AMPARO DIRECTO: - Sitio Personal de Jean Claude Tron Petit

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AMPARO DIRECTO:
564/2013.
QUEJOSO:
**********.
MAGISTRADA PONENTE:
MA. ANTONIETA AZUELA DE RAMÍREZ.
SECRETARIO:
ULISES OSWALDO RIVERA GONZÁLEZ.
México, Distrito Federal. Acuerdo del Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito,
correspondiente a la sesión del día veintiséis de noviembre de
dos mil trece.
V I S T O S; Y
R E S U L T A N D O:
PRIMERO.- Por escrito presentado el trece de marzo de dos
mil trece, en Oficialía de Partes de las Salas Regionales
Metropolitanas
del
Tribunal
Federal
de
Justicia
Fiscal
y
Administrativa, ********************, en representación de **********,
demandó el amparo y protección de la Justicia Federal, en contra de
la autoridad y por el acto que a continuación se transcriben:
“III.AUTORIDAD
RESPONSABLE:
Señalo
como
responsables a las Magistradas Integrantes de la Sala
Especializada en Materia de Propiedad Intelectual del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.--- IV. ACTO
RECLAMADO: La resolución de fecha veintidós de enero de dos mil
trece dictada en el Juicio Contencioso Administrativo Federal
radicado en dicha Sala bajo el expediente número 266/12-EPI-01-6.
Asimismo, se reclaman todas las consecuencias y efectos de
derecho derivados de dicho acto. Sentencia cuyos puntos
resolutivos con los siguientes: (transcribe)”.
SEGUNDO.- En su escrito de demanda, la parte quejosa
señaló como derechos violados en su perjuicio, los que se
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D.A. 564/2013
consagran en los artículos 1º, 14, 16, 17 y 133 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; narró los antecedentes
del caso; y señaló como tercero perjudicados a la Subdirección
Divisional de Procesos de Propiedad Industrial, y a la Coordinación
Departamental de Cancelación y Caducidad, ambos del Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial, así como al Banco de México.
TERCERO.- De dicha demanda correspondió conocer a este
Tribunal Colegiado, cuyo Presidente, por acuerdo de diecisiete de
mayo de dos mil trece, la admitió a trámite registrándola con el
número D.A. 564/2013; ordenó dar vista al Agente del Ministerio
Público Federal de la adscripción, quien no formuló pedimento; tuvo
por hechas las manifestaciones de la autoridad tercero perjudicada;
y por acuerdo dictado el cuatro de junio turnó los autos a la
Magistrada ponente, para la formulación del proyecto de resolución
respectivo; y,
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO.- Este Tribunal es competente para conocer y
resolver el presente juicio de amparo directo, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 158 de la Ley de Amparo vigente al dar
inicio este asunto, así como 37, fracción I, inciso b) y 38 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
SEGUNDO.- Es cierto el acto reclamado a la Sala
Especializada en Materia de Propiedad Intelectual del Tribunal
D.A. 564/2013
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Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, consistente en la
resolución dictada el veintidós de enero de dos mil trece, en el
expediente del juicio de nulidad número 266/12-EPI-01-6, toda vez
que así lo reconoció su Presidenta al rendir su informe justificado,
aunado a que obra en autos la resolución reclamada, y de su
contenido se advierte que efectivamente fue emitida por aquella
Sala.
TERCERO.- La resolución reclamada, en lo que interesa, es
del tenor literal siguiente:
“TERCERO.-
ANÁLISIS
AL
RECURSO
DE
RECLAMACIÓN.- Manifiesta sustancialmente la actora en su
recurso de reclamación, que el auto recurrido es ilegal en virtud de
que se viola en su perjuicio el antepenúltimo párrafo del artículo 34
de la Ley Orgánica de este Tribunal, y se incumplió con diversos
ordenamientos legales y sus dispositivos en agravio de su
representado.--- Que
en
lo
que
concierne
al
Juicio
Contencioso Administrativo Federal cabe la posibilidad que
cuando el particular tenga su domicilio fuera de la población
donde esté la sede de la Sala, la demanda podrá enviarse
través de las Oficinas o sucursales de Correos de México bajo
la modalidad conocida como correo certificado con acuse de
recibo, siempre que el envío se efectúe por el demandante en
el lugar que resida habitualmente (viva habitualmente, habite
habitualmente o radique habitualmente), respecto a los datos o
requisitos que debe contener o cubrir la demanda en comento para
el efecto de que no sea desechada de plano por improcedente, es
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D.A. 564/2013
que señale o asiente en la misma el nombre del demandante, la
resolución impugnada y los conceptos de impugnación, por lo tanto
por lo que hace a los demás requisitos que deben contenerse o
cubrirse en la citada demanda, si no se cubren o no están
asentados en la misma, el Magistrado Instructor tiene la obligación
legal de requerir al promovente (particular) para que los señale
dentro del término de cinco días, apercibiéndole que de no hacerlo
en tiempo, se tendrá por no presentada la multinombrada demanda
(situación muy diversa a que se tenga por desechada de plano, sin
requerimiento previo). --- Que además cabe la posibilidad de que
el Magistrado Instructor hasta antes del cierre de instrucción para
su mejor conocimiento de los hechos controvertidos (para un mejor
proveer) podrá acordar la exhibición de cualquier documento
que tenga relación con la misma u ordenar la práctica de cualquier
diligencia.---- Que el presente juicio tiene su origen en la resolución
emitida por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial que
puso fin a un procedimiento administrativo en términos de la Ley de
la Propiedad Industrial y la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo,
de donde se advierte que su
representado no tenía la obligación legal de manifestar en la
demanda un domicilio fiscal por virtud de que la resolución en
comento no se deriva ni se relaciona directamente con la materia
fiscal o las disposiciones fiscales, máxime que su representado no
está dado de alta ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
y/o Servicio de Administración Tributaria, como persona física
independiente.--- Que del contenido del auto recurrido se aprecia
que la motivación del desechamiento fue por un dato que se
asentó en la demanda referente al domicilio convencional, y no
así como erróneamente lo afirmó la Magistrada Instructora porque
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su
representado
haya
promovido
la
demanda
en
forma
extemporánea.--- Insiste en que se le debió requerir para que
aclarara
dónde
radicaba
habitualmente
o
exhibiera
la
documentación u ordenar la práctica de cualquier diligencia para
que demostrara en qué lugar (Ciudad) radica habitualmente, para
no dejarlo en estado de indefensión.--- Que por ello no se actualiza
la causal establecida en la fracción IV, del artículo 8 de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, ya que de
ninguna manera se presentó de forma extemporánea, toda vez que
se depositó dentro de los 45 días hábiles con que contaba, tal y
como lo permite el artículo 13 de la citada Ley Federal.--- Que la
jurisdicción y competencia territorial se convierten en una sola
en todo el territorio nacional, entonces todas las oficinas del
Servicio Postal Mexicano que existen en nuestro país, vienen
a ser una misma, para efectos del envío de la demanda, por lo
que la demanda de nulidad depositada en la oficinas del Servicio
Postal Mexicano en la Ciudad de León Guanajuato, se debe de
tener como si se hubiera presentado en la ciudad de Lagos de
Moreno, Jalisco, por lo que dicha demanda se interpuso dentro del
término de Ley y lo procedente es revocar el acuerdo de fecha 7 de
febrero de 2012.--- La autoridad demandada, al desahogar la vista
correspondiente, manifestó que esta sala deberá confirmar el auto
por el que se desechó por improcedente la demanda de nulidad,
con fundamento en el artículo 8 fracción IV de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, por haberse actualizado
el consentimiento por la parte actora, dado que la actora presentó
la demanda de nulidad de manera extemporánea, pues el termino
para su presentación feneció el día 27 de enero de 2012, siendo
que el actor presento dicho escrito hasta el día 02 de febrero de
D.A. 564/2013
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2012.--- A juicio de las suscritas Magistradas integrantes de esta H.
Sala Especializada, los argumentos vertidos por la recurrente
resultan infundados e insuficientes para revocar el auto recurrido,
en atención a las siguientes consideraciones.--- En primer término,
resulta esencial invocar el contenido del auto recurrido de fecha 07
de febrero de 2012, mismo que se transcribe en lo conducente, de
la siguiente manera: (transcribe).---
De lo antes transcrito, se
desprende que la Magistrada instructora del juicio desechó por
improcedente la demanda de nulidad, en virtud de que dicha
demanda fue presentada de manera extemporánea al haber sido
recibida ante la Oficialía de Partes de esta Sala el 02 de febrero
de 2012, toda vez que no podía tomar como fecha de depósito
la realizada en el Servicio Postal Mexicano de León,
Guanajuato, el día 26 de enero de 2012, en virtud de que el
domicilio convencional del demandante se encuentra Lagos de
Moreno, Jalisco, por lo que con ello se contravenía el artículo
13, fracción I, inciso a), antepenúltimo párrafo, de la Ley
Federal
de
Procedimiento
Contencioso
Administrativo,
precepto legal que para un mejor entendimiento, se transcribe a
continuación: (transcribe).--- De lo antes descrito, se desprende
que la demanda se presentará por escrito directamente ante la
Sala Regional Competente, dentro del plazo de cuarenta y cinco
días siguientes a aquél en el que haya surtido efectos la
notificación de la resolución impugnada, inclusive cuando se
controvierta simultáneamente como primer acto de aplicación una
regla administrativa de carácter general, y que cuando el
demandante tenga su domicilio fuera de la población donde
esté la sede de la Sala, la demanda podrá enviarse por el
Servicio Postal Mexicano, mediante correo certificado con acuse
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D.A. 564/2013
de recibo, SIEMPRE QUE EL ENVÍO SE EFECTÚE EN EL
LUGAR EN QUE RESIDA EL DEMANDANTE, pudiendo en este
caso señalar como domicilio para recibir notificaciones, el ubicado
en cualquier parte del territorio nacional, salvo cuando tenga su
domicilio dentro de la Jurisdicción de la Sala Competente, en cuyo
caso, el señalado para tal efecto, deberá estar ubicado dentro de la
circunscripción territorial de la Sala.--- Ahora bien, de las
constancias que integran el juicio en que se actúa se advierte que
la demanda fue presentada en el Servicio Postal Mexicano de
León, Guanajuato. el día 26 de enero de 2012, sin embargo, a foja
-2- de autos, se advierte claramente que el demandante señaló
domicilio convencional ubicado en la ciudad de Lagos de
Moreno, Jalisco, siendo ésta una jurisdicción distinta a la
oficina postal donde se realizó el depósito de su demanda
contraviniendo así lo dispuesto por el artículo 13, fracción I,
inciso a), antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal del
Procedimiento Contencioso Administrativo, motivo por el cual se
consideró que la presentación de la demanda se realizó en la fecha
en que ingresó en la Oficialía de Partes de esta Sala, por lo que se
tuvo por improcedente el presente juicio al considerar que la
presentación de dicha demanda fue de manera extemporánea.--En esas circunstancias, y en virtud de que el demandante
argumenta que no se debe de desechar por improcedente el
presente juicio, es de mencionarse que dicho argumento es
insuficiente para revocar el auto de fecha 07 de febrero de 2012,
en virtud de que como se ha hecho mención, la demanda se
presentó en forma extemporánea, por lo que se entiende que
consintió el acto que pretendió impugnar, lo cual es una causal de
improcedencia contemplada en el artículo 8, fracción IV, Ley
D.A. 564/2013
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Federal del Procedimiento Contencioso Administrativo.--- Por lo
que contrario a lo manifestado por el hoy recurrente, no se
desechó
el
escrito
inicial
de
demanda
porque
haya
manifestado o no su domicilio fiscal distinto al lugar donde se
realizó el depósito del escrito de demanda, sino porque la misma
actora
ahora
recurrente,
manifestó
que
su
domicilio
convencional, se encontraba en Lagos de Moreno, Jalisco, lugar
distinto a aquél en que se realizó el depósito en el Servicio Postal
Mexicano, por lo que, a consideración de esta Sala es infundado el
argumento de la recurrente en el sentido de que se viola en su
contra lo dispuesto en el antepenúltimo párrafo, del artículo 34 de
la Ley Orgánica de este Tribunal, el cual señala: (transcribe).--- En
esta tesitura, toda vez que fue el mismo quien señaló dónde se
encontraba su domicilio convencional, tampoco le asista la
razón cuando argumente que el auto recurrido es ilegal en virtud de
que la instrucción del presente juicio le debió haber requerido
para mejor proveer antes de desecharle su demanda, pues el
requerimiento a que hace alusión la recurrente no era
necesario, toda vez que fue la propia actora (ahora recurrente)
quien a foja 2 de su escrito de demanda señaló que su domicilio
convencional se encontraba ubicado en Lagos de Moreno, Jalisco,
lo cual quedó debidamente asentado en el proveído que hoy se
recurre, además, se destaca que el hoy recurrente fue omiso en
ofrecer prueba idónea alguna que acreditara que el domicilio en el
que habitualmente reside es diverso al que el mismo señaló en su
escrito de demanda, por tanto, en la especie se tiene que los
argumentos del recurrente son infundados por insuficientes para
revocar el auto materia del presente fallo.---
En este sentido,
resulta intrascendente que la reclamante al interponer el recurso de
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D.A. 564/2013
reclamación que se resuelve ofrezca contrato de arrendamiento
respecto de un inmueble ubicado en la ciudad de León
Guanajuato, toda vez que dicha probanza no fue exhibida al
promover el presente juicio, por lo que la instructora no tuvo a
la vista la misma al emitir el acuerdo de 7 de febrero de 2012,
además de que en todo caso ni siquiera se señaló dicho
domicilio como convencional al promover el presente juicio,
sino el diverso ubicado en la ciudad de Lagos de Moreno,
Jalisco, razones por las cuales resulta insuficiente la exhibición del
mismo para los efectos pretendidos por el demandante.---- Misma
suerte corre la prueba ofrecida por el demandante bajo el numeral
2, consistente en un contrato de compraventa del año de 1991,
pues se insiste, no fue ofrecida al momento de presentar el
presente juicio, independientemente de que la misma no guarda
relación alguna con el promovente del presente juicio, sino
respecto de diversas personas que son ajenas al enjuiciante, por
lo que en nada le beneficia dicha probanza.---- Ahora bien, por lo
que hace al argumento del recurrente en el sentido de que toda vez
que la jurisdicción y competencia territorial se convierten en
una sola en todo el territorio nacional, entonces todas las
oficinas del Servicio Postal Mexicano que existen en nuestro país,
vienen a ser una misma, para efectos del envío de la demanda,
por lo que la demanda de nulidad depositada en la oficinas del
Servicio Postal Mexicano en la ciudad de León Guanajuato, se
debe de tener como si se hubiera presentado en la ciudad Lagos
de Moreno, Jalisco, por lo que dicha demanda se interpuso dentro
del término de Ley y lo procedente es revocar el acuerdo de fecha
07 de febrero de 2012; tal argumento deviene de infundado toda
vez que contrario a lo señalado por la hoy recurrente el artículo
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13, fracción I, inciso a), antepenúltimo párrafo, de la Ley
Federal del Procedimiento Contencioso Administrativo, es claro al
señalar
que
la
demanda
se
presentará
por
escrito
directamente ante la Sala Regional Competente, dentro del plazo
de cuarenta y cinco días siguientes a aquél en el que haya surtido
efectos la notificación de la resolución impugnada, y que cuando el
demandante tenga su domicilio fuera de la población donde esté la
sede de la Sala, la demanda podrá enviarse por el Servicio
Postal Mexicano, mediante correo certificado con acuse de recibo,
SIEMPRE QUE EL ENVÍO SE EFECTÚE EN EL LUGAR EN QUE
RESIDA EL DEMANDANTE.--- Por tanto, partiendo del principio
general de derecho que señala que donde la ley no distingue no se
debe distinguir y en virtud de que el citado precepto legal dispone
que la demanda podrá enviarse por el Servicio Postal Mexicano,
mediante correo certificado con acuse de recibo, SIEMPRE QUE
EL ENVÍO SE EFECTÚE EN EL LUGAR EN QUE RESIDA EL
DEMANDANTE, y siendo que el hoy recurrente en el escrito de
demanda a foja 2, especificó que su domicilio convencional se
encuentra en Lagos de Moreno, Jalisco, lugar diverso a aquél en
que se realizó el envío de la demanda, pues este último fue en
León, en el Estado de Guanajuato, de ahí que sea legal que se
haya tenido como fecha de presentación de la demanda el día
en que ingresó en la Oficialía de Partes de esta Sala
Especializada, toda vez que el demandante hoy recurrente
incumplió con las exigencias que dispone el artículo 13,
penúltimo párrafo, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, por lo tanto esta Sala considera que es
legal que se haya tenido como presentada la demanda hasta la
fecha en que fue recibida materialmente en la Sala a la que se
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D.A. 564/2013
envía, en virtud de que el envío de la demanda a través del
Servicio Postal Mexicano, se realizó desde un lugar diverso al lugar
de residencia del demandante.--- En esa tesitura, resulta evidente
que desde el momento en que la actora decidió presentar su
demanda por correo certificado, en términos del artículo 13,
fracción I, inciso a), antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal del
Procedimiento Contencioso Administrativo, se sujetó a las
disposiciones establecidas en éste, por lo que si en la especie
-como ha quedado asentado en el presente fallo- se utilizó una
Oficina de Servicio Postal Mexicano diversa al domicilio en
que habitualmente reside el demandante, la misma resultó
indebida, por lo que válidamente se debe tener como presentada
la demanda hasta la fecha en que la reciba materialmente la Sala a
la que se envía.--- Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis visible
en R.T.F.J.F.A. Sexta Época. Año III. No. 35. Noviembre 2010. p.
501, que reza de la siguiente manera. ‘DEMANDA DE NULIDAD.EFECTOS DE SU ENVÍO SI NO SE HACE DEL LUGAR DE
RESIDENCIA DEL DEMANDANTE.’ (transcribe).---
Por lo que
ante tañes consideraciones, esta Sala arriba a la conclusión de que
no le asiste la razón a la reclamante y por tanto, resulta
procedente pero infundado el recurso de reclamación que nos
ocupa, por lo cual es procedente confirmar el acuerdo de fecha 07
de febrero del 2012, por el que se desechó la demanda
interpuesta”.
CUARTO.- En contra de dicha resolución, la parte quejosa
formuló los siguientes conceptos de violación:
D.A. 564/2013
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“PRIMERO.
Estudio
ex
officio
del
control
de
convencionalidad en materia de derechos humanos: Antes de
proceder a objetar la inconstitucionalidad de la resolución
controvertida, en este acto ruego a ustedes Magistrados en
Materia Administrativa del Primer Circuito, en estricta observancia
de las tesis aisladas sustentadas por el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, identificadas como: P. LXVIII/2011
(9ª) y P. LXIX/2011 (9ª), consultables en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, de la Décima Época, Tomo I, del mes
de Diciembre de 2011, páginas 551 y 552, respectivamente; cuyo
rubro reza de la siguiente manera y que para su pronta referencia
se transcriben en líneas subsecuentes: “PARÁMETRO PARA EL
CONTROL
DE
CONVENCIONALIDAD
EX
OFFICIO
EN
MATERIA DE DERECHOS.” y “PASOS A SEGUIR EN EL
CONTROL
DE
CONVENCIONALIDAD
DERECHOS
CONSTITUCIONALIDAD
Y
EX
OFFICIO
EN
MATERIA
DE
HUMANOS”;
ejerzan
un
control
de
convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos
acorde con el principio pro persona, a efecto de que
prevalezca aquella norma que represente una mayor protección
para mi representada que implique a su vez una menor
restricción.--- Décima Época. Registro: 160526. Instancia: Pleno.
Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta.
Materia:
CONTROL
DE
Constitucional.
