1 2 INTRODUCCION Las lecciones Creación a Cristo son La Fase 1 de un currículo que apunta al crecimiento espiritual del creyente. Usted puede solicitar todos los materiales a: Ministerios Cadena de Gracia. Los cuadros agregados a cada lección son usados con permiso de la Misión Nuevas Tribus que tiene el derecho sobre ellos. A continuación anoto la lista de lecciones disponibles para que las use sea en Estudios de Hogar, en la Iglesia Local o en Centros de Capacitación Bíblica. Este material puede ser clasificado como Discipulado. PROGRESANDO HACIA LA MADUREZ Fase 1 Relación con Dios (Apocalipsis 4:11; 1 Corintios 1:9) El llamado de Dios es primero a El Mismo. Creación a Cristo. (Fundamentos para la salvación). Fase 2 La Posición con Cristo (1 Corintios 1:30ª) Una nueva creación (2 Corintios 5:17) Creación a Cristo Para Creyentes en Crecimiento y El Nuevo Nacimiento Explicado. (Fundamentos para la santificación). Fase 3 Dependiendo en el Espíritu Santo (2 Corintios 3:17-18) Es el Espíritu de verdad de Juan 16:13-14. Introducción a la Iglesia (La Iglesia es columna y baluarte de la verdad—1 Timoteo 3:15) Hechos Para Creyentes en Crecimiento. Fase 4 Identificación con Cristo / la co-crucifixión con Cristo (Romanos 6:6 Gálatas 2:20. Romanos Para Creyentes en Crecimiento. Principios del Crecimiento Espiritual. La Obra Maestra de Dios: la Cruz de Cristo. Fase 5 Santificación Práctica / Conformados a la Imagen de Cristo (Romanos 8:29-29) Romanos a Apocalipsis Para Creyentes en Crecimiento y Mirando a Cristo. Estos materiales usted puede bajarlos de la página www.wilsoncampoverde.com 3 INDICE LECCION TEMA PAGINA 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 Tabla Introduciendo la Biblia La Creación La caída de Adán y Eva 5 10 14 19 25 31 38 47 55 60 69 75 84 92 98 104 110 117 126 133 141 La promesa del Libertador Caín y Abel Noé y el Diluvio Abram, Sarai, Lot Abraham, Isaac y Jacob Moisés el Libertador La salida de Egipto Los Diez Mandamientos El Tabernáculo Entrada a Canaán Juan el Bautista y Jesús Ministerio de Jesús El Nuevo Nacimiento Jesús el único Mediador Jesús la resurrección El Cordero de Dios Consumado es Las profecías 4 Lección 1 Introduciendo la Biblia Solo Dios, Dios creó seres espirituales Lucifer se rebeló Josué 1:8 ; Salmo 1:1-3 Nuestro propósito es desarrollar una base bíblica sólida, comenzando con la creación hasta la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. Queremos tener una fe bíblica en Dios, Jesús y Su Palabra. Dios será el enfoque de nuestro estudio: Su persona y lo que hace. El es el personaje central de la Biblia y quien escribió este libro con el propósito de que lo conozcamos. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16,17) Toda la escritura es inspirada por Dios. Dios habló a los hombres llamados profetas el mensaje exacto que El quería que escribieran. A veces habló en forma audible, otras veces en visiones; en ocasiones El puso el mensaje directamente en sus mentes. (2 Pedro 1:20-21) Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. La Biblia es el único libro en este mundo cuyo autor es Dios. Fue escrito en el transcurso de 1600 años por más de 40 hombres y aun así tiene una unidad absoluta de principio a fin. La razón es que Dios es el autor. La Biblia es el mensaje de Dios al mundo y El escogió a los judios como si fueran un megáfono para trasmitirlo. De todos los escritores que Dios usó solamente uno no era judio. Ese fue el Dr. Lucas que escribió Hechos y Lucas. La Biblia es el libro más citado, más publicado, más traducido y el libro que más ha influenciado en la historia. Jeremías 9:23,24 Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová. ¿Cuán bien conocemos a Dios? ¿Cuán grande es El? ¿Cuán importante es El? ¿Tuvo Dios comienzo? ¿Tiene Dios fin? ¿De dónde salió El? 5 En esta lección veremos que Dios existe desde antes de todas las cosas y aprenderemos que El es soberano. Empecemos en Génesis 1:1 “En el principio creó Dios . . .” La primera cosa que Dios quiere que sepamos es que hay un principio de todas las cosas. El universo, la tierra, los ángeles, los demonios, las plantas, los animales y los hombres, todos tienen un principio. Sólo Dios no tiene principio. El ya estaba allí, antes de todas las cosas. Nunca hubo un tiempo en el cual Dios no existiera. El no ha sido creado, ni ha nacido. El siempre ha estado vivo y nunca morirá (1 Timoteo 1:17 ; 6:16). Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. Otro factor acerca de Dios es que El es eterno y para siempre será Dios. En Génesis 1:26 vemos que aunque es un sólo Dios consta de tres personas que son igualmente Dios. (La Trinidad) (Mateo 28:19 ; 2 Corintios 13:14). La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén. A la Trinidad no la podemos explicar, todas las ilustraciones humanas no son suficientes. Pero el hecho de que la Trinidad es un solo Dios, nos muestra Su grandeza. (No hay otro como El). Otro dato grandioso es que Dios es Espíritu (Juan 4:24) El no tiene un cuerpo de carne y huesos como nosotros los humanos. Dios no tiene limitaciones. El sabe todas las cosas (Romanos 11:33,34) El está en todo lugar a la misma vez. (Jeremias 23:23,24 ; Salmo 139:7-12) Es imposible para nosotros, seres finitos, comprender a alguien que no tiene principio ni fin y que es tres personas en una. No podemos imaginar a alguien que no tenga un cuerpo hecho de carne y que esté en todo lugar a la misma vez y que sepa todo. Nuestro Dios es sumamente superior a cualquier cosa que podamos imaginar. Una palabra que se usa para describir el hecho de que Dios es infinito y superior a todos es: Soberano (Rey, Supremo en poder) Antes de ver la creación del universo estudiemos acerca del mundo de los espíritus, al cual no podemos ver. En el principio Dios creó a todos los seres espirituales (ángeles). Hay muchas palabras en la Biblia para describirlos: espíritus, ángeles, querubines, serafines, potestades, principados, huestes de los lugares celestiales. Todos los espíritus fueron creados y cuando Dios hizo la tierra y aparece Satanás en el Jardín del Edén es obvio que ya existía. Antes del comienzo ninguno de ellos existía. Dios les dio vida para que sean testigos de la creación. (Job 38:1-7) En Nehemias 9:6 nos damos cuenta que los seres espirituales adoran a Dios. Dios es mayor que los espíritus (ángeles). El vive antes que ellos y El los creó. Mucha gente hoy en dia tiene un tremendo concepto acerca de los ángeles. Los miran como si fueran Dios. (Ellos no son Dios, ellos adoran a Dios) 6 Algo más para pensar: Cuando El creó a los seres espirituales, El escogió no darles cuerpos físicos. Por esa razón ellos pueden moverse a donde quieran. Aunque ellos no están en todo lugar a la misma vez como Dios. Aunque no tienen cuerpos como los humanos, ellos pueden entrar en animales o aun seres humanos en diferentes ocasiones. (Hebreos 13:2) ¿Por qué hizo Dios espíritus? (Salmo 103:20,21) Para que le amaran y sirvieran. En el principio todos los espíritus fueron ángeles de Dios. Dios los hizo perfectos, ninguno era malo. También los creó con gran sabiduria y fortaleza (Salmo 103:20) Pero Lucifer se rebeló queriendo ser Dios. Por eso fue echado del cielo y desde entonces odia cualquier cosa que Dios haga y ame. Isaías 14: 12-14 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Ezequiel 28:14-17 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Datos acerca de los ángeles 1. La palabra ángel aparece en 34 de los 66 libros de la Biblia. Se usa 275 veces. 2. ¿Hay ángeles de sexo masculino y femenino? ¿Se casan? ¿Mueren? Lucas 20:34-36 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. 3. ¿Comen? y si lo hacen, ¿qué comen? No podemos contestar estas preguntas pero hay unos versículos interesantes: Salmo 78:23-25 Sin embargo, mandó a las nubes de arriba, y abrió las puertas de los cielos, e hizo llover sobre ellos maná para que comiesen, y les dio trigo de los cielos. Pan de nobles comió el hombre; les envió comida hasta saciarles. 4. ¿Hay ángeles guardianes? (Mateo 18:10 ; Hebreos 1:14) 5. ¿Hay diferentes niveles entre los ángeles? A. Judas 9....................................................... arcángel Miguel 7 B. C. D. E. F. Daniel 10:13 …………………………….... principe del reino Efesios 3:10 ............................................... principados y potestades Isaias 6:1-3 ……………………………..... serafines adoran a Dios Génesis 3:22-24 ........................................ Querubines, guardan la santidad de Dios 1 Timoteo 5:21 …………………………... ángeles escogidos. Los ángeles son: A. Inteligentes …………………………........ 1 Pedro 1:12 B. Tienen emociones ………………………... Lucas 2:13 C. Tienen voluntad ………………………...... Judas 6 D. Tienen gran poder .................................... 2 Pedro 2:11 ¿Cuántos ángeles hay? (Apocalipsis 5:11 ; Hebreos 12:22) Todos los espíritus en el principio vivian con Dios. No sabemos exactamente donde está el cielo pero sabemos que es un lugar real. Se lo menciona muchas veces en la palabra de Dios y es el lugar donde Dios habita. Aunque El está a la vez en todo lugar, el cielo es su hogar (Salmo 11:4) Dios no creó a los ángeles exactamente iguales. Algunos fueron mas hermosos, inteligentes y sabios que otros. El ángel más grande se llamaba Lucifer, que significa Lucero de la Mañana. Dios le dio poder y autoridad sobre los otros ángeles (Ezequiel 28:17). Lucifer quiso ser como Dios y sentarse en Su trono. El fue el primero en hacer el mal y rebelarse contra Dios (Isaias 14:1215) Muchos de los ángeles de Dios siguieron a Lucifer quien es ahora su lider. ¿Cómo pudo pasar esto? Nos damos cuenta que Dios permite a sus criaturas que escojan. Nada de esto fue una sorpresa para El. El sabia lo que Satanás y los otros espíritus estaban pensando (Heb. 4:13) Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Dios le quitó a Lucifer su puesto y él con los otros ángeles rebeldes ya no son siervos de Dios. Ellos siempre se oponen a Dios. Aunque Job 1:6,7 ; 2:1,2 nos dicen que Satanás tiene acceso a Dios, pero ya no vive en el cielo. Dios preparó un lugar horrible de castigo eterno llamado: lago de fuego, para Lucifer y sus seguidores. Dios siempre castiga a aquellos que se rebelan ante El (Apocalipsis 20:10 ; Mateo 25:41) Por esta causa Lucifer y los suyos odian a Dios. Lucifer es llamado ahora Satanás que significa: enemigo, acusador, y sus seguidores son llamados demonios. Ellos están activos alrededor de la tierra. ¿Recuerda Job 1 y 2? Satanás se pasea por la tierra. 8 En nuestra sociedad ha ganado mucha atención de la gente. Hay películas acerca de él, libros, música, juegos y aún se le adora. Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. (2 Corintios 11:13-15) Hablaremos más de este tema en lecciones futuras. 9 Lección 2 La Creación Génesis 1:1 – 1:26 Hay varias teorías sobre el origen de la tierra. La teoría que más suena es la del “big bang o la gran explosión. También hay muchas teorías acerca del origen de la vida. La que más se enseña por todo lado es la evolución; esta teoría dice que nuestros ancestros fueron unos monos. (Los Cañaris en el Ecuador creían que los hombres venimos de unos pájaros llamados guacamayos). Muchos arqueólogos y científicos han criticado el libro de Génesis diciendo que es una historia mitológica y falsa. Sin embargo los hallazgos arqueológicos más recientes han confirmado detalles exactos que apoyan el relato de Génesis sobre la Creación. Mientras ningún científico puede decir a ciencia cierta como empezó todo, la Biblia comienza diciendo: “En el génesis. . .” La Biblia no es un mito, sino una historia verídica. La palabra Génesis significa principio u orígenes, y nada ni nadie (excepto Dios) existió antes del principio. Génesis 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Esa palabra creó significa formar algo de la nada. Dios literalmente hizo los cielos y la tierra de la nada. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. (Hebreos 11:3) Génesis 1:2 El Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Trate de imaginarse como habrá sido esto: Nada de luz, aguas por doquiera, nada de vida y de pronto el Espíritu de Dios comenzó a moverse sobre las aguas. La palabra mover es traducida como agitar, batir, revolotear. Imagínese esto en su mente. Dios, el Espíritu Santo, estaba moviéndose, revoloteándose, y batiéndose sobre las aguas; vibrando con una energía dinámica para crear todas las cosas y en el versículo 3 Dios dijo “Sea la luz” y fue la luz. (No el sol, sino la luz). El Salmo 29:4 dice: Voz de Jehová con potencia; Voz de Jehová con gloria. En las últimas décadas el hombre ha descubierto más sobre el universo de lo que conocía en las generaciones pasadas. Estadísticas sobre este universo maravilloso. Si estuviéramos viajando a la velocidad de la luz (186,000 millas por segundo) podríamos hacer siete viajes alrededor del mundo en un segundo. En esa velocidad tomaría cuatro años para llegar a la estrella más cercana; 59,000 años para llegar al final de nuestra galaxia y 750,000 años para llegar a la próxima galaxia. La galaxia 10 en la cual estamos tiene 200 billones de estrellas; un millón de ellas son del tamaño del sol, el cual es una estrella de tamaño mediano. Hay tantas estrellas como lo hay granos de arena en todas las playas del mundo. De esta manera Dios con Su Palabra creó todo lo que existe. El orden de la creación El segundo día El creó la atmósfera y el cielo. El tercer día, la tierra y el mar y la vida vegetal. El cuarto día se podían ver al sol, la luna y las estrellas. El quinto día Dios dio la palabra para crear un número asombroso de animales. El creó cada tipo de animal con la capacidad de reproducirse. (los perros tienen perritos, los gatos tienen gatitos). Génesis 1:3-25 En una familia que está esperando su primer bebé ¿Qué hacen los padres? Preparan un cuarto, compran ropita, tienen todo listo para el arribo del bebé; suplen sus necesidades y le dan mucho amor. Podemos decir que, de igual manera, Dios preparó todo para Adán. Génesis 1:26 Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Aquí vemos el clímax de la historia de la Creación. Dios amorosa, cuidadosa y perfectamente había creado todo en preparación para Su creación final. Su obra maestra. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:10) ¿Qué quiere decir que el hombre fue creado a la imagen de Dios? Obviamente no se refiere al cuerpo porque Dios es Espíritu. El hombre fue creado a la imagen de Dios con alma, espíritu y cuerpo. (Dios decidió que el hombre iba a tener mente, voluntad, y emociones de acuerdo a Su imagen). Lo hizo para que pudiéramos conocerle, pensáramos como El, tuviéramos emociones e hiciéramos decisiones como El. Dios siempre quiso comunicarse y tener una relación estrecha con nosotros. Todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23) Génesis 2:8 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Dios sembró un jardín precioso para Adán porque Dios le amaba. Cuando el jardín estuvo listo, el hombre aparece en la escena. Adán no escogió vivir en el Edén, simplemente Dios lo puso allí. Como Dios lo creó El tenía el derecho de ponerle donde quisiera y de decirle que debía hacer. Adán pertenecía a Dios. ¿Y qué de nosotros? 11 Génesis 2:9, 16, 17 Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. . . Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Dios sembró dos árboles muy importantes en el centro del jardín y le dio a Adán instrucciones muy claras. El no le dio la libertad de decidir cuales cosas estaban correctas o incorrectas. Dios le habló claramente y al desobedecer moriría. Dios también nos instruye claramente a través de Su Palabra. El no nos ha dado la libertad de decidir que es lo correcto o lo incorrecto. Aunque Dios sabía que era lo mejor para Adán, El decidió darle la elección de obedecer o no. El podía comer del árbol de la vida y vivir para siempre o el podía comer del árbol de la ciencia del bien y del mal y morir. ¿Qué dió a entender Dios cuando le dijo a Adán que moriría? (la palabra muerte significa separación) (1) Adán sería apartado de Dios. (muerte espiritual)- ¿Qué les pasó a Lucifer y a los ángeles cuando pecaron? (2) No sólo muerte espiritual para Adán, sino también muerte física. No ese mismo instante, pero como una rama quebrada de un árbol que se mantiene verde por unos pocos días y gradualmente se marchita, así Adán moriría. (3) La tercera muerte para Adán sería la separación eterna en el Lago de Fuego, el mismo lugar de terrible castigo preparado por Dios Satanás y sus seguidores. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 20:10) Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. (Mateo 25:41) Dios habló claramente a Adán así como también nos hace saber a nosotros, que la pena del pecado es la muerte. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 6:23) Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte. (Proverbios 16:25) 12 Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Dios decidió que Adán no debería vivir sólo. Como su creador sabía que era lo mejor para él. Como de costumbre, Dios no consultó con Adán, sino que hizo la decisión porque El sabía que Adán no sería feliz si permanecía sólo. Fue así que Dios creó la primera mujer como un regalo para Adán porque El le amaba. Génesis 2:23,24 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. El matrimonio no es un invento del hombre, pero una creación de Dios. El matrimonio fue el plan perfecto de Dios para Adán y Eva. Todo lo que Dios dice y hace es perfecto porque El es perfecto. Quiero decir esto antes que prosigamos—La vida de Adán y Eva fue buena. Dios les había dado todo lo que necesitaban. El era su amigo, El les amó y ellos eran felices. Les había rodeado con belleza y abundancia. Ellos podían comunicarse con Dios. El les había hecho gobernadores de su creación. Su trabajo no era difícil. Tampoco hubo enfermedad. ¡Que magnífico estar en esta posición! 13 Lección 3 Entra Satanás y entra la muerte La caída de Adán y Eva La vida en el jardín era placentera para Adán y Eva porque todo era perfecto. Pero, apareció el gran enemigo de Dios, Satanás. El sabía sobre la advertencia que Dios le hizo a Adán tocante al árbol de la ciencia del bien y del mal. Satanás odia a Dios y por eso su saña en destruir todo lo que Dios ama, incluyendo al hombre y a la mujer que había creado. Génesis 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Esta no era una mera serpiente que metió dudas en Eva, era el mismo Satanás. Entró en la serpiente para así engañar a Eva. ¿Qué de malo hablar con un animal? Solamente que en este caso era Satanás dentro del animal. Noten que la serpiente era más lista que cualquier otro animal que Dios había hecho. Podemos ver las características de Satanás y veremos que es listo y un engañador. Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. (2 Corintios 11:3) Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. (Apocalipsis 12:9) ¿Cree usted que Eva sabía que era Satanás el que hablaba a través de la serpiente? La verdad es que ella no había comido del árbol y era inocente, sin nada de maldad. Es interesante lo que dice Romanos 16:19. Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal. Satanás no es sólo un engañador, pero también un mentiroso. Mientras más aprendamos de la palabra de Dios, más podremos darnos cuenta de los engaños de Satanás y cuán malvado verdaderamente es. Mire lo que Jesús dijo de él: Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. (Juan 8:44) El trata de aparentar que lo que es bueno es malo (la disciplina a nuestros hijos) y el trata que lo malo aparente ser bueno (el aborto). ¿Por qué? ¿Porque no os amo? Dios lo sabe. Mas lo que hago, lo haré aún, para quitar la 14 ocasión a aquellos que la desean, a fin de que en aquello en que se glorían, sean hallados semejantes a nosotros. Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. (2 Corintios 11:11-15) 2 Corintios 2:11 Nos enseña a no ser ignorantes con respecto a las maquinaciones de Satanás. Una de esas es meter mentiras en nuestra mente. El es muy listo y se esconde no quiere que nos demos que eso pensamientos que vienen de él. para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones. Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase, (Juan 13:1,2) Satanás puede poner pensamientos en nuestras mentes, pero no puede leer nuestras mentes. Las mismas tácticas de engaño que usó en el Edén bajo los mismos motivos, Satanás usa hoy. Su meta es destruir a través del engaño a las personas. Si recuerda lo que Jesús dijo de él en Juan 8:44 dos características que sobresalen son: homicida y mentiroso. Satanás puede influenciarnos aun cuando estamos orando o leyendo la Biblia. Mete dudas en nuestras mentes sobre la verdad de la palabra de Dios, tal como lo hizo con Eva. El no quiere que nadie le crea a Dios porque lo odia y sabe que Su palabra es verdad. Satanás puede usar a otras personas para comunicarnos sus mentiras Marcos 8:31-33. También trata de engañarnos a través de la carne (egocentrismo, naturaleza pecaminosa). El ha llevado a muchas personas a la destrucción haciéndoles creer que pueden hacer lo que quieran. Génesis 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? ¿Por qué le hizo esa pregunta? Para probar a Eva con la intención de engañarla (para saber lo que ella sabía). También usó la pregunta para poner en duda la palabra de Dios. Ese es uno de los trucos de Satanás. Génesis 3:2,3 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Eva estaba confundida y Satanás lo sabía. Vemos en Génesis 2:17 que Dios nunca había dicho “¡no lo toques! Algo más en lo cual pensar, Dios no había hablado directamente a Eva sobre el árbol de la ciencia del bien y del mal. Su mandamiento fue dado a Adán, pero 15 también era para Eva, entonces Adán le dijo a Eva lo que Dios había dicho. Es la misma situación con nosotros hoy; Dios habló hace miles de años a sus siervos pero Su Palabra todavía se aplica a nosotros en estos días. Génesis 3:4,5 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Aquí ya no se conforma con meter dudas sino que llama a Dios un mentiroso, pero realmente, ¿quién es el mentiroso? (Juan 8:44). Recuerde que vimos que Satanás se había rebelado contra Dios cuando el quiso tomar el lugar de Dios; ahora propone a Eva que haga lo mismo, que coma del fruto prohibido. Dios no creó a Adán y Eva para que viviesen apoyados en sus propias ideas y pensamientos. Nunca debieron haber sabido acerca de la maldad. (Romanos 16:19) Solamente les pidió que confiaran completamente en Su Palabra (¿qué hacemos nosotros hoy? (Proverbios 3:5,6). Debemos ser guiados por la palabra de Dios (como debió ser con Adán y Eva). Génesis 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Satanás engañó a Eva y ella le creyó así que comió del árbol de la ciencia del bien y del mal. (La incredulidad le llevó a la desobediencia). Por otro lado Adán sabía muy bien lo que Dios había dicho (no habiendo sido engañado) pero deliberadamente se rebeló contra Dios y también comió. (1 Timoteo 2:14) Génesis 3:7,8 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. ¿Qué fue lo que dijo Dios que sucedería si lo comían?—morirían. Pero físicamente no cayeron muertos de inmediato. ¿Esto significa que la palabra de Dios no es verídica y que Satanás estaba en lo correcto después de todo? No, como hemos discutido anteriormente la muerte significa separación y ahora vemos en el versículo 8 que ellos fueron separados de Dios inmediatamente (muerte espiritual). Dios siempre hace lo que dice; El no se le olvida y castiga la desobediencia, que es fruto de la 16 incredulidad. (Isaías 59:2) Porque Dios es Santo y justo El odia todo lo que es incorrecto y castiga toda desobediencia de sus mandamientos con la muerte. (Romanos 6:23) Porque Adán y Eva no creyeron y desobedecieron a Dios, fueron cortados, separados de su amistad con El. Su relación con Dios murió. Ellos se habían unido con el enemigo de Dios, Satanás y ahora también eran enemigos. ¡Imagínese el tamaño de afrenta ante Dios, unirse a Su enemigo! Póngase a pensar que horrible sería si un amigo suyo se uniera a un enemigo que lo odia y lo quiere matar. Esta es la tragedia cósmica del hombre, dio la espalda a Dios quien lo hizo a Su imagen, prefiriendo a Satanás. Las consecuencias de su pecado De pronto se dieron cuenta que estaban desnudos v. 7 De acuerdo a Génesis 2:25 Estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban. Separados de Dios sus mentes han sido afectadas. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. (Romanos 8:6) Dios ya no los controla. Sus mentes se volvieron malas y sus actitudes hacia sus cuerpos cambiaron, ahora se sienten mal por estar desnudos. Ya no confiaban en Dios para que les proveyera para sus necesidades. (v. 7b) Querían cubrirse ellos mismos. Son egocéntricos, Dios no es el centro de su vida; ahora quieren vivir de manera independiente. Algo más, antes ellos se sentían aceptados por Dios, ahora ya no por eso intentan que Dios los acepte al cubrirse. Muchas personas tienen la misma mentalidad queriendo ser aceptados por Dios al hacer buenas obras, ir a una iglesia, siendo buenos padres, o guardando las leyes civiles. El hombre ve lo exterior y no el corazón Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. (1 Samuel 16:7) Antes que comiesen el fruto ellos amaban a Dios y esperaban con ansias Su visita, pero ahora, sus actitudes hacia El cambiaron y se escondieron. Antes eran una sola mente con Dios, ahora eran una sola mente con Satanás; ya no podían conocer y entender a Dios. Ya no Le amaban, sino le tenían miedo; Satanás los había conquistado. 17 Cuando nuestros hijos deliberadamente nos desobedecen, ¿quieren estar cerca de nosotros; nos pueden ver a los ojos y estar felices con nosotros? El pecado trae temor y causa que las personas se alejen de Dios. Porque me han rodeado males sin número;Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla. (Salmo 40:12) Cuando Dios creó a Adán y Eva, ellos no le tenían miedo para nada; Dios era su amigo. Todo el mundo era bueno y bonito. La enfermedad y la muerte no existían. Pero ahora, ya que Adán y Eva no creyeron a Dios, sus corazones están llenos de miedo y temor. Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león. (Proverbios 28:1) 18 Lección 4 Dios llama a Adán La promesa del Libertador Génesis 3:9 – 3:23 Génesis 3:9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? ¿Realmente Dios no sabía dónde estaba Adán? Absolutamente, porque El es omnipresente, está en todo lugar a la misma vez. Estuve pensando acerca del versículo 8: ¿Por qué llamó Dios a Adán? Pues, el pecado nos separa de Dios y aunque el castigo era inevitable, Dios les amaba y estaba dispuesto a darles una última oportunidad. Al arrepentirse Dios les perdonaría; eso les alejaba de estar de acuerdo con Satanás. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:9) Usted sabe que Dios nunca cambia; El es el mismo hoy que cuando estuvo en el Jardín. El todavía está llamando a los hombres y a las mujeres: ¿Donde estás tú? Para darles una oportunidad de arrepentirse y así estar en paz con El. De pronto no es una voz audible como lo fue para Adán, pero El todavía llama. Una de las formas es a través de la creación. Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol. (Salmo 19:1-4) Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. (Romanos 1:18-20) Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz. (Salmo 36:9) Otras maneras que usa para llamarnos son: Su palabra y otras personas como los misioneros, los predicadores, etc.). ¿Adán dónde estás? La pregunta fue para que Adán cambiara su forma de pensar y regresara a Dios reconociendo su pecado. Génesis 3:10, 11 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 19 Adán y Eva tenían que responder a Dios por lo que habían hecho. (El les había creado y ellos le pertenecían). También nosotros fuimos creados por Dios y Le pertenecemos. Un día cada uno que no tenga su nombre inscrito en el Libro de la Vida tendrá que dar cuenta por todo lo que ha dicho y hecho. Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. (Apocalipsis. 20:11,12) No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. (Apocalipsis 21:27) Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mateo 7:22,23) Génesis 3:8-13 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Ahora tienen miedo, se esconden, sienten culpa, depresión. Empiezan a culpar a otro. Comenzando con Adán en el versículo 12 ¿A quién culpó él? Toda la vida hemos dicho que ha Eva, pero en realidad culpa a Dios. Hay quienes dicen que lo hizo porque amaba a Eva, pero si fue así algo pasó con el amor perfecto. El pecado todo lo corrompe y el amor de Adán a Eva también fue alcanzado. Dios cumple tanto sus promesas como sus amenazas y por eso aplicó Su juicio iniciando con la serpiente. Génesis 3:14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Dios maldijo a la serpiente porque había sido utilizada por Satanás. No sabemos como era antes que Satanás la usara, lo único que dice Génesis 3:1 es que era más astuta. Pero una cosa podemos deducir: no se arrastraba cuando Dios la creó. Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. En este versículo Dios promete que mandará un Libertador, un enemigo de Satanás, que lo 20 vencerá y que salvará al mundo de su poder. Dios de antemano planeó que el Libertador prometido sería el hijo de una virgen. ¿Cómo sabemos esto? Pues vendría de la simiente de la mujer. Por otro lado cuando una persona que es herida en el talón, sobrevive; pero cuando la herida es en la cabeza (la nueva versión internacional dice aplastada), el resto del cuerpo no puede sobrevivir. Satanás al pelear con el Libertador lo iba a herir, pero el Prometido lo destruiría. Hemos visto que Dios castiga a los que le desobedecen (Adán y Eva recibieron inmediatamente la muerte espiritual; la separación de Dios). Vemos que Dios en Su inmenso amor para con el hombre aplica Su misericordia y promete proveer una salida a través del Libertador. Hay un solo camino para que el hombre sea salvo del castigo que merece. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio (Santiago 2:13). Dios pudo haber dejado a Adán y Eva bajo el castigo eterno del infierno porque lo merecían; pero en lugar de eso les prometió un Salvador. Libertaría a toda la raza humana del control de Satanás y les traería de vuelta a Dios. Dios es misericordioso, es benigno, lento para enojarse y lleno de misericordia. Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras. (Salmo 145:8,9) Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. (Lamentaciones 3:22,23) Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia. Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia. Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia. (Salmo 136:1-3) Dios, en Su misericordia, mandará un Libertador para solucionar el dilema del hombre. Sí, Dios es perdonador; sin embargo, Génesis 3:16 dice muy claro que hay consecuencias naturales a causa del pecado. Eva y todas las mamás sufrirían durante el parto. Su deseo natural sería mandar a su esposo, pero el tendría la autoridad sobre ella. En 1 Corintios 11:3 vemos que la sujeción voluntaria de la mujer ha sido corrompida. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. Génesis 3:17-19 al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste 21 tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Adán le hizo caso a su esposa y por ello Dios dijo que habría algunas consecuencias naturales. 