AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. Número de registro: 18866 Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: Tomo XXI, Junio de 2005 Página: 679 AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. CLAUDIA ANTONIA ÁLVAREZ FERNÁNDEZ Y OTRO. CONSIDERANDO: CUARTO. Son sustancialmente fundados los agravios expresados por los recurrentes. En esencia, los inconformes manifiestan que el Juez de Distrito violó lo dispuesto por el artículo 76 bis, fracción VI, de la Ley de Amparo, en virtud de que no suplió la deficiencia de sus conceptos de violación, no obstante que reclamaron el ilegal emplazamiento al juicio de origen, inobservando la jurisprudencia de rubro: "SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN LAS MATERIAS CIVIL, MERCANTIL Y ADMINISTRATIVA, PROCEDE RESPECTO DE LA FALTA O DEL ILEGAL EMPLAZAMIENTO DEL DEMANDADO AL JUICIO NATURAL."; ya que de haberlo hecho, se habría percatado de que el llamamiento a juicio no cumplió con los requisitos legales; y al efecto, desarrollaron en su escrito, los motivos por los cuales dicha diligencia era contraria a derecho, los que en resumen se hicieron consistir en: a) El auto de inicio apercibe a los demandados de que en caso de que no señalen domicilio dentro de la jurisdicción del Juez Vigésimo Segundo de lo Civil de la Ciudad de México, D.F., las subsecuentes notificaciones se harán por boletín judicial; mientras que el acta de la diligencia de seis de mayo de dos mil cuatro, establece que debía señalarse domicilio para recibir notificaciones en la jurisdicción del Juez Quinto de lo Civil de Puebla, y de no hacerlo, las subsecuentes se harían de acuerdo a aquellas que no deben ser personales. b) Que en el acta de la diligencia se lee: "Acto continuo, se procede a entregarle al demandado cédula que contiene la orden de embargo decretada en su contra, dejándole copia de la diligencia practicada, corriéndole traslado con la copia de la demanda, de los documentos base de la acción y de los demás que haya acompañado la parte actora en su libelo, compuesta de ____ fojas debidamente selladas y cotejadas, mismas que recibe el demandado ...". Sin embargo, fueron dos los demandados, y a los dos debía emplazárseles, no sólo a uno, y si bien no era necesario levantar un acta por cada emplazamiento, no debe quedar duda de que se emplazó a ambos demandados, corriendo traslado a cada uno de ellos, y de la anterior transcripción se observa que sólo se emplazó a Manuel Rivera Salgado, no así -1- AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. a Claudia Antonia Álvarez Fernández; y al respecto citaron como aplicables los criterios intitulados: "EMPLAZAMIENTO. CUANDO SE TRATA DE VARIOS DEMANDADOS CON UN MISMO DOMICILIO, Y SE REALIZA CONJUNTAMENTE, NO ES NECESARIO HACERLO CONSTAR EN ACTAS DISTINTAS O SEPARADAS (CÓDIGOS DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL Y LOS ESTADOS DE PUEBLA Y MICHOACÁN)."; "EMPLAZAMIENTO. FORMALIDADES EN CASO DE PLURALIDAD DE DEMANDADOS CON EL MISMO DOMICILIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE DURANGO)."; "EMPLAZAMIENTO. SUS REQUISITOS DEBEN COLMARSE DE FORMA INDIVIDUAL, EN CASO DE QUE EXISTA PLURALIDAD DE DEMANDADOS CON EL MISMO DOMICILIO." y "EMPLAZAMIENTO. REQUISITOS EN CASO DE PLURALIDAD DE DEMANDADOS CON EL MISMO DOMICILIO." c) De la propia transcripción del acta también se observa que no se hizo constar el número de fojas con que se corrió traslado a los demandados, lo que la diligenciaria responsable debía hacer por seguridad jurídica. d) Que de conformidad con el artículo 55 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla, aplicable supletoriamente al de Comercio, la diligenciaria responsable debía asentar las razones por las que el o los demandados no firmaron el acta de emplazamiento, es decir, no señaló si los enjuiciados no sabían, no querían o no podían firmar; y en apoyo a sus afirmaciones citaron como aplicables las tesis de rubros: "NOTIFICACIONES. LOS NOTIFICADORES DEBEN SEÑALAR CLARA E INDUBITABLEMENTE LA RAZÓN POR LA QUE LOS COMPARECIENTES NO FIRMARON EL ACTA RESPECTIVA (LEGISLACIONES DE LOS ESTADOS DE JALISCO Y VERACRUZ)."; "EMPLAZAMIENTO. RESULTA ILEGAL CUANDO EL DILIGENCIARIO NO ASIENTA LA RAZÓN POR LA QUE EL DEMANDADO SE NEGÓ A FIRMAR EL ACTA RESPECTIVA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA)."; "EMPLAZAMIENTO. RAZÓN DEL DILIGENCIARIO RESPECTO DE LAS FIRMAS DEL ACTA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA)."; "EMPLAZAMIENTO. FIRMAS EN EL, DEBE SATISFACER LOS REQUISITOS QUE ESTABLECE EL ARTÍCULO 55 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL ESTADO DE PUEBLA."; "EMPLAZAMIENTO, FIRMAS EN EL ACTA DE." y "NOTIFICACIONES. DEBEN SER FIRMADAS POR LAS PERSONAS QUE LAS HACEN Y A QUIENES SE LES PRACTICAN. SI ÉSTAS NO SUPIEREN O NO QUISIEREN FIRMAR, EL FUNCIONARIO DEBERÁ HACER CONSTAR ESA CIRCUNSTANCIA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE COAHUILA)." e) Que el Juez de Distrito señala que al identificarse en la diligencia de tres de noviembre de dos mil cuatro, los demandados presentaron credencial de elector y pasaporte, respectivamente, documentos de los que se desprendía su domicilio; empero tales -2- AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. documentos no son idóneos para demostrar el domicilio, sino que sólo tienen valor indiciario, como lo establecen los criterios de rubros: "DOMICILIO. NO PUEDE DEMOSTRARSE SÓLO MEDIANTE UNA CREDENCIAL DE ELECTOR."; "DOMICILIO, LA CREDENCIAL DE ELECTOR NO HACE PRUEBA PLENA DEL. SÓLO SE LE DEBE OTORGAR VALOR INDICIARIO." y "DOMICILIO, LA CREDENCIAL DE ELECTOR NO HACE PRUEBA PLENA DEL. SÓLO SE LE DEBE OTORGAR VALOR INDICIARIO." f) Que el Juez Federal refirió que el contrato de arrendamiento que presentaron en el juicio de amparo como prueba, por sí mismo no acreditaba el domicilio, invocando una tesis que no es aplicable al caso, al derivar de un juicio con características diversas a éste; y que si bien el domicilio que en el convenio de divorcio se indicó que sería el de Manuel Rivera Salgado, es el mismo que habita su ex consorte Claudia Antonia Álvarez Fernández, por lo que el Juez de Distrito ordenó dar vista al agente del Ministerio Público de su adscripción, ante él van a demostrar que si bien los contratos de arrendamiento aluden a una misma dirección, no se trata de la misma habitación, pues en el interior existen varios departamentos, por lo que cada uno de los demandados habita un departamento diverso en la misma dirección, la cual es diferente a aquella en la que supuestamente se realizó el emplazamiento, y si éste iba a realizarse en el domicilio señalado en el pagaré base de la acción, entonces en todo caso, debió efectuarse mediante instructivo, al no encontrarse ahí ninguno de los demandados. g) Que según el acuerdo de veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y nueve, el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla determinó que era obligatorio para los diligenciarios adscritos a los juzgados de lo civil, que permanecieran en sus oficinas de las ocho a las diez horas del día, pudiendo ausentarse durante ese horario sólo con permiso del Juez, y si el emplazamiento se realizó a las nueve de la mañana, y no consta que la diligenciaria responsable contara con autorización para ausentarse de su oficina, entonces también por este motivo el emplazamiento es ilegal. Les asiste la razón a los inconformes, en cuanto a que el Juez de Distrito a quo no suplió la deficiencia de sus conceptos de violación, como lo establece el artículo 76 bis, fracción VI, de la Ley de Amparo y la tesis jurisprudencial 70, emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página 91, Tomo VI, Materia Común, Novena Época de la Actualización 2001, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, de rubro y texto siguientes: "SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN LAS MATERIAS CIVIL, MERCANTIL Y ADMINISTRATIVA. PROCEDE RESPECTO DE LA FALTA O DEL ILEGAL EMPLAZAMIENTO DEL DEMANDADO AL JUICIO NATURAL. Conforme a lo dispuesto por la fracción VI del artículo 76 bis de la Ley de Amparo, en materias distintas a la penal, agraria y laboral, opera la suplencia de la