Disparidades regionales de la presión tributaria1

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Nota de Actualidad al 18/04/06
Disparidades regionales de la presión tributaria1
Nadin Argañaraz
nadinar@ieral.org
¿Porqué existen diferencias en el modo en que municipios y provincias gravan a las
actividades productivas? De acuerdo a estudios propios2, la presión legal ejercida por el
Impuesto a los Ingresos Brutos (IIB) en Santiago del Estero es entre 2 y 3 veces más alta
que en La Rioja o Chubut. Si se analiza la Tasa municipal de Seguridad e Higiene (TSH), la
presión ejercida por ésta en algunos municipios de la provincia de Entre Ríos, llega a ser
hasta 50 veces más elevada que la de ciertos municipios de provincias como las de
Mendoza o Tierra del Fuego. Éstos son tan sólo algunos ejemplos de las disparidades que
se advierten en el mapa tributario de todo el país, que van desde distintas alícuotas hasta
una amplia variedad de tributos, bases y hechos imponibles.
Veamos algunas razones que podrían explicar las diferencias regionales de la presión
tributaria:
1- Nivel de ingreso de las jurisdicciones. Tanto el IIB como la TSH en gran parte
de los municipios se cobran sobre las ventas brutas netas de IVA3. En
consecuencia, cabe esperar que una jurisdicción con un bajo nivel de actividad,
que se traduce en una menor base imponible para estos tributos, ceteris paribus,
establezca alícuotas más altas, a los efectos de intentar recaudar lo mismo que el
resto. En efecto, si se correlaciona la presión ejercida en conjunto por el IIB y la
TSH con el nivel de ingreso de cada provincia, se advierte una vinculación negativa
entre ambas variables. Vale decir, a mayor nivel de ingreso per cápita, la presión
fiscal legal tiende a disminuir. A su vez, se observa que entre las jurisdicciones de
menores ingresos existe una mayor variabilidad en la presión ejercida, mientras
que en las provincias de mayores ingresos, la carga fiscal tendería a estabilizarse
en torno a un determinado valor.
1
Nota publicada el día 18/04/06 en el diario El Cronista
Ieral analiza desde el año 2002 la presión fiscal legal que ejercen sobre la actividad productiva el IIB, en las
24 provincias, y la TSH, en una muestra de 100 municipios de todo el país. www.cargafiscal.com.ar.
3
El 77% de los 100 municipios estudiados cobra la TSH sobre los ingresos brutos.
2
1
2- Posibilidad de financiamiento a través de otras fuentes de ingresos, como
las transferencias de recursos desde niveles superiores de gobierno. Aquella
jurisdicción que necesite financiar una proporción mayor de su gasto público per
cápita con recursos propios, tendría que aplicar una presión fiscal más elevada que
otras jurisdicciones con menores necesidades.
3- Tamaño de las jurisdicciones. Los resultados de nuestro estudio muestran que
a medida que aumenta el tamaño poblacional de los municipios, la presión fiscal
ejercida tiende a ser mayor. Esto iría en línea con una relación, conocida en las
finanzas públicas como el “efecto zoo”, que establece que a medida que aumenta
el tamaño de una jurisdicción, es necesario prestar una mayor cantidad de bienes
públicos y, por ende, financiar un nivel de gasto público más alto.
4- Nivel de informalidad. Puesto que un mayor grado de informalidad de la
economía reduce la “base imponible” de una jurisdicción, es de esperar que
regiones que presenten niveles de informalidad altos graven con una alícuota más
alta, puesto que estarían actuando sobre una determinada porción de la economía
y, por ende, la gravarían con una mayor presión a los efectos de obtener un
determinado nivel de recaudación. Si bien no se dispone de información relativa al
grado de evasión a nivel subnacional, a partir de las relaciones entre la presión
legal y la presión efectiva (medida por la recaudación) es posible inferir que la
informalidad está correlacionada con la mayor presión tributaria en ciertas
jurisdicciones. El resultado de esta situación es una sobrecarga tributaria a la
actividad formal, generándole una pérdida de competitividad por la “competencia
desleal” frente a los sectores informales. Por ende, es esencial un ataque integral
de los tres niveles de gobierno a la evasión tributaria, cuyo resultado no solamente
beneficiaría en términos de equidad sino también de eficiencia asignativa.
En síntesis, coexiste en todo el país una gran diversidad de características tributarias
provinciales y municipales, que no se limita a alícuotas diferenciales, sino que incluye a
distintas bases imponibles, cantidad de tributos y modos de imposición en general. Esta
situación eleva los costos de cumplimiento de las unidades económicas que operan en
varias jurisdicciones, amplificando los efectos distorsivos que ya contienen impuestos
como el IIB o tasas como la TSH.
Pensando en soluciones, no hay duda que la de fondo se relaciona con una reformulación
del federalismo fiscal argentino, que deje en claro las responsabilidades de gasto y
potestades tributarias de cada nivel de gobierno. Aún sin que se avance en esta línea,
situación que podría ocurrir recién en el largo plazo, pueden encararse reformas de
armonización tributaria que disminuyan los costos de cumplimiento, como pueden ser la
uniformidad de los códigos y leyes impositivas, dejando siempre en cabeza de cada
jurisdicción la decisión de qué alícuota implementar según la demanda de bienes públicos
que tenga.
2
s obr e pr om e dio actividade s
Pr e s ión global (IIB+ TSH)
Relación entre la presión fiscal global (TSH+ IIB) y el nivel de ingreso
5%
4%
3%
2%
1%
0%
0
5,000
10,000
15,000
PBG p e r cáp ita p r o vin cial
Fuente: Ieral de Fundación Mediterránea.
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