1) La maldición sobre la tierra: con dolor comerá de ella todos los días de su vida. 2) Espinos y cardos crecerán para hacer el trabajo difícil. 3) Con sudor 4) Volvería a ser polvo: la muerte física Adán ya no viviría en un ambiente perfecto. Vivimos en un mundo que continúa sufriendo por la maldición Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora (Romanos 8:19-22) También nosotros sufrimos. Constantemente luchamos contra: enfermedades, dolor, debilidad, dolores de parto, trabajo duro, condiciones difíciles en el trabajo, insectos, plagas, espinos, cardos, penas, tristeza, etc. Por si fuera poco, el clímax del pecado de Adán es que nuestros cuerpos físicos deben morir y regresar a la tierra de la cual fueron formados originalmente. Génesis 3:20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Aunque las personas hablan diferentes idiomas y tienen pieles de diferente color, originalmente todos venimos de los mismos padres: Adán y Eva. Aquí vemos que Eva es la madre de todos; Dios ha hecho de uno (Adán) todas las naciones de la humanidad para que habiten en la faz tierra. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación (Hechos 17:26) Como todos venimos de Adán, todos moriremos física y espiritualmente por causa de Adán. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (Romanos 5:12) . El pecado de Adán desató una cadena de dolores que continuará hasta la eternidad para aquellos que no reciben la salvación dada por Dios. Génesis 3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Por cuanto Adán y Eva desobedecieron a Dios, sus mentes fueron corrompidas, tal como el amor de Adán hacia Eva. Se avergonzaron de que Dios les viera desnudos. Se hicieron delantales de 22 hojas de higuera: Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. (Génesis.3:7) Sus esfuerzos no fueron aceptados Dios; lo que el hombre hace Dios no acepta. La única manera es la que El ha determinado. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. (Isaías 55:8,9) Dios quería que supieran que no había nada que pudieran hacer por sí mismos. Hoy como ayer los hombres hacen muchas cosas en sus propios esfuerzos, tratando que Dios los acepte. Igual que Adán y Eva tratamos de cubrir nuestros pecados pero Dios rechaza eso. Sólo podemos ir a Dios en Sus términos. El no acepta nada que hagamos, no importa que considerado, religioso o caro parezca ser nuestro esfuerzo. La paga del pecado es muerte y no hay otra manera de ser libres. Así dice Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Dios tuvo que matar animales para vestir a Adán y Eva con pieles; de esa manera estableció la verdad de que el pecado trajo muerte a este mundo. Dios es amor, misericordioso y benigno; mató animales para vestirles aunque no lo merecían. De esa manera fueron aceptables a El. Génesis 3:22,23 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Nunca fue la intención de Dios que Adán y Eva conocieran el mal; ellos debían conocer solamente el bien: Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal. (Romanos 16:19) Dios sabe lo que causa el mal; Adán y Eva no tenían que haber sabido, ellos tenían a Dios para que les dijese. No fue necesario que ellos se enteraran por su propia cuenta. Sin embargo, desobedecieron y por eso fueron echados del Jardín. ¿Por qué tuvieron que dejar ese hermoso lugar? Para que no comieran del árbol de la vida y vivieran para siempre. Ese fue un acto de la misericordia de Dios; no quería que el hombre viviera para siempre en su condición pecaminosa. Imagínese cómo sería este mundo si todos los criminales que han existido nunca hubieran muerto. Originalmente en el Jardín podían comer del árbol de la vida, Dios no les prohibió. Luego de pecar los echó para alejarlos del árbol de la vida. 23 Génesis 3:24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. Por lo que Dios hizo parece que no querían irse. Puso ángeles y una espada de fuego para estar seguro que Adán y Eva no regresaran. No hubo nada que pudieran hacer; Dios los sacó del Jardín y no regresarían. Lo que venía eran las consecuencias de su pecado: envejecerse y morir. 24 Lección 5 Caín y Abel Génesis 4:1-16 Génesis 4:1,2 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Caín y Abel nacieron fuera del Jardín, lejos del árbol de la vida. ¿Por qué? Porque por el pecado de sus padres los saco del Edén. Ambos nacieron pecadores y bajo el control de Satanás por que su padre, Adán, era un pecador. Todos nacemos con una naturaleza pecaminosa (un deseo interno de hacer el mal). Nadie tiene que enseñarnos lo malo nos sale natural. Somos el producto de un linaje largo de pecadores y esta línea puede ser trazada hasta el mismo Adán. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. (Romanos 5:19) Tome nota que somos pecadores porque nacemos pecadores, no porque cometemos pecados. Sabemos que Dios es el dador de la vida, sin embargo, no nacemos en amistad o unión con Dios; al contrario nacemos en enemistad con Dios. Además, Satanás ha tomado el lugar de Dios haciéndose el padre espiritual del hombre. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. (Romanos 5:6-10) Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. (Juan 8:40-44) Muchos tienen la idea de que todas las personas son hijos de Dios. Este es un pensamiento muy confortante que suena tan amoroso y religioso. Pero es una mentira de Satanás. Este tipo de enseñanza es totalmente opuesta a lo que la Biblia enseña. Sí, Dios nos creó, pero no nacemos hijos de Dios, nacemos apartados y separados de El; somos del bando de Satanás. Medite en esto: Adán y Eva eran personas reales cuyo pecado tiene un efecto horrible en toda la humanidad. Afectó a sus hijos; Caín y Abel no podían entrar al Jardín del Edén y así tener compañerismo con Dios. Todos eran pecadores: Adán, Eva, Caín, y Abel. 25 No había nada que pudieran hacer o dar a Dios para pagar por su pecado. Pero por la misericordia, gracia y amor de Dios hacia ellos, El planeó una manera. Debía ser a la manera de Dios. En la Biblia es obvio que Dios les dijo a Adán y Eva lo que debían hacer si querían llegar a El. Ellos, a su vez, se lo dijeron a Caín y Abel. Ahora sabemos que la sangre de un animal no quita el pecado del hombre. ¿Entonces, por qué les dijo que mataran un animal? Porque Dios les estaba mostrando que la única solución para su pecado era la muerte de un inocente. Dios no aceptaría ningún otro sacrificio. Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. (Hebreos 10:4) Si reconocían que eran pecadores y que sólo Dios podía salvarles, entonces ellos iban a traer una oveja y matarla tal como Dios les había dicho. Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. (Hebreos 9:22) Génesis 4:3-5 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Caín y Abel creían en la existencia de Dios (¿Cómo sabemos esto?) Ambos Le llevaron sacrificios. No obstante el creer en Dios y ofrecerle ofrendas no nos hacen aceptables ante El. (Santiago 2:19) Vemos en Génesis 4:4 que Abel trajo una de sus ovejas como ofrenda a Dios. Era el primogénito; tal como Dios había dicho. Eso muestra que él creía y estaba de acuerdo con Dios. Es importante que entendamos que la sangre de animales nunca pueden limpiar nuestros pecados. Dios aceptó la ofrenda de Abel porque lo hizo por fe, aunque esa oveja no le limpió de sus pecados. Es en base de la promesa que vendría el Salvador que Dios perdona los pecados. La sangre de los animales cubrían los pecados hasta ese día. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. (Hebreos 10:6) Pero sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6) Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo (Hebreos 11:4) Mas el justo vivirá por fe (Hebreos 10 :38) Caín trajo cosas que el había sembrado y Dios no aceptó su ofrenda. Recuerde, Dios no acepta a nadie que viene a El en sus propios términos. Todas las cosas que se originan en el hombre no son aceptables a Dios. ¡Caín no creyó a Dios! Por eso no se acercó de la manera 26 que Dios había dicho. Recordemos que Dios rechazó las hojas de higuera que Adán y Eva hicieron para cubrirse, porque quería enseñarles que no los aceptaría por sus esfuerzos. Ahora está rechazando a Caín por la misma razón. Es importante entender el problema aquí; Abel lo hace por fe y Caín por sus obras. El problema va más allá que solamente obedecer. Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. (Santiago 2:17,18) De acuerdo a Hebreos 11:4 la fe hizo la gran diferencia entre Caín y Abel: Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín Dios no ha cambiado; El es el mismo. Aunque no nos manda a que sacrifiquemos ovejas; todavía mantiene la única forma para llegar a El. Debe ser a Su manera; de lo contrario nos rechazará como rechazó a Caín. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:5,6) Cuando una rama se rompe y es quitada del tronco, en un asunto de días mostrará que está muerta. Separada de la fuente de la vida, se secará y cambiará de color. Si tratamos de pegar la rama muerta al árbol nuevamente no funcionará. El hombre separado de Dios, muerto espiritualmente, pasa gran parte de su vida tratando de unirse a Dios a su manera y nunca puede. Realiza actividades que parecen buenas, religiosas, asiste a las reuniones de la iglesia, trata de hacer buenas obras, da dinero, se considera una buena persona. El problema es que ninguna de esas cosas Dios las acepta porque para ir a El tiene que ser a Su manera. Bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. (Isaías 64:6) Ya que toda la humanidad nace en pecado, todos estamos separados de nuestra fuente de vida, la cual es Dios y no hay absolutamente nada que podamos hacer para restaurarnos. El pecado nos ha quebrado de El, tal como la rama fue quebrada del árbol. Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. (Isaías 59:2) Así fue con Adán y Eva, por incredulidad comieron del fruto y fueron separados de Dios. Romanos 5:12 lo dice claramente: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Génesis 4:6,7 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la 27 puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Aunque Caín rehusó creer a Dios y deliberadamente se rebeló, Dios trató de hacerle entender por Su amor y misericordia. Le pidió que considerara venir a El de manera correcta. ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia? 1:23 Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras. (Proverbios 1:22,23) Dios quería que Caín supiera que también lo aceptaría si venía de la misma manera que su hermano: creyendo a Su Palabra, ofreciendo un cordero el cual representa lo que el Salvador haría. Dios prometió la venida del Libertador quien con Su sangre derramada nos perdonaría los pecados. Génesis 4:8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Caín se enojó. El no le hizo caso a Dios. Aceptó al igual que sus padres la mentira de Satanás. ¿Por qué mató a su hermano? No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. (1 Juan 3:12) Originalmente, Satanás mató a la madre y al padre de Caín. Les dijo que no morirían que todo estaría bien. El sabía muy bien lo que pasaría si creían a su mentira y como padre de mentira los engañó. Satanás quería que Adán y Eva murieran, y de igual manera que Caín matara a Abel. Satanás es un homicida. Satanás odia a todas las personas; mentirá y engañará con el fin de llevarlos a todos al lugar de castigo eterno que Dios ha preparado para él y sus ángeles. Toda persona que practica satanismo tiene instintos suicidas. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10) Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. (Juan 8:44) Génesis 4:9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? ¿Acaso no sabía que Caín había matado a Abel? Claro que sí, Dios sabe todo; está en todo lugar y vio lo que pasó. Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando a los malos y a los buenos. (Proverbios 15:3) Génesis 4:10-15 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser 28 soportado. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara. Primeramente debemos entender lo que es la marca de Caín. Tiene que ver con una promesa de que Dios vengaría a todo el que tratara de matarlo; no se refiere a una marca en su cuerpo. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. (Romanos 12:19) Todo pecado contra otra persona es realmente contra Dios. Después que David pecó él reconoció que fue contra Dios. Contra ti, contra ti solo he pecado y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio. (Salmo 51:4) Dios es el creador de todas las personas, todos le pertenecen: He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá. (Ezequiel. 18:4) Por eso El castiga a cualquier persona que dice o hace cualquier cosa que dañe a otra persona. Esto no significa que Dios inmediatamente se vengará de todo mal, pero eventualmente su pecado le alcanzará: Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. (Eclesiastés 8:11). Recordemos que la paga del pecado es la muerte y que nadie se libra. Génesis 4:16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. Caín aun así no le obedeció a Dios. Se alejó de Dios, siguiendo los caminos de Satanás, y sus descendientes siguieron su ejemplo. Dios no era parte de sus vidas ni de sus pensamientos. Todo su interés fueron las cosas materiales y físicas. Construyeron ciudades, levantaron castillos, hicieron herramientas e instrumentos musicales. Lo malo de todo esto es que Dios estaba fuera de sus vidas totalmente. Llenaron sus mentes y gastaron su tiempo haciendo las cosas que querían hacer.No tenían interés ni tiempo para Dios; estaban bajo el control de Satanás. Que consecuencias tan terribles trajo la incredulidad y la desobediencia al mundo. Po el pecado de Adán y Eva todos sus descendientes nacieron pecadores, separados de Dios y rebeldes a Su Palabra. Como resultado, los hijos de Caín y sus descendientes siguieron su propio camino en lugar de andar con Dios. Una lección para nosotros A todos los que somos padres: si nos alejamos de la verdad de Dios y rehusamos escucharle, lo más seguro es que nuestros hijos tampoco querrán escuchar la Palabra de Dios. ¿Por qué 29 hay tantos jóvenes cristianos rebeldes? Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. (1 Pedro 5:2-3) Dios les dio a Adán y Eva otro hijo en lugar de Abel porque la promesa del Salvador seguía vigente. El sería como Abel, creería a Dios. Mientras Satanás insita a Caín a que mate a Abel para parar el nacimiento del Salvador, Dios se encarga de que Su promesa se cumpla. Dios siempre hace lo que promete. El nunca se da por vencido o cambia por las cosas que Satanás hace. En lugar de Abel, Dios les dio a Set . Tengamos presente que Set también nació pecador, pero la diferencia es que él creyó a Dios tal como Abel lo hizo. 30 Lección 6 Noé y el Diluvio Génesis 6:1 a 7:23 En nuestra lección pasada vimos los resultados de la caída; consecuencias terribles del pecado que se pasan de una generación a otra. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (Romanos 5:12) En esta lección nos moveremos de Génesis 5 al 7. Miraremos las generaciones desde Adán y Eva hasta Noé y el diluvio. De Adán hasta Noé hay diez generaciones de hombres del linaje de Set que creyeron a Dios y esperaban la promesa del Salvador prometido en el Jardín del Edén. La lista está en Génesis 5 y es interesante ver el mensaje a través de los significados de los nombres: Set …………………………………………………………..designado Enós………………………………………………………… hombre mortal Cainán……………………………………………………….lamento Mahalaleel…………………………………..……………....el Dios bendito Jared…………………………………………………………baja Enoc………………………………………………………….enseñanza Matusalén……………………………………………………Su muerte traerá Lamec………………………………………………………..desesperante Noé…………………………………………………………..consuelo Poniendo los nombres en una oración, diría lo siguiente: Se le es designado al hombre mortal el lamento, pero el Dios bendito llegará enseñando que Su muerte traerá un consuelo desesperante. Veamos la gracia de Dios para con Noé sus tres hijos, Sem, Cam, Jafet, y sus familias. La historia de Noé se llevó a cabo 1500 años, más o menos, después de la creación de Adán. Para esas fechas él y sus hijos Sem, Cam, y Jafet estaban rodeados de una gran población que vivía en la tierra. Gn. 6:1-2 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Asumiendo las figuras recientes del crecimiento de la población, pudo haber millones de personas viviendo en la tierra durante ese tiempo. Pero la mayoría de ellos sólo estaban interesados en divertirse. Estaban obsesionados con la inmortalidad; no pensaban en como podrían agradar a Dios. El amaba a esas personas aunque odia el pecado y quería que se 31 arrepintiesen (2 Pedro 3:9) Dios quería que la gente del tiempo de Noé cambiara su manera de pensar; que admitieran que estaban mal, que le creyeran. Se los decía constantemente, pero no le escuchaban. Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, sino que desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis. También yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino. Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de mañana, y no me hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía. Comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos. Porque el desvío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder. (Proverbios 1:24-32) Génesis 6:3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. Dios les advirtió que El no continuaría para siempre diciéndoles Su mensaje. Si continuaban resistiéndole, un día les entregaría a Satanás y les castigaría. Les dijo que les daría 120 años para que cambiaran sus corazones, pero si no lo hacían, les castigaría. Algo interesante es que Dios nos habla a través de Su palabra; pero Satanás también nos habla tal como lo hizo con Eva, diciéndonos que no oigamos a Dios. Sin embargo, si rehusamos escuchar a Dios y a Su Espíritu que nos ha estado hablando, eventualmente se callará. Talvez no siempre tratará de guiarnos a creer a Dios. Eventualmente nos dejará que sigamos nuestro camino. Romanos 1:18-32 habla de la degradación del hombre y es importante notar que el los versículos 24,26, y 28 se dice que Dios los entregó. Génesis 6:5,11 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. . . Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. La mayoría de las personas siguieron el camino de Caín, sin Dios. Se volvieron más y más pecaminosos. Rehusaron creer el mensaje de Dios y confiar en El para alcanzar Su misericordia. Recordemos que estas personas nacieron pecadoras y amaban su pecado. Dios habló a gente del tiempo de Noé a través de profetas. Uno de los descendientes de Set, Enoc, fue un profeta de Dios. Otro fue el mismo Noé. De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él. Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho. 32 (Judas 14-16) y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos. (2 Pedro 2:5) Quiero recalcar sobre las personas del tiempo de Noé diciendo que no tenían ninguna excusa por su comportamiento. Dios les advirtió una y otra vez por medio de profetas como Enoc y Noé. Simplemente se rebelaron contra Dios. Génesis 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Nos dice que todo designio de los pensamientos del corazón de los hombres era de continuo solamente el mal. Sus mentes estaban enfocadas en las cosas materiales, en sus cuerpos y en su ambición de mejorarse. Eran orgullosos, egocéntricos, y arrogantes; celosos y odiosos con otras personas. Discutían y peleaban; eran crueles y muchos aun asesinos. Constantemente se engañaban, estafaban, y defraudaban a sus semejantes. Eran inhumanos en sus trabajos; chismeaban constantemente y sus pasiones sexuales no tenían freno. También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. (2 Timoteo 3:1-5) Cuando dice “los últimos días” podemos aplicarlo a cada dispensación: al final de cada una hubo gran pecado y el juicio de Dios. Génesis 6:11,12 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dios vio todos sus pecados. Talvez trataron de esconder sus mentiras, adulterio, robo, y asesinatos a los ojos de los hombres, pero nadie puede esconderse de Dios. No podemos esconder nada de Dios. Todas las cosas están desnudas y abiertas ante Sus ojos. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. (Hebreos 4:13) Génesis 6:6,7 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Las personas eran tan malas que el Señor dijo que les destruiría y todo lo que estaba en la 33 tierra que El creó. Recordemos que Dios les dijo a Adán y Eva, que si no creían morirían. Serían separados de Dios. No creyeron y murieron tal como Dios había dicho. También les dijo claramente a Caín y a Abel que si querían acercarse a El y ser aceptados, tenían que llevar una oveja y derramar su sangre. Dios cumple lo que promete por eso rechazó a Caín porque llegó en sus propios términos. En el tiempo de Noé, Dios dijo que iba a destruir la tierra y todo lo viviente si la gente no se arrepentía de andar en el camino malo. Esto no fue una amenaza suelta. ¿Cuántas veces amenazamos cuando estamos enojados, y lo olvidamos cuando nos calmamos? Dios no es como nosotros; siempre hace lo que dice. Sin embargo, por Su amor y misericordia, hubo un hombre y su familia a quienes Dios no destruyó. Génesis 6:8-10 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. Ahora recuerde que Noé nació pecador bajo el control de Satanás tal como todos los descendientes de Adán. Sin embargo, Noé le creyó a Dios y fue como Abel, Set, y Enoc, presentándole la sangre de los animales. Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. (Génesis. 8:20) Recordemos que sin fe es imposible agradar a Dios. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (Hebreos 11:6) Quiero hacer este comentario: -Hemos dicho muchas veces que nuestra única responsabilidad es creer y aquí vemos a un hombre pecaminoso; Noé, que sólo creyó, y así por la gracia y misericordia de Dios, fue perdonado y aceptado por Dios. Génesis 6:13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Dios le dijo a Noé que iba a mandar una gran inundación que taparía toda la tierra, y le dio las instrucciones exactas de cómo sería el arca. (Génesis 6:14-21) Recuerde que después que Adán y Eva pecaron se hicieron vestiduras. La ropa que hicieron no era aceptable a Dios. Sus vestiduras tenían que ser lo que El quería. La ofrenda de Caín y Abel también deberían de ser de la manera que Dios les había dicho. Y ahora el arca debería de ser construida conforme al plan de Dios. Dios sabía perfectamente como se debería construir el arca, y entonces le dio a Noé las instrucciones cuidadosamente. Dios creó el universo; estableció las leyes que controlan el flote, entonces, no tuvo problemas en crear el diseño perfecto para un gran barco. Quiero compartir algunas estadísticas sobre el arca. El arca era una embarcación perfecta. Aproximadamente el tamaño de ella era 450 pies por 75 pies por 45 pies de altura. Podían acarrear aproximadamente 14,000 toneladas. Su capacidad de acarrear es igual a la capacidad de 522 vagones de tren. Los cuales cada uno puede acarrear 240 ovejas. Se 34 estiman que había 17,600 especies de animales completando el número probable de 45,000 animales a los cuales Noé metió en el arca. Hay un punto muy importante que debemos recordar, especialmente con respecto a la manera que Dios instruyó a Noé para que construyera el arca. Dios le dijo que pusiera la puerta al lado. Debía haber solamente una forma como entrar. Cada persona y cada animal que iban a ser salvos del juicio de Dios tendrían que entrar en el arca por esa puerta. Tendrían que entrar de acuerdo a la manera establecida por Dios. Sólo había un arca en la cual las personas podrían ser salvas de la ira de Dios, y sólo había una puerta por la cual entrar. Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. (Juan 10:7-9) Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6) Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. (Mateo 7:13,14) Génesis 6:22 Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó . Noé creyó a Dios. El confiaba y dependía en Dios para su propia salvación y la de su familia: Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. (Hebreos 11:7) Recuerde que nunca antes había habido lluvia en el mundo, mucho menos un diluvio. Hasta este tiempo, el mundo era regado por un rocío. Sino que subía de la tierra un vapor, el cualregaba toda la faz de la tierra. (Génesis 2:6) No obstante, Noé creyó que Dios no podía estar mintiendo cuando El dijo que mandaría lluvia y un diluvio. Noé le creyó a Dios, entonces obedeció y construyó el arca tal como Dios le había dicho. Piense sobre cuanto habrá pasado el pobre Noé. ¡Noé está loco, dice que va a llover! Génesis 7:1-5 Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra. Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice. E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová. 35 Noé le creyó a Dios y advirtió a las personas sobre el juicio venidero de Dios. No le creyeron, aunque su mensaje venía de Dios. Rehusaron reconocer Su verdad y aceptar que estaban mal, que merecían Su castigo. No confiaron en Su promesa que un día mandaría un Salvador, ni creyeron que Dios iba a destruir el mundo con un gran diluvio. Dios esperó pacientemente por 120 años para que cambiaran su manera de pensar, pero nada que ver, llegó la hora del castigo. Noé halló gracia ante los ojos de Dios. Génesis 6:8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Dios no salvó a Noé por su buena vida sino por su fe; él creyó a Dios. Podemos verlo en Génesis 7:15-16. Noé y su familia entraron al arca por una puerta. Esta era la única manera que cualquier persona podría ser librada del diluvio y de la ira de Dios contra el pecado. Todos los animales también entraron en el barco por la única puerta. Después que todos estaban adentro, ¿quién cerró la puerta? Dios (vs. 16). ¿Por qué no la cerró Noé? Dios no iba a permitir más tiempo para que las personas cambiaran y creyeran. (Después de haber predicado por 120 años y de haber derramado su corazón ante esas personas, no creo que Noé hubiera cerrado la puerta). Cuando Dios lo hizo ya era muy tarde. Aunque lloraran o rogaran no podrían entrar. Noé tampoco pudo hacer nada porque Dios les había dejado fuera. No había manera de que se salvasen. Cuando Dios sacó a Adán y Eva del Jardín, lejos del árbol de la vida, ¿Hubo otra manera de volver a entrar? No, ninguna. Cuando Dios decide que es tiempo de castigar al mundo, no hay escape. Génesis 7:17,23 Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra. . . Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca. Después que Dios hubo cerrado la puerta del arca, El mandó la lluvia. Dios tiene el control sobre toda la creación. El hizo todo, y el controla todo. Hubo tanta agua que cubrió al mundo entero, incluyendo las montañas más altas. ¿De donde vino tanta agua? ¿Recuerda como era el mundo antes que Dios lo hiciera? Era oscuro y las aguas tapaban toda la tierra. En el primer día, Dios creó la luz. En el segundo día, El hizo el aire y el cielo azul, y puso parte del agua que había estado en la tierra más allá de la expansión. Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. (Génesis 1:6) 36 Cuando llegó la hora para que Dios inundara la tierra, El abrió las ventanas del cielo y por la primera vez, hubo lluvia en la tierra. No era una lluvia ordinaria, eran cataratas. Las aguas también subieron de la tierra. Dios puede hacer cualquier cosa, nada es imposible para El. El es todopoderoso. Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida. (Génesis 8:2) Entonces llovió por 40 días y 40 noches hasta que toda la tierra fue cubierta por las aguas y cada hombre, mujer y niño fuera del arca muriera; aproximadamente 3 billones. Dios es santo y justo. Dios es amor, pero también es un Dios de ira contra el pecado. (Romanos 1:18) Noé y su familia creyeron a Dios y sobrevivieron la tormenta adentro del arca. 37 Lección 7 Torre de Babel, Abram, Sarai, Lot Sodoma y Gomorra Génesis 11:1 al 19:26 La lección pasada concluyó con la lluvia traída por Dios por 40 días y 40 noches, hasta que la tierra fue tapada por las aguas, incluyendo la montaña y árboles más altos. Todo hombre, mujer, niño, y animal, fuera del arca murió en el diluvio. Hemos determinado que Dios es santo y justo y un Dios de amor, pero también es un dios de ira contra el pecado. (Romanos 1:18) Sin embargo, Noé y su familia hallaron gracia ante los ojos del Señor ¿Por qué? Porque ellos creían a Dios: Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. (Génesis 6:8) Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. (Hebreos 11:7) Génesis 11:1-4 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Varios años pasaron desde que Dios salvó a Noé, su esposa, sus tres hijos y sus nueras del gran diluvio. La tierra se volvió a poblar y la mayoría de sus habitantes pronto se olvidaron del juicio terrible de Dios sobre la tierra y una vez más deliberadamente se olvidaron de El. Al estar bajo el control de Satanás querían ser grandes y exaltarse a sí mismos. Ni le dieron gracias ni honraron al Señor. Se alejaron de lo que ellos sabían acerca de Dios. Hicieron imágenes de personas y las adoraron, junto a animales y aves. Esto es lo que quiere Satanás, que todos adoren dioses falsos. Todavía hay personas que adoran al sol, la luna, las estrellas, las aves, y una gran hueste de dioses falsos (la religión Hindú tiene 33 millones de dioses). Es fácil para nosotros juzgar a estas personas que hacen estas cosas y ver su necedad. Sin embargo, podemos hallar el horóscopo impreso en nuestro periódico. Vemos que más y más personas se meten en deuda mientras adoran al dios del materialismo. Vivimos en una sociedad que tiene miedo romper un espejo o caminar debajo de una escalera o cruzarse con un gato negro. ¿Donde esta Dios en todo esto? La palabra adoración viene de la palabra “digno” y realmente significa declarar que algo es digno o merecedor. Dios y sólo Dios es digno de nuestro amor y adoración. 38 (Juan 4:23,24) A Satanás no le importa que adoremos siempre y cuando no sea al único Dios vivo y verdadero. Podemos estar seguros que los que construyeron la torre de Babel no estaban pensando en adorar a Dios. Génesis 11:4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Estos hombres estaban llenos de sí mismos. ¿Estaban interesados en exaltar el nombre de Dios o el de ellos? Pero miremos de nuevo la última parte de este versículo “por si fuéremos esparcidos”. ¿Cuál fue la orden de Dios a Adán y a Noé y sus descendientes? Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, (Génesis 1:28) Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. (Génesis 9:1) Aunque Dios les dijo a Adán y a Noé que debían multiplicarse y llenar la tierra, estas personas deliberadamente desobedecieron el mandato. No querían ser esparcidos en diferentes partes del mundo tal como Dios mandó. Fue por eso que se concentraron en un lugar, construyeron una ciudad, y comenzaron a erigir una gran torre. Génesis 11:5 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. El Señor estaba interesado en estas personas aunque ellos no le tomaron en cuenta. En este caso la historia se repite: Dios siempre hace Su voluntad. Cuando Satanás estaba en el cielo, trató de rebelarse, pero perdió. Los ángeles que le siguieron también perdieron contra Dios. Adán y Eva perdieron en su rebelión, de igual modo Caín y las personas del tiempo de Noé. Aquí no será diferente. Génesis 11:6-9 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. En Génesis 1:26 Dios dijo como haría al hombre: a Su imagen y semejanza. Otra vez en los versículos 6 y 7 vemos al Señor—Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios Espíritu Santo—hablando sobre lo que iba a hacer. El Señor causó que las personas hablaran idiomas distintos (el gran milagro aquí no fue que Dios les dio un idioma nuevo pero que El borró el antiguo). Los hombres no se podían entender y por eso se separaron en grupos que hablaban el mismo idioma; se movieron a diferentes partes del territorio. A través de los años, se movieron a otras partes del mundo, lo cual fue el plan original de Dios. El hombre debía poblar la tierra, no solamente una región. 