Evaluación social y ambiental

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Evaluación social y ambiental
Guía metodológica detallada
y resultados iniciales
Noviembre de 2013
Índice
Introducción ........................................................................................ 4
¿Qué Se Debe Buscar? ...................................................................... 5
El Ciclo Virtuoso ............................................................................................................................... 5
El Rol del Compromiso (Confianza) ................................................................................................... 6
El Rol del Crédito. .............................................................................................................................. 7
¿Cómo Buscar el Ciclo Virtuoso?: Prácticas Representativas............ 8
Revisión Detallada de la Evaluación Social y Ambiental
de Root Capital.................................................................................... 9
Prácticas Sociales ............................................................................................................................. 9
Prácticas Ambientales..................................................................................................................... 13
Contexto y Adicionalidad................................................................................................................. 19
Resultado Final y Aprobación del Crédito ........................................................................................ 22
Conclusión ....................................................................................... 23
Evaluación social y ambiental
Noviembre de 2013
2
Prólogo
Este documento forma parte de nuestro 1er Resumen de la serie de publicaciones sobre la Evaluación
social y ambiental: del argumento de impacto al argumento de negocio, y proporciona una guía detallada
de las herramientas de evaluación que hemos desarrollado (todas disponibles en nuestro sitio Web).
Con el tiempo, esperamos que las herramientas para realizar una evaluación social y ambiental sean lo
suficientemente accesibles y estandarizadas para que cada vez más instituciones, sobre todo aquellas
involucradas en el financiamiento agrícola, puedan incorporarlas en sus procesos. Invitamos a otros a
compartir sus enfoques para poder crear una comunidad de práctica alrededor de estos temas.
Arriba: una parcela de café agroforestal perteneciente a un miembro de la cooperativa cafetalera Juan Sabines en México. La agroforestería
es una forma de agricultura que integra árboles con cultivos agrícolas y suele imitar a los bosques naturales. Fincas agroforestales como
ésta, pueden proporcionar mayores beneficios ambientales que aquellas que no practican este sistema, incluyendo mejor fertilidad del suelo
y aumento de la retención de carbono.
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Introducción
Así como Root Capital ha evolucionado de ser una entidad financiera en etapa inicial a una especializada
en la agricultura con un enfoque principal en el impacto y que sirve a más de 200 empresas cada año,
también lo ha hecho nuestro enfoque hacia la evaluación social y ambiental. En nuestros primeros años,
tuvimos pocas herramientas y metodologías formales. Fue Willy Foote, nuestro fundador, quien contrató
a los primeros oficiales de crédito quienes “sabían cómo elegirlos” —es decir, podían intuir cuáles
empresas agrícolas beneficiaban a los pequeños productores pues, a menudo, habían crecido en
comunidades rurales o provenían de puestos financieros en empresas agrícolas. Por otra parte, con un
equipo y una cartera pequeña, era fácil para cada oficial de crédito conocer a fondo los detalles de cada
cliente, y los análisis de asuntos sociales y ambientales se hacían de manera informal.
A medida que Root Capital fue creciendo, se hizo necesario estandarizar nuestra evaluación social y
ambiental para capacitar al nuevo personal y establecer normas comunes a toda la cartera. Nuestras
herramientas de evaluación formalizan las prácticas intuitivas de nuestros más experimentados oficiales
de crédito y se complementan con literatura relevante, experiencias previas y sugerencias de expertos, y
encuestas directas de pequeños productores. Igualmente importante, es contratar oficiales de crédito que
compartan nuestra misión y nuestros valores, y reforzar esos valores mediante capacitación continua y,
sobretodo, a través de nuestra cultura.
Esta guía refleja nuestro actual enfoque social y ambiental, el cual continúa evolucionando. Empezamos
presentando nuestro marco para evaluar la relación entre las empresas rurales, los pequeños productores
y sus ecosistemas. Discutimos cómo un ciclo virtuoso (facilitado por la confianza y consolidado por el
crédito) puede contribuir en una cadena productiva, resiliente y sostenible.
Luego, presentamos el argumento del uso de “Prácticas Representativas” —en otras palabras, la
aplicación de herramientas de evaluación social y ambiental que analizan las prácticas de las empresas
rurales y de los pequeños productores, y el uso de los resultados como referencia para entender las
relaciones mutuamente beneficiosas entre los dos. Damos un vistazo a las prácticas presentadas en
nuestros cuadros de mando; proporcionamos datos representantes de toda la cartera con ejemplos de
clientes individuales, y discutimos cómo incorporamos el contexto y la adicionalidad en nuestro análisis.
Concluimos invitando a otras organizaciones a compartir sus propios enfoques para contribuir a los
estándares y las buenas prácticas de una evaluación social y ambiental.
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¿Qué se debe buscar?
Un ciclo virtuoso
De los 2.6 mil millones de personas que sobreviven con menos de $2 por día, el 75 por ciento vive en
zonas rurales y depende de la agricultura como medio de vida. Con frecuencia se ven limitados por la
falta de acceso a mercados, insumos agrícolas, capacitación y tecnología agrícola, y crédito. Recurren
entonces a medidas de supervivencia como la tala ilegal y la agricultura de roza y quema, que perpetúan
el ciclo de pobreza y la degradación ambiental.
Las empresas rurales que suman cientos o miles de pequeños productores pueden superar estas barreras.
Sin embargo, muchas se encuentran atrapadas en la brecha entre el microfinanciamiento y los bancos
comerciales. Root Capital brinda créditos y ofrece capacitación en gestión financiera a estas empresas
rurales (incluyendo cooperativas, asociaciones de productores y empresas privadas que se abastecen de
pequeños productores) porque creemos que tienen el potencial de crear una prosperidad sostenible en las
áreas rurales en países en desarrollo. Lo logran estableciendo una relación mutuamente beneficiosa con
los pequeños productores y al apoyando la adopción de prácticas agronómicas sostenibles.
Las empresas, así como los exportadores, procesadores, comerciantes y consumidores en los eslabones
superiores de la cadena de valor, también se benefician, ya que los agricultores proporcionan un
suministro estable y seguro de productos agrícolas. Con el tiempo, puede surgir a lo largo de esta cadena
un ciclo de relaciones mutuamente beneficiosas. Por supuesto, los intereses de los distintos actores no
están siempre alineados (sobre todo a corto plazo) y los factores externos (como la volatilidad de los
mercados de materias primas) pueden perturbar estas relaciones. Sin embargo, en la medida en que pueda
crearse un ciclo virtuoso entre todos los actores de la cadena de valor de pequeños productores, la cadena
será más segura, resiliente y sostenible (y, por ende, de mayor solvencia).
