A.577 L.XLVIII Asamblea parque pereyra Iraola y otros el Poder Ejecutivo Nacional y otros sI amparo Suprema Corte: -1- En cuanto aquí resulta pertinente, e! objeto central de la presente causa y su acumulada ('"Vecinos y organizaciones no gubernamentales de Villa Elisa c/PEN y otros s/ amparo", expte. n° 2025/10, que corre agregado) es e! cese de las obras del tramo IV de la Autopista Presidente Perón que une el Camino de! Buen Ayre con la Autopista La Plata-Buenos Aires. De acuerdo con la traza original-llamada "alternativa 1"- proyectada por la Dirección Nacional de Vialidad, e! tramo IV conecta la Ruta nO 53 con la Autopista La Plata-Buenos Aires a través de! Parque Pereyra Iraola (decreto 356/97 y resoluciones MEOySP 780/97 y 30/98). La obra fue objeto de licitación pública y, finalmente, adjudicada a la UTE José Cartellone Construcciones Civiles S.A. - Petersen Thiele y Cruz S.A. La Asamblea de! Parque Pereyra Iraola, un grupo de veClnOS y diversas asociaciones (en adelante, "Asamblea de! Parque Pereyra Iraola'') promovieron una acción de amparo contra e! Poder Ejecutivo Nacional (Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Secretaría de Obras Públicas, Dirección Nacional de Vialidad) alegando que la construcción de esa traza pone en peligro e! equilibrio ecológico de! Parque Pereyra Iraola (fs. 102-122, expte. nO 1842/10, al que me referiré en lo sucesivo salvo aclaración en contrario). Luego, la Dirección Nacional de Vialidad presentó otra alternativallamada "alternativa 2"- para e! tramo IV, que consiste en una traza paralela a la original y que conecta la Ruta nO 53 con la Autopista La Plata-Buenos Aires a la altura de la calle 403 de Villa Elisa. Esa alternativa suscitó la promoción de una -1- acción de amparo por parte de vecinos y organizaciones no gubernamentales de Villa Elisa a los efectos de impedir la ejecución de la obra de acuerdo a las alternativas 1 y 2 (fs. 119/157, expte. n° 2025/10). Ambas causas fueron acumuladas. A su vez, la Municipalidad de La Plata inició una acción de amparo contra el Poder Ejecutivo Nacional (Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Secretaria de Obras Públicas, Dirección Nacional de Vialidad) y la UTE José Cartellone Construcciones Civiles S.A.-Petersen Thiele y Cruz S.A. o quien resulte responsable de la obra en construcción. Al igual que en las actuaciones antes citadas, su pretensión consiste en que se ordene a los demandados que se abstengan de realizar el tramo N de la traza de la Autopista Presidente Perón en la medida en que ingrese o pase por el Parque Pereyra haola o el Partido de La Plata (fs. 1185-1202). El magistrado actuante dispuso su acumulación a la causa principal y denegó la pretensión de la Municipalidad con el alcance autónomo en el que fue fo=ulada (fs. 1203-1204), lo cual motivó la apelación agregada a fojas 1253-1258. -HEl juez de pnmera instancia hizo lugar a las medidas cautelares peticionadas por la Asamblea del Parque Pereyra haola y por los vecinos y organizaciones no gubernamentales de Villa Elisa. En consecuencia, ordenó al Poder Ejecutivo Nacional, a la Dirección Nacional de Vialidad y a la UTE José Cartellone Construcciones Civiles S.A. - Petersen Thiele y Cruz S.A. la suspensión inmediata de todas las tareas vinculadas con la puesta en marcha del plan de obra de construcción del tramo N de la Autopista Presidente Perón, en toda la -2- A.577 L.XLVIII Asamblea Parque Pereyra Iraola y otros el Poder Ejecutivo Nacional y otros sI amparo extensión del Parque Pereyra Iraola y en la calle 403 de la localidad de Villa Elisa, partido de La Plata. El 29 de marzo de 2011, la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata confirmó las medidas cautelares (fs. 286-290, del incidente de medida cautelar del expte. nO 1842/10 y fs. 193-196, expte. nO 2025/10). -III- En ese contexto, la Dirección Nacional de Vialidad solicitó la reducción de la medida cautelar. A tal efecto, propuso establecer una subdivisión del tramo N en dos partes, uno desde la Ruta nO 53 hasta la Ruta nO 2 y otro desde la Ruta