deficiencia de los conceptos de violación y de los agravios cuando se advierta que ha habido en contra del quejoso o del particular recurrente una violación manifiesta de la ley que lo -3- AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. haya dejado sin defensa. Ahora bien, si el emplazamiento del demandado al juicio natural constituye una formalidad esencial del procedimiento por ser necesario para una adecuada defensa, se sigue que la falta de verificación de tal emplazamiento o su práctica defectuosa se traduce en una violación manifiesta a la ley que produce indefensión, pues se estaría ante la infracción procesal de mayor magnitud y de carácter más grave dada su trascendencia en las demás formalidades del procedimiento al afectar la oportunidad de alegar y de ofrecer y desahogar pruebas, lo que obliga a los juzgadores de amparo a suplir la queja deficiente al respecto y, por tanto, a no dejar de examinar esa cuestión sólo porque el planteamiento específico no se haya hecho valer en la demanda de garantías, no pudiendo estimarse inoperantes los agravios relativos por esa razón." Ya que ciertamente, si lo hubiera hecho, habría llegado a la conclusión de que el llamamiento a juicio de los demandados es ilegal, como se demostrará. Este Tribunal Colegiado advierte de oficio, y con fundamento en el artículo 76 bis, fracción VI, de la Ley de Amparo, un motivo de ilegalidad del llamamiento a juicio de los demandados. En efecto, en primer lugar, del análisis de las constancias de autos, mismas que tienen pleno valor probatorio, en términos de lo dispuesto por los artículos 129 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, por así ordenarlo su numeral 2o., se observa el acta levantada por la diligenciaria responsable al efectuar el emplazamiento de los demandados, en la cual, en lo que interesa asentó: "Secuestro judicial. En la Heroica Puebla de Zaragoza, siendo las nueve horas con minutos, del día seis de mayo del año dos mil cuatro, la suscrita abogada Lidia Caporal de Matías, diligenciaria impar adscrita al Juzgado Quinto de lo Civil de los de esta ciudad capital, hago constar que me constituí asociada de la parte actora Verónica Mendoza Meneses, en el domicilio señalado en autos, calle Indiana número 98-2, colonia Vista Alegre de esta ciudad de Puebla, cerciorándome previa y plenamente de ser el domicilio señalado por la parte actora y que en el mismo domicilio reside habitualmente, trabaja o tiene el principal asiento de sus negocios la parte demandada(s) Rivera Salgado Manuel y Álvarez Fernández Claudia. Por así coincidir la nomenclatura de la calle y la numeración del inmueble que tengo a la vista, además utilizando los siguientes medios de convicción como son el dicho de los vecinos de la casa y de la misma calle, casa números 98-1 y 98-3 quienes me informaron que los señores Manuel y Claudia son sus vecinos que viven en el departamento dos y sí los conocen, por lo que la suscrita funcionaria procedí a tocar la puerta del inmueble en que se actúa varias veces, acudiendo a mi llamado el mismo demandado(a) quien es identificado en el momento de la diligencia por la parte actora y por así habérmelo manifestado personalmente Rivera Salgado Manuel y Álvarez Fernández Claudia, persona con quien la suscrita me identifico con la credencial expedida por el Poder Judicial del Estado que me acredita como diligenciaria del mencionado juzgado, por tal virtud procedo a entender la diligencia ordenada con la parte -4- AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. demandada a quien le hago saber el motivo de la presente diligencia, dándole lectura al auto de fecha dos de abril de dos mil cuatro, y siete de enero de dos mil cuatro, a lo que manifestó quedar debidamente entendido(a) y en su poder le dejo copia íntegra autorizada de la resolución que se notifica. Enseguida, se requiere a la parte demandada para que en este momento de la diligencia y a nombre propio haga al actor el pronto y ejecutivo pago de la cantidad de ciento veintinueve mil trescientos sesenta y un pesos, treinta y dos centavos, moneda nacional, como