‘PARÁMETRO
CONVENCIONALIDAD
EX
PARA
EL
OFFICIO
EN
MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.’ (transcribe).--- Décima
Época. Registro: 160525. Instancia: Pleno. Tesis Aislada. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Materia:
Constitucional. ‘PASOS A SEGUIR EN EL CONTROL DE
D.A. 564/2013
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CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO
EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.’ (transcribe).--- Lo
anterior es así, en virtud de que con la entrada en vigor a la
reforma constitucional en materia de amparo, relativo a la reforma
en materia de Derechos Humanos, las normas que se apliquen
serán aquellas que favorezcan en todo tiempo la protección más
amplia.--- SEGUNDO. La sentencia reclamada, de fecha veintidós
de enero de dos mil trece, dictada por la Sala Especializada en
Materia de Protección Intelectual del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa, resulta violatoria del artículo 50 de la
LFPCA, por las siguientes consideraciones: El numeral en
comento, a la letra señala: (transcribe).--- Este artículo, contiene
el principio de congruencia externa de las sentencias que dicte el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, es decir, que
la sentencia que en su oportunidad, resuelva un procedimiento
contencioso
administrativo,
debe
resolver
respecto
de
la
pretensión del actor, analizándose integralmente ésta, junto con
todas las constancias que obren en el expediente tramitado ante
dicho Tribunal Administrativo. Dicho principio, además, se explica
con la siguiente jurisprudencia, que a la letra señala: Novena
Época. Registro: 178877, Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito, Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Materia: Administrativa. ‘SENTENCIAS
DEL
TRIBUNAL
FEDERAL
DE
JUSTICIA
FISCAL
Y
ADMINISTRATIVA. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EXTERNA.’
(transcribe).---- Ahora bien, dicho numeral (50 de la Ley Federal
de Procedimiento Contencioso Administrativo) no fue aplicado en
el acto reclamado por la a quo, pues como se advierte de la
lectura del mismo, se omite el estudio de todas las violaciones
D.A. 564/2013
- 14 -
hechas valer en la demanda. Así, se advierte que la a quo, omitió
estudiar la totalidad de los agravios hechos valer en el
recurso de reclamación que se presentó en contra del acuerdo
de fecha 07 de febrero de 2012, que tuvo por desechada la
demanda, en la cual se hizo valer que la resolución impugnada
es ilegal, por considerarse que estaba indebidamente
fundada y motivada. Por tanto, al no haberse estudiado los
conceptos de nulidad ahí invocados, la responsable afectó la
esfera jurídica de mi mandante, ya que no resolvió sobre la
pretensión deducida del escrito inicial de demanda y su escrito en
alcance. En ese sentido, además se viola el artículo 17 de la
Constitución Federal, pues no se justifica la razón por la que se
omite realizar el estudio de la totalidad de los argumentos hechos
valer en el procedimiento contencioso administrativo en cuanto a
los agravios establecidos en el recurso de reclamación antes
comentado, de manera especial lo referente a que se desechó la
demanda por un dato que se asentó en la demanda, pero no
porque mi representada la haya promovido de forma
extemporánea, tal y como se mencionó en aquel, que de una
lectura armónica y sistemática que se haga del antepenúltimo
párrafo del artículo 14 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, se desprende que los únicos
supuestos que dan la potestad o facultad expresa al
Magistrado
Instructor
para
desechar
de
plano
por
improcedente la demanda son los siguientes: a) Cuando se omita
indicar en el escrito de la demanda de nulidad el nombre del
demandante; b) Cuando se omita indicar en el escrito de la
demanda de nulidad la resolución que se impugna o cuando no
se precise la fecha de publicación en el caso de que se
D.A. 564/2013
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controvierta un decreto, acuerdo, acto o resolución de carácter
general; y c) Cuando se omitan indicar en el escrito de la
demanda de nulidad los conceptos de impugnación.--- En
similitud de circunstancias, no se pronunció respecto a los
supuestos en que los Magistrados Instructores del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, están facultados por
ley, para previamente desechar o tener por no presentada la
demanda de nulidad, ni lo referente a que previo a desechar la
demanda, la hoy responsable estaba obligada a requerir a mi
representado, en virtud de la presunción legal que se
desprende del artículo 13 de la LFPCA, relativo al domicilio
señalado en la demanda. Así también, la hoy responsable se
pronunció de forma limitada o imparcial en lo referente a que la
Sala
Especializada en Materia de Propiedad Intelectual al
tener competencia especializada a nivel nacional a diferencia
del resto de las Salas Regionales que exclusivamente tienen
competencia en el territorio específico o Entidad Federativa
específica, según lo previsto por el artículo 23, del Reglamento
Interior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa y en
consecuencia hay una excepción, en cuanto que la Sala
Regional(sic)
jurisdicción
con la
en
Materia
nacional
materia de
de
sobre
Propiedad
todos
Propiedad
Intelectual
al
los asuntos relacionados
Intelectual, viene a romper
con esa obligación que exige la norma
al
y
permite
las
por
tanto
derivado
demandas
cualquier
parte
de
del
de
tener
esa
nulidad
territorio
excepción
sean
particular
enviadas
nacional
por
que
desde
el simple
hecho de que dicha Sala tenga la competencia territorial a nivel
nacional, esto es, todas las oficinas del Servicio Postal
Mexicano que existen en nuestro país, vienen a ser una misma
- 16 -
D.A. 564/2013
para efectos del envío de la demanda.--- Ni mucho menos la
responsable se pronunció sobre lo relativo al espíritu del
legislador en cuanto al artículo 32 de la Ley Orgánica del
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, de que aquél
era evitar cargas de trabajo y una mejor administración de justicia
a los particulares que impugnaran actos de la autoridad
administrativa, con la finalidad de que no se retrasara la misma
por virtud de la multiplicidad de juicios que se le cargaran a una
sola Sala.--- Todo lo anterior, lo que incide en la impartición
incompleta y por restricción del derecho del acceso a la justicia y
sobre todo al principio de imparcialidad. Ello se advierte de la
Tesis que a continuación transcribo: Novena Época. Registro:
166043. Tesis Aislada. Fuente Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Materia: Constitucional. ‘ACCESO A LA
JUSTICIA. SUS ALCANCES.’ (transcribe).----
Por tanto, se ha
demostrado que la conducta de la a quo causa agravio a mi
mandante, pues está afectando la esfera jurídicamente tutelada
por la Carta Magna, siendo en consecuencia procedente que se
dicte sentencia que conceda a mi mandante el amparo y
protección, de la Justicia de la Unión, para el efecto de que se
ordene a ésta realizar el análisis de la totalidad de los
agravios contenidos en el multicitado recurso de reclamación
hechos valer en el procedimiento contencioso administrativo, para
que de esa manera, se cumpla con el principio de exhaustividad,
así como con el de congruencia.--- TERCERO. Es inconstitucional
la resolución de la Sala Especializada en Materia de Propiedad
Intelectual del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa
que se reclama, por ser violatoria de los artículos 1, 14, 16 y 17 de
la Constitución Federal, por las siguientes consideraciones: Los
D.A. 564/2013
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citados numerales, determinan diversas garantías que se otorgan
a los gobernados, conocidas como de legalidad, seguridad
jurídicas, acceso a la justicia y de interpretación pro homine, los
que son de aplicación obligatoria por parte de los órganos del
Estado como lo es en el caso la Sala Especializada en Materia de
Propiedad Intelectual del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa. En principio el de legalidad establece que todo
acto de autoridad se emita conforme a las leyes aplicables a un
caso concreto siguiendo los requisitos establecidos para la validez
del mismo. El de seguridad jurídica es aquel que obliga a las
autoridades a dar certeza a los gobernados. El de acceso a la
impartición de justicia, implica la existencia de Tribunales
independientes que permitan a los gobernados acudir a ellos, a
dirimir las controversias que surjan con otros particulares o bien,
con alguna autoridad. Lo anterior se explica con las siguientes
tesis del Poder Judicial de la Federación: ‘FUNDAMENTACIÓN Y
MOTIVACIÓN.”(transcribe).--- ‘GARANTÍA A LA IMPARTICIÓN
DE JUSTICIA COMPLETA TUTELADA EN EL ARTÍCULO 17 DE
LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS. SUS ALCANCES.’ (transcribe).--- Atendiéndose a
su incorporación en la Constitución Federal el principio pro
homine, que establece la obligación de que todas las leyes se
impliquen en beneficio de los gobernados, es decir, que las leyes
les otorguen la mayor protección. Así, este principio internacional
pro homine o pro persona como base para interpretación de las
normas y demás se sentaron las bases para que todas las
autoridades en el ámbito de sus competencias tengan el deber de
promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos
de
conformidad
con
los
principios
de
universalidad,
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interdependencia, indivisibilidad y progresividad.--- En efecto, el
principio pro homine o pro persona es un criterio interpretativo de
los derechos humanos, por virtud del cual debe estarse siempre a
favor de las personas e implica que debe acudirse a la norma
más amplia o la interpretación extensiva cuando se trata de
derechos protegidos, y por el contrario, a la norma o la
interpretación más restringida, cuando se trata de establecer
límites a su ejercicio.--- También en apoyo a lo anterior, sirven de
fundamento, las tesis de la Novena Época, correspondiente al
Cuarto Tribunal Colegiado en Materia del Trabajo del Primer
Circuito, las cuales obran en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, mismas que al respecto señalan:
‘PRINCIPIO PRO HOMINE. SU APLICACIÓN.’ (transcribe).--‘PRINCIPIO PRO HOMINE. SU APLICACIÓN ES OBLIGATORIA.’
(transcribe).--- Amén de las reformas aludidas, es de explorado
derecho que ha surgido al nacimiento de un bloque de
constitucionalidad, que consiste en que todas las autoridades de
este país, incluyendo las administrativas, tienen la obligación ex
officio de interpretar las normas internas (Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo) conforme a las
internacionales
en
materia
de
derechos
humanos,
favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más
amplia.--- (repite tesis).--- Sentado lo anterior, el caso concreto
viola esas garantías pues en primer término la autoridad
responsable no realizó un análisis completo de lo que se
argumentó en el escrito por el que se interpuso el recurso de
reclamación, en contra del proveído de fecha 07 de febrero de
2012, a través del que se tuvo por no presentada la demanda de
nulidad instaurada por mi representada –ahora quejosa- y en
D.A. 564/2013
- 19 -
segundo término, incumplió con la obligación de realizar la
interpretación pro homine a que se encuentra obligada, como
demuestro: Del análisis al escrito por el que se interpuso el
recurso de reclamación en contra del proveído señalado se
hicieron diversos argumentos que ya han sido tocados en líneas
atrás – que por economía procesal se solicita se tengan por
reproducidos como si a la letra se insertasen y la hoy
responsable fue omisa en estudiar éstos, unos de forma total
y otros los estudia de forma parcial.--- Pero ello viola el
principio de exhaustividad y congruencia que deben observar las
sentencias o resoluciones que se dicten por el Tribunal Federal de
Justicia Fiscal y Administrativa, que implica que ésta resuelva
sobre la pretensión de las partes de manera completa. Dicho
principio, se explica con la siguiente jurisprudencia que a la letra
señala: ‘SENTENCIAS DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTIFICA
FISCAL Y ADMINISTRATIVA. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
EXTERNA.’ (transcribe).---- Dicho en otras palabras, la resolución
tiene que resolver sobre los puntos controvertidos mediante el
recurso de reclamación, sin que sea correcto que la Sala deje de
resolver alguno de ellos o bien, que resuelva algún punto que no
se le planteó. En ese sentido, como se advierte de la lectura del
auto de fecha 07 de febrero de 2012, en ningún momento se
señaló por parte de la instrucción cuál era el fundamento
legal para tener por presentada la demanda de nulidad de
forma
extemporánea
atendiendo
al
domicilio
del
demandante, ni mucho menos, cita el fundamento legal que
establezca que el domicilio del demandante que se señala en
la
demanda
se
tendrá
para
efectos
de
verificar
la
competencia de la Sala; por ende, la hoy responsable – como
D.A. 564/2013
- 20 -
ya se adujo- debió requerir a mi mandante, previo a desechar
la demanda o el juicio, una vez que hubiese sabido a ciencia
cierta en dónde era el domicilio de mi mandante. Por lo tanto,
el fundamento que cita para desechar la demanda por ser
extemporánea, no aplicaba al caso concreto, pues contrario a lo
que aduce la responsable, la demanda de nulidad se presentó
dentro del término legal de 45 días hábiles que marca la ley de
la materia. Ello tiene como consecuencia, en primer término, que
se esté en presencia de una sentencia interlocutoria que no es
congruente, pues en ningún momento se sujetó a debate, en
dónde estaba el domicilio de mi mandante.--- Al caso es
aplicable por analogía la jurisprudencia que señala lo siguiente:
‘JUICIO
FISCAL.
FUNDAMENTO
EN
DE
EL
LA
NO
PUEDE
MEJORARSE
RESOLUCIÓN
EL
IMPUGNADA.’
(transcribe).--- En segundo término, la Sala Especializada en el
acto reclamado está aplicando de manera indebida el artículo
8, fracción IV, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, porque de ninguna manera la demanda se
presentó de manera extemporánea, sino lo correcto era -atento
al principio pro homine- que la responsable requiriera a mi
mandante en términos del antepenúltimo párrafo, del artículo 14
de la LFPCA, para conocer a ciencia cierta dónde estaba el
domicilio de mi mandante.--- Entonces, el supuesto del que parte
la Sala en la sentencia reclamada, para determinar que la
demanda de nulidad se presentó de forma extemporánea, es
erróneo y por tanto al carecer de coherencia su premisa, la
conclusión sigue la misma surte, esto es, que es errónea, pues
se insiste que no es aplicable el numeral 8, fracción IV de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.--- Dicha
D.A. 564/2013
- 21 -
manifestación de la responsable evidencia que no se realizó el
estudio de las argumentaciones contenidas en el escrito en el
que se interpuso el recurso de reclamación y por tanto, incumplió
con el principio de exhaustividad y por ello está vulnerando la
garantía
de
seguridad
jurídica
al
promovente,
las
consideraciones que se contienen en la interlocutoria de
veintidós de enero de dos mil trece,
es inconstitucional. Por
último, se debe declarar que en la sentencia reclamada se
realizó un interpretación indebida –y por lo tanto contraria a la
Constitución- concretamente del numeral 1, pues no cumple con
el principio pro homine a que me referí en párrafos anteriores.
Se afirma lo anterior, pues ya quedó establecido que por
mandato Constitucional las normas relativas a los derechos
humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución
y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en
todo tiempo a las personas la protección más amplia (Reforma
publicada en el Diario Oficial de la Federación el diez de junio de
dos mil once y en vigor el día siguiente de ello). Entonces, es
claro que lo aplicó de manera indebida.--- De modo que, los
derechos fundamentales y garantías contemplados en la
Constitución, se deben entender ampliados o maximizados en
el sistema jurídico, pero de ninguna manera restringidos, ya que
ello es precisamente contrario a la Constitución, pues no es
limitante para ello el que un dispositivo constitucional sea
limitado pues precisamente en cuanto a su contenido la
interpretación constitucional que de éste se realice deberá
forzosamente ser extensiva en el entendido de que ésta no
puede ser limitativa de derechos, sino al contrario, que con ésta
se otorgue mayor certeza al gobernado, garantizando el respeto
- 22 -
D.A. 564/2013
al principio constitucional, y no como sucede en el acto que nos
ocupa en donde se tiene por no presentada la demanda del
promovente haciendo nugatorio el acceso a los medios de
defensa del gobernado, contrario a los derechos humanos
esenciales de los gobernados. Entonces, uno de los derechos
fundamentales que se encuentran en la Constitución Federal, es
el de acceso a la impartición de justicia, ya que el propio
artículo 17, lo contempla, al disponer en el segundo párrafo que:
‘Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por
tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y
términos que fijen las leyes emitiendo sus resoluciones de
manera pronta completa e imparcial.--- Su servicio será gratuito
quedando en consecuencia prohibidas las costas judiciales’.
Desde luego que estamos ante un ilícito inconstitucional,
atendido como un acto que vulnera por parte del Estado, las
garantías y derechos fundamentales que debe respetar a favor
de mi mandante, constituyéndose en un acto verdaderamente
denegatorio de justicia al emitirse la sentencia de la Sala
Especializada por las irregularidades que se han analizado. Por
tanto, si como ya se demostró, es incorrecto al razonamiento de
las Sala en Materia de Propiedad Intelectual del Tribunal Federal
de Justicia Fiscal y Administrativa, al dictar el acto reclamado, lo
procedente es que se dicte resolución que conceda a mi
mandante el amparo y protección de la Justicia de la Unión
impetrados, para el efecto de que deje insubsistente el mismo y
se dicte una nueva en la que, de manera congruente, exhaustiva
y aplicando las disposiciones legales que le corresponden esto
es, las que rigen el acto impugnado se declare fundado el
recurso de reclamación promovido por mi mandante, en contra
D.A. 564/2013
- 23 -
del auto de fecha 07 de febrero de 2012 y por ende se revoque el
auto que desecha la demanda en contra de la resolución que
declaró la nulidad del registro marcario ********** y por ende se
admita la demanda de nulidad.--- CUARTO. Es inconstitucional el
acto reclamado, pues en el mismo se aplica el antepenúltimo
párrafo, del artículo 13 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, mismo que es violatorio del
artículo 17 de la Constitución y el acceso eficaz de la
administración de la justicia, como se demuestra: Como ya se
mencionó, la Sala Especializada sostiene infundada, ilegal e
inconstitucionalmente en el auto recurrido, que la demanda de
nulidad se presentó de forma extemporánea en base a que ese
artículo te obliga a presentar o enviar la demanda desde un
lugar en específico (domicilio del demandante, pudiendo ser
fiscal o particular), a pesar de que la Sala Especializada en
Materia de Propiedad Intelectual tiene competencia en todo
el territorio nacional a diferencia de las demás salas, excepto
otras especiales, que sólo tienen la competencia territorial que
fija el artículo 21, del Reglamento Interior del Tribunal Federal de
Justicia Fiscal y Administrativa.--- Lo anterior constituye el motivo
por el que se tuvo por no presentada la demanda de nulidad por
parte de la actora, ya que con ello sostiene que la demanda se
tuvo por recibida hasta la fecha en que la recibió materialmente
la Sala Especializada y no la fecha en que se presentó en la
Oficina de Correos de México de la Ciudad de León, Guanajuato,
aplicándose en consecuencias la sanción o en consecuencia
contenida en el antepenúltimo párrafo, del artículo 13 de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, el cual es
inconstitucional,
violatorio
del
numeral
17
de
la
D.A. 564/2013
- 24 -
Constitución. En ese contexto, ya se señaló y se reitera en este
concepto de violación que con ello, la Sala actuó de manera
inconstitucional, pues no aplicó en beneficio de mi mandante que
el espíritu del legislador al crear el artículo 32 de la Ley
Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa,
esto es, al dividir el territorio nacional en regiones con los
límites territoriales que se determinen en el Reglamento Interior
del Tribunal en comento, lo fue para evitar cargas de trabajo a
ese Tribunal. Por tanto, si el numeral 23 del Reglamento Interior
del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, establece
que la “Sala Especializada en Materia de Propiedad
Intelectual”, tendrá competencia en todo territorio nacional y
sede en el Distrito Federal, se concluye que lo que quería evitar
el legislador era que una Sala tuviera más carga de trabajo que
otra Sala, sin embargo, en el caso que nos ocupa no aplica,
puesto que al sólo haber una Sala Especializada en Materia
de Propiedad Intelectual, resulta que esa es la única que
puede conocer de los actos que de la Ley de la Propiedad
Industrial. Así entonces, se colige que la demanda de nulidad
se puede enviar desde cualquier parte del territorio nacional,
independientemente que no sea el domicilio fiscal o
particular del demandante (según lo asiente en su demanda)
de donde se presente la esa(sic) ante la Oficina de Correos de
México.--- De modo que el actuar de la responsable resulta
violatorio del artículo 1, segundo párrafo, de la Constitución
vigente, que en la parte que interesa, dispone que: ‘Las normas
relativas
a
conformidad
los
con
derechos
esta
humanos
Constitución
se
y
interpretarán
con
los
de
Tratados
Internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
D.A. 564/2013
- 25 -
personas la protección más amplia’.--- Por ende se debió de
admitir la demanda de nulidad en una interpretación apegadas
a la tutela del acceso efectivo a los medios de defensa, sin
embargo, fue exactamente a lo contrario, motivo por el cual es
inconstitucional. Así, dicho ejercicio interpretativo implica el uso
del método conocido como Pro Homine, que establece en
palabras sencillas que las leyes y en general cualquier norma
jurídica incluyendo las Constitucionales deben ser interpretadas
de manera extensiva o restrictiva cuando se trata de los
Derechos de los Gobernados. Lo anterior se sustenta en las tesis
del Poder Judicial de la Federación siguientes: ‘PRINCIPIO PRO
HOMINE. SU APLICACIÓN ES OBLIGATORIA.’ (transcribe).--‘PRINCIPIO PRO HOMINE. SU APLICACIÓN.’ (transcribe).--Adicionalmente, es importante mencionar que en un estado
Constitucional de derecho, se debe procurar como uno de sus
elementos,
la
constitucionalización
del
sistema
jurídico,
entendiéndose por éste tal como lo define Ricardo Guastini (La
Constitucionalización del ordenamiento jurídico: El caso italiano
Neconstitucionalismo(s), Edición Miguel Carbonell, Editorial
Trota, página 49, Madrid 2003), ‘entender un proceso de
transformación de un ordenamiento el término del cual el
ordenamiento en cuestión resulta totalmente “impregnado” por
las normas constitucionales (…) lo que en otras palabas significa
que el contenido de los principios y valores constitucionales,
deben revertirse en un aspecto rectos del ordenamiento jurídico
que pertenece a ésta, el cual no podrá en momento alguno,
conculcar o restringir los derechos y garantías constitucionales’,
como está sucediendo en el caso cuando la Sala regional está
teniendo por no presentada la demanda de nulidad del
D.A. 564/2013
- 26 -
promovente.