nO 2 hasta la Autopista La Plata-Buenos Aires y manifestó que el primer tramo se encuentra disociado del parque y de la parte norte de la trama urbana de la localidad de Villa Elisa. En atención a ello, el magistrado de primera instancia hizo lugar a la reducción de la medida cautelar y permitió la continuación de las obras hasta la Ruta nO 2 (fs. 1137-1140). Contra este último pronunciamiento, se alzó la parte actora (Asamblea del Parque Pereyra Iraola y Vecinos y organizaciones no gubernamentales de Villa Elisa, fs. 1142-1151). -N- La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata otorgó efecto suspensivo al recurso de los actores y designó audiencia para que las partes brindaran las explicaciones que estimasen pertinentes. Esa audiencia se celebró el 15 de junio de 2011 (fs. 1209-1210, 1220-1225). -3- Con posterioridad a la celebración de la audiencia, la demandada acompañó un anteproyecto preliminar de una nueva traza del tramo N de la Autopista, denominada "alternativa 4" (fs. 1280, 1288-1306). La nueva variante comprende un tramo IV-a desde la Ruta nO 53 a la Ruta nO 2 con la restricción de uso solo para vehículos livianos y una rama de tránsito pesado, identificada como tramo N -b, que consiste en la duplicación y restitución de la calzada de la Ruta nO 53 hasta la Ruta nO 6, y la duplicación y restitución de la Ruta n° 6 hasta la intersección con la Ruta nO 215. La Municipalidad de La Plata manifestó conformidad con la propuesta presentada como alternativa 4 del tramo N (fs. 1313). Por su parte, la actora se opuso a la subdivisión del tramo N y en particular al trazado del denominado tramo N-a (fs. 1315-1319). Destacó que la Autopista Presidente Perón quedaría con ese diseño a unos pocos metros de la calle 403. Agregó que si bien el tramo N-a es para tránsito liviano, no se dan las razones que permitan concluir que no recibirá en un futuro también tránsito pesado. Además, señaló que no se acompañaron estudios de impacto ambiental. Afirmó que el tramo N -b de la alternativa 4 es la opción más próxima a su pretensión. Al contestar la impugnación de la actora, la Dirección Nacional de Vialidad objetó la propuesta de los amparistas de construir solo el tramo N-b (fs. 1383-1387). Adujo que, en ese caso, tanto el tránsito liviano como el pesado, al llegar al distribuidor de la Ruta nO 36 y la Ruta nO 215, optarían por seguir por la Avenida 44 y, como segunda mejor opción, por la Avenida 520, lo cual provocaría un tránsito compuesto por 15.000 vehículos livianos y 7.000 vehículos pesados, que se sumaría al tránsito existente y se verían forzados a circular por calles urbanas. En lo que respecta a los estudios de impacto ambiental, la demandada aclaró que no se -4- A.577 L.XLVIII Asamblea Parque pereyra Iraola y otros el Poder Ejecutivo Nacional y otros si amparo iniciarían las obras hasta obtener la aprobación del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación. -VEn atención a las apelaciones formuladas por las partes (fs. 11421151 Y 1253-1258), Y en cuanto resulta pertinente a los efectos del presente dictamen, la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata: (i.) hizo lugar al recurso de apelación deducido por la Municipalidad de La Plata y consideró que su acción reviste el carácter de autónoma (punto 1° de la sentencia de fs. 14381451); (ii) homologó el acuerdo conciliatorio al que habrian arribado la parte actora (Asamblea del Parque Pereyra Iraola y Vecinos y organizaciones no gubernamentales de Villa Elisa) y la demandada en el que se descartan las alternativas 1 y 2 (punto 4° de la sentencia); (iii) homologó el acuerdo conciliatorio al que habrian arribado la Municipalidad de La Plata, la Dirección Nacional de Vialidad y la Dirección Provincial de Vialidad al haber prestado conformidad a la realización de la alternativa 4, tanto en su tramo N-a como N-b, por lo que entendió que la acción autónoma del ente municipal finalizó por conciliación (punto 5° de la sentencia); (i.v) autorizó a la demandada a realizar las acciones pertinentes para la ejecución