suerte principal y demás prestaciones reclamadas, a lo que dijo dicha persona que no tiene esa cantidad en este momento. Enseguida, se requiere a la persona con quien se entiende la diligencia para que señale bienes suficientes y bastantes de su propiedad sobre los cuales se trabe formal embargo, a fin de garantizar el pago de todas y cada una de las prestaciones reclamadas con el apercibimiento que de no hacerlo le será trasladado ese derecho a la parte actora a lo que manifestó que no señalan nada. Trasladado ese derecho a la parte actora, por su representación, manifiesta que señala: que en uso de la palabra la parte actora manifiesta que se reserva el derecho de señalar bienes propiedad de los demandados posteriormente ... Enseguida, procedo a emplazar a juicio a Rivera Salgado Manuel y Álvarez Fernández Claudia, en los términos de lo dispuesto por el artículo 1396 del Código de Comercio, requiriendo a la parte demandada para que en el término de cinco días acuda a este juzgado de los autos, a hacer paga llana de las prestaciones reclamadas, o a oponerse a la ejecución si tuviera excepciones para ello, asimismo, señale domicilio dentro de esta jurisdicción para recibir notificaciones personales que le correspondan, apercibido que de no hacerlo las subsecuentes notificaciones se le harán de acuerdo a aquellas que no sean personales, acto continuo se procede a entregarle al demandado cédula que contiene la orden de embargo decretada en su contra, dejándole copia de la diligencia practicada, corriéndole traslado con la copia de la demanda, de los documentos base de la acción y de los demás que haya acompañado la parte actora a su libelo compuesta de fojas debidamente selladas y cotejadas, mismas que recibe el demandado, levantándose acta circunstanciada de la misma para constancia, la que se firma al calce por la suscrita diligenciaria, la actora y no firma el demandado, manifestando quedar entendido. Doy fe." Por otro lado, el artículo 49 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla, en vigor hasta el treinta y uno de diciembre de dos mil cuatro, aplicable supletoriamente al Código de Comercio, de acuerdo a su artículo 1054, previo a las reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación, el trece de junio de dos mil tres, establece cómo ha de hacerse la primera notificación en un juicio, disponiendo que: 1) Se hará personalmente con el interesado en la residencia designada, entregándole copia autorizada de la resolución que se notifique; 2) El diligenciario deberá cerciorarse previamente que en la casa designada para hacerla se halla el domicilio de la persona que ha de ser notificada, y asentará en la razón correspondiente, los medios de que se valió para ese efecto; 3) Si el interesado no se encuentra en la primera busca, se le dejará citatorio para hora fija del día siguiente; 4) Si la persona citada no espera, la notificación deberá entenderse con los parientes o domésticos del interesado, o con cualquier persona que viva en la casa, dejándole instructivo; 5) Si en la casa -5- AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. designada para la notificación, se negaran a recibir el instructivo, el diligenciario hará la notificación por medio de cédula que fijará en la puerta de la casa y además por lista; 6) Cuando en la casa designada para la notificación, no se encontrare persona que reciba el instructivo, se entregará al vecino inmediato, y se hará lo mencionado en el inciso que antecede; 7) En el expediente se asentará razón de haberse cumplido con lo anterior; y, 8) En el instructivo se hará constar el nombre y apellido del promovente; el tribunal que mande practicar la diligencia; la determinación que se mande notificar, individualizándola por su fecha, y por la mención del negocio y expediente en que se dictó; la fecha y hora en que se deja; el nombre y apellido de la persona a quien se entrega, o que se practicó conforme al inciso 5) antes referido; así como el nombre, apellido y cargo de quien practique la notificación. Asimismo, el diverso numeral 55 del mismo cuerpo legal, establece: "Artículo 55. Deben firmar las razones de sus notificaciones, las personas que las hacen y aquellas que las reciban; si éstas no supieren, no quisieren, o no pudieren firmar, se asentará en autos esta circunstancia." Ahora bien, en el caso, la diligenciaria responsable, hizo constar en el acta que levantó al efectuar la diligencia, que se constituyó en el domicilio designado en la demanda, calle Indiana número 98-2, colonia Vista Alegre de esta ciudad de Puebla, y se cercioró de ser el domicilio señalado en la demanda y de que correspondía a los enjuiciados Manuel Rivera Salgado y Claudia Álvarez Fernández, por coincidir la nomenclatura de la calle y la numeración del inmueble que tuvo a la vista, además mediante el dicho de los vecinos de las casas 98-1 y 98-3, de la misma calle y colonia, quienes le informaron que Manuel y Claudia son sus vecinos, que viven en el departamento dos y que sí los conocen, pero sobre todo porque al tocar la puerta, atendieron su llamado los propios demandados, y con ellos entendió la diligencia; al respecto, el más Alto Tribunal de la Nación ha fijado en jurisprudencia obligatoria haciendo una interpretación del artículo 49, fracción II, del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla, en vigor hasta el treinta y uno de diciembre de dos mil cuatro, señalando que el principio de certidumbre a que alude tal precepto queda actualizado desde el momento en que el notificador al constituirse en el domicilio señalado en autos, logra comunicar directamente al demandado la existencia del juicio seguido en su contra y el cercioramiento surge de manera simultánea, ante la manifestación propia de quien ante la fe pública del notificador manifiesta ser el enjuiciado, y que se trata de su domicilio el lugar en el que se encuentra constituido el actuario, por tanto, esa circunstancia basta para tener por cumplido ese requisito legal. Sirve de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia 1a./J. 55/98, emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página 33, Tomo VIII, noviembre de mil novecientos noventa y ocho, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que dice: "EMPLAZAMIENTO. BASTA QUE EL DILIGENCIARIO ENTIENDA -6- AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. LA ACTUACIÓN DIRECTAMENTE CON EL DEMANDADO, PARA ESTIMAR CUMPLIDO EL CERCIORAMIENTO DEL EXACTO DOMICILIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). De acuerdo con la correcta interpretación del artículo 49, fracción II, del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla, el cercioramiento que debe cumplir el actuario que practique la primera notificación a la parte demandada en juicio, debe entenderse en el sentido de que en el evento en que constituido en el lugar designado en la demanda, entienda la diligencia directamente quien ante la fe pública del actuario indique ser el demandado, con ello se cumple el objetivo de que el emplazamiento a juicio quede satisfecho, al ser enterado el enjuiciado de la pretensión deducida en su contra, del juzgado en el que se encuentra radicado el juicio y del número de expediente que le haya correspondido. El principio de certidumbre queda actualizado entonces, desde el momento en que el notificador al constituirse en el domicilio señalado en autos, logra comunicar directamente al demandado la existencia del juicio seguido en su contra y el cercioramiento surge de manera simultánea, ante la manifestación propia de quien ante la fe pública del notificador manifiesta ser el enjuiciado, y que se trata de su domicilio el lugar en el que se encuentra constituido el actuario, lo que excluye la necesidad de servirse de otros medios previos a la realización directa de la diligencia con el demandado, en tanto que no existe algún requisito previsto por una disposición procesal que obligue al notificador a indagar por otros medios, como por ejemplo el dicho de los vecinos de que el lugar designado en autos sea el del demandado, pues es ilógica la necesidad de establecer intermedios para arribar al objetivo esencial del emplazamiento, que es el comunicar