A
mayor
abundamiento,
como
una
de
las
condiciones de constitucionalización no esenciales de acuerdo al
mismo autor, es lo que se denomina como la sobre interpretación
de la Constitución, lo que define Guastini de la siguiente manera:
‘Por el contrario, si se está inclinado por la interpretación
extensiva (y por el argumento a simili), la Constitución puede ser
interpretada -, más bien, sobreinterpretada de manera tal que se
extraigan innumerables normas implícitas, no expresas, idónea
para regular cualquier aspecto de la vida social y política (…)
Pues bien, una condición importante de constitucionalización es
precisamente la sobreinterpretación del texto constitucional (…)’
lo que en sí mismo significa que los derechos fundamentales y
garantías contempladas en la Constitución se deben entender
ampliados y maximizados en el sistema jurídico, pero de ninguna
manera restringidos, ya que ello es precisamente contrario a la
Constitución, se deben entender ampliados o maximizados en el
sistema jurídico, pero de ninguna manera restringidos, ya que
ello es precisamente contrario a la Constitución, pues no es
limitante para ello el que un dispositivo constitucional sea
limitado, pues precisamente en cuanto a su contenido, la
interpretación constitucional que de éste se realice deberá
forzosamente ser extensiva en el entendido de que ésta no
puede ser limitativa de derechos, sino al contrario, que con ésta
se otorgue mayor certeza al gobernado, garantizando el respeto
al principio constitucional, y no como sucede en el acto
reclamado, en donde se confirma la validez del proveído de siete
de febrero de 2012 pasado, que tuvo –con motivo de una
interpretación errónea y decimonónica- por no presentada la
demanda de mi mandante, haciendo nugatorio el derecho
- 27 -
D.A. 564/2013
fundamental de acceso a la impartición de justicia, contrario a los
derechos humanos esenciales de los gobernados.--- Entonces,
uno de los derechos fundamentales que se encuentran
reconocidos en la Constitución Federal, es el de acceso la
impartición de justicia, ya que el propio 17, lo contempla, al
disponer en el segundo párrafo que: ‘Toda persona tiene derecho
a que se le administre justicia por Tribunales que estarán
expeditos para impartida en los plazos y términos que fijen las
leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e
imparcial.--- Su servicio será gratuito, quedando en consecuencia
prohibidas las costas judiciales’. Por tanto, es incuestionable
que el derecho humano o fundamental de acceso a la impartición
de justicia, debe ser interpretado acorde al principio Pro
Homine, ampliando sus alcances en beneficio de los
gobernados. Sentando lo anterior, sustentado en doctrina y en
jurisprudencia, es claro que la instrucción del juicio realizó una
interpretación
que
no
se
encuentra
apegada
a
la
Constitución vigente y por ello aplicó el antepenúltimo párrafo,
del artículo 13 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo que es inconstitucional, cuando haciendo la
interpretación en beneficio de la tutela de los derechos humanos,
estaba en condiciones de no aplicar esa disposición por
resultar inconstitucional, obligación jurídica con la que cuenta
la Sala Especializada en Materia de Propiedad Intelectual del
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa a partir de la
revocación en el mes de julio de 2011 por parte de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación que impedía el control difuso de la
constitución y que fue revocado por cumplimiento –sugerencia- a
la Sentencia de la Corte Interamericana de los Derechos
D.A. 564/2013
- 28 -
Humanos al resolver el asunto promovido contra el Estado
Mexicano. En efecto, como ya se dijo en conceptos de violación
anteriores, la Sala cuenta con la facultad –además de la
obligación- de resolver sobre la constitucionalidad de los
artículos que se apliquen a un particular, por lo que en ese
sentido, es inconstitucional que ésta no cumpliera con dicha
obligación. Por haberse citado anteriormente, se solicita se tenga
por reproducida como si a la letra se insertase, la tesis de rubro:
Décima Época. Registro: 160525. Instancia: Pleno. Tesis
Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta.
‘PASOS
A
SEGUIR
EN
EL
CONTROL
DE
CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO
EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.’ (transcribe).--Afirmo lo anterior, porque el antepenúltimo párrafo del artículo 13
de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo,
dispone: (transcribe).--- Como se ve de un análisis, la disposición
en comento establece que se puede enviar la demanda de
nulidad a través de Correos de México, bajo la modalidad de
correo
certificado
con
acuse
de
recibo,
pero
siempre
(condición) que el envío se efectúe en el lugar en que resida
el demandante, lo que en principio implica que se otorgue un
beneficio a los gobernados y que éstos pueden acceder a la
impartición de justicia del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa de manera gratuita evitando gasto de traslado al
demandante que no resida o radique en el lugar o sede que se
indica en el artículo 22 del Reglamento Interior del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. Aún más patente la
violación por parte de la responsable, debido a que sólo existe
una Sala Especializada en Materia de Propiedad Intelectual en
D.A. 564/2013
- 29 -
todo el territorio nacional, no que hace nugatorio lo relativo a que
la impartición de justicia sea gratuita, puesto que mi
mandante tendrá que hacer gastos de traslado y de más, por el
hecho de no tener su domicilio en el Distrito Federal, que es en
éste donde está la sede de la sala en comento.--- Todo esto,
violatorio del acceso efectivo a los medios de defensa, como lo
cita la tesis que a continuación se transcribe, jurisprudencia
número 2ª/J. 108/2009, sustentada por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXX, agosto de
2009, página 154, que a la letra señala: ‘DEMANDA DE
AMPARO DIRECTO. ES OPORTUNA SU PRESENTACIÓN EN
LA PRIMERA HORA HÁBIL DEL DÍA SIGUIENTE AL DEL
VENCIMIENTO DEL PLAZO, CUANDO CON MOTIVO DE UN
HORARIO
DE
ADMINISTRATIVOS
LABORES
O
FIJADO
LEYES
EN
ACUERDOS
SECUNDARIAS
SE
RESTRINGIERON LAS VEINTICUATRO HORAS.’ (transcribe).-- Sin embargo, lo que es contrario al principio Pro Homine y
al accesos efectivo a los medios de defensa es que se
disponga que cuando la demanda se presenté a través de
Correos de México, bajo la modalidad de correo certificado con
acuse de recibo; ese envío se debe efectuar en el lugar en que
resida el demandante y lo que se entiende a contrario sensu,
que cuando la demanda se envié de un domicilio diverso al
que resida el demandante, pues no se podrá, aunado a que
en dicho numeral no se establece una sanción, lo que
implica también una violación al diverso 14 y 16 de la
Constitución Federal, por existir una indebida fundamentación
en cuanto al referido artículo; pues ello, además como ya
D.A. 564/2013
- 30 -
sostuvo es denegatorio de justicia, contrario a cualquier
criterio de procedencia de los medios de defensa de los
gobernados, y por ende de la garantía prevista en el numeral
17 de la Constitución.--- En efecto, la consecuencia que se
determina por vía de suposición en el antepenúltimo párrafo, del
artículo 13 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo es excesiva, contraria a la efectividad de los
medios de defensa, esto es, al numeral 17 de la Constitución,
pues lo cierto es que en su caso, al tener la Sala Especializada
en Materia de Propiedad Intelectual competencia en todo
territorio
nacional
se
debe
tener
como
presentada,
independientemente que se haya enviado desde un domicilio
diverso al en que radica o reside el demandante o incluso debe
estar prevista de manera debidamente fundada en ese
artículo la sanción de no presentar la demanda desde el lugar
de residencia del demandante o en el peor de los casos previo a
la emisión del acuerdo que tiene por no presentada la demanda
de nulidad o bien, la promoción de trámite de que se trata, debió
prever la existencia de un requerimiento que se formule al
particular o bien, la de asegurar que más que una trampa
procesal- pues como se ve, el uso del correo certificado
permite interpretaciones que lo único que representan es la
creación de trampas procesales que impiden el ejercicio de
ese derecho fundamental sea una figura o institución efectiva
para asegurar dicho acceso efectivo a los medios de defensa, lo
cual no sucede al sostenerse en el propio antepenúltimo párrafo,
del artículo 13 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativa.
Entonces,
es
indudable
que
no
existe
justificación para establecer como sanción o consecuencia,
D.A. 564/2013
- 31 -
la que es excesiva, que una promoción de una demanda o
promoción se debe de enviar desde la oficina de Correos de
México del lugar de residencia del demandante, deba tenerse por
no presentada, especialmente en el caso en particular si existe
controversia en la interpretación que se realizó, de las
disposiciones legales aplicables para computar el término en
que los cuarenta y cinco días siguientes a aquel en que surtió
efectos el acto que se impugne, pues precisamente ante un
criterio interpretativo que por su propia naturaleza se puede
controvertir, debe prevalecer el principio de interpretación
Pro Homine, esto es en tutela de la vigencia de los derechos
humanos, en particular del acceso efectivo a los medios de
defensa. Por ello se concluye que el antepenúltimo párrafo, del
artículo 13 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativa y en el que se fundó la responsable, establece
una sanción que es denegatoria de justicia, pues no se otorga
ningún efecto jurídico el obligar a un particular a presentar su
demanda desde el lugar de residencia del demandante, cuando
éste opte por la modalidad de enviarla por Correo Certificado con
acuse de recibo, máxime cuando la Sala Especializada en
Materia de Propiedad Intelectual competencia en todo el territorio
nacional.----
Resulta
aplicable
por
analogía,
la
siguiente
jurisprudencia del Poder Judicial de la Federación: Novena
Época. Registro: 201595. Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación
y
CONTENCIOSO
su
Gaceta:
‘DEMANDA
ADMINISTRATIVO.
INCONSTITUCIONALIDAD
DEL
EN
EL
JUICIO
DESECHAMIENTO.
ARTÍCULO
208,
ÚLTIMO
PÁRRAFO DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN
D.A. 564/2013
- 32 -
VIGENTE HASTA EL TREINTA Y UNO DE DICIEMBRE DE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y CUATRO.’ (transcribe).--- En el
mismo sentido, es aplicable por analogía debido a la excesiva
sanción
que
se
prevé
‘DESECHAMIENTO
CONTENCIOSO
ÚLTIMO
DE
la
LA
siguiente
DEMANDA
ADMINISTRATIVO.
PÁRRAFO,
DEL
EL
CÓDIGO
tesis
EN
que
indica:
EL
JUICIO
ARTÍCULO
FISCAL
208,
DE
LA
FEDERACIÓN, VIOLA EL ARTÍCULO 14 CONSTITUCIONAL.’
(transcribe).--- Por lo anterior, es procedente que se dicte
sentencia que conceda a mi mandante, el amparo y protección
de la Justicia de la Unión, para el efecto de que se declare que el
antepenúltimo párrafo, del artículo 13 de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativa, es inconstitucional, al
violar el artículo 17 de la Constitución Federal, y por ende se
considere presentada la demanda de mi mandante en la fecha
en que se presentó en la oficina de Correos de México de la
Ciudad de León, Guanajuato y por ende sea considerada
presentada en tiempo y forma para su admisión.--- QUINTO. Es
inconstitucional el acto reclamado, consistente en la sentencia
dictada por la Sala Especializada en Materia de Propiedad
Intelectual
del
Tribunal
Federal
de
Justicia
Fiscal
y
Administrativa, por considerarse que el antepenúltimo párrafo
del artículo 13 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativa es inconvencional, además de
violarse en contra de mi mandante lo ordenado en el artículo 17,
segundo párrafo del Pacto Federal, pues la a quo valoró y aplicó
inconvencionalmente el antepenúltimo párrafo del artículo 13 de
la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.--Ahora bien, como se dijo con antelación, en virtud de las
- 33 -
D.A. 564/2013
reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación el diez
de junio de dos mil once, en vigor el día siguiente al de su
publicación en el medio oficial de difusión ya precisado, el
artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, contenido en el Capítulo I, actualmente titulado: ‘DE
LOS DERECHOS HUMANOS Y SUS “GARANTÍAS”; y que para
una mejor comprensión del asunto se transcribe nuevamente,
dispone lo siguiente: (transcribe).--- Del citado precepto de la Ley
Fundamental, se desprende la obligación de analizar el
contenido y alcance de los derechos humanos a partir del
principio pro persona o pro homine, que es un criterio
hermenéutico que informa todo el derecho Internacional de los
Derechos Humanos, en virtud del cual debe acudirse a la norma
más amplia o a la interpretación más extensiva cuando se
trata de reconocer derechos protegidos, o inversamente a la
norma o a la interpretación más restringida cuando se trata
de establecer restricciones permanentes al ejercicio de los
derechos o de su suspensión extraordinaria, es decir, dicho
principio permite, por un lado, definir la plataforma en
interpretación de los derechos humanos y por otro, otorga un
sentido protector a favor de la persona, pues ante la existencia
de varias posibilidades de solución a un mismo problema, obliga
a optar por la que protege en términos más amplios.--- Sobre el
particular, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación emitió la tesis XXVI/2012 (10ª), publicada en las páginas
659 y 660, Libro V, Tomo I, Febrero de dos mil doce, Décima
Época, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
cuyo contenido es el siguiente: ‘PRINCIPIO PRO PERSONA. EL
CONTENIDO Y ALCANCE DE LOS DERECHOS HUMANOS
D.A. 564/2013
- 34 -
DEBEN ANALIZARSE A PARTIR DE AQUÉL.’ (transcribe).--- El
artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, adoptada en la ciudad de San José de Costa Rica el
veintidós de noviembre de mil novecientos sesenta y nueve
(cuyo decreto promulgatorio se publicó el siete de mayo de mil
novecientos ochenta y uno en el Diario Oficial de la Federación,
sin reservas por parte del Estado Mexicano en ese tema)
contiene el derecho humano de protección judicial.--- Al
efecto, es conveniente señalar que el Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, al resolver el expediente varios
912/2010, en los puntos considerativos identificados como 18 a
21, determinó en la parte conducente, lo siguiente: (transcribe).--Asimismo, la Primera Sala del más Alto Tribunal de la Nación
emitió la tesis XIII/2012 (10ª), publicada en la página 650,. Libro
V, Tomo I, febrero de dos mil doce, Décima Época, del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyo contenido
es el siguiente: ‘CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS
HUMANOS.
EFECTOS
ORDENAMIENTO
DE
JURÍDICO
SUS
SENTENCIAS
MEXICANO.’
EN
EL
(transcribe).---
Sentado lo anterior, cabe destacar que el aludido artículo 25 de
la
Convención
Americana
sobre
Derechos
Humanos
establece lo siguiente: (transcribe).--- El citado precepto se
encuentra estrechamente vinculado con el diverso artículo 1.1.