Mayor cantidad y
calidad del
producto
Menor venta lateral
➔ mayores ventas
en cadenas de
suministro globales
Mayor inversión en
calidad
Prácticas agrícolas
sostenibles que
garantizan el
suministro a largo
plazo
EMPRESAS
RURALES
FAMILIAS DE
PEQUEÑOS
PRODUCTORES
Ingresos más altos
y estables
Acceso a primas
Mayor productividad
de la finca
Pagos y
microcréditos por
adelantado
Incentivos y
capacitación para
adoptar métodos
sostenibles
Concretamente, las empresas rurales suelen apoyar los medios de vida de los productores y de los
ecosistemas en una o más de las siguientes formas, y que analizamos en nuestros cuadros de mando
social y ambiental:
1.
aumentando los precios a los productores y los salarios a los empleados;
2.
aumentando la productividad del productor;
3.
aumentando la estabilidad de los ingresos del productor;
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4.
Conectando a productores con bienes públicos (ej. salud, educación, agua, transporte) o invirtiendo
en ellos;
5.
creando incentivos y proporcionando capacitación necesaria para mantener los ecosistemas de los
productores.
En relación con el medio ambiente, el foco de impacto es, por un lado, la relación entre los clientes de
Root Capital y las prácticas agronómicas de sus proveedores y, por el otro, la integridad ambiental del
ecosistema. En la medida en que las empresas y sus proveedores inviertan en prácticas que mantengan la
biodiversidad, generen suelos de calidad y se deshagan de los desperdicios de forma responsable, sus
ecosistemas seguirán prestando los servicios (regulación del clima, nutrientes y agua limpia) necesarios
para lograr medios de vida saludables. Las prácticas insostenibles como el uso excesivo de agroquímicos
o la explotación de nutrientes, tienen el efecto contrario y con el tiempo, quiebran el ciclo virtuoso entre
el productor y el ecosistema.
Para que esto surja y las cadenas de valor funcionen bien, se deben cumplir muchas condiciones previas
que van desde la capacidad del productor hasta una logística confiable. Sin embargo, desde nuestro punto
de vista como entidad especializada en la financiación agrícola, hay dos aspectos de la cadena de valor
que cumplen un papel particularmente crítico: la confianza y el crédito.
El rol del compromiso
En América Latina, los administradores de empresas y productores con los que solemos trabajar, hablan
de la fuerza del compromiso (o de la confianza) entre ellos. La confianza es el resultado y la causa del
ciclo virtuoso entre las empresas rurales que invierten en los pequeños productores, y los pequeños
productores que entregan su producto a las empresas en las buenas y malas cosechas. La confianza se
convierte en una predicción que se termina cumpliendo.
Los productores suelen tener una serie de opciones de compradores a quienes vender, incluyendo una o
más empresas rurales, y varios intermediarios y/o comerciantes locales, algunos de los cuales pueden
utilizar prácticas de explotación (ej. Utilizar balanzas que han sido manipuladas para subestimar el peso
de la cosecha). Los productores, antes de la cosecha, acostumbran a acordar con la empresa un
aproximado del volumen de entrega, y según esa estimación, la empresa establece contratos con sus
compradores.
Los productores cuyos medios de vida mejoran gracias a la empresa, y que confían en que la empresa
sabrá balancear sus intereses con los de ellos a corto y largo plazo, harán su mejor esfuerzo por cumplir
con el volumen acordado. De esta manera, la empresa podrá cumplir con éxito sus propios contratos de
exportación. Con el dinero en efectivo de las ventas, la empresa podrá hacer mejores pagos y dar
adelantos a los productores para ayudarles a invertir en su propia productividad; esto conduce al ciclo
virtuoso que, al mismo tiempo, apoya la capacidad de la empresa de reembolsar a los acreedores.
Por el contrario, cuando los productores no confían que la empresa les pagará a tiempo o a un mayor
precio, son más propensos a vender su producto “fuera de contrato”, es decir, a intermediarios locales
que pueden ofrecerles efectivo por adelantado. Esto puede causar que la empresa no pueda cumplir con
los contratos de venta de sus propios compradores. En consecuencia, al carecer de flujo de efectivo de
las ventas, la empresa no logra hacer pagos justos y oportunos a los productores. Además, aumenta la
posibilidad de que continúen vendiendo fuera de contrato en el futuro, y que se genere un círculo vicioso
que ponga en riesgo el capital de los acreedores de la empresa.
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COOMPROCOM
Un productor miembro de COOMPROCOM, una cooperativa de café en Nicaragua y cliente de Root
Capital, dice: “COOMPROCOM se ve afectada cuando los miembros venden al mercado (local) [en vez
de a COOMPROCOM]. Es como si sólo estuvieran esperando los beneficios de la cooperativa sin
realmente contribuir. Deberíamos ayudar la cooperativa a que nos ayude a nosotros”. En la temporada
más reciente, COOMPROCOM pagó precios 5 a 10 por ciento mayores que el mercado local. Para los
productores, los créditos que COOMPROCOM les ofrece, son de igual o mayor iportancia para
emergencias o para sobrevivir a “los meses flacos” entre temporadas. A cambio, ellos le entregan a
COOMPROCOM 90 por ciento del café que colectan, lo que permite aumentar sus volúmenes de venta
en un 33 por ciento con respecto al año anterior (el estudio de caso sobre el impacto de COOMPROCOM
está disponible en info.rootcapital.org/coomprocom).
El rol del crédito
El crédito desempeña un papel crítico en este ciclo virtuoso. Si la empresa no tiene efectivo para comprar
el producto en la época de cosecha, obligando a los productores a vender fuera de contrato, o si la
empresa no tiene acceso a un crédito a largo plazo para invertir en equipos de procesamiento, el ciclo
entre la empresa y el productor se rompe. Asimismo, es posible que los productores adopten tácticas de
supervivencia a corto plazo que son perjudiciales para el ambiente. Los créditos de Root Capital y de
otras entidades financieras cumplen un rol catalizador en las cadenas de valor agrícolas que beneficia a
productores y al medio ambiente.
Una evaluación social puede ayudar a instituciones financistas a encontrar indicadores de un ciclo
virtuoso entre productores y empresas, lo que resultará en una cosecha exitosa y resistente a las
variaciones del mercado. El crédito tendrá mayor impacto donde exista este círculo virtuoso. Las
instituciones financieras con una visión a largo plazo también pueden realizar una evaluación ambiental
para analizar si las prácticas de los productores y las empresas están conservando o degradando el
ecosistema local, lo cual es necesario para asegurar el éxito de la producción de futuras cosechas, y de los
medios de vida rurales.
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Cómo Buscar el Ciclo Virtuoso: Prácticas
Representativas
El desafío para las instituciones financieras al identificar este ciclo virtuoso es que normalmente
interactúan sólo con las empresas. Muy pocas veces realizan encuestas a los productores o miden la salud
del ecosistema, porque hacerlo sería sumamente costoso y exigiría mucho tiempo.