de las obras correspondientes al tramo N-b de la Autopista Presidente Perón, de acuerdo a la nueva alternativa presentada para el tránsito pesado (punto 5° de la sentencia); y (v) mantuvo la prohibición cautelar contenida en su sentencia anterior de fecha 29 de marzo de 2011 respecto del cuestionado tramo N-a (que corre desde la Ruta nO 53 hasta la Ruta n° 2), sujetando dicha decisión a los estudios de impacto ambiental de la Secretaría de -5- Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, del OPDS y de la Universidad de La Plata (punto 2° de la sentencia). Para así decidir, el tribunal, en primer lugar, consideró que la pretensión del Municipio de La Plata debía ser tratada en fonna autónoma en tanto no resultaba idéntica a la presentada por la Asamblea del Parque Pereyra Iraola y por los Vecinos y organizaciones no gubernamentales de Villa Elisa. Aclaró al respecto que la Municipalidad, a diferencia de los actores mencionados, perseguía no sólo evitar un daño ambiental sino la integración adecuada del Partido de La Plata mediante vias de comunicación que permitan la conexión del Puerto de La Plata con el Área Metropolitana de Buenos Aires y el Puerto de Rosario. En tales condiciones, descartó las objeciones de carácter formal presentadas por la demandada contra la acción de la Municipalidad. No obstante lo anterior, el a quo ponderó que la Municipalidad de La Plata aceptó plenamente la nueva propuesta alternativa del tramo N de la Autopista Presidente Perón, por lo que, en la medida determinada por su demanda autónoma, el litigio habría concluido por conciliación. En lo que hace a la defensa ambiental esgrimida en torno a la zona del Parque Pereyra Iraola (aspecto de la demanda coincidente con el de las actoras en la causa) la alzada entendió conveniente que la Municipalidad se mantuviera meramente en el rol de tercero interesado. Por otra parte, la cámara sostuvo que no existe conflicto o controversia actual entre las partes en relación con el tramo N-b -entre la Asamblea del Parque Pereyra Iraola y Vecinos y organizaciones no gubernamentales de Villa Elisa, por un lado, y la Dirección Nacional de Vialidad, por el otro-. En este sentido, opinó que las observaciones fonnuladas por los -6- A.577 L.XLVIII Asamblea Parque Pereyra Iraola y otros el Poder Ejecutivo Nacional y otros sI amparo accionantes no resultaban hábiles para fundar su oposición a una traza que no pasa ni se aproxima al territorio que pretenden resguardar mediante esta acción de amparo. Además, los magistrados valoraron que el diseño correspondiente al tramo IV-b había sido aprobado por la Municipalidad de La Plata y por la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires. En relación con el tramo IV-a, los jueces concluyeron que se mantienen las objeciones de los actores, vinculadas con la falta de verificación del impacto ambiental en la zona cercana al parque, la posible afectación a los vecinos de la calle 403 de Villa Elisa y la posibilidad de que el tránsito pesado se desvíe por ese tramo hasta la Autopista La Plata-Buenos Aires. En ese marco, el tribunal ordenó requenr los estudios de impacto ambiental y verificaciones correspondientes a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, al OPDS y a la Universidad Nacional de La Plata, con carácter previo a la solución definitiva de este juicio. Para ello estimó un plazo de sesenta días corridos. -VlContra dicho pronunciamiento, la Dirección Nacional de Vialidad interpuso recurso extraordinario federal (fs. 1478-1492), cuyo rechazo dio lugar a la presente queja (fs. 71-75, del cuaderno respectivo). En síntesis, la recurrente alega que la sentencia reviste el carácter de definitiva, pues ocasiona al Estado Nacional perjuicios irreparables y resuelve sobre el fondo del asunto. Además, argumenta que media gtavedad institucional pues el tema en debate excede el interés de las partes. Resalta que la resolución afecta y paraliza en fonna indetenninada la ejecución de una obra pública de la que resultan beneficiados trece millones de personas, así como