39 Este pasaje en Génesis nos dice como las distintas naciones y razas se iniciaron. El Antiguo Testamento es muy importante ya que nos muestra como es Dios y como trata con el hombre. Estas antiguas historias se parecen al patrón de vida de hoy—los hombres y las mujeres continúan rebelándose contra Dios. Sin embargo, Dios nunca cambia, todavía juzga el pecado y todavía quiere que las personas crean en El. Génesis 11:11 Y vivió Sem, después que engendró a Arfaxad, quinientos años, y engendró hijos e hijas. Aquí vemos el comienzo de la genealogía de uno de los hijos de Noé, Sem. En el versículo 27 aparece un hombre llamado Abram quien era uno de los descendientes de Sem. Abram vivió cerca del lugar donde comenzaron a construir la torre de Babel. Génesis 11:27-30 Estas son las generaciones de Taré: Taré engendró a Abram, a Nacor y a Harán; y Harán engendró a Lot. Y murió Harán antes que su padre Taré en la tierra de su nacimiento, en Ur de los caldeos. Y tomaron Abram y Nacor para sí mujeres; el nombre de la mujer de Abram era Sarai, y el nombre de la mujer de Nacor, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca. Mas Sarai era estéril, y no tenía hijo. Como podemos ver, Abram se casó con Sarai, pero no tenían hijos y en esos días, el no poder tener hijos era considerado ser una desgracia. Las parejas que no tenían hijos eran vistos con malos ojos por la sociedad. Los hijos varones eran deseados más para que el hombre tuviera herederos que continuaran la dinastía de la familia. Sin embargo, Abram y Saraí no tuvieron ni siquiera una hija. Génesis 11:31,32 Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí. Y fueron los días de Taré doscientos cinco años; y murió Taré en Harán. Taré se movió de la tierra de Ur (Mesopotamia) y viajó hacia Harán con Abram, Sarai y Lot . Había planeado ir a Canaán, pero sólo llegaron hasta Harán y murió. Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. (Génesis 12:1) Es interesante que Dios le haya dicho a Abram que dejara su país y que se fuera a la tierra de Canaán mucho antes que se moviera con su padre a Harán. Y él dijo: Varones hermanos y padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Harán, y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré. (Hechos 7:2,3) Ahora no olvidemos que en Mesopotamia las personas adoraban a ídolos. No confiaban, ni amaban, ni obedecían a Dios. Josué 24:2 nos dice que el padre de Abram, Taré, era idólatra. Pero Abraham creyó a Dios; sin embargo, el plan de Dios para Abram no podía llevarse acabo mientras viviera entre sus parientes idólatras, entonces Dios le dijo que dejara su tierra, y que se fuera al país donde El le guiaría. 40 ¿Dios tenía algún derecho de decirle a Abram lo que debía hacer? Sí, ¿Por qué? Porque Dios lo creó. Nuestros antepasados, los descendientes de Noé, en la torre de Babel, se habían alejado voluntariamente de Dios y de la verdad. Adoraban las cosas que Dios había creado en lugar de adorar al Creador. Sin embargo, aunque pecadores y todo, Dios no abandonó Su plan de rescatar la humanidad del poder de Satanás y del castigo eterno. Nadie ni nada puede detener a Dios en cuanto a Sus planes; El siempre gana. Acordaos de esto, y tened vergüenza; volved en vosotros, prevaricadores. Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero. (Isaías 46:8-10) Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. (Salmo 115:3) Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. (Salmo 135:6) El llamamiento de Abram estaba en el plan de Dios como el siguiente paso para librar al hombre de la esclavitud del pecado. Dios todavía es el mismo que en los tiempos de Abram. Todavía es amoroso, misericordioso, y benigno. No ha olvidado Su plan de salvar al hombre del castigo eterno. El quiere que todos sean salvos del poder de Satanás y del pecado. Génesis 12:1,2 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Aunque Abram y Sarai no tenían hijos, Dios todavía les prometió que serían padres de una gran nación. Génesis 12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Aquí Dios está prometiendo que bendecirá a aquellos que ayuden a Abram, pero traería maldición a cualquiera que le maltratara. Miremos más cuidadosamente el final del versículo 3: “Serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Esta es la promesa más grande dada a Abram, porque tiene que ver con el Salvador. ¿Recuerda nuestro estudio en el Jardín del Edén, y como Dios prometió que mandaría un Libertador al mundo para que aplastara a Satanás? Dios ahora promete que uno de los descendientes de Abram sería aquel Libertador. Todas las familias del mundo serían bendecidas a través del descendiente de Abram. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de 41 la fe son bendecidos con el creyente Abraham. (Gálatas 3:8,9) Génesis 12:4,5 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron. Abram era muy rico y tenía muchos sirvientes, ganado, ovejas, y chivos. El se llevó todo que le pertenecía. Abram creyó a Dios y por eso tomo tal decisión. ¿Puede imaginarse jalando tantas cosas y yéndose con toda su familia y sus posesiones a otro país todo en obediencia al Dios que sus vecinos menosprecian? Las personas le miraban porque Abram era un hombre de dinero y posición. Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. (Hebreos 11:8) Para completarla, Abram tenía que viajar y vivir en carpas. (Hebreos 11:9) Apesar de todo esto, Abram creyó a Dios y le obedeció, confiando toda su familia, posesiones y reputación a Su cuidado. Abraham sabía que Dios era digno de su confianza. El sobrino de Abram, Lot, también se fue con ellos. Génesis 13:5-7 También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas. Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar. Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra. Lot también era rico como su tío Abram, y por tantas ovejas y ganado, no pasó mucho tiempo para que comenzaran los problemas. Abram, tuvo una solución que le propuso a Lot. Gen. 13:10,11 Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Lot miró y escogió los llanos verdes que serían buenos para sus animales, según su opinión. No pensó en las consecuencias de esta mudanza y como afectaría a su familia tanto como su relación con Dios. Al contrario que Abram, estaba pensando solamente en sí mismo y como podía incrementar su fortuna. ¿Recuerda la decisión necia de Caín de ignorar a Dios? Todos sus descendientes se ahogaron en el diluvio. Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte. (Proverbios 14:12) 42 Necesitamos tener cuidado con las decisiones que hacemos. En nuestra sociedad, continuamente se nos presiona a hacer decisiones respecto a cosas que no tienen valor eterno. ¿Cómo podemos hacer más dinero? ¿Qué puedo comprar? ¿Donde iremos para las vacaciones? ¿A las Vegas? Pero los temas reales de la vida se mencionan muy poco. ¿Qué de nuestra relación con Dios? ¿Qué saben nuestros hijos de El? Abram permaneció en las lomas rocosas e infértiles; Lot se mudó al llano fértil. Humanamente hubiera parecido que Abram fue el perdedor en esto. Génesis 13:12,13 Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera. En los llanos que Lot escogió habían dos ciudades malvadas. Las personas que vivían allí no querían saber nada sobre Dios ni lo que El quería que hicieran. Sólo pensaban en sí mismos y en las cosas malas que estaban haciendo. Dios sabia esto y se lo hubiera dicho a Lot si Le hubiese preguntado. Pero Lot ignoró a Dios, y escogió lo que parecía mejor para él, y haciéndolo tomó un paso trágico. En Génesis 18:20,21 vemos al Señor hablándole a Abraham sobre la situación de Sodoma y Gomorra. Lot se fue a vivir cerca de estas dos ciudades malvadas. Retén el consejo, no lo dejes; guárdalo, porque eso es tu vida. No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos. (Proverbios 4:13,14) sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. (Romanos 13:14) Dios había estado enojado con las personas de Sodoma y Gomorra aún antes que Lot se mudara allá. Por un largo tiempo, El había sido paciente con esta gente, pero ahora, El decidió que no podría tolerar su pecado un día más. Ellos no podrían escapar del juicio de Dios. ¿Recuerda como el Señor esperó pacientemente a las personas en los días de Noé a que cambiaran de parecer? El día llegó finalmente cuando Dios decidió que les había dado suficiente tiempo para que se arrepintiesen. Ni un sólo de aquellos que rechazaron estar de acuerdo con Dios escapó Su castigo. Es algo para meditar porque Dios, como regla, no castiga inmediatamente el pecado. Es por eso que pareciera que lo pasa por alto. No obstante, ese castigo llegará tarde o temprano. Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. (Eclesiastés 8:11) Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas que de cierto sería yo como tú; pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. (Salmo 50:20,21) Una escritura muy interesante es Génesis 18:22-32. Dios no iba a destruir a Sodoma y 43 Gomorra por el pecado, sino por la falta de justos. (Jeremías 5:1) Génesis 19:1-3 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo, y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche. Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron. Vea el progreso en la caída: en el principio Lot vivió cerca de una ciudad, ahora ha entrado en ella y está viviendo con estas personas malvadas. Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. (Génesis 13:10-12) Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará. (Salmo 1:1-3) Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. (Efesios 4:17-19) La Biblia nos dice más sobre el pecado de Sodoma. Estas personas eran orgullosas, inmorales, glotonas que no les importaba las necesidades de los otros. He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité. (Ezequiel 16:49,50) Génesis 19:4-7 Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. Que cuadro más repulsivo, pero Dios lo ha puesto aquí con un propósito (1 Corintios 10:11; Romanos 15:4) ¿Qué de la sociedad de hoy? La palabra “sodomía” todavía está en nuestro idioma porque este pecado todavía está entre nosotros. (Romanos 1:26,27) 44 Recuerde la decisión de Lot de escoger la tierra “buena.” Si Dios no hubiera mandado a Sus ángeles, que fin tan horrible Lot y sus hijas hubieran tenido. Pero la Biblia nos dice que Lot creyó a Dios, y Dios lo rescató. Y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados (2 Pedro 2:6-9) Génesis 19:8-11 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta. Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta. Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta. Note a que grado llegó su maldad que aun habiendo quedado ciegos eso no les frenó. Génesis 19:12-17 Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo. Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba. Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad. Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad. Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. Dios no salvó a Lot, su esposa, y sus hijas porque eran buenos, pero porque Lot creyó en las promesas dadas a Adán y a Abraham sobre el Libertador venidero. Entonces los ángeles de Dios guiaron a Lot que fuera antes de que las ciudades fueran destruidas. Dios siempre salva a aquellos que están de acuerdo con El y que creen a Su Palabra. Recuerde a Abel, el estuvo de acuerdo con Dios, confió y Dios lo aceptó. Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. (Hebreos 11:4) 45 Noé estuvo de acuerdo con Dios y confió en El, y Dios salvó a Noé del diluvio. Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. (Hebreos 11:7) Ahora Lot estuvo de acuerdo con Dios y confió en El y Dios les liberó antes que Sodoma fuese destruida. Gn. 19:24-25 Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. Una vez que Lot estuvo fuera de la ciudad sano y salvo, Dios destruyó a Sodoma y Gomorra. Tal como había destruido el mundo con el diluvio en los tiempos de Noé. Ahora el destruyó a estas personas malas, pero esta vez con fuego. Recuerde 2 Pedro 2:6 A través de convertir las ciudades de Sodoma y Gomorra en cenizas, Dios las usó como ejemplo para aquellos que viven sin Dios. La destrucción de estas ciudades debe ser un ejemplo de lo que vivirán aquellos que viven sin Dios. Dios es fiel y nunca cambia—todavía es el mismo hoy. Odia el pecado y nadie puede escaparse de Su juicio. Génesis 19:26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal. Cuando los ángeles se llevaron a Lot, su esposa y sus dos hijas fuera de Sodoma, ellos les dijeron que no vieran hacia atrás, sólo que corrieran hacia las montañas. Pero la esposa de Lot lo hizo. Dios sabía lo que había en su corazón. Ella era como Caín. No confió en Dios y amaba los caminos pecaminosos de las personas de Sodoma fue por eso que Dios la convirtió en una estatua de sal. ¿Por qué una estatua de sal? Porque el pecado endurece nuestros corazones. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. (Hebreos 3:12,13) 46 Lección 8 Abraham, Isaac y Jacob Génesis 22 al 46 Abraham creyó a Dios y su fe le fue contada por justicia. (Génesis 15:6) En esta lección veremos la prueba de la fe de Abraham y la fidelidad de Dios. Aunque Abraham y Sara eran muy viejos, Dios les prometió un hijo. Nada es imposible para El. porque nada hay imposible para Dios. (Lucas 1:37) El les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. (Lucas 18:27) Génesis 21:1-3 Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac. Después de muchos años Isaac llegó a ser un joven. Sus padres lo amaban y Abraham creyó que todas las promesas de Dios concerniente al Libertador venidero iban a llevarse a cabo a través de Isaac y sus descendientes. Pero un día Dios le dijo a Abraham que hiciera una cosa inesperada. Génesis 22:1,2 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Dios estaba probando a Abraham para ver si amaba a Isaac más que a El. Que gran sorpresa habrá sido para Abraham. ¿Como podía llevar acabo las promesas a través de Isaac si Abraham lo mataba? Muy dentro de su corazón, no creo que dudó. ¿Por qué? Porque conocía a Dios y confiaba en El. El sabía que Dios no miente, ni que haría promesas que no cumpliría. Es difícil para nosotros imaginarnos a alguien que siempre mantiene su palabra. Nuestras intenciones muy a menudo son muy buenas, pero no las hacemos. Nos ocupamos, o cansamos, o distraemos y fracasamos en hacer lo que prometemos. Dios no es como nosotros. Abraham descubrió lo que cada persona debe descubrir por sí misma: Dios nunca falla, El cumple sus promesas. Podemos confiar en El completamente. Esto es lo que Dios quiere sobre todas las cosas—que le creamos. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (Hebreos 11:6) Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas 47 ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. (Hebreos 11:17-19) Abraham creía que resucitaría a Isaac de los muertos, sabía que eso era imposible para el hombre, pero no para Dios. El era diferente a Adán y Eva. Ellos dudaron la palabra de Dios y Le desobedecieron, pero Abraham creyó que Dios mantendría Su palabra. ¿Qué de nosotros? ¿Verdaderamente confiamos en Dios y Su palabra? ¿Podemos confiarle nuestras vidas? Esto se nos pide en Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Génesis 22:3-5 Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. ¿Qué ve aquí que indica que Abraham creía a Dios y estaba convencido que no mataría a Isaac o lo levantaría de los muertos? Génesis 22:6-7 Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Considere la situación de Isaac. Sin duda alguna él había sido testigo de muchos sacrificios. Probablemente no entendía porque no habían llevado una oveja para el sacrificio. ¿Cree usted que Isaac sabía lo que Dios ordenó? Génesis 22:8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Abraham tenía fe y confianza absoluta en Dios. Esta es la base de todo; de otra manera sería como ir al médico y oírle acerca de nuestra enfermedad sin hacer nada al respecto. De la misma manera, sólo escuchar la palabra de Dios no nos ayudaría. La verdadera fe obra. (Santiago 2:18) Génesis 22:9,10 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 48 A Isaac lo ató y acostó en el altar; con cuchillo en mano estaba listo para matarlo. Lo mismo pasó cuando Dios cerró la puerta del arca después que Noé, su familia, y todos los animales y aves estaban adentro. Quedaron fuera del arca los que no creyeron a Dios. Tampoco hubo escape para las personas en las ciudades perversas de Sodoma y Gomorra cuando Dios les mandó fuego. La esposa de Lot por incrédula miró hacia atrás y murió. Dios salvó a Noé y su familia del diluvio. Dios salvó a Lot y sus hijas del fuego que destruyó Sodoma y Gomorra. Solamente Dios podía salvar a Isaac. Es igual para nosotros; no hay manera que podamos salvarnos de la muerte y el castigo eterno por nuestros pecados. Solamente Dios puede darnos la salida. Génesis 22:11-12 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Dios salvó a Isaac diciéndole a Abraham que no matara a su hijo. Sin embargo, Isaac no podía ser salvo si no había un sacrificio substituto. Abraham no podía proveer un sacrificio pero Dios sí. Génesis 22:13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Dios permitió que el carnero quedara trabado. ¿Cómo? Con sus cuernos en el zarzal. Si se hubiera atrancado con otra parte del cuerpo, se hubiera lastimado mientras luchaba para soltarse y así ya no hubiera sido aceptable a Dios. (Exodo 12:5 y Levítico 22:19-22) Dios sólo aceptaría un animal sano y fuerte como sacrificio. ¿Por qué? Porque Dios es perfecto, El sólo acepta lo que es perfecto. Dios proveyó un sacrificio aceptable, perfecto en lugar de Isaac. Mantuvo su promesa tal como le dijo. Ahora a través de Isaac, Dios le daría a Abraham muchos descendientes. Quitó a Isaac del altar y puso el carnero que Dios había provisto. El carnero al morir en lugar de Isaac se convirtió en su substituto. Génesis 22:14-19 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto. Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. Y volvió Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó Abraham en Beerseba. Abraham confió en Dios y Dios proveyó un carnero para que muriese en lugar de Isaac. Abraham también creyó que Dios proveería un día un Libertador que rescataría la raza humana del poder de Satanás y del castigo por el pecado. 49 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. (Gálatas 3:6-9) Génesis 25:19,20 Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, y era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel arameo de Padan-aram, hermana de Labán arameo. Más o menos 20 años han pasado desde que Isaac fue puesto en el altar. Génesis 25:21,24-26 Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer. . . Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre. Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú. Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz. ¿Por cuanto tiempo habían estado casados Isaac y Rebeca? 20 años Génesis 25:27a Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; Esaú pasaba su tiempo cazando y matando animales salvajes en el campo. Las promesas concernientes al Libertador le tocarían a Esaú porque él era el primogénito de Isaac. El derecho de la herencia era dada al hijo primogénito para que fuese el líder de la familia. Pero a Esaú no le interesaron las promesas de Dios. No confió en Dios, era como Caín. Esaú siguió su propio camino y vivió solamente para las cosas de este mundo sin importarle lo de Dios. Génesis 25:28-34 Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob. Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura. ¿Por qué odió Dios a Esaú? Porque miró como algo insignificante y rechazó la primogenitura dada por Dios. Génesis 25:27b pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. 50 Jacob era distinto a Esaú, él como Abraham e Isaac quería algo con Dios, creía. Esto es algo que cada uno tiene que preguntarse: ¿Estoy alejándome de Dios para seguir mi propio camino como Caín y Esaú? ¿Soy como Abel, Enoc, Noé, Abraham, Isaac, y Jacob que confiaron en la manera de Dios para salvarles? La diferencia entre Esaú y Jacob era tal que los problemas entre ellos crecieron al punto que Esaú amenazó matar a Jacob. Génesis 28:10 Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Era un largo viaje de Canaán hasta Mesopotamia, es por eso que Jacob tuvo que dormir en las montañas. Génesis 28:11 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Una noche Dios le dio un sueño. Antes que la Biblia fuese escrita, Dios hablaba a las personas a través de sueños, pero ahora que Su palabra ha sido completada, El nos habla a través de la Biblia. Génesis 28:12 Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. A través de este sueño, Dios le estaba mostrando a Jacob que el Libertador venidero sería el puente que uniría el abismo entre el hombre y Dios. Recordemos lo que pasó en la torre de Babel. Todos sus esfuerzos no pudieron hacer puente entre Dios y el hombre; el abismo del pecado continuó. Este Libertador destruiría a Satanás y reconciliaría al hombre con Dios. Sería como la escalera que Jacob vio y se extendía de la tierra hasta el cielo. (Juan 1:51) Aunque todas las personas han sido separadas de Dios por las mentiras de Satanás y la desobediencia e incredulidad de Adán; Dios aun así planeó mandar al Libertador quien haría posible que se reconciliaran y se reunieran. Jacob era un pecador, tal como nosotros; pero Dios benévolamente le mostró que sólo hay un camino, y que debía poner su confianza en Dios—no en su propia habilidad de controlar las circunstancias. Génesis 28:13-15 Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Génesis 28:14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en 51 tu simiente. Dios le prometió a Jacob que el Libertador sería uno de sus descendientes. Jacob ahora sabía por seguro que las promesas dadas a su abuelo, Abraham, y a su padre Isaac, le pertenecían. Génesis 29:1 Siguió luego Jacob su camino, y fue a la tierra de los orientales. Entonces Jacob regresó a Harán, se casó, tuvo 12 hijos y Dios le cambió su nombre de Jacob a Israel. El varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. (Génesis 32:28) José hijo de Jacob Génesis 37:1-4 Habitó Jacob en la tierra donde había morado su padre, en la tierra de Canaán. Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos. Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente. Porque José era el hijo favorito de su padre, todos sus hermanos mayores le odiaban. Génesis 37:5-11 Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras. Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto. Dios sabía exactamente lo que iba a suceder; José no podía ver su futuro, ni tenía idea de como sus sueños se harían realidad, pero Dios sí y lo puso muy claro. José iba a ser el líder y gobernador de la familia. Génesis 37:12-14 ; 18-20, 24, 28 ; 39:1 José, el líder que Dios había prometido, llegó como esclavo a Egipto. Pero recordemos que Dios siempre lleva a cabo completamente cada promesa que hace. El sabe todo, nada de lo 52 que le pasó a José fue una sorpresa. Génesis 39:1-20 José fue llevado por los mercaderes a Egipto donde lo vendieron como esclavo. Por un corto tiempo las cosas marcharon bien en su trabajo. Su amo fue bendecido y José fue exaltado. Sin embargo, miremos hacia adelante. Es muy interesante que aunque José fue odiado por sus hermanos y después calumniado por la esposa de su amo, aun así creyó a Dios al igual que Abraham, Isaac, y Jacob. Nadie puede agradar a Dios si no cree a Su palabra. Lo más grande que podemos hacer es aceptar la palabra de Dios como la verdad y confiar en todo lo que allí está escrito. Génesis 39:21-23 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba. ¿Merecía José el favor especial de Dios? No, porque era un pecador, pero aun así Dios le cuidó. Porque es misericordioso y tenía un plan maravilloso para la vida de José. Génesis 41:1-8 Aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño. Le parecía que estaba junto al río; y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado. Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río; y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón. Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña, y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y abatidas del viento solano; y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Faraón, y he aquí que era sueño. Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios; y les contó Faraón sus sueños, mas no había quien los pudiese interpretar a Faraón. El rey de Egipto, no conocía ni adoraba al Dios viviente. Los egipcios adoraban al sol, la luna, las estrellas, los animales, criaturas que se arrastran, y el río Nilo. Pero aun así, Dios planeaba usar a este rey y su país para llevar a cabo Sus propósitos. Dios gobierna sobre todos los reyes y naciones aunque ellos no le conozcan ni Le adoren. Génesis 41:14-16 Entonces Faraón envió y llamó a José. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Faraón. Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón. 53 ¿Qué resalta en estos versículos? La humildad y la fe de José. La gloria la da a Dios. Génesis 41:25-32 Dios le dio un entendimiento especial a José para que compartiese con el faraón sobre todo lo que acontecería en su país. Génesis 41:33-43 Recordemos los sueños que Dios le había dado a José cuando era joven. Están por realizarse. Los hermanos y la familia tenían que postrarse. Dios siempre hace lo que planea. Nadie puede darle la contra o detenerle. Cuando llegó la hora sacó a José de la cárcel y le dio una posición muy alta. Lo que le prometió cuando era joven ese día se cumplió. Génesis 41:56-57; Génesis 42:1-3, 6-8- Entonces los hermanos compraron algo de grano y se fueron a casa. Génesis 43:1,2 Regresan una segunda vez para ver a José. Génesis 45:1-9 José lloró cuando se dio a conocer a sus hermanos, no los trató como se merecían. Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. (Génesis 50:20) Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28) Génesis 45:25-28 ; 46:5-7 Dios siempre mantiene Sus promesas. Muchos años antes, El le había dicho a Abraham que sus descendientes irían a otro país. (Génesis 15:13) Aunque cientos de años habían transcurrido, Dios hizo lo que había prometido. Todo lo que dice en Su palabra sucederá pero a Su tiempo. 54 Lección 9 Moisés el Libertador Exodo 1 a 4 Hemos terminado el libro de Génesis con la vida de José. Vamos a continuar con el libro de Exodo que significa “salir”. El libro narra como Dios sacó a su pueblo Israel de Egipto. Este maravilloso estudio requiere que tengamos presente lo siguiente: 1) 2) 3) La Biblia es una historia verídica. Los eventos de Génesis y Exodo son mencionados varias veces a través de la Biblia y muchos de los detalles de estos dos libros han sido confirmados por descubrimientos arqueológicos. Mantengamos nuestra mirada en lo que Dios hizo. Vamos a conocerle porque así como nuestras acciones revelan nuestro carácter, así las acciones de Dios revelan Su carácter. Recuerde que Dios es el mismo hoy, nunca cambia. Dios es santo, todopoderoso, fiel, y soberano. Jacob y sus once hijos junto con sus familias llegaron a Egipto por causa del hambre. Jacob/Israel murió, pero José y los demás continuaron viviendo en Egipto, aunque el hambre ya había terminado. No regresaron a la tierra que Dios les había prometido a Abraham, Isaac, y a Jacob. Sin embargo, al paso de los años José y toda esa generación murieron en Egipto. Desde que llegaron a Egipto y Exodo habían transcurrido unos 350 años. Israel creció en número tremendamente. Exodo 1:6,7 Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. Los hijos de Israel crecieron en número rápidamente. También se enriquecieron. Tenían mucho ganado, cabras, y ovejas. Había suficiente pasto para sus animales. El rey también era bueno con ellos. Pero las cosas iban a cambiar pronto. Exodo 1:8-11 Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: he aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés. ¿Quién estaba guiando a Faraón en este plan malvado? ¡Satanás! Recuerde, él odia a Dios y 55 odia al hombre. Satanás sabía que Dios había prometido mandar un Libertador que le destruiría y que liberaría al hombre de su poder. También sabía que Dios había prometido que este Salvador nacería por medio de la nación de Israel. Génesis 12:2,3 ; 28:14,15. Satanás sabía que el Libertador sería un descendiente de Abraham, es por eso que quería destruir a Israel porque ellos eran el pueblo que Dios había escogido para llevar a cabo Su plan en el mundo. Exodo 1:11-22 ; Exodo 2:1-4 El río era el último lugar donde abandonar al niño, pero sus padres confiaban completamente que Dios lo cuidaría. Ex. 2:5-10 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste. Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió. Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué. Lo que Dios hizo: 1) Usó el mismo río para salvarle. 2) Su misma mamá lo amamantó y le pagaron por hacerlo. 3) Quien quería matar a Moisés, termina criándolo y educándolo. Es como si Dios hubiera dicho: -tú que quieres destruir a mi Libertador tendrás la tarea de criarlo en tu casa. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? (1 Corintios 1:19,20) Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. (1 Corintios 3:19) Dios tenía Su plan y primero prepararía a Moisés para el trabajo. El aprendió muchas cosas en la casa de Faraón, pero sobre todo, que el poder humano está limitado. (Hechos 7:22) La historia relata que los líderes egipcios recibían instrucciones especiales para leer y escribir, también entrenamiento en liderazgo doméstico y militar. Obviamente Moisés recibió esta instrucción en el palacio del Faraón. 56 Como con José, Dios obró nuevamente dentro de una situación difícil; El cumplió Sus propósitos con Su pueblo. Dios es más grande cualquier persona o cosa incluyendo a Satanás. Nada ni nadie puede detenerle en Sus planes. Exodo 2:11-15 En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto. Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián. Los Israelitas fueron esclavos del Faraón y no podían escapar. Moisés hizo todo lo que pudo para ayudarles, pero fracasó. Ningún humano podría rescatar a este pueblo. Sólo Dios podía salvarles. Tal como los Israelitas fueron esclavizados por el Faraón, así nuestros antepasados, nosotros y todos nuestros hijos nacimos bajo el cautiverio de Satanás. No podemos liberarnos de él; ningún maestro o predicador, ni ningún otro humano nos puede liberar. Sólo Dios nos puede liberarnos de la esclavitud de Satanás. Exodo 3:1-3 Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Esta zarza era ordinaria; la cosa extraordinaria era que ardía pero no se consumía. ¿Por qué? Porque Dios es todopoderoso. Nadie puede hacer las cosas que Dios hace. Tal como Dios estuvo en la zarza y la mantuvo sin que se consumiera, así fue con Israel, guardándoles para que no fueran destruidos. Satanás y el Faraón no podían destruir a los Israelitas mientras Dios estuviera con ellos. Exodo 3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Moisés sólo quería ver que pasaba con esa zarza, el no sabía que Dios estaba en la zarza. ¿Puede imaginarse cuan asombrado estaría al oir la voz de Dios en medio de la zarza? 