Actualización de los principales problemas de salud Insuficiencia cardíaca M.a Mar Domingo Teixidor Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. EAP Sant Roc. Badalona. Barcelona. Grupo de Trabajo de Malalties del Cor. Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària. Amparo Mena González Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. EAP Congrés. Barcelona. Grupo de Trabajo de Malalties del Cor. Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària. Josep Lupón Rosés Especialista en Cardiología. Unidad de insuficiencia cardíaca. Servei de Cardiologia. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol. Badalona. Las nuevas guías de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) sobre el diagnóstico y el tratamiento de la insuficiencia cardíaca aguda y crónica constituyen la principal publicación aparecida a lo largo del año 20121. Posteriormente, y como suele ser habitual tras la aparición de una guía ESC, se ha divulgado la versión reducida y traducida al castellano2, así como los comentarios de expertos nacionales sobre estas guías3. Las modificaciones más relevantes respecto a las anteriores guías publicadas en el año 2008 se han producido en cinco aspectos fundamentales: el algoritmo diagnóstico de la enfermedad, el tratamiento farmacológico, la terapia de resincronización cardíaca (TRC), el tratamiento quirúrgico y el abordaje percutáneo de determinadas valvulopatías y de pacientes en unidades multidisciplinarias. En esta actualización, sobre todo se incide en los cambios a nivel del diagnóstico y el tratamiento farmacológico de esta enfermedad, por ser los más cercanos y de interés para los médicos de Atención Primaria (AP). Diagnóstico de insuficiencia cardíaca Las novedades más destacadas en el diagnóstico de la enfermedad se centran en ayudar a establecer la sospecha clínica inicial y a que esta sea corroborada y acotada en base a una serie de criterios objetivos basados en la función ventricular. En este sentido, las guías: 1. Describen de una forma más exhaustiva y práctica los signos y los síntomas sugestivos de insuficiencia cardíaca (IC), y los clasifican en función de su especificidad y su tipicidad, respectivamente, con el objetivo de ayudar al facultativo a establecer una sospecha clínica inicial más fundamentada (tabla 1), sobre todo en etapas iniciales de la enfermedad y en pacientes que consultan con clínica sugestiva de IC y presentan comorbilidades (edad avanzada, obesidad, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, etc.) que dificultan el diagnóstico. 2. Definen criterios más específicos para el diagnóstico de IC, insistiendo en la valoración objetiva de la disfunción ventricular para confirmar esta patología junto con los criterios clínicos. Así, para el diagnóstico de IC con función sistólica deprimida se exigen tres criterios positivos, y para la IC con función sistólica conservada se requieren cuatro criterios (tabla 2). 3. Establecen un grado de recomendación para cada una de las exploraciones complementarias que ayudan a guiar y confirmar el diagnóstico de esta entidad (aunque con nivel de evidencia C). En este sentido, el electrocardiograma de 12 derivaciones, el ecocardiogramaDoppler y la analítica (para descartar precipitantes, causas reversibles y evaluar futuros tratamientos) son recomendaciones de clase I, mientras que la radiografía de tórax y la determinación de los péptidos natriuréticos son recomendaciones de clase IIa. 4. Proponen un nuevo algoritmo (figura 1) con una doble vía de diagnóstico en el que: • Se diferencia entre la forma de presentación aguda (pacientes que acuden a urgencias) y no aguda (pacientes que acuden sin urgencia a AP o a consultas externas hospitalarias). • Se clarifica el papel que desempeñan los péptidos natriuréticos (BNP o NT-proBNP) en el proceso diagnóstico en función del entorno donde se cuantifiquen, de manera que: – En pacientes con clínica no aguda, se prioriza la determinación de estos biomarcadores