amenaza y entorpece el -7- cumplimiento de las obligaciones contractuales asumidas por la repartición demandada. Afinna que la decisión impide el cumplimiento de funciones específicas otorgadas por el decreto SOS/58, ratificado por la ley 14.467, y por el decreto 356/97, cuando la parte actora no demuestra el presunto daño ambiental en el territorio del parque que pudiera provocar la construcción del tramo IV-a. Manifiesta que lo decidido por la Cámara viola lo dispuesto por el artículo 124 de la Constitución Nacional que reserva a las provincias el dominio y administración de los recursos naturales, la ley 11.723 de la provincia de Buenos Aires y el decreto SOS/58 que determina la competencia con relación a la proyección, construcción y mantenimiento de la red nacional de caminos. En linea con ello, la recurrente arguye que ejerció correctamente las facultades otorgadas legalmente y, en ese contexto, el estudio y la fijación de trazas alternativas excede el limite de la potestad jurisdiccional. Asimismo, tacha de arbitraria la sentencia, en tanto se aparta de los hechos y actos procesales de la causa y resuelve en exceso de jurisdicción sobre el fondo del asunto. Al respecto, argumenta que el pronunciamiento atacado homologa presuntos acuerdos conciliatorios que importan la disección de la propuesta presentada por su parte, desconociendo su voluntad. De igual forma, afirma que el a quo excluye las alternativas 1 y 2 mediante acuerdos conciliatorios fictos, sin que ninguna de las partes se haya expresado en ese sentido. En efecto, destaca que sólo la Municipalidad de La Plata manifestó su acuerdo con la alternativa 4 presentada. Postula también la arbitrariedad de la sentencia impugnada sobre la base de que la alzada no habría tenido en cuenta que la alternativa 4 propuesta, -8- A.577 L.XLVIII Asamblea Parque Pereyra Iraola y otros el Poder Ejecutivo Nacional y otros sI amparo tramo IV-a, no sólo no ingresa en el espacio del parque, sino que está a más de 15 kilómetros de la reserva natural intangible y es sólo para tránsito liviano. En el caso, la recurrente estima que no concurren los requisitos para la procedencia de la medida cautelar, considerando que no fueron acreditados la verosimilitud en el derecho, el peligro en la demora ni un perjuicio real en el territorio del parque. Finalmente, la parte demandada se agravia por la incorporación de la Municipalidad de La Plata como parte plena, alegando que no fue notificada de la demanda y que su reclamo es improcedente por inoportuno. -VII- El recurso extraordinario interpuesto es parcialmente admisible y por ello, en esa medida, la queja debe ser acogida. En primer lugar, si bien la decisión contra la cual se dirige la apelación no es la sentencia definitiva que pone fin al pleito, como argüiré con más detalle en las dos secciones siguientes, ella causa a la recurrente agravios de insusceptible de reparación ulterior. Corresponde, por ello, equipararla a una sentencia definitiva en los términos del articulo 14 de la ley 48. En segundo término, el recurso plantea, por un lado, agraVIOS vinculados con la interpretación de normas de carácter federal; y, por otro, aduce objeciones dirigidas a mostrar que la decisión impugnada no es una derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa en el sentido de la jurisprudencia de la Corte Suprema sobre arbitrariedad de sentencias. En línea con la doctrina del Tribunal en esta materia, corresponde dar prioridad a las atribuciones de arbitrariedad, pues si son acertadas -como, en mi opinión, lo son en este caso- ellas implican que no se está ante una sentencia válida (cf. Fallos: 318:189, 323:35, entre otros). -9- Por último, el recurso no es procedente en lo relativo al agraVIO referido a la incorporación de la Municipalidad de La Plata como parte autónoma en el proceso. La objeción sólo remite al examen de cuestiones de hecho, prueba y derecho procesal y común propias de los jueces de la causa y ajenas a la via del artículo 14 de la ley 48, sin que se haya esgrimido la conc=encia de un caso de