57 Exodo 3:5,6 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Dios le dijo a Moisés que se quitara las sandalias ¿Por qué? El estar descalzo era una muestra de humildad y sujeción. Los esclavos siempre andaban descalzos. El Señor escoge a quien El decide para hacer Su voluntad. Cuando llega la hora que el Señor va a hacer algo, nadie puede detenerlo. Exodo 3:7-10 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. Dios le dijo a Moisés que lo usaría para sacar a los Israelitas de la esclavitud en Egipto y llevarlos de regreso a la tierra que Dios había prometido a Abraham. Dios decidió usar a un hombre de 80 años que no quería la tarea. También recuerde que Moisés había fracasado una vez cuando trató de ayudar a su pueblo; él no estaba tan ansioso de hacerlo de nuevo. Exodo 3:11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Moisés tuvo varias excusas para no ir: El respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. (Exodo 3:12-14) Durante los tiempos bíblicos los nombres tenían un gran significado. El nombre de una persona enfatizaba alguna característica personal o cualidad. Por ejemplo, el nombre de Moisés significaba “sacar” porque había sido sacado de las aguas cuando la hija del Faraón lo halló. Dios no podía darse sólo uno o dos nombres. Era imposible porque Dios es tan grande. El es el Creador, Todopoderoso, Omnisciente, Fiel y Permanente, el Juez Poderoso y Vengador de todo mal, el Salvador Amoroso, Bueno y Benigno que sólo puede proveer un camino para salvar al hombre de Satanás, el pecado, y la muerte. El es todo esto, y mucho más. ¿Qué nombre se podía dar Dios que comunicaría a los Israelitas todas las cosas que hay que 58 saber acerca de El? Dios le dijo a Moisés que les dijera: YO SOY me manda. Este nombre incluye tanto que no podemos entenderlo completamente. Significa que Dios existe por Sí Mismo. Las primeras palabras en la Biblia son la clave: “En el principio, Dios.” Dios ya existía en el principio. El no tuvo un principio y no puede tener un fin. El nunca ha dependido ni dependerá de nadie. Sin embargo, todos dependemos en El. Tiene el control absoluto sobre la tierra, la lluvia, el viento, los ríos, la luna, las estrellas, el sol, etc. Todas las cosas están bajo su control. El es el gran YO SOY, EL TODOPODEROSO. Ni el Faraón, ni los egipcios y nie le mismo Satanás pudieron detener al pueblo de Israel cuando el gran YO SOY decidió liberarlos. Exodo 3:15-18; Exodo 3:19-20 Dios supo exactamente como iba a reaccionar el rey de Egipto. Dios conoce nuestros pensamientos, palabras, y acciones antes que las pensemos, digamos, o hagamos algo. El conoce toda nuestra vida desde nuestro nacimiento, nuestra muerte y hasta después de la muerte. En todo esto, Moisés todavía no estaba convencido así que tuvo otra excusa. Ex. 4:1-5 Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. El le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Exodo 4:10-12 Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. Moisés continuó con su negativa, no quería ir y por eso le dice a Dios: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. (Exodo 4:13) Exodo 4:14-20 y Exodo 4:27-31 59 Lección 10 Moisés y la salida de Egipto La Peña de Horeb Exodo 5 al 17 Los Israelitas fueron esclavizados en Egipto por el poderoso Faraón. Probablemente ninguno de nosotros a experimentado esa situación, pero sí hemos sido esclavos del pecado. Exodo 5:1,2 Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto. Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. El Faraón era el rey de Egipto durante los días de Moisés, aunque no se dice su nombre. Pero por el versículo 2 nos damos cuenta que no conocía al Dios vivo y verdadero. Los egipcios adoraban las cosas que Dios hizo y no a El. El Nilo, el río más grande del país era uno de sus ídolos. También adoraban al sol, la luna, y diferentes tipos de animales. Tenían muchos dioses, inclusive el mismo Faraón era visto como un dios. En los días de Moisés esa generación de Israelitas en Egipto no había visto ninguna evidencia de la grandeza y del poder del Señor. Sólo habían oído lo que había hecho por medio de Abraham, Isaac, Jacob, y José. El Señor decidió usar a Faraón, hombre perverso y rebelde, para mostrar Su poder y sabiduría a esa generación de Israelitas. Iban a ver que Dios es poderoso y amoroso cuidando a Israel. Exodo 6:1-8 Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra. Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ. Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos. También establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron forasteros, y en la cual habitaron. Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto. Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes; y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ. 60 Dios también planeaba mostrar a los egipcios que El es el único Dios vivo y verdadero. Que tiene todo poder sobre la tierra y que los dioses en los cuales ellos confiaban y adoraban no podrían protegerles del Dios de Israel. Los egipcios eran personas inteligentes y muy hábiles: escritores, matemáticos, químicos, líderes militares y civiles, arquitectos, artistas, artesanos, etc. Pero espiritualmente estaban ciegos y muertos. Aunque ellos mantuvieron a Israel en la esclavitud, los egipcios también eran esclavos bajo el control de Satanás. Exodo 7:3-5 Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios. Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos. Esto debe de ser una advertencia para todos nosotros. No podemos ignorar o rebelarnos contra Dios. Nadie que lucha contra El puede ganar o escapar del castigo. Exodo 7:10-14 Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra. Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos; pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos. Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho. Entonces Jehová dijo a Moisés: El corazón de Faraón está endurecido, y no quiere dejar ir al pueblo. Ya que el rey de Egipto rehusó soltar a los Israelitas, el Señor comenzó a mostrar Su gran poder. La historia completa está en Exodo 7:14 al 10:29. Primero, el Señor convirtió el agua del río en sangre. Después, mandó plagas de ranas, piojos, y moscas. Después permitió que los caballos, el ganado, las ovejas, los camellos, y los asnos de los egipcios se enfermaran. Después, el Señor permitió que los egipcios tuvieran sarpullido con úlceras. Después de esto hubo una lluvia de granizo, una plaga de langostas, y tres días de oscuridad en todos los lugares donde vivían los egipcios. El Faraón y los egipcios no se podían salvar de estas terribles plagas que el Señor había mandado. Tampoco sus dioses los podían salvar. Es interesante notar que cada una de las plagas señalaba hacia uno de los dioses egipcios como su dios rana, su dios sol, y su dios tormenta. Por el otro lado los israelitas fueron protegidos de tan terribles plagas. Exodo 9:4-6 Y Jehová hará separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada muera de todo lo de los hijos de Israel. Y Jehová fijó plazo, diciendo: Mañana hará Jehová esta cosa en la tierra. Al día siguiente Jehová hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno. Exodo 9:25-26 Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo destrozó el granizo toda la hierba del 61 campo, y desgajó todos los árboles del país. Solamente en la tierra de Gosén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo. ¿Protegió el Señor a los Israelitas porque no tenían pecado? No. Fue por amor, misericordia, y gracia. Cumplió Sus promesas hechas a Abraham, Isaac, y Jacob. Dios escogió a Abraham y le prometió bendecirle y hacer de sus descendientes una gran nación y ser su Dios. Aunque cientos de años habían transcurrido y los Israelitas ahora eran esclavos en Egipto, Dios todavía los veía como Su pueblo especial; eran los descendientes que Dios había prometido a Abraham. Frente a cada plaga la manera de responder era la misma. El Faraón llamaba a Moisés y le pedía que quitara la plaga, entonces dejaría ir a Israel. El Señor removía la plaga, pero tan pronto se iba, endurecía su corazón y no les dejaba ir. Exodo 9:23-35 Dios siempre supo que el Faraón sería terco. Aún antes que Moisés fuera de regreso a Egipto, ya le advirtió que eso sucedería. Dios no se asombra de lo que hacen las personas; pero El siempre lleva adelante Su plan sin importar quien quiera interponerse. Este rey malvado no pudo evitar que Dios liberara a los Israelitas. El Señor sabía que después de la última plaga, el Faraón dejaría ir a su pueblo. Exodo 11:1,4-7 Jehová dijo a Moisés: Una plaga traeré aún sobre Faraón y sobre Egipto, después de la cual él os dejará ir de aquí; y seguramente os echará de aquí del todo. . . Dijo, pues, Moisés: Jehová ha dicho así: A la medianoche yo saldré por en medio de Egipto, y morirá todo primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está tras el molino, y todo primogénito de las bestias. Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca hubo, ni jamás habrá. Pero contra todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua, para que sepáis que Jehová hace diferencia entre los egipcios y los israelitas. Aunque los israelitas eran pecadores y merecían morir, la gracia de Dios ellos hizo que fueran librados de esta plaga. Dios les dio instrucciones precisas para que los primogénitos de los israelitas se salvaran. Exodo 12:1-5 Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste 62 para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero. El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. El cordero o macho cabrío tenía que ser sin mancha. (Perfecto) ¿Recuerda del carnero que fue ofrecido en lugar de Isaac? Fue atrapado por los cuernos en un zarzal espinoso. ¿Por qué se atrapó por los cuernos? Dios es perfecto, y todo lo que El dice y hace es perfecto. El nunca hubiera aceptado como ofrenda un animal que estuviera enfermo o lastimado. Exodo 12:6 Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. El cordero tenía que ser guardado hasta el día especificado por el Señor, el cual era el día catorce del mes, y tenían que matarlo en la tarde de ese día. Cuando los israelitas mataron los corderos y la sangre fluyó , las personas fueron recordadas que el castigo por el pecado es la muerte. Tal como el carnero murió en lugar de Isaac, las ovejas perfectas que fueron escogidas por los israelitas murieron en lugar de sus primogénitos. Exodo 12:7 Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. Era la sangre del cordero que salvaría al primogénito. Exodo 12:22,23 Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. Exodo 12:46 Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo. Es importante que recordemos que ellos no podían quebrar ningún hueso del cordero. Estas eran las instrucciones de Dios para Israel; tenían que hacer todo exactamente como el Señor le había dicho a Moisés. Dios siempre ha sido el mismo; nunca permitirá que alguien se salve por su propia cuenta. ¿Se acuerda como rechazó las hojas de higuera que Adán y Eva se hicieron en el huerto del Edén? Dios también rechazó la ofrenda de Caín, porque no estaba de acuerdo con Sus instrucciones. Dios le dijo a Noé que hiciera el arca exactamente como le había instruido. En la misma forma, los Israelitas tenían que hacer todas las cosas exactamente como Dios le había dicho a Moisés. 63 Dios todavía es el mismo, no ha cambiado. No podemos llegar a Dios de acuerdo con nuestras ideas. Sólo podemos llegar a Dios de la manera que El estableció. Exodo 12:12-14 Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis. ¿Cómo se sentiría usted si esto se le pidiera hacer hoy? Se puede imaginar el tremendo miedo que tuvieron los Israelitas. Ellos sabían que Dios haría lo que decía y ellos no tenían alternativa sino obedecer. Exodo 12:28 Y los hijos de Israel fueron e hicieron puntualmente así, como Jehová había mandado a Moisés y a Aarón. ¿Qué cree usted que sucedería si un Israelita hubiera dicho, “Yo no voy a matar a uno de mis mejores corderos. Yo tengo uno enfermo. Eso será suficiente.” ¿Piensa usted que Dios hubiera aceptado la sangre de un cordero enfermo? No. El cordero debía ser perfecto. Tenía que morir. La sangre debía ser derramada. ¿Por qué? Ellos no debían olvidar que el castigo por el pecado es la muerte. Exodo 12:29-30 aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales. Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto. Cada primogénito egipcio y del ganado de los egipcios murió. Recuerde que el castigo por el pecado es la muerte. (Romanos 6:23) Dios siempre hace lo que dice. El dijo que destruiría al primogénito de la casa de los egipcios, y lo hizo. El dijo que salvaría por cada casa donde viera sangre y lo hizo. Quiero enfatizar esto: Se puede confiar en el Señor; Su palabra es verdadera. Exodo 12:31-36 Podemos aprender a creerle a Dios por medio esta tragedia tan horrible. Dios noha 64 cambiado. El todavía requiere que confiemos en El. Todavía juzga al pecado; todavía mantiene Sus promesas. El Señor liberó a Su pueblo tal como lo había prometido. Dios castigará a aquellos que luchan contra El, como el Faraón, pero El mostrará Su misericordia y dará paz a aquellos que confían en El. Exodo 13:21 Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. El número de Israelitas había crecido tremendamente. Recién llegados a Egipto, sólo eran como setenta. ¡Ahora, 430 años después, habían probablemente dos millones y medios de Israelitas! Dios les dirigió donde El quería que fueran por medio de una nube y el mantuvo la nube enfrente de ellos en todo tiempo. Mantenga en mente que les amaba, y es por eso que El les cuidó. Les estaba protegiendo para que El Gran Libertador / Salvador naciera en el mundo un día. El Señor estaba protegiendo a Israel porque El les había confiando Su palabra para que ellos se la dieran al mundo. (Romanos 3:1,2) En todo esto, el enemigo de Dios, Satanás, no se daría por vencido ni dejaría que los Israelitas se fueran. Puso en el corazón del Faraón el deseo de seguirles y recapturarlos. Exodo 14:5-7 Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva? Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo; y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos. Los Israelitas estaban asustados, y culpaban a Moisés. Exodo 14:10-12 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto. Aunque habían visto todas las cosas grandes y maravillosas que el Señor había hecho en Egipto, ellos todavía no podían confiar en El. Sin embargo Moisés les declaró: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. (Exodo 14:13,14) 65 ¿Somos diferentes a ellos? ¿Estamos dispuestos a creer la palabra de Dios y confiar solamente en El? Nuevamente podemos ver la misericordia de Dios, aunque los Israelitas pecaron y no confiaban en el Señor, El fue misericordioso y planeó liberarlos. El mar estaba adelante, las montañas alrededor y sus enemigos atrás de ellos. Sólo Dios les podía salvar. Es igual con nosotros. No podemos hacer un camino para escapar de la ira de Dios. No podemos arreglar las cosas entre nosotros y Dios por medio de lo que hagamos. Sólo Dios nos puede salvarnos del castigo eterno. Exodo 14:15,16 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. Dios creó el mar, es por eso que El tiene control completo sobre él. En el principio, toda la tierra estaba cubierta con agua. El Señor hizo que las aguas se movieran para que hubiera tierra seca. El ordenó al mar a que se moviera para que Su pueblo pudiera caminar al otro lado en tierra seca. (Exodo 14:19-30) Exodo 14:31 Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo. Exodo 16:1-3 Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud. Parece que su creer era intermitente y basado en las emociones. A ratos creían y en otro momento querían matar a Moisés. Exodo 16:11,12 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios. Ellos no merecían nada del Señor, pero en Su gracia (favor no merecido), El les prometió darles comida gratuita. Exodo 16:13-15 Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento. Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. Y viéndolo los hijos 66 de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer. Dios ayuda a los que dependen en El; les libera aunque no haya manera humana de escapar. (2 Corintios 12:9; Isaías 40:29) Cuando Adán y Eva pecaron contra Dios fueron separados de El, pero Dios prometió mandar un Salvador para que les liberara. Ellos trataron de hacerse vestimentas de hojas, pero Dios les proveyó vestimentas de pieles de animales. Dios, en Su misericordia y gracia, aceptó la ofrenda de Abel. Dios salvó a Noe y a su familia del diluvio. Dios llamó a Abraham fuera de la idolatría, protegió a la familia de Jacob del hambre a través de José, llamó a Moisés para que liberara los Israelitas de la esclavitud en Egipto, y abrió el mar para ellos. Ahora El les promete darles comida. Ninguna de estas personas merecian las cosas que Dios hizo por ellos. El hizo todo esto porque El es misericordioso y benigno. Exodo 16:35 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán. Aunque los Israelitas estuvieron agradecidos por la provisión del Señor de los alimentos, pronto se olvidaron de Su gran poder, y comenzaron a quejarse de nuevo. ¿Dónde no he oído eso? Exodo 17:1-4 Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. ¿Cuanto puede vivir un hombre sin tomar agua? Solamente unos pocos días. Los Israelitas tenían miedo que morirían en el desierto. ¿Se puede imaginar la carga que Moisés sentía? El no tenía ninguna forma para suplirles agua. Sólo Dios les podía ayudar. Exodo 17:5,6ª Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. 67 Hubiera hecho más sentido si Dios les hubiera dicho que hicieran un hoyo en la arena o que hicieran un pozo. Entonces hubiéramos podido “explicar” como El suplió el agua. Pero esto fue un milagro de Dios. Solamente Dios pudo haber hecho que saliera agua de una peña en medio desierto. El quería que los Israelitas (y nosotros) supiéramos que sólo Dios podía salvarles de la muerte. Moisés tuvo que hacer las cosas a la manera de Dios. Cada vez que se encontraban en una situación difícil, Dios les dijo exactamente lo que debían hacer. Por la fe Moisés golpeó la Peña e inmediatamente un gran chorro de agua brotó de ella. No sabemos el número exacto de Israelitas durante esos días, solamente los hombres mayores de veinte años eran contados en el censo registrado en la Biblia. Estimamos que podrían haber sido dos millones y medio de personas. ¡Hubo suficiente agua para todos y sus animales! Abrió la peña, y fluyeron aguas; corrieron por los sequedales como un río. (Salmo 105:41) Sólo el Dios Todopoderoso pudo haber dado agua de una peña en el desierto. Suficiente agua para 2.5 millones de personas y a los animales. Se ha estimado que ellos necesitaban 11 millones de galones de agua diarios. 68 Lección 11 Moisés y los Diez Mandamientos Exodo 19:1 al 20:17 En su opinión como cristiano ¿cómo debemos ver los diez mandamientos? ¿Son reglas que debemos practicar en nuestras vidas? Veamos lo que Dios dice al respecto y también como preparó a Israel antes de darles estas leyes. Exodo 19:1,2 En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí. Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte. Los Israelitas no decidían cuando viajar ni a donde irían. Dios decidía y ellos debían obedecerle. Dios era su gobernador, protector, y proveedor. ¿Qué de nosotros? ¿Quiere Dios dirigir nuestras vidas? Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. ( Proverbios 3:5,6) Exodo 19:3,4 Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. El Monte Sinaí (también llamado Horeb) era el lugar donde Moisés vio la zarza ardiendo. El Señor le había prometido a Moisés que un día le llevaría de regreso junto con el pueblo de Israel a esta montaña. (Exodo 3:1,2,12) Una vez más la fidelidad de Dios es tan evidente. Esto nos enseña que podemos confiar completamente que El hará todo lo que promete. Exodo 19:5,6 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. Este era el mensaje: El les prometió bendecirles si ellos confiaban y le obedecían perfectamente. Si ellos hacían todo lo que El les decía, entonces El les aceptaría y les daría todas las cosas buenas que necesitarían. Tenemos que enfatizar que la Ley promete bendición basada en la obediencia; pero maldición a los que se apartan sea de corazón o hecho de cualquiera de sus santos mandamientos. Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. (Gálatas 3:10) Cuando se les dio la ley los Israelitas deliberadamente olvidaron su posición en la gracia (v. 4). Su respuesta debió haber sido: “Ninguna de estas cosas podemos hacer, queremos permanecer en tu gracia”. 69 Exodo 19:7,8 Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos. Y Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo. Ellos pensaron que podían obedecer a Dios y así alcanzarían todo lo que necesitaban. Les faltaba entender sus corazones estaban llenos de pecado y que no podían agradar a Dios en sus propias fuerzas. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (Hebreos 11:6) Su actitud fue como la de Caín que creyó que podía agradar a Dios por medio de las cosas que él le trajo. El pacto era, si ellos obedecían a Dios perfectamente, entonces El les aceptaría y les bendeciría, pero si ellos desobedecían, entonces ellos serían maldecidos y castigados por Dios. Mejor se hubieran quedado en la gracia. Neciamente dijeron que obedecerían cuando les hubiera ido mejor al pedir a Dios que tuviera gracia y misericordia. La ley demanda obediencia perfecta. (Santiago 2:10) Exodo 19:16-25 Cuando Israel escogió la ley, Dios se hizo inalcanzable. Les puso límites para que no se acercaran; les hablaría desde el Monte Sinaí. Exodo 20:1,2 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. La montaña estaba temblando y echando humo; la luz resplandeció, los truenos rugían, las trompetas tocaban en el aire. ¡Las personas temblaban de miedo y se mantuvieron lejos de la montaña! Entonces el Señor habló y les dio dio los Diez Mandamientos. El castigo por la desobediencia de un sólo mandamiento es la separación eterna de Dios en el Lago de Fuego, el cual Dios preparó para Satanás y los ángeles que le siguieron en su rebelión. (Mateo 25:41; Apocalipsis 20:15) Los mandamientos de Dios son como un espejo. Tal como podemos ver nuestras caras sucias reflejadas en un espejo, así también podemos ver nuestros corazones pecaminosos en la ley. (Romanos 3:20; Romanos 7:7) ¿Pero qué pasa si no podemos obedecer todos los mandamientos de Dios? ¿Nos aceptaría Dios si sólo tratamos de hacer lo mejor posible y obedecemos tanto como podamos? ¡No! (Santiago 2:10) 70 Dios castiga a los pecadores por desobedecer una vez uno de los mandamientos. ¿Cuántas veces desobedecieron Adán y Eva para que Dios los echara del huerto? Ellos pecaron una vez, y fue suficiente para ser castigados con la muerte. Dios demanda que obedezcamos todos Sus mandamientos todo el tiempo. Sin embargo, es imposible que alguien mantenga perfectamente los mandamientos de Dios porque todos nacimos pecadores y apartados de Dios. No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. (Romanos 3:10 12) Como Israel estaba segura que podía guardar su parte del pacto, así hoy se escucha este comentario: “Dios tiene que bendecirme porque soy su hijo y guardo sus mandamiento.” Los Diez Mandamientos Exodo 20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí. Dios no permitirá que nadie o nada tome o comparta Su lugar. Isaías 45:5-dice: Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Cualquier cosa que pongamos en lugar de Dios llega a ser nuestro dios. Nada ni nadie debe tomar el lugar de Dios en nuestras vidas: ni dinero, carros, casas, trabajos, ni personas. Aunque alabemos a Dios con nuestros labios y llorando, al no darle el primer lugar en nuestros corazones siempre, quebrantamos este mandamiento. Y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios. (Deuteronomio 8:17-20) El castigo por desobedecer el primer mandamiento es la muerte, separación de Dios. ¿Acepta usted que todos somos culpables de quebrantar este mandamiento? Exodo 20:4-6 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. Dios es supremo y soberano—más grande que todas las cosas que ha creado. Dios es Espíritu; no tiene un cuerpo material. El no tuvo principio y no tendrá fin. El está en todo 71 lugar en todo tiempo, todo lo sabe, es todopoderoso. El es absolutamente santo y perfecto. El es Supremo; más grande que cualquier persona. Ninguna parte de la creación de Dios, ningún ídolo hecho por el hombre es digno de adoración—sólo Dios debe de ser adorado. Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas. (Isaías 42:8) Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. (Romanos 1:18-23) Exodo 20:7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. Dios les dijo a los Israelitas que debían respetar Su nombre, sabiendo que El es su Rey y Creador. Jamás debían tomar Su nombre descuidadamente. Para nosotros es malo rebajar a otras personas o rehusar darles el respeto que se merecen. Un hijo debe mostrar respeto hacia sus padres. Una esposa y esposo deben respetarse. Un joven debe respetar a sus mayores. Si así es entre nosotros imagínese cuanto más respeto merece Dios. Quienes no le dan a Dios el respeto que merece, merecen ser condenado. Yo soy culpable. ¿Qué de usted? Exodo 20:8-11 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. Dios les dijo que debían guardar el séptimo día como un día especial de descanso en honor al que creó todas las cosas en seis días. ¿Qué hizo Dios en el séptimo día, el día después que hubo terminado la creación? Descansó. El había terminado todo lo que había planeado hacer. El cuarto mandamiento es el único que no se menciona en el Nuevo Testamento. Los mandamientos sólo eran una sombra de lo que estaba por venir. Todos habían sido cumplidos y todos sus requisitos llevados a cabo en la persona de Jesucristo. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. (Col. 2:16,17) Exodo 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. 72 Dios dijo que los hijos debían respetar y obedecer a sus padres. Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. (Efesios 6:1-3) Ninguno de nosotros hemos obedecido completamente a nuestros padres. Todos hemos quebrado este mandamiento y también los otros. Dios espera que nosotros obedezcamos estos mandamientos desde el día que nacemos hasta nuestra muerte. ¿Conoce al alguien que lo haya hecho? El castigo por un acto de desobediencia es la muerte, la separación eterna de Dios. Exodo 20:13 No matarás. Matar a alguien es un pecado contra Dios. El es el Creador de todas las personas. El le da la vida a cada persona. Nadie tiene el derecho de quitarle la vida a otro. También Dios dice muy claro en Su Palabra que si una persona odia a otra, ha cometido homicidio en su corazón. Solamente al pensar matar a alguien, delante de Dios eso es asesinato y por tanto merece la condenación. Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. (Mateo. 5:21-22) Exodo 20:14 No cometerás adulterio. Dios dice que es pecado tener relaciones sexuales con alguien que no sea su esposo o esposa. Hoy muchas personas dicen que este mandamiento es anticuado y sin valor. Pero Dios no cambia. El pecado todavía es pecado. Dios no ha cambiado Su manera de pensar sobre el adulterio. Tal como el asesinato, el adulterio y otros tipos de pecados sexuales también son cometidos en la mente. Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. (Mateo 5:27,28) Exodo 20:15 No hurtarás. Dios dijo que nunca tomemos algo ajeno. Dios es el único que da el derecho de trabajar y de quedarse con su propiedad. ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. (Hechos 17:25) Si una persona toma algo que pertenece a otra persona, entonces ha pecado contra Dios. Dios no aceptará ningún pago excepto la muerte. Dios no perdonará el pecado a menos que el castigo entero de la muerte sea pagado. Si sólo piensa robar algo pero no lo hace porque tiene miedo de ser atrapado; ya es culpable ante Dios de haber robado. 73 Exodo 20:16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. Dios dijo que siempre debemos decir la verdad. Dios nunca miente, y El nos manda que no mintamos. Por el otro lado Satanás es mentiroso. El mintió a Adán y a Eva en el huerto. El mintió a nuestros antepasados y todavía engaña a la población mundial. Satanás es el padre de mentira. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. (Juan 8:44) Hay quienes comienzan rumores e inventan historias. Otros los continúan y le añaden. A muchas personas les gusta chismear. Los datos originales se distorsionan aumentando mentiras. Dios odia la mentira y castigará a todos los mentirosos. Exodo 20:17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. No debemos codiciar, es decir, querer o desear lo que tienen otras personas. Este fue el pecado de Satanás. El era orgulloso y envidiaba la posición de Dios. Muchos son codiciosos y se llenan de celos contra otros que tienen posesiones. Les molesta que otros tengan más que ellos y codician la propiedad de otros. Nunca están satisfechos con lo que tienen. Siempre quieren más. Dios nunca ha cambiado de parecer con respecto a la codicia. Estos son los Diez Mandamientos que Dios dio a los Israelitas y Sus mandamientos son los mismos para todas las personas, en todo lugar. La paga del pecado es la muerte, la separación eterna de Dios en el lugar de castigo que El preparó para Satanás y sus ángeles. 74 Lección 12 El Tabernáculo Exodo 24 a Números 21 Ex. 24:12-18 Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles. Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios. Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos. Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte. Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube. Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches. Aún mientras Dios estaba dándole a Moisés instrucciones en la montaña, la gente ya estaba quebrantando Sus mandamientos. Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. (Exodo 32:1) Sin embargo, porque el Señor les amaba no quería destruirlos. Entonces, les dijo que construyeran un lugar especial donde El viviría con ellos, y les enseñaría como acercarse sin ser destruidos. Exodo 25:8 Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Esto no significaba que Dios ya no estaría en todo lugar. Aún cuando El llegó a morar en el tabernáculo, El continuaría siendo omnipresente. Exodo 25:9 Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis. La palabra hebrea Tabernáculo significa tienda, morada, u hogar. Todo debía ser construido exactamente tal como el Señor lo dijo a Moisés en Sinaí. Tendría que ser hecho a la manera de Dios. No podemos decirle a Dios como vamos a llegar a El. Siempre debemos de llegar en la manera que El nos enseña. El Tabernáculo debía ser construido de pieles de animales y pelo de cabras con dos cuartos. El primer cuarto se llamaba el Lugar Santo. Recordemos que Dios es santo, perfecto, justo y apartado de los pecadores. El pecado de Adán lo apartó de Dios. Este lugar era un cuarto apartado por Dios para que se 75 usara solamente para El. Los sacerdotes entraban a servir a Dios. El segundo cuarto, el cuarto interior, era aún más importante. Este se llamaba el Lugar Santísimo o el Lugar Santo de lo Santo. Este cuarto era solamente para Dios, excepto una vez al año que el sumo sacerdote era permitido entrar. La presencia de Dios estaría en este cuarto interior. Este era el cuarto especial donde Dios prometió morar. Exodo 25:10,11 Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio. Y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor. Esta caja, llamada el arca del pacto, debía ser hecha de la madera que Dios escogió. Una vez terminada debían cubrirla de oro. Exodo 25:17 Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Dios le dijo a Moisés que hiciera una tapa de puro oro y que la pusiera sobre el arca en el cuarto interno. La tapa se llamaba el propiciatorio. Era la parte más importante de todo el tabernáculo. Allí Dios prometió morar con los Israelitas pecadores y desde este lugar les mostraría Su misericordia. La misericordia es no recibir lo que merecemos. Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. (Lamentaciones 3:22) Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia. (Salmo 136:1) Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio. (Santiago 2:13) Exodo 25:18 Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. ¿Recuerda la última vez que oímos la palabra querubín? Dios puso querubines en las afueras del huerto del Edén para que Adán y Eva no pudieran regresar al árbol de la vida. Exodo 25:19,20 Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines. Los dos querubines debían verse el uno al otro en las puntas del propiciatorio. Sus alas tendrían que ser hechas de tal manera que se estiraran hasta tocar las alas del otro y así cubrieran todo el propiciatorio. Sus caras debían estar viendo hacia la tapa de la caja. 76 Exodo 25:21,22 Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel. El arca debía ser puesta en el cuarto interno, pasando la cortina. El Señor le dijo a Moisés que pusiera las dos tablas de piedra adentro del arca del pacto, debajo del propiciatorio. Estas eran las dos tablas donde Dios escribió los Diez Mandamientos. Dios prometió que cuando todo estuviera terminado tal como El lo había mandado, El bajaría al cuarto interno. Su presencia se vería como una luz brillante entre los querubines. A esta luz se le llama la Shekina; que es la gloria de la presencia de Dios. Exodo 26:31-33 También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines; y lo pondrás sobre cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de oro; sus capiteles de oro, sobre basas de plata. Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo. Dios le dijo a Moisés que colgara una cortina preciosa y gruesa como una división entre los dos cuartos. Esta cortina recordaría a los Israelitas que estaban separados de Dios por el pecado. Otra cosa que debía hacer es una cerca de cortinas de tela sostenida entre postes y que la pusiera alrededor de la estructura de dos cuartos. Exodo 25:14 Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. El tabernáculo de dos cuartos estaba cubierto por pieles pintadas y un techo de cuero de animales. Adentro de la cerca de cortina debían poner un altar el cual Dios dijo que debía ser hecho de madera cubierto con bronce. Exodo 27:1,2 Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos. Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo; y lo cubrirás de bronce. Cuando una persona quería acercarse a Dios, el primer paso era traer una ofrenda y quemarla para el Señor. La persona debía llevarla al altar de bronce: cruzar la cerca, poner su mano en la cabeza del animal y después matarlo. Al hacer esto estaba reconociendo ante Dios que era un pecador y merecía morir. Poniendo su mano en el animal, estaba identificándose con el animal que iba a morir en su 77 lugar. Estaba pidiendo a Dios que aceptara la muerte del animal en su lugar. . Levítico 1:1-5 Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda. Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová. Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya. Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo de reunión. Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. (Levítico 17:11) Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. (Hebreos 9:22) ¿Podía la sangre de un animal limpiar el pecado? ¡No! (Hebreos 10:4). La sangre de los animales sólo era un recordatorio del castigo demandado por el pecado, el cual era la muerte, o la separación del pecador de Dios. Obviamente hoy, Dios no nos pide que ofrezcamos sacrificios, pero esa fue la provisión para los Israelitas en ese tiempo. Dios tenía una forma infinitamente mejor para tratar con el pecado. Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. (Hebreos 9:23) Exodo 28:1 Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón. El Señor designó a Aarón como el sumo sacerdote y a sus hijos como sacerdotes. Sólo Aarón podía entrar al cuarto interior, al Lugar Santísimo donde estaba Dios. Si alguien se atrevía a pasar la cortina y entrar al cuarto interior, moría. Los que acamparán delante del tabernáculo al oriente, delante del tabernáculo de reunión al este, serán Moisés y Aarón y sus hijos, teniendo la guarda del santuario en lugar de los hijos de Israel; y el extraño que se acercare, morirá. (Números 3:38) Aarón sólo podía entrar al Lugar Santísmo una vez al año en el día de la Expiación, el cual significa “día para cubrir” (La palabra expiación significa paga o satisfacción) Pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo (Hebreos 9:7). La única forma que podía entrar era con la sangre de un animal que había sido sacrificado. Levítico 16:2,3 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo 78 entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto. Aarón antes de entrar tenía que matar un animal y recoger su sangre en un recipiente. Cruzaba la cortina pesada que colgaba entre los dos cuartos y esparcía la sangre en el propiciatorio, la tapa de oro puro del arca del pacto. Si todo se hacía conforme a lo que el Señor le había dicho a Moisés, entonces Dios prometía perdonar los pecados de Israel del año que había pasado. Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó. (Levítico 16:34) ¿Podían limpiar sus pecados con la sangre de animales? ¡No! El castigo por el pecado es la muerte. El pecado debe de ser pagado completamente. Sin embargo, Dios prometió detener el castigo que ellos merecían y perdonarles sus pecados del año anterior, si ellos llegaban a El en la forma que El les había dicho. Debían llevar un sacrificio de sangre por sus pecados. Dios sólo aceptaría a aquellos que creían y llegaban a El de la manera que El dijo. Exodo 39:42,43 En conformidad a todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra. Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Jehová había mandado; y los bendijo. Exodo 40:17 Así, en el día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fue erigido. Si ellos no lo hubieran hecho exactamente como Dios les había dicho, Dios no hubiera llegado a morar con ellos. Pero porque Moisés y los Israelitas hicieron todo a la manera que Dios les había instruido, Dios llegó a morar en el centro del campamento Israelita en el Lugar Santísimo del Tabernáculo. Exodo 40:34-35 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba. Los Israelitas ahora podían llegar a Dios en la forma que El les había enseñado. Cada año, Aarón, el sumo sacerdote, entraría al cuarto interior y esparciría la sangre sobre el propiciatorio. ¿Por qué debía repetir esto cada año el sumo sacerdote? Porque la sangre de los animales no puede limpiar el pecado. Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. (Hebreos 10:4) En Su misericordia, Dios simplemente detenía un año más el castigo que los Israelitas 79 merecían. Recuerde como los israelitas habían temblado de miedo cuando Dios les habló desde el Monte Sinaí. Ahora Dios benignamente estaba morando entre ellos, ofreciéndoles la misericordia que ellos necesitaban y continuaba proveyéndoles fielmente el maná y el agua en el desierto. Dios movió la nube del Monte Sinaí donde les había dado los Diez Mandamientos y ellos la siguieron. El Señor les guió hasta la orilla de la tierra que El les había prometido. Números 13:1-3 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos. Y Moisés los envió desde el desierto de Parán, conforme a la palabra de Jehová; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel. Moisés obedeció a Dios y mandó los doce hombres para que vieran la tierra y las personas que vivían allí. Sin embargo, cuando regresaron, esto es lo que dijeron: Números 13:25-33 Estos hombres estaban diciendo la verdad; los dueños de esa tierra eran personas fuertes, y algunos eran gigantes. Pero diez de ellos habían olvidado todas las cosas grandes y maravillosas que el Señor había hecho a su favor. Se olvidaron que nada es imposible para Dios. Todos los milagros que hizo para sacarlos de la esclavitud en Egipto se habían borrado de sus corazones. Para ellos Dios no era lo suficientemente fuerte para derrotar a las personas de Canaán ni para darles la tierra. Sin embargo, dos de los espías, Caleb y Josué creyeron a Dios. También habían visto los muros enormes alrededor de las ciudades de Canaán; a los gigantes. Pero creyeron que Dios haría lo que había prometido y que era capaz de darles la tierra. Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. (Números 13:30) ¿A quién cree que seguirán los Israelitas? Números 14:1-4 Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. El Señor oyó todo lo que dijeron los Israelitas; sabía que no creían a Su palabra. Lo que realmente estaban diciendo era que Dios les había mentido. Números 14:26-32 Todos aquellos de veinte años para arriba que no creían morirían en el desierto, excepto Josué y Caleb, porque ellos creyeron. Después de cuarenta años, cuando todos hayan 80 muerto, Dios llevaría a sus hijos, más Josué y Caleb a la tierra para que la posean. Lo peor que nos puede pasar es no creerle a Dios. Satanás llamó a Dios mentiroso cuando le dijo a Eva que no moriría y ella le creyó. Caín no creyó a Dios y vino a su manera. Cuando Noé le dijo a la gente que Dios mandaría un gran diluvio, no creyeron y murieron ahogados. Los egipcios no creyeron que el Dios de Israel es el Dios Todopoderoso y verdadero; confiaron en sus ídolos pero Dios destruyó sus tierras, mató a sus primogénitos, y ahogó sus ejércitos en el mar. Dios castigará a cualquiera que no cree a Su palabra. El quería llevar a Israel directamente a la tierra prometida de Canaán; pero por su incredulidad los dejó en el desierto hasta que toda esa generación muriera. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo. . . ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad. (Hebreos 3:12,17-19). Números 20:1,2 Llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada. Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón. Los Israelitas culpaban a Moisés y a Aarón por la falta de agua. ¿Por qué no le pidieron agua al Señor? Anteriormente El les había dado agua de la peña cuando la necesitaron. La razón por la cual no le pidieron al Señor es porque ellos no confiaban en El. Hay muchas personas hoy que hacen igual que los Israelitas. Ellos no creen a Dios, enfocan sus vidas en las circunstancias y básicamente culpan a Dios por ello. Después de haber estudiado la Biblia hasta este punto; sabemos que Dios no tiene la “culpa” de que los hombres sufran. Es el resultado de la pecaminosidad del hombre. Sufrimos por nuestros propios pecados, por nuestros pecados generacionales; aún toda la creación alrededor de nosotros sufre por nuestro pecado. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora. (Romanos 8:19-22) Números 20:7,8 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias. El Señor mandó a Moisés que hablara a la peña. La primera vez tuvo que golpearla. (Exodo 17:5,6) Dios quiere que se hagan las cosas de acuerdo a Su palabra. ¿Qué fue lo que pasó? 81 Números 20:9-11 Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias. Moisés y Aarón reaccionaron con furia en vez de confiar en el Señor. Dios quería mostrarles Su fidelidad proveyendo agua como había prometido. Pero en vez de mostrar la fidelidad y santidad de Dios a la gente, Moisés y Aarón mostraron su propio enojo. Por esta razón, Dios les dijo que no entrarían a la tierra de Canaán. Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado. (Números 20:12) Números 21:4-6 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. Los Israelitas murieron a causa de mordidas de serpientes. Este era el juicio de Dios para ellos por su pecado. Cuando Dios decide castigar a los pecadores, no hay ningún lugar donde se puedan esconder. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? (Apocalipsis 6:15-17) Cuando Dios mandó las serpientes venenosas entre ellos, los Israelitas rápidamente cambiaron su actitud hacia Dios y admitieron su pecado. Se dieron cuenta que sólo el Señor podía salvarles de Su castigo, y por eso le pidieron a Moisés que intercediera. Moisés podía salvarles de las serpientes; sólo Dios podía hacerlo. Números 21:7,8 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. El Señor no les dijo que buscaran su propia manera de sanarse. Le dijo a Moisés que debían hacer. La gente tenía que ver a la serpiente tal como Dios les había instruido a través de Moisés. Tendría que ser hecho a la manera de Dios. 82 Números 21:9 Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía. ¿Qué dijo el Señor que debían hacer para que fueran curados de la mordida de una serpiente? Sólo tenían que voltear hacia la serpiente de bronce y mirarla. ¿Tenía la serpiente en el asta el poder de curarlos? ¡No! El poder vino de Dios. El Señor les sanó por que ellos le creyeron. ¿Ha visto el símbolo que tienen los médicos en su uniforme blanco? Lea 2 Reyes 18:1-4 y medite en ello. 83 Lección 13 Entrada a Canaán Los Jueces, los Reyes y los Profetas Los Israelitas vagaron en el desierto por cuarenta años, y toda la generación que no creyó que el Señor podía darles la tierra prometida murió. ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad. (Hebreos 3:17-19) Moisés y Aarón murieron antes que Israel entrara a la tierra prometida, (Deum. 34:1-6). Dios nombró a Josué como el nuevo líder de Su pueblo. Josué 1:1-2 Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Aunque Satanás y el Faraón habían tratado de detenerles la salida de Egipto y aunque los Israelitas habían dudado de Dios muchas veces, El todavía hizo lo que prometió. El abrió un camino para ellos en el Mar Rojo. El les guió, les protegió, y les dio agua y comida por cuarenta años mientras vagaban en el desierto. El Señor nunca faltó a Sus promesas. Josué 11:23 Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y la entregó Josué a los israelitas por herencia conforme a su distribución según sus tribus; y la tierra descansó de la guerra. Antes de su muerte, Josué dijo esto a los Israelitas: Y he aquí que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra; reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas. (Josué 23:14) Pero también les dio una advertencia: Si traspasareis el pacto de Jehová vuestro Dios que él os ha mandado, yendo y honrando a dioses ajenos, e inclinándoos a ellos. Entonces la ira de Jehová se encenderá contra vosotros, y pereceréis prontamente de esta buena tierra que él os ha dado. (Josué 23:16) Mientras Josué vivía los Israelitas se acordaron del Señor. Pero después que él y la generación que habían visto los milagros del Señor en el desierto habían muerto, los Israelitas se olvidaron de Dios. Siguieron los caminos de las naciones que no conocían al Dios vivo y verdadero. Hicieron ídolos y los adoraron en vez del Señor. Dios quiso sacar a los caananitas idólatras, pero Israel rehusó creer y obedecer a Dios. Con la influencia de los de Canaán adoptaron prácticas que Dios rechaza y por eso los castigó, por haberse tornado a la idolatría. 84 No destruyeron a los pueblos que Jehová les dijo; antes se mezclaron con las naciones, y aprendieron sus obras, y sirvieron a sus ídolos, los cuales fueron causa de su ruina. Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán, y la tierra fue contaminada con sangre. Se contaminaron así con sus obras, y se prostituyeron con sus hechos. Se encendió, por tanto, el furor de Jehová sobre su pueblo, y abominó su heredad; los entregó en poder de las naciones, y se enseñorearon de ellos los que les aborrecían. Sus enemigos los oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano. (Salmo 106:34-42) Por su idolatría Dios permitió que las naciones vecinas que odiaban a Israel les vencieran y les hicieran sus esclavos. Jueces 2:14,15 Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos. Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción. El Señor había advertido a los Israelitas muchas veces que esto sucedería si no obedecían y adoraban solamente a El. (Números 33:50-53; Deuteronomio 8:19) Dios no cambia. No importa cuantos años pasen, Dios recuerda Sus promesas y Sus amenazas de castigar a aquellos que no creen. (Josué 23:9-13; 24:20) A través del libro de Jueces podemos ver un patrón que se repetía una y otra vez: 1. Los Israelitas se olvidan y se alejan del Señor 2. Dios levantaba un adversario para que peleara contra ellos 3. Israel se arrepentía, es decir, aceptaban delante de Dios que habían pecado y le pedían perdón. 4. Dios escogía a un hombre o una mujer para liberarlos de sus enemigos. Esos libertadores fueron llamados los Jueces. Jueces 2:16-19 Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban; pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así. Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses 85 ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino. Dios por amor castigó a Israel, así como nosotros lo hacemos con nuestros hijos cuando desobedecen. Dejemos el libro de los Jueces y pasemos a la era de los Reyes. De todas las naciones del mundo, Israel era la única que tenía como su Gobernador y Rey a Dios mismo. Sin embargo, después de un tiempo, Israel rechazó a Dios y pidió un rey como las otras naciones vecinas. Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel, y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová. (1 Samuel 8:4-6) Dios les concedió su petición y desde este tiempo en adelante muchos reyes reinaron a Israel. Muy pocos creyeron a Dios y confiaron en El, la mayoría fueron incrédulos. Adoraron ídolos y guiaron al pueblo de Israel a pecar contra los mandamientos de Dios. Saúl fue el primer rey y el primero que se apartó del camino de Dios en incredulidad. Su historia está relatada en 1 Samuel 15:1-28. El segundo rey fue David. 2 Samuel 5:3,4 Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo pacto con ellos en Hebrón delante de Jehová; y ungieron a David por rey sobre Israel. Era David de treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años. A diferencia de los otros reyes David creyó verdaderamente al Señor y quería obedecerle en todo, aunque también pecó. El también nació pecador aunque su ventaja era que entendía eso y por ello su esperanza estaba en la misericordia y perdón de Dios. Por fe ofreció sacrificios de sangre por sus pecados. Dios lo aceptó y fue perdonado tal como Abel, Enoc, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Josué, y muchos más. Otra cosa es que Dios le dio a David la misma promesa que a Abraham, Isaac, y Jacob. El Señor le prometió que el Gran Salvador del hombre y conquistador de Satanás sería de su familia. El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti. y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente. (2 Samuel 7:13-16). 86 Este gran descendiente de David reinaría como Rey por siempre. Antes de morir le dio a su hijo Salomón la responsabilidad de construir la casa del Señor, pero David mismo, recogió y preparó los materiales para la construcción. Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia. Llamó entonces David a Salomón su hijo, y le mandó que edificase casa a Jehová Dios de Israel. (1 Crónicas 22:5,6) Así reinó David hijo de Isaí sobre todo Israel. El tiempo que reinó sobre Israel fue cuarenta años. Siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres reinó en Jerusalén. Y murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria; y reinó en su lugar Salomón su hijo. (1 Crónicas 29:26-28) 2 Crónicas 2:1, 5:1 Determinó, pues, Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y casa para su reino. . . Acabada toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová, metió Salomón las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los utensilios, en los tesoros de la casa de Dios. Ahora ya no había necesidad del Tabernáculo que los Israelitas habían construido en el desierto usando pieles de animales y tela. Esta nueva casa de Dios se llamó Templo. El templo del Señor tenía los mismos dos cuartos interiores y el mismo mobiliario que hubo en el tabernáculo. La cortina gruesa colgaba en frente del lugar santísimo, el cuarto interior donde Dios iba a morar. Esa cortina era como uno de eso letreros que dice “NO ENTRAR” El único con acceso bajo condiciones era el sumo sacerdote. Era un símbolo de la separación entre Dios quien es Santo y el hombre pecaminoso. Cuando se dedicó el templo y ofrecieron sacrificios al Señor, El llegó y entró en el lugar santísimo así como lo hizo en el tabernáculo. Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa. Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová. Cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre. (2 Crónicas 7:1-3) Los Israelitas no podían llegar a Dios por sí mismos. La única forma de ser aceptados era si dependían en el sumo sacerdote y la sangre del animal que ofrecía por ellos. Cada año el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo con sangre y la esparcía en el propiciatorio, la tapa de oro puro encima del arca del pacto. (Levítico 16:2,3,34) 87 Los Israelitas nunca debían olvidar que eran pecadores, que Dios es perfecto, y que la paga del pecado es la muerte. Debido a que la sangre de los animales no podía limpiar sus pecados el sacrificio era anual. Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. (Hebreos 10:4) Cada año Dios perdonaba sus pecados esperando el día cuando el pago perfecto y completo sería hecho por el pecado. Después de la muerte de Salomón, la nación de Israel discutió sobre quien iba ser el siguiente rey, y se dividieron en dos reinos. Las diez tribus del norte se llamaron Israel, y las dos tribus del sur se llamaron Judá. (1 Reyes 11:9-13 y 31-37) Hasta aquí hemos cubierto un período importante de la historia de Israel y en este punto avanzaremos rápidamente a través del Antiguo Testamento. Ahora veamos a algunos de los profetas de Dios que hablaron Su mensaje a Israel. ¿Alguna vez le ha dicho a alguien algo que esa persona no quiso oír? ¿No es fácil, verdad? Dios es el Creador de todas las personas en el mundo. El ama a toda la humanidad y quiere que todas las personas en todas partes sean libertadas del poder de Satanás, del pecado y la muerte. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:9) Dios desde el principio ha advertido a las personas para que ellos supieran Su voluntad y Su camino. ¿Recuerda como Dios le habló a: Adán, Eva, Caín y Noé? Por 120 años Noé advirtió a la gente acerca de lo que Dios iba a hacer, el diluvio. Dios también le habló a Abraham, Isaac, Jacob, y José. El le dio Su mensaje a Moisés, y Moisés se lo dio al Faraón y a los Israelitas. Los Profetas Dios también habló a través de mensajeros llamados profetas. Los mandó a Israel y a Judá para que enseñaran al pueblo Sus caminos y para advertirles de Su juicio por el pecado. Isaías, Jeremías, Ezequiel, y Daniel son algunos de los mensajeros o profetas más conocidos ya uq tenemos sus escritos. Dios usó muchos más para que escribiesen los libros del Antiguo Testamento. Los profetas de Dios exhortaban al pueblo para que se apartaran de la idolatría y confiaran sólo en el Señor. Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. (1 Reyes 18:21) 88 Ellos debían escoger a quien iban a servir. Dios siempre quiso que Su pueblo dependiera en El y obedecieran Sus leyes. Israel consistentemente daba la espalda a Dios. Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré. 5:2 Aunque digan: Vive Jehová, juran falsamente. 5:3 Oh Jehová, ¿no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, y no quisieron recibir corrección; endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron convertirse. 5:4 Pero yo dije: Ciertamente éstos son pobres, han enloquecido, pues no conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios. 5:5 Iré a los grandes, y les hablaré; porque ellos conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios. Pero ellos también quebraron el yugo, rompieron las coyundas. 5:6 Por tanto, el león de la selva los matará, los destruirá el lobo del desierto, el leopardo acechará sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere será arrebatado; porque sus rebeliones se han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades. 5:7 ¿Cómo te he de perdonar por esto? Sus hijos me dejaron, y juraron por lo que no es Dios. Los sacié, y adulteraron, y en casa de rameras se juntaron en compañías. 5:8 Como caballos bien alimentados, cada cual relinchaba tras la mujer de su prójimo. (Jeremías. 5:1-8) Dios a través de los profetas les advertía del juicio que vendría por su pecado. Sus enemigos les conquistarían y les llevarían cautivos a tierras lejanas. Una de esas naciones enemigas fue Asiria. El profeta Isaías tuvo su ministerio con las diez tribus de Israel. (Isaías 10:5,6) Jeremías se concentró en Jerusalén y Judá advirtiéndoles que el Señor permitiría a Babilonia que los destruyera. (Jeremías 20:5) Dios no ha cambiado El todavía es el Dios vivo y verdadero que castiga a todos aquellos que adoran o sirven a otra persona o cosa. A través de los años, Dios repetidamente recordó a Israel del Salvador prometido. Más adelante veremos algunas profecías y como Dios las cumplió. El conoce todo antes de que suceda. Dios ama al mundo y no quiere que nadie vaya al castigo eterno. Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis. (Ezequiel 18:32) Siempre hubo algunos Israelitas, un remanente, que creyó a Dios y Su mensaje por medio de los profetas. Aunque la mayoría rehusaron creer; más bien los persiguieron y mataron porque preferían los ídolos. Israel se pervirtió adoptando prácticas de las naciones vecinas. Iban al Templo para “adorar” al Señor; ofrecían sacrificios, pero en realidad no creían ni obedecían a Dios en su vida diaria. Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado (Isaías 29:13) Nadie puede engañar a Dios; nosotros solamente vemos las acciones externas y oímos sus palabras, pero Dios ve el corazón. Dios nos conoce muy bien como somos adentro, conoce nuestros pensamientos y nadie puede agradar a Dios en sí mismo. Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo 89 Lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. (1 Samuel 16:7) Aparte de los profetas que Dios mandó, habían falsos profetas que mintieron a Israel. Decían ser siervos de Dios pero eran mensajeros de Satanás. Prometían al pueblo que todo iba a estar bien y que Dios no les castigaría. Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. (Jeremías 6:13,14) Estará mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán; y sabréis que yo soy Jehová el Señor. (Ezequiel 13:9) Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. (2 Timoteo 4:3,4) Satanás continúa hablando a través de personas que rechazan y proclaman que no habrá castigo por el pecado; es más dicen que no hay infierno. Que todo va a estar bien, que el mundo llegará a ser una gran familia feliz. Pero Dios claramente dice lo contrario: Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos. (Isaías 57:20,21) Dios es paciente y grande en misericordia Por cuanto Dios no manda el castigo inmediatamente los hombres creen que no habrá castigo por su pecado. Israel pensaba así; los profetas le advertían por muchos años antes de que Dios permitiera a los asirios o a Babilonia que los esclavizara. En el año duodécimo de Acaz rey de Judá, comenzó a reinar Oseas hijo de Ela en Samaria sobre Israel; y reinó nueve años. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, aunque no como los reyes de Israel que habían sido antes de él. Contra éste subió Salmanasar rey de los asirios; y Oseas fue hecho su siervo, y le pagaba tributo. Mas el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba; porque había enviado embajadores a So, rey de Egipto, y no pagaba tributo al rey de Asiria, como lo hacía cada año; por lo que el rey de Asiria le detuvo, y le aprisionó en la casa de la cárcel. Y el rey de Asiria invadió todo el país, y sitió a Samaria, y estuvo sobre ella tres años. En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria, y llevó a Israel cautivo a Asiria, y los puso en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos. Porque los hijos de Israel pecaron contra Jehová su Dios, que los sacó de tierra de Egipto, de bajo la mano de Faraón rey de Egipto, y temieron a dioses ajenos, y anduvieron en los estatutos de las naciones que Jehová había lanzado de delante de los hijos de Israel, y en los estatutos que hicieron los reyes de Israel. (2 Reyes 17:1-8) Los asirios pusieron gente idólatra en la parte norte de Israel. Israelitas de la diez tribus se casaron con estas personas que habían llegado de otros países. Los descendientes de estos matrimonios mixtos se llamaban Samaritanos; adoraban al Señor, pero conforme a su propia manera y no de acuerdo a la ley de Moisés. Rehusaron ir al Templo de Dios en Jerusalén. (Juan 4:20-22) 90 Judá, compuesta por las dos tribus de Israel del sur y los de Jerusalén tampoco se arrepintieron y Dios permitió que los caldeos se los llevaran a su país. Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo, y de su habitación. Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio. Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni doncella, anciano ni decrépito; todos los entregó en sus manos. Asimismo todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y chicos, los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey y de sus príncipes, todo lo llevó a Babilonia. Y quemaron la casa de Dios, y rompieron el muro de Jerusalén , y consumieron a fuego todos sus palacios, y destruyeron todos sus objetos deseables. Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia; y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los Persas (2 Crónicas 36:15-20) En el versículo 19 notamos que los babilónicos destruyeron los muros de Jerusalén, Quemaron el Templo de Dios que el rey Salomón había construido. La gente no creyó a Su Palabra, entonces El les castigó. Todos los incrédulos serán castigados eternamente por Dios. Después de muchos años, la gente de Judá en Babilonia se arrepintió y le pidieron a Dios que les llevara a su tierra. Dios oyó su clamor y los regresó a Jerusalén. Reconstruyeron los muros alrededor de la ciudad y el Templo. (Esdras y Nehemías) La incredulidad y el rechazo de Israel a Dios produjo dolor y tristeza. (Salmo 81:13-16) Pero El nunca cambió de parecer ni olvidó Sus promesas. 