como un elemento de cribado previo al ecocardiograma, gracias a su elevado valor predictivo negativo (vía roja como primera opción). – En pacientes con clínica aguda, se prioriza la práctica de un ecocardiograma Doppler confirmatorio AMF Abril 2013 1 M.a Mar Domingo Teixidor Amparo Mena González Josep Lupón Rosés Insuficiencia cardíaca TABLA 1 Síntomas Signos Típicos Más específicos Disnea Presión venosa yugular elevada Ortopnea Reflujo hepatoyugular Disnea paroxística noctuna Tercer sonido del corazón (ritmo galopante) Baja tolerancia al ejercicio Impulso apical desplazado lateralmente Fatiga, cansancio, más tiempo de recuperación tras practicar ejercicio Soplo cardíaco Inflamación de tobillos Menos típicos Menos específicos Tos nocturna Edema periférico (tobillos, del sacro, escrotal) Sibilancias Crepitaciones pulmonares Aumento de peso (. 2 kg/semana) Menor entrada de aire y matidez a la percusión en las bases pulmonares (efusión pleural) Pérdida de peso (IC avanzada) Taquicardia Sensación de hinchazón Pulso irregular Pérdida de apetito Taquipnea (. 16 rpm) Confusión (especialmente en ancianos) Hepatomegalia Depresión Ascitis Palpitaciones Pérdida de tejido (caquexia) Síncope Adaptación de la Guía de la Sociedad Europea de Cardiología para el diagnóstico y tratamiento de la IC 2012. IC: insuficiencia cardíaca. por delante de la determinación de los péptidos natriuréticos, por la mayor especificidad de los signos y síntomas sugestivos de IC en estas circunstancias (vía azul como primera opción). • Se establecen diferentes puntos de corte de exclusión (cut-off points) de los péptidos natriuréticos para el diagnóstico de IC en función del entorno donde se apliquen, de manera que en los pacientes que acuden sin urgencia se ha de utilizar un punto de corte de exclusión más bajo para evitar falsos negativos (figura 1). Tratamiento de la insuficiencia cardíaca Tratamiento farmacológico Las principales novedades en el tratamiento farmacológico se han producido en el abordaje de la IC con función sistólica deprimida. En la actualidad no se dispone de novedades terapéuticas de impacto en el tratamiento de la IC con función sistólica conservada. Las actualizaciones de las nuevas guías en este apartado incluyen: la modificación al alza del grado de recomenda- TABLA 2 Diagnóstico de insuficiencia cadíaca IC con fracción de eyección deprimida Síntomas típicos de IC Signos típicos de ICa Fracción de eyección dek VI deprimida IC con fracción de eyección conservada Síntomas típicos de IC Signos típicos de ICa Fracción de eyección del VI normal o ligeramente deprimida, y VI no dilatado Enfermedad estructural cardíaca relevante (hipertrofia de VI/crecimiento de aurícula izquierda) o disfunción diastólica os signos pueden no estar presentes en las primeras fases de la IC (especialmente en la IC con fracción de eyección conservada) y en los pacientes tratados con L diuréticos. Adaptación de la Guía de la Sociedad Europea de Cardiología para el diagnóstico y tratamiento de la IC 2012. IC: insuficiencia cardíaca; VI: ventrículo izquierdo. a AMF Abril 2013 2 M.a Mar Domingo Teixidor Amparo Mena González Josep Lupón Rosés Insuficiencia cardíaca FIGURA 1 Algoritmo diagnóstico de IC en función de la disponibilidad de explotaciones complementarias SOSPECHA DE INSUFICIENCIA CARDÍACA Debut agudo Debut no agudo ECG Posiblemente radiografía torácica ECG Radiografía torácica Ecocardiografía BNP/NT-pro BNPa BNP/NT-pro BNP Ecocardiografía ECG normal y NT-proBNP , 300 pg/ml o BNP , 100 pg/ml ECG anómalo o NT-proBNP 300 pg/mlc o BNP 100 pg/mlc ECG anómalob o NT-proBNP 125 pg/mlb o BNP 35 pg/mlb ECG normal y NT-proBNP , 125 pg/ml o BNP , 35 pg/ml Insuficiencia cardíaca improbabled Insuficiencia cardíaca improbabled Ecocardiografía Diagrama de flujo para el diagnóstico de pacientes con sospecha de insuficiencia cardíaca, que muestra abordajes alternativos: «ecocardiografía primero» (azul) o «propéptido natriurítico primero» (rojo). Adaptación de