes escalas de nivel, ni en
las diferentes bandas de frecuencias.
Afortunadamente, mientras crece la intensidad del sonido
que llega a nuestros oídos, la sensación que en ellos se produce no aumenta con la misma proporción, sino con más
parsimonia. Mientras la excitación crece en progresión
geométrica, la sensación aumenta en progresión aritmética. Así un sonido de 10 dB es 10 veces más intenso que el
sonido umbral que pueden captar nuestros oídos, uno de
20 dB es 100 veces más intenso que el sonido umbral, uno
de 30 dB es 1.000 veces más intenso que el umbral ... Esta
curiosa relación logarítmica entre la intensidad física de
un sonido y la sensación que esta produce tiene resultados
sorprendentes a la hora de superponer sonidos.
El dB es un valor lineal, quiere decir que los valores medidos son los valores tomados como válidos sin que sufran ninguna alteración. Si los valores de
presión acústica los medimos de esta forma, linealmente, aun siendo cierta dicha medida, tendrá poco valor en cuanto a la percepción del odio humano. El oído no se comporta igual para
el mismo nivel de presión en diferentes frecuencias. Por ejemplo tomemos un sonido lineal
en toda la banda de 20 Hz a 20 kHz con un nivel de 30 dB, si nuestro oído fuese lineal oiríamos los mismo o mejor con la misma intensidad auditiva las frecuencias mas bajas, que las
medias y que las agudas. Sin embargo esto no es cierto el oído humano tiene una menor sensibilidad en las frecuencias mas graves, y en las mas agudas frente a las medias. Lo que mas
oímos por tanto son las frecuencias medias, y las que menos las mas graves seguidas de las mas
agudas.
Es necesario encontrar una forma de ajustar los niveles de dB que hemos medido con la percepción que el oído tiene de los mismos según cada frecuencia. Esta corrección se realiza ponderando los dB medidos mediante una tabla de ponderación y que se llama tabla "A". Los
decibelios ya ponderados en "A" se representan como dBA y los no ponderados, llamados
lineales, como dB.
Por ejemplo si en una frecuencia de 100 Hz hemos medido 80
dB, al ponderarlo pasaran a ser 60,9 dBA, esto quiere decir que
un nivel de presión sonora de 80 dB en una frecuencia de 100
Hz es oída por nuestro sistema de audición como si realmente tuviese 60,9 dBA y no 80 dB.
Para medir el nivel sonoro disponemos de los sonómetros. Estos aparatos nos permiten conocer el Nivel
de Presión sonora o SPL (Sound Presure Level).
Normalmente suelen ser sistemas digitales y presentan en
una pantalla de cristal liquido los valores medidos. Estos
siempre se dan como decibelios dB y en referencia al
valor antes señalado. Con el sonómetro es posible además del
hallar el valor de la presión, también ver los picos máximos y niveles
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Manual de Ecología Urbana
mínimos de la medida. Como se vera en el capitulo de ponderaciones, los sonómetros normalmente no dan la medida en dB lineales si no que dan ya con la ponderación y son
dBA/dBC etc..
Una función muy utilizada a la hora de medir niveles de presión acústica y que ofrecen los
sonómetros es la medición en modo Leq. Normalmente se utiliza el Leq 1´ (leq a un minuto). El sonómetro mide las diferentes presiones que se generan durante un tiempo determinado (Leq X) siendo X = 1 minuto en nuestro caso, el valor que nos da al finalizar el minuto de medida es un valor en dB que equilvadría al de una señal de valor continuo durante
todo el minuto y que utilizaría la misma energía que se ha medido durante el minuto. Hay
que observar que en una medida de un minuto los valores varían y si se quiere determinar
un valor medio de ruido hay que hacerlo con la función Leq, de otra forma se obtendrán
valores erróneos puesto que podemos tener valores de pico durante un instante y no ser
representativos del nivel de ruido normal que se esta intentando determinar.
4.6.- EFECTOS DEL RUIDO
4.6.1.-EFECTOS SOBRE LA SALUD
Los perjuicios de la contaminación acústica van, según estudios realizados
por la Organización Mundial de la Salud, desde la pérdida progresiva de
audición hasta alteraciones de la presión arterial, del ritmo cardíaco y de
los niveles de segregación endocrina. Ello a su vez se traduce en incrementos de hasta el 20% en la probabilidad de sufrir infartos y en estados, con frecuencia crónicos, de estrés e irritabilidad que afectan negativamente a la capacidad de concentración y aprendizaje, a las relaciones interpersonales, a la productividad, a la siniestralidad laboral y a los
accidentes de tráfico.
El ruido actúa a través del órgano del oído sobre los sistemas nerviosos
central y autónomo. Cuando el estímulo sobrepasa determinados límites, se produce sordera y efectos patológicos en ambos sistemas, tanto instantáneos como diferidos. A niveles mucho menores, el ruido produce malestar y dificulta o impide la atención,
la comunicación, la concentración, el descanso y el sueño. La reiteración de estas situaciones
puede ocasionar estados crónicos de nerviosismo y estrés lo que, a su vez, lleva a trastornos
psicofísicos, enfermedades cardiovasculares y alteraciones del sistema inmunitario.