91 Lección 14 Juan el Bautista El Nacimiento de Jesús Antes de que hubiera un período de 400 años de silencio Dios por medio de Malaquías recordó a los Judíos a cerca del Libertador que les salvaría. Antes de Su venida Dios mandaría otro profeta a prepararle el camino. He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. (Malaquías 3:1) Dios estaba haciendo preparativos para el cumplimiento de Su gran promesa de mandar un Salvador para todo el mundo. 1. El idioma Griego era común en la mayor parte del mundo. 2. El unió ciudades distantes con calles Romanas. 3. El dispersó a Su pueblo en muchos países donde ellos construyeron sinagogas y enseñaron Su palabra. 4. El tiempo había llegado. Dios estaba listo para hacer lo que El había prometido en el huerto—mandar al muy esperado Libertador. (Génesis 3:15) El Nuevo Testamento Vamos a comenzar nuestro estudio en el Nuevo Testamento con la historia de una pareja Judía que creyó a Dios y estaban esperando el cumplimiento de Sus promesas. Lucas 1:5,6 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Zacarías y su esposa, Elisabet, eran judíos que confiaban en Dios y creían a Su Palabra. Dios les aceptó tal como aceptó a Abel y a otros que habían confiado en El desde el principio del mundo. Ya estaban viejos y nunca habían podido tener hijos. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. (Lucas 1:7) Zacarías tuvo una visita mientras estaba haciendo su trabajo como sacerdote en el Templo. (Lucas 1:11-17) El Señor sabía todo sobre el hijo de Zacarías aún antes que Elisabet se embarazara. 92 Ya estaba predicho que el hijo de Zacarías, Juan, vendría antes que el Libertador para prepararle el camino. El Señor es Dios Mismo que se hizo hombre. Lucas 1:24,25 Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo: Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres. ¿Que quiso decir ella cuando dijo que había quitado su afrenta? En esos días, la gente Para los judíos era mal visto que no tuvieran hijos, pero ahora ya venía uno en camino. Dios iba a cumplir todas Sus promesas con respecto al Libertador. Para eso mandó un ángel a decirle a una virgen llamada María, que Dios la había escogido para que fuera la madre del Libertador. Ella era una joven sencilla que confiaba en que Dios mandaría un Libertador. Lucas 1:46-47 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor ;y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. María reconoció que ella también necesitaba al Salvador. Lucas 1:26-31 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. El nombre Jesús significa Salvador, o Libertador. Miles de años habían transcurrido desde Génesis 3:15 pero Dios no había olvidado Su promesa de mandar al Libertador. El ama a todo el mundo y quiere que todos los pecadores seamos perdonados del castigo que merecemos. (Juan 3:16) Gabriel también le dijo cosas maravillosas sobre su futuro hijo. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre. (Lucas 1:32) El hijo de María no sólo sería su hijo, pero El también sería el Hijo de Dios. Es asombroso pensar que seiscientos años antes Dios ya había anunciado estas cosas a Su profeta Isaías. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su 93 nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. (Isaías 9:6) Dios es Espíritu, pero la segunda persona de la Trinidad, el Salvador Jesús, tendría que ser un humano tal como nosotros, solo que sin pecado. Para que se cumpliera el plan de Dios el Libertador, Su Hijo tendría que nacer como un humano, y este Salvador tendría que bajar del Cielo y nacer en la tierra como el hijo de María. Entonces Jesús es Dios y hombre ala vez. María es la madre de Jesús, es decir de la humanidad de Jesús. Ella no puede ser la madre de Dios, porque es humana y no diosa. Lucas 1:34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. María no podía entender como tendría un hijo sin padre humano. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. (Lucas 1:35) El ángel dijo que Dios el Espíritu Santo haría el milagro. Un dato interesante es que todos somos pecadores desde la caída de Adán pero Jesús, el Hijo de Dios nació sin pecado, santo y perfecto. Lucas 1:36,37 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios. Era imposible que una virgen tuviera un hijo, tal como era imposible que Elisabet, la madre de Juan, tuviera un hijo en su vejez. Sin embargo, con Dios todas las cosas son posibles. Dios se especializa en situaciones imposibles. Cuando María supo que Elisabet había concebido un hijo en su vejez tuvo mucho gusto. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. (Lucas 1:38) María creyó al Señor y aceptó ser la madre del Salvador. Cuando Dios hace una promesa, El la cumple. No importa que tan difícil sea, no importa cuan imposible parezca. No importa si toma miles de años para que suceda. Dios cumplirá cada promesa, hasta los últimos detalles. Lucas 1:57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. Zacarías y su esposa, Elisabet, tuvieron un hijo, Juan, tal como el ángel les había instruido. (Lucas 1:67-69 y 76-77) Juan prepararía el camino al Hijo de Dios. Ningún hombre ordinario podría salvarnos de Satanás, el pecado y la muerte. El Señor es el gran 94 Libertador de todos los que creen a Su Palabra. No hay otro Salvador, solamente El. Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. (Isaías 43:11) Lucas 1:78,79 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz. El Libertador llegaría como el sol se levanta en la mañana. El pecado de Adán y Eva nos puso a todos en la oscuridad. Fueron echados del huerto y estaban en peligro constante del ataque de Satanás. Todos sus hijos y todos sus descendientes, incluyendo usted y yo, nacimos en la oscuridad del pecado. ¡Pero Dios proveyó la manera para salir de las tinieblas! Jesús, el Libertador, sería descendiente de Abraham, Isaac, Jacob, y David. Dios había prometido que el Libertador sería de su familia. Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. (Mateo 1:1) Este es el cumplimiento de la promesa de Dios a David y también el cumplimiento de las palabras que Dios le habló a Isaías. Nosotros fechamos la historia A.C. (antes de Cristo) y D.C. (después de Cristo). Así que El es el centro de la historia. José supo que María estaba embarazada, y que él no era el padre del niño. Pudo haber hecho un anuncio público y ella por ley hubiera muerto apedreada. Mas si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven, entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti. (Deuteronomio 22:20,21) Pero José amaba a María, entonces el decidió romper el compromiso secretamente. El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. (Mateo 1:18,19) Dios no iba a permitir que José se separara de María. Como creía a Dios, se la dio como su esposa para que Jesús tuviera un buen padre terrenal. Mandó Su ángel para que le dijera a José la verdad sobre María. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel,que traducido es: Dios con nosotros. (Mateo 1:20-23) 95 Los profetas habían dicho que el Salvador prometido nacería de una virgen y se cumplió. Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. (Isaías 7:14) El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. (Mateo 1:18) Jesús es Dios He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. (Mateo 1:23) ¡Imagínese! Dios mismo iba a llegar a la tierra en forma de un bebé! Mateo 1:24,25 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS. José creyó a Dios y tomó a María como su esposa. Seguramente que tuvieron muchos problemas de parte de quienes les rodeaban. Profecías cumplidas Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. (Miqueas 5:2) Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, (Mateo 2:1) Herodes, como el faraón egipcio durante los tiempos de Moisés, no quería que nadie reinara sobre él. Tenía miedo de perder su posición como rey cuando este bebé llegara a ser un hombre. Ni Herodes ni ningún poder en el cielo o en la tierra podrían detener el plan divino de salvar a las personas de sus pecados. (Mateo 2:3-15) Jesús fue llevado a Egipto tal como los profetas lo habían dicho muchos años antes. Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. (Oseas 11:1) Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. (Mateo 2:14,15) Lucas 2:40 Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. Jesús creció de un bebé a un jovencito. Su Padre Dios, lo protegía y le guiaba en todo lo que le enseñaba, decía, o hacía. El obedecía el mandato de Dios; nació sin pecado y nunca pecó. 96 Lucas 2:52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. ¡Jesucristo, en Su humanidad llegó a ser muy sabio. Dios se agradó de El, y las personas lo querían. Su carácter como hombre era realmente el carácter de Dios. El era sin pecado y santo. Siempre mantuvo su palabra. El era fiel en todo lo que hacía. El era completamente justo. Su sabiduría era perfecta. El era misericordioso, benigno, amoroso, y bueno. Jesús tuvo el favor de Dios y de los hombres. Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. (Isaías 11:1-5) 97 Lección 15 Juan el Bautista Comienzo del ministerio de Jesús Juan creció y había llegado la hora para que preparara el camino al Señor. Su parte fue enseñar a las personas y decirles que Dios quería que se arrepintieran de sus pecados. Mateo 3:1,2 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Les pedía que cambiaran su actitud hacia Dios, que su manera de pensar se basara en la Palabra de Dios y que se arrepintieran de sus pecados. El Señor venía y debían estar preparados. El pueblo debía tomar en cuenta la ley de Moisés, solo que ¿Cuantas personas han podido guardar esos mandamientos perfectamente? Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. (Santiago 2:10) Mateo 3:4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. Muchos de los grandes profetas de Dios y las personas que creían no tuvieron cosas ni riquezas. Aún Jesús, el Hijo de Dios, no tenía donde reclinar su cien aquí en este mundo. Esa enseñanza que dice que si no tienes riquezas es porque andas en pecado, simplemente no es bíblica. Mateo 3:5,6 Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados. Muchos de los Judíos creyeron la Palabra de Dios que Juan les había dicho y fueron a él para ser bautizados. Su bautismo era un acto externo que mostraba el arrepentimiento interno y su aceptación del mensaje de Juan. Ellos se estaban identificando con la verdad que Dios les dio a través de Juan. El bautismo no nos hace aceptables ante Dios, ni lava nuestros pecados. El acto de ser bautizado no puede pagarle a Dios por nuestros pecados. La paga del pecado es la muerte. Al bautizarse una persona muestra que en su corazón está de acuerdo con el mensaje de Dios y que cree que solo Dios puede salvarle. Mateo 3:7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? La mayoría de los líderes del templo eran orgullosos. Veamos lo que la Biblia dice de ellos. 98 Escribas Todo lo que Moisés y los profetas habían escrito estaban en rollos de pergamino. Los hombres que copiaban las palabras de Dios en estos pergaminos se llamaban escribas. También se les conocía como “abogados” y “maestros de la Ley,” porque ellos eran los hombres que tenían que saber y poder explicar el significado verdadero de las palabras de Dios. Muchos escribas eran orgullosos por su conocimiento. Pensaban que agradaban a Dios sólo porque podían recordar y explicar el significado de muchas partes de la Palabra de Dios. Tuvieron que aprender que para Dios es más importante creerla y obedecerla. Fariseos Algunos de los otros líderes de los judíos se llamaban Fariseos. Los Fariseos trataban de agradar a Dios, para ser aceptados, obedeciendo muchas leyes distintas las cuales ellos habían escrito. Añadieron a la Palabra de Dios y no se veían como pecadores. Se apartaban de quienes no eran como ellos. Se veían lo suficientemente buenos para que Dios los aceptara por todas las cosas que hacían. Saduceos Los Saduceos también iban al templo y proclamaban adorar a Dios. Sin embargo, ellos no creían en muchas cosas que Dios había escrito en Su Palabra. Los Saduceos le quitaron algunas verdades a la Palabra de Dios. Por ejemplo, los Saduceos no creían en la existencia de los ángeles, ni creían en la resurrección de los muertos. Rechazaron todo menos los primero cinco libros, desde Génesis hasta Deuteronomio. Les interesaba mantener una buena apariencia con el gobierno Romano y querían estar seguros que no perderían su posición como líderes de los judíos. No creían a Dios de corazón. Ni siquiera querían admitir que eran pecadores. Pensaban que eran lo suficientemente buenos para que Dios los aceptara. Juan les habló muy fuerte por eso, ya que eran muy orgullosos. Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; ciertamente no quedará impune. (Proverbios 16:5) Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. (Santiago 4:6) Dios está en contra de las personas que son orgullosas y que no se humillan ante El. Pero promete libertar a quienes aceptan que son pecadores y que sólo El les puede ayudar. Mateo 3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento Juan dijo a los Fariseos y Saduceos que si aceptaban lo que Dios decía de ellos a través de Su 99 profeta, entonces debían de mostrarlo con sus acciones. Mateo 3:9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Muchos judíos eran orgullosos porque Abraham era el padre de su nación. Pensaban que Dios les aceptaría por ser descendientes de Abraham. Nadie es aceptado por Dios por causa de sus padres o su trasfondo religioso. Dios juzga a cada uno individualmente, no por su familia, ni por su afiliación a una iglesia. Juan dijo a los Fariseos y a los Saduceos sin rodeos que ellos no tenían ninguna razón para estar orgullosos. Juan 1:24-27 Y los que habían sido enviados eran de los fariseos. Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis. Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. En los tiempos de Juan, los hombres de alto rango tenían sirvientes que les hacían todo su trabajo. El hombre importante no se ponía sus propios zapatos ni se los quitaba. Ese era el trabajo de los sirvientes. Juan dijo que ni siquiera él era digno de ser el siervo que quitaría el calzado del Libertador. El Libertador era el Hijo de Dios. El era el Creador del mundo—el cual le había dado la vida a Juan. Lucas 3:23 Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí. Mateo 3:13-16 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Aunque Jesús llegó para ser bautizado, no era porque El era un pecador y necesitaba un Salvador como los demás; Jesús nació perfecto. Fue bautizado porque este era el mandato de Dios para todos los judíos que aceptaron a Juan como el profeta de Dios. Si Jesús no hubiera sido bautizado, las personas hubieran pensado que El no obedeció los mandatos de Dios o las personas hubieran llegado a la conclusión que Jesús no creía que Juan había recibido la potestad de Dios para bautizar. El Espíritu Santo bajó a estar con Jesús para ayudarle a hacer todo lo que Dios el Padre había planeado. Jesús es Dios, pero cuando vino como hombre escogió depender en Dios el Espíritu Santo para que le diera el poder de ser el Libertador aquí en la tierra. Mateo 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo 100 complacencia. Dios llamó a Jesús Su Hijo. Se hizo hombre pero también es el Hijo de Dios que bajó del cielo. El Padre está completamente satisfecho con El. Juan 1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Cuando Juan vio a Jesús, lo reconoció como el Cordero dado y mandado por Dios. Juan 1:30-37 Juan no estaba seguro de quien sería el Libertador; pero cuando vio la señal de Dios, dijo que Jesús es el Salvador del mundo. ¿Qué de nosotros? ¿Necesitamos una señal para estar seguros que Jesús es el Libertador? Dios nos ha dado la Biblia para que sepamos la verdad. ¿Somos como los líderes que pensaban que sus buenas obras y su trasfondo religioso eran suficientes para hacerles aceptables a Dios? Cada uno de nosotros necesita al Salvador. Dios nos ha dado a Jesucristo, el Cordero de Dios. El es el único Salvador de todo el mundo, el único Salvador para usted y para mi. Jesús y la tentación en el desierto Mateo 4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Originalmente, ¿Quién era el diablo? Dios creó perfecto a Lucifer; pero éste decidió irse en contra de Dios. (Ezequiel 28:15,17; Isaías 14:13,14) Desde entonces, Satanás, ha tratado continuamente de regar su perversidad. (Juan 8:44) Satanás tentó a Adán para que se rebelara contra Dios. Quiso hacer lo mismo con Jesús; tentarle para que se rebelara contra Dios. ¿Por qué? El quería controlar a Jesús para que no pudiera ser el Libertador. Mateo 4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Jesús en la tierra fue perfecto pero en su humanidad tuvo hambre. Mateo 4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Satanás estaba tratando que Jesús comprobara que El era el Hijo de Dios, pero le pide que haga algo que Dios el Padre no le había dicho que hiciera. (Juan 8:28,29) 101 Mateo 4:4 Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Necesitamos comida para mantener nuestros cuerpos vivos, pero Dios dice que hay algo más importante que la comida: la Palabra de Dios, la cual nos muestra el camino hacia la Vida Eterna. Nuestros cuerpos necesitan comida y sin ella moriremos. ¿Pero de que beneficio nos sería si tenemos cuerpos saludables pero morimos sin Dios y sufrimos el castigo eterno? También necesitamos oír y creer la Palabra de Dios para que vivamos eternamente con Dios. Mateo 4:5,6 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Satanás estaba citando porciones del Salmo 91:11,12. Es interesante ver que Satanás conoce las palabras de Dios en la Biblia, pero él las usa equivocadamente. El distorsiona las palabras de Dios para engañar o defraudar a las personas; es un mentiroso y engañador. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. (Juan 8:44) Satanás induce a las personas a que demanden milagros de Dios. Quiere impresionar a los hombres con lo espectacular y milagroso. Una vez que tenga nuestra atención nos alejará de la Biblia. Satanás le dijo a Jesús que se tirara del templo para probar a Dios si haría lo que prometió: cuidar a Su Hijo. ¿Jesús tenía que probar a Su Padre para ver si le cuidaría? ¡No! Para nada. Mateo 4:7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Dios Padre había prometido cuidar a Su Hijo; Jesús simplemente confió en la palabra de Su Padre. A través de las edades, Dios ha mostrado Su fidelidad, nosotros también podemos confiar en El. Mateo 4:8,9 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Satanás le ofrece a Jesús algo que no le pertenece. Aunque influencia en este mundo, el dueño de la creación es Dios. (2 Corintios 4:4; Juan 12:31) Mateo 4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 102 Satanás trató de hacer que Jesús le adorara. Fue echado porque quiso ser Dios y sigue fiel a su causa; una vez más quiere tomar el lugar de Dios pidiendo a Jesús que lo adorara. Todo ser humano que no ha recibido la salvación de Dios en Cristo; sirve a Satanás. Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. (Efesios 2:1-3) Jesús derrotó a y un día lo arrojará al Lago de Fuego el cual Dios preparó para él y todos sus seguidores. (Apocalipsis 20:10) La gran mayoría de personas creen que Satanás es todopoderoso como Dios, pero no. Para hacer algo tiene que pedir permiso. Lea el libro de Job y se dará cuenta cuan limitado está; él solamente es un ángel creado que nunca podrá ser superior al Creador. Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed. (Lucas 12:4,5) Mateo 4:11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían. Satanás sabía que él había sido derrotado, entonces dejó a Jesús en paz por un rato. Pero regresó una y otra vez tratando de que Jesús desobedeciera a Dios. El tentó a Jesús con todas las tentaciones que una persona afrenta, pero Jesús nunca pecó. (Hebreos 4:15) El es el único que nos puede libertar del pecado, Satanás, y la muerte. 103 Lección 16 Jesús y sus enseñanzas El Nuevo Nacimiento Juan el Bautista enseñó el mensaje de Dios para preparar a las personas que confiaran en Jesús el Libertador. Al rey Herodes, el cual estaba viviendo una vida llena de pecado, no le gustó algunas de las cosas que Juan dijo. Por eso lo encarceló y finalmente lo mató. (Mateo 14:1-12) Había llegado la hora para que Jesús comenzara a enseñar. Marcos 1:14,15 Jesús empezó Su ministerio a los treinta años de edad. Podemos resumir sus enseñanzas en estos aspectos: Que cambiaran su actitud hacia Dios Que aceptaran que delante de Dios eran pecadores Que creyeran las buenas nuevas que El había venido a decirles La Biblia afirma que sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6; 10:38) Si queremos ser aceptados por Dios, debemos creerle y confiar en las Buenas Nuevas, porque el reino de Dios en la tierra se ha acercado. Quien gobierna este mundo sería destruido; todos nosotros, nacemos en pecado y llegamos a un mundo controlado por Satanás. En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. (2 Corintios 4:4) Jesús dijo que la única forma que una persona podría escaparse del control de Satanás es estar de acuerdo con Dios y creer Sus Buenas Nuevas. En esos días Jesús comenzó a llamar a hombres que le siguieran. (Marcos 1:16-20) El les iba a enseñar y enviar a predicar el mensaje del reino venidero de Dios en la tierra. Marcos 1:21 Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. Los judíos se reunían en lugares llamados sinagogas a través de todo Israel y hasta en países vecinos. Allí se leían y enseñaban las escrituras de Moisés y de los profetas. Marcos 1:22 Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Quienes le oían se sorprendían por Su autoridad y por la manera de explicar la palabra de 104 Dios. Jesús enseñaba de manera distinta que los escribas. Aunque eran maestros por haber copiado la escritura y conocerla su problema era que no creían a Dios y Su Palabra. Confiaban en sus buenas obras y en su supuesto conocimiento de la Biblia para ser salvos. Aunque conocían las historias y los escritos bíblicos, realmente no conocían a Dios. Pero Jesús el Hijo de Dios conoce a Su Padre por eso cuando enseñaba decía palabras reales y comunicaba la voluntad de Dios. Jesús entendía que Moisés y los profetas hablaron de El, pero los escribas no tenían la más remota idea la respecto. Marcos 1:23,24 Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. A los demonios les gusta vivir en y controlar a las personas que son hijos de Satanás. Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Y cuando llega, la halla barrida y adornada. Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. (Lucas 11:24-26) Note que Satanás y los demonios saben que Jesús es Dios, su Creador. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. (Colosenses 1:16) ¡Este demonio en Marcos 1 sabía que algún día sería lanzado al Lago de Fuego, y que Jesús tenía el poder para mandarlo en ese momento! (Apocalipsis 1:18; 20:10) Marcos 1:25,26 Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. Jesús ordenó al demonio que se callara porque no les permite que hablen a los demas de El. Satanás y sus demonios son mentirosos. Jesús vino a decir la verdad. Jesús vino a proclamar la verdad de Dios y mostró Su poder a través de los milagros que hizo. Pero aunque el espíritu era violento, tuvo que salir. Marcos 1:27,28 Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. De nuevo, las personas estaban viendo que Jesús tenía poder y autoridad sobre todo. Marcos 1:34-39 Jesucristo es Dios, poderoso y compasivo; sanó a los enfermos y libertó a los endemoniados. El también se interesa por usted y por mí. No ha cambiado. El todavía es el mismo hoy y Su deseo es rescatar a cada ser humano del control de Satanás. 105 Marcos 1:40-42 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. Los leprosos eran separados de la comunidad al Valle de la Muerte; los despreciaban y nadie podía acercarse a ellos, mucho menos tocarles. Pero Jesús tocó a ese hombre. El estiró Su mano, lo tocó, dio la orden y la lepra desapareció. Pudo haber hablado y el hombre hubiera sanado, pero lo tocó, ¿Por qué? ¡Para mostrar el gran amor y compasión de Dios! Nosotros somos como ese leproso; deformados por el pecado y dignos de muerte. Tristemente esas personas que pudieron habernos ayudado, no quisieron porque nos rechazaron, tal como el leproso fue rechazado. Pero Dios conoce cada detalle horrible de nuestras vidas y aún así todavía quiere ser nuestro Salvador. El no sólo se interesa y está dispuesto a alcanzarnos; más aún aparte de El no hay otro Salvador. Juan 3:1-2 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Nicodemo estaba seguro que Dios había mandado a Jesús. Los grandes milagros que hizo mostraban el poder de Dios. La mayoría de los Fariseos odiaban a Jesús y decían que los milagros los hacía con el poder de Satanás. ¿Por qué vendría de noche? Probablemente para que los otros líderes judíos no le vieran. Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Los judíos, especialmente los Fariseos, eran muy orgullosos porque ser descendientes de Abraham. Pensaban que Dios era su Padre por ser hijos de Abraham. No se dieron cuenta que cada persona nace bajo el reinado de Satanás y que es un hijo de Satanás. Adán y Eva después de pecar sí podían pensar solo que no conocían más a Dios. Estaban muertos espiritualmente; separados de Dios. Por sus mentes ya no podían entender Su Palabra. Tampoco podían amarle ni obedecerle. Su mente, corazón y voluntad estaban bajo el control de Satanás. Jesús le dijo a Nicodemo que la única forma de poder escapar del poder y reinado de Satanás es naciendo de nuevo. Así podrá conocer, amar, y obedecer a Dios. Nacer de nuevo es recibir al Espíritu Santo. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo 106 os he dicho. (Juan 14:26) ¿Como puede nacer de nuevo una persona? ¿Como puede pasar una persona al reino de Dios y ya no estar bajo el reino de Satanás? ¿Puede cambiar por sí mismo? Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. (Juan 1:12:13) Adán pecó y todos sus descendientes heredaron su pecado. El hombre no hace nada para nacer bajo el dominio de Satanás. Tampoco puede escaparse en sus propias fuerzas. Pero como nada hay imposible para Dios, el que cree nace de nuevo a una nueva familia, la familia de Dios (Efesios 2:19). Juan 3:4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Nicodemo tenía credenciales para confiar en sí mismo: descendiente de Abraham, Fariseo y líder de los judíos. Pero estaba confundido sin saber lo que significaba “nacer de nuevo.” Juan 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. El agua de la cual Jesús habló no es el bautismo. Jesús hablaba del nuevo nacimiento, del lavamiento por agua por medio de la Palabra. Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. (1 Pedro 1:23) Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra. (Efesios 5:26) Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. (Juan 15:3) Juan 3:6,7 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. Jesús le dijo a Nicodemo que no se sorprenda. Hay dos categorías de personas en el mundo: los que han nacido una vez y aquellos que han nacido dos veces. Los que han nacido una vez todavía están bajo el reinado de Satanás. Nacen una vez y mueren dos veces. Los que han nacido dos veces—son aquellos que por creer al evangelio pasan al reino de Dios. Nacieron dos veces y mueren una vez. Nicodemo no podía entender como podía nacer en la familia de Dios. Jesús continúa explicándole en los versículos 14 y 15. Le recuerda uno de los episodios de los israelitas en el desierto. 107 Números 21:5-9 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía. Los Israelitas habían pecado y Dios como castigo mandó serpientes venenosas a que les mordieran y murieran. Cuando se arrepintieron, es decir, cambiaron de parecer y admitieron su pecado, Dios le dijo a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y que la pusiera en un asta. Dios prometió que cualquiera que fuere mordido y mirara la serpiente de bronce sería sanado. Nicodemo había estado tratando de obedecer las leyes de Dios, pero no se daba cuenta que sus esfuerzos eran totalmente inaceptables a Dios. El necesitaba hacer lo que los Israelitas habían hecho y simplemente poner su fe en el Señor. ¿Qué de nosotros? Estamos en las mismas condiciones que los Israelitas en el desierto. Satanás con sus mentiras quiere destruirnos. (Apocalipsis 12:9; 20:2) Tal como los israelitas no podían salvarse de las serpientes, así nosotros no podemos salvarnos de Satanás y la muerte. Dios liberó a los israelitas, y sólo El puede hacer lo mismo con nosotros. Jesús enseñó que una sola manera de ser liberados de Satanás, el pecado, y la muerte: naciendo de nuevo en la familia de Dios. Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6) Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir. (Juan 12:32,33) Jesús dijo que El tendría que ser levantado, tal como la serpiente de bronce fue levantada en el desierto, y todo aquel que cree en El nacerá en la familia de Dios. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16) Cuando un hombre, una mujer, o un niño creen a la Palabra de Dios y confían en Jesús como su Salvador, Dios les da vida nueva. 108 Esas personas dejan de ser hijos de Satanás y pasan a ser hijos de Dios; ahora tienen vida eterna. Juan 3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. Esta es la promesa de Dios. ¿Podemos confiar en Dios? ¡Sí! Hemos leído una y otra vez como El siempre ha hecho exactamente lo que ha dicho. Hemos leído a través de miles de años sobre las promesas de Dios, y todas se han cumplido. Juan 3:18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Nadie tiene que esperar hasta morirse para saber si será aceptado o rechazado por Dios. Aquellos que no aceptan al Salvador ya están condenados. 1 Juan 5:10-13 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. Sólo hay un Salvador que ha sido dado por Dios para los pecadores, y ese Salvador es Jesús. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12) 109 Lección 17 Jesús el único Mediador A los niños y a los adultos les gusta mucho los cuentos inventados. Pero cuando se trata de la eternidad lo que necesitamos es la verdad y no algo ficticio. Alrededor del mundo las personas creen las mentiras de Satanás; éstas fueron diseñadas para alejarlos de Dios. (Papá Noel, el Conejo de Pascua, etc.) Cuando leemos la Biblia, tenemos la verdad de Dios en nuestras manos y El no miente. ¿Quién es Jesús? Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas. (Marcos 8:27,28) Elías era un profeta que había sido llevado al cielo por Dios más o menos 850 años antes de que Jesús llegara al mundo. El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no. Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. (2 Reyes 2:10,11) Algunas personas pensaban que Jesús era Elías que había regresado al mundo. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. (Malaquías 4:5,6) Sin embargo; Jesús les había dicho muy claro a todos que era el Hijo de Dios, el Libertador que Dios había prometido desde el principio del mundo. Jesús mostró Su poder a través de milagros. Pero en esos días como hoy la mayoría de los judíos no creen en El. Es muy importante que respondamos esta pregunta: ¿Quién era Jesús? ¿Un buen maestro que hizo algunos milagros? ¿Un profeta como dicen algunos judíos? ¿Dijo la verdad? Porque si no la dijo entonces es un mentiroso. Delante de Jesús no podemos creer sólo una parte de lo que El dijo acerca de Sí Mismo. Si tan solo hubiera dicho una mentira entonces no sería el Hijo de Dios, porque Dios es santo y perfecto. Recuerde que Jesús dijo que es Dios. En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. . . Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:1,14) Yo y el Padre uno somos. (Juan 10:30) Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. . . 110 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? (Juan 14:7,9) En Marcos 8:27-28 nos damos cuenta que Jesús sabía que Sus discípulos nunca serían aceptados por Dios si ellos no creían que El era el Salvador prometido. En este punto, por lo menos uno, Pedro, sabía y creía. Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo. Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno. (Marcos 8:29,30) Jesús quería que las personas le escucharan y que creyeran Sus palabras de todo corazón. El no quería que le siguieran sólo porque los discípulos decían que El era el Cristo. Igualmente en nuestros días no quiere que le creamos sólo porque un maestro, un pastor o alguien dice que cree en Jesús. No debemos depender en nadie, sino creer a la Palabra de Dios. Nuestra fe debe de estar en Dios y Su Palabra. Eso implica leerla y estudiarla personalmente. Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. (Marcos 8:31) Jesús sabía que tenía que morir. Satanás usaría a los líderes judíos para matarle porque ellos no creyeron que El era el Hijo de Dios, el Libertador. Además sabía que aunque moriría y sería sepultado, al tercer día. Con respecto a nuestra vida ¿Podemos saber que sucederá el día de mañana? ¿Vamos a enfermarnos? ¿Dónde estaremos en un año? ¿Cuánto tiempo viviremos en la tierra? No sabemos las respuestas a estas preguntas, pero Jesús sabía todo Su futuro. Dios lo sabe todo. Lo maravilloso es que cientos de años atrás los profetas habían predicho muchos detalles exactos sobre lo que le sucedería a Jesús. Sufriría mucho. Sería rechazado por los líderes judíos. Sería crucificado. Resucitaría de los muertos. Jesús sabía y creía lo que estaba escrito en el Antiguo Testamento sobre El. Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. (1 Pedro 1:10,11) Vino a cumplir todo lo que la palabra dice acerca del Libertador ya que Dios siempre cumple lo que promete. Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos. (Marcos 9:2,3) 111 Jesús tenía un cuerpo humano como nosotros, era un hombre real, pero también es Dios verdadero. Cuando las personas lo miraban, Su aspecto lucía como cualquier otro hombre. Pero lo que hizo y dijo mostró que era diferente. Es muy importante ver que Dios se reveló a través de Su Hijo. ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. (Isaías 53:1,2) ¿Recuerda que Dios ordenó a Moisés y a los Israelitas en el monte Sinaí que hicieran el Tabernáculo? La parte exterior de este edificio estaba cubierto de pieles de animales. Cuando las personas lo miraban sólo veían las pieles viejas y secas, pero adentro del Lugar Santísimo, detrás de las pieles, estaba la luz brillante de la presencia de Dios. Igual fue con Jesús; Su cuerpo humano se miraba como el de un hombre ordinario, pero adentro, era el Dios grande, omnipotente, omnisciente que creó los cielos y la tierra. Mire lo que dice Mateo 17:2 Y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Tanto Elías como Moisés eran judíos. El uno no murió como los demás hombres, fue llevado al cielo por Dios. Pero Moisés murió y Dios lo sepultó. Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús. (Marcos 9:4) Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy. (Deuteronomio 34:5,6) La muerte de Moisés fue 1,400 años antes que Jesús naciera. Dios se llevó al cielo a Elías, pero el cuerpo de Moisés fue sepultado. El momento de la transfiguración ocurre cientos de años después que dejaran este mundo; pero por haber creído y confiado en la Palabra de Dios tocante al Libertador no fueron enviados al infierno. Dios les aceptó de la misma manera que a Abel, Set, Enoc, Abraham, Sara, Isaac, Jacob, José, Josué, David, y todos los demás que creyeron en la venida del Salvador. En ese momento Elías y Moisés regresaron a la tierra para hablar con Jesús. Por tanto el cielo es un lugar real, y es donde Dios mora. Todos los que están de acuerdo con Dios y confían en Jesús, el Salvador que Dios mandó, cuando mueran se irán a vivir en el cielo con El. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16) No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para 112 vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:1-6) Cuando Moisés y Elías, siervos de Dios, vivían en la tierra, sabían que el Libertador prometido tendría que nacer y morir. ¿Qué era lo que platicaban? Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. (Lucas 9:30,31) Aunque Moisés y Elías habían dejado el mundo muchos y muchos años antes que Jesús naciera, ellos sabían que las promesas de Dios sobre el Libertador pasarían exactamente en la manera que Dios había dicho, porque Dios nunca olvida Sus promesas, aunque miles de años pasen antes que sean cumplidas. Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados. Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. Y luego, cuando miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo. (Marcos 9:5-8) Dios reconoce a Jesús como Su Hijo y les pide a los discípulos que lo oigan y obedezcan. Nunca ha habido ni habrá alguien como Jesús, el Hijo de Dios. Hoy Dios no nos habla audiblemente desde el cielo; todo lo que El quiere decirnos está escrito en la Biblia. Lo que El espera es que depositemos toda nuestra confianza en ella. Años después de la transfiguración Pedro escribió lo siguiente: Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. (2 Pedro 1:16-21) La Biblia es verídica Los profetas de Dios hablaron las verdades de Dios. Jesús habló la verdad. Tenemos Sus palabras para llevarnos a Dios y a la vida eterna. Mucho del terreno de Israel es seco y estéril, y a veces era muy difícil hallar pasto para las ovejas. Muy a menudo los pastores tenían que dejar sus hogares y guiar sus ovejas a otros lados para buscar comida. Muchas veces tuvieron que quedarse en los campos o montañas con sus ovejas. Era peligroso dormir al aire por los ladrones que trataban de robar las ovejas, y por los animales salvajes que los podían matar. 113 Por eso antes de oscurecer, los pastores buscaban una cueva donde las ovejas estarían a salvo, o hacían corrales zarzas y piedras. Sólo había una puerta para entrar al corral y allí era donde dormía el pastor. Si alguien quería entrar tenía que pasar por él. Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. (Juan 10:7) Jesús quería decirles que El era la puerta al lugar de seguridad y protección. Afuera, en este mundo, están Satanás y sus espíritus malvados, el pecado y la muerte. Son como los ladrones y los animales salvajes que mataban y se comían a las ovejas. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; (1 Pedro 5:8) ¿Recuerda que Satanás quiso sentarse en el trono de Dios y por eso fue echado del cielo? La maldad le gobierna, es un mentiroso y engañador; odia al hombre ya que Dios lo hizo a Su imagen y semejanza. Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. . . Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. (2 Corintios 11:3; 13-15) El hace que lo malo parezca bueno y lo bueno, malo. A los que están “fuera del corral” Satanás les da el mensaje que quieren oír. Es sabido que al entrar por esa puerta abandonan muchos placeres pecaminosos de esta vida. ¿Y que dirán los demás de aquel que creyendo a Jesús cambia su vida? Pues lo presionarán y perseguirán, eso es inevitable. Tengo amigos que cuando creyeron a la Palabra sus familias los desheredaron y hasta celebraron un funeral con caja y todo. Satanás promueve sus cosas apelando a los sentidos y las emociones pero no les dice a donde irán cuando han muerto. Pone en las mentes de las personas todo lo mundano que dejarán si ponen su fe en Jesucristo como su Salvador. Satanás nunca menciona el destino de sus seguidores. ¿De que le sirve a una persona tener todos los placeres del mundo, pero cuando se muera irá al infierno? (Satanás no menciona esa parte). Satanás es padre de mentira y ha estado engañando a las personas por miles de años; su único propósito es destruirnos para que seamos apartados de Dios para siempre. El hace todo lo posible para que su camino parezca el mejor. Pero es camino de muerte eterna. Sólo hay una puerta para entrar en el corral, el lugar de seguridad, protección, y vida. Jesucristo es Dios, El es el Salvador y la única puerta hacia la vida eterna. No hay otra manera de entrar. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. (Juan 10:8) 114 Antes que Jesús naciese, otros hombres habían llegado a los judíos, cada uno proclamando ser el Libertador enviado por Dios. Jesús dijo que estas personas eran como ladrones que llegaban de noche a robar y matar a las ovejas. La única forma que verdaderamente podemos saber la verdad es por medio de la Biblia. Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. . . Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. (Juan 8:32,36) Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. (Juan 17:3) Esto tiene que estar bien claro: el hombre sólo puede llegar a Dios a la manera de Dios. Tal como hubo sólo una puerta para entrar en el corral, así también Jesús es la única puerta hacia la vida eterna. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. (Juan 10:9) Algunas personas comentan que lo que la Biblia enseña es bueno para los cristianos, pero que hay otras religiones que también les llevan a Dios. Eso es una mentira de Satanás. No hay muchas formas o puertas para obtener la aceptación o comunión con Dios. No hay muchos caminos hacia la vida eterna. Sólo hay una puerta hacia Dios, y la vida eterna. Jesucristo es esa puerta. El es el Salvador para todas las personas, no importa el idioma que hablen o sus costumbres culturales. Recuerde, Dios le dijo a Noé que construyera el arca porque iba a castigar al mundo entero. Dios ordenó a Noé que construyera el arca con una puerta. Sólo aquellos que pasaran por esa puerta serían librados del juicio de Dios. Noé creyó a Dios y por eso entró por esa única puerta. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10) Satanás quiere destruir a las personas. Jesús vino a este mundo para dar vida en abundancia. Una de las mentiras de Satanás es pretender que sus sendas son las mejores, las más interesantes y divertidas. Ofrece suficientes placeres para convencerles que lo de él es mejor que lo que ofrece Jesucristo. ¡Que mentira tan terrible! Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. (Proverbios 14:12) Escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado (Hebreos 11:25) Debo enfatizar esto con todo mi corazón: Todos los que rechazan la salvación de Jesús irán derechito al infierno y eso es para siempre. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. (Apocalipsis 20:15) 115 Jesús dijo claramente que El nos da vida y vida en abundancia. Sus promesas son verdaderas. La vida que Jesús da es la única manera y nunca nos desilusionará al final. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. (Juan 6:35) Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. (Juan 10:11) Jesús ya les había dicho a Sus discípulos que los líderes de los judíos no creerían que El era el Hijo de Dios, el Salvador y que ellos lo matarían. Aquí les está diciendo, que El es el buen pastor que ama a sus ovejas tanto que daría su vida por salvarlas de los ladrones o los animales salvajes. Es interesante ver que el profeta Isaías anunció que Jesús sufriría y moriría por causa de otros, muchos años antes Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. 53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. (Isaías 53:3-5) Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6) Solo hay un Dios, un Salvador para todo el mundo, para usted, y para mí. No hay otra forma para ser salvo. Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. (Isaías 43:11) Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12) Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. (1 Timoteo 2:5,6) 116 Lección 18 Jesús la resurrección y la vida Esta lección tiene que ver con un tema que a muchas personas no les gusta mencionar: la muerte. Podemos conversar acerca de la salud, de nuestra edad y de cuanto dinero se invierte en tratar de verse jóvenes. Como que la vejez no es un tema adecuado o apetecido. Jesús habló mucho al respecto y lo que dijo cambia totalmente nuestra manera de pensar tocante a la vida y la muerte. Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.) Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. (Juan 11:1-6) Jesús estaba al otro lado del Río Jordán y aunque era lejos de donde estaba Lázaro, El sabía lo que iba a pasar porque es Dios. El lo sabe todo y lo puede todo. Pudo haber sanado a Lázaro con solo decir una palabra sin necesidad de verlo. También pudo haber ido inmediatamente para sanarlo. Pero esperó dos días porque esta situación sería una oportunidad grandiosa para mostrar Su gran poder como Hijo de Dios. Talvez se ve como que Jesús no amaba a Marta, María, y Lázaro, pero eso no fue así. El les amaba y preocupaba por ellos. El verdaderamente ama a cada persona y quiere que todos nosotros confiemos en El como nuestro Salvador. Por medio de la muerte de Lázaro Jesús iba a mostrar Su poder de dar vida a aquellos que creen. Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá? Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él. (Juan 11:7-16) Los discípulos no entendieron lo que Jesús quiso decir. Ellos pensaban que Jesús iba a permitir que los líderes judíos le mataran para que El estuviera con Lázaro (v. 15) Pero eso no fue lo que quiso decir. Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. (Juan 11:17-22) Marta creyó que Jesús tenía el poder de sanar a su hermano y que Dios, Su Padre, haría 117 cualquier cosa que Jesús le pidiera. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. (Juan 11:23,24) Jesús quería que Marta entendiera que El quería resucitar a su hermano, pero ella creía que Jesús se refería al fin del mundo cuando todos serán resucitados. Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. (Apocalipsis 20:11-13) Recuerde que la única manera de escapar del castigo por los pecados es a través de Jesús, el Libertador. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. (Juan 11:25) Jesús quería que Marta entendiera que Lázaro no tenía que permanecer muerto hasta el día del juicio final. El es el dador de la vida y es por eso que tiene el poder de resucitar a los muertos. Satanás no puede dar vida a nadie. Puede con sus engaños hacer creer a la gente que lo puede todo, pero nunca dará vida, él es un homicida que busca la muerte eterna de todos. Solo Dios puede dar vida, por que El es el Creador Omnipotente por quien todas las cosas subsisten. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. (Colosenses 1:16) La reencarnación, otra mentira de Satanás Algunas personas creen en la reencarnación; la idea es que después de muerto regresa a la tierra en otra persona o como un animal. Esta es otra mentira de Satanás porque quiere que las personas piensen que no necesitan a nadie que los libere de su pecado. Miente al promover la idea que no hay infierno ni un juicio. Si logra que una persona crea que tendrá otra vida aquí en la tierra, entonces pensará que no necesita a Jesucristo para ser salvo del castigo justo de Dios. Satanás es un engañador y la reencarnación es otro de sus intentos de mantener al hombre lejos de Dios y de la vida eterna. No importa cuanto aparente ser verdad, la reencarnación no existe. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio. (Hebreos 9:27) Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? (Juan 11:25,26) 118 Una persona que cree que Jesús es el Libertador prometido, aunque muera físicamente nunca estará separada de Dios. La palabra muerte significa separación. Los creyentes se van de este mundo para vivir en el cielo, no serán enjuiciados por sus pecados porque Jesús es quien tomó su lugar. Dios los mira en Cristo. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. (Juan 5:24) Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. (Juan 11:27) Marta no era como la mayoría de las personas quienes seguían a Jesús solo porque querían ser sanados, ser alimentados o tener libertad política. Su interés era conocerle como su Salvador. Marta sí creyó y confió verdaderamente que Jesús era el Libertador prometido que Dios había enviado. Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama. Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él. Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. (Juan 11:28-38) Jesús sabía que iba a resucitar a Lázaro, pero lloró porque como humano sintió el dolor de la gente que amaba a Lázaro. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación (2 Corintios 1:3) Dios al crearnos nos dio emociones porque El tiene emociones. Jesucristo es Dios y sintió dolor y tristeza. El entiende muy bien cuando usted se siente triste. He estado en funerales de personas que no fueron nada para mí y al ver a todos llorar me han contagiado. Jesús sabe muy bien que la paga del pecado es la muerte y eso quiere decir separación eterna de Dios para quienes no creen que El es el Libertador. Esta era la razón por la cual vino al mundo: para libertar a los hombres, las mujeres, y los niños de la muerte y para darles la vida eterna. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por 119 causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. (Juan 11:39-44) Jesús es Dios hecho hombre y nunca ha habido otro como El que sea Todopoderoso. En el principio con Dios el Padre y Dios el Espíritu Santo crearon todas las cosas. Dios creó todas las cosas con solo hablar. Ahora, Jesús afuera de la tumba habló mandando a Lázaro que resucitara. ¿Qué cree que hubiera pasado si El no hubiera dicho el nombre Lázaro? No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz. (Juan 5:28) Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él. Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho. Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación. (Juan 11:45-48) Varios de los judíos creyeron en el Señor Jesús al ver Su poder sobre la muerte. Pero el único interés de los sacerdotes y fariseos era mantener su posición de poder y sus riquezas. Estos líderes religiosos tenían miedo que la gente hiciera a Jesús su rey, por eso planearon matarlo. Satanás estaba guiando a estos hombres porque no quiere que nadie crea en Jesús y sean salvos por Su poder. Las misma cosa es hoy. Jesús y los niños Jesús ama a los niños y quiere que también crean en El y sean salvos, aunque los discípulos no lo veían de esa manera. Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía. (Marcos 10:13,16) Jesús aquí enseña que una persona que no está dispuesta a ir a Dios y confiar en El como un niño, no entrará en el cielo. Un pequeño bebé descansa en los brazos de su mamá, no tiene miedo, confía en sus cuidados. Pero, cuando crecemos, nos hacemos más independientes. Ciertamente, debemos llegar a ser adultos responsables, pero Dios quiere que dependamos en El. El problema es que como pecadores estamos separados de Dios, somos independientes y egocéntricos por naturaleza. Peor aun, pensamos que los cambios en nuestras vidas son nuestra decisión. Eso no es lo que la Biblia enseña, más bien nos dice que Jesucristo vino a salvar a los pecadores. Jesús dijo que debemos nacer de nuevo y tal como es imposible para cualquier persona darse a luz, así es imposible que nos demos el nacimiento espiritual. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. (Juan 1:12,13) 120 Sólo Dios nos puede dar vida nueva y salvarnos de la pena del pecado. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16) Debido a que el ser humano es tan independiente y quiere controlar todo lo que le sucede, le es muy difícil aceptar la simpleza del Evangelio. Es por eso que Jesús dijo que debemos tener la actitud de un niño. Multitudes van al infierno por no confiar en Dios y Su Palabra. Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. (Marcos 10:17-20) El joven de esta historia creía que por guardar los mandamientos entraría al reino de Dios. Muchos hacen la misma pregunta hoy: ¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Desde el principio el hombre ha tratado de agradar a Dios con sus esfuerzos. Recordemos a Caín y como pensó que trayendo el fruto de su labor iba a agradar a Dios. ¿Aceptó Dios su ofrenda? ¡No! Pero sí aceptó el sacrificio de Abel. Jesús declara que ningún hombre ordinario es bueno, que solo Dios lo es. Este joven veía a Jesús como hombre pero no como Dios. Este joven no entendía que había nacido con pecado y bajo el control de Satanás y que nunca podría obedecer perfectamente las leyes de Dios ni agradarle. (Romanos 3:10-18; Romanos 3:23; Isaías 64:6) Dios dice que no hay ninguna persona en la tierra que es buena y que hace lo que es correcto delante de Sus ojos. Nadie, excepto Jesús, ha obedecido perfectamente las leyes de Dios. Este hombre, en su propio punto de vista, pensaba que había guardado los Diez Mandamientos. Pero la petición que le hace y su reacción muestran que ni siquiera el primer mandamiento había guardado. Dios no está interesado en lo externo sino en el corazón. El conoce los pensamientos, las actitudes, y los deseos de una persona. Si solamente tiene la intención de tomar algo que no le pertenece, ha robado. Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. (Mateo 5:21,22) Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. (Mateo 5:27,28) Si un adulto o niño se somete superficialmente a la autoridad de alguien, pero en su corazón está enojado u obedece de mala gana, él ha pecado contra Dios. Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida 121 sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. (Efesios 6:1-4) No sólo hay que obedecer sino que también hay que hacerlo con la actitud correcta. Dios sabía que Israel no podía obedecer Sus leyes. Les dio los Diez Mandamientos para mostrarles que habían pecado y que necesitaban un Salvador. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. (Romanos 3:19-20) Es imposible agradar a Dios por nuestros propios esfuerzos ya que nacemos con la naturaleza caída de Adán y separados de Dios. El ve nuestro corazón tal y como es. Pero aun así miremos lo que dice Marcos 10:21ª “Entonces Jesús, mirándole, le amó...” Jesús amó a este joven aunque era orgulloso y no se consideraba un pecador. Dios nos ama a cada uno, aunque sabe que somos pecadores y no quiere que estemos separados de El. A la pregunta: ¿Qué debo hacer? Jesús le dijo que vendiera todas sus posesiones y diera su dinero a los pobres; sabía que era codicioso y amaba sus riquezas más que a su prójimo. El quería que admitiera que era pecador y que necesitaba un Salvador. Pero amaba sus riquezas más que a Dios. Decía que había guardado la ley pero ni el primer mandamiento obedeció. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. (Mateo 22:37,38) Jesús quería ayudar a este joven mostrándole que había puesto sus riquezas en el lugar de Dios. Había quebrantado el primer mandamiento y por tanto era culpable condenado a la muerte eterna. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! (Marcos 10:22-24) Este joven había hecho su decisión; escogió sus riquezas, las cuales sólo podría disfrutar en esta vida. Aunque quería la vida eterna, amaba más su dinero que a Dios. Todos los humanos en cualquier parte del mundo pensamos que el dinero resuelve todos los problemas. Pero miremos lo que dice Lucas: Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. (Lucas 12:15) Quien quiere lo de este mundo más que cualquier otra cosa, tiene envidia de los que prosperan. Piensa que estaría feliz y satisfecho si fuera rico. Jesús usó una parábola para recalcar que la vida viene de El. Dios da y quita la vida 122 Este agricultor pensaba que tenía todo lo que necesitaba, era un hombre muy rico; que podía ignorar a Dios y vivir su vida como él quisiera. Pero Dios es quien da la vida y quien la quita. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. (Lucas 12:16-19) He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá. (Ezequiel 18:4) Mientras él tenía planes de grandeza para el resto de su vida; Dios tenía otros planes para él esa misma noche. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? (Lucas 12:20) Cuando Dios decide que ha llegado la hora para que una persona muera no hay quien lo detenga. Aquí, a un hombre de negocios muy próspero, Dios le llamó necio. ¿Por qué? Porque el hizo planes sin tomar en cuenta a Dios y sólo quería disfrutar las riquezas terrenas. Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos.¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? (1 Corintios 1:18-20) Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. (1 Corintios 3:19) Las cosas de este mundo son pasajeras y nunca sabemos cuando vamos a tener que dejarlas. Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Lucas 12:21 Pero las cosas que Dios da a aquellos que confían en El permanecen para siempre. Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. (Lucas 16:19-21) Esta historia es verdadera, no es una parábola. ¿Cómo lo sabemos? Porque Jesús usa nombres reales; estos hombres vivieron en la tierra. Cuando vemos la situación parece que el hombre rico estaba muy bien; tenía todo lo que necesitaba y más. Pero Lázaro estaba enfermo, con necesidades y con su cuerpo lleno de llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. (Lucas 16:22) 123 ¿Las riquezas evitan la muerte? ¿Le sirvieron después de muerto? ¿A dónde fue Lázaro cuando murió? Al seno de Abraham; así llamaban los judíos a la presencia de Dios. ¿Qué del hombre rico? ¿Fue al mismo lugar que Lázaro? Jesús dijo que el cuerpo del hombre rico fue sepultado. ¿A dónde fue sin su cuerpo? Cuando las personas mueren, se van directamente a estar con Dios o inmediatamente al lugar de castigo. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. (Lucas 23:43) Pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. (2 Corintios 5:8) Lo que somos el momento de morir determinará lo que seremos en la eternidad. Con Cristo aquí en la tierra tenemos garantizado un lugar con El en el cielo. Sin Cristo aquí nos espera un lugar de castigo en la eternidad. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. (Lucas 16:23,24) Hay mucho sufrimiento en el infierno y es el lugar para todos quienes rechazan lo que Dios dice en Su Palabra. El odia el pecado y por eso Cristo cargó sobre Sí Mismo todos nuestros pecados para Libertarnos del castigo eterno. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. (Lucas 16:25) ¿Lázaro fue a la presencia de Dios por ser pobre? ¿El otro fue al castigo por ser rico? ¿Rechaza Dios a los ricos y acepta a los pobres? ¡No! De ninguna manera; la razón fue por no tomar en cuenta a Dios ni Su Palabra. El sólo vivió para disfrutar sus riquezas y para sí mismo. En cambio Lázaro estuvo de acuerdo con Dios que él era un pecador, y él confió en Dios y en Sus promesas de mandar un Salvador, tal como Abraham lo hizo cuando él estuvo vivo. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. (Lucas 16:26) Cuando una persona muere y se va al infierno, no hay ninguna forma que pueda ser liberado. ¡No hay escape, está encerrado para siempre! Aquellos que mueren dando la espalda a Dios por su pecado, permanecen separados de Dios para siempre. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. (Lucas 16:27,28) Al estar en ese terrible sufrimiento se acordó de sus hermanos y no quería que fueran a parar 124 en el mismo lugar. Las personas en el infierno todavía recuerdan este mundo, lo que hicieron en vida. ¿Porqué quería el hombre rico que Abraham mandara a Lázaro a la casa de sus hermanos? ¿Tenía permiso Lázaro de regresar a este mundo? ¡No! Dios no permite que los muertos regresen. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. (Lucas 16:29) Abraham le dijo que sus hermanos tenían los escritos de Moisés y de todos los profetas. Nosotros hoy tenemos la Biblia. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos. (Lucas 16:30,31) Si las personas rechazan creer la Palabra de Dios escrita, no creerán aunque Dios mandara a alguien de los muertos. Recordemos cuando Jesús resucitó a su amigo Lázaro ( el hermano de María y Marta), ¿Creyeron los líderes judíos? No. Satanás engaña día a día a las personas con su filosofía de “vivir el presente.” El dinero, las cosas, aún la salud parecen ser más importantes que Dios. Más o menos dos mil años han transcurrido desde que Jesús contó la historia del hombre rico y de Lázaro. El uno angustiado lloraba, pero no había nada que Abraham o Lázaro pudieran hacer. ¿Qué de nosotros? ¿Qué de nuestros familiares incrédulos? ¡La eternidad es un período largo y sin fin! Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? (Marcos 8:36) 125 Lección 19 Jesús el Cordero de Dios Como hemos mencionado anteriormente, multitudes de personas seguían a Jesús. Algunos querían ser sanados, otros querían libertad política de la opresión romana; pero muy pocos eran concientes de su necesidad espiritual. Como en esos días se ignora la necesidad principal de ser salvos del dominio de Satanás, del pecado y la muerte. En Su caminar con los discípulos llegaron al pueblito de Betania, situado a las afueras de Jerusalén; allí vivían María, Marta, y Lázaro. Hace no mucho Jesús había levantado a Lázaro de la muerte. Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron. (Marcos 11:1-6) Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. (Zacarías 9:9) Las multitudes le dieron la bienvenida a Jesús como el Libertador prometido de Dios. Ellos le adoraron viéndolo como al Mesías prometido por medio de los profetas en el Antiguo Testamento. Dios mandaría al Rey de los judíos que los libertaría. Pero, desafortunadamente, la mayoría de las personas no confiaron en Jesús para que les salvase del poder de Satanás y del castigo de Dios; sólo querían que Jesús les protegiera de sus enemigos, especialmente de los Romanos quienes los gobernaban. Los líderes judíos habían determinado matar a Jesús, aunque tenían miedo de las multitudes. Por seguro que Jesús era popular por todos los milagros que había hecho. Dos días después era la pascua, y la fiesta de los panes sin levadura; y buscaban los principales sacerdotes y los escribas cómo prenderle por engaño y matarle. Y decían: No durante la fiesta para que no se haga alboroto del pueblo. (Marcos 14:1,2) Judas era uno de los doce que Jesús había escogido para que fuesen Sus compañeros más cercanos, pero a Judas no le importaba su propia pecaminosidad ante Dios. El no confió en Jesús como el Salvador de los pecadores. Seguía a Jesús por sus intereses egoístas. Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para entregárselo. (Marcos 14:10) Para ver algo del carácter de Judas miremos Juan 12:4-6 126 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. Cuando Judas vio que no obtendría ningún beneficio personal por seguir a Jesús, se dispuso a venderle. Lo sorprendente de esto es que Dios había dicho lo que pasaría y se estaba cumpliendo. Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar. (Salmos 41:9) Satanás, lleno de odio hacia Dios, nuevamente hacía de las suyas al guiar a Judas para quetraicionara a Jesús. Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para entregárselo. Ellos, al oírlo, se alegraron, y prometieron darle dinero. Y Judas buscaba oportunidad para entregarle. (Marcos 14:10, 11) Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase. (Juan 13:1,2) Satanás pensaba que al matar al Libertador, usando a los líderes judíos, detendría el plan de Dios de libertar a los pecadores. Mateo nos dice que los líderes judíos prometieron pagarle a Judas treinta piezas de plata. Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle. (Mateo 26:14-16). El dato de las treinta piezas de plata muestra el precio por un esclavo esos días. Más de quinientos años antes, Dios le había dicho a Su profeta Zacarías que así pasaría con el Libertador. Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y me dijo Jehová: Echalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro. (Zacarías 11:12,13) Jesús sabía sin que nadie le dijera que Judas le iba a traicionar. Pero aún así, Jesús le amó y se entristeció con la situación. Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él;Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar. (Salmos 55:12,13) Jesús frecuentemente se llamaba “el Hijo del Hombre,” porque aunque era el Hijo de Dios, 127 El también era totalmente hombre. Jesús sabía que El tenía que morir, tal como Dios lo había dicho a través de los profetas del Antiguo Testamento Entonces ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle uno por uno: ¿Seré yo? Y el otro: ¿Seré yo? El, respondiendo, les dijo: Es uno de los doce, el que moja conmigo en el plato. A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. (Marcos14:19-21) Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. (1 Pedro 1:10,11). Estaba profetizado que uno le traicionaría y Judas por su rechazo a Jesús fue un buen candidato para entregarlo. Por sus pecados sería castigado eternamente; su egoísmo, su participación en el asesinato de un hombre inocente, pero principalmente por haber rechazado confiar en Jesucristo como su Salvador. Lo que hizo revela enormemente que no creía. Jesús partió el pan y después explicó que ese acto simbolizaba Su cuerpo que sería destrozado por los pecadores. Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada. (Marcos 14:22-24) Jesús dijo que el vino que El les había servido era un cuadro de Su sangre, la misma que fluiría de Su cuerpo para pagar por los pecados de los hombres el día de Su muerte. De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios. Cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. (Marcos 14:25,26) Es imposible entender el amor tan profundo de Jesús; El nunca había pecado. Sin embargo, moriría por los pecadores. Los discípulos necesitaban lo que El iba a hacer; también las personas en el pasado, presente, y futuro, necesitaban Su liberación a través de la Cruz. En ocasiones oímos de alguien que ha sido arrestado por un crimen que no cometió, Dios se encargue de ellos; pero ¿Alguna vez ha sido acusado por algo que no hizo? ¿Cómo se sintió? Pero la pregunta clave es: ¿Alguien se echó la culpa por algo que usted hizo? ¿Alguien ha recibido el castigo que le tocaba a usted? Jesús se entregó como vemos en los datos de Su arresto. Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú. (Marcos 14:32-36) 128 Aunque Jesús es Dios también se hizo hombre y en Su humanidad el dolor de las cosas terribles que enfrentaría fue real (Lucas 22:41-44). Jesús sabía que para salvarnos tendría que pasar por un sufrimiento que nadie ha experimentado. Pero veremos en seguida qué fue lo que más le entristeció a Jesús. Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras. Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño; y no sabían qué responderle. Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que me entrega. Luego, hablando él aún, vino Judas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los escribas y de los ancianos. Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle, y llevadle con seguridad. Y cuando vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó. Entonces ellos le echaron mano, y le prendieron. (Marcos 14:37-46) Es posible que ni se dieron cuenta pero Judas y quienes fueron a prenderle estaban guiados por Satanás. Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja. Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día estaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis; pero es así, para que se cumplan las Escrituras. (Marcos 14:47-49) Jesús sabía que todo lo que había sido dicho por medio de los profetas en el Antiguo Testamento sucedería tal como Dios lo anunció. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron. Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana; y le prendieron; mas él, dejando la sábana, huyó desnudo. (Marcos 14:50-52) Todos los discípulos huyeron y dejaron a Jesús tal y como lo predijo. De todos los versículos de la Biblia probablemente estos son los más tristes. Tenían miedo, estaban desanimados y confundidos. Pensaban que Jesús era el Salvador que Dios mandó, pero no entendían porque iba a ser asesinado. No entendieron en ese momento que la libertad que Cristo trae no es política , ni económica, sino de Satanás, del pecado, y la muerte. Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos. (Zacarías 13:7) Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas. (Marcos 14:27) Jesús enfrentó al Sanedrín, la corte suprema de los judíos; aunque no había hecho nada malo. Ellos no podían encontrar ninguna razón por la cual condenarlo. Tampoco tenían una razón que justificara tanto odio hacia El; lo que si les caracterizaba era el rechazo a la palabra de 129 Dios y a Su Libertador. Trajeron, pues, a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron todos los principales sacerdotes y los ancianos y los escribas. Y Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego. Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban. (Marcos 14:53-55) El juicio fue falso, los testigos mintieron ante los líderes religiosos; tres de ellos fueron ante los oficiales Romanos. Todos estos juicios fueron ilegales por la forma y por los testimonios falsos. Porque muchos decían falso testimonio contra él, mas sus testimonios no concordaban. Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo: Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este templo hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano. Pero ni aun así concordaban en el testimonio. (Marcos 14:56-59) Ya estaba profetizado que así pasaría. Eso lo vemos en el Salmo 27:12 y su cumplimiento en Marcos 14:56,57 David, inspirado por Dios, escribió esta profecía más o menos mil años antes. Jesús frente al Sanedrín cumplió las palabras exactas que ya estaban escritas. Entonces el sumo sacerdote, levantándose en medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. (Marcos 14:60-62) Jesús se mantuvo callado y no contestaba, dependía totalmente en Su Padre; vino a hacer Su voluntad. Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente. (1 Pedro 2:23) Todo lo ocurrido era de acuerdo al plan de Su Padre para que la raza humana fuera liberada del poder de Satanás, del pecado, y la muerte. Cuando le preguntaron si era el Cristo (El Libertador prometido), el Hijo de Dios, Jesús contestó afirmativamente. ¿Recuerda el nombre que Dios le dio a Moisés para que se presentara delante de las personas en Egipto? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. (Exodo 3:14) Mientras los soldados buscaban a Jesús de Nazaret Jesús les contesta diciendo YO SOY . Ellos iban a arrestar a un hombre pero se encontraron con Dios. Si Jesús no se entrega nadie lo agarra; además, dio la orden de que dejaran ir a los discípulos. 130 Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra. (Juan 18:6) Cuando los judíos se enojaban o estaban muy angustiados, por costumbre, rasgaban sus vestidos. El sumo sacerdote estaba muy enojado al oírle porque Jesús estaba insinuando que era igual a Dios. Entonces el sumo sacerdote, rasgando su vestidura, dijo: ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos ellos le condenaron, declarándole ser digno de muerte. Y algunos comenzaron a escupirle, y a cubrirle el rostro y a darle de puñetazos, y a decirle: Profetiza. Y los alguaciles le daban de bofetadas. (Marcos 14:63-65) Esto es exactamente lo que los profetas de Dios habían dicho que le sucedería al Salvador. Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos. (Isaías 50:6) Isaías escribió casi setecientos años antes que Jesús sufriría estas cosas. Jesús aguantó esos sufrimientos con disposición, tal como Isaías lo había predicho. Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilatos. (Marcos 15:1) Los romanos que gobernaban a Israel no permitían que los judíos mataran a nadie a menos que ellos les dieran permiso. Cesar, el emperador Romano, había nombrado a Pilatos como el gobernador de Samaria y Judea. Entonces ante él lo llevaron con la intención de que diera la orden de muerte. Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondiendo él, le dijo: Tú lo dices. (Marcos 15:2) Recuerde, Jesús era un descendiente del Rey David y vino para ser el Rey de los judíos. Y los principales sacerdotes le acusaban mucho. Otra vez le preguntó Pilato, diciendo: ¿Nada respondes? Mira de cuántas cosas te acusan. Mas Jesús ni aun con eso respondió; de modo que Pilato se maravillaba. (Marcos 15:3-5) El profeta Isaías había dicho que el Salvador callaría cuando El fuera acusado injustamente. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. (Isaías 53:7) Era una costumbre que en la Pascua Pilatos, el gobernador, dejaba libre a cualquier preso que pidiesen. Pilato sabía que Jesús no había hecho nada malo y que los líderes Judíos querían matarlo porque le tenían envidia por Su popularidad. Pilatos esperaba que pidieran la libertad de Jesús pero todos gritaron que a Barrabás el asesino. Ahora bien, en el día de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que pidiesen. Y había uno que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de motín que habían cometido homicidio en una revuelta. Y viniendo la multitud, comenzó a pedir que hiciese como siempre les 131 había hecho. Y Pilato les respondió diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos? Porque conocía que por envidia le habían entregado los principales sacerdotes. Mas los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que les soltase más bien a Barrabás. Respondiendo Pilato, les dijo otra vez: ¿Qué, pues, queréis que haga del que llamáis Rey de los judíos? Y ellos volvieron a dar voces: ¡Crucifícale! Pilato les decía: ¿Pues qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aun más: ¡Crucifícale! (Marcos 15:6-14) La crucifixión era usada por los romanos para los peores criminales; en estos días no hay nada que se compare. La persona crucificada usualmente no moría inmediatamente; pasaba horas y a veces días de intensa agonía antes de expirar. Una por una, las profecías del Antiguo Testamento a cerca del Libertador fueron cumpliéndose en Jesucristo. Dios dijo por medio de Su profeta Isaías que los judíos odiarían al Libertador sin razón alguna. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. (Isaías 53:3) Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué. ¿Y he de pagar lo que no robé? (Salmos 69:4) Los registros históricos narran acerca de los azotes; el látigo al final tenía tiras de cuero, pedazos de metal y hueso puntiagudo que arrancaban la piel del reo. Para que no escape era amarrado con los brazos extendidos. Azote tras azote lo despedazaban, cortando la carne, músculo, y los nervios; a menudo la víctima perdía el conocimiento y algunos morían en esos momentos. Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado. (Marcos 15:15) Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, (Isaías 52:14) Después de los terribles azotes, los soldados se burlaron de Jesús vistiéndole de púrpura, el color real. Le coronaron con espinas no pequeñas así que sangraba en todo Su cuerpo. En Génesis 3:17,18 después de la caída de Adán y Eva, Dios maldijo la tierra y le salieron espinas. Entonces los soldados le llevaron dentro del atrio, esto es, al pretorio, y convocaron a toda la compañía. Y le vistieron de púrpura, y poniéndole una corona tejida de espinas, comenzaron luego a saludarle: ¡Salve, Rey de los judíos! Y le golpeaban en la cabeza con una caña, y le escupían, y puestos de rodillas le hacían reverencias. (Marcos 15:16-19) Jesús sufrió y murió para librarnos de la maldición del pecado. Dios permitió que pusieran esa corona en Su cabeza como símbolo de cargar con los pecados del mundo. Sentimos una gran tristeza y hasta enojo cuando vemos sufrir a un inocente. ¿Pero qué de Jesús? Aguantó abuso verbal, psicológico, físico, sin maldecir; al contrario pidió a Su Padre que les perdonara. 132 Lección 20 Jesús completó la Salvación De todos los eventos en la historia, el que vamos a estudiar ahora es el más importante. Ninguna otra cosa ha afectado o afectará las vidas de los hombres y de las mujeres como este evento. Después de haberle escarnecido, le desnudaron la púrpura, y le pusieron sus propios vestidos, y le sacaron para crucificarle. Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz. Y le llevaron a un lugar llamado Gólgota, que traducido es: Lugar de la Calavera. (Marcos 15:20-22) El Gólgota se encontraba afuera de los muros de Jerusalén. (Hebreos 13:11-13) Le dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó. Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno. (Marcos 15:23,24) Esta bebida era preparada por las mujeres de Jerusalén como un acto de misericordia para ayudar a aliviar el dolor de aquellos que eran crucificados. Lo crucificaron clavando sus pies y manos a la cruz de madera; luego paraban la cruz. ¿Recuerda lo que Jesús dijo a Nicodemo? Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado. (Juan 3:14) Casi mil años antes, Dios había guiado al Rey David a que escribiera que las manos y los pies del Libertador serían horadados. Lo sorprendente es que este tipo de castigo no se practicaba en el tiempo de David. Otro dato es que las vestiduras del Libertador serían el premio de un juego de dados. Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos ;Entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. (Salmos 22:16-18) Usualmente se ponía un rótulo encima de la cruz anunciando el crimen por el cual había sido condenado. Pero Jesús no había cometido ningún crimen. Pilato no pudo hallar nada por lo cual condenarlo. Era la hora tercera cuando le crucificaron. Y el título escrito de su causa era: EL REY DE LOS JUDÍOS. (Marcos 15:25,26) Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre. . . Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo, les dijo: Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. Y ni aun Herodes, porque os remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este 133 hombre. (Lucas 23:4,13-15) Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo delito en él. (Juan 19:6) Jesús estaba muriendo por los pecados de cada uno de nosotros. Usted y yo somos los que merecíamos estar en esa cruz, pero El tomó nuestro castigo. Pagó enteramente por nuestros pecados; la pena de muerte fue por usted y por mí. Crucificaron también con él a dos ladrones, uno a su derecha, y el otro a su izquierda. Y se cumplió la Escritura que dice: Y fue contado con los inicuos. (Marcos 15:27,28) Dios dijo que el Libertador moriría junto a impíos. Mire estos versículos: Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores. (Isaías 53:12). Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: ¡Bah! tú que derribas el templo de Dios, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo, y desciende de la cruz. De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciendo, se decían unos a otros, con los escribas: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar. El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con él le injuriaban. (Marcos 15:29-32) Aunque le hayan crucificado, El planeó resucitar tres días después. Los judíos no entendían que Jesús se refería a Su cuerpo; pensaron que estaba hablando sobre el templo de Jerusalén. Muchos años antes el rey David escribió que los enemigos del Libertador se burlarían y se reirían de Sus sufrimientos. Dios sabía exactamente lo que Su Hijo experimentaría antes de enviarlo a este mundo. Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía. (Salmos 22:6-8) Los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto? Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo. (Juan 2:18-21) Quiero decir lo siguiente: Dios nunca nos podría perdonar y aceptar por causa de nuestros pecados amenos que el castigo por nuestros pecados fuera completamente pagado. ¿Cual es el castigo por el pecado? La Muerte. (Génesis 2:15-18; Romanos 6:23ª) Esto quiere decir no sólo la muerte física, pero también la separación de Dios en el infierno. Por eso, la única forma que Jesús nos podía liberar era que El tomara nuestro castigo: la muerte. Aquí resalta un dato clave: Jesús no tenía ningún pecado por el cual morir; El era perfecto. El día que Juan lo bautizó Dios el Padre dijo, desde el cielo, que en Jesús se 134 complacía. (Mateo 3:17) Desde que el hombre pecó, Dios dijo que el cordero u otro animal que se ofreciera por los pecados tendrían que ser perfectos, sin enfermedad o golpe. (Exodo 12:5, 2 Corintios. 5:21). ¿Recuerda el carnero que tomó el lugar de Isaac? Era así porque Jesús para ofrecerse a Dios era sin mancha, solo así pudo salvarnos. Como el carnero por Isaac, así Jesús vino para tomar nuestro lugar ante Dios y morir por nosotros. Todo lo que sufrió: fue traicionado por Su propio discípulo, arrestado y acusado falsamente, enjuiciado sin causa—rechazado por las mismas personas que un día gritaban ¡Hosana al Rey! Fue golpeado, azotado, y crucificado sin misericordia. Así que en la cruz, cansado, sangrando, en agonía, pero todavía vendría lo más doloroso. Cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. (Marcos 15:33) ¿Por qué se oscureció por tres horas? ¿Era porque el Padre lo dejó completamente sólo? Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Marcos 15:34) ¿Por qué le abandonó si Jesús siempre obedeció al Padre? Porque Dios en Jesús cargó los pecados de todos nosotros. ¿Cuál es la paga del pecado? La muerte, que quiere decir separación. Jesús al pagar por nuestros pecados estuvo separado de Dios en la cruz. Porque la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23a) Jesús sufrió el castigo completo por nuestros pecados para que Dios pudiera perdonarnos y aceptarnos libremente como Sus hijos (todo por gracia). Aquellos que confían y dependen en la obra de Jesús tienen paz para con Dios. (Romanos 5:1) Dios le dijo a Adán: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. (Génesis 2:16,17) Por su pecado Adán fue echado del Jardín, desde entonces quedó separado de Dios. Es por eso que Jesús experimentó personalmente el abandono de Dios. Cristo no solamente murió por nuestros pecados sino que fue hecho pecado por nosotros. Y algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: Mirad, llama a Elías. Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si viene Elías a bajarle. (Marcos 15:34-36) Las personas cerca de la cruz no entendieron lo que Jesús había dicho. El murió y dio Su vida para liberarnos de Satanás, del pecado, y la muerte. 135 Mas Jesús, dando una gran voz, expiró. (Marcos 15:37) Aunque Marcos nos dice que Jesús entregó Su espíritu dando una gran voz; Juan sí escribe lo que dijo: Juan 19:30- “...Consumado es...” ¿Qué quiso decir? La obra que El había venido a hacer estaba completamente consumada. Jesús vino al mundo para liberar a los pecadores de Satanás, del pecado y la muerte. Terminó su misión al tomar sobre Sí Mismo nuestros pecados derramando Su sangre hasta morir. Lo que Jesús hizo es la única obra que Dios aceptará como pago por nuestros pecados. Recordemos que en el huerto del Edén, Dios prometió mandar y lo hizo, cumplió Su promesa. El pecado de Adán nos separó de la gloria de Dios a todos los hombres; pero la muerte de Jesucristo en la cruz nos regresa a estar en paz con Dios junto a todos los que creen en Jesús. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro. (Romanos 5:12-21) Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. (Marcos 15:38) ¿Recuerda la cortina gruesa o velo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo en el Tabernáculo? Lo mismo hicieron cuando se construyó el Templo. Ese velo Dios lo puso para recordarles que su pecado los separaba de Su presencia. Detrás de esta cortina estaba la gloria de Dios y el Sumo Sacerdote entraba una vez al año con sangre por sus pecados y por los del pueblo. ¿Quién rasgó el velo de arriba hacia abajo? ¡Dios mismo! para mostrar que aceptó completamente el pago de Jesús por los pecadores. Todos los que están de acuerdo con Dios y confían de todo corazón en la obra de Jesús, son aceptados completamente por El y nunca irán al infierno. (Juan 3:16) Mientras Jesús era sepultado, la profecía se estaba cumpliendo; José de Arimatea era un 136 hombre rico y permitió que lo enterraran en una tumba nueva que le pertenecía. Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios. También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé, quienes, cuando él estaba en Galilea, le seguían y le servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén. Cuando llegó la noche, porque era la preparación, es decir, la víspera del día de reposo, José de Arimatea, miembro noble del concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino y entró osadamente a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se sorprendió de que ya hubiese muerto; y haciendo venir al centurión, le preguntó si ya estaba muerto. E informado por el centurión, dio el cuerpo a José, el cual compró una sábana, y quitándolo, lo envolvió en la sábana, y lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro. (Marcos 15:39-46) Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. (Isaías 53:9) Al comienzo de este estudio vimos que la Biblia es una historia verídica y que Jesucristo es la figura central. Esta es la historia verídica del Dios Omnipotente que vino al mundo para ser nuestro Salvador. Jesús murió y estuvo sepultado por tres días; en la mañana del domingo unas mujeres que estuvieron con El regresaron al sepulcro. El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. (Lucas 24:1) Los judíos tenían la costumbre de poner especias aromáticas en los cuerpos de los muertos antes que fuesen sepultados; pero Jesús fue sepultado rápidamente. Los judíos estaban en la celebración de la Pascua por eso no tuvieron tiempo de preparar el cuerpo. Tuvieron que esperar hasta el domingo para ungir Su cuerpo con especias. Llegaron bien temprano esperando ver el cuerpo en la tumba, pero se llevaron una gran sorpresa: “Hallaron removida la piedra del sepulcro.” (Lucas 24:2) Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. (Mateo 28:1-4) Es importante recalcar que en Jerusalén hay tumbas del tiempo de Jesús. Algunas son cuevas en las rocas y la puerta es una gran roca tal cual nos relata la escritura. Y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes. (Lucas 24:3,4) ¡El cuerpo de Jesús no estaba en la tumba! ¡Y, para aumentar su sorpresa, fueron bienvenidas por dos ángeles! Y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando 137 aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. (Lucas 24:5-7) ¡Jesús había resucitado de los muertos tal como lo anunció! Jesús es Dios y vino a la tierra en forma de siervo ara liberarnos de Satanás, del pecado y la muerte. Sabía muy bien que antes de regresar al cielo tendría que dar Su vida por nuestra liberación y que resucitaría. Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción. (Salmos 16:10) Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido. (Lucas 24:8-12) Ahora estamos seguros que Jesús es el Hijo de Dios y el Libertador prometido porque Dios lo levantó de los muertos. Que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos, y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre. (Romanos 1:3,4) Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. (Romanos 10:9) Los líderes judíos crucificaron a Jesús porque proclamó ser el Hijo de Dios y el Libertador. Pero Dios le resucitó para que todos supieran que El era el que proclamaba ser. Dios claramente ratificó que estaba muy satisfecho con la paga que Jesús hizo por nuestros pecados. La manera de saber eso es por el velo que Dios rasgó en el Templo. El acceso está disponible para quien cree que Jesús es su Salvador. El dijo: “Consumado es” En seguida Dios rompió el velo de arriba hacia abajo. Pero hay algo más que nos asegura que Dios estaba completamente satisfecho con el pago y es Su resurrección. Si un hombre es encarcelado por orden judicial, tendrá que permanecer encerrado hasta cumplir la condena. Si se escapa, la policía lo recapturará y regresará a la cárcel. Pero al cumplir el tiempo será liberado porque ha pagado por su crimen. Sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación. (Romanos 4:24,25) Dios mostró que no hay nada más que pagar. Si el Juez no hubiera estado satisfecho no hubiera levantado a Jesús de los muertos. Entonces para ser salvos, solamente tenemos que confiar en Su obra: murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día. Estas son las Buenas Nuevas que la Biblia llama El Evangelio. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis 138 sellados con el Espíritu Santo de la promesa. ( Efesios 1:13) La manera de estudiar la Biblia En Lucas 24:13-24 tenemos una historia que nos enseña lo que hemos hecho en estas lecciones. A lo largo de todo el Antiguo Testamento hemos visto a Jesús. Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. (Lucas 24:25-27) Es la mejor presentación del Antiguo Testamento con la interpretación correcta y aún así no se dieron cuenta que era Jesús el que les estaba hablando. Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? (Lucas 24:28-32) ¡Muchas veces habían visto a Jesús, pero al partir el pan se dieron cuenta que era El! Esto es significativo porque la Cruz es la clave para entender toda la escritura. Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan. Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos. Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. (Lucas 24:35-44) Este mandato no fue sólo para Sus discípulos originales sino para que creen en El y su obra de salvación. Dios quiere que todos sepan que pueden ser liberados de Satanás, del pecado, y la muerte. Dios no quiere que la gente perezca. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:9) 139 Este es el mensaje de Dios para todo el mundo; pero no todos tienen la oportunidad de escucharlo: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16) Otros versículos que debemos leer: Marcos 16:15; Mateo 28:19,20; Hechos 1:8; 2 Corintios 5:18-20 Después de darles la Gran Comisión a Sus discípulos les dejó y regresó a Su Padre en el cielo. Jesús va a regresar Jesús va a regresar a la tierra pero esta vez será diferente. El es ahora el Salvador para todos aquellos que creen, pero en ese día será el Juez. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. (Hechos 1:9-11) Dios ahora manda a todos que se arrepientan, eso quiere decir que acepten que merecen castigo pos sus pecados y que Jesús es el Salvador. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. (Hechos 17:30,31) Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. (Marcos 14:61,62) Jesús declaró que vendría otra vez solamente que para condenar a los pecadores y lanzarlos al lago de fuego: Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. (Apocalipsis 20:15) El mensaje de Dios para nosotros es muy claro; la solución para estar en paz con El ya ha sido dada en Cristo. Los discípulos confiaron en El, excepto Judas. Los relatos históricos nos dicen que todos ellos murieron como mártires por haber puesto su fe en Cristo. Algunos de ellos fueron torturados, crucificados, uno murió en la cárcel. ¿Estos hombres hubieran dado sus vidas por una mentira? ¡No! Murieron por haber visto la verdad. La pregunta más importante ahora es: ¿Cree usted que Jesús es su Salvador? 140 LAS PROFECIAS CUMPLIDAS Isaías 9:7 Descendiente de David Mateo 1:1,6,17 Isaías 7:14 Nacido de una virgen Mateo 1:18 Miqueas 5:2 Nacido en Belén Mateo 2:1 Oseas 11:1 Huir a Egipto Mateo 2:14 Isaías 11:2 Algunas de sus características Lucas 2:52 Isaías 53:4,5 Sufrir por otros Mateo 8:17 Salmos 41:9 Traicionado por un amigo Marcos 14:10,11 Zacarías 11:12,13 Vendido por 30 piezas de plata Mateo 26:14-16 Salmos 27:12 Acusado por testigos falsos Marcos 14:56,57 Isaías 50:6 Azotado y escupido Marcos 14:65 Isaías 53:7 Calló cuando fue acusado Marcos 15:3-5 Isaías 53:3 Rechazado por los Judíos Marcos 15:9-14 Salmos 69:4 Odiado sin causa Lucas 23:4/Jn. 19:6 Salmos 22:16 Sus manos y pies horadados Marcos 15:24 Salmos 22:18 Marcos 15:24 Isaías 53:12 Hecharon suerte por sus vestidos Morir con los malos Salmos 22:6-8 Escarnecido e insultado Marcos 15:29-32 Isaías 53:9 Sepultado con los ricos Marcos 15:43-46 Salmos 16:10 Resucitó Lucas 24:6 Salmos 68:18 Regresó al cielo Hechos 1:9 141 Marcos 15:27 INTRODUCCION Las lecciones Creación a Cristo son La Fase 1 de un currículo que apunta al crecimiento espiritual del creyente. Usted puede solicitar todos los materiales a: Ministerios Cadena de Gracia. Los cuadros agregados a cada lección son usados con permiso de la Misión Nuevas Tribus que tiene el derecho sobre ellos. A continuación anoto la lista de lecciones disponibles para que las use sea en Estudios de Hogar, en la Iglesia Local o en Centros de Capacitación Bíblica. Este material puede ser clasificado como Discipulado. PROGRESANDO HACIA LA MADUREZ Fase 1 Relación con Dios (Apocalipsis 4:11; 1 Corintios 1:9) El llamado de Dios es primero a El Mismo. Creación a Cristo. (Fundamentos para la salvación). Fase 2 La Posición con Cristo (1 Corintios 1:30ª) Una nueva creación (2 Corintios 5:17) Creación a Cristo Para Creyentes en Crecimiento y El Nuevo Nacimiento Explicado. (Fundamentos para la santificación). Fase 3 Dependiendo en el Espíritu Santo (2 Corintios 3:17-18) Es el Espíritu de verdad de Juan 16:13-14. Introducción a la Iglesia (La Iglesia es columna y baluarte de la verdad—1 Timoteo 3:15) Hechos Para Creyentes en Crecimiento. Fase 4 Identificación con Cristo / la co-crucifixión con Cristo (Romanos 6:6 Gálatas 2:20. Romanos Para Creyentes en Crecimiento. Principios del Crecimiento Espiritual. La Obra Maestra de Dios: la Cruz de Cristo. Fase 5 Santificación Práctica / Conformados a la Imagen de Cristo (Romanos 8:29-29) Romanos a Apocalipsis Para Creyentes en Crecimiento y Mirando a Cristo. Estos materiales usted puede bajarlos de la página www.wilsoncampoverde.com 142 INDICE LECCION TEMA PAGINA 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 Tabla Introduciendo la Biblia La Creación La caída de Adán y Eva 1 6 10 15 21 27 34 44 53 58 67 73 82 90 96 102 108 115 124 132 140 La promesa del Libertador Caín y Abel Noé y el Diluvio Abram, Sarai, Lot Abraham, Isaac y Jacob Moisés el Libertador La salida de Egipto Los Diez Mandamientos El Tabernáculo Entrada a Canaán Juan el Bautista y Jesús Ministerio de Jesús El Nuevo Nacimiento Jesús el único Mediador Jesús la resurrección El Cordero de Dios Consumado es Las profecías 143 144 145