ANTIPARASITARIOS Malaria Quimioprofilaxis en los viajeros en la aparición retardada de la malaria La mayoría de las apariciones tardías no se previenen mediante esquizonticidas sanguíneos, de uso más frecuente. Para una prevención más efectiva en los viajeros, se precisan fármacos que actúen en la fase hepática de los parásitos de la malaria. La malaria o paludismo continúa siendo hoy en día una de las infecciones más importantes del mundo en términos de padecimientos humanos y mortalidad. El paludismo humano es provocado por cuatro especies de protozoos apicomplexa del género Plasmodium: P. falciparum, P.vivax y P. ovale (causantes de las fiebres tercianas) y P. malariae (causante de las fiebres cuartanas). Aunque la malaria puede ser transmitida congénitamente, por transfusión de sangre infectada o empleo compartido de jeringas contaminadas por drogadictos, el hombre es normalmente infectado por esporozoitos inoculados por la picadura de la hembra infectada del mosquito Anopheles sp. Los parásitos abandonan rápidamente la circulación y se localizan en las células del parénquima hepático, donde se multiplican mediante esquizogonia. Esta fase tisular de infección asintomática dura de 5 a 6 días, según sea la especie de Plasmodium involucrada. Al finalizar la esquizogonia se liberan millares de merozoitos, que ingresan en la circulación, invaden los eritrocitos e inician la fase eritrocítica de la infección. En las infecciones por P. falciparum y P. malariae no quedan formas parasitarias en el hígado. Pero en las infecciones por P. vivax y P. ovale algunos parásitos tisulares permanecen latentes (hipnozoitos) y son capaces de proliferar y producir recaídas meses o años más tarde. La mayoría de los fármacos antipalúdicos utilizados por los viajeros actúan sobre la fase eritrocítica del parásito y, por tanto, no previenen la aparición tardía de la enfermedad, especialmente la debida a especies que causan la malaria recurrente. En un estudio realizado en los Estados Unidos e Israel, se examinaron los datos de vigilancia de la malaria, para determinar el destino de los viajeros, la especie involucrada en la infección, el tipo de quimioprofilaxis utilizado y el periodo de incubación. Según los resultados que se obtuvieron en Israel, el 44,7% de los casos desarrolló la enfermedad más de dos meses después de la vuelta del viajero; casi todos los casos fueron debidos a infección con P. vivax o P.ovale y en un 80,6% de los casos había utilizado un tratamiento antimalaria, según las autoridades sanitarias. En los Estados Unidos, la enfermedad tardía se desarrolló en el 35% de los casos, y de ellos el 62,2% había tomado un fármaco antipalúdico efectivo de forma adecuada. Por tanto, un tercio de todos los casos de malaria informados, tanto en Israel como en Estados Unidos, fueron de comienzo tardío, causados por P.vivax o P. ovale, a pesar de una adecuada profilaxis sobre la fase eritrocítica, que se usa de forma más frecuente. Hasta ahora, la quimioprofilaxis dividía a las áreas del mundo en las que la malaria es endémica en dos zonas: una con P.falciparum sensible a cloroquina y otra con P.falciparum resistente a cloroquina. Uno de los problemas que aparece, es la dificultad para situar las áreas donde los viajeros pueden estar expuestos a las especies que causan recaídas de malaria, para así poder realizar una adecuada quimioprofilaxis. En aquellas zonas donde P.falciparum domina de forma mayoritaria, la protección es similar tanto con la profilaxis para la fase sanguínea como para la fase hepática. En cambio, en aquéllas dónde P. falciparum y P. vivax se transmiten, la profilaxis de fase hepática proporcionaría una mayor protección Por último, los autores comentan la actual escasez de fármacos que actúen en hígado y la falta de experiencia con estos agentes. El desarrollo de nuevos principios activos, que actualmente están en fase de experimentación, podría proporcionar atractivas alternativas quimioprofilacticas. Además de la eficacia, hay otros factores que deberían tenerse en cuenta a la hora de desarrollar una correcta quimioprofilaxis de la malaria, como tolerabilidad, adecuadas propiedades farmacocinéticas, que determinan la frecuencia de dosis, y el coste. Schwartz E., Parise M., Kozarsky P. et Al. Delayed Onset of Malaria-Implications for Chemoprophylaxis in Travelers. N Engl J Med 2003; 349(16): 1510-5