La disminución del rendimiento escolar o profesional, los accidentes laborales o de tráfico,
ciertas conductas antisociales, la tendencia al abandono de las ciudades, la pérdida de valor de
los inmuebles y un largo etcétera son algunas de las consecuencias. No es casualidad que los
países y regiones menos desarrolladas sean también los más ruidosos
La población está expuesta a un nivel de ruido que oscila entre 35-85 dB(A), si bien, esta
molestia acústica no se percibe de la misma forma por todas las personas. Nadie se siente
molesto si el nivel de ruido no alcanza los 45 dB(A); el ruido incide en un 10% de la población cuando este alcanza los 55 dB(A) y todo el mundo es sensible a la contaminación acústica cuando ésta alcanza los 85 dB(A).
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RUIDO
Los efectos más habituales del ruido en las personas son de carácter fisiológico y de obstrucción de actividades. También los
materiales pueden verse afectados por ruidos intensos y prolongados, pudiendo provocar su rotura por fatiga. Este aspecto ha
sido especialmente considerado por los fabricantes de aviones y
constructores de viviendas para evitar que se den tales circunstancias en sus aparatos y construcciones,
El ruido aparenta ser el más inofensivo de los agentes contaminantes, puesto que, como se dijo anteriormente, es percibido
fundamentalmente por un solo sentido, el oído, y ocasionalmente,
en presencia de grandes niveles de presión sonora, por el tacto
(percepción de vibraciones), en cambio el resto de los agentes contaminantes son captados por varios sentidos con similar nivel de
molestia. Como si esto fuera poco, la percepción y daños de estos contaminantes suele ser instantánea, a diferencia del ruido cuyos efectos son mediatos y acumulativos.
Es similar al asociado al miedo y la tensión, con un aumento de pulsaciones, modificación del
ritmo respiratorio, tensión muscular, presión arterial, resistencia de la piel, agudeza de visión
y vasoconstricción periférica. Estos efectos no son permanentes, desparecen al cesar el ruido,
aunque pueden presentar estados de nerviosismo asociados y no hay constancia de que puedan afectar a la salud mental. La pérdida de audición inducida por el ruido es irreversible por
la incapacidad de regeneración de las células ciliares de la audición. La sordera podría aparecer en casos de soportar niveles superiores a 90 db y de forma continuada. Además, el ruido
puede causar efectos sobre el sistema cardiovascular, con alteraciones del ritmo cardíaco, riesgo coronario, hipertensión arterial y excitabilidad vascular por efectos de carácter neurovegetativo. Sobre las glándulas endocrinas, con alteraciones hipofisiarias y aumento de la secreción
de adrenalina. En el aparato digestivo puede generar un incremento de la enfermedad gastroduodenal por dificultar el descanso. En general puede ser negativo para otras afecciones,
por incremento inductor de estrés, aumento de alteraciones mentales, tendencia a actitudes
agresivas, dificultades de observación, concentración, rendimiento y facilita los accidentes.
4.6.2.-OTROS EFECTOS
4.6.2.1.-SOCIALES Y ECONÓMICOS
La combinación de todos los factores anteriormente descritos ha convertido en inhóspitas muchas ciudades, deteriorando en ellas fuertemente los niveles de comunicación
y las pautas de convivencia. En consecuencia, un número creciente de ciudadanos ha
fijado su residencia en lugares inicialmente más sosegados.
No es éste el lugar más apropiado para analizar con detalle todas las distorsiones sociales y económicas que así se están creando. Junto con las ciudades, se están abandonando estilos de vida y de convivencia que han durado milenios, sin que existan por
el momento alternativas económica y psicológicamente aceptables
Según la DG de Medio Ambiente de la Comisión de la UE, "en la actualidad [princi-
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Manual de Ecología Urbana
pios de 2001] las pérdidas económicas anuales en la Unión Europea inducidas por el ruido
ambiental se sitúan entre los 13.000 y los 38.000 millones de euros. A esas cifras contribuyen, por ejemplo, la reducción del precio de la vivienda, los costes sanitarios, la reducción de las posibilidades de explotación del suelo y el coste de los días de abstención al trabajo". Ejemplos de efectos no incluidos en la estimación son la baja productividad
laboral, la disminución de los ingresos por turismo de ciertas ciudades históricas, los
daños materiales producidos en edificios por sonidos de baja frecuencia y vibraciones,
etc.
4.6.2.2.-SOBRE LA FAUNA SALVAJE
Este aspecto no ha sido explorado aún suficientemente. Los resultados de las investigaciones disponibles apuntan a efectos negativos sobre la nidificación de las aves, los
sistemas de comunicación de los mamíferos marinos y otros peor definidos.
Es de temer que sólo estemos viendo el pico del iceberg y que éstos no sean sino unos
pocos ejemplos de un efecto mucho más general y que puede estar ocurriendo a gran
escala: la contribución del ruido al desplazamiento de muchas especies animales de sus
hábitats y rutas naturales, así como a la creación de impedimentos a sus costumbres
de reproducción y alimentación.
