220-073987 del 27 de Diciembre de 2005 Ref: Mayoría decisoria en sociedades de responsabilidad limitada. Me refiero a su comunicación radicada con el número 2005-01-194062, mediante la cual en relación con la toma de decisiones en una sociedad de responsabilidad limitada conformada por dos socios, en la que uno de ellos no se encuentra en el país y no quiere participar de la junta de socios, consulta con fundamento en la Ley 222 de 1995, cuál es el procedimiento a seguir para autorizar contratos al representante legal, venta de bienes inmuebles, entrega de garantías etc? Para responder el interrogante planteado, sea lo primero revisar el texto de la norma legal contenida en el artículo 359 del Código de Comercio, que al efecto reza: “ En la junta de socios cada uno tendrá tantos votos cuantas cuotas posea en la compañía. Las decisiones de la junta de socios se tomarán por un número plural de socios que represente la mayoría absoluta de las cuotas en que se halle dividido el capital de la compañía“ De la disposición transcrita se desprende que si bien es cierto cada socio puede escoger el sentido de su voto y que entre más cuotas tenga un socio, mayor capacidad decisoria tiene, también lo es que cualquier decisión solo puede adoptarse cuando los votos de un número plural de socios que constituyan mayoría, coincida; pues la finalidad de la junta de socios como máximo órgano social es adoptar decisiones que reflejen la expresión de la voluntad colectiva. Por tanto, en el evento planteado en el que solo son dos los socios que conforman la sociedad, si solo uno de los dos asiste a la reunión, aún en el evento en que tenga mayoría de las cuotas, la junta solo podrá decidir al tenor de lo dispuesto por el artículo 359 ibídem, cuando las decisiones se tomen por un número plural de socios. Por tanto, si las decisiones tendientes a autorizar al representante legal para celebrar contratos a nombre de la sociedad, venta de bienes inmuebles y/o entrega de garantías, dependen de la autorización de la junta de socios, deberá cumplirse el referido procedimiento, sin cuyo cumplimiento no podrán adoptarse. Ahora bien, cabe observar que uno de los elementos esenciales del contrato social es el ánimus societatis, el que debe permanecer durante toda la vida de la sociedad, en cuanto que los socios deben mostrar interés en participar en el desarrollo de la compañía y por ende concurrir a las reuniones del máximo órgano social, bien directamente o a través de apoderado. En el caso de la sociedad en cuestión, es claro que al ser solo dos socios, la ausencia de uno de ellos puede conllevar a la parálisis del máximo órgano social y dar lugar a la disolución y liquidación del ente societario, trámite que cuando se trate de sociedades no sujetas a la vigilancia de esta Superintendencia y salvo que estatutariamente se hubiere pactado cláusula compromisoria, de acuerdo con el artículo 627 del Código de Procedimiento Civil, puede cumplirse por la vía judicial, para lo cual el juez, “ a petición de cualquiera de los socios, procede declarar judicialmente la disolución y declarar la liquidación de una sociedad civil, comercial o de hecho, por las causales previstas en la ley o en el contrato social, siempre que tal declaración no corresponda a una autoridad administrativa” . En los anteriores términos ha sido atendida su consulta, no sin antes señalarle que los efectos del presente pronunciamiento son los previstos por el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.