directamente al demandado la existencia de la pretensión deducida en su contra y qué mejor forma de cercioramiento que el entender la diligencia directamente con la parte buscada." No obstante lo anterior, la ilegalidad del emplazamiento deviene del hecho de que la fedataria pública no atendió a lo dispuesto por el artículo 55 de la citada legislación procesal civil, ya que omitió asentar la razón por la cual los demandados no firmaron el acta respectiva, esto es, si no quisieron, no supieron o no pudieron hacerlo, puesto que en la referida acta, la funcionaria responsable se limitó a señalar que levantaba acta circunstanciada de la diligencia: "... la que se firma al calce por la suscrita diligenciaria, la actora y no firma el demandado, manifestando quedar entendido. Doy fe."; circunstancia que pone en evidencia la falta de observancia del requisito contemplado en el dispositivo legal citado. Es aplicable al respecto, la tesis sostenida por este tribunal de amparo, consultable bajo el número VI.2o.C.33 C, en la página 982, Tomo XVII, junio de dos mil tres, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, del siguiente tenor: "EMPLAZAMIENTO. RESULTA ILEGAL CUANDO EL DILIGENCIARIO NO ASIENTA LA RAZÓN POR LA QUE EL DEMANDADO SE NEGÓ A FIRMAR EL ACTA RESPECTIVA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA).-Si al llevar a cabo el emplazamiento a juicio, el diligenciario responsable omite asentar la razón por la cual el demandado se negó a firmar el acta de la diligencia, esto es, si no quiso, no supo o no pudo firmar la misma, ello -7- AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. pone en evidencia la falta de cumplimiento del requisito contemplado en el artículo 55 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla, por lo que dicho llamamiento a juicio resulta ilegal." En estas condiciones, es claro que el emplazamiento de mérito fue practicado en contravención al artículo 55 del código procesal civil para el Estado, en vigor hasta el treinta y uno de diciembre de dos mil cuatro, aplicable supletoriamente al Código de Comercio, por mandato expreso de su numeral 1054, previo a las reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación, el trece de junio de dos mil tres, lo que conduce a poner en entredicho las manifestaciones hechas por la funcionaria pública en el acta levantada con motivo de la diligencia, y por tanto, ya no se puede tener la certeza de que los demandados hayan tenido conocimiento del juicio instaurado en su contra, lo que incuestionablemente constituye la infracción procesal de mayor magnitud y de carácter más grave, dada su trascendencia en las demás formalidades del procedimiento al afectar la oportunidad de oponer excepciones, de ofrecer y desahogar pruebas, de alegar, de enterarse de las resoluciones que se dictaron y de atacarlas en caso de que fueran contrarias a sus intereses, lo que efectivamente ocurrió, ya que los enjuiciados no comparecieron al juicio de origen a defender sus derechos. Es aplicable la jurisprudencia de la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su anterior integración, localizable con el número 247, en la página 168, Tomo IV, Materia Civil, Séptima Época del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, que sostiene: "EMPLAZAMIENTO. ES DE ORDEN PÚBLICO Y SU ESTUDIO ES DE OFICIO.-La falta de emplazamiento o su verificación en forma contraria a las disposiciones aplicables, es la violación procesal de mayor magnitud y de carácter más grave, puesto que da origen a la omisión de las demás formalidades esenciales del juicio, esto es, imposibilita al demandado para contestar la demanda y, por consiguiente, le impide oponer las excepciones y defensas a su alcance; además, se le priva del derecho a presentar las pruebas que acrediten sus defensas y excepciones y a oponerse a la recepción o a contradecir las probanzas rendidas por la parte actora y, finalmente, a formular alegatos y ser notificado oportunamente del fallo que en el proceso se dicte. La extrema gravedad de esta violación procesal ha permitido la consagración del criterio