arbitrariedad. -VIII- En primer lugar, corresponde tratar los agravios de la rec=ente relativos a la homologación del acuerdo conciliatorio, por el que la Dirección Nacional de Vialidad y el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios habrian renunciado a su pretensión de realizar el tramo IV de la Autopista Presidente Perón de acuerdo a las alternativas 1 y 2. Por un lado, esa decisión es definitiva en cuanto pone fin a la controversia sobre la viabilidad de las alternativas 1 y 2 del tramo IV. El acuerdo conciliatorio homologado judicialmente tiene, en virtud del derecho vigente, autoridad de cosa juzgada (cf. artículos 309 y 500, inciso 1, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación), por lo que equivale, en sus efectos, a una sentencia definitiva. En el sub lite, la decisión apelada se aparta de las constancias de la causa y del derecho aplicable en cuanto concluyó que existió un acuerdo conciliatorio entre las partes por el cual la demandada renunció a su pretensión de ejecutar el tramo IV de la Autopista Presidente Perón de acuerdo a la alternativa original-que fue licitada y adjudicada- y a la alternativa 2. A los efectos de vislumbrar la arbitrariedad del pronunciamiento, cabe ponderar que la alternativa 1 fue originariamente proyectada por la Dirección -10- A.577 L.XLVIII Asamblea Parque Pereyra Iraola y otros el Poder Ejecutivo Nacional y otros sI amparo Nacional de Viabilidad (decreto 356/97 y resoluciones MEOySP 780/97 y 30/98). Esa traza fue objeto de licitación y adjudicación hace más de 36 meses. La modificación de la traza original produciría enormes costos para el Estado demandado, lo que incluso podría poner en riesgo la ejecución de una obra pública que beneficia a millones de personas. En ese contexto, la voluntad del Estado de renunciar a la alternativa original debe ser inequívoca y no puede ser inferida de simples manifestaciones, que no tuvieron el propósito cierto de descartar definitivamente esa alternativa. Si bien de las actuaciones surge que la Dirección Nacional de Vialidad procuró encontrar diversas alternativas de traza para el tramo IV, que permitieran zanjar los planteo s de los amparistas, no existe una constancia de la que =erja la voluntad cierta y definitiva del Estado de descartar las alternativas 1 y 2, Y menos aún en un escenario donde no existe una alternativa para la construcción del tramo IV que cuente al menos con la conformidad de los actores. De hecho, la decisión apelada no indica en qué actuación se encontraría plasmada esa voluntad. La sentencia únicamente se refiere a la presentación de la alternativa 4 por parte de la Dirección Nacional de Vialidad y a su ratificación por parte del :Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Sin =bargo, de esa presentación no surge la voluntad explícita del Estado de concluir el conflicto relativo a las alternativas 1 y 2. Tampoco esa voluntad puede ser inferida de la presentación de una nueva alternativa en tanto que un acuerdo conciliatorio que contiene la renuncia a una pretensión debe ser interpretado en forma estricta (artículos 835 y 874, Código Civil). Además, la necesidad de adoptar una interpretación restrictiva se ve acrecentada en este caso en virtud de las partícularidades mencionadas en relación con la licitación y adjudicación de la traza -11- original y a los costos y riesgos que implicarian su modificación. Por último, la inferencia realizada por el tribunal es irrazonable en el escenario actual donde la viabilidad de la alternativa 4 es aún incierta ante las objeciones presentadas por los amparistas que, además, fueron receptadas por la decisión apelada. No puede perderse de vista que los amparistas objetaron el tramo IVa y a raíz de ello el tribunal mantuvo la prohibición cautelar respecto de esa traza de la alternativa 4 y requirió que, con carácter previo a la solución definitiva del conflicto, se realicen los estudios de impacto ambiental por parte de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, del OPDS y de la Universidad de La Plata. En