la Guía de la Sociedad Europea de Cardiología para el diagnóstico y tratamiento de la IC 2012. a En la presentación aguda, también se puede utilizar MR-proANP (punto de corte, 120 pmol/l , 129 pmol/l - insuficiencia cardíaca improbable). b Se eligen puntos de corte de exclusión para los péptidos natriuréticos para minimizar la tasa de falsos negativos y reducir las ecocardiografías innecesarias. c Otras causas de las cifras de péptido natriurético elevadas en la presentación aguda son el síndrome coronario agudo, las arritmias ventriculares o auriculares, la embolia pulmonar y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica grave con altas presiones cardíacas derechas, insuficiencia renal y sepsis. Otras causas de elevación del natriurético en la presentación no aguda son: vejez (. 75 años), arritmias auriculares, hipertrofia del ventrículo izquierdo, enfermedad pulmonar obstructiva crónica enfermedad renal crónica. d El tratamiento puede reducir la concentración del péptido natriurético, que pueden no estar muy elevadas en los pacientes con IC. BNP: péptido natriurético tipo B; ECG: electrocardiograma; IC: insuficiencia cardíaca; MR-proANP: propéptido natriurético auricular de región media; NT-proBNP: fracción aminoterminal del propéptido natriurético tipo B. ción de los fármacos antagonistas de la aldosterona, la introducción de la ivabradina en el esquema terapéutico actual, la modificación a la baja del grado de recomendación de cuatro grupos farmacológicos (antagonistas de los receptores de la angiotensina II [ARA-II], digoxina, hidralazina y dinitrato de isosorbida) y el abordaje farmacológico de algunas comorbilidades asociadas a esta enfermedad. tomáticos (clase II-IV de la New York Heart Association) y con una fracción de eyección , 35 %, ya tratados con inhibidores de la enzima conversora de angiotensina (IECA) y bloqueadores beta (BB). Antagonistas de la aldosterona Las guías no especifican qué antagonista de la aldoste­ rona utilizar (espironolactona o eplerenona), de manera que ofrecen un efecto de clase para este grupo farmacológico. Este grupo terapéutico ha desplazado a los ARA-II en el esquema terapéutico de la IC con función sistólica deprimida tras el estudio EMPHASIS4, de manera que en la actualidad estos fármacos constituyen el segundo escalón terapéutico (por delante de los ARA-II) en pacientes sin3 En la actualidad, los antagonistas de la aldosterona pasan a tener el mismo grado de indicación (grado de recomendación I, nivel de evidencia A) que los IECA y los BB. Se sigue destacando la importancia de monitorizar la función renal y el ionograma en el inicio, la titulación y el se- AMF Abril 2013 M.a Mar Domingo Teixidor Amparo Mena González Josep Lupón Rosés Insuficiencia cardíaca guimiento del tratamiento con antagonistas de la aldosterona y se desaconseja la utilización concomitante de IECA, antagonistas de la aldosterona y ARA-II por sus efectos deletéreos sobre la función renal y la hiperpotasiemia. Ivabradina A partir del estudio SHIFT5, se recomienda su utilización en pacientes en ritmo sinusal que presentan una frecuencia cardíaca superior a 70 lpm, a pesar de estar en tratamiento óptimo y con dosis máximas toleradas de BB, IECA y antagonistas de la aldosterona (grado de recomendación IIa, nivel de evidencia B). Esta indicación está en discordancia con la recomendación dada por la Agencia Europea del Medicamento, que aconseja la introducción del fármaco a partir de una frecuencia cardíaca 75 lpm. En cualquier caso, e independientemente de la frecuencia a la que se inicie este fármaco, el mensaje que es necesario interiorizar es que la frecuencia cardíaca elevada per se es un marcador de mal pronóstico; por lo tanto, un objetivo terapéutico es bradicardizar a estos pacientes, inicialmente con BB, y una vez que se haya optimizado el tratamiento, considerar de forma sistemática el uso de ivabradina si la frecuencia es . 