de que el emplazamiento es de orden público y que los Jueces están obligados a investigar de oficio si se efectuó o no, y si en caso afirmativo, se observaron las leyes de la materia." Respecto de los motivos de inconformidad vertidos por los recurrentes tendentes a combatir las consideraciones legales expresadas por el Juez de Distrito a quo acerca de que de los documentos presentados por los quejosos para identificarse, se desprendía su domicilio; que el contrato de arrendamiento que presentaron en el juicio de amparo como prueba, por sí mismo no acreditaba el domicilio; que se emplazó a los dos quejosos; que se les entregaron las resoluciones a notificar y que se les corrió traslado con la demanda y documentos anexos, debe decirse que su estudio resulta innecesario, habida cuenta que como quiera que sea, la -8- AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. presente ejecutoria traerá como consecuencia que se modifique el fallo recurrido a fin de conceder la protección constitucional solicitada, por tanto, ya no tendrán trascendencia alguna las consideraciones y fundamentos legales en que se sustentaba la negativa del amparo. En las condiciones anotadas, al resultar ilegal el emplazamiento reclamado, lo que procede en la especie es conceder el amparo y protección de la Justicia Federal solicitados, para el efecto de que el Juez Vigésimo Segundo de lo Civil de la Ciudad de México, Distrito Federal, deje insubsistente todo lo actuado en el juicio ejecutivo mercantil de origen a partir del ilegal emplazamiento y ordene su ejecución con las formalidades de ley. Por lo expuesto y fundado; y con apoyo además en los artículos 83, fracción IV y 85, fracción II, de la Ley de Amparo y, 35 y 37, fracción IV, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, se resuelve: PRIMERO.-Se modifica la sentencia sujeta a revisión. SEGUNDO.-Se sobresee en el juicio de garantías promovido por Claudia Antonia Álvarez Fernández y Manuel Rivera Salgado, en contra del auto de exequendo dictado por el Juez Vigésimo Segundo de lo Civil de la Ciudad de México, Distrito Federal, precisado en los resultandos primero y segundo de esta ejecutoria. TERCERO.-Para los efectos precisados en la parte final del considerando cuarto de esta ejecutoria, la Justicia de la Unión ampara y protege a Claudia Antonia Álvarez Fernández y Manuel Rivera Salgado, en contra de todo lo actuado en el juicio ejecutivo mercantil número de expediente 11/2004, del índice del Juzgado Vigésimo Segundo de lo Civil de la Ciudad de México, Distrito Federal, promovido por Ford Credit de México, S.A. de C.V., Sociedad Financiera de Objeto Limitado en contra de los agraviados, a partir del ilegal emplazamiento al mismo. CUARTO.-En virtud de que los quejosos Claudia Antonia Álvarez Fernández y Manuel Rivera Salgado, no hicieron manifestaciones respecto al requerimiento de cuatro de noviembre de dos mil cuatro, efectuado por el Juez de Distrito a quo, en el sentido de que la sentencia que se dictara en el presente asunto, estaría a disposición del público para su consulta cuando así lo solicitara, conforme al procedimiento de acceso a la información, en términos de los artículos 8o. de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y 19 del Acuerdo General 76/2003, del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal y para que hasta antes de que se dictara el referido fallo, manifestaran su voluntad de que se incluyeran sus nombres y demás datos personales, se les tuvo consintiendo la publicación respectiva sin supresión de datos. -9- AMPARO EN REVISIÓN 144/2005. Notifíquese; con testimonio de esta resolución, devuélvanse los autos al juzgado de su origen, asimismo envíese copia simple autorizada de la misma a la autoridad responsable ordenadora y, en su oportunidad, archívese el toca como asunto concluido. Así, por unanimidad de votos, lo resolvió el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito, integrado por los Magistrados Ma. Elisa Tejada Hernández, Gustavo Calvillo Rangel y Raúl Armando Pallares Valdez. Fue ponente el último de los nombrados. -10-