este marco, la arbitrariedad de la sentencia apelada se encuentra corroborada por el hecho de que el tribunal infiere que el Estado se comprometió a dejar de lado las alternativas 1 y 2 sin ninguna certeza sobre la posibilidad de ejecutar la obra al menos de acuerdo a la alternativa 4. El tribunal entendió que la demandada aceptó descartar las citadas alternativas, aun cuando la parte actora no dio su confonnidad a la alternativa 4 y aun cuando la Dirección Nacional de Vialidad manifestó que la construcción del tramo IV-b, sin el tramo IV-a, es inaceptable en tanto produciría un caos de tránsito. En suma, si bien de las actuaciones surge la intención de las partes de lograr un avenimiento de sus intereses, no se advierte, al menos en esta instancia, la existencia de una confluencia definitiva de voluntades en relación con el modo de superación del conflicto. Por ello la decisión apelada, en la medida en que descarta en forma definitiva las alternativas 1 y 2 Y deja subsistente el conflicto en lo que respecta a la alternativa 4, no configura una valoración posible de la voluntad de las partes. -12- A.577 L.XLVIII Asamblea Parque Pereyra Iraola y otros el Poder Ejecutivo Nacional y otros si amparo Por las razones expuestas, la decisión apelada se aparta de las constancias de la causa y del derecho aplicable en cuanto concluyó que existió un acuerdo conciliatorio entre los amparistas (Asamblea del Parque Pereyra !raola y Vecinos y organizaciones no gubernamentales de Villa Elisa) y la Dirección Nacional de Vialidad. A su vez, el tribunal homologó un acuerdo conciliatorio entre la Municipalidad de La Plata y la Dirección Nacional de Vialidad a raíz del cual las partes habrían acordado realizar el tramo N de acuerdo a la alternativa 4. A esos efectos, mencionó la confonnidad del municipio a la citada propuesta. Sin embargo, el razonamiento del tribunal se funda en el presupuesto de que el Estado descartó la realización de las alternativas 1 y 2. Tal como expliqué, ese razonamiento del tribunal se aparta de las constancias de la causa, sobre todo considerando que no surge, y menos en forma indubitable, que el Estado habría acordado con la Municipalidad dejar de lado las alternativas 1 y 2, sin contar aún con la confonnidad de todas las partes a la propuesta 4. En conclusión, los puntos 4° y 5° -en cuanto fue materia de agraviode la sentencia apelada deben ser revocados con fundamento en la doctrina de la arbitrariedad. -IX- Por otro lado, la recurrente se agravia del pronunciamiento apelado en cuanto mantuvo la prohibición cautelar respecto del cuestionado tramo N-a (que corre desde la Ruta n° 53 hasta la Ruta nO 2) y requirió que, con carácter previo a la solución definitiva del conflicto, se realizaran los estudios de impacto ambiental por parte de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, del OPDS y de la Universidad de La Plata. -13- Tal como lo ha resuelto la Corte Suprema, las resoluciones sobre medidas cautelares no revisten en principio carácter de sentencias definitivas para la procedencia del recurso extraordinario. Esa doctrina cede, sin embargo, en los supuestos en que aquéllas causen un agraV10 que, por su magnitud y otras circunstancias de hecho, pueda ser de tardia, insuficiente o imposible reparación ulterior (Fallos 314:1202; 327:5751; 330:4930; entre otros). Esto último sucede en el sub lite en tanto que la decisión apelada paraliza en forma indeterminada la realización de una obra pública de gran magnitud, que ya fue objeto de licitación y adjudicación. En este marco, la resolución pone en riesgo su ejecución en perjuicio de los millones de usuarios que serán beneficiados por la construcción de la Autopista Presidente Perón. Además, el pronunciamiento atacado obstaculiza el cumplimiento de las obligaciones contractuales asumidas por el Estado, lo que podría generar perjuicios económicos significativos. Sentado lo anterior, advierto que la decisión apelada en cuanto decidió mantener la medida de no innovar con respecto al tramo IV-a no se encuentra fundada ni constituye una derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa. El tribunal se apartó del pronunciamiento del juez de pnmera instancia, que había hecho lugar a la reducción de la medida cautelar peticionada por el demandado, y decidió mantener la prohibición de no innovar con respecto al tramo IV-a, remitiendo para ello a los argumentos expuestos en su decisión del 29 de marzo de 2011. Sin embargo, en ese entonces el tribunal había confirmado las medidas cautelares dictadas por el juez de primera instancia, que disponían la suspensión inmediata de la obra del tramo IV, en toda la extensión del Parque -14- A.577 L.XLVIII Asamblea Parque Pereyra Iraola y otros el Poder Ejecutivo Nacional y otros sI amparo Pereyra Iraola y en la calle 403 de la localidad de Villa Elisa, partido de La Plata. En esa oportunidad, la Cámara destacó los principios que guían el derecho ambiental y la protección legal de la que goza el Parque Pereyra Iraola. Sin embargo, las cuestiones fácticas planteadas con relación a la reducción de la medida cautelar difieren de las analizadas por el tribunal en ese entonces, donde las alternativas atravesaban el mencionado parque o la calle 403 de Villa Elisa. Al peticionar la modificación de la medida cautelar, la Dirección Nacional de Vialidad propuso establecer una subdivisión del tramo IV en dos partes, uno desde la Ruta nO 53 hasta la Ruta nO 2 y otro desde la Ruta n° 2 hasta la Autopista La Plata-Buenos Aires y manifestó que el primer tramo se encuentra disociado del parque y de la parte norte de la trama urbana de la localidad de Villa Elisa. Esas consideraciones llevaron al juez de primera instancia a hacer lugar al planteo de la demandada. En esas condiciones, ha de concluirse que la decisión apelada es dogmática e infundada; pues se remite a argumentos expuestos en circunstancias fácticas diversas, máxime considerando la prudencia que debe guiar toda decisión que implique la suspensión de una obra pública (cf., por ejemplo, Fallos: 314:1202). El tribunal expuso que persisten las objeciones de los accionantes en lo que respecta a la falta de verificación del impacto ambiental en la zona cercana al parque. Sin embargo, no hizo ninguna referencia a los elementos que sustentarían la verosimilitud del derecho invocado por los amparistas. En este sentido, las meras conjeturas de los accionantes sobre la producción de daños hipotéticos, cuando el trazado -que se extiende desde la Ruta n° 53 a la Ruta nO 2-. no entra en el perimetro del parque, se encuentra alejado de la calle 403 de Villa Elisa y está sólo previsto para tránsito liviano, no son suficientes para sustentar la decisión de -15- paralizar una obra pública, máxime cuando las autoridades públicas intervinientes han manifestado que realizarán los estudios de impacto ambiental pertinentes y obtendrán su aprobación por parte de las autoridades competentes en materia ambiental (fs. 1386). Además, la Dirección Nacional de Vialidad presentó un info=e de impacto ambiental respecto del Tramo IV-a (fs. 1391 y prueba agregada), del que el tribunal prescindió por completo al decidir la cuestión planteada. Por las razones expuestas y con arreglo a la doctrina de la arbitrariedad, entiendo que el punto 2° de la decisión apelada debe ser dejado sin efecto en tanto el tribunal omitió efectuar una valoración adecuada de las circunstancias de la causa a los efectos de ponderar la concurrencia de los recaudos previstos en el artículo 230 del Código Procesal Civily Comercial de la Nación. -XPor todo lo expuesto, entiendo que corresponde hacer lugar a la queja con el alcance expuesto en las secciones VIII y IX de este dictamen, declarar en esa medida fo=almente admisible el recurso extraordinario interpuesto y, sin que esto implique abrir juicio acerca de la decisión final que corresponda dar al caso, dejar sin efecto el pronunciamiento recurrido y remitir los autos al tribunal de origen para que se dicte uno nuevo con arreglo a derecho. Buenos Aires, 3D de A olbl L- de 2013. ALEJANDRA GILS CAlIBó ~'OC\JUOORA GENERAL DE lA NACIÓ~ -16-