Si la empresa rural ha sido certificada, ya sea de calidad orgánica, de comercio justo o de Rainforest
Alliance, las agencias financieras pueden aprovechar el trabajo ya realizado. Los certificadores
normalmente realizan amplios estudios con los productores para asegurar, por ejemplo, que reciben un
precio determinado o que están manejando el suelo adecuadamente. En estos casos, la institución
financiera sólo necesita entender los requisitos para cada certificación, y abordar cualquier asunto que sea
de interés y que no haya sido cubierto por los organismos de certificación. El logro de una certificación
también requiere de una gran capacidad organizacional por parte de la empresa y, por lo tanto, puede
servir como referencia para la capacidad de gestión.
Algunas empresas que no están certificadas han adoptado prácticas agrícolas sostenibles y están
apoyando los medios de vida de los pequeños productores. Si pretendemos enfrentar la pobreza y la
degradación ambiental de manera global, tenemos que poder llegar a estas empresas y a estos
productores, y debemos poder hacerlo sin necesidad de realizar encuestas o mediciones ambientales
nosotros mismos.
Aunque llevar a cabo auditorías integrales a nivel del productor puede que no sea práctico para las
instituciones financieras, es posible buscar un conjunto de prácticas que lógicamente logren los
resultados socioeconómicos y ambientales deseados. Llamamos a este enfoque “prácticas
representativas”. Por ejemplo, si la empresa está ofreciendo semillas mejoradas y pagando un precio más
alto que otros compradores locales, tenemos razones para creer que esas prácticas están mejorando los
ingresos de los productores, y lo mismo se aplica en otras condiciones.
Sin duda, las prácticas en sí no son evidencia del impacto. En la medida en que el mandato de la
institución financiera sea alcanzar cierto impacto social y/o ambiental, pueden implementar evaluaciones
más profundas para demostrarlo. Root Capital realiza dichas evaluaciones, que pueden encontrarse en
nuestro sitio Web www.rootcapital.org/our-impact.
En general, las agencias deben contar con investigadores profesionales para estudios experimentales que
intentar vincular la adopción de prácticas agronómicas sostenibles con los resultados sociales y
ambientales deseados. En áreas donde los investigadores han generado una base sólida de evidencia, las
agencias financieras pueden aprovechar y utilizar esa información para saber qué tipo de prácticas elegir.
La evaluación social y ambiental de Root Capital se basa en nuestra propia revisión de esa evidencia.
Las instituciones financieras cumplen el rol de dirigir la atención a aquellos resultados que requieren de
un análisis más profundo para informar mejor sus decisiones.
Sólo un pequeño grupo de instituciones financieras llevará a cabo evaluaciones de impacto
independientes o se involucrarán con otros investigadores que realicen estudios sociales y ambientales.
Pero todas aquellas especializadas en trabajar con empresas rurales pueden emplear los aprendizajes de
esta investigación para dirigir su capital a aquellos clientes que generen un mayor impacto, y para
informar mejor sus decisiones.
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Revisión Detallada de la Evaluación Social y
Ambiental de Root Capital
Como parte de la evaluación, nuestros oficiales de crédito realizan visitas in situ a cada cliente potencial
o a los que estén en proceso de renovación de contrato. Las visitas ofrecen una oportunidad para que el
oficial de crédito llegue a conocer al equipo gerencial, observe las operaciones, conozca a los
productores, entable un buen entendimiento, y revise algunos problemas sociales y ambientales
identificados en el momento. Basados en la visita y la información proporcionada por el cliente en la
solicitud de crédito, los oficiales completan un memorándum de crédito utilizando nuestra plantilla de
evaluación. Esta plantilla incluye nuestros cuadros de mando social y ambiental.
Por supuesto que los indicadores son, en su mayoría, específicos a la industria agrícola y no se aplican a
otros sectores. Incluso dentro de la agricultura, diferentes indicadores tendrán diferentes sentidos para las
instituciones financieras, según su misión y modelo operacional.
Compartimos nuestras herramientas de evaluación social y ambiental (www.rootcapital.org/our-impactversion-2) y esta explicación adjunta, como un ejemplo de cómo una institución especializada en la
financiación rural ha logrado poner en práctica su misión social y ambiental. En algunos casos, también
compartimos análisis basados en los datos que hemos recopilado. Ya que estos análisis no están
auditados y se basan en datos que nosotros mismos hemos recolectado, su uso a continuación es sólo para
fines ilustrativos.
Prácticas sociales
Precios y salarios (preguntas del cuadro de mando social 3.
1–3.3): Muchas empresas agrícolas pagan precios más altos o
estables a los productores que otros compradores locales; por
ejemplo, sobreprecios asociados con una certificación
ambiental o social, o con la calidad del producto.
Desafortunadamente, es imposible predecir qué precio pagará
una empresa a los productores en la siguiente cosecha.
Depende de muchos factores, incluyendo la volatilidad del
precio internacional de los productos básicos. Dicho esto, una
empresa que haya asegurado primas en el pasado, es probable
que lo continúe haciendo en el futuro, y que los productores
que estén acostumbrados a recibir primas de una empresa, le
sean leales a la hora de vender su cosecha.
Por lo tanto, evaluamos el precio pagado por la empresa en
relación con el pagado por otros compradores locales en la
cosecha anterior. También buscamos comprender la
puntualidad de los pagos, que es de suma importancia para los
productores que necesitan invertir en sus fincas, alimentar a
sus familias y pagar matrículas escolares. Hemos encontrado que es muy difícil de obtener datos sobre el
precio exacto que se le paga individualmente a cada agricultor, pero que las estimaciones del precio
promedio pagado por la empresa y el precio prevaleciente en el mercado local son una prioridad tanto
para los gerentes como para los productores.
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Por último, observamos que algunos de nuestros clientes ofrecen una prima pero que otros compradores
locales con el tiempo aumentan sus precios para igualarlos. En efecto, algunos de nuestros clientes
establecen el precio en el mercado local, lo que genera beneficios secundarios a todos los productores en
ese mercado. En los datos que recopilamos a través de la evaluación social en el 2012, encontramos que
la mayoría de nuestros clientes pagan por lo menos una pequeña prima a los productores1.
Productividad (preguntas del cuadro de mando social 3.4–3.5): Las empresas rurales que se abastecen
de pequeños productores suelen ofrecer apoyo para aumentar los rendimientos y la calidad de su
producto. Puede ser a través de capacitación en nuevas prácticas agronómicas (ej. creación y uso de
fertilizantes orgánicos), suministro de insumos (ej. semillas), o inversión en transporte o equipo de
procesamiento. En algunos casos, las empresas los reclutan para una nueva actividad económica (ej.,
introducción del procesamiento de miel como complemento al cultivo de café) o los fomentan a cambiar
de cultivo por uno más rentable.