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RUIDO
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Manual de Ecología Urbana
4.7.-LA CONTAMINACIÓN ACÚS TICA EN
MÁLAG A.
MARCO
JURÍDICO
DE
ACTUACIÓN.
L
a Consejería de Medio Ambiente ha abordado la problemática del ruido ambiental a través
de un conjunto de estudios técnicos y sociológicos que permitan conocer la realidad del problema de la contaminación acústica, al objeto de establecer recomendaciones para las instalaciones industriales, para la planificación urbana y para la ordenación territorial, junto con la promulgación de una legislación andaluza específica sobre ruidos y vibraciones.
El estudio de la contaminación acústica no se contempla como un estudio de ruido urbano particular de cada ciudad como "Mapa Sonoro Urbano", sino que se consideró que debería abordarse
en base al conocimiento y determinación del grado de afección acústica a que se encontraban sometidas las distintas áreas urbanísticas en función del uso del suelo de las ciudades objeto de estudio.
De acuerdo a lo anterior, se aborda un profundo análisis de los niveles ambientales de ruido existentes en 18 ciudades de más de 50.000 habitantes de la Comunidad Autónoma Andaluza, tomando como base el estudio realizado por la Agencia de Medio Ambiente en 1992-93 y analizándose
sus causas y su evolución a lo largo de los cuatro años siguientes (95, 96, 97 y 98).
Las ciudades objeto del estudio son: Sevilla, Sanlúcar de Barrameda, Alcalá de Guadaira, Almería,
Dos Hermanas, Málaga, Cádiz, Marbella, Algeciras, Córdoba, Jerez de la Frontera, Granada, La
Línea de la Concepción, Huelva, El Puerto de Santa María, Jaén, San Fernando y Linares, las cuales representan una población aproximada del 45% del total de la Comunidad.
El objetivo general del proyecto es el de minimizar y corregir los efectos que determinadas actuaciones puedan tener sobre los niveles de emisión sonora de las actividades reseñadas en el Anexo I
y II de la Ley de Protección Ambiental.
La Comunidad Autónoma de Andalucía reguló esta materia en la Ley 7/1994, de 18 de mayo, de
Protección Ambiental con el objeto de establecer una normativa que viniera a establecer y regular
medidas tendentes a paliar este problema. Esta Ley se ha ido completando con distintos textos
normativos, entre otros el Reglamento de la Calidad del Aire, aprobado por Decreto 74/1996, de
20 de febrero, que dedica el Título III a los ruidos. Igualmente la Orden de 23 de febrero de 1996,
que desarrolla el Decreto anterior, sobre medición, evaluación y valoración de ruidos y vibraciones
y la Orden de 3 de septiembre de 1998, por la que se aprueba el modelo tipo de ordenanza municipal de protección del medio ambiente contra ruidos y vibraciones, lo cual ha provocado que la
regulación de esta materia sea un tanto dispersa, con la consecuente dificultad para la aplicación de la
misma.
Tras la experiencia resultante de la aplicación
de esta normativa durante los últimos años, y
habiendo mantenido diversas reuniones de
carácter técnico con las Administraciones
afectadas, después de haber obtenido la opinión de los distintos Ayuntamientos andaluces, instituciones como el Defensor del Pueblo
136
RUIDO
o colectivos y organizaciones vecinales y de consumidores, sobre los problemas de su aplicación y,
en algunos casos, la dificultad de comprensión de algunos de los términos que la citada normativa
contiene, se considera conveniente unificar en una sola disposición reglamentaria la regulación de
este mismo carácter, vigente en la actualidad.
La Unión Europea consciente también de la necesidad de aprobar una normativa sobre la evaluación de la contaminación sonora que armonizara unos conceptos y terminología común en relación
con el ruido, incrementara la calidad y seguridad jurídica de las mediciones y estableciera objetivos
de reducción en las decisiones de planificación local, ha aprobado la Directiva 2002/49/CE del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de junio de 2002, sobre
evaluación y gestión del ruido ambiental.
El VI Programa Comunitario de Acción en materia de Medio Ambiente se hace eco de la necesidad de reducir la contaminación acústica a
niveles aceptables ante la constatación de
que este problema afecta de forma creciente a la calidad de vida de al menos el
25% de la población de la Unión
Europea, mediante el agravamiento
de las situaciones de estrés, perturbaciones del sueño, etc. Este documento directriz de la política ambiental
para el período 2001-2010 se marca
como objetivo la reducción del
número de personas expuestas de
manera regular y prolongada a niveles
sonoros elevados. Para ello considera
necesario avanzar en las iniciativas llevadas a cabo hasta ahora, consistentes en la
fijación de valores límite de emisión acústica y adoptar estrategias de reducción del ruido
a nivel local.