de la propia Convención, que establece: ( transcribe).--- Como se
advierte, el artículo 25 de la Convención establece, en términos
generales, la obligaciones de los Estados de garantizar lo
siguiente, la existencia de un recurso judicial efectivo contra
actos que violen derechos fundamentales; que la autoridad
competente prevista por el respectivo sistema legal decida
D.A. 564/2013
- 35 -
sobre los derechos de toda persona que lo interponga; el
desarrollo de las posibilidades de recurso judicial; y el
cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión
en que se haya estimado procedente el recurso.--- En atención al
contenido de los transcritos puntos considerativos 18 a 21 de la
resolución emitida en el expediente varios 912/2010, se concluye
que en relación con el alcance del texto del aludido artículo 25 de
la Convención, la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
en la sentencia de seis de agosto de dos mil ocho, dictada en
relación con la demanda sometida a su consideración por la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en contra de
los Estados Unidos Mexicanos, derivada de la petición formulada
por
diverso
(consultable
en
la
página
de
internet
www.corteidh.orcr/) precisó que es criterio sostenido por dicho
órgano que la obligación del estado de proporcionar un recurso
judicial, se traduce en la existencia de los tribunales o
procedimientos formales y posibilidad de recurrir a tales órganos;
asimismo, que los deben tener efectividad, es decir, debe
bridarse a la persona la posibilidad real de interponerlos, pues
destacó que la existencia de esta garantía constituye uno de
los pilares básicos, no sólo de la Convención Americana,
sino del propio estado de derecho en una sociedad
democrática en el sentido de la Convención, por lo que dicha
Corte Interamericana considera que el sentido de la protección
otorgada por el artículo en cuestión es precisamente dicha
posibilidad real de acceder a un recurso judicial para que la
autoridad competente y capaz de emitir una decisión
vinculante determine si ha habido o no una violación a algún
derecho que la persona que reclama estima tener y que en
- 36 -
D.A. 564/2013
caso de ser encontrada una violación, el recurso sea útil para
restituir al interesado en el goce de su derecho y repararlo, pues
sería irrazonable establecer dicha garantía judicial si se exigiera
a los justiciables saber de antemano si su situación será
estimada por el órgano judicial como amparada por un derecho
específico.--- Que el artículo 25 de la Convención Americana,
continua precisando la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, en el caso debatido establece el derecho a la
protección
judicial
de
los
derechos
consagrados
por
la
Convención, la Constitución o las leyes, el cual puede ser violado
independientemente de que exista o no una violación al derecho
reclamado, o de que la situación que le sirva de sustento se
encuentre dentro del campo de aplicación del derecho invocado,
pues el artículo 25 de la Convención también consagra el
derecho de acceso a la justicia, pues claramente se establece
que las personas bajo la jurisdicción del estado pactante debe
tener acceso a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro
recurso efectivo ante jueces o tribunales competentes, que las
ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales.--Sentado lo anterior, es que se estima que el ordenamiento
jurídico mexicano, con el objeto de implementar el acceso
definitivo a los medios de defensa que garanticen el derecho
humano de protección judicial en cuestión, en el antepenúltimo
párrafo del artículo 13 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, en principio prevé la posibilidad
de que los gobernados puedan tener acceso efectivo al
juicio de nulidad previsto en la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, al establecer que la demanda se
pueda presentar en las oficinas de Correos de México bajo la
D.A. 564/2013
- 37 -
modalidad de correo certificado con acuse de recibo, a fin de
evitar gastos innecesarios por el traslado que se haga a la
sede de la Sala, a fin de que se considerara la presentación de la
demanda o promociones se puedan tener como efectivamente
depositadas en la Oficialía de Partes de la Sala respectiva.--Dicha porción normativa tiende a asegurar la denominada
“accesibilidad del recurso”, que como se ha destacado es una
de las medidas tendientes a garantizar el derecho humano de
protección
judicial
en
cuestión,
que
tutelan
en
forma
esencialmente concordante los artículos 8 y 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, así como
17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.-- Sin embargo, en este antepenúltimo párrafo del artículo 13 de
la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativa, se
prevé una consecuencia jurídica que vulnera el acceso
efectivo a los medios de defensa, ya que cuando se haga de
la modalidad de correo certificado con acuse de recibo (se
presenta la demanda por esta vía) se tiene que enviar o
depositar en la Oficina de Correos de México en que el
demandante tenga su lugar de residencia, esto es, que si la
demanda se presenta en una oficina de Correos de México
diversa al lugar en que resida el demandante, se tendrán por no
presentadas en la fecha en que se depositó la demanda, según
el criterio apropiado por la autoridad responsable, ello porque la
medida resulta excesiva en razón de que no tiene algún
efecto jurídico positivo, máxime que como ya se sostuvo, el
espíritu del legislador de aquella ley donde se delimita o se divide
el territorio nacional lo fue para evitar cargas de trabajo, pero no
para otra razón, y si luego entonces la Sala Especializada en
D.A. 564/2013
- 38 -
Materia de Propiedad Intelectual tiene competencia de nivel
nacional, esto no comparte el espíritu de la ley, por lo que se
observa estrictamente, al constituir un supuesto que delimita la
forma en que el gobernado puede válidamente ejercer esa
acción o derecho, por lo que también de implicar la obligación
de la Sala responsable de respetarlo y no limitarlo o restringirlo,
a través de que la demanda se envíe desde el lugar donde el
demandante tiene su domicilio o radique, cuya finalidad es
otorgar un beneficio a los gobernados al permitir la
presentación
de
las
promociones
en
el
día
de
su
vencimiento
fuera de la sede de la Sala, cuando el
demandante no radica en la circunscripción de esa, pero que se
revierte en contra de éstos si con posterioridad la Sala
determina que como no se presenta desde el lugar donde
radica o reside el demandante, ya para entonces se tendrá
por no presentada.--- Una vez precisado lo anterior, conviene
ahora explicar lo que el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación sobre el control de convencionalidad ex officio, que
en tratándose de las resoluciones de las autoridades de la
Nación, deben éstas considerar los siguientes puntos: I) Deben
efectuar el control de convencionalidad ex officio en un modelo
de control difuso de constitucionalidad, esto conforme al párrafo
225 de la sentencia del veintiséis de noviembre de dos mil diez,
dictada en el Caso Cabrera García y Montiel Flores vs México,
publicada en el Diario Oficial de la Federación el siete de junio de
dos mil once.--- II) Deben preferir los derechos humanos
contenidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales,
a pesar de las disposiciones en contrario establecidas en
cualquier norma inferior. De esta manera, también están
D.A. 564/2013
- 39 -
obligados a dejar de aplicar normas inferiores sin que puedan
hacer una declaratoria general sobre la invalidez o expulsar del
orden jurídico las normas que consideren contrarias a los
derechos
humanos.---
III)
Deben
realizar
el
control
de
convencionalidad ex officio en un modelo de control difuso de
constitucionalidad considerando como parámetro de análisis: a)
todos los derechos humanos contenidos en la Constitución
Federal así como en la jurisprudencia emitida por el Poder
Judicial de la Federación; b) todos los derechos humanos
contenidos en tratados internacionales en los que el Estado
Mexicano sea parte; y c) los criterios vinculantes de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos establecidos en las
sentencias en las que el Estado Mexicano haya sido parte, y los
criterios orientadores de la jurisprudencia y precedentes de la
citada Corte, cuando el Estado Mexicano no haya sido parte.--IV) Deben, antes de la inaplicación de la norma, debe de
realizar un contraste previo, mediante una interpretación que
tiene tres pasos: a) la interpretación conforme en sentido amplio
se debe interpretar el orden jurídico a la luz y conforme a los
derechos humanos establecidos en la Constitución y en los
tratados internacionales en los cuales el Estado Mexicano sea
parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección
más amplia.--- b) la interpretación conforme en sentido
estricto, cuando haya varias interpretaciones jurídicamente
válidas, las autoridades deben preferir aquélla que haga a la
ley acorde a los derechos humanos establecidos en la
Constitución y en los Tratados Internacionales en los que el
Estado Mexicano sea parte; y c) cuando las alternativas
anteriores no sean posibles proceder a inaplicar la ley.--- V)
D.A. 564/2013
- 40 -
Deben efectuar la inaplicación de la norma en forma incidental de
ningún modo implica la apertura de un expediente por cuerda
separada, sino que debe entenderse como la posibilidad de
inaplicación durante el proceso correspondiente.--- Es aplicable
la tesis P.LXIX/2011 emitida por el Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, cuyo texto es el siguiente: ‘PASOS A
SEGUIR EN EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y
CONVENCIONALIDAD
EX
OFFICIO
EN
DERECHOS HUMANOS.’ (transcribe).---
MATERIA
DE
De esta manera, en
materia de derechos humanos, a partir del once de junio de dos
mil once de conformidad con el artículo primero transitorio del
Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el día
anterior, todas las autoridades de este país (Poder Ejecutivo,
Poder Legislativo y Poder Judicial), están facultadas para
ejercer
el
control
difuso
de
constitucionalidad
o
convencionalidad.--- Así, el control difuso de constitucionalidad
implica el contraste que debe de realizarse entre la norma inferior
y el texto constitucional, en tanto que el control difuso de
convencionalidad es el contraste que debe efectuarse entre la
norma inferior y los tratados internacionales en que el Estado
Mexicano sea parte. Es aplicable la tesis emitida por la Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que al efecto
señala: ‘CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN
UN
MODELO
DE
CONTROL
CONSTITUCIONALIDAD.’
(transcribe).---
INTERPRETACIÓN
LA
DE
LEY
DIFUSO
DE
‘PRINCIPIO
DE
CONFORME
A
LA
CONSTITUCIÓN.’ (transcribe).--- Es importante destacar que el
nuevo
modelo
de
control
de
constitucionalidad
y
convencionalidad implica –como ya se sostuvo- que las
D.A. 564/2013
- 41 -
autoridades podrán realizar la interpretación conforme en sentido
amplio, esto es, interpretar el orden jurídico a la luz y conforme a
los derechos humanos establecidos en la Constitución y en los
tratados internacionales en los cuales el Estado Mexicano sea
parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección
más amplia.--- En esas condiciones, si bien es cierto que el
citado artículo da la oportunidad u opción al demandante de
presentar su demanda por Correos de México bajo la modalidad
de correo certificado con acuse de recibo; también lo es que en
el caso concreto, efectuando la interpretación del mencionado
antepenúltimo párrafo del artículo 13 de la Ley Federal de(sic)
Protección Contencioso Administrativa, que más beneficie a mi
mandante en relación con la tutela del derecho humano de
protección judicial, en aplicación del principio pro personae
o pro homine que se contiene en el artículo 1º Constitucional,
debe concluirse que la consecuencia de tener por no hecha la
presentación de la demanda porque no se hizo desde la oficina
de Correos de México del lugar donde resida el demandante es
inconcuso que no se le dio oportunidad a mi mandante de
hacer uso del medio de defensa de forma eficaz.--- Ahora
bien, dicha interpretación de la norma legal de mérito cobra
especial relevancia en atención a que, tomando en consideración
que la presentación de la demanda se hizo en términos de ley,
dado que su presentación se hizo dentro del plazo legal y no
tenerla
por
no
presentada,
pues
la
aplicación
de
la
consecuencia prevista en el antepenúltimo párrafo, del artículo
13
de
la
Ley
Federal
de
Procedimiento
Contencioso
Administrativo, afecta el derecho humano de protección
judicial previsto en el artículo 25 del Pacto de San José y en
D.A. 564/2013
- 42 -
consecuencia, el artículo 1º de la Constitución Federal, pues la
interpretación
efectuada
sobre
el
particular
por
la
sala
responsable restringe la accesibilidad a uno de los medios de
defensa previstos en el ordenamiento jurídico mexicano, como lo
es el juicio contencioso administrativo federal; en tanto que la
interpretación
pro
homine
efectuada
en
párrafos
precedentes, permite concluir cuál es el alcance del artículo
cuestionado
que
resulta
más
favorable
al
gobernado,
ajustándose al criterio interpretativo relativo a integrar en dicha
labor hermenéutica el sistema normativo en que el precepto legal
en cuestión se ubica, pues debe evitarse cualquier interpretación
que haga incongruentes las normas con el orden jurídico del que
forman parte, con el objeto de no vulnerar el derecho
fundamental de seguridad jurídica de los gobernados.--- En las
apuntadas condiciones, lo procedente es que se le conceda a la
quejosa el amparo solicitado a fin de que la Sala deje
insubsistente la sentencia reclamada y en su lugar pronuncie otra
en la que desaplique el antepenúltimo párrafo del artículo 13 de
la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo por
considerarse
inconvencional
y
se
ordene
reponer
el
procedimiento por su señoría a partir del recurso de reclamación
y dicte una nueva interlocutoria en la que se declararen fundados
los agravios hechos valer por representado en contra del
acuerdo dictado con fecha 7 de febrero de 2012, y en
consecuencia, revoque el proveído en cuestión y ordene a la
Magistrada Instructora a dictar uno nuevo en el que se tenga por
presentada la demanda de nulidad que se presentó en contra de
la resolución que declaró la nulidad del registro marcario
********** y por ende se admita la demanda de nulidad.---
D.A. 564/2013
- 43 -
SEXTO. Por ser ésta la instancia idónea para tal efecto, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 166, fracción IV,
párrafo segundo, de la Ley de Amparo, a través del presente
concepto de violación se impugna la inconstitucionalidad del
antepenúltimo párrafo del artículo 13 de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, mismo que es
violatorio del artículo 17 de la Constitución, aplicado por la
responsable a este caso concreto a través de la resolución
incidental, para confirmar el desechamiento de la demanda que
se presentó en contra de la resolución que declaró la nulidad del
registro marcario **********.--- La impugnación del precepto
mencionado se hace por estimarse contrario a la garantía de
acceso a la justicia, contenidas en el artículo 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.--- Lo
anterior es así, en virtud de que la aplicación del mencionado
artículo, en el caso concreto que nos ocupa, ponen en evidencia
que
el
mismo
origina
una
situación
que
limita
a
mi
representado a que se le imparta una justicia pronta y
expedita por motivo de la afectación o agravio que le ocasiona la
resolución administrativa definitiva que declaró la nulidad del
registro marcario **********.--- Es importante destacar que el
artículo 1 Constitucional establece lo siguiente: (transcribe).--Conforme a la disposición antes transcrita, la autoridad
jurisdiccional (Sala Especializada en Materia de Propiedad
Intelectual) en el ámbito de sus competencias se encuentra
obligada a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados
internacionales, y por ende, es preciso hacer efectivas las
garantías correspondientes establecidas para la real eficacia de
- 44 -
D.A. 564/2013
cualquier derecho humano que resulte lesionado por el acto de
autoridad que es el objeto del recurso ordinario del juicio
contencioso administrativo federal, como instrumento procesal
del control de la legalidad de los actos administrativos o
resoluciones administrativas, que a su vez es la garantía de
legalidad al que están favorecidos todos los gobernados, porque
mediante esta acción se permite reclamar la aplicación de los
artículos debidos y a su vez el respeto a los derechos humanos
en un caso concreto. En tal virtud, la actitud de la autoridad que
conoce del juicio contencioso administrativo federal es la de
verificar la existencia del derecho humano que puede ser
afectado por el acto de autoridad por la aplicación de la norma
secundaria.---- El artículo 17 Constitucional reconoce el derecho
humano de acceso a la justicia y por virtud de la resolución
jurisdiccional reclamada que no admite la demanda porque
según esto, presentó de forma extemporánea, se obstruye esa
posibilidad de que un tribunal resuelva sobre la controversia que
pretende instaurar. No es óbice, nuevamente mencionar que si
mi representado optó por enviar o presentar su demanda a
través de la vía de Correos de México, bajo la modalidad de
correo certificado con acuse de recibo. Así entonces, mi
representado depositó su escrito de demanda mediante la oficina
de León, Guanajuato, por motivo de que sólo existe una Sala a
nivel nacional, que es la competente para conocer las cuestiones
relativas a asunto de materia de Propiedad Intelectual.---- Debe
decirse que la vía es un presupuesto procesal que se vuelve un
formalismo rigorista, si es que no se reencausa oficiosamente
por el juez, que es quien conoce el derecho y por ende, la vía
correcta; sin embargo, previo a ese estudio preliminar sobre la
D.A. 564/2013
- 45 -
procedencia de la vía propuesta por el actor, es preciso que se
pronuncie en torno a su competencia para conocer el asunto, y
en
su
caso
tener
la
demanda
presentada,
independientemente de la Oficina de Correos de México de
donde se presenta, cuando se trate de asuntos que deban
conocer por la Sala Especializada en Materia de Propiedad
Intelectual que tiene su sede en la Ciudad de México, Distrito
Federal, para que éste pueda subsanar el, suponiendo sin
conceder, el error legal de mi representado sin afectar el
contenido de la demanda, la naturaleza de la pretensión ni la
igualdad procesal entre las partes, porque el demandado gozará
de la garantía de audiencia previa.--- En consecuencia, procede
el estudio de esa violación porque el artículo 1 de la Constitución
General de la República impone esa obligación de respetar y
garantizar
cualquier
derecho
humano
en
el
ámbito
de
competencia respectivo. La vía es la manera de proceder en un
juicio
al
seguir
determinados
trámites
y
constituye
un
presupuesto necesario para la regularidad del desarrollo del
proceso, sin la cual no pueda válidamente dictarse sentencia de
fondo sobre la pretensión litigiosa.---- En otras palabras, la vía es
un requisito procesal para la tramitación de un juicio válido. Se
trata de un presupuesto procesal que debe estar presente al
momento de formular la demanda, a fin de que el juez pueda
admitirla. En relación con la forma en que los órganos
jurisdiccionales analizan los supuestos procesales, es de
señalarse que algunos, como la vía, la competencia y la
personalidad se estudian de oficio; otros, sólo pueden ser
estudiados a petición de la parte interesada, como por ejemplo la
caducidad y prescripción. También, están aquéllos que en un
D.A. 564/2013
- 46 -
primer término pueden ser analizados de forma oficiosa por el
órgano jurisdiccional pero coexiste también la facultad de las
partes de cuestionarlos y a través de alguna excepción o de un
incidente. En este supuesto se encuentran, a guisa de ejemplo,
la competencia, la personalidad y en lo que aquí interesa, la vía.-- De tal suerte que la jurisprudencia ha distinguido a los
presupuestos procesales en dos grandes categorías. La primera
incluye a los denominados como relativos o saneables y la
segunda, a los absolutos o insubsanables. Aquéllos se
caracterizan porque pueden convalidarse, ya sea por ratificación
del interesado o por no impugnarse oportunamente tal cuestión.
Éstos, de actualizarse, generan la nulidad del proceso o de
diversas actuaciones. La vía tradicionalmente ha sido clasificada
en esta última categoría, esto es, como un presupuesto procesal
absoluto e insubsanable. Esto se advierte de la jurisprudencia
1ª/J. 56/2009, emitida por la Primera Sala del Alto Tribunal del
País, publicada en la Novena Época del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo XXX, noviembre de 2009, visible
en la página 347, que establece: ‘PROCEDENCIA DE LA VÍA. ES
UN
PRESUPUESTO
PROCESAL
QUE
EL
TRIBUNAL
SUPERIOR PUEDE ANALIZAR DE OFICIO EN EL RECURSO
DE APELACIÓN MERCANTIL.’ (transcribe).--- Sin embargo, esa
jurisprudencia de la Novena Época responde a un criterio formal
en el que no se ponderó el derecho humano de acceso a la
justicia que reconoce el artículo 17 de nuestra constitución por lo
que a partir de la entrada en vigor del artículo 1 de la misma
constitución, es posible determinar su aplicación en función del
derecho humano, puesto que la interpretación debe hacerse con
la finalidad de que sea conforme a la Constitución y favoreciendo
- 47 -
D.A. 564/2013
la protección más amplia a la persona.--- De modo que el derecho
de acceso a la justicia tutelado en favor de la persona física
porque el estado debe proveer lo necesario para la reducción de
controversias sin distinción alguna de las condiciones, requisitos y
plazos que la ley establece, máxime que el Tribunal que se
encargaría de resolver sobre la legalidad o ilegalidad de la
resolución tildada de ilegal en el juicio de origen, como ya se dijo,
sólo es uno a nivel nacional y además tiene su sede en la ciudad
de México, Distrito Federal.---- Tan es importante el presupuesto
procesal en mención que de no corregirse el error obstruye el
derecho, por lo que la autoridad responsable debe analizar la
naturaleza de las prestaciones y documentos base de la acción,
para que previo a determinar si es o no procedente la vía
propuesta por el actor, se pronuncie en torno a su competencia
para conocer del asunto, ya que en caso de carecer de esta
facultad, el juez de oficio debe hacer la remisión a la autoridad
competente, porque solamente de esa manera se hará efectivo el
derecho de acceso a la justicia y tal obligación deriva de que debe
hacerlo en el ámbito de su competencia, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 1 Constitucional.--- Entonces, aunque la
vía es un presupuesto procesal, el error cuando se presenta la
demanda sí es subsanable, inclusive por el propio juzgador, sobre
todo si previamente se debe atender a una cuestión de
competencia por razón de la materia, porque la opinión contraria
transforma a la vía en una formalidad que atenta contra la tutela
judicial efectiva que consagra el artículo 17 de la Constitución
Federal. Para no resultar dogmático, las conclusiones anteriores
se fundan en la naturaleza y finalidad de los requisitos procesales;
por otra, el fenómeno jurídico del formalismo y por último, lo que
D.A. 564/2013
- 48 -
ha sido denominado por la doctrina como las técnicas judiciales
no formalistas, es decir, las medidas que pueden adoptar los
órganos jurisdiccionales para la adecuada aplicación de las
formas procesales, en aras de la tutela judicial efectiva.--- Así
debe decirse que los requisitos procesales son aquellos que
corresponden a los actos procesales, es decir, a la forma,
entendida como la experiencia externa que ha de revestir el acto,
para ser eficaz; el modo de su manifestación exterior.--- Las
normas procesales son derecho público, pero no toda norma de
esta naturaleza o que se halla en un código procesal, en relación
a la forma, tiempo y lugar en que han de ser llevados a cabo los
actos procesales, pertenecen al orden público, sino que hay
derechos procesales disponibles, con la única limitante de no
extinguir totalmente la garantía de audiencia previa y de legalidad.
Por otro lado, el menor error en los requisitos procesales no debe
conducir a una desestimación automática, sin posibilidad de
enmienda por quien lo cometió o por el propio juzgador, porque tal
consecuencia si no está prevista expresamente en la ley y aunque
lo estuviera, sería rigorista por ser una sanción excesiva y por
ende, contraria al derecho de acceso a la justicia y violatoria de la
tutela judicial efectiva.--- Por tanto, lo que es irrenunciable y de
orden
público
son
las
normas
procesales
que
regulan
formalidades esenciales del procedimiento que desarrolla la
garantía de audiencia previa y que impone a las partes y al
órgano judicial el cumplimiento obligado de los presupuestos y
requisitos procesales. En otras palabras, es en la finalidad, que
tiene que mirarse en función del valor justicia y no en las
exigencias formales, donde radica el carácter, donde radica el
carácter de Derecho Público de los requisitos procesales.--- Por
- 49 -
D.A. 564/2013
virtud de la obligación establecida para todas las autoridades,
será competencia del legislador y del juez de la jurisdicción
constitucional, en su caso, velar porque los requisitos procesales
sean los adecuados para la obtención de los fines que justifican
su exigencia, y que no se fijen arbitrariamente, a fin de que
respondan a la naturaleza del proceso como el camino para
obtener una tutela judicial con todas la garantías. Y si la ley no
contempla expresamente esta flexibilidad, ello no será obstáculo
para que el juzgador interprete y aplique la norma de manera
conforme a lo que las diversas disposiciones constitucionales
establecen y que forman un sistema que regula de manera
completa las garantías de audiencia previa, seguridad jurídica,
legalidad y derecho de acceso a la justicia en una visión armónica
de los artículos 14, 16 y 17 Constitucionales. De ahí que si mi
representado con la multiplicidad de pruebas que ofreció en el
recurso de reclamación de mérito, donde demostró que radicaba
en la Ciudad de León, Guanajuato y además que es un hecho
notorio que tal ciudad no es donde está la sede de la autoridad
responsable, es innegable que se atenta contra el derecho
humano de acceso a la justicia.--- Los requisitos o formas de los
actos jurídicos pese a su importancia para la ordenación del
proceso, se transforman en formalismos sin sentido cuando se
erigen en rituales u obstáculos insalvables para su actuación. El
formalismo, como fenómeno jurídico, consiste en la aplicación o
interpretación de los requisitos procesales (especialmente los
formales) de modo tal que aunque se consiga la finalidad que
pretenden, se entiende que han sido incumplidos, con la
consiguiente ineficacia de la actividad procesal realizada sin
atender ese requisito, por no efectuarse ajustándose a la pura
D.A. 564/2013
- 50 -
literalidad del precepto y por considerar exigible legalmente lo que
es inútil o inadecuado y vulnerar así el derecho a la tutela judicial
efectiva. Para determinar si un formalismo respeta la tutela judicial
efectiva o por el contrario, atenta contra ella, debe en primer lugar,
razonarse si el requisito procesal incumplido o defectuosamente
observado responde a una finalidad justificada; de ser así, en
segundo lugar debe examinarse si la aplicación judicial ha
ponderado
debidamente
las
circunstancias
concurrentes,
especialmente, el efecto de la conducta de la parte que ha tenido
en relación con la finalidad del requisito y el grado de buena fe y
diligencia que haya observado y tener siempre presente que lo
decisivo no es la forma concreta en que se ha cumplido el mismo,
sino la satisfacción de la finalidad que motiva la exigencia legal.--La regla esencial para saber si se está en presencia de un
formalismo justificado, es preguntarse ¿la forma en este proceso
o en este sistema procesal está al servicio de la justicia o se
sacrifica la justicia en algún caso en obsequio de la forma?