En comparación con las primas, las intervenciones para aumentar la productividad de los pequeños
productores son una inversión de alto riesgo, pero necesarias para satisfacer la creciente demanda de
alimentos nutritivos y mejorar la calidad de vida. Son de alto riesgo porque generalmente implican un
desembolso de recursos antes o durante la cosecha, y se suelen pagar en especies cuando entregan sus
cosechas a las empresas. Esto puede representar una oportunidad para que los productores incumplan con
su obligación hacia la empresa y vendan su cosecha fuera de contrato a otro comprador local. Además,
estas inversiones son más riesgosas simplemente por su naturaleza ya que podrían no generar
rendimiento debido a plagas, problemas climáticos u otras causas que el productor no controla.
En los datos recopilados en la evaluación social del 2012, encontramos que más de la mitad de nuestros
clientes implementaba prácticas que podrían aumentar la productividad en un 25 por ciento o más, y que
aproximadamente 10 por ciento de las empresas implementaron prácticas que podrían aumentar la
productividad en un 50 por ciento o más.
En términos más generales, las prácticas de producción y procesamiento representan el núcleo de los
medios de vida de los pequeños productoresy la sostenibilidad ambiental. Algunas prácticas pueden
incrementar los rendimientos o la calidad, pero no la sostenibilidad ambiental; algunas, viceversa; y
otras, ambas. Creemos que este es uno de los temas más fértiles para futuras exploraciones con socios
investigadores, y para continuar mejorando nuestra evaluación social y ambiental.
1
Cuando no fue posible recopilar estimaciones de primas, asumimos que estaban en el rango de 0 a 10 por ciento si la empresa
tenía una certificación; de lo contrario, no asumimos ningún efecto. Esto explica el gran número de empresas en la categoría de 0
a 10 por ciento.
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COOPCAB
COOPCAB, una cooperativa de café en Haití, redujo el porcentaje de plantaciones afectadas por la plaga
de Scolytus (insecto) del 65 al 15 por ciento mediante la creación de una parcela demostrativa para
capacitar a los agricultores en métodos para combatir la infestación. Por otra parte, la cooperativa
distribuye plántulas de café en un país donde gran parte de la tierra ha sido deforestada, dando lugar a
erosión generalizada, pérdida de fertilidad del suelo y disminución de la productividad agrícola. La
siembra de café no sólo reduce la deforestación, sino que también aumenta la productividad al largo
plazo de los cafetales que actualmente están envejeciendo. Para obtener más información, lea el estudio
de caso sobre el impacto de COOPCAB en nuestra página Web.
Estabilidad de ingreso y crédito interno
(pregunta del cuadro de mando social 3.6):
Un hallazgo de nuestros estudios de impacto es
que muchos productores indican que tanto la
frecuencia de los ingresos como el acceso a
pequeños préstamos, son los principales
beneficios de trabajar con un subconjunto de
empresas rurales que ofrecen crédito, y no el
hecho de recibir mayores ingresos per se. Los
adelantos de fondos durante o antes de la venta
de la cosecha, y los microcréditos para la
producción de cultivos y necesidades diarias
(como alimentos y medicinas) son un sello
distintivo del ciclo virtuoso. Estos ayudan a los
productores a financiar el gasto substancial de
preparar el cultivo para la cosecha (ej. poda,
siembra, manejo de árboles para sombra), y
reducen la necesidad de buscar créditos con
otros compradores locales de café —a quienes luego están obligados a pagar con una porción de su
cosecha con descuento. El crédito de la empresa también puede actuar como una red de seguridad en
zonas que experimentan períodos de inseguridad alimentaria, y ayudar a las familias a enfrentar
emergencias de salud.
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Más allá de facilitar los ingresos en cada cosecha, las empresas agrícolas brindan a largo plazo
estabilidad financiera y/o acceso a mercados, y aumentan la resiliencia ante el cambio climático u otras
condiciones ambientales. En el memorándum de crédito, consideramos esta mayor estabilidad de forma
cualitativa, pero no identificamos una forma cuantitativa de “calificarla” en la herramienta de evaluación
social.
En general, estimamos (basándonos en datos reportados por los oficiales de crédito) que la gran mayoría
de nuestros clientes aumenta el nivel o la estabilidad de los ingresos para los pequeños productores.
Prácticas a nivel comunitario (pregunta del cuadro de mando social 4.1): Muchas empresas rurales
sirven como instituciones de anclaje para el área que las rodea, y utilizan parte de las primas de la
certificación para financiar inversiones en nombre de la comunidad local. Otras sirven como puentes con
otras instituciones, y se someten a los procesos y al papeleo necesario para canalizar recursos y proyectos
de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales hacia la comunidad local. Esto puede asumir
la forma de un nuevo edificio para una escuela o clínica, un nuevo camino, una terminal de autobuses, un
pozo para agua potable u otras innumerables posibilidades. Por ejemplo, Esquipulas, una cooperativa de
café en Guatemala, colabora en la operación y el financiamiento de una farmacia con medicamentos
subvencionados (el resto del financiamiento es aportado por el gobierno), y con un médico que visita a la
comunidad al menos una vez por semana.
Muchos de estos proyectos no tienen relevancia directa en la productividad o los precios ofrecidos. Sin
embargo, forman parte de la propuesta de valor de la empresa a los productores y pueden contribuir al
ciclo virtuoso. Por eso, queremos reconocerlos cuando ocurren.
Género (pregunta del cuadro de mando social 4.2): Las empresas agrícolas pueden ayudar a elevar el
rol de las mujeres en las comunidades o en actividades que han sido tradicionalmente lideradas por
hombres. Como parte de nuestra Iniciativa de Mujeres en la Agricultura (Women in Agriculture Initiative
—www.rootcapital.org/women-agriculture-initiative) buscamos, mediante nuestra evaluación social,
entender los roles y la representación de las mujeres en cada empresa y en múltiples niveles:
propietarias/gerentes, miembros de la junta directiva, empleadas, beneficiarias de servicios auxiliares
(como microcréditos) y agricultoras/productoras. También buscamos comprender si la empresa ofrece
programas o políticas enfocadas en la inclusión de género.
Salud y seguridad ocupacional (pregunta del cuadro de mando social 5.1): Root Capital no brinda
crédito a empresas que no cumplan o excedan los estándares de la industria y del país.
Sobre la calificación: Cuando desarrollamos el cuadro de mando social (con el fin de aumentar el grado
de comparabilidad entre los diferentes tipos de impacto), intentamos calificar a cada empresa en cada
tipo de impacto de “AAA” a “B” (según criterios predefinidos), donde “C” representa una violación de
un “detonante” social o ambiental que descalifica a la empresa para el financiamiento. Aún continuamos
utilizando puntajes, pero estamos poniendo cada vez más énfasis en detallar y precisar los datos
subyacentes en los que se basa la calificación, con el fin de reducir el grado de subjetividad asociado con
diferentes oficiales de crédito interpretando las calificaciones de diferentes maneras.