Desde el punto de vista político, se comienza a tomar
conciencia del problema cuando en octubre de 1987 el Consejo
de las Comunidades Europeas acordó que: "La lucha contra las molestias acústicas
es uno de los sectores prioritarios que deben centrar la actividad comunitaria"
El Decreto 326/2003, de 25 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica en Andalucía, consciente también de la necesidad de aprobar una
normativa sobre la evaluación de la contaminación sonora que armonizara unos conceptos y terminología común en relación con el ruido, incrementara la calidad y seguridad jurídica de las mediciones y estableciera objetivos de reducción en las decisiones de planificación local, ha aprobado la
Directiva 2002/49/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de junio de 2002, sobre evaluación y gestión del ruido ambiental.
Recientemente también, se ha publicado la Ley del Ruido (BOE 18 de noviembre 2003), que pretende incorporar la Directiva 2002/49/CE, en vigor desde julio de 2002. Entre otras medidas debe-
137
Manual de Ecología Urbana
rán elaborarse antes de 2007 mapas de ruido en las 15 ciudades españolas de más de 250.000 habitantes, y para 2012 en el resto de las poblaciones. La ley obliga también a disponer de planes de
acción, con medidas correctoras de ruido antes de 2008 para las grandes ciudades y establecer zonas
de Servidumbre Acústica en torno a infraestructuras y equipamientos públicos. Sin embargo el mayor
peso de esta norma se traslada a un reglamento que aún no se ha elaborado.
Por encima de 65 decibelios se considera "no aceptable" (algo que sucede en muchas ciudades españolas con frecuencia, ya que España es el país de la UE con mayor niveles de ruido), mientras que si
permanece por debajo de 55 decibelios se considera tolerable.
Observaciones de la tabla:
Datos referidos a las medias de los años 1995, 1996, 1997 y 1998 en ciudades mayores de 50.000 habitantes Leq:
nivel continuo equivalente en dBa, durante el tiempo de evaluación. LDN: nivel sonoro corregido medio día-noche.
L10: es el nivel de ruido alcanzado o sobrepasado el 10% del tiempo, debido a la actividad evaluada. L90: es el nivel
de ruido alcanzado o sobrepasado el 90% del tiempo, debido a la actividad evaluada.
138
RUIDO
4.7.1. MAPA DE RUIDOS DE LA CIUDAD
DE MÁLAGA
C
asi la mitad de los malagueños, el 46%, considera que Málaga es una ciudad ruidosa, según
se indica en una encuesta realizada en el mapa de ruidos presentado a finales del año 2000.
Es de todos conocido que el tráfico es una de las fuentes más importantes de contaminación acústica. Como bien indica el mapa de ruidos de la capital, el 80% de los niveles sonoros son
producidos por el movimiento de los vehículos y el 9,30 por ciento de las actividades culturales y
de ocio.
Según estudios de la Junta de Andalucía, Málaga supera la cota de 65 decibelios que la UE marca
en su 'Libro verde' como nivel de riesgo para la salud. Sólo en algunos períodos de la noche se logra
amortiguar esa referencia, pero en conjunto y en determinadas zonas y horarios, se desborda este
límite. Estrés, alteraciones en el sistema nervioso central, incidencia en el ritmo cardiaco debido a
las perturbaciones cardiovasculares, efectos de pérdida de equilibrio o trastornos gastrointestinales
en la población componen un cuadro inquietante que justifica la máxima diligencia y una actitud
más responsable en la administración local en la vertiente preventiva y sancionadora.
La Consejería de Medio Ambiente ha elaborado varios estudios sectoriales, de carácter global y
desarrollados en zonas urbanísticas determinadas. En la capital y en los grandes municipios donde
se llevaron a cabo las mediciones, la contaminación acústica superó los valores que la Organización
Mundial de la Salud recomienda como máximo, es decir, 65 decibelios para el nivel continuo equivalente diurno, y 55 decibelios para el nocturno.
En Málaga, los valores medios son 67 decibelios (diurno) y 60,8 decibelios (nocturno); en
Antequera, 68,4 (diurno) y 61,9 (nocturno); en Benalmádena, 67,3 (diurno) y 60,3 (nocturno); en
Estepona, 64,7 (diurno) y 57,9 (nocturno); en Fuengirola, 66,6 (diurno) y 60,2 (nocturno); en
Ronda, 67,3 (diurno) y 61,3 (nocturno); en Torremolinos, 67,1 (diurno) y 60,5 (nocturno), y en
Vélez-Málaga, 68,2 decibelios (diurno) y 59,5 decibelios (nocturno).
Responsables municipales aseguraron que los resultados del mapa de ruidos difieren de los datos de
la Junta. El Ayuntamiento adelantó en junio de 2000
que según el mapa de ruidos de la zona centro de la
capital, un total de trece calles se encuentran acústicamente saturadas, una expresión que indica que el volumen de ruidos es alto. Ésta es la causa de que se suspendiera durante dos ejercicios la concesión de nuevas
licencias de apertura de establecimientos en estas 13
calles, sobre todo los de actividades consideradas causas
de saturación como son las recreativas, establecimientos
públicos, y los que expendan bebidas o alimentos que
puedan ser consumidos fuera del local.
