La Internacionalización del Fútbol Fernando Carrión M. En el año 1848 se reunieron algunos miembros de los colegios londinenses en la Universidad de Cambridge para dar forma al Código Cambridge, que fue la base de las 17 reglas que norman hasta ahora esta práctica deportiva. Posteriormente en el año 1863 se las oficializó en el marco de la fundación de la Asociación de Fútbol, dando carta de nacimiento al fútbol moderno. Siete años después –el 5 de marzo de 1870- se produce el primer partido internacional, jugado entre Escocia e Inglaterra. En otras palabras, desde los inicios del fútbol moderno se produce su internacionalización, al extremo que se podría afirmar que es consustancial a este deporte, que es parte de su lógica interna y que se globalizó antes de la globalización. La ruptura del afincamiento de los partidos al interior de una misma comunidad local se quebranta y, cuando ello ocurre, se inicia la competencia deportiva con partidos de local y de visita, como antesala a los juegos de carácter internacional que, posteriormente, se desplegarán con fuerza gracias al desarrollo, primero del ferrocarril, luego de la marina y finalmente de la aviación. De aquella época para acá mucho ha cambiado: la institucionalidad rompió los límites británicos para convertirse en un ente de carácter mundial; por un lado, este rato existen seis confederaciones que representan a otros tantos bloques regionales y, por otro, hay 202 países que son miembros de la FIFA, órgano rector del fútbol mundial. El principio de la universalización se ha consolidando rápidamente. Pero, adicionalmente, hay que tener en cuenta el sistema de competencias que está compuesto por torneos nacionales e internacionales de clubes y selecciones. Sin duda, el elemento central y rector de las competencias es el campeonato mundial de Fútbol, que se inicia por invitación en el año de 1930 y que con el paso del tiempo se ha convertido en la actividad que mayor movilización humana produce. Son justas deportivas que se realizan durante un mes cada cuatro años, pero para poder participar hay que clasificarse mediante un sistema de partidos que dura casi tres años. En términos de selecciones hay también certámenes propios de cada una de las confederaciones, que se realizan en la mitad del período del mundial. En el ámbito de los clubes existen múltiples torneos, siendo los más relevantes los que se producen en cada una de las seis confederaciones; los cuales definen al campeón continental que representará a la confederación, dentro de la Copa Confederaciones. Generalmente en cada región existen dos torneos, uno en el primer semestre y otro en el segundo. Como resultado de esta situación, se tiene un órgano rector del fútbol mundial, la FIFA, que norma a un sistema permanente de competencias -múltiples y simultáneas- que lleva a que un jugador de élite participe en no menos de 60 partidos por temporada y a que la organización de las mismas esté calendarizado en función de los torneos que se realizan en los países importadores de futbolistas (EUROPA), lo cual ha llevado a que los torneos nacionales terminen dividiéndose en dos, por el tema de los husos horarios y de un mercado en que la demanda impone sus reglas. CITAS “Los deportes de origen británico son concomitantes con la modernización, la construcción de estados nacionales y la internacionalización creciente de los intercambios económicos, sociales y culturales en el siglo XIX y comienzos del XX”. Archetti, Eduardo “Es el desarrollo de un deporte que supo aunar esfuerzos con el avance de la aviación y la técnica televisiva para conquistar el mundo”. Blatter,Joseph S. “La difusión del fútbol asociación británico hacia los países de Europa continental y de América se inició al día siguiente de la codificación del juego realizada en 1863. Ello fue una consecuencia de la gran expansión industrial y comercial de Gran Bretaña durante la segunda mitad del siglo XIX”. Eísenberg, Chrístíane “La globalización y la comercialización han producido dos resultados a nivel club: 1) un juego de mejor calidad, lo cual, en economía, equivale a mayor productividad y 2) una mayor concentración de equipos vencedores, lo cual equivale a mayor desigualdad”. Branko Milanovic, profesor Escuela de Políticas Sociales en la Universidad de Maryland.