Prácticas ambientales
En mayor grado que la evaluación socioeconómica, nuestra evaluación ambiental se centra en evitar el
daño. Reconocemos que nuestros clientes (como toda empresa rural), inevitablemente dejan una huella
ambiental —un impacto ambiental en el sentido negativo. Buscamos identificar empresas que minimicen
esta huella y mantengan la salud de sus ecosistemas locales.
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Aunque una empresa también tenga un impacto ambiental positivo (ej. al participar en un programa de
reforestación o crear un suelo saludable en tierras anteriormente degradadas), el objetivo principal de un
oficial de crédito es asegurar que la empresa y sus productores no realicen prácticas que atenten contra la
sustentabilidad a largo plazo del ecosistema, la empresa y la cadena de suministro. En particular, Root
Capital no brinda crédito a empresas que realicen las siguientes prácticas:

tala de tierras de alto valor para la conservación;

uso o permitir el uso de productos agroquímicos peligrosos; o

desecho de aguas residuales o residuos sólidos que amenacen la salud humana o ambiental.
Dado que las prácticas agrícolas sostenibles dependen del contexto ambiental y del tipo de cultivo,
nuestra evaluación ambiental comienza con siete preguntas abiertas (secciones 1.1–1.7) que se enfocan
en el paisaje local, y en las fortalezas, debilidades y oportunidades ambientales de la empresa y sus
productores. Más allá de la recopilación de datos, estas preguntas sirven para generar un diálogo sincero,
crítico para recopilar información precisa.
La fotografía muestra una planta de fertilizante orgánico (financiada en parte por Root Capital) de la cooperativa de café C.A.C. Chirinos en
Perú. El personal de la cooperativa crea el fertilizante orgánico a partir de los residuos de pulpa de café de los productores, y luego distribuye
el fertilizante a precios asequibles. Este programa asegura que los nutrientes del suelo removidos por las plantas de café son devueltos a la
finca para mantener la salud y fertilidad del suelo.
Los oficiales de crédito también recurren a una Guía específica de la industria, que identifica las áreas de
riesgo clave y las mejores prácticas agrícolas asociadas con el cultivo en cuestión. Estos recursos
fortalecen sus conocimientos, centran su análisis, y permiten una conversación más informada con el
cliente. La guía está diseñada para complementar el cuadro de mando ambiental general.
Al igual que con el cuadro de mando social, los oficiales de crédito califican el desempeño de la empresa
de “AAA” a “C” (que representa un “detonante” que descalifica a la empresa) en siete categorías
(secciones 2.1–2.7). Estas categorías, articuladas más adelante, fueron creadas en un período de dos años,
comenzando en el 2010 con una revisión y síntesis de esquemas de verificación de terceros (ej. comercio
justo, Rainforest Alliance, UTZ), plataformas de sostenibilidad de múltiples accionistas (ej. Sustainable
Agriculture Initiative y Equator Principles) e investigación publicada de organizaciones
conservacionistas (ej. University of Minnesota’s Institute on the Environment y Conservation
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International), y una consulta posterior con socios expertos (World Wildlife Fund y Ecoagriculture
Partners).
Si un cliente tiene una certificación ambiental que cubre 75 por ciento o más de la tierra en cultivo, el
cuadro de mando genera un puntaje base para cada una de las categorías abordadas por la certificación.
El oficial de crédito puede ajustar el puntaje cuando considere que la empresa ha superado los requisitos
mínimos de la certificación o, por el contrario, parece estar incumpliendo los estándares de la
certificación. Dado que 63 por ciento de nuestros clientes (según datos del 2012) tiene al menos una
certificación ambiental, este proceso se aplica a más de la mitad de los casos de la evaluación.
Sistemas de gestión ambiental (sección 2.1)
Aunque no es una práctica agrícola en sí misma, un sistema de gestión ambiental (SGA) es crucial para
que nuestros clientes implementen y monitoreen sus propias prácticas y/o las de sus proveedores. La
mayoría de nuestros clientes tiene un SGA, a menudo para mantener una certificación. Sin embargo, los
clientes de cooperativas más pequeñas a veces no tienen un plan de gestión formal.
Cuando existen, los oficiales de crédito revisan los planes de gestión ambiental creados de forma
independiente (no asociados con una certificación) para entender la filosofía ambiental y los esfuerzos
del cliente por identificar y mitigar potenciales riesgos ambientales. También consultan con accionistas
externos (ej. proveedores de asistencia técnica o productores no afiliados en la comunidad) que pueden
proporcionar otra perspectiva. Finalmente, siempre que sea posible, los oficiales de crédito realizan un
número de visitas de campo, para inspeccionar las prácticas a nivel de finca. No obstante, Root Capital
no es una organización certificadora y, aunque las visitas a las fincas representan otro punto de
recolección de datos para la triangulación, no son consideradas como auditorías formales.
La capacidad del cliente para crear e implementar un SGA sólido, ya sea como parte de una certificación
o de forma independiente, indica un grado de capacidad de gestión asociada a un menor riesgo de crédito,
en igualdad de condiciones.
Uso de la tierra, ecosistema y conservación de la biodiversidad (sección 2.2)
Un “punto clave de biodiversidad” o hotspot, según lo define Conservation International, es una zona
con gran número de especies endémicas que enfrentan una extrema amenaza de degradación. Juntas,
estas áreas cubrían 15,7 por ciento de la superficie del planeta, pero ahora se han reducido a 2,3 por
ciento. En el 2012, 76 por ciento (142) de nuestros clientes (255.000 productores) se encontraba en este
2,3 por ciento, operando en varios hotspots clave como los bosques mesoamericanos, los Andes
tropicales y la cordillera afromontana oriental2.
Dada la riqueza de la biodiversidad y los frágiles ecosistemas en los cuales la mayoría de nuestros
clientes y sus productores miembros operan, nuestra evaluación ambiental enfatiza las prácticas de uso de
tierra y las medidas de conservación. En el 2012, 64 por ciento de nuestros clientes se suplían de cultivos
producidos en sistemas agroforestales que integraban árboles en los paisajes de cultivo, con el fin de
imitar (en diferentes grados) los hábitats de bosque natural. La agroforestería proporciona importantes
servicios ecosistémicos. Por ejemplo, los árboles en las fincas agroforestales enriquecen el suelo
mediante el ciclo natural de nutrientes y fortalecen los sistemas de la raíz, evitando la erosión y
degradación de los suelos. Al captar y retener la lluvia, estos árboles de sombra también cumplen una
función de mitigación y adaptación ante el cambio climático, ya que ayudan a disminuir la temperatura
en las fincas en un promedio de 6 grados Celsius y eliminan carbono de la atmósfera. En el
2
Creemos que el número es en realidad más alto, ya que muchos de nuestros clientes tienen un domicilio urbano pero se
abastecen de productores agrícolas cercanos a los hotspots de biodiversidad.