¿Juega la falta de presupuestos procesales como simples motivos
retardatarios en la obtención de la justicia o como medios para
conseguirla? --- Otra forma de apreciar si se está en presencia de
una interpretación formalista es determinar si la misma atiende a
los principios de proporcionalidad, subsanación y conservación de
las actuaciones, o simplemente supone una interpretación
contraria al principio denominado “de favorecimiento de la acción”,
principios que se analizan en el siguiente punto.--- En el mismo
sentido se dice que las técnicas judiciales no formalistas son
aquellos medios en virtud de los cuales la jurisprudencia y la
legislación han tratado de superar el formalismo contrario a la
tutela judicial efectiva. Son tres las medidas concretas o principios
D.A. 564/2013
- 51 -
que han sido identificados y aplicados, a saber: a) De
interpretación más favorable o de favorecimiento de la acción
(mejor conocido como pro actione); b) de subsanación de
defectos procesales y c) de conservación de las actuaciones
procesales y c) de conservación de la actuación procesales.--Consecuentemente, el principio de interpretación más favorable o
de favorecimiento de la acción (mejor conocido como pro actione).
En aplicación de este principio, los órganos jurisdiccionales y/o
judiciales
están
obligados
a
interpretar
las
disposiciones
procesales en el sentido más favorable para la efectividad del
derecho a la tutela judicial efectiva, al evitar la imposición de
formulismos enervantes contrarios al espíritu y finalidad de la
norma, así como el convertir cualquier irregularidad formal en
obstáculo insalvable para la prosecución del proceso y la
obtención de una resolución de fondo.--- En otras palabras, los
juzgadores deben realizar la interpretación más eficaz, a fin de
garantizar una tutela judicial efectiva, esto es, resolver los
conflictos de manera integral y completa, sin obstáculos o
dilaciones
innecesarias,
formalismos
o
interpretaciones
no
razonables, que impidan o dificulten el enjuiciamiento fondo.--- Se
trata de un principio inspirado en el artículo 17 de la Constitución
Federal, que impone una especial atención por parte de los
tribunales, a una posibilidad manifestación implícita o indirecta del
justiciable, o a una falta de técnica procesal disculpable que no
obsta a entender lo que se pretende.--- La motivación del órgano
jurisdiccional, para apartarse de la literalidad de la norma que
establece el requisito formal que se considera contrario a la tutela
judicial efectiva, necesariamente deberá indicar que la medida es
proporcional y razonable en atención a las circunstancias
D.A. 564/2013
- 52 -
concurrentes; que el interesado actuó con diligencia y buena fe y
que la medida no ocasiona a la parte contraria una restricción a su
garantías procesales.--- Por su parte, el principio de subsanación
de defectos procesales, prevé que la subsanación es una
actividad que acontece dentro del proceso y consiste en que el
sujeto procesal repita totalmente el acto, ya sin defectos o cumpla
con el requisito omitido mediante otro rectificativo que unido al
acto defectuoso lo haga perfecto, para lo cual la ley procesal
dispone la concesión de un plazo.--- El grado de imperfección de
los actos procesales puede ser diferente (actos nulos, anulables,
irregulares, erróneos o incompletos) pues depende del tipo de
requisito omitido, por lo que sus consecuencias jurídicas también
serán diferentes. A guisa de ejemplo, se consideran requisitos
procesales subsanables, la evidente incertidumbre en el nombre o
número de personas de quienes se pretende enderezar el
enjuiciamiento o la omisión de designar su domicilio; la oscuridad
que pudiera acarrear confusión en cuál es la pretensión
perseguida en el juicio o naturaleza de éste, al grado que el
juzgador no estuviera en condiciones de identificar la vía o acción
intentada, a fin de proveer sobre su admisión; la abstención
referente a la acreditación de la personalidad del promovente o
inclusive, la identidad cierta de quién es el actor; la irregularidad
de que al escrito relativo le faltare una hoja o que estuviera
impresa de manera incompleta, incontinua o ilegible; la carencia
de copias necesarias para correr traslado; o cualquier deficiencia
semejante.--- En virtud de esta casuística, que torna imposible
que en sede legislativa se establezcan los distintos vicios en que
pudieran
incurrir
jurisdiccionales
su
las
partes,
corresponde
a
apreciación
conforme
al
los
órganos
principio
de
D.A. 564/2013
- 53 -
proporcionalidad que impone un distinto tratamiento a los diversos
grados de defectuosidad de los actos, los que también deberán,
como se indicó, atender a las circunstancias concurrentes del
caso, a la trascendencia práctica e incluso a la voluntad del autor,
todo ello, a la luz de criterios interpretativos favorables a una
tutela
judicial
efectiva.
Incluso,
puede
hablarse
de
una
subsanación de oficio, esto es, realizada por el propio órgano
jurisdiccional cuando sea necesaria para preservar el derecho
fundamental en cita, que se traduce en la obligación de suplir los
defectos advertidos, con la única limitante de no afectar las
garantías procesales de la parte contraria.--- De ahí que la forma
de resolver la Sala responsable atenta contra el derecho humano
contenido en el artículo 17 Constitucional, pues siendo un hecho
notorio que la Sala Especializada tiene competencia material a
nivel nacional o en todo el territorio nacional, ésta debió ponderar
la trascendencia de desechar la demanda e incluso a la voluntad
del autor, todo ello, a la luz de criterios interpretativos favorables
a una tutela judicial efectiva. De tal manera, que pudo haber
subsanado el supuesto error, cuando sea necesaria para
preservar el derecho fundamental en cita, que se traduce en la
obligación de suplir los defectos advertidos, con la única limitante
de no afectar las garantías procesales del gobernado.--- La
determinación de la Sala responsable es ilegal y obstaculiza el
acceso a la justicia, puesto que omitió tener por presentada la
demanda de nulidad, a pesar de que la Sala en cuestión tiene
competencia material a nivel nacional o en todo el territorio
nacional. Es así, que en el supuesto sin conceder, de haber sido
un error del actor consistente en presentar su demanda en la
oficina de Correos de México diversa el domicilio donde habita –
D.A. 564/2013
- 54 -
dado que la propia responsable así lo advirtió de la resolución
tildada de inconstitucional, pues no tomó en consideración el
Contrato de Arrendamiento ratificado ante Notario Público-, no
justifica la denegación o limitación del derecho humano
contenido en el artículo 17 Constitucional, cuando es un hecho
notorio que de esa Sala su sede está en la Ciudad de México,
Distrito Federal, lo que es una limitante al derecho efectivo de
acceso a la justicia.--- Es por virtud de lo anterior, que en aras de
que los gobernados puedan acceder a una tutela judicial efectiva
en la que puedan hacer valer sus derechos sin rigorismos ni
formalismos que resultan entorpecedores de la justicia y en
cambio, se propone acatar lo dispuesto en los artículos 17
Constitucional y 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, conocida como el “Pacto de San José de Costa Rica”
de la que México forma parte, así como los principios pro actione
(derecho a ser oído por un juez), iura novit curia (el juez conoce
el derecho) y effet utile (principio de efectividad), lo cual se logra
a través de la implementación de prácticas judiciales que
resulten pertinentes y necesarias para cumplir con los aludidos
principios. Lo que sin duda se evitaría, si la Sala Especializada
en Materia de Propiedad Intelectual del Tribunal Federal de
Justicia
Fiscal
correspondencia
y
Administrativa,
común
en
cada
tuviera
una
de
oficinas
las
de
Entidades
Federativas que conforman la República Mexicana.--- En esas
condiciones, ante la existencia de la violación al derecho
fundamental de acceso a la justicia en perjuicio del quejoso, lo
que procede es conceder el amparo y la protección federal
solicitada para el efecto de que la Sala Especializada en Materia
de Propiedad Intelectual del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
D.A. 564/2013
- 55 -
Administrativa deje insubsistente la resolución que constituye el
acto reclamado, sólo en cuanto a tener por presentada en tiempo
y forma la demanda de nulidad, dado que se demostró en juicio
que mi representado radicada o tenía su domicilio particular en la
Ciudad de León, Guanajuato y además por las consideraciones
que se han hecho valer, en cuanto a que la multicitada Sala,
tiene competencia a nivel nacional o en todo el territorial nacional
y además su sede se encuentra en la Ciudad de México, Distrito
Federal.--- En las apuntadas condiciones, lo procedente es que
se le conceda a la quejosa el amparo solicitado a fin de que la
Sala deje insubsistente la sentencia reclamada, y en su lugar
pronuncie otra en la que desaplique el antepenúltimo párrafo
del artículo 13 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso
Administrativo
por
considerarse
inconvencional, y se ordene reponer el procedimiento por su
Señoría a partir del recurso de reclamación y dicte una nueva
interlocutoria en la que declarare fundados los agravios hechos
valer por representado en contra del acuerdo dictado con fecha
07 de febrero de 2012, y en consecuencia, revoque el proveído
en cuestión, y ordene a la Magistrada Instructora a dictar uno
nuevo en el que se tenga por presentada la demanda de nulidad
que se presentó en contra de la resolución que declaró la nulidad
del registro marcario ********** y por ende se admita la demanda
de nulidad”.
QUINTO.- En una parte de sus conceptos de violación, dice
la quejosa que el artículo 13, antepenúltimo párrafo, de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, es violatorio
de los derechos humanos de acceso a la justicia, consagrado en el
- 56 -
D.A. 564/2013
artículo 17 de la Constitución General de la República, así como de
garantías judiciales y protección judicial, reconocidos por los
artículos 8 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.
Lo anterior es así, dice, pues si bien el artículo en cuestión
permite presentar una demanda de nulidad a través del servicio de
correo cuando el interesado no tenga su domicilio en la ciudad
donde reside la Sala que deba conocer del asunto, a fin de evitar
gastos innecesarios; inexplicablemente establece que ello sólo
puede hacerse en la oficina de correos perteneciente al lugar de
residencia de aquél, cuando el espíritu general de dichas normas es
la accesibilidad y efectividad de los recursos judiciales y medios de
defensa; de ahí que la porción normativa que impone tal exigencia
resulte denegatoria de justicia por injustificada, excesiva y porque
dificulta que la autoridad competente prevista por el sistema legal
decida sobre los derechos de toda persona que lo interponga,
para lo cual además debe tenerse en cuenta que tratándose del
reconocimiento de derechos humanos se deben procurar las
medidas más extensivas, mientras que su acotación o limitación
debe hacerse de la manera menos gravosa.
Para dar respuesta a tales planteamientos, conviene tener
presente el contenido de los siguientes preceptos:
Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo:
- 57 -
D.A. 564/2013
“Artículo 13.- El demandante podrá presentar su demanda,
mediante Juicio en la vía tradicional, por escrito ante la sala
regional competente o, en línea, a través del Sistema de Justicia
en Línea, para este último caso, el demandante deberá manifestar
su opción al momento de presentar la demanda. Una vez que el
demandante haya elegido su opción no podrá variarla. Cuando la
autoridad tenga este carácter la demanda se presentará en todos
los casos en línea a través del Sistema de Justicia en Línea
(ADICIONADO, D.O.F. 12 DE JUNIO DE 2009)
Para el caso de que el demandante no manifieste su opción
al momento de presentar su demanda se entenderá que eligió
tramitar el Juicio en la vía tradicional.
(ADICIONADO, D.O.F. 12 DE JUNIO DE 2009)
La demanda deberá presentarse dentro de los plazos que a
continuación se indican:
I. De cuarenta y cinco días siguientes a aquél en el que se
dé alguno de los supuestos siguientes:
(REFORMADA, D.O.F. 10 DE DICIEMBRE DE 2010)
a) Que haya surtido efectos la notificación de la resolución
impugnada, de conformidad con lo dispuesto en esta Ley,
inclusive cuando se controvierta simultáneamente como primer
acto de aplicación una regla administrativa de carácter general.
…
(REFORMADO, D.O.F. 12 DE JUNIO DE 2009)
Cuando el demandante tenga su domicilio fuera de la
población donde esté la sede de la Sala, la demanda podrá
enviarse a través de Correos de México, correo certificado con
acuse de recibo, siempre que el envío se efectúe en el lugar en
D.A. 564/2013
- 58 -
que resida el demandante, pudiendo en este caso señalar como
domicilio para recibir notificaciones, el ubicado en cualquier parte
del territorio nacional, salvo cuando tenga su domicilio dentro de
la jurisdicción de la Sala competente, en cuyo caso, el señalado
para tal efecto, deberá estar ubicado dentro de la circunscripción
territorial de la Sala
… ”.
Constitución General de la República:
(REFORMADO PRIMER PÁRRAFO, D.O.F. 10 DE JUNIO DE
2011)
“Artículo 1o.- En los Estados Unidos Mexicanos todas las
personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección,
cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los
casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.
(ADICIONADO, D.O.F. 10 DE JUNIO DE 2011)
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán
de conformidad con esta Constitución y con los tratados
internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.
(ADICIONADO, D.O.F. 10 DE JUNIO DE 2011)
Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias,
tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos
humanos
de
conformidad
con
los
principios
de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y
reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que
establezca la ley.
D.A. 564/2013
- 59 -
…”.
“Artículo 17.- Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí
misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho.
Toda persona tiene derecho a que se le administre
justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla
en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus
resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio
será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas
judiciales.
…”.
Convención Americana sobre Derechos Humanos:
“Artículo 8. Garantías Judiciales
1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente,
independiente
e
imparcial,
establecido
con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus
derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter.
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se
presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en
plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
…”.
“Artículo 25. Protección Judicial
- 60 -
D.A. 564/2013
1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o
a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente
Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas
que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.
2. Los Estados Partes se comprometen:
a) a garantizar que la autoridad competente prevista por el
sistema legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda
persona que interponga tal recurso;
b) a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y
c) a garantizar el cumplimiento, por las autoridades
competentes, de toda decisión en que se haya estimado procedente
el recurso”.
Como se ha podido observar, la Constitución General de la
República señala que en el País toda persona gozará de los
derechos humanos reconocidos por ella y por los tratados
internacionales de los que México sea parte, así como de las
garantías para su protección, las cuales no podrán restringirse ni
suspenderse sino en los casos y bajo las condiciones establecidas
por la propia Constitución; agregando que las normas relativas a los
derechos humanos se interpretarán favoreciendo en todo tiempo a
las personas la protección más amplia, además de que todas las
autoridades tienen la obligación de promover, respetar, proteger y
- 61 -
D.A. 564/2013
garantizar dichos derechos, previniendo, investigando, sancionando
y reparando las violaciones que sobre ellos se hubieran cometido.
Asimismo, la Carta Magna ha reconocido la garantía de
acceso a la justicia, conforme a la cual toda persona tiene derecho a
que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos
para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes; además
de establecer que ella, las leyes del Congreso de la Unión y todos
los tratados internacionales que estén de acuerdo con la misma,
serán la Ley Suprema de toda la Unión; tratados dentro de los
cuales se encuentra la Convención Americana de Derechos
Humanos, cuyo artículo octavo establece las garantías judiciales, al
señalar, entre otras cuestiones, que toda persona tiene derecho a
ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable,
por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la determinación de sus
derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier
otro carácter, así como en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella; mientras que su artículo veinticinco
señala que toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y
rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la misma
Convención.
- 62 -
D.A. 564/2013
En relación con tales temas, vinculados con la reforma
constitucional en materia de derechos humanos publicada en el
Diario Oficial de la Federación el diez de junio de dos mil once y con
la sentencia dictada por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en el caso Rosendo Radilla Pacheco contra México, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo que cualquier
órgano jurisdiccional del país se encuentra facultado, e incluso
obligado, a realizar de oficio un control de convencionalidad de las
normas legales que apliquen en los asuntos puestos a su
consideración, de manera tal que pueden dejar de aplicar aquéllas
que a su juicio impliquen la transgresión a algún derecho humano
reconocido en la Carta Magna o en algún tratado internacional.
En efecto, sobre el nuevo régimen de derechos humanos
que rige en el País, la Suprema Corte de Justicia de la Nación
estableció que lo dispuesto en los artículos 1º y 133 constitucionales
debe ser interpretado en el sentido de que cualquier autoridad
jurisdiccional está obligada a preferir los derechos humanos
contenidos en la Constitución y en los tratados internacionales, aun
a pesar de las disposiciones en contrario que se encuentren en
cualquier norma inferior, dejando de aplicar ésta y dando preferencia
a los primeros, lo cual ha sido denominado como el “control de
convencionalidad ex officio”.
- 63 -
D.A. 564/2013
Para llevar a cabo dicho control, el Alto Tribunal dijo que
primero se debe interpretar la norma secundaria respectiva de
manera conforme con la Constitución y los tratados internacionales,
es decir, favoreciendo en todo tiempo a las personas con la
protección más amplia; que en caso de que aquélla admita varias
interpretaciones, se debe preferir la que sea más acorde con los
derechos humanos; y que cuando tales alternativas no sean
posibles, se deberá inaplicar la ley en cuestión.
Tales consideraciones se encuentran plasmadas en los
siguientes criterios jurisprudenciales de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación:
Décima Época
Registro: 160589
Instancia: Pleno
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 1
Materia(s): Constitucional
Tesis: P. LXVII/2011(9a.)
Página: 535
“CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN UN
MODELO DE CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD.
De conformidad con lo previsto en el artículo 1o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, todas las autoridades del
país, dentro del ámbito de sus competencias, se encuentran
D.A. 564/2013
- 64 -
obligadas a velar no sólo por los derechos humanos contenidos en
la Constitución Federal, sino también por aquellos contenidos en los
instrumentos internacionales celebrados por el Estado Mexicano,
adoptando la interpretación más favorable al derecho humano de
que se trate, lo que se conoce en la doctrina como principio pro
persona.
Estos
mandatos
contenidos
en
el
artículo
1o.
constitucional, reformado mediante Decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federación de 10 de junio de 2011, deben interpretarse
junto con lo establecido por el diverso 133 para determinar el marco
dentro del que debe realizarse el control de convencionalidad
ex officio en materia de derechos humanos a cargo del Poder
Judicial, el que deberá adecuarse al modelo de control de
constitucionalidad existente en nuestro país. Es en la función
jurisdiccional, como está indicado en la última parte del artículo 133
en relación con el artículo 1o. constitucionales, en donde los jueces
están obligados a preferir los derechos humanos contenidos
en la Constitución y en los tratados internacionales, aun a
pesar de las disposiciones en contrario que se encuentren en
cualquier norma inferior. Si bien los jueces no pueden hacer una
declaración general sobre la invalidez o expulsar del orden jurídico
las normas que consideren contrarias a los derechos humanos
contenidos en la Constitución y en los tratados (como sí sucede en
las vías de control directas establecidas expresamente en los
artículos 103, 105 y 107 de la Constitución), sí están obligados a
dejar de aplicar las normas inferiores dando preferencia a las
contenidas en la Constitución y en los tratados en la materia”.
Décima Época
Registro: 160525
Instancia: Pleno
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
D.A. 564/2013
- 65 -
Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 1
Materia(s): Constitucional
Tesis: P. LXIX/2011(9a.)
Página: 552
“PASOS
A
SEGUIR
EN
EL
CONTROL
DE
CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO
EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.