Algunas zonas más contaminadas acústicamente de
Málaga, destacan: las calles Ayala, Beatas, Comedias y
Santa Lucía; Plazas de la Merced, Uncibay, Mitjana y
San Francisco; todas ellas en la zona centro. Por otro
lado también aparecen debemos destacar como conta-
139
Manual de Ecología Urbana
minados los aledaños de la Alameda de Colon y la zona del Mayorazgo, sobre todo los fines de
semana.
El tráfico y la movida acaparan el 90 % del pastel. El citado estudio indica que el 96 por ciento de
los edificios de Málaga no tienen aislantes adecuados, es decir que incumple la legislación, que insta
a los inmuebles a que tengan un aislamiento que permita la reducción de ruidos de 30 decibelios.
El campo de batalla de algunas asociaciones como la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo es
la investigación de bares de copas, así como los 'botellones' de la movida, que provocan, aseguran,
un éxodo masivo de la zona con más solera de la ciudad. Puntualizan, que han provocado que la
población del casco histórico se haya visto reducida a 5.000 personas frente a los 25.000 que vivían en él en 1975. Aseguran que no se vigila lo suficiente el ruido de los camiones de basura ni el
horario de cierre de los establecimientos. Dicen que el Ayuntamiento da las licencias y luego no
controla sus usos, y que muchos restaurantes y cafeterías acaban convirtiéndose más tarde en bares
de copas, poniendo la música altísima cuando ni tienen licencia ni están acondicionados para ello.
El mapa de ruidos, un estudio que ha costado 32 millones de pesetas se empezó a hablar de su ejecución en 1997 y finalmente se terminó, con muchos meses de retraso, en noviembre del año 2000.
Según fuentes municipales las mediciones realizadas en 2002 por el Área de Medio Ambiente del
Ayuntamiento de Málaga en 40 puntos del centro, permitieron detectar que se ha producido una
disminución de los niveles de ruido en el 50% de los puntos, es decir, en veinte de los puntos analizados.
El principal causante de la contaminación acústica es el tráfico, según se indica en diversos trabajos publicados. Entre ellos, destaca un estudio realizado en Valencia -cuyos datos podrían extrapolarse a Málaga-, en el que se revela que una de cada cuatro personas tiene problemas para dormir
por culpa del ruido. En la provincia de Málaga más de 400.000 personas sufren algún tipo de trastorno que les impide dormir con normalidad.
Algunos ciudadanos siguen
haciendo caso omiso de las normas contra el ruido en sus automóviles y se deben utilizar mecanismos de apantallamiento para
evitar sus efectos
140
RUIDO
DIARIO SUR Junio 2003
PENSAMIENTO CRÍTICO
Con la nueva legislación, la fiscalía de Málaga
perseguirá por la vía penal todos los casos de
ruido excesivo y se endurece la vigilancia durante
los fines de semana: ¿Es este el mejor sistema
para enfrentarnos al problema? ¿Qué otras medidas crees que pueden proponerse para acabar
con la contaminación acústica en Málaga?
141
Manual de Ecología Urbana
4.8.-CONSEJOS PARA LA ACCIÓN
E
n las ciudades modernas es necesario poder compaginar, por un lado, la cada vez, mayor
demanda de confort y, por otro, la permanente voluntad de los ciudadanos a desplazarse.
Por ende, estos desplazamientos precisan de estructuras propias que los hagan posibles (vías
de circulación, espacios para el aparcamiento de vehículos, sistemas de regulación del tráfico).
Como se puede observar, hay elementos acústicamente contradictorios, por lo que se hace preciso establecer nuevos principios que hagan posible una reducción de niveles sonoros ambientales
en las ciudades, ajustándose a la realidad acústica.
Sin embargo, no es lo mismo luchar contra la contaminación acústica en la ciudad consolidada,
que tenerlo en cuenta en la planificación de nuevos espacios: en el primer caso, es necesario adaptar el tráfico a la realidad de la ciudad, mientras que en el planeamiento de la nueva ciudad, es ésta
la que debe de adaptarse a las previsibles necesidades de movilidad de los ciudadanos. En este sentido, se han conseguido incorporar, de forma seria y rigurosa, las consideraciones ambientales a la
planificación urbanística
Son muchas las estrategias de lucha contra el ruido que se han ensayado. Estas estrategias, pueden incluirse en tres grandes apartados:
142
1
Lucha contra el ruido en su origen: es decir evitar que se produzca el ruido o atenuarlo al
máximo. Esto se consigue, mediante el establecimiento de límites máximos de emisión
sonora y la realización de inspecciones técnicas para asegurar el cumplimiento de dichos
niveles sonoros, así como restringiendo el horario de funcionamiento de las potenciales
fuentes de ruido.
2
El segundo grupo de estrategias consiste en la protección de aquella porción de la población
más expuesta al ruido mediante la adopción de sistemas de aislamiento acústico en las
fachadas de los edificios y la colocación de pantallas acústicas en las áreas de ruido más
intenso.