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mantenimiento de los ecosistemas y el aumento de la resistencia de los productores ante los choques
climáticos, la agroforestería representa un ciclo virtuoso y a largo plazo entre el ambiente y los
productores —uno que, además, impulsa el ciclo de negocios a corto plazo entre los productores y sus
empresas.
Por otro lado, si nuestro proceso de evaluación descubre la degradación de tierras de gran valor para la
conservación (ej. el desmonte de bosque primario por medio de agricultura de tala y quema), el cliente es
descalificado para el financiamiento. Estas actividades son insostenibles en el mediano y largo plazo y,
además, representan un riesgo para la reputación comercial y de las agencias financieras que buscan un
impacto.
Agroquímicos (sección 2.3)
Más de la mitad de nuestra cartera tiene certificación orgánica, por lo que el uso de agroquímicos es
relativamente limitado entre nuestros clientes. Root Capital financiará a empresas rurales cuyos
proveedores utilicen agroquímicos que no sean peligrosos, de forma segura y responsable. Aunque un
prospecto a corto plazo pueda permitir la aplicación de un pesticida o herbicida peligroso, un claro
entendimiento de la salud del suelo (y del ser humano) y de la productividad, a mediano y largo plazo, es
el argumento para el uso responsable de agroquímicos. Aquí, los oficiales de crédito buscan políticas y
prácticas que garanticen que los productos agroquímicos se usan de manera responsable y racional (sólo
en la medida que sea necesario), sin dañar la estructura del suelo, la calidad del agua o la salud humana.
Uso de agroquímicos y riesgo del crédito
En el 2010, un exportador keniano de vegetales frescos y cliente por primera vez de Root Capital, recibió una
línea de crédito comercial por €44.600 para apoyar la compra de vegetales de pequeños productores. Al
mismo tiempo, la empresa permitió que sus productores adquieran y apliquen pesticidas de una lista de
agroquímicos aprobados.
Al realizar la evaluación ambiental, buscamos dentro del plan de negocios de la empresa si incluía la
capacitación en la aplicación responsable de agroquímicos. Sin embargo, no evaluamos completamente si el
equipo tendría la capacidad de supervisar que los productores adoptaran tales técnicas durante la temporada
de cultivo.
A pesar de haber recibido capacitación, muchos productores compraron pesticidas baratos pero no
autorizados, y los aplicaron en dosis excesivas. Sin ser conscientes de los riesgos ambientales y
empresariales que introdujeron sus productores, nuestro cliente recogió, empacó y exportó los vegetales,
únicamente para que su primer envío a Europa fuera rechazado debido a los niveles de residuos de
pesticidas que violaban los requisitos estipulados por sus compradores. Durante los siguientes dos meses y
medio, la empresa fue obligada a vender la mayor parte de la cosecha al costo o por debajo de éste.
En el caso de una operación hortícola sofisticada y a gran escala, Root Capital puede solicitar a la empresa
el plan profesional de gestión ambiental. En el caso de pequeñas empresas agrícolas que se abastecen de
pequeños productores, un oficial de crédito debe indagar aún más profundo. Cientos de pequeños
productores están aceptando seguir ciertas normas ambientales, lo que significa que nuestra evaluación
debe enfocarse en la estrategia de la empresa para involucrar y dar seguimiento a sus proveedores.
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En este ejemplo, la empresa respondió mediante la contratación de un equipo, supervisado por sus propios
ingenieros agrónomos, para llevar a cabo la aplicación de pesticidas en nombre de sus productores. Root
Capital respondió mediante el fortalecimiento de nuestra evaluación ambiental. Aunque nuestro enfoque
todavía requiere una revisión de los agroquímicos usados en la producción (cuando es aplicable, dado que la
mayoría de nuestros clientes tiene certificación orgánica), ahora damos un paso más allá y evaluamos la
manera en que nuestros clientes supervisan las prácticas ambientales sus proveedores, incluyendo visitas a
fincas para tener una mejor idea de la conciencia de los productores sobre los riesgos ambientales. A pesar
de ser una tarea compleja y que requiere mucho tiempo, hemos aprendido que es necesario.
Ejemplo de uso de hojarasca como cubierta vegetal por parte de un miembro de la cooperativa de café Juan Sabines en México. La cubierta
vegetal (ya sea que esté compuesta de hojarasca, hierba o recubrimiento) es importante para retener la humedad del suelo, fortalecer su
fertilidad y reducir la erosión hídrica y eólica.
Manejo del suelo (sección 2.4)
La salud del suelo es la base de la productividad agrícola. Cuando nuestros clientes y sus pequeños
productores emplean prácticas de conservación de suelos (como uso de cercas vivas, recubrimiento y
plantación en fajas) y técnicas de fertilidad (como compostaje, rotación de cultivos y cultivos
intercalados), confiamos más en la salud de sus suelos, en la sostenibilidad de sus rendimientos, en la
estabilidad de la empresa a la cual venden, y en la seguridad global de la cadena de suministro a mediano
y largo plazo.
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Capacitación en manejo sostenible del suelo
Juan Sabines (cliente de Root Capital) es una cooperativa de café certificado orgánico y de comercio justo en
México, la cual provee a sus miembros de capacitación en prácticas de manejo sostenible del suelo. Las
entrevistas con los productores sugieren que, a través de esta capacitación, Juan Sabines ha facilitado la
transición de prácticas sin insumos que consumen los nutrientes y agotan el suelo, a prácticas que fortalecen
su fertilidad y salud. Los productores informan que han adoptado un número de mejores prácticas desde que
se unieron a la cooperativa, incluyendo el uso de abono orgánico y de hojarasca para fortalecer el suelo
vegetal y retener la humedad; así como la siembra de barreras vivas (filas de plantas entre cultivos) para
reducir la erosión hídrica y eólica —todas ligadas a una mejor salud del suelo a nivel de finca y una mayor
productividad. Los productores citan el valor de la capacitación proporcionada por la cooperativa: “[Antes de
unirnos a la cooperativa] no sabíamos adónde ir para obtener información. Pero ahora sabemos. Ahora que
estamos en el programa, los técnicos dan instrucciones y nos dicen cómo debemos hacerlo. Esto nos ha
dado buenos resultados”.