La posibilidad de
inaplicación de leyes por los jueces del país, en ningún momento
supone la eliminación o el desconocimiento de la presunción de
constitucionalidad de ellas, sino que, precisamente, parte de esta
presunción al permitir hacer el contraste previo a su aplicación. En
ese orden de ideas, el Poder Judicial al ejercer un control de
convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos,
deberá realizar los siguientes pasos: a) Interpretación conforme
en sentido amplio, lo que significa que los jueces del país -al igual
que todas las demás autoridades del Estado Mexicano-, deben
interpretar el orden jurídico a la luz y conforme a los derechos
humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados
internacionales en los cuales el Estado Mexicano sea parte,
favoreciendo en todo tiempo a las personas con la protección más
amplia; b) Interpretación conforme en sentido estricto, lo que
significa que cuando hay varias interpretaciones jurídicamente
válidas, los jueces deben, partiendo de la presunción de
constitucionalidad de las leyes, preferir aquella que hace a la ley
acorde a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y
en los tratados internacionales en los que el Estado Mexicano sea
parte, para evitar incidir o vulnerar el contenido esencial de estos
derechos; y, c) Inaplicación de la ley cuando las alternativas
anteriores no son posibles. Lo anterior no afecta o rompe con la
lógica de los principios de división de poderes y de federalismo, sino
que fortalece el papel de los jueces al ser el último recurso para
asegurar la primacía y aplicación efectiva de los derechos humanos
D.A. 564/2013
- 66 -
establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales de
los cuales el Estado Mexicano es parte”.
Décima Época
Registro: 160480
Instancia: Pleno
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 1
Materia(s): Constitucional
Tesis: P. LXX/2011 (9a.)
Página: 557
“SISTEMA DE CONTROL CONSTITUCIONAL EN EL
ORDEN JURÍDICO MEXICANO. Actualmente existen dos grandes
vertientes dentro del modelo de control de constitucionalidad en
el orden jurídico mexicano, que son acordes con el modelo de
control de convencionalidad ex officio en materia de derechos
humanos a cargo del Poder Judicial. En primer término, el control
concentrado en los órganos del Poder Judicial de la Federación
con vías directas de control: acciones de inconstitucionalidad,
controversias constitucionales y amparo directo e indirecto; en
segundo término, el control por parte del resto de los jueces del país
en forma incidental durante los procesos ordinarios en los que son
competentes, esto es, sin necesidad de abrir un expediente por
cuerda separada. Ambas vertientes de control se ejercen de manera
independiente y la existencia de este modelo general de control no
requiere que todos los casos sean revisables e impugnables en
ambas. Es un sistema concentrado en una parte y difuso en otra,
lo
que
permite
que
sean
los
criterios
e
interpretaciones
constitucionales, ya sea por declaración de inconstitucionalidad o
por inaplicación, de los que conozca la Suprema Corte para que
D.A. 564/2013
- 67 -
determine cuál es la interpretación constitucional que finalmente
debe prevalecer en el orden jurídico nacional. Finalmente, debe
señalarse que todas las demás autoridades del país en el ámbito de
sus competencias tienen la obligación de aplicar las normas
correspondientes haciendo la interpretación más favorable a la
persona para lograr su protección más amplia, sin tener la
posibilidad de inaplicar o declarar su incompatibilidad”.
Décima Época
Registro: 2002264
Instancia: Primera Sala
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XV, Diciembre de 2012, Tomo 1
Materia(s): Común
Tesis: 1a./J. 18/2012 (10a.)
Página: 420
“CONTROL
DE
CONSTITUCIONALIDAD
Y
DE
CONVENCIONALIDAD (REFORMA CONSTITUCIONAL DE 10 DE
JUNIO DE 2011). Mediante reforma publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 10 de junio de 2011, se modificó el artículo 1o. de la
Constitución
Política
de
los
Estados
Unidos
Mexicanos,
rediseñándose la forma en la que los órganos del sistema
jurisdiccional
mexicano
deberán
ejercer
el
control
de
constitucionalidad. Con anterioridad a la reforma apuntada, de
conformidad con el texto del artículo 103, fracción I, de la
Constitución Federal, se entendía que el único órgano facultado
para ejercer un control de constitucionalidad lo era el Poder Judicial
de la Federación, a través de los medios establecidos en el propio
precepto; no obstante, en virtud del reformado texto del artículo 1o.
constitucional, se da otro tipo de control, ya que se estableció que
todas las autoridades del Estado mexicano tienen obligación de
D.A. 564/2013
- 68 -
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos reconocidos
en la Constitución y en los tratados internacionales de los que el
propio Estado mexicano es parte, lo que también comprende el
control de convencionalidad. Por tanto, se concluye que en el
sistema jurídico mexicano actual, los jueces nacionales tanto
federales como del orden común, están facultados para emitir
pronunciamiento en respeto y garantía de los derechos
humanos reconocidos por la Constitución Federal y por los tratados
internacionales, con la limitante de que los jueces nacionales, en los
casos que se sometan a su consideración distintos de las vías
directas de control previstas en la Norma Fundamental, no podrán
hacer declaratoria de inconstitucionalidad de normas generales,
pues únicamente los órganos integrantes del Poder Judicial de
la Federación, actuando como jueces constitucionales, podrán
declarar la inconstitucionalidad de una norma por no ser
conforme con la Constitución o los tratados internacionales,
mientras que las demás autoridades jurisdiccionales del Estado
mexicano sólo podrán inaplicar la norma si consideran que no es
conforme a la Constitución Federal o a los tratados internacionales
en materia de derechos humanos”.
Décima Época
Registro: 2003005
Instancia: Pleno
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XVIII, Marzo de 2013, Tomo 1
Materia(s): Común
Tesis: P. V/2013 (10a.)
Página: 363
“CONTROL
DIFUSO
DE
CONVENCIONALIDAD.
LA
INAPLICACIÓN DE LA NORMA CUYA INCONVENCIONALIDAD
SE
DECLARA
SÓLO
INCONSTITUCIONALIDAD
TRASCIENDE
INDIRECTA
A
DEL
UNA
ACTO
D.A. 564/2013
- 69 -
RECLAMADO AL NO EXISTIR LA DECLARATORIA RELATIVA.
En materia de derechos humanos puede analizarse la
contradicción entre una norma general interna y un tratado
internacional a través del juicio de amparo, pues si bien es cierto
que
los
juzgadores
federales
cuentan
con
facultades
constitucionales para realizar el control concentrado en términos
de los artículos 103, 105 y 107 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, también lo es que las tienen para
efectuar el control de convencionalidad con motivo de lo previsto
en los artículos 1o. y 133, última parte, de la propia Constitución, así
como de lo resuelto por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en el caso Radilla Pacheco vs. Estados Unidos
Mexicanos, y por el Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación en el asunto varios 912/2010, del que derivó la
tesis
P.
LXVII/2011
(9a.),
de
rubro:
"CONTROL
DE
CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN UN MODELO DE
CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD.". Lo anterior
significa que una vez que el juzgador realice el control de
convencionalidad y determine que una norma interna es
contraria a determinado derecho humano contenido en un
tratado internacional e, incluso, a la interpretación efectuada al
respecto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, debe
analizar el acto reclamado prescindiendo del precepto de
derecho interno y aplicando el instrumento internacional en
materia de derechos humanos. En ese sentido, es innecesario
reflejar la inconvencionalidad de una norma de derecho interno en
los puntos resolutivos de la sentencia en la que se hace dicho
pronunciamiento, pues éste sólo trasciende al acto de aplicación, en
tanto que el control de convencionalidad no puede llegar más allá de
la inaplicación de la norma interna en el caso específico; esto es, la
inaplicación de la norma cuya inconvencionalidad se declara sólo
trasciende a una inconstitucionalidad indirecta del acto reclamado,
por lo que es innecesario llamar a juicio a las autoridades emisoras
- 70 -
D.A. 564/2013
de la norma cuya inconvencionalidad se demanda, pues no habrá
una declaratoria de inconstitucionalidad de ésta, sino sólo su
inaplicación respecto del acto reclamado”.
Con base en tales criterios, concretamente en la parte en que
dicen que únicamente los órganos integrantes del Poder Judicial de
la Federación, actuando como jueces constitucionales, podrán
declarar la inconstitucionalidad de una norma por no ser conforme
con la Constitución o los tratados internacionales, y de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 158, último párrafo, de la Ley de
Amparo, este órgano colegiado estima medularmente fundados los
conceptos de violación hechos valer por la quejosa en contra del
artículo 13, antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo.
Lo anterior es así, pues la limitante establecida en dicho
precepto, en cuanto a que la posibilidad de presentar una demanda
de nulidad vía correo certificado del Servicio Postal Mexicano está
condicionada a que el envío se efectúe en el lugar en que resida el
demandante, resulta constitucionalmente injustificada e incompatible
con las garantías judiciales reconocidas por la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.
En efecto, al tenor de lo dispuesto en los artículos 17 de la
Carta Magna, así como 8 y 25 de la citada Convención Americana
sobre Derechos Humanos, es una obligación del Estado mexicano
D.A. 564/2013
- 71 -
establecer para los gobernados tribunales donde se les administre
justicia pronta y expedita, emitiendo resoluciones de manera pronta,
completa e imparcial, a fin de garantizar el derecho fundamental de
que sean oídos, con las debidas garantías, por un órgano
jurisdiccional competente, en la determinación de sus derechos
civiles, laborales, fiscales o de cualquier otra clase; así como el de
contar con un recurso sencillo, rápido y efectivo que los proteja
contra actos que transgredan sus derechos fundamentales, dentro
de lo cual se encuentra el deber de desarrollar las posibilidades de
dicho recurso judicial.
A fin de garantizar el referido derecho de acceso a la justicia,
la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, en su
artículo 13, establece que el gobernado que desee controvertir algún
acto
de
la
Administración
Pública
Federal
puede
hacerlo
presentando una demanda que puede tramitarse en la vía
tradicional, por escrito ante la Sala del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa que resulte competente según la materia de
que se trate; o mediante el uso de las tecnologías de la información
y comunicación, es decir, en línea o internet, a través del Sistema de
Justicia en Línea creado por decreto publicado en el Diario Oficial de
la Federación el doce de junio de dos mil nueve.
Al efecto, el antepenúltimo párrafo del artículo en cuestión
establece que cuando el demandante tenga su domicilio fuera de la
población donde esté la sede de la Sala que deba conocer del
- 72 -
D.A. 564/2013
asunto, la demanda podrá enviarse a través de Correos de México
mediante correo certificado con acuse de recibo; sin embargo, el
precepto agrega que ello será posible siempre y cuando el envío se
efectúe en el lugar en que resida el demandante, quien podrá
señalar como domicilio para recibir notificaciones el ubicado en
cualquier parte del territorio nacional.
La primera parte de dicho párrafo es perfectamente
razonable, pues con ella se pretende evitar que los gobernados
tengan que trasladarse hasta el lugar donde esté la sede de la Sala
que deba conocer de su demanda, lo cual obedece además a que el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa no cuenta aún
con un número suficiente de Salas Regionales en el País como para
que siempre exista una geográficamente cercana a los ciudadanos;
con lo cual se busca facilitarles el acceso a la justicia contencioso
administrativa y evitarles los gastos que implicaría obligarlos a
trasladarse para presentar una demanda, procurando así que
aquélla sea accesible en la mayor medida posible.
La segunda parte del párrafo en cuestión, sin embargo,
injustificada e inexplicablemente acota la posibilidad de presentar
una demanda de nulidad a través del Servicio Postal Mexicano,
pues limita dicha posibilidad a la oficina de correos del lugar
que se considere la residencia del interesado, cuando en la práctica
puede existir un gran número de circunstancias por las cuales la
parte actora se encuentre, al momento en que deba presentar su
- 73 -
D.A. 564/2013
demanda de nulidad, en un lugar distinto de donde reside
regularmente.
Se estima injustificada dicha medida, pues no se advierte la
existencia de una causa objetiva y razonable para que se limite la
posibilidad de presentar una demanda por correo, pues hacerlo de
esa forma, desde un lugar u otro, en sí mismo no representa
ninguna ventaja indebida para el actor en perjuicio del demandado,
en tanto que no se traduce en la ampliación del término que tiene
para impugnar el acto en cuestión, ni en que quede eximido de
cumplir con los requisitos procesales correspondientes; y en cambio,
permitir que el gobernado presente una demanda de nulidad en la
oficina de correos que exista en el lugar donde se encuentre en un
momento determinado por razones de diversa naturaleza, o donde
decidió llevar a cabo su defensa legal, se traduce en una medida
efectiva para evitarle gastos innecesarios de traslado, pues
actualmente la norma lo obligaría a trasladarse a su lugar de
residencia a presentar la demanda por correo, o a la ciudad donde
se encuentre la sede de la Sala competente para entregarla
directamente, cuando se ha visto que el espíritu central de la norma,
así como de la Carta Magna y de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, es procurar una justicia accesible para todas
las personas en la máxima medida posible.
En otras palabras, no se advierte qué bien jurídico o
institución procesal se pretenda salvaguardar con la prohibición de
presentar la demanda en una oficina de correos distinta al del lugar
- 74 -
D.A. 564/2013
habitual de residencia del actor, y por el contrario el propio artículo
13, antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, establece que el actor podrá señalar
como domicilio para oír y recibir notificaciones el ubicado en
cualquier parte de la República, lo cual pone de manifiesto que
termina siendo un absurdo que se le exija presentar su demanda en
la oficina de correos de su lugar de residencia habitual –aunque en
el momento de hacerlo se encuentre fuera de él y deba trasladarse-,
pero en cambio pueda recibir notificaciones de la Sala, también por
correo certificado en los casos marcados por la ley, en cualquier
lugar del territorio nacional; máxime en una época donde muchas
personas encuentran su sustento en actividades económicas,
profesionales o comerciales que suelen llevar a cabo sin tener un
lugar fijo o estable que pueda considerarse como su residencia, y en
tal medida el Estado debe responder con normas que sean acordes
con una realidad económica, social y cultural de gran dinamismo,
enmarcada en un entorno globalizado, donde la geografía deja de
ser un punto de referencia importante para la determinación de los
derechos de los individuos.
Desde otra perspectiva, el precepto que se examina, en la
porción considerada inconstitucional, también limita indirectamente
la defensa del gobernado, pues si cuenta con poco tiempo para
preparar su demanda, y sólo podrá presentarla por correo en su
lugar de residencia, el precepto lo condiciona, finalmente, a que la
asesoría jurídica la busque sólo entre los profesionales del derecho
- 75 -
D.A. 564/2013
que existan en su lugar de residencia, aun cuando eventualmente
no sean los mejores; o bien se ve obligado a realizar un traslado
adicional para acudir a su lugar de residencia para enviar la
demanda por correo, lo cual hace que dicha exigencia se torne
innecesaria, exagerada y finalmente gravosa, tanto en lo económico
como en la disponibilidad de tiempo, que en estos casos es un
elemento de gran valor, porque es implacable y no se puede
manejar caprichosamente.
Es decir, si por alguna razón determinada el actor se
encuentra fuera de su lugar de residencia en el momento en que
se venza el término para promover una demanda de nulidad, la
porción normativa en cuestión revierte su finalidad de permitir un
más sencillo acceso a la justicia para los gobernados, pues en
tales casos lo obliga a trasladarse a su lugar habitual de
residencia para poder enviar su demanda por correo, lo cual haría
nugatorio el espíritu claramente garantista que inspira la primera
parte del artículo, sin que se advierta, se insiste, una razón
objetiva y palpable para no permitirle acudir a la oficina de correos
más cercana al lugar donde, por cualquier motivo, se encuentre
cuando deba presentar su demanda, sobre todo si ello, según se
ha dicho, no implicaría ningún desequilibrio procesal o algún
perjuicio concreto en perjuicio de su contraparte.
Al evaluar la constitucionalidad de distintas normas legales,
la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha hablado del principio
de proporcionalidad, señalando que con él se busca asegurar que el
poder público actúe sin excederse en el ejercicio de sus funciones y
- 76 -
D.A. 564/2013
que es aplicable a toda actividad del Estado, incluida la legislativa, y
que para comprobar si alguna norma observa el referido principio
debe realizarse un examen donde se pondere lo siguiente:
a) el fin y la idoneidad: consiste en determinar si la
interferencia al derecho fundamental que se restringe persigue un fin
constitucionalmente legítimo y si esa medida aflictiva, restrictiva o
limitativa, es idónea para la finalidad buscada;
b) la necesidad: parámetro que lleva a establecer si la
medida cuestionada, dentro de las alternativas fácticas posibles, es
la menos gravosa o restrictiva hacia el principio o derecho
fundamental afectado por la intervención (intervención mínima); y,
c) proporcionalidad: debe quedar acreditado que la medida
es cualitativamente de mayor beneficio o igual al perjuicio que se
ocasiona al derecho fundamental.
Tales consideraciones se pueden derivar de la siguiente tesis
aislada de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación:
Décima Época
Registro: 2003975
Instancia: Primera Sala
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
D.A. 564/2013
- 77 -
Libro XXII, Julio de 2013, Tomo 1
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a. CCXV/2013 (10a.)
Página: 557
“DERECHOS
HUMANOS.
REQUISITOS
PARA
RESTRINGIRLOS O SUSPENDERLOS CONFORME A LOS
ARTÍCULOS 1o. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y 30 DE LA CONVENCIÓN
AMERICANA
SOBRE
DERECHOS
HUMANOS.
Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que no
existen derechos humanos absolutos, por ello, conforme al artículo
1o., párrafo primero, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, reformado mediante decreto publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011, aquéllos
pueden restringirse o suspenderse válidamente en los casos y con
las condiciones que la misma Ley Fundamental establece. En este
sentido, el artículo 30 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos establece que las restricciones permitidas al goce y
ejercicio de los derechos y las libertades reconocidas en ésta no
pueden aplicarse sino conforme a las leyes dictadas en razón del
interés general y de acuerdo con el propósito para el cual han sido
establecidas.
Sin
embargo,
la
regulación
normativa
que
establezca los supuestos por los cuales se restrinjan o
suspendan los derechos humanos no puede ser arbitraria, sino
que los límites previstos en los invocados ordenamientos sirven
como elementos que el juez constitucional debe tomar en cuenta
para considerarlas válidas. En ese contexto, de la interpretación
armónica y sistemática de los artículos citados se concluye que los
requisitos para considerar válidas las restricciones o la
suspensión de derechos, son: a) que se establezcan en una ley
formal y material (principio de reserva de ley) dictada en razón del
interés general o público, en aras de garantizar los diversos
D.A. 564/2013
- 78 -
derechos de igualdad y seguridad jurídica (requisitos formales); y, b)
que superen un test de proporcionalidad, esto es, que sean
necesarias;
que
persigan
constitucionalmente
ponderables
en
legítima
una
un
interés
y
sociedad
que
o
sean
una
finalidad
razonables
democrática
y
(requisitos
materiales)”.
Empleando tal metodología, este órgano colegiado advierte
que el artículo 13, antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, en la parte en que limita
la presentación de una demanda de nulidad por correo al lugar
donde habitualmente resida el interesado, no resiste el referido test
de proporcionalidad, puesto que no se advierte cuál pudiera ser el
fin constitucionalmente válido o legítimo que se persiga con tal
limitación al derecho fundamental de acceso a la justicia, y no
existiendo tal finalidad, menos puede determinarse si la medida
controvertida sea apta para conseguirlo; si pudiera existir una
menos gravosa para lograrlo bajo el principio de mínima
intervención; o si tal medida procure algún beneficio mayor que
justifique la intervención o limitación del derecho que en principio
tiene todo gobernado para presentar una demanda de nulidad por
correo a fin de no trasladarse hasta la sede del órgano jurisdiccional
correspondiente.
Para robustecer las anteriores consideraciones, conviene
tener presente que la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
al resolver el caso Castañeda Gutman Vs. Estados Unidos
Mexicanos, el seis de agosto de dos mil ocho, en relación con el
D.A. 564/2013
- 79 -
derecho de acceso a la justicia o garantías judiciales, dijo lo
siguiente:
“106. A efectos de cumplir su obligación convencional de
establecer en el ordenamiento jurídico interno un recurso efectivo
en los términos de la Convención, los Estados deben promover
recursos accesibles a toda persona para la protección de sus
derechos. Si una determinada acción es el recurso destinado por
la ley para obtener la restitución del derecho que se considera
violado, toda persona que sea titular de dicho derecho debe
tener la posibilidad real de interponerlo…”.