75 lpm. Antagonistas de los receptores de la angiotensina II Los ARA-II mantienen su recomendación como fármacos de elección en pacientes con una fracción de eyección (FE) 40 % que no toleren los IECA debido a la aparición de tos (grado de recomendación I, nivel de evidencia A); sin embargo, el doble bloqueo de elección es la combinación de un IECA y un antagonista de la aldosterona (frente a IECA + ARA-II), como ya se ha descrito anteriormente. Tratamiento de comorbilidades Son muchas las comorbilidades que pueden afectar a los pacientes con IC, por lo que en esta actualización únicamente se mencionan las más destacadas o de mayor interés para el médico de AP. • Anemia/déficit de hierro: por primera vez se recoge la posibilidad de corregir la carencia de hierro administrando hierro por vía intravenosa. • Depresión: se desaconseja la utilización de antidepresivos tricíclicos. Los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina parecen ser fármacos seguros. • Diabetes mellitus: las glitazonas son fármacos que se deben evitar en pacientes con IC. La metformina es aparentemente segura en pacientes con IC, excepto en aquellos con insuficiencia renal o hepática grave debido al riesgo de acidosis láctica. Se desconoce la seguridad de los fármacos antidiabéticos más nuevos. • Disfunción eréctil: los inhibidores de la fosfodiesterasa V están contraindicados únicamente en pacientes que reciben nitratos. • Gota: se pueden utilizar inhibidores de la xantina oxidasa (alopurinol) para prevenir la gota. Los ataques de gota se tratan mejor con colchicina que con antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Otros tratamientos Terapia eléctrica (desfibrilador automático implantable y resicronización cardíaca), tratamiento quirúrgico y abordaje percutáneo de determinadas valvulopatías. • Desfibrilador automático implantable (DAI): en prevención secundaria, se amplía su indicación y se hace universal (independientemente de la fracción de eyección). En prevención primaria, se recomienda en pacientes sintomáticos (clase II-III) con fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) 35 % a pesar de 3 meses de tratamiento médico óptimo. • La revascularización quirúrgica en pacientes con disfunción sistólica, angina y enfermedad de dos o tres vasos (que incluya la arteria descendente anterior) con calidad óptima para cirugía recibe una indicación IB. No queda claro el papel de la cirugía en ausencia de angina o miocardio viable. • Por primera vez en estas guías, se recoge la posibilidad de la implantación percutánea de una prótesis valvular aórtica en pacientes con alto riesgo quirúrgico. Bibliografía 1.McMurray JJ, Adamopoulos S, Anker SD, Auricchio A, Böhm M, Dickstein K, et al; ESC Committee for Practice Guidelines. ESC Guidelines for the diagnosis and treatment of acute and chronic heart failure 2012: The Task Force for the Diagnosis and Treatment of Acute and Chronic Heart Failure 2012 of the European Society of Cardiology. Developed in collaboration with the Heart Failure Association (HFA) of the ESC. Eur Heart J. 2012;33(14):1787-847. 2.Guía de práctica clínica de la ESC sobre diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia cardíaca aguda y crónica 2012. Rev Esp Cardiol. 2012;65(10):938.e1-e59. 3.Alonso-Pulpón L, Bover R, Castro A, Díaz-Molina B, Gómez-Bueno M, González-Juanatey JR, et al. Comentarios a la guía de práctica clínica de la ESC sobre diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia cardíaca aguda y crónica 2012. Un informe del Grupo de Trabajo del Comité de Guías de Práctica Clínica de la Sociedad Española de Cardiología. Rev Esp Cardiol. 2012;65(10):874-8. 4.Zannad F, McMurray JJ, Krum H, Van Veldhuisen DJ, Swedberg K, Shi H, et al. Eplerenone in patients with systolic heart failure and mild symptoms. N Engl J Med. 2011;364:11-21. 5.Swedberg K, Komajda M, Bohm M, Borer JS, Ford I, Dubost-Brama A, et al. Ivabradine and outcomes in chronic heart failure (SHIFT): a randomised placebo controlled study. Lancet. 2010;376:875-85. AMF Abril 2013 4