Uso del agua y manejo de aguas residuales (sección 2.5)
El agua para riego y procesamiento, o la falta de ella, es otro factor determinante de la productividad
agrícola y la seguridad de un suministro sostenible. Esto es particularmente cierto en el caso de cultivos
“sedientos” como el algodón y el arroz. Por eso, cuando concedemos créditos en estos sectores,
prestamos atención a la disponibilidad y al uso del agua. Los clientes en el mayor sector de nuestra
cartera (café), dependen casi exclusivamente del agua de lluvia para la producción, pero utilizan
cantidades significativas de agua para el procesamiento. La eliminación de este efluente puede
representar un riesgo ambiental significativo, sobre todo cuando el procesamiento se realiza de forma
centralizada en lugar de a nivel de finca. Buscamos entonces una eliminación de aguas residuales
responsable, que incluya monitoreo y tratamiento a través de filtración u otros métodos según sea
necesario, para asegurar el cumplimiento con los estándares de calidad del agua que sean relevantes.
Gestión de residuos sólidos (sección 2.6)
Los residuos producidos por la gran mayoría de nuestros clientes son orgánicos (ej. compuestos de pulpa
de café o frutos de cacao). En estos sectores, entre otros, hay un argumento ambiental y de negocio para
compostar el material orgánico con el fin de devolver al suelo los nutrientes extraídos y mantener su
fertilidad. Los clientes más sofisticados y dedicados al café hacen esto a nivel centralizado o capacitan a
sus miembros en cómo hacerlo a nivel del hogar. Como mínimo, nos aseguramos de que los clientes no
eliminen los residuos sólidos de manera que amenace la salud humana o ambiental (como botar residuos
orgánicos concentrados en arroyos o ríos).
Abastecimiento y eficiencia energética (sección 2.7)
Como la mayoría de nuestra cartera está dedicada a la producción, agregación y exportación, en el
pasado, el uso de energía ha sido de poca relevancia para Root Capital. Sin embargo, conforme nuestra
cartera de procesadores agropecuarios crece (ej. marañones, frutos secos o cultivos básicos), encontramos
a un pequeño pero creciente número de clientes interesados en adoptar tecnologías de energía renovable
para impulsar sus operaciones. El proceso de evaluación ambiental puede ayudar a Root Capital y a
nuestros clientes a identificar esas oportunidades de inversión.
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Financiamiento de energía renovable
Productos Rivera es una empresa privada Mexicana que compra mangos a pequeños productores, los
procesa, seca y empaqueta para exportación, generando empleo estacional para más de 150 mujeres en
Sinaloa. Sus ganancias han crecido de manera constante en los últimos años, alcanzando los $825.000 en el
2012.
En el 2013, tras dos años de consultas con expertos externos y Root Capital, Productos Rivera solicitó un
crédito por $250.000 a un plazo de cinco años para ampliar su planta de producción; $67.000 de los cuales
se dedicarían a una instalación solar pasiva de 180 metros cuadrados con tecnología SolarWall®. La
empresa optó por esta solución, la cual pasaría el aire precalentado del techo de la planta a los secadores
alimentados con gas propano en lugar de paneles solares, debido a la eficiencia del sistema de transferencia
de energía y al ahorro en costos anuales. Los primeros cálculos estiman que la producción anual de energía
renovable es de 350 millones de BTU, con un ahorro de 31 toneladas de CO2 por año. Esto es más o menos
equivalente a la cantidad de carbono emitido por la quema de 3.000 galones de gasolina, o de carbono
retenido por unas 9 hectáreas de bosque. Productos Rivera anticipa que la tecnología también ahorrará a la
empresa unos $13.000 al año en propano, lo que significa que la inversión se pagará por sí sola en unos
cinco años.
Contexto y adicionalidad
Los impactos descritos hasta el momento son fundamentalmente los impactos de las empresas, los cuales
son apoyados por las agencias financieras. Dependiendo de su misión y estrategia, una financiera puede
intentar aumentar aún más su propio impacto al buscar empresas y productores con mayores necesidades
insatisfechas.
Para entender donde estas necesidades don mayores, las financieras deben ver el contexto de la empresa
y su comunidad. Específicamente, Root Capital toma en cuenta lo siguiente:



el nivel de acceso a financiamiento que tiene la empresa;
el nivel de pobreza de los productores; y
el grado de vulnerabilidad de la empresa y sus proveedores ante choques climáticos, desastres
naturales o conflictos civiles.
En contraste con el “ciclo virtuoso” (que mejora en gran medida la solvencia de la empresa), nuestra
experiencia es que hay una intercambio entre los rendimientos para la financiera y la intensidad de la
necesidad insatisfecha de la empresa rural. Sin embargo, para que los mercados financieros satisfagan
toda la demanda de crédito de las empresas rurales, al menos algunas deberán centrar sus estrategias de
crecimiento en sectores y zonas geográficas marginadas. La búsqueda de estos mercados desatendidos es
uno de los papeles más importantes que los inversionistas en impacto pueden jugar.
Adicionalidad (pregunta del cuadro de mando social 2.1)
Las financieras sociales utilizamos el término ‘adicionalidad’ para indicar que estamos brindando
productos y servicios financieros que nuestros clientes no podrían obtener de otro modo, en lugar de
reemplazar el crédito y la capacitación que otros proveen o podrían proveer. En el cuadro de mando
social, Root Capital evalúa el nivel de acceso que tiene cada cliente al financiamiento de otras financieras
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sociales y comerciales como referencia (aunque esto no sea perfecto), para la adicionalidad de nuestro
crédito.
Nuestra experiencia es que hay un intercambio
entre la adicionalidad y el rendimiento financiero.
El tamaño del cliente (medido por sus ingresos)
sirve como referencia para ambos. Las grandes
empresas suelen requerir créditos mayores (a
menudo, $1 millón o más), que son más rentables
para las agencias financieras. Claro que estas
empresas son grandes sólo dentro del espectro de
empresas pequeñas y en crecimiento con las que
Root Capital trabaja, y los beneficiarios finales
(los pequeños productores) son los mismos para
las empresas grandes y pequeñas.
Aunque las empresas más grandes tienden a
trabajar con otras financieras sin fines de lucro o
incluso comerciales, a veces tienen necesidades
insatisfechas que requieren de nuestro apoyo. Sin
embargo, dado que tienen otras opciones, las
grandes empresas necesitan menos de nuestros
créditos que las empresas pequeñas y en etapa
inicial, que reciben crédito de Root Capital cada año (por lo general, son créditos menores que $100.000,
los cuales tienen alto impacto pero no son rentables para Root Capital).
La estrategia de Root Capital se basa en el hecho de que estas pequeñas empresas tienden a crecer y
solicitar créditos mayores. Su crecimiento no sólo aumenta el impacto, sino que también sustenta nuestro
modelo de negocio, dado que los ingresos de los clientes que crecen subsidian créditos para el siguiente
grupo de empresas incipientes.
Las distintas agencias financieras naturalmente buscarán posiciones diferentes en el espectro de
adicionalidad y rendimiento financiero. El desafío para las agencias financieras con misión rural, como
Root Capital, es continuar innovando nuevos modelos de negocio para minimizar o superar ese
intercambio, y lograr adicionalidad y rentabilidad.