Y que en el caso Mohamed Vs. Argentina, resuelto el
veintitrés de noviembre de dos mil doce, agregó lo siguiente en
torno al derecho fundamental consagrado en el artículo 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos:
“99. La Corte ha sostenido que el artículo 8.2.h de la Convención
se refiere a un recurso ordinario accesible y eficaz[92].Ello
supone que debe ser garantizado antes de que la sentencia
adquiera la calidad de cosa juzgada[93]. La eficacia del recurso
implica que debe procurar resultados o respuestas al fin para el
cual fue concebido[94]. Asimismo, el recurso debe ser
accesible,
esto
es,
que
no
debe
requerir
mayores
complejidades que tornen ilusorio este derecho[95]. En ese
sentido, la Corte estima que las formalidades requeridas para
que el recurso sea admitido deben ser mínimas y no deben
constituir un obstáculo para que el recurso cumpla con su fin de
examinar y resolver los agravios sustentados por el recurrente”.
- 80 -
D.A. 564/2013
Orientado por todos esos criterios, y conforme a los
razonamientos anteriormente expuestos, este órgano colegiado
insiste en que el artículo 13, antepenúltimo párrafo, de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, en la porción
que limita la posibilidad de presentar una demanda de nulidad por
correo al lugar donde habitualmente resida el actor, resulta violatorio
de los derechos humanos reconocidos por los artículos 17 de la
Constitución General de la República, así como 8 y 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en tanto que se
trata de una medida que sin perseguir un fin constitucionalmente
legítimo, limita el acceso a la justicia contencioso administrativa de
los gobernados al sujetarlos, en su caso, a enviarla por correo
desde el lugar en que habitualmente residan. De ahí lo fundado de
los conceptos de violación en estudio.
Finalmente, cabe agregar que no se consideran un obstáculo
para llegar a las anteriores conclusiones, las siguientes tesis
aisladas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:
Novena Época
Registro: 173056
Instancia: Primera Sala
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXV, Marzo de 2007
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: 1a. LXXIV/2007
Página: 259
D.A. 564/2013
- 81 -
“DEMANDA DE NULIDAD ENVIADA POR CORREO
CERTIFICADO. EL ARTÍCULO 207, SEGUNDO PÁRRAFO, DEL
CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN VIGENTE HASTA EL 31
DE
DICIEMBRE
DEPOSITARSE
DE
EN
2005,
EL
AL
DISPONER
LUGAR
DONDE
QUE
DEBE
RESIDE
EL
DEMANDANTE, NO TRANSGREDE EL DERECHO A LA TUTELA
JURISDICCIONAL. El citado precepto al disponer que cuando la
demanda de nulidad se envíe por correo certificado debe
depositarse en la oficina del Servicio Postal Mexicano del lugar en
que reside el demandante, cuando éste tenga su domicilio en un
lugar distinto al de la sede de la Sala Fiscal que deba conocer de la
controversia, no transgrede el derecho a la tutela jurisdiccional
contenido en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en virtud de que se trata de un requisito de
procedibilidad razonable para iniciar el procedimiento administrativo
que no impide que los afectados hagan valer un medio jurídico de
defensa, ni retarda arbitraria o indefinidamente la función de
administrar justicia. Por el contrario, si se permitiera enviar la
demanda desde un lugar distinto al del domicilio del demandante o
al de residencia de la Sala respectiva, se entorpecería la función
jurisdiccional por el tiempo que perdería el actor en trasladarse o por
el tiempo que tardaría en llegar a la Sala competente; de ahí que
lejos de obstaculizar su derecho de acceso a la justicia, el aludido
requisito la hace expedita”.
- 82 -
D.A. 564/2013
Séptima Época
Registro: 232211
Instancia: Pleno
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Volumen 193-198, Primera Parte
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Tesis:
Página:
68
Genealogía:
Informe 1985, Primera Parte, Pleno, tesis 20, página 392.
“CORREO, DEMANDA DE NULIDAD INTERPUESTA POR.
CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN (REFORMADO POR
DECRETO DE 29 DE DICIEMBRE DE 1978) SU ARTÍCULO 192
NO ES VIOLATORIO DE LA GARANTÍA CONTENIDA EN EL
ARTÍCULO 17 CONSTITUCIONAL. El artículo 17 constitucional, al
disponer que "los tribunales estarán expeditos para administrar
justicia en los plazos y términos que fije la ley", concede al legislador
ordinario la facultad de determinar en las leyes respectivas los
referidos plazos y términos. Es decir, sin contravenir el precepto
constitucional, el legislador puede señalar el procedimiento en la
función encomendada a los tribunales. De esta manera, si el artículo
192 del Código Fiscal de la Federación, reformado por decreto,
publicado en el Diario Oficial de la Federación de 29 de diciembre
de 1978, dispone que, cuando se haga uso del servicio postal, las
demandas de los juicios de nulidad ante el Tribunal Fiscal de la
Federación deben enviarse desde el lugar en que resida el actor, no
por ello contraviene lo dispuesto por el artículo 17 constitucional,
pues no entorpece la impartición de justicia, ya que de ninguna
manera se impide a los afectados que hagan valer un medio jurídico
de defensa, ni se retarda arbitraria o indefinidamente la función de
- 83 -
D.A. 564/2013
administrar justicia. Es más, si se permitiera enviar la demanda
desde un lugar distinto al de su domicilio y al de residencia del
tribunal respectivo, se entorpecería la función jurisdiccional por el
tiempo que perdería el actor en trasladarse a una ciudad para desde
ahí enviar su demanda; por lo tanto, el precepto legal que se
impugna, lejos de obstaculizar la administración de justicia, la hace
expedita conforme al artículo 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Además, si el legislador está facultado
para establecer los plazos y términos en que se debe administrar
justicia, este Alto Tribunal estima que el artículo 192 del Código
Fiscal de la Federación, al disponer que las demandas que se
envíen por correo deben remitirse desde el lugar en que resida el
actor, no contraviene la disposición contenida en el artículo 17
constitucional, puesto que no contiene una negación de impartir
justicia ni entorpece la función jurisdiccional, sino más bien regula
uno de los "términos" o requisitos a que se refiere el precepto
fundamental citado, que desde luego puede ser constitucionalmente
fijado por el legislador ordinario”.
Octava Época
Registro: 206365
Instancia: Segunda Sala
Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Núm. 77, Mayo de 1994
Materia(s): Administrativa
Tesis: 2a./J. 2/94
Página:
21
“DEMANDA DE NULIDAD. SU ENVIO POR CORREO
CERTIFICADO DEBE EFECTUARSE EN EL LUGAR EN QUE
TENGA SU DOMICILIO EL DEMANDANTE. El artículo 207,
- 84 -
D.A. 564/2013
párrafo segundo, del Código Fiscal de la Federación, establece en
términos precisos, claros y terminantes que cuando el actor tenga
su domicilio fuera de la población donde esté la sede de la Sala,
éste puede enviar su demanda por correo certificado, con acuse
de recibo, "siempre que el envío se efectúe en el lugar en que
resida el demandante". Por consiguiente, no cabe la afirmación de
que es irrelevante el que la demanda sea depositada "en la
Administración de Correos de una población distinta a la del
domicilio del actor", ya que ello es contrario a la correcta
interpretación del numeral en cita y desvirtúa la razón y finalidad
de la norma”.
Se dice lo anterior, toda vez que dichos criterios, además de
no estar expresamente referidos al artículo 13, antepenúltimo
párrafo, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, fueron emitidos por la Suprema Corte de Justicia de
la Nación antes de que fuera expedida la reforma constitucional en
materia de derechos humanos, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el diez de junio de dos mil once, y de que la Corte
Interamericana de Derechos Humanos emitiera la sentencia en el
caso Rosendo Radilla Pacheco contra México, antes referida; de las
cuales ha surgido en el país un nuevo paradigma de protección de
los derechos fundamentales del individuo, según el cual todas las
personas gozarán tanto de las prerrogativas reconocidas por la
- 85 -
D.A. 564/2013
Carta Magna, como por los tratados internacionales de los que
México sea parte, quedando obligadas todas las autoridades a
interpretar las normas relativas a aquéllos favoreciendo en todo
tiempo a las personas la protección más amplia, paradigma
novedoso que ha llevado a este órgano colegiado a considerar
inconstitucional e inconvencional la limitante contenida en la porción
normativa del precepto antes examinado, por restringir, sin un fin
constitucionalmente válido, la posibilidad de presentar una demanda
de nulidad por correo en aquellos casos en que el gobernado no
resida en el mismo lugar que la Sala del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa que deba conocer del asunto.
Por lo demás, también se disiente, respetuosamente, del
criterio contenido en tales tesis, pues la limitante en cuestión, de
presentar la demanda de nulidad sólo en la oficina de correos del
lugar donde resida el interesado, no se considera razonable, según
se ha explicado, pues en aquellos casos en los que éste se
encuentre fuera de su lugar habitual de residencia cuando deba
presentar una demanda de nulidad -por razones personales,
laborales, profesionales o de cualquier otra clase-, se le obliga a
trasladarse a aquél para ingresarla a la oficina de correos, o a acudir
directamente ante la Sala competente, con los costos económicos y
de tiempo que ello implica, sin que ello impida que desde luego
D.A. 564/2013
- 86 -
presente la demanda por correo en el lugar donde resida, de serle
así conveniente, como lo prevé el precepto a estudio, retardando en
tales supuestos la administración de justicia; de ahí que en tales
casos el precepto en estudio termine siendo un obstáculo para el
goce de este derecho fundamental.
En tales condiciones, lo procedente es conceder al quejoso
el amparo y la protección de la Justicia Federal que solicita, para el
efecto de que la Sala responsable deje insubsistente la resolución
reclamada, y en su lugar emita otra, en la que resuelva la
reclamación interpuesta por el actor contra el desechamiento de su
demanda, absteniéndose de aplicar la porción normativa del artículo
13, antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso
Administrativo,
que
aquí
ha
sido
declarada
inconstitucional e inconvencional; con lo cual resulta ya innecesario
el examen de los demás argumentos hechos valer.
Por lo expuesto y con fundamento además en los artículos
76, 77, 79 y 80 de la Ley de Amparo, se
RESUELVE:
- 87 -
D.A. 564/2013
ÚNICO.- La Justicia de la Unión ampara y protege a **********,
en contra de la autoridad y por el acto precisados en el primer
resultando de esta ejecutoria, para los efectos indicados en su
último considerando.
Notifíquese, personalmente al quejoso; con testimonio de
esta resolución vuelvan los autos a la Sala de su origen, y en su
oportunidad archívese el expediente, en el entendido de que
conforme al punto Vigésimo Primero, fracción III, del Acuerdo
General Conjunto número 2/2009, de los Plenos de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura
Federal, relativo a la transferencia, digitalización, depuración y
destrucción de los expedientes generados en los Tribunales
Colegiados de Circuito, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el día quince de diciembre de dos mil nueve, este
expediente es susceptible de depuración.
Así, por mayoría de votos de los señores Magistrados
Humberto Suárez Camacho (Presidente) y Ma. Antonieta Azuela de
Ramírez (Ponente), con el voto en contra del Magistrado Gaspar
Paulín Carmona, quien lo formula por separado; lo resolvieron y
firman los integrantes del Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, ante la Secretaria de Acuerdos,
quien autoriza y da fe.
MAGISTRADO PRESIDENTE:
- 88 -
D.A. 564/2013
LIC. HUMBERTO SUÁREZ CAMACHO.
MAGISTRADA PONENTE:
LIC. MA. ANTONIETA AZUELA DE RAMÍREZ.
MAGISTRADO:
LIC. GASPAR PAULÍN CARMONA
SECRETARIA DE ACUERDOS:
LIC. MARÍA LORENA GARCÍA GUTIÉRREZ.
D.A. 564/2013
- 89 -
VOTO PARTICULAR QUE FORMULA EL MAGISTRADO
GASPAR
PAULÍN
CARMONA,
EN
EL
D.A.
**********,
PROMOVIDO POR **********.
El que suscribe respetuosamente disiente del criterio de la
mayoría, habida cuenta que en el particular considero que el
artículo 13, antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo no vulnera el derecho a
la tutela jurisdiccional, y en especial, el acceso efectivo a la
impartición de justicia que prevé el precepto 17 de nuestra Carta
Magna, ni el numeral 25 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.
Ello se asevera, pues si bien es cierto que dicha porción
normativa establece una limitante en cuanto a que la posibilidad
de presentar una demanda de nulidad vía correo certificado está
condicionada a que el envío se efectúe en el lugar en que resida
el demandante; no menos exacto lo es que dicho requisito de
procedibilidad se considera razonable en la medida en que se
estableció como un beneficio para los gobernados al ser una
opción alterna a la regla general consistente en que la demanda
debe
ser
presentada
directamente
ante
la
sala
regional
competente.
Además, se debe tomar en cuenta la finalidad del legislador
al establecer dicho beneficio que consistió en desaparecer la
desigualdad en que se encontraban los gobernados que no
residieran en el lugar donde la sala tuviera su domicilio, con los
que sí viven ahí.
Ahora, para poner de manifiesto el por qué desde mi punto
de vista el precepto en cuestión no vulnera el derecho a la tutela
jurisdiccional, en primer término conviene establecer que éste se
- 90 -
D.A. 564/2013
encuentra constitucionalmente establecido en el segundo párrafo
del artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como en diversos instrumentos internacionales
adoptados por nuestro país, como el artículo 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y los artículos 8 y 25
de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos.
En nuestro ámbito interno, el Alto Tribunal del país lo ha
definido como el derecho público subjetivo que toda persona
tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para
acceder de manera expedita —esto es, sin obstáculos— a
tribunales independientes e imparciales, a plantear una pretensión
o defenderse de ella, con el fin de que a través de un proceso en
el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la
pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa decisión.
En esa misma línea de análisis, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos se ha pronunciado al definir en el artículo 25
del Pacto de San José que, entre otros aspectos, el derecho a la
protección judicial, en términos amplios, implica una “obligación a
cargo de los Estados de ofrecer, a todas las personas sometidas
a su jurisdicción, un recurso judicial efectivo contra actos
violatorios de sus derechos fundamentales… no sólo respecto de
los derechos contenidos en la Convención, sino también de
aquéllos que estén reconocidos por la Constitución o por la ley”.
Con base en lo antes expuesto, es de concluirse que la
prevención de que los órganos jurisdiccionales deban estar
expeditos para impartir justicia en los plazos y términos que fijen
las leyes, significa que el poder público no puede, en principio,
supeditar el acceso a los tribunales a condición alguna, pues ésta
constituiría un obstáculo entre los gobernados y los tribunales. Sin
embargo, cabe subrayar que ello no quiere decir que el legislador
D.A. 564/2013
- 91 -
bajo ninguna circunstancia pueda establecer límites al derecho a
la tutela judicial, pues ello nos llevaría al absurdo de limitar el
propio derecho de que se habla junto con otras garantías
constitucionales.
Ahora, en cuanto a los parámetros constitucionales que
determinan los límites a la potestad legislativa para restringir el
referido derecho a la justicia, debe decirse que la Suprema Corte
de Justicia de la Nación ya ha determinado que si bien éste puede
verse
conculcado
por
normas
que
impongan
requisitos
impeditivos u obstaculizadores del acceso a la jurisdicción, los
cuales
resultan
innecesarios,
excesivos
y
carecen
de
razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que
lícitamente puede perseguir el legislador y que, por ende, resultan
inconstitucionales.
No obstante, ha dicho que no todos los requisitos para el
acceso al proceso pueden ser declarados inconstitucionales,
como ocurre con aquellos que, respetando el contenido de este
derecho fundamental, están enderezados a preservar otros
derechos, bienes o intereses constitucionalmente protegidos y
guardan la adecuada proporcionalidad con la finalidad perseguida,
como es el caso del cumplimiento de los plazos legales, el de
agotar los recursos ordinarios previos antes de ejercer cierto tipo
de acciones o el de la previa consignación de fianzas o depósitos.
En ese orden de ideas, dijo que la reserva de ley
establecida en el artículo 17 constitucional, por la que se previene
que la impartición de justicia debe darse en los “plazos y términos
que fijen las leyes”, responde a una exigencia razonable
consistente en la necesidad de ejercitar la acción en un lapso y
forma determinada, de manera que de no ser respetados, podría
entenderse caducada, prescrita o precluida o que no existe interés
- 92 -
D.A. 564/2013
en ejercitar la facultad de excitar la actuación de los tribunales,
concluyendo que lo anterior era un legítimo presupuesto procesal
que no lesiona el derecho a la tutela judicial efectiva, siempre y
cuando las condiciones impuestas por el legislador no constituyan
estorbos entre los justiciables y la acción de los tribunales como
por ejemplo, al establecer plazos notoriamente breves que hagan
impracticable el ejercicio de las acciones o al fijar plazos
indeterminados o requisitos excesivos sujetos a la discreción de la
autoridad judicial, que dificulten el ejercicio de las acciones.
Además, nuestro Máximo Tribunal ha establecido que esa
facultad del legislador tampoco es absoluta, pues los límites que
imponga deben encontrar justificación constitucional, de tal forma
que sólo pueden imponerse cuando mediante ellos se tienda al
logro de un objetivo que el legislador considere de mayor
jerarquía constitucional.
Ello se advierte de la jurisprudencia P.J. 113/2001, emitida
por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, tomo XIV, Septiembre de 2001, página 5, que dispone:
“JUSTICIA, ACCESO A LA. LA POTESTAD QUE SE
OTORGA AL LEGISLADOR EN EL ARTÍCULO 17 DE LA
CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPÚBLICA, PARA FIJAR
LOS PLAZOS Y TÉRMINOS CONFORME A LOS CUALES
AQUÉLLA SE ADMINISTRARÁ NO ES ILIMITADA, POR LO
QUE LOS PRESUPUESTOS O REQUISITOS LEGALES QUE
SE ESTABLEZCAN PARA OBTENER ANTE UN TRIBUNAL
UNA RESOLUCIÓN SOBRE EL FONDO DE LO PEDIDO
DEBEN ENCONTRAR JUSTIFICACIÓN CONSTITUCIONAL. De
la interpretación de lo dispuesto en el artículo 17, párrafo
segundo, de la Constitución General de la República se advierte
- 93 -
D.A. 564/2013
que en ese numeral se garantiza a favor de los gobernados el
acceso efectivo a la justicia, derecho fundamental que consiste en
la posibilidad de ser parte dentro de un proceso y a promover la
actividad jurisdiccional que, una vez cumplidos los respectivos
requisitos procesales, permita obtener una decisión en la que se
resuelva sobre las pretensiones deducidas, y si bien en ese
precepto se deja a la voluntad del legislador establecer los plazos
y términos conforme a los cuales se administrará la justicia, debe
estimarse que en la regulación respectiva puede limitarse esa
prerrogativa fundamental, con el fin de lograr que las instancias de
justicia constituyan el mecanismo expedito, eficaz y confiable al
que los gobernados acudan para dirimir cualquiera de los
conflictos que deriven de las relaciones jurídicas que entablan,
siempre y cuando las condiciones o presupuestos procesales que
se establezcan encuentren sustento en los diversos principios o
derechos consagrados en la propia Constitución General de la
República; por ende, para determinar si en un caso concreto la
condición o presupuesto procesal establecidos por el legislador
ordinario se apegan a lo dispuesto en la Norma Fundamental
deberá tomarse en cuenta, entre otras circunstancias, la
naturaleza de la relación jurídica de la que derivan las
prerrogativas cuya tutela se solicita y el contexto constitucional en
el que ésta se da.”
Además, la existencia de determinadas formas y plazos
concretos para acceder a la justicia, no tiene su origen en una
intención caprichosa del constituyente de dotar al legislador
ordinario con un poder arbitrario. Por el contrario, responde a la
intención de aquél de facultar a éste para que pueda establecer
mecanismos que garanticen el respeto a las garantías de
seguridad jurídica y dentro de éstas, la de legalidad e igualdad en
los procedimientos.
D.A. 564/2013
- 94 -
Manifestándose dichas garantías en la posibilidad de que
los gobernados tengan certeza de que su situación jurídica no
será
modificada
más
que
por
procedimientos
regulares,
establecidos previamente, es decir, bajo los términos y plazos que
determinen las leyes, como lo establece el precitado artículo 17
constitucional. De esta forma, se dota al legislador ordinario con la
facultad de emitir normas procesales mediante las cuales se
regulen los modos y condiciones para la actuación de los sujetos
de la relación jurídica procesal que nace con éste.