3
Es preciso adoptar medidas preventivas tendentes a evitar la aparición de nuevos problemas. En este sentido, la consideración del ruido debe ser parte integrante de la planificación
urbana y de la gestión de usos del suelo. Por ello, hay que prestar especial atención en la ubicación de las actividades más sensibles al ruido (hospitales, residencias, escuelas, etc.) así
como en la de actividades potencialmente ruidosas (carreteras, aeropuertos, etc.) para evitar
incompatibilidades en los usos del suelo.
4
Cuando no es posible la separación completa de estos dos grupos de actividades, se utilizan
otras medidas preventivas tales como el establecimiento de zonas de transición, la modificación del perfil de las infraestructuras, disposición y aislamiento acústico de los edificios o
construcción de barreras acústicas, sistemas todos ellos que atenúan el nivel sonoro.
5
Además de todas estas medidas, es preciso adoptar otras complementarias como son la gestión de la circulación urbana, la limitación de la velocidad en vías de circulación, etc., de
medidas incitativas que se apoyen en instrumentos económicos, la educación y la información, el etiquetado acústico de aparatos, el tratamiento preferencial de productos silenciosos
y el control de productos y vehículos en uso.
RUIDO
En general podemos decir que:
El ruido es un factor determinante en el diseño urbano, y por tanto, debe tomarse en consideración en la planificación futura, concediéndole la importancia que realmente tiene.
Es imprescindible diseñar una política de rehabilitación del centro de las ciudades encaminada a eliminar el tráfico donde sea posible y a aumentar el aislamiento de los edificios.
Deben potenciarse las acciones que conduzcan a reducir el impacto acústico de las infraestructuras existentes y el control de las actividades mediante normas municipales. Se hace hincapié en que las pantallas acústicas, aunque válidas en muchos casos, no son una solución
ideal para combatir el ruido al que está sometido el entorno de las infraestructuras terrestres.
Debe potenciarse la creación de redes de control de la contaminación acústica, que proporcionen una vigilancia permanente así como datos concretos que posibiliten su mejora.
Es imprescindible incluir la instrumentación de medida del ruido dentro de los aparatos sujetos al control meteorológico del Estado.
Es imprescindible centralizar responsabilidades en el campo de la Contaminación Acústica a
nivel estatal, autonómico y local.
Es importantísimo habilitar sistemas que posibiliten una formación que permita la adecuada
comprensión del problema de la contaminación acústica. La educación en este sentido será
necesaria tanto para el público en general como para los representantes oficiales de los ciudadanos.
Se hace imprescindible una mayor calidad técnica en la información que se vierta a la opinión
pública. Para ello se sugiere la utilización de informes técnicos que, en todo momento, apoyen las informaciones que se enuncien.
A nivel personal, para tener un día tranquilo:
Respeta los derechos de los demás
1
Presta atención a los ruidos que haces y respeta el derecho de tu vecindad a tener paz, tranquilidad y descanso
2
Baja el volumen de tu equipo de música, radio, televisión y walkman. Tus oídos y los de los
demás te lo agradecerán
3
Cuando decidas escuchar música, ver la televisión o charlar en periodos de descanso nocturno, asegúrate que sólo oís en tu casa
4
No utilices la bocina de tu coche salvo en casos de inminente peligro
5
No practiques conductas ruidosas en tu casa: gritos, taconeos, portazos, utilización de elec-
143
Manual de Ecología Urbana
trodomésticos en periodos de descanso...
6
En tus momentos de diversión, recuerda que el respeto a los demás es la base Imprescindible
para una buena convivencia.
7
Aunque sea como de tu familia, no permitas que tu mascota perjudique el derecho de las personas al descanso, la intimidad y tranquilidad.
Haz respetar tus derechos
Infórmate de tus derechos en relación con ruido. Solicita información sobre la normativa de
tu ciudad en el Ayuntamiento y exige su cumplimiento sin reparos.
Solicita que bajen la música cuando la consideres elevada en los lugares públicos (bares, restaurantes, cines, transportes y gimnasios).
Asóciate con otros y colabora con las asociaciones de tu zona.
Protege tu salud física y mental
Utiliza protección para los oídos en caso de asistir a eventos deportivos, restaurantes o bares
excesivamente ruidosos, discotecas o conciertos de rock, si no quieres tener problemas de
salud.
Aprende a disfrutar del silencio y la tranquilidad.
Contribuye a crear una opinión pública informada
Corre la voz acerca de los peligros del
ruido. Transmítelo a tus hijos, parientes,
amigos y/o conocidos.
3
Escribe cartas a los periódicos y a otros
medios de comunicación.
Consejos facilitados por La Asociación Catalana Contra la
Contaminación Acústica (ACCCA)
144
ACTIVIDAD Nº4
M A PA S Y PA I S A J E S S O N O R O S :
EDADES:
A partir de los 12 años
DURACION:
Primera fase: el tiempo necesario para realizar la encuesta y
posteriormente un par de horas para el estudio, análisis de
datos y reflexión
Segunda fase: una hora para cada grupo en la toma de datos
(hay que hacerla en días diferentes, ya que se supone que sólo
disponemos de un sonómetro) y otra hora mínimo para la
realización de los materiales de la exposición.