Nivel de pobreza de los pequeños productores (pregunta del cuadro de mando social 2.3)
En igualdad de condiciones, entre más pobre sea una población, mayor diferencia significará cada dólar
adicional de ingreso. Al identificar y apoyar a estas poblaciones, los inversionistas de impacto pueden
aumentar el que ellos mismos generan.
Sin embargo, estimar el nivel de pobreza de un determinado grupo de productores y comparar los niveles
de pobreza de dos o más grupos es más fácil de decir que de hacer. En nuestro cuadro de mando social,
los oficiales de crédito estiman si los productores asociados de cada empresa agrícola pueden vivir con
los siguientes ingresos:





$1,25/día per cápita o menos (según la línea de pobreza extrema internacional)
$2/día per cápita o menos (según la línea de pobreza extrema internacional)
$ 4/día per cápita o menos
$10/día per cápita o menos
$10/día per cápita o más
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Natividad Morales es una productora de café y miembro de la cooperativa en Esquipulas, Guatemala.
Nuestra experiencia ha sido que los oficiales de crédito simplemente no tienen la información necesaria
para hacer estimaciones precisas de los niveles de pobreza, y no pueden obtenerla sin encuestar a los
directamente a los productores. Por lo tanto, estamos explorando otras formas de aumentar la precisión
en las estimaciones de los niveles de pobreza que realizan los oficiales de crédito. Una es utilizando la
metodología del Progress Out of Poverty Index (PPI) creada por la Fundación Grameen, que usa
encuestas de 10 preguntas sobre los activos de los hogares para estimar el nivel de pobreza de un grupo
de personas. También estamos explorando la superposición de datos sobre pobreza a nivel de distrito
(recopilados por los gobiernos a través de censos y otras encuestas) en mapas que incluyen a las
poblaciones de nuestros clientes. Utilizaremos ambas metodologías alternativas para revisar los datos de
forma aleatoria y mejorar la precisión de la estimación de los oficiales de crédito.
Vulnerabilidad (pregunta del cuadro de mando social 2.2)
Todos nuestros clientes son vulnerables ante los volátiles precios de los productos básicos, el cambio
climático y otros muchos factores. Además, algunas empresas y productores son vulnerables ante
conflictos civiles y violencia, desastres naturales (como huracanes recientes o deslizamientos extensos), o
patrones climáticos impredecibles o particularmente difíciles (como las sequías en África Oriental). Los
oficiales de crédito hacen juicios cualitativos sobre la gravedad de la vulnerabilidad, y usamos esa
información como un indicador aproximado de a qué porcentaje de empresas a las que concedemos
crédito sufren de una grave vulnerabilidad.
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Resultado final y aprobación del crédito
Una vez completada, cada herramienta de evaluación genera una puntuación final que abarca desde
“Ejemplar” hasta “No cumple con los estándares de Root Capital”. El oficial de crédito puede comentar o
justificar una puntuación final diferente si siente que es inexacta o si desea agregar información
adicional. Una calificación de “C” en cualquier categoría representa una violación a un “detonante”
social o ambiental que descalifica a la empresa para el financiamiento, a menos que el oficial de crédito
pueda demostrar que la empresa se compromete a tomar medidas correctivas inmediatas y concretas. En
ese caso, el oficial de crédito debe proponer convenios de crédito para que sean revisados por el Comité
Ejecutivo Global de Root Capital, el cual establece una estrategia, un cronograma y un procedimiento de
monitoreo para asegurar que se cumplan las medidas correctivas por parte de la empresa.
Para recibir una calificación de Fuerte Impacto Social:

la empresa y sus productores asociados deben tener importantes necesidades insatisfechas en
términos de acceso a financiamiento, niveles de ingreso de los productores o vulnerabilidad; y

la empresa, de alguna manera, debe aumentar el nivel o la estabilidad de los ingresos del productor
(es decir, debe recibir AA o AAA en cualquiera de las preguntas 3.1, 3.2, 3.3, 3.4, 3.5 o 3.6).
En el caso del cuadro de mando ambiental, el oficial de crédito complementa la puntuación final al
responder cinco preguntas que identifican los riesgos o las preocupaciones ambientales más relevantes
(dado el contexto de la empresa, el cultivo y las prácticas) y señalan los dos o tres temas más importantes
por revisar con la empresa en el año siguiente. (La evaluación ambiental completa se lleva a cabo una vez
cada tres años).
Si tiene alguna pregunta o inquietud sobre las prácticas ambientales de un cliente (sobre todo una posible
violación a un “detonante” ambiental), buscará la experiencia del Grupo de Trabajo Ambiental de Root
Capital. El grupo está formado por expertos en agricultura sostenible y conservación ambiental,
miembros y exmiembros de la junta directiva de Root Capital, y otros expertos que han trabajado con
World Wildlife Foundation, Rainforest Alliance, Pew Charitable Trusts y Corporación Financiera
Internacional.
Definimos que hay un desempeño ambiental ejemplar cuando una empresa recibe una puntuación de A o
superior en cada una de las siete categorías de desempeño, lo que indica que la empresa o sus
proveedores practican la agricultura de una manera que mantiene o mejora la salud ambiental a nivel de
finca.
Una vez que un crédito es aprobado, lograr una mayor puntuación social o ambiental no significa que se
le dará prioridad en nuestro proceso de aprobación o en ningún cambio en intereses u otros términos del
crédito. Por el contrario, nuestro enfoque es establecer estándares que sean consistentes con nuestra
misión, y financiar a todos los clientes que cumplan con esos estándares.
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Conclusión
La visión de Root Capital es catalizar un próspero mercado financiero que sirva a empresas rurales con el
fin de generar sostenibilidad social, económica y ambiental a largo plazo, para los pequeños productoresy
sus comunidades alrededor del mundo. Esperamos que al compartir nuestra metodología para una
evaluación social y ambiental facilitemos que otros financistas incorporen los aspectos sociales y
ambientales en sus procesos de evaluación. Invitamos a otras organizaciones a compartir sus enfoques, y
contribuir con los estándares y las mejores prácticas para una evaluación social y ambiental. Lo anterior
permitirá que el sector de las finanzas sociales enfoque sus créditos e inversiones en empresas que
generarán el mayor impacto en los 2,5 mil millones de personas que viven con menos de $2 por día, y en
el ambiente natural del cual todos dependemos.
La fotografía es de una instalación de almacenamiento de fertilizantes y otros agroquímicos en una finca de café certificado en Kenia. Esta
instalación segura (alejada de las áreas habitables y fuentes de agua locales) garantiza que los agroquímicos permanezcan contenidos y no
contaminen el ambiente local o amenacen la salud humana.
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