Entonces, esas condiciones que se establecen previniendo
los posibles conflictos que puedan darse, son mecanismos que
sirven para preservar la seguridad jurídica de los implicados en la
tutela jurisdiccional. Así, el solicitante sabrá exactamente cuándo,
dónde
y ante quién debe ejercer su derecho, así como los
requisitos que debe reunir para hacerlo, los plazos para ofrecer y
desahogar sus pruebas, etcétera.
En este punto cabe destacar que dentro de esas
condiciones se encuentra la del lugar de presentación de los
medios de acceso a la justicia, el cual, como se ha referido,
compete al legislador establecer en cada una de las leyes que
regulen la presentación y sustanciación de algún medio de
defensa legal.
Luego, con base en lo hasta aquí expuesto se puede
concluir que el derecho a la garantía jurisdiccional reside en la
prohibición del Poder Legislativo para restringir el derecho a la
justicia si los requisitos impeditivos u obstaculizadores del acceso
a la jurisdicción, resultan innecesarios, excesivos y carecen de
razonabilidad o proporcionalidad, respecto de los fines que
lícitamente pueden perseguir como lo es la protección de la
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D.A. 564/2013
garantía jurisdiccional o la salvaguarda de los demás derechos
constitucionalmente protegidos.
Sin embargo, en el particular considero que el hecho de
que el antepenúltimo párrafo del artículo 13 de la Ley Federal de
Procedimiento
Contencioso
Administrativo
establezca
la
posibilidad de depositar la demanda de nulidad exclusivamente en
la oficina del Servicio Postal Mexicano del lugar en que reside el
demandante, cuando tenga su domicilio fuera de la población
donde se ubica la sede de la sala, no entorpece en modo alguno
el acceso oportuno a la impartición de justicia, ya que no se
impide a los afectados que hagan valer un medio jurídico de
defensa, ni se retarda arbitraria o indefinidamente la función de
administrar justicia.
Además, si como se puso de manifiesto en supralíneas, el
legislador está facultado para establecer los plazos y términos en
que se debe impartir justicia, en esa virtud es que se afirma que el
artículo impugnado no contiene un obstáculo jurídico o material
insuperable que implique una negación de acceder ante un
órgano jurisdiccional federal que analice su acción y pretensiones
jurídicas, a fin de dirimir la controversia que en su caso se suscite
entre las partes, sino más bien se trata de uno de los “términos”,
requisitos o formalidades que el propio artículo 17 constitucional,
dispone que se deben establecer en las leyes secundarias.
Por tanto, si las hipótesis establecidas en el precepto cuyo
análisis nos ocupa, son tan claras que no dejan lugar a duda
alguna sobre lo que debe hacer quien quiera presentar una
demanda de un juicio de nulidad en el ámbito federal, en esa
virtud es que se sostiene que no se deja en estado de indefensión
al promovente que desee inconformarse contra una resolución
administrativa.
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- 96 -
Se suma a lo anterior, que tal como lo expuse en la sesión
correspondiente, el hecho de que en el caso en estudio la
demanda del quejoso se presentó ante una oficina de correos
distinta al del domicilio que señaló convencionalmente en su texto,
lo cual acertadamente se determinó por la responsable, no da
lugar a interrumpir el plazo respectivo; motivo por el cual la sala
declaró que se presentó extemporáneamente; situación fáctica en
la cual subyace el error del promovente; pero de ella, no es
jurídicamente
válido
que
se
analice
y
determine
la
convencionalidad o constitucionalidad del precepto impugnado, el
cual sólo debe ser examinado tomando en cuenta su texto,
contenido y alcance para establecer si pugna o no con la
Constitución o con los Tratados Internacionales suscritos por el
Estado Mexicano.
Las anteriores consideraciones las sustento en los criterios
que respecto al tema que nos ocupa ya ha emitido nuestro
Máximo Tribunal en diversas ocasiones y desde diferentes
épocas, tal como se desprende de la tesis emitida por el Pleno de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en el
Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Volúmenes
193-198, Primera Parte, página 68, que dispone:
“CORREO, DEMANDA DE NULIDAD INTERPUESTA
POR. CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN (REFORMADO
POR DECRETO DE 29 DE DICIEMBRE DE 1978) SU ARTÍCULO
192 NO ES VIOLATORIO DE LA GARANTÍA CONTENIDA EN
EL
ARTÍCULO
17
CONSTITUCIONAL.
El
artículo
17
constitucional, al disponer que ‘los tribunales estarán expeditos
para administrar justicia en los plazos y términos que fije la ley’,
concede al legislador ordinario la facultad de determinar en las
leyes respectivas los referidos plazos y términos. Es decir, sin
contravenir el precepto constitucional, el legislador puede señalar
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D.A. 564/2013
el procedimiento en la función encomendada a los tribunales. De
esta manera, si el artículo 192 del Código Fiscal de la Federación,
reformado por decreto, publicado en el Diario Oficial de la
Federación de 29 de diciembre de 1978, dispone que, cuando se
haga uso del servicio postal, las demandas de los juicios de
nulidad ante el Tribunal Fiscal de la Federación deben enviarse
desde el lugar en que resida el actor, no por ello contraviene lo
dispuesto por el artículo 17 constitucional, pues no entorpece la
impartición de justicia, ya que de ninguna manera se impide a los
afectados que hagan valer un medio jurídico de defensa, ni se
retarda arbitraria o indefinidamente la función de administrar
justicia. Es más, si se permitiera enviar la demanda desde un
lugar distinto al de su domicilio y al de residencia del tribunal
respectivo, se entorpecería la función jurisdiccional por el tiempo
que perdería el actor en trasladarse a una ciudad para desde ahí
enviar su demanda; por lo tanto, el precepto legal que se
impugna, lejos de obstaculizar la administración de justicia, la
hace expedita conforme al artículo 17 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos. Además, si el legislador está
facultado para establecer los plazos y términos en que se debe
administrar justicia, este Alto Tribunal estima que el artículo 192
del Código Fiscal de la Federación, al disponer que las demandas
que se envíen por correo deben remitirse desde el lugar en que
resida el actor, no contraviene la disposición contenida en el
artículo 17 constitucional, puesto que no contiene una negación
de impartir justicia ni entorpece la función jurisdiccional, sino más
bien regula uno de los ‘términos’ o requisitos a que se refiere el
precepto fundamental citado, que desde luego puede ser
constitucionalmente fijado por el legislador ordinario.”
Así como en la diversa jurisprudencia 2a./J. 2/94 emitida
por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, visible en la Gaceta del Semanario Judicial de la
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Federación, Octava Época, Número 77, mayo de 1994, página 21,
de rubro y texto siguientes:
“DEMANDA DE NULIDAD. SU ENVIO POR CORREO
CERTIFICADO DEBE EFECTUARSE EN EL LUGAR EN QUE
TENGA SU DOMICILIO EL DEMANDANTE. El artículo 207,
párrafo segundo, del Código Fiscal de la Federación, establece en
términos precisos, claros y terminantes que cuando el actor tenga
su domicilio fuera de la población donde esté la sede de la Sala,
éste puede enviar su demanda por correo certificado, con acuse
de recibo, ‘siempre que el envío se efectúe en el lugar en que
resida el demandante’. Por consiguiente, no cabe la afirmación de
que es irrelevante el que la demanda sea depositada ‘en la
Administración de Correos de una población distinta a la del
domicilio del actor’, ya que ello es contrario a la correcta
interpretación del numeral en cita y desvirtúa la razón y finalidad
de la norma.”
Y, finalmente, en la tesis aislada 1a. LXXIV/2007, emitida
por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
tomo XXV, marzo de 2007, página 259, que dispone:
“DEMANDA DE NULIDAD ENVIADA POR CORREO
CERTIFICADO. EL ARTÍCULO 207, SEGUNDO PÁRRAFO, DEL
CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN VIGENTE HASTA EL 31
DE
DICIEMBRE
DEPOSITARSE
DE
EN
2005,
EL
AL
DISPONER
LUGAR
DONDE
QUE
DEBE
RESIDE
EL
DEMANDANTE, NO TRANSGREDE EL DERECHO A LA
TUTELA JURISDICCIONAL. El citado precepto al disponer que
cuando la demanda de nulidad se envíe por correo certificado
debe depositarse en la oficina del Servicio Postal Mexicano del
lugar en que reside el demandante, cuando éste tenga su
- 99 -
D.A. 564/2013
domicilio en un lugar distinto al de la sede de la Sala Fiscal que
deba conocer de la controversia, no transgrede el derecho a la
tutela jurisdiccional contenido en el artículo 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en virtud de que se
trata de un requisito de procedibilidad razonable para iniciar el
procedimiento administrativo que no impide que los afectados
hagan valer un medio jurídico de defensa, ni retarda arbitraria o
indefinidamente la función de administrar justicia. Por el contrario,
si se permitiera enviar la demanda desde un lugar distinto al del
domicilio del demandante o al de residencia de la Sala respectiva,
se entorpecería la función jurisdiccional por el tiempo que perdería
el actor en trasladarse o por el tiempo que tardaría en llegar a la
Sala competente; de ahí que lejos de obstaculizar su derecho de
acceso a la justicia, el aludido requisito la hace expedita.”
Sin que en el caso se comparta la decisión de la mayoría
de estimar que dichos criterios no resultan aplicables, pues si bien
es cierto que los mismos expresamente no están referidos al
artículo materia de análisis constitucional y convencional (ordinal
13, antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo); empero, la hipótesis normativa
resulta ser la misma en todos y cada uno de los criterios antes
mencionados.
Se afirma lo anterior pues respecto del primero de ellos el
artículo 192 del Código Fiscal de la Federación, reformado por
decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de
veintinueve de diciembre de mil novecientos setenta y ocho,
disponía que cuando se hiciera uso del servicio postal, las
demandas de los juicios de nulidad ante el Tribunal Fiscal de la
Federación debían enviarse desde el lugar en que resida el actor.
- 100 -
D.A. 564/2013
Por su parte, el ordinal 207, párrafo segundo, del código en
comento vigente hasta el treinta y uno de diciembre de dos mil
cinco, establecía que cuando la demanda de nulidad se enviara
por correo certificado, debía depositarse en la oficina del Servicio
Postal Mexicano del lugar en que reside el demandante, cuando
éste tenga su domicilio en un lugar distinto al de la sede de la sala
fiscal que deba conocer de la controversia.
Lo expuesto pone de relieve que no es óbice el hecho de
que en los criterios antes transcritos no se haya analizado
específicamente el precepto que ahora se tilda de inconstitucional
e inconvencional, pues en éstos nuestro Máximo Tribunal ha
analizado la misma hipótesis que ahora se controvierte y ha
determinado que no resulta contraria a lo establecido en el
artículo 17 constitucional.
No se soslaya el hecho de que dichos criterios fueron
emitidos antes de la reforma constitucional en materia de
derechos humanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación
el diez de junio de dos mil once y de que la Corte Interamericana
de Derechos Humanos emitiera la sentencia en el caso Rosendo
Radilla Pacheco contra México; sin embargo, el nuevo paradigma
de protección de los derechos humanos que ha surgido en el país
con motivo de ello, no se considera un argumento suficientemente
válido para cambiar el criterio que respecto al tema que ahora nos
ocupa ha definido nuestro Máximo Tribunal, dado que inclusive la
limitación de presentar una demanda fuera de la jurisdicción de la
sala competente, en un lugar diverso al del domicilio del actor, sí
tiene justificación constitucional y es compatible con las garantías
judiciales, ya que se parte de una premisa equívoca, en vista de
que en la especie no se trata de una restricción o suspensión de
derechos como lo sostiene la mayoría, de tal modo que tengan
que cumplirse los requisitos que señala la tesis de la Primera Sala
D.A. 564/2013
- 101 -
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación [1a. CCXV/2013
(10a.)], y sobremanera el de proporcionalidad. Aun cuando basta
el examen de la norma en comento para colegir que sí tiene un fin
constitucionalmente válido que es el de evitar que el demandante
ejerza de manera caprichosa o arbitraria el lugar en el cual
presentará su demanda en una oficina de correos en detrimento
de la seguridad jurídica de las partes para conocer la verdadera
ubicación de su contraria y estar en aptitud de precisar si se
ejerció
oportunamente
la
acción
correspondiente,
siendo
razonable que cumpla con una carga procesal que es superable,
pues basta que la presente en uno u otro lugar; es decir, en la
sede jurisdiccional del tribunal del conocimiento competente o en
la oficina de correos más próxima a su domicilio.
Máxime que en la tesis 1a. LXXIV/2007, emitida por la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se
analizó dicha hipótesis normativa, sin soslayar lo establecido por
el artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y los criterios que respecto al derecho a la tutela
jurisdiccional ha establecido la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, tal como se advierte de la ejecutoria que dio origen a
dicho criterio; sin embargo, pese a ello, la Sala de nuestro Máximo
Tribunal concluyó que el requisito de procedibilidad consistente en
que la demanda de nulidad sea presentada sólo en la oficina de
correos del lugar donde resida el interesado, es razonablemente
válido, contrario a lo que dijo la mayoría.
Además, considero que en el presente se resolvió un
problema de hecho, con la determinación de desaplicar una
norma de derecho que prevé un requisito objetivo, racional y
sobre todo proporcional al fin que persigue, pues el que la
demanda del quejoso haya llegado al tribunal respectivo
extemporáneamente,
ello
por
sí
mismo
no
denota
la
D.A. 564/2013
- 102 -
convencionalidad o constitucionalidad que reviste o no, el
precepto impugnado, el cual sólo debe ser examinado tomando
en cuenta su texto para establecer si pugna o no con la
Constitución o con los Tratados Internacionales.
Ello con independencia de que el criterio mayoritario no
distingue si la norma que nos ocupa es inconstitucional, o bien,
inconvencional, pasando por alto que en realidad son figuras
jurídicas distintas que ya nuestro Máximo Tribunal ha abordado y
que por cierto, ha precisado que, por lo menos, deben seguirse
ciertos parámetros de su estudio para que, en su caso, se
declaren en cada caso concreto.
Apoya a lo anterior, la tesis P. LXIX/2011(9a.), emitida por
el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en
el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, libro III, diciembre de 2011, tomo 1, página 552, que
señala:
“PASOS
A
SEGUIR
EN
EL
CONTROL
DE
CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO
EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS. La posibilidad de
inaplicación de leyes por los jueces del país, en ningún momento
supone la eliminación o el desconocimiento de la presunción de
constitucionalidad de ellas, sino que, precisamente, parte de esta
presunción al permitir hacer el contraste previo a su aplicación. En
ese orden de ideas, el Poder Judicial al ejercer un control de
convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos,
deberá realizar los siguientes pasos: a) Interpretación conforme
en sentido amplio, lo que significa que los jueces del país -al igual
que todas las demás autoridades del Estado Mexicano-, deben
interpretar el orden jurídico a la luz y conforme a los derechos
humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados
- 103 -
D.A. 564/2013
internacionales en los cuales el Estado Mexicano sea parte,
favoreciendo en todo tiempo a las personas con la protección más
amplia; b) Interpretación conforme en sentido estricto, lo que
significa que cuando hay varias interpretaciones jurídicamente
válidas, los jueces deben, partiendo de la presunción de
constitucionalidad de las leyes, preferir aquella que hace a la ley
acorde a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y
en los tratados internacionales en los que el Estado Mexicano sea
parte, para evitar incidir o vulnerar el contenido esencial de estos
derechos; y, c) Inaplicación de la ley cuando las alternativas
anteriores no son posibles. Lo anterior no afecta o rompe con la
lógica de los principios de división de poderes y de federalismo,
sino que fortalece el papel de los jueces al ser el último recurso
para asegurar la primacía y aplicación efectiva de los derechos
humanos establecidos en la Constitución y en los tratados
internacionales de los cuales el Estado Mexicano es parte.”
Por otra parte, estimo que el criterio aprobado por la
mayoría tiene consecuencias jurídicas graves que inciden en la
seguridad jurídica pues adoptar su postura conlleva a que varios
preceptos de diversos ordenamientos jurídicos que guardan
similitud en cuanto a la hipótesis declarada inconstitucional e
inconvencional, también tengan la misma consecuencia. Dichos
preceptos serían:
 Del Código Fiscal de la Federación:
“Artículo 121. El escrito de interposición del recurso
deberá presentarse ante la autoridad competente en razón del
domicilio del contribuyente o ante la que emitió o ejecutó el
acto impugnado, dentro de los cuarenta y cinco días
siguientes a aquél en que haya surtido efectos su notificación
excepto lo dispuesto en los artículos 127 y 175 de este
D.A. 564/2013
- 104 -
Código, en que el escrito del recurso deberá presentarse
dentro del plazo que en los mismos se señala.
El escrito de interposición del recurso podrá enviarse a
la autoridad competente en razón del domicilio o a la que
emitió o ejecutó el acto, por correo certificado con acuse de
recibo, siempre que el envío se efectúe desde el lugar en que
resida el recurrente. En estos casos, se tendrá como fecha de
presentación del escrito respectivo, la del día en que se
entregue a la oficina exactora o se deposite en la oficina de
correos.
Para los efectos del párrafo anterior, se entenderá
como oficina de correos a las oficinas postales del Servicio
Postal Mexicano y aquéllas que señale el Servicio de
Administración
Tributaria
mediante
reglas
de
carácter
general. […]”
 De la Ley Reglamentaria de las fracciones I y II del
Artículo 105 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos:
“Artículo 8. Cuando las partes radiquen fuera del lugar
de residencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
las promociones se tendrán por presentadas en tiempo si los
escritos u oficios relativos se depositan dentro de los plazos
legales, en las oficinas de correos, mediante pieza certificada
con acuse de recibo, o se envían desde la oficina de
telégrafos que corresponda. En estos casos se entenderá que
las promociones se presentan en la fecha en que las mismas
se depositan en la oficina de correos o se envían desde la
oficina de telégrafos, según sea el caso, siempre que tales
- 105 -
D.A. 564/2013
oficinas se encuentren ubicadas en el lugar de residencia de
las partes.”
 De la Ley de Amparo vigente a partir del tres de abril de
dos mil trece:
“Artículo 23. Si alguna de las partes reside fuera de la
jurisdicción del órgano de amparo que conozca o deba
conocer del juicio, la demanda y la primera promoción del
tercero interesado podrán presentarse, dentro de los plazos
legales, en la oficina pública de comunicaciones del lugar de
su residencia, en la más cercana en caso de no haberla, o
bien, en forma electrónica a través del uso de la Firma
Electrónica.”
En esas consideraciones, de sostener el criterio de la
mayoría implicaría que dichos preceptos, incluso el de la propia
ley que rige el juicio constitucional, sean inconstitucionales e
inconvencionales y se arribaría al absurdo de estimar que en
nuestro régimen jurídico una demanda o promoción podrían
presentarse en cualquier parte de la República Mexicana o incluso
del mundo, dependiendo de que por razones personales,
laborales, profesionales o de cualquier otra clase, no pudiera
presentarse en la oficina de correos de su domicilio, o bien, ante
la propia sala competente.
Por las razones hasta aquí expuestas es por lo que el
suscrito se aparta del criterio adoptado por la mayoría y sostengo
la propuesta inicial que realicé en el amparo directo D.A. 712/2013
que guarda similitud con el presente asunto y que fue resuelto en
la misma sesión, en el sentido de que el artículo 13,
antepenúltimo párrafo, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo no resulta contrario al derecho de la
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D.A. 564/2013
tutela jurisdiccional que contempla el precepto 17 constitucional y
25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y por
tanto, lo procedente era desestimar los conceptos de violación
que hizo valer el quejoso y, en consecuencia, negar el amparo y
protección de la Justicia de la Unión solicitados.
MAGISTRADO DISIDENTE
GASPAR PAULÍN CARMONA.
SECRETARIA DE ACUERDOS
LIC. MARÍA LORENA GARCÍA GUTIÉRREZ.
El licenciado(a) Ulises Oswaldo Rivera Gonzalez, hago constar y certifico que en
términos de lo previsto en los artículos 8, 13, 14, 18 y demás conducentes en lo
relativo de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada
legalmente como reservada o confidencial que encuadra en el ordenamiento
mencionado. Conste.
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