Hasta 30
Nº PARTICIPANTES:
MATERIALES NECESARIOS
CONCEPTOS CLAVE:
PROCEDIMIENTOS:
ACTITUDES:
Primera fase: Encuesta fotocopiada (según el número de
encuestas que vayamos a realizar) y bolígrafos
Hojas y colores para el análisis
Segunda fase: Sonómetro y brújula, fotocopia de la ficha para
registrar el paisaje sonoro (tantas como grupos hayamos
hecho), bolígrafos, plano del centro, colores
Percepción, mapa sonoro, sonido, ruido, contaminación
acústica.
Realizar una encuesta, análisis de datos, realización de gráficas,
discusión, agudeza auditiva, calcular distancias, manejar
instrumentos de medida, mejorar conocimiento del medio
ambiente.
Actitud de escucha, hábitos y costumbres poco impactantes,
identificación de fuentes sonoras, cultivar el silencio
OBJETIVOS
La actividad pretende ayudar a:
ACTIVIDAD Nº 4
(Cómo estudiar la contaminación
acústica de un centro escolar o
del barrio)
Conocer los diferentes aspectos del ruido
Aprender a escuchar
Realizar mediciones y un mapa de ruidos
Conocer las percepciones de las personas sobre el sonido y ruido
Exponer de manera gráfica, los resultados de la encuesta
Fomentar hábitos de vida poco impactantes
Proponer alternativas para disminuir el nivel de ruido
R E S U M EN D E L A A C T I V I D A D
En una primera fase los alumnos se dividirán en grupos y realizarán una encuesta sobre el ruido a
145
Manual de Ecología Urbana
la comunidad educativa y a partir del análisis y la discusión de la misma realizarán propuestas de
mejora.
En la segunda fase realizarán un mapa sonoro que constituye un elemento de reflexión sobre una
posible actuación sobre el entorno. Se pueden levantar mapas de lugares de diferente extensión,
según el problema que se esté tratando, repartiendo el trabajo de investigación entre los grupos de
alumnos. Los alumnos colorearán las zonas según las mediciones que hayan seguido y se hará una
exposición con los materiales elaborados.
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
PRIMERA FASE
1 .-Dividir la clase en grupo en varios equipos de un máximo de cuatro participantes
2 .-Fotocopiar la encuesta según el número de grupos establecidos y el número de encuestas que se
pretende realizar por grupo que se consensuará con los alumnos (Dejar espacio para poder añadir
los sonidos propuestos por la gente entrevistada).
3 .-Pasar la encuesta a padres, madres, equipo docente y a otros estudiantes.
4 .-Hacer gráficas con los resultados de la encuesta.
5 .-Analizar y debatir los resultados.
SEGUNDA FASE
6 .-Vamos a hacer un estudio práctico para conocer los sonidos y ruidos de nuestro centro educativo.
7 .-Plantearemos al grupo cuáles son las zonas del centro que queremos investigar (aulas, pasillos,
comedor, patios, etc.), y en qué momentos lo haremos (inicio de las clases, entre clases, recreo, etc.).
Una vez definido esto, dividiremos la clase en grupos y adjudicaremos a cada uno de ellos un lugar
y una hora.
8 .-Iniciaremos la actividad fotocopiando una ficha para registrar el paisaje sonoro de distintas zonas
de nuestro centro para cada grupo. Con esta actividad se pretende que el observador/a aprenda a
identificar fuentes sonoras que habitualmente pasan desapercibidas, anotando algunas variables
como continuidad del sonido, intensidad del sonido y tipo de fuente. El paisaje sonoro es una
observación sistemática de los sonidos y ruidos que se captan desde un determinado lugar fijo,
durante un tiempo determinado (entre 5-20 minutos). Aparte de las fichas de registro, otros/as
podrían efectuar grabaciones simultáneas que nos sirvan de verificación de los registros.
9 .-En una sesión posterior se efectuará una medida con el sonómetro en esos mismos lugares y
momentos durante cinco minutos; el dato que utilizaremos será el ruido medio -los sonómetros tienen una función que les permite calcular esto último-.
10 .- Sobre el plano del centro iremos reflejando los distintos datos que hemos obtenido. Podríamos
146
ACTIVIDAD Nº4
adjudicar a cada nivel de ruidos un código de colores.
Además de los colores podríamos incluir en cada zona cuáles son las fuentes de ruido más importantes en cada una de ellas.
11 .-Investigar qué dice la legislación comunitaria sobre el control de ruido y compararla con la local
(se pueden consultar en internet en la página web del Ayuntamiento) y comentar si se cumplen
desde nuestro punto de vista y por qué.
12 .-Para finalizar la actividad podemos realizar una pequeña exposición
sobre el ruido e incluir en ella distintos datos: el mapa sonoro, información sobre las repercusiones del ruido en la salud, los resultados de
alguna encuesta que hagamos en el centro sobre ruidos molestos, etc, y
medidas que podríamos tomar para reducir los ruidos, valorar qué se
podría hacer para mejorar nuestro entorno sonoro, qué ruidos se pueden suprimir, cuáles se pueden amortiguar con mejoras tecnológicas,
cuáles se pueden reducir con un comportamiento más cívico, etc.
AMPLIACIÓN
13 .-A alumnos mayores, se les puede proponer hacer un ejercicio de descubrimiento. Se dividen los
participantes en cuatro grupos de trabajo y se les da cuatro destinos distintos dentro de la propia
localidad: dos de los lugares serán espacios naturales o seminaturales, lo más tranquilos posibles
(bosque, parque, jardín...) los otros dos serán espacios públicos con mucho movimiento (calle principal, mercado municipal, etc) por parejas pueden hacer dos tomas de datos en un punto escogido
por ellos: uno, con los ojos cerrados irá identificando lo que oye (tipo de ruido), con qué intensidad (muy baja, baja, media, alta y muy alta) y qué sensación le produce (agradable, relajante, desconcertante, confusión inquietud, etc) el otro "experimentador" irá tomando notas de todo. Lo
harán durante 10 minutos y transcurridos estos buscarán otro punto de observación a más de 20
metros del anterior, y harán la segunda observación intercambiándose los papeles entre ellos. Una
vez finalizada la segunda observación volverán todos al punto de partida. La actividades acaban con
un intercambio de impresiones durante el cual analizan qué sonidos resultan más agradables y por
qué (si nos molesta el tipo de sonido, la intensidad, el volumen, la mezcla de muchos sonidos diferentes, etc.), cuáles nos gustaría oír a menudo y cuales no.
E V A L UA C I Ó N
1.-A partir de la encuesta se pueden discutir los siguientes aspectos:
a. ¿Qué sonido es el más agradable y el más desagradable para la mayoría de la gente? ¿Por
qué?
b. ¿Resultan algunos sonidos problemáticos?
c. ¿Es nuestra encuesta representativa del sentir de la mayoría de la gente?
d. Están las personas entrevistadas al tanto de los problemas originados por el ruido: ¿Cómo
llegas a esa conclusión?
e. ¿Podemos mejorar el centro educativo o local?
f. ¿Qué podemos hacer con los datos obtenidos?
g. ¿Qué actividad humana está en el origen de las molestias?
h. Si se quiere que perjudique menos, ¿en qué puntos debe intervenirse?
147
Manual de Ecología Urbana
i. ¿Qué tipo de intervenciones serían deseables y cuáles de ellas posibles? ¿Quién debe intervenir? ¿siguiendo qué procedimiento?
j. ¿Cuáles son las consecuencias previsibles a corto medio y largo plazo y en qué campos?
2.-Observar el nivel de participación
3.-Hacer una encuesta a los alumnos para ver lo que les ha resultado más interesante y lo que menos
4.-Resultados del mapa de ruidos.
ENCUESTA:
¿Cuáles son los sonidos más agradables, el más desagradable y el más alto pero necesario de nuestro medio actual.
PREGUNTAS DE ELECCION MULTIPLE
1.-La exposición constante a sonidos de alta intensidad puede ocasionar:
a. Pérdida auditiva permanente
b. Incapacidad para oír sonidos que normalmente oye todo el mundo
c. Problemas de audición
d. Todo lo anterior
e. Nada de lo anterior
2.-La unidad de medida más usual para medir la potencia es el :
a. Centímetro
b. Volumen
c. Vatio
d. Decibelio
e. Ergio
3.-Una escala especial para medir la intensidad del un sonido es la escala:
a. De vatios
b. De decibelios
c. Métrica
d. De intensidad
e. De grados centígrados
4.-Los sonidos por encima de (...) se consideran siempre como ruidos
a. 40-50 db
148
ACTIVIDAD Nº5
b. 1-10 db
c. 60-70 db
d. 80-90 db
e. 100-110 db
5.-El ruido urbano contribuye a la :
a. Tensión y estrés de la gente
b. Salud y bienestar
c. Contaminación atmosférica
d. Bienestar económico
e. Energía en la ciudad
6.-El vehículo de superficie más ruidoso es:
a. la bicicleta
b. el coche
c. el camión
d. el avión
e. el compresor
7.-(...)es el efecto que más se ha estudiado por exceso de exposición al ruido
a. La enfermedad mental
b. El malestar
c. El deterioro físico
d. La pérdida auditiva
e. La salud
EMPAREJAR LOS CONCEPTOS DE LAS DOS COLUMNAS
CONTESTAR VERDADERO FALSO
1) El ruido está constantemente aumentando en las ciudades
2) Los electrodomésticos más ruidosos son más eficaces
3) La contaminación acústica es más difícil de controlar que la contaminación atmosférica o
del agua
149
Manual de Ecología Urbana
RESPUESTAS
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ACTIVIDAD